Defensa del 1c1 al jugador con balón

Defensa del 1c1 al jugador con balรณn

Proyecto CES 08

Defensa del 1c1 al jugador con balรณn

Alfonso Gonzรกlez Hernรกndez Jorge Delgado Esteban

Pรกg. 1

Defensa del 1c1 al jugador con balón

1.- Posición espacial.

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Posición entre jugador y canasta

Definiremos la posición espacial, como el lugar idóneo dónde debe colocarse el defensor. Entendemos como la mejor posición posible en la que el defensor se encuentra colocado entre el atacante y el aro defendido, el cuerpo debe estar colocado en una línea imaginaría que uniría la posición del jugador con balón con el aro, para así obstaculizar con su cuerpo la trayectoria mas corta hacia la canasta, haciendo que el atacante tenga que cambiar de dirección y con ello prolongar el ataque y poder llevar al atacante a zonas menos peligrosas o dónde la defensa pueda realizar “trampas” defensivas.

En edades iniciales es muy importante hacer hincapié en que sea todo el cuerpo el que se encuentre en esa línea imaginaria, ya que los niños/as tienden a defender con los brazos abiertos, lo que provoca innumerable cantidad de faltas, Es importante que sea el cuerpo, pecho, cintura, el que se encuentre en esa línea imaginaria para no ser rebasados con facilidad o cometer falta. El error que con mas frecuencia se da es intentar detener al atacante con los brazos y no usando el cuerpo, con lo que o bien conseguiríamos que el atacante cambie su trayectoria, usando un cambio de mano, o se detenga, evitando el avance del balón mediante ese jugador o provocar una falta en ataque.

Siempre vamos a hablar de la defensa a un jugador con balón, por lo que debemos distinguir entre si el jugador ha agotado bote y por tanto solo tiene las opciones de pase o tiro, o es un jugador que tiene además de estas dos opciones la opción de bote.

- Atacante opción de bote Empezaremos por la defensa a jugador con las tres opciones posibles: Si el jugador puede desplazarse con bote, además de pasar o tirar tendremos que empezar por enseñar la diferencia entre estar pegado al jugador con balón, dónde con una paso de salida y un simple bote puedo ser rebasado, no se trata de estar a una distancia excesiva del jugador, ya que entonces podrá tirar o pasar con mucha facilidad, pero si una que no nos convierte en un “regalo” para el atacante. Consideramos que la distancia adecuada es en la que con los brazos estriados hacia delante podamos llegar al ataranta, no permitiéndole así dar un bote fácil y cómodo en el sitio, ni un tiro fácil. Una de las formas de lograr que los defensores se coloquen a esa distancia es enseñado les que siempre que su atacante reciba el balón deben estirar uno de los brazos para intentar robar el balón si echa el balón al suelo en el sitio, con esta posición conseguiremos el primer objetivo de la defensa que es estar en esa línea imaginaria atacante- aro y no ser rebasados con un simple movimiento.

Una vez conseguida esta posición el siguiente paso es cuando el atacante decide echar el balón al suelo, en ese momento debemos ser algo mas agresivos, sin olvidar que lo importante es la línea que une el balón con el aro, hay muchas jugadores que usan las fintas con el cuerpo para deshacerse de los defensores, sobre esto hay muchas teorías, nosotros creemos básico seguir mandando el mensaje sobretodo en el baloncesto de iniciación de defender el balón, es cierto que el balón puede desplazarse mas rápido que el defensor, con un cambio de mano, pero creemos que la primera consigna es ponerles un objetivo claro y este puede ser el de defender siempre el balón.

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Cuando el atacante está en bote hay que hacer fintas de manos y estar en movimiento constante de piernas, para no ser rebasados con facilidad, pero la fintas de manos y movimientos de piernas serán analizadas en los siguientes apartados.

Es importante enseñar que un jugador en bote puede ser una amenaza constante no solo de penetración, sino de tiro, por miedo a la penetración muchos jugadores dan demasiado espacio al atacante, con lo que este puede dominar el juego con facilidad, ya sea para pensar y ver al jugador en mejor posición para anotar y aunque hayamos conseguido que ese jugador no anote en penetración, sin con su pase o con un tiro tras bote consigue anotar sigue siendo una defensa deficiente. La distancia al jugador con balón es algo en lo que no nos solemos detener en exceso, pero muchos de los defectos de los defensores en el 1x1 defensivo al jugador con balón viene por una mala posición espacial. Por lo que creemos que es importante trabajar ejercicios en los que el atacante pueda elegir una de las tres opciones, pase, tiro o penetración, y que el defensor se acostumbre tener las tres opciones en cuenta a la vez.

A jugadores con balón que inician bote en su propio campo, cuando reciben en saque de fondo o de banda, podemos ser mas agresivos con el cuerpo y nuestra posición, ya que aunque nos rebasen hay mayor tiempo para recuperar y sobretodo tiene una opción menos que es la del tiro, pero hay que tener cuidado con esto, ay que muchos jugadores tienden a estar siempre muy pegados a su atacante independientemente de dónde estén el jugador con balón, por eso hay que trabajar la defensa al jugador con balón en todas las posiciones del campo, tanto en posiciones cercanas a nuestro aro como en posiciones alejadas. Solemos caer en el error de trabajar el 1x1 o muy cerca del aro, en posiciones en las que con 1 o 2 botes pueden anotar o muy alejadas, pero no solemos trabar la transición de un espacio a otro, y es importante que el defensor se acostumbre a estar bien colocado espacialmente dependiendo de donde se encuentre el jugador don balón.

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Atacante no tiene opción de bote

La otra opción que queremos trabar es cuando el jugador con balón ha agotado bote por nuestra defensa y la de nuestros compañeros, en este caso sus posibilidades de moviendo se ven reducidas pero las sigue teniendo, hay que recordar que el jugador con balón puede pivotar, muchos niños y niñas en edades de iniciación no tienen en cuenta esta posibilidad y jugadores que saben usar los pivotes consiguen sacar una citación cómoda de tiro o de pase, con un solo pivote. Al jugador que ha agotado bote creemos que debemos pegarnos a él, “agobiar” todo lo que nos permite el reglamento, pero nunca, caer en el error de hacer falta, muchas veces usamos mal cuerpo, ya que entendemos la agresividad defensiva con estar tan cerca que acabamos cometiendo falta por empujar con el cuerpo. Hay que estar todo lo cerca que podamos, con las manos activas y los pies, para evitar un paseo un tiro fácil, el objetivo es que si nuestros compañeros hacen bien su trabajo el jugador con balón tenga que realizar un mal pase o un mal tiro porque no tenga opciones claras, o que acaben su posesión en violación por cinco segundos. Es importante recordarles que una vez que hemos conseguid reducir su movilidad el objetivo primordial no es robar el balón, que es un error muy común, sino entorpece y si es posible robar porque el balón este a nuestro alcance robarlo, pero sin arriesgar una posible falta, que saque de esa situación comprometida al atacante y eche por tierra nuestro trabajo anterior.

En esta situación hay mantener siempre la atención sobre el balón pero podemos Pág. 4

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perder un poco de regencia la línea que une el balón y el aro, ya que el atacante no podrá penetrar, por lo que solo debemos tener en cuenta la opción de tiro o de pase, por lo que podemos permitir que esa línea imaginaria no este perfectamente cubierta o tapada, ya que el atacante podrá entonces pasar con facilidad o tirar sobre un pie tras pivote, esto no quiere decir que le dejemos el camino libre, pero si que debemos ser mas intensos y activos en nuestros desplazamientos sin tener tan en cuenta esa línea.

A continuación se explicarán tres ejercicios en los que queremos trabajar la posición espacial en diferentes situaciones, no siguen un orden de mayor o menor dificultad, son ejercicios que sirven para trabajar estas situaciones.

Ejercicio 1 Empezaremos a trabajar desde la opción en que el atacante dispone de las 3 opciones. El atacante parte con el balón de espaldas a la canasta a la que ataca, debe lanzarse el balón y encarar el aro a la vez que lo coge tras bote, el defensor parte desde detrás del atacante y debe colocarse a la distancia que queremos, es decir, la distancia de la longitud de su brazo. El atacante tendrá la opción de penetrar, tirar, desde el sitio en el que “recibe el ficticio pase” o la opción de pasar a un compañero que ira realizando cortes por línea de fondo o 45º esporádicamente. Con ello queremos que el defensor sea consciente de que debe defender las tres opciones. En función de los defectos de nuestros jugadores, podemos premiar el ataque. Por ejemplo si estamos en una primera etapa o le damos importancia a que no nos metan canasta tras penetración podremos darle el valor de 3 puntos a que el atacante anote tras penetración, 1 tras tiro y 1 tras pase al compañero que corta. Si tenemos un equipo o jugadores concretos que “flotan en exceso a sus jugadores, podemos premiar la canasta tras tiro con 5 puntos nada mas recibir, con 3 puntos tras bote, y 1 punto para le penetración y con otro la canasta tras pase, y lo mismo podrías hacer con jugadores que no aprietan lo suficiente al balón y nos mueven el balón muy fácil con pases.

Ejercicio 2 Defensa del jugador con balón tras saque de fondo o de banda en el campo contrario, importante pasar de estar cerca del jugador que va a recibir para dificultar su recepción del pase, a estar a “un brazo” del atacante con opción de bote, pero no de tiro, o de pase. Mantener la distancia, pero pudiendo alcanzar el balón si da un bote delante.

Se premiará la defensa según el número de botes con los que el atacante llegue a campo de ataque, es decir, punto por cada bote que consigamos que dé el atacante, ya que entendemos que un ataque que tiene que usar un gran número de botes para subir el balón se convertirá en un ataque lento y facilitará la defensa, además por cada balón que consigamos tocar en la subida del balón obtendremos un punto extra. Este ejercicio lo podemos complicar mas, si metemos jugadores pasadores para que el defensor tenga que trabajar la defensa del bote, y del pase y cambiar más veces de defender a un jugador con balón y sin balón, cambiando a si su posición.

Ejercicio 3 Defensa a un jugador que ha agotado bote y solo tiene la opción de pase y de tiro.

En situaciones cercanas a la canasta, en la que el atacante tenga opción de lanzar a Pág. 5

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canasta pondremos además un compañero que podrá trabajar para recibir el pase. Los atacantes tendrán un máximo de 4 pases, y se les permite pasar hacia atrás, es decir, no tiene porque pasar siempre al compañero adelantado. Pueden recibir mas atrás de donde esta el compañero con balón, pero nunca podrán botar, siempre tras recibir el pase deberán esperar a que llegue el defensor para realizar la defensa al jugador con balón.

Con esto ¿qué queremos conseguir? Que el defensor empiece defendiendo a un jugador que puede tirar y pasar, y debe defender las dos opciones pero si consigue que el pase sea hacia atrás el siguiente jugador solo podrá pasar o tener un tiro más difícil que el anterior. Restringiremos la zona de recepción del los atacantes para facilitar la defensa y hacerlo lo mas real posible ya que un partido los jugadores no dispones de todo el espacio libre para poder recibir. En este ejercicio se premia conseguir que el equipo contrario no tenga un tiro fácil, y se penalizará con volver a defender el cometer falta sobre el jugador que tiene balón y no puede botar, si cometes falta por empujar con el cuerpo o por golpear con las manos vuelves a defender.

2.- Posición física.

En cuanto a la posición física entenderemos aquella que nos permitas el desplazamiento mas rápido posible, y una mayor reacción antes los movimientos del jugador con balón. Esta posición será flexionando las piernas, intentando mantener la espalda lo mas recta posible pero sin estar en una posición incómoda para el jugador ni tampoco excesivamente inclinado hacia delante que provoque un fácil desequilibrio. Se suele hacer mucho hincapié en el trabajo sobre la punteras, para una mayor velocidad en los movimientos y velocidad de reacción pero también debemos considerar que el desequilibrio ante choques es mayor si no tenemos una estabilidad corporal suficiente sobre el trabajo de punteras, no podemos pedir a nuestros jugadores que defiendan constantemente sobre las punteras si no hemos trabajado la estabilidad del cuerpo antes choques o golpes y la reacción ante cambios de dirección. Además creemos que es un error estar pidiendo constantemente la defensa del jugador don balón sobre punteras, debemos intentar enseñar a mantener posiciones lo mas cómodas posibles para el Pág. 6

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jugador y que sean eficaces. Cuantos jugadores conocemos o hemos conocido que en una fotografía tendrían la posición física ideal según la mayoría de los manuales y que son malos defensores en el uno contra uno, porque simplemente tienen eso, la pose, y son lentos en los desplazamientos y reacciones por mantener la posición correcta, en el equilibrio creemos que está la virtud.

Por lo tanto no creemos tanto en la posición física perfecta pero si en la más eficaz manteniendo unos mínimos, una flexión que nos permita mantener el equilibrio ante posibles cambios de dirección, choques, golpes, y mantener bajo nuestro centro de gravedad, permitiéndonos acceder a botes de balón bajo, etc. Es importante trabajar esta posición en sus inicios independientemente del jugador atacante. Comenzaríamos en edades tempranas con un control de nuestro cuerpo, ser capaces de mantener el equilibro, ante golpes de cambiar de dirección en movimientos hacia atrás y hacia delante aunque sean los menos frecuentes, luego trabajar la velocidad de reacción ante movimientos externos, reacción ante ellos intentando mantener la posición adecuada, y desplazándonos lo mas rápido posible. Una vez que somos capaces de mantener el equilibrio, de hacer desplazamientos rápidos, podremos incorporar al jugador con balón para acostumbrarnos a sus movimientos y reaccionar ante ellos, y posteriormente empezar a trabajar al intensidad y agresividad hacia el jugador con balón para provocar el robo, la perdida de balón etc., pero sobretodo en niños/as pequeños pasar demasiado rápido a la defensa del jugador con balón pidiendo desplazamientos equilibrados, rápidos, y eficaces pueden llevar a la frustración del jugador y al acabar por no crear en ese modelo de defensa.

Para trabajar la estabilidad física se pueden realizar múltiples ejercicios en los que tengan que realizar movimientos o aguantar cargas laterales, hay que enseñar a usar el peso del cuerpo para poder controlar el equilibrio. Una vez sean capaces de controlar su cuerpo en estático, podemos trabar la reacción ante estímulos externos, trabajando la velocidad de reacción desde esa posición de flexión y centrándonos poco a poco en la mejorar de la velocidad de desplazamiento.

A continuación plantearemos ejemplos de ejercicios que podrían servir para trabajar en esta secuencia el desarrollo y mejora de la posición física.

