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I Distribución híbrida
Distribución híbrida
Híbrido es un calificativo que se utiliza cada vez más en diferentes entornos (movilidad sostenible, comercial, tecnología, etc.) para definir objetos o conceptos que integran dos o varios elementos de distinta naturaleza; se trata de un término que ya empieza a padecer una cierta sobreutilización.
Por cosas del azar, la palabra también se empleó en la reciente XXV Asamblea General de ADIME (Asociación de Distribuidores de Material Eléctrico). El consultor Sergio Ramo intervino en este encuentro con una ponencia en la que aplicaba el vocablo al canal de la distribución profesional, hablando del distribuidor ‘híbrido’: aquel que tendrá más éxito en el futuro por su capacidad de “adaptación al cambio” y que deberá ser flexible “para adaptarse a los diferentes canales que utiliza el nuevo cliente digital”.
En pocas palabras, serán aquellas compañías que combinan con resultados óptimos el uso de canales digitales y los formatos presenciales en su relación con los proveedores y, sobre todo, con sus clientes, principalmente instaladores. En este sentido, este “nuevo cliente digital” no es unívoco ni fijo; es un colectivo donde conviven distintas generaciones, con formas de interactuar distintas, por lo que el distribuidor debe preparar a su organización para atenderles.
Además, el mismo cliente está cambiando para adaptarse a este nuevo escenario que surge tras la pandemia, y busca fórmulas más eficientes en su relación con los distribuidores. Estos deben acompañarles, ser su aliado en este camino de transformación.
No obstante, se extiende la sensación de urgencia extrema en el sector en este avance en la digitalización. Se trata de una cuestión de supervivencia, ya que en el plazo de tres o cuatro años la empresa distribuidora que no haya abordado la digitalización de manera integral y eficaz corre el riesgo de desaparecer del mercado y ser irrelevante, como opinaron varios directivos en una reciente mesa redonda organizada por este medio.
Pero las inercias siguen llevando a muchas empresas a continuar todavía atadas a modos tradicionales de hacer las cosas, porque así les ha funcionado hasta ahora.
Este negocio aún se caracteriza por un elevado componente relacional, pero la citada pandemia nos ha enseñado que muchos procesos se pueden trasladar a entornos digitales, ganando eficiencia y productividad. No hay que desaprovechar la ocasión para progresar en este sentido. La acción presencial seguirá, pero tendrá que justificarse. Feliz verano
Miguel Ángel Jiménez
Director del Área de Material Eléctrico