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6. La Rebelión en Cades
Sábado, 9 de mayo de 2020
^ Año Bíblico: 2 Reyes 21-23:20
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La Rebelión en Cades
“Pero a mi siervo Caleb, por cuanto hubo en él otro espíritu, y decidió ir en pos de mí, yo le meteré en la tierra donde entró, y su descendencia la tendrá en posesión” (Números 14:24).
“El Señor prometió no destruir inmediatamente a los israelitas; pero a causa de la incredulidad y cobardía de ellos, no podía manifestar su poder para subyugar a sus enemigos. Por consiguiente, en su misericordia, les ordenó que como única conducta segura, regresaran al mar Rojo.”—Patriarcas y Profetas, pág. 411.
Lectura adicional: Patriarcas y Profetas, págs. 407–416.
Domingo
1. ESPÍAS ENVIADOS A CANAÁN 3 de mayo
^ Año Bíblico: 2 Reyes 6-8
a. ¿Con qué propósito fueron enviados los espías de Cades a la tierra de Canaán? En realidad, ¿de quién fue la idea de que los espías fueran a la tierra de Canaán? Números 13:1–3; 17–20; Deuteronomio 1:20–25.
b. ¿Después de cuántos días regresaron los espías a Cades, y qué señales visibles de la fertilidad de la tierra trajeron consigo? Números 13:21–26.
“Fueron pues y, entrando por la frontera meridional, procedieron hacia el extremo septentrional, y reconocieron toda la tierra. Regresaron después de una ausencia de cuarenta días. El pueblo abrigaba grandes esperanzas, y aguardaba en anhelosa expectación. Las noticias del regreso de los espías cundieron de una tribu a otra y fueron recibidas con exclamaciones de regocijo. El pueblo salió apresuradamente al encuentro de los mensajeros, que habían regresado sanos y salvos a pesar de los peligros de su arriesgada empresa. Los espías habían traído muestras de frutos que revelaban la fertilidad de la tierra.”—Patriarcas y Profetas, pág. 407.
2. LOS INFORMES DE LOS ESPÍAS 4 de mayo
^ Año Bíblico: 2 Reyes 9-10
a. ¿Qué informe trajeron diez de los espías? Números 13:27–29, 31–33.
“[Los diez espías] estaban resueltos a desalentar todos los esfuerzos tendientes a obtener la posesión de Canaán. Tergiversaron la verdad para apoyar su funesta influencia… Cuando los hombres entregan su corazón a la incredulidad, se colocan bajo el dominio de Satanás, y nadie puede decir hasta dónde los llevará.”—Patriarcas y Profetas, pág. 409.
b. ¿Cuál fue la respuesta de Caleb y Josué? Números 13:30; 14:6–9. ¿Cuál es una de nuestras mayores necesidades hoy en día?
“En diferentes períodos de la historia de nuestra obra, se han necesitado muchísimos Calebs. Hoy día necesitamos hombres de entera fidelidad, hombres que sigan al Señor plenamente, hombres que no estén dispuestos a quedar silenciosos cuando debieran hablar, que sean tan leales a los principios como el acero, que no procuren hacer una exhibición presuntuosa, sino que caminen humildemente con Dios, hombres pacientes, bondadosos, serviciales, corteses, que entiendan que la ciencia de la oración es ejercitar la fe y muestren obras que resulten en la gloria de Dios y en el bien de su pueblo.”— Comentario Bíblico ASD [Comentarios de E. G. de White], tomo 1, pág. 1127.
c. ¿Cómo recibió el pueblo los informes contradictorios de los espías? Números 14:1–4, 10.
“Mientras los espías expresaban los sentimientos de sus corazones incrédulos y llenos de un desaliento causado por Satanás, la esperanza y el ánimo se fueron trocando en cobarde desesperación. La incredulidad arrojó una sombra lóbrega sobre el pueblo, y éste se olvidó de la omnipotencia de Dios, tan a menudo manifestada en favor de la nación escogida. El pueblo no se detuvo a reflexionar ni razonó que Aquel que lo había llevado hasta allí le daría ciertamente la tierra; no recordó cuán milagrosamente Dios lo había librado de sus opresores, abriéndole paso a través de la mar y destruyendo las huestes del faraón que lo perseguían…”—Patriarcas y Profetas, pág. 408.
“A esto siguió pronto la rebelión abierta y el amotinamiento; porque Satanás ejercía absoluto dominio, y el pueblo parecía estar privado de razón.”— Ibíd., pág. 409.
