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Mercedes a Luneta Parroquia Altagracia Apdo. 134. Caracas. 1010. Venezuela Telfs: 0212-562.73.00 / 564.58.30 William Osuna Daniel Molina ©FCNLAB Caracas, Venezuela 2014
William Osuna Homero Hernández Ánghela Mendoza Ximena Hurtado Yarza Ana María Olivo
Fundación Casa Nacional de las Letr as Andrés Bello
Presidente Director Ejecutivo
10ma Antología del Festival Mundial de Poesía de Venezuela Imagen de portada
Portada, diagr amación y diseño de colección Corrección de textos
Dep. Legal: lf60520148001544 ISBN: 978-980-214-318-4
Palabras del Ministro del Poder Popular para la Cultura Fidel Barbarito
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AMÉRICA ARGENTINA ARGENTINA ARGENTINA BOLIVIA CHILE COLOMBIA CUBA ECUADOR EL SALVADOR ESTADOS UNIDOS MÉXICO PERÚ URUGUAY
Alejandro Cabrol Leopoldo Teuco Castilla Hugo Mujica Emma Villazón Héctor Hernández Montesinos Lucía Estrada Liudmila Quincoses César Eduardo Carrión Susana Reyes Devorah Major Daniela Camacho José Luis Ayala Enrique Bacci
15 19 23 27 31 37 41 47 53 57 61 65 69
ASIA CHINA COREA DEL SUR INDIA
Shen Wei Seung Ho Choi Laxmi Shankar Bajpai
75 79 83
PALESTINA PALESTINA
Safaa Hathot Mahmoud Abu Al Hiyad
87 93
EL CARIBE BAHAM AS HAITÍ PUERTO RICO
Marion Bethel Louis Philippe Dalembert Pedro López Adorno
99 105 111
EUROPA Y ÁFRICA ALEM ANIA ESPAÑA FR ANCIA ITALIA M ARRUECOS PORTUGAL SÁHAR A OCCIDENTAL
Xóchil Schütz Jorge Riechmann Ami Karim Luigi Cinque Lamiae El Amrani José Rui Teixeira Limam Boicha
117 121 125 135 139 143 147
VENEZUELA Hugo Rafael Cávez Frías José Antonio Escalona Escalona Carlos César Rodríguez Chelías Villarroel AM AZONAS ANZOÁTEGUI APURE AR AGUA BARINAS BOLÍVAR CAR ABOBO COJEDES DELTA AM ACURO DTTO. CAPITAL DTTO. CAPITAL DTTO. CAPITAL DTTO. CAPITAL DTTO. CAPITAL FALCÓN
Yuri Patiño Franklin Fernández Pedro García Yadira Pérez Alberto José Pérez Eucario García Rivas Lyerka Bonano José Daniel Suárez Ylisney Orta Neguel Machado Aracelis García Reyes Andrés Aguilar Pérez William Torrealba Carlos Manuel Duque Yariza Rincón
153 155 165 175 185 189 193 197 201 205 209 213 219 223 227 231 235 239 243
GUáRICO LAR A MÉRIDA MIR ANDA MONAGAS NUEVA ESPARTA PORTUGUESA SUCRE TÁCHIR A TRUJILLO
VARGAS YAR ACUY ZULIA
Tibisay Vargas Rojas Beatriz Rondón Jairo Rojas Rojas Isaías Cañizales Ángel William Torcátiz José Pérez Luis Mendoza Silva María Esther Álvarez Ernesto Román Orozco Enmanuel III Colmenares Arandia Marco Aurelio Rodríguez Manuel Barreto Luis Ángel Barreto
247 251 255 259 263 267 271 275 279 283 287 291 295
Palabr as del ministro Fidel Barbarito en la inaugur ación del 10° Festival Mundial de Poesía de venezuela
Hermanas, hermanos, hoy lanzamos este Canto común desde Venezuela para celebrar nuestro 10° Festival Mundial de Poesía, lo maravilloso hecho ya cotidiano, y lo hacemos tributando la memoria del más nuestro de los nuestros, a Hugo Chávez, el Comandante Supremo de la Revolución Bolivariana. La lucha sigue. Él nos enseñó el valor de amar la poesía, el conocimiento, la lectura, la sensibilidad, él nos devolvió la memoria, la dignidad, la visibilidad, la solidaridad, la pasión, el compromiso, la comunión, la identidad, los sueños, el orgullo, la paz, la esperanza, la lealtad, la unidad, la victoria. Chávez nos devolvió la matria bolivariana libre y soberana. Junto al Comandante Supremo, nuestro padre Hugo Chávez, homenajeamos, con poetas nuestros y con poetas de pueblos hermanos, a tres hombres maravillosos de esta tierra, que, comprometidos con la poesía, es decir, con el amor, la paz y la vida, han dedicado su existencia a la belleza, a la verdad, al pequeño gesto que por profundo se hace inmenso, al florecimiento de la conciencia sensible en cada una y cada uno de nosotros: Escalona Escalona, Carlos César Rodríguez y Chelías Villarroel. Con la canta poética de Escalona, Rodríguez y Villarroel, es posible transformar nuestras cotidianidades. Vaya nuestro agradecimiento eterno, maestros. Queda inaugurado el 10° Festival Mundial de Poesía, la fiesta de la palabra. Que viva la poesía y viva siempre Hugo Chávez Frías.
Fidel Barbarito
amĂŠrica
ARGENTINA
Alejandro Cabrol Paraná, 1976. Estudia el último año de Profesorado en Lengua y Literatura UADER (Entre Ríos). Ha publicado en diferentes antologías y revistas de arte a nivel nacional e internacional, también recibió premios y menciones en distintos concursos. Jurado de poesía erótica en el Festival Internacional Eros Aires (Buenos Aires, 2010).
Desideria
hasta las agujas tuerce esta noche de pan no queda suelto hilo alguno ni huella aparente y el estigio secular de los chingolos nos avienta alforjas amarillas entre gargantas de sol por cuyo margen silban nรกyades su danza naranja.
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Sello
saco los pies del sueĂąo por las dudas lo lĂquido (del espejo)
se parta en miles de pedazos
y vuelva a crucificarme en los estambres de tus pĂĄrpados...
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Perlas IV
aunque el tigre tiemble todavía y duerma y las lerdas velas extínganse ahora de cualquier modo ningún vapor ninguno ni pálidas cenizas podrán apagar tu nombre... que se me desnuda en los labios.
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ARGENTINA
Leopoldo Teuco Castilla Salta, Argentina, 1947. Ha publicado los siguientes libros de poemas: El espejo de fuego (1968); La lámpara en la lluvia (1971); Generación terrestre (1974); Versión de la materia (1982); Campo de prueba (1985); Teorema natural (1991); Baniano (1995); Nunca (2001, Premio de Poesía del Fondo Nacional de las Artes); Libro de Egipto (2002); Línea de fuga (2004); Bambú (2004); y El amanecido (2005). Como narrador ha publicado: Odilón (1975) y La luz naranja (1984). Fue invitado por la Unión Soviética para escribir un libro que la Editorial Progreso de Moscú publicó en 1990, Diario en la Perestroika. También es autor de Nueva poesía argentina (1987); Poesía argentina actual (1988); La canción del ausente, cuentos (2006) y la novela El arcángel (2007). Recibió premios nacionales e internacionales. En el año 1976 fue perseguido por la dictadura militar y debió exiliarse en España. Poesía suya ha sido traducida al inglés, francés, italiano, sueco, portugués y ruso.
INDIA
II Entre todos ¿Hay alguien? El número de la multiplicidad es el mismo que el del exterminio. ¿Hay alguien en el templo, en ese hombre a merced de un pétalo? ¿Alguien apagándose en la sombra del arenal volando? ¿Alguien fosforece bajo la inundación o esta comarca es la atmósfera un vapor donde el aroma levanta caseríos delicadas multitudes como un lento mimbral oscuro? Sólo sus mujeres esas lámparas verdes, azafranas, púrpuras se posan en la tierra. En las poblaciones lo que parece disperso
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flota: una silla en el techo el ojo en la cara del anciano la calle en los espejos el pelo humano que rueda por la acera. No pueden caer su sitio es la inminencia. Aquí todo es inalcanzable: el Taj Mahal, esa luna que un hombre arrancó a la noche cuando la noche le quitó a Mutam Mahal, su amada. Un asalto mental tan poderoso que no puede ser habitado pues la fantasía usa la luz de la muerte. Suspensa en sus terrazas de viento también Fatephur Sikri aguarda como un eclipse
que regrese el presente no hay muertos en la ciudad que imanten
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los caballos desaparecidos el trono del mogol la fugitiva espada allí, una inscripción, recuerda: El mundo es un puente. Se puede pasar por él pero no construir casas encima. Quien confía en una hora puede confiar en la eternidad. Aquí una hora apenas sobrevive.
Lo inmortal es la incertidumbre.
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ARGENTINA
Hugo Mujica Buenos Aires, 1942. Estudió Bellas Artes, Filosofía, Antropología Filosófica y Teología. Esta gama de estudios se refleja en la variación de su obra que abarca tanto la filosofía, como la antropología, la narrativa como la mística y sobre todo la poesía. Entre sus principales libros de ensayos se mencionan: Kyrie Eleison (1991); Kénosis (1992); La palabra inicial (1995); Flecha en la niebla (1997); Poéticas del vacío (2002); Lo naciente (2007); La casa y otros ensayos (2008) y La pasión según Georg Trakl (2009). Solemne y mesurado (1990) y Bajo toda la lluvia del mundo (2008) son sus dos libros de cuentos. Su obra poética, iniciada en 1983, ha sido editada en Argentina, España, Italia, Francia, México, Estados Unidos, Chile, Eslovenia y Bulgaria.
En plena noche
Tambi茅n en plena noche la nieve se derrite blanca y la lluvia cae sin perder su transparencia. Es ella, la noche, la que nos libra de los reflejos, la que nos expande las pupilas. Lo que busca con su bast贸n el ciego es la luz, no el camino.
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Orillas
Afuera ladra un perro a una sombra, a su eco o a la luna para hacer menos cruel la distancia. Siempre es para huir que cerramos una puerta, es desierto la desnudez que no es promesa la lejanĂa de estar cerca sin tocarse como bordes de la misma herida. Adentro no cabe adentro, no son mis ojos los que pueden mirarme a los ojos, son siempre los labios de otro los que me anuncian mi nombre.
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Desmesura
Cuando el alma ya es carne, cuando se vive desnudo, todo el afuera es la propia hondura, desde cada otro se escucha el propio latido.
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BOLIVIA
Emma Villazón Santa Cruz de la Sierra, 1983. Escritora e investigadora en lingüística. Ha publicado Fábulas de una caída (2007), poemario ganador del Premio Nacional de Poesía Petrobras, en la editorial de la Cámara Departamental del Libro de Santa Cruz. En 2008 fue seleccionada en la antología Escritoras bolivianas de hoy, a cargo de Mara Lucy García. En el área de lingüística, ha publicado Una aproximación a la gramática de la lengua mojeño-trinitaria. Desde el 2009 su obra figura en Nuevo panorama de la poesía boliviana. Cambio Climático, publicación dirigida por el Centro Simón I. Patiño y los poetas Jessica Freudhental, Juan Carlos Ramiro Quiroga y Benjamín Chávez. Ha publicado cuentos y poemas en revistas locales e internacionales.
Recordatorio para un ciervo
saltando íbamos cielo arriba en seducción bajo cada suela una huella, miles confirmaban la casa, nuestra boca no; el azul calor se daba que hace garabatear telas paredes medallas y hundir la cabeza en pozo áureo fortificados niños ojos de fanal, nos decían, traídos para alzar de bandeja ¿hipocampos? ¡no! la labor de la progenie la transparencia de la copa lo laudable el temor a las fieras lo carnoso pero de tumbo en tumbo nos fuimos no vimos o vimos las bardas al atravesar la copa y / el grito; al amanecer tomamos té con delfines riendo entre excrecencias fosforescentes
—recuerda, recuerda, siempre tuvimos la piel de lo animal
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Entre buques
entremetidos en el tumulto trabajo parques lĂneas de trĂĄnsito mar de procesos edificios nĂveos acusaciones contra perros huachos a fin de seguir nadando recibiendo gotas de techo averiado o de un suave rostro (incierto) entremetidos aparecemos / de pronto recontrametidos entre buques pujando quĂŠ
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Por eso ¿Por qué el poeta quiere mirar y tocar la palabra?
Jaime Saenz
por eso intocable que se aspira rozar desde la acequia a la neblina que apacienta el cuello del valle, saliendo de árbol cerrado y no saliendo, eructando, entrando al baile oceánico por su tersura abisal, por la traición debida con las manos heladas, por eso velocísimo translúcido genital sin dueño que no sabe de límites por eso que restaña posee acusa percute sume altera abrasa rechaza en el hijo que vibra estatutos cuando no hay mole que pegue — por los nacimientos lumbres de ahogo planetas puentes papiros que avizoramos
por eso intocable — y pan de cada día
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CHILE
Héctor Hernández Montecinos Santiago, 1979. Es licenciado en Literatura. Doctor en Filosofía mención Teoría del Arte. De su proyecto total, Arquitectura de la mentalidad, que consiste en tres monumentales trilogías, dos ya han sido publicadas, La divina revelación (2011) y Debajo de la lengua (2009). Además han aparecido los siguientes libros recopilatorios de su extensa obra Putamadre (2005); Ay de mí (2006); La poesía chilena soy yo (2007); Segunda mano (2007); A 1000 (2008); Livro universal (2008, traducido al portugués).
Los colores y papá (Fragmento)
Papá morí en el río. Ellos fueron. No los niños. Esos juncos malvados me ofrecieron estas piedras. Me dijeron que eran mágicas. Yo les creí y me lancé al río. Papá ellos me engañaron. No fue mi culpa morirme. Los niños me decían que no les hiciera caso. Huye. Huye. Huye de esos juncos me gritaban. Pero yo quería hablar con ellos como hablo con las abejas. Los juncos son malvados papá. No hables con ellos. Querrán empujarte al río y morirás como yo. Te darán unas piedras y te dirán que son mágicas pero no lo son. No quiero que te mueras papá. Ya no podrás dormir junto a mí. Es culpa de esos malvados juncos. Desde el fondo del río me pareces hermoso. El sol brilla en tu cabeza y tiritas como la corriente del agua. Bailas en el cielo.
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No grites más mi nombre. Ya me morí. Tú no me ves y corres despavorido. No conozco a esa gente que te acompaña. ¿Son luciérnagas? ¿Son cigarras? ¿Son libélulas? Papá diles que no se posen en los juncos. Son malvados. Diles que vuelen más allá del río. Hay un bosque muy fresco. Y más allá hay unas montañas con una nieve rosada. Papá tus manos se ven tan grandes. Das manotazos en el agua. Casi me tocas pero estoy en el fondo del río y no me / alcanzas. Estoy feo. Hinchado y lleno de manchas. Mi piel se puso blanda y se deshizo. Estoy feo papá. Mejor no me busques más. Dile a mamá que me fui con las abejas. Ella sabe que también hablo con las flores y nos creerá. No quiero que me regañe. No le digas que le hice caso a los juncos. No le digas que creí que estas piedras eran mágicas. No le digas que eres hermoso. Mamá no es mamá. A mamá se la llevaron los coyotes.
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Yo vi cuando vinieron y se fue con ellos. Los besó en la boca y les dio de comer. Eran tres coyotes. Tenían los ojos rojos y hablaban raro. Mamá sacó una rata de su entrepierna y se las dio. Los coyotes la despedazaron. No. No era una rata. Era un conejo. Sí. Eran decenas de conejos. Los coyotes olieron toda la casa. Yo estaba escondido debajo de las cascaras de patatas. No pudieron verme. Mamá los invitó a la cama y se movieron con ella. La mordían y mamá gritaba. Yo quería ayudarla pero mamá levitaba y no la podía / alcanzar. Más conejos caían de la cama. Estaban ciegos y de su boca salía vino. Esos conejos no eran conejos papá. Eran corderos. No tenían patas. Eran feos y yo tenía miedo. Mamá seguía levitando y los coyotes aullaban. Mamá te dirá que no es cierto. Te dirá que los coyotes eran mis amigos y que yo dormí / con ellos. No es verdad.
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No creas en sus palabras. Te dirá que te sigo cuando vas al río. Te dirá que me desnudo cuando te desnudas. Pero no le creas papá. Ella duerme con los coyotes. Créeme a mí. Los juncos me dijeron que esas piedras eran mágicas. Por eso fui con ellos. Me engañaron. Al tomar las piedras se hicieron grandes y caí al río. Eran dos piedras. Tenían pelos y eran suaves como la piel. Las besé papá. Tú estabas sobre mí. Los juncos son malvados. Los coyotes volvieron una vez más. Mamá cortaba la leña que tú no cortas. Los árboles sangraban y ella se reía. Tenía dos hachas. Una en cada mano. Arrancaba los árboles de raíz. Estaba loca. En eso llegaron los coyotes. Bebieron la sangre de los árboles y también rieron papá. Yo los vi. Mamá no es mamá. Ella te dirá que me fui con los niños y que no me / busques más. Estoy en el fondo del río y no me ves.
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No te acerques a los juncos. Son malvados. No me busques donde acaba el camino. Los coyotes aparecerán y querrán comerte. No regreses a casa porque mamá no es mamá. Vete con las abejas. Te darán miel. Te gustará como me gusta a mí. La hacen las flores cuando sueñan. Papá anochece. No me busques más. Estoy feo. Mi cabello se desprende y se va con el río. Ya no tengo ojos pero aun así te veo papá. Vete antes que aparezcan los coyotes. Vete con esas cigarras. Vete con esas libélulas. No vuelvas a casa. Toma papá. Toma estas piedras por si aparecen los coyotes. Coge papá estas piedras. Son piedras mágicas. Eso papá. Abre tu mano. Acércate un poco. Acércate un poco más.
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COLOMBIA
Lucía Estrada Medellín, 1980. Ha publicado los libros de poesía Fuegos nocturnos (1997) y Noche líquida (2000). Con su libro Maiastra obtuvo el Premio Nacional de Poesía Ciro Mendía en el 2002. Sus poemas han sido publicados en periódicos y revistas nacionales y extranjeras. Actualmente es miembro de la planta de creación de la revista Punto Seguido en la ciudad de Medellín. Revista Internacional de Poesía Prometeo. COMENTARIO: “(…) Con su imaginería de sombras y de espectros; un espíritu de la noche que tiene el secreto de la luz que ha de venir y la voz de la penumbra...”.
SÓLO UN GESTO para saber que todo se corresponde, que no estamos en orillas opuestas. Que todo nos viene de nombrarlo, de creer en lo que no se conoce, en lo que juzgamos niebla y abismo. Que todo huye de la muerte y así va por el mundo. Que la vida es lo que siempre queda al final de la página: ese temor de sabernos, de insistir en el vacío que se deja entre una línea y otra para señalar lo imposible.
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VUELVO A TUS PALABRAS a lo que has nombrado siguiendo la línea de lo imposible. Vienen hacia nosotros y el destino que llevan es interminable como una condena en el corazón Traen bajo su lengua el peso terrible de un grito en medio de la noche Y ahí están puedo tocarlas Ahora que duermes todo se multiplica Las palabras se multiplican, su sombra se multiplica el vacío de la página su profundidad bajo los párpados El mar incontenible de lo que no puede nombrarse me cubre por completo Tú estás en ambas orillas.
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“Pero a quién se le ocurre dibujar una piedra y tropezar dos veces…” Jorge Boccaner a
HEMOS DIBUJADO tantas veces la misma piedra para tropezar y caer como al principio. Hemos destinado tantas horas a permanecer muertos, tropezar y morir... ¿Quién estuvo dos veces junto a su verdugo sin saberlo? ¿Quién guardó el cristal de su noche sin mirarlo apenas? Somos reiteración constante, agua que desciende frente a un espejo múltiple, oficio salvaje de dibujar piedras, abismos y no recordarlo después.
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CUBA
Liudmila Quincoses Sancti Spiritus, 1975. Es licenciada en Educación en la especialidad de Español Literatura, es miembro de la Unión Nacional de Escritores y Ar tistas de Cuba y de la Asociación Hermanos Saíz. En el año 2000 refundó, junto al artista plástico Julio Neira, el proyecto alternativo Escribanía. Este proyecto incluye la escritura de cartas de amor, exposiciones de pintura, promociona la obra de escritores jóvenes, se llevan a cabo conferencias, lecturas de poesía, lanzamientos de libros, entre otras actividades. En el 2001 fundó el grupo literario Los Escribanos.
