CdeCuba Art Magazine No.21 (October 2016)

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Equipo EDITOR Y DIRECTOR · Ximo Sánchez DIRECCIÓN DE ARTE · Kiko Girbes ASESORES EDITORIALES · Magaly Espinosa Antonio Correa Daniel G. Alfonso Estela Ferrer FOTOGRAFÍA · Ximo Sánchez Youri Luis Mendoza DISEÑO GRÁFICO · David Vega Oficina c/ Archiduque Carlos, 82 · 46014 Valencia · España Teléfono: +34 636 967 947 info@cdecuba.org www.cdecuba.org

Sumario 2 Intensidad interrumpida Dayron González.

Texto: Magaly Espinosa

8 Lecciones para quebrar el canon Maikel Domínguez.

Texto: Estela Ferrer

14 Óleos, trazos y críticas a gran escala Yuniel Delgado.

Texto: Yenny Hernández

20 Descifrar el enigma de su visión Julio Figueroa Beltrán.

Texto: Daniel G. Alfonso

Colaboradores en la redacción de este número: Magaly Espinosa, Estela Ferrer, Yenny Hernández, Daniel G. Alfonso, Marcos, Yania Collazo González, David Mateo, Rafael Acosta de Arriba, Gabriela Azcuy.

26 Jorge Lavoy: Introducción

CdeCuba Magazine revista de arte cubano, dedicada a promover la reflexión y el pensamiento actual sobre las artes visuales de dentro y fuera de la isla; es una publicación del Grupo Siranga.

38 Una realidad alternativa

Impresión: LaImprentaCG Depósito Legal: V-0259-2009 Portada CdeCuba Magazine No.21 Dayron González Camaleón V. 2016 Óleo sobre lienzo. 46 x 46 cm CdeCuba Magazine no se hace responsable de las opiniones de nuestros colaboradores. Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida por ningún medio sin el permiso escrito del editor.

Jorge Lavoy.

Texto: Gabriela Azcuy

32 Hey Jude Danuel Méndez.

Texto: Marcos

Jorge Juvenal Baró.

Texto: Estela Ferrer

44 De la escritura al proceso de comunicación Orlando Almanza.

Texto: Daniel G. Alfonso

50 Lorenzo, un artista de nuestros tiempos José Luis Lorenzo.

Texto: Yania Collazo González

56 Concertaciones del sujeto Maikel Sotomayor.

Texto: David Mateo

62 Con manchas se puede construir un cosmos Alejandro García.

Texto: Rafael Acosta de Arriba

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SIRANG

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REPORTAJE

Dayron González Intensidad interrumpida Magaly Espinosa

“El artista expresionista transforma todo su ambiente.” Mario de Michelli

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esde los marcos estéticos del expresionismo la realidad se evapora en el aire, se diluye en fragmentos, enmascarándose tras la mancha, el chorreado, la gruesa pincelada, creándose efectos estéticos hermosos y aleatorios, que se acercan a esos vacíos que crean los recuerdos, que no nos permiten saber cómo son las cosas realmente, cuan escondidas suelen estar las intenciones, porque a veces, lo que de verdad sucede es lo que no se evidencia. Nada hay más engañoso que el recuerdo, por él se deslizan los detalles y las apariencias de lo amado o lo odiado, lo admirado o lo repulsivo. La imagen puede seguir ese incierto camino del recuerdo, para alterar el orden de las apariencias creando otros órdenes difusos y extravagantes. La obra de Dayron González parece afilar esa filosofía de lo incierto, el ambiente que rodea a las figuras, los espacios públicos o íntimos, la forma en la que representa sus personajes, hacen difícil comprender frente a qué situaciones los coloca el artista, qué los envuelve, qué sentimientos los dominan. Siguiendo esta intención se afilia a la estética del expresionismo abstracto que le permite acercarse a la sensibilidad que brota de lo real, y desde ella provocar emociones en el espectador que serán las encargadas de proveerlo de conocimientos sobre lo supuesto, lo imaginado o lo aparente, una realidad que por disimulada es incompleta. Como él expresa, emprende una creación que se sostiene en lo que lo impacta visualmente, broten sus emociones del mundo cotidiano que lo rodea, o de la información que genera la comunicación. Su forma de narrar se sostiene en manchas o salpicaduras de pintura que le permiten interrumpir el relato, tapando el segmento o porciones que definen la obra, disipándose así aquellas partes que nos pueden ayudar a comprenderla. En esa dirección, su pieza Estigma es significativa porque hace


DAYRONGONZÁLEZ

I had coffee with him in Madrid. 165 x 254 cm. Óleo sobre lienzo. 2016

evidente esa estética, que además exime al ambiente que rodea a la figura de toda información complementaria. Tiene como único elemento un hombre vestido de rojo, sobrecogedor bajo ese atuendo, parece no poseer extremidades, el rostro se desvanece tras salpicaduras que impiden apreciar las expresiones, creando un sentimiento de desprotección, abandono, tristeza. Es una visión que desalienta, pero de ese desaliento es que brota su belleza, de la sagacidad del artista para que supongamos diversas circunstancias: podemos estar frente a una conversación interrumpida, un mal sueño o una difícil decisión, pero todo son figuraciones que la

solución pictórica provoca. Father es igualmente hermética, quizás está más definido el ambiente, pero su principal componente es la imagen de un pontífice, un patriarca espiritual, del que no vemos el rostro, ni comprenderemos ante quién se inclina, ni las motivaciones de su reverencia. Una de sus piezas más atrayentes nos presenta el rostro de un hombre con las manos tapando su boca, un gesto que se identifica con el asombro, el espanto o el miedo. No tiene edad, ni rasgos que permitan reconocerlo, sin embargo, las largas manchas de pintura que lo disfrazan refuerzan la interpretación que solemos 3


REPORTAJE

Father. 165 x 254 cm. Óleo sobre lienzo. 2016

hacer de esa postura. La pintura en sí misma, carga esa interpretación, no son los contornos que nos apegan a lo real, es la imaginación del trazo el portador del significado. Este creador emplaza las figuras en muy diferentes circunstancias, pero todas se empeñan en supeditarse al capricho del trazo pictórico, se dejan manejar por él, aunque el resultado sea duro, despiadado e incierto. Hay también en su creación momentos dulces de intimidad, como en la obra en la que dos figuras se inclinan para saludar a otra que está sentada en un butacón puesto de espaldas al espectador. Trampea con personajes históricos, religiosos y políticos, con tribunas vacías 4

rodeadas de flores y todo ello hace conjeturar que en ningún caso su narración es ingenua. Las manchas y los chorros intentan desestabilizar lo que se nos cuenta, pero es pura apariencia, porque realmente si miras con detenimiento las flores, estas se convierten en parte de una audiencia humana, o son de nuevo simples flores, un caleidoscopio que va a obedecer al punto en el que sitúes tu mirada.


DAYRONGONZÁLEZ

Estigma. 157 x 147 cm. Óleo sobre lienzo. 2014

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Napoles Marty Transhumant III. (Detalle). 178 x 38 x 35 cm. Yeso, madera, alambre y grafito. 2016. 1/3


Linet Sánchez De la serie Sin título. Sin título #11. 150 x 100 cm. Fotografía digital. Impresión Inkjetcon tinta de pigmento sobre papel fotográfico. 2014.


