EJERCICIO DE RECONSTRUCCIÓN HISTÓRICA: La Dolorita. Municipio Sucre del estado Miranda

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EJERCICIO DE RECONSTRUCCIÓN HISTÓRICA: La Dolorita. Municipio Sucre del estado Miranda


Suzuky Gómez Castillo

EJERCICIO DE RECONSTRUCCIÓN HISTÓRICA: La Dolorita. Municipio Sucre del estado Miranda

A 200 AÑOS DE LA INDEPENDENCIA, LA REVOLUCIÓN CONTINÚA


Índice general Colección Monografías El pueblo es la historia Comisión Editorial Arístides Medina Rubio Pedro Enrique Calzadilla Luis Felipe Pellicer Asistente Editorial Joselin Gómez Correctora Katherine Castrillo

Introducción......................................................................................................15

Diagramación Orión Hernández

Capítulo 1 Marco teórico. Conceptualización de historia regional y local....... 19

Diseño de portada Aarón Lares Imagen de portada Fotografía del Sector La Dolorita

A. Antecedentes del modelo rural en La Dolorita y su área de influencia.................................................................................29 B. Hitos de la investigación.............................................................................33 C. El espacio geohistórico regional y local....................................................34

Equipo de apoyo María Gabriela Pérez Marianela Tovar Luisángela Fernández

Capítulo 2 Reconstrucción de las relaciones sociales rurales a la formación económico-social contemporánea..............................................43

Impresión Printanet, C.A.

A. La Dolorita y las temporalidades...............................................................43 B. La Dolorita y su contexto histórico 1952-1993.......................................75 C. La parroquia San Francisco de Sales.........................................................91

Ejercicio de reconstrucción histórica: La Dolorita. Municipio Sucre del estado Miranda. Primera edición: Fundación Centro Nacional de Historia, Caracas, 2009 Fundación Centro Nacional de Historia.- Editor Final Av. Panteón, Foro Libertador, Edificio Archivo General de la Nación P.B. Caracas, Venezuela centronacionaldehistoria@gmail.com Depósito Legal: If22820099004348 ISBN: 978-980-7248-23-5 Impreso en la República Bolivariana de Venezuela

Capítulo 3 La crisis y movilizaciones en los años cincuenta y su impacto en el modo de vida rural en La Dolorita............. 107


A.- La crisis del modelo agrario de ocupación en La Dolorita, a partir de los nuevos indicadores de producción y consumo. La contaminación de ríos, riegos y tierras.............................................107 B.- El progresivo empobrecimiento agrícola de La Dolorita y su nueva utilidad como territorio de expansión urbana en la ciudad de Caracas...................................................................................................117 C.- La Dolorita pobre, la exclusión como expresión de la pauperización de la economía agraria y del modo de vida rural...............................................................................................127 Conclusiones...................................................................................141 Fuentes consultadas...................................................................... 145

A Dios que cada día me demuestra más su amor, a mis padres, a mis hermanos, a mis hijos y mis nietos gente buena, a mis maestros, a mis alumnos, a mis compañeros, a el colectivo que siempre me rodea y de quien aprendo todos los días algo nuevo, a todos gracias por su paciencia y amor…


En tiempos en que el valle de Caracas era como un almácigo de pequeños pueblos separados por las quebradas que bajaban del Ávila, los capitalinos pertenecían a sus parroquias como si estas fueran diminutas repúblicas, con sus propias costumbres, sus fiestas, sus personajes populares y sus aguerridas “cuerditas”. Pueblos con nombres de santos y santas: San José, San Juan, La Pastora, Santa Rosalía, [La Dolorita]…En esos años, la casa de vecindad formaba parte destacada de la fisonomía de cada parroquia. Era un estilo de vida en común, donde las señoras compartían el lavadero y los fogones de la cocina y los caballeros se repartían los sillones de paleta del recibo para oír la radio y leer el periódico. Bueno: los alborotos eran frecuentes, es verdad. La bulla y el zaperoco formaban parte inseparable de esa forma de condominio primitivo, en una Caracas que crecía verticalmente, como empeñada en competir con su montaña. Cierto que en los edificios de hoy tenemos más armonía y sentido de la convivencia, pero la mayoría de los ciudadanos sigue haciendo de su urbanización, de su cuadra, de su barrio, un espacio colectivo para vivir en armonía. Tomado del encarte de Últimas noticias; “Vivir la Democracia”, Convivencia Nº 2, p.13