Verja de hierro
Los siglos pasaron sobre el bronce, queda la reja donde ya no hay huerto. Los siglos pasaron y en este lugar se perdieron los / bosques, la reja perdi贸 a su vez el sentido que los hombres le hab铆an dado; se ha ido apagando en la muerte lenta del herrumbre. Las plantas han deshecho los escudos que otros hombres forjaron en su espalda, que otras manos plantaron en este lugar; ahora debo imaginar que ella guarda las flores, que yo tengo alma de reja,
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tengo muchos años sobre mí, tengo la suerte que otros me envidian. Me han dejado soñarla, pero no ser su dueño. Por eso estoy tan solo, mi fortuna es el árbol, un árbol y una reja. Soy sólo un hombre oscuro que ha olvidado el destino y el mundo, que ha olvidado el sentido de las cosas, que ha olvidado…
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Plaza de Jesús
Veo la mano aquella que me señalaba la plaza, como un deslumbramiento. Miro los bancos, la iglesia de piedra hermosa y destruida, del Cristo sólo quedan los pies, y en las columnas los huecos de los nichos, el espacio vacío de los santos en las paredes. Jugamos al eco, unos pájaros se asustan y vuelan en círculo sobre nuestras cabezas. Me muestras la iglesia con mucha atención, me muestras los techos, las figuras borrosas de los ángeles. El viento a veces entra y la luz dibuja otras visiones. Como si fuera la tarde última
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miramos al cielo. Escucho la campana que no existe llamando a la misa de la tarde. Los albaĂąiles toman sus cervezas en jarras de metal, miran con ojos cansados la fuente seca. No te vayas, no dejas destruir la plaza. No dejes de mirar este sol como si fuera el Ăşltimo, como si nunca acabara.
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La fundación
Todo esto era polvo, simple polvo antes de mi llegada. Yo he levantado el huerto, como una tristeza antigua en medio del pecho he sembrado mi casa. En esta tierra ajena que será mi tierra, la de mis hijos. Que dibujaré con mis manos que bautizaré con mi nombre.
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ECUADOR
César Eduardo Carrión Quito, 1976. Magíster en literatura por la Pontificia Universidad Católica y en Filología Hispánica por el Instituto de la Lengua Española del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España. Miembro del comité editorial de la revista de ensayo y poesía País Secreto. Su primer poemario Revés de luz fue publicado en el 2006.
Primera psicofonía: (Fragmento)
A la calavera de Yorick Hamlet.- Deja que la vea. (Coge la calavera.) ¡Ah pobre Yorick! Yo le conocí, Horacio; era un hombre de una gracia infinita y de una fantasía portentosa. Mil veces me llevó a cuestas, y ahora, ¡qué horror siento al recordarlo!, a su vista se me revuelve el estómago. Aquí pendían esos labios que yo he besado no sé cuántas veces. ¿Qué se hicieron de tus chanzas, tus piruetas, tus canciones, tus rasgos de buen humor, que hacían prorrumpir en una carcajada a toda la mesa? ¿Nada, ni un solo chiste siquiera para burlarte de tu propia muerte? ¿Qué haces ahí con la boca abierta?... William Shakespeare,
Hamlet, Príncipe de Dinamarca, acto V, escena I 1 ¿Sabes cuántas veces aparece la palabra Amén en la Biblia del / Rey Jorge? ¿Sabes cuántas de sus setecientas ochenta y tres mil ciento / treinta y siete palabras hablan de la muerte y cuántas de ellas nos consuelan con la / resurrección?
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Si es verdad, como dice el Evangelio de Juan, capítulo / diecisiete, versículo diecisiete, que Dios y sólo dios autoriza y garantiza la verdad del único / Libro Sagrado, ¿por qué nos molestamos en leerlo tantas veces en voz alta y / repetirlo cada Domingo, cada Sabbat y cada fecha cercana al Ramadán? Que se ocupe también de la llegada de la luz a las fronteras / infrarrojas, que anule, sosegadamente, la mutación de la ceguera en Efecto / Doppler. ¿No sería mejor rezumar esas dudas en el silencio de alguna / jaculatoria, antes que empaparlas con tres millones quinientas sesenta y / seis mil cuatrocientas ochenta y nueve letras de pura especulación / religiosa, un poco de esperanza y, sin duda, toneladas de / autocomplacencia? ¿Para qué escribimos nuevamente la crónica de la Noche / Triste, si fue dichosa, y si Hernán Cortés se quedó de todas maneras con más de una / Malintzin y si hemos vuelto a incinerar las carabelas cada vez que / hallamos dudas? Para qué, si no es para escribir un Canto General, travestido, / que nos nombre, mejor que los legajos borroneados por las manos de un / cronista semi-analfabeta. No te digo que no cantes, no silbes, no escupas tu verdad, de / todas formas lo harías,
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porque nuestras convicciones determinan la certeza y el error / en igual medida. Apenas te pido que pongas de nuevo tus labios en el lugar / donde los dejó mi último beso, sobre tus dientes y maxilares calcinados, casi impertérritos, / que levemente me hablan. ¡Anda, Yorick, despierta! Como regresan las bellas durmientes / del encanto de la muerte, sin necesidad de conjuros, con palabras que labren el aire con / incertidumbre y terror. Recuerda que encargamos la preparación del vino de las / consagraciones a un sacerdote, al más inepto de todo el colegio dedicado a proteger las / palabras del olvido y el silencio, al idiota de la familia, que no sabe ni siquiera su propio / nombre y duda de sí mismo todo el tiempo, y sin embargo inventa motes y apellidos insultantes para todos / sus amigos y parientes. Les encargamos la propagación de nuestras sombras, amado / Yorick, a los poetas, como si no fuera suficiente encargarles también el peso / muerto de sus propios cuerpos. Algo tendremos que hacer, mi querido bufón, para librarnos / de la acidia y de su labia, tan mala compañía como el cigarro encendido en la boca del / condenado a fusilamiento, y así de redundantes y así de prepotentes y así de inofensivos / estos versos, cada vez que nacen, cada vez que habitan, cada vez que a / alguien se le ocurre recitar: “¿Sabes cuántas veces aparece la palabra Amén en la Biblia del
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/ Rey Jorge? ¿Sabes cuántas de sus setecientas ochenta y tres mil ciento / treinta y siete palabras hablan de la muerte y cuántas de ellas nos consuelan con la / resurrección?” Por supuesto, no lo sabes, porque entonces, no habrías muerto / y estarías provocando explosiones de risa en este íntimo auditorio, donde sólo se / escuchan bostezos y, muy de vez en cuando, alguno que otro gemido, alguno que / otro llanto…
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Sutras de la rosa marchita (Fragmento)
Primero Esta es mi devoción sin paraísos ni suplicios infernales, sin mesías, sin imágenes de dioses que remeden las patrañas de tu cuerpo, con que intenta la cordura de los genes / mantenerte sin rasguños y alejado del silencio, del dolor. Esta es la iglesia sin plegarias, que renuncia a los rituales y a la mística del célibe o el lama y el testigo de los buenos evangelios: Eres cerdo de la piara de Epicuro, porque el nombre del poema que / pronuncias no es tu karma y no transige con las hostias en migajas, / con los restos de los mitos: Los perros aúllan, las yeguas relinchan, los asnos rebuznan y graznan los cisnes: Te quiebras, poeta, en tu fuerte / de naipes, te ocultas del mundo y bendices con estas palabras la miel o el disfraz con que bañas tu piel con carcoma y hormigas: / Un cerdo de la piara de Epicuro, soy un cerdo de la piara de Epicuro…
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EL SALVADOR
Susana Reyes San Salvador, 1971. Estudió Letras en la Universidad de la UCA y actual mente dicta clases de Lengua y Literatura en diversas instituciones. En 1994 fue galardonada con el Premio Joven Talento que otorga cada año la Galería 91 y Concultura, pertenecientes a su ciudad. Su obra más desta cada recibe el nombre de Historia de los espejos; sin embargo es menester señalar que también se hace presente su poesía en varias antologías como Palabras de la siempre mujer, Antología virtual hispanoamericana y Mujeres en la literatura salvadoreña. Actualmente es vicepresidenta de la Fundación Cultural Alkimia donde también es coordinadora de la revista literaria de nombre homónimo y del espacio llamado Miércoles de Poesía, un momento de encuentro poético único en la ciudad.
Lo vi ascendiendo por la cuesta gris de la vieja ciudad de su niñez El hombre y el otro, como uno nuevo su espalda de azulejos firmes de ceniza y alma de los tigres que perdieron su fe en los laberintos de las páginas inútiles El canto y los cuchillos como un viejo mar lleno de / remolinos cuentan su afán de torpes señales que transitan por las venas de todos en esta tierra
El hombre me mira desde su espalda me intuye en el espejo que soy Y en la luna que siempre vigiló sus pasos el hombre se pierde en un momento eterno en esa calle que no conozco como él no me conoce y como yo no conozco a quien hoy se hunde por las calles de estos versos provocados por la fiebre de un rostro que jamás podré ver.
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Los muertos Soy feliz, soy un hombre feliz Y quiero que me perdonen Por este dĂa, los muertos de mi felicidad
Silvio RodrĂguez
Muertos vivos Muertos hijos Madres y muerto Los muertos de una madre Y los hijos de los muertos De los muertos: Vecinos, amigos, mujeres, desconocidos todos Mi hermano, mi hija, mi hombre, mi mujer, Muertos en un nĂşmero con un punto decimal muerto Muerto ciento por ciento muerto Un porcentaje de un muerto Un porcentaje de los muertos por cientos Los muertos tras la puerta Muertos de los caminos Muertos en los caminos Muertos de muertos muertos Vivos muertos Muertos muertos
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Death Note II
I could have been One of these things first
Nick Dr ake
Yo pude haber entendido las gotas contra la ventana y saborear por fin la duda y la certeza Yo pude haber traĂdo los ruidos de la tarde y encerrarlos en una clepsidra y acomodarla en algĂşn lugar de la casa Yo pude haber esperado por la prisa que vuelve ciegos a los gatos de la noche Yo pude haber creĂdo en las palabras en los aĂąos del silencio Yo pude haber ardido por el tiempo Y pude haber roto la rueca con los hilos de mis dedos Pero no, no pude huir del peso de las cosas De las voces en estampida de las encomiendas del olvido
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ESTADOS UNIDOS
Devorah Majors
TRADUCCIÓN
California, 1952. Es poeta laureada desde el 2002, actriz, editora, conferencista, bailarina y escritora de ficción. Como actriz profesional y ex bailarina, ella se ha acercado a la poesía como un arte, tanto escrito como escénico, durante más de veinte años. En 2005 realizó una interpretación, con músicos jazzistas, como parte de la performance Daughters of Yam a dúo con Opal Palmer Adisa. En ese mismo año escribió la palabra hablada y partes de los coros de Trade Routes, una sinfonía por encargo de la Oakland East Bay Symphony compuesta por Guillermo Galindo. En el mismo año, City Lights publicó la antología La otra cara de la postal edición importante como parte de su trayectoria como poeta laureada.
Beatriz Calcaño
Sobre temas de alienígenas, inmigración y cosmología 1.Dicha sea la verdad somos todos ahora alienígenas que viajamos al espacio en nuestro rocoso planeta azul sólo unos cuantos de nosotros permanecieron aquí acurrucados en el vientre donde nacieron nuestros ancestros en los labios del útero de nuestra madre tel resto de nosotros ha viajado hasta aquí tdonde nuestras cabezas ahora duermen en donde nuestros niños crecen y florecen o se marchitan y mueren pero alguna vez todos fuimos nativos mucho antes de que aquellos cuyos nombres olvidamos comenzaran su viaje todos éramos nativos
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mucho antes de que los que se quedaron dejaran de contar historias de nosotros los que nos fuimos eones atrás no teníamos preguntas sobre quiénes eran nuestros parientes todos estábamos relacionados entonces comenzamos a viajar cada uno transformó al otro en contrarios convirtiéndonos y creando alienígenas atravesamos este planeta al límite de nuestra oscura vía láctea giramos continuamente alrededor de un sol hechizado por una luna en concierto con no menos de ocho planetas giramos con y sin cada uno de nosotros y a veces nos encontramos con meteoros que silban a través del polvo de estrellas creando tormentas de arena lechos de lagos depósitos minerales y amibas fosilizadas y nos movemos a través de cometas que se desplazan más allá de nosotros vemos estrellas que caen desde el cielo
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y nos maravillamos de estar en el medio de estas maravillas galácticas así que viajamos con y como alienígenas en el espacio sideral en este planeta donde vivimos y donde quiera que permanezcamos estamos rodeados por otros viajeros parecidos y no parecidos a nosotros sé que siempre he sido una forastera en medio de inmigrantes al lado de los alienígenas cerca de extraños igual que tú.
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MÉXICO
Daniela Camacho Culiacán, 1980. Se graduó de Ingeniería Industrial y de Sistemas por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey y de Lengua y Literaturas Hispánicas por la Universidad Nacional Autónoma de México. Publicó los poemarios En la punta de la lengua (Tintanueva, 2007) y Plegarias para insomnes (2008 y Venezuela, 2010); y el libro de palíndromos Aire sería (2008). Forma parte de la antología bilingüe, español-portugués, Tránsito de fuego (2009); La mujer rota (2008); Los siete pecados capitales; La lujuria (2008), entre otras. Es fundadora y miembro del consejo editorial y de redacción de la revista El Puro Cuento. Forma parte del consejo consultivo de la revista Locutorio.
[los nombres de lo definitivo en las horas del vitriolo dulce: la degollada destilando dalias, gravemente] El cuerpo no es más que una versión más lenta de lo que no es el cuerpo María Negroni
un objeto solo: papel blanco palabras ilegibles puñetazo carcinoma dice en letras negras (… tiempo detenido uno dos veinticuatro segundos detenido. el tiempo …) cáncer flor inexacta en el sitio del lenguaje glándula parótida (… tres cuatro ciento diecinueve segundos y así hasta el-fin-de-los-números …) tragar saliva por última vez. muy lentamente en la cama de hospital está nevando 61
tumor perla milagro pequeñísimo tumor sustantivo propenso a la multiplicación como la palabra bosque hay en el bosque un bosque ardiendo: erecta flor textual convallaria no te mueras parásita insensata cephalantera huye del humo arrastra tu corona hunde en este cuerpo para siempre la espada fugaz quirúrgica dulcemente ya abierta anestesiada en otro mundo fijaré el orden de los instrumentos frente al esplendor de la sangre las manos de los hombres / son más gráciles (… seis siete el tiempo ese pavor parsimonioso detenido …) el peligro que no se ve no existe. hasta que alguien en el momento menos esperado te ordena ponerte una máscara que es igual a ti misma neutrones protones frutos de lo vertiginoso hijos veloces vengan a mí
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despacio que tiemblo y llevo un rostro muy blanco despacio que la herida está despierta para el animal que soy cicatrizar no es un hábito terrestre —ve hacia el lugar de la música para huir del miedo —no. la música del amanecer es falsa me dejo caer sobre la mesa odio al hombre ausente que dejó sus caballos atados a mi sueño las cuerdas de violín el collar de salamandras de la niña ahorcada digo la enfermedad me ayudará a vivir digo la sequía contiene el bosque gaultheria insana siempre verde combate la catástrofe la humillación el castigo es una felicidad el tumor un sobresalto unas ganas de decir cosas horribles.
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PERÚ
José Luis Ayala Huancané, 1942. Poeta, profesor y periodista. Pertenece a la nación Aymara. Estudió en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y en la École Practique des Hautes Études de París. Es cofundador de la Promoción Intelectual Carlos Oquendo de Amat, Puno. Fue director de la revista literaria Palabra. Obtuvo el Primer Premio Internacional de Poesía, Sociedad DIP, París. Ha publicado entre otras obras: Celebración del universo(1976); Pachamama (1986); Carta de residencia (1987); Lupigramas y Solemas (1990); El cholo Vallejo (1994); Sinfonía al señor de Sipán (1994); El poeta en Tlatelolco (1998); El puma plateado(1998); Carlos Oquendo de Amat (1998); Ojos de vicuña (1999); Eternidad de Manuelita Sáenz (2001); Cábala para inmigrantes (2003); Tiempo al tiempo sideral (2004).
Soñar contigo
Esta es la última vez que sueño contigo es la última vez que sueño la última vez que sueño contigo última vez que sueño y sufro. Es la última vez que sueño de este modo la última vez que sueño contigo que sueño contigo contigo. Esta es la última vez que sueño contigo la última vez que sueño contigo la última vez que sueño contigo y es la última vez que lloro. Lo juro. Es la última vez que sueño contigo última vez que sueño contigo. No puede ser que sueñe tanto no puede ser que sueñe / tanto contigo.
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Nadie te amará como yo
Nadie te querrá tanto como te quiero yo, ni podrá amarte más de lo que te amo. No habrá nadie que te quiera tanto como yo. Principio del génesis y la evolución. Tú le das sentido al curso de los planetas. Fecundas la tierra donde germina la vida, eres la primera cosecha de la cebada. Te amo con mi vida y condición humana, tal como soy, vehemente, soñador y brujo. Te quiero tanto que no sé que sería si dijeras que no me querrás como yo. Nadie escribirá un libro de amor para ti con la tinta del ensueño y agonía. Nadie te querrá con tanta pasión y ternura, ni amará sin límites como te quiero yo.
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Caminos que he recorrido
Anduve por extrañas ciudades con marineros que en vano esperaron el retorno de barcos que naufragaron más allá de ciénagas y arrecifes. Estuve en pueblos que no olvidaré en posadas habitadas por alucinados bares donde solo se bebe la luna llena parques con mujeres que sueñan ser amadas bulevares llenos de transeúntes ahogados y fronteras donde termina la realidad. Llegué a las últimas fronteras y vuelvo para afirmar que estuve con los muertos. Entre la vida y la muerte hay un instante donde alguien espera y dice: “No temas”. He vivido aprisa y no me arrepiento de haber amado como poeta y ciudadano en un mundo donde decir la verdad es peligroso. La vida a veces es dura pero se aprende a soportar el dolor y paso de los años.
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URUGUAY
Enrique Bacci Paso de los Toros, 1960. Estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes. En poesía ha publicado los libros: La flor difícil (1999); La luz ese río (2000); Midland (2002); Temprana bocanada (2004); Isabelas (2008); Lejanías (2009); Aguas de Te Aroha (2011), entre otros. En narrativa ha publicado La sed de los toros, cuentos (1998) y la novela Actores de segunda (2012), iniciando la trilogía que continuará con Fénix, de próxima aparición, cerrando la misma con El paño de los violentos. Con obras publicadas y reseñadas en publicaciones de crítica literaria de España, México, Chile y Ecuador, ha participado en festivales y eventos literarios en Colombia, Brasil, Argentina, Perú, Chile y España.
(Fragmento)
1 Hay una cáscara de la conciencia que se borda, bordea y se desborda, hay otras, pero no esta, que entiende en el agua su denso / lacrimal y no el vaso de vidrio en el salar, plegado de silencio / atacameño. Hay un eco cejijunto en un tanguero, de adoquín, como en postal de un poeta sureño con tu voz, que suena al latifundio / del vacío 2 Entrelazado viene el orden con la injusticia. Viene / bien pisado, en su textura de pasado y tanta piedra. Tejida en la calma que pace y de buey que sigla, aplazada viene la arenisca del reloj con su zapato de otros que rueda y su moneda lapidada. A dar después venimos nosotros la caída del ordenado / injusto, o por lo menos el pie de imprenta donde fechar el nuevo horario. Esa / palabra, ea.
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3 Púdica razón del tiempo: espaciarse en espiral. Prédica / noción del viento: morderse y destronar el bronce. Frutilla de la métrica, un póster como postre postergado del dicho de / Guevara: “hay que endurecerse...” Tejer una y dos idas Penélopes con su hombría, / su feria seria y su trombón en clave de evangelio; ché, a entrar la aguja en estos reinos y (colocar a hervir una rama de llantén) vertir, que / versionar 4 Allí están las veinte cuarentenas, el hinojo entre los dientes, actores que frasean. Los vestidos descendientes de los barcos y el erario en / qué pisar __ se está__ mudado el pasto a lo sangriento, testimonio, testamento / sin rezar allí están las pupilas del olvido, sabiendo, sin decir la veintena del verdín de la humedad. 5 Argumenta la muerte en el cristiano. Tintinea de sola en / el ateo. Se descansa en la imagen de un trapecio; desfila, virgen, / sin bandera al nacimiento. Se abraza y se persigna con su miedo, sin fe pregunta qué paz resolverá.
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6 En sordina se aprende uno, inconsciente de la unidad que / es todo. A los gritos se digiere el habla y las ventanas de la casa / en tregua fresca es un agujero y nada, allĂ se es el ajo, el ajetreo.