Ejercicio 4 Trabajo de la posición básica defensiva. Partimos en estático, flexionando las rodillas y con el tronco en una postura lo mas recta posible permitiéndonos un desplazamiento rápido y equilibrado, con toda la planta del pie apoyada en el suelo, a la voz de ya, se aguanta el peso del cuerpo sobre las punteras solamente, con los brazos extendidos y las manos abiertas, los entrenadores, en caso de tener varios, pasan el balón a los jugadores que deben agarrar el balón con las dos manos sin perder el equilibrio. Se hacen tiempos de trabajo de 20 ó 30 segundos y se vuelve a apoyar toda la planta del pie, arrancan hacia delante, a la voz de ya deben parar cayendo en dos tiempos aguantando el peso del cuerpo sobre las punteras y se repite la acción pase a varios jugadores durante 20 ó 30 segundos y vuelven a arrancar. Un paso siguiente en este ejercicio sería pasar el balón no a la mano, sino a una distancia en la que deban mover el pie de la mano a la que se les pasa para poder alcanzar el balón, trabajando así el paso lateral.

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Ejercicio 5 El jugador en posición defensiva básica, apoyado sobre las punteras podrá ser desequilibrado por otro compañero con ligeras cargar en cualquier parte del cuerpo de cintura hacia arriba, debe ser capaz de aguantar las cargas, viendo por donde se vana producir o sin verlas, intentando perder lo menos posible el equilibrio, ese trabajo se producirá durante un breve periodo de tiempo no mas de 10”, una vez que pasen deberá defender a un jugador con balón en un espacio pequeño durante otros 10 segundo sin ser sobrepasado, restringiremos el área para facilitar la acción del defensor y según vayan progresando en la defensa iremos aumentando el espacio. Es importante que durante el periodo que dura el ejercicio recalquemos lo importante de apoyar lo menos posible toda la planta del pie, y de trabajar con el peso del cuerpo para no perder el equilibrio y reaccionar rápidamente a movimientos del atacante.

Ejercicio 6 Trabajo de carrera de recuperación defensiva para volver a la posición defensiva.

En este ejercicio se vendrá de un desplazamiento a máxima velocidad para recupera a un atacante con balón que nos ha desbordado, y al cual debemos alcanzar y colocarnos en la línea que une al atacante con balón y el aro para cambiar su trayectoria y en ese momento volver a colocarnos en la posición básica de defensa. EL jugador con balón nunca ira al 100% de su velocidad, para facilitar la recuperación del defensor y que le sea mas fácil al principio el pasar de un estado de velocidad en el que el cuerpo y los pies van en una dirección a otra en el que deber girar para detener al atacante, es importante que los atacantes ayuden y vayan aumentando el nivel de la dificultad del ejercicio según lo vayamos pidiendo, ya que pasar de una situación máxima de velocidad a una posición básica defensiva es muy complicado sobretodo en edades tempranas donde el control del cuerpo es menor.

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3.- Desplazamiento defensivo.

El desplazamiento defensivo es fundamental para una buena defensa del individual al jugador con balón, pero se suele confundir el trabajo de este fundamento como casi todo el trabajo defensivo, es importante si, pero no es lo único que debemos trabajar para conseguir jugadores que sean intensos, agresivos, buenos defensores en definitiva.

Como hemos expuesto en puntos anteriores, relacionados con la posición física, creemos fundamental el conseguir que nuestros defensores tenga unos movimientos defensivos tanto rápidos, explosivos, como de una buena velocidad de reacción antes movimientos del atacante, o como comentaremos mas delante de anticipación, porque uno de los objetivos de una buena defensa al balón, no es solo, reaccionar ante el atacante, sino anticiparse a sus movimientos, con unos buenos desplazamientos defensivos podremos tanto anticiparnos y llevar la iniciativa sobre el atacante, cosa que apenas se ve en categorías de formación, ser el defensor el que lleva la iniciativa, el que consiga que el atacante vaya a las zonas de menor peligro o donde estén establecidas “trampas defensivas” de la defensa colectiva. Pero en caso de no ser así, que es lo que sucede en la mayoría de las ocasiones, si conseguimos tener unos desplazamientos correctos, pero lo más importante, rápidos y explosivos podremos tapar las deficiencias de nuestra defensa tanto individual como colectiva en otros aspectos del juego.

Para no ser demasiado reiterativo, trabajaremos los desplazamientos defensivos sobre la posición básica, flexionados y siempre que podamos sin apoyar toda la planta del pie, y siempre que podamos en la línea entre el aro y el atacante.

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Desplazamientos laterales

Empezaremos por trabajar el desplazamiento lateral, que es uno si no el mas frecuente en la defensa. Es importante inculcara nuestros jugadores la intención de no retroceder en la defensa, si es posible avanzar, pero como es algo difícil de alcanzar un objetivo algo mas factible es conseguir que el atacante con balón no avance, para ello debemos trabajar el desplazamiento lateral, ser capaces de llegar donde quiere legar el atacante antes que él. Para ello es importante el trabajo del primer paso lateral, la velocidad y extensión de ese primer paso, que nos ayudará a no ser rebasados con facilidad por el jugador con balón, ese primer paso es fundamental, ser capaces de hacer cambiar la trayectoria del atacante, de hacer usar un bote mas para llegar a su objetivo, puede ser el inicio del triunfo de nuestra defensa sobre el ataque. Muchos jugadores como mencionamos antes, tienen “la pose” pero son muy lentos a la hora de dar ese paso lateral, ya sea porque reaccionan tarde o porque la ejecución de ese movimiento es lento.

Por lo tanto deberemos ambas facetas. Una vez que seamos capaces de reaccionar con velocidad, y realizar ese primer paso lateras de una forma rápida, podemos pasar a un desplazamiento lateral mas prolongado en el tiempo y el espacio. En este caso deberemos trabajar la coordinación de las piernas, evitar posiciones que conlleven una pérdida de equilibrio o que ante cambios de dirección sean fáciles de romper. Por tanto partiremos de una posición en la que los pies estén separado el uno del otro a la distancia aproxima q lo están nuestros hombros, y nuestro primer paso lateral será ejecutado con la pierna correspondiente al lado por el que nos atacan e intenta superar, para no cruzar las piernas, esto que parece algo obvió, en edades de minibasket Pág. 9

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o iniciación suele ser algo a corregir al principio, y que enseguida quieren poner los dos pies a la misma altura e ir con los dos pies mirando en la dirección en la que se van a mover, si bien es la forma mas rápida de llegar a un sitio, en este caso sería fácil de superar con un cambio de dirección, por lo tanto si un jugador sale con mano derecha hacia el lado derecho nuestro defensor deberá lanzar lo mas rápido posible el pie izquierdo en esa dirección, llegando lo mas lejos que nos permite nuestro cuerpo, y recogiendo la pierna contraria, la derecha se recogerá para volver a un estado lo mas cómodo posible y que nos facilite mantener el equilibrio, tendremos que corregir que la pierna que se mueve en segundo lugar no se cruce por delante de la primera, para evitar que con un cambio de dirección seamos fácilmente superados. Y también es importante trabajar que no tengan nunca los dos pies en el aire, sino que muevan una detrás de otro, ya que un jugador con los dos pies en el aire no pude reaccionar ante ningún cambio de dirección o de estado del atacante ya que no tendría ningún pie en contacto con el suelo, los jugadores tienden a ir en edades de iniciación dando saltos, haciendo casi “paradas en dos tiempos”. Por tanto para un rápido desplazamiento lateral deberemos tener en cuenta la velocidad del primer paso lateral, y su amplitud, el no cruzar los pies al recoger el segundo pie y que ese desplazamiento no se produzca a base de saltos. Mas adelante expondremos algunos ejemplos de trabajo de desplazamiento lateral y primer paso.

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Paso de caída

El siguiente paso sería el trabajo del paso de caída, para nuestra forma de entender la defensa, el paso de caída es ceder ante la iniciativa del ataque, pero ya que tenemos que ceder, que sea de la forma más rápida posible y permitiéndonos recuperar una posición optima de defensa.

En edades de iniciación si nosotros observamos sin haber corregido antes a nuestros jugadores como se produce ese paso de ciada, veremos q en muchas ocasiones lo que hacen es cruzar una de las piernas por delante de la otra y volver a colocar los dos pies en la misma dirección, ya que ellos entienden que es la forma mas rápida de volver a alcanzar al atacante. Es importante hacerles ver, que aunque posiblemente esa sea la forma mas rápida, también se la mas fácil de superar con un nuevo cambio de dirección.

El paso de caída se usará ante cambios de dirección del atacante, para hacer un fácil aprendizaje, partiremos en posiciones estáticas trabajado el paso de caída, les pondremos con los dos pies situados a la misma altura, y les haremos retrocede a una posición diagonal nunca vertical completa, ante el movimiento de nuestros pies, para que reacción ante un estimulo internos y recuperar. Una ves que veamos que ese paso es rápido y claro pasaremos a una situación mas real. Trabajaremos partiendo de una situación en movimiento, con un desplazamiento lateral y tendrán que reaccionar ante cambios de dirección, el paso volverá a ser diagonal hacia atrás con la pierna del lado hacia donde le atacante se dirige, y darán varios pasos en esa situación en diagonal retrocediendo hasta que sean capaces de volver a colocarse delante del atacante para que cambie su dirección. Este trabajo que en una situación de partido puede que no sea del todo correcto, ya que si hemos conseguido que el atacante se dirija hacia uno de los lados o las esquinas del campo sin ser rebasados, no tenemos la necesidad de volver a ponernos delante ya que le estaríamos dando la opción del medio donde tiene mucho mas espacio para moverse, pero en este caso, para trabajar la velocidad del paso y la continuación del movimiento lo daremos por correcto. Una vez que tenga asimilado el paso de caída podemos trabajar el paso de caído doble o consecutivo, como reacción Pág. 10

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ante un doble cambio de dirección del atacante, ya que muchos de los jugadores dan el primer paso de caída de forma correcta, pero si en ese desplazamiento en diagonal hacia atrás, se produce un nuevo cambio de dirección suelen dar la espalda al balón, girando sobre el pie que va mas adelantado y volviendo a poner los dos pies mirando en la misma dirección, por eso creemos importante trabajar el doble paso de caída para evitar dar la espalda al balón.

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Movimientos de pies

De a cuerdo a nuestra forma de entender la defensa es muy importante el trabajo de pies, ser capaces de reaccionar ante cualquier movimiento de los atacantes con una velocidad de pies que nos permita entorpecer y dificultar en lo máximo posible al atacante.

Nosotros empezaríamos a trabar el movimiento de pies, sobre las punteras, ser capaces de movimientos diferentes, largos, cortos, más explosivos, menos explosivos, pero siempre sobre las punteras para trabar la actividad de las piernas, estar en tensión y conseguir así ser más difíciles de superar. En muchas ocasiones trabajamos el movimiento de pies constantes en el sitio para tener activas las piernas, no creamos que sea necesario el movimiento constante de los pies en el sitio, ya que conseguiríamos agotar a nuestros jugadores sin conseguir muchos beneficios, pero si creemos que deben tener cierta actividad de pies, ya que un jugador reacciona mas rápido o se desplaza mas rápido si esta en un ligero movimiento, que si tiene toda su planta del pie apoyada contra el suelo.

Para trabajar el movimiento de pies, podemos trabajar con muchos ejercicios de coordinación, ya se con aros, escaleras, juegos de pies, que nos hagan ganar en mayor agilidad, coordinación de pies, y que esa velocidad que ganemos en el movimiento de nuestros pies pueda verse aplicada al juego real. Es muy difícil conseguir que todos los desplazamientos de nuestros jugadores sean rápidos y sobre punteras, pero si somos capaces de conseguir una agilidad en sus movimientos de pies, ser capaces de aun no ser posiciones entendidas como las correctas o idóneas para desplazarse, conseguimos que si sena movimientos rápidos, activos de pies, serán defensores difíciles de superar.

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Recuperación

El trabajo de recuperación defensiva es uno de los mas difíciles de llevar a cabo, ya que cuando a uno de nuestros jugadores le rebasan, aparecen las ayudas, los saltos y cambios, etc. Por lo que es una situación que no trabajamos a penas en partido, sobretodo en edades de formación, pero creemos que es un trabajo que debemos realizar, ya que implica trabajo de la defensa individual, aumenta la responsabilidad del defensor, aumenta el sacrificio y esfuerzo de los jugadores que son rebasado con facilidad y que sabedores de que existen recursos en el equipo para cubrir su mala defensa no se esfuerzan lo suficiente en estos movimientos. Por esta razones si somos capaces de trabajar con nuestros jugadores en responsabilidades defensivas individuales, aumentando su sacrifico y esfuerzo redundará en un mejor trabajo de equipo defensivo.

Aparte de las connotaciones de responsabilidad individual que tiene, es importante el trabajo de recuperación, de ser capaces de aun siendo rebasado recuperar y pasar a la posición defensiva básica que hemos definido como idónea. A los jugadores les suele costar mucho pasar de una posición de máxima velocidad a una posición de flexión Pág. 11

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delante de la trayectoria del jugador con balón, suele cometerse el error de conformarse con ir al lado del atacante, acompañando el movimiento de este, sin acabar la recuperación por completo, lo que suele acabar con canastas, faltas por intentar robar el balón en carrera yendo al lado del balón. Es importante insistir en que una vez que hemos sido rebasados, debemos volver a una posición en la que nuestros dos pies miren sus punteras en la dirección que queremos ir, para poder realizar así el movimiento mas rápido posible y una vez sobrepasado el atacante con balón volver a la posición básica.

A continuación describiremos una serie de ejercicios dónde trabajamos los conceptos que hemos explicado.

Ejercicio 7 Primer paso del desplazamiento lateral. En un espació delimitado por conos, de unos 4 ó 5 metros entre uno y otro, se colocará el defensor, en posición defensiva, que deberá reaccionar con un paso latera y el paso de recogida del otro pie ante lanzamientos de un balón que no deberá nunca sobrepasar la línea imaginaria que formada por la unión de los conos. Los lanzamientos del balón irán cambiando de velocidad, para que aumente o disminuya la velocidad del paso lateral y sobretodo irán aumentando y disminuyendo en la amplitud, para que trabaje el primer paso lateral más amplio posible y el más corto y rápido posible que pueda realizar.

Ejercicio 8 Primer paso de caída y desplazamiento lateral. Formando un cuadrado con jugadoras en las esquinas del mismo, pondremos dos defensoras en esquinas contrapuestas, defendiendo a jugadoras con balón que tendrán que llevar al defensor al centro del cuadrado y cambiar de dirección a hacia su lado derecho y llevar el balón al jugador sin balón de la siguiente esquina. Así el defensor trabajará el desplazamiento Pág. 12

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lateral y el paso de caída al menos una vez al llegar el atacante al centro y tener que cambiar de dirección para ir hacia la esquina de su derecha. Con este ejercicio queremos aumentar la agresividad del defensor que sabe hacia donde va a dirigirse el atacante y debe impedírselo tratando de llevar la iniciativa, una vez que el atarante lleva el balón con una pase mano a mano a la esquina siguiente se convierte en defensor.

