Nuestros cuentos

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CURSO 2011-2012


Índice ¿Al abordaje? …………………………….……. Pág.1 Un día inesperado…………………………..……Pág.2 La venganza de Altair……………………………Pág.3 La excursión……………………………………..Pág.5 El misterio de Misthaleri………………………...Pág.6 Un papel me cambió la vida……………………..Pág.9 El gran susto……………………………………Pág.10 Mi detención…………………………………....Pág.11 Un nuevo compañero…………………………...Pág.13


1. ¿Al abordaje? Barba Azul fue el pirata más temido en los siete mares. Como todos los piratas llevaba un parche en el ojo, un gorro negro con una calavera y una pata de palo. Como su nombre indica, tenía su pelo y su barba azul. Vestía siempre con los mismos harapos. Pero este temido pirata no iba solo, le acompañaba su fiel tripulación en el barco más grande hasta ese momento. Se llamaba “La Perla Negra”. Un día surcando por el océano Atlántico se encontraron con un galeón inglés. Barba Azul no se lo pensó dos veces y dijo a su tripulación: -¡Chicos...Al abordaje!-con un grito de guerra. -¡Izad las velas negras e ir preparando los cañones, que hoy cobramos! La tripulación reaccionó inmediatamente, todos se pusieron en marcha. Cada vez se acercaba más ese esperado galeón. Hacía mucho tiempo que no saqueaban un barco, porque nadie navegaba por donde iba el pirata más temido. Cuando los dos barcos se encontraron en el mismo punto, empezó el abordaje. -Esto es muy raro.-pensó el pirata. -¡Aquí no hay nadie! Cuando llegó a la cubierta inglesa, no veía nada a su alrededor. Estaba todo desierto. Bajaron todos apresurados a la bodega par saber si había oro. Pero... ¡No había nada! No había ni dinero ni comida. El capitán escuchó un ruido procedente de afuera. Salió apresurado y vio, ¡que su barco no estaba allí! -¡Arrrrrr! ¡Nos han robado el barco! ¡Estaba lleno de comida! ¡Qué decepción! Sería el pirata más temido, pero... ¡le habían robado el barco! Juan Jesús Moreno Muñoz 1.


2. Un día inesperado. Eran las cinco de la mañana de un día de verano cuando a Carla le sonó el teléfono. Era su padre, que le dijo que a las diez de la mañana la esperaba en la puerta del hotel, que se iban a vivir a Canadá, que esta vez ya era fijo. La niña soltando de alegría pensó que no iba a ver más a su madre. Al momento llamó su madre para decirle que se iba con ellos a Canadá, que dejaba su trabajo. El verano ya se había acabado y Carla ya estaba en el instituto de Canadá. Ella tenía mucho miedo, porque no era de hacer amigas muy fácilmente. En su clase había dos grupos: las niñas buenas y las niñas malas. Las niñas malas eran envidiosas y se creían muy guapas. Y las buenas. Un día al salir de clase Carla se fue a comprar un perro con sus padres. Oninsse era la más popular de la clase y una de las peores de las chicas. Pasados unos días Carla estaba paseando su perro, cuando ve a un coche que se abalanza hacia ellos. Un gran chico alto de ojos azules logró salvarlos. Oninsse llena de envidia se pone furiosa y se enfadó con todas sus amigas. Pasado una semana, Oninsse volvió a la carga. Carla estaba paseando a su perro, habitualmente nunca lo dejaba suelto, pero ese día por casualidad lo dejó suelto. Oninsse y su grupo de amigas lograron quitarle su perro y Carla sabía que habían sido ellas. El perro no volvió a aparecer, pero Carla se vengó haciéndole daño a lo que más quería que era su ropa. Y Oninsse se derrumbo al ver que Carla no entraba en su juego y que todos los chicos se fijaban en ella sin hacer nada. Oninsse aprendió que lo que no le gustara que le hicieran que no lo hiciese más, y dejó de ser popular.