3. EL PUEBLO MURMURA 5 de mayo
^ Año Bíblico: 2 Reyes 11-13
a. ¿Cómo actuaron Moisés y Aarón cuando vieron que el pueblo había aceptado el cobarde informe y se estaba volviendo rebelde? Números 14:5.
“En humillación y angustia, ‘Moisés y Aarón cayeron sobre sus rostros delante de toda la multitud de la congregación de los hijos de Israel,’ sin saber qué hacer para desviarlos de su apasionado e impetuoso propósito. Caleb y Josué trataron de apaciguar a la multitud tumultuosa. Habiendo rasgado sus vestiduras en señal de dolor e indignación, se precipitaron entre la gente y sus voces enérgicas se oyeron por sobre la tempestad de lamentaciones y rebelde pesar: ‘La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra en gran manera buena. Si Jehová se agradare de nosotros, él nos meterá en esta tierra, y nos la entregará; tierra que fluye leche y miel. Por tanto, no seáis rebeldes contra Jehová, ni temáis al pueblo de aquesta tierra, porque nuestro pan son: su amparo se ha apartado de ellos, y con nosotros está Jehová: no los temáis.’”—Patriarcas y Profetas, págs. 409, 410.
b. ¿Cómo intervino el Señor en este momento crucial, y qué dijo? Números 14:10–12.
“A grandes voces los espías infieles denunciaban a Caleb y a Josué, y se elevó un clamor para pedir que se los apedreara. Asiendo el populacho enloquecido piedras para matar a aquellos hombres fieles, se precipitó hacia delante gritando frenéticamente, cuando de repente las piedras se le cayeron de las manos, y temblando de miedo enmudeció. Dios había intervenido para impedir su propósito homicida. La gloria de su presencia, como una luz fulgurante, iluminó el tabernáculo. Todo el pueblo presenció la manifestación del Señor. Uno más poderoso que ellos se había revelado, y ninguno osó continuar la resistencia. Los espías que trajeron el informe perverso, se arrastraron aterrorizados, y con respiración entrecortada, en busca de sus tiendas.”—Ibíd., pág. 411.
c. Mientras Moisés suplicaba al Señor, ¿qué razón dio para que el Señor perdonara y salvara al pueblo de Israel? Números 14:13–19.
6 de mayo
^ Año Bíblico: 2 Reyes 14-15
4. LOS MURMURADORES SON CASTIGADOS
a. ¿Qué sentencia pronunció el Señor sobre los murmuradores y rebeldes? Números 14:22, 23, 29–33.
“En su rebelión el pueblo había exclamado: ‘¡Ojalá muriéramos en este desierto!’ Ahora se les había de conceder lo pedido… Así como los espías habían estado cuarenta días de viaje, las huestes de Israel iban a peregrinar en el desierto durante cuarenta años.”—Patriarcas y Profetas, pág. 412.
b. ¿Cómo castigó Dios a los diez espías que dieron el mal informe? Números 14:36, 37.
“Cuando Moisés comunicó la decisión divina al pueblo, la ira de éste se trocó en luto. Todos sabían que el castigo era justo. Los diez espías infieles, heridos divinamente por la plaga, perecieron a la vista de todo Israel; y en la suerte de ellos el pueblo leyó su propia condenación.”—Ídem.
c. ¿Qué pecado de presunción cometieron los murmuradores al día siguiente, y con qué resultados? Números 14:39–45.
“Obligados por fin a retirarse en derrota, los sobrevivientes volvieron y lloraron ‘delante de Jehová; pero Jehová no escuchó’ su voz. Deuteronomio 1:45. En virtud de su señalada victoria, los enemigos de Israel, que antes habían aguardado con temblor la aproximación de aquella poderosa hueste, se envalentonaron con confianza para resistirles. Ahora consideraron falsos todos los informes que habían oído respecto a las cosas maravillosas que Dios había hecho en favor de su pueblo, y creyeron que no había motivo para temer. Esa primera derrota de Israel aumentó grandemente las dificultades de la conquista, por cuanto inspiró valor y resolución a los cananeos. No les quedaba a los israelitas otro recurso que retirarse de delante de sus enemigos victoriosos, al desierto, sabiendo que allí había de hallar su tumba toda una generación.”—Ibíd., pág. 416.
Jueves
5. CARENTES DE LA TRISTEZA PIADOSA 7 de mayo
^ Año Bíblico: 2 Reyes 16-17
a. ¿Qué clase de arrepentimiento conduce a la salvación? 2 Corintios 7:10. ¿Qué faltaba en la tristeza de los israelitas?
