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HISTORIA DE LA CHAMPIONS

El arte de la victoria

Se abre el telón para la última escena... 124 partidos

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después, los dos mejores exponentes han llegado a la llamada Ciudad Luz para reclamar el trono del mejor torneo de clubes.

Son dos viejos conocidos –clásicos en estas lides– que supieron imponer su propia visión de victoria para arribar a París y disputar la gran Final de la Champions League. Sí, un choque de metodología y estilo: por un lado, el apabullante y dominador Liverpool de Jürgen Klopp; por el otro, el siempre victorioso y sobreviviente Real Madrid de Carlo Ancelotti. Distintas propuestas, pero hoy, a la vista de los resultados, igual de efectivas.

Vamos por partes… si la estadística mandara, nadie objetaría que el candidato con más méritos para conquistar la Orejonaes el conjunto inglés. Y es que Klopp y compañía elevaron aún más la propuesta futbolística de este Liverpool con tintes ya de un equipo de antología, que ha firmado la temporada idílica y temida del todo o nada.

Y es que el Liverpool se atrevió a soñar en grande, contendió por los trofeos más importantes del año futbolístico, con un juego reconocible. Sí, los Reds de Klopp son un equipo de autor, moldeado con paciencia; hoy, parece que ha encontrado el cenit futbolístico en una época que injustamente será medida a futuro por el número de copas que deje en las vitrinas de Anfield.

Pero en el futbol la estadística no siempre manda. A veces los números solo son un adorno para enaltecer las proezas de aquellos que dejan de jugar solo con las piernas y se encomiendan al orgullo. Y justamente la Ciudad Luz acogerá al rey de la épica, al que ha esculpido su nombre en la roca del dramatismo y el triunfo: Real Madrid, el que siempre es favorito en Europa.

Los adjetivos no son exagerados y menos cuando en esta edición el Madrid apeló más que nunca a esa esencia para sobrevivir y aniquilar a los que desean su gloria –PSG y Manchester City– a base de billetazos. Trece copas en la Champions League lo avalan como el más grande.

Sí, en París, donde el glamur se fusiona con el arte, dos equipos sueñan con desplegar la obra más grande de todas: la victoria.

Eduardo Espinosa

Editor/ La Afición —

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