¡Fin! Lucía García Martínez

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3. La venganza de Altair. Altair era un joven que vivía en Roma. Sus padres eran pobres y se buscaban la vida robando. Pertenecían a un grupo que luchaba contra el rey Bouchart, llamado “La Resistencia”. Un día, una pareja de soldados del ejército de Bouchart, patrullando por el mercado central de Roma, pillaron a los padres de Altair robando. A las doce del mediodía ejecutaron a sus padres delante de él. Al ver aquella escena, Altair juró venganza. Entrenó durante mucho tiempo para mejorar su agilidad y su destreza con las armas. Creó un arma invisible: un cuchillo escondido dentro de la manga de la túnica que lo sacaba para asesinar silenciosamente. Como en Roma los edificios eran altos, hechos de mármol, los tejados eran planos y de poca altura, Altair al mejorar su agilidad subía por las paredes y saltaba de edificio en edificio. Durante los años que estuvo entrenando, también estuvo informándose de lo que hacia Bouchart. Un día, subido en la torre del campanario, divisó una revuelta entre los piratas y los soldados. Vio que allí estaba medio ejército y supuso que el día de la venganza había llegado. Altair veía cada vez mas soldados conforme se acercaba al castillo de Bouchart. Escaló la pared de la muralla y mató al primer soldado, y para llegar a la sala donde estaba el rey, se enfrentó uno a uno contra los mejores soldados, a los que ganaba fácilmente. Él sabía que entrar en el castillo era enfrentarse cara a cara con la muerte, pero fue pasando los obstáculos. Al fin llegó a la sala del rey. Allí le esperaba Bouchart que le dijo mirando orgulloso a su espada real: 3.


-Sabía que este día tarde o temprano llegaría, porque últimamente me has causado grandes problemas. Pero Altair siguió con el ceño fruncido. Entonces empezó la batalla. Fue un duelo muy reñido, pero Altair, consiguió en un despiste de Bouchart matarle. Al salir de aquella fortaleza, ya había corrido la noticia de que Altair había matado a Bouchart, así que los ciudadanos de Roma, lo bautizaron como el asesino del credo.

Antonio Jesús Angulo Magdaleno

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4. La excursión. Un día como cualquier otro, todos los niños de una clase decidieron marcharse de excursión. Todos eran niños, excepto María, Julia y Susana. Durante el viaje, en el autobús se lo pasaron muy bien.

Llegaron al lugar elegido para acampar. Todos se pusieron manos a la obra, ya que pronto anochecería. Mientras trabajaban, los chicos preparaban la actuación para esa noche que consistía en asustar a las chicas. Después de la cena, decidieron acostarse. Todas las chicas permanecieron en una tienda y los chicos en las suyas. Cuando todos estaban descansando, Julia, escuchó un extraño sonido y despertó a sus compañeras. Estas le dijeron que se lo estaría imaginando, pero Julia estaba muy convencida de lo que había escuchado. En ese momento lo volvió a escuchar, pero con la diferencia de que sus amigas también lo habían escuchado. Salieron al exterior de la tienda, pero no encontraron nada y volvieron a dormir. A la mañana siguiente comentaron lo ocurrido la noche anterior, pero nadie dijo nada. Volvió al oscurecer y se repitió todo lo de la noche anterior. A la tercera noche, las niñas se quedaron vigilando la tienda, un tanto asustadas. Cuando llegó la hora, su sospecha fue que los intentaban asustarlas eran sus propios compañeros.

Fin. Mónica Azor Sola 5.


5. El misterio de Mitharely. Aquella mañana, aunque él no lo sabía, el detective privado James iba a realizar un gran viaje y tener una semana muy movida y llena de misterios que el tendría que resolver. Cuando se levantó y fue por el correo, encontró una inesperada carta de un viejo amigo suyo: el alcalde de una pequeña ciudad llamada Mitharely. En la carta ponía lo siguiente: ¡Necesito ayuda! Un espectro aparece al sonido de una dulce melodía de flauta, destroza la ciudad y desaparece mágicamente. Atentamente: Luke

A pesar de no creer en un espectro, el detective fue porque le habían pasado todo tipo de cosas. Cuando llegó a Mitharely, se reunieron él y Luke en su casa, situada nada más llegar a la ciudad. Una vez dentro, el detective le dijo a su amigo que lo explicara todo con más detalle: -¿A qué te refieres con eso de que un espectro destroza la ciudad? -Algunas noches, en días aleatorios, aparece una densa niebla que se propaga con velocidad y en medio de toda esa niebla, se puede ver una gigantesca sombra de unos diez u once metros de altura. -¿Y no te puedes haber confundido con la sombra de un árbol? -No, porque en la parte de los ojos se le encienden dos grandes luces amarillas. -¿Sabes algo relacionado con los espectros? -Mmmmm… Sí... Hay una leyenda de esta ciudad que dice que una vez, 6.


