Fanzine No. 7 | Juan Rulfo

Page 1


Juan Rulfo 100 aĂąos de su nacimiento


AÑO 2017 | NÚMERO 7 MAYO- JUNIO


ARTE / CULTURA / GESTIÓN CULTURAL

CONTACTO

cculturagc@gmail.com

https://cculturaportalgc.wordpress.com


DIRECTORIO DIRECCIÓN EDITORIAL Giulette Baltazar COORDINADOR EDITORIAL José Antonio Hernández EDICIÓN Y DISEÑO EDITORIAL C·Cultura Portal de Difusión Cultural

PROYECTO GESTIONADO POR:

Reactivo Laboratorio de Gestión Cultural

Número 7 Mayo - Junio 2017

C·Cultura Fanzine es una publicación bimestral digital, editada y distribuida por C·Cultura Portal de Difusión Cultural. Editor responsable: Giulette Baltazar. Reserva de Derecho al Uso Exclusivo en trámite. Las opiniones expresadas por los autores y colaboradores no necesariamente reflejan la postura del editor de la publicación. Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación sin previa autorización por escrito del editor.


ÍNDICE


EDICIÓN ESPECIAL

01

juan rulfo -aspectos biográficos........1 -obra literaria..................4 -obra fotográfica.............8 -adaptaciones cinematográficas..............12 -datos curiosos.................14

15

ESCRITORES EMERGENTES [L E T R A S A M B U L A N T E S ]

POESÍA: -Eduardo Sierra Romero...15 CUENTO: -Carlos Gámez..................18 -Mónica Hammeken............20

24

EXPRESIONES URBANAS murales en la ciudad de méxico


Editorial En esta edición celebramos los 100 años del nacimiento

del escritor Juan Rulfo (1917-1986), considerado uno de los escritores latinoamericanos más grandes del siglo XX. Autor de una breve pero importante obra literaria, Rulfo nos traslada a un universo fantástico con su novela “Pedro Páramo” (1955), y nos muestra una parte de la radiografía de la cultura popular mexicana en su libro “El llano en llamas” (1953), donde teje una serie de relatos a través de un lenguaje poético que nos acerca de una forma entrañable a sus personajes. En esta edición especial recorreremos algunos de los aspectos más relevantes de su vida y obra. Además, publicamos los textos seleccionados de la convocatoria de escritores emergentes, en las categorías de cuento corto y poesía. Deseamos que su lectura sea amena. Bienvenidos.


El proceso de creación que sigo no es tomando las cosas de la realidad si no es imaginándolas. Juan Rulfo



EDICIÓN ESPECIAL

Juan Rulfo

J

uan Rulfo nació el 16 de mayo del año 1917, en la comunidad de Apulco, perteneciente al Estado de Jalisco, sin embargo, es registrado en Sayula, poblado vecino. Rulfo fue un hombre misterioso, de carácter tímido y poco sociable que ante los halagos permanecía sereno. Era un hombre sencillo, que había crecido en el campo, rodeado de gente que trabajaba las tierras. Muchos piensan que sus relatos reflejan un carácter autobiográfico, sin embargo, él negaba que sus escritos estuvieran pensados en ese sentido.

a la Guerra Cristera, suceso posrevolucionario que marcaría su vida. Éste conflicto obligó a Rulfo y a su familia a trasladarse al poblado de San Gabriel. Cuando apenas tenía seis años fallece su padre, pocos años después pierde también a su madre, lo que lleva a su familia a tomar la desición de internarlo en un orfanato en la ciudad de Guadalajara. Es en este internado donde pasa los momentos más difíciles de su vida, rodeado de una inmensa soledad emocional que lo acompañaría de forma depresiva por el restos de sus días.

