CIENCIAS DE LA
CONDUCTA Revista del Centro Cdribeño de Estudios Postgraduados
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CIENCIAS DE LA
CONDUCTA 1990
Vol-5 • Num. 1-2
Centro Cube° de Estudios Post-graduados Apartado 3711 Old San Juan Station San Juan, Puerto Rico • 00904-3711
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Impreso en jay-Ce Printing Ave. San Patricio 1404 Rio Piedras, Puerto Rico Tel. 783-1345
Contenido Mensaje del Presidente Centro Cariberio de Estudios Postgraduados Validación y Norrnalización de la Escala Pre-escolar de Competencia Social de California con Nirios entre las Edades de 4 a 6 Mos Noel Quintero y Salvador Santiago-Negrón
1
Conceptos Metafónicos sobre Trabajo, Exito y Fracaso en la Cultura Venezolana Nancy M. Morales de Romero
25
La Influencia de las Creencias Ascéticas
de la Tradición Cristiana en las Actitudes Sexuales de una Muestra de Estudiantes Universitarios Fernando Garcia Castaño y Victor Alvarez
36
Poder, Afiliación, Estrés y Estado General de Salud Osvaldo Romero-Garcia y Colombina Salom de Bustamante
59
Desorden de Personalidad Multiple: Detección Clinica en Puerto Rico Alfonso Martinez Taboas
68
Reseña del Libro Cómo Controlar su Ansiedad en Situaciones de Evaluación o Examen Salvador Santiago-Negrón 84
on este mimero de la Revista Ciencias de la Conducta, se cumplen cinco ailos desde que ./// se inicie• la idea de crear un foro de diseminación de información cientifica en el area de la Psicologia en Puerto Rico. A nombre de la Junta de Sindicos del Centro Cariberio de Estudios Postgraduados y del info propio, deseamos felicitar a los psice•logos que de una u otra forma han hecho posible el que la revista se haya mantenido publicando en forma consistente en los ultimos -cinco arios. Este mimero se lo dedicamos a todas las personas que en el pasado han sometido articUlos para su publicación. Deseamos aprovechar la oportunidad de felicitar a los integrantes de la Sociedad Interamericana de Psicologia en la celebraciem de su Congreso celebrado en Costa Rica, del 7 al 12 de julio de 1991.
Sdlvador Santiago-Negrón, Ph.D.; MPH.
ormalización de la Escala Pre-escolar etencia Social de California con Niiios e las Edades de 4 a 6 Arms NOEL QUINTERO, PH.D. SALVADOR SANTIAGO NEGRON, PH.D. CENTRO CARRIER° DE ESTUDIOS POST-GRADUADOS.
RESUMEN La presente investigación tuvo como objetivo la validación de la Escala de Competencia Social de California con una muestra de 513 nirios pre-escolares del Programa Head Start provenientes de las distintas zonas geogrdficas de Puerto Rico. El proceso incluyó un estudio piloto y un estudio final. En el estudio piloto se puso a prueba la traducción del instrumento y se desarrollaron nuevos itemes ampliando am' el contenido de la Escala. En el estudio final se llevaron a cabo amilisis de itemes, pruebas de confiabilidad, validez y se desarrollaron normas por sexo y edad . Los resultados de las medidas de confiabilidad muestran unos indices de consistencia interna entre . 86 y •95 (P < .001), unos indices de prueba-reprueba entre .81 y .98 (P< .001) y unos indices de conflabilidad entre evaluadores que fluctilan entre .66 y .92 (P < 001). Los resultados de las medidas de validez evidenciaron diferencias significativas (P <.05) entre los grupos tnenores de 4 ratios 11 meses y los mayores de esta edad . También se encontraron diferencias significativas (P <.001) por sexo, siendo mds alto el puntaje obtenido por las nirias que por los niiios. La Escala resultóademds, ser un instrumento adecuado en la discriminación de niiios tipicos y nirios con diagnostico de retardo mental , encontrdndose diferencias significativas entre ambos grupos (P <.001). El estudio tambien explord diferencias de acuerdo al nivel socioeconómico. La discusión plantea las potencialidades que 10 investigacion en el drea de competencia social tiene a distintos niveles de prevención y su importancia para el desarrollo de unos patrones sociales mds positivos y saludables en distintos contextos de la interacción humana.
1 concepto de competencia social ubicado dentro del marco de referenda de las destrezas de interacción ha sido recientetemente objeto de gran interés en las areas de investigación y aplicación dentro de la psicologia. En un sentido amplio; este interés, en las dos Altimas decadas, responde a un cambio de enfoque en la teorización e investigación clinica que va de modelos de "aefecto" hada modelos de "competenda" (Wine y Smye, 1981). Una revision de las publicaciones en los atios redentes evidencia el crecimiento en esta area, pero al mismo tiempo su complejidad. Ademds, la evaluación y el incremento de la competencia social estan recibiendo una alta prioridad eh el diserio y la evaluación de programas de intervención y educación a temprana edad especialmente con poblaciones de limitación social o intelectual (Anderson y Messick, 1974; Zigler y Trickett, 1978): A pesar del notable acuerdo en la importancia de la competencia social tanto a los niveles teóricos, investigativos y clinicos, la definición y evaluaciOn permanecen problematicas. Los esfuerzos por definir el constructo de cornpetenda social y factores relacionados son preseritados por Anderson y Messick (1974) quienes resumen las controversias que un grupo de expertos presentaron en el area. En el andlisis quelos autores realizan pueden notarse poi un lado las controversias, la diversidad de enfoques que se plantearon y el problema de los juicios valorativos que toda definición de competencia social conlleva implicita o explicitamente. De este esfuerzo result() una aproximación a la competencia social que incluia componentes que iban desde el concepto de si mismo, hábitos de auto-ayuda, autoestima,
autocontrol, afecto en las relaciones interpersonales, conducta ...........
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prosocial, destrezas perceptuales y de lenguaje entre otros. Zigler y Trickett (1978), pioneros en el estudio de la competencia social, consideran que el problema de una definición de competencia social no es tanto el de su arbitrariedad, puesto que toda definición tiene algo de esto, ni siquiera el problema de su veracidad o no veracidad, sino que el verdadero problema de una definición está en su utiidad. Dichos autores sugieren que una definición de competencia social debe responder a dos criterios basicos: el primero es que la competencia social debe reflejar el exito del ser humano en responder a las expectativas de la sodedad, y, segundo, que la competencia social debe reflejar en'alguna medida los niveles de autorealización o desarrollo personal del ser humano. A base de estos criterios, Zigler y Trickett (1978) proponen unos indices para medir competencia social que incluyen dimensiones cognoscitivas, de ejecución, motivacionales e interpersonales. Los trabajos de Zigler y Phillips (1961) enfatizaron en que el funcionamiento social efedivo depende de un conjunto de habilidades, las cuales son deficientes en algunas personas. Indicaron además, que un funcionamiento social pobre (baja competencia) puede predisponer a la persona a alguna psicopatologia más que ser siempre el resultado de esta. Aunque la conexión de estos estudios con la,•investigación posterior no parece ser directa, si jugaron un papel bien significativo en el desarrollo de esta area de investigación (Bellack y Hersen, 1979). Entre los esfuerzos para precisar el concepto aparecen los trabajos de Foster y Ritchey (1979), quienes definen competenda social como "aquellas respuestas que en una determinada situación dan muestra de ser efectivas o maximizan la probabilidad de producir, man tener y aumentar los efectos positivos para el que interactUa" (P. 626). Esta definición abarca los aspectos positivos y negativos de la coriducta social e implica que las conductas competentes deben evaluarse en su impacto social dentro de una situaci6n .:sa•
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de interés particular. Este enfoque, amplia el estudio mas and de las respuestas individuales hacia el analisis de los antecedentes y las consecuencias de la conducta social. El análisis de la competencia sodal exige que se consideren también los pardmetros situadones en los cuales dicha conducta ocurre, tales como el tiempo, el espacio y las conductas de otras personas. Los mismos autores consideran que los efectos a corto y largo plazo son también cruciales en la determinación de ma conducta competente. Con estas precisiones consideran que el constructo de competencia social, aunque ha generado controversia, sigue siendo valido y fail en psicologia clinica y social. La conveniencia de un constructo puede medirse si contribuye a selecdonar estrategias de tratamientos y si se relaciona con indices de ajuste posterior. Estos autores, citando a Kolm (1977), consideran que la competencia social durante el periodo pre-escolar es un buen predictor de ejecución en la escuela elemental. Además, se refieren a los estudios de Cowen, Pederson, Babigian, Izzo y Trost (1973) quienes encontraron que factores sociales evaluados en la niriez fueron las imicas medidas capaces de discriminar aquellos adultos que fueron referidos por problema de salud mental de aquellos que no. Esto presenta un contraste con otras medidas, tales como ausentismo en la niriez, autoconcepto, cociente intelectual, notas de grado, puntuaciones de maestros, escalas de ansiedad, las cuales no han podido diferendar entre los dos grupos (Foster y Ritchey, 1979). Otro problema que ha hecho dificil la comprensión del tema de esta discusiOn ha sido la confusion entre los conceptos competencia social y habilidades sociales. Con frecuencia los dos conceptos se han usado indistintamente para referirse al mismo fenómeno. Por ejemplo, Goldfried y D'Zurilla (1969) revisaron la literatura disponible hasta ese momento en el area de competencia social y encontraron que las definiciones existentes se podian agrupar en tres categorias: la primera, consideraba la competencia como el ...........
funcionamiento efectivo dentro de un ambiente; la segunda enfatizaba en los antecedentes internos tales como rasgos de personalidad o variables motivacionales del comportamiento efectivo y la Ultima la definia en términos de la interrelación entre el comportamiento y el ambiente como respuesta a tareas criticas motivacionales. Segun estos autores las tres aproximaciones adolecian de limitadones significativas. Con base en lo anterior Goldfried y D' Zurilla (1969), propusieron una nueva definición segtin la cual la competencia es la respuesta efectiva del individuo ante situaciones especificas vitales. En otras palabras, la competencia se refiere a un patron de respuestas dadas ante una situadón problemática que genera un cambio en términos de maximizar las consecuencias positivas y minimizar las negativas. Aunque la definición clarifica las existentes, no logra establecer una diferencia entre competencia y habilidades sociales. En este contexto, es de especial interés la reformulación propuesta por McFall (1982), quien buscó resolver la confusion entre los dos conceptos planteando una clara diferencia entre ambos. Competencia, segun él, "es un término general evaluativo que se refiere a la calidad o adecuacidad de la ejecución general de una persona en una tarea particular" (P. 12). El adjetivo de social califica el contexto donde se realiza y las implicaciones que tiene. Por otra parte, las habilidades sociales se refieren a destrezas especificas requeridas para ejecutar competentemente una tarea. Segtin este autor, el concepto de destrezas sociales se relaciona con el de competencia social, pero al mismo tiempo son claramente distinguibles. En el modelo propuesto por McFall las relaciones entre competencia y destrezas es crucial, ya que las destrezas sociales solo pueden ser definidas y medidas dentro del marco de referencia provisto por el constructo más general de competencia social. En este enfoque la competencia no radica en unos atributos de la persona, como en el modelo tradicional de pamaksamememommast—s„,..,,..—ammgasw:pmfasem
rasgos, ni tampoco en la ejecuci6n, sino que es una evaluación de la ejecuci6n realizada por alguien: Esto conduce a que la conducta competente no puede ser evaluada en abstracto, sino que debe verse siempre en relación con una tarea particular. Evaluar la adecuacidad de la ejecución de una persona en una tarea particular exige el entendimiento de los rasgos importantes de la tarea, es decir, su propósito, sus limites, su contexto, las reglas que controlan lq ejecución de la tarea, los criterios para distinguir si una tarea es o no exitosa y las relaciones de la tarea con otros aspectos del sistema vital de la persona. En otras palabras, debe hacerse una evaluación de la tarea desde una perspectiva sistémica. El modelo de McFall (1982) de competencia y habilidades sociales es considerado como uno de los mas abarcadores ya que pretende explicar la genesis y el proceso de las habilidades sociales de las personas desde una perspectiva multidimensional, ademas, busca analizar los diversos factores intervinientes en el proceso. Aunque el autor y sus colaboradores han realizado diferentes investigaciones y desarrollado medidas en el contexto de interacción social, consideran que el modelo propuesto necesita ser desarrollado con mayor detalle antes de que pueda ser utilizado para hacer predicciones ütiles acerca de la ejecución social. En la evaluación de la competencia y habilidades sociales existen controversias similares a las planteadas en las definiciones y modelos teóricos. Los aspectos de definición y evaluación estan intimamente relacionados y los problemas en un area condicionan el desarrollo de la otra y viceversa. En la organización de los métodos utilizados para evaluar la competencia y habilidades sociales pueden seguirse distintas aproximaciones. Goldfried y Kent (1972) organizan su discusión haciendo una distinción entre evaluación tradicional versus evaluación conductual; Asher y Hymel (1981) distinguen entre métodos sociométricos y métodos conductuales; Foster y Ritchey (1979) separan los métodos sociométricos de los métodos observacionales; Green,
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6
Forehand, Beck y Bosk (1980) prefieren enrocar la evaluación de la competencia social desde sus posibles perspectivas y distinguen básicamente tres: (1) la perspectiva del adulto, como por ejemplo, el maestro de clase, (2) la perspectiva de los comparieros o pares y (3) la perspectiva de la misma persona sea nifio o adulto. Hops (1983) hace un análisis critico de las medidas globales y de las medidas especificas y McFall (1982) Tealiza una revision critica de los métodos más comünmente usados. Los enfoques metodológicos han evoludonado desde medidas orientadas a descubrir atributos o rasgos en las personas (como en las pruebas tradicionales de personalidad) hacia medidas directas y operacionales como se refleja en los métodos observacionales, simulados e inventarios. Las estrategias especificas han incluido desde medidas sociométricas, escalas de clasificación de pares, medidas de observación y evaluación de conducta como entrevistas, observaciones directas, interacciones naturalisticas, escalas completadas por otros significativos (como padres o maestros), inventarios, autoinformes y técnicas de autoseguimiento. Una problemática que la investigaciOn en el area de competencia social debe abordar y tratar de resolver está relacionada con las dificultades en términos de validez y confiabilidad de los procedimientos utilizados. Galassi y Galassi (1979) afirman que las investigaciones en el campo de las habilidades sociales no han tenido como propósito el desarrollo de instrumentos empiricamente sólidos. Los instrumentos se han desarrollado y validado como un aspecto formal de los estudios y esto ha llevado a confusiones en la validez del instrumento y otras variables investigadas. Autores como Foster y Ricthey (1979), indican que el estirclio de la competencia social, especialmente en el area de nirios, esti en un periodo de infancia. Todavia hay mucho camino para recorrer en términos de conceptualización, desarrollo de instrumentos y btisqueda de ielaciones. La
mayoria de los estudios en esta area son de tipocorrelacional, lo cual es lógico pues es un paso previo necesario antes de pensar en posibles inferencias causales. Los mismos autores enfatizan en la necesidad de desarrollar definiciones de competencia social que tengan en cuenta el factor edad, los aspectos culturales especificos y que se validen empiricamente. Además, recomiendan el uso de métodos esadisticos mas complejos y el desarrollo de modelos conceptuales que integren los hallazgos relacionados de las distintas fuentes. Autores como Trower (1980), enfatizan que la investigación en el campo de las habilidades sociales ha entrado, después de un periodo de expectativa eufórica, en su periodo de evaluación y critica más saludable. La evidencia empirica, conceptual y metodológica, es mas amplia y también más abierta a la autocritica. El estudio de la competencia y habilidades sociales debe ubicarse ademds, dentro del marco de una teoria del desarrollo y de la investigación cerca del desarrollo social normal durante la nifiez. (Eisenberg y Harris, 1984). Estos parametros son basicos para entender la competencia social y deben ser considerados por los programas de interyención en destrezas sociales. Las orientaciones conceptuales y metodologicas recientes
se están dirigiendo hacia enfoques multimodales. Green, Kenneth, Forehand, Beck y Bosk (1980) en un estudio correlacional con varias medidas de competencia social enfatizan en la necesidad de refinar los instrumentos de medición para que sean más sensibles a aspectos criticos de la competencia social. Además, concluyen que la competencia social es un fenómeno multidimensional que debe evaluarse con medidas variadas que lleven a una mejor comprensión de la conducta social. Los mismos autores recomiendan evaluar la competencia social desde la perspectiva de los comparieros o pares, los maestros, los padres, la persona misma y a través de medidas objetivas. La evaluación debe establecer también las bases para el desarrollo de Ull siStellla comprell5ivo que incluya Win JO 8
aspectosmotores, como los cognosdtivos de la competencia social En otras palabiasdo que se esta proponiendo es un incoaen? eywananyo vine -gen6nei
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codificaciOn, de decision, de decodificación y el análisis de tareas segtin recomendado por McFall (1982). Este modelo
debe tener en cuenta, ademas, el pluralismo en el trasfondo cultural, los principios y los valores de la sociedad donde se desarrolla el individuo (Sundberg y cols., 1978). De acuerdo a Zigler y Trickett (1978), se espera que los cientificos sodales y de la conducta sean "escépticos y cautelosos" en el desarrollo de instrumentos Utiles de competencia social, pero no tan exageradamente escépticos y cautelosos que no asuman la responsabilidad de investigar un area que por definición les compete. El anglisis anterior revela la necesidad de desarrollar y/ o validar instrumentos con propiedades sólidas de confiabilidad y validez que puedan ser utilizados en distintos contextos y poblaciones, especialmente con poblaciones hispanas. Al Ilevar a cabo una revision de los instrumentos disponibles para evaluar competencia social en nitios, se encontrO que la Escala de Competencia de California desarrollada por Levine, Elzey y Lewis (1969) era 'ail y tenia unas propiedades psicométricas adecuadas. Los Coeficientes de Confiabilidad entre evaluadores se encuentran entre .76 y .79 y los coeficientes de consistencia interna entre .90 y .98. El concepto de Competencia Social implicito en la Escala enfatiza en la suficiencia interpersonal y en el grado que los nirios pre-escolares asumen responsabilidad social. La Escala se ubica dentro del tipo de instrumentos completados por adultos, en este caso maestros, a base de la conducta emitida por el nirio. El objetivo de la presente investigación fue validar la Escala de Competencia Social de California con nirios preescolares del Programa Head Start. El proceso incluyó investigar las propiedades de confiabilidad y validez del
instrumento. Se exploraron diferencias entre ninos tfpicos y con diagnóstico de retardo mental y diferencias de acuerdo a nivel socioeconomico. Se desarrollaron ademas, normas por edad y sexo. Para lograr el objetivo fue necesario dividir el estudio en dos fases. METODO Primer Estudio En el primer estudio se puso a prueba la version al Espanol de la Escala utilizando un procedimiento de jueces bilingries quienes independientemente hicieron sus correcciones a la traducciOn original. Se llevO a cabo una revision de otras pruebas de competencia social y con4uc0 ,a,Optativa y se redactaron seis nuevos itemes relacionados con: expresión de sentimientos, conservaciOn de materiales, autocontrol, respuesta a la separaciOn, dar quejas adecuadamente y disfrute con los juegos. La Escala inicial que constaba de 30 itemes se amplió a 36. El primer estudio incluyO una muestra de 10 maestros del Programa Head Start,-los cuales• evaluaron cada uno 10 nirios de sus respectivos salones, buscando que estuvieran representados nitios de 4 y 5 altos, tanto varones como
mujeres. El estudio incluyó también un adiestramiento a los maestros sobre el contenido y forma de completar el instrumento con los nirios seleccionados y una reunion posterior para recoger los protocolos de los niflos evaluados
cowuna discusión de todas las dudas y recomendaciones relicionadas con el contenido de la Escala, dificultades de algunos itemes y criterios para la puntuaciOn. De este primer estudio se eliminaron o cambiaron expresiones que podian sugerir inferencias o que no eran observacionei de conducta manifiesta. También se realizaron cambios como resultados
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del análisis estadistico de los itemes, elimin6ndose aquellos
que no cumplieron con el criterio de una correlación del item con la Escala total entre .30 y .80, siguiendo las recomendaciones de Guilford (1956). De este primer andlisis se eliminó el item 18 que media conducta de iniciar participación y fueron revisados el item 24 (aceptaciOn de limites), el item 31 (expresión de sentimientos) y el item 34 (respuestas a la separación). El análisis de los resultados del primer estudio también dio origen a nuevos itemes que surgieron como producto de la interacción del investigador con las maestras y psicólogos del Programa Head Start con experiencia en el desarrollo del nifio. Los nuevos itemes incluyeron conductas tales como llorar, pedir permiso para hablar y dar las gracias. La Escala revisada quedó constituida por 42 itemes, la cual se utilizó para el estudio final con nifios del Programa Head Start. ESTUDIO FINAL Suj etos La muestra fue de 513 nifios del Programa Head Start dirigido por la oficina para el Desarrollo Humano entre las edades de 4 a 6 afios, de los cuales 290 eran varones y 223 eran mujeres correspondientes a 44 salones de distintos proyectos del Programa. Los sujetos de la muestra provenian de las distintas regiones geográficas de Puerto Rico. Los nitios eran principalmente de nivel socioeconómico bajo (Ver tabla 1). En la selección de la muestra se siguieron estrictamente los procedimientos y formulas requeridas por los parámetros investigativos.