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asia
CHINA
Shen Wei Zhejiang, 1965. Escritor, miembro de la Asociación de Escritores de Xinjiang y miembro del comité de Creación de la Poesía de China. Redactor jefe de la Revista Oeste. Es egresado de la Universidad de Norma de Zhejiang. En 1988 llega a la Provincia de Xinjiang donde ejerció como profesor y periodista. Entre sus trabajos poéticos más recientes mencionamos: Musa de la poesía del mediodía (1999); Rou Bay: Primera luz del sol encima en la torre (2006). Parte de su obra ha sido traducida al inglés, francés, japonés, rumano, bengalí y kazajo. Ha obtenido el Premio Literatura de Luxun (1998), Premio Nacional de Lectura para los Jóvenes (1999), Premio de la Literatura y el Arte de Cielo y Montaña (2004), Premio de la Literatura de la Juventud de Xinjiang (2008) y Premio de la poesía de Liu Lian (2008). TRADUCCIÓN
Diego Sequer a
El burrito de Dalangkan
El burrito de Dalangkan mastica un bocado de alfalfa. Toma un trago de agua limpia de la acequia y suelta un estornudo feliz. Él, en el campo abierto, cazando mariposas, siguiendo el camino al pueblo con paso alegre. Un pequeño sobresalto, les cede el paso a tres niñas en su camino a recoger uvas. El burrito de Dalangkan tiene ojos como de niño travieso Se revuelca en el polvo levantando columnas de humo. Él, tendido, lleno de alegría Antes de que le claven las herradurras sobre sus cascos emancipados. El sol brilla sobre su barriga.
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Pueblo en el Valle de Tuyu
Pueblo en el valle. Cementerio sobre la ladera El pueblo se encoge cada año que pasa, el cementerio / crece cada día El pueblo está más abajo, en la sombra El cementerio más arriba, bajo el sol abrasador Los pobladores están en sus jardines arrancando uvas, / ocupándose Cuando alzan la mirada, cosechan de los muertos Un ángulo que los mira, un par de ojos.
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Un lugar
Sol sobre Asia Central Rosas. Fuego que mira hacia el Océano Ártico, ese pedazo blanco de azur Aquella persona dibujando cerca de un sueño: un lugar / profundamente inconmensurable Un, dos, tres pájaros, vuelan por su tarde adormecida.
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COREA DEL SUR
Seung Ho Choi Chuncheon, 1954. Ha publicado más de diez volúmenes de poesía y es, además, autor de libros para niños. Sus poemas lo han convertido en una de las principales figuras de la poesía coreana actual y un referente de la poesía “ecologista”. Recibió numerosos reconocimien tos por el conjunto de su obra, entre ellos el Premio de Literatura de Gim Su-yeong y el Premio de la Fundación Daesan. Se dio a conocer a mediados de los años 80 con una serie de libros que retrataban con visión pesimista los estragos de la industrialización, la tecnología y el despegue económico vividos en Corea desde la década anterior.
Buda de copo de nieve
Se hacen de oro los budas de oro se hacen de madera los budas de madera se hacen de lodo los budas de lodo se hacen de piedra los budas de piedra se hacen de papel los budas de papel Con nieve hago buda de copos de nieve hago un buda de copos de nieve que por no tener su templo, tiene en el vacĂo su capilla / principal Eres ya un humano en vida y con el cuerpo que posees tienes que llegar a ser un buda viviente
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Autobiografía de hielo
Yendo a un colegio de hielo, me hice de hielo. El mundo era una máquina de enfriamiento. Mi padre, el profesor, el dictador, hasta el mismo Dios se esforzaban en la producción de hielo. Después de la veintena endurecido por la congelación, se me congelaron incluso las bolsas de lágrimas. Era yo un castillo de hielo. Con soledad cercada por un blanco muro de hielo, insistí en mi ego de hielo. Nadie podía introducirse en mi interior. Incluso las llamas del amor, al tocarme, se apagaban. En mis horas congeladas, ¿qué habría pensado mi familia de mí? Aunque nunca dijeron que era altivo, pensarían que lo era. Hachas de hielo de la caverna de hielo, los carámbanos que eran mi barba, esa etapa congelada la he vivido durante mucho tiempo. La historia del ego merece registrarse como una era glacial.
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Gramática
Calavera era el apodo del profesor. Con ojos hundidos y sentado en una silla, enseñaba gramática. Pómulos enrojecidos, dedos huesudos, voz tenebrosa. A pesar de los rumores de que se comía por año unas trescientas serpientes desolladas y deshidratadas, murió de una tuberculosis que sufría desde hacía mucho. Vimos cómo el profesor, sentado tranquilamente en la silla, se lo llevaban afuera a causa de la muerte. “Respeten la gramática. Ninguno puede estar libre de la gramática. Podríamos comparar a la gramática con el inspector de la cárcel y ustedes con los prisioneros”. Aunque no era su testamento, dejó estas palabras. Ya hace treinta años que el profesor dejó este mundo. ¿Por qué intentaría yo, aun en su ausencia, respetar la gramática y seguir escribiendo? Todavía me parece estar viendo los ojos del profesor iguales a grandes uvas silvestres, mientras con un palo en la mano pasaba las páginas de mi cuaderno para revisar la tarea.
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INDIA
Laxmi Shankar Bajpai
TRADUCCIÓN
Es un eminente poeta indio de idioma hindi, un reconocido presentador, autor y guionista. Ha trabajado en Doordarshan TV (Canal de Televisión Nacional de la India), ha presentado varios eventos nacionales e internacionales, ha sido escritor y narrador de guiones, tanto en documentales como en series de televisión para el canal Doordarshan, y eventos nacionales e internacionales; ha ofrecido conferencias en muchos seminarios y talleres nacionales e internacionales sobre medios de comunicación y literatura. Estuvo asociado con el lanzamiento del National Channel y de la emisora FM Gold Channel del All Indio Radio (emisora de radio nacional de la India). Ha recitado poesía en el Reino Unido, Surinam, Trinidad y Tobago. Tiene la certeza de que los escritores están obligados a realizar una campaña por la justicia social a través de sus escritos y deben asumir un rol más responsable. Juan Pizzani
El teléfono suena a media noche
Me pregunto quién puede estar llamando Tan tarde en la noche La estridencia del teléfono me rapta Desde un profundo sueño Y justo estirándome a cogerlo Este se queda mudo Dejándome tan lleno de preguntas ¿Será que de pronto mamá se ha enfermado? Mi hermano compró moto apenas hace poco ¿Será que mi sobrino ha pescado una riña en su hostería? ¿O acaso los suegros de mi hermanita, sí Ya le inventaron otro bochorno? Todo tipo de pensamientos profanos habitan mi mente Quizá fue solo un usuario equivocado, dice mi esposa impaciente Ruego a Dios que así sea Y trato de volverme a dormir Pero una pregunta me hace eco en la mente “¿Quién puede estar llamando tan tarde en la noche?”.
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Plegarias
Qué significan todas esas plegarias cuando aún si con ellas tratamos de frenar tantas cosas pero igual terminan ocurriendo Pero intento de nuevo oyentes de las plegarias esta vez rezaré porque ninguna oración sea en vano.
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La horda
Él era un hombre simple, bueno, de familia hasta que un día, como de la nada fue arrastrado con slogans hacia un grupo de huelguistas Qué lo habrá poseído tan repentinamente para convertirlo de hombre en turba Y luego de escurrirse por completo aquel raudal se vio a sí mismo solo en la morgue de un hospital esperando a ser identificado.
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PALESTINA
Safaa Hathot Israel, 1986. Poeta y cantante. Comenzó su trabajo artístico en el rap en el año 2001 con un grupo de raperas palestinas. También inició un grupo llamado Arapiyat con su compañera Nahwa. Ambas fueron incluidas en los documentales Slingshot Hip Hop y Checkpoint rock. Desde entonces ha participado en talleres, festivales y conciertos en varias par tes del mundo, como Inglaterra, Suecia, Alemania, Jordania, Dinamarca, Dubái, Bélgica, España, entre otros. Igualmente, es la presentadora de un programa de hip hop llamado Beatna, el cual promueve el trabajo de los diferentes raperos de la ciudad de Acre.
TRADUCCIÓN
Diego Sequer a
La canción de María
María, María, una chica palestina con ojos negros y mejillas sonrojadas. María, una palestina que creció en el fragor de la Guerra, del bombardeo y la tristeza. El espíritu de la vida se crea de nuevo dentro de ella todo los días, así sea la misma historia, el mismo día se repite. Una noche se llevaron a María de su madre y su padre. Invadieron su tierra, la botaron, la humillaron y la hicieron tirar piedras en una mano y con la otra regaba la tierra con su sangre, así ella estaba sedienta de libertad para borrar sus problemas. María, María, una chica palestina con ojos negros y mejillas sonrojadas.
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¿Puedes ver la tristeza en su mirada? Ahí es donde esconde sus lágrimas. María, una chica palestina. La fuerza de sus lágrimas cantan sobre una enciclopedia, la enciclopedia de una vida en la que su pueblo pueda comenzar a entender. La educación es su arma y su mente su escudero. Ella quiere convertirse en la escuela que le permita derribar el muro. Ella quiere al genio de la botella para que salga y le diga “te concederé y te daré cualquier cosa que desees”. Ella no deseará prestigio, o dinero. Todo lo que ella pediría es que crezca el amor, que crezca la fe, que crezca la esperanza dentro de ella
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Canción de esperanza
Tanta agua, la sed del pueblo no puede ser saciada La vida es aburrida, ya me la conozco de palmo a palmo Hay una sombra en el piso en todos lados, ningún lugar para el sol donde ofrezca mis manos, está nublado, viviendo día a día en esta esfera perdida que llamamos la tierra, atascada en mis ojos. Uno puede ser influenciado, el otro pensará grandes cosas y otros le darán un portazo en la cara, y quien corre a ayudarlos. Preguntas: ¿por qué tan tarde? Tratas de cambiar el mundo, te dice “no gracias”, sufrimos de la palabra gracias, no hay problema, es cierto que siempre te resguardas en lo seguro. Nos hacemos la misma pregunta, ¿por qué es que iluminamos nuestras vidas, se vuelve más pesado? Somos la esperanza misma, todo viene desde adentro,
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cree en tus ideas y prosperaremos juntos, si fue bueno no pelees, si fue malo mírale el lado bueno, todo va a estar bien, querido, así que pon las manos al aire Qué, por qué, nada, cuánto, está ciego, este está cegado, a uno lo soltaron, a otro lo lanzaron al suelo, me preguntas que si él es ciego, ¿cómo es que incluso puede ver el cielo, entenderlo? No es una vida dura, es agotadora, considéralo casi un juego, puedes cegarlos o influenciarlos, así como fuiste capaz de oprimir te fuiste lamentándolo, así como fuiste capaz de juzgar y comenzaste a señalar, ten conciencia, porque también eres capaz de llorar, una lágrima no hace un argumento, vida sin memoria, una persona desubicada, escribió y luego olvidó cómo leer, esperando a que la vida cometa un error, ¿lo olvidaste? Cuídate de olvidar porque la vida no deja virgen a nadie. La vida hace que un alma limpia cometa malas acciones, pregunté: ¿cuánto le das a la vida del 1 al 10? Me respondieron “lo sabes bien”.
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Creyeron que yo puedo decidir si quiero caminar por el bosque verde o el desierto. Somos la esperanza misma, todo viene desde adentro, cree en tus ideas y prosperaremos juntos, si fue bueno no pelees, si fue malo mírale el lado bueno, todo va a estar bien, querido, así que pon las manos al aire Escucha, ¿quieres preguntar por una vida mejor y quieres saber cómo estar satisfecho? Todo lo que necesitas es ser optimista Así que vengo yo con mi voz y mi melodía Para que seas tan bueno como yo, como él y como ella Siéntete mejor, huele la esperanza y muéstrame cómo vas a pelear contra tu pesimismo.
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PALESTINA
Mahmoud Abu Al Hiyad Bagdad, 1950. Poeta y periodista, miembro del Sindicato General de Escritores Palestinos, miembro del Comité Administrativo, del Foro Cultural Palestino, miembro del Consejo Directivo de la Corporación de Transmi siones Palestina. Director de la Estación de Trasmisiones Palestina 2002. En su haber tiene tres libros de poesía publicados. Columnista en varios periódicos locales y en sitios electrónicos también ha participado en ferias locales, festivales árabes y conferencias internacionales.
Fumo más
Cinco o seis aceitunas En un plato de porcelana viejo Y una taza de té Un pedazo de queso de cabra Un pedazo de pan viejo No hay aceite en la mesa Y el orégano crece cerca del muro de la casa En la ruta del valle. Los soldados vigilan el tiempo Con dos helicópteros en el cielo Un poquito lejos Cerca del árbol de higo. Yoreis y Ahmad recogen las piedras Para dar un golpe en la imaginación de la valentía Pero diez balas terminan la escena con sangre Los llantos llenan las calles Mi café en una taza de tierra sin azúcar Cinco, seis, o siete cigarrillos Del cigarrillo del diablo mayor Fumo y fumo, más y más.
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Una pregunta
En la mañana No les pongo acentos a las letras Las dejo jugando con el significado Sin embargo este no es el poema Al medio día no me importan las palabras no oigo nada Entro en un sueño corto con sueños interrumpidos y la intriga es más grande por la tarde me introduzco en un momento de silencio Me siento en la mesa del aspirante envuelvo las palabras con el papel del pensamiento Me la fumo, y me desparezco en su humo En la noche me pierdo en la oscuridad abandono mi cuerpo Y permanezco en la orilla del silencio Y escucho con atención La voz de la casa… Del jardín Entonces… ¿Para qué sirve el poema? ¿Para qué?
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Así vivo
Sé que no tengo alas tampoco soy un mago no tengo la lámpara de Aladino pero sigo volando. Y sigo volando como un pájaro triste Pues no tengo un nido acogedor Ni una morada sin dolor Ni la posibilidad de la explosión de los volcanes. Yo sé que no tengo casa,ni cuenta bancaria y para conseguir el pan tengo que ponerle una trampa por eso me aferro a la libertad de mis sueños mi agua y mi aire está en su sonrisa Mi fogata en su mirada y la alegría del mar al beber su café y su vino cuando me enamoro así vivo en su nombre A veces camino, y a veces vuelo como el viento
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EL CARIBE
BAHAMAS
Marion Bethel
TRADUCCIÓN
Nassau, 1953. Su escritura incluye poesía, prosa, teatro y ensayo. Reci bió una beca James Michener en julio de 1991 por parte del Instituto de Verano de Escritores Caribeños perteneciente al Departamento de Inglés de la Universidad de Miami. Su trabajo ha aparecido en Junction, una antología de prosa y poesía de Bahamas; Lignum Vital, un diario de la Asociación de Escritores de Bahamas, From The Shallow Seas, una antología de prosa y poesía de Bahamas publicada por Casa de Las Américas de La Habana, Cuba (1993). En 1994 recibió el Premio Casa de Las Américas por un libro de poesía llamado Guanahani, mi amor que fue publicado en una edición bilingüe (español-inglés) en enero de 1995.
Juan Pizzani
La paloma del tabaco
Yo estaba en la vía haciendo lo mismo que las palomas del tabaco patinando sobre calles somnolientas, llenas de rocío cazando al amor sobre cercados de alta tensión. Entre tormentas eléctricas y truenos picoteé al placer volando a ras del suelo, como en un limbo, bajo alambres de púa tragando el deseo en la ligerísima nada Yo no era una paloma cautiva con educado vuelo, burlona, ni ostentaba un plumaje de alas atrofiadas Sabía el costo de todo vuelo el secreto para pilotear sin parabrisas la geografía de los pantanos de manglares y los latentes fuegos del bosque de pino
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Conocía el arte de los trucos de alas y debía despegar a tiempo antes del retroceso de esa rueda algo a lo que jugaba varias veces al día ¿Por qué estaba tan lenta esa mañana? no había clavos fundidos en el asfalto ¿qué me detuvo ese segundo extra en que la rueda pisó mi ala? Yo estaba en la vía Haciendo lo mismo que las palomas del tabaco Los olivos no crecen aquí Ni yo tampoco yo era mensajera de Noé.
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Buscando la gracia
Esa noche, hace tanto tiempo cargada de oscuridad cuando te dije quiero tocarte al tiempo que me toques Tu lengua de dardo refugiada en un cuerpo sin manos y tus ojos se pusieron opacos hĂşmedos Yo deseaba que el dios dentro de ti tocara al dios dentro de mi Era tu fe lo que necesitaba tomar prestado aquella noche mezcla elĂŠctrica desde hace tanto tiempo entre cuerpo, mente y alma. Necesitaba tus dedos para mezclar tierra y saliva frotando bultos de arcilla en puntos ciegos
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Hervía tanta verdad, oscuridad, calor y luz esa noche y otros días tantos milagros inéditos habían ocurrido (o al menos así lo creí) ¿Acaso pedía demasiado? ¿Era más de lo que tus manos podían sostener? ¿Era el espacio a través de la mesa más allá de tu alcance? Quizá pude haber tocado silenciosamente la pretina de tu pantalón cuando me dabas la espalda Pude haber tomado tu poder tu virtud por sorpresa y haberme marchado llena de ese espíritu Pero esto ahora es una vista desde atrás un vestido ya invisible que me he quitado y tú me preguntas por qué
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Me he separado para despojarme de la piel que espantaba tu tacto que nos asustaba a los dos Una piel que recuerda el sonido y el gusto del amor a esconderse el aroma y el toque de temblores de pánico Te he dejado ir para renovar la piel conociendo la horrible visión del tacto cuando es sagrado Aquella noche eléctrica hace ya tanto tiempo cuando el cuerpo, la mente y el alma parecían tan seguras de tu gracia de tus manos sanadoras Yo necesitaba que el dios en ti tocara al dios dentro de mí ¡Que así sea!
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HAITÍ
Louis Philippe Dalembert
TRADUCCIÓN
Puerto Príncipe, 1962. Es una de las figuras más destacadas de su generación. Poeta, novelista y ensayista. Ha vivido en Puerto Príncipe, Nancy, París, Roma, Jerusalén y Florencia. Publicó en español: El lápiz del buen Dios no tiene goma; La otra cara del mar; Los dioses viajan de noche (Premio Casa de las Américas en 2008). Dalembert desarrolla, tanto en la poesía como en la prosa, una obra muy influida por los temas del vagabundeo –concepto que prefiere al de la errancia− y la infancia. Los dos temas parecen estar vinculados en la mente del autor, que pasa de la infancia a la edad adulta, al emigrar de un país a otro y están presentes desde sus pri meros libros. Escribe en francés y creole. Actualmente vive en Berlín.
Maritza Jiménez
En marcha por la tierra (Fragmento)
El extranjero en marcha por la tierra para acoger todo solo recibe insultos y escupitajos de sur a sur y de sur a norte atraviesa la vida envuelto en su soledad de animal en perenne trashumancia el extranjero en marcha por la tierra lleva su nombre y su voz en la bufanda tienen olores de otras partes de esos que uno quisiera ver pasar de lejos tienen acordes de una m煤sica oscura a nuestras orejas y nuestros sentidos su cadencia sacude la tierra al aproximarse sus pasos cambia la leche en los pechos de las mujeres y de los animales en gestaci贸n
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su ritmo desconocido desmenuza el sueño de los recién nacidos es que él no es de aquí y su mirada y su andar y sus sueños aún se resienten su infancia ha conocido otra sed y otros balbuceos y sus pecados han tenido nacimiento en otras orillas Si sus pasos son torcidos su piel más mate o más oscura que la nuestra si sus cabellos tienen la fragilidad de los trigos en flor o el color rizado de la lana si sus risas están llenas de imperfecciones es que habitaron corrientes que ni siquiera los salmones remontan cuándo le devuelves el único saludo que se ofrece a un semejante
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a manera de una bienvenida el único saludo o que él lleve sus pasos como si estuviera condenado a la deriva sin ningún arraigo donde guardar sus penas y alegrías (…) podemos decir al extranjero si usted quiere caminar juntos el horizonte será más vasto el camino menos pedregoso las estrellas se volverán más numerosas a nuestros ojos y más cálidas podemos si usted quiere unir nuestros pasos es todo lo que hay para ofrecer al extranjero él ofrece a cambio los últimos latidos del corazón y le devolvemos insultos y piedras sarcasmos y miradas amargas
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el extranjero en marcha hacia la vida se tutea con la muerte en el avance de sus sueños nadie sabe de su batalla inútil de anclas y raigambres todo el mundo sabe sin embargo que él no es ni será de aquí blandir que su mirada molesta que sus palabras se retrasan que hasta su silencio desentona el extranjero en ruta sobre la tierra agita ángel caído nuevos estigmas trofeos de los que él ignoraba hasta el nombre y la existencia por momentos sin embargo una mano tendida recoge la caída colma las heridas una mano tendida salta de la arena en nombre de lo humano y pactamos nuestros sudores como antiguamente la sangre
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una mano por momentos salta de la arena y frente al clamor de la jaurĂa mezcla las risas y la fe en el hombre extranjero en la tierra.
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PUERTO RICO
Pedro López Adorno Puerto Rico, 1954. Doctor en Filosofía y Letras Universidad de Nueva York (1982). Autor de trece libros. Sus publicaciones más recientes son: Viajes del cautivo (1998); Rapto continuo (1999), La ciudad prestada: Poesía lati noamericana posmoderna en Nueva York (2002), Arte de cenizas (2004) y Ópera ardiente (2009). Ha sido profesor en el departamento de Africana y Puerto Rican / Latino Estudios de Hunter College desde 1987. Su obra poética se ha publicado en inglés en varias revistas norteamericanas de reconocido prestigio como Callaloo, The Americas Review, The Massachusetts Review, Compost, Review: Latin American Arts & Literature y phati’tude Literary Magazine. Aparece antologado en Nueva poesía latinoamericana (1999); Una gravedad alegre. Antología de la poesía latinoamericana al siglo XXI. (2007), entre otras.
