REFLEXIONES EN TORNO AL PROCESO DE EVALUACIÓN . Mónica Toledo Pereira Universidad Playa Ancha http://educacion.upa.cl/dialogos20/monica.htm
Cuando el profesor comprende la complejidad de su rol y el significado de su quehacer, toma conciencia de la realidad que enfrenta y de cómo puede asumir ese significado. Entre los procesos que él debe vivir con sus alumnos, está el proceso de evaluación, en sentido amplio, inherente al proceso educativo, abarcándolo todo: objetivos, actividades, evaluación, los alumnos y el mismo. La evaluación debe emerger de una comprensión del contexto donde está inmerso el docente y los alumnos, de los principios pedagógicos que sustentan a la escuela y de los principios personales que valorizan su profesión. Para poder evaluar al alumno y al proceso educativo en que está inmerso, el docente debe tomar conciencia primero de lo que está haciendo y cómo lo está haciendo y cómo puede hacerlo mejor. Después que analice estos tres aspectos podría recién evaluar a sus alumnos y establecer lo que aprendieron, lo que lograron, las competencias que alcanzaron, los cambios que en ellos se produjeron, para luego traducir estos cambios en una calificación o nota o en un informe cualitativo. Cada docente da un sello personal a su trabajo y tiene sus razones cuando evalúa a sus alumnos, no obstante estas razones deben estar muy bien fundamentadas para que el estudiante no se sienta "estafado" y esté seguro de que aquella calificación que recibió es la justa medida de su logro. En forma más simple puede decirse que la evaluación es el proceso que permite establecer la diferencia entre el desempeño del estudiante al final de un proceso de enseñanza aprendizaje y el desempeño esperado, (descrito en los objetivos educacionales) El monto de la diferencia dependerá de la dedicación que hayan puesto ambos (profesor - alumno) en el proceso y de la comunicación que haya existido entre ellos. En este artículo se señalan las características esenciales de un proceso de evaluación y las condiciones específicas que debe presentar un proceso de evaluación del aprendizaje del alumno, teniendo en cuenta además, que el proceso educativo completo puede ser evaluado y el docente y sus alumnos son los responsables de hacerlo. Ello implica desarrollar los conceptos de evaluación diagnóstica, formativa y sumativa en todos los ámbitos del proceso, con énfasis en lo que ocurre en la sala de clases. Evaluación diagnóstica, formativa y sumativa: La evaluación diagnóstica tiene por objetivo fundamental establecer la situación de cada estudiante al iniciar un determinado proceso de enseñanza aprendizaje, con el fin de adecuarlo a sus necesidades. Se define como el proceso a través del cual se conoce el estado de algo o alguien, para intervenir y llevarlo de lo real a lo ideal. Se detectan las condiciones iniciales para orientar el proceso que desarrollará para llegar a la condición final. Con la evaluación diagnóstica se inicia cualquier proceso educativo, se obtiene información descriptiva, se establecen las discrepancias entre una situación real y una ideal, se toman decisiones acerca de los criterios que se usarán para desarrollar una situación de enseñanza - aprendizaje, se regula el proceso de planificación y se obtiene información cualitativa más que cuantitativa. En la idea constructivista, el aprendizaje se produce cuando hay un desequilibrio (conflicto cognitivo) entre lo que el alumno sabe y el nuevo conocimiento que se propone, para un reequilibrio posterior. En el estado inicial de los alumnos hay tres elementos básicos que son:
- el nivel de desarrollo evolutivo (madurez escolar) - la disposición para aprender (deseo de aprender, confianza en sí mismo) - los conocimientos previos (esquemas de conocimiento) Los esquemas de conocimientos son las representaciones que posee una persona en un momento determinado de su historia sobre una parcela de su realidad. Son "Redes" de almacenamiento de conocimientos: conceptos, procedimientos, normas, valores y actitudes. Estados de los conocimientos que tiene. Con la evaluación diagnóstica el profesor responde a las siguientes interrogantes: -
¿Qué intento que aprendan? ¿Cómo pretendo que lo aprendan? ¿Qué necesito saber previamente?. ¿Qué cosas ya saben? ¿Los conocimientos previos están organizados? ¿Fueron adquiridos significativamente?