Ejercicio 9 Trabajaremos la recuperación defensiva. Partirán atacante con balón y defensor a la misma altura, el atacante manda cuando salen y el objetivo del defensor es conseguir recuperar la posición defensiva y colocarse delante del jugador don balón obligándole a hacer un cambio de dirección.

4.- Uso de manos.

Uno de los aspectos que menos se trabaja en la formación de la defensa individual es el trabajo defensivo de las manos. Prácticamente se deja a iniciativa del propio jugador o se dice que hay que subir las manos cuando el jugador con balón penetra para evitar la falta y molestar en lo posible el tiro hacia canasta.

Pero las manos son muy importantes para ocupar espacios en defensa, tanto para evitar futuros pases como cambios de manos o evitar la arrancada en un cierto espacio.

También nos sirven para fintar al defensor y tratar de llevar la iniciativa, que no se sienta cómodo con el balón en las manos o para obligarle a botar o a dejar de hacerlo.

El objetivo es condicionar al atacante con balón y que no se sienta cómodo con él, que tenga la sensación que no puede hacer lo que quiere en el momento que él quiere.

Para intentar lograr esto como defensor del balón, las manos son indispensables.

Como ejemplo diremos que defender al jugador para que se sienta presionado sin descuidar que el atacante escape con facilidad es una cuestión de actividad de manos en la que se puede estar condicionando al atacante enseñándole una cosa y haciendo otra totalmente diferente.

Muchas veces se trata de generar mucha actividad con la sensación que esto ole produce al jugador que ataca con el balón en las manos, pues sólo con el uso de manos puedo hacer que se precipite o que esté más preocupado de no perder el balón que de generar ventaja para su equipo.

Desde la misma posición defensiva respecto de los pies y el cuerpo, el condicionante del uso de las manos puede hacer que estemos haciendo una defensa para negar el tiro o para negar la penetración, orientar el jugador o hacer que lance el balón al suelo porque eso supone un éxito defensivo en ese determinado momento.

El uso de manos unido con las fintas defensivas, supone un condicionamiento al atacante que nos puede ayudar a tomar la iniciativa en defensa y nos puede ayudar a reducir el riesgo de canasta en cada defensa del uno contra uno al jugador con balón.

Es este punto nos vamos a centrar en el uso de manos cuando el jugador está botando o cuando el jugador no está botando, diferenciando entre la situación en la que el atacante puede hacer uso del bote o ya lo ha agotado.

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Manos al bote.

Cuando el atacante con balón está haciendo uso del bote, podemos utilizar las manos de diferentes modos dependiendo del objetivo defensivo que tengamos.

Si lo que queremos es mantener la posición y que no nos supere al jugador con balón hacia la canasta usaremos las manos de tal modo que ocupemos el mayor espacio posible, manteniendo la distancia con el atacante. De ese modo negaremos el espacio entre el jugador con balón y la canasta, dando la sensación al atacante de no tener espacio suficiente para intentar la penetración.

Si aún así, el atacante intentara la penetración hacia el aro, es importante mantener la posición de las manos y ocupar el mayor espacio posible, tapando el camino al aro.

Esto debe trabajarse porque el jugador tiende a bajar los brazos y apoyarse en el atacante cuando éste último intenta penetrar, por lo que tenemos que habituar al jugador a hacer ese trabajo de manos para luego poder exigírselo a la hora de defender el uno contra uno con balón en competición.

Si el atacante recupera espacio de nuevo hacia atrás, deberemos avanzar y manteniendo la colocación de las manos de la manera que hemos trabajado para negar el espacio. De este modo, no vamos a apretar al balón ni hacer que se precipite el jugador con balón, pero vamos a ser conservadores en el uno contra uno y evitar penetraciones fáciles. La parte negativa es que el jugador con balón no se va a sentir presionado y va a poder ver juego con cierta facilidad.

Es cuestión de prioridades y de lecturas del uno contra uno. Dentro de la misma defensa podemos ajustar según las características del atacante y del defensor para alternar este tipo de defensa con cualquier otra.

Otro uso que podemos hacer de las manos en la defensa del uno contra uno al jugador con balón es intentar negar el cambio de mano y por tanto el cambio de dirección del atacante. Por norma, como alternativa o como ajuste esporádico podemos utilizar esta opción.

Se trata de tener siempre la mano contraria a la mano con la que bota el atacante preparada para negar el cambio de mano, preferiblemente a la altura de la rodilla del atacante por si se puede robar algún balón en un mal cambio o en un descuido del atacante al cambiar de mano.

Con la otra mano podemos meter varias opciones. Podemos trabajar con fintas para llevar la iniciativa sobre el atacante y favorecer el cambio de manos que tenemos preparado defender.

Queremos adelantarnos a la acción del atacante con balón y fintar para que el jugador tenga que cambiar el balón de manos y ahí tocarlos o incomodarle para que tenga que hacer un bote defensivo y así compensar la situación de riesgo de canasta.

También podemos ser conservadores y tratar de ocupar espacio con la mano que no está pendiente del cambio como hemos explicado anteriormente. Con este uso de manos, podemos negar una salida por un lado concreto y tener preparada la defensa para ayudar por un lado, con lo que ya estamos condicionando el ataque porque sólo le damos una posible salida al uno contra uno con balón.

Del otro modo, cuando jugamos con fintas con la otra mano al balón para favorecer el cambio de mano que tenemos preparado defender, estamos siendo más agresivos y hacer que el atacante esté mas pendiente de jugar su uno contra uno que del resto del juego, aunque es más fácil cometer falta o que el atacante escape hacia canasta, aunque de este modo estamos condicionando al ataque y forzando la hacer determinados movimientos que nos pueden interesar o hacer que se precipite en el agobio que puede Pág. 14

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suponer el fintar al bote y arriesgar en el posible cambio de mano.

Otro aspecto a tener en cuenta, es que si el atacante cambia de mano, habrá que cambiar las funciones de cada mano, cambiando la mano pendiente del cambio y la mano que debe fintar al balón o ocupar un espacio.

Esta forma de defender suele dar bastante buen resultado cuando una de las normas de tu defensa colectiva suele ser orientar al jugador hacia determinados espacios por los que la defensa está preparada para asumir y resolver situaciones de riesgo, o negar un espacio en el ataque en concreto. Con la colocación de las manos de este modos puedes llegar a estos objetivos.

Otro modo de utilizar las manos en la defensa al jugador con balón es fintar constantemente al bote para tratar de acelerar al atacante y que se precipite o ponga en marcha una acción que no estaba prevista en ese momento debido a la presión ejercida por el defensor. Dentro de este tipo de defensa, en la que utilizamos las manos para ser agresivos al bote y tratar de tocar balón, podemos ser más o menos conservadores.

Por un lado, podemos exigir al jugador que mantenga la posición del cuerpo y las piernas pero que active de forma exponencial las manos para tratar de que el atacante con balón y que este último se sienta presionado cuando en realidad estamos preparados para parar la posible penetración.

Esto es muy difícil de conseguir, porque requiere que el jugador entienda que debe mantener la posición y no verse superado con facilidad, mientras que sus manos están dando otro mensaje al atacante. Suele pasar que el defensor se contagia de la aceleración que quiere conseguir en el atacante y acaba perdiendo la posición por intentar robar el balón.

Por otro lado, podemos intentar que el jugador active sus manos y trate de tocar el balón arriesgando la posición defensiva y que el principal objetivo sea el robo de balón. A ciertos niveles es ya muy difícil robar el balón en uno contra uno, peor no por esto debe dejar de intentarse, porque siempre se pude tocar un balón que recupere otro compañero o forzar una mala situación para el ataque y recuperar el balón en un mal pase, un mal tiro o incluso que el equipo contrario te lo regale debido a la presión que le estás ejerciendo.

Debemos ser conscientes de los riesgos defensivos que implica cada tipo de acciones que predispongamos a nuestros jugadores a ejecutar y saber que lo que nos puede suponer a la hora de “regalar” ciertos espacios o facilitar ciertas acciones ofensivas. Se trata de que el mensaje sea siempre coherente y asumir los riegos que estamos dispuestos a correr.

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Manos al balón antes del bote.

Muy parecido respecto del punto anterior, tenemos varias opciones para utilizar las manos respecto del atacante con balón. El objetivo sigue siendo tener la iniciativa y trabajar para condicionar el ataque y que no nos sorprenda.

Antes de que el jugador empiece a botar, podemos ser más o menos conservadores dependiendo de los objetivos defensivos generales y particulares respecto a ese jugador determinado tengamos.

Podemos utilizar las manos de tal modo que ocupemos un espacio y tratemos que el jugador con balón no penetre. Para ello, el extender los brazos para minimizar el espacio por el que el jugador pueda escapar del nuestra defensa puede ayudar.

Además, si ni siquiera subimos una mano al tiro, estemos dándole un mensaje muy claro al atacante: “tira, pero por aquí no queremos que pases”. Sobre esta forma de Pág. 15

Defensa del 1c1 al jugador con balón

defender, tienen que ir en concordancia el espacio que dejemos al atacante y la posición del cuerpo y de las piernas en relación con el atacante.

Dentro de esta filosofía de defensa del uno contra uno al jugador que aún no ha botado, podemos utilizar una de mas manos para puntear el posible tiro o para entorpecer cualquier pase que el atacante quiera dar, pero siempre negando un espacio con la otra mano.

Otra forma de utilizar las manos para defender al jugador con balón cuando éste aún no ha botado es ser más agresivo que la anterior y perseguir siempre en balón con una mano. Es decir, dependiendo del lado por el que el atacante lleve el balón, hacer como si el defensor fuera un espejo del atacante y seguir el balón con la mano que corresponda según el lado derecho o izquierdo del balón respecto del atacante (no cruzar las manos).

De este modo, cualquier acción que quiera realizar al ataque, lo primero que va a tener que hacer es esquivar la mano del defensor, por lo que ya estamos condicionando esta primera acción, aunque el riesgo de falta sea evidente. Es decir, si el jugador va a iniciar la acción de bote, nosotros como defensores tenemos que tener la mano correspondiente delante justo del balón para que este bote deba ser defensivo o tocar el balón en la misma acción.

Así con la acción de pase o la acción de tiro. De este modo podemos ser más o menos conservadores dependiendo de la distancia que tengamos de la mano al balón o la posición defensiva respecto del atacante.

Con la otra mano podemos negar un espacio por el que no queremos que nos haga daño el atacante, o cualquier otra acción: estar preparados para que si trata de cambiar de mano robar, tocar el balón o modificar su primera intención, tratar de negar un cierto pase (ya sea un pase interior o una inversión de balón: muy utilizado en defensa a jugadores interiores), o tratar de dar actividad a esa mano para tratar de precipitar al ataque o que tenga esa sensación de presión que nos permita sacar ventaja de un error del mismo.

Dentro de esta filosofía defensiva podemos tratar de trabajar con ambas manos encima del balón. Es decir, que ambas persigan al balón independientemente de dónde lo coloque el atacante. De este modo, ambas pueden repartirse tareas según el lado dónde el atacante tenga en balón estando una preparada al bote y otra al pase o al tiro o viceversa.

Esta puede ser una situación muy útil para la defensa porque condiciona mucho al atacante y no le dejamos trabajar cómodamente hacía dónde él quiera atacar. Pero también se trata de una situación muy agresiva en la que es relativamente fácil perder el equilibrio o no reaccionar a tiempo con el cuerpo y las piernas para para una posible penetración.

Debemos pensar qué provecho podemos sacarle y qué inconvenientes pueden surgirnos de la misma para ver si nos compensa ponerla en práctica.

Otro modo de defender al jugador que aún no ha botado es fintarle para tratar que bote lo antes posible. Podemos ser muy agresivos o relativamente agresivos dependiendo de nuestra filosofía defensiva o de las características de nuestros defensores o de los atacantes a los que nos estemos enfrentado.

El objetivo es tocar el balón con una de las dos manos, de tal modo que llevemos la iniciativa y obliguemos al atacante a tomar decisiones que en un primer momento no se plantea, ya sea soltar el balón o ponerse a botar. Podemos tratar de tener una mano preparada al bote mientras con la otra somos agresivos para obligarle a que eche el balón al suelo.

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Defensa del 1c1 al jugador con balón

O podemos tener las dos manos como único objetivo de tocar el balón para obligar al ataque a soltar el balón, ya sea en bote o en pase de la forma más prematura posible.

Este último modo de defender es muy arriesgado pues es relativamente sencillo que el atacante con balón escape hacia canasta o hagamos falta intentando tocar el balón. Pero lo más importante es tratar de condicionar al ataque y que haga lo que no quiere hacer o hacerlo del modo más incómodo posible.

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Manos al balón una vez que el atacante agote la opción de bote.

Una vez que el jugador al que defendemos ha dejado de botar, podemos tratar de presionarle o de concederle ciertas ventajas dependiendo del jugador del que se trate o de la situación de partido que tengamos en ese momento determinado. Aunque, a grandes rasgos, podemos tener dos modos de actuación: por un lado, presionar al jugador que ha dejado de botar o, por otro lado, alejarnos de él y cubrir un espacio o jugador a dónde no queremos que llegue el balón.

Respecto a la primera forma, cuando un jugador deja de botar, podemos avanzar hacia él y acortar la distancia normal a la que defenderíamos a un jugador con balón que no ha botado o está botando para tratar de presionar el pase.

De esto modo, podemos intentar llevar las dos manos hacia el balón para tratar de dificultar el pase o el tiro o podemos utilizar una de las dos manos para tratar de que el jugador con balón no utilice un cierto espacio negándolo de manera continúa, independientemente de los movimientos de atacante. El objetivo es dificultar al atacante presionándolo y llevarle al error, con mucha actividad de manos para que el balón no pueda salir con facilidad de esta situación que es bastante interesante para sacar ventaja defensivamente.

Otra forma es tratar de tener siempre una mano o las dos manos encima del balón, dependiendo de la movilidad del atacante, de tal modo que siempre se dificulte la salida del balón y que el atacante tenga que esquivar las manos del defensor en cualquier gesto que quiera hacer con el balón.

Bien ejecutado, es la forma en la que más se molesta al atacante y se puede sacar más ventaja defensiva, pero también es cierto que el riesgo de falta aumenta porque en cualquier gesto del atacante se puede generar un contacto que se entienda como tal.