Este trabajo va dedicado a los vecinos de la hoy parroquia de La Dolorita, especialmente a los dedicados a dar sonrisas, esperanza y a buscar el cambio en la calidad de vida de sus semejantes, tarea noble y difícil. A los investigadores sociales, que han asumido la dura tarea de la reconstrucción histórica de los “pequeños dominios”, en especial al Centro de Historia Regional de Petare (Chrp), Escuela Iberoamericana Cooperativa de Estudios Avanzados (Eicea), Sociedad Mirandina de investigación en Educación y Ciencias Sociales (Somiecs), a mis compañeros (as) del Instituto Pedagógico de Miranda “José Manuel Siso Martínez” especialmente a los integrantes del Departamento de Geografía e Historia, a los investigadores del Núcleo de Investigación Lisandro Alvarado, a la Fundación Buría y muy especialmente a los miembros del Comité de Salud Pública del comando 114. A mi padre Jehová, y a sus ángeles que me protegen y me acompañan.


El ascensor Hay gente que vive a veinte pisos del suelo, A veinte pisos y varios metros de la farmacia, A veinte pisos y dos cuadras del supermercado y de la Esquina preferida y de un amor esquivo, A veinte pisos y tres kilómetros de su trabajo Y su monotonía, y su monotonía A veinte pisos y un taxi del sitio de su infancia, A veinte pisos y tres whiskys de un amigo, Un crimen o un deseo, A veinte pisos y media mañana de sus padres (Perdónenlo, ya casi nunca aparece) A veinte pisos y treinta años de su verdadero lugar en esta ciudad. A veinte pisos, remedando el surco dejado por los ángeles Esos extranjeros del condominio, siempre alérgicos a los ascensores. Leonardo Padrón, Tatuaje, Caracas; Grupo Editorial Eclepsidra, 2000.


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Introducción

Dentro de la reflexión historiográfica se está tomando mayor conciencia sobre la necesidad de realizar historias de áreas cada vez más específicas que pudieran ser designadas, sin ánimo despectivo, como pequeños dominios. Para efectos del presente trabajo se escogió como área de estudio La Dolorita una parroquia del actual municipio Antonio José de Sucre, la misma ilustró de manera cercana la evolución global de un espacio agrario a un espacio urbano pero como asentamiento urbano no regulado. Para la realización del mismo se investigó como depositario principal el Archivo Subalterno del Circuito Nº 1 del municipio Sucre, para la comparación Cartográfica se utilizaron los planos de la oficina del Catastro del municipio, se cotejó con varios trabajos de campo al área de estudio donde se realizaron entrevistas al párroco y algunos representantes de la comunidad, sin olvidar los valiosos aportes del Centro de Historia Regional de Petare. El trabajo se estructuró en tres capítulos; el primero refleja el marco teórico, donde se conceptualiza la Historia regional y local, allí se trabajó apoyándose sobre una breve reflexión teórica del método de trabajo, y se realiza en el mismo un repaso por otros trabajos que nos sirven de antecedente referencial para el abordaje del nuestro, este capítulo a su vez se subdivide en tres ideas secundarias; la primera la denominamos A) y refleja un estudio acerca de los antecedentes del modelo rural en La Dolorita y