Polvo
Merece el polvo otro poema. Otoño abre hojas y son polvo los colores. Lo ululado en la cerrazón parece polvo. Polvo es esto y aquello. El breve elogio de la lengua es toda polvo. Polvo el eterno clítoris festivo cuando luciérnaga desmemoriado ante el labio que se empina. Polvo el sudor y polvo lo vencido. Por la espesura el recorrido de la saliva polvo augura. Hinchazón y laberinto. Esgrima, caza, conjeturas. La escisión es polvo que se repite entre los polvos. Polvo los líquidos humores. Coñoglandeparaíso. Ondulación del polvo que se aleja. Llega a su imposibilidad necesaria el amor. Las sombras nombran ya su polvo. Aunque al amar sea uno una tribu quedará del desafío el polémico polvo que embestía. Tamaña imperfección de tiempo y polvo a la vez. Que sucumba la tinta pero el poema no que ya es estrago.
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Herencia
Se fue retorciendo en el papel y era añicos la fiesta. Un fin de mes o más allá desplumándose los árboles. Su respiración la ventolera. Puccini sin duda la amaría. El perfecto rubí de su vulva a la hora del ensueño el porvenir. Olvidemos los ladridos de la voluntad. Las hojas amadas por las ráfagas. La figura que algún despistado creyó ver en la penumbra. No era ella. Era el tiempo en que ella se encendía.
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Blasón
El polifemo que balbucea en tu ojo derecho en nada se parece al del izquierdo. No obstante eres esos ojos, la nariz, el par de labios, las orejas recordando en el abismo palabras que no llegaron al poema. Lengua, imán, alcázar. Piedra, alcoba, desconcierto. El pie quebrado en el transcurso de lo que pudo ser siendo ya perfume de lo grabado en lo borrado. Cíclope tu imaginación: siempre ve lo que ha perdido.
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EUROPA Y テ:RICA
ALEMANIA
Xóchil Schütz
TRADUCCIÓN
Mannheim, 1975. Cuando tenía once años escribió sus primeros poemas. A los veinte años se trasladó a Berlín y estudió Ciencias Políticas. Durante sus estudios, comenzó a escribir con mucha más frecuencia. Ha partici pado en el reconocido encuentro alemán Poetry Slam, que incluye en su propuesta poesía y puesta en escena, su participación le permitió presentar su poesía en Europa y los Estados Unidos, para la radio y la televisión. Publicó un álbum de discos de su poesía acompañada con música. Además de poesía, Xochil escribe prosa y drama. Se han publicado dos novelas, dos libros con historias cortas y una Radioplay de su autoría. Después de pasar quince años en Berlín y Hamburgo, actualmente vive con su familia en un poblado al norte de Alemania.
Douglas Méndez
Bajo la capa de nubes
Bajo la capa de nubes gira la tierra y nos da la espalda Tú eres el mar Tú te yergues y te hundes junto a mí El amor está disponible y disuelto en la vida Partículas suyas busco en los recodos del techo Estamos disueltos en tareas Pero a veces, por la noche, gira la tierra y nos da la espalda Bajo el techo yo me giro hacia ti Somos cuerpos celestiales, que se tocan Yo soy la luna que cae dentro del mar.
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Canción de cuna para Lale
Lalelita, Lalelú En el cielo hay un pequeño ñu En el cielo hay una mesa de roble Debajo de ella vive un pez de plata Lalelita, Lalelú Duerme, mi tulipancito, duerme tú Lalelita, Laleloico En el cielo también hay un zoológico Y allí está la mesa de roble Y allí vive también el pez de plata Lalelita, Lalelú Duerme, mi niñita, duerme tú Lalelita, Lalemasa En el cielo también hay una casa Y allí está la mesa de roble Y allí vive también el pez de plata Lalelita, Lalelú Duerme, mi ratoncito, duerme tú Lalelita, Lalelundo El cielo es el ancho mundo Es un zoológico con una casa Y con mi Lalemasa Lalelita, Lalelú Duerme, mi amorcito, duerme tú.
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Apaciblemente contigo
Hoy sería gustosamente apacible de ojo apacible, de sangre apacible apaciblemente en la ventana abierta y tiemblo, el mundo, él tiembla Ojalá un pavo real me abriera hoy un abanico en el cielo, azul puro apaciblemente sería yo tu mujer y tiemblo, el mundo, él tiembla Ah, ojalá te me aparecieras en la ventana y trajeses el té claro pero no como fantasmas, no como fantasmas y tiemblo, el mundo, él tiembla.
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ESPAÑA
Jorge Riechmann Madrid, 1962. Licenciado en Ciencias Matemáticas por la Universidad Complutense, tiene además estudios de filosofía, literatura alemana y ciencias políticas. Profesor de Filosofía Moral en la Universidad de Barcelona desde 1995, es también redactor de la revista Mientras Tanto y traductor de literatura francesa y alemana. Ha obtenido, entre otros, los premios: Poesía Hiperión (1987), Jaén de Poe sía (1997), y en el año 2000 los premios: Internacional Gabriel Celaya de Poesía y Stendhal de Traducción. Su obra poética está contenida en las siguientes publicaciones: Cántico de erosión (1987); Cuaderno de Berlín (1989); Material móvil (1993); Tanto abril en octubre; El corte bajo la piel y Baila con un extranjero (1994); Figuraciones tuyas; La esperanza violenta y La verdad es un fuego donde arde mos, contienen poemas de los años 80 aunque apenas fueron publicados en Amarte sin regreso en 1995.
Abolir la nostalgia
Es la hermana tullida del deseo. De nada verdadero se predica. Le place avasallar: busca vasallos. No le miréis las manos, perder es imposible. Abolir la nostalgia, esa tenia violenta, esa impotencia desovillada en máscara, mi desdentada enemiga más voraz. Untarle el cuerpo de brea y de vergüenza. Sea la desolada quimera del presente nuestro empeño imborrable.
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SÄULENMENSA HUB
Encima de la mesa tazas de café, un tiesto con violetas, cuadernos abiertos. Cuatro estudiantes africanos y una estudiante alemana. Ella les explica análisis matemático (menos a uno, notoriamente distraído). También a mí me hace fruncir el ceño el arte afirmativo. Pero en Berlín, cuarenta y nueve años y once meses después de la Kristallnacht.
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Escribimos
poemas polĂticos como si fuesen poemas de amor porque en el mundo hay demasiada muerte Escribimos poemas de amor como si fuesen poemas polĂticos para que no nos desamparen nuestros muertos.
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FRANCIA
Ami Karim Saint Denis, 1976. Alias Karim Zaïdi, es un escritor, poeta y cuentista que, acompañado por músicos en el escenario, transforma sus textos en canciones aunque no es en realidad un cantante. Este joven poeta francés domina un arte peculiar, basado tanto en la escritura como en su talento para la oratoria. Resalta por su capacidad de observación así como también por su estilo de contar historias. Las suyas se cuentan y se comparten a través de la música, así pues, en concierto, una vez trasladadas del papel al disco, parten de su espíritu hasta llegar al público al que seduce y cautiva acompañado de un grupo de selectos instrumentalistas.
TRADUCCIÓN
Luiz Carlos Neves
Diez segundos
10 segundos, es todo, Yo tanto rebusco en mi cerebro..., ya arrancó, es borroso Ya no hay gritos afuera, ya no oigo los bomberos, Los peatones partieron... “no es muy grave, no ha muerto” 10 segundos, ellos apagan la luz de la mesa, Hay sangre en mi suero pero ya no veo la enfermera. “En caso de hemorragia podrías morir”, Está oscuro, no es mi cuerpo el que me hace sufrir. 10 segundos, ya no tengo identidad, Había perros en medio del cruce y roto cristal, En la selva es preciso ser fuerte, por su cuenta cada quien, Me robaron la vida. Salvo eso, todo bien.
10 segundos, pero la tierra no se paró, Pero digo que el metal de arrugarse no terminó, 10 segundos en ritornelo, tanto como las noches duran, Retorno rápido. Lectura. Retorno rápido. Lectura. 10 segundos, el teléfono llora “yo te quiero”, Como desfoliante sobre un ramo de crisantemos. Voces que tranquilizan como un trazo de luz bajo la puerta, Es divertido pero a veces la inquietud refuerza. 10 segundos, yo hablo con la gente, Pero en mi cabeza eso gira como en un avión,
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Yo oigo, mas no escucho, y salgo de repente A dónde he visto que el cielo color cemento tomó. 10 segundos, ¿es esto ser frágil? ¿No se parece a 30 años de rocas transformadas en arcilla? Felizmente 10 segundos es todo lo que queda, Como si la vida quisiera que olvidaras que ella te testa. Pero 10 segundos... ¿Cuántos somos, vaya, En poder contar que vimos tambalear el mañana? Pues ¿qué teníamos de más? ¿Qué la persuadió? ¿Qué hizo inclinar la balanza? ¿Por qué uno se quedó? 10 segundos entre abandono y conciencia ¿qué tal?, 10 segundos, y en la boca un resabio de segunda / oportunidad, 10 segundos, pero ¿qué podemos sacar como lección De haber, en 10 segundos, visto su alma plantear tanta / cuestión?
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Un día yo te lo diré
¿Cómo decir esas cosas? Frecuentemente me lo he preguntado. Pero encontrar las palabras que lleguen en justo momento es / complicado, Entonces todo lo escribí, allá, en mi cuaderno secreto, en el / papel, Día tras día todo lo anoté y me prometí: un día yo te lo diré.
Te diré que no hay método para la evolución, Que según el ángulo donde uno esté, no hay sino lo mejor, o / lo peor, Que no hay dos rutas que se junten, felizmente Y el que pasa su existencia diciéndose feliz, miente.
Te diré que cada vez que tú sales, Vuelvo a ver las 8 de la noche, las madres que lloran, todo lo / que afuera son males. Cuento los enredos que encontré en los recodos Y te veo partir preguntándome si los esquivarás todos.
Te diré que aprendo a ser hermano mayor como se aprende / a ser padre,
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Al atardecer, después del trabajo, soy forzosamente un / desastre, Va ser duro, ¿sabes?, no tengo ejemplos de serenos cercanos, En mi caso sólo fueron despellejados en vida, quienes / accedieron a estrecharme la mano.
CORO Escondemos nuestros sueños nuestras alegrías nuestros / deseos nuestros horrores Porque al vivir rodeado de concreto se termina por asimilar / sus colores, Mas no son mis silencios los que te ayudarán, yo lo sé, Entonces eso toma tiempo, es seguro, pero un día yo te lo diré.
Que uno se enfurezca, que uno muera cuando lo peor nos / aflore sin remedio Pero que uno caiga con los puños erguidos y habiendo / domesticado nuestros miedos. La furia de vivir es nuestro patrimonio, la flama olímpica que / te pasaré Entonces, eso toma tiempo, el que sea preciso, pero un día yo / te lo diré.
Yo te diré que la herencia cultural es frecuentemente un fardo, Sobre todo cuando algunos la usan como excusa o como dardo,
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Para olvidar que la tontería es a pesar de todo raramente / genética, Hay ciegos un poco demasiado fanáticos de las religiones o de / la política...
Te diré que, con la familia, los amigos son lo esencial, Te diré también que te hartarás, si puedes decirlo en plural, Ojo entonces, cultívalos, si no quieres verlos marchitar, Un amigo es como un árbol, es preciso tiempo para retoñar.
Te diré que te gustará forzosamente más la plata que las aulas, El abono de los golpes bajos que florecen al pie de nuestras / casas, Pero incluso si creo que no tiene todas las respuestas el / profesor, De lo que estoy seguro es que no hay gloria en la comisaría, / con el inspector.
CORO Te diré que has nacido asfalto subiéndose en la acera. Debes escoger si eso es una derrota o si ves una señal de buena / espera. Pero intenta ver las cosas desde el lado sutil, ¿Sabes?, allá de donde venimos, la ruta no puede sino subir.
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Te diré que te vi crecer tan velozmente rápido que me siento / viejo, Agarraste mis navajas, mi plata, pensé que eso era en juego, Y después te besé, y eso me pinchó Ahora cuando estaciono el carro, las llaves las guardo yo.
Te diré, para terminar, que estoy orgulloso de ti, es el caso, No te lo diré frecuentemente, pero quiero que pienses a cada / paso Porque cambiamos nuestras angustias por gritos, por crisis, / por roto cristal, Un día te diré que no es necesario un gran discurso para amar.
Tú sabes que un día te diré Que la cosa más bella de la adolescencia es que uno se cura / de ella, No es sino una etapa un poco bastarda entre la infancia y la / vida verdadera, Y entre la época en que no escoges nada, y aquella en que / decides todo, Hay un baldío a cruzar, es largo, es duro, pero vale la pena.
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Bled’Ba
Allá la mañana tiene un olor, El té, la miel, y luego la fe que, desde las cinco, mantiene / el calor La Blanca es dorada cuando el alba asome, Los mismos reflejos de cobre de la piel de nuestros / mayores.
Hay risas en las calles de la Casbah, en el puerto, Porque haber vivido lo peor, tornó la gente más fuerte, Allá uno sonríe al futuro, y cada quien comparte sus / bienes. Saber donar es bello, sobre todo cuando nada se tiene.
Hay viejos que venden aguas en vaso, frutas, La mirada dulce como la carne de las tunas, Y también el mar azul, detrás del mercado, que aún / duerme, Bled’Ba y sus multicolores sueños.
Tan lejos, pero no olvidé, tan lejano, El sabor de las especias, el Mediterráneo,
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Pero el camino del retorno, no lo sé, Entonces, cuando regreses, llevamé.
CORO SALIHA Allá, a la sombra de los minaretes, Se juega al dominó, se habla del precio de la leche, De aquellos que partieron, de aquellos que no quisieron. ¿De aquellos que tuvieron suerte? Pues jamás sabremos.
Huele a chorba, la sopa, en medio de la tarde, En la cocina cantan Oum Kaltoum o Cheb Hasni, Cantan la esperanza, el amor, cantan la libertad... Incluso las mujeres son guerreras allá.
Y cuando cae la noche sobre los párpados de los niños, Sobre sus caritas, son serenas las sonrisas de los hijos, Porque lejos de un mundo que verdaderamente no los / comprende, Entre desierto y mar, allá, es grande el Oriente.
Jedda, N’Fakkaar Fik. Feliz, bajo la sombra de la Periférica, yo crecí, Pero en mis sueños sé que un trozo de mí duerme allá... Entonces, cuando tú regreses, Aïchek, no me olvides acá.
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CORO SALIHA Porque lejos del hogar uno siempre muere un poco, Hadi ouldi, bladi Gâadet fi âynia, Yo vi a mi padre batirse contra el olvido, en sus ojos, N’fakkar fi rieha, n’fakkar fi rihet l’arde, Yo vi la tierra, las sombras, el pasado siempre presente, Ma goutlekch, bessah Gâadet. Fi guelbi, Yo vi el lugar donde sobrevive el recuerdo de mis abuelos Ouli l’bakii, hadi trigueke ouldi.
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ITALIA
Luigi Cinque
TRADUCCIÓN
Caltanissetta, 1950. Poeta, músico, compositor, novelista, narrador, per former y gestor cultural. En 1970 asistió en la Universidad de Roma a los cursos de Cine y Literatura, con Pier Paolo Pasolini entre sus maestros. Desde 1972, se adhiere a las corrientes de cultura alternativa y publica sus primeros poemas y relatos en las revistas Alla Bottega y Living Music. Intérprete del multiculturalismo y de la frontera de los lenguajes, se ha relacionado asiduamente como instrumentista y compositor con la nueva música de tradición clásica y el jazz internacional. Desde los años 70 trabaja sobre la posibilidad de integración entre los módulos expresivos de la tradición mediterránea y la música moderna.
Antonio Marcano
Fragmento 9
El dilema es sin duda la distancia o bien... se alarga en un sue単o piadoso, ...o de enga単o el dilema es raz坦n de vida o bien... de muerte si las estrellas no dan el camino al nuestramo el dilema diluye la espera que infunda la calle que obtiene el martirio perdido en un sue単o.
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Fragmento 13
Extremo el mal devoró el hueso último. Extendió así el sueño sabio sobre el salmo oloroso a antiguo salitre Helado látigo de arena supo, en lo oscuro, el crimen que siempre cada fin subterfugia. Sonrió la luna, la noche colgada, la neblina, una bagatela de ralo saber, y las estrellas ya.
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Fragmento 14
Coloreados marinos... lejanos gritaban los fuegos de tierra ya extremos de mรกximo cuidados ya plantas de osarios desvanecidos Fue el tiempo del hado, y ahora, fue el tiempo.
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MARRUECOS
Lamiae El Amrani Tetuán, 1980. Es una poeta marroquí que escribe en lengua española. Es licenciada en Lengua y Literatura Hispánica por la Universidad Abd al-Malik al-Saadi de Tetuán y doctorada en el Departamento de Periodismo de la Universidad de Sevilla. Forma parte del pequeño colectivo de escritores marroquíes que utiliza el español como lengua literaria, aunque fragmentos de la obra de Amrani han sido publicados también en traducción al árabe. Forma parte del elenco de escritoras encabezado por Fatema Mernissi, que intentan visibilizar las voces femeninas en el panorama literario marroquí, de claro predominio masculino.
Palabras
La honra para unos está dentro de una… para otros está encadenada a… una cama, a una cocina. Unos y otros no saben ni lo que es LA HONRA porque nunca han estado solo en una cama, en una cocina. Ni en una mujer.
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Sin alas
Sus alas amanecen rotas y la bandera negra ondeando. La ilusiรณn la ha abandonado, su vida se ha enterrado bajo esos gritos bajo esas sรกbanas que alguna vez, que una vez la acariciaron, la vida le ha dedicado a una plancha insatisfecha, a una voz de huracรกn, a unos ojos que truenan, a unas manos que taladran.
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La Boheme
Ojalรก pudiera tener cada vez que pienso en ti esas peleas contra el tiempo que me entregas cada vez que pienso en ti y para pensar en ti, me dejas navegando en el universo de la Boheme para no pensar ni en ti (...)
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PORTUGAL
José Rui Teixeira
TRADUCCIÓN
Porto, 1974. Estudió Teología en la Universidad Católica, una maestría en Filosofía y un doctorado en Literatura de la Facultad de Letras de la Universidad de Porto. Es profesor en la Escuela de Artes de la Universidad Católica, donde enseña en las áreas de Filosofía, Literatura e Historia de la Cultura y el Arte. Es investigador del Centro de Estudios Portugueses del Pensamiento. Ha publicado varios libros, entre los que se destacan Morir (2004); El fuego y otros utensilios de la luz (2005) y Oracle (2006). En 2013 se presentó la edición trilingüe de su poesía: Diáspora, con traducciones en inglés y español. Es un reconocido autor de la nueva generación de la poesía portuguesa contemporánea, a menudo descrito como existencialista y neosimbolista, con una obra original e impresionante.
estrella gomes
Me hablaste antes que la noche nos oscureciera me besaste los ojos cerrados como se aspiran pesadillas y doman tempestades. Silenciaste los vértices del mundo. Fuiste en la convexidad de mi muerte cualquier verdad cóncava, el rumor de una floresta, los nombres posibles en la voz de dios, mi verdad caligráfica, poliédrica como todas las verdades pronunciables antes que dios se silencie. Me explicaste que el amarillo es la verdad que existe en una concavidad, con la muerte inclinada y tu lengua en el cielo de mi boca, como si el amarillo se inclinase sobre dios y lo silenciase. Polisémica es tu lengua, de un amarillo húmedo y silencioso, como dios en tu voz. Hierática es tu ropa esparcida por el suelo del cuarto. Hierático es el tiempo común, el tiempo concreto, los días sin metáforas, un dios que habitase este poema, 143
la belleza incontenida del mundo antes de la verdad convexa que me murmura el fin, un topacio, tu mano sobre mi pecho en el instante que masticas mi lengua para que no me duelan las palabras. No sé cómo decirte que me cansa existir. Podría silenciárseme el corazón dentro del pecho antes que la culpa me doliese como las manos apretadas con fuerza contra las sienes. Los ángeles de dios son moscas en mis heridas. Y la promesa de la felicidad es un ejercicio tan cruel como llenar de / jardines los cementerios. Pero esto no es un poema, le falta un bosque de abedules, pájaros azules, mujeres epistémicas, violonchelos escatológicos o un portal donde la muerte me embalase, donde pudiese recordar tu juventud, el sabor del café, la taza caliente entre las manos, el rumor de un dios que enviase golondrinas para redimirme del invierno. Claro que podía morir de amor, pero el tiempo pasa y entendemos que la muerte exige mucho menos a la afectividad
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que a la inteligencia. La muerte es una amante lรกnguida, reclama mi cuerpo ocasionalmente, sin compromiso ni promesas romรกnticas, ni metรกforas cardiacas. Me busca en el tรกlamo, pero nunca serรก madre de mis hijos.