Nosotros como entrenadores debemos ser los que valoremos este riesgo y saber si nos produce la suficiente ventaja como para exigirlo a nuestros jugadores o para utilizarlo de forma ocasional.

Otra manera de defender estas situaciones es generando distancia respecto del jugador con balón, o acortando y alargando la distancia para provocarle dudas. Con este modo podemos tratar de darle distancia para concederle el tiro en ciertas circunstancias e ir a defender una línea de pase o incluso mantener la posición y tratar de ocupar un espacio determinado.

Aquí las manos posiblemente no nos sirvan tanto para hacer que el atacante se sienta presionado sino para evitar que haga una cierta acción, en la mayoría de los casos un pase, aunque también podemos invitarle a que realice un tiro que en ese momento nos conviene o que el atacante no desea hacer en ese momento.

En este aspecto, la posición de las manos dependerá del espacio a cubrir o a negar por la defensa. Este aspecto es utilizado sobretodo para evitar el pase interior o para negar la inversión de balón. Podemos utilizarlo también para generar dudas en el atacante respecto a su tiro, el pase o intentar soltar el balón como sea.

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Defensa del 1c1 al jugador con balón

Ejercicio 10

Trabajo de 1c1 todo campo dónde queremos incidir en el trabajo y en el uso de las manos para que el balón siempre esté defendido y no bote cómodo. Tratar de que nos haga el mínimo número de cambios de manos el atacante utilizando para ello el defensor la colocación de sus manos.

Podemos trabajar temas como la orientación, la distancia, reglar zonas en las que se puede arriesgar más al balón o menos o tratar de acelerar al balón. También podemos trabajar las recuperaciones defensivas al hombre con balón que se nos acaba de escapar.

5.- Fintas.

El trabajo de fintas es fundamental para conseguir una defensa agresiva, en al que la iniciativa la lleve el defensor y no el atacante, consiguiendo que sea el atacante el que este pendiente del defensor por su actividad de piernas, manos y sus fintas. Es un trabajo poco agradecido, los resultados no se suelen ver y lleva mucho trabajo, pero si consigues inculcar en tus jugadores la actividad constante en manos y pies, tendrás un defensa activa, molesta para los atacantes que en la mayoría de las ocasiones no permita jugar al ataque lo que pretende o están acostumbrados.

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Manos Empezaremos por el trabajo de manos, uno de los mayores defectos de nuestros Pág. 18

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jugadores es la poca actividad de manos que muestran en la defensa al balón, suelen ser poco agresivos con las manos, solo suele verse esta actividad cuando el jugador ha agotado bote, creemos primordial el trabajo de las manos, con el movimiento constante de las manos al bote del balón conseguiremos tener al atacante pendiente de nosotros y no de dónde se producen ventajas en el juego para su equipo.

El trabajo de mano, enseñaremos a lanzar la mano que esta mas cerca del balón, de la mano del atacante que esta botando, como dijimos al principio, en la defensa espacial, si estamos a una distancia de un brazo del atacante podremos alcanzar el balón sin volcarnos con el cuerpo hacia delante y poder caer desequilibrados antes un movimiento del atacante, o sin tener que lanzar uno de nuestros pies hacia delante creando un desequilibrio en nuestra posición básica. Debemos ser consciente que toda finta lleva consigo un riesgo, pero creemos que nos puede aportar mas ser superados por un atacante por exceso de actividad de manos que ser mas conservadores y estar como meros espectadores del jugador con balón, sin intentar arriesgar.

Trabajaremos con las palmas de las manos hacia arriba, es un movimiento poco frecuente, ya que lo normal en un jugador es lanzar sus manos de arriba abajo, pero ese movimiento es bastante mas penalizado por los árbitros como falta y al jugador atacante le coge menos por sorpresa, si tenemos las manos abajo, lo máximo que podamos en posición cómoda para el defensor y lanzamos la mano con la palma hacia arriba y conseguimos golpear el balón podremos alcanzarlo con las dos manos en el aire. Esto en situaciones de bote en el sitio, cuando el jugador tiene el balón agarrado, pudiendo iniciar bote seguiremos a una distancia de un brazo del atacante, y lanzaremos la manos en diagonal, intentando un golpe lateral al balón, nunca de arriba abajo con toda la lama para provocar la pérdida de control de balón.

Es importante inculcar a nuestros jugadores el uso constante de las manos, cuantas más manos lancemos al bote del balón, sobretodo en situaciones de bote en el sitio, poco agresivo por el atacante, que está esperando situaciones de ventaja generadas por movimientos de otros compañeros mas dificultaremos su ataque.

En situaciones de desplazamientos del ataranta con balón prohibiremos el uso de la manos en carreras laterales, en las que “acompañamos” al atacante, ya que el intento de robo de balón en esas situaciones acaba la mayoría de las veces con falta del defensor, pero si trabajaremos el uso de las manos a la hora de entorpecer todo tipo de cambios, sobretodo cambios de mano por delante. Si conseguimos una buena defensa espacial, y obligamos al atacante a cambiar su trayectoria, ese es el momento en el que buscaremos el robo de balón. SI el jugador va botando con su mano derecha hacia el lado derecho y conseguimos obligarle a un cambio de derecha a izquierda esperaremos con una mano abajo, en este caso, la misma mano con la que el atacante iba botado, la derecha el cambio por delante para poder golpear el balón y dificultar su avance o acabar robando el balón.

Por tanto trabajaremos el uso de las manos tanto en el bote en el sitio dónde cada vez que se produzca el bote intentaremos el contacto con el balón para dificultar el control del juego del jugador y obligarle a retroceder, como el uso de las manos para buscar el contacto con el balón ante cualquier cambio por delante del jugador con balón, dificultando su avance.

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Pies Las fintas de pies, es un trabajo que puede ir unido al trabajo de manos, en este Pág. 19

Defensa del 1c1 al jugador con balón

caso nosotros usaríamos el trabajo de pies manos juntos en situaciones en las que, no estamos en una posición optima de defensa, es decir a mas distancia de la que nos gustaría, o porque hay un jugador que desborda con demasiada facilidad y debemos darle mas distancia. Entonces trabajaremos con las fintas de pies.

En este tipo de fintas, estamos a mas distancia y lo que queremos conseguir es que el jugador con balón, que se siente seguro y confiado al tenernos a mayor distancia se vea sorprendido por un movimiento explosivo hacia el balón de pies y manos, en posición vertical al jugador con balón. Es decir adelantaremos pierna que otra, no estaremos con los dos pies a la misma altura, en este caso adelantaremos la pierna que esta mas cerca del medio de la pista, de la línea que une a los dos aros del campo, para tapar la parte central del campo y es con esa pierna y es mano con la que realizaremos la finta. El movimiento será rápido y explosivo en busca de contactar con el balón con la mano, y si no es posible volver a la posición anterior, es decir, nunca nos quedaremos en esa situación tan cercana al atacante, ya que seriamos fácilmente superables. Es un “idavuelta” explosivo, lanzando y recogiendo la pierna y la mano que tengo adelantados.

Como hemos dicho anterior mente todo finta de pies o manos conlleva un riesgo que debemos saber si queremos asumir o no, en este caso, esta finta es arriesgada, pero el defensor nunca sabe cuando va a ser realizada, su efecto sorpresa es mayor que unas fintas constantes de manos, quizás no sea un finta para realizar en cualquier parte del campo, pero por ejemplo, situaciones de bote controlado o en estático a mas de 6 o 7 metros del aro, dónde el jugador con balón espera un movimiento concreto y nosotros le hemos dado una distancia que aumenta su confianza, el efecto sorpresa puede ser mayor y puede resultar mas eficaz.

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Desplazamientos

Este tipo de fintas son realizadas en situaciones de inferioridad, como ocurre en una situación de contraataque, en las que los atacantes tiene clara ventaja, y no podemos salir a parar el balón ya que el compañero se quedaría solo debajo del aro, pero no podemos limitarnos a recular porque acabaríamos recibiendo la canasta debajo del aro.

En este caso el objetivo de la finta es retrasar el mayor tiempo posible el ataque para recuperar defensores y evitar la consecución de la canasta fácil por parte del otro equipo.

Las fintas en este caso son desplazamientos defensivos hacia el balón intentado atraer la atención de este y haciéndole creer que nuestra intención es salir a pararle para con ello conseguir que coja el balón y agote bote a una distancia lejana al aro y no estar en inferioridad ya que en este caso si consiguiésemos para el balón lejos del aro solo tendríamos que defender el pase, pero esta situación se da en muy pocas situaciones, el otro objetivo sería engañar al jugador que conduce el balón con una finta hacía que vamos hacía él, con uno o dos pasos máximos en su dirección , para que busque el pase definitivo a su compañero y se produzca o un error en el paseo o podamos robar ese pase, ya que en realidad no vamos a salir a parar el balón sino que nos vamos a quedar en una citación intermedia.

Estas situaciones se trabajan en inferioridad numérica, ya sea uno contra dos, o uno contra tres, y debemos premiar al defensor que consigue que una situación clara de canasta como es una superioridad de ese tipo no se produzca la canasta. Normalmente los jugadores tienden o bien a recular hasta que acaban recibiendo la canasta fácil debajo del aro, o bien salir a para el balón dejando por tanto solo al jugador cercano a la canasta.

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Defensa del 1c1 al jugador con balón

En edades de formación es importante corregir estos defectos con el trabajo de fintas de desplazamiento.

Ejercicio 11 Jugador con balón en un espacio restringido por el entrenador, deberá botar sin salirse de él, el objetivo del defensor es tocar el mayor numero de balones posibles, o sacar el balón de ese espacio, sin perder la distancia básica defensiva, el entrenador estará en la espalda del defensor cuando levante un brazo el atacante dispondrá de 8 segundos para rebasar al defensor, que deberá seguir haciendo fintas si se producen botes en el sitio. Con esto queremos trabajar las fintas de manos, ante un bote de control del jugador con balón y ser capaz de elegir cuando puedo o no puedo realizar las fintas porque el jugador con balón realiza un bote más agresivo con intención de superar al defensor.

Ejercicio 12 Fintas de pies y manos, jugador con balón a unos 7 u 8 metros del aro en 45º, comenzará sobre bote, el defensor partirá a una distancia mayor que la de un brazo extendido, y tendrá que realizar fintas de “ida y vuelta” sin que el atacante le rebase, el atacante tiene un máximo de diez segundos para poder ir al aro. Se premiara la defensa si consigue que no le rebase por el medio, que es la parte que esta tapando adelantando el pie y la mano mas cercanas a es parte de la pista. Si es superado por el medio, volverá a realizar la defensa.

Ejercicio 13 Fintas de desplazamiento, un atacante con balón que realizar un tiro exterior y realiza el balance, nada mas tirar, dos defensores deberán coger el rebote y sacar un Pág. 21

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contraataque 2x1, el defensor realizará del balance y se dispondrá a realizar fintas, los atacantes tienes un máximo de 8 segundos desde que se hacen con el balón, ya sea por que cogen el rebote o porque sacan de fondo tras canasta, si el defensor consigue que pasen 8 segundo sin canasta o que pierdan el balón por cualquier infracción, pasos, etc., o robar el balón o provocar un mal pase, se sumará un punto, al final del ejercicio se sumará a ver que jugador ha realizado las fintas de desplazamientos mas efectivas.

6.- Anticipación.

Como tenemos la idea de adelantarnos al ataque y condicionar sus reacciones es muy importante anticiparse al atacante con balón y tratar de llevarle a unas situaciones que tengamos previstas, tanto en la defensa del uno contra uno como si se trata de dar soluciones en una defensa colectiva.

Otro aspecto a tener en cuenta es la intuición del defensor para prever la reacción del atacante, pero esto es algo que no debemos dejar al azar, sino trabajarlo, de tal modo que condicionemos al atacante para tener una respuesta preparada y así poder reducir el peligro de recibir una canasta, ya sea directa o indirectamente.

Para ello podemos orientar al atacante hacia un determinado lugar que nos interese o que simplemente él no tenga previsto, trabajar con fintas o desplazamientos como hemos dicho en puntos anteriores para generar dudas en el atacante.

Enseñarle un camino para luego tapárselo o hacerle ver que estamos priorizando ciertos aspectos defensivos sobre otros para luego tratar de anticiparlos viendo que el atacante quiere coger esas ventajas a priori ofrecidas por la defensa o puntos débiles que posiblemente lea el ataque.

Otra de las formas que entendemos por anticipación son situaciones en las que el defensor del jugador con balón de encuentra en algún tipo de desventaja, ya sea física, técnica o táctica y trataremos de sacar ventaja defensiva de esas situaciones.

O por lo menos intentar que el ataque saque la menor ventaja posible de esas situaciones. Para conseguir estos objetivos tendremos que tratar de anticipar la ventaja más cómo da que buscará el ataque y trataremos de entorpecer esa acción obligándole a tomar una decisión no prevista.

La anticipación es uno de los aspectos más difíciles de conseguir en defensa pero merece la pena intentarlo, pues si se consigue llevar a cabo suele dar muy buenos resultados, y ya no sólo defensivos, sino que en muchas ocasiones suele transferir hacia canastas fáciles en el ataque. Para nosotros este concepto defensivo se basa en condicionar el ataque y tener respuestas previstas ya trabajadas para resolver estas situaciones defensivas.

Creemos que es muy difícil anticiparse al ataque sin haberlo condicionado antes de algún modo: para ello debemos llevar la iniciativa en defensa respecto al ataque. Esto no significa que la defensa debe ser siempre muy agresiva al balón y presionar, pues no siempre este es el modo de llevar la iniciativa.

Dependiendo del atacante y del equipo contrario, llevar la iniciativa puede ser justo al contrario: permitir que tire sobre bote y ser conservador respecto a las posibles penetraciones si ésta es la característica principal de generar juego de nuestro rival.

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Defensa del 1c1 al jugador con balón

Llevar la iniciativa puede ser alternar la estrategia defensiva al atacante con balón, de tal forma que no siempre le demos la misma salida o la misma solución y así permitir que no se acomode al problema que le estamos planteando.

En este punto vamos a plantearnos anticipar desde varios aspectos: orientar al atacante con balón, buscar desplazamientos defensivos para condicionar el ataque antes de que éste tome la iniciativa, entorpecer la acción presumiblemente prevista por el atacante y así poder anticipar su reacción y basarnos en lecturas del 1c1 y en ciertos aspectos del atacante que nos pueden dar pistas sobre lo que va a hacer en la siguiente acción.

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Orientación.

Uno de los aspectos más importantes para poder anticipar los movimientos dela atacante con balón es orientarle hacia un determinado espacio o situación para poder anticipar su reacción y así generar una situación de ventaja o evitar una situación de riesgo para la defensa.

