EL BLECUA DE MUÑECAS

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Patricia Esteban Erlés. Alumnado 4º ESO Ilustrado por Sara Morante

El BleCua de MuñeCas




RECUERDOS DE LA AUTORA... Este club de lectura es muy especial para mí. Me acuerdo de cuando iba al Blecua, cruzando el pinar en el que un día apareció ahorcado un hombre. Me acuerdo de la profesora de Matemáticas que olía a Opium. Me acuerdo de que sabía que ese aroma no iba a encontrarlo en el comprefácil del barrio. Me acuerdo de que había un chico tan guapo como Brad Pitt en COU. Lo pillaron besando a otro junto a las canastas de baloncesto, una noche de verbena. Las chicas no queríamos creerlo. Me acuerdo de que me presentaba a los concursos literarios para olvidar que suspendía casi todo y que nunca llegaría a terminar los estudios.


Me acuerdo de los chicos se fingían ser George Michael y se peinaban como él y llevaban un pendiente en forma de cruz. Me acuerdo del maquillaje Tierras del Nilo, de la laca Nelly, de las hombreras descomunales, las medias de cristal. Me acuerdo del jefe de estudios a quien llamaban "amo del calabozo". Me acuerdo de Lorca, de las letras de El último de la fila, de la tortilla de patata de la cafetería, del mural del gimnasio. Me acuerdo de mi sensación de fracaso al rendirme y abandonar aquel edificio, como si cerrara de golpe la puerta de mi futuro, de quien podría haber sido y no iba a ser. Vuelvo al Blecua y siento que, de alguna forma, todo ha acabado bien.

PATRICIA ESTEBAN ERLÉS


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1. LA BIBLIOTECA


La bibliotecaria ausente Primer día de instituto y me obligaron a ir a la biblioteca, era una tenebrosa sala con la madera astilla, el suelo roto. No llegue a ver a ninguna bibliotecaria. De repente se cerró la puerta, salí corriendo, intente salir por la ventana pero no se rompía, empecé a hiperventilar y me desmayé. Cuando me desperté en otra aula con un libro en el pecho en el que ponía “Te estoy observando”.


Jaque Mate Había un libro, en aquella biblioteca vieja donde solo veías telarañas, un libro de una historia, una historia real que decía; “jaque mate”. Mujer asustada. Asustada desde hace mucho tiempo. La vida y la muerte se han juntado en ella para crear la mejor y más dolorosa destrucción: “el limbo”. El limbo es un lugar ardiente y frío al mismo tiempo, es doloroso, aterrador y con demasiados adjetivos para describir un lugar que reside en tu cabeza. “Querido limbo ¿vida o muerte?¿cuál me regalas? Cuál es más cruel; quizá la vida; quizá la muerte; quizá ambas” le decía la aterrada mujer. Limbo escogió como peón a la mujer más rota que encontró en su camino, lo que él no sabía es que después de tantos cristales rotos había creado una capa de hierro. Y la mujer aterrada, era también indestructible. Ella cogió al limbo por la cabeza, y al oído le susurró “perdiste en el momento que me elegiste como peón de tu tablero, yo siempre fui la reina”. Limbo, en su último suspiro le dijo “jaque mate reina”.


Fuego Lo vi, yo vi cómo esa vela se apagaba repentinamente en el fondo de esa oscura habitación. De repente un ruido chirriante llamó mi atención y giré bruscamente mi cuello hacia él. La vela se volvió a encender y vi que el ruido venía del interior de un armario. Sigilosamente me acerqué hacia él y lo abrí. Dentro encontré una niña pequeña descuartizada y algo me empujó hacia el interior de ese viejo armario empotrado. Desde ese momento, ya no supe más de mi existencia.


2. EL DESPACHO DEL DIRECTOR


Una rotura Una rotura, en tu ďŹ no cuello. De ĂŠl no brota sangre sino espeso algodĂłn blanco. poco a poco tu cuerpo se debilita y no puedes mover los brazos, la cabeza se cae de su montura y ya no puede ser cosida.


El director

El despacho del director es el lugar donde el director llama a los profesores y alumnos que tienen mala reputaciĂłn. Sin embargo, una vez entran, ya no salen... pues el director decapitaba a las personas que consideraba malas hierbas. Su Ăşnico proyecto era hacer del instituto un sitio perfecto a cualquier coste.