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SÁHARA OCCIDENTAL
Limam Boicha Sáhara Occidental, 1972. A los diez años fue a estudiar a Cuba, donde estuvo trece años, hasta acabar sus estudios de Periodismo. Trabajó cuatro años en la Radio Nacional saharaui. En 1999 se fue a España y actualmente reside en Barcelona. Sus versos han sido incluidos en las antologías Bubisher, Añoranza, y Treinta y uno (Thirty One). En 2004 publicó en Las Palmas de Gran Canaria su libro de poemas, Los versos de madera.
Ya no escucho
Ya no escucho el paso del viento, se han borrado las huellas de avestruces, y los pájaros que anunciaban afables sucesos bebieron las palabras y se marcharon tras los cauces abundantes. Hacia el camino contrario fuimos nosotros desnudos como troncos sobre cristales rotos. Nuestros hijos caían de nuestros brazos sin poder recogerlos. Nuestra sangre ha llenado los cauces ausentes y desde aquél otoño ya no escucho el paso de las caravanas ni las voces de los guerreros ni el canto de las mujeres. Las semillas del retorno se han bifurcado bajo este cielo prestado.
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África
Hermoso nombre de mujer, pobre y violada. Torpe semilla que esconde tesoro y expone hambre. Bellos ojos oscuros con alma arrugada. África, otra vez se han roto tus sueños y reliquias de retorno. Vuelve, África, con tu orgullo, con tus senos libres, verdes o secos, pero vuelve.
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Vuelve, Ă frica, con tu soberbia voz o sin ella, pero vuelve. Y reĂşne a todos, a todos tus tambores.
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venezuela
VENEZUELA
Hugo Rafael Chávez Frías Sabaneta, Barinas, 28 de julio de 1954 - Caracas, 5 de marzo de 2013. Venezuela. Político y militar venezolano, Presidente de la República Bolivariana de Venezuela desde el 2 de febrero de 1999 hasta su muerte. Ingresó al Ejército Nacional de Venezuela en 1971 donde desarrolló un interés por la política y fue cofundador en 1982 del Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR200) en medio de la crisis económica y social que conllevó al llamado Caracazo en 1989. El Presidente Hugo Chávez Frías recibió múltiples condecoraciones por parte de organizaciones, de altos mandos y de prestigiosas universidades a lo largo de su trayectoria como primer mandatario de la República Bolivariana de Venezuela. Se destacan, entre otras, la Condecoración Estrella de Carabobo, la Cruz de las Fuerzas Terrestres, la Orden Militar Francisco de Miranda, la Orden Militar Rafael Urdaneta y la Orden Militar Libertador. Recibió en el 2004 la Orden de Carlos Manuel de Céspedes, de la República de Cuba. En 2005 fue ganador del Premio Internacional José Martí de la UNESCO por su constante actuación a favor de la integración de los países de Latinoamérica y del Caribe, así como por su labor por preservar la identidad, las tradiciones culturales y los valores históricos de los países de la zona. El premio se lo entregó el líder cubano Fidel Castro. Fue un mandatario que mantuvo excelentes relaciones con países latinoamericanos, pero que rechazó el imperialismo estadounidense.
Sobre la lectura
“Leer, leer y leer, consigna de todos los días. Lectura para la conciencia”. “No haremos el futuro grande que estamos buscando si no conocemos el pasado grande que tuvimos”. “No hay herramienta, en verdad, como la cultura, para lograr esa recuperación de conciencia, resurrección de pueblos, profundización de quienes hemos sido, quienes somos, y quienes podemos ser…”. “La lectura es arte si es para la liberación. Por eso necesitamos impulsar este plan con mucha libertad, un esfuerzo de hombres y mujeres libres y liberadores del arte y la cultura”. “Nosotros tenemos que estudiar mucho las realidades de lo chiquitico hasta lo grande…”.
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VENEZUELA
José Antonio Escalona Escalona Sanare, estado Lara, 1917-2013. Poeta, ensayista, crítico bibliográfico y antologista. Editor de la Revista Nacional de Cultura. Profesor universitario. Fue director de la Biblioteca Nacional. Galardonado con el Premio Municipal de Poesía del Distrito Federal (1957), y Mención de Honor en el Concurso Internacional de Poesía de Siena, Italia (1957), entre otros. Es autor de siete biografías directas, cinco volúmenes de ensayo y notas literarias, y doce antologías (seis plurales y seis individuales) de poetas venezolanos de los siglos XIX y XX y de los más destacados de Hispanoamérica. Su obra publicada comprende más de cincuenta títulos, algunos de los cuales son: Poesía: Isla de soledad (1943); Autobiografía del alma. Antología personal (1988). Narrativa: La isla de las perlas y la perla de las islas (1996). Lector de poesía (1984). Compilación: Antología general de la poesía venezolana (1981, 2v.); Nueva antología de poetas venezolanos (nacidos entre 1930 y 1960) Vida del poeta José Ramón Medina (1991).
Clamor del hombre
¡Clamor del hombre, dueño del secreto de su mortal destino! Libre fuerza de río desgarrado que presiente las cadenas del mar en lejanía. Veloz saeta de la luz, clavada en el desierto fondo de tus pozos. ¡Oh! claridad inútil de esos astros en un cielo de luto sumergidos. En vuelo presuroso hacia la muerte de su color, destruyen las crisálidas la oscuridad de su prisión de seda. Por escalas de savia, a las corolas el alma de los árboles asciende y el viento la tritura en sus molinos.
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Aquí estoy
Aquí estoy en la tierra de la noche como un árbol después de la tormenta. Cortaron las espadas del relámpago cuanto había de efímero en las frondas. Lejos, —¿o acaso dentro de mí mismo?— escucho la campana de un arroyo. ¿Por dónde llega su rumor, si el aire es una inmóvil lámina en la sombra? Muere el rumor en criptas de silencio, cual se cierran los círculos del agua sobre el herido corazón de un pozo. Recobran su sosiego los sentidos, y en soledad triunfante, sigo siendo ¡único huésped de la noche sola!
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Memoria desta tierra
Memoria desta tierra junto al cielo con nubes al alcance de la mano, y horizontes tan cerca de los ojos que sus contornos cierran la montaña. Provincia de las fuentes y los trigos y frutales aromas en la brisa. ¡Dulce país de nieblas y claveles dormido en un sosiego melodioso! Galería de lienzos vegetales alzada entre columnas de arcoíris, donde la luz enciende mariposas. Bajo su clima de altitud y égloga —gemela del amor— mi poesía ¡descubrió la raíz de su destino!
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Elegía de la soledad
Tigresa azul de garras de sombra y moteada piel de constelaciones. desde la secreta copa de este árbol de silencio, vigilo tu paso por la terrestre selva cósmica. Avanzas destruyendo colores, transparencias y perfiles; rompiendo ciegamente los espejos vegetales y el brillo de las gemas de la tierra. Vienes del abrevadero de la tarde. Allá, en el último remanso, para saciar tu sed de claridades, tú —enemiga de la luz— devoraste el encendido toro del crepúsculo. Ahora marchas a tu propia muerte. la clave de tu fin descifro En los parpadeantes signos de tu cuerpo. Ya Orión te ciñe la garganta con su triple cinto; Scorpio te clava en el costado su aguijón de diamantes;
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y sobre el horizonte de tu pecho la Cruz del Sur inclina la flor de su señal anunciadora. El inefable Cazador se acerca. Deslumbrador el vuelo de sus dardos cruzará del oriente al occidente el negro territorio de tu cuerpo. Y una vez más levantaré a tu espíritu un arco de colores memoriosos en la fúlgida puerta de la aurora.
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Diálogo de almas en el sueño
(Él) Andan mis pensamientos paciendo por el valle de tus lirios la acendrada ternura que tu pecho atesora y brilla en el amor de tu mirada. (Ella) Dejé tus corderillos venir a apacentarse en mis corolas porque la fuente blanca en la que abrevan ellos la misma es que de mi pecho fluye. (Él) En mi insomne silencio cuando la soledad es un remanso de sosegada sombra que la noche circunda me acompaña tu interna melodía. (Ella) Bien sé que tú percibes el eco de suavísimos acordes con que mi voz te llama 160
porque también yo escucho dentro de mí que canta tu silencio. (Él) El ruiseñor oculto en tu nocturno huerto de azahares calla mientras la brisa me anuncia en el aroma la pura intimidad de tu presencia. (Ambos) Con solo resplandores y música sin nombre ni palabras cual diálogo de estrellas tiempo de luz nos une en la región del sueño indefectible.
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Poeta: he aquí tu heredad
He aquí tu heredad —tu señorío—. He aquí tu heredad —obra sin tiempo—. He aquí tu heredad —predio del alma—. He aquí tu heredad —madre en potencia—. Harás que brote de su entraña virgen la primigenia chispa del oculto fuego que poblará de luminarias tus ámbitos celestes. Y que sólo la más cercana al corazón deslinde la palpitante dimensión del día de la informe tiniebla que las otras convertirán en fúlgidos vergeles cuando, borrados los perfiles diurnos, sustituyan sus plúrimos fulgores la ausencia del color y de las formas espirituales de tu propia vida. He aquí tu heredad —sin pergaminos—. He aquí tu heredad —libre de muros—. He aquí tu heredad —mina de voces—. He aquí tu heredad —fuente del canto—. Harás también que surjan de su seno y suban a la atmósfera las aguas, 162
tus vivas aguas en prisión profunda. Por espiral escala de armonías —líquida torre de sutil materia— deben llegar a la suprema altura del reino de los símbolos que el hombre creó para encarnar sus sentimientos. Descenderán de allí purificadas como lluvia de imágenes sonoras: para que no perezcan de silencio los árboles en flor de tu mensaje.
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VENEZUELA
Carlos César Rodríguez Guanta, estado Anzoátegui, 1922. Poeta y ensayista. Profesor jubilado de la Escuela de Letras de la Universidad de Los Andes. Miembro correspondiente de la Academia Venezolana de la Lengua. Su obra ha sido comentada por Mariano Picón Salas, Vicente Gerbasi, César Dávila Andrade, Pedro Sotillo y Luis Beltrán Guerrero. Algunas de sus obras publicadas son: Los espejos de mi sangre (Caracas, 1944); Follaje redimido (Caracas, 1959); Aire iluminado (Mérida, 1963); Hora íntima (Mérida, 1987) y Anubizajes (Mérida, 2004) que recoge toda su poesía publicada e inédita. Ensayo: El retrato de Antonio Machado (Mérida, 1965) y Glosa a la Silva criolla a un bardo amigo (Mérida, 1980). En historia regional: Testimonios merideños (Mérida, 1996) y Testimonios barceloneses (Caracas, Fondo Editorial del Caribe, 2003). Compiló la Obra completa de Francisco Lazo Martí (Mérida, Ediciones del Vicerrectorado Académico de la ULA, 2002).
En la montaña
A Yolibet Rondón
Cuando fui a la montaña encontré un río con la frente sangrando de caer en las peñas. Lloraba como un niño perdido. Sentí lástima al ver cómo temblaba de frío, desnudo. Entonces lo tomé de la mano y le enseñé el camino del mar.
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En el extranjero
Estamos esperando la llegada del aire como si fuéramos habitantes de museos. Una mancha de cal nos cubre todo el cuerpo. Nos miran, y las brisas deben ser algo como las / miradas porque sentimos una leve suavidad en el cuerpo. Tenemos la resignación desvelada de un pez que mira fijamente la pared de una caja de vidrio donde lo pusieron. Hay en nuestros cuerpos el ímpetu contenido de la / goma. Tus manos y tus pies están en la misma posición de ayer cuando llegamos aquí, al extranjero. Yo pude, por ser fuerte, mover un instante los recuerdos.
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Pero ahora tú y yo somos hermanos. Esperamos el aire porque nos trae el saludo de una canción que nos envió el país donde nacimos. Cuando nos dé su mano caeremos de un salto en la alegría y nos olvidaremos totalmente de este mundo desvaído.
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Alegoría
I Nado entre negras olas y altas luces —cruz de carbón y luz, de tierra y cielo— y espero gritar —¡sueño!— en mi desvelo cuando sienta en mi frente las Tres Cruces. Perseguidos por rojos arcabuces los sueños se me enredan en el pelo, mientras buscan mis párpados el suelo y mis fuerzas, cansadas, caen de bruces. Mi boca, llena de palabras muertas, se angustia en vano a las cerradas puertas del girasol —espejo de la calma—. Y ahora, lento y pálido, en la orilla desesperada sed besa mi arcilla. He llegado a la orilla de mi alma.
II Horizonte curvado en llama viva —terrible y fiero mineral ardiente—
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me cerca, disecándome en la frente los sueños que aún me quedan. Fugitiva, mi substancia, de tierra primitiva, avanza como antiguo penitente hacia mi blanco ser, pozo inconsciente que luce como inmensa siempreviva. Tristes pañuelos arden en mi boca, pero mi mano, en su delirio, toca las puertas de mi espíritu. Clamando, me desintegro en átomos de sombra, mientras el eco de mi voz me nombra. Sólo mi mano queda palpitando...
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Ansia de mi sangre
Por llegar a mis ojos para ver el paisaje, mi sangre sube cabeceando con ansiedad de buzo. Qué alegre está mi sangre de ver árboles grandes y colores distintos del blanco-jazmín de mis huesos. Sintió la ansiedad íntima de esos llaneros que divisan el mar desde una cima. Mi oído, atento, escucha que en su rumor mi sangre se lamenta de no ver crecer en mis huesos árboles diminutos o pequeños paisajes en mi pecho donde pasear, gozosa, por las tardes. ¿Cómo será la sangre de los ciegos?
170
Canción
Mujer: voy a poner mi canción en el aire para que la recojas y te la pongas, como una cinta, enlazada al cuello. ¡Mírala! Ha caído en la hierba. De aquí a un instante ni tú ni yo podremos verla. Se la pueden llevar las serpientes jaspeadas. Entonces ¿qué haremos? Mis músculos no pueden forjar canciones y tú tendrías que irte llorando por el bosque bañándote los senos en lágrimas. Mujer, mueve tus manos, que aún la canción está cayendo a nuestros pies y las serpientes vendrán cruzando el río.
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Entrega
Toma mi espada para tu espejo: allí la sangre corría a verse por entre rojas venas inmensas. Dame tu nombre para mi alma: allí empinados aromas buscan entre tus cielos besar pañuelos. Aquí está el aire junto a tu espejo como un gendarme frente a una reina. Mira en mis ojos dulces paisajes y fiera espada cortando un bosque. Mis sueños, fieros, vienen de lejos como guerreros de pechos duros con grandes ríos sobre los hombros para tus sueños de espuma dulce. Baña en alcoholes tus senos blancos y verás tiernos niños besándote.
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Ingenuidad
Lo confieso: yo me encontré estos versos; estaba descuidado cuando, de pronto, sentí en las manos la frescura de un gajo de uvas. Bajé la vista y los vi, pequeñitos, y sentí que latían en mis manos como corazones vivos de pájaros. Yo no podría decir de dónde me cayeron en las manos, pero sí siento que hay un parral inmenso que afinca sus raíces en mis huesos. Lo confieso: yo me encontré estos versos.
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VENEZUELA
Chelías Villarroel Los Millanes, estado Nueva Esparta, 1924. Poeta, compositor, músico. Se dedicó a la marinería y a la zapatería. Cultor del galerón en Nueva Esparta, virtud que le ha hecho ganar el mérito de ser Decano del Folclor. Recopilador y defensor de las tradiciones regionales. A los diecisiete años se inicia en el galerón y logra dominar los secretos de su estructura estrófica, la décima espinela. Interprete de aguinaldos, diversiones, la gaita oriental, la jota, la malagueña, el polo y el punto del navegante. Premiado en varios torneos de los Velorios de Cruz. Sus argumentos, lecciones, trovas y décimas científicas lo distinguen como uno de los más legendarios decimistas. Se le debe la recuperación melódica del punto del navegante, llamado también “Puntillanto”. El 11 de diciembre de 1999 es declarado Patrimonio Cultural Viviente. Ha publicado: La Poesía y el cantar margariteño, edición patrocinada por FONDENE.
Sacra endecha
Yo sentí los pasos de fuerzas extrañas, amplias y capaces de mover montañas. Levanté los brazos, extendí la mirada y mi pensamiento partió sin escala hacia la intangible e incógnita nada. ¿Por qué –me pregunté mientras pensaba– había nacido allí el esplendor divino de la primer mañana? ¿Se había tocado allí la faz doncella de las primeras aguas? Imaginé el averno lanzando tempestades y un aluvión de luces rompiendo oscuridades y ¡aparecer la tierra! Y ¡dividirse los mares!
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Antes la célica expansión con sus grandiosas y comenzar la historia con las creatividades, el hombre, la mujer, peces, fieras, reptiles, pájaros y aves. Y el bien estaba allí y allí estaban los males, el pecado de Adán, los instintos mortales. Pasa veloz el tiempo que impulsa las edades. Surge con el ejemplo la Gran Revelación, el arca de Noé… Abraham, Egipto, Salomón, Moisés la esclavitud. El verbo se hizo carne y el verbo era Dios. Ye, hache, doble vé, hache. Nombre como no hay dos y el ¿por qué y para qué? Están en el YO SOY.
1983.
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La Sibilina Motivo guaiquerí
Hoy sí que está Mana Ela Como cochina “entiempá” Y amaneció enramado “Tuitica” la “empalizá” Algo se “tráiba” entre mano La mujer de Mano Juan La llamaban Sibilina Porque era muy “resabiá” Se le metía en la cocina A su comaí Etanislá Que molía pa’ vendé Arepa y “tela” “raspá” Ña Rufa, La Sibilina, Con su chara “relajá” Miraba pa’ tos los “laos” No la fueran a “escuchá” Y le decía, “comaicita”, Algo sucede “puallá” Hoy sí que está Mana Ela Como cochina “entiempá” Y amaneció enramando “Tuitica” la empalizá En la piedra de moler Hizo silencio el “ruá, ruá” 177
¡Virgen del Valle, comai No se vaya a “condená”! ¡Qué gato ni perro viejo comai Ni culebra embalsamá! Lo que pasa es que la nieta Se le volvió a enamorá Y la “hijoerdiablo” no sabe Por donde e’ que va a brincá Y seguía por los ranchitos Largando su risotá Ja ja ja ja ja ja ja Hoy sí que está Mana Ela Como cochina entiempá Los muchachos la esperaban En el carcanapirá ¡Sibilina, Sibilina! Comenzaban a gritar La vieja se enfurecía Como fiera encorralá ¡Esos hijos de su mae A “nadie” quieren respetá A la rotunda “tuiticos” Es que los deben mandá! Y seguía por los ranchitos Con su chara “relajá”
Hoy si que está Mana Ela Como cochina “entiempá”
178
Y amaneció enramando “Tuitica” la “empalizá”.
1939.
179
Paisajes Siendo la presente vida una vida, una prueba, si quieres vivir tranquila repudia la ostentación, la futura, amiga mía, es toda una vida nueva, donde van los redimíos lejos de la maldición. Paisajes que refieren que ciertos pecadores son estrellas sin luz cuando no hay dios que baste gozarás cuando castiguen a los calumniadores cuando unos a los otros entremos en contraste. Paisajes que refieren el castigo futuro con frases que aseguran su eterna duración. Paisajes que prometen que el sueño más seguro lo dormirás ausente de la infernal mansión. 1946.
180
Loores Loores al campo y al agricultor que a diario labora con fe y con amor. Loor al que brinda la alimentaci贸n. Loor al que guarda la forestaci贸n. Y al que regala frutos en saz贸n y no exige nunca bailes ni canci贸n. Loor al que sigue de la azada en pos. Loor a las flores. Loor al ejemplo. Loores a Dios.
1965.
181
Venezuela
Yo jamás te abandono, patria mía, Conozco tus calvarios y tus cruces, Tus alegrías, tu moral, tus luces, Tu grandeza tu gran soberanía. Sé de tu historia y sé de tu heroísmo Y la genial proeza de tu Padre. Los que golpean tu corazón de Madre Nada saben de amor y patriotismo. Me inspira la majestad de tus montañas, Tus jardines, tu fauna y tus llanuras, Tus ríos, tus lagos, tus costas y lagunas Y el antillano mar en que te bañas. Admiro la variedad de tu riqueza, Tu poesía y tu gente espiritual, Tus bellas islas, tu acervo cultural, Tus fronteras, tu arte y tu belleza.
1983.