Tabla 1 Distribución de sujetos en la muestra normativa por edad y sexo Edad
Mujeres No %
Varones No %
4.0 7 4.5 4.6 - 4.11 5.0 - 5.5 5.6 - 5.11 6.0 - 6.5 total
35 77 84 55 39 290
( 12.1) ( 26.6) ( 29.0) ( 19.0) ( 13.4) (100.0)
24 64 65 52 18 223
Total No %
( 10.8) 59 ( 11.5) ( 28.7) 141 ( 27.5) ( 29.1) 107 ( 20.9) ( 23.3) .149 ( 29.9) ( 8.1) 57 ( 11.1) (100.0) 513 (100.0)
La muestra incluyó tarnbién un grupo de 15 nifios con diagmistico de retardo mental del programa Head Start y un grupo de 12 nirlos de nivel socioeconennico medio y alto provenientes de un grupo pre-escolar Montessorri del area me tropolitana. PROCEDIMIENTO La Escala de Competencia Social fue administrada por el maestro y en algunos casos, también por el asistente del maestro. Los maestros y asistentes seleccionados fueron adiestrados directamente por uno de los investigadores acerca del contenido y la forma de administrar la escala a los niiios con base en la conducta observable. El adiestramiento incluyó un análisis de cada item con ejemplos y criterios de evaluación. De cada uno de los aspectos anteriores se entregó un conjunto de instrucciones detalladas con el protocolo de la Escala y los criterios de correcciem. Pari controlar el tiempo de la administración de la Escala se dió a los maestros un plazo de 8 dias laborables para completarla y devolverla. w"\
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El inVestigador se aseguró de que todos los maestros participantes hubieran estado cOn los nifios en los centros un nun ' imo de 6 meses, para garantizar asi el conodiniento que tenfan de ellos y de sus comportamientos. Con el propOsito de medir la confiabilidad entre evaluadores se selecdonaron 10 salones de los originales de la nMestra para que el . asistente de maestro también completara el instrumento con cada nifio. De los maestros seleccionados se Bev() a cabouna nueva seleccion aleatoria de 10 para que volvieran a completar la Escala 3 semanas después, con la finalidad de es tablecer una medida- de confiabilidad de prueba-reprueba. CONFIABILIDAD DE LA ESCALA
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La Confiabilidad de la Escala se puso a prueba mediante tres formas: confiabilidad por mitades o consistencia interna, prueba-reprueba y confiabilidad entre evaluadores. En las tres formas: se obtuvieron coeficientes de correlacion 'Producto-Momento de Pearson (Anastasi, 1982). En la confiabilidad por mitades, ademes, se us6 la formula Spearman-Brown (Anastasi, 1982) para corregir el efectod.e reclucción de los itemes a la mitad que implica el procedimiento. VALIDEZ DE LA ESCALA La investigación incluyó dos tipos de validei: de constructO, y de criterio concurrente. Para determinar la validez de constructo se tom() como criterio la eiferencia en terrninos de edad. Este criterio esta sustentado por autores como Eisenberg (1982), quienes presentan que la competencia social está influenciada por el factor edad y nivel de desarrollo del nil-1o. El procedimiento estadistico utilizado fue el de análisis de varianza para identificar diferencias de acuerdo a la
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variable edad. Posteriormente se Hew') a cabo la prueba Scheffé para investigar entre Clue grupos de edad se identificaban las diferencias. Además, se realizó un analisis de varianza bifactorial para evaluar las posibles interacciones entre los grupos de acuerdo a los factores edad y sexo. La validez de constructo también se evaluó sometiendo a prueba la hipótesis de que la Escala podia discriminar entre el grupo de nifios de la muestra y un grupo de nifios con diagnostico de retardo mental. Otra forma de explorar la validez de constructo de la Escala fue mediante la comparación de la ejecución de la muestra proveniente del nivel bajo y un grupo de nilios del nivel socioeconornico medio y alto provenientes del sistema Montessori del area metropolitana. El analisis estadistico se llevO a cabo mediante la prueba T de diferencias. La validez de criterio concurrente fue determinada estableciendo una correlación entre los puntajes de la Escala y los resultados de la Prueba de Cernirniento Socioemocional, la cuál fue desarrollada por Julia (1983) para diferenciar nifios con indicadores de dificultades en el area socioemocional de aquellos que no manifiestan dichas dificultades. La Prueba de Cernimiento Socioemocional es utilizada en el Programa Head Start como instrumento de cernimiento en el area de salud mental. La muestra para este tipo de análisis fue de 255 nifios, los cuales fueron evaluados con ambas pruebas, ya que a no todos los nifios por razones administrativas se les habia administrado la Prueba de Cernimiento Socioemocional. La tendencia esperada de la correlación era negativa dada la estructura de ambas pruebas. La investigación incluyó también comparaciones por region geografica. Finalmente se desarrollaron normas por edad y sexo. 'El coeficiente de confiabilidad total fue de .92; para los varones ascendió a .88 y a .91 para las mujeres. Estos resultaron significativos con probabilidad menor de .001. También se establecieron coeficientes de corifiabilidad de
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acuerdo a los grupos de edad. Estos fluctuaron entre .86 y .95 con altos niveles de significacion (P < .001). Los resultados de la conliabilidad prueba-reprueba se realizaron mediante dos evaluaciones de una submuestra de 52 sujetos tomadas aleatoriamente con un intervalo de tres semanas de diferencia. El indice total de confiabilidad fue de .93. Indices adicionales de acuerdo al factor sexo dieron resultados iguales, de .92, para ambos sexos. Los indices anteriores resultaron significativos con probabilidad menor de .001. El coeficiente de confiabilidad entre evaluadores se obtuvo mediante la evaluaci6n independiente de una
muestra de 85 nirios por parte del maestro y del asistente de maestro. El coeficiente obtenido fue moderadamente alto (.77, P <001). También se establecieron coeficientes de confiabilidad de acuerdo al factor sexo, siendo de .73 para los varones y de .78 para las mujeres (P < .001.). VALIDEZ
El análisis de la validez de la Escala se llev6 a cabo separando el mismo en dos aspectos: validez ae constructo y validez de criterio. La validez de constructo evaluó en primer lugar diferencias de edad mediante un análisis de varianza simple. Los resultados obtenidos (F = 3.70, P < .01) indicaron que si existian diferencias significativas de acuerdo a la variable edad. La prueba Scheffé se utilizó posteriormente para identificar diferencias y contrastes entre los grupos de edad. Las diferencias significativas (P < .05) se encontraron entre los grupos que se ubicaban bajo las edades de 4 atios 11 meses y los grupos mayores de 5 arios. La validez de constructo también evaluó diferencias en competencia social de acuerdo a la variable sexo, el procedimiento utilizado fue el de andlisis de varianza simple. Los resultados obtenidos (F=15.31, P <.001) establecen
diferencias significativas entre los sexos, siendo más alto el promedio obtenido en las mujeres que en los varones. Un análisis de varianza bifactorial dirigido a evaluar las interacciones entre las variables edad y sexo produjo unos resUltados (F = .945, P > .05) no significativos. La validez de la Escala incluy6 la verificación de diferendas . significativas (P < .001) entre niiios tipicos y Mhos con diagnóstico de retardo mental. Se: encontraron además diferencias significativas (P <05) de acuerdo a los niveles socioeconómicos, siendo más altos los promedios para los nifios de clase media y alta. La validez de criterio . concurrente di6 como resultado unos coeficientes de correlación entre la Escala de Competencia Social y la Prueba de Cerrdmiefito Socioemocional en la dirección negativa esperaJa, ubicándose entre =.51 y -.53, siendo todos significativos (P < .001). NORMAS El establecirniento de las normas de la Escala de Competencia Social se llev6 a cabo teniendo como base los hallazgos expuestos previamente, en especial los resultados de los criterios de validez. Las normas se presentan segim las variables edad y sexo. Especificamente se establecieron normas para el grupo entre las edades de 3 a 4 afios, 11 meses y 5 afios a 6 a A - (3s, 5 meses diferenciando de acuerdo a la variable sexo. Las normas, ademds de la puntuación bruta obtenida por cada sujeto, se presentan en rango percentil y en puntuación T (promedio = 100, desviación tipica = 15). DISCU SION Consideraciones sobre los itemes Como se expuso inicialmente, el objetivo fundamental de la investigación era Ilevar a cabo una validación de la miggiiiimmitmommumm....,et
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Escala de Competencia Social de California con población pre-escolar del Programa Head Start. Este instrumento que originalmente constA de 30 itemes fue sometido a un proceso de analisis en las dos fases de la investigación. El resultado final fue una escala de 38 itemes. El proceso anterior muestra que la validación de los itemes ha cumplido con los criterios psicométricos y con los criterios de discriminación recomendados por autores como Guilford (1956). El procedimiento de validación de los itemes tuvo en cuenta, además del criteria psicométrico, el aporte teórico y prActico de rnaestros del Programa Head Start y psicologos, quienes con sus observaciones y experiencias con los nifios hicieron valiosas sugerencias en cuanto a comportamientos a ser evaluados en la Escala. En este sentido, la prueba original ha sido ampliada y enriquecida con elementos de la experiencia educativa y psicologica en el contexto puertorriquefio. ANALISIS DE LAS MEDIDAS DE CONFIABILIDAD Las tres medidas de confiabilidad establecidas en la
presente investigación proporcionaron evidencias diferentes pero complementarias relacionadas con la consistencia y precision de la Escala de Competencia Social. En cuanto a la confiabilidad de divisiOn por mitades los coeficientes obtenidos (entre .88 y .92) comparan favorablemente con los provistos por el manual original de la prueba, los cuales están entre .90 y .98 (Levine, Elzey y Lewis, 1969). Los indices obtenidos para la confiabilidad pruebareprueba (entre .81 y .98) son significativamente altos y evidencian una excelente consistencia temporal en los puntajes de la escala. Estos puntajes comparan positivarnente con escalas que miden conducta social y adaptativa como la Escala revisada Vineland (1984), la cual presenta unos indices de confiabilidad prueba-reprueba entre .80 y .90. En
cuanto a la confiabilidad entre evaluadores, los coeficientes obtenidos (entre .66 y .93) tienden a ser moderadamente altos y comparan favorablemente con los indices del manual original de la pruebayxon pniebas semejantes. ANALISIS DE LAS MEDIDAS DE VALIDEZ
La validez de constructo de la Escala identificó diferencias significativas en los puntajes de competencia social en función de la edad, pero también evidenció que estas diferencias no se perciben como relevantes cuando la diferencia de edad es coda; es necesario que transcurra un periodo minimo de un afio para poder evidenciar dichos cambios. Se establece asi una diferencia en cuanto al influjo de la edad en los distintos proc'esos del desarrollo, siendo más directa y continua en los procesos perceptuales e intelectuales y más indirecta y discreta en los procesos adaptativos y socioemocionales. Los resultados evidenciaron diferencias significativas de acuerdo al factor sexo siendo mayor el puntaje promedio para las nifias que para los nifios y son congruentes con los presenciados en la normalización original de la Escala. Los factores de crianza y socio-culturales parecen ser los más responsables de estas diferencias que estan promoviendo patrones de mayor adaptabilidad social en las nifias que en los nifios. 'Los resultados identificaron diferencias significativas entre el grupo tipico y el grupo con diagnOstico de refardo mental. Estos hallazgos confirman los planteamientos de que el nifio con retardo mental ejecuta tonsistente y significativamente por debajo del nifio tipico no solo en las areas cognoscitivas sino también en las areas de conducta adaptativa y social. Los puntajes obtenidos en el grupo de clase media y alta y el grupo normativo proveniente de clase baja principalmente sugiere unas diferencias en el comMasIMMX§W
'MAIM
portamiento social ligadas a factores sodoeconómicos. Sin embargo estos resultados deben tomarse con cautela dado Io reducido del grupo de clase media y alta. Los resultados de la validación concurrente presentan una correlación moderada y adecuada como validez de criterio concurrente, ya que las dos pruebas (Escala de Competencia Social y Prueba de Cernimiento Socioemocional) presentan semejanzas y diferencias en cuanto a los comportamientos que evahlan. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES /Los trabajos investigativos, en especial en aquellos que incluyen validaci6n y normalización de instrumentos se encuentran limitaciones con frecuencia dificiles de superar debido a lo's recursos disponibles, representatividad de las muestras y a los instrumentos evaluativos. En la presente investigacion, la Escala fue validada con una población proveniente de un nivel socioecon6mico bajo, como es la población de Head Start y entre las edades de 4 a 6 a arios. La comparación realizada entre el grupo de nifios con diagnostico de retardo mental y el grupo tipico también conllev6 limitaciones debido a los problemas relacionados con el diagnóstico de retardo mental, principalmente por los problemas psicométricos de las pruebas previamente utilizadas. La comparación entre el grupo de nivel socioeconómico alto y el grupo normativo confront6 limitaciones debido al tamatio reducido de la muestra del primer grupo. Las limitaciones de la presente investigación pueden superarse si futuras investigadones validan la Escala de Competencia Social con nifios a edades más tempranas, por ejemplo entre los 2 y los 4 atios. El llevar a cabo comparaciones más amplias con nifios preescolares provenientes de nivel socioeconómico medio y alto permitirá identificar diferencias o concordancias en competencia social y explorar variables
PATV". .
