CURALOTODO Por Elizabeth Guzmán
Las plataformas de redes sociales están llenas de consejos que prometen curar casi todo, sin pruebas científicas que lo respalden, este bombardeo constante de información puede provocar efectos en nuestra salud mental. Con todo, en México florece una lucrativa industria de productos y servicios fraudulentos que las autoridades sanitarias etiquetan de manera un tanto equívoca como productos “milagro”.
Pastillas para curar el Alzheimer, el cáncer y la diabetes mellitus; máquinas vibradoras que permiten “ejercitar el cuerpo y tonificar los músculos sin esfuerzo”; geles con componentes que reducen la grasa abdominal y ayudan a bajar de peso en pocos días, hasta cremas que hacen rejuvenecer la piel al instante. Las autoridades sanitarias reconocen que los productos milagro pueden clasificarse en tres: suplementos dietéticos, medicamentos y remedios herbolarios no identificados, en cuyo caso no es obligatorio por ley someterlos a las rigurosas pruebas de calidad, eficacia y seguridad que deben pasar los fármacos de patente, comentó, Rocío Alatorre Winter, comisionada de Evidencia y Manejo de Riesgo de la COFEPRIS. En la actualidad, en tiempo de pandemia, proliferan las recomendaciones de uso de substancias químicas o herbolarias que supuestamente curan el Covid 19 o crean
En tiempo de pandemia, proliferan las recomendaciones de uso de substancias químicas o herbolarias que supuestamente curan el Covid 19 o crean inmunidad, afirmaciones
inmunidad, afirmaciones sin sustento científico real y en muchos de los casos, con alerta sanitaria por autoridades del ramo. Debemos recordar que la Organización Mundial de Salud señala que aún no existe remedio para dicho mal. Según la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) de la Secretaría de Salud (SS), los productos o servicios milagro, de los que identifica más de 250 en México, sus fabricantes suelen registrarlos como artículos cosméticos o suplementos alimenticios cuando en realidad son otra cosa. En el extremo contrario, los productos milagro, por carecer de autorización o tener una inapropiada, pueden resultar nocivos para la salud de quien los usa. La publicidad con que se anuncian, llena de afirmaciones imposibles de comprobar, “induce al error, oculta contraindicaciones y exagera características o propiedades”, según dijo Miguel Ángel Toscano Velasco, ex titular de la COFEPRIS.
sin sustento científico real. (OMS)
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