La evaluación formativa persigue básicamente tres objetivos. - la regulación pedagógica - la gestión de errores - el refuerzo de los éxitos El término evaluación formativa se introdujo en 1967 para referirse a los procedimientos que utilizaba el profesor para verificar el éxito o fracaso de su proceso didáctico y adoptar acciones remediales cuando éste lo requería. Se parte del supuesto que el alumno no aprende, no porque no estudia o no tiene capacidades, sino que las actividades que enfrenta no son las más adecuadas para ello. En esta última década, el significado de este concepto ha variado y se explica la evaluación formativa como un proceso de regulación que identifica cuáles son las deficiencias del aprendizaje más que los resultados alcanzados. Desde el punto de vista cognitivo, la evaluación formativa busca ayudar al alumno a comprender su funcionamiento cognitivo frente a las tareas que se le proponen: cuáles son sus representaciones mentales y las estrategias que usa para llegar a un resultado determinado. La información que obtiene se refiere a las características de los procedimientos que ha usado principalmente y en menor grado al resultado a que ha llegado. Se estudian los errores para que revelen la naturaleza de las representaciones o de las estrategias elaboradas por los estudiantes. Los errores permiten determinar las dificultades que presentan los alumnos y de esta forma se organizan otras actividades para ayudarles a superarlos. Otro aspecto muy importante es que la evaluación formativa también ayuda a resaltar aquellos aspectos del aprendizaje en los cuales el estudiante ha tenido éxito, ya que esto refuerza lo que aprendió. Esto ayuda a que el alumno tome conciencia de los procedimientos que ha usado para tener éxito y pueda usarlos de nuevo para aprender. Es más importante entonces la realización y los procedimientos, que los resultados. La evaluación sumativa habitualmente se describe como la última evaluación a la que son sometidos los alumnos, después de haber desarrollado un programa; un proceso que pretende establecer en qué medida los estudiantes lograron los objetivos de un curso o de una asignatura al final de un período escolar y si está en condiciones de ser promovido (eso traducido en una nota que especifica el grado de logro). En el modelo cognitivo, la evaluación sumativa no tiene mucha importancia, ya que si el alumno construye su aprendizaje y descubre sus procesos mentales, llegaría al final del proceso con todos los objetivos logrados en un alto porcentaje y la calificación final sería entre buena y óptima. Esta
concepción implica un cambio de actitud extremo de parte de los docentes, ya que la mayoría de ellos ha asumido la idea tradicional de evaluación y tiende a "recordar los pecados" al niño(a) al sacar un promedio de todas las notas obtenidas durante el proceso. ¿Cómo usar la evaluación sumativa? Solo como una instancia de reflexión final donde alumno y profesor juntos establecen los logros, el progreso alcanzado, los procesos mentales desarrollados y las virtudes o defectos de todo lo que el docente preparó para trabajar en la sala de clases, de tal forma que si inicia un proceso similar al año siguiente, con otros alumnos, pueda ser mejorado. El docente debe considerar que: - todos los estudiantes de su curso pueden lograr los objetivos de un programa de asignatura. - todos los alumnos tienen diferentes ritmos y/o estilos de aprendizaje. - cada uno tiene diferentes aptitudes - la aptitud del estudiante es inversa al tiempo para aprender. Un alumno con menor aptitud necesita más tiempo para aprender. - cada materia se aprende de manera distinta, según el estilo de cada estudiante. - cada alumno aprende con diferentes estrategias cognitivas. - un contenido puede ser aprendido de diversas formas - todo se aprenderá en la medida en que tenga significado para el que aprende. - si sus expectativas con respecto a sus alumnos, son altas, estos aprenderán más fácilmente. Es en el contexto de la evaluación donde la reforma educacional ha puesto mayor énfasis, dado que todos los antecedentes teóricos apuntan al desarrollo del aprendiz en forma integral, a la importancia de la diversidad y del ritmo del aprendizaje de cada uno. Se les pide a los docentes un cambio de actitud extremo en cuanto a los criterios que se utilicen como referencia para evaluar tanto como a los instrumentos que se utilicen para medir el rendimiento de los alumnos. Es en este ámbito que se puede resumir las nuevas ideas respecto a la Evaluación Educacional en los siguientes puntos:
- Se cambia el enfoque preferentemente conductista del aprendizaje al enfoque cognitivo sobre la evaluación -La evaluación basada en exámenes escritos pasa a basarse en otras formas de obtener información respecto de los alumnos.(Evaluación auténtica) - La evaluación no ocurre en un momento específico, sino durante todo el tiempo que el estudiante está en la escuela. Se muestran trabajos a largo plazo a través del tiempo que se produce la interacción profesor alumno. - La evaluación es multidimensional, no está referida a un solo atributo. - Se enfatiza el trabajo en equipo y la evaluación colectiva más que la individual. - Los instrumentos al ser variados, pueden ser diferentes para cada alumno. Esto significa que no necesariamente se debe aplicar a todo el grupo la misma prueba. Todo debe ser evaluado y todos los integrantes del proceso educativo que ocurre en la escuela deben participar en los procesos evaluativos, ya sea como evaluadores o como objetos de evaluación. El docente no queda fuera de esta idea y puede ser evaluado por sus alumnos, por los directivos de la unidad educativa o antes que eso puede autoevaluarse. Para ello, primero es necesario definir sus atributos y describir el conjunto de competencias que hacen que el docente sea eficiente y efectivo, estableciendo los indicadores de esas competencias. Existen, de acuerdo al modelo pedagógico establecido por cada cultura, muchos instrumentos que permiten medir estas competencias. Lo más importante es, además del instrumento, establecer los
patrones de comparación o criterios de referencia para poder emitir juicios respecto a él o a su acción pedagógica. Cuando se elabora una pauta, primero se definen los atributos que debe presentar el sujeto; si esos atributos no son observables, se buscan indicadores que permitan su observación y de acuerdo a esos indicadores se elaboran los ítemes de la pauta; considerando el contexto donde se realizará la medición. Así por ejemplo, algunos de los atributos que podrían medirse serían :la capacidad para evitar errores, el grado de compromiso con la escuela, la lealtad, la capacidad para mantener acuerdos, el espíritu servicial y habilidad para cooperar, la productividad, la puntualidad, la flexibilidad, el sentido del orden, la habilidad comunicacional, la tolerancia y apertura hacia los demás, la perseverancia, el interés y respeto por los demás, la higiene y presentación personal, la coherencia en sus acciones y juicios, el grado de dedicación a los alumnos, etc. Evaluación del Aprendizaje. La evaluación del aprendizaje entendida como el proceso que pretende establecer el grado de congruencia o consistencia entre los objetivos planteados al comienzo de un programa escolar y los logrados por el alumno al final del desarrollo del programa. Tiene ciertas características que le son propias y que es necesario analizar con detalle. Entendido el proceso de evaluación como un proceso de emisión de juicios de valor, que implica la comparación entre las características de las personas o las cosas en relación a un marco de referencia o patrón. En el proceso de enseñanza aprendizaje el marco de referencia o patrón lo constituyen los objetivos educacionales, ya que ellos están diciendo que es lo que los alumnos deben lograr y las pruebas o situaciones de evaluación que se diseñan están referidas a la medición del logro de los objetivos, lo que los profesores llaman rendimiento académico. El rendimiento académico es la capacidad que tienen lo alumnos para responder las pruebas.( es la idea física de relación entre trabajo útil y trabajo total). Como las pruebas están elaboradas en relación a los objetivos, el puntaje obtenido por el alumno señala la proporción entre lo que se esperaba que lograra y lo que logró realmente. El proceso de evaluación a nivel de aula tiene las siguientes características: - Debe ser congruente con los objetivos - Debe incluir un análisis de los procesos como de los productos de aprendizaje - Considera el rendimiento académico como un indicador más del aprendizaje logrado, pero no como el único indicador - Las situaciones de evaluación diseñadas se integran al contenido curricular y a los fines pedagógicos. - Es eficaz si adecuan las tareas de evaluación a los resultados que se esperan de los alumnos. - Utiliza criterios de referencia conocidos por los alumnos y analizados con ellos. - Permite que el estudiante demuestre de más de una forma su aprendizaje - Permite que el proceso de aprendizaje sea mejorado constantemente. La evaluación es la clave de la regulación del proceso de enseñanza aprendizaje.Como se debe atender a la diversidad de niveles, estilos y ritmos de aprendizaje de los alumnos, el docente puede verificar en todo momento como progresa el alumno, cuáles son sus éxitos y cuáles sus dificultades, y cuáles son las estrategias que pone en práctica para aprender. Considerando al alumno como persona individual, no comparable con el resto de su grupo. Es de claridad meridiana la idea de que lo que se evalúa es el proceso educacional completo, pero lo que le interesa realmente a los profesores es la evaluación del aprendizaje de los alumnos. Evidentemente el aprendizaje está expresado o descrito en los objetivos educacionales, cualquiera sea su forma, los que señalan un conjunto de competencias, habilidades, destrezas, etc. que el