sociales relacionadas. Es recomendable, ademas, realizar estudios sobre competencia social con nifios de alto riesgo, tales como niftos maltratados o abusados, ninos provenientes de familias con problemas por uso de alcohol o drogas para identificar posibles variables sociales y familiares relacionadas con competencia y adaptación social. La investigación en él area de competencia social sevislumbra con horizontes de gran interés. Permanecen aspectos teóricos y practicos sin responder tales como: zcuales son los comportamientos funcionales en la competencia social? z en que medida las respuestas a la expectativas_ familiares, educacionales y sociales son las determinantes en esta evaluación? o zque relaciones existen entre las respuestas a las expectativas y otros factores tales, como independencia, iniciativa, cooperación? zque estilos de interacción familiar y de otras interacciones promueven niveles de competencia o incompetencia?. Las respuestas a estas preguntas abren alternativas de investigación en areas como el desarrollo, la clinica, la educacien. En el area del desarrollo, por ejemplo, pueden llevarse a cabo estudios longitudinales que permitan identificar la genesis de competencias sociales, conductas de interacción, independencia, solución de problemas y camo los adultos facilitan o inhiben dichos procesos. En la clinica, tiene una especial relevancia dado el hecho, previamente discutido, de que en la base de muchos trastornos del comportamiento exis ten problemas de competencia social. Esto conduce a formas de tratamiento que incluyan el adiestramiento en destrezas y competencia social. En el aspecto educativo, la aplicabilidad también es significativa como parte de un proceso preventivo que permita identificar en los estudiantes y en la comunidad educativa en general las competencias sociales relacionadas con un ajuste saludable. Dichas competencias deberan fortalecerse y/o enseriarse para prevenir problemas de ajuste e interacción posterior que puedan estar relacionados con ELMVAIMMIRWAMMAMMA
20 • mmeamowzonforamsal •
problemas de delincuencia, drogadicción, agresiem y violencia. En el futuro, todo trabajo preventivo deberá en alguna medida incluir el análisis y la promociem de destrezas sociales conducentes a generar mayores niveles de competencia social. El potendal de esta area de investigación es fascinante; vale la pena tomarlo en serio; vale la pena continuar realizando esfuerzos para comprender y mejorar la calidad de nuestras interacciones. El producto lo veremos en formas de comportamiento más positivos, más prosociales y en el fondo más fences para nuestros ninos, para nuestros jovenes y para nosotros los adultos. El reto continua... asurnirlo con la seriedad de la investigaciem y con el espiritu de servicio y comprorniso sigue siendo nuestra tarea.
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INSTMITO DE INVESTIGACIONES PSICOWGICAS IINIVERSLOAD DE WS ANDES, MERIDA, VENEZUELA
Se presenta un andlisis de expresiones cotidianas,buscando las teor6is implicitas que tiene el venezolano sobre el trabajo, &Roy fracaso. En nuestra cognición el trabajo es melaforicamente construIdo como una maldición para seres inferioms, convertido en un adversario que muck y contra el cual se lucha dentro de un recipiente que asfixia. El éxito es tin viaje hacia aniba, es una pelea, es un don. El fracas° estd orientado hacia abajo,es una derrota,es un accidente. Seas ume que las rnetaforas no son solo una forma de lenguaje sino que invaden el pensamiento y la accian. Nuestro funcionamien to coma cultura correspond eria con nuestros conceptos metaldricos.
as metáforas invaden nuestra vida, como lenguaje, como pensamiento y como acción. Nuestro sistema conceptual es de naturaleza metafórica. Los conceptos no son solarnente dominio del intelecto, también gulan nuestro funci onamien to. Organizan lo que percibimos, cómo nos adaptamos al mundo y como nos relacionamos con los demás. (Lakoff y Johnson, 1980). El sistema conceptual no es conciente y una manera de * Ponencia presentada en el 3er. Encuentro Venezolano sobre Mottvación, realizado en Mérida, Venezuela, del 5 al 7de noviembre de 1990. 25
•
entenderlo es por medio del lenguaje. En gran medida, con el lenguaje concebimos, construimos y legitimizamos la realidad social diaria (Berger y Luckmann, 1967). La metafora es entender y experienciar una realidad en términos de otra. Las metáforas se pueden clasificar en: (a) de nivel basico, las usadas en el lenguaje comfm de la vida diaria; (b) de nivel abstracto, son categorias superordinales y proporcionan la rathn implicita de las metáforas de nivel básico. Se clasifican también en metáforas idiosincráticas (originales) y convencionalizadas (clichés establecidos en la cultura). Estas tiltimas son metodológicamente productivas en el descubrimiento de los sistemas conceptuales implicitos. Reflejan la experiencia y acción diaria con el concepto para la mayoria de las personas que comparten la cultura. Se podria descubrir parte de nuestro sistema conceptual estudiando la manera como hablamos sobre diversos aspectos de la vida. El examen de las expresiones linguisticas sobre EL TRABAJO, EL EXITO Y EL FRACASO puede conducir a sus modelos conceptuales en nuestra cultura. El anfilisis se concentrari en las expresiones convencionalizadas con la finalidad de "excavar" en la concepción implicita de esos tres aspectos en metSforas de nivel bfisico. Parte del interés es examinar si la Cultura Mayor (CM) y la Cul tura Industrial (CI) venezolanas difieren en es tos conceptos. Por esa razón, se analizaron: (a) expresiones comunes. usadas por la mayoria de los integrantes de las dos culturas; y (b) definiciones formales. Se asume que la CI define el trabajo, el éxito y el fracaso a la manera occidental, mientras que la CM mantiene sistemas conceptuales que pertenecen a su propia experiencia y acción. Pero las personas son las mismas en ambas cul turas y es tán igualmente expuestas a las experiencias, acciones y lenguaje de la CM. Es posible que guardemos nuestros propios 'sistemas conceptuales, que sólo aflorarian en las metáforas, mientras que usemos superficialmente los sistemas coitceptuales aprendidos. 26
METODO Las expresiones se recolectaron por: (1) formatos administrados a 82 trabajadores industriales, 50 estudiantes y 16 profesores universitarios; (2) libros de refranes populares; y (3) conversaciones informales, comentarios de televisiOn, novelas y discursos politicos. El total de metáforas básicas relacionadas con el trabajo fue 528 y 326 relacionadas con exito/fracaso. Finalmente se realizó la categorización en metSforas de nivel abstracto.
RESULTADOS Y DISCUSION Metiforas de trabajo Las 528 expresiones sobre trabajo se agruparon en 10 metaloras de nivel abstracto que aparecen listadas con el mimero de expresiones básicas entre paréntesis al lado derecho. Seguidamente se presentarán las metdforas abstractas con una lista (resumida) de los ejemplos que les dan significado. I. EL TRABAJO ES UNA MALDICION (73) 1. El trabajo es un sacrificio, una tortura, una esclavitud 2. Me lleva a la locura, a la tumba, al divorcio 3. El trabajo lo hizo Dios como castigo 4. El trabajo acab6 con mis esperanzas, mi libertad, con su
vida 5. La culpa de eso la tiene Addn. El trabajo es construido como una maldición impuesta y la metifora expresa las consecuencias de esa maldición para las personas.
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27
IL EL TRABAJO ES UN ADVERSARIO (63). 1. 2. 3. 4. 5.
Le doy cuatro patadas a ese trabajo Me fajo con él Yo mato a ese trabajo rápido Vamos a dark duro a ese trabajo El trabajo es Ia eterna batalla
La maldición se convierte en una entidad fisica, un adversario, al cual se le golpea, ma ta, pa tea, vence, se faja con él y le da batalla. M. EL TRABAJO ES UN RECEPIENTE (56) . 1. Hay que emplearse a fondo en ese trabajo 2. Mi trabajo es asfixiante 3. Dame una mano para salir de este proyecto rápido 4. Este trabajo me tiene hasta la coronilla 5. Está atascado no puede ascender en el trabajo
Cuando la maldición no se vence se cae en tap entidad fisica con limites. Un recipiente en el cual la persona se emplea a fondo, se hunde hasta la coronilla. El recipiente no está vacio, contiene una sustancia que asfixia, atasca. La persona quiere salir, ascender, subir. IV. EL TRABAJO ES SUSTENTO (54) 1. Ese trabajo es pan comido 2. El trabajo es la papa 3. Hay que trabajar para comer 4. El que trabaja no come paja 5. El que no pila no come arepa Hay que enfrentar la maldición y vencer al adversario para salir del recipiente asfixiante y ganarse la vida. En nuestra experiencia el trabajo es como en otras culturas, una manera de sobrevivir. Con una diferencia, es tnuy dificil obtener el sustento, hay que pasar por pruebas espantosao.
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V. EL TRABAJO ES PARA ENTES INFERIORES (53) 1. Cachicamo trabaja pa' lapa 2. El que trabaja es el tonto 3. El trabajo es para locos, pobres , negros , animates , plebeyos ,
chinos 4. El vivo vive del pobre 5. Trabajo como negro para vivir como blanco El trabajo es una estructura de poder en la cual solamente algunos de sus integrantes, los inferiores, merecen la maldición, el enfrentamiento al adversario y ahogarse en el recipiente para ganar el sustento. VI. EL TRABAJADOR ES UNA MAQUINA (49) 1. 2. 3. 4. 5.
El se enchufa a trabajar por la mariana Me es dificil desconectarme del trabajo A Pedro se le acabó la gasolina en ese proyecto Los trabajadores est6n todos pasando aceite Ellos no quieren arrancarcon el trabajo
Cuando la persona acepta el trabajo se convierte en una entidad inferior al hombre. El ente que trabaja es visto como una máquina, que se enchufa, arranca, necesita combustible. VII. EL TRABAJO ES UN TRAPICHE (47) 1. Este trabajo me sacó la chiclza, el guarapo, el jugo 2. Ese trabajo me estd exprimiendo 3. Este trabajo me explotd, me reventó, me dejó mamao 4. Después del trabajo me recogerdn con cucharita 5. El trabajo me dejó aniquilado, escachapao, espatillao,
hecho polvo. El trabajador-maquina pasa por otra maquina más "demoledora" que lo exprime, lo consume. Es una m6quina
inferior que se enfrenta a un adversario demoledor, por una maldición, para ganarse el sustento. ,...Awmazig
egre--. 29_ wrof.
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VIII. EL TRABAJO ES UNA CARGA PESADA (44) 1. 2. 3. 4. 5.
El trabajo es tan pesado que con razem es remunerado Estoy recargado de trabajo Este trabajo no lo aguanta nadie No hay cuerpo que lo resista Aqui con la misma cruz a cuestas
El trabajo es construido como una entidad fisica pesada que hay que llevar sobre las espaldas y que puede causar daiio fisico al organismo. IX. EL 'IRABAJO ES UN RECURSO (45) 1. Tarea realizada en un tiempoy con objetivos determinados 2. Actividad para ser remunerada 3. Tarea con propรณsito 4. Vender un servicio 5. Medio para obtener estatus En otras culturas el trabajo es conceptualizado co .= un recurso cuantificable (en dinero y tiempo), se usa progresivamente, tiene valor por unidad y tieneun propรณsito (Lakoff y Johnson, 1980). Para nosotros este concepto aparece en las definiciones formales, que han sido aprendidas en las ins tituciones. Pero hubo pocas expresiones cotidianas relacionadas con el trabajo como recurso en las muestras espontAneas. Aunque si existen en el habla venezolana expresiones cliche que hacen pensar en esa metรกfora. Por ejemplo, uno trabaja demasiado, invierte tiempo en su trabajo, gasta horas en una labor, ahorra trabajo, le rebajan horas de trabajo, aumenta su esfuerzo, trabaja a tiempo completo o dedicaciรณn exclusiva, pierde o gana tiempo en el trabajo. X. EL I RABAJO ES UN VALOR SOCIAL (44) 1. El trabajo es superaciรณn personal 01:KM.MM..`>>>3.:MMIMMORM.:1
• 2. 3. 4. 5.
Dignifica al hombre Es uno de los valores de la sociedad Es razón social Es honroso para la sociedad
Nuevamente, las expresiones estan extraidas de las definiciones. En las dos tiltimas metaforas se nota un lenguaje menos personalizado. Las expresiones se refieren más a entes abstractos como la sociedad, el pais. Globali7ando, las diez metaforas analizadas ofrecen indicios de una teoria implicita coherente en la cual el trabajo es construido como una maldición impuesta que envia un adversario al cual hay que combatir dentro de un recipiente asfixiante para ganarse el sustento. La maldición esta dirigida a entes inferiores, como máquinas susceptibles de ser trituradas por otra maquina superior y que soportan una carga pesada. Se asumió que podrian existir diferencias en el sisterna conceptual del trabajo entre miembros de la CM y de la CI. No se encontraron tales diferencias. En ambas culturas se maneja un concepto formal de trabajo como recurso valorable y como valor social ensefiado por las instituciones. Pero su experiencia, pensamiento y acción estan mas relacionados con otro concepto. El concepto metafórico de trabajo es el de esclavitud que aparece estar atado a nuestra condición de colonizados por una cultura que nos era ajena. Quizas la cultura colonizadora nos "ensefió" verbalmente el trabajo
como valor moral. Pero nos expuso como experiencia de trabajo al modelo de esclavitud, en el cual los mestizos eran máquinas inferiores merecedoras de la maldición con la cual tenian que luchar. 2,Por qué ha perdurado por quinientos alios en nuestra cognición este modelo del trabajo? Somos en apariencia una cultura occidental pero nos resistimos al modelo de trabajo occidental. Estara relacionado esto con una estructura de esclavitud en la cual se gerencia el trabajo como un ingenio donde los gerentes 1,1ancos/criollos" son los dueflos y los trabajadores los esclavos. Oserá que gerentes 31
WANIMOMENWAKOM RTIOMINIMIM
y trabajadores se resisten por igüal al modelo conceptual impuesto, prefiriendo el que esti más fuertemente arraigado en su experiencia, pensamiento, lenguaje e historia. METAFORAS DE EXITO Y FRACASO
Las 326 metiforas bisicas se categorizan en 5 metiforas de nivel abstracto. Los dos conceptos, éxito/fracaso forman parte de un mismo sisterna por lo tanto el análisis de ellos se hizo en conjunto. I. EL EXITO ES UN VIAJE (95)
1. Este muchacho ya volando 2. Pa'alante que pa'atris espantan 3. A este no lo para nadie 4. Estamos en la pista del éxito 5. José persigue el éxito El éxito como viaje esti relacionado con el progreso, el propósito y las dificultades involucradas en el éxito. Ambas cosas tienen lugar en la dimension tiempo. El éxito es un viaje hacia adelante por el espacio en basqueda de algo. El viajero es la persona que busca el éxito; el camino recorrido es el progreso de la bOsqueda y las dificultades en el camino son las dificultades para alcanzarlo. II. EL EXITO ESTA ARRIBA/EL FRACASO ABAJO (76) 1. Bosco esti crecido con su éxito 2. Nena alcanzó lo que queria 3. El éxito se sube a la cabeza 4. Te caiste de una mata El éxito esti en un lugar elevado en el espacio y el fracaso esti ubicado hacia abajo. La metifora del éxito como viaje es coherente con la ubicación espacial hacia arriba (adelante).