Esta es una de las maneras más comunes de anticipar los movimientos del atacante con balón, pues al negarle un espacio o situación hace prever más fácilmente cuál será la reacción del atacante y así poder ajustar la defensa.

Para orientar al ataque, hace falta poner en práctica todos los elementos defensivos que hemos estado citando hasta ahora para lograr el fin de orientar hacia una determinada situación o espacio: colocación del cuerpo, uso de las manos, posición básica, desplazamientos, fintas y ciertos aspectos que aún no hemos llegado, como la intuición del defensor, la lectura de las características del atacante o las propias del defensor y la lectura de la situación de partido.

La combinación de estos elementos son los que nos van a dar la clave para llegar al objetivo de orientar al atacante con balón.

Podemos orientar al jugador con balón siempre hacia espacios, o hacia situaciones en las que la defensa pueda ganar ventaja.

Respecto a los espacios, se puede orientar el jugador con balón hacia las líneas del campo, tanto las de banda como las de fondo o la propia línea de medio campo. Esto es lo más habitual, porque dichas lineas pueden actuar como un defensor más y provocar situaciones de desigualdad favorable a la defensa, en situaciones de campo atrás o de tener que dar un mal pase porque me quedo sin espacio ante las líneas de banda o incluso malos tiros porque pierdo el ángulo de tiro en la línea de fondo.

Otra forma de orientar al atacante con balón muy habitual es negar el centro de la cancha. Esto suele pasar porque el sistema de defensa colectiva que tiene el equipo suele tener preparadas las ayudas, las segundas ayudas y las posteriores rotaciones defensivas para saltar hacia la línea de fondo.

En estos casos, la orientación es básica para negar el espacio central de la pista y así poder anticipar los movimientos del ataque. Es una forma muy habitual de llevar la iniciativa en defensa y de anticipar las posibles situaciones de peligro de canasta o falta.

Muchas veces se confunde negar un espacio o orientar hacia un determinado espacio el ceder el contrario de forma “gratuita”. En nuestra opinión, es un gran error, porque finalmente se le da una ventaja muy grande al ataque aunque se pueda anticipar lo que va a hacer, pues negar el centro no se debe confundir con “regalar” la línea de fondo.

No podemos olvidar, que aunque tratemos de anticipar al ataque y llevar la Pág. 23

Defensa del 1c1 al jugador con balón

iniciativa en defensa, ésta siempre reacciona a lo que decide el ataque y no al revés.

Orientamos, anticipamos, intuimos, pero tenemos que responder a lo que hace el atacante en cada acción si no queremos conceder más facilidades de las previstas.

Otra forma de orientar que se suma a negar el centro y a llevar a los atacantes a situaciones de ventaja utilizando las líneas del campo como un defensor más, es dar el centro de la pista y negar la línea de fondo. Esta forma está mucho menos explotada pero hay entrenadores y sistemas defensivos que prevén la línea de fondo como un punto débil a cubrir como prioritario por la defensa al jugador con balón.

Al igual que negando el centro, tendremos que utilizar todos los recursos defensivos a nuestro alcance para evitar que el jugador con balón escape o gane situaciones de ventaja por la línea de fondo.

Es cierto que esta forma de orientar al atacante no es muy utilizada como forma global de una defensa colectiva, pero sí es mucho más utilizada en determinadas situaciones de partido o de juego. Por ejemplo, en las esquinas, se puede ejecutar esta forma de orientar al balón si lo que queremos evitar es que nos ganen nuestra linea de fondo. O, un ejemplo mucho más claro, es la defensa al poste bajo, en la que un jugador con una mano muy dominante sobre la otra, queremos que juegue por su mano “mala” aunque para ello nos gane el centro.

Otra forma de orientar al balón es precisamente no darle ningún lado. Es decir, no orientar al balón también entendemos que es una forma de orientarlo, pues estamos negando un espacio, que es la línea recta entre el jugador con balón y el aro.

Podemos también orientar al jugador hacia el aro defendiéndole al revés, es decir, que el jugador con balón queda entre en aro y nosotros, de tal modo que le obliguemos a avanzar hacia canasta. Esta situación es muy típica cuando queremos que el atacante no consuma tiempo y precipite el ataque de su equipo.

Respecto a orientar al jugador con balón a determinadas situaciones, la mayoría de ellas se tratan de llevarle a situaciones de dos contra uno con otro defensor o incluso de tres contra uno si entendemos que las líneas que delimitan el campo son también defensores que pueden generar dificultades al jugador con balón.

Otras situaciones en las que se puede jugar con la distancia respecto al jugador con balón para orientarle a situaciones específicas son aquellas en las que le invitamos a que realice un tiro o le forzamos para que juegue una penetración, según las lectura que hagamos en cada situación y si con esto entendemos que sacamos ventaja como defensores.

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Desplazamiento.

Podemos tratar de anticiparnos a los movimientos del atacante con balón a través de nuestros desplazamientos defensivos. Este tema está muy unido al uso de las fintas para tratar de “engañar” al atacante y así poder prever qué reacción va a tener y tratar de anticiparnos para recuperar el balón o para generar una situación sin ventaja para el ataque.

Cuando hablamos de desplazamientos, no sólo nos referimos al desplazamiento defensivo propiamente dicho, el clásico, el que explicamos con la posición básica defensiva. Nos referimos a todos los movimientos, ya sean gestuales como desplazamientos propiamente dichos.

Una de las formas de anticipar el movimiento del atacante puede ser enseñarle una zona o espacio determinado para que el jugador con balón lea que por ahí tiene ventaja.

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Defensa del 1c1 al jugador con balón

Si me desplazo como defensor hacia un lado y le enseño la línea de fondo al atacante, es muy probable que el jugador con balón trate de aprovechar esa ventaja, pero como defensor he previsto esta situación y le enseño este espacio para reaccionar cuando observo que el atacante quiere aprovechar la ventaja y sobremarco esta zona para generar esa ventaja en defensa.

De este modo, puedo enseñar al atacante que estoy priorizando defender la penetración dejándole distancia con el cuerpo y las manos ocupando el espacio de escapatoria del atacante para reaccionar y negarle el tiro. O podemos proyectar la situación inversa, en la que parezca que le estemos invitando a rebasar hacia el aro pero en cuanto vemos que el atacante busca esta situación recuperar para taparle el camino al aro.

También podemos alternar estas dos situaciones jugando con fintas al atacante, del tal modo que le estemos cambiando la orientación constantemente o le estemos cambiado la distancia, la posición de las manos, negándole y concediéndole espacios para luego negárselos cuando trata de aprovecharlos el atacante con balón.

Podemos alternar los desplazamientos cambiando el ritmo de los mismos o la propia amplitud del desplazamiento tanto en los movimientos gestuales como en el desplazamiento defensivo, para buscar cambiar de ritmo al defensor y que siempre esté más preocupado del defensor que le está alternando y cambiando constantemente que de leer el juego o leer las ventajas que puedan tener los demás compañeros.

Como hemos dicho antes, todas estas opciones tienen mucho que ver con el tema de las fintas, pero el objetivo es claramente ofrecer una ventaja para luego sobremarcarla y sacar provecho de ello defensivamente, pues esperamos que esta sea la reacción del atacante con balón.

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Entorpecer la acción prevista.

Este item está muy relacionado con el anterior. Pues se trata de poner en ejecución lo que antes hemos explicado. Una vez que el atacante ha iniciado la acción, el objetivo es interponerse en su camino o tratar de entorpecer en todo lo posible al atacante.

Estamos hablando de puntear los tiros, ponerse en medio del camino del atacante para que nos tenga que esquivar, utilizar el cuerpo para chocar con el atacante, usar las manos para fintar o para entorpecer su campo de visión, cruzarse en un contraataque o alejarse cuando intuimos un pase, etc. Sobretodo nos basamos en un aspecto esencial para la anticipación defensiva como es la intuición.

El desarrollo de este aspecto es entrenable, se debe y se puede entrenar, pero entra en juego un componete claramente personal, del ámbito interno del jugador. Igual que hablamos de talento a la hora de atacar y ser capaz de generar ventaja con bastante facilidad, o en el mismo caso de leer y entender el juego ofensivo, también nos referimos a “talento” cuando hablamos de la intuición defensiva.

Quizá es un aspecto que no está tan premiado como el ofensivo, pero desde luego que cada vez se le va dando más valor y mucho más reconocimiento en general.

Para nosotros, este talento de ser intuitivo entra en juego a la hora de ser capaz de leer el juego y tratar de anticiparse a la acción del atacante y saber reaccionar y llevar a cabo el movimiento o los movimientos eficaces para abortar el peligro que nos genere el atacante.

A la hora de entorpecer una penetración, tengo que ser capaz de ponerme en medio en el momento justo o fintar al atacante para más tarde ocupar un espacio que le Pág. 25

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moleste lo suficiente para no realizar un buen tiro o un buen pase. Lo mismo ocurre cuando vamos a puntear un tiro, podemos jugar con la distancia, el contacto, el uso de las manos para tratar de sorprender al atacante y molestarle esa parte de la acción ofensiva que haga que no le permita desarrollarla de la mejor forma ni de la manera más cómoda.

En esta parte no hablamos de parar al balón o al jugador, sino de una vez que no hemos logrado hacer bien esa primera parte que nos lleva a una situación de máximo riesgo para la defensa, y tenemos que improvisar para intentar que el atacante con balón no consiga una canasta fácil. Por eso hablamos de entorpecer al balón y de molestarle lo máximo posible.

Este objetivo defensivo se consigue modificando la acción prevista del atacante y tendremos que poner a nuestra disposición todas las armas defensivas que tengamos, al servicio de nuestra intuición para tratar de anticipar el siguiente movimiento ofensivo para intentar perjudicarlo en la medida de lo posible.

Cuando hablamos de intuición o anticipación, no nos referimos a jugar a adivinos o elegir un lado como los porteros de fútbol, sino a tratar de descifrar una serie de condicionantes que hacen que el atacante con balón vaya a realizar una acción determinada y de este modo adelantarnos y anticiparnos como defensores para tratar de evitarla o modificarla en todo lo que podamos.

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Lecturas de uno contra uno.

Como seguimos hablando de anticipación, nos referimos a intuir la acción del atacante con balón para poder así defenderla. Esto está muy relacionado con la lectura del atacante, tanto de sus virtudes como de sus defectos. Pero en gran cantidad de ocasiones se nos olvida el hecho de no ser conscientes de nuestras propias limitaciones como defensores y entonces realizamos una mala lectura del uno contra uno, porque queremos defender más de lo que podemos o menos de lo que podríamos y no estamos llegando a ese punto óptimo para poder evitar la ventaja del atacante.

Las características del atacante están íntimamente relacionadas con las características del defensor, y de la lectura de unas y de otras saldrá la defensa que queremos realizar. Por ejemplo, un gran defensor del uno contra uno con balón a todo campo porque es físicamente potente, rápido y sabe utilizar las manos para generar ventaja sobre el atacante, puede estar haciendo un lectura equivocada de uno contra uno si al atacante que le toca marcar es un gran penetrador y lo que mejor hace es jugar en carrera o en velocidad. O justo el caso contrario, un jugador que le gusta jugar con pausa y no suele ir hacia dentro, aunque no tengamos asignado un defensor con unas características propias para presionar y poder recuperar esas situaciones de riesgo, deberá intentar cambiar el tipo de defensa para que el atacante juegue a lo que no quiera y con eso llevar la iniciativa en la defensa.

De todo ello hablaremos más adelante en la lectura del defensor, pero todos estos parámetros y todas las características que antes hemos explicado, deben llevar el elemento común de su uso defensivo para anticipar la acción del atacante y así poder solventar las situaciones de riesgo de canasta.

Hay muchos aspectos que me ayudan a anticipar sobre la acción del atacante va a realizar a continuación. Al igual que cuando hablamos de fintas defensivas o de enseñar un camino para luego sobremarcarlo, el jugador con balón suele hacer uso de las fintas para intentar sacar ventaja engañando al defensor. Pero muchas veces, esas fintas nos revelan detalles de que la acción no es definitiva, sino un engaño para luego realizar otra Pág. 26

Defensa del 1c1 al jugador con balón

con más comodidad.

Un ejemplo claro de esto es la posición de los pies que tenga el atacante para saber cuál será su próxima acción. El atacante nos está fintando el tiro pero vemos que sus piernas están preparadas para arrancar hacia canasta. Esto es un síntoma claro por el que podemos fijarnos y anticipar el movimiento defensivo para parar esa penetración.

Otro ejemplo sería en las fintas de salida, dónde el atacante quiere hacernos ver que va a salir por un lado para salir por el otro, pero sus manos nos dicen que el balón no se va a lanzar para arrancar porque dónde el atacante nos quiere hacer ver.

Todo esto son indicios que nos da el ataque que podemos leer como defensores y anticipar la mejor respuesta defensiva posible para resolver esa situación de peligro.

Ejercicio 14

Se juega un contraataque con dos pasadores en media pista en dónde el jugador que entra a canasta ataca en la otra mitad de pista al aro contrario contra los dos pasadores que después de dar el balón cambian de lado para defender ¼ de pista cada uno, siendo el primer pasador el que defiende la primera parte y el jugador que da el segundo pase el que defiende la parte final del ejercicio.

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Con este ejercicio queremos anticipar el movimiento del atacante y llevarle hacia un dos contra uno que se juega en la línea de medio campo justo en dónde se separan las dos zonas defensivas. Se trata de trabajar la orientación del atacante y llevarle al espacio dónde más le interesa a la defensa sin que escape fácil en un primer momento, pues eso significaría jugar un uno contra uno en carrera en la segunda parte del ejercicio.

7.- Rebote El rebote defensivo es la guinda de la culminación de una buena defensa, si conseguimos mantener una defensa agresiva, que provoque malos tiros o tiros al final de la posesión, es importante tener un buen bloqueo del rebote defensivo, ya que una de las acciones que mas daño hace a una defensa es realizar un gran trabajo defensivo logrando que realicen un mal tiro y perder ese rebote, teniendo que volver a realizar otra defensa, con el gasto energético y psicológico que eso provocará en los jugadores.

Por tanto es vital el trabajo del bloque del rebote defensivo, debemos inculcar a todos nuestros jugadores que es una acción grupal, todos tienen una responsabilidad al haber una acción de tiro, todos, ya que si cuatro de ellos trabajan bien el rebote defensivo pero uno de ellos no, se puede echar por tierra el trabajo de todo el equipo. Todos lo jugadores deben cerrar el rebote, tanto el jugador que defiende al tirador, como el jugador que defiende a los interiores y sobretodo especia cuidado a los jugadores que defienden a jugadores del lado débil del balón con los que no tienen contacto, ya que normalmente se esta a una distancia al estar en el lado de ayudas y esos jugadores suelen entrar fuerte al rebote ofensivo.