El armario

Estaba durmiendo en mi cuarto, o eso intentaba. Tenía la sensación de que me observaban desde el armario. Yo llamaba a mi mamá para que viera que no había monstruos y, cada vez que lo abría, sólo estaba la muñeca de mi bisabuela. Un día abrí el armario y la muñeca no estaba. Sentí cómo algo me tocaba... Y allí estaba... La muñeca sentada en mi cama... Mirándome como si fuera la última vez que me viera.


3. LA CAFETERÍA


Dientes triscados Era en ese momento, justo después de clase, en el que todo el instituto baja hambriento a la cafetería. Rápidamente recogí los libros, cogí el dinero y bajé las escaleras para comprar un bocadillo. El instituto estaba vacío, apenas había gente, pero no le di importancia. Después de haberme terminado el almuerzo, seguía buscando a gente y de repente empecé a notar cómo me pesaban los ojos, cada vez más, hasta que me desplomé en el suelo. Cuando desperté, me encontraba en una silla, atada con una gruesa cuerda que estaba haciendo rozaduras en mis manos. Levanté la vista y vi enfrente una caja. Por fin encontré a mis amigos, estaban dentro, descuartizados y pronto estaríamos juntos ya que la cocinera se acercaba con una sierra de dientes triscados con la que se disponía a cortarme el brazo derecho.


Un día como ninguno Me desperté y vi dos cuerpos hablando. Mejor dicho, un cuerpo y medio porque uno era completado con la mesa. Después de que las vi mejor, me percaté de que eran dos mujeres que hablaron de la muerte. Una estaba sentada el la mesa y la otra en una silla. No las entendí bien, pero estaban hablando de mi muerte. Cuando vieron que estaba mirándolas, se levantaron y vinieron a mí. Era solo un sueño, ¿o no…?


La ceremonia del té

Era mi primer dia de instituto y fui a la cafetería. Me sentía diferente, como la única pintura rosa en un mundo gris. Me senté y me sirvieron un té rojo como la sangre.


4. LOS BAÑOS

4. LOS BAÑOS


Muñeca de trapo

Te acercas a mí como un león a su presa. Siento tu presencia cada vez más cerca. Tú, mi muñeca de trapo. Te aproximas a mí para cerrarme en una oscuridad infinita.


El conserje asesino Cuenta la leyenda, cada 31 de octubre el conserje del instituto después de un año de seguimiento de los alumnos, decide acabar con la vida de uno de ellos, sin piedad alguna. Este año, eligió como una nueva víctima a una chica nueva que era una alumna excelente. En mitad de la clase fue a buscarla a su respectiva aula, con la excusa de que le ayudara con un asunto. La llevo al baño, la ató con gran violencia y la asesinó con sus propias manos.


La canción

Mis amigos y yo decidimos saltarnos la clase en el baño. Estábamos sentados cuando escuchamos un ruido, no le dimos importancia porque creíamos que era un profesor. A los cinco minutos, escuchamos otro ruido parecido al de dos cuchillos chocando entre sí. De repente se apagó la luz. Fuimos a encenderla cuando escuchamos la voz de una mujer tarareando una canción, huimos hacia la puerta pero algo en el suelo nos detuvo. De repente cesó la voz y se encendió la luz, miramos al suelo y vimos el cadáver de una alumna, ``vosotros sois los siguientes´´ escrito con su sangre en la pared. Fuimos corriendo a avisar a un profesor. El baño fue cerrado ya que empezó a correr el rumor de que estaba maldito.


5. EL AULA DE PLÁSTICA


Oscuridad

Estoy sola, contigo mi pequeña y linda muñeca con los cabellos dorados y rizados. Entre la oscuridad veo tus pequeños ojos rojos, me invitas a la tentación con tu mirada. Decido cogerte y darte las buenas noches, pero tú tenías otra idea y no quisiste soltarme. Ya tu mirada cambió, ahora solo veo oscuridad.


Alma de metal

Creo que me estaba enamorando de una mujer ardiente que olía a flores almidonadas. Me acerqué a ella, era fría como el metal en invierno y sin alma como un maniquí. Entonces abrió su boca hecha de huesos y me succionó el alma como John Coffey...


