SI YO FUERA UN LIBRO… Y si de repente te convirtieras en un libro ¿cómo te gustaría ser?
Piénsalo. Imagínatelo. Dedica unos segundos a meterte en su piel, entre las tapas, dentro de las hojas. ¿Qué pensarán los libros? ¿Tendrán deseos, fantasías, fobias, preferencias…? Hay libros gruesos y delgados, libros encuadernados en piel o humildes ediciones de bolsillo, libros llenos de fotos y otros que sólo atesoran letras, hay libros con páginas de papel muy fino y otros con hojas de papel satinado. Libros de segunda mano, libros que todavía guardan el olor a imprenta, libros digitales, libros manoseados, libros con marcas en los bordes, libros subrayados, con dobleces en las esquinas, con dedicatorias de amor, con flores secas guardadas entre sus páginas. Hay libros de los que se habla y libros que se esconden. Hay libros prohibidos y libros obligados. Libros que se regalan, que se compran, que se prestan…Hay libros que viven en los mercadillos de segunda mano, en las librerías de lance, en los centros comerciales, en viejos monasterios, en las bibliotecas de los institutos, en el mueble del salón, en las estanterías del estudio, dentro del bibliobús, en cajas de mudanza olvidadas o en la mesa de estudio. Hay libros que huelen a viejo y otros que tienen las hojas pegadas. Hay libros con las palabras borrosas por la humedad de lágrimas antiguas pero también hay libros que son como ese amigo que siempre nos hace reír a carcajadas. Hay libros escritos para leer en voz alta y otros que exigen silencio, intimidad e incluso alevosa nocturnidad. Libros joya, libros manuscritos, libros en miniatura, libros de versos o de aventuras, libros de cocina, libros de texto o de contabilidad. Hay incluso libros que sólo hablan de libros: metalibros egocéntricos. Hay libros escritos en relieve y libros que se oyen, para ciegos. Libros tímidos, de letra minúscula, y libros exhibicionistas que siempre se abren por la misma página. Libros traviesos que se esconden y no aparecen cuando se les busca. Libros que prefieren lo vertical y otros, perezosos, que optan por vivir tumbados. Libros tan presumidos que se ponen un forro de plástico para evitar las huellas del tiempo. Libros tan charlatanes que apenas tiene huecos en blanco. Libros mágicos, insoportables o deliciosos. Hay libros que nunca se abren y otros que nunca se cierran: libros que se llevan a clase, que se regalan, que se intercambian…Libros viajeros o libros que nunca salen de paseo. Hay libros tan gordos que da miedo abrirlos y otros tan grandes que no se pueden leer en la cama. Hay libros para todos ¿cómo es el tuyo?.
PROPUESTA. REDACTA UN TEXTO QUE COMIENCE CON LA FRASE “SI YO FUERA UN LIBRO…”. Utiliza siempre la primera persona y fíjate en los verbos en condicional. ORGANIZA EL TEXTO EN PÁRRAFOS EN LOS QUE VAYAS DESARROLLANDO LAS DIFERENTES IDEAS: ¿ Cómo sería tu aspecto: páginas, tapas, imágenes, papel, letras, color, ilustraciones, tamaño…? Descríbete con detalle. ¿ De qué te gustaría hablar: amor, aventuras, intrigas, viajes, versos, cocina, historia, etc.? ¿ Cómo te gustaría que fuese tu dueño? ¿Cómo preferirías que te tratasen? ¿Dónde te gustaría que te colocasen? ¿Al lado de qué libros te gustaría pasar el tiempo? ¿ Dónde y cómo te gustaría que te leyesen? ¿ A qué otros libros te gustaría conocer? ¿ Cómo te sentirías ante determinadas situaciones de tu vida: préstamo, ruptura, pérdida, subrayado, robo, olvido, recomendación…? RECUERDA QUE DEBES ENLAZAR LAS IDEAS DE LOS PÁRRAFOS Y DE LOS ENUNCIADOS USANDO CONECTORES ORACIONALES ( además, por lo tanto, en primer lugar, por último, sin embargo, por el contrario, no obstante, en principio, en realidad, en consecuencia, es decir,…). PARA MEJORAR TU ESTILO PROCURA QUE TUS ENUNCIADOS LLEVEN EXPLICACIONES, INCISOS O ACLARACIONES. Por ejemplo, no te limites a escribir “Sería un libro de bolsillo”, sino que procura enriquecer la expresión con explicaciones o aclaraciones: “Sería un libro de bolsillo porque me gustaría moverme de un lugar a otro y, además, soy tan vanidoso que me encantaría que todo el mundo me leyese, por eso me pondría un precio baratito, al alcance de cualquier lector”. REPASA LO ESCRITO: evita repeticiones de palabras o de expresiones, cambia los pasajes que resulten confusos, lee en voz alta y añade signos de puntuación donde sea necesario, repasa la ortografía, corrige si hay alguna incongruencia o idea que no se entienda.