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Tras tiro.

El trabajo del rebote defensivo tras tiro es el mas fácil de trabajar, ya que nuestro defensor esta en situación de intensidad, tiene localizado evidentemente a su hombre y por tanto un contacto mas fácil con él para poder cerrar el rebote. Es importante que nuestro defensor parta de una situación de flexión a una distancia como ya hemos dicho no mas de un brazo extendido, para poder puntear el tiro y molestar con una de las manos y para que cuando se produce la suspensión del jugador con balón acercarse al jugador que tira, no saltar, que es uno de los errores mas comunes dar un pequeño salto, lanzado hacia delante una de las partes del cuerpo. Es importante acercarse al jugador y cuando cae contactar de forma perpendicular con el, chocando con el brazo y una vez que hemos contactado con él, girar nuestro cuerpo para ocupar todo el espacio posible estaremos flexionados, para evitar que pueda ir al rebote ofensivo. Como estamos de espaldas no podemos perder el contacto con el jugador, ya que no le vemos, usaremos los brazos para mantener el contacto con el jugador y poder reaccionar así ante cualquier movimiento hacia el balón del jugador que acaba de realizar el tiro. No sacaremos los brazos extendidos ya que son demasiado visibles y podrían pitarnos falta pero si en flexión hacia atrás, notando el movimiento del jugador con balón con los antebrazos.

Haremos especial hincapié en trabajar el contacto perpendicular al jugador, y luego girar una vez hemos contactado con el tirador.

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Tras penetración.

En la defensa del rebote del jugador que penetra es difícil hablar de cerrar el rebote porque evidentemente el jugador acaba muy cerca del aro, en tiros en penetración que acaban a mas distancia podemos hablar cerrar el rebote como si fuese en tiro, pero en penetraciones que acaban muy cerca del aro, vamos a hablar de la defensa en general.

Lo primero que intentaremos es molestar lo mas posible al jugador que realiza el lanzamiento, para ello intentaremos contactar con el balón cuando el jugador lo lleva a agarrado abajo y todavía no lo ha subido, haremos un moviendo de arriba abajo, pero con la mano palma de la mano perpendicular al suelo, no intentaremos golpear al balón con toda la palma, ya que como dijimos anteriormente la mayoría de las ocasiones acaban con la señalización de falta y en este caso puede acabar en canasta y tiro adicional. Por lo que buscaremos el contacto vertical con el balón para conseguir la perdida de control de balón.

Otra de las posible formas de defender una penetración, sobretodo a un jugador que acaba un contraataque es cruzarse en la trayectoria del jugador, no creemos demasiado en saltar para acabar taponando el lanzamiento, ya que aunque son jugadas muy espectaculares son poco frecuentes y suelen acabar en muchas de las ocasiones con canasta y falta o dos tiros libres. Por eso preferimos la opción de cruzarnos en la trayectoria del jugador por delante, para que el jugador que penetra tenga que estar pendiente de nosotros, modificar así la longitud de sus pasos, que pierda por un momento la referencia del aro, aumentando la probabilidad de fallo y no cargándonos con una falta absurda. En muchas ocasiones sobretodos en categorías de formación los jugadores no se esperan que en los pasos acabe cruzándoseles un defensor por lo que el efecto sorpresa es importante.

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Tras pase.

El bloqueo de un jugador que pasa a un tirador, en este caso el bloqueo del rebote es el movimiento básico que hemos explicado antes, tanto a estos jugadores como a jugadores que no pasen el balón y estén en el lado de ayudas, realizaremos el mismo movimiento. Explicaremos pues como trabajamos el bloqueo del rebote defensivo para jugadores que no tienen el balón.

Lo primero será no esperar al jugador que entra cargando el rebote ofensivo, sino que iremos a buscarle, ya que cuanto mas lejos paremos a ese jugador mas probabilidad de que el rebote caiga en una zona que este controlada por uno de nuestros jugadores.

Iniciaremos la carrera y cuando estemos cerca del atacante iremos disminuyendo la velocidad y girando nuestro cuerpo para contactar de forma vertical con el antebrazo para frenar el avance del jugador que entra al rebote ofensivo. Una vez que ya hemos contactado con él y frenado su trayectoria buscaremos ocupar el mayor espacio posible, para ellos nos flexionaremos para aguantar al jugador y ocupar un amplio espacio y que si nos quiere rodear su movimiento sea mayor. Para no perder el contacto con el jugador al estar de espaldas y no poder ver hacia donde se mueve, nuestros ojos serán nuestro antebrazos, los flexionáremos y sacaremos hacía atrás para buscar el contacto con el atacante una vez veamos hacia donde sale el rebote tomaremos la decisión de seguir bloqueando o dirigirnos a por el.

Ejercicio 15 Uno contra uno de un jugador en bote, el defensor estará a una distancia de medio metro o un metro máximo, no podrá salta a taponar el litro, deberá “solamente” molestar el tiro a canasta punteando el tiro. Para ello adelantará la pierna y la mano del cuerpo negando el medio, con esa mano punteará y una vez el jugador atacante cae al suelo contactará verticalmente con el tirador y girará flexionado. Tendrá que aguantar el bloqueo del rebote ofensivo hasta que el balón caiga al suelo y de el número de botes que nosotros consideremos. Por ejemplo si estamos empezando a trabajar el bloqueo directo y queremos que aguanten con el jugador detrás podremos decirles que no pueden ir a por el balón hasta que este haya dado un mini de 3 botes, si estamos trabajando la velocidad de ejecución podemos reducir el número de botes a uno.

Ejercicio 16 Jugador con balón que parte con medio metro de ventaja sobre el defensor, el defensor deberá recuperar esa desventaja y decidirá si cruzarse por delante del atacante para molestar en la penetración o buscar el contacto con el balón con la mano vertical al suelo cuando el jugador todavía no ha levantado la bola para poder tirar. Premiaremos la defensor que entorpezca al atacante y consiga que este no mete canasta, si mete canasta seguirá defendiendo, con esto buscaremos agresividad a la hora de usar la manos, y arriesgar en el contacto al principio o aprender a contar los pasos del penetrador para cruzarse en el momento mas oportuno.

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Ejercicio 17 2 x2, dentro de la línea de tres puntos el jugador con balón partirá desde el lado contrario a su compañero para que el defensor este en lado de ayudas, y decidirá si lanzar él o penetrar para doblar y acabar en tiro. Los atacantes siempre deberán acabar en tiro, nunca en penetración, los defensores tendrán que bloquear el rebote o de jugador que tira tras bote, o de jugador que está en el lado de ayudas, o de jugador que acaba de pasar. En todas ellas trabajaremos el contacto vertical y podremos aumentar o disminuir el tiempo de bloqueo de rebote según el número de botes que digamos que tiene que dar el balón antes de que los defensores puedan ir a buscar el balón.

8.- Uso de faltas.

Entendemos que todos planteamos defensas perfectas en dónde la falta no tiene cabida porque vamos a lograr resolver los problemas que nos plantee el ataque sin tener que llegar a utilizar este recurso.

Y hablamos de recurso porque pensamos que la falta es un recurso defensivo más.

Se pueden utilizar para muchas cosas igual que utilizamos que en un momento determinado del partido el árbitro nos pite una técnica.

En este caso nos vamos a referir a faltas al jugador con balón como medio de pararle o sacar ventaja defensiva a una acción que se supone que penaliza a la defensa.

Vamos a intentar darle la “vuelta a la tortilla” y hacer que la falta penalice al ataque y nos sirva en defensa para evitar situaciones de máximo riesgo.

Creemos que esta es la clave, pues no debemos utilizar la falta para otra cosa que no sea evitar de forma directa la canasta o situaciones de ventaja muy clara para el ataque.

Muchas veces, estas situaciones que parecen estratégicamente favorables para la defensa se nos vienen en contra y acabamos regalando al atacante dos tiros libres o Pág. 31

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situación de bandera en contra, con lo que el uso de la falta se hace mucho más difícil de interpretar.

Nosotros también podemos trabajar en esta dirección pero debemos ser conscientes de que no controlamos del todo esta situación pues hay un elemento ajeno a nosotros que es el árbitro y los cambios de reglamento que hacen que lo que hoy valga y conceda ventaja a la defensa mañana sea una penalización excesiva para la ventaja que íbamos a evitar al atacante.

En este punto también tenemos que hablar ya no sólo de la falta del defensor como ventaja o desventaja para el defensor, sino también al hecho de forzar faltas en ataque, que creemos que son trabajables aunque siempre generan cierto debate ético.

Hay gente que se postula a favor de exagerar ciertos movimientos para generar estas faltas en ataque con tal de sacar esta ventaja y ayudar a los árbitros de este modo a señalarlas y otra gente que prefiere que sea una acción natural de una buena defensa y no forzar ni llevar esta situación a ciertos límites porque consideran que es simular.

Nosotros no vamos a entrar en este debate ético, pero si que vamos a explicar ciertas formas en las que creemos que la defensa puede sacar ventaja al jugador con balón y que pueden ser trabajables y entrenables.

Por todo ello, en este punto vamos a centrarnos en el cuándo y el cómo forzar las faltas defensivas para sacar ventaja al atacante o resolver una situación de máximo peligro defensivo y el cómo provocar faltas en ataque del jugador con balón.

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Cuándo y cómo.

Hablamos que las faltas no son sólo una penalización arbitral por parar de un modo no deportivo al ataque sino que también las podemos utilizar como recurso defensivo, pues pueden evitar situaciones de canasta fácil para el equipo contrario que se puede convertir en un saque de fondo o de banda o en dos tiros libres a un mal tirador o en una situación de partido muy tensa, donde los porcentajes bajan considerablemente, sobretodo en determinadas categorías.

Respecto al cómo debemos hacer la falta, la intención debe ser siempre jugar el balón. Somos conscientes de que lo más probable es que haga falta por arriesgar en exceso mi defensa hacia el jugador con balón pero siempre debe quedar patente la intención de jugar el balón, por dos razones muy evidentes: la primera de ellas es que si no quiero jugar balón, puede que eso me genere un dos más uno al ir a otra parte del cuerpo y por tanto, el castigo defensivo que tenga la falta es mucho mayor que la recompensa obtenida, pues ya han metido la canasta que era lo que queríamos evitar. El segundo motivo es el propio reglamento, cada vez más estricto con este tipo de situaciones que se castigan con faltas antideportivas y volvemos al caso anterior, la penalización es mucho mayor que el rédito obtenido con la falta.

Cuando hablamos de hacer falta o arriesgar en una situación concreta en la que podemos llegar a ser penalizados con una falta, no nos referimos sólo al uso de las manos, sino también a la posición del cuerpo y al uso del contacto que le ofrezcamos al atacante con balón. En muchas ocasiones, este tipo de faltas por contactos en lo que el atacante no pierde mucha ventaja no se suelen castigar con falta, pero la sensación del jugador con balón es de sentirse presionado y la incomodidad de jugar de ese modo es evidente.

Un error bastante común que se suele cometer es confundir el hecho de ser agresivos y jugar con el límite de la falta es olvidarnos con esto de defender. Hay que ser Pág. 32

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congruente cuando les pides a los jugadores que defiendan agresivo al balón, pues sabemos que eso implica ciertos riesgos, tanto de falta como de veces que nos puedan romper en uno contra uno y generar una situación de superioridad ofensiva, pero no podemos pensar por ello que el defensor del balón tiene una responsabilidad individual de parar a su oponente y de recuperar en caso de que le hayan superado.

Hay equipos que basan buena parte de su defensa en el uso del contacto y en jugar con el límite de lo que es falta o lo que no unido al listón arbitral de cada encuentro.

Es una forma de defensa que incomoda mucho al ataque y que genera muchas ventajas en ciertas situaciones, donde se podría juzgar una acción como falta pero que no se pita y esto genera una opción de canasta fácil cuando la defensa pasa a ser ataque.

También hay que ser consciente de las desventajas que esto puede generar al entrar rápidamente en bonus y que el equipo contrario vaya al tiro libre en situaciones en las que hacer la falta sea una buena opción pero el hacerle genere una opción de canasta fácil yendo al tiro libre. O el hecho de tratar de evitar una canasta fácil para evitar un contraataque o una situación de máximo riesgo en la que el castigo final sea prácticamente el mismo que si no hubiéramos hecho la falta.

Otro aspecto negativo es el hecho de que los jugadores se vayan cargando de faltas y eso genere un problema ofensivo o defensivo en un futuro. Con plantillas largas dónde los jugadores pueden cambiar roles dependiendo del partido y de cada situación específica, es un tipo de defensa recomendable, pero con plantillas cortas dónde se depende ofensivamente de pocos jugadores, puede ser un lastre a la hora de jugar con jugadores importante cargados de faltas, pues las opciones intermedias de que una parte del equipo sea agresiva y genere contacto y una serie de jugadores sean mas conservadores en estos aspectos no es muy recomendable, pues el listón arbitral se suele poner un límite que suele perjudicar a los menos agresivos o el equipo contrario buscará esas situaciones de uno contra uno contra los jugadores menos agresivos para jugar más cómodos o cargarles de faltas.

En resumen, tanto con manos o con contactos del cuerpo a cuerpo, las faltas debemos hacerlas siempre buscando el balón y de modo que no sea más penalización hacerla que no hacerla.

Respecto a cuando hacer las faltas, suele estar muy ligado a la finalidad de la misma. La falta como recurso defensivo debería ser la última opción de evitar la canasta del equipo contrario, pues casi siempre es preferible parar el ataque con otros recursos defensivos, puede que estos no sean efectivos y tengamos que usar el recurso de la falta con último medio pare evitar la canasta fácil del jugador con balón.

Aunque también hay situaciones en las que es preferible hacer la falta antes que otros recursos. Aunque esto entraría también en la lectura del atacante y el la lectura de ciertas situaciones de partido, hay muchos jugadores que el hecho de hacerles falta de manera más o menos continua les hacen perder la concentración, o el hecho de hacerle una o dos faltas seguidas de forma contundente les provoca las misma situación. Hay otros jugadores que el hecho de no concederles canastas fáciles aunque sean buenos tiradores desde la línea de personal les lleva a una situación de frustración o de dejadez o incluso de rechazo al contacto que, dependiendo de los jugadores de los que se trate, puede ser beneficioso para la defensa hacer estas faltas no como último recurso defensivo.