“Los israelitas parecieron arrepentirse entonces sinceramente de su conducta pecaminosa; pero se entristecían por el resultado de su mal camino y no porque reconocieran su ingratitud y desobediencia. Cuando vieron que el Señor era inflexible en su decreto, volvió a despertarse su terca voluntad, y declararon que no volverían al desierto. Al ordenarles que se retiraran de la tierra de sus enemigos, Dios probó la sumisión aparente de ellos, y vio que no era verdadera… No habían cambiado en su corazón y sólo necesitaban una excusa para rebelarse otra vez…
“Si se hubieran lamentado por su pecado cuando les fue presentado fielmente, no se habría pronunciado esta sentencia; pero se afligían por el castigo; su dolor no era arrepentimiento, y por lo tanto, no podía obtener la revocación de su sentencia.”—Patriarcas y Profetas, págs. 412, 413.
b. ¿Qué debe acompañar al verdadero arrepentimiento? Hechos 3:19.
“Para ser perdonado, el pecador debe ejercer arrepentimiento hacia Dios, cuya ley ha sido transgredida, y fe en Cristo, su sacrificio expiatorio. Sin un verdadero arrepentimiento, no puede haber verdadera conversión.”—The Spirit of Prophecy, tomo 4, pág. 298.
Viernes
8 de mayo
^ Año Bíblico: 2 Reyes 18-20
PREGUNTAS DE REPASO PERSONAL 1. ¿Qué demostraba el hecho que el pueblo estuviera ansioso por enviar espías para inspeccionar la tierra? 2. ¿Cómo la incredulidad afectó a los diez espías y a la congregación en su conjunto? ¿Cómo podemos manifestar la misma incredulidad? 3. ¿Cómo un verdadero líder trata de contrarrestar la labor de los que se quejan? 4. ¿Le gustaría que Dios le tomara la palabra cuando habla precipitadamente? 5. Si realmente estoy arrepentido de mis pecados, ¿a qué me llevará ello en mi propia vida?
Sábado, 16 de mayo de 2020
^ Año Bíblico: 1 Crónicas 14-16
La Rebelión de Coré, Datán y Abiram
“Y [Coré, Datán y Abiram] se levantaron contra Moisés con doscientos cincuenta varones de los hijos de Israel, príncipes de la congregación, de los del consejo, varones de renombre” (Números 16:2).
“Las rebeliones anteriores no habían pasado de ser meros tumultos populares, nacidos de los impulsos repentinos del populacho excitado; pero ahora como resultado de un propósito obstinado de derrocar la autoridad de los jefes nombrados por Dios mismo, se tramó una conspiración de hondas raíces y grandes alcances.”—Patriarcas y Profetas, pág. 417.
Lectura adicional: Patriarcas y Profetas, págs. 417–429.
Domingo
1. UNA CONSPIRACIÓN 10 de mayo
^ Año Bíblico: 2 Reyes 23:21-25
a. ¿Qué conspiración se desarrolló entre los israelitas mientras estaban resentidos por la decisión del Señor de que debían deambular por el desierto durante cuarenta años? ¿Quiénes fueron los principales conspiradores? Números 16:1–3.
b. ¿Qué prueba propuso Moisés a los conspiradores para demostrar el divino llamado? Números 16:4–7, 16–18. ¿Por qué el pueblo se inclinaba a simpatizar con los rebeldes?
“A los que yerran y merecen reprensión, nada les agrada más que recibir simpatía y alabanza.”—Patriarcas y Profetas, pág. 419.
“El pueblo pensaba que si Coré podía guiarlos y animarlos, y hacerles reflexionar sobre sus actos justos, en vez de recordarles sus fracasos, tendrían un viaje muy pacífico y próspero, y sin duda él los guiaría, no hacia atrás y hacia adelante en el desierto, sino a la tierra prometida. Expresaron que era Moisés quien les dijo que no podían entrar en la tierra, y que el Señor no había dicho eso.”—Spiritual Gifts, tomo 4A, pág. 31.
11 de mayo
^ Año Bíblico: 1 Crónicas 1-2
2. SÚPLICAS Y AMONESTACIONES DE MOISÉS
a. ¿Cómo trató Moisés de razonar con los principales rebeldes, y de qué lo acusaron? Números 16:8–15.