cuando la ciudad estaba siendo atacada, empezó a sonar una dulce melodía y apareció un espectro que atacó a los invasores y una vez acabó con todos ellos, desapareció. -Es un dato muy interesante. Eso es todo por el momento. Iré a investigar por la ciudad a ver si descubro algo nuevo. Una vez fuera, James vio la ciudad con el amanecer detrás. Los edificios eran todos bajos y pobres. Al fondo destacaba una colina sobre la que había un castillo de aspecto tenebroso. Tras introducirse en la ciudad y preguntar a varios habitantes por la flauta el espectro, le dijeron que preguntara por la flauta en el mercado negro. El detective tuvo que buscar el mercado negro durante varias horas, hasta que llegó. Una vez allí, habló con el encargado del mercado y este le dijo que la flauta la vendieron hace unos meses a Arianna, que era la adolescente dueña del tenebroso castillo. Sin dudarlo James fue al tenebroso castillo. Cuando llegó ya era de noche. Se disponía a llamar a la puerta cuando de repente esta se abrió con un largo crujido de madera. Más adelante, se distinguía una silueta de mujer en toda esa oscuridad. Cuando James se acercó vio que era una adolescente. Entonces ella dijo: -¿Quién es? -Soy un detective y estoy investigando el misterio del espectro. -¿Y qué te trae por aquí? -Pregunté por la flauta en el mercado negro y me dijeron que la compró Arianna, La dueña de este castillo. -Pues tengo que decirte que ya no tengo esa flauta, me la robaron hace unas semanas –dijo Arianna con voz triste- Ahora estoy ocupada, si me disculpas, me voy. 7.


-Gracias por todo. Después de todo el día, al detective no le quedó más remedio que quedarse en un hotel a pasar la noche. Tuvo que darse prisa, porque se aproximaba una fuerte tormenta eléctrica. Una vez acomodado en la habitación se asomó por la ventana mientras pensaba si seria verdad lo de que el espectro existía. De repente empezó extenderse una extensa niebla. A continuación, se escuchaba una bonita melodía de flauta y después, ante él apareció el gigantesco espectro. Cuando el espectro se dispuso a dar un zarpazo sobre el detective un espléndido rayo atravesó al espectro y acto seguido este desapareció. Nunca más se supo nada de él.

Álvaro Abellán Hernández

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6. Un papel que me cambió la vida. Esa mañana me quedé dormido. El despertador se había quedado sin pilas. Cuando abrí los ojos ya eran las doce y media y no me daba tiempo a prepararme e ir a trabajar, puesto que tenía hora y media de camino. Así que decidí ir a hacer la compra, que ya hacía falta. Fui a pagar a la caja y me regalaron un décimo de lotería de navidad. Llegó el día del sorteo y estuve pegado a la televisión hasta que ¡dijeron mi número! No me lo podía creer, era la primera vez que compraba un décimo, bueno en realidad me lo regalaron, pero tampoco me había pasado antes. En cuanto abrieron la administración estaba allí el primero. Me tocaron ocho millones. Lo primero que pensé fue en no volver a trabajar y fue lo primero que hice. Después me compré una casa en la playa y mi vida cambió por completo. Pasé de vivir en un piso compartido a tener casa propia, de vivir en una pequeña ciudad en medio de ninguna parte a vivir a orillas del mar, de no llegar a fin de mes a no tener que trabajar más. Todo eso gracias a que me quedé dormido y me dio tiempo a ir al supermercado, donde me regaló una nueva vida. Ahora, a veces pienso que todo fue una gran casualidad y que si no se me hubiera ocurrido hacer la compra, no tendría nada de lo que tengo ahora. Olga González Sola

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7. EL GRAN SUSTO El sol brillaba, eran las 5 de la tarde del 13 de agosto de 1999. Llevaba un año sin llover, y la gente al andar sudaba. Continuamente se mareaban y caían al suelo. El termómetro de una farmacia marcaba 48 grados centígrados. Yo como de costumbre iba andando lentamente por la calle. Era un niño moreno, de unos 14 años, alto y agradable. Mi madre, Elena, abrió la puerta con una sonrisa en la cara. -Como este año has sacado muy buenas notas te voy a llevar este fin de semana ha Sevilla, pero ten cuidado hay hace más calor. -¡Bieeeeen! Gracias mama. Y… ¿Cuando salimos? -Mañana a las nueve y media de la mañana. -Vamos a hacer las maletas. Metimos dentro: ropa, comida, una guía, un ton-ton (un aparato electrónico que te guía hasta tu destino), algunos mapas y una consola. Al día siguiente nos montamos en el autobús y nos sentamos en la parte de delante. Tras cuatro horas de viaje llegamos. Eran las dos de la tarde por lo que fuimos a comer. Al comenzar el postre oímos un gran estruendo y después muchos golpes en la chapa de los coches. Salimos enseguida. ¡Estaba granizando! De repente un tozo de granizo como mi puño le cayó a mi madre. -¡Hhhhhhaaaaaaaaaaaaaaaaaa!-Dije muy asustado. Le pusimos una venda. A las cuatro y media dejó de granizar, pero hasta las nueve menos cuarto no la pudimos llevar al hospital, porque el hielo nos impedía el paso. Al llegar al hospital la ingresaron una noche. Al día siguiente nos dijeron que no era nada grave. Al final todo quedó en un susto. David Limonchi Bojaldon 10.


