Gabriel Loire, Vitrales en dalle de verre. Basílica Nuestra Señora de Lourdes

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Vitrales en dalle de verre

BasĂ­lica Nuestra SeĂąora de Lourdes


© Espacio Transparente, 2018 Imagen cubierta: vitral Misterios del Rosario, Gabriel Loire. Imagen tapas interiores: anteproyecto programa iconográfico de los vitrales de la Basílica Nuestra Señora de Lourdes, Gabriel Loire. CLAV Ediciones, Valparaíso www.centrolatinoamericanodelvitral.org ISBN 978-956-9906-02-2 Fotografías: Espacio Transparente www.espaciotransparente.cl Impresión: AMF Impresores impreso en chile

/ printed in chile


Gabriel Loire

Vitrales en dalle de verre

Basílica Nuestra Señora de Lourdes Quinta Normal Santiago de Chile

Estudio Preliminar Vitrales

Laboratorio de conservación de vitrales Espacio Transparente Les Ateliers Loire

Proyecto financiado por el Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y las Artes, Fondart Región Metropolitana, Convocatoria 2018.

Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Fondart ámbito regional de financiamiento. Convocatoria 2018


Agradecimientos Ana María Berthelon • Ana Paz Cárdenas •Alejandra Cristi Ramón Gutiérrez • Marión Illanes • Marco Jiménez Gallardo Medardo Kahindo • Yura Labarca • Xavier Lampis Juan Carlos Marzolla • Paulina Matta Claudia Muñoz Cornejo • María Antonieta Palma María Isabel Soto • Soledad Rivas • Waldo y Elie Rojas Valeska Vásquez • Verónica Veliz • Familia Loire Padres Asuncionistas Biblioteca Nacional de Chile AMF Impresores Fundación Centro Latinoamericano del Vitral Secretaría Regional Ministerial de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de la Región Metropolitana Y a nuestro equipo de trabajo y colaboradores.



Un moderno luminoso Emilio De la Cerda Errázuriz Subsecretario del Patrimonio Cultural Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio

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un costado de la Quinta Normal, se levanta la Basílica Nuestra Señora de Lourdes, hito emblemático del panorama urbano de Santiago que, tal como la conocemos hoy, fue proyectada en la primera mitad del siglo XX por los arquitectos Andrés Garafulic y Eduardo Costabal. Se trata de una obra que podría inscribirse en un moderno temprano, con elementos compositivos que hablan de un momento de transición entre la diversidad de lenguajes propios de las primeras décadas del siglo XX y la consolidación de una forma exenta de ornamentos, que gradualmente asume los postulados de las vanguardias arquitectónicas del periodo. Uno de los principales valores de esta obra es su capacidad de articular diferentes artes y saberes en un solo conjunto y 4


estructura mayor, bajo la lógica de la integración de las artes. A la arquitectura monumental y abstracta de hormigón se suman el conjunto de esculturas de los profetas realizado por la artista nacional Lily Garafulic en la cúpula exterior y, asimismo, los magníficos vitrales distribuidos en cincuenta ventanales del templo, los que fueron ejecutados por el francés Gabriel Loire. Estos últimos aparecen con fuerza frente a la estructura sin revestimientos de la basílica misma y presentan una técnica singular, la dalle de verre. La obra de Gabriel Loire se sitúa, junto a los vitrales de Adolfo Winternitz, como uno de los primeros conjuntos vitrales “de autor”, que no corresponden a un encargo de carácter industrial o a un programa iconográfico de foco pedagógico, como el corpus de vitrales del siglo XIX. Aquí los artistas tienen un profundo conocimiento del espacio de culto y utilizan este medio como fuente de expresión y de espiritualidad. De este modo se trata de una obra compleja y donde cada elemento forma parte de un conjunto mayor. Por esto, la puesta en

valor, estudio y difusión de cada uno de los elementos que forman parte de la basílica resulta hoy de gran relevancia. En este contexto, cabe celebrar la iniciativa del Laboratorio de conservación de vitrales Espacio Transparente, que en asociación con el taller del fabricante original de estos vitrales, Les Ateliers Loire en Francia, realizó una valiosa investigación sobre estas piezas y avanzó en la elaboración de una propuesta de plan de conservación y restauración de estos vitrales. Lo anterior, en un proyecto Fondart Región Metropolitana financiado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. Se trata por lo tanto de un aporte fundamental a la proyección del patrimonio vitral de Chile, que a través de esta publicación y de otras actividades de difusión asociadas, permiten acercar la riqueza de esta expresión artística a la comunidad.

Pág. izq.: detalle escultura exterior Basílica de Lourdes, Lily Garafulic.

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Dalle de verre monumental Centro Latinoamericano Del Vitral Pricilla Barahona Albornoz Vicepresidenta, Centro Latinoamericano del Vitral; Arquitecta Restauradora y Conservadora; Master en Patrimonio Mundial y Proyectos Culturales para el Desarrollo.

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simple vista, la magnificencia de la Basílica Nuestra Señora de Lourdes responde a la gran escala de su cúpula o a su notoria presencia urbana dentro de la comuna de Quinta Normal, aledaña al parque del mismo nombre. Pero cuando nos acercamos, vemos en ella la perfecta conjunción entre la espacialidad lograda por los arquitectos Eduardo Costabal y Andrés Garafulic, y la plasticidad de los vitrales creados por el artista francés Gabriel Loire. Pero, ¿por qué es tan conmovedor estar dentro de esta iglesia? La arquitectura fue creación del hombre para facilitar la vida y permitir el culto de la fe, obteniendo, obras de incalculable valor, como es el caso de este templo. 6

El estilo neobizantino escogido por los arquitectos para esta obra nos muestra que, pese a la modernidad imperante en la arquitectura mundial, en el tiempo de su creación aún era difícil abstraerse de los patrones estilísticos más tradicionales, al menos en este rincón del mundo. Sin embargo, la arquitectura del templo está ligada en su mayor parte a las posibilidades ofrecidas por el innovador sistema constructivo del hormigón armado y su cúpula doble de casi setenta metros de alto, coronada por las obras de la escultora nacional Lily Garafulic. La presencia de las dieciséis esculturas que representan a los apóstoles y gárgolas en fachadas, se ve complementada por la decisión clave de incorporar a la obra el primer conjunto de vitrales creados con la técnica dalle de verre presentes en Chile. En esta técnica, nacida en la década de 1920, se utilizan paneles compuestos por trozos de vidrios de color (entre veinte y treinta milímetros de espesor, lo que permite trabajar los destellos mediante golpes al vidrio) y mezcla de hormigón. De esta forma se logra una plasticidad nunca antes alcanzada con el vitral emplomado, lo que significó


una renovación para el arte sacro en el espacio de culto.

ne la identificación de todas las imágenes de la obra.