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su área de influencia destaca principalmente el concepto de barrio y de parroquia, nos muestra brevemente cómo el boom migratorio de los años 40 es un factor que impulsa la transformación del espacio. La idea B) nos muestra los hitos de la investigación y una explicación del por qué se escogieron, como razón central se acota que en 1959 las tierras de uso agrario pasan por la vía de compra al Concejo Municipal con la finalidad de convertirlos en asentamientos de personas que carecían de vivienda y en 1993 por las condiciones que reunía amparada en la nueva Ley de Régimen Municipal lo que una vez fue denominado como hacienda La Dolorita y posteriormente barrio se convierte en parroquia civil La Dolorita. En cuanto a la idea C) convocamos una aproximación que nos permite plantearnos la posibilidad de realizar un acercamiento, en términos de síntesis, al proceso histórico social contemporáneo venezolano, a partir de una realidad concreta y específica que se desarrolla en una localidad mirandina durante la segunda mitad del siglo XX, esta delimitación espacial nos permite abocarnos a un estudio de larga duración, complejo, en el cual combinaremos los enfoques de la historia coyuntural y el análisis de los acontecimientos que permitan comprender la dinámica global y diferenciada de aquella sociedad. Es importante señalar que este subcapítulo nos acerca al enfoque utilizado para delimitar el área de estudio y sus limites dentro del espacio geohistórico regional. El segundo capítulo presenta la reconstrucción de las relaciones sociales rurales a la formación económico-social contemporánea, manejamos La Dolorita en y las temporalidades, abordamos nuestra área de estudio, y su relación con Petare como su principal área de influencia, la observamos desde el tiempo del proceso y sus cambios económicos en la sustitución de los mecanismos de producción y cerramos esta idea con la génesis y las sucesiones en la propiedad de la Posesión La Dolorita, el tiempo de los acontecimientos, vistos a la luz de los documentos que reposan en el archivo subalternos del municipio Sucre. En referencia a la idea B) de este capítulo nos acercamos a nuestros hitos de investigación observando a través de los documentos, los cambios en uso del espacio, de las formas de trabajo, de las costumbres, de la propiedad y llegamos a evidenciar los tres grandes grupos de habitantes que conforman esta zona y fueron denominados como los “conuqueros

o parceleros”, que se dedicaban a las labores de labranza, los “invasores ú ocupantes ilegales” que llegan buscando mejores condiciones de vida y desean estar cerca de las industrias y los “damnificados” traídos por el Estado, ya que son víctimas de las inadecuadas políticas de organización urbana. En la idea C) logramos un encuentro con la parroquia eclesiástica San Francisco de Sales, tomando como punto de partida un repaso por el origen de las parroquias eclesiásticas, las parroquias de Caracas, hasta llegar a la conformación de la parroquia San Francisco de Sales que ha cobijado a La Dolorita. El tercer capítulo presenta la crisis y movilizaciones en los años cincuenta y su impacto en el modo de vida rural en La Dolorita, en la idea A) explicamos detalladamente los factores económicos sociales que produjeron las migraciones durante los años cincuenta, el petróleo y las condiciones de vida, las desventajas sobre el espacio de estas movilizaciones, los asentamientos sin respeto a las condiciones previas de los espacios, la sustitución de los productos de exportación y de consumo enmarcados en las transformación de La Dolorita como hilo conductor. La idea B), nos señala el progresivo empobrecimiento agrícola de La Dolorita y el nuevo uso del espacio como territorio de expansión urbana en la ciudad de Caracas, el surgimiento de nuevos barrios bajo las premisas establecidas, la invasión, la compra sin control y los reubicados. La lucha por la mejora en los servicios públicos y la constante jornada por la organización vecinal. La idea C) de este subcapítulo se refiere a La Dolorita pobre, la exclusión como expresión de la pauperización de la economía agraria y del modo de vida rural, realizamos un estudio socio económico del área colocando como indicadores básicos, la educación, el empleo, las condiciones sanitarias, y la vivienda. Finalmente encontramos las conclusiones que recogen las impresiones dejadas por el estudio y las fuentes tanto primarias como secundarias que lo soportan.