Los paisajes que encontramos en su narrativa coinciden con el escenario de su infancia. Podemos apreciar algunas referencias 1


Rulfo desarrolló desde temprana edad gusto por la literatura, leyendo autores como Alejandro Dumas y Víctor Hugo. Solía pasar la mayor parte del tiempo leyendo una colección de libros que el cura del pueblo puso bajo su resguardo durante la Guerra Cristera. Inició sus estudios de Contabilidad en Guadalajara, pero tiempo después se traslada a la ciudad de México en donde retomaría su formación, como oyente, en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional, ya que tuvo problemas con la revalidación académica. Al concluir sus estudios ingresa a trabajar como agente de migración para la Secretaría de Gobernación. En esta este tiempo inicia su actividad como escritor, desarrollando pequeños textos que redactaba durante los tiempos libres de su trabajo. 2


3


[

Obra Literaria

]

J

uan Rulfo plasma en su obra la vida de la gente que vive en los pueblos, que trabaja en los campos y labra la tierra. Observamos el reflejo del pueblo mexicano trasladado a un universo creado por él. A pesar de su breve obra literaria es uno de los escritores más importantes y pilar fundamental de la literatura mexicana. Rulfo es un escritor universal, su obra ha sido traducida a más de cincuenta idiomas y al náhuatl. A lo largo de su vida obtuvo varios premios y reconocimientos. En 1970 recibió el Premio Nacional de Letras de México y en 1983 el Premio Príncipe de Asturias de las Letras, en España. Durante varios años Rulfo trabajó como editor en el Instituto Nacional Indigenista, colaborando en publicaciones de antropología social. A través de la obra literaria y fotográfica del autor se refleja el interés por temas antropológicos e históricos. 4


En 1940 Rulfo comienza a publicar sus primeros textos literarios en diferentes medios impresos. En 1945 publicó Nos han dado la tierra y Macario, en la revista Pan, dirigida por Juan José Arreola y Antonio Alatorre. La revista América publicó varios cuentos que se integrarían en el libro El llano en llamas. En las revistas Letras Patrias (1954), Universidad de México y Dintel, aparecen fragmentos de la novela Pedro Páramo. En el año 1952 obtiene la beca Rockefeller del Centro Mexicano de Escritores, con la que logra publicar El llano en llamas en 1953. El mismo año obtiene una segunda beca por la misma institución y publica su primera novela, Pedro Páramo, ambas obras bajo el sello del Fondo de Cultura Económica.

Entre los años 1956 y 1958 escribe su segunda novela El gallo de oro, que sería publicada hasta el año 1980. Debido a su estructura, la novela ha sido considerada como un guion de cine, lo que llevó a la realización de varias adaptaciones cinematográficas. Después de la publicación de sus dos grandes obras literarias; El llano en llamas y Pedro Páramo, Rulfo se sumergió en un silencio que se prolongó por más de 30 años y no volvió a escribir otro libro, suceso que llevó a muchos cuestionamientos por parte de sus lectores, difundiéndose teorías como la que especula la falta de inspiración debido al fallecimiento de un familiar quien le contaba las historias que él plasmaba en sus libros.

5


6


7


[ U

Obra Fotográfica

na faceta poco conocida del escritor, fue su etapa como fotógrafo. Gran parte de su acervo fotográfico está dedicado a la arquitectura mexicana, desde edificios, sitios arqueológicos, ciudades coloniales, así como la vida rural.

]

Posteriormente, en 1960, expone por primera vez en Guadalajara, Jalisco, presentando una colección de 23 fotografías.

En el año de 1980 su obra fotográfica fue reconocida ampliamente, debido a la exposición realizada en el marco de un Homenaje Nacional sobre el Su trabajo como agente de autor en el Palacio de Bellas Artes, migración lo llevó a viajar por en donde se expusieron alrededor muchas partes del país entre los de 100 fotografías. años 1930 y 1940. Uno de sus destinos predilectos era Oaxaca, Actualmente podemos apreciar de donde tiene un gran registro su archivo fotográfico en diversos catálogos y publicaciones a fotográfico. cargo de la fundación que lleva Las primeras publicaciones de sus su nombre, cuyo propósito es fotografías se realizaron a través de preservar y difundir el legado revistas. En 1949 se publican 11 artístico del escritor. de ellas en la revista América. Poco tiempo después, en 1952 la revista Mapa publica 17 fotografías.