Gabriel Loire, autor de los vitrales, fue contemporáneo de Adolfo Winternitz (Templo Votivo de Maipú y Capilla Colegio Verbo Divino). A este encargo le sucedieron obras en todo el mundo, realizadas con la misma técnica. Queda mucho trabajo de estudio y difusión de su obra en Chile, con ejemplos como los vitrales del convento de las Carmelitas de Pedro de Valdivia (1953).

Agradecemos la colaboración permanente de los continuadores de la obra de Gabriel: su hijo Jacques y sus nietos Bruno y Hervé.

Para el Centro Latinoamericano del Vitral es un privilegio integrar a nuestra serie Vitrales Patrimoniales en Chile, esta extraordinaria obra. El Catálogo nos permite hacer accesible al visitante el mensaje del artista y de los religiosos, pues contie-

El estudio preliminar del estado de conservación de esta obra, elaborado por el Laboratorio de conservación de vitrales Espacio Transparente, financiado por Fondart Región Metropolitana, y patrocinado por nuestra fundación, busca analizar los aspectos más relevantes de la obra: histórico, estilístico, iconográfico y técnico. Cabe mencionar que se pudo abordar un problema de complejidad mayor, como es la instalación antisísmica de los paneles de dalle de verre, aportando así a la protección de los vitrales patrimoniales en Chile. 7


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La nueva iglesia de Lourdes Texto aparecido en Almanaque del Centenario de las Apariciones de Lourdes, 1958. Director de la revista, padre Humberto Palma, a. a.

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o son muchas las personas que en esta populosa ciudad de Santiago sepan que en uno de los barrios más alejados del centro comercial se ha construido, en honor de la Santísima Virgen de Lourdes, un templo que, para los que algo entienden en gajes arquitectónicos, constituye el más interesante de los monumentos religiosos con que cuenta nuestra capital. Nos referimos a la nueva Iglesia de Lourdes que los Padres Asuncionistas lograron levantar con casi treinta años de trabajo intenso, en el barrio de Quinta Normal, con frente a la Gruta de Lourdes. Monumento verdaderamente notable, obra de los arquitectos Andrés Garafulic y Eduardo Costabal que, al par que exterioriza una concepción origiPág. izq.: croquis realizado por Gabriel Loire en su visita a Santiago en 1985. Gentileza Archivo Loire.

nalísima de lo que debe ser un Santuario elevado en honor de la Virgen, se ha convertido en una de las obras representativas de la amplia labor evangelizadora que en nuestro país desarrolla la Comunidad en referencia. Concebida en forma sencilla que hacen grandiosa su aparición tras las modestas murallas de las casas que la rodean, la Iglesia se levanta súbitamente ante nuestra vista despertando nuestra curiosidad por la rotunda afirmación de una cúpula como no habíamos visto antes en nuestro país de temblores, acusada desde la tierra misma que la sustenta en forma franca y potente, delicadamente exornada a trechos, a trechos reforzada por robustos contrafuertes sobre los cuales la obra escultórica de Lily Garafulic, luce a tenor de la majestuosidad de la obra arquitectónica, con una corona de profetas de tipo monumental que dan a la obra entera el carácter, más que de una Iglesia propiamente tal, de un monumental santuario elevado por la fe de los católicos de Chile en honor de la Virgen Inmaculada. La iglesia, nos parece una obra de gran calidad, desconocida 9


para gran parte de nuestros conciudadanos y digna de ser mostrada a nuestros lectores que aún no han tenido la suerte de visitarla, que bien vale el viaje, como se verá más adelante. Porque si bello y prometedor de un grandioso conjunto es su exterior, el interior, no dudamos en catalogarlo como de un éxito arquitectónico absolutamente logrado tanto en su concepción de lo que es y debe ser una iglesia católica, como en el maravilloso equilibrio de su decoración interior, toda llevada en tonos grises y blancos y realzada en su totalidad por el portentoso reflejo de los magníficos vitrales colocados que por algunos instantes le hacen pensar a

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uno que por obra y gracia de un genio travieso se encuentra en el interior de una gruta encantada, capaz de cobijar tres mil personas y bajo una altura totalmente libre de cerca de cuarenta metros. ¿Hay otra iglesia en nuestro país que dé esta impresionante sensación de espacio? Lo dudamos. Y según nuestro informante, al entrar en la nave principal, esta sensación de espacio ha de duplicarse, llevando nuestra admiración hasta lo milagroso. Porque algo de milagroso hay verdaderamente en lo que estamos experimentando en esta hermosa mañana de verano,


algo que está más allá de nuestra capacidad de expresión, detenidos en frente de este grandioso cuadro de cristal refulgente que representa los Misterios del Rosario, y que es algo como la paleta a medio preparar de un pintor enloquecido por la maravilla del color en sus más puras tonalidades. Algo que sólo se puede explicar… Mirándolo con sus propios ojos terrenales. ¿Quién da al color esa brillantez y esa vida? ¿Quién aviva el cristal en tal forma que, de repente uno cree estar ante el tesoro de Golconda tirado de alto abajo sobre una vidriera que para abarcarla en su totalidad hay que contemplarla desde una distancia superior a los treinta metros? Nuestro amable cicerone y padre espiritual de la obra desde sus comienzos —el P. Superior Zénobe Goffart— se sonríe y nos invita a acercarnos. No podemos con nuestra sorpresa. A dos metros de distancia el ventanal nos abruma con su pesada realidad. Se trata de grandes placas de concreto que, de vez en cuando y

como sumidas en la masa, lucen groseros trozos de cristal desbastados a machetazos. En un rincón leemos la firma modesta de su autor y su lugar de origen: —LOIRE — Chartres. No podemos menos de expresar nuestra admiración ante esta magnífica muestra del arte religioso francés contemporáneo. Allá arriba, pensamos, a cinco metros sobre nuestras cabezas, ¿qué se hace el concreto? ¿Quién hace el milagro de tornarlo una masa viva, palpitante, llena de refulgentes reflejos? ¿Quién hace de cada trozo de cristal una gema? El sol, nuestro hermoso sol de Chile. Y el milagro nos viene de Francia, de Chartres, donde un artista genial proyecta desde hace años vitrales que han de embellecer — como lo ha sido rara vez edificio alguno— uno de nuestros más hermosos templos capitalinos, y que constituye el monumento más representativo del espíritu católico de nuestro pueblo.

Pág. izq.: Padres Asuncionistas en la obra en construcción (década 1930). Gentileza archivo Basílica.