REPORTAJE

Maikel Domínguez Lecciones para quebrar el canon Estela Ferrer

“No me pregunten quién soy, ni me pidan que siga siendo el mismo.” Michel Foucault

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e la historiografía del arte. Si una característica comienza a distinguir a la historia del arte, sobre todo cuando se arriba al estudio de las civilizaciones antiguas y clásicas, es su carácter uniforme, aunque cambie un poco de un período a otro, se pone en vigor un patrón a seguir que es acatado por todos los artistas. Entre ellos pudieran mencionarse los cálculos anatómicos e, incluso, proporciones ideales y el nombrado canon, como sistema de representación inquebrantable que pautó la producción artística de valiosas civilizaciones como la egipcia y la de la poderosa hélade. Una vez, pasado el tiempo, la crítica ha podido encontrar esos marcadores epocales y a partir de ahí crear teorías totalizadoras sobre una década determinada. En el caso del arte cubano, se ha hecho notable -aunque por supuesto dentro de la propia tendencia el carácter plural de las soluciones estéticas se hace evidente- el interés de varios artífices por el rescate de una visualidad marcada por los códigos del lenguaje pop, el bad painting, con un gusto por el gran formato y que disfrutan el acto puro de pintar, muchas veces, desligándose casi totalmente de reflexiones sobre el acontecer sociopolítico nacional. En esta hornada de creadores, bautizada por el curador y crítico de arte Píter Ortega como Nueva Pintura, se inscribe la producción del artista cubano Maikel Domínguez. Entre las exposiciones que comenzaron a visualizar esta tendencia pueden mencionarse: Pintura húmeda, Bla, bla, bla, Bomba, La gallina de los huevos dorados, curadas por Píter Ortega y más recientemente en la última edición de la Bienal de La Habana, No le temas a los colores estridentes, curada por Daniel González Alfonso. Retratos conformados a partir de la sumatoria de partes de varias personas, a la usanza del collage se dan cita en sus recientes trabajos, así como una


MAIKELDOMÍNGUEZ

Beautiful Absences. Rimonim Art Galery, Miami. 2016

estética que se despega del color local y abraza lenguajes internacionales. Se constata, una figuración que echa mano a elementos geométricos y abstractos, arrojando al espectador a una composición que causa extrañamiento, y por consecuencia, mayor atención. En la producción de Domínguez hay mucho de contemporáneo -en su uso acertado de los referentes aprendidos- y también de cosmopolita. Del clasicismo a la pasarela. Si bien sus retratos no abandonan del todo los códigos del naturalismo, Maikel Domínguez se lanza al riesgo de poblar los lienzos de sujetos no convencionales, que

despiertan en quien los mira un estado de alerta, de sospecha. Quizás porque -aunque también es válidonos hemos acostumbrado a los códigos tradicionales de representación, a la academia, al canon occidental de lo bello es que la recepción de una pieza que se desmarca de lo clásico nos incita a percibirla con cautela, a intentar develar su misterio entre los entuertos de la forma y el color. En un mundo que cada vez se antoja más tecnológico y frío, donde multitudes consumen enardecidas un show como La belleza latina parece cada vez más urgente maquillar los defectos, cuidar cada detalle, promover lo fashion, de acuerdo a los últimos modelos de éxito. Sin embargo, esta receta no le interesa a este creador. 9


REPORTAJE Su irreverencia lo conduce por otros caminos: a una contraoferta, a quebrar la norma estética dominante. Por ello, el retrato resultante no representa a una persona real, más bien es un producto que nace de un proceso metafórico, trucado y artificial que se desmarca de preciosismos. En esta sumatoria de ojos, bocas, no existe otro deseo que el de crear una figura -irreal, por supuesto- pero sí muy expresiva, capaz de emocionar, ser empática, transmitir un estado anímico y conmocionar. Aún después de tantos ismos del pasado siglo XX, de las renovaciones conceptuales y pictóricas, sigue siendo una verdad de Perogrullo que la obra de arte ante la que se puede pasar indiferente posee serios problemas en su orden interno u orgánico. El arte, sea académico o no, requiere de una gran carga energética -incluso hasta en el minimalismo más extremo- y el artista es consciente de ello. Por ello, en los retratos de Maikel Domínguez se experimentan dos sensaciones: el rechazo y, al mismo tiempo, una atracción casi magnética precisamente por su singularidad, que reside en la facilidad que tiene el artista para alejarse de una representación bella. El contraste figura/fondo. Un detenimiento especial, requiere el tratamiento que hace Domínguez de los fondos de sus piezas. Suelen ser muy trabajados, a modo de mosaicos, con figuras en primer plano o que se ubican en el centro de la composición. Por tanto, el geometrismo del fondo genera un contraste con respecto al carácter naturalista del retrato. Una dualidad de opuestos que se reitera en la lógica de su trabajo todo. No hay espacio para lo homogéneo, sino la riqueza visual de lo diverso y múltiple, la dulce provocación de lo fragmentario. Tal por ello, a ratos se distinguen en sus creaciones las similitudes con la paleta de pintores cubanos como: Servando Cabrera Moreno, Raúl Martínez, Flavio Garciandía, por sólo mencionar algunos. La marca autoral. En este aspecto en particular destacó ya la civilización griega. Desde entonces, la marca o el estilo, como se 10

argumenta en la contemporaneidad, que distingue a un artista de otro, hace que un performance de Santiago Sierra, tenga operatorias diferentes, en cuanto a tropo y postura ética con respecto a uno realizado por Spencer Tunic y que el público sea capaz de reconocerlos. En el caso de Maikel Domínguez, su producción se desmarca de la de otros cultores del patio como el Pollo, Niel Reyes o jóvenes como Alberto Lago, al ser una búsqueda otra de un bienestar físico-mental, al declarar abiertamente que su obra constituye un documento “testimonial” de su horizonte de vivencias y valorar no sólo el regodeo del acto mismo de la pintura -o sea su cualidad táctil- sino su propia existencia como terreno irreal donde pueden convivir las más osadas y al mismo tiempo, liberadoras representaciones. En la producción de Maikel Domínguez se dan cita, entonces, el regusto por la pintura y la lealtad al gran formato. Un compendio de emociones, deseos y conflictos, resueltos mediante la expresividad del color y la gestualidad del trazo y, a la vez, ambientes que se desmarcan de cualquier territorio en específico. Al mismo tiempo, se añaden los legados del neoexpresionismo, el neopop, el efectismo fauvista y en diversas piezas, de la pintura cubana de los años sesenta. Una compilación múltiple, en una suerte de híbrido que se centra en su existencia autónoma, sin ser despojado totalmente de conceptualismos, pero tampoco asumiéndolo como camisa de fuerza. El universo creativo, en cada artífice, se estrecha o dilata a medida que el tiempo transcurre. Al parecer Maikel Domínguez ha encontrado su camino en una estética que si bien no es nueva, sí reúne códigos de movimientos artísticos anteriores que mezclados configuran una receta atractiva y hasta atendible. Habrá que esperar nuevas entregas que seguro vendrán marcadas por su voluntad a ratos movida por un estado de éxtasis, de perfecto equilibrio, “casi anestésico”; en piezas de excelente factura que obliguen a meditar sobre los representados, la inquietante paleta de color y la ambigüedad del fondo, en una suerte de nueva figuración que en todas partes lleva un sello que es auténticamente suyo.


MAIKELDOMÍNGUEZ

Magical girl. 200 x 180 cm. Acrílico sobre lienzo. 2016

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Onay Rosquet Necessaire. 104 x 114 cm. Ă“leo sobre lienzo. 2014.


William Pérez De la serie Siempre hay un lugar. 121 cm (diámetro) x 23 cm. Madera, resina, metal, acrílico rayado y LED. 2015.


