Juba, sinónimo de calidad e innovación en todos sus procesos

La compañía audita todas sus producciones para diferenciarse en el mercado con productos que garantizan los estándares de calidad de acuerdo a la normativa más actual.

En el primer trimestre de este año, se produjeron en España 128.792 accidentes de trabajo y se registraron 9.722 lesiones en las manos. Es decir, la lesión recayó en las manos en un 7,5% de los accidentes laborales, según los datos publicados en el último Avance del Ministerio de Trabajo.

Los motivos que provocan este tipo de accidentes van desde cortes a golpes por el uso incorrecto de herramientas hasta atrapamientos o aplastamientos con maquinaria. En cualquier caso, como reflejan las estadísticas, la mano es una herramienta fundamental en muchos puestos de trabajo.

Pero también se trata de una de las partes del cuerpo más vulnerables, por lo que se debe utilizar un Equipo de Protección Individual (EPI) adecuado a las necesidades de cada profesional.

Protección para las manos de los profesionales

“Las manos son el centro de Juba”, asegura Rebeca Moneo, gerente de la compañía. ¿Su objetivo? Ofrecer soluciones reales a problemas cotidianos de seguridad.

“Abarcamos todos los frentes de protección para las manos de los profesionales con más de 500 referencias y, además, disponemos de más de 300 referencias de vestuario laboral para garantizar la seguridad completa de los trabajadores”, explica Moneo.

La compañía, ubicada en La Rioja, cerró el año pasado con una facturación de 40 millones de euros, por lo que se mantiene líder en el mercado ibérico de guantes de trabajo, además de tener proyección internacional en más de 23 países.

Con el objetivo de que todas sus referencias cumplan con las más estrictas normas de calidad, Juba dispone de un laboratorio propio equipado con tecnología homologada, donde realiza ensayos sobre todos sus modelos de guantes.

Entre otras cosas, la firma hace test de resistencia a la abrasión, al corte, al rasgado, a la perforación, a la impermeabilidad y para toda su gama de guantes de piel realiza controles de cromo extras con el fin de asegurar a los usuarios la ausencia de este mineral, realizando estos test por cada bombo (10.000 pares) de curtición en vez de por pedido, que es lo más frecuente en el sector.

Por otro lado, Juba rastrea la producción de todas sus referencias gracias a un equipo de Calidad, que garantiza los estándares de acuerdo a la normativa más actual.

Fábricas verificadas en calidad y responsabilidad social Además, los procesos en esta compañía están auditados por agentes externos que avalan los procesos y productos. De hecho, todas las fábricas de Juba han sido verificadas en aspectos de calidad, responsabilidad social y medio ambiente.

Y, por supuesto, cumplen con los protocolos de seguridad en el trabajo y con el código ético de buenas prácticas, condiciones laborales justas y tolerancia cero ante el abuso. Entre las prioridades más imperiosas de la firma está la innovación, que considera su propio motor para lograr la calidad en todos sus guantes.

Colocar la innovación en el centro ha permitido a Juba avanzar en el desarrollo tanto de nuevos productos como de nuevos procesos dentro de la organización.

“Nos mueve la búsqueda de la eficiencia y el desarrollo de productos más técnicos, donde se aúne la protección y la comodidad para el usuario”, asegura la gerente de la compañía.

Ambición por las fibras naturales Juba está muy comprometida con el entorno y las personas, por lo que mantiene una fuerte apuesta por la sostenibilidad. Dentro de este compromiso, la compañía ha lanzado una nueva gama de guantes, JUBA Nature, en la que une la protección de las manos y el cuidado del medio ambiente.

Recientemente, la firma ha logrado la certificación GHG Protocol, una certificación internacional de referencia para el cálculo de Gases Efecto invernadero (GEI) de AENOR gracias a una Calculadora de Huella de Carbono.

Sin embargo, no es la única certificación internacional que Juba tiene implantada, también la gestión de calidad con la norma reconocida a nivel internacional para sistemas de gestión de calidad (SGC), la ISO 9001. En el 2012, certificó su gestión ambiental con la Normativa ISO

14001. Y, recientemente, ha dado un paso más estableciendo un sistema de gestión de la seguridad y la salud ISO 45001.

No se va a quedar ahí: la firma continúa trabajando con su objetivo de encontrar fibras naturales o más técnicas para que sus guantes sean los más transpirables, ligeros, cómodos y ergonómicos del mercado.

En el año 2020, Juba lanzó una colección de guantes de protección al corte bajo una marca propia: K-Rock®. El secreto de esta tecnología radica en un filamento compuesto, ligero en el núcleo central con un trenzado de hilos de ingeniería textil que, unidos, componen un tejido más resistente a cortes, enganches y desgarros, gracias a su estructura textil.

Tras una larga trayectoria, Juba destaca hoy por la calidad de sus productos y por la fuerte apuesta por la innovación.

Dentro del Grupo Bunzl desde el año 2010, la digitalización de procesos dentro de la compañía es imparable y la gestión del talento hace que el equipo humano de Juba esté en constante evolución para construir la historia de la firma durante los próximos años