Hábitos lectores en estudiantes de 7º semestre de la BENM Protocolo de investigación1 Abril, 2013 Cenobio Popoca Ochoa María Teresa Melchor Reyes Betzabé Martínez Zavala2 Justificación Reiteradamente se plantean quejas en el sentido de que México es un país de no lectores, lo cual se refleja entre otros indicadores, en el reducido número de libros leídos al año por habitante –2 libros, si bien dependiendo el contexto social y cultural, mientras en Finlandia se leen 19, Alemania 16, España 6, Chile 4. De ahí se han derivado diversos programas de promoción de la lectura, tanto por la SEP –por ejemplo el histórico programa Rincones de lectura, hoy Programa Nacional de Lectura- como por la sociedad civil, como la actual campaña Diviértete leyendo. Además, se suele atribuir a la escuela y sus maestros un papel relevante en la formación de lectores, con frecuencia cuestionando la práctica lectora de aquéllos, como expresa Gabriel Said: “una encuesta centrada en el mundo escolar, seguramente mostraría que los maestros no leen y que su falta de interés se reproduce en los alumnos” (2006:26) Por ello, resulta de relevante interés identificar las prácticas lectoras de futuros docentes; es decir, de estudiantes normalistas. Lo que justifica la investigación que se pretende realizar con jóvenes de 7º semestre –a punto de egresar– de la Benemérita Escuela Nacional de Maestros. Pregunta principal ¿Cuáles son los hábitos lectores de estudiantes de 7º semestre de la BENM? Preguntas secundarias 1
Protocolo elaborado en el marco del Curso de investigación educativa, impartido por el Dr.
Enrique Farfán, en la Benemérita Escuela Nacional de Maestros. 2
Profesores Benemérita Escuela Nacional de Maestros.
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¿Qué leen los estudiantes de 7º, con qué frecuencia y por qué razones? ¿Leen por autonomía? ¿Cómo y en qué espacios se ha ido construyendo el hábito lector de los estudiantes normalistas? ¿Cómo ha contribuido la BENM a la formación del hábito lector? Estado del arte (inicial) Se suele asociar la idea de hábito con prácticas automatizadas, mecánicas; así por ejemplo, el diccionario de la Real Academia define al hábito como: “Modo especial de proceder o conducirse adquirido por repetición de actos iguales o semejantes, u originado por tendencias instintivas”. Sin embargo, autores dedicados al tema de la lectura –y la escritura– conciben al hábito como una práctica o actitud que se desarrolla por diversas circunstancias. Por ejemplo: − Argüelles J.D. (2003) en sus textos ¿Qué leen los que no leen?” Y “La lectura es el camino” concibe el hábito de leer como “un vicio, una adicción” que se adquiere “por contagio, como los virus” y no por imposición o insistencia, como algo que sirve no tanto para conseguir información como para interrogarnos sobre nuestras vidas. − Silvana Salazar Ayllón en su publicación “Claves para pensar la formación del
hábito lector” señala que el hábito lector es un comportamiento
estructurado —no espontáneo— que lleva a realizar, frecuentemente, esta actividad para responder siempre a
motivaciones personales que
contribuyen a generar satisfacción, sensación de logro, placer y entretenimiento. Otra línea a profundizar del estado del arte refiere a los estudios que se han realizado en México y en otras latitudes sobre los hábitos o prácticas lectoras, tanto de la población abierta como de niveles específicos de educación,
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esperando identificar trabajos relacionados con el nivel universitario y formación inicial de maestros. Así por ejemplo, estudios a revisar, entre otros, serán: •
Conaculta (2006) Encuesta Nacional de Lectura
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SEP-INEGI, (2006), Encuesta nacional de prácticas de lectura en las escuelas de educación básica.
Esto permitirá identificar el objeto de estudio, el tipo de preguntas, los instrumentos utilizados, los hallazgos; lo cual permitirá precisar el presente proyecto de investigación.
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