“Datán y Abiram no habían asumido una actitud tan atrevida como la asumida por Coré; y Moisés, movido por la esperanza de que se hubieran dejado atraer por la conspiración sin haberse corrompido totalmente, los llamó a comparecer ante él, para oír las acusaciones que ellos tenían contra él. Pero no quisieron acudir, e insolentemente se negaron a reconocer su autoridad…
“Así aplicaron al escenario de su esclavitud las mismas palabras con que el Señor había descrito la herencia prometida. Acusaron a Moisés de simular estar actuando bajo la dirección divina para afianzar su autoridad…
“Era evidente que el pueblo simpatizaba con el partido desafecto; pero Moisés no hizo esfuerzo alguno para justificarse. En presencia de la congregación, apeló solemnemente a Dios como testigo de la pureza de sus motivos y la rectitud de su conducta, y le imploró que lo juzgase.”—Patriarcas y Profetas, pág. 422.
b. ¿Qué esfuerzos hicieron Moisés y Aarón para salvar a la congregación de la destrucción? Números 16:22–30. ¿Cuál fue el resultado de sus esfuerzos?
“[Moisés y Aarón] se postraron de hinojos y rogaron: ‘Dios, Dios de los espíritus de toda carne, ¿no es un hombre el que pecó? ¿Y airarte has tú contra toda la congregación?’
“Coré se había retirado de la asamblea, para unirse a Datán y a Abiram, cuando Moisés, acompañado por los setenta ancianos, bajó para dar la última advertencia a los hombres que se habían negado a comparecer ante él. Como multitudes los seguían, antes de pronunciar su mensaje, Moisés ordenó al pueblo por instrucción divina: ‘Apartaos ahora de las tiendas de estos impíos hombres, y no toquéis ninguna cosa suya, porque no perezcáis en todos sus pecados.’ La advertencia fue obedecida, porque se apoderó de todos la aprensión de que iba a caer un castigo. Los rebeldes principales se vieron abandonados por aquellos a quienes habían engañado, pero su osadía no disminuyó. Se quedaron de pie con sus familias a las puertas de sus tiendas, como desafiando la advertencia divina.”—Ibíd., pág. 423.
3. LOS REBELDES CASTIGADOS 12 de mayo
^ Año Bíblico: 1 Crónicas 3-5
a. ¿Qué destino les tocó a los rebeldes? Números 16:31–35.
“De pie, llenos de terror y expectación, en espera del acontecimiento, todos los israelitas fijaron los ojos en Moisés. Cuando terminó de hablar, la tierra sólida se partió, y los rebeldes cayeron vivos al abismo, con todo lo que les pertenecía, ‘y perecieron de en medio de la congregación.’ El pueblo huyó, sintiéndose condenado como copartícipe del pecado.
“Pero el castigo no terminó en eso. Un fuego que fulguró de la nube alcanzó a los doscientos cincuenta príncipes que habían ofrecido incienso, y los consumió. Estos hombres, que no habían sido los primeros en rebelarse, no fueron destruidos con los conspiradores principales. Se les dio oportunidad de ver el fin de ellos, y de arrepentirse; pero sus simpatías estaban con los rebeldes, y compartieron su suerte.”—Patriarcas y Profetas, pág. 424.
b. ¿Cómo sabemos que Dios no castiga indiscriminadamente? ¿Quiénes se salvaron? Deuteronomio 24:16; Números 26:9–11; 1 Crónicas 9:19. ¿Qué lecciones podemos aprender de esto?
“Los hijos no fueron condenados por los pecados de sus padres; pero cuando, conociendo ya plenamente la luz que fuera dada a sus padres, rechazaron la luz adicional que a ellos mismos les fuera concedida, entonces se hicieron cómplices de las culpas de los padres y colmaron la medida de su iniquidad.”—El Conflicto de los Siglos, pág. 27.
“Mientras Moisés suplicaba a Israel que huyera de la destrucción inminente, todavía podría haberse evitado el castigo divino, si Coré y sus asociados se hubiesen arrepentido y hubiesen pedido perdón. Pero su terca persistencia selló su perdición… En su gran misericordia Dios distinguió entre los jefes rebeldes y aquellos a quienes habían inducido a la rebelión. Al pueblo que se había dejado engañar se le dio plazo para que se arrepintiera. Había tenido una evidencia abrumadora de que los rebeldes erraban y de que Moisés estaba en lo justo. La señalada manifestación del poder de Dios había eliminado toda incertidumbre.”—Patriarcas y Profetas, pág. 424.
c. ¿Qué uso se le dio a los incensarios de los rebeldes? ¿Con qué propósito? Números 16:36–40.