8. MI DETENCIÓN Cuando pasó todo esto tenía 15 años. Procedía de una buena familia, tenía unos buenos padres y un buen futuro y lo eché todo a perder. Todo por querer ser como los demás chicos del barrio. Yo vivía en New York, después de haberme mudado de California. Cuando me matriculé en la escuela secundaria conocí a los pocos días a un chico de mi edad pero él era como decimos por aquí “mi hermano de otra madre” es decir que era de color. Cuando lo conocí congeniamos muy bien y nos hicimos amigos enseguida. Pero él al ser de otro barrio los pandilleros le trataban mejor y para que no me discriminasen me quise unir a ellos, pero me dijeron que tenía que pasar unas pruebas: La primera era pinchar una rueda a un coche de un profe. Al principio me daba un poco de reparo. Pensaba que aquello no estaba bien pero para no dejar a mi hermano en mal lugar decidí hacerlo. Después de esto me entró una sensación rara como si me atravesase un rayo, pero me gustó. La segunda (fue tirándole huevos) era gastarle una broma pesada a un profesor. Después de conseguir ser su amigo empezamos a hacer más fechorías de este tipo, hasta que hicimos algo que colmó el vaso: Robar un coche blindado. Era 27 de junio del 2009 yo en este tiempo tenía 18 años cuando lo decidimos. Eran las cinco y media de la tarde. Íbamos en un coche azul oscuro con las lunas tintadas y llevábamos puesto un pasamontañas y un chándal negro. Cuando tuvimos a la vista nuestro objetivo decidimos intentarlo. Bajamos del coche y con unas pistolas apuntamos al conductor y a los que estaban en el cajón de la furgoneta, y los sacamos a la calle. Justo cuando arrancamos la furgoneta se oyó una sirena. Intenté bajar, pero mi amigo me dijo: -¿Te rajas? A lo que le contesté: -No, pero tampoco quiero que me pillen. Y el furgón salió disparado quemando ruedas del sitio. Entramos en la autopista y enseguida nos perseguían veinte o treinta coches de policía y dos helicópteros del NYPD. Nosotros al verlo nos 11.


asustamos un poco pero seguimos hacia delante. De repente, después del aviso de los policías y de la amenaza de sacarnos de la autopista a la fuerza, un coche grande y dos camiones del NYPD se nos atravesaron haciéndonos frenar y colisionar contra la barrera de la policía. Pero era demasiado tarde para escapar, nos tenían rodeados y acorralados como las ratas.

En el juicio, los de la banda de matones nos culparon del atraco a mi amigo y a mí quedando, como dos gilipollas delante de ellos, y nos dimos cuenta de que no podíamos confiar en cualquiera sin conocerlos, ni dejarse llevar por nuestras emociones. Ahora aquí os confieso que no es nada bueno estar aquí. Así que evitar estos problemas.

Iván Santana Moya

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9. UN NUEVO COMPAÑERO Empezaron las clases un 20 de Diciembre. Él llegó a este sitio desconocido para el ya que sus padres habían encontrado trabajo aquí. Entró en la clase y los que iban a ser sus nuevos compañeros lo miraron de una forma rara, extraña y un tanto malévola. Se sentó en un sitio que estaba apartado de todo el grupo. Al día siguiente sus compañeros no le hablaban ya que pensaban que era una persona rara, extraña y fuera de lo común. David siempre llevaba consigo una pulsera muy bonita, la pulsera no valía nada pero para el tenía un gran valor sentimental, ya que se lo había dado su abuela antes de fallecer. Sus compañeros se fueron dando cuenta de que lo que más le importaba a David era esa pulsera e idearon un plan para quitársela. Un día cuando toco Educación Física y tuvieron que cambiarse de ropa, se quitó la pulsera y se la dejó en los servicios. Un compañero suyo aprovecho el momento para quitársela. Cuando acabó la clase David echo de menos su pulsera e inmediatamente se dirigió al baño. La estuvo buscando mucho tiempo pero no lo encontró a si que se lo dijo al maestro. El maestro dijo que iban a ver las cámaras de seguridad y se llevó a David. Cuando llegaron donde los compañeros se lo dijo al chico que le había quitado la pulsera pero toda la clase salió a su defensa ya que eran sus amigos y dijeron que toda la clase lo había planeado todo. David les preguntó que porqué habían hecho eso y ellos le contestaron que para molestar. Los chicos se dieron cuenta de que con esto no había conseguido nada. Después de un tiempo y poco a poco David se fue haciendo amigos de sus compañeros, y que no valía la pena aislarse. Jonnathan Hurtado

13.


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