Propuesta de trabajo en categorías de formación, por Jesús Trueba Hay un primer detalle que personalmente me gustaría comentar. No me convence el nombre de categorías de formación. Me parece engañoso. Llamamos categorías de formación a las categorías en las que sus jugadores/as no tienen edad para competir en categoría senior. ¿Qué pasa, que una vez que se es senior no se puede aprender, mejorar, progresar...? Al contrario, como formadores/as no debemos olvidar que este debe ser uno de nuestros objetivos, que el jugador/a sea capaz de aprender y de mejorar en todos los aspectos cada día de su vida. Como decía el maestro JOHN WOODEN, haz de cada día tu obra maestra. Me parece algo fundamental que debemos tener muy presente y que tenemos que inculcar a nuestros chicos/as para su vida, tanto personal como deportiva. Algo en lo que Jesús Trueba quiso hacer hincapié fue en que este era su primer clínic de ese lado del micrófono y que era consciente de que si estaba ahí era porque era jefe de cantera de un grande, pero que también tenía claro que no sabía más de baloncesto que hacía 8 meses, cuando estaba en un club y en un puesto más modesto. La moraleja la señaló él mismo: Escuchad a los que tenéis al lado antes de que tengáis que pagarle para hacerlo. La premisa fundamental de la que parte es que hay cosas que no se consiguen con trabajo. Hace falta talento, por pequeño que sea: sin talento de poco vale el trabajo. Como entrenadores/as debemos buscar donde sea los mejores talentos e ir a por ellos. Da igual que estudien en otro centro, hagan otro deporte... Este es el 70% de los entrenadores/as de la NCAA. Una vez localizado un talento debemos invitarlo a entrenar e insistirle para que venga a entrenar. Este método (que muchos de los que estamos en clubs pequeños no compartimos), propugnado por el gran RANKO ZERAVICA, tiene la ventaja de no tener que echar a nadie, algo muy desagradable, que da mala prensa y puede coartar futuros fichajes. Además podemos evitar que otros clubs se nos adelanten. LA FIGURA DEL ENTRENADOR/A Un entrenador o entrenadora, da igual la categoría, tiene un poco de profesor, de educador, de padre, de chófer, de ojeador,... Y de manager, es decir, que tiene la responsabilidad de formar un equipo coherente para competir y mejorar. Cada entrenador/a tiene que mimar su carrera. No hablamos de tener un buen currículum vitae, no conozco ningún entrenador/a que haya sido fichado/a por un papel. Hablamos de formarse. Cada cual tiene que saber lo que quiere ser y los caminos que debemos tomar. No es lo mismo querer ser un entrenador/a de elite que querer ser un buen entrenador/a de juniors en un colegio, a pesar de que el que dirige los juniors puede ser tan bueno como el de élite. Hay magníficos entrenadores/as por ahí. En este aspecto, debemos pensar que los clubs usan a los entrenadores/as, que a veces nos roban tiempo para aprender y nos estancamos. Debemos dedicarle tiempo a nuestra formación, bien asistiendo a clínics, a entrenamientos de otras personas y a sus partidos, viendo otras categorías. A veces para tener este tiempo es preciso decir NO a algunas buenas ofertas que nos lleguen y, en vez de entrenar tres equipos, entrenar sólo a un equipo de mini o tomarse un año sabático... Los clubs deben colaborar en nuestra formación, lo que sin duda va a redundar en la mejora de nuestros jugadores/as. Un detalle fundamental de la labor del entrenador/a es el cuidado de los intangibles. Debemos hablar con nuestros chicos y chicas, con sus padres, con sus profesores... Que vean que nos importan y que queremos conocerles y ayudarles. Queremos formar buenas personas, contribuir a su formación integral, conseguir gente de la que nos podamos sentir orgullosos/as y que el día de mañana no sea mediocre. Debemos ir amueblando su cabeza para que no lo hagan otros (padres, público, novia...) y coarten su progresión. También debemos prestar atención a su cultura deportiva, que su compromiso con el equipo, el club, que el deporte empape su vida. ¿Qué clase de deportista estamos formando si cada sábado se coge una tremenda menopea? PAUTAS PARA CADA ETAPA DE FORMACIÓN Estas son la ideas que el Real Madrid quiere para sus equipos. Dado que partimos de la premisa de que sin talento de poco vale el trabajo, lo más importante será buscarlo y hacer un proceso constante de SELECCIÓN. En las categorías mini e infantil, el elemento que