182
María
Luz de un poeta neoespartano Flora de oro, sueño lejano Émulo armiño que en mi cariño Sembró semillas de odio y dolor Flor de mi pueblo, faro de amor Puerto de mi alma cuando era niño Cuando más la odio menos la olvido Porque es soberbia, cruel y hermosa Y el destino nos ha perdido En una selva maravillosa ¿Cómo adorarla sin contemplarla? ¿Cómo olvidarla para no amarla? Si son sus ojos cautivadores Los que en la vida me han inspirado, Si son sus labios los delatores Que en mis deseos han batallado Ya que el ejemplo, MARÍA te nombra Yo te venero, nube de sombra, Nave sin rumbo, visión humana, Ardiente lumbre, guapa espartana, Mi pensamiento se vulcaniza, Mis ojos huyen para no verte Porque tu risa todo lo hechiza Y es preciso salvar mi suerte. 1936. 183
AMAZONAS
Yuri Patiño Puerto Ayacucho, 1980. Escritora y promotora de lectura. Miembro de la Red Nacional de Escritores y Escritoras Socialistas de Venezuela. En el 2005 ganó el Premio Mención Especial Ensayo en el XVI Concurso Cuento, Ensayo y Poesía de la ULA. Se ha desempeñado como editora del periódico comunitario Cínaro. Coordinó la Plataforma del Libro y la Lectura del estado Mérida en el 2009. Realizó un posgrado en Difusión Mediática de las Artes en IUNA Buenos Aires, Argentina. Ha asistido a diferentes bienales y ferias como poeta y tallerista: Bienal Ramón Palomares (Trujillo), Elías David Curiel (Falcón), Feria Nacional del Libro de Venezuela (Caracas, Barinas, Mérida y Trujillo). Actualmente es la Directora General del Gabinete Cultural del estado Amazonas.
Con mirada de tortuga
en las calles se eternizan rostros que nada saben y todo niegan como las tortugas que a través de la mirada paren la duda hasta de su propio existir, el sol infinito lanza al gran pájaro gris que traga alientos y corta espinas, cuerpos que se desvanecen y viajan entre altares como un puente tendido hacia los espíritus que reposan en las montañas con olor a licor y frutas, sus pieles fueron arrancadas como tajos silvestres sus corazones hecho fuego flotaban en el cielo dejando la memoria de una ciudad devastada una ciudad muerta talada de raíz.
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En otro lugar
la garganta retorcida con sangre de pájaros llenó todo los grandes agujeros en sus pechos permitían el escape de sus almas el viento a pesar de su esfuerzo no reconoció nuestras pieles todo estuvo a favor del enemigo los hijos, los senos, los brazos eran pisados y dejados bajo tierra sus cuerpos elevados miraban desde la inmensidad, sus ojos pardos ardían en la memoria colectiva el fuego arrastraba luceros arropados de cenizas que impregnaban los cielos, la tierra, los ríos, nuestros nombres, que en ese momento era uno solo: un grito un lamento el destierro.
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Lo cóncavo del suelo
en noches de púas que no pujan lluvia sólo un intento de cielo oscuro en esos días quisiera quitar esta piel este cuerpo esta careta de mil formas arrancarla sacarla a empujones de mi casa andar con un cuerpo hueco sólo de barro que se llene del chaparrón que anuncia algo propio desde el principio tejidas por mis manos o amasadas por tus pies. Quizás sería un poco mía desde cuerpo adentro a partir de su echura fuese más cercana a mí y me propondría tocarte… sólo la muerte me cederá otra este aliento ya está cansado no me consigue. 187
ANZOÁTEGUI
Franklin Fernández Caracas, 1973. Artista plástico, poeta experimental y promotor cultural. Egresado del Taller de Poesía del Celarg (1999) y licenciado en Artes Plásticas (2003) por el Instituto Universitario de Estudios Superiores de Artes Plásticas Armando Reverón (actualmente Unearte). Ha participado en más de 30 exposiciones de artes plásticas, entre individuales y colectivas a nivel nacional. Recibió, entre otros, los premios: Medalla José Antonio Anzoátegui en su segunda clase (Anzoátegui, 2008), Premio Luis Luksic en el Gran Salón Nacional Mauro Mejías (Anzoátegui, 2012); Rafael Fucho Tovar de la X Bienal Nacional de Escultura Francisco Narváez (Margarita, 2009); y el Gran Premio VI Salón Regional de Jóvenes Artistas de la Galería de Arte del Consejo Legislativo (Anzoátegui, 2001).
La escritura y tú (Fragmento)
1 Escribo porque no sé. 2 Escribo porque no sé decir nada. 3 Escribo porque me da miedo. El miedo es inminente. 4 Se escribe para saber, para decir quiénes somos y para qué estamos en este lugar. 5 A veces se escribe por ignorancia, por estupidez y por falta de afecto. 6 Se escribe para albergar el ser. Pero no basta el ser y tener conciencia del ser. Es necesario hablar, oír, hablar, oír...
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7 Ser es pensar, pensar es decir, decir es ser. 8 Escucha la poesía dentro de ti. Es decir; canta el libro que hay dentro de ti. 9 Que mis palabras sean las cosas mismas. Que las cosas sean mis palabras. Nombrarlas para tocarlas con la lengua. Nombrarlas para poseerlas. 10 La poesía es el lugar de lo humano. La poesía es lo que embellece a un hombre muerto. 11 Son los poetas los que definen mejor al hombre, los que definen la identidad de una nación. 12 El lenguaje hace posible el conocimiento. Somos lo que somos por el conocimiento del lenguaje.
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13 Sé un lector voraz. Engórdate de sabiduría. 14 El poema también enmohece las páginas de un libro. 15 No escribas si nada hay por escribir. No hables si nada hay por hablar. No decir nada es también como decir algo. Lo que no se dice se escucha de alguna manera. 16 Lo difícil no es escribir algo novedoso. Lo difícil es escribir algo novedoso con palabras viejas. 17 En el espíritu, precisamente en el espíritu, es donde comenzamos a ser hombres. 18 Sólo hay finalmente en la poesía la dicha de escribirlo.
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APURE
Pedro García Licenciado en Comunicación Social, poeta, editor, columnista y docente universitario. Ha colaborado en los diarios: El Universal y Diario ABC; en los semanarios: Cantaclaro, Humo y Tabaco, Proceso, Miranda en Línea y en la revista Perfil Internacional. Diseñador del software libre Redes de producción de Innovación del Estado Apure. Diseñador de la Red de Periódicos de los Consejos Comunales. Es profesor de la cátedra de Comunicación Social de la Universidad Bolivariana de Venezuela. Igualmente ha sido asesor de imagen y de comunicación en varias instituciones, algunas de las cuales son: Ministerio de la Familia y Trabajo, Dirección de Turismo de la Alcaldía del Estado Vargas, Cámara de Turismo del Estado Apure, Fondo de Desarrollo para el Estado Nueva Esparta.
El Yaro
Dedicado a Wilfredo Rivero
El Yaro se apoderó del llano se lo agarró para él sólo un día le pone música el otro día le canta. Por la mañana lo alaba por la tarde le reclama. Así pasa la semana con carne asada, casabe, coporo y bagre con yuca chigüire en Semana Santa y cuando se puede lapa. Los sábados recorre el río Apure los domingos las carreteras. La gente lo ve pasar y sin saludarlo piensa: “Por allá va el Yaro, el Yaro de la radio”. Va un llanero de estos llanos va un amante de los llanos va una parte del Apure con el Apure cantando, seguro que lo acompaña su compadre William Moreno. 193
Lluvia
Fueron gotas de agua bendita enviadas por Dios a su discípulo Hugo Chávez Frías, al pueblo venezolano y al continente Sudamericano. Dios te cuide camarada presidente Chávez, y te tenga ahora a su lado padre patria viendo el camino que ha de tomar tu pueblo guiándonos padre eterno, siguiendo la trocha de libertad, Que dictes a tu pueblo. Dios te cuide Comandante eterno
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La Bora
Por allí paso la Bora, echándosela como la Reina del Río Apure, creyéndose Pavo Real con sus orquídeas violetas adueñándose del Apure como su única dueña como grafiti de carro en Semana Santa: “Del Apure, pa’l Orinoco y del Orinoco pa’l Atlántico”. Pocas veces, se la ha visto en las riveras del río pero si está varada allí los llaneros no le creen ella alega que sus raíces descontaminan las aguas y la gente le pregunta: “¿por qué no te vas pa´l norte que está más contaminado?” A lo que responde adornada con sus orquídeas violetas: “Porque coloreo al Apure en su invierno salvaje porque alimento a los llaneros con pavón, caribe, coporo y a la jineta galopo sobre este fecundo río.
195
ARAGUA
Yadira Pérez Caracas, 1959. Poeta, narradora e investigadora. Licenciada en Educación mención Desarro llo Cultural. Fue Coordinadora del Área de Literatura del Ateneo de La Victoria (1992-1995) y Coordinadora Encargada de la Coordinación de Literatura de la Secretaría Sectorial de Cultura del Estado Aragua (2005-2008). Fue fundadora junto con el poeta Max Bembo del Taller Permanente de Literatura del Ateneo de La Victoria (1992-1995). Es miembro del grupo Sende ros Literarios. Miembro fundadora de La Red de Escritores de Aragua y miembro de la Red Nacional de Escritores de Venezuela.
La resignación llega como pájaro de mediodía Su canto sólo alcanza el silencio del estío Aun así su grito estremece el silencio de los árboles.
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Ha llovido tanto y no sĂŠ si esta frĂa tarde de agosto los ĂĄrboles del patio resistan semejante tristeza.
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Nunca me diste oportunidad aun así lo sé fue mi culpa. Al abrirme abriste la venganza en hidálguica alianza palpitó el silencio hundido en mí. Entonces al final con la mano extendida tomé mi nombre callado para siempre.
199
BARINAS
Alberto José Pérez Apure, 1951. Ha publicado unos veinte libros de poesía, ensayo y entrevistas, sus últimos títulos son: Un poeta como yo, Confesionales, En la alta noche, Notas para la memoria, La revelación del otro, y Pequeña antología, así como también es colaborador permanente de “Contenido”, suplemento literario del diario El Periodiquito y de la revista de los escritores latinoamericanos, Letralia. Ha sido galardonado con el Premio Único de Poesía de la Bienal de Literatura de la Universidad Central de Venezuela y con el Premio Nacional de Poesía Centenario de Enriqueta Arvelo Larriva, y recientemente distinguido por la Red de Escritores de Venezuela con el premio Compañero de Viaje, en reconocimiento a su contribución a las letras nacionales.
Poema para descansar el corazón
Cuando niño nunca imaginé que la tierra giraba en torno al sol En el lugar donde nací no hay elementos geográficos y físicos que indicaran lo contrario En mi tierra el sol es grandote casi nunca lo tapan las nubes sólo mis ojos cuando buscan la huella que complete un paso en el silencio de la sabana.
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Pequeño poema de amor
Las mariposas son palabras de colores que vuelan las estrellas y la noche los trajes de la muerte Todos los pasos del hombre se pierden los salmos y las aguas del cielo también Ninguna estación venero invierno o verano es igual para volverme un arqueólogo del diecinueve maravillado en el valle de los relámpagos donde los hombres somos pequeños y adorables animales y así te diga adiós bandera de país lejano te recuerdo que las mariposas son palabras de colores que vuelan.
202
Final de invierno
Los pasos no me alcanzan para tomar tu mano en este final de invierno Dice mi corazón que me vista de oro como algunos árboles en cierta época del año para que agosto y septiembre no me angustien que lo real no es bueno para el hombre hasta tanto no aparezca la muerte En fin esta temporada de lluvias relámpagos y truenos ya se muda a otro lugar del planeta pero si tu mano alcanzara yo la cantaría como se cantan las historias de los grandes amores.
203
BOLÍVAR
Eucario García Rivas Sucre, 1946. Cultor, músico y poeta. Se formó en la Universidad Simón Rodríguez, a través del Centro de Estudios para el Aprendizaje Permanente (Cepap), egresando como pro motor en lecto-escritura, medios comunitarios y especialista en andragogía. Trabajó en la Universidad Central de Venezuela y en Fe y Alegría. Participó en diferentes grupos musicales y de teatro, entre ellos Anamaitana, Expresión Nacional, La Parrandita y el movimiento artístico La Esquina del Callejón. Funda en Ciudad Bolívar, en 1997, el movimiento pedagógico Porche Literario Calle 13. Desde 1998 mantiene el suplemento cultural “La Barca de Oro” que se publica los domingos en el diario regional El Progreso. Cuenta con una vasta obra inédita de poesía y crónica. Sus textos han sido publicados en la prensa local y regional.
Cultivaré rosas
Un día cultivaré rosas. Muchas rosas, y las venderé sólo a aquellas y aquellos que sean capaces de sentir amor por el oleaje de una mirada. Las venderé en el mercado de las enamoradas y enamorados, y el enamorado que no tenga para comprar una flor, igual podrá disfrutar de una bella rosa en el ojal de su camisa, o, la dama la podrá llevar en su pelo alborotado y al viento, para que luzca al sol de la vida. Porque una rosa, cosechada por la madre tierra, no se le niega a un ramo de esperanza...
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Melodía al tiempo
El mundo es chico, muy chico, y arropa el amor. El mundo es una melodía dejada en la flor. Quiero dejar en los dos, un pedazo de tiempo, un pedazo de canto, un pedazo de viento. Quiero dejar en el alma la rendija, el sonido, la sonrisa, una luz, la voz, el sentido y el más hermoso son de mi latido. Quiero que el amor sea un pedazo de sol, un pequeño y hermoso lazo que hable de amor, porque el amor se lleva en la piel y el hueso metido. Y cuando vayamos por la calle, los dos, sólo hayan cariños y miradas de amor, porque sólo la vida tiene de testigo a Dios.
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Apareció el ALBA
El encuentro de las aguas está en tus ojos, Mece peces como hojas, su hacer; Lleva el vibrar del oleaje en el amor Y el canto de la vida va allí, Suelto en el fondo del mar. Por eso, se durmió un faro, apareció la luz. Se quebró un árbol, dejó semillas y la montaña entera; Se secó un manantial, dejó ríos y mares; Se hizo la noche, apareció el ALBA.
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CARABOBO
Lyerka Bonano Valencia 1981. Poeta y promotora cultural. Licenciada en Educación Mención Lengua y Literatura por la Facultad de Educación de la Universidad de Carabobo. Directora de Cultura de la Universidad Arturo Michelena UAM, Valencia. Fue directora de la re vista La Tuna de Oro y perteneció a la redacción de la revista Poesía, ambas de la Universidad de Carabobo. Perteneció a la comisión rectoral del Encuentro Internacional Poesía Universidad de Carabobo y del Encuentro Nacional de Jóvenes Escritores Universidad de Carabobo. Ha publicado: Cartas de guerra (2005); El zigzag de la máquina de coser (2007). Ha formado parte de las antologías: Amanecimos de bala: Panorama actual de la poesía joven venezolana (2007); Deleite Literario III. Antología poética para jóvenes (2007); Memorias del XVIII Festival Internacional de Poesía de Medellín 2008.
Chicle
Con el chicle que masticaba de ni単a inflaba un mundo entero en la boca ahora desinflamo la vida en aretes que hacen los labios y escupo al acabarse lo dulce.
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Flor
Una flor que se corta muere asĂ el hombre acaba al perder su raĂz aunque tenga el abono prefiere deslucirse y nada lo apega de nuevo a la tierra vive con la torcedura y la mujer con la culpa de preferir un ramo en la sala.
210
Ida
Desde tu lugar me voy lejos a donde no puedas verme porque soy arcilla partida y el alfarero componiéndome me ha partido más Así me despido entre cantos hondos silencios repetidos y la imagen de aquella vez de la última vez.
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COJEDES
José Daniel Suárez Tinaquillo, 1958. Poeta, dramaturgo, ensayista y narrador oral. Fundador de grupo literario Nuevo Tramo, 1979. Ha publicado las obras literarias: Tú sabes que es verdad y late dentro en el fondo del alma (1986); Retiros murmurantes (1989); Después del paraíso (1983); El manto de Eros (1985); El viaje del monólogo interior desde el teatro clásico a la posmodernidad (1998); Ezequiel (2002); Amargo (2002); Carmela (2002); Andar en el estribo (2002); Memoriales del bar a la media noche (2005); Sol decapitado (2002); El canoero del Caipe (2005); Antología ensayada de la poesía cojedeña del siglo XXI (2006); Palabra memorable (2007); Maisanta (2007); Matilde Arcángel (2007); El perseguido (2008); Aquella bala en el viento (2009); Déjame cantar boleros en abril (2010); Rosa de Luxemburgo (2010); Antología de los amores buenos (1911).
A las seis es la cita
Sé bien que temblarás como carne de cecina. Los tres hablaremos de amores pasajeros. (Amores como el tuyo se encuentran en la calle). Sé bien que temblarás y yo sentiré en mi corazón como ruedan los autos, como pasan caballos de la feria y mi pensamiento se vuelve agua de nostalgia. Lloverán de tus ojos flores amarillas y rojas para confundirme y mi pie no se moverá. Sé bien que temblarás con ese bolero de Panchito Rizet (Te espero allá en el bar, en el bar de la esquina). Te morderás los labios, y mirarás con furia. Golpearás mi Ford cincuenta y cuatro y le pegarás en el corazón. Él y yo decidiremos cuál lado de tu amor es mejor.
Será así a la media tarde de septiembre que por lo general se nos viene con lluvia y sol 213
y nosotros pensando que el diablo y su mujer están / en riña. Tú traerás la Virgen del Carmen. Yo traeré él Nazareno de Ismaelo. Tú no cuidaste a tus amigos. Ni tampoco pensaste que a las seis es la cita. En este bar de la Bolívar con tanta gente que nos mira y espera que brote sangre de cecina. Sé bien que estás temblando la orquesta suena y a las seis es la cita.
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Borracho no vale
Ayer a Carmela le regalaron una copa. La Polar se la trajo especialmente para ella. Se la trajeron de Puerto Rico. También le trajeron en una caja de música a Nelson Ned. Carmela agarró la copa y le vació una caja de cerveza agarró a Nelson Ned y lo metió en la copa llamó a Betsaida, Zoraida y Andrea para que viesen como el pequeño gigante de la canción nadaba en una copa de cerveza. Bebía y nadaba haciendo burbujas, que Betsaida, Zoraida y Andrea soplaban fuera de la casa para que Carmela se muriese de envidia. Pasó el tiempo y se bebieron la caja de cerveza y buscaron otra y otra. Se les fue olvidando Nelson Ned porque los Ángeles Negros estaban cantando en el / Cine Tropical,
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el gato de Cheo Feliciano hacia días que andaba de / mal humor con el ratón. Todas se quedaron dormidas Nelson Ned también. El gato no lo pensó dos veces y se comió a Nelson Ned. Ahora anda por la ciudad cantando sus canciones dando serenatas y pidiéndole a Dios que las pueda olvidar.
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Como la hiedra Adoro la calle en que nos vimos La noche en que nos conocimos Chavela Vargas
Uno debiera irse con los Bares Isaías Medina y no estar en este fondo sin luz para que nadie pase a destiempo. Uno debiera partir con esas barras que ya nadie / recuerda. Vivir por años reposado en la Casa de cita de Álvaro Mutis o dejar los amores en el Altar del bolero de Cobo-Borda. Para que la noche (que viene y regresa) en nosotros / cante. Porque un hombre que pasa con los bares en la memoria anda liviano y canta. Y despierta a la gente como un gallo y no lo atormenta la lluvia ni los fríos de octubre. Porque un hombre que va con la cantina en la memoria descubre en los labios de una mujer el fuego que la devora dentro.
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DELTA AMACURO
Ylisney Orta Ciudad Bolívar. Especialista en Gestión Cultural, investigadora, Facili tadora de la Casa Nacional de las Letras Andrés Bello. Coautora de los textos: La cultura warao de lo oral a lo escrito y El tamborín como manifestación popular del estado Delta Amacuro. Reconocimiento: Orden Merito al Trabajo 2010, Día del Empleado Público, Gobernación del Estado Delta Amacuro, Fundación Premio Nacional La Sureña del Delta, IX edición, 2009. Reconocimiento en su Máxima Clase como Promotora y Animadora Socio Cultural. Asociación Venezolana del Artistas Plásticos (AVAP), 2008. Reconocimiento por su gran aporte al desarrollo de las Artes Plásticas en el estado Delta Amacuro. Gobernación del Estado Delta Amacuro, Secretaría de Cultura, 2005. Entrega de Botón de Oro, por El Día del Trabajador Cultural.
Sentidos
Mis ojos cansados, entumecidos, se cierran y se abren, Con los parpados caídos de sueño en búsqueda de / tranquilidad. Mi cuerpo, sin fuerza, con los huesos sensibles, Indelebles donde la sangre circula en búsqueda de vivir. Mi corazón, respira sin latir Susurra ¡ lentamente, despierta? Despierta, Escalofrío, recorre mi cuerpo, Despertando cada arteria para dar vida al amor. Mi boca, sin aliento, sellada Sin poder gritar, Aquí estoy yo ¡ La voz que expresa la agonía De un ser vivo con ganas de combatir Las lenguas viperinas, de una sociedad ciega, De apariencia e infeliz, que cubre su vida Del lujo y del “Vivir bien”, sin ser feliz.