Otro modo de utilizar las faltas es para parar el reloj y llevar al equipo contrario al tiro libre. Suelen ser situaciones en las que hay que recuperar bastantes puntos y se nos agota el tiempo para poder hacerlo, con lo que el fin es que el reloj no corra y ver si somos capaces de recuperar esa diferencia. La mayoría de las veces hay que esperar Pág. 33

Defensa del 1c1 al jugador con balón

una colaboración del ataque, no estando todo lo acertados desde la línea de un punto para poder hacer esta situación provechosa.

También podemos utilizar las faltas en los últimos minutos del partido si llevamos pocas falta de equipo y prevemos que podemos llegar a necesitarlas para mandar al otro equipo al tiro libre como hemos explicado en la situación anterior.

Otra de las situaciones en las que se puede hacer falta al jugador con balón es cuando el equipo que defiende lleva ventaja por varios puntos y queda poco tiempo. Si no está en bonus puede ser una buena opción para hacer que corra el reloj, esperar unos segundos antes que que el equipo atacante vaya a realizar la acción de lanzamiento y que de este modo tengan que empezar de nuevo a buscar esta situación. También en situaciones en las que se gana por tres puntos ante una última defensa en que que hacemos falta antes de que se realice el tiro de tres puntos para que sólo tengan dos tiros libres o en situaciones en las que podemos evitar la pérdida del partido ante una canasta fácil. Todo esto está muy relacionado con la toma de decisiones y la lectura del partido.

Uno de los aspectos más importantes a la hora de utilizar las faltas como recurso defensivo es el dónde. Hay zonas del campo en las que no es muy perjudicial y que pueden hacer evitar canastas fáciles. Sobretodo en acciones en las que ya hemos llegado tarde o ha habido un fallo defensivo y el atacante con balón va a conseguir una canasta fácil. Es esa situación mandarle al tiro libre es casi siempre una buena opción aunque dependiendo del partido y del jugador que tenga que hacer la falta a veces se concede porque se piensa que se penaliza más con la falta que con la canasta (pues suele dar situaciones de tiro libre que, al fin y al cabo, son situaciones que consideramos de canastas fáciles).

Otro tipo de acciones muy utilizadas es la falta táctica para parar el contraataque, aunque cada vez el reglamento es más severo con estas acciones y el castigo de la falta suele ser mayor que el beneficio que se saca con el hecho de parar el contraataque.

Muchas veces, se puede parar el mismo cargando el rebote ofensivo y hacer en ese espacio la falta, pues paras el contraataque y rara vez se pita antideportiva en esas situaciones, a no ser que el jugador que carga el rebote no tenga ninguna intención de cogerlo o en su defecto de tratar de conseguir el balón.

Un aspecto relacionado con el dónde que se trabaja mucho el a la hora de hacer faltas que jugador con balón no consiga con ello ir al tiro libre. Se pretende para la situación antes de que la misma le lleve a una acción de tiro y, por lo tanto, al cortarla la defensa en falta, conceder dos o tres tiros libres. Otro tema es el hecho de penalizar el dos más uno, con canasta y tiro adicional, para lo que se suele trabajar el uso de las manos para evitar toda acción de tiro en una canasta contundente o el hecho de evitar el contacto cuando la canasta parece definitiva no vaya ser que el árbitro pite ese contacto mínimo y nos genere ese dos más uno tan odiado por el gremio de los entrenadores.

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Provocar faltas en ataque.

La falta en ataque es una acción totalmente entrenable y trabajable. Pero se trata de una situación comprometida y polémica porque siempre hay voces discordantes por el tema de simular o exagerar el contacto. Muchas veces se entra en un círculo vicioso porque los unos atacan el hecho de simular o exagerar mientras el otro bando asegura que es la única forma de que los árbitros penalicen esta acción, incluso hablan de ayudarles a pitar de esta forma.

El trabajo de falta en ataque es complejo porque requiere una serie de Pág. 34

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características previas que el jugador ya debe tener asimiladas para poder llegar a este escalón más que supone este trabajo defensivo. Nos vamos a basar mucho en aspectos relacionados con la distancia al jugador con balón, el trabajo previo de llevar la iniciativa para que el atacante trate de romper hacia el aro y anticiparse a esta acción para colocarse en el momento adecuado en el camino del jugador con balón para generar el contacto y que se cometa la infracción.

En este sentido, es muy importante la intuición del defensor y la capacidad de anticipación que tenga éste, pues la falta en ataque se basa en llegar un instante antes que el atacante y se genere ese contacto que provoque que la defensa recupere el balón.

El contacto debe generarse en el torso del defensor que deberá evitar el contacto con las manos en el atacante para evitar que la falta se pite al contrario y, de una situación de recuperación pasemos a una penalización para la defensa. El defensor debe llegar justo antes que el atacante y aprovechar el inercia de este para que se produzca contacto en el pecho para generar el desplazamiento del defensor y que sea falta en ataque.

Además del proceso de anticipación que supone forzar la falta al jugador con balón, hay un trabajo previo de iniciativa defensiva en la que no podemos dejar que el atacante lea con facilidad y esté cómodo botando el balón, pues seguramente eso nos genere una falta defensiva más que ofensiva. Una vez que somos capaces de hacer este trabajo y llegamos a generar el contacto que puede provocar la falta en ataque podemos ayudar dejándonos caer para ayudar al árbitro a pitar. Entiendo el debate que esto puede generar, sobretodo ético, pero es cierto que muchas veces el trabajo de defensa es perfecto, logras todos los objetivos anteriores y, dependiendo de si caes al suelo o no, la falta puede variar, de ataque a defensa. También puede ir acompañado por un pequeño grito que también ayude a pitar la misma.

El problema que tenemos con este aspecto es que el arbitraje se está endureciendo y está castigando el simular, cosa que no estamos fomentando desde aquí, sólo que si es falta en ataque vamos a ayudar a que se pite. También existe un pequeño paso entre la falta en ataque y la falta técnica al defensor por simular. La línea que las separa es estrecha y depende de la interpretación arbitral, lo que hace que se pueda jugar con la picaresca y con este aspecto sin unos parámetros fijos que nos ayuden a trabajar este concepto.

Ejercicio 18 Tres jugadores en las posiciones que vemos en el diagrama en dónde juegan una inversión completa de balón con pase. El primer jugador que se encuentra en la esquina va a defender al último jugador que ha recibido el balón 1c1 al aro en dónde se encuentran. Si no hay canasta fácil, se juega otra inversión de balón con un pase a las esquina contraria y el defensor debe hacer una segunda defensa en recuperación.

Este ejercicio puede ser muy útil para trabajar la orientación que queremos darle al atacante, el uso de fintas, lectura del defensor, uso de manos, etc. pero también podemos trabajar el uso de la falta como último recurso. Y aquí entraría el cómo, ya que se deben acostumbrar a que si no pueden pararle, como última opción puedo ir a robar el balón y evitar la canasta fácil aunque con ello haga falta.

Si la norma es que ninguno de los atacantes puede escapar de la defensa para hacer una bandeja completamente sólo pero tampoco puede haber un tiro sin puntear, les obligamos a recuperar hasta el atacante con balón y que traten de jugar con fintas y Pág. 35

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anticipar el movimiento del atacante. Como último recurso buscar el balón para que no haga bandeja el jugador con balón, ninguno de los dos.

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9.- Lectura del defensor.

Para la defensa del jugador con balón es muy útil el conocer las características del jugador que tengo que parar. Para esto debemos de fijarnos en aspectos físicos del atacante así como de sus características técnicas. Una parte importante de estos aspectos son los movimientos habituales que suele hacer el atacante.

Muchas veces, una buena defensa a un jugador que tiene unas características determinadas, no es pararle de cualquier manera sino intentar que no haga sus movimientos habituales y así obligarle a hacer las cosas que no hace habitualmente aunque le demos una pequeña ventaja es otros aspectos.

A su vez, para hacer esta lectura defensiva, no sólo tengo que centrarme en el jugador atacante, sino que debo ser consciente de las limitaciones y las virtudes del propio defensor para poder hacer una mejor defensa del jugador con balón.

Queremos llegar a un punto en común entre las virtudes del defensor y los defectos del atacante, es decir, hacer que el atacante no se sienta cómodo y obligarle a hacer cosas que habitualmente no forman parte de su repertorio ofensivo y hacer que nuestro defensor se sienta cómodo y vaya ganado confianza en esa defensa que les estamos pidiendo que haga.

Normalmente, cuando hablamos de hacer una lectura del atacante al que nos toca tomar como par, no nos referimos sólo a ese tipo de defensas mixtas en las que queremos parar al jugador que más daño nos hace del equipo contrario, sino hacer una defensa selectiva de cada jugador de forma individual, ayudando si se que mi jugador no es peligroso o siendo capaz de poner estos criterios básicos en una defensa zonal en la que voy a tener varios atacantes que parar con balón en mi zona de responsabilidad defensiva.

En otras ocasiones, la defensa selectiva a un jugador determinado, viene de forma anterior a que tenga el balón, condicionando al jugador que tiene balón en esos momentos. En esto, si queremos defender a un jugador importante, los entrenadores solemos pedir a nuestros jugadores que aprieten la línea de pase para que no entre en juego o que cuando tenga en balón centrarnos mucho todo el equipo en parar a ese atacante.

Nosotros también queremos proponer una alternativa a esto: ser capaces de condicionar al atacante con balón que le debe hacer llegar el balón al jugador que no nos interesa tener que defender con balón.

Podríamos pensar que se trata de una situación de táctica colectiva o de una defensa al jugador sin balón, pero, sin embargo, se basa en una lectura previa en la que se tienen que ejecutar una serie de normas o prioridades defensivas para darle una ventaja u orientar al jugador con balón para que elija una opción que creemos menos dañina para todo el equipo.

A partir de ahora, vamos a dar una serie de condicionantes o de formas de actuar en la defensa del jugador con balón, desde dos puntos de vista, el de las características del atacante y el de las características del defensor.

La buena defensa será la que sea capaz de encontrar un equilibrio y un punto en común entre estos dos aspectos, no las que sólo se centre en uno de las dos variables sin tener en cuenta las demás opciones, como hemos dicho antes.

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Características del atacante.

En este aspecto tenemos que estudiar las características del jugador con balón, pero tanto las positivas como las negativas. En muchas ocasiones nos planteamos el hecho de estudiar qué es lo que mejor hace el contrario, pero no nos planteamos qué es lo que peor hace, de tal modo que podamos ganar ventaja como defensores llevándole a situaciones que no sólo no le beneficien, sino que también le sean perjudiciales.

Podemos observar la mano dominante del atacante, las acciones ofensivas que suele realizar, cómo finaliza las acciones, si es penetrador o tirador, etc. y se puede afinar mucho más hacia acciones características del propio jugador en las que son movimientos específicos suyos, momentos de partido en lo que aparece y desaparece o situaciones que busca constantemente.

Todo ello nos puede ayudar a hacer una defensa mucho más específica y ajustar a las características del atacante con balón, del tal modo que la defensa sea mucho más efectiva. Por ejemplo, dar distancia si no es un buen tirador para que no juegue fácil el uno contra uno, o sobremarcar el lado derecho si suele tratar de escapar del defensor hacia el aro por ese lado, o si suele parar y tirar o sin embargo o tira de tres o busca la bandeja, si suele asistir cuando se acerca al aro o trata siempre de finalizar, y un largo etcétera de situaciones que pueden darse y características que los jugadores pueden tener.

El problema que puede surgir es obsesionarse con estas situaciones y dejar desprotegidas otras acciones que pueden ser muy dañinas para la defensa. Este puede ser uno de los problemas de llevar el extremo este tipo de lecturas que siempre ayudan a justar la defensa y a ayudar a priorizar y a mejorar nuestra defensa al jugador con balón.

Otro posible problema es no ser consciente de que ciertos jugadores te van a hacer daño con una serie de características y que, es casi imposible pararles por completo, pero con el hecho de disminuir el daño que hagan a la defensa con ciertas acciones o que se sientan incómodos jugando y tengan que hacer cosas a las que no están acostumbrados, ya es un éxito defensivo.

Se trata de modificar al atacante con balón y llevar esa iniciativa defensiva que nos permita reducir el riesgo de canasta. Por ello es muy útil ser consciente de las características del jugador que tengo que defender, pero mucho más es saber qué soluciones tengo que poner en práctica y cuando llevarlas a cabo. Nos serán muy útiles todas las variables que hemos explicado en puntos anteriores, de tal modo que su combinación nos lleve a realizar la defensa que buscamos para neutralizar el ataque.

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Características del defensor.

Cuando hablamos de ajustar la defensa según las características del atacante, también debemos tener en cuenta las características del defensor para llevar a cabo las respuestas y soluciones defensivas que nos permitan solventar las situaciones de riesgo que produzca el ataque. Pueden existir varias formas diferentes de solventar una situación ofensiva, y la mejor solución suele ser aquella que es más acorde con las características del defensor.

Dependiendo de si el defensor es más rápido, intuitivo, tiene facilidad de desplazamiento, dependiendo de sus características físicas, capacidad de anticipación, velocidad gestual, etc. buscaremos unas soluciones u otras respecto al mismo problema, que vienen dado por las características del atacante con balón y lo que es capaz de hacer Pág. 38

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con él.

Por ejemplo, en la defensa al poste bajo, las características físicas del defensor pueden marcar la forma de defender al jugador con balón. Si el defensor es más grande podemos defender por detrás hasta que reciba el balón y una vez que reciba podemos darle distancia con una mano al tiro. Por el contrario, si somos mas pequeños podemos tratar de defender por delante o en ¾ para tratar que no reciba y si recibe podemos pegarnos y darle salida por un lado (el que menos cómodo sea para el atacante) y tratar de anticipar sobre él para generar una ventaja u ofrecer un dos contra uno al jugador atacante.

De este modo podemos priorizar y dar una serie de normas defensivas, siempre buscando optimizar las características de nuestros defensores para neutralizar las posibles situaciones de riesgo que nos generen los atacantes.

Se trata de combinar todos los elementos explicados hasta ahora con las características físicas y tácticas de nuestros defensores, de tal modo que el uso de manos, la distancia respecto al defensor, la posición del cuerpo, la orientación que le demos al atacante, las fintas defensivas que le hagamos o las posibles faltas que utilicemos para frenar al atacante, de tal manera que escondamos nuestras deficiencias como defensores o que optimicemos estos elementos para neutralizar las características del atacante.

Ejercicio 19 Se juega un 1c1 desde 6,25 en dónde colocamos al defensor con balón y al atacante sin balón en las posiciones de doble base. El ejercicio comienza cuando el defensor pasa el balón al atacante que debe esperar a tenerlo en las manos para poder arrancar hacia canasta. En ese momento el defensor trata de parar la penetración del atacante. El objetivo es pararle antes de que nos haga una bandeja.