estudiante debe mostrar. Así entonces, la evaluación es un proceso continuo, permanente, que está señalando los logros y las deficiencias de los aprendices en todo momento en el ámbito escolar. Aunque, más que cuestión de momentos, es mejor señalar que constantemente el docente y el alumno(a) deben estar verificando si el aprendizaje está ocurriendo y deben sentirse capacitados además para autoevaluarse y evaluar a otros. Para ello es necesario que los estudiantes conozcan lo que se espera de ellos, en qué condiciones y con qué calidad. Por esto, al comienzo de cada clase, es necesario usar unos minutos para comunicarlo y establecer los elementos normativos que permitirán la autoevaluación y la coevaluación. Es importante que el estudiante demuestre a él y a otros que aprendió. Para que esto resulte operativo, el docente debe llevar un registro de todas las actuaciones de sus alumnos y ellos a su vez también pueden registrar los logros que van alcanzando. Con esto deja de ser importante la situación de prueba (aplicación de instrumentos de medición: orales, de desarrollo y objetivas); los procedimientos son diversos, pueden ser aplicados en forma individual, grupal o colectiva; no obstante, lo más importante es la coherencia de las acciones. Estas deben ser muy similares a las actividades de aprendizaje. Por ejemplo, la creación de un poema, el escribir una carta a un amigo, permitirán evaluar la redacción y ortografía, más que el responder una prueba de ensayo preguntando las reglas gramaticales y ortográficas. Es obvio que hay muchos hechos específicos y convenciones que el alumno debe manejar, pero la forma de recordarlos cuando sea necesario no debe ser controlada con una prueba, sino que en la medida que se desarrollen las actividades de clases con apoyo de buenas estrategias, sugiriéndole estrategias cognitivas, él podrá almacenar fácilmente la información y recordarla cuando la necesite. Muchas de las actividades que el alumno realiza para aprender pueden servir también como situaciones de evaluación. La idea es que el alumno no sienta temor cuando está siendo medido y los procedimientos que se utilicen para hacerlo sean conocidos por él. Así, pueden ser situaciones de evaluación, tanto como actividades de aprendizaje las disertaciones, la resolución de crucigramas, jeroglíficos o adivinanzas, el relatar anécdotas, dibujar historietas, construir maquetas o planos, elaborar mapas conceptuales o diseñar proyectos, elaborar recursos como las dos caras de la moneda o el abecedario temático, participar en un torbellino de ideas, etc. No obstante, esto no deja de lado a las pruebas tradicionales, tales como la: Interrogación oral, la prueba de ensayo, las guías de ejercicio, el dictado ortográfico, la prueba objetiva, las pruebas de respuesta breve, las listas de cotejo y las escalas de clasificación. La diferencia está ahora en como ellas se usan. La Reforma Educacional sugiere que la evaluación sea una práctica habitual en la sala de clases y las situaciones de evaluación que enfrenta el alumno sean innovadoras. Las situaciones de evaluación innovadoras tienen las siguientes características: 1.- Permiten que los alumnos ejecuten, creen, produzcan o hagan algo. 2.- Desarrollan las destrezas más complejas, los procesos mentales elevados como razonar y resolver problemas 3.-Utilizan actividades que resultan didácticas y significativas para el estudiante. 4.- Consideran el mundo real del alumno y lo problematizan en su contexto. 5.- Consideran el juicio del (los) evaluador(es), pero también los juicios de cada sujeto (autoevaluación, coevaluación). 6.- Exigen que los docentes acepten comentarios acerca de su labor pedagógica. Las situaciones de evaluación deben ser atractivas formas de verificar destrezas, de razonar y de resolver problemas reales, de tal forma que los alumnos se sientan exitosos. Las pruebas "tradicionales" también deberían ser usadas considerando los aspectos señalados.