8


JUAN RULFO Anciana sentada en el umbral de la casa de un pueblo 1950 Foto vĂ­a: http://museoamparo.com

9


Casa en ruinas en Actipan Actipan, Tlaxcala 1955 Foto 10 vĂ­a: http://museoamparo.com


11


adaptaciones CINEMATOGRÁFICAS

12


E

l interés por Rulfo en la fotografía lo llevó a incursionar en el séptimo arte. Colaboró en la elaboración de guiones para adaptaciones cinematográficas como El gallo de oro y Pedro Páramo.

A continuación enlistamos algunas adaptaciones al cine: El despojo, 1960. Dirección: Antonio Reynoso Guion: Juan Rulfo Cortometraje, 11 min. Pedro Páramo, 1967 Director: Carlos Velo Guion: Juan Rulfo, Carlos Velo, Carlos Fuentes, Manuel Barbachano Ponce Duración, 1h 50 min. El gallo de oro, 1964 Dirección: Roberto Gavaldón Guion: Juan Rulfo, adaptación: Carlos Fuentes, Gabriel García Márquez y Roberto Gavaldón Duración: 1 h 45 min. La Fórmula secreta, 1964 Dirección: Rubén Gámez Guion: Rubén Gámez Texto: Juan Rulfo Duración: 42 min. El Imperio de la Fortuna, 1986 Dirección: Arturo Ripstein. Argumento: basado en "El gallo de oro", de Juan Rulfo. Duración: 2 h 10 min. 13


datos CURIOSOS época. 1. Su obra literaria ha sido traducida a más de 50 idiomas, 8. Durante algún tiempo circuló la leyenda sobre la ayuda que superando a cualquier otra Juan Rulfo recibió de Juan obra mexicana. José Arreola y otros allegados 2. La novela Pedro Páramo en la estructuración de Pedro también tiene una traducción Páramo. al náhuatl. 3. Estudió contabilidad y 9. Pedro Páramo originalmente era una obra de una extensión trabajó en una compañía de mucho mayor, pero el autor neumáticos. decidió reducirla. 4. En 1940 escribió su primera novela sobre la ciudad de 10. En 1995, nueve años después del fallecimiento de Rulfo, México, que destruyó por se publicó una compilación considerarla muy mala. de apuntes, borradores y 5. Las primeras ediciones de su manuscritos del escritor, bajo libro El llano en llamas no el título de Los Cuadernos de obtuvieron muchas ventas y Juan Rulfo. Rulfo optó por regalarlas. 6. Antes de conocerse como Pedro Páramo, la novela fue llamada Una estrella bajo la luna y Los Murmullos. 7. Pedro Páramo inicialmente fue rechazada por algunos críticos y contemporáneos, debido a que su estructura narrativa no concordaba con los cánones literarios de la 14


Escritores Emergentes

[

[

POESÍA Por números primos, y signos conjuntos, Dios sólo juega de una manera: El verbo hecho carne por la fricción del sexo en la vida. Cordero de Dios, quita o pone, sí despliega el lienzo de la sensación, mejilla y pecho. Bestia – mariposa, transfigura el silencio, devorado mi cuerpo ruge, la habitación en espiral asciende, lo rojo pule a lo negro y entre la noche, resplandecen los templos. Huracán con tu nombre en el viento, asienta las caricias, ya la postura de los leones es emprender el vuelo. Cuatro paredes creyeron en los muertos y resucitaron a los vivos. Llueve sobre el Sol y florece tu jardín.

Una Vía

Dios sólo juega de una manera: El Gran Fuego dibuja la luz en los rostros, ¿qué templos reverencian la temperatura de lo caliente que entra en lo caliente? Cordero de Dios, en espejo con Cordero de Dios, ¿correrá alguno a perderse?

Eduardo Sierra Romero Ciudad de México, 1988. Estudió comunicación y periodismo. Actualmente trabaja en una ONG. Tiene un programa de música por televisión en internet. Su mayor influencia poética es Juan Eduardo Cirlot. Le interesa el autoconocimiento.

Mariposa – brisa en el átomo de lo que se oculta en otro pedazo de luz, sinfonía perdida, en tus cajones, tornado con destino de argumento. El aguardiente en copa, trofeo tras lo empañado, en cáliz ardiente agua. Resplandece el Sol sobre lo mojado, y jardines divinos hacen fila. Por números primos y signos conjuntos, Dios sólo juega de una manera.