REPORTAJE

Yuniel Delgado

Óleos, trazos y críticas a gran escala Yenny Hernández

“Ninguna fórmula para la contemporánea expresión del mundo. Ver con ojos libres.” Oswald de Andrade

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a diversidad de propuestas, temáticas, conceptos y técnicas en el arte cubano contemporáneo es inmensa, por lo que se hace necesaria una actualización constante de la misma para dilucidar, dentro de esa variedad cuantitativa, aquellas soluciones realmente sólidas y originales. Es por ello que apreciar las coordenadas por las cuales se mueve lo más actual de nuestro arte dentro del entramado cultural que nos acaece resulta un desafío que requiere de ímpetu ingenioso y erudito. El contexto resulta para muchos la cantera en la que sus inquietudes y cuestionamientos burbujean constantemente. La coyuntura para desenvolverse, tanto en el terreno propio como en el internacional, tiende a ser cada vez más fortuita para aquellos que ansían desarrollarse en y desde el medio artístico. Contamos con quienes han sabido imponerse a esas nebulosas para hallar un resquicio iluminado en función de expresarse como artistas. En esta línea vale mencionar a Yuniel Delgado Castillo, joven creador que ha encontrado en la plástica el medio idóneo para transmitir sus preocupaciones respecto a la sociedad contemporánea. Desde sus inicios ha asumido la postura de un sujeto/artista que experimenta, digiere y proyecta determinadas problemáticas del devenir social. Los estudios cursados durante su estancia en la Escuela Nacional de Bellas Artes San Alejandro, sobre pintura, ilustración, escultura y diseño han sido fundamentales para su trayectoria artística; no solo para la sedimentación de un lenguaje propio de expresión, sino también para la madurez necesaria – y a mi criterio notable – de un discurso lineal sólido que permite identificar su quehacer dentro de la vorágine efervescente de la producción artística cubana más contemporánea. Desde sus iniciales exploraciones y hasta este momento, se ha caracterizado por reflejar un compromiso por preocupaciones sociales, políticas, culturales, contextuales... La valía de ello se extiende además hacia la provocación dialógica y el intercambio que desde las artes visuales puede generarse. Cual


YUNIELDELGADO

Tríptico. A qué soy un ángel. (1) La paz falsa de mí. (2) Yo un macho que tengo pa’ti. (3) 200 x 180 cm. (Cada pieza). Carboncillo sobre lienzo. 2015

arqueólogo social, es un artista que hurga en zonas sensibles del sujeto intentando ofrecer una perspectiva muy personal, su posible solución: una escapatoria a esa realidad escasa de esperanzas y oportunidades. En todas y cada una de sus producciones persiste una voluntad por rescatar la senda positiva del sujeto y su accionar. El hecho de valerse tanto de la pintura, la escultura o el diseño para la realización de sus propuestas resulta una analogía con la multidisciplinariedad propia del arte contemporáneo, un reflejo que encuentra su contrapartida en la heterogeneidad de las artes visuales más recientes. Es perceptible un atinado maridaje entre la línea discursiva y estética que sigue con las prácticas emergentes que inundan el panorama artístico. Sin necesidad de emplear tonalidades triviales o kitsch, ni trazos rebuscados o gratuitos, y distanciándose de toda superficialidad conceptual, Yuniel Delgado les proporciona a sus seres una dimensión de sobrevivencia, un entorno cíclico entre lo real y lo ficticio. Les da la posibilidad de orbitar en una zona otra pero a la vez real, y son las problemáticas sociales los núcleos fluctuantes

al interior de sus piezas. El apego a las inquietudes del sujeto contemporáneo y una posible brecha de escape devienen matices constantes en su producción. Es la pintura la manifestación madre de su discurso, como un telón de fondo que acoge en sí un espectáculo gestual y pictórico de marcado corte expresionista. Deudor conceptual y formal del legado de generaciones anteriores de artistas como Antonia Eiriz o Tomás Esson, cuyas representaciones permanecen perpetuas detrás de cada figura, de cada elemento, de cada paisaje – figurativo o abstracto – que Yuniel Delgado se repiensa desde su contemporaneidad. Sin lugar a dudas, ya desde la propia visualidad de sus obras, son el color y el trazo la máxime de sus propuestas. Un color llevado, en muchas de las ocasiones, a una extrema energía en lo que a tonos oscuros u ocres se refiere; e incluso, a un tipo de corporalidad del color de acuerdo a los empastes y las texturas que quiera lograr. Pero también el trazo ejerce marcada fuerza en su quehacer, y rotula a partir de este, una gama expresiva característica dentro de su producción, una constancia visual que lo tipifica. 15


REPORTAJE

Sobre ti. 160 x 210 cm. Carboncillo sobre lienzo. 2015

Delgado Castillo gusta trabajar con los grandes formatos en función de estimular e impactar en el ojo humano. Logra un placer retiniano a gran escala que sumerge al espectador en la intensidad de los negros que predominan. Trazos fuertes y firmes, líneas y ralladuras consistentes de energía y continentes de conceptos, van proyectando cuerpos, cabezas, rostros, manos, sujetos y objetos cargados de enjundia consciente y reflexiva, aspecto inquebrantable de su producción. Más que un mero ejercicio creativo o la redundancia en el desgaste social/moral de la humanidad, Yuniel Delgado reflexiona, siempre con matiz de fisgón, sobre el comportamiento y desarrollo del sujeto contemporáneo, optando principalmente por la grandilocuencia del lienzo. En la armazón de sus propuestas cobran sentido 16

personajes anónimos a la vez que sociales, construidos a manera de ensamblajes o instalaciones modernas, para establecer conexiones con la realidad coyuntural experimentada, con un universo imaginado como sobrevivencia estratégica inherente al sujeto. La ironía, el humor, lo sugestivo y la metáfora le valen atinadamente a manera de recursos para su despliegue artístico. El camino de Yuniel Delgado Castillo es aun joven en cuanto a madurez estético-conceptual. Su producción crece, su aliento de artista progresa y el sendero va iluminándose cada vez más. Sus lienzos transpiran un sello muy personal, un modus operandi de pautas precisas que le han favorecido el honor de producir telas originales e interesantes en la escena más emergente del arte cubano.


YUNIELDELGADO

Salgo de tus ideas. 190 x 170 cm. Carboncillo sobre lienzo. 2015

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Leo de la O De la serie Exploraciรณn mental. 60 x 80 cm. ร leo sobre papel fotogrรกfico y lienzo. 2015.


Duniesky Martín Serie El difícil acto de confundir el horizonte. 50 x 70 cm. Lápiz conté blanco sobre cartulina negra. 2016.


REPORTAJE

Julio Figueroa Beltrán Descifrar el enigma de su visión Daniel G. Alfonso

“Hay que mirar la obra y confrontar con ella, no con el creador.” Michael Haneke

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a pintura, en la actualidad, y para sorpresas de muchos sigue por buen camino. Los artistas cubanos -no importa lugar, espacio o contexto donde se encuentren- siguen trazando nuevos retos visuales y se han propuesto renovar el lenguaje pictórico. Esta manifestación a pesar de las nuevas tendencias como el instalacionismo, lo objetual, el conceptualismo, se seguirá aplicando a la tela y, creadores como Julio Figueroa Beltrán tiene en su quehacer óleos que nos provocan nuevas sensaciones y nos hace reflexionar sobre los cambios estéticos, formales y conceptuales que presenta la pintura en nuestros días. Julio Figueroa Beltrán, sabe que la pintura es un medio que le permite construir pequeños universos ambiguos, fascinantes, de apariencia lúdica y de un espíritu cercano a la irrealidad. Pintar es su pasión, elemento que podemos apreciar en cada uno de sus cuadros; asimismo, ante ellos nos encontramos en un estado inusual, pienso, en un ambiente de relajación, de reflexión, de enajenación con todo lo que nos rodea. Es como si dos mundos se comunicaran, como si la realidad y la ficción se entremezclan en la mente del que observa sus lienzos. Su ser interior se exterioriza con cada obra, son representaciones -únicas y con un sello personal- que se acercan o son simulaciones escenográficas de inspiración metafísica; son construcciones donde el sujeto se halla solo consigo mismo. Por ello, se puede afirmar que, Figueroa Beltrán crea con estas telas que coloca a juicio del público nuevos significantes, tanto en términos estéticos y formales. Su producción irradia o hace referencia directa a las pinturas de René Magritte, Luc Tyumans, Peter Doig, Remedios Varo, Giorgio de Chirico; y, es por eso, que recuerdo sus palabras cuando decía que “para que una obra de arte sea inmortal, debe salirse completamente de los límites del ser humano y debe aproximarse al mundo de los sueños”. Julio Figueroa sueña, y digamos que en grande. Cada cuadro refleja el momento actual que estamos viviendo, son actos purificadores de nuestra realidad más cercana.