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III. EL EXITO ES UNA PELEA/EL FRACASO ES LA DERROTA (54) " 1. El éxito es un reto 2. Pelastes bolas 3. Goyo es un campecIn 4. Marina obtuvo una victoria 5. Juan quedó fuera de combate, se lo rasparon El éxito es un confrontación en la cual se siguen los patrones de la experiencia con las peleas fisicas. En el viaje hacia el éxito la persona pelea contra los obstáculos, a veces vence, a veces sale derrotado. N. EL EXITO ES UN DON/UN REGALO (49) 1. Alfredo nació enmantillado, de pie 2. Ronal es una estrella 3. Jorge es un machete 4. Rainer nació para triunfar 5. Al saber lo llaman suerte El éxito es un don dado a la persona al nacer u ofrendado por circunstancias especiales. Quien no tiene ese don no va a triunfar inevitablemente, serâ siempre un fracasado. V. EL FRACASO ES UN TROPIEZO/UN ACCIDENTE (52) 1. Estoy empavado 2. No pego una 3. Hoy no es mi dia 4. Me la tenian aplicada 5. Al mal tiempo buena cara A partir de estos ejemplos podemos inferir que el fracaso es construido de acuerdo a la experiencia de la cultura como una situaciön circunstancial, accidental que puede cambiar. Vino por un tropiezo en el cual la persona no es td involucrada y es cuestión de tiempo que la situación mejore para que la 33
:
persona tenga la oportunidad de triunfar. Esta„metáfora parece no guardar coherencia con la anterior, perO si Ia tiene. Nadie aceptaria que no tiene el don del éxito, todos creen que lo tienen y si fracasan es solo por un tropiezo. En resumen, la ,teoria implicita del éxito y el fracaso construida a traves de la experiencia de los venezolanos parece ser que las personas nacen con el don de emprender el viaje del éxito hacia adelante y hacia arriba en el espacio. En ese viaje pueden ocurrir tropiezos o accidentes contra los cuales hay que pelear. Si se vencen, la persona es triunfadora (alcanza las metas-de su viaje); si no se vencen, la persona es a derrotada (no llega al destino de su viaje). Parece importante examinar las implicaciones sociales y psicolOgicas que tiene esta conceptualización del éxito/fracaso. El éxito es visto como una cualidad estable no cambi a- ble sino sOlo de manera circunstancial y no controlable, puesto que es ofrendada por la naturaleza o entes desconocidos. El fracaso, por el contrafio, es visto como un estado inestable, como una averia en el sistema que volverd a ajustarse por si misma. Pero también como no controlable, porque la persona no tiene necesariamente que actuar para reparar la averia. LAS METAFORAS DE TRABAJO Y EXITO/FRACASO FRACASO EN LA VIDA VENEZOLANA
Los conceptos no pertenecen solamente al intelecto sino también al funcionamiento. Actuamos de acuerdo a los sistemas concep tuales que hemos construido. El pensamiento y la acción son metafóricos también. Eso podria significar que nos comportamos como esclavos, que recibimos una maldición Hamada trabajo a la cual odiamos. Creemos que el exito nos debe estar "dado" y que el fracaso es sOlo un mal momento. Por lo tanto, no podemos hacer nada para obtener el éxito, ni para evitar el fracaso. LCOrno afectan estas metaloras la vida de los venezolanos? Cuanddpensamos en terminos de productividad, progreso y desarrollo en el sentido
•
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de los paises industrializados, nuestros sistemas conceptuales de trabajo, éxito/fracaso no parecen adecuados para conducirnos por el mismo camino. Paralelamente a los sistemas conceptuales de esta cultura se manejan sistemas superficiales que quizás provengan de la interacción con las culturas industriales. Es probable que en algain momento comencemos a incorporar esos sistemas a nuestra experiencia y funcionamiento, pero necesitamos v encer la "resistencia" de mestizos con miedo de ser esclavos (si trabajamos) y con esperanzas y ambiciones de ser seriores blancos (para no trabajar). Incorporar profundamente nuevos sistemas conceptuales de trabajo, éxito y fracaso requiere no solo de enserianza académica, requiere de nuevas experiencias, creencias y valores dentro de la cultura. Los cambios tienen que repercutir muy profundamente en la cogniciOn de los venezolanos para empezar a construir sistemas nuevos. REFERENCIAS Berger, P. L. y Luckmann, T. (1967). The social construction of reality: A treatise in the sociology of knowledge. N.Y . Anchor Books. Lakoff, G. y Johnson, M. (1980). Metaphors we live by. Chicago: University Press.
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FERNANDo GARCIA CASTARO PH.D COLEGIO UNIVERSITARIO DEL TURABO Y
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ALVAREZ Pu.D. CENTRO CAMBER() DE Esnumo POST-GRADUADOS
Se estudia la relaciรณn existente entre la religiosidad, el ascetismo y las actitudes sexuales de una muestra de 252 estudiantes universitarbs catรณlicos, fundamentalistas y arreligiosos del drea centro-este de Puerto R:co. A diferencia de otras investigaciones, se mide la religiosidad en su doble aspecto de prdctic.a y creencia, a la vez que se introduce el ascetismo como variable asociada a.las actitudes sexuales. Para medir estas variables, se construyeron tres escalas: la Escala de Religiosidad, la Escala de Ascetismo y la Escala de Actitudes Sexuales. Los catรณlicos y los fundamentalistas tienen actitudes sexuales conservadoras, mientras que las de los arreligiosos son liberates. Los fundamentalistas son mds religiosos, mds asciticos y mds conservadores sexualmente que los catรณlicos. Cuanto mayor fueron la religiosidad y el ascetismo, mds conservadores fueron las actitudes sexuales y, a la inversa, cuanto menores fueron la religiosidad y el ascetismo, mds liberates resultaron las actitudes sexuales. La religiosidad y el ascetismo llegan a explicar, sin embargo, solo un poco menos del 30% de las actitudes sexuales.
a sexualidad representa una de las areas en que la influencia del cristianismo se ha dejado sentir en forma mas negativa, creando todo tipo de actitudes represivas y conservadoras (Ard, 1974; Gagnon, 1985; Greenberg & Bystryn, 1982; Jones, Shainberg y Byer, 1985; Martin, 1984; Neira, 1983; Patton, 1985; Sandler, Myerson y Kinder, 1980; Shoppe, 1975; Shrock, 1984).
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La actitudnegativa hacia la sexualidad que ha prevalecido en el cristianismo a lo largo de su historia se debe a la concepción del cuerpo como fuente del pecado, que lo conVierte en algo vergonzoso, el enemigo contra el cual hay que luchar (Grimm, 1962). Como la sexualidad es la expresión maxima de la corporeidad, fue rechazada desde temprano por contaminar y ensuciar al ser humano. Vino a ser la forma más elemental, cercana y asqueante del pecado. Segim Niebuhr (1964), paso a ser consecuencia del pecado no solo porque se consideraba el deseo sexual como una forma vivida de sensualidad, sino también porque la generación es una necesidad obvia de la existencia finita. La revisiOn de literatura cientifica sobre la relación entre el cristianismo y la sexualidad confirma lo que ya se sabia a través de la historia. Al comparar 51 estudiantes fundamentalistas de un Colegio Biblico australiano con 291 estudiantes de la Universidad de Melbourne. Stanley y Vagg (1975) encontraron que los primeros se ubicaron en el extremo conservador de la escala utilizada en cuestión de moral y de politica. Las preguntas sobre moral abarcaban temas tales como el aborto, las relaciones prematrimoniales y la facilidad para divorciarse. En una investigaciOn similar, Maret y Maret (1982) estudiaron 71 estudiantes fundamentalistas, procedentes de un Colegio Biblico, y 80 no fundamentalistas, todos de New Jersey. Los fundamentalistas mostraron mayor grado de desaprobaci6n de las relaciones extramatrimoniales y prematrimoniales que los otros sujetos. En el caso de las relaciones prematrimoniales, las mujeres, tanto fundamentalistas como no fundamentalistas, se mostraron algo más conservadoras que los hombres. Maret (1984) también ha indagado la actitud de los fundamentalistas hacia los homosexuales. Estos manifestaron actitudes de mayor desaprobación que las de los no fundamentalistas. Segtin Maret, el conservadurismo moral de los fundamentalistas se torna más agudo cuando juzgan pow
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pthcticas que aparecen literalrnente condenadas en la Biblia. La corriente fundamentalista tiende a mantener los roles sexuales tradicionales, tanto del hombre como de la mujer. Respalda, en tiltima instancia, la familia de tipo patriarcal y se opone tenazmente a los movimientos feministas que luchan por un mayor'reconocimiento de los derechos de la mujer. Thornton, Alwin y Camburn (1983) pudieron observar que, de todos los grupos que tomaron en consideraciem (católicos, fundamentalistas y protestantes no fundamentalistas), los fundamentalistas fueron quienes menos estuvieron a favor de la igualdad del hombre y la mujer. La asistencia a la iglesia también tuvo un impacto negativo significativo sobre el mismo asunto. En Colombia, Gonzalez y Gómez (1977) han investigado el comportamiento sexual de los estudiantes de la Universidad de Barranquilla. En dicho estudio se encontre) que habia descontento por la educaciem sexual recibida en la escuela, que los jewenes de ambos sexos consideraban que la mujer debe buscar gratificación en una relackinsexualieliminándose el estereotipo de mujer objeto y que se daba una tendencia a no sentir remordimiento o sentimientos de cul pa luego de haber sostenido alguna actividad de catheter sexual. En un trabajo posterior, Gonzalez (1985) estudiel una muestra de 1,097 estudiantes de las universidades de Barranquilla. En materia religiosa, el perfil modal del varón, soltero y casado, fue de poco practicante. El de la mujer, también soltera y casada, fue de moderadamente practicante. Los resultados que obtuvo pueden resumirse como sigue. La incidencia de masturbaciem fue mayor en los hombres que en las mujeres. Entre éstas, las solteras se masturbaban más que las casadas. El porcentaje de personas que han incurrido en masturbación fue más bajo entre los practicantes religiosos que entre los no practicantes. El porcentaje de mujeres que experimentaban orgasmo por este medio resulte) ser también más bajo entre las religiosas. Llama la atención, sin ,•mbargo, que las personas practicantes que se masturbaban lo hacian
más frecuentetnente que las no practicantes. Segi.in el autor ,
esto se puede explicar por una probable predilecciOn de las personas religiosas por satisfacer sus deseos sexuales a tray es de. actividades que no impliquen a otra persona. Los sujetos muy practicantes, hombres y mujeres, mostraron una experiencia menor que los nada practicantes en cuanto a dar o recibir caricias sexuales y en las actividades bucogenitales. Lo mismo se observe' en la experiencia coital, tanto vaginal como anal, y en la frecuencia de orgasmos en el coito. Sorpresivamente, los hombres solteros muy practicant es frecuentaban más las prostitutas que los solteros nada practicantes. Gonzalez explica todas las circunstancias anteriores, excepto la Ultima, por el caracter represivo de la religion católica, que desaprueba o desalienta la experimentación sexual. Los hallazgos de Gonzalez son muy similares a los que habfan obtenido Cuevas y Wulfert (1983) en Mexico, quienes investigaron 703 estudiantes de dos universidades de Guadalajara. Se hallO una relación entre la asistencia a misa y la masturbación entre las mujeres (no sucedió lo mismo entre los hombres). Las que asistfan a misa con frecuencia se masturbaban menos que las de baja o ninguna asistencia. La ocurrencia del coito prematrimonial estuvo asociada con la asistencia a misa: las personas que asistian frecuentemente mantenian menos relaciones que las demes. Una relación similar se encontre entre el cumplimiento de las normas religiosas y la actividad sexual. Una mayor incidencia de coito prematrimonial se dio entre los que dijeron no cumplir nunca o casi nunca con dichas normas y la menor entre los que siempre o casi siempre lo hacfan. Segall los autores, la relación inversa entre religiosidad y permisión sexual "pudiera deberse a los sentimientos de culpa que instiga el desobedecer las reglas religiosas en ma teria sexual" (p. 63). Lafuente Benaches y Valcárcel Gonzalez (1984) se ocuparon de estudiar, en Espafia, las actitudes de una muestra de estudiantes de la Universidad de Valencia respecto al
aborto, la masturbación, las relaciones prematrimoniales y la
mm:.:nomomingowom
39 maammemwenommq
homosexualidad. Encontraron que los católicos practicantes fueron los más opuestos a las tuatro prácticas anteriores. En Australia, uno de los paises en que más se han estudiado las actitudes sexuales, Hong (1983) obtuvo resultados del mismo tipo. En una muestra de 560 estudiantes, balk) que a medida que aumentaba la frecuencia de asistencia a la iglesia, disminuia la actitud de permisión hacia las relaciones premhtrimoniales y extramatrimoniales. Entre los israelitas, no es diferente el efecto que tiene la religiosidad en la vida sexual. En 1978/79, Notzer, Levran, Mashiach y Soffer (1984) estudiaron las actitudes sexuales de 482 estudiantes de primer aft de la Universidad de Tel Aviv. El 69.6% de las estudiantes que se clasificaron a si mismas como tradicionales confesaron no haber tenido nunca relaciones sexuales. Ese porciento de virginidad descendid, sin embargo, a un 18.9 entre las que se declararon seculares. No se encontró esta tendencia entre los hombres: tanto los tradicionales como los seculares mostraron un grado similar de actividad sexual. En las mujeres, el uso de anticonceptivos fue inversamente proporcional al grado de religiosidad. La misma relación inversa se encontró entre el grado de religiosidad y la aceptación del aborto: cuanto mSs religioso era el sujeto, menor era su preferencia por el aborto. En los universitarios estadounidenses se observan ten• dencias similares. Medora y Woodward (1982), en un estudio hecho en la Universidad de Nebraska-Lincoln, pudieron confirmar la hipótesis de que habria una diferencia significativa entre las opiniones de los individuos religiosos y los arreligiosos sobre la permisividad sexual prematrimonial. Estos Ultimos, tanto los hombres como las mujeres, resultaron ser mucho más liberales que los religiosos. Medora y Woodward concluyen que la religiosidad esti relacionada negativamente con la permisión sexual prematrimonial. En Puerto Rico, Garcia COrdoba (1984) estudió las actitudes que mantenian cuatro grupos de estudiantes heterosexuales de la Universkiad de Puerto Rico hacia los insaMS s.MW
40
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homosexuales y las lesbianas. Pudo detectar una diferencia significativa entre las actitudes de los estudiantes que pertenecian a diversas confesiones religiosas y las de aquéllos que no expresaron preferencia religiosa. Estos tlitimos mostraron actitudes hacia los homosexuales y las lesbianas significativamente más positivas que las de los católicos, los protestantes o los fieles de otras creencias. Seliala el autor la escasez de investigación cientifica sabre la homosexualidad en Puerto Rico. Se carece de un análisis cientifico de la naturaleza, las dimensiones y las posibles causas de las actitudes homofóbicas que prevalecen en la sociedad puertorriquefia. Además, los pocos estudios que se han realizado se limitan a los homosexuales masculinos. Las lesbianas forman un grupo sobre el que no hay información. Entre las posibles causas de estas actitudes negativas, Garcia COrdoba menciona la influencia de la tradición judeocristiana, y especificamente, la posición oficial de la Iglesia Católica. Nuestra revision de literatura nos indica que entre los estudios realizados en los dltimos anos se encuentran algunos que presentan puntos metodolOgicos cuestionables. Por ejemplo, no es raro encontrar que se maneje el fenómeno cristiano como si fuese de tipo monolitico y homogéneo. Nada más lejos de la realidad, puesto que el pluralismo es, seguramente, la caracteristica mAsdefinida del cristinianismo. Hong (1983) operacionaliza la variable religion como asistencia a la iglesia, pero no especifica las iglesias a que podrian haber ido sus sujetos, o sea, que denominaciones estfi estudiando. Gagnon (1985) también comete la misma omisiOn. Ostrom y cols. (1982) se refieren a los cristianos evangilicos, sin definh de qué grupo o grupos estan hablando. Es sabido que esa expresión equivale a fundamentalistas en los paises de habla inglesa, pero como también hay variaciones entre éstos, seria conveniente ser algo más especifico en las alustones a los grupos o individuos religiosos. FAMM5KOMMiiirMig:VMEMS