4. EL PUEBLO ES CASTIGADO 13 de mayo
^ Año Bíblico: 1 Crónicas 6-7
a. A pesar de las evidencias que fueron dadas a la congregación, ¿qué conducta siguieron hacia Moisés y Aarón al día siguiente? Números 16:41.
“Es casi imposible a los hombres infligir a Dios mayor insulto que el que consiste en menospreciar y rechazar los instrumentos que él quiere emplear para salvarlos. No sólo habían hecho esto los israelitas, sino que hasta se habían propuesto dar muerte a Moisés y a Aarón. No obstante, no se percataban de la necesidad que tenían de pedir perdón a Dios por su grave pecado. No dedicaron aquella noche de gracia al arrepentimiento y la confesión, sino a idear alguna manera de resistir a las pruebas de que eran los mayores de los pecadores. Seguían albergando odio contra los hombres designados por Dios, y se preparaban para resistir la autoridad de ellos. Satanás estaba allí para pervertir su juicio, y llevarlos con los ojos vendados a la destrucción.”—Patriarcas y Profetas, pág. 425.
b. ¿De qué manera intervino el Señor nuevamente con un castigo severo, y qué hicieron Moisés y Aarón para evitar el juicio? Números 16:44–49.
“Aun después de que Dios extendió su mano y consumió a los malignos y el pueblo huyó a sus tiendas con horror, la rebelión de ellos no fue curada. La profundidad de su deslealtad se puso de manifiesto aún bajo el castigo del Señor. La mañana después de la destrucción de Coré, Datán y Abiram y sus confabulados, el pueblo vino a Moisés y Aarón diciendo: ‘Habéis dado muerte al pueblo de Jehová’. Por esta acusación falsa contra los siervos de Dios otros miles fueron muertos porque había pecado en ellos, exultación y presuntuosa maldad.”—Comentario Bíblico ASD [Comentarios de E. G. de White], tomo 1, pág. 1128.
“No había culpabilidad de pecado en Moisés. Por tanto, no temió ni se apresuró a irse para dejar que la congregación pereciera. Moisés se demoró y con ello manifestó en esta temible crisis el verdadero interés del pastor por el rebaño confiado a su cuidado. Rogó para que la ira de Dios no destruyera totalmente al pueblo por él escogido. Su intercesión impidió que el brazo de la venganza acabara completamente con el desobediente y rebelde pueblo de Israel…
“Mientras subía el humo de incienso, también se elevaban a Dios las oraciones de Moisés en el tabernáculo, y la plaga se detuvo; pero no antes que catorce mil israelitas yacieran muertos, como evidencia de la culpabilidad que entraña la murmuración y la rebelión.”—Patriarcas y Profetas, pág. 426.
Jueves
14 de mayo
^ Año Bíblico: 1 Crónicas 8-10
5. UN TESTIMONIO CONTRA LA REBELIÓN
a. ¿Qué prueba resolvió para siempre la cuestión del sacerdocio, y dónde estaba guardada la vara de Aarón para que sirviera de testigo? Números 17:1–11.
“Todos los notables cambios ocurrieron en la vara en una noche para convencerlos de que Dios positivamente había distinguido entre Aarón y el resto de los hijos de Israel.”—Comentario Bíblico ASD [Comentarios de E. G. de White], tomo 1, pág. 1129.
b. ¿Qué advertencia nos llega desde esa gran rebelión? 1 Corintios 10:10, 11.
“¿No subsisten aún los mismos males básicos que ocasionaron la ruina de Coré? Abundan el orgullo y la ambición y cuando se abrigan estas tendencias, abren la puerta a la envidia y la lucha por la supremacía; el alma se aparta de Dios, e inconscientemente es arrastrada a las filas de Satanás. Como Coré y sus compañeros, muchos son hoy, aun entre quienes profesan ser seguidores de Cristo, los que piensan, hacen planes y trabajan tan anhelosamente por su propia exaltación, que para ganar la simpatía y el apoyo del pueblo, están dispuestos a tergiversar la verdad, a calumniar y hablar mal de los siervos del Señor, aun a atribuirles los motivos bajos y ambiciosos que animan su propio corazón. A fuerza de reiterar la mentira, y eso contra toda evidencia, llegan finalmente a creer que es la verdad. Mientras procuran destruir la confianza del pueblo en los hombres designados por Dios, creen estar realmente ocupados en una buena obra y prestando servicio a Dios.”—Patriarcas y Profetas, pág. 427.
Viernes
15 de mayo
^ Año Bíblico: 1 Crónicas 11-13