Alejandro Curi Diseño 4 Centro de Diseño, Cine y TV Rodrigo Alegre 1ª parte Cradle to Cradle A nadie se le ocurrió hace años cuando empezó la Revolución industrial, en dónde nos íbamos a encontrar ahora. Realmente al leer este libro y toda la información con la que te topas cada día, me doy cuenta de que el mundo que se ve en las películas donde la gente respira con máscaras de oxígeno, es el mundo de ahora. Tal vez nuestros cuerpos se han vuelto más resistentes, pienso que una persona de 1500 no podría vivir mucho tiempo respirando un aire como el de ahora y todo esto no es sólo en la calle sino en el interior de nuestras casas también, donde supuestamente estamos a salvo. Entiendo que todo comenzó con otro propósito y que la producción creció cada vez más y más, pero la verdad es que hoy en día el crear cosas ya no es por necesidad sino por capricho así que no solamente vivimos con la basura de hace años sino que seguimos produciéndola. Tenemos que regresar al punto en el que el diseño era hecho pensado en la gente y en el medio ambiente. Creo que como se menciona en el libro, se alcanzó un punto en el que el medio ambiente estaba peleado con la industria, porque según el medio ambiente, la industria lo destruía y el medio ambiente para la industria era un obstáculo para llegar lo más lejos posible. Es difícil en un mundo tan consumista el volver a la gente conciente sobre estas cosas, probablemente tomará generaciones. Es impresionante pensar lo rápido que se multiplicaron las ventas de Ford ó las de Mac hoy en día. Atravesar la línea de límite de producción toma muy poco tiempo y diseñar por capricho también, pero revertir esos daños puede tomar muchísimo tiempo y a la vez diseños más tardados. Sin embargo creo que es un reto y el estar limitados a pensar en todos los aspectos involucrados al diseñar, nos volverá más creativos y observadores. Al mismo tiempo, vivimos en tiempos muy modernos donde creemos que cualquier cosa es posible, y pienso que el limitar tanto el diseño a plantas y flores puede ser demasiado retrógrada. Por eso estoy completamente de acuerdo con Michael, el químico que trabaja con Bill (arquitecto), la química y otros procesos de ese tipo son necesarios, así que más bien hay que pensar en cómo hacer esos químicos no dañinos. No podemos vivir de tejidos ó tal vez podríamos, pero si tenemos la opción de resinas ó adhesivos naturales, porqué no usarla. Lo que este libro me hace darme cuenta es que sí hay personas allá afuera haciendo un gran trabajo tratando de hacer el cambio, lo que me pregunto es porqué es tan difícil conocer estos materiales ó estas técnicas propuestas, hace falta difundir toda esta información, sino siempre seguiremos comprando lo que
conocemos y una vez más sin ponernos a pensar en que daños hace a nosotros y a nuestro entorno. A veces veo las soluciones muy lejos, y más porque inclusive yo muchas veces no tengo la iniciativa, pero creo que poco a poco se lograrán cambios grandes, y más ahora habiendo una población exagerada de alumnado en las carreras de diseño, quiero creer que en todo el mundo las escuelas de diseño están tomando conciencia sobre esto.