41
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Lo mismo se puede afirmar de Alston (1974), quien se limita a hablar de protestantes. La gama de organizaciones y tendencias teológicas que cubre tal término es tan amplia que obstaculiza poner en su justa perspective los resultados de su investigación. Por otra parte, la similitud que se observe entre los resultados de investigaciones hechas en lugares distantes entre si y con grupos religiosos de signo variado e incluso opuesto debe responder a alguna causa. En la revision de literature realizada no se ha encontrado una sole alusión a este sefialamiento. Al parecer, los investigadores se concentran exclusivamente en las propiedades del comportamiento del grupo bajo estudio y se desentienden de las implicaciones más amplias que pueden tener sus resultados para la comprensión del fenómeno religioso. Gonzalez (1985) y Cuevas y Wulfert (1983) estudiaron católicos en Colombia y Mexico, respectivamente. En Espafia, hicieron lo propio Lafuerile Beilethes y Vakarcel Gonzalez (1984). En Australia, Hong (1983) y McCabe y Collins (1983) investigaron personas religiosas de confesi6n no identificada, mientras que Stanley y Vagg (1975) lo hicierori con fundamentalistas. Notzer y cols. (1984) estudiaron sujetos de religiOn judfa en Israel. En Estados Unidos, Medora y Woodward (1982), asi como Alston (1974), se ocuparon de cat6licos y de protestantes, mientras que Maret y Maret (1982), Maret (1984) y Ostrom y cols. (1982) estudiaron a fundamentalistas. Todos ellos llegaron a las mismas conclusiones: los sujetos religiosos mostraban niveles bajos de actividad sexual, actitudes sexuales represivas y una moral convencional que los definia como fuertemente conserved ores. Si en sitios tan diferentes y con grupos tan heterogeneos se obtienen resultados tan similares, cabe pensar que las diversas ramas del cristianismo tienen algo en comün que origina un mismo patron de respuestas ante la sexualidad. Segün nuestra tesis, la tradición ascetica dentro del
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cristianismo es el denominador comiin que produce una misma actitud sexual represiva en grupos que difieren entre si, a veces violentamente y en forma irreconciliable, en todo lo demás. Tornamos este da to de la historia del movimiento cristiano. Un conocimiento elemental de la historia de la Iglesia demuestra que el movimiento ascético de los siglos III al VI, basado en el dualismo filosOfico griego, instauró una aguda sexofobia en Occidente, cuyos efectos en la cultura perduraron aün después de la desaparición del movimiento ascético como tal. Como bien setiala Patton (1985), el origen real delas actitud es negativas hacia la sexualidad en Occid ente se remonta a las distantes filosofias dualistas que separaron la materia del espiritu, el cuerpo del alma, el placer de la reproducci6n y la sexualidad de Dios. La presente investigación se propone indagar la relaciOn que existe entre la religiosidad, las creencias ascéticas y las actitudes sexuales. Los grupos religiosos que se estudiarzin seran el catolicismo tradicional y el fundamentalismo, debido a que tanto la historia del cristianismo como la litera tura psicológica reseiiada los serialan como los dos cuerpos cristianos en que la tradición ascética vive con más vigor y en los que se dan las actitudes más negativas hacia la sexualidad. La variable religiosidad se define en buena parte de la literatura que hemos resetiado en forma inadecuada. La asistencia a la iglesia es solo una parte de la práctica religiosa, que no necesariamente ha de ser indice del fervor religioso de una persona. Se ha de tener ciertamente en cuenta, pero hay que complementarla con la atenciOn a otras pi -6c ticas que sean propias dela denominación a que pertenece el individuo. Solo asi se podrá establecer en forma adecuada el grado de práctica religiosa del sujeto en cuestiOn. Por otra parte, se espera que la persona religiosa tenga, al menos, un grado minimo de información sobre las doctrinas que sustenta su denominación y que las acepte en una proporción razonable. Se indagará, por lo tanto, el grado de convicción doctrinal de 43 .......... INNINWINIMOOMMIselares
los sujetos examinados. La cuantia de la prâctica y la calidad de las creencias de la persona harán posible precisar hasta qué punto se la puede considerar como genuinamente religiosa. Este proceder es más completo que la simple información sobre asistencia a la iglesia o el mero cuestionamiento a los sujetos sobre cómo se clasifican a si mismos en términos, religiosos. METODO Participantes La muestra con que se realize' este estudio estuvo compuesta por 252 estudiantes de la Universidad del Turabo, situada en el municipio de Gurabo (Puerto Rico). Estos participantes pertenecian a 10 secciones de distintas materias, que fueron elegidas al azar. Se clasificaron en tres grupos, de acuerdo a cómo se habian identificado a si mismos en el cuestionario respecto a su religiosidad: católicos (n = 165), fundamentalistas (n = 51) y arreligiosos (n = 36). Cada uno cfe estos grupos se dividió en dos subgrupos, cIa acuerdo a como los participantes se identificaron a si mismos. Bajo la denominación de católicos figuran los practicantes (n = 56) y los nominales (n = 109). Los fundamentalistas se dividen en evangelicos practicantes (n = 39) y nominales (n = 12), mientras que bajo la categoria de a rreligiosos caen los no afiliados a ninguna iglesia (n = 23) y los ateos (n = 13). La primera pâgina del cuestionario que se distribuyó a los estudiantes contenia toda la información necesaria para que éstos conocieran la naturaleza y el propósito de la investigación, asi como las condidones en que ésta se iba a efectuar, con objeto de que tuvieran todos los elementos de juicio precisos para que pudieran tomaruna decision respecto a su participación en el proyecto. Además, se les proveyó la misma información en forma verbal. 44
INSTRUMENTOS Se usaron tres escalas distintas, integradas en un solo cuestionario, cada una de las cuales persiguen un propósi to particular. La Escala de Religiosidad (ER en adelante) tiene como propOsito medir las pricticas y las creencias* religiosas de - personas que profesan la feca tólicoromanat y de pro tes ta ntes pertenecientes a la corriente- , teológica fundamentalista. Está dividida en dos secciones: la SecciOn A es para los católicos y la Sección B para los fundamentalistas. Cada una de estas partes contiene dos subescalas: la Subescala I mide las prácticas religiosas y la Subescala II las creencias religiosas. En el caso de los católicos, la Subescala I establece la frecuencia con que éstos ejecutan cuatro actos religiosos que son fundamentales en la práctica católica: ir a misa, confesarse, comulgar y llevar una vida devocional activa. La Subescala II establece el grado en que los católicos aceptan una serie de doctrinas propias del catolicismo romano, o sea, su grado de ortodoxia o heterodoxia: la justificacion por las obras, la intercesión de los santos, la penitencia, el concepto de la misa como un sacrificio expiatorio de los pecados,el caracter de la Iglesia como medio de salvación, la autoridad papal y la concepción de Maria como Madre de Dios y corredentora de la humanidad. Se utilize) el manual de Niesel, The Gospel and the Churches (1962), una obra clásica en la disciplina de la Confesonologia, para identificar las doctrinas fundamen tales del catolicismo. Se seleccionaron entre ellas las doctrinas citadas por considerar que siguen ocupando un lugar de importancia en la religiosidad popular ca tólica que prevalece en los pueblos hispánicos. La Escala de Ascetismo (EA en adelante) tiene como propósito medir el grado de las creencias ascéticas de personas religiosas y arreligiosas. Con el término de creencias ascéticas, las escala se refiere a la concepción dualista del ser humano como ente compuesto por alma y cuerpo y a la oposiciem pammgm::::mmmimstmssi5k
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entre alma y sexualidad que se observa en el aspetismo histórico de los siglos III al VI de nuestra era.. La Escala de Actitudes Sexiiales (EAS en adelante) tiene como propósito medir las actitudes sexuales de personas de ambos sexos, independientemente de su religiosidad, ascetismo o cualquier otra consideración. Se organizó la EAS como una escala tipo Likert, por ser la que mejor se adapta al objetivo de la presente investigación. En la redacci6n de los items se siguieron los. criterios que proporciona el propio Likert (1967). Se presto atenciOn -a redactar los items en dos direcciones actitudinales una "liberal", indicativa de una aceptaciOn menbs prejuiciada de la sexualidad y de la libertad del ser humano para tomar decisiones en materia sexual, y otra dirección "conservadora - , que denota el rechazo de la sexualidad y el control de és ta por reglas de conducta arraigados en el tradicionalismo. Una vez elaboradas las escalas, se efectuó un estudio piloto con un grupo de católicos practicantes, otro grupo de fundamentalistas igualmente practicantes y un grupo de ateos. Los resultados del estudio permitieron eliminar los items no discriminativos. RESULTADOS Los indices de religiosidad para los católicos aparecen desglosados en la Tabla 1. Segtin se desprende de la misma, éstos mostraron una religiosidad moderada = 3.77). Al examinarlos por subgrupos, se puede observar que la religiosidad de los practicantes fue considerablemente _ superior a li de los nominales (5c=4.32 y 5c-= 3.48; en este orden). La diferencia entre estos subgrupos result6 significativa (z = —7.506, p<.001).
• smaneman
46
_
Tabla 1 Medias y desviaciones tipicas de catôlicos y fundamentalistas en la Escala de Religiosidad
Católicos Practicantes Nominales Fundamentalistas Practicantes Nominales
3.77 4.32
.70 .46
3.48 4.51 410 3.89
.64 .52 .35 .50
Los fundamentalistas en su conjunto resultaron ser mas religiosos que los católicos (véase Tabla 1). Obtuvieron una media total de 4.51, muy superior a la de los católicos (3.77). Esta diferencia result() significativa (z = —6.66, p < .001). Por otro lado, al igual que entre los católicos practicantes y nominales, las diferencias en religiosidad resultaron significa tivamente diferentes para las dos vertientes fundamentalistas: 4.70 y 3.89 (z = —.4.345, p< .001). Los católicos tuvieron una puntuación muy moderada en la EA (ic = 3.29), lo cual no se altera en forma importante si se los examina por subgrupos: la media de los practicantes fue 3.47 y la de los nominales 3.19 (véase la Tabla 2). Esta diferencia es, sin embargo, estadisticamente significativa (z = —2.495, p < .01). 47
Tabla 2 Medias y desviaciones tipicas de católicos, fundamentalistas y arreligiosos en la Escala de Ascetismo
3.29 3.47 3.19 3.48 3.77 3.67 2.04 2.51 1.20
Católicos Practicantes Nominales Fundamentalistas Practicantes Nominales Arreligiosos No afiiados Ateos
•
.70 .66 .70 .70 .69 .71 .88 .76 .14
Los fundamentalistas lograron una puntuación ligeramente mayor que la de los cat6licos (R . = 3.48), pero dicha diferencia no fue significativa = —1.217, p > .05). Tampoco lo fue la diferencia entre los fundamentalistas practicantes y su contraparte católica (z = —.95), aunque si lo fuela de los subgruposnominales (z = —2.1, p < .05). De igual manera, la diferencia entre los dos subgrupos fundarnentalistas result6 no significativa (z = —1.178, p > .05). En el caso de los arreligiosos, segun se puede contemplar en la Tabla 2, se da una negación del ascetismo = 2.04), que en los no afiliados es de tono moderado (R = 2.51), pero que Weat,
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en los ateos Ilega a ser radical (I= 1.20).
Los dos subgrupos arreligiosos difirieron significativamente (z = —4.396,
p < -.001). Tambien se observaron diferencias significativas entre el nivel de ascetismo de los arreligiosos y el de los cat6licos, asi como entre el de los primeros y el de los fundamentalistas (z = —6.58 y —5.989, p <.001). Los catélicos mostraron unas actitudes sexuales ligeramente conservadoras (3 c- = 2.94). Entre ellos, los practicantes acentuaron algo mas su conservadurismo (R" = 2.68), pero los nominales se insertaron, aunque en forma extremadamente modesta, en el area del liberalismo (x = 3.07), como se puede apreciar en la Tabla 3. La diferencia probo ser significativa (z = —4.366, p. <.001). Tabla 3 Medias y desviaciones tipicas de católicos, fundamentalistas y arreligiosos en la Escala de Actitudes Sexuales
2.94 2.68 3.07 2.68 2.59 2.95 3.77 3.36 4.51
Cat6licos
Practicantes Nominales Fundamentalistas Practicantes Nominales Arreligiosos No afiliados Ateos
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.53 .54 .48 .58 .56 .56 .72 .57 .09
Los fundamentalistas, por su parte, también se ubicaron en el extremo conservador (57 = 2.68), como se puede Ver en la Tabla 3. Como subgrupos, los practicantes = 2.59) se mostraron algo mas conservadores que los nominales = 2.95), siendo significativa la diferencia (z = — 1.87, p < .05). Los arreligiosos, por el contrario, evidenciaron unas actitudes liberales (R = 3.77), algo mas reducidas en el subgrupo de los no afiliados()–c" = 3.36) y marcadamente fuertes en el caso de los a teos (Y. 4.51), corno deja ver la Tabla 3. Las actitudes sexuales de los a teos fueronsignificativarnente mas liberales que las de los no afiliados (z = —4.61, p <.001). Se compararon las puntuaciones totales de los católicos, los fundamentalistas y los arreligiosos en la E •S median te el aruilisis de varianza de rangos de Kruskal-Wallis. El valor obtenido ascendió a 46.356, siendo significativo a .01, lo que indica que dos de los grupos, por lo menos, difieren entre si. Dado que el analisis de varianza de rangos de KruskalWallis no discrimina respecto a qué grupos difieren en forma significativa, se procedió a contrastar los grupos entre si a través de la prueba U de Mann-Whitney. Al comparar las puntuaciones to tales de los católicos y los fundamentalistas en la E AS, se encontró una diferencia significativa (z = —2.99, p < .01). Los católicos mostraron un mayor grado de liberalismo que los fundamentalistas; 2.94 y 2.68, respectivamente. A pesar de ello, las actitudes de ambos grupos son claramente conservadoras. Al comparar las puntuaciones totales de los católicos y los arreligiosos en la EAS, se obtuvo una diferencia significativa a .001 ( z = —5.807, p<.001). Los arreligiosos son más liberales que los católicos (3.77 versus 2.94). Los fundamentalistas y los arreligiosos también resultaron significativamente diferentes en la escala global de actitudes sexuales y en la misma dirección que los católicos (z =-5.896, p< .001).