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Gabriel Loire Por su hijo Jacques Loire La Clarté – Lèves, Francia

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antiago, Nuestra Señora de Lourdes: palabras que me hacían soñar cuando era más joven. Comencé mi vida profesional a la sombra de mi padre Gabriel, en su taller en la casa de la familia y en el taller de la Clarté. Yo admiraba sus creaciones, sus dibujos escalados en color y, en particular, todo el trabajo que realizó para la Basílica Nuestra Señora de Lourdes en Santiago de Chile. Durante la Guerra, mi padre había creado y dibujado imágenes para los Padres Asuncionistas en París, lo que había propiciado un clima de estima y de amistad entre ellos. Esta complicidad con el padre Zénobe Goffart, entre otros, fue indudablemente de gran ayuda para establecer el programa iconográfico y la creación de maquettes para los vitrales de la Basílica. Recuerdo el particular entusiasmo de mi padre por este gran e 12

importante proyecto. En 1945 su taller recién comenzaba a existir, y la utilización de la dalle de verre también se encontraba en los inicios de una dilatada producción en Francia y en el mundo entero. El éxito de este conjunto monumental de vitrales para Santiago de Chile implicaba una gran responsabilidad para el artista Gabriel en el camino que lo llevaría a ser un referente internacional. Son numerosas las maquettes que dibujó mi padre para el pro-


yecto de la Basílica. Por ejemplo, en el caso del gran vitral de la fachada principal, presentó tres estudios sucesivos antes de que el Árbol de Jesé fuera aceptado.1 Se inspiró para esta obra en los vitrales de la Catedral de Chartres, en particular aquel de la fachada oriente, que representa el mismo tema. Este vitral, que él admiraba tanto, lo inspiró a lo largo de su vida, tanto en sus vitrales como en sus pinturas.

Durante el proceso de creación, el taller realizó un gran número de paneles de prueba tanto para los vitrales como para los mosaicos. Estos fueron presentados a los Padres Asuncionistas, que visitaron con frecuencia Chartres y el taller antes de comenzar en 1949 la construcción de este imponente conjunto de alrededor de 650 metros cuadrados, obra que se prolongó hasta el año de la consagración de la iglesia en 1958.

1 Imágenes en pp. 21 y 22. Gabriel Loire. Gentileza archivo Les Ateliers Loire.

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Croquis realizado por Gabriel Loire en su visita a Santiago en 1985. Gentileza Archivo Les Ateliers Loire.

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Gabriel Loire: la pasión de la luz y del color Andrea Araos Investigadora Laboratorio de conservación de vitrales Espacio Transparente; Magister en Historia del Arte, Panthéon –Sorbonne, Paris; Doctorado (c) Religions et systèmes de pensée, École pratique des Hautes Études, Paris.

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uando abordamos el estudio del estado de conservación de los vitrales de la Basílica Nuestra Señora de Lourdes, además de generar un plan maestro para la protección de estas obras, nuestro desafío más importante fue acercar la obra de Gabriel Loire al público. Con más de setenta años de trayectoria, este artista de múltiples dimensiones escribió un capítulo de la historia del vitral del siglo XX; y en Chile tenemos el privilegio de poseer su primera obra monumental. Gabriel Loire nació en Anjou en 1904, y muy joven, después de realizar estudios de comercio y bellas artes, se integró al prestigioso taller Lorin, en Chartres.

En 1936, una ruptura entre el artista y este taller, que fue una referencia del siglo XIX, significó el alejamiento para Loire de los vitrales por diez años. Fue un tiempo fecundo para él, la oportunidad de explorar otras expresiones, soportes y ámbitos artísticos. Se destaca el trabajo que desarrolló para comunidades eclesiales —entre ellas, los Padres Asuncionistas— en el campo de la imagen religiosa.1 Cuando prescribió la cláusula impuesta por Lorin al momento del alejamiento de Gabriel —la de no trabajar en vitrales—, este abrió inmediatamente su taller de Chartres. Fue por ese tiempo que los Asuncionistas habían decidido construir un nuevo templo para la Virgen de Lourdes en Santiago. La devoción popular que despertaba la gruta de Lourdes en Chile necesitaba un templo de mayor importancia que el ocupado por los padres desde 1890. El proyecto fue confiado a los recién diplomados arquitectos Andrés Garafulic y Eduardo Costabal. Esta obra, que comenzó en 1928, tuvo oportunidad de 1 B. Feret, Gabriel Loire. L’imagier inspiré. Chartres, 2014.

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evolucionar durante los treinta años que duró su construcción. El encargo de los vitrales fue un trato directo entre los Asuncionistas y el artista. Las primeras conversaciones tuvieron lugar en 1947, y desde 1948 a 1958 se fueron construyendo las piezas y enviándolas paulatinamente a su destino final. El financiamiento se logró gracias a donaciones, en su mayoría, provenientes de Francia y el exterior. Sobre el programa iconográfico, el padre Zénobe Goffart tenía una idea muy clara de lo que debía representarse en el que sería el primer templo monumental dedicado a la Virgen de Lourdes fuera de Francia. Sin embargo, se puede considerar que el programa nació del dialogo entre artista y sacerdote. En sus numerosos viajes a Chartres, el padre Zénobe tuvo un intercambio intenso con Gabriel Loire. La correspondencia de cartas y dibujos preparatorios, que son conservados en los archivos de Les Ateliers Loire, dan cuenta de un proceso creativo de gran riqueza en el que ambos se involucraron profundamente. La transformación que vivió el proyecto arquitectónico original, de corte neobizantino, se 16

manifestó en la simplificación de sus formas a medida que los planos se iban materializando. Como resultado, el edificio está considerado por los historiadores y estudiosos de la arquitectura nacional, dentro del corpus del primer periodo del movimiento modernista chileno. Los cambios realizados también incluyeron modificaciones de vanos en la nave central, lo que permitió la incorporación de nuevos vitrales que no eran parte del proyecto original. El conjunto debía ser coronado por el gran ventanal de la fachada poniente, que representaría el Juicio Final. Sin embargo, Andrés Garafulic, tras una reflexión acuciosa y a pesar de que ya había sido aprobado el dibujo preparatorio y maquettes, le pidió al artista que trabajara otra propuesta, una con el tema del Árbol de Jesé. Loire aceptó. El programa de los vitrales de la Basílica comprende distintos ciclos: los quince misterios del Rosario, catorce santos, la aparición de la Virgen a Bernadette Soubirous, la vida de la Virgen, dieciséis devociones marianas, y el Árbol de Jesé, que muestra la genealogía de los reyes de Judá.