JULIOFIGUEROA

How to explain a dream. 183 x 244 cm. Óleo sobre lienzo. 2013

Debemos aclarar que nuestro artista vive y trabaja en la ciudad de Miami, un factor que influye directamente en sus lienzos, en el modo de representación y a la hora de crear nuevos significantes y significados. “El acceso a información visual de tan diversas procedencias ha sido un elemento determinante”, nos comenta el artista. Ello, le ha posibilitado estudiar e investigar más sobre la pintura y sus contemporáneos; asimismo, con sus pesquisas realiza una obra diferente y muy personal en la que acude a su memoria y su acumulada experiencia. Sus representaciones, digamos que teatrales u oníricas, elimina toda posibilidad de ubicar al espectador en un momento determinado de la realidad. Pasado y presente, realidad y ficción se entremezclan entre sí para dar paso

a múltiples lecturas. Son el nacimiento de visiones enterradas en las profundidades del subconsciente de Julio Figueroa, es un largo y coherente discurso disfrazado de ironías, metáforas, parodia y simpatías. Su producción se puede catalogar como un extenso libro en el que observamos imágenes que se funden y enlazan una poética personal, enérgica, arriesgada y, sobre todo cargada de una sinceridad que recuerda que el arte es expresión única y que las emociones y la irracionalidad están ineludiblemente unidas. Cada uno de sus cuadros, con una temática diferente, comparten el universo de lo surreal como alegoría de sus sueños sin espacio ni tiempo. Son viajes a su interior que manifiestan su afán por el mundo que le rodea y que le 21


REPORTAJE

Nearby lights. 183 x 244 cm. Óleo sobre lienzo. 2012

es próximo. Sus pinturas son cosmos pictóricos de gran fuerza imaginativa y de una poesía visual insuperable, tal vez, como los sueños que una vez tuvo cuando niño. También vemos como en el resultado final de sus piezas se encuentra el retorno a la sensualidad y a la subjetividad del propio artista, por ello, pienso que en el proceso creativo nuestro creador se encuentra en un estado fuera de lo común; estado que le posibilita ir y venir, tomar y dejar un camino determinado dentro de las diversas técnicas pictóricas. Sus imágenes, sus escenas y sus personajes dentro de la composición das la posibilidad de explicar el mundo interior de Figueroa Beltrán. 22

Tal vez todo ese collage que se produce al interior del lienzo sea una semejanza a los tiempos que vivimos en pleno siglo XXI, es una mixtura que desempeña un juego real o irreal que muestra visiones paradójicas de lo desconocido. Es un clima inquietante creado para forzar al espectador a que se incorpore y penetre en la obra y así pueda descubrir por sí mismo diferentes significados, pistas, signos y señales sobre toda su producción. Son pinturas en las que Julio Figueroa nos lanza una adivinanza sin solución, en la que como público nos implicamos y sin quererlo creamos una nueva realidad y, tal vez, podamos descifrar el enigma de su visión.


JULIOFIGUEROA

The northern nights. 198 cm diรกmetro. ร leo sobre lienzo. 2014

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LĂĄzaro Saavedra Nande Son bienvenidos. 130 x 170 cm. AcrĂ­lico sobre lienzo. 2016.


Lancelot Alonso La amante del ĂĄngel. 210 x 280 cm. AcrĂ­lico sobre lienzo. 2016.


REPORTAJE

Jorge Lavoy

Jorge Lavoy: Introducción Gabriela Azcuy

“Nada permanece inmóvil, todo se mueve, todo vibra.” Principio o Ley de la Vibración

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a atomización social propia de la postmodernidad, y su consecuente fragmentación en roles, -con comunidades y lenguajes específicos- ha impuesto el criterio de la especialización como una especie de dogma o fe insoslayable. Quizá como crédula estrategia de diferenciación y autorreconocimiento en un mundo regido por la “indefinición”. Sin embargo, para Jorge Lavoy, quien desde muy joven empezó su carrera de modo profesional1 en las artes -música, actuación, dirección audiovisual-, explorar ahora el universo de las artes visuales es un proceso totalmente coherente a su eterno motivo: la creación. La exploración comenzó a modo de diálogo entre la fotografía audiovisual y la foto fija. Y así, como ejercicios o ensayos libres, surgieron las primeras series: Havana-Mirror (2007/2014), Color Girl (2014-2015), Sensus (20142015) y Humo Azul (2015); en las cuales hay una experimentación al interior del propio corpus fotográfico y sus posibilidades como medio. Havana-Mirror es un redescubrimiento de fotografías tomadas por Lavoy años atrás en su entorno arquitectónico. Al revisitarlas encuentra un panorama casi intacto. Decide, entonces, con suspicaces y surreales espejos de imágenes recrear un nuevo paisaje y mostrar una ciudad inmóvil, languidecida en el tiempo. El recurso del espejo, la fragmentación de la imagen y el juego perceptivo toman una madurez clara con Sensus, serie en la que, al igual que Color Girl, el cuerpo femenino protagoniza la escena. Pero si en Color Girl la intención es seducir a través de la exploración del color y las líneas femeninas; en Sensus la fragmentación del cuerpo unido a los altos contrastes y los juegos de blancos/ negros, provocan una imagen totalmente abstracta, que evidencia un discurso visual de mayor complejidad. En la obra Silencio infame (2015) el artista declara su intención de “hacer uso al unísono -sin invasiones- de los lenguajes de la fotografía fija, la fotografía audiovisual y la instalación”2. La caja de luz es sustituida por una


JORGELAVOY

Silencio infame. 200 x 150 cm. Impresión fotográfica, monitor LED 3D, vinilo y gafas 3D. 2015

pantalla 3D que proyecta una imagen en movimiento sobre una foto fija; lo cual produce una alteración en la percepción de ambas, y le permite al artista discursar sobre “la trascendencia del sujeto, la obstinación del referente a siempre estar”.3 Con Situation (2015) hay una madurez en la búsqueda de la metáfora y el dominio de la luz. Esta es una serie de replanteamientos y rupturas como consecuencia de un profundo análisis autorreferencial. Por ese camino del Yo, llega Focus (2016…), un proyecto en pleno work in progress, que abandona los predios fotográficos, a cambio

de una poética espontánea desde lo matérico y formal. Una vez más, el artista se aleja de lo definible. En Focus, Lavoy materializa su necesidad de representar -iconográficamente- las frecuencias que emite durante el proceso de reprogramación de su subconsciente. La imaginería y materiales que utiliza provienen de ambientes playeros, de recuerdos y zonas felices de su infancia. La resina, sustancia empleada por él en las constantes reparaciones de sus tablas de surf y otras embarcaciones, funciona como metáfora de las capas propias del subconsciente.

1. Graduado de la Escuela Elemental de Música Manuel Saumell en la especialidad de Percusión (1997-2003) y de la Escuela Nacional de Arte (ENA) en la Especialidad de Teatro (2003-2007); trabajó en la televisión y el cine cubano desde 1999 a 2014. Para el año 2012 creó la productora audiovisual Lucky Frame con la cual ha realizad desde la fecha hasta el presente, diversos audiovisuales. 2. Post it: Expoventa de Arte Contemporáneo Cubano 3 (Catálogo). Collage Ediciones, La Habana, 2015, p.110 3. Ob. cit.

