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Hábitat
Centralidad y marginalidad La marginación de Latinoamérica en la creación arquitectónica es una realidad, pero también un punto de vista que, para la arquitecta Marina Waisman, es necesario . superar en el menor tiempo posible Todos los pueblos de América latina -y aun los de la misma España- aparecen como marginales en el sistema de producción cultural de la arquitectura. Una no declarada pero aceptada escala de valores coloca en el plano más alto las producciones de ciertos países (algunos de Europa occidental, los Estados Unidos), escala que se afirma y se prolonga gracias a la actitud de epígonos que asumen hasta los mejores profesionales de nuestros países, en su gran mayoría. No hace mucho se escribía en la excelente revista espa-' ñola CAU (mayo de 1981) acerca de la "típica exacerbación de los epígonos, y perpetuamente regresando de destinos que no han alcanzado -hemos superado el funcionalismo sin haberlo practicado, menospreciado la tecnología que hemos llegado a usar, abrazado el posmodernismo sin haber construido, hasta sus últimas consecuencias, una arquitectura moderna- ... " frases que parecerían calzar no sólo a nuestra época sino a la entera historia de la arquitectura latinoamericana, hecha de experiencias perpetuamente interrumpidas sin haber llegado jamás a agotarse. Pero, volviendo..al momento actual, sabemos que existe en muchos de nuestros países una producción valio-
sa, con acentos propios. ¿Cómo es que no alcanza un primer plano en la escena mundial? Por un parte está el aislamiento causado por el idioma: si bien el número de gentes que leen español es muy grande, el idioma del poder cultural y económico es el inglés; excelentes textos en español permancen encerrados en círculos sin salida, no sólo en círculos idiomáticos sino también en círculos locales, {mesto que también la comunicación entre países de habla hispana es dificilísima. Todos los latinoamericanos estamos mejor enterados de lo que ocurre en los países "centra'les" que de lo que sucede entre nuestros vecinos. Sería muy importante descubir en qué consiste esta tremenda barrera de incomunicación y comenzar a superarla. Por otra parte, seguramente faltan personalidades con suficiente fuerza y ambición como para sobrepasar esa barrera; yeso no sólo en América sino también en España y aun en Italia donde muchos valiosos arquitectos no alcanzan la trascendencia internacional que merecerían. Así, sucede que en el punto más bajo de la escala, el epígono se limita a repetir formas; un poco más arriba, tomará ideas y orientaciones; en el mejor de los casos, emprenderá investigaciones
sobre modelos de experiencias dadas. Para superar estas situaciones es indispensable formular modelos de investigación propios sobre problemas claramente diferenciados de aquellos de los países "centrales". Uno de estos problemas es el de los centros históricos, que presentan una gran variedad de situaciones en nuestros países. Aquí nos es menester distinguir entre centros consolidados y no consolidados, por ejemplo. La identidad debería buscarse en un proyecto de ciudad tal, que permita la convivencia armoniosa de elementos característicos y reconocibles del paisaje urbano del pasado con las necesidades del presente. Siempre que las necesidades del presente se instrumenten hacia una mejor calidad de vida y no hacia el logro de una imagen incierta, que suele fluctuar entre la nostalgia de un pasado imaginario y el anhelo de un falso progreso centrado en lo cuantitativo antes que en lo cualitativo. Centrarse en la propia problemática aguzando la imaginación para encontrar las soluciones adecuadas, puede ayudar a producir un desfasaje del centro de gravedad. Al fin y al cabo, la condición de marginalidad no es sino un punto de vista.