Se dividieron también los grupos religiosos por niveles de religiosidad. Los subgrupos de alto nivel de religiosidad quedaron compuestos por los participantes, católicos y
fundamentalistas respectiyamente, que tuyieron una media igual o superior a 3.01 en la ER, mientras que los subgrupos de bajo nivel de religiosidad los formaban los participantes con medias iguales o inferiores a 3.00 en la ER. La comparación de las actitudes sexuales de los católicos de alto nivel de religiosidad con los católicos de bajo nivel dejó ver una diferencia significativa entre los dos grupos ( z = — 4.014, p < .001). La media de los católicos de alto nivel de religiosidad en la EAS fue 3.32. La de los católicos de bajo
nivel fue 2.86. Los primeros, son, pues, moderadamente liberales y los segundos moderadamente conservadores. Los católicos de alto nivel de religiosidad fueron significativamente distintos en sus actitudes sexuales de los fundamentalistas de alto nivel de religiosidad (z = —2.197, p<.01). Los católicos de alto nivel de religiosidad son menos conservadores en sus actitudes sexuales que los fundamentalistas en la misma categoria (2.86 versus 2.68). Se dividieron iguahnente los participantes por su nivel
de ascetismo, en forma similar a como se habia hecho con los niveles de religiosidad. Se procedie) a comparar a los ca te)licos, los fundamentalistas y los arreligiosos de bajo nivel de ascetismo en la EAS. Los resultados sefialan una diferencia significativa en dos de los srupos, por lo menos (z = 38.622, p < .01). En vista de la diferencia observada, se llevaron a cabo comparaciones adicionales entre los grupos, con objeto de determinar cuales diferian entre si. Se encontró una diferencia significativa entre los católicos y los fundamentalistas (z= —2.858, p<.01), entre los católicos y los arreligiosos (z = —5.063, p<.001) y entre los fundamentalistas y los arreligiosos (z = —5.093, p <.001), todos ellos de bajo nivel de ascetismo. Interesa averiguar si estos mismos grupos difieren entre si en su ascetismo. Por lo tanto, se los compare) en las
51 MIA*MWMVONMacgiMMA
puntuaciones que obtuvieron en la EA. La comparación de los catélicos = 2.56) y los fundamentalistas .(V = 2.68) no produjo una diferencia significativa (z = —1.371, p.05), lo que indica que los dos-grupos comparten el mismo tipo de ascetismo. Por el contrario, los catedicos y los arreligiosos = 1.80) si difieren entre si (z = 4.576, p<.001), asi como los fundamentalistas y los arreligiosos (z = —3.881, p <001). Los dos grupos religiosos presentan un mayor grado de ascetismo que los arreligiosos. A fin de clArificar la naturaleza de la relación de las variables, se efectuaron regresiones multiples entre las puntuaciones de los grupos religiosos en las tres escalas. En el caso de los católicos, los resultados de la regresión multiple indicaron que la ecuación Y' = 4.55 + (—.22) R + (—.233)A (F = 28.79 (gl = 2/162), p<.0001), donde R = religiosidad y A.= ascetismo, es la más adecuada para eXplicar la naturaleza de la relación entre las variables mencionadas. Si se considera su actuación en conjunto, el efecto de la religiosidad y el ascetismo explica el 26.2% de las actitudes sexuales (r 2 = .262). Un 73.8% de éstas queda sin explicación. El efecto de la religiosidad y el del ascetismo son muy similares, como se puede ver, y ambos de signo negativo. En el caio de los fundamentalistas, se hale) al realizar la regresión multiple que la ecuación Y' = 5.71 + (—.50)R + (— .23) A (F = 8.82 (gl = 2/48), p <0005), donde R = religiosidad y A = ascetismo, es la más apropiada para explicar la naturaleza de la relación entre dichas variables. Al considerarlas juntas, ambas explican el 26.9% de las actitudes sexuales (r = .269). El efecto de la religiosidad sobre las actitudes sexuales fue muy superior al del ascetismo, ya que lo duplica. La correlación entre las puntuaciones de los arreligiosos en la EA y la EAS fue significativa ( r = —.956, p <.01). La ausencia de ascetismo explica, pues, el 91.39% de las actitudes sexuales liberales de los arreligiosos. ,
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D I SCUS IO N
De todo lo anterior se deduce que se puede detectar un pation uniforme en la relación entre religiosidad, ascetismo y actitudes sexuales, tal como se da en los grupos bajo consideración: cuando mayores son la religiosidad y el ascetismo, más conservadoras son las actitudes sexuales y, a la inversa, cuanto menores son la religiosidad 5, el ascetismo, más liberales resultan ser las actitudes sexuales. Este estudio muestra que, en términos generales, la religiosidad queda asociada con actitudes sexuales conservadoras, como ya han seiialado una variedad de autores (Ard, 1974; GagnOn, 1985; Greenberg, 1982; Jones, Shainberg y Byer, 1985; Martin, 1984; Neira, 1983; Patton, 1985; Sandler, Myerson y Kinder, 1980; Shoppe, 1975; Shrock, 1984). El mayor grado de convicción religiosa y de conservadurismo sexual •que han mostrado los fundamentalistas respecto a los católicos puede explicarse por el hecho de que ambos grupos representan dos realidades sociologicas distintas. En la tipologia Iglesia-secta propuesta por Troeltsch (1960), el catolicismo cae en el extremo conocido como Iglesia. La Iglesia, segtin Troeltsch, se caracteriza por ejercer su dominio sobre las masas y por aceptar el orden secular. Incorpora el Estado y las clases dominantes a si misma y, de esta forma, se convierte en parte integrante del orden social existente. Es la religion del orden establecido, conservadora y partidaria del status quo. Su religiosidad es de tipo sacramental y ritualista. El fundamentalismo pertenece, por el contrario, al tipo sociológico de secta. La secta se organiza en grupos relativamente pequerios,queaspiran a la perfección personal y que tienen como eje la participaciOn directa de sus miembros en la vida comunitaria. La secta no procura incorporar las formas sociales de vida; por el contrario, trata, más bien, de evitarlas. Se relaciona con las clases sociales inferiores o, al •
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menos, con aquellos elementos sociales que se oponen al Estado y a la sociedad tal como ésta se encuentra estructurad a. Su religiosidad tiende a unir el individuo directamente con lo sobrenatural y a favorecer la experiencia personal de la conversion. La Iglesia cumple la funciOn de legitimar el orden politico y cultural existente, al declararlo acorde con la voluntad divina. La secta realiza la funciOn contraria de "deslegitimar" (Silva Gotay, 1982/83) dicho orden, al condenarlo y exponer su estructura inftista. Los grupos de avivamiento de carácter carismatico y apocaliptico, como los pentecostales, que abundan en el fundamentalismo puertorriquerio, condenan el mundo circundante y rehusan participar en sus ins tituciones. Su protesta es, no obstante, de tipo simbOlico, "ya que se inscribe en una comprensión platOnica del evangelio que adscribe los males sociales a un pecado metafisico y ahistOrico que opera a nivel individual, por lo que la soluciOn se da al nivel de la salvación personal, sin que esto tenga consecuencias para la lucha organizada contra los males sociales" (Silva Gotay, 1982/83, P. 135). Cuando en el presente - egtifdio católicos y fundamentalistas despliegan distintas formas y grados de religiosidad, se están aviniendo al modelo de Iglesia y secta antes expuesto. La religiosidad católica es Inas moderada, ya que pro viene de la religion de masas institucionalizada en la cul tura, la cual se puede satisfacer con el cumplimiento formal y externo de los ritos. Su religioSidad no se da contra la cultura, lo que hace que reflejen los fenOmenos culturales en gran medida. Los fundamentalistas, en contra, hacen gala de una religiosidad más incisiva y militante, que penetra con fuerza en sus actitudes hacia su mundo interno y externo. Su ., posicion de recelo ante la cultura les conduce a aferrarse a los patrones tradicionales de ideas y conducta de un mUndo desaparecido o en vfas desapariciOn. En vista de su incapacidid para articular su protestA en forma his tOricamente nueva y original, dirigida al mafiana, erigen 54 •
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el ayer en modelo sacro digno de imitaciOn y en el canon que mide infaliblemente la "desviación" de lo moderno. Esto los remite, en materia sexual, a un conservadurismo evidente asodado histOricamente con una marcada represión sexual. Por su condición de religion de masas, el catolicismo permite una amplia representación en su seno de tendencias d ivergentes de todo tipo. Esto le otorga una variedad y una flexibilidad de las que carece el funclamentalismo, que es mucho más rigido y monolitico. El hecho de que los católicos de nuestra muestra manifestaran un conservadurismo sexual menos acentuado que el de los fundamentalistas se debe, con toda probabilidad, a esa mayor adherencia del catolicismo a la cultura vigente, que lo mantiene en mayor contacto con los cambios cultura les. El resumen los resultados de esta investigaciOn, que coinciden con los de otras similares, demuestran que las personas que alcanzan puntuaciones mayores en las escalas de ' religiosidad, tanto de orientaciOn catOlica como fundamentalista, obtienen puntuaciones en una direcciOn conservadora en la EAS. Por el contrario, las personas con baja puntuación en la escala de religiosidad, immtuaron en una direcciOn liberal en la escala EAS. Dada la naturaleza correlacional de este tipo de investigación, no es posible inferir causalidad entre las variables. Más aim, la religiosidad y el ascetismo dejan sin explicar alrededor de un 70% de las actitudes sexuales. Ello nos sugiere la necesidad de incluir en futuras investigaciones o tras variables que puedan con tribuir a explicar las actitudes sexuales. Entre las de más potencial en contribuir en esta explicación podemos recomendar el nivel de educación sexual y el tipo de personalidad. Es necesario considerar, además, el porciento de la varianza que se deja de explicar por los niveles de error del instrumento usado. Aunque se obtuvieron medidas de confiabilidad y validez para el mismo, aün desconocemos mucho sobre su precision como medida de las variables bajo consideración.
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55
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Por ultimo, se recomienda considerar la relaciOn entre las variables estudiadas, las actitudes y la conducta sexual; usando métodologia similares a la de la presente investigación. Ello es importante porque aim luego de encontrar el conjunto de variables que mejor puedan explicar las actitudes sexuales pudiéramos continuar desconociendo el poder de relación entre esta variable y la conducta sexual. REFERENCIAS Alston, J. P. (1974). Attitudes of white protestantes and catholics toward nonmarital sex. Journal for the Scientific Study of Religion, 13, 73-74. Ard, Jr., Ben N. (1974). Treating psychosexual dysfunction. New York: Jason Aronson. BarcelO Miller, M. de F. (1987). De la polila a la virtud: vision sobre la mujer de la Iglesia jerarquica de Puerto Rico. En Azize Vargas, Y. (ed.), La mujer en Puerto Rico. Ensayos deinvestigación (p. 49-88). Rio Piedras: Ediciones Huracan. Cuevas Becerini, J. y Wulfert, E. B. (1983). Conocimiento sexual, actitudes hacia la sexualidad y conducta sexual en estudiantes universitarios. Enserianza e investigación en Psicologia, 9 (1), 53-71. Gagnon, J. H. (1985). Attitudes and responses of parents to pre-adolescents masturbation. Archives of Sexual Behavior, 14 (5), 451-466. Garcia Córdova, H. J. (1984). Actitudes hacia los homo-sexuales
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OSVALDO ROMERO-GARCIA, Pn.D. COLOMBIA SALOM DE BUSTAMANTE, PH.D. CENTRO DE INVESTIGACIONES PSICOLOGICAS UNIVERSIDAD DE IDS ANDES, MERIDA, VENEZUELA
Se presenta fat est udio dirigido a evaluar el efecto separado de las motivaciones de poder y afidación sobre el estris y el estado general de salud. Luego se generaron grupos de sujetos representativos de dos sindromes conocidos en la literatura: el Sindrorne del Poder Estresado (SIPE), constituido por altos poder y estrés, y baja afiliacion;y el Sindrome dela Afiliacion No-Estresada (SAFINE), consfituido por alta afiliación, y bajos poder y estrés. Como hipotetizado, los sujetos orientados hacia el poder, comparados con los orientados hacia la afiliacion, presentaron mayor estres y peor estado general de salud, siendo significativas las diferencias en las manifestaciones depresivo-ansiosas, y en las mialgias y cefaleas. Asimismo, el grupo SIPE,comparado con el SAFINE, presento. mayoresperturbacionesdepresivoansiosas, gastrointestinales y también mialgias y cefaleas. En los sintomas cardiovasculares ambos grupos fueron equivalentes. :z:Nr
1 interés por estudiar la relación entre motivos sociales, estrés y salud es muy reciente. Los motivos sociales son caracteristicas de personalidad aprendidas y relativamente duraderas que energizan y orientan la conducta. Su caracter disposicional hace qtie los motivos respondan a demandas interiores de la persona a la vez que action para influir la
* Ponencia presentada en el 3er. Encuentro Venezolano sobre Motivacion,realizadoenMérida,Venezuela,del5al7denoviembrede1990.
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selección e interpretación de las experiencias. Con tales atributos no es de extraflar que la conducta de la persona ante las situaciones o eventos retadores o amenazantes sea determinada por sus predisposiciones motivacionales. El poder, definido como propensión a controlar a otras personas, a influir sobre los dem6s, puede implicar demandas cognitivas, afectivas y energeticas que ponen en peligro el equilibrio fisiológico del organismo. En cambio, la motivación afiliativa, definida como interés genuino y desinteresado en los otros, como fin y no medio para otros fines, puede constituir una sólida protección contra el estrés psicológico y las enfermedades fisicas. En las organizaciones modernas el estrés es prácticamente inevitable. Por la misma complejidad de esas organizaciones, por las urgencias temporales impuestas por factores ecológicos como el tránsito urbano, y por las exigencias internas de eficiencia y calidad unida a la competencia, los estresores abundan en los medios organizacionales. No se trata ya de evitar el estés sino de manejarlo racionalmente. Ante todo, el estrés está detenninado por la apreciación cognitiva del evento retador o amenazante (Lazarus, 1966), y esa apreciación es modificable. Ese estrés organizacional incluye facetas relacionadas con el volumen de trabajo absorbido, las relaciones interpersonales, el ejercicio de los roles profesionales y el desarrollo de las mismas tareas ocupacionales. El efecto de los motivos puede sumarse al del estrés
organizacional para afectar la salud de los empleados, cualquiera sea su ubicación en la pirámide ocupacional. El denominado Sindrome del Poder Estresado (SIPE), presentado por Jemmott III (1987), está compuesto precisathente por altos poder y estrés ambiental, y baja afiliaciOn. El Sindrome de la Afiliación No Estresada (SAFINE) está compuesto por alta afiliación, y bajos poder y estrés. El efecto del poder sobre la salud fue inicialmente reportado en estudios de McClelland (1979). A la medicióil b.mks
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del motivo de poder a través del Test de . Apercepción Temática (TAT), McClelland agregó la noción de actividad inhibida para referirse al grado en el cual el individuo se refrena de expresar el motivo de poder. Asi las personas con alto poder inhibido tienen una alta probabilidad de sufrir de hipertensitin. McClelland y Jemmott III (1980) estudiaron el efecto combinado de la motivación de poder y el estrés general en estudiantes universitarios estadounidenses. Estos encontraron que los estudiantes altos en poder inhibido y que habian reportado eventos estresantes por encima del promedio, sufrieron más enfermedades que todos los demás sujetos en los seis meses precedentes. Independientemente del estrés, estos autores también mostraron que los estudiantes altos en poder inhibido reportaron haber sufrido más enfermedades que los demás sujetos. En el presente estudio se desea evaluar el efecto separado de las motivaciones de poder y afiliación sobre el estrés y el estado general de salud. e razonó que los empleados de una industria petrolera podlan estar motivacionalmente clasificados en dos categorias: (a) predominantemente dirigidos por el poder; y (b) predominantemente dirigidos por la afiliación. Asi, la variable independiente seria la Orientacift Motivacional Predominante (Poder o A filiación) y las variables dependientes serian el estrés y el estado general de salud. Este ültimo seria medido globalmente y desagregado en cuatro tipos de manifestaciones: (a) depresivo-ansiosas; (b) mialgias y cefaleas; (c) gastrointestinales; y (d) cardiovasculares. La hipótesis por supuesto fue que los sujetos predominantemente orientados hacia el poder presentarlan mayor estrés organizacional y más manifestaciones de enfermedad que los sujetos predominantemente orientados hacia la afiliación. En un segundo paso del estudio se generaron los grupos representativos de ambos sindromes (SIPE y SAFNE), hipotetirAndo que los sujetos de poder estresado .,.....