Las situaciones que el profesor diseñe pueden ser muy novedosas y entretenidas para los alumnos y todos pueden disfrutar el proceso de evaluación. Sin embargo, el sistema nos pide una nota para cada alumno en escala de uno a siete. Es necesario entonces traducir todo aquello que los alumnos han alcanzado a un número que resuma esta información. Como en este momento lo más importante es el proceso que ha vivido el alumno, es conveniente ponderar de manera distinta sus diversas actuaciones. Cuando los alumnos trabajan en grupo, es conveniente establecer algunas reglas respecto a la evaluación, en el sentido que todos se sientan responsables del aprendizaje del grupo y cualquier integrante sea capaz de responder a todo lo que han aprendido. Por ejemplo, se pueden considerar aspectos tales como si cada integrante: estuvo presente y participó en los talleres, hizo aportes al desarrollo de las actividades, proporcionó ideas que permitieron avanzar, se integró en forma activa, estuvo dispuesto a participar, explica con propiedad el trabajo realizado, respetó los puntos de vista de los otros, mostró una actitud conciliadora, mantuvo una actitud cordial de trabajo, permitió el desarrollo del trabajo, etc. Otros aspectos que pueden ser discutidos en el grupo para autoevaluarse y coevaluarse, tienen relación con las siguientes interrogantes: -
¿Qué ganamos hoy? ¿Para que sirvió el día de trabajo? ¿Qué no sabíamos a las nueve de la mañana que ahora sabemos? ¿Podríamos resumir el día en una frase? ¿Qué ideas nuevas tenemos respecto a los contenidos desarrollados? ¿Con qué podemos relacionar esos contenidos? ¿Para qué nos sirven? ¿ Quienes aprendieron más? ¿Quiénes necesitan ayuda? ¿Qué modificaciones le sugeriríamos al profesor para una próxima vez? ¿Cómo podríamos medir lo que aprendimos hoy?
Respecto a la autoevaluación, el estudiante puede responder de acuerdo a los siguientes aspectos: 1.- Realizo las actividades asignadas lo mejor que puedo 2.- Me involucro en la asignatura 3.- Hago esfuerzos extras cuando la situación lo pide 4.- Reviso cada trabajo con cuidado, para asegurarme de que esté bien 5.- Ayudo a mis compañeros, incluyendo a los que no me caen bien 6.- Me siento responsable de los errores que comete mi grupo 7.- Tomo la iniciativa para evitar pérdidas de tiempo 8.- Entrego los trabajos en las fechas solicitadas 9.- Soy puntual en la entrega de trabajos 10.-Respeto el tiempo de los demás 11.-Informo a mi grupo mi tiempo disponible para trabajar 12.-Aprendo de mis errores 13.-Confío en el trabajo de mis compañeros 14.-Me gustan los resultados de mis esfuerzos en la asignatura 15.-Mantengo un cuaderno o apuntes de clase ordenados 16.-Pongo en orden mi material antes de iniciar un trabajo 17.-Trato de no malgastar recursos 18.-Actúo como líder del grupo 19.-Hablo con todos mis compañeros 20.-Cuando mis compañeros hacen buenos trabajos los felicito 21.-Cuando el producto del grupo no me gusta, lo hago saber
22.-Rindo las pruebas en las fechas indicadas 23.-Asisto a clases de la asignatura 24.- Dedico tiempo de estudio a la asignatura 25.-Siento que mis compañeros están satisfechos con mi actuación 26.-Creo que las calificaciones obtenidas son las que merezco Cualquiera sea la situación de evaluación que se diseñe, lo más importante es que ésta permita o dé la oportunidad al estudiante para mostrar que logró lo que se esperaba de él, en qué medida lo logró, por cuánto tiempo y si necesita mayor ejercitación al respecto para mejorar. Estas mismas consideraciones se deben tener en cuenta cuando los alumnos presentan necesidades educativas especiales, en este caso es necesario hacer evaluación diferenciada, esto no significa hacer una prueba distinta, aunque sí puede hacerse, sino tener en cuenta algunas condiciones en la elaboración y en los criterios de comparación usados. La evaluación diferenciada es el recurso que el profesor utiliza al evaluar alumnos que presentan problemas de aprendizaje y consiste en aplicar procedimientos evaluativos acordes con las características del estudiante, dándole de esta forma la oportunidad de demostrar que han aprendido. El docente de Educación Básica debe trabajar con ayuda del docente de Educación Diferencial, ya que es éste el que está capacitado para establecer los procedimientos que deben seguirse en la evaluación diferenciada y determinar las características específicas que deben tener los instrumentos.
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