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REPORTAJE

Back, de la serie Color Girl. 152,4 x 101,6 cm. Impresiรณn con tintas pigmentadas sobre lienzo y resina. 2015

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JORGELAVOY

My mind, de la serie Focus. 76,2 x 81,3 cm. Cristal, anzuelos y resina. 2016

Se apropia de esa cualidad adhesiva y la traduce en su obra como implantación y/o fundición de una idea. Entonces la capacidad reflectora del material altera la imagen; pero nótese que cada reflejo se distorsiona de la misma manera, pues su paradigma personal es el que ha sido impreso. A modo de leitmotiv, el anzuelo es una especie de analogía de su ser, entendido como ente energético. En ocasiones aparece modificado en función de crear nuevas formas -figurativas, abstractas-, otras puede verse cual huella, silueta o dibujo. Su diseño perfecto, su capacidad

de atraer o más bien de agarrar, le cautivan sobremanera. El artista afirma que la creación de esta serie es un proceso inevitable, un ejercicio exegético en el que expone fragmentariamente las oscilaciones de su cuerpo y su mente. Y es que en estas piezas todo vibra a mil, desde los patrones abstractos sobre fondos oscuros y brillantes, hasta las hermosas y delicadas figuras sobre cristal. Nada permanece inmóvil asevera el Principio; y en Focus, como en la creación toda de Lavoy, las frecuencias son -definitivamente- muy altas. 29


Ariel Cabrera Escenas secundarias. 115 x 160 cm. Ă“leo sobre lienzo. 2014.


Pedro Vizcaíno Avión. 63,5 x 76,2 cm. Acrílico, lápiz y creyón sobre cartulina. 2016.


REPORTAJE

Danuel Méndez Hey Jude

Marcos

“Sos el paisaje más soñado y sacudiste las más sólidas tristezas y respondiste cada vez que te he llamado.” Gustavo Cerati

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ey Jude… Este es mi último dólar, así que empina las nalgas hacia mis conos y bastones. Hey Jude… ¿Esas tetas son nuevas? (Cada día me gusta más este mundo… ya hasta hacen plásticas las mentiras) Que bien se te ve ese lipocrater en el muslo derecho. Hey Jude… Menea que la mesera acecha el aterrizaje de mi cerveza y esa canción me deporta a mis cicatrices. Hey Jude… Siento mucho tu ojo morado, tu nariz sedienta, las cruces de tus pupilas, los sabotajes de la gravedad. Hey Jude… Qué rápido esos 3 minutos, para la próxima te pongo la 9 sinfonía, aunque no sé a qué sabrán tus caderas sazonadas con pianos y violines. Hey Jude… Ese no te va a dar propina. Hey Jude… No cubras tus pezones, (no aprendes después de 15 años). Hey Jude… Te dije que era mi último dólar, así que resérvate la mueca… - Hoy no me escribiste un poema. - Pregunta algo decepcionada. Tomo la servilleta y la pongo en la tira de su tanga… mientras mi vista trota a paso doble de su ombligo a los pétalos insípidos de su vagina. - Cómo se llama este. - Susurra acomodando el cigarro en sus labios. - Creo que… “cuándo te ame” - le dije rumiando una sonrisa -, ya ves que en ocasiones mi amnesia toma vacaciones. Hey Jude… Suerte esta noche, que tenga buena caza de papeles. Hey Jude… Ya Anita cumple 12, todos los meses sigue llevando flores a la tumba de su madre y le dice que quiere ser cirujano cardiovascular. En eso de soñar sacó tus alas, creo que también tus ojos. Hey Jude… ¿Crees que la hiciste mejor? Hasta la próxima…


DANUELMÉNDEZ

De la serie Hay muchos lugares para ocultar un cadáver. 152 x 241 cm. Óleo sobre lienzo. 2016

De la serie Hay muchos lugares para ocultar un cadáver. 122 x 274 cm. Óleo sobre lienzo. 2016

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REPORTAJE

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DANUELMÉNDEZ

Azul. De la serie Hay muchos lugares para ocultar un cadáver. 152 x 190 cm. Óleo sobre lienzo. 2016

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Alan Manuel GonzĂĄlez Molienda. 152 x 114 cm. Mixta (AcrĂ­lico) sobre lienzo. 2015.


Alan Manuel González Economía nacional. Serie Dichoso el hombre que soporta la prueba. Santiago 1.12. No.73 152 x 130 cm. Mixta (Acrílico) sobre lienzo. 2016.


REPORTAJE

Jorge Juvenal Baró Una realidad alternativa Estela Ferrer

“Vence en la batalla quien está firmemente decidido a ganarla.” León Tolstói

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areciera que para Baró el tiempo sólo existe para ser sometido a sus caprichos, doblegado, puesto en solfa. Sus personajes gozan de un escenario donde van y vienen a su antojo entre múltiples momentos de la Historia del Arte. El tiempo, como brújula, coloca y ubica a su pintura entre las vanguardias del siglo XX o la arrastra a la contemporaneidad. Más allá de sus inquietudes de carácter psicosocial, de su vocación por el retrato, es su estrategia para cruzar y hacer coincidir fronteras temporales en su pintura, su principal acierto. Una estrategia, hilada con sumo cuidado, al elegir las tendencias pictóricas que obedecen también, en gran medida, a los referentes obtenidos en su formación académica. La producción plástica de Jorge Juvenal Baró inicialmente trataba de lograr los requisitos de la academia. El dibujo, la naturaleza muerta y los retratos fueron los géneros que tomaría en esta primera etapa para manifestar su visión del arte y poco a poco la idea cobró más prioridad que el gusto estético, hedonista y formal. Disímiles espacios interiores, fueron usados como metáfora para expresar estados espirituales o posturas relacionadas con el carácter o el concepto de moral. Neurastenia tuvo por título su primera muestra personal, realizada en 2014 en la Galería Sitio 18. El título refiere una enfermedad, cuyo principal síntoma es el abatimiento. Los cuadros, aunque no explicaban la enfermedad, debido al carácter cerrado del discurso, sí atrapaban al espectador al sumarlo en el laberinto o vacío donde caen las personas que la padecen. Su formación académica, en fines de segundo año y hasta mitad de tercero lo condujeron a estudiar la hiperrealidad, concepto que consiste en la incapacidad que afrontan las personas para discernir un momento real de la fantasía. De ahí que ambientes inexistentes sean asumidos como una verdad. Este universo donde los polos entre lo real y lo ilusorio se tocan encontró un final feliz en su pintura. Una pintura donde se encuentran como referentes importantes la influencia pedagógica de Rocío García, en su taller de Las


JORGEJUVENAL

El hilo de la vida. 11 x 16 cm. Óleo y collage sobre madera. 2016

nuevas fieras, en un pleno rescate de los postulados del pop, sobre todo en el color, y también la huella del pintor español Joaquín Sorolla para siempre. La pincelada, la expresividad de la mancha y la espontaneidad del gesto son de Joaquín Sorolla. “Me quedé con el color en la mente y la pincelada en la mano”, me confiesa. En cuanto a concepto y visualidad es visible la influencia del pionero del arte pop británico, Richard Hamilton quien trabajó mayoritariamente con las revistas estadounidenses, la cultura de masas norteamericana, desde la publicidad y el envase, la música popular, magazines y los cómics. En Baró toda esta experiencia

es aprovechada a la hora de esbozar las composiciones y escenas. La superposición de imágenes de revistas, generalmente de momentos cumbres de la historiografía artística que recorta e incorpora al cuerpo de la obra, nos descubre este gusto por el collage. El empleo del collage le permite romper con la lógica, la perspectiva y las formas clásicas de abordar la profundidad y la composición; incluso el ambiente se enriquece al cambiar el lugar y el tiempo, al hacer coincidir varias historias que unidas conforman una sola. Después pinta y retoma el impresionismo para concluir la acción pictórica. 39