La inspiración que siguió el artista para el tratamiento estilístico de los vitrales fue múltiple. Destaca al respecto el ciclo de la vida de la Virgen, que él llamo “tapicerías”, porque su fuente se remonta precisamente a los tapices del Renacimiento francés. En el caso del árbol de Jesé, la inspiración no involucra directamente un estilo, sino que sigue el orden de registros del vitral sobre el mismo tema que se ubica en la fachada occidental de la Catedral Notre Dame de Chartres. En relación con el corpus de vitrales en Chile, esta obra se sitúa en un periodo cercano a los vitrales de la Capilla del Verbo Divino (1961) del artista austriaco-peruano Adolfo Winternitz (1906–1993). Ambos, Loire y Winternitz, pertenecieron a una generación de artistas del vitral. Si bien la obra de Gabriel Loire en la Basílica es anterior, y es la primera llegada a Chile construida con la técnica dalle de verre,2 los dos estuvieron ac2 Los primeros –y probablemente los únicos– vitrales fabricados en Chile en dalle de verre pertenecieron a la antigua Sinagoga de Serrano (hoy demolida), que se terminó de construir a fines de la década de 1950. Los vitrales fueron diseñados por el arquitecto José Dvoredsky (1914–2007) quién era hijo

tivos en el mismo periodo (Gabriel murió en 1996), participando de un momento de la arquitectura chilena que vivía el surgimiento de una expresión local. Esta nació de la madurez que alcanzaron las generaciones de arquitectos herederos de la escuela beuxartiana, que habían podido adquirir independencia sin desprenderse de la nobleza constructiva en que habían sido formados. La dalle de verre en cemento armado era plenamente coherente con este nuevo movimiento. Por otra parte, la Iglesia católica preparaba el Concilio Vaticano II, que buscaba adaptarse a los nuevos tiempos, a una sociedad que ya había vivido dos guerras cruentas, abriéndose —entre otras cosas— a una nueva manera de hacer liturgia. Esta renovación hizo posible la entrada de las artes visuales al templo y le dio vida a un nuevo capítulo de gloria al vitral, en pleno siglo XX.

de Pablo Dvoredsky (1871–1951), fundador de la Vidriería Rusa, que entre otros, fabricaba vitrales.

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La dalle de verre Bruno y Hervé Loire nietos de Gabriel Loire. Chartres, Francia.

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i la historia y la técnica del vitral de plomo se remontan al siglo V en Europa, la técnica dalle de verre es reciente: sus primeras creaciones aparecieron en los años 1920, en talleres como el de Jean Gaudin, en París.1 En esa época utilizaban una dalle de verre de alrededor de veintidós centímetros de espesor, coloreada en la masa y tallada con marteline,2 inserta posteriormente en un mortero de cemento. Jean Gaudin, uno de los pioneros de esta técnica, la llamaba “mosaico transparente”. Trabajaba con dalles provenientes de la vidriería Albertini, aún existente en la región de París. Las iglesias Saint Martin en Hénin Beaumont, Iglesia parroquial en Migné Auxances, Sacré 1 Nuestra hermana, Natalie Loire, detalla el surgimiento de esta técnica en su tesis doctoral de Historia del Arte, Le vitrail en dalles de verre en France des origines à 1940 (Université Panthéon-Sorbonne, 1993). 2 Martillo para tallar mármol.

Cœur en Dijon y Sainte Eugénie en Soissons, son ejemplos de obras instaladas antes de la Segunda Guerra Mundial. Creaciones innovadoras, hoy están protegidas como Monumentos Históricos, lo que muestra cómo la dalle de verre marca una renovación capital para el arte del vitral. La dalle de verre vivió su apogeo en Europa ligada a la reconstrucción de iglesias dañadas o destruidas durante la Segunda Guerra Mundial, dada su buena integración al cemento armado. Para la Iglesia católica representa una renovación del arte sacro y, al mismo tiempo, la apertura de grandes vanos de luz y color. Gabriel Loire, nuestro abuelo, uno de los principales protagonistas del éxito de esta técnica, abrió su taller en 1946, y realizó con dalle de verre sus primeros encargos en la iglesia de Lucé, cerca de Chartres. En 1947 fue convocado para la creación de los vitrales de la Basílica Nuestra Señora de Lourdes en Santiago de Chile, su primer encargo importante, de más de 650 metros cuadrados. 19


En su libro Gabriel Loire: les vitraux...,3 Charles W. Pratt señala que “el rápido éxito de Loire se explica por la calidad de su trabajo, sus ritmos, sus colores, la legibilidad expresiva de sus vitrales figurativos, el vigor cargado de emoción, pero accesible, de los vitrales abstractos”.

La técnica de vitrales en dalle de verre Al igual que en el vitral tradicional en plomo, el vitral en dalle de verre emplea un vidrio de color transparente o traslúcido; pero en este caso mucho más grueso, en general de veintidós milímetros: de ahí el nombre de dalle de verre.4 Cada loseta se inserta en un mortero de cemento o, desde los años 1970, en resina epóxica. Esta técnica permite trabajar una trama de ensamble de los vidrios no lineal, con más zonas opacas que enriquecen el aspecto gráfico de la obra de una manera mucho más plástica que con el perfil de plomo, completamente regular. 3 C. W. Pratt, Gabriel Loire : les vitraux : «La lumière semble venir de l’intérieur». Chartres, France: Centre International du Vitrail, 1996. 4 Losa o placa de vidrio. La vidriería SaintJust, del valle del Loire, sigue fabricando dalles en Francia.

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La concepción del vitral Tanto Gabriel como Jacques Loire crearon sus vitrales proponiendo una maquette o dibujo escalado,5 realizada mediante una gouache sobre papel negro, que presenta la zona coloreada e iconográfica o figurativa del proyecto. La propuesta artística y el programa, resultado del intercambio con el mandante, son validados por este último para su ejecución. Distintas maquettes podrán ser propuestas antes de llegar a un acuerdo. Es lo ocurrido en la Basílica Nuestra Señora de Lourdes, donde Gabriel realizó dos proyectos para la fachada principal: el primero, sobre el Juicio Final, fue reemplazado luego, a pedido del arquitecto Andrés Garafulic, por la escena del Árbol de Jesé.6 El artista que ha creado la maquette realizará el “cartón”, dibujo del vitral del color a escala 1:1. Generalmente trazado en negro sobre papel blanco o claro, el cartón detalla la forma que tomará cada pieza de vidrio y la trama de fondo. En este diseño cada artista muestra su personalidad y 5 En general a escala 1:10. 6 Imágenes en pp. 19 y 20; vitral de la fachada principal en p. 30.


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Dibujo cartรณn preparatorio vitral Juicio Final. Gentileza archivo Les Ateliers Loire.


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Dibujo cartรณn preparatorio vitral Juicio Final. Gentileza archivo Les Ateliers Loire.


su propia patte, su “mano”. Es así que se puede distinguir desde lejos un cartón de Fernand Leger, de Adolfo Winternitz o de Gabriel Loire. Una vez ajustado el cartón, otra etapa esencial es su coloración. Se deberá traducir en color, al igual que para la técnica del vitral tradicional o de la tapicería, la intención artística de la maquette. El artista elije cada pieza de vidrio, buscando —o no— efectos de contraste: claro-oscuro, saturado-gris, etcétera. De la riqueza de la gama de color depende en gran parte que el vitral se resuelva: una gama de más de 300 tonos permite transcribir las vibraciones de color de la maquette, efecto imposible con una escala reducida. En la actualidad, acogemos en nuestro taller a artistas que buscan adaptar sus proyectos al vitral, y les acompañamos en estas dos delicadas etapas con nuestra experiencia y savoir faire respecto al vidrio y la luz.