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El Warao
Mirada opaca, sin fronteras Que recorren los caños y cañitos del manamo. Rostros, cálidos, profundos, Como profundos son sus selvas. Maños de arañas, que construyen, tejen, Fabrican y admiradas por el mundo entero. Hombres y mujeres de agua, Canaletean contemplando su universo, Universo, exorbitante, con atardeceres únicos y Amaneceres de cantos de una fauna tropical, Biodiversidad que respiras, al recorrer sus janokos, Sus danzas, cantos y tradiciones. La voz que se escucha, La lengua, idioma que se habla Un pueblo vivo Que afianza su cultura, En la Venezuela socialista que los hizo ley.
220
Fuiste tú
Fuiste tú, que en una noche No planificada, al compas de la música Compartimos momentos maravillosos, rodeados de luces Y al final eras tú y yo. Fuiste tú, quien despertó el sentimiento oculto Que tan solo con un beso abrió El caparazón de mi corazón. Fuiste tú, noche mágica Testigo de la pasión y de Respiración profunda Que infla un corazón, Acelerado del brillo, las miradas llenas de alegría. Fuiste tú, que en un espacio mágico Se viven cosas maravillosas. Fuiste tú, que hizo quebrantar Lo prohibido en una noche De sueños y emociones.
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DISTRITO CAPITAL
Neguel Machado Caracas, 1968. Poeta cultor de la décima y el verso libre, narrador, escritor, cultor de nuestras manifestaciones tradicionales culturales, trabajador socio cultural. Fundador de dos programas radiales en la emisora comunitaria Radio Perola: El tiempo es del decimista y Cuentos de la locura corriente. Recopilador del libro Por el sendero de ayer (décimas de Julio Ramírez) publicado por el Fondo Editorial de Fundarte en el año 2000. Posee varios libros inéditos. Ha publicado 3 libros: Memoria clave de un pueblo, (décimas), La macagua silbadora y otros cuentos de Merceita (relatos), y Las agujas del miedo, (poemario). Colaboró con el ya extinto boletín La Décima 10x8, editado desde el Perú. Es organizador del primer encuentro interparroquial de decimistas realizado en la ciudad de Caracas en el año 2010. Formó parte del primer contingente de coordinadores de formación para el Plan Revolucionario de Lectura.
2
Quiero salvar la piedra so単ada de la identidad Conversar con las sombras Hacer espuma aquella cerveza triste Danzar con mi verg端enza y enamorarla Saberme su verdad Olvidar el mago sol del vino Esperar ante la puerta una sonrisa de la angustia Estrechar caricias profundas en labios del destino Volver a la casa de los juegos Para libar con los muertos Con Mi Muerte
223
3
Segura de ningĂşn encuentro pagada como prostituta la ciudad encuentra la tierra Viaja frente a espejos diversos inundando calles en fuga Cotidiana mantiene indicios de viernes confundiendo /pedastrĂa con sacerdocio Me confiesa sus cosas de sĂĄbado mientras bebe y come / pastel con los muertos Me devuelve su memoria ciega de libros y cuadernos
224
4
Camino retumbante sobre el papel moribundo derritiendo recuerdos Hablo me entrego pre単ado de luz con el fusil de la vida / bordando tardes de ayer y vientos contando velas silenciosas monta単as sin uniformes lecho de mis huesos
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DISTRITO CAPITAL
Aracelis García Reyes Poeta, feminista, fotógrafa, politóloga. En 1989 ingresa a la Escuela de Artes de la Universidad Central de Venezuela y se integra a los poetas de Carapita (Antímano), quienes consolidan el grupo Sendero Literario. En 1995 participa en la antología La esquina del callejón, asimismo en la Antología de la poesía subterránea. Entre sus obras inéditas destacan: “Hombres cura-tristezas”, “Yo defiendo esta revolución”, “Veneris Dies”, “Cuando yo era martes”, y “La noche y los solos”. Fue galardonada por el Certamen Mayor de las Artes y las Letras en 2006 con la obra Pretextos y otros males de la colección Cada Día un Libro, publicada en el 2008.
Las palabras
Solo deberían usarse las palabras cargadas de sentido Las palabras dormidas no cuentan Las vacías llénalas Las mudas quítales la mordaza Las de romance Déjalas ir con la tarde Las palabras muertas entiérralas o quémalas Las hirientes desángralas Las aguadas viértelas Las caracol tíralas al mar Las palabras de olvido recuérdalas Las acomodadas muéveles el piso Las eternas posmodernisalas Las saladas edulcóralas Las desmayadas reinvéntalas Las de traición enciérralas hasta que mueran Las amorosas aliéntalas Las palabras llanto sonríelas Las de saudade camínalas por el parque, llévalas al cine Una palabra aniquilada Queriendo salir como canto de chicharra griiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiitala.
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Otro viernes delgadito
Podría irme a la cama Será lo mejor… pensarían mis amigos Está a punto de amanecer Esta luna se asoma tímida despidiéndose Dejando un hilito del sol… ¡Veneris die!… yo te invoco Déjame ser este viernes pecadora Bórrame esta piel de nostalgias y olvido Este viernes no es santo Es 28 de abril Es la frontera de la semana Lo fugaz, lo sutil que se me añeja La dulce locura que se transforma La gota que se desborda Déjame ir al encuentro de la carne sin prejuicios Ser igual que él Despójame de todo, de todo cuanto he creído LA HOGUERA Me dicen la bruja de esta amarga fiesta La apasionada No esperaba menos
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Confieso que hemos llorado, hemos jurado. Les digo: tiene que ser Bolívar ese esqueleto glorioso, pues puede sentirse su llamarada Hugo Chávez
Padre, Ahora que finalmente todo lleva tu nombre que tu corazón late en el nuestro Y es púrpura la sangre de verdad Ahora que el poeta se hizo pueblo que todos descubrimos que tus huesos eran verdaderos Es roja la letra con la que te escribo roja la lágrima a través de la que veo tu pequeño cuerpo Padre Tú que me cobijas con tu pensamiento que te haces infinitamente humano en mi palabra Que dejaste de ser un libro lleno de polvo en la estantería / más alta Ahora que mi hijo quiere ser como tú, un superhéroe / a caballo Galopando por todo un continente con sueños febriles / libertarios Ahora sé cuál es el tamaño del amor que me deslumbra Mis manos ciegas te acarician en cada una de tus cartas.
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DISTRITO CAPITAL
Andrés Aguilar Pérez Los Teques, 1940. Ha escrito, entre otros, los siguientes libros: Siete fechas y un epitafio (poesía), Un muerto muy especial (novela), Los sueños de Carmelo (relatos), Este sol sí quema, carajo (poesía), Por aquí pasó el comandante Elías (Novela) y Josefina nos dijo adiós (poesía). Preso político durante seis largos años en el Cuartel San Carlos (Caracas), La Isla del Burro (Lago de Valencia) y la Cárcel Nacional de Sabaneta en Maracaibo, juzgado por el Delito de Rebelión Militar y Difamación e Injurias a Las Fuerzas Armadas, bajo el Código de Justicia Militar. Ha realizado trabajo social y político en varias comunidades del país. También se ha desempeñado como maestro de escuela primaria. Fue militante del Partido Comunista (PCV) desde 1955 hasta 2007 cuando optó como aspirante a militante del PSUV. Miembro del Comando Hugo Chávez Frías (Parroquia 23 de Enero); Miembro de la Célula Comunista Andrés y Ramón Pasquier; Miembro del Comando Carabobo de la Parroquia 23 de Enero 2012.
Mi madre
Mi madre tiene los ojos amarillos Y huele a sol AĂşn perturba los sentidos De cuanto hombre pasa a su vera Mi madre cultiva flores en sus cabellos Anda las aguas como un loto Y sus trinos viajan hasta los horizontes En las alforjas de los vientos Anuda sus caminos Como hilos en su ovillo Y siempre me dice Son tuyos DesĂĄndalos
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Toledo
Sabías Que Toledo Tiene un pequeño cielo Y sus casas Son como nubes Que Pasarán Lentamente En 1000 años.
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Tu vientre
Tropel de caballos Lluvia fina Para que esta noche Vuele en mí El perfume espeso de tu vientre Fruto de Susa Que recuerda el principio del mundo El éxtasis de los dioses Animal que acaricio suavemente Para que ordene mi vida Que se habría perdido En el camino que te sigue hasta la muerte.
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DISTRITO CAPITAL
William Torrealba Caracas, 1959. Poeta, docente, licenciado en Educación con postgrado en Literatura venezolana. Ha publicado los libros: Alcalís (Premio Cada Día un Libro de la Editorial El perro y la rana); Alto aliento y Después de la noche. Fue merecedor del Premio Explosión Cultural Bicentenaria por la Región Capital. Sus poemas han sido publicados en diferentes revistas del país. Participó en el Festival Mundial de Poesía de La Habana y en diversas ediciones del Festival Mundial de Poesía de Venezuela. Sus poemas han aparecido en las antologías: Ciudad satélite (1985); 70 poetas en solidaridad con Irak, El Líbano y Palestina; Esa bolera es nuestra, entre otras. Fue Director académico del Liceo Andrés Bello en Caracas.
Letra ciega
Letra ciega trasmutada perro de ojos presos que corroe la luz desierta de la tarde que se ajusta al hechizo de tu estrafalaria lengua que me nombra.
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Urdaneta
Obscenos ciudadanos se zambullen en la acera Todos corren para cobijarse sin saber dรณnde Anuncios falsos colores estrepitosos ruidos circulan a Urdaneta que en su suerte de avenida de pรณlvora y batallas permanece incรณlume La lluvia repentina rodeaba al viernes Afuera todo es humedad el universo en ondulaciones de caderas La lluvia es un estorbo una maldiciรณn sin fin cรกlculo de la ignorancia y su polilla el bostezo de estos ciudadanos sin memoria y sin origen Yo cavilo sobre las cosas muertas para protestar para escapar de forma audible.
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Lecuna
Desde la botica de Velásquez es precio observar a Eneida sobre todo transeúnte que lleve mirada complaciente y un deseo quebrantable de la carne Es cierto la Lecuna es un incienso de olores pútridos fálicos vaginicoso de puto ocio andando en las pisadas de una que otra liceísta –Bueno, es el tiempo–dice Velásquez Eneida fija su mirada a uno que lleva dentro de sí las anotaciones del bar una luz roja en la memoria y un acicate que le dejaron dentro El hombre viene del bar del frente sus pasos recogen el polvo de asfalto Ella reconoce su sed y lo acuartela en la esquina del hotel Falcón.
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DISTRITO CAPITAL
Carlos Manuel Duque Caracas, 1977. Licenciado en Letras por la Universidad Central de Venezuela, realizó cursos de Tra bajo Social en la Universidad de Las Villas y Comunicación Social en la Universidad de La Habana (Cuba). Ha dirigido algunas publicaciones periódicas como La Colombeia, Órgano Informativo del frente Francisco de Miranda, En el Camino, y Vuelta de Hoja. Ganador del Certamen Mayor de las Artes y las Letras con el libo Al pie del origen (poesía, 2005). Algunos de sus poemas forman parte de antologías nacionales y extrajeras como Amanecieron de bala; En obra; 70 poetas venezolanos en solidaridad con Palestina, entre otras.
Certeza de Dios
Di que me descubriste en plena balacera donde un pulmón sacaba un árbol a pasear Di que me descubriste a tres milímetros de mis venas y que tu hermana es enfermera Di que me viste cuando un caballo muerto miraba mis alas Di que todos estábamos jodidos y que la capital era una rubia que ponía a hervir sus manos en las alcantarillas que las cerezas también flotaban en el río Que las golondrinas dejaban su olor a pólvora en el cielo y que las cigarras quemaron su canto comenzado el verano
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Di que con las uñas rotas no se toca el arpa y las promesas se las tragó el televisor que somos obreros y esgrimistas en mitad de una plaza y que nos siguen disparando Di que existo y que tengo mala gana y he perdido todas las apuestas Di que el tiempo se sienta a esperar en los acentos y que la historia es una aguja pinchando a un saco de boxear que a veces manda a quemar a una mujer Di que le cortaron las patas a la paloma y no bajó a entregar correspondencia Di que la vida es una mano un martillo y un clavo que no saca a otro que el infierno no es tan fácil como lo pintan Di que ella supo recoger las ilusiones para dárselas en la boca como ostias a los peces del estanque
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Di que existo y tengo papel de extra en algunos musicales y que metí preaviso en lo de la comida Di que un perro aúlla en mitad de la calle y nadie me ve y esperamos una línea para completar el hexagrama.
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FALCÓN
Yariza Rincón Maracaibo, 1953. Poeta y bibliotecaria. Licenciada en Educación mención Desarrollo Cultural, Universidad Simón Rodríguez (2009). Fue miembro del Taller de Creatividad Literaria dictado por Juan Calzadilla en la Casa de la Poesía Rafael José Álvarez (20032004). Participó en la II Bienal Nacional de Literatura Ramón Palomares en el estado Trujillo (2005 y 2007); III Bienal de Literatura Orlando Araujo en Barinas (2006); Elías David Curiel, en Coro (2002, 2004, 2006 y 2008). Promotora de lectura del Plan Nacional Leer es Entender. Reseñas de su obra aparecen en las revistas Trapos y Helechos, Ventanal, Oikos, Abran Paso y Letra Viva. Ha publicado La mujer caballo. Conserva inédito el libro “Colonia deshabitada”.
Levedad del aire:
Levedad del aire fragilidad acuosa sinuosidad oscura labriego origen momificado hermosa sucesiĂłn que delata renace lugares en sequĂa preĂąez de la siembra en flor.
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Del fuego:
Del fuego que exhala la aurora emergen las sombras afluencias efervescencias aguas absolutas que ayer resistían. Exhumación del tiempo en la vereda que da al río. Sombra que nace más allá voces exhaustas que avisan de un prodigioso encuentro silban y se recrudecen durante el invierno. Existencias marcadas emergen petrificadas acusando el invierno el hombre náutico se hace presente. Las hiervas sagradas aparecen atemperan la piel y sellan sus ancestros las eras, la tierra, el hombre. Sigue el fuego Escalando las voluntades sigo el escalofriante sonido de la consola. Otro lugar me quiebra en la hondonada Extraño olor a ámbar.
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Etérea la tarde me avisa a ciegas, de un exceso existir regreso de la noche circense una bola de fuego se me adhiere a las cicatrices. Deambular cargando todas las especies que almacené ahora me digo que estoy en el paso del desfase lunar. Retengo la mirada de la madriguera invernal. Una mirada de verdad que adultera la rabia del anfibio. Herido asomo la calcárea delgadez de tu grito autista, pero no me brinda la oportunidad de envolverme en tu estampa marmoleada una blancura agrietada a la caza de lo intangible; acecha en el crepúsculo.
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GUÁRICO
Tibisay Vargas Rojas Caracas, 1961. Licenciada en Lengua y Literatura, por la Universidad de Carabobo. Especialista en Docencia Universitaria. Facilitadora de Talleres Literarios: Conac, Cenamec, Casa Nacional de Las Letras Andrés Bello. Ha publicado en los siguientes periódicos: El Carabobeño, El Periodiquito, Diario de Aragua, La Prensa del Tuy, El Expreso, La Razón, El Impulso, El Nacionalista, La Prensa del Llano y La Antena. Igualmente, en la Revista Nacional de Cultura; revista Poesía y La Tuna de Oro; Trapos y Helechos; El Toro Constelado e Hipocampo; entre otras. Obra poética: Llana palabra (1993); Pasollano (1993); De humo y sal (1998); Tachaduras (2000); Tema de miseria (2002); Poemas Patacaliente, selección de poemas (2003); De un patio a otro (2005); Tercera persona (2008) y Poemas (2009). Galardonada con premios de poesía: Ipasme (1992); Rafael Rivero Oramas (1997); Premio del Concurso Interuniversitario de Poesía Cuam (2001), entre otros.
Allรก una palma sola resquebraja el sol sobre la carne esta carga la bestia tiembla y yo arreo tanto cuesta un pedazo de sombra.
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Ando en la mirada del caballo detrĂĄs de una casa perdida
Luis Alberto Crespo
Debe ser por aquĂ esa mata marcaba muchos sitios y traje el animal que monto ha vivido conmigo mĂĄs que nadie temblaba por eso por regresar crujo por dentro perdiendo la huella.
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AquĂ sufrimos demencia de horizonte veranos subrayan nuestras horas en retazos de monte que lame la candela Un alma de ceniza que revienta en el rostro es demasiada vigilia.
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LARA
Beatriz Rondón Barquisimeto, 1979. Poeta, tallerista, productora de radio, profesora, miembro de la Red Nacional de Escritoras y Escritores Socialistas de Venezuela. Ha participado en recitales en diferentes estados venezolanos. Algunos de sus poemas han aparecido en publicaciones como la revista literaria El Pozo de Génesis, Revista Rótulo Ediciones, revista literaria alternativa Epigrama, revista Los Cuadernos del Canguro (México), revista Palabristas de Ayer y Hoy (Argentina). Igualmente, parte de su obra aparece en las antologías: Las chicas van al baile (40 poetas venezolanas. Perú, 2012); Los poetas le cantan a Martí (Venezuela, 2013). Resultó finalista en el Concurso de Cuento y Poesía Breve de la Librería Mediática, por su cuento breve Si me preguntas (2009).
El olvido huele a humo Y tu cabeza se adelgaza en el viento Mis ojos paralelos Miran a ning煤n sitio Vuelves sin orillas Tu voz Correo devuelto Arrendataria de dudas Sin dep贸sito sin llaves Hundimiento en la distancia.
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Vibraron en tus pupilas Geografías rotas Hoy sólo queda Un sueño escrito En un mundo Doblado en su aurora Estrellado en mis pupilas.
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Cavernas de bocas abiertas Transitan las palabras Cavernas de bocas abiertas Lugar Por donde se asfixia el grito Por donde Se entierran los cadรกveres Un canto a garganta llena.
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MÉRIDA
Jairo Rojas Rojas Mérida, 1980. Licenciado en Letras, mención Historia del Arte. Ha sido profesor, bibliotecario, corrector. Su primer libro La rendija de la puerta resultó ganador de la IV Bienal de Literatura Ramón Palomares en el 2011. En el 2012 fue galardonado con el Premio Único del III Concurso Nacional de Poesía del Festival Mundial de Poesía de Venezuela, con su libro La O azul. Se ha desempeñado en la producción cinematográfica con las películas documentales: Machera: El Robín Jú de Mérida y El misterio de las lagunas. Fragmentos Andinos. Le interesa el Land Art y el Arte Outsider. Administra el blog: www.dibujosalmargen.blogspot. com.
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no lo dijo todo, mientras hubiera sol se colocaba nubes en su cuerpo, hojas grandes, tierra, cajas encima de su pecho, se tapaba con ropa de niño, disimulando ladraban los perros al pasar, sus hombres gruñían mi hermano y yo éramos la historia que perteneció a otros algo que se veía venir decía el nono Raimundo y hacía ruido mi hermano mi semejante con sus ojos otros con la palidez de su cara creando la danza sin que un ápice de música entrara de la sucia calle sonaba porque prefería estar con los animales perros, gatos, loros, conejos hasta hablar como sus amores “es una enfermedad” —decían— “lo picó el arco, quizás” no cerraba la puerta, sin embargo afuera: todos los novios
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adentro: la gente enamorada los locos el único comía el agua de rosas, el alimento de los perros / abandonados y todos, la verdad, veníamos a confundirnos “no sé si sigo aquí” le dije a su manera era otro con mi sangre y conmigo sentado durante diez años que vimos pasar, si más, sin remordimiento, a todos, / a ellos y seguía haciendo reverencia , persignándose continuaba el rezo dejado en la infancia, mi hermano la verdad todos estábamos confundidos ¿qué hay debajo de su mar? ese dolor de todo un pueblo adentro que mira a través de la rendija de la puerta esa herencia única que enterrada irá con nosotros unidos ya en la tierra ¿qué existe frente a su llanto disimulado?
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que nos llevarĂĄ al lugar donde nacimos hechos aires que avisarĂĄn de nuestros nombres esparcidos por todos lados aĂşn que esperan.
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MIRANDA
Isaías Cañizales Ángel Boconó, 1973. Premio Nacional de Poesía Fernando Paz Castillo 2010. Premio Municipal de Poesía del estado Trujillo 2003. Magíster en Estudios Culturales de la Universidad ARCIS de Santiago de Chile (grado de excelencia, 2010). Licenciado en Letras, mención Lengua y Literatura Hispanoamericana y Venezolana de la Universidad de Los Andes (cum laude, 2002). Fue investigador de Casa de Las Américas, La Habana, Cuba. Actualmente es profesor de la Escuela Venezolana de Planificación. En ensayo, es autor de “De los magos” estudio crítico de la narrativa breve cubana de los años 70. (2002); “Verano en Pekín” (en proceso de publicación). En poesía, Ceremonia de lo adverso (2003); Profanaciones y derrotas (2010); Las ruinas de la casa (2010); Las buenas razones; Kuaderno palestino; y La tierra & el fuego.