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Capítulo 1 Marco teórico Conceptualización de historia regional y local

El proceso de investigación, su desarrollo y el impacto de los estudios de la historia local y regional, según el Dr. Arístides Medina Rubio, han logrado alcanzar en los tiempos de la contemporaneidad venezolana expresiones actualizadas y creadoras1. Otorgando a los historiadores una premisa efectiva para cubrir las demandas de información que necesita la modernización y la descentralización administrativa del país, como alternativas para salir del subdesarrollo2. Por ello la investigación debe verse como un fenómeno cultural propio de las búsquedas estéticas profundas, que constituyen el contexto social y en las especializaciones que logra el colectivo3. Esto permitirá que la comunidad desarrolle procesos comprensivos del pasado con el objeto de promover acciones colectivas al futuro. Las marcadas desigualdades en la distribución de los ingresos fiscales se evidencian en una estructura urbana caracterizada por las desigualdades sociales. La alta densificación demográfica del espacio, región central 1

Arístides Medina Rubio. Introducción a la Historia regional, Caracas, Col. Historia para todos, Historiadores S.C., 1995. p. 35.

2

Gladys Páez. Historia regional, investigación y enseñanza, Caracas; Fondo Editorial de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, 2002. p.13

3

Humberto Eco. La estructura ausente: introducción a la semiótica, Madrid. Editorial Lumen: Colección palabra en el tiempo, 1973.


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ha causado un marcado desequilibrio entre la demanda de empleo y la incapacidad de la economía urbana para absorber el rápido crecimiento de la población activa. Los costos del suelo urbano y de la construcción de viviendas, en constante incremento, segregan a un sector considerable de la población. Esto afecta tanto a quienes, a pesar de hallarse integrados en el sistema productivo, reciben ingresos que no les permiten acceder a una propiedad inmobiliaria, como aquellas mayorías que constituyen las clases urbanas menos favorecidas, los cuales habitan en muchos casos en terrenos públicos o privados de poca rentabilidad y económicamente frágiles por su elevado grado de pendiente o su relieve accidentado dando lugar a “asentamientos urbanos no regulados”4. Estos espacios registran deterioro ambiental, específicamente en los indicadores de calidad de vida como: cobertura sanitaria, nutrición, sanidad ambiental, vivienda, subempleo, inseguridad, recreación, y limitaciones en la participación. En los asentamientos urbanos no regulados es donde se observan las más evidentes expresiones del colapso. Ejemplo de esto es la autoconstrucción de viviendas que están precedidas de la deforestación natural de los terrenos, que por general tienen fallas geológicas5. Este hecho unido a la falta de canalización de aguas, la saturación de los suelos que, fomentan ocasionalmente los deslizamientos y derrumbes perjudicando ampliamente a sus habitantes. Los asentamientos urbanos no regulados son producto de un orden social, de una estructura económica imperante y de un sistema político que deja fuera de toda planificación a un gran sector de la población. Ciudades como Caracas, entre otras son ejemplo de concentraciones humanas vertiginosas y ajenas a toda planificación. En Caracas, más de la mitad de sus habitantes viven en esas condiciones caracterizadas por estar ocupando los niveles mínimos de infraestructura. En su división el área metropolitana ocupa aproximadamente 3.302 hectáreas que representan el 19 por ciento del área total de la ciudad; en estos territorios se agolpan el 60 por ciento de la población urbana. El