15


De la mano con Cirlot Alcanzarlo es natural, guía del camino del final, para ti y para mi, ambos al mismo tiempo. Sueño que estoy despierto y despierto cuando sueño. Presencia siempre. Que la fuerza que guía mi mano sea como Bronwyn en el espejo Cirlot de mi alma, que despide reflejos centelleantes donde nos saludamos bajo el manto de lo que es, el fondo de los fondos o lo cerca.

16


LETRAS AMBULANTES

´ Falsifacacion Que sí, quiere decir que sí, aunque la periferia sea negación. La intuye, se aparea, la afirmación es él en un lugar donde él no es él, pero los demás lo creen de él y de sí mismos. Falsificaciones de arte falsificaciones DEL ARTE, del que no se vuelve una vez comenzada la creación, que adentro es siempre. Que sí, siempre sí, la generosidad para consigo, reflejada en derredor apelando a la vida para cabalgar con lujo la muerte. Ya lo es todo desde aquí, donde el universo se concentra en la inmovilidad, y el silencio. El vacío abarca la vida y las identidades todas falsificaciones. 17


CUENTO

Carlos Gámez

6 DE JULIO

Originario de San Luis Potosí, 28 años de edad. Hace 12 años editó un fanzine punk: Suicidio Colectivo. Actualmente es integrante de un taller literario de la ciudad.

Justo al apagar la computadora recordé que era cumpleaños de Oscar. Él no es muy afecto a celebrar, pero aún así decidí llamarlo. -¿Cómo estás cabrón? -Bien bien, tú sabes que ya estoy limpio -Yo sólo quería desearte feliz cumpleaños y que sigas manteniendo la serenidad -Gracias -Oye vamos a cenar -Sí, claro. Acordamos vernos en un restaurante del centro histórico. La gente caminaba apresurada para alcanzar el último viaje del metro, un vendedor de flores se nos acercó en la calle para ofrecernos un ramo. - Ándele joven para su amigo especial. - Le gustan tanto las flores que se las come, mejor otro día. Nos sentamos en la mesa que está junto a la ventana, la sinfonía de vasos y cucharas empieza a atenuarse en el lugar, sólo hay dos mesas ocupadas. -Estás en los huesos, ¿sigues en esa mierda? - No, ya lo dejé. Desde que estábamos en el grupo no he vuelto. 18


LETRAS AMBULANTES

Conocí a Oscar en un grupo de 12 pasos, estuvimos juntos en muchas sesiones, cuando yo sentí que volví a funcionar abandoné el grupo, él siguió ahí un par de meses. -En serio, ya, nada de nada. -Sí, se nota, a pesar de esas ojeras y ese temblor que parece que tienes Parkinson, te ves bien. - Jodete, estoy bien. He vuelto a trabajar. Me muestra su nuevo teléfono móvil, el aparato es de esas basuras caras y ostentosas con mil artilugios. Oscar se dirige al baño y veo sus mensajes y llamadas, sigue en lo mismo. ¿Quién soy yo para decir algo? Se hace tarde, pedimos la cuenta, después de un largo rato por fin llega la mesera. -Disculpa, pero creo que te conozco -espetó a Oscar- te he visto antes, ¿no trabajabas en el café Berlín? -No, a veces iba ahí, pero hace mucho tiempo. Responde Oscar visiblemente tenso. -¿Hace cuánto?, ¿Ibas en la noche o por las tardes?. Insiste la mesera. -Quizá fue en la otra vida -interrumpo- dicen que a veces te encuentras con la misma gente. -¿Tú crees en eso?, yo soy mucho mayor que ustedes, no puede ser que lo haya conocido. La mesera insiste en ver a Oscar una y otra vez. -No, no creo en la otra vida, ni en esta. Quédate con el cambio. Salimos del lugar. Ya en la calle Oscar logra recordar a la mujer, ella trabajaba en el café Berlín y un día él llegó ebrio y tras discutir con ella provocó que la despidieran. -Quizá en tu próxima vida te encuentres con ella y podrás compensarla -Sí, puede ser, oye acabo de recordar que tenía algo que hacer, disculpa debo irme ya, me esperan. Oscar sube a un taxi, cinco minutos después me envía un mensaje, evidentemente equivocado: no tardo, por favor espérame en la puerta. 19


CUENTO Mónica Hammeken

Arena

Originaria de Magdalena de Kino, Sonora. Blogger, media manager extraordinaire. Escribe y toma fotos para RockyPoint360.com en Puerto Peñasco y Editora en Redes de Sonora Bloggers. Egresada de la carrera de Artes Visuales de la Facultad de Artes de la UAEM. Beneficiaria del FECAS Jóvenes Creadores (2015-2016). Autora de la novela “Le pedí tiempo a la muerte”, ha participado en diversas antologías entre las que destacan la de cuentos “Texturas Linguales” y antología de minificción “Cuerpos Rotos”.

El ciclista sonríe. Hubiera querido seguir la conversación y tranquilizar al niño explicándole que eran puros cuentos, historias inventadas por los padres para que los niños no se alejen y siempre estén a la vista. ¿Para qué?, si con un poco de miedo se puede tener la situación bajo control, sin mucho esfuerzo. Algunos padres merecen esa tranquilidad que su trabajo les costó imponer. —Señor ¿no tiene miedo? El sol está en todo su esplendor, la brisa fresca, el cielo de azul profundo que no parece tener límites; Un día claro y rebosante de energía. Un día perfecto para un paseo en bicicleta. ¿De qué debía tener miedo entonces? —Claro que no ¿por qué habría de tenerlo? —Por la niña que vive en el desierto. Se siente sola—responde el chiquillo con voz nudosa. —No te preocupes, no me voy a alejar mucho, aparte traigo GPS para no perderme. —El día está muy claro. Mejor no vaya— insiste el niño sin obtener mucha respuesta del joven ciclista entretenido dándole vueltas a la rueda y checando los frenos— Bueno si la ve, no haga como que no la vio, a ella la abandonaron sus papás por berrinchuda— Sin dar tiempo a contestaciones o explicaciones el niño corre al área de acampando con su familia. «Esa información es nueva» piensa, «seguramente fueron sus padres quienes añadieron esa parte de la historia.» Le da los toques finales a su bici y satisfecho, se monta en ella, adentrándose en los senderos. 20


El mito de la niña del desierto poco a poco había ganado una extraña y vivaz popularidad. Mito de migrantes ilegales, que tienen que pasar la frontera pasando todo tipo de pruebas y privaciones. Con eso debería de ser suficiente. Pero no, había que cada quien meterle de su cosecha. Se dice que historia de esa niña habrá nació de la boca de sobrevivientes que regresan en el tren. Su simpleza era de una perversa inocencia: Una niña que prefiere salir a jugar durante el día, cuando, el cielo de un azul diáfano y cuyo horizonte imperturbable, choque con el dorado de la arena. Ella hace que la gente se pierda en el desierto, por su insistente soledad y, según la autopsia realizada a varias personas encontradas, cuasi momificadas, tenían el estómago rebosante ¿de? exacto: arena, como si la hubieran ingerido hasta la saciedad. Un misterio. El joven pedalea, se pierde en sus pensamientos, mientras se adentra en la ruta que había trazado a través del desierto. — Arena.. ¡Sí cierto! — truena los dedos— Así se llama la niña que es de color beige y cabello rojo, según cuentan. Detuvo la bici para hidratarse y ver el reloj. Cómo buen deportista, hace una relación entre el tiempo y la distancia recorridos. Siempre ir más allá, siempre dar un paso más, siempre ser mejor que el día anterior; entre más se sude más se gana, y demás frases de motivación deportista revolotean en su cabeza. Un mantra que lo llevó, momentos antes de iniciar su recorrido, a añadir unos metros más en la ruta, hasta ver el desierto en su extensión— ¡Qué magnífica vista!— Inspiró— El mundo cubierto de un manto dorado hasta donde une con el azul—habla como en un acto profanación, en una imperiosa necesidad de reafirmar su existencia a través de la voz. Y cuando el silencio pesado cae sobre la última palabra como cortina de teatro, siente a la aorta y la vena cava trenzándose en sí mismas. Sube a su bici y continúa pedaleando. Se cansa y para de nuevo a estirar las piernas extrañado mira a su alrededor, pues no alcanza a ver ningún punto de referencia. Todo parece lo mismo para donde voltee; el sol, arena, azul. No se preocupa; “el desierto puede cambiar, pero la localización del GPS es exacta”. Se sube de nuevo y continúa con la ruta, ahora guiándose por el localizador. El paisaje no cambia, solo los montecitos de arena, las dunas, que parecen moverse detrás de él. El suelo parece espejo, reflejando cada vez, con más intensidad el sol, justo por debajo de su gorra, donde se supone que debe haber sombra. La piel ya siente los piquetes del calor. Se le reseca, pierde elasticidad rápidamente y duele. El sudor se evapora antes de caer, dejando huellas blancuzcas a su paso... «Este ya es el último jalón, ya casi». 21