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presentation peor estado de salud que los sujetos de afiliación no-estresada. A diferencia de los estudios en la tradición de McClelland y sus comparieros, las motivaciones no fueron medidas con el TAT u otro instrumento proyectivo, sino con escalas venezolanas desarrolladas por Romero-Garcia y Salom de Bustamante (1990). El estrés tampoco fue medido con el namero de eventos estresantes • sufridos en meses recientes, sino con una escala de estrés organizacional (Romero-Garcia, 1990). El interés en el estres es doble. Para los efectos de la primera hipótesis el estrés es tratado como variable dependiente afectada por las motivaciones, que son las variables independientes sumada a las motivaciones para apreciar su efecto combinado (sindrorne) sobre el estado general de salud. En lo atinente a la segunda hipótesis el estrés se convierte en una medida de los estresores ambientales, sustituyendo la frecuencia de eventos estresantes recientes comunmente empleada por McClelland. METODO
Sujetos y procedimiento Los sujetos fueron 113 trabajadores de la industria petrolera venezolana con promedios en edad y arias de trabajo de 36 y 11, respectivamente. Treinta y nueve (34.51%) eran ingenieros, 25 (22.12%) profesionales liberales, 21 (18.54%) tecnicos y 28 (24.78%) obreros. OChenta y seis eran del sexo masculino (76%) y 27 del sexo femenino (23.89%). Los instrumentos fueron administrados en pequerios grupos de aproximadamente 15 personas. Instrumentos Inventarios MAFI y MPS. Miden las motivaciones de afiliación, logro y poder, en ese orden. Están fraseados en formato tipo Likert de 6 puntos, variando de completo
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desacuerdo (1) a completo acuerdo (6). El inventario MAR consta de 16 itemes y el MPS de 20 itemes. Las caracteristicas psicométricas de esos inventarios aparecen en Romero-Garcia y Salom de I3ustamante (1990). Escala ETRA. Mide Estrés en el Trabajo. Consta de 16 itemes derivados factorialmente mediante el método de Componentes Principales. Contiene cuatro factores de cuatro itemes cada uno que miden: (a) Sobrecarga en el trabajo, (b) Relaciones Interpersonales, (c) Conflicto de Roles e (d) Interferencias en el desemperio de las funciones. Puesto que es la primera vez que se usa la escala ETRA, se ofrece la información psicométrica relevante. La confiabilidad fue determinada mediante los indices Spearman-Brown y Cronbach, resultando ambos altos y significativos (.84 y .81 respectivamente). Las correlaciones item-total variaron desde .31 hasta .66 con un promedio de .51. Las correlaciones factor-total fueron .77 para el factor Sobrecarga, .72 para Relaciones Interpersonales, .58 para Conflicto de Foles y .67 para Interferencia. Estas correlaciones evidencian la consistencia interna de la escala. La correlación. entre ETRA y Motivación de Poder (.29) se presenta como una prueba de validez concurrente (RomeroGarcia, 1990). LISTACHA. En la version utilizada en este estudio, el instrumento contiene una lista de 26 manifestaciones de enfermedades, agrupadas en cuatro factores extraidos a través de un analisis factorial (componentes principales y rotaciOn varimax) e identificados con los siguientes rOtulos: (a) Depresivo-Ansiosos, incluyendo deseos de llorar, mareos, miedos, rigidez muscular, visiOn nublada, sudoraciOn excesiva, suetio excesivo y tensiOn baja; (b) Gastrointestinales, incluyendo acidez, colon inflamado, contracciones estomacales, desarreglos estomacales, diarrea, estraimiento, gastritis y vómitos; (c) Mialgias y cefaleas, incluyendo dolores de cabeza, espalda, caderas, cuello, columna, brazos y jaquecas o migraflas; (d) ,-,Aa msmaafmmsmasmawom
63
...Ravignomminagaum
Cardiovasculares, incluyendo colesterol alto, tension alta y trigliceridos (Morales de Romero, 1990). Variables, diseito y analisis de los datos La variable independiente Orientación Motivacional Predominante (OMP) consta de tres "niveles", segtin el movimiento más fuerte en el sujeto (A, L o P). Para ubicar a los sujetos en uno de los niveles, sus puntajes lnutos en los inventarios fueron transformados en puntajes estandarizados (z). El motivo predominante es aquel en el cual el sujeto obtuvo su puntaje z mayor. Se utilizO la prueba t (muestras independientes) para las comparaciones entre los grupos. RESULTADOS Y DISCUSION Orientacifin motivacional predominante, estrés y Salud
El poder es, sin duda, una de las •más fuertes motivaciones humanas. Independientemente de las diferenciaciones que pudieran manejarse, es indudable que un fuerte ejercicio del poder exige de las personas el uso de recursos psicológicos y fisiológicos extraordinarios. El esforzarse por lograr y mantener el control de las personas y las situaciones, y el demostrar las condiciones de lider, cobran su precio en términos de recursos fisicos. Demandas exageradas pueden ser percibidas como de fkil satisfacción con las consecuencias posteriores cuando no se dispone del tiempo ni de los recursos para satisfacerlds legitimamente. El estrés es el resultado. Ya en la situación de estrés la percepciOn distorsiona los hechos, las demandas naturales toman visos de exigencias inaceptables, los propios roles son confundidos y el individuo sufre todas las consecuencias negativas de su comportamiento inadecuado. El estrés hace daiio fisico y mental. Los sujetos predominantemente orientados hacia el poder se estresan •
más como consecuencia de su propia necesidad de lograr 64
un impacto sobre su entorno y sobre personas que pueden querer o no querer. TABLA I Orientación Motivacional Predominante, Estrés y EGS Orientación Motivacional Poder
Afi
t
52.78
45.82
2.30
.02
63.00
52.03
3.24
.001
Depresivo-Ansioso 18.34
14.52
3.21
.002
Mialgias y Cefaleas 15.59
12.58
2.49
0.2
Gas trointestinales
18.78
16.79
1.43
n.s.
Cardiovasculares
5.34
4.67
.99
n.s.
32
33
Estrés Estado General de Salud ,
n
P
Los resultados presentados en la Tabla 1 simplemente muestran como los individuos orientados hacia el poder se estresan más que los orientados afiliativamente. Pero muestra algo mfis. No solo se estresan sino que se enferman más. Esa falla en la salud puede estar o no estar mediada por el estrés. Para efectos de la primera hipOtesis, no hay ninguna mediaciOn. Los sujetos orientados hacia el poder claramente presentan más manifestaciones patolOgicas en el area depresivo-ansiosa y en lo relativo• mialgias y cefaleas, respaldándose asi la primera hipOtesis. Wanse los promedios en la Tabla 1. _MOM
65 .§=iftiogRWMW*MOMM
•
Poder Estresado (SIPE), Afiliación No-Estresada (SAFINE) y EGS A partir de lo supuesto en la primera hipótesis pensamos que las personas con poder estresado sufririan mayores problemas de salud que las personas con afiliación noestresada. Más aim, las diferencias debian abarcar mayor mimero de manifestaciones patológicas. Los resultados apoyaron esta hipótesis. Las personas SIPE presentaron promedios más altos que las SAFINE en tres tipos de manifestaciones: las depresivo-ansiosas, las gastrointestinales y las relativas a mialgias y cefaleas, aunque en estas filtimas el efecto es de significación marginal. En manifestaciones , cardiovasculares los dos grupos; 4e personas resultaron equivalentes. De esa manera, es nbtorio que aunque la sola motivación al poder enferma, las enfermedades son más, si una alta motivación al poder esta acompaiiada de un también alto estrés y de baja afiliación. La Tabla 2 permite apreciar los detalles. TABLA 2 Poder-estresado, Afiliaci6n no-estresada y EGS Sindrome Motivacional P t SIPE SAFINE Estado General de Salud
. 03
60.90
50.69
2.29
Depresivo-Ansiosos Gastrointestinal es 17.30
14.08
2.25
.04
Mialgiaa y Cefaleas
2Z2O
16.54
2.68
.01
Cardiovasculares
14.30
11.77
1.80
.09
3.90
3.92
-.04
n.s.
10
13
n
•
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AUONSO MARTINEZ-TABOAS, MA. INSTITUTO DE INVESTIGACION CIENTITICA
CENTRO CARIDEO() DE ESTUDIOS POSTGRADUADOS
RE SUMEN En este artIculo se presenta una introducción concisa de la fenomenologia y las caracteristicas climcas que presenta un paciente con un desorden de personalidad multiple (DPM). El autor pasa entonces a exponer 15 casos de DPM que han sido identificados en los Ultimos 3 afios en Puerto Rico. Los mismos han sido detectados por dos psiquiatras y siete psicologos clinicos. Los resultados reflejan que la gran mayor(a de los pacientes con DPM son mujeres que han sido abusadas fisica y sexualmente en la niiiez. Adicional a esto, nuestros pacientes presentan una sintomatologia clinica casi identica a la evidenciada por pacientes con DPM en Estados Llnidos, Canadd y Europa. El autor sostiene que el DPM no es un trastorno tan raro como se le suponia y que, por lo tanto, todo psicologo clinico debe de estar preparado para detectar a este tipo de paciente. Se sugren algunas guias al respecto.
1 desorden de personalidad multiple (DPM) ha sido informado y detectado desde el siglo 19 en diversos paises del mundo (Alvarado, 1990; Bowman, 1990; Ellenberger, 1970). De hecho, durante las Illtimas décadas del siglo 19 y primeras del 20 se Begaron a informar un nticleo considerable de casos. Sin embargo, no es hasta la decada del 1970 y 1980 que el tema resurge con una vitalidad y rigurosidad jamás vista. Como un mero ejemplo de ello, se ha calculado que para fines de la decada pasada se habian detectado más de 5,000 casos de DPM a nivel internacional. Dicha gictgcciOn no se limita a los EE.UU sino que se extiende a paises tan PRWASSXMOMMORMOM...
68 Makamectoommoimgm.
diversos como India (Adityanjee, Raju & Khandelwal, 1989), Holanda (Boon & Draijer, 1991), Puerto Rico (MartinezTaboas, 1988, 1989, 1990), JapOn (Takahashi, 1990), Canada (Ross, Norton & Wozney, 1989), etc. Actualmente, existe una cantidad considerable de hteratura profesional dedicada a esta temática, entre los que se encuentran libros de texto (Bliss, 1986; Braun, 1984; Kluft, 1985; Putnam, 1989; Ross, 1989) y monografias especiales. Adicional a esto, desde el 1988 se viene publicando una revista profesional relacionada al tema (Dissociation). Todo este interés ha traido como consecuencia el que se amplie de manera considerable el conocimiento de este trastorno. Estos avances abarcan el area psicofisiológica (Coons, 1988; Ludwig y colaboradores, 1972), la forense (Hall, 1989; Orne, Dinges & Orne, 1984; Savitz, 1990), la detección diagnóstica (Franklin, 1990; Fink & Golinkoff, 1990), la patogenesis (Coons, Bowman & Pellow, 1989; Martinez-Taboas, 1990) y el tratamiento (Bloch, 1991). Este creciente ntimero de investigación empirica ha desacreditado ciertas creencias clinicas, tales como que el DPM es "extraordinariamente raro" y que es producto de una latrogénesis hipnótica" (véase los ensayos de Braun, 1984; Coons, 1989; Fine, 1989; Greaves, 1989; y Kluft, 1989 sobre la iatrogénesis). Hoy dia sabemos que el DPM es un trastorno disociativo el cual no es tan raro como se le suponia. También sabernos que la hipnosis no es necesaria en el proceso de detecci6n clinica. De hecho, en el estudio de Ross, Norton y Fraser (1989) realizado con pacientes canadienses, se hall6 que en más del 75% de 44 casos de DPM no Beg() a utilizarse la hipnosis para establecer un diagnóstico diferencial. El resurgimiento de esta temática ha sido explicado de varias maneras. A continuación enumeraremos algtmos de los factores principales que parecen incidir en este re-énfasis: a) reconocimiento de la importancia del estrés posttraumático como precipitador de defensas disociativas; b) la agEMBISS2=1111Mmx"wAt.
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investigación masiva del abuso sexual y fisico en la nifiez; c) el reconocimiento creciente de la hipnosis como un area legitima de indagación cientifica; d) el auge en modelos cognoscitivos, en especial en aquellos que apelan a procesamientos de información paralelos; e) el movimiento feminista y sus planteamientos de la mujer como victinia de crueldades que se desprenden de la ideologia machista. Antes de introducir nuestro estudio, nos parece conveniente presentar de una manera sencilla, qué es lo que se entiende actualmente por un DPM. Basicamente el DPM es un trastorno disociativo severo en el cual la persona experimenta alteraciones profundas en su identidad, memoria y consciencia. A continuación una explicación concisa de estos tres factores: a) Identidad: la persona pierde, de manera momentanea o prolongada, su concepto de identidad personal. En dichos momentos asume un hombre, edad, género sexual y otras caracteristicas que son ajenas a él. Aqui se incluyen aspectos conductuales (habitos, manerismos, caligrafia, tono de voz, habilidades especiales) y cognoscitivos (actitudes, creencias y valores). b) Memoria: en el 90-100% de los casos la paciente experimenta problemas considerables con su memoria. Pierde minutos, horas y hasta dias en asuntos y acciones que no logra recordar. Estas lagunas mentales son uno de los sintomas principales de la sintomatologia disociativa. c) Conciencia: la persona suele tener episodios continuos de derealización o depersonalización, en donde emite actos conductuales de manera involutiva. Varias investigaciones recientes, Bevadas a cabo con cientos de pacientes con DPM, resaltan el hecho de que de un 80-90% de estas pacientes han sido abusadas fisica y sexualrnente en la niiiez (Coons & Milstein, 1986; Ross y colaboradores, 1991). Tal parece que el nifio, ante un estresor tan doloroso, amenazante y traurnatico, comienza a utilizar la disociación como mecanismo principal de defensa pm:::.w.,--mminewennomm
70
psicológica. A través de dichas disociaciones comienzan a consolidarse varios estados alternos de conciencia los cuales Regan a desligarse radicalmente de los procesos concientes del paciente. Dichos micleos disodados de consciencia (o "personalidades") usualmente encapsulan diversas emociones y memorias y llegan a crear conscienda de si mismas como autónomas e independientes. Es usual que algunas de éstas sigan "congeladas" en tiempo y espacio y que demuestren temores agudos ante personas y situaciones que ya han desaparecido del panorama. En particular las personalidades de nirios —las cuales son comunes en casos de DPM— suelen resistir la idea de que el trauma ya ha quedado a trás. La experiencia clinica con este tipo de paciente indica que éstos suelen pasar afios u hasta décadas en el sistema de salud mental sin que se les detecte su DPM. En vez, estos
pacientes suelen ser diagnosticados con trastornos de ansiedad, epilepsia parcial-compleja, depresión y hasta esquizofrenia. Debido a la gran polisintomatologia que éstos demuestran (ansiedad, depresión, alucinaciones, amnesia, trances, automatismos, cambios bruscos de Animo, etc.) es cornim que se conceptualice su problemática de manera puramente sintomitica. Nuestra meta en este trabajo es presentar los esfuerzos realizados en Puerto Rico en los tiltimos tres arios, para lograr crear un banco de datos sobre las caracteristicas clinicas y fenomenológicas que caracterizan a este tipo de paciente. La presente investigación viene a constituir un paso en ese sentido.
METODOLOGIA Psicólogosirsiquiatras: Los 15 casos que aqui se informan fueron detectados por dos psiquiatras y siete psicólogos clinicos. Estos 7/ ftmmtommgmommax....s.„„....ammagrommarmgrmq
profesionales, al enterarse de nuestro interés en el DPM, se acercaron espontáneamente para compartir inquietudes y experiencias clinicas con el autor. PROCEDIMIENTO:
Todos los psicOlogos y psiquiatras cumplimentaron el Cuestionario del Desorden de Personalidad Maniple(CDPM) el
cual ha sido desarrollado por el Dr. Philip M. Coons (Universidad de Indiana) y del cual se hizo la traducción del ingles al espafiol. Básicamente, el CDPM es un cuestionario de 4 páginas en donde se indaga información sobre el historial del paciente, caracteristicas fenomenológicas y detalles sobre las diversas personalidades alternas. El CDPM no es un instrumento para realizar un diagn6stico diferencial. Su uso principal es el de resumir datos.clinicos de relevancia en el DPM. Adicional a esto, todos los casos fueron diagnosticados utilizando los criterios del DSM-111-R (American Psychiatric Association, 1987). PACIENTES:
Todos los pacientes fueron detectados durante el transcurso de un proceso psicoterapéutico o psicofarmacológico. Tres de las quince pacientes fueron detectadas en un hospital psiquiátrico. Las otras doce pacientes fueron identificadas en psicoterapia ambulatoria. RESULTADOS
En la Tabla 1 podemos apreciar las caracteristicas principales de las padentes identificadas. Catorce (93%) son mujeres; trece (87%) de ellas habian recibido anteriormente otros diagnOsticos, siendo los más frecuentes esquizofrenia, epilepsia y depresión; más del 70% fueron abusadas sexualmente en la nifiez y un 60% fueron abusadas 72
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fisicarnente, en ocasiones de manera brutal. La mayoria de éstas recibieron tratamiento anterior por muchos afios (X =5 afios), y la gran mayoria habia tornado una cantidad extensa de anti-convulsivos, anti-psic6ticos y anti-depresivos. En un caso detectado en MEPSI Center, la padiente Hee) a recibir, durante una hospitalizaciOn anterior, once psicoLirrnacos en apenas tres meses de hospitalización. Antes • de su detecciOn como paciente DPM, se pensaba que era una paciente con esquizofrenia. Tabla I El Paciente con DPM Caracteristicas
Edad (X) Afios en el sistema de Salud Mental (X)
Mujeres Casadas Abuso sexual Abuso fisico Diagnós ticos previos depresi6n
27 afios 5 aiios
•
93% 47% 73% 60% 60%
60% esquizofrenia
20%
N = 15 casos En la Tabla 2 podemos notar los sintomas principales en nuestras pacientes: amnesias recurrentes, inestabilidad animica, depresión, intentos suicidas, multiples quejas somáticas, dolores de cabeza intensos y convulsiones. De singular importancia son los dolores de cabeza, los cuales fueron informados por el 100% de las pacientes. Estos dolores
usualmente comienzan minutos antes y luego de las amnesias y constituyen como un 11aviso" de una crisis 73 '
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disociativa. Tambien es llamativo el hallazgo de que el 70% inform() que las pacientes sufrian de convulsiones que sugerian episodios epileptiformes. De hecho, una de nuestras pacientes fue enviada a los EE.IJU. por su neurologo con la recomendacion de que se le practicase una cirugia en el 16bulo temporal. Agraciadamente, los neurologos estadounidenses encontraron razones m谩s que suficientes para rechazar el diagn6stico de epilepsia y la regresan a Puerto Rico.