REPORTAJE

Segando el día. 11 x 16 cm. Óleo y collage sobre madera. 2016

Actualmente, su poética se ha enfocado en las diversas aristas de la psicología individual. La vanidad en particular es una característica que le interesa, así como los rumbos del mercado del arte. Su postura, es criticar desde el punto de vista bíblico, la atracción del hombre hacia lo transitorio, y su transformación de las cosas en vacío. Asimismo, mostrar la realidad así construida por el hombre como una vanidad. Por ello, toda su pintura parte de su comprensión del hombre postmoderno como un ser que vive en un perenne vacío existencial. Un acercamiento a la producción de Baró incluye necesariamente su entendimiento del mundo, del universo físico que lo rodea a partir de sus estudios de teología, del libro del Eclesiastés -conocido como el libro 40

del Predicado o el libro del Filósofo-, las definiciones del filósofo francés Jean Baudrillard y del esteta Umberto Eco. Tal vez por eso advertimos en sus cuadros, e incluso en los puzzles confeccionados con papel y acetato una visión más abarcadora de los hechos y espacios, un deseo de expresar y mostrar una realidad relativizada como afirmara Einstein. Ningún personaje o hecho es presentado de modo realista, y aunque aquí y allá se manifiestan las huellas desgarradoras del expresionismo de Edvard Munch, las escenas no dejan de seducir al ojo que mira. Sabe Baró, a su corta edad, narrar y hacer coincidir historias, ya veremos que más encontraremos en el futuro como parte de las propuestas de su realidad alternativa.


JORGEJUVENAL

Nada nuevo bajo el sol. 16 x 11 cm. Óleo y collage sobre madera. 2016

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Yonlay Cabrera Video-instalaciĂłn interactiva (2016), en la cual se genera la imagen del espectador, a partir de un dataset dinĂĄmico compuesto por miles de fotografĂ­as de La Habana tomadas de Instagram.


Marlon Portales La pintura. De la serie Poemario. 33 x 33 x 3 cm. Instalaciรณn. 2016.


REPORTAJE

Orlando Almanza

De la escritura al proceso de comunicación Daniel G. Alfonso

“Hemos olvidado que de todas las zozobras humanas sólo la palabra se encuentra iluminada.” Nikolái Gumiliov

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ace unos años conocí en el Taller de Grabado del Instituto Superior de Arte al joven artista Orlando Pérez Almanza, él estaba sentado en su espacio de creación tratando de determinar cuáles iban a ser las piezas que conformarían su tesis de graduación devenida en su primera exposición personal. Significados y Sentidos, título de la muestra, realizada en el 2014, agrupa un conjunto de impresiones serigráficas sobre papel de regalo que nos permite dilucidar el camino recorrido y las futuras andanzas del creador. Esta exposición es su punto inicial, su trayecto ha ido mutando poco a poco y sutilmente vemos como su producción se va potenciando a partir de nuevos recursos al interior de sus obras y del contexto actual en el que se encuentra insertado. Orlando es un artista difícil de encasillar, siempre se ha interesado en su proceso creativo; por ello, han pasado dos años de su primera exhibición individual y, no es hasta la fecha que este artista vuelve a la palestra pública para poner a nuestro juicio sus novedosas intenciones visuales. En un recorrido por su nuevo espacio de producción, pude percatarme como Almanza trabaja con cuidado cada lienzo, como le otorga importancia a la expresividad de la mancha y a la aplicación del color y la línea como elemento significativo. Asimismo, lo estético potencia la experiencia de un lenguaje pictórico diferente y que poco a poco va ganando un sello propio. En cada tela vemos como se ha operado un proceso de deconstrucción del signo a través de imágenes inconexas que se hallan en sus recuerdos, en cada composición conviven en tensión diversos recursos plásticos y figurativos, e incluso, fragmentos de historias aparentemente sin sentido. En este último aspecto, corresponde al receptor la tarea de vacilar, recomponer y leer la obra para así otorgarle el significado correcto y decisivo. Sabemos que cada decisión es determinante, que cada elemento incluido no es en vano, que el proceso es relevante y que el material empleado tiene también su protagonismo. Las historias, en algunas ocasiones, podemos identificarlas como parte de nuestro diario e incluso guardan estrecha relación con la biografía del artista. Quién conoce a Orlando Pérez Almanza sabe que su historia puede ser contada por nosotros. Un aspecto a tener en cuenta es la versatilidad del creador, sus preocupaciones


ORLANDOALMANZA

Paradise. 140 x 240 x 16 cm. Lienzo, tela, lentejuelas y spray. 2012

Ser suyo entre extraños y extraño entre los suyos. 140 x 190 cm. Óleo sobre lienzo. 2016

están bien plasmadas en manifestaciones como el grabado, el dibujo, el video y, en los últimos meses, la pintura. Orlando ha encontrado en el filme ruso Fue leal para los enemigos, y para los amigos, traidor (1974) de Nikita Mijalkov una fuente de inspiración; por ello, sus litografías y sus lienzos se convierten en escenario para personajes extraídos de un clásico soviético del oeste en el que trenes, falsas acusaciones, vaqueros sobre caballos, bolsas de dinero robadas, son los elementos clave para comprender la película y, en esta ocasión, el quehacer de Pérez Almanza. Su producción ha evolucionado y, con esta muestra, quiere cerrar una etapa de su trabajo. Con anterioridad, sus intereses estaban ligados a un conceptualismo tardío en el

que el texto desempeñaba un rol importante en la obra de arte; asimismo, no debemos dejar a un lado lo significativo del proceso creativo, como se reflexiona a través del lenguaje escrito, como se cuestiona la sensorialidad y como se critica el producto que se va a consumir como una mercancía. Para este nuevo período ha dado entrada en su imaginario, a un universo neoexpresionista. Así se puede avizorar influencia de artistas como Antonia Eiriz, Ángel Acosta León, Fidelio Ponce de León, Francis Bacon, entre otros. En sus grabados vemos como se privilegia el dibujo y la gestualidad, sus óleos se han transformado en cuadros donde el color oscuro se ha tornado protagónico y sus dibujos, que aparecen como bocetos, dan el toque de genialidad y muestran toda su base de datos. 45


REPORTAJE

Crimen pasional. 140 x 140 cm. Óleo y esmalte sobre lienzo. 2016

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ORLANDOALMANZA

Cebras intentando camuflarse entre las rosas. 130 x 160 cm. Óleo sobre lienzo. 2016

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Kmilo Morales Satori 1. 70 x 70 cm. AcrĂ­lico sobre lienzo. 2015.


Gerardo Liranza Herrumbre. 150 x 150 cm. Ă“leo sobre lienzo. 2016.