va a presidir la selección es la capacidad de aprender, el tener una gran atención, motivación y ganas de trabajar. En esta etapa debemos generar ilusión y ganas de jugar al baloncesto, pues si quieren llegar lejos aún les queda mucho que trabajar. Va a ser fundamental el enseñarles a entrenar, a que estén atentos y concentrados, que tomen decisiones, que estén seguros/as de sí mismos/as, que sean competitivos/as. Debemos enseñarles ejercicios y juegos divertidos, que quieran hacer fuera de los entrenos, lo que nos dará un importante tiempo extra de entrenamiento. Un defecto que como entrenadores/as debemos corregir es el ser entrenadores de bolsillo, esos que están siempre
corrigiendo, diciendo en todo momento lo que hay que hacer. La única manera de que aprendan es equivocándose, el error está permitido, no hay prisa ni presión. Respecto al trabajo técnico, tenemos en cuenta una serie de consideraciones. Primero, no podemos exigir una técnica perfecta porque su nivel de desarrollo físico y psicomotor no Respecto al trabajo técnico, tenemos en cuenta una serie de consideraciones. Primero, no podemos exigir una técnica perfecta porque su nivel de desarrollo físico y psicomotor no es suficiente. Debe ser una técnica que permita progresar y no provoque malos hábitos, que luego son difícilmente corregibles. Por ejemplo, si obligamos a nuestros niños/as a tirar desde arriba y debido al escaso desarrollo muscular, acabarán por llevar el balón por detrás de la cabeza, un gesto viciado de difícil corrección. Ante esto tenemos dos soluciones, bien limitar la distancia de tiro al radio en que este es efectivo sin prostituir la técnica, o bien, permitir sacar el balón desde abajo, un tiro plano... Que luego serán más fáciles de corregir. Usamos una técnica imperfecta que va a ser mejor para la formación del jugador/a. Respecto al bote, lo que más nos interesa es que juegue con la cabeza levantada, viendo el juego. No trabajaremos fundamentos que les faciliten no jugar de cara. No trabajaremos el bote de protección ni los reversos y si el bote de velocidad, agresivo y el bote hacia atrás, de ejecución más asequible y que permite estar de cara al juego en todo momento. Del pase insistiremos en el pase sobre bote, que nos va a permitir el meter balones a un corte. Muchas veces, nuestros jugadores ven ese pase interior que suelen perder debido al escaso desarrollo de la fuerza, por lo que optan por no darlo y luego por no verlo. Sobre el juego sin balón, vamos a hacer una primera matización. Queremos que nuestros jugadores piensen, pero es evidente que no pueden hacerlo como Turner o como Perasovic. Si hay un exceso de movimiento, complicamos en demasía la toma de decisiones, por ello a veces es mejor quedarse quieto. Por otro lado, todo entrenador/a dice primar el 1x1, pero ¿lo favorecemos con un pasar y cortar? No. Vamos a movernos en función del balón. Vamos a dejar que quien tiene el balón se exprese. Para ello, haremos que nuestros niños/as sin balón no invadan la zona y les daremos dos normas:
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Si mi defensa no me ve, corto para recibir. Si un jugador viene hacia a mí, me voy.
Si hablamos de defensa, debemos disociar pies y brazos. Más que defiendan con el culo bajo (no están suficientemente desarrollados/as), nos va interesar que sean capaces de tapar las líneas de pase con el movimiento de sus brazos. Otro aspecto fundamental es el de comunicarse, el celebérrimo hablar en defensa. Defenderemos siempre en individual con libre asignación, pues nos va a obligar a pensar, a trabajar nuestra táctica individual. Defenderemos según el peligro:
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El que esté más cerca del balón, debe pararlo. Los que están más cerca del aro cogen a los que estén más cerca del aro. El resto cogen par según lleguen.
BLOQUEOS: Lo más importante va a ser jugar con nuestro par, para leer las ventajas que tenemos tanto en defensa como en ataque. Introduciremos el bloqueo directo tan pronto alguien se dedique a flotar a uno de nuestros niños/as. A quien han flotado debe ir a bloquear a quien tiene el balón y jugar su ventaja. Pienso que esto no debía suceder como pronto hasta infantil de segundo año. 5C5: Otro detalle fundamental es que todos los días debemos jugar por lo menos 5 o 10 minutos de 5x5, para que se acostumbren a los verdaderos espacios del baloncesto.