La realización Una vez que cartón y coloración han sido decididos por el artista,

la ejecución comienza. Ella requiere: Calibres: plantilla de cartulina para el corte de las piezas de vidrio. Se corta con cuchillo y se separa por color.7 La trama o grilla: es lo que queda en el cartón una vez cortadas las plantillas. Permite disponer las barras de acero inoxidable, que en la mezcla de cemento le darán más resistencia al panel. El corte de vidrios: las dalles de verre, de formato veinte por treinta centímetros, son cortadas con una ruleta de vidrio. El corte se abre con un filo de acero incrustado en un madero. Para las formas curvas o pedazos de pequeñas dimensiones, la dalle de verre se corta con una marteline8 sobre un filo de acero encastrado en un tronco de roble. La dalle puede ser martillada controladamente en su superfi7 En Chile no se utiliza calibre o molde, sino el método británico, el cual se sirve de un plano de corte que permite marcar directamente sobre los vidrios cada corte con un plumón. 8 Suerte de martillo de mosaísta, con las puntas de tungsteno.

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cie: con la ayuda de la marteline se puede hacer sacados más o menos grandes en el contorno del vidrio. Estos desbastes difractarán la luz, produciendo una luminosidad inalcanzable con el vidrio fino ensamblado en plomo. Técnicamente, mejorará la adherencia del mortero al vidrio. Gabriel Loire, en su obra en Santiago, —como en la mayoría de sus creaciones en dalle— talló intensamente las piezas de vidrio, contrariamente a Fernand Leger, quien prefería conservarlas planas para traducir mejor sus planos de color.

La mezcla de cemento Una vez que las piezas de vidrio son cortadas y talladas, se las posa sobre el cartón que sirve de guía. Alrededor se instala un bastidor del tamaño del panel, de madera o metal. En seguida, el cemento o la resina epóxica es vertida alrededor de las piezas de vidrio, que son contenidas por el bastidor hasta que la obra fragüe. En el caso de los vitrales de cemento como los de la Basílica, un armazón de acero reforzó la solidez del vitral. 24

El mortero de cemento llega a treinta milímetros de espesor, o bien a ocho milímetros más que el grueso de la dalle de verre. Se deberá proteger cada vidrio con masilla antes de aplicar la mezcla, de manera que esta no recubra las piezas. La masilla se podrá retirar dos días después, una vez que el cemento se endurezca. Desde principios de los años 1970, se reemplaza el cemento por una resina epóxica, dada su mejor resistencia: se puede aplicar en solo dieciocho milímetros de espesor, evitando el proceso de proteger el vidrio con masilla y los aceros de refuerzo. Adicionalmente, la resina epóxica bicomponente fragua doce veces más rápido que el cemento. Guiados por nuestra experiencia, utilizamos las resinas para los proyectos de creación, y el cemento para restaurar vitrales como los de la Basílica Nuestra Señora de Lourdes.

La instalación de vitrales en dalle de verre El sistema de instalación de vitrales en la arquitectura es de gran importancia para la perma-


nencia de la obra en el tiempo. En los años 1950, los vitralistas pensaban que la solidez de los vitrales en dalle de verre era infalible. Esto los llevó a instalar un panel sobre otro, sistema en que el panel de base recibe el peso de todo el vano. Los cierres de cemento de los vanos de piedra o cemento eran demasiado sólidos, y no dejaban un espacio de juego entre el vitral y el edificio, situación en parte causante de daños en ciertos vitrales, en particular durante terremotos. Basados en la experiencia adquirida en la ejecución de más de quince obras en Japón desde 1960, logramos poner en marcha un sistema de instalación que mejora la resistencia de los paneles a los sismos. Una referencia importante de los resultados de nuestra investigación es la Symphonie Tower construida en 1975, en el Hakone Open Art Museum, al sur de Tokio. Esta torre de veinte metros de altura, que es recorrida en su interior por los visitantes, está construida en su totalidad en dalle de verre. A pesar de numerosos sismos de distintas magnitudes, esta obra emblemática de Gabriel Loire está en excelente estado de conservación.

El futuro del vitral en dalle de verre Los años 1960 vieron el apogeo del vitral en dalle de verre y los años 1970, su rápido declive. El actual aumento de interés por esta técnica se manifiesta en Francia, por ejemplo, en el Colectif Dalle de Verre, que agrupa artistas que investigan sus posibilidades. Otras técnicas, como el corte con inyección de agua, permiten la realización de nuevas formas imposibles de conseguir con la marteline. Louis René Petit abrió nuevos horizontes hace unos quince años en Francia al combinar dalle de verre con vidrio float termoformado. Por nuestra parte, acabamos de fabricar los primeros vitrales en dalle de verre con vidrio fundido. Si la técnica del dalle de verre permitió hacer obras maestras en los años 1950 y 1960, como es el caso de la Basílica de Lourdes, esperamos que las nuevas generaciones se apropien de este material excepcional. Estaremos ahí para acompañarles en la tarea. Para más detalles sobre dalle de verre consultar el Programa para la conservación y restauración los vitrales en dalle de verre de la Basílica... elaborado por Laboratorio de conservación de vitrales Espacio Transparente y Les Ateliers Loire (2018).

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Anteproyecto programa iconográfico de los vitrales de la Basílica 1. Anunciación y la Visitación. 2. La Natividad y la Presentación. 3. Jesús entre los doctores, la Agonía de Cristo 4. La Flagelación de Jesús, la coronación de espinas 5. Jesús carga la Cruz, Crucifixión 6. La Resurrección, la Jesús sube a los cielos 7. Pentecostés, Ascensión de Cristo 8. Coronación de María Apariciones de la Virgen 9. Las apariciones de Pontmain 10. Las Apariciones de la Salette 11. Las apariciones de la Rue du Bac Lourdes los Milagros de la Virgen (vitrales de la fachada poniente no realizados) 12. Aparición de Lourdes 13. La Procesión de Lourdes 14. La Oración Santos 15. San Joaquín 16. Santa Ana 17. San Juan Bautista 18. San Bernardo 49. San Martín 50. Santa Teresa 51. San Luis Gonzaga 52. Santo Domingo Las Bienaventuranzas 19. Benditos los pobres de espíritu 20. Benditos los mansos de espíritu 21. Benditos los que lloran 22. Benditos los que tienen hambre 45. Benditos los misericordiosos