REPORTAJE

José Luis Lorenzo

Lorenzo, un artista de nuestros tiempos Yania Collazo González

“La verdadera razón no está libre de todo compromiso con la locura; por el contrario, debe seguir los caminos que ésta le señala.” Michel Foucault

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l arte contemporáneo cubano ha atravesado por varias etapas en los últimos sesenta años. La creación artística en la isla, ha estado ligada indiscutiblemente a los procesos sociales y políticos de orden diverso. Desde diferentes manifestaciones se ha asumido lo mejor de la tradición artística universal y las herencias de nuestros propios aportes estéticos y vanguardistas, logrando una producción significativa capaz de ser pensada en círculos clave de debate -considerando la fenomenología del arte actual-, desplegando estrategias para insertarse y comprender las nuevas y cambiantes dinámicas de los imprescindibles circuitos del mercado -universo al que nos hemos enfrentado con ciertas limitaciones, sobre todo temporales-. Entre explosión social, crisis y reacomodos culturales, los intereses temáticos de nuestros artistas se han acercado a los sucesos cotidianos -desde lo más aparencial hasta lo más crítico, ahondando en cuestiones de orden político, religioso, racial y estético artístico-, a cuestiones de identidad -relacionadas directamente con el ser humano, su idiosincrasia, tradiciones, factores antropológicos e históricos, elementos autóctonos-, a la autorreferencialidad -como indiscutible contenedor de concepciones, valores y memoria-. Así, las obras que atesora nuestra historia del arte, cual verdaderos mosaicos de nacionalidad, nos posibilitan apreciar, desde las primeras creaciones, una isla en franco crecimiento y enriquecimiento social y estético. Los paradigmas del arte cubano se han nutrido de la recreación panorámica, la enarbolación de identidades, la exaltación de símbolos e iconografías, la crítica social explícita o latente, la exploración y salto a los nuevos modos de creación; y hoy, como en el resto del mundo, se aprecia un creciente interés en el aprovechamiento de las peculiaridades técnicas, las bondades tecnológicas y un enfoque múltiple que incluye arquitectura, diseño, video, instalación, teatro, sin obviar, claro está, los incuestionablemente valiosos discursos de


JOSÉLUISLORENZO

Se formó, de la serie El culto a Príapo. 140 x 400 cm.Acrílico sobre lienzo. 2013

inclinación más lírica que crítico social, que persiguiendo derroteros más poéticos, han oscilado entre tendencias figurativas o abstractas, a lo largo de tal historia. El grabado ha tenido una trayectoria significativa en nuestro país y como en el resto de las manifestaciones, los debates en torno a cuestiones como lo anecdótico, lo folklórico o la reproductibilidad, han abierto paso al interés por los procesos creativos, la riqueza y posibilidades experimentales de las diversas técnicas, el reciclaje y la fusión con otros géneros -fotografía, pintura, instalación, etc.- en pos de un producto donde no son pretendidas las clasificaciones. José Luis Lorenzo es uno de nuestros reconocidos jóvenes talentos. Desde criterios filosóficos, religiosos y mitológicos, nos ha posibilitado repensar nuestras vidas a partir de claras exposiciones sobre su fragilidad, fugacidad e invaluabilidad. El artista no solo se concentra en la depuración técnica, se interesa por cuestiones que constituyen material conceptual indispensable para el diálogo artístico actual. Se ha caracterizado por una trayectoria de mucha experimentación, resultando sus incursiones en la pintura, la instalación y el grabado, las más significativas. En sus puestas en escena de lo cotidiano los elementos propiamente técnicos apoyan

constantemente al concepto. Fondos de colores alusivos a cada planteamiento y prácticamente difusos, que parecieran convencernos de girar en círculos que poco avanzan, que se estancan, que prometen eternidad o el convencimiento rotundo de la verdad incuestionable o que se comportan como escenas de un filme cuyas tomas se suceden en roles y máscaras que logran casi dominar al hombre o a la bestia que todos llevamos dentro. Fondos que apoyan, que sirven como base de presentación, que sobre todo establecen un pretexto para exaltar los figurantes de cada narración, que se tornan plenos de tribulaciones o con cierta mezcla paradójica de agitación y orden. Fondos que aunque expresivos por el trabajo de colores y texturas –referentes a lo fecundo que yace bajo la supuesta inmovilidad- siempre proporcionan acomodo a la exposición de las figuras, definitivas protagonistas de su propuesta. Desde la recreación de lo cotidiano, Lorenzo nos abre toda una galería de personajes. Entre apariencias, sobornos, tentaciones, subordinaciones, comprometimientos, manipulaciones, subyugaciones o poderes y autoridades ejercidos, descubrimos al controlador y al controlado, al orientador y al orientado, al castigador y al castigado. El hombre de Lorenzo aparece como parte de un proceso constante de transformación. 51


REPORTAJE

La otra familia. 70 x 100 cm. Óleo sobre lienzo. 2006

El artista asume cada animal desde las bases elementales de su esencia y las incorpora a lo humano, fundiendo gestos y prototipos, que junto a símbolos, objetos comunes y en contextos consabidos, se evidencian en el proceder y las posturas frente a sucesos y circunstancias. El imaginario colectivo aflora y las metáforas locales, regionales y universales se mezclan para, frente a las más diversas escenas tangibles e idílicas, cuestionar o potenciar los más legendarios mitos y leyendas. En muchas de sus series recrea paisajes sociales de dudosa complicidad ética, deterioro, abandono, dejadez, descomposición; utilizando en este caso el recurso de la máscara, del juego con los convencionalismos para exponer la naturaleza 52

humana en roles y desempeños. Lorenzo pone en evidencia las posibilidades del ser humano de participar o no en el rumbo de su propio destino. Ante nosotros quedan develadas numerosas actitudes discutibles o entendibles a partir de la relación del hombre con su entorno. Nos obliga a optar en el laberinto indescifrable que se multiplica a cada paso de nuestras vidas, y a decidir a cada nuevo suceso que la precaria y efímera existencia nos ofrece, qué personas ser, si las unas o las otras. Nos convoca a participar, opinar, actuar, decidir, a ser responsables de nuestros actos, status o futuro.


JOSÉLUISLORENZO

Aprendiz de orador. 200 x 135 cm. Óleo sobre lienzo. 2013

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Katia Leyva De la serie El Ojo del amo. 120 x 100 cm. Mixta sobre lienzo. 2014.


Elvis Céllez La Dama de rojo. 162 x 130 cm. Acrílico sobre lienzo. 2014.


REPORTAJE

Maikel Sotomayor Concertaciones del sujeto David Mateo

“Llamas que el viajero olvida, cenizas que dispersa el viento: he ahí la vida del hombre.” Omar Khayyam

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L

a tentativa de crónica, de documento de viaje, que ha ido introduciendo Maikel Sotomayor en sus obras paisajísticas, es uno de los primeros aspectos que hay que tener en cuenta a la hora de evaluarlas. Por mi relación profesional y de amistad con el artista, he tenido acceso a datos complementarios de su trayectoria que me permiten reconocer en sus composiciones algunas evidencias que serían difíciles de detectar por un observador ajeno. Pero no me interesa preservarlas como garantías exclusivas de un análisis crítico, más o menos acertado, sino ofrecérselas también al público de sus obras para que no se quede en la simple apreciación técnica o estética de las mismas, y se aproxime a ellas con una voluntad de discernimiento, de revelación en torno al sujeto artístico, un aspecto que considero crucial para comprender el trasfondo de sus propuestas. Por ejemplo, me parece interesante comentar que esa silueta difusa, casi sombría, que aparece detrás de una cerca de alambre en la obra reciente Recostado al horcón, es la del autor; que el personaje que evoca un samurái a caballo, en la pieza Con Musashy en Viñales, es el hacendoso campesino que los guio por la zona rural; que el estado perentorio de anclaje o fijeza que se vislumbra de manera alegórica en el cuadro Qué le digo a la luna, surgió a partir de una interpretación sui generis del mecanismo de ensamblaje de su casa de campaña. La confidencia de estos datos no restringe, sino por el contrario, enriquece la capacidad de sugestión de las obras de este joven creador. Y es que su pintura noexpresionista, contenida y explosiva al mismo tiempo, no tiene la intención de esconder una variable de estructuración caracterizada, esencialmente, por la yuxtaposición de planos vivenciales, planos que pueden ser recreados de manera directa o combinada a través del lienzo, y que prevalecen aun cuando la intención del cuadro sea panorámica.