La Casa
Esta casa no tiene paredes, pero sus puertas son la memoria de un futuro postergado. Aquí los nacimientos fueron suspendidos y se ha mutilado toda forma de esperanza. En cada rincón puede sentirse el aliento de esos cuerpos adormecidos por la voluntad de un disparo, de una infinita metralla que induce a ese vómito verde, a esa borra macilenta donde se desdibujan los días en los que alguna vez fuimos menos miserables. Este boquete del infierno, tiene vértices donde arde la piel y se ven los huesos y se caen los dientes cuando se quiere soñar. Aquí los gusanos celebran el desplome de cualquier forma de resistencia. Lamen cada retazo de sombra, escupen veneno, taladran las orejas y al cerrar los ojos, asaltan la boca, bailan en la cabeza y se agitan dentro, en las venas, en la guata, en la irrisoria soledad que nos habita. Si algún zumbido te obliga a moverte, no retrocedas no supliques no abras los ojos no guardes silencio no te quedes despierto no te quejes no calcules no balbucees no esperes milagros no te pierdas en míseras vigilias: Recuerda que estas ruinas son el alfabeto de una Casa que también se quedó sin ventanas.
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Gitano
Yo puedo leer tu mano. Sé que estas líneas te delatan. Es mejor confesar: recuerda que la lluvia no es un buen presagio. Siento que hay cosas que no necesitas: ¿para qué este ojo? ¿Y estas orejas tan grandes? Vamos a separar estas uñas de esos dedos. Creo que te sobra una mano. Donde las palabras son desvaríos no es razonable que se tenga lengua. Es mejor arrancarla. Esta línea describe lo breve que será tu vida. Esta otra ¿la ves? mira cómo el cuchillo la subraya, la hace más visible. No mires la sangre. Observa bien tu futuro. Si no anduvieras por ahí juntando improperios, la piel te ardería menos. No tendrías esos vómitos. Recuerda que cuando se tienen las piernas abiertas cualquier cosa puede suceder. Tu fortuna parece reñida con el presente. Así no puedo develar los encriptados hallazgos que el destino te anuncia. Dicen que de un tajo se puede quitar un seno. Lamento haber fallado. Luego lo recogemos. Espero que entiendas lo complejo que resulta mi trabajo. Así que no cuentes cosas con llanto. Dame algunas direcciones. Después podemos leer la borra del café, descifrar los trazos restantes de tu mano, juntar estrellas, y también buscar el pedazo de teta que se te ha caído. ¡Necesito nombres!
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Al Sur A Nelly Richard
Al Sur de estos mapas habita un dolor que no termina nunca. Un lamento que no han podido borrar las comparsas de la televisión ni las transnacionales de la desmemoria. Si caminas por Huérfanos, puede que sientas el desvarío de los cuerpos tullidos en aquellas noches donde reinaba el estupor, y los caprichos del General escogían, a dedo, al azar, por gusto, por aburrimiento, el nombre de los próximos difuntos. No te dejes atrapar por el esplendor de las ofertas de verano ni por los carteles de las tiendas donde se exhiben elegantes poleras que maquillan el presente, que decoran el futuro en cómodas cuotas. No siempre la miseria calza perfecta y tranquila en un par de zapatillas nuevas. Todavía hay quien recuerda esos días y se agarra el pecho, cierra los ojos, y siente que vuelven esos gritos, esos olores a pólvora, esos aullidos de furiosos gorilas, esas interminables madrugadas donde terminamos aceptando tantas formas del dolor: Es que esos latigazos se meten en los oídos, recorren todo el cuerpo, se hacen tu sombra, taladran la piel y caminan por entre los huesos. De repente un escalofrío te corta el aliento, uno se pone verde, le suda el poto, se agarra las manos y agradece por el sólo hecho de haber sobrevivido.
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MONAGAS
William Torcátiz Maracaibo, 1949. Ingeniero petrolero, poeta y músico. Tiene dos poemarios y tres libros de relatos. Merecedor del Primer Premio, mención Narrativa, en el I Certamen Mayor de las Artes y las Letras, colección Cada Día un Libro de la Editorial El perro y la rana (2005). Finalista en el XX Premio Cálamo de Poesía Erótica convocado por la So ciedad Cultural Gesto de Gijón, España (2008). Obtuvo el Premio Accésit por su novela Naty y los sueños estrangulados y el Primer Premio Concurso Internacional de Relatos Eróticos, Latin Heritage Foundation, Washington, United States of America. Tiene publicada la antología Secretos de tacón. Miembro fundador del Centro de Investigaciones Literarias José Lira Sosa y de la Fundación Literaria La Flama. Colaborador de revistas y periódicos literarios encartados en la prensa nacional y regional. Articulista de varias páginas digitales: Aporrea, Ensartaos, Letralia.com, El Jinete Insomne, Tinta y Fusil.
El despertar de los invisibilizados
Sublime e intrépido capitán Guerrero imbatible Comandante en jefe de la ternura entrompa tus ejércitos de amor que el flamear de tus banderas libertarias seque el llanto de los necesitados y tu sonrisa retoque la esperanza de los oprimidos Lanza tus batallones sigue derrumbando mentiras de años acaba con la desigualdad y con tus cañones de amor y frenesí extermina por los siglos de los siglos la condición de excluidos y desarrapados Adelante guerrero invencible el mundo espera por la luminosidad de tu verbo por la irradiación de tus enseñanzas Millones de mujeres y de hombres claman por ti esperan que les muestres el camino hacia la liberación
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de sus pueblos de sus almas y de sus sueĂąos. Adelante arquitecto de sueĂąos tu presencia atronadora desbocĂł el descontento en la tierra Los invisibilizados reclaman un puesto en la historia.
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Cuánto me gustaría trastocar la verdad
Cuánto dolor, cuánta angustia cuánto asombro cuántas ganas de querer que la pesadilla se extinga cuántas ganas de que todo sea un sueño maluco cuántas ganas de verte sonriendo corriendo entre los niños tras el papagayo que reventó el hilo tras la pelota que se te escapó del guante. Cuántas ganas de encontrarte camaradas a la vuelta de la / esquina jugando metra armando caimaneras con pelota de goma jugando chapita reflejándote en la mirada de una muchacha bonita Cuántas ganas, pero cuántas ganas de trastocar la realidad cuántas ganas de inventar la reversibilidad de la verdad.
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NUEVA ESPARTA
José Pérez Anzoátegui, 1966. Reside en la isla de Margarita. Licenciado en Letras. Doctor en Filología Hispánica por la Universidad de Oviedo, España. Ha publicado once libros entre ellos: Jardín del tiempo (cuentos, 1991); Callejón con salida (cuentos,1994) Como ojo de pez (poesía, 2006); Fombona, rugido de tigre (novela, 2007); En canto de Guanipa (poesía, 2007); Páginas de a bordo (poesía, 2008) y Cosmovisión del somari (ensayo, 2011), entre otros. Ha obtenido los siguientes premios: Primer Premio de la II Bienal Literaria de Guayana 1993. Primer Premio de la II Bienal de Literatura Antonio Arráiz (Barquisimeto, 1998), entre otros. Ha publicado en coautoría las siguientes obras: El Caribe en su literatura (1999); 70 Poetas venezolanos en solidaridad con Palestina, Irak y Líbano (2006) y Poesía compartida (2008).
Golpes de Vallejo La ira de Dios está más allá de sí Proverbio Anónimo
En estos tiempos terribles y severos sin pausas, lisonjas, gratas consideraciones; los bostezos, la médula torcida de los pobres los golpes de Vallejo.
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Homenaje en forma de Somari A Gustavo Pereira
Le ha dicho un triste a otro triste Seguro la fiesta sigue Y la fiesta sigue.
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Canto a Neruda
Una madre triste como yo me mira es la tarde y los platos estĂĄn vacĂos No han pasado treinta aĂąos.
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PORTUGUESA
Luis Mendoza Silva Barinas, 1961. Poeta, escritor, editor, cronista e investigador social. Autodidacta y promo tor cultural. Ha publicado los siguientes libros: Mi querencia (1991); Bajo el sol de justicia (1993); Génesis de un poeta (1996); Crónica de San Genaro (1999); Vivencias del Bajío (2000); Riberas del Boconó (2002); Tinajero (2004); Botijuela (compilación, 2004); Santa Rosa de Barinas (2006); Boconoíto en el camino de la historia (2007); Una mirada hacia adentro (2007); Letras del Sur (compilación, 2007); La música de la sabana. (2008); La poesía fundamental de Argimiro Gabaldón (2012), entre otros. Es ganador de los premios: Premio Nacional del Libro mención Promoción de Lectura 2005, Premio Concurso Nacional de Literatura Historias de Barrio Adentro mención Poesía 2009, y Premio I Bienal Nacional de Literatura Antonio Crespo Meléndez mención Crónica 2012.
Cuando cae la lluvia
I Cielo que gime rumor de truenos crepitantes nubes presurosas van y vienen precipitaciones ríos viajeros que huyen distancias húmedas sinfonía de pájaros verdores exuberantes canciones poetas que se alejan amores fluorescencias colores arco iris libando en los pozos paisajes esperanza labriega cosechas de sueños rituales aborígenes abundancia vida II Brisa incesante sol de medio día calor insoportable caminos estrechos soledad silencio
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soisolas cigarras cada vez más silencio distancias tolvaneras gavilán hace piruetas más allá del horizonte humo fino esperanza oasis presentimientos atisbos hombres de tierra adversidades sueños largos inmensidades. III Una ventisca nos aventó de un tirón mundos de odio y malquerencia solsticio equinoccio atónitos asustadizos empresas caminos trochas indóciles rocas frías alturas terrenos falsos seres de alma acerada y palabras graves ruidos estridentes burlas desconfianza sol diminuto brillando en la distancia rabia desesperanza falsedades fe 272
silencio más silencio locuaz e impertérrito mirada tétrica dolido firme soñando poder cabalgar hacia ese destino desconocido / y disímil que marcó nuestra inconsciencia pasos traspiés ribera flores ingenuas aromas luna con destellos de oro saludando la palabra tímidos sonrientes confundidos fuimos a contarle a la noche los misterios del alumbramiento ¿un cristo? ¿un profeta? ¿un sabio? ¿un poeta? tal vez un ser con alma de pincel y pálpitos de tintero mañana según predicciones el mismo vendaval lo llevará hecho cenizas para traerlo un siglo un milenio o quien sabe cuantos más hecho silencio hecho conciencia. 273
SUCRE
María Esther Álvarez Poeta y profesora de la Universidad de Oriente, Núcleo Sucre. Licenciada en Educación, Mención Castellano y Literatura (UDO, 2003). Maestría en Educación, Mención Educación Superior (UPEL, 2011). Diplomado en Literatura Infantil (UDO, 2010). Finalista en el Primer Concurso de Cartas de Amor en honor al poeta Helí Colombani convocado por la Red Nacional de Escritores de Venezuela. Capítulo Sucre, en el 2009. Actualmente, cursa estudios doctorales en Ciencias de la Educación (Universidad Latinoamericana y del Caribe), igualmente, desarrolla el proyecto de investigación “Pensar la Escuela desde la Ventana de la Literatura de América Latina y El Caribe”.
Ya no preguntas...
Ya no preguntas: ¿dormiste bien? Ya no preguntas si ya almorcé. Ya no preguntas: ¿Qué tal el trabajo? ¿Cómo te fue? Ya no preguntas: ¿Qué te parece? ¿Qué tal lo ves? Te pregunto… ¿Por qué ya no preguntas?
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Cuando te vas...
Cuando te vas y yo me quedo….
Yo no sé quién se queda Yo no sé quién se va.
Yo no sé si te quedas conmigo Yo no sé si contigo me voy.
Cuando te vas y yo me quedo…
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Tal vez nos quedamos o nos vamos los dos…
Deshojando el desconsuelo
Lo quiero… No lo quiero. Lo quiero… No lo quiero. Lo quiero… No lo quiero… Lo quiero… Lo quiero… ¡Qué desconsuelo este quererlo!
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TÁCHIRA
Ernesto Román Orozco Zulia, 1962. Ha publicado: Los zapatos descalzos; Las piedras inconclusas; La costumbre de ser sombra; Los hemisferios distantes del silencio; Las casas líquidas; Artesa del tiempo (selección poética 20002008); Gestos deshabitados (2012) y Edades manuscritas (2012). Su obra poética ha merecido entre otros galardones: el Premio Nacional de Literatura, Mención Poesía, Universidad Central de Venezuela, estado Aragua (2001); Mención Única de Poesía en la VI Bienal Nacional de Escritura Ramón Palomares, Ateneo de Skuke (2005); y el Premio Nacional de Litera tura, Mención Poesía, revista Solar, Gobernación del estado Mérida (2007). Parte de su obra ha sido publicada en publicaciones periódicas y antologías de Argentina, España, Ecuador, Colombia, México y Chile.
Existencial del vuelo
leo dentaduras con vil sobredosis de expansi贸n gestos de l煤cido improperio y un desde roto como crudo tejido de un temblor.
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Rumores de telara単as
tiempo ha que reconozco la letra temblorosa de quienes sienten sangre en mi voz y saben que dentro de este reloj espantan.
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Huellas y hojarascas
pertenezco a un pueblo de lรกtigos y cascabeles soy uno de esos hombres que viven con sus dientes manchados de temblores e ilumina caminos con candela en su ternura.
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TRUJILLO
Enmanuel III Colmenares Arandia Boconó, 1979. Poeta y licenciado en Educación por la Universidad de Los Andes. Su trabajo de grado Lectura de la obra Memoria y Esperanza, del escritor uruguayo Mario Benedetti, para la integración del hecho literario con la vida de los jóvenes, obtuvo mención publicación. Realizó estudios de postgrado en Literatura Latinoamericana por la Universidad de Los Andes, Núcleo Universitario Rafael Rangel. Actualmente, es profesor de Castellano y Literatura a nivel medio y diversificado. Ha dictado talleres de poesía. Su primer poemario Revelar revuelo resultó ganador del Premio en la Mención Poesía del Concurso Nacional de Literatura Ipasme en su XIX edición. Tiene tres poemarios inéditos: “Alcachofa”, “Persemas” y “La calle de los poemas”.
El yo-yo
Dos partes circulares CuĂąa cilĂndrica en mis manos Lo enrollo con el cordel lo b a o j b o u lo s Como en la vida hay b a s j a a d d i a b s u hay s
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Intacta al tacto
Todo lo que hubo en ti fue una piel inexplorada. Nadie palpó tu belleza muchachita de Verona. Ni tu esposo, ni mucho menos Paris lograron atravesar tu pradera. ¡Oh tu esposo! Desterrado en Mantua, por haber matado a tu primo Tebaldo, al que nunca lloraste. Porque esas lágrimas tuyas eran por Romeo. Por ese esposo tuyo que no pudo descifrar tu flor desnuda. Sólo te rozó con palabras un paraíso de amor imposible. Nadie tocó tu divinidad cándida e inocente apasionada de un ser que cuando despertaste no pudo penetrar tu puerta virgen intacta al tacto.
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Rimas aQuills
La locura realista de lo que todos hacemos callamos erotismo arista silenciar al corista del MarquĂŠs laborista. Poder del mal es vano de violar la libertad de un genio maltratar con su mano el Sade escribano subversivo verano. La Madeleine profunda lavandera de verdades eternas extendiendo la funda escritura confunda realidades difunda.
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VARGAS
Marco Aurelio Rodríguez La Guaira, 1955. Escritor, periodista, politólogo y poeta. Realizó estudios en la Universidad Estatal de Moscú M.V. Lomonosov (URSS) y en la Universidad de Belgrado (RSFY). Guionista, traductor, corresponsal internacional, publicista, humorista. Sus trabajos son publicados en periódicos y revistas nacionales e internacionales. Es autor de los libros: Nada del otro mundo (2010); Cáncamo (2010). Fue incluido en la antología Sueño urgente, que recoge trabajos de poetas de México y Venezuela (2010). Fue merecedor del Premio Municipal de Periodismo en el año 2010.
Carnada
Por la boca muere el pez: La de los dos. La tuya que sostiene el anzuelo La mĂa, que lo traga.
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Trashumancia
Donde quiera que he ido he llevado mi vida.
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Realidad
Todo lo que imaginamos existe. Como imaginarse que se es.
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YARACUY
Manuel Barreto Yaracuy, 1954. Ha publicado una plaquette de poesía, 1991. Publica su primer libro: Hozare o la mujer azul, en el año 1998. Gana Primera Mención en la Primera y Segunda Bienal Marco Aurelio Rojas (1987 y 1989) con los poemarios: Imagen cero y Contra poemas, respectivamente. Su libro Concierto de sueños, gana mención publicación en el fondo editorial Ipasme año 2011. Es Primer Premio en Poesía Breve en el Concurso de Poesía y Cuento Breves de la Librería Mediática, año 2011 y 2012 respectivamente. Autor de la antología de poesía, La otra cara del sueño, poetas de Independencia (2013). Actualmente es director del Centro Experimental de Talleres Artísticos, CETA. San Felipe, estado Yaracuy.
Este papel
No hay nadie las paredes de la tarde mi cuerpo un libro de poemas sobre mi pecho bajo mi lengua un desorden No hay nadie un sonido de campana anunciando la noche No hay nadie un pedazo de mi yo y este papel con ganas de abandonarme.
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Rosaluz
Cuando salió la primera rosa de la tierra se le hinchó el corazón y todos los habitantes de la tierra salieron a contemplarla en el primer amanecer comenzó la cosa y se hizo noche en su vientre y el vientre floreció en el aire y el aire se perfumó de amor de sus alas salían palabras y toda su lengua impregnaba de luz el horizonte y el horizonte dejaba ver desnudo su cuerpo flotante ahora la llaman por su propio nombre Rosaluz que aroma el viento no vaya a ser que espanten nuestras sus pupilas y no vuelvan a verle sus labios perfectos aromando el canto de la poesía.
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MontaĂąa
La montaĂąa rodaba y rodaba era como un carreto de hilo tenĂa colmillos en los ojos desprotegida ya sin vientos ni pĂĄjaros flotaba al sur de mi ciudad.
293
ZULIA
Luis Ángel Barreto Maracaibo, 1979. Licenciado en Filosofía. Junto con el grupo Per-Versos organiza acti vidades culturales en la ciudad de Maracaibo. Su poema Souvenir representó a Venezuela en el recital Petite anthologie du sud en Bruselas, 2008. Ganador del Certamen Mayor de las Artes y las Letras en el 2006 por el poemario Arqueología de olores. Fue finalista en el III Premio Internacional de Poesía Joven La Garúa 2007 de Barcelona, España. Ha recibido menciones honoríficas en las bienales José Rafael Pocaterra y Enrique Bernardo Núñez del Ateneo de Valencia en poesía y ensayo, respectivamente. Ganador del premio al Estímulo Literario Andrés Mariño Palacio otorgado por la Go bernación del Estado Zulia en 2008. Aparece en las antologías Amanecieron de bala de poetas jóvenes, En-Obra, la antología de jóvenes poetas de la revista Poesía Nº 153 de la U.C. y en la antología Rosa Caribe.
Ombligo
Y abajo cuenca baldía sin ojo sin mirada móvil sin gesto. Pasivo hueco recipiente de aguas cenicero vaso escondido oscuro cilindro por dentro sol ciego y marrón. Faro en la noche faro de lejos. Volcán del vientre boca que abre tumba abierta a ras de sexo. ¿Dónde está lo que allí falta? Cuenca sin ojo y sin gusano hueco yerto perfecto donde ningún ojo aparece.
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Fijación
Dos soles alineados, mirándose, redondos. Un sol ovalado y rojo como de anochecer boreal. Un sol infante ascendiendo de los montes, despierto. Un sol derretido, derramándose de tu cabeza ardiente. Un gran sol materno amamantando a tus otros soles. Una luz que sale como de hornos. Flama que te bruñe te atavía. Tu cuerpo se parece a eso.
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Desaparecer
No tan sosegado como para morir más tarde no tan solo ni tan sobrio como para llorar como si no supiera de sequías o de desagües ya empezaron las agonías, los calores. Vas a empezar a decir que no vas a empezar a no estar, a no querer. Los augures se duermen, se aburren no hay nada que escribirse en la lengua el silencio es el humo que nos nubla la vista. Me acostumbro a no esperar con los ojos a no escuchar en las ventanas. El tiempo se detiene, regresa se echa desgastado y vencido turbio. Todo es un vector hacia esto te señalan todos los dedos todos los vientos te soplan. No vas a buscar mi permanencia como en los otros días porque este reloj no da horas ni sumas ni mares. Es una desgracia lo que pasa por estas venas se arruinaron los conductos de lava las veredas invisibles. Desaparecieron los postes altos ya no hay luz para resolver crucigramas ya no hay signos, manchas o residuos tuyos. Nada. Tal vez algún día te regrese en logaritmos.
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Este libro fue editado por la Fundación Casa Nacional de las Letras Andrés Bello. Fue compuesto con la familia tipográfica Apple Garamond. Se terminó de imprimir en la Fundación Imprenta de la Cultura en el mes de mayo de 2014, año de la conmemoración del centenario de: Julio Cortázar, Octavio Paz, Adolfo Bioy Casares, Nicanor Parra y William Burroughs.
2000 ejemplares