46. Benditos los puros de corazón 47. Benditos los pacíficos 48. Benditos los perseguidos 23. San Lucas 24. Sanación del paralitico 25. Jesús calma las aguas 26. San Marco 41. María Magdalena 42. Bodas de Caná 43. Multiplicación de los panes 44. Marta 27. San Simón 28. San Paul 29. Santiago el Menor 30. Santiago el Mayor 31. San Andrés 32. San Juan 33. San José 34. Sagrado corazón 35. San Pedro 36. San Felipe 37. San Bartolomé 38. Santo Tomas 39. San Mateo 40. San Judas Los siguientes temas aún no habían sido decididos (marcado en el plano “16 vanos para hacer”) Nuestra Señora de Guadalupe Nuestra Señora del Perpetuo Socorro Nuestra Señora del Pilar Nuestra Señora del Carmen Nuestra Señora de la Salvación Nuestra Señora del Buen Consejo Nuestra Señora de la Asunción Nuestra Señora de la Consolación Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa Nuestra Señora de los Siete Dolores Nuestra Señora de Lourdes Nuestra Señora de la Merced Inmaculado Corazón de María Nuestra Señora de Fátima Nuestra Señora de Lujan


Planta de ubicación de vitrales 1. Árbol de Jesé. 2. Enfermos en las aguas milagrosas de Lourdes. 3. Bernardita ante la aparición de la Virgen. 4. Consagración del Santuario de Lourdes (Francia). 5. Anunciación y la Visitación. 6. La Natividad y la Presentación. 7. Jesús entre los doctores, la Agonía de Cristo. 8. La Flagelación de Jesús, la coronación de espinas. 9. Jesús carga la Cruz, Crucifixión. 10. La Resurrección, la Jesús sube a los cielos. 11. Pentecostés, Ascensión de Cristo. 12. Coronación de María.

39. Nuestra Señora de Lourdes. 40. Nuestra Señora de los Dolores. 41. Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa. 42. Nuestra Señora de la Consolación.

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Basílica de Nuestra Señora de Lourdes

43. Nuestra Señora de Luján. 44. Nuestra Señora de Fátima. 45. Inmaculado Corazón de María. 46. Nuestra Señora de la Merced. 47. Nupcias de San José y María. 48. Nacimiento del Niño Jesús. 49. La huida a Egipto. 50. Dormición de la Virgen.

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17. Nuestra Señora del Pilar. 18. Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. 19. Nuestra Señora de Guadalupe. 20. Nuestra Señora del Rosario.

Acceso

13. Encuentro de Joaquín y Ana en la Puerta Dorada. 14. Natividad de la Virgen María. 15. La Presentación de la Virgen al Templo. 16. Ocupaciones de la Virgen.

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21. Nuestra Señora de la Asunción. 22. Nuestra Señora del Buen Consejo. 23. Nuestra Señora de la Salvación. 24. Nuestra Señora del Carmen. 25. San Miguel Arcángel. 26. Santa Catalina Labouré. 27. Santa Bernardita. 28. San Agustín. 29. San Juan Evangelista. 30. San José. 31. San Joaquín. 32. Santa Ana. 33. San Juan Bautista. 34. Santa María Magdalena. 35. Santa Mónica. 36. San Bernardo. 37. Santa Juana de Arco. 38. San Buenaventura.

N

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Para un análisis ampliado consultar Programa para la conservación y restauración los vitrales en dalle de verre de la Basílica Nuestra Señora de Lourdes, elaborado por Laboratorio de conservación de vitrales Espacio Transparente y Les Ateliers Loire (2018).

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Altar

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Numeración de vitrales Numeración según la norma francesa del Corpus Vitrearum Medii Aevi (CVMA). 128 126 124

Recorrido iconográfico propuesto por los autores.


Vitral Árbol de Jesé

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Acceso principal

1. Árbol de Jesé. En la Edad Media el signo preferido por los artistas para representar la genealogía de Jesús era el árbol. En este vitral, el tronco del árbol nace del cuerpo de Jesé, echado en el suelo, y en sus ramas cargadas de flores y frutos salen los reyes de Judá, ascendientes de Cristo. Y en la última rama, rodeada por una aureola de luz, aparece la Virgen vestida de reina con el Niño en los brazos, sentada sobre el cáliz de una flor que le sirve de trono. En la base del vitral, frente a Jesé, se encuentran de pie los grandes profetas Isaías y Oseas, quienes profetizaron que el Salvador, el Mesías, nacería de una virgen. (Agradecemos la colaboración de los religiosos Asuncionistas para a elaboración de estos textos.)


Vitral Aparición de la Virgen Transepto Sur 2

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Aparición de la Virgen a Bernardita Soubirous (1858). 2. Enfermos en las aguas milagrosas de Lourdes. Un varón sumerge en las fuentes milagrosas a un niño inválido. La Virgen se observa de perfil. En la parte superior, un hombre con muletas ha sido sanado. 3. Bernardita ante la aparición de la Virgen. Al centro, velas y muletas que los peregrinos llevan a la gruta. 4. Consagración del Santuario de Lourdes (Francia). Abajo, Bernardita con los brazos extendidos, en actitud de apertura al mensaje de María (arriba, vitral central).


Vitral Quince Misterios del Rosario Transepto Norte

Este conjunto vitral, que representa los Quince Misterios del Rosario, se encuentra en el transepto norte de la Basílica, sobre el altar del Sagrado Corazón. La ubicación de estos vitrales invita a observarlos desde el centro y luego mirar hacia cada costado. Están colocados en delgadas hileras de ocho ventanales. Los archivos de Les Ateliers Loire dan testimonio de un error en el orden durante la instalación, razón por la cuál los vitrales no muestran el orden tradicional de los quince misterios. Según la tradición oral de los Asuncionistas, no fue error de instalación sino la voluntad del Padre Zenobio Goffart quien determinó su ubicación. De esta forma, en la parte alta, al centro, se observa a Jesús y la Virgen: La Ascensión y la Asunción. Cristo subiendo a los cielos (segundo misterio glorioso). Es una representación ágil, expresa movimiento. La Virgen, con un rostro de paz y serenidad, es llevada a los cielos por un ángel que la toma delicadamente (cuarto misterio glorioso).

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12 Los cuatro vitrales centrales, en la parte alta muestran: Cristo en la cruz, Cristo resucitado, Asunción de María, y la Santísima Trinidad. Un elemento interesante de este vitral es la representación de la Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo (arriba en 10). Las tres personas tienen el mismo rostro, son iguales. Es el mismo rostro de Jesús que aparece en el mosaico de la última cena ubicado en el Altar del Santísimo (obra también de Loire, Chartres, 1949). Estos vitrales sufrieron importantes daños en los terremotos de 1985 y 2010, principalmente en los diez paneles superiores de los vanos 5 y 12. A la fecha (2018) dichos paneles se encuentran almacenados a la espera de su restauración. La figura reconstruye las imágenes a partir de las maquetas originales conservadas en el archivo de Les Ateliers Loire.


Vitrales de la vida de la Virgen Nave Central Norte

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13. Encuentro de Joaquín y Ana en la Puerta Dorada. Unos ángeles se aparecen a los futuros padres de la Virgen María, Joaquín y Ana, para anunciarles el nacimiento de la Virgen.