En las categorías cadete y junior debemos perfeccionar nuestros jugadores/as y nuestro juego. Siguiendo el proceso de selección, es el momento de descartar, de quedarnos con los más talentosos aunque a veces sean conflictivos. Ramón Fernández, el prestigioso scouterojeador de jugadores, tiene la teoría (universalmente compartida) de que los hijos de puta también juegan a baloncesto. Debemos educar a estos talentos, aunque nos compliquen un poco la dirección del grupo. Es un momento duro porque debemos dejar fuera a chicos/as que llevan tiempo con nosotros, pero debemos coger a los objetivamente tienen más posibilidades.
Distinguimos entrenos de equipo (2 o 3 a la semana) y de jugadores/as (2 a la semana). El trabajo técnico de los jugadores/as deben ser en grupos reducidos. En el Real Madrid hacen estas sesiones con un máximo de 6 jugadores y con 2 o 3 entrenadores/as e incluso muchas veces es el cuerpo técnico el que se desplaza a entrenar al jugador y no el
jugador el que va a donde están los técnicos, para facilitarle la vida a los chicos. Lo importante va a ser el ajustar y personalizar el trabajo a desarrollar para impulsar la progresión del jugador/a. Paulatinamente hay que ir especializando el trabajo técnico y táctico en el que pueda hacerlo bien y se sienta cómodo/a. En estas categorías va a ser indispensable competir y jugar un elevado número de partido, que nos van a dar la oportunidad ideal de corregir para mejorar.
Algo que debemos tener claro es que el DNI no marca el nivel competitivo de un jugador/a, por lo que cada chico/a debe jugar en la categoría que le corresponde a su talento, a fin de no coartar su progresión. En estos casos cuidaremos especialmente las cargas del entrenamiento, pues tener talento suficiente para participar en una categoría no significa tener el desarrollo físico suficiente para entrenar y jugar en ella.
Otro detalle capital es hablar con el jugador/a, amueblarle la cabeza para que no se estanque nunca en su progresión. Debemos inculcarle el espíritu de equipo y la capacidad de sacrificio y trabajo. Yo añadiría el apego al club, que sean conscientes de que representan a más personas que a ellos/as mismos/as . Debemos enseñar que cada uno tiene su rol y que todos los roles son fundamentales en beneficio del equipo: debemos crear líderes (que agradezcan su trabajo al equipo), no confundir con estrellas y peones, que colaboren y estén felices por el triunfo.
El desarrollo físico nos va a permitir ya una técnica perfecta. La exigencia debe ser máxima, con continuas correcciones. Cada uno/a debe autoexigirse, y no debe ser necesario que el entrenador/a está repitiendo las cosas continuamente. Esto debe ser fruto de aquella primera selección por la capacidad de aprender. El tiro en todas sus variedades, con toda rigurosidad y concentración y no como descanso, ocupa la tercera parte del tiempo.
Tácticamente, ya no hay límites: bloqueos, zonas, sistemas... La actividad es continua y el equipo debe estar jugando permanentemente el 1x1. Es fundamental el trabajo del pase interior, que siempre debe iniciar el ataque. Predomina el trabajo del bloqueado sobre el bloqueador (ojo a las continuaciones, que van a ser fundamentales y hay que enseñar a verlas). Otro pilar del trabajo a realizar va a ser el rebote. En los ejercicios siempre cargaremos el rebote después de tiro, cogiendo el balón bien arriba e incluso sacando un rápido primer pase... Se cuidará la selección te tiro, admitiendo siempre el error. Hacerles ver que lo que no hagan en la cancha se entiende que no lo saben, y que por ello deben poner el corazón en lo que hacen. El trabajo físico va encauzado a evitar las lesiones y a aguantar las sesiones de entrenamiento, además de trabajar las dificultades que cada uno/a pueda tener. No se recomienda un trabajo excesivo de fuerza que acaba por dar problemas, y para el que habrá tiempo más adelante. En la categoría sub20, el trabajo físico va a ser, junto a la competición, la clave de su trabajo.
AUTOR: Jesús Trueba, jefe de cantera del Real Madrid. Anteriormente ocupó el mismo cargo en el Fuenlabrada en 2 etapas diferentes y fue gestor deportivo del Estudiantes.