MADRE MARÍA DE DIOS 10

historia cap.5

DEJÁNDOSE GUIAR POR DIOS

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V O L

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MARÍA DE DIOS N U E S T R A

F U N D A D O R A

H I J A S D E L B U E N P A S T O R Y D E M A R I A I N M A C U L A D A . C O M

OH LLAMA DE AMOR VIVA Ante su pérdida, humanamente difícil de superar por la edad del fallecido (su novio), Carmina entra en un periodo complicado, de sentimientos encontrados. No cuestiona a Dios, pero entiende que la separación es definitiva. Una Dama Catequista, que antes había propuesto una conversación vocacional y había salido escarmentada por la respuesta burlona de la joven, propone de nuevo la misma intención a la chica. Esta vez no hay negativas, ni risas ante la propuesta. María está decidida y así lo hace, se integra a la tanda de Ejercicios Espirituales en la Cuaresma de 1920 (Convento de Damas Catequistas en c/ Francisco de Rojas, Madrid).

Dos años antes, la voz de Dios no era tan nítida en su alma, sin embargo ahora, libre de lazos humanos, se deja abrazar por el verdadero Amor.

Recordando aquellos días diría:

"De misericordia en misericordia de un amor infinito... tu Misericordia de incomprensible predilección (vocación religiosa)... tu amor amado mio, me perseguía dulcemente, sembrando de amarguras lo que mi corazón iba buscando de consuelo y goces humanos: desilusiones, desengaño, hastío...y tras la misericordia previa de aquellos Santos Ejercicios de 1918, primera llamada que no me dejó oír plenamente...llegó en fin la gran misericordia, precedida por el golpe necesario, romper lo que ataba, arrancar del corazón la felicidad soñada, ponerlo en el desierto... y así, vino la misericordiosa siembra de aquellos ejercicios 14-19 marzo de 1920 (Padre Castro S.J.) que culminaron en aquella magna misericordia de incomprensible predilección".

Capilla de las Damas Catequistas

CALLE FRANCISCO DE ROJAS - MADRID

Carmina era consciente de la importancia que tenía para su futuro aquellos días de ejercicios, por eso pidió a personas allegadas espiritualmente que la encomendasen mientras ella discernía cual era la voluntad de Dios.

En su interior, no era una experiencia normal, usual o cualquiera, era el clima apropiado para tomar una decisión definitiva acerca de decir si o no al Señor, a entregarle la vida. ¿Vencerá el amor de Dios cualquier barrera humana? ¿Será el comienzo o el final de una ilusión que de forma intermitente había bullido siempre en Carmina? Dios no ha dejado de actuar en su vida, y la fortaleza de vivir la vida a la luz de la fe, en ella lo evidencia.

En el próximo número nos enteraremos como fueron aquellos Santos Ejercicios y que resolución consiguió al final de ellos.

DOLORES SOPEÑA

Fundadora de las Damas Catequistas

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