14. Natividad de la Virgen María. Abajo, a los lados, unas sirvientas se ocupan de la niña. Arriba, Santa Ana en su lecho. A la derecha e izquierda, unos amigos vienen a visitarla. Arriba el monograma de la Virgen en un escudo.


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15. Presentación de la Virgen en el Templo. Santa Ana y San Joaquín al pie de la escalera, a la derecha unos jóvenes. Al lado izquierdo unas jovencitas llegan para consagrarse al Señor, acompañando a la Virgen María.

16. Ocupaciones de la Virgen. La Virgen teje en un telar, dos ángeles le traen alimento. Arriba, Dios Padre sostiene con una mano el mundo y bendice con la otra. Se distinguen los atributos de las letanías: sol, estrella, la Torre de David, casa de oro, luna creciente.


Vitrales de las advocaciones de la Virgen Transepto Norte

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17. Nuestra Señora del Pilar. Según una antigua tradición, la Virgen se apareció a Santiago en las orillas del Ebro, en Zaragoza. Su atributo es la columna o pilar.

18. Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. Dice la leyenda que el autor del cuadro original de la Virgen del Perpetuo Socorro fue San Lucas. Venerado durante siglos en Constantinopla, fue destruido en 1453 por los turcos.


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19. Nuestra Señora de Guadalupe. Patrona de México e Hispanoamérica. El 9 de diciembre de 1531 se apareció la Virgen al indio Juan Diego, en el cerro del Tepeyac. Le ordenó que se le dedicara un templo.

20. Nuestra Señora del Rosario. Esta fiesta nació de la victoria de Lepanto, el 7 de octubre de 1571, atribuida al rezo del Rosario. Los veinte misterios recorren los acontecimientos de la vida de María en relación con los de Jesús.


Vitrales de las advocaciones de la Virgen Transepto Norte

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21. Nuestra Señora de la Asunción. Patrona de los Religiosos Asuncionistas. La devoción nace en Jerusalén, a mediados del siglo V, en la Basílica de la Dormición en el camino que va a Belén.

22. Nuestra Señora del Buen Consejo. En el siglo XV, una imagen de la Virgen se apareció en la iglesia de la orden de Eremitas de San Agustín, cerca de Roma. Pío V le concedió el rezo de un oficio propio, y León XIII fomentó su culto.


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23. Nuestra Señora de la Salvación. El vitral representa una estatua de piedra de la Virgen, que dataría del siglo XIV. En 1855 fue comprada a un anticuario de París. Venerada primero en el colegio asuncionista de Clichy y, más tarde en el claustro de las Religiosas de la Asunción de Auteuil.

24. Nuestra Señora del Carmen. Patrona de Chile y del Ejercito, Nuestra Señora del Carmen se conmemora desde 1726. Según las tradiciones carmelitas, San Simón Stock, primer general de la Orden, recibió el escapulario de manos de la Virgen (1251).


Vitrales de los Santos Altar

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25. San Miguel Arcángel. Es el príncipe de la luz, defensor de la justicia, de ahí que se lo represente con una balanza. Su nombre significa “¿Quién como Dios?” 26. Santa Catalina Labouré. Inició su noviciado entre las Hijas de la Caridad, en París en 1830, año en que comenzaron las apariciones de la Virgen. 27. Santa Bernardita. Dialogó con la Virgen en la Gruta de Lourdes desde el 11 de febrero al 16 de julio de 1858, cuando tenía apenas 14 años. 28. San Agustín. Es patrono de los Religiosos Asuncionistas. Nació en 354 en Tagaste (África), se convirtió estando en Milán y fue bautizado por el obispo Ambrosio. Llevó una vida dedicada al ascetismo y fue elegido obispo de Nipona.

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29. San Juan Evangelista. Nació en Betsaida, Galilea. Era pescador, como su hermano Santiago el Mayor y su padre, Zebedeo. Muy joven fue llamado por Cristo. Con Pedro y Santiago asistió a la resurrección de la hija de Jairo; fue testigo de la transfiguración en el Monte Tabor y de la agonía de Cristo en el Huerto de Getsemaní. Fue el único apóstol que acompañó a Jesús en su crucifixión y muerte, y Cristo, al morir, le dio por madre a María. 30. San José. Fue esposo de María y padre de Jesús, es el símbolo de la prudencia, el silencio, la generosidad, la dignidad y de los derechos y la dedicación al trabajo. 31. San Joaquín. Padre de la Virgen María.


Vitrales de los Santos Altar

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32. Santa Ana. Madre de la Virgen María. El culto a Santa Ana se introdujo ya en la Iglesia oriental en el siglo sexto, y pasó a la occidental en el siglo décimo; el culto a San Joaquín es más reciente. 33. San Juan Bautista. Un día ve Juan a Jesús venir hacia él. Y entonces dice: “He aquí al Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”. Y de él dirá Jesús: “Entre los hombres nacidos de mujer, ninguno hay mayor que Juan”. 34. Santa María Magdalena. Formó parte de los discípulos de Cristo, lo acompaño en el momento de su muerte y, en la madrugada del día de Pascua, tuvo el privilegio de ser la primera en ver a Jesús después de su resurrección.

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35. Santa Mónica. Nació en 331, Tagaste, África. De familia cristiana, muy joven fue dada en matrimonio a Patricio, del cual tuvo varios hijos, entre ellos San Agustín, cuya conversión le costó muchas lágrimas y oraciones. 36. San Bernardo. Abad y doctor de la Iglesia. Nació el año 1090 cerca de Dijón (Francia). En el año 1111 se unió a los monjes Cisterciences, donde fue elegido abad del monasterio de Claraval. 37. Santa Juana de Arco. Pastora a quien San Miguel le confió la misión de salvar a Francia de los ingleses. 38. San Buenaventura. Nació cerca de 1218 en Bagnoregio, Toscana. Se doctoró en filosofía y teología en París. Fue maestro de la Orden Franciscana.


Vitrales de las advocaciones de la Virgen Transepto Sur

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39. Nuestra Señora de Lourdes. La Virgen Inmaculada se apareció a Bernardita Soubírous el 11 de febrero de 1858, en Lourdes, Francia.

40. Nuestra Señora de los Dolores. Fiesta celebrada desde el siglo XVII por los Servitas; Pío VIl la extendió a la Iglesia latina en recuerdo del cautiverio del romano Pontífice bajo el Imperio de Napoleón I (1814).


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41. Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa. En víspera del primer domingo de adviento, Catalina Labouré vio a la Virgen de blanco y con un manto azul, de pie sobre un globo terráqueo. Miraba al cielo, sosteniendo en las manos el mundo rematado por una cruz. De sus dedos salían rayos de luz.

42. Nuestra Señora de la Consolación. El vitral representa a la Santísima Virgen y, junto a ella, a un joven en oración. La fiesta de María Santísima, Madre de la Consolación, se celebra el domingo que sigue al 28 de agosto, día de la fiesta de San Agustín.