En la lejanía alcanza a distinguir una de las estaciones de servicio del parque. Sin embargo, después de un rato de mover las piernas no parece avanzar en absoluto, como en una sesión de spinning con bicicleta estacionaria. —Debe ser el sol— se conforta— que altera la percepción, seguramente, como ya me desesperé, lo veo todo igual. Calcula la distancia, baja la cabeza, aspira profundamente y pedalea llevando un ritmo, tan concentrado y uniforme como puede... 1, 2... 1, 2... 1,2... Cuando cree que ya ha sido suficiente, levanta la mirada para darse cuenta de que no hay nada; ni asomo de la construcción que había visto antes. Ahora sí, el miedo le subió por la garganta. Esta exhausto, y ya no tiene mas que unas escasas gotas de agua en el termo. Mira su GPS, lo analiza y le indica que ya ha llegado a su destino. Justo frente a él debería estar una tienda. Traga saliva. Pedalea despacio, ahora poniendo atención a su alrededor, a ver si divisa algo conocido, algo que, por distraído, hubiera pasado por alto. —Esto no está bien, no puedo estar tan perdido. Estoy delirando. La llanta tropieza con algo y él cae, lastimándose la rodilla... —Esto no está bien— se dice cada vez más asustado. Un viento frío levanta la arena y le es reconfortante. Escucha a lo lejos, una voz reverberante como las ondas de calor que salen del piso, que canta «Marinero que se fue a la marimarimar..» y se acerca conforme el viento arrecia... «Para ver si podía ver y ver y ver»... Una tormenta de arena parece estar sucediendo a su alrededor, sin dejar ver nada más allá de algunos metros de distancia. Cosas del desierto; tan impredecibles. «Y lo único que pudo ver y ver y ver... » sigue aquella voz indolente. El joven se recarga en su bicicleta, sin prestar mucha atención y cierra los ojos. Exhausto siente que el aire que corre, le soba las quemaduras por el sol y el dolor de la rodilla desaparece. Su respiración agitada, se calma, y entra, dócilmente, en un estado de trance somnoliento. Bosteza. Despierta sobresaltado cuando escucha la voz, clara, nítida y sin eco de una niña «Fue le fondo de la marimarimar...» justo al lado de él. —¿Quieres jugar? — le pregunta con picardía. —Estoy cansado—contesta el muchacho sin prestar mucha atención. —¿No quieres jugar entonces? 22


LETRAS AMBULANTES —No, quiero descansar para poder irme a casa —¿A casa?— a la voz infantil se le une un resoplido —Si, a mi casa— La niña hace una rápida mueca inconforme, pero enseguida la suaviza con una sonrisa. —¿Quieres agua? Tengo mucha —¡Sí, por favor gracias estoy sediento!—responde con entusiasmo mientras se incorpora. Ella le alarga un enorme vaso de vidrio con el interior turbio —Oye ¿eso no es...? —No seas tontito, vela bien, es agua... bebe. Y él bebe desesperado. Ella le alarga otro vaso que él bebe sin cuestionar y con misma rapidez. —Quédate a jugar conmigo, un rato, por lo menos hasta que se te quite la sed. Solo un juego. — Bueno, pero solo uno y ya.

Mónica Hammeken.

23


EXPRESIONES URBANAS

24


25


26


27


28


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.