77, 14 por ciento de esas 3.302 hectáreas se encuentran en el municipio Libertador. Donde se destacan tres grandes zonas que representan este tipo de asentamientos en la ciudad de Caracas y los cuales ocupan más de 200 hectáreas cada una primero destacaremos la zona de Catia, con 713, 92 hectáreas, seguida de Petare, con 630, 19 hectáreas, y Antímano con, 241,42 hectáreas6. Por otra parte, Marcos Negrón, en una entrevista realizada explica; Caracas posee un tamaño relativamente grande si se le compara con el resto de las ciudades venezolanas sin embargo, esta ha reducido su crecimiento demográfico en forma muy violenta, específica que según los datos censales 80-90, indican que Caracas, entendida como área metropolitana que comprende los “cinco municipios del valle”, creció a una tasa muy baja. Por otra parte otras ciudades en los alrededores del área metropolitana están creciendo tal es el caso de Guarenas-Guatire, los Valles del Tuy así como la dinámica de Valencia que según datos de la OCEI, ya debe ser mas grande que Maracaibo7. Las ciudades venezolanas han creciendo en forma no controlada, Las políticas de no invertir en las ciudades importantes, no han podido contra las tendencias profundas del proceso de urbanización: resultando que las personas vinieron igual a las ciudades y se ubicaron donde les fue más conveniente y esto arrojó resultado el caos en que se han convertido las ciudades. Aunado a lo antes expuesto se continúa expresando:

4 5

Alicia Nuño (Coordinadora). Enciclopedia Océano de Venezuela, (Los asentamientos no regulados), tomo 2, España: Océano grupo editorial, s/f. p. 245. Cf. Alba Zambrano. Estudio Fiosigráfico de la Cuenca del Tuy. En Boletín de Geología Nº 17, Caracas: Ediciones Ministerio de Minas e Hidrocarburos 1970; pp.10-11.

La posición tradicional, que se concretó aproximadamente en los años 60 o 70, sobre el sistema de ciudades venezolano, expresaba fundamentalmente dos ideas: una, que era un sistema macrocefálico, es decir que tenía una ciudad excesivamente grande con relación al resto y segundo, que era un sistema de ciudades desarticulado. Particularmente siempre me pareció que eso era muy cierto, y hoy creo que no existe ninguna base que pueda sustentar esta posición. Una cosa que era bastante evidente: en Venezuela el sistema de ciudades sólo ha sido desarticulado en el período colonial,

6

Alicia Nuño. Op. cit. p. 246.

7

Marcos Negrón. (2001, mayo 7): ¿Y qué se hizo del eje Orinoco -Apure? En: Tal cual 7 de mayo de 2001, p. 15.


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una serie de regiones que funcionaban más o menos independiente. Con relación al segundo aspecto, los estudios técnicos realizados no conforman la hipótesis macrocefálica o primacía excesiva. Básicamente el sistema de ciudades tiene una configuración relativamente equilibrada8.

En la actualidad existe un proceso incipiente de conformar una megaciudad tomando en cuenta los índices demográficos ya aproximadamente son 8 millones de habitantes y queda el eje que cubre Guarenas-Guatire hasta Puerto Cabello, y que en la actualidad se encuentra interconectado por autopistas, con el factor común de que tienen que atravesar por Caracas. Ese eje cuenta con una ventaja inobjetable y es que concentra los dos puertos principales, el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar y los mejores centros de investigación de Venezuela. Estos centros se han visto en la necesidad de promover líneas de investigación que están en función del rescate y la reconstrucción de las historia de estas regiones y localidades para que se conserve la memoria de estas áreas y a su vez las mismas sirvan como instrumentos productivos al buscar soluciones alternativas a los conflictos que nacen con este acelerado y no planificado crecimiento de los asentamientos urbanos no regulados. En tal sentido la presente investigación lleva como norte central realizar la reconstrucción histórica de la parroquia La Dolorita, quien en Opinión de la Lic. Deyanira Méndez:

hacienda10 una máquina recicladora, intentando solventar el inconveniente que resultaba la basura de Caracas, allí también se instaló una fábrica de ladrillos y bloques, esto a causa de la demanda que requería la política de edificación implementada por Marcos Pérez Jiménez. Como se puede presumir, nuestra área de estudio cuenta con elementos precisos para constituir un ejercicio de investigación el cual realizaremos bajo la disciplina historiográfica de la historia regional y local, quien tiene entre sus fundadores al maestro Luís González y González, fundador de la escuela de historiadores regionalistas en el Colegio de México (1968) y por Venezuela cabe destacar nuevamente al Dr. Medina Rubio y al Dr. Germán Cardozo Galué, quienes crearon en el país la corriente regionalista11. Para explicar nuestra investigación citamos a Medina Rubio desde su obra “Teoría, fuentes y método en la Historia Regional”, cuando nos dice: La historia es la ciencia de los hombres, y estos concretados históricamente en las sociedades- planetaria o mundial, continental o supranacional, nacional, regional y local- establecen vínculos imperecederos con el espacio donde se desarrollan sus actividades. Son estos vínculos con expresiones coherentes y particulares en cada una de las escalas en las que quisiera observar el historiador, los que producen la identidad local, regional, nacional o más, de los hombres objeto de la historia. Es por todo lo anterior, por lo que decimos que la historia es la memoria colectiva de los hombres en el tiempo y espacio definidos. Y pretendemos comprender y explicarnos los hechos y los fenómenos del pasado, puede entonces expresarse en muchas escalas - la microhistoria o historia parroquial hasta la historia mundial o universal siendo ellas absolutamente validas12.

…como muchas otras localidades ubicadas en la periferia de Caracas, se desarrollo gracias a una política gubernamental en principio para albergar a damnificados que provenían de sectores como Petare, San Isidro y Caracas, durante 1949”9.

Esta decisión obedeció a que entre 1949 y 1952 se da apertura a lo que compone la fase urbana de La Dolorita convirtiéndose la antigua hacienda en barrio primeramente. Asimismo, se colocan en la entrada de la

8

Ibidem, pp. 15-16.

9

Deyanira Méndez. Parroquia La Dolorita, en: Serie ¿Quiénes somos?, Fundación José Ángel Lamas / Centro de Historia Regional, 2003, p. 1.

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10

Utilizamos la distinción de hacienda para señalar una unidad agroproductora, respetamos otras definiciones y deferencias en cuanto a las categorías hacienda, plantación, plantación-hacienda o haciendilla… invitamos en este caso a revizar a: Vladimir Acosta. Reformas liberales y acumulación originaria en América Latina. (Colombia y Venezuela en el siglo XIX), “La Evolución de la Propiedad agraría (II). Las haciendas”, Caracas; Ediciones de UCV/Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, 1989, pp. 379-405.

11

Gladys Páez. Op. cit. p. 24.

12

Arístides Medina Rubio, “Teoría, fuentes y método en la historia regional”, en: Visiones del oficio, historiadores del siglo XXI, Caracas; Fondo Editorial de Humanidades y Educación de la Universidad Central de Venezuela, 2000. p. 112.


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A partir de este planteamiento y sin desmerecer la historia nacional o mundial, cuando nos colocamos en precisar los siguientes puntos en apoyo a la historia regional y local. En primer lugar, aclaramos que la historia Regional no debe confundirse con la historia local, pero mantienen un estrecho vínculo. Esta última se agota en las localidades o parroquias, lo que hace que también se le denomine historia parroquial como es nuestro caso de estudio, mientras que la primera aspira superar: Los límites y criterios de una comarca, llegando incluso a rebasar los limites de país, lo que desvaloriza a la historia local, pero si la enmarca dentro de sus propios limites, es decir, localidades y parroquias… en otro sentido, la historia local, parroquial o microhistoria, constituyen una motivación indubitable para llegar al conocimiento, al cultivo y al uso de las historias mayores13.

En este orden de ideas se puede citar, a la Dra. Ermila Troconis de Veracochea, con su artículo “Apuntes sobre la microhistoria”, allí se caracteriza a la microhistoria, como un estudio holístico de un grupo o de una colectividad, en el cual se presta mayor cuidado “a la cotidianidad y las personas comunes y corrientes, antes que a los hechos muy importantes de determinados personajes con marcada relevancia dentro de su entorno”14. Reconociendo el esfuerzo y la multiplicación de profesionales de la historia al abocarse en este minucioso trabajo, con la finalidad reconstruir el desarrollo de nuestra sociedad a través del tiempo. Asimismo, la Dra. Ermila Troconis cita al historiador Eduardo Arcila Farias el cual define en sentido estricto a los estudios locales desde la siguiente perspectiva: La moderna historia local, que entre especialistas llamamos microhistoria, obedece a una concepción ceñida a una metodología que tiene objetivos concretos que, colocados bajo el lente de ampliación del microanálisis, están vinculados a un diagnóstico general. Se trata por este medio de hacer 13

Ibidem, pp. 113-114.

14

Ermila Troconis de Veracoechea, “Apuntes sobre la microhistoria”,Visiones del oficio, historiadores del siglo XXI, Caracas; Fondo Editorial de Humanidades y Educación de la Universidad Central de Venezuela, 2000. p. 145.

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estudios integrales que abarquen en profundidad una unidad geográfica o temporal. Los principales personajes del relato de esta clase de historia, son las instituciones y los problemas que afectan a la sociedad, y su meta es alcanzar la universalidad por la vía particular15.

De todo esto se desprende un compromiso del investigador al tomar bajo su responsabilidad y profesionalismo, una delimitación de la localidad o región ya que un territorio ocupado en la actualidad puede no conformar el espacio geohistórico regional que enmarca nuestro tema-problema. Continuando en la línea establecida, recurrimos a la Dra. Gladys Páez, quien también define la historia regional y local “como la rama de la Historia que tiene como objetivo el estudio de regiones y localidades históricamente determinadas”, siempre y cuando se administre bajo el “método de investigación histórica a los proceso ocurridos en los espacios intranacionales, en los cuales se encuentran variables o indicadores comunes que permiten identificar una unidad que se define como región histórica”16. Pero también esta autora aclara en su discurso su posición ante el concepto de región histórica, limitándose desde su posición pedagógica a considerarla “como aquella cuyos objetos de estudio, se refieren a sociedades con escalas menores a la nacional”. Dicho esto, retomamos el término historia local, definida igualmente por Páez como aquella que estudia las localidades, siendo localidad una noción a escalas menores a las regionales, pero dentro de ellas. Las regiones a su vez están dentro de la escala nacional, lo que lleva a establecer el concepto de localidad en un ámbito específico y el de nación en el ámbito general, siendo entonces considerado el termino región en un escala intermedia. Dentro de la concepción de localidades históricas se encuentran los estados, distritos, municipios y parroquias, quienes conforman unidades político-administrativas. También consideramos localidades, las comarcas, ciudades, pueblos, urbanizaciones e incluso comunidades de vecinos, sectores y barrios.

15

Ermila Troconis de Veracochea. Cita a Eduardo Arcila Farias, Ibid. p. 145.

16

Gladys Páez, Op. cit. p. 27.


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Y dentro de los indicadores a estudiar en una región o una localidad históricamente determinada destacaremos: el espacio geohistórico que ocupa, destacando una ubicación cronológica y el espacio que da lugar a la sociedad a historiar, las relaciones económicas de producción, las relaciones sociales que derivan de la producción, las formas jurídico-políticas y las expresiones culturales. Bajo esta premisa Carlos Viso nos aporta desde su obra:

Por otra parte, la Lic. María Luisa Herrera en su investigación sobre la Pastora19, realiza un estudio microhistórico, el cual dividió en cuatro capítulos que recogen los siguientes aspectos: primeros núcleos de exploración, evaluación económica, evaluación de la comunidad y proyección de la pastora. Es importante acotar que este trabajo utilizó el