Para este ejercicio podemos trabajar el uso de fintas, la distancia con el defensor en recuperaciones, el uso de fintas para tratar de anticipar el movimiento del ataque, etc.

Pero podemos fijar como objetivo el hecho de leer las características del atacante y las mías propias como defensor para intentar parar el juego del jugador que trata de entrar a canasta.

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Deberíamos fijarnos con qué mano es capaz de finalizar mejor, si prefiere parar y tirar antes que jugar con el contacto, si trata de jugar con fintas para entrar por un lado o por otro y mis propias características como defensor, por si soy capaz de llegar antes que él, si le doy un camino porque soy mucho mas grande y lento y me interesa que lleguemos a la situación de contacto, etc.

10.- Lectura defensiva del partido.

Sin olvidarnos del punto anterior, en el que condicionábamos nuestra defensa dependiendo de las características del atacante y las propias del defensor, tenemos que ser capaces de hacer una lectura de la defensa al jugador con balón dependiendo de la competición y del momento del partido en que nos encontramos.

Aquí volvemos a tener muchas variables a tener en cuenta: el cuarto en el que nos encontramos, si tenemos bonus de faltas, el marcador, los límites que han puesto los árbitros, las acciones previas al momento de defender ese uno contra uno con balón, la altura de temporada en que estamos, la clasificación del equipo contrario, si venimos de hacer dos canastas seguidas, dos buenas defensas o viceversa, y un sin fin de etcéteras que pueden marcar el que una decisión sea correcta o incorrecta.

La mayoría de estos aspectos son inconscientes y según el jugador va teniendo una experiencia y va adquiriendo madurez, se suelen dar respuestas comunes y automáticas.

Pero sobretodo con jugadores en edad de formación, tenemos que orientar estas respuestas automáticas e interiorizarlas, no quedarnos en la pura técnica defensiva o en la lectura simple del uno contra uno al jugador con balón sin tener en cuenta todos los demás aspectos que acabamos de citar.

Muchas veces se pueden crear buenos defensores sin un gran despliegue físico, sino a base de tomar buenas decisiones y condicionar el ataque para dar un respuesta esperada en lugar de ir como defensor siempre después de lo que haga el ataque.

Se trata de entender que es lo que el equipo necesita en cada momento del partido y ser capaz de priorizar las alternativas defensivas que tengamos, de tal modo que consigamos hacer que el atacante con balón nos haga el menor daño posible.

Esto es entrenable, y se le debe plantear al jugador esta serie de problemas en los entrenamientos, no sólo dejar estos aspectos para el día de la competición. Se trata de dar el salto cualitativo defensivo y llevar la iniciativa sobre el atacante con balón.

En este punto nos vamos a basar en dos aspectos que van unidos de la mano: la toma de decisiones defensivas con los condicionantes mencionados y la intuición e iniciativa defensiva que tenga el jugador.

Este último aspecto creemos que es el que marca la diferencia en defensa y lo que solemos llamar talento, pues nos permitirá ir un paso por delante del atacante y así poder sacarle ventaja. Si a esta variable le añadimos una buena lectura de partido y una correcta toma de decisiones defensivas, tendremos grandes opciones de evitar peligro en la defensa del uno contra uno del jugador con balón.

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Defensa del 1c1 al jugador con balón

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Toma de decisiones.

Este aspecto es un elemento que sucede constantemente en baloncesto. Tanto en ataque como en defensa, por las características de nuestro deporte. Y en la mayoría de ocasiones, el éxito o fracaso de una acción depende de que esa toma de decisiones sea correcta o incorrecta, incluso muchas veces por encima de la ejecución técnica de la misma. Por eso, tener jugadores que tomen buenas decisiones es fundamental para poder ser competitivo y esto es porque entienden el juego más allá de situaciones aisladas que hay que realizar.

Con esto queremos decir, que no sólo podemos limitarnos a decir que una acción de defiende de una determinada forma por las características de la situación, del atacante y del defensor, sino que todo ello está metido en un contexto que marca que la decisión de defenderlo de una u otra manera pueda ser acertada o equivocada, más allá que el resultado sea un éxito o un fracaso para la defensa.

Por ello, debemos contextualizar esta toma de decisiones dentro del marco de la competición, porque una decisión, con los elementos que ésta pone en relieve, puede ser buena o mala dependiendo del momento de partido que se haga o incluso de la altura de temporada en que nos encontremos.

Por ejemplo, hay momentos en los que tendremos que defender con cierta distancia y negar ciertos espacios a un atacante que sea un buen penetrador para que no nos haga daño con situaciones de ventaja para sus características y, dentro del mismo partido con el mismo atacante y el mismo defensor, podremos presionarle porque nos interesa acelerar las acciones del equipo contrario aunque parezca que va en contra de la lógica del atacante al que me estoy enfrentando como defensor.

Al igual, no es lo mismo hacer falta para parar un contraataque si mi equipo ya está con “bandera” y mando al equipo contrario al tiro libre o si yo mismo como defensor supone un número de faltas que hace que tenga que ser sustituido si en ese momento mi equipo necesita que esté en el campo por mis características.

Esta toma de decisiones que debe hacer el jugador y darse cuenta del momento de partido en que se encuentra y de las necesidades generales que mantiene el equipo en ese determinado momento viene marcada por el propio aprendizaje del jugador y la lectura del partido que haga. En este caso la toma de decisiones es algo que viene marcado de forma individual, porque aunque el mensaje desde el banquillo sea uno, el jugador al final es el que está dentro de la cancha y es el que toma la última decisión para ejecutarla y llevarla a cabo.

Para ello también entra en juego la intuición del propio jugador, que no es más que el hecho de leer los indicios que le está dando el atacante con balón para ser capaz de elaborar una predicción del la respuesta futura del atacante y tomar una decisión correcta para defenderlo, teniendo en cuenta todos los factores que antes hemos explicado, combinándolos de tal modo que ejecutados por el defensor le llevan al éxito defensivo y le permitan resolver la situación de peligro generada por el atacante.

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Intuición.

Es algo que es muy difícil de entrenar. Se pueden entrenar situaciones más o menos estándar que el jugador puede aprender y asimilar para poder dar incluso varias respuestas satisfactorias defensivamente hablando. Pero esto se basará en un aprendizaje previo y una lectura en un momento determinado de una acción del jugador Pág. 41

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con balón que le permita tomar una decisión y llevarla a cabo para abortar el ataque.

Podemos entender esto como intuición, pero podemos tratar de ir más allá y hablar de talento defensivo. Sin duda, este hecho viene marcado por la intuición del defensor, que es capaz de prever y anticipar la acción del atacante y ejecutar una selección de elementos defensivos en el momento adecuado y abortar con ello el ataque tomando una buena decisión defensiva.

Pero no tiene por qué ser una decisión que hemos dado como solución el problema que nos planteaba el ataque, sino puede ser otra respuesta que ha encontrado el defensor a esa situación propuesta. Esto nos lleva a pensar que esta intuición e iniciativa defensiva del defensor es porque es capaz de entender lo que va a suceder y llevar a cabo una selección de elementos defensivos (tanto previstos como improvisados) que le lleven a neutralizar al atacante.

Como entrenadores, debemos orientar y fomentar la toma de decisiones (no sólo ofensivas) y no coartar este tipo de actividades defensivas basadas en la intuición de los jugadores. Pensamos que debemos incluso premiarlas aunque el resultado no sea siempre el más positivo para nuestra defensa, porque el jugador ha creído ver una ventaja defensiva y ha tratado de aprovecharla, lo cuál puede ser un futuro éxito o solución para nuestra defensa.

Esto puede se muy relativo, pues puede darse el caso que el premiar este tipo de acciones signifique una salida constante de la disciplina del equipo pero, al igual que damos muchas veces la iniciativa ofensiva a nuestros jugadores con mayor talento ofensivo, ¿por qué no hacer lo mismo en defensa?

Se trata de ofrecer respuestas defensivas ante problemas que nos genere el ataque y podamos sorprenderles y recuperar el balón, aunque la respuesta que hayan tomado nuestros jugadores no sea la académicamente correcta.

El baloncesto es un juego para los jugadores, que son los que constantemente lo evolucionan, tanto ofensiva como defensivamente, aunque defensivamente les demos siempre por sistema mucha menos iniciativa para tomar decisiones y el guión del entrenador suele ser mucho más rígido. Podemos crear jugadores creativos y con talento defensivo, pero para ello tenemos que dejar que se expresen dentro de la pista y favorecer estas situaciones.

Ejercicio 20 Se juega 3c3 en todo campo en dónde el equipo que ataca parte de una posición más cercana al aro que la defensa. El ejercicio comienza con balón en la defensa que debe pasar al ataque para que juegue hacia el aro contrario. De los 3 atacantes, uno tiene que pisar una linea de fondo para atacar y el otro que no tiene balón debe pisar la otra línea de fondo antes de empezar a atacar. Los 3 defensores salen desde que uno de ellos lanza el pase a parar al balón.

Con este ejercicio queremos incidir en la defensa de 1c1 al balón dónde hay que recuperar una desventaja y pararle para que no vea ninguno de los posibles pases que tienen el resto de atacantes.

Podemos trabajar muchas opciones del 1c1. Una de ellas podría ser trabajar situaciones de partido en las que queremos acelerar al equipo contrario y que haga acciones rápidas en las que incluso podemos tratar de defender por detrás al balón para llevarle al aro (orientar) o podemos trabajar justo la situación inversa, tratando de frenar una situación de máximo riesgo de canasta cuando se va por encima en el marcador en la Pág. 42

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que es importante frenar al balón y a partir de ahí trabajar para frenar esas situaciones de 1c1 con balón tras pase en carrera.

11.- Valoración personal.

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Alfonso:

El motivo de que hayamos elegido el 1x1 desde su vertiente defensiva en mi caso ha sido motivado por que quizás sea la faceta que mas deficiente veo como entrenador en todos los equipos que entrenado hasta ahora. Creo que es dónde mas lagunas tanto técnicas como de ejercicios tengo y seguro a la que menos horas dedico en mis entrenamientos por ese pequeño defecto que tenemos casi todos los entrenadores de pretender que nuestros equipos jueguen bien y creemos que eso simplemente el ataque.

Una vez explicado que es lo que ha motivado nuestra elección, por lo menos por mi parte, la valoración que hago del trabajo es positiva, es cierto que posiblemente podríamos haberle sacado mucho mas partido si hubiéramos sacado mucho mas provecho a nuestros trabajo si le hubiéramos dedicado mas horas al trabajo en grupo y a debatir sobre los ejercicios, las cuestiones técnica de porque elegimos esta forma y no aquella, o que pretendemos con esto, sus pros y sus contras, porque de toda interacción entre varios entrenadores te puede aportar por cosas que nos e te habían ocurrido o porque surgen preguntas o puntos de vistas que ni si quiera te habías planteado. Pero Pág. 43

Defensa del 1c1 al jugador con balón

aunque nos hemos reunido menos de lo que nos habría gustado, hemos tenido varias reuniones para elaborar el trabajo que han abierto nuevos puntos de vistas que no tenía y han suscitado en mi preguntas que antes no me hacían además de ver como de un mismo ejercicio modificando pequeños detalles podemos corregir o trabajar cosas diferentes.

A parte de las charlas que hemos tenido también el material que hemos leído y conversaciones con otros entrenadores a los que les he comentado de que trabajaba nuestro proyecto ha enriquecido y aumentado mis conocimientos.

Por lo tanto la valoración del trabajo no puede ser otra que positiva, ya que ha servido para lo que pretendía, que era mejorar mis conocimientos sobre la defensa del jugador con balón y aunque se nos han quedado muchos campos por cubrir y otros cubierto de una forma no lo suficientemente amplia, estoy y podría decir estamos bastante contentos con el resultado final de nuestro trabajo.

Por último los apartados del trabajo que he realizado de forma mas individual y de los que me encargaba en su mayor parte han sido: 1.- Posición espacial.

2.- Posición física.

3.- Desplazamiento defensivo.

5.- Fintas.

7.- Rebote.

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Jorge:

Este trabajo me ha servido para plantearme aspectos defensivos que nunca me había planteado. Me ha hecho reflexionar, preguntar, leer, en definitiva, buscar información para aspectos defensivos que no sabía que se podían trabajar o aprender nuevas formas de trabajarlos.

Me gusta especialmente el tema de la defensa y la defensa al balón porque es algo que creo que no está todo lo bien trabajado que se debería e, investigar sobre ello me ha ayudado a poner ciertos temas claros en mi cabeza y muchos otros trabajarlos con mi equipo.

También me ha ayudado el hecho de hacerlo en grupo, porque siempre tienes una visión externa de las cosas aparte de la tuya, lo que es sin duda, muy positivo porque, aunque dos personas piensen que hay que defender de una determinada forma, siempre hay matices que se hacen diferentes o detalles a lo que les das un valor diferente.

Una de las partes por las que más valoro el trabajo no es el hecho de haberlo hecho y que el tema quede zanjado aquí, sino que seguro que nos seguimos viendo y seguimos debatiendo y analizando el tema. Puntos de vista, cosas que hemos probado con nuestros equipos, etc. que nos hacen seguir ampliando el tema y valorando futuras acciones sobre la defensa del uno contra uno.

Por último los apartados del trabajo que he realizado de forma mas individual y de los que me encargaba en su mayor parte han sido: Pág. 44

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4.- Uso de manos.

6.- Anticipación.

8.- Uso de faltas.

9.- Lectura del atacante.

10.- Lectura defensiva del partido.

12.- Bibliografía.

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Apuntes del CES 08 en las clases de Alfred Julbe “Construcción de la defensa” (Málaga, Julio 2008).

Artículo de Dusko Ivanovic “Conceptos defensivos básicos” (Revista Clinic Nº 80).

Artículo de Trifón Poch “El trabajo defensivo en los entrenamientos” (Revista Clinic Nº 78).

Artículo de Zeljko Obradovic “Defensas especiales: traps a jugadores exteriores” (Revista Clinic Nº 78).

Curso de Segundo Nivel FEB “Fundamentos Individuales II” (Escuela Nacional de Entrenadores, Antonio de Torres Moreno y Nieves Arjonilla López).

“Contrucción de defensa individual” Javier Arredondo (JGBASKET.com : http://www.jgbasket.com/20060218_conferencia_javier_arredondo_defensa_individual _san_agustin.htm) Aíto García Reneses (http://personal.telefonica.terra.es/web/aito/clinics.htm).

“Fundamentos Defensivos” (http://www.ctv.es/USERS/tarso/Curso1.html).

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