Vitrales de las advocaciones de la Virgen Transepto Sur

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43. Nuestra Señora de Luján. En 1630, una tropa de carretas que iba de Buenos Aires rumbo a Tucumán, paso la noche a orillas del río Luján, encontrando al despertar, imágenes de la Virgen en la carga que llevaban. La Virgen de Lujan es Patrona de la Argentina.

44. Nuestra Señora de Fátima. En Fátima, Portugal (Cova de Iría), el 13 de mayo de 1917 se apareció por primera vez la Virgen a unos pastores: Lucía, de 10 años, y sus primos Francisco y Jacinta, de 9 y 7 años, para entregarles un mensaje.


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45. Inmaculado Corazón de María. La devoción a María, que tenia ya una tradición, crece después de que San Juan Eudes compone en 1648 un oficio y una misa del Corazón de María En 1942, Pío XII consagra el mundo al Corazón Inmaculado de María.

46. Nuestra Señora de la Merced. En la noche del 1 de agosto de 1218 la Virgen se apareció a San Pedro Nolasco, dándole la misión de fundar una nueva orden (los Mercedarios) para el rescate de los cautivos cristianos en España.


Vitrales de la vida de la Virgen Nave Central Sur

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47. Nupcias de San José y María. Sobre el Templo, la estatua de Dios Padre sosteniendo las tablas de la ley rodeado de ángeles. A la derecha, Isaac, Rebeca y una niña son bendecidos por el gran sacerdote; a la izquierda superior, el matrimonio de Tobías y de Sara, bajo ellos, los cuerpos tendidos de los maridos de Sara.

48. Nacimiento del Niño Jesús. Los pastores y los Reyes Magos vienen a adorar al Niño Jesús, le traen regalos. En el registro superior; ángeles de la Natividad.


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49. La huida a Egipto. San José conduce el asno que lleva a la Virgen y el Niño, escoltados por ángeles. Arriba, los ídolos egipcios caen de sus pedestales; a la izquierda, la masacre de los Santos Inocentes. Jacob al abandonar la casa paterna posa la rodilla en tierra y pide a Isaac su bendición.

50. Dormición de la Virgen. La Virgen en su lecho rodeada de los doce apóstoles; adelante, San Felipe de pie lleva una cruz, otro apóstol está sentado con un libro sobre sus rodillas; al fondo de la alcoba, San Pedro tiene un libro abierto; cerca de él, San Juan llora y presenta una palma a la Virgen María.



Bibliografía y Referencias Aliaga Rojas, F. 1990. Religiosos asuncionistas. 100 años al servicio de la Iglesia en Chile. 1890-1990. Santiago, Chile: Congregación Agustinos de la Asunción. David, V. 2014. La modernité pour tous. En V. David & M. Hérold (eds.). Vitrail Ve – XXIe siècle (pp. 489-513; véase especialmente pp. 510-513). Paris : Èdition du Patrimoine, Centre de Monuments Nationaux. Debendère, V. & Debendère, X. 2004. Gabriel Loire, l’œuvre d’une vie (1904-1996). Paris: Somogy Èditions d’Art, Collection Monographie Bio. Laboratorio de conservación de vitrales Espacio Transparente y Les Ateliers Loire. 2018. Programa para la conservación y restauración los vitrales en dalle de verre de la Basílica Nuestra Señora de Lourdes. Valparaíso: Autor. Laborde, M. 1987. Templos históricos de Santiago. Santiago, Chile: El Mercurio S.A.P. Loire, G. 1924. Le vitrail : Aperçus artistiques, historiques et techniques. Angers: Librairie du Roi René. Loire, N. 1983. Le vitrail en dalles de verre en France des origines à 1940. Tesis de doctorado [bajo la dirección de Françoise Levaillant], Université Panthéon-Sorbonne, Paris, Francia. Pérez, F. 2017. Arquitectura en el Chile del siglo XX. Vol. 2: Modernización y vanguardia 1930-1950. Santiago, Chile: Ediciones ARQ. Pérez, F., Bannen, P., Riesco, G. & Urrejola, P. 1997. Iglesias de la Modernidad en Chile: Precedentes europeos y americanos. Santiago, Chile: Ediciones ARQ/Escuela de Arquitectura, Pontificia Universidad Católica de Chile. Pratt, CH. & Pratt, J. 1996. Gabriel Loire, Les vitraux/Stained glass. Chartres: Èdition Centre International du Vitrail.


Equipo de trabajo El estudio preliminar y Programa de conservación y restauración de los vitrales en dalle de verre de la Basílica Nuestra Señora de Lourdes en Santiago de Chile, fue realizado por el equipo del Laboratorio de conservación de vitrales Espacio Transparente en colaboración con el taller fundado por el artista creador y fabricante de la obra, Les Ateliers Loire. Laboratorio de conservación de vitrales Espacio Transparente Restaurador jefe

Diego Rodríguez Matta Investigación histórica

Andrea Araos Formación

Haylin Villalobos Vanessa Ruiz Formación en colegios

Camila Rodríguez

Documentación Audiovisual

Carlos Molina

Fotógrafo y diseñador

Daniella Toledo

Corrección de textos

Paulina Matta

Colaboradoras en formación Investigación y redacción “Programa de conservación y restauración de las vidrieras y vitrales emplomados de la iglesia Nuestra Señora de Lourdes, 1890”.

Pricilla Barahona Ana Paz Cárdenas Marion Illanes Verónica Véliz Asesoría expertos Les Ateliers Loire

Bruno Loire Hervé Loire Jacques Loire

Archivos Les Ateliers Loire

Laura Beccavin

Corrección de textos en francés y logística Les Ateliers Loire

Emie Chasles

Exposición Gabriel Loire, vitrales en dalle de verre en la Basilica Nuestra Señora de Lourdes. Co-organizada con la Biblioteca Nacional

Ana María Berthelon Marcos Jiménez María Antonieta Palma Valeska Vásquez


Otros títulos de la serie Vitrales Patrimoniales en Chile Vidrieras Decorativas Sede Nacional Colegio de Arquitectos CLAV Ediciones, 2016 Gothic Revival y Arts & Crafts en Chile Iglesia Anglicana Saint Paul de Valparaíso CLAV Ediciones, 2017 Modernismo Catalán en Chile Vidrieras decorativas Palacio Astoreca de Iquique CLAV Ediciones, 2018

Agradecimientos


Obras de Les Ateliers Loire en Santiago 1. Basílica Nuestra Señora de Lourdes • Paseo Lourdes 645, Quinta Normal. 2. Monasterio de Carmelitas Descalzas de San José • Av. Pedro de Valdivia 3252, Ñuñoa. 3. Colegio San Pedro Apóstol • Las Tinajas 6000, La Florida. 4. Centro Alto Colorado • Fray Gabriel 437, Las Condes. 5. Parroquia María Madre de la Misericordia • Camino Real 4334, Lo Barnechea.


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