Tabla 2 Sintomas y Caracteristicas Clinicas Sintomas 100%
dolores de cabeza amnesias
93
depresi6n
93
cambios aMmicos
87
intentos suicidas
80
somatizaci贸n
73
convulsiones
67
voces
60
depersonalizaci贸n
53
abuso drogas
53
disfunci贸n sexual
50
mutilaciones
47
fugas
40
N = 15 casos
74
En la Tabla 3 podemos apreciar que el niunero promedio de personalidades altemas es cuatro. Este hallazgo contrasta con algunos estudios recientes en los EE.UU y Canada, en donde ha sido tipico encontrar una media de 12 personalidades (vease el estudio Putnam y colaboradores, 1986, con 100 pacientes DPM). Aunque no queda clara la naturaleza de esta discrepancia, Kluft (comunicación personal, 19 de septiembre de 1991) nos ha indicado que el promedio de personalidades altemas en EE.UU. se ha calculado luego del paciente haber estado unos dos arios en psicoterapia para su DPM. Mientras, muchos de los casos en los cuales se basa nuestro estudio no llevan aim más de un ario en terapia. Este punto es importante debido a que es muy conocido el hallazgo de que a través del curso psicoterapéutico van poco a poco surgiendo personalidades alternas adicionales que habian permanecido encubiertas. Si regresamos a la Tabla 3, notaremos que las personalid6cles alternas se diferencian de 16 paciente en tono de voz (80%), caligrafia (53%), reportan personalidades de nifias (60%), de protectores y perseguidores (87%) y la mayoria se adjudica un nombre propio (87%). HISTORIAL DE UN CASO DE DPM Julia es una mujer de 36 ems quien desde su adolescencia fue diagnosticada como esquizofrénica. Ha estado recibiendo tratamiento psiquiStrico desde hace més de dos décadas e incluso también ha sido evaluada y tratada neurolOgicamente debido unos extraftos desmayos y "ataques psicomotores". En el historial de Julia se encuentra un extenso abuso sexual en la nifiez de parte de su padre y un vecino. Este abuso es confirmado por dos de sus hermanas, quienes tambien pasaron por dicha experiencia. Adicional a esto, el ambiente familiar solo puede ser descrito como patolOgico y disfuncional en la manera en que se tramitan las comunicaciones verbales y no-verbales. Julia ha intentado
suicidarse en tres ocasiones. En una de ellas casi lo logra ya que se land) de un tercer piso de un edificio. Tabla 3 Caracterfsticas de las Personalidades Alternas Caracterfsticas 4 Personalidades identificadas (X) 87% Con nombre propio 87% Protectora Perseguidor 87% Diferente tono de voz 80% Co-consciencia 80% Diferentes edades 73% Amnesia de otras personalidades 73% Deprimidas . 73% Suicidas 73% Del sexo opuesto 60% De nifios 60% Caligrafia diferente S 53% Espiritus 13% Demonios 0% N 15 casos La paciente habia sido declarada como esquizofrĂŠnica debido a que desde hace decadas oye unas voces amenazantes que le sugieren que se mate y que mate a otras personas. Adicional a esto, demuestra una labilidad animica marcada.
Este caso fue detectado por su psiquiatra, quien atendia a ésta desde el 1984. En enero de 1991 la paciente pide una cita de emergencia ya que se sentia "muy rara". Cuando la Dra. Y le pregunta qué queria decir con esto, comenzó a caer en un ligero trance y comenzaron a identificarse dos personalidades antagónicas y amenazantes; una de un hombre (Rongar) y otra de una mujer (Rosario). Una vez la Dra. Y. sospecha que el caso de Julia era de DPM me solicita consultoria sobre el mismo. Al evaluar la paciente, ésta presentaba un historial de dolores de cabeza recurrentes; amnesias frecuentes; voces dentro de la cabeza; sentimiento de involuntariedad; conductas destructivas y autodestructivas que ella no lograba recordar; episodios casi diarios de trances y estados alterados de conciencia; rabietas y corajes stibitos e injustificados; y la sensación de que "algo ajeno controla mi mente". Durante la misma evaluación se present& muy molesto y alterado, la personalidad de Rongar quien arnenazó con matar a la paciente si nos acercábamos a ayudarla. Dias más tarde la paciente tiene que ser hospitalizada en un hospital mental debido a que comete un intento suicida potencialmente nocivo. Durante sus 3 meses de hospitalización, la psiquiatra y el autor planificamos un tratamiento diario psicoterapéutico en donde comenzamos a identificar y modificar las estructuras disociativas. En total, al momento se han identificado 5 personalidades alternas, cada una con patrones conductuales, cognoscitivos y atectivos marcadamente diferentes. Entre ellos hay dos perseguidores (Rongar y Antonio), una personalidad deprimida y suicida (Rosario), la de una nifia de 6 afios atormentada por el abuso sexual y una persorialidad aliada (Ana) comprometida con ayudarnos en el proceso terapéutico. Pasados 9 meses de un intenso esfuerzo pSicoterapéutico, la paciente hoy dia se desempefia como ejecutiva en una importante firma norteamericana y ha descontinuado en su
totalidad el uso de fármacos anti-psic6ticos. Más aán, todas sus personalidades altemas ban sido fusionadas o integradas, excepto la de Antonio la cual aün muestra cierta hostilidad. CONCLUSION
Nuestros hallazgos, aunque preliminares, apoyan la impresión clinica de que el DPM se desarrolla como una respuesta a eventos traumfiticos en el proceso evolutivo del nifio. Segun las teorizaciones más sofisticadas al rnomento, para que una persona desarrolle toda la constelación clinica de un DPM es imperativo que se den todos o algunos de los siguientes factores: a) trauma severo, usuahnente de tipo fisico o sexual; b) comienzo del trauma temprano en la nifiez; c) uso desmedido de defensas psicológicas primitivas; d) utilización primaria de procesos disociativos para lidiar con el trauma y sus repercusiones; e) activación de las estructuras disociadas en la adolescencia o adultez por situaciones ligadas al trauma. Si comparamos los resultados de nuestra investigación con los de otros estudios recientes (Coons, Bowman & Milstein, 1988; Putnam y colaboradores, 1986; Schultz, Braun & Kluft, 1989) resulta obvio que los mismos compaginan de manera fundamental. Al igual que en nuestro estudio, fueron frecuentes las situaciones incestuosas, maltrato ffsico y emocional y otros estresores mayores en la nifiez. A nivel fenomenológico resalta el mismo patron: escuchar voces dentro de la cabeza, dolores intensos de cabeza, amnesias recurrentes, actos suicidas y mutilatorios. La literatura es clara en indicar, y nuestra experiencia confinna, que el asunto medular en el DPM reside en el proceso de detección. La experiencia en EE.UU, Canada y Europa indica que mas del 80% de estos pacientes pasan afios (y hasta décadas) de terapeuta en terapeuta arrastrando una diversidad increible de diagn6sticos y de tratamientos inadecuados. Nuestra experiencia con varios casos de DPM
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es consonante con este señalamiento. Por ejemplo, todas las pacientes que llegaron a nuestro consultorio habian sido diagnosticadas anteriormente con etiquetas tales como: esquizofrenia, depresión, ansiedad, epilepsia, bipolar, histeria y trastornos "organicos". Una de nuestras pacientes, en solo dos meses de intervenciOn previa en un hospital psiquiátrico, recibi6 los siguientes fármacos: Mellaril, Navane, Ativan, Desyrel, Tegretol, Dilantin, Benadryl, Cogentin, Restoril y Halcion. Otra de ellas, pensándose que era un caso de epilepsia intratable, liege) a pasar altos de neurOlogo en neurólogo tomando diversos tipos de anticonvulsivos. En otro caso, la paciente paso 15 años de su vida recibiendo cheques del seguro social y estuyo sumergida en una depresi6n severa a causa de su supuesta "incapacidad". La pregunta es mandatoria: zpor qué es tan crucial el proceso de detección? Simplemente porque el paciente tipico con DPM es uno extremadamente polisintomático. Si el clinico no ausculta lo que está detrás de esta mera sintomatologia, terminará diagnosticando una depresiOn, una psicosis u otra condiciOn clinica. Este acto desalentará al clinico a ausculiar la estructura disociativa responsable de las crisis y sintomas de la paciente. Por ejemplo, si la paciente convulsa o se queda en tm ligero trance, se le diagnostica epilepsia. Si oye voces que la acosan, se le diagnostica esquizofrenia. Si sufre de ataques agudos de ansiedad, se le diagnostica trastorno de pánico. Y si se notan cambios animicos sithitos, se le trata como un caso bipolar. Para remediar esta situación, y no seguir perpetuando los falsos negativos en el diagnóstico del DPM, sugerimos que' se ausculte un DPM en las siguientes situaciones: a) paciente con historial de abuso severo, en especial en la b) dolores de cabeza recurrentes los cuales vienen y van con grán rapidez; c) cambios animicos inexplicables; d) quejas de falta de volición; e) oir voces dentro de Ia cabeza.
• De confirmarse algunos de estos sintomas, entonces es el momento de adentrarse en preguntas que rara vez le hacemos a nuestros pacientes, tales como: ztiene usted convulsiones o trances? zpadece de lapsos mentales prolongados? zha ido a lugares y no sabe cómo llegó alli? oiente usted a veces que su cuerpo se mueve y actua sin usted desearlo? zha mutilado su cuerpo? zha encontrado libretas o papeles en su cuarto con una letra que no es la suya? (véase a Martinez-Taboas, 1990 para un listado más ex tenso y riguroso). La detección y tratamiento del paciente con DPM deberia de constituir una de las habilidades clinicas de todo psicólogo clinico en Puerto Rico. Dada la alta incidencia de abuso sexual en la Isla, la permeabilidad de la ideologia machista y los pocos recursos existentes para aliviar los efectos nocivos del trauma sufrido, no nos sorprenderiamos si los casos de DP/C4 fueran bastante mas comunes de lo que muchas veces suponemos. Datos como los presentados en este trabajo, más la creciente literatura internacional al respecto, debilitan la postura tradicional que aseguraba la extreina rareza del fenómeno y, por lo tanto, exculpaba al clinico de mantenerse al corriente sobre la tematica. Esperamos que esté cerca el momento en que los psicologos no solo podamos detectar al padente con DPM, sino que a su vez logremos rescatarlos de las sombras de un pasádo traumático y tormentoso.
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VaC.I.Ori0-"" POR SALVADOR SANTIAGO-NEGRON MD.; M.P.H.
1 libro Cómo Controlar la Ansiedad en Situaciones de Evaluación o Examen, escri7/ to por el Dr. José Navas, tiene como propóskto fundamental el prcweer una herramienta de trabajo tanto al lector que necesita manejar su ansiedad como al profesional que desea tener una referencia al dia sobre el tema. El autor de este libro logra balancear los temas que presenta en el mismo de manera que la información pertinente al concepto de ansiedad se cubre, no tan solo desde el punto de vista del profesional o el académico, sino del laico.Este libro cubre temas tan variados como el análisis del constructo ansiedad, métodos para el control de la ansiedad, problemas de autoestima, desensibilización sistematica, la necesidad de éxito, análisis racional de los pensamientos, y otros. En total, el libro cubre cincuenta y nueve tópicos. El autor del libro escribe sobre la ansiedad desde una perspectiva conductual-cognoscitiva, con un sesgo particularmente inclinado hacia el manejo de la ansiedad desde el punto de vista de análisis racional de los pensamientos. Las estrategias de manejo de situaciones de ansiedad son discutidas tomando en cuenta los filtimos hallazgos cientificos sobre el tema. Una nota interesante sobre este libro, es el hecho de que, a pesar de que el autor cubre ampliamente la literatura pertinente al tema, el mismo mantiene los conceptos básicos a un nivel de complejidad Mcilmente entendible po perso-
nas que no tienen adiestramiento en psicologia. El libro presenta la informacion sobre ansiedad en forma sumamente organizada y estructurada, de manera que el lector puede leer las partes que le son pertinentes a su caso, y obviar las que no le interesan. El orden de la presentación de temas ayuda al lector a pasar de unos fáciles de entender y asimilar, a otros de mayor complejidad. Inicialmente, el auto r del libro nos presenta un panorama general del concepto ansiedad, para luego introducirnos a temas tan variados como las causas de la ansiedad, los métodos para el auto control de la ansiedad, el manejo de la conducta de estudi6r, y la identificación de problemas especificos en situaciones evaluativas o de examen. El libro presenta una sección de inventarios y pruebas autoadministrables, que pueden ser de mucha utilidad para el maestro del salon de clase. El autor se cuida de explicar que estas pruebas e inventarios no han sido validadas en Puerto Rico, cumpliendo asi con los cánones éticos de rigor de la profesiOn de la Psicologia. Entendemos que, aunque estos instrumentos no se han validado, pueden ser muy ütiles para llevar a cabo estudios pioto, usarlos clinicamente, o como instrumento para generar hipótesis. La sección de cOmo manejar la conducta de estudiar parece una atinada aportación al quehacer psicologico, en términos de su articulada presentación y su tend encia a presentar el manejo de los problemas tipicos que confronta el estudiante en forma especifica y detallada. El andlisis conductual-cognoscitivo de los comportamientos "problema" resulta muy directa y al punto en lo que se refiere a mecanismos de acción para manejar los mismos. El libro Cómo Manejar la Ansiedad en Situaciones de EvaluaciOn o Examen, nos parece que llena una necesidad en Puerto Rico en virtud del creciente énfasis en la utilización de pruebas nacionales en el sistema escolar palico. Entendemos que las profesiones que dependen de examenes para otorgar licencias, pueden beneficiarse enormemente de las 85
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aportaciones de este libro al entendimiento del estres. y la ansiedad que puede generar la toma de exámenes de esta naturaleza. En un mundo donde la dependencia de intervenciones profesionales por parte de los terapistas es cada vez más costosa, este manual sirve de contraparte a la necesidad que tienen los sistemas educativos de buscar formas más costoefectivas de ayudar a los alumnos a lidiar en forma expédita con las situaciones de exAmenes o evaluaciones formales. Indudablemente que el libro Cómo Manejar la Ansiedad en Situaciones de Evaluación o Examen, es una contribución significativa al quehacer psicológico del mundo hispano en la década de los noventa.
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Fe de erratas En el articulo: Sobre muestras y sutamago del profesor Juan Sanchez Viera, aparecida en el volumen 4, ntimero 2 de 1989 hacemos las siguientes correcciones: pag. 118
2do. ',arra°, quinta oración debe deck: utilizada para estimar cf 2, resta por...
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CIENCIAS DE LA CONDUCTA Revista del Centro Cariberio de Estudios Postgraduados
ZIIHUA AID:121)MA Centro Caribeno de Estudios Postgraduados Salvador Santiago-Negr6n Director Victor Alvarez Editor Asociado
Jose Santos Editor Asociado. Noel Quintero Alfonso Martinez-Taboas Jose Navas Miami Institute of Psychology Campus Mariano Alemany Alfredo Ardila Evelyn Diaz Kevin Keating Ana Maria Pi Mildred Roquela Monica Rosselli Ruben Ardila Universidad Nacional de Colombia
Joseph 0. Prewitt-Diaz Pennsylvania State University Emilio Ribes Universidad Nacional Aut6noma de Mexico Carlos Ruiz-Bolivar Universidad Pedagógica El Libertador, Caracas, Venezuela La Revista de Ciencias de la Conducta es un intento del Centro Caribefio de Estudios Postgraduados, para recoger articulos sobre psicologia y ciencias a fines, tales como sociologia, antropologia y trabajo social. Su proposito primordial es promover la investigación cientifica. La Revista se publica dos veces al atio, en un volumen, por el Centro Caribefio de Estudios Postgraduados —Apartado 3711 Old San Juan Station, San Juan, Puerto Rico 00904-3711. La cuota de subscripción es de $7.50 por un ejemplar; $15.0Q por un año; $30.00 a instituciones. Someta manuscrito y dos copias al cuidado del Instituto de Investigación Cientifica, de acuerdo con las normas de publicación establecidas por la American Psychological Association.