6. EL SALÓN DE ACTOS


Cuerdas Marioneta descarada. Malditas sus cuerdas reencarnadas en vida. Doce de la madrugada marcaba y su juego empezó. Puertas bloqueadas, también ventanas. “Atrápame, el tiempo se acaba, tonto quien quiera ser yo” Silenciosa sala en la que ese TIC TAC cada vez se escuchaba más alto, más aterrador. Pero, se detuvo. Risa chillona se escuchó y sin tiempo a reaccionar ya fuiste testigo de aquellas cuerdas de hilo enganchadas a tu piel, a tu cuerpo, colgado del techo.


El rezo

Era la hora de rezar y nos llevaron al salón del actos. Nos pusieron de rodillas y sentía como si me doblara como un soldadito... Sentía como si mis ojos se deshilachan, cual muñeca de trapo. Después de eso, no me sentí igual.


7. EL ALMACÉN DEL CONSERJE


La misma sensación Cada semana, un alumno se daba de baja en el instituto. Ya no se volvía a saber nada más de él. Yo siempre había sentido algo. Era una sensación muy extraña que me decía que esos chicos estaban por aquí cerca. Paseando por el largo pasillo, al llegar a la puerta del almacén del conserje, sentí un escalofrío que me recorría todo el cuerpo, de pies a cabeza. Un día y otro, siempre la misma sensación. Hasta que una fuerza sorprendente me empujó a entrar al almacén. Eran esos niños descuartizados y apilados unos encima de otros.


Mi muñeca Llevo días viviendo en el cuarto del conserje con mi amiga Lola. Lola me dijo que me escapara de casa y le hice caso. Hace un rato, caminando por el pasillo, me encontré más amigas y mi Lola se enfadó y me echó del cuarto. Sin embargo, creo que me perdonó… Me eché para despertar un nuevo día, pero estaba oscuro. Prendí las luces y todas las amigas que encontré estaban colgadas y Lola estaba a mi lado y me dijo que yo no podía tener más amigas... solo a ella.


La mirada

A través de tus ojitos de perla, veo tus pensamientos truculentos, o son, los míos reflejados en ti, mi muñequita.


8. EL PATIO DE RECREO


La muerte

Había un bosque en frente de mi casa. Un bosque que me atraía cual polilla a la luz... Un día fui, entré en el bosque con toda mi valentía y lo único que vi fue muerte pájaros, ardillas, ciervos y un hombre colgado cual espantapájaros... Sentía como si me sonriera. Evité mirarle la cara y me fui. Al salir me sentía más ligera y me di cuenta de que ya estaba muerta.


Noche de muerte

Todo empezó aquel día que hizo que me suicidara en aquel lago solitario, aquella cuerda deshilada, aquel frío que te envuelve antes de morir. Desde aquel día deambulo por ese lugar tan tenebroso y escalofriante, cazando a víctimas, hundiéndolas en el lago y alimentándome de sus almas y gritos, al ahogarse por mi fuerza sobrenatural, en el agua brillante y oscura. Aún recuerdo escuchar debajo del umbrío agua los gritos de socorro de aquellas víctimas que disfruté asesinándolas. El placer para mí es el silencio después de un grito de desesperación profunda por el instinto de supervivencia.


9. EL GIMNASIO


SALTO SUICIDA

Nuestro profesor de Educación Física tenía instintos macabros. Cuando saltábamos el potro, o hacíamos el mortal, nos decía que pensáramos en que era un salto al vacío. Un salto hacia el acantilado de la muerte. La última clase del trimestre, nos mostró un ejercicio para subir nota: el salto suicida, lo llamó… Y mientras lo ejemplificaba, observábamos, atónitos, cómo sus ojos se salían de las órbitas mientras la cuerda apretaba su cuello.


El pervertido

Era una clase de dieciséis chicas y solo dos chicos, pero uno de los chicos era un curioso siempre quería ver a las chicas desnudas. Un día vino solo uno de los dos chicos y trató de entrar al vestuario de las chicas, pero se dieron cuenta y lo sacaron a golpes. Él se llenó de odio porque nunca pudo ver a las chicas desnudas. Un día decidió suicidarse en el vestidor de las chicas. Lo hizo. Murió. Sin embargo, todavía dicen que, a veces, ven al chico entrar en el vestuario femenino, pero cuando van a ver no hay nadie. Algunos dicen que es su fantasma, que trata todavía de ver a las chicas desnudas.



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