MAIKELSOTOMAYOR

Primavera. 60 x 80 cm. Acrílico y carboncillo sobre lienzo 2016

Lo que a primera vista pudiera parecernos un recurso efectista o de simulación en ciertos fragmentos del cuadro, no es más que la intensificación de los artificios pictóricos y dibujísticos para remarcar la impresión de los distintos ángulos de los espacios naturales y de las contingencias que en ellos se experimentaron. No por gusto tiende a priorizar en sus composiciones varias zonas de transparencias, de transiciones; va revelando con mayor o menor grado de intensidad

determinados objetos o personajes emblemáticos de cada rincón representado, y construyendo con ellos interesantes “atajos visuales”, como si se tratara de un croquis corpóreo y emotivo del lugar. En el sustrato de la obra de Maikel Sotomayor hay una intención de sinceramiento representativo con el ambiente, un ambiente que pretende ser redescubierto, percibido desde su doble dimensión de éxtasis y desasosiego, y para lo cual todo parece tener importancia, significación: 57


REPORTAJE

Con Musashy enViñales. 130 x 300 cm. Mixta sobre lienzo. 2016

los accidentes generales del terreno, las casas de los campesinos, los habitantes de la zona, los animales del medio, la parcelación del suelo, la sugerente configuración de una piedra o de un tronco viejo… A diferencia de su muestra anterior, presentada en la galería Teodoro Ramos Blanco, del Cerro, Maikel Sotomayor hace complicidad en esta oportunidad con los originarios y enigmáticos territorios de Pinar del Río. Ayer incursionó por las tierras montañosas de Santiago y hoy por los parajes de la parte más occidental de la isla. Va de un extremo a otro de la geografía del país, 58

de un extremo a otro capturando el aliento insular. Como si no bastara esa concepción que ha venido esgrimiendo en sus paisajes de una naturaleza irreductible, incorporada, típica de la filosofía artística japonesa, Maikel Sotomayor se afana ahora en concertar una metodología -con evidentes influencias de la poética Haiku- con la cual exponer las dinámicas espirituales del paisaje y llevar a cabo el diseño de la narratividad visual que las justifique.


MAIKELSOTOMAYOR

Recostado al horcรณn. Mixta sobre lienzo. 150 x 150 cm. 2016

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Rubén Fuentes Dualidad. De la serie Desde los sueños del chamán. 55 x 46 cm. Tinta sobre papel Wenzhou. 2016. Colección privada.


Duvier del Dago De la serie Castillos en el aire. Dibujos. Tinta y lรกpiz de color sobre papel manufacturado. 2008 - 2009.


REPORTAJE

Alejandro García

Con manchas se puede construir un cosmos Rafael Acosta de Arriba

“No representamos lo que vemos, no conocemos y no vemos las cosas como son. Vemos lo que sentimos.” Claudio Parmiggiani

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L

os artistas que merecen ese nombre lo son, entre otras consideraciones, porque poseen la rara capacidad de manipular los imaginarios. Nada más apropiado para ese don de trastocar los procedimientos ordinarios de gestar las imágenes y pintar desde las manchas es una operación que muy pocos asumen en el presente. Henri Michaux lo hizo en el pasado siglo, otros también acudieron a ese procedimiento heterodoxo, pero por lo general muy pocos, supongo por la dificultad intrínseca de esa práctica y por el riesgo a no brillar en el empeño. Hay un poco de magia (del arte mágico, no de la prestidigitación contemporánea) en ese proceso, hay también un poco de improvisación, el pintor mancha la tela o la cartulina y nos convence de la artisticidad y legitimidad de su gesto: la imagen resultante se impone a la mirada, la seduce. Las manchas se animan, cobran vida propia, alientan los signos, despegan ante nuestra sorpresa. Es por estas razones que al ver la obra de Alejandro García no puedo menos que coincidir con el crítico Nelson Herrera Ysla en que este creador es un alquimista (“alquimista moderno” le llama) de las imágenes. Los artesanos de la alquimia fusionaban no solo materiales y elementos sino ideas, y nuestro artista mezcla ideas con imágenes. Para mí, a su vez, es un ser que domina y es dominado por una concepción demoníaca y muy experimental de la pintura, un artista que pretende insuflar vida a manchas, sombras y texturas enigmáticas que brotan de sus manos en un frenético pulso con la superficie en blanco. Su imaginación se propuso producir criaturas que connotaran, fantasmales signos que buscaran su envoltura propia y produjeran a un tiempo curiosidad y delirio. Pintor de gran intuición, Alejandro García nos presenta obras en las que las manchas operan como el límite entre nuestra visión y los oscuros monstruos del inconsciente, entes que se vuelven presencias, una suerte de proyección del otro que nos habita. Las gamas cromáticas nos hablan de su inquietud procesual, son como el norte de un ser absorto en la locura de las imágenes. Pero no solo las manchas pululan en estos cuadros, también hay momentos en que la figuración


ALEJANDROGARCÍA

Otro punto más lejos. 160 x 200 cm. Acrílico sobre lienzo. 2015

parece marcar el paso aunque el propio artista nos dice, para evitar las dudas, que es la gestación automática de la obra la que determina su imagen final. Ese automatismo o creación intuitiva, ya sea desde lo abstracto, lo figurativo o la hibridación de ambas, es lo que lo define. Podemos creerle si visitamos su estudio. Sus obras son como apariciones, lo increíble encarnado en lo visible; son especulaciones, el revés del mundo, no la transparencia de los espejos. Maquinaciones de la fantasía, sus cuadros nos permiten escuchar el furor de las texturas, las formas en busca de su disolución. ¿Necesidad de aprehender un lenguaje propio? Puede ser, pero mejor

sería decir que se trata de la manipulación de un metalenguaje que intenta poblar la tela. Las manchas brotan de la superficie del cuadro, no las puso el artista, emergieron solas, el artista las retoca, las pretende convertir en signos. Tentativa lograda a fuerza de una fabulación singular, nerviosa. Si la abstracción llegó a convertirse en el arte moderno en una nueva academia, Alejandro García huye de ese agujero negro y pinta antiacadémicamente, parece un diálogo enloquecido con sus manchas, una suerte de diálogo alterado en el que la oración final nunca será dicha. He aquí su misterio personal: improvisación, comunicación precaria, silencio, una tentativa que encierra 63


REPORTAJE

La primera noche tranquila. 150 x 180 cm. Acrílico sobre lienzo. 2015

la negación que afirma, vaya paradoja, un creador que no niega sus contradicciones, las expone. Una sensibilidad inteligente le permite ver algo en la maraña de sus cuadros, una luz al final de la oscuridad, es su don y nos trasmite. Sus cuadros son lugares de encuentro, el que no consiga ver lo que el artista nos dice se pierde en el entramado caótico de un desorden llamado pasión; o, quizá mejor o más elaboradamente, razón fantástica, pues mucho hay de ambas. Es esta una pintura que no se entrega sino que se repliega sobre su intimidad. ¿Voluntad de orden dentro del caos e impulso poético de su mente? ¿Es su espacio como el 64

de los demás? ¿Parentesco con la astrología? Puede ser. Los alquimistas combinaban la astrología entre sus espesos ajiacos de materiales químicos y disciplinas filosóficas, buscaban también la purificación personal. Quizás ese cosmos personal de Alejandro García contiene un big bang en cada tela, un nuevo nacimiento en cada imagen, es como la idea de la explosión final o el espacio presentido antes del último eclipse, el eclipse final, dominio de las manchas que esbozan una gramática de la desolación, y del silencio.


ALEJANDROGARCÍA

Barbarismos y arcaísmos. 200 x 150 cm.Acrílico sobre lienzo. 2015

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Carlos Quintana Vista de la exposición Pieza únca de Carlos Quintana en Galería-Taller Gorría. La Habana 2016.




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