7 minute read

Albergue temporal

trasladarse de nuevo a la comunidad, por lo que la situación de inseguridad alimentaria va a golpear hondamente la situación de las familias que no tienen, ni tendrán en el corto plazo los medios para salir adelante por ellas mismas.

Esto va a denotar un incremento en la desnutrición crónica y aguda en la comunidad en particular y en las comunidades impactadas en general, puesto que no hay de donde tomar recursos para la alimentación de las familias, situación que se agrava si el Gobierno no asume una política de asistencia alimentaria a las familias damnificadas que sea eficiente, por lo que la población infantil será la más perjudicada si esto llega a suceder.

Advertisement

En el caserío Kantihá no hay instalaciones adecuadas para que sean utilizadas como albergue, ya que la única infraestructura que puede proveer albergue en mejores condiciones es la escuela, pero la misma también fue afectada por el desbordamiento del río Polochic y se inundó.

Por ello la población tomo la decisión de salir a resguardarse de la crecida del río, para ello caminaron a la aldea Tampur, donde se habilitó el salón comunal para servir como refugio temporal de las familias.

Actualmente en el albergue hay 240 personas que integran 57 familias, de acuerdo con el censo proporcionado por el presidente del COCODE. La composición por edades indica que hay un 27% de niñez, 19% de adolescentes, 46% de adultos, 6% de adultos mayores y un 2% no fue posible identificar la edad, por no estar consignada en el censo que levantaron las autoridades comunales.

Cuadro 1. Rangos de edades y cantidad de personas albergadas Salón Comunal aldea Tampur

Rango edad Menor 1 año 1 a 5 años 6 a 10 años 11 a 17 años 18 a 30 años 31 a 45 años 46 a 59 años 60 años y + No determinada TOTAL Hombres 2 27 14 21 36 14 9 9 3 135 Mujeres 2 13 7 25 29 11 11 6 1 105 TOTAL 4 40 21 46 65 25 20 15 4 240 Porcentaje 2% 17% 9% 19% 27% 10% 8% 6% 2% 100%

FUENTE: elaboración propia con base a datos censo albergue del COCODE

El salón comunal es amplio para acoger a las personas que se encuentran albergadas en dichas instalaciones, el área de construcción es de aproximadamente 1,200 m²; en el área techada se ubican los espacios para dormir y un área para cocinar. Las paredes del recinto son de block, el piso es de cemento, cuenta con puertas y ventanas en buenas condiciones. En el exterior se ubica la única letrina que tienen para uso de las personas albergadas, es una letrina que recién se acondicionó, siendo la característica letrina de pozo ciego. Para el aseo personal no se cuenta con un área específica, se esta utilizando para ese menester un chorro, que les abastece de agua para consumo humano y aseos, se ubica a un costado del albergue, el cual se encuentra completamente destapado, a la intemperie y a una altura que no va más allá de 1 metro 10 centímetros del suelo. Ambos son insuficientes e inadecuados para atender la demanda de las personas albergadas.

Los desechos sólidos no son manejados de forma adecuada, se logró identificar promontorios de basura producidos por el empaque de los productos que se les han entregado para la alimentación, y en el caso de la letrina fue evidente la acumulación de papel higiénico en el lugar, tirado a flor de tierra y ya esparciéndose por los alrededores del albergue.

Las instalaciones cuentan con energía eléctrica, al parecer tiene adecuada iluminación pues se observan a simple vista los focos que están instalados en el lugar, pudiendo apreciarse que son suficientes para iluminar por las noches el recinto.

Dentro del salón como ya se indicó se acondicionó un área para cocinar prácticamente en una esquina, no es aconsejable puesto que se utiliza un cilindro de gas y hay muchos niños

en el albergue, esto pone en riesgo la vida de las personas. Por parte de la Municipalidad de La Tinta se les proporcionó en calidad de préstamo una estufa industrial con un cilindro de gras propano con el cual las familias, a partir de organizar el uso de la cocina en turnos, pueden cocinar sus alimentos.

En el exterior se noto que se acondicionó un área totalmente rustica para cocinar, cubierto por un nylon y a ras del suelo se ubicó un fogón para cocinar con leña. El área no es muy higiénica porque colinda con la letrina y el chorro que utilizan para abastecerse de agua y el aseo personal, además de estar accesible para todas las personas, lo que convierte dicha área en un lugar de riesgo para la niñez, que debe transitar por el lugar para utilizar la letrina o acarrear agua. No fue posible identificar si existe un área para lavar trastos o ropa y realizar otras tareas vinculadas al aseo personal y del refugio.

Para pernoctar en el lugar y poder dormir aproximadamente un 40% de las personas tienen colchoneta, las mismas fueron proporcionadas en calidad de préstamo por la Municipalidad de La Tinta, por lo que deberán devolverlas cuando se cierre el albergue y en los actuales momentos son insuficientes para la cantidad de personas que se encuentran en el lugar, por lo que algunos comparten con los integrantes de la familia el uso de la colchoneta y otros duermen directamente en el suelo, por lo que algunos adultos mayores ya empiezan a resentir la inclemencia de dormir así, padeciendo dolores de espalda y resfríos.

Como ya se mencionó el agua para consumo humano lo obtienen de un chorro que se encuentra conectado a la red de distribución domiciliar de la aldea Tampur, el servicio es ininterrumpido, pero se desconoce si hay algún tratamiento del agua antes de la distribución a las casas y al albergue.

En materia de seguridad alimentaria los albergados indican que han recibido apoyo de las comunidades circunvecinas las que han proveído de granos básicos, han recibido apoyo de la municipalidad, pero de acuerdo con las opiniones vertidas, no ha sido suficiente ni constante.

La mayor preocupación que les embarga en los actuales momentos y que se refiere a la seguridad alimentaria es que perdieron sus reservas de alimentos, perdieron las cosechas de segunda en granos básicos, así como otros cultivos de ciclo corto, no cuentan con empleo y ven muy difícil el futuro cuando deban salir del albergue.

Indican con cierta consternación que las familias van a necesitar apoyo en la etapa de rehabilitación de la vivienda y un poco más allá hasta que logren el próximo año obtener

algo de cosecha si logran plantar en diciembre, estableciendo una siembra postrera aprovechando la humedad del suelo; pero eso dependerá de la posibilidad de tener acceso a semillas de buena calidad, aperos e insumos agrícolas.

En materia de salud y de prevención del COVID-19 se logró identificar que no se están siguiendo los protocolos establecidos, la mayor parte de las personas no utilizan mascarilla, en algunos casos por no tenerla, al ser parte de las cosas que se perdieron con la inundación al salir muy rápido de sus viviendas por la noche; tampoco se respeta el distanciamiento social, no cuentan con insumos para el lavado de manos ni insumos para la desinfección del lugar de albergue temporal.

Las madres de familia indican que ya se están haciendo presentes una serie de enfermedades que se asocian con la inundación, manifiestan que se presentan cuadros de fiebre, tos, diarreas, vómitos e infecciones estomacales y en el caso de los adultos mayores dolores de espalda por dormir en el suelo; las personas adultas que se encuentran ya tratando de realizar algunas tareas de limpieza y descombramiento en las viviendas ya empiezan a manifestar enfermedades en la piel, principalmente los pies.

Se mencionó que les han visitado por parte de personal del Ministerio de Salud, pero no indicaron la periodicidad ni las acciones que ellos realizan en sus visitas. Se consultó en el Hospital de La Tinta y la enfermera de turno indicó que efectivamente se cuenta con personal que atiende a las personas en el albergue, sin embargo, no pudo ahondar en detalles debido a que es parte de otra dependencia la que se encarga de ello.

La salud mental y el apoyo psicosocial es fundamental luego del trauma de la perdida de la vivienda y los enseres, incluso mascotas y animales de corral se perdieron por el desastre, en ese sentido indican que por el momento no han tenido asistencia en la materia, nadie se ha presentado a realizar juegos con los niños y estos se mantienen incomodos y aburridos en el lugar.

De igual forma no se logró identificar que existan medidas de protección para la niñez y adolescencia en el albergue, en los actuales momentos es un tema que podría complicarse debido a que los padres ya están iniciando algunas tareas de descombramiento y limpieza de los solares y las viviendas, por lo que la niñez permanecerá más sola en el albergue, siendo importante poder acompañar en materia de protección para el autocuidado y la instalación de un espacio amigable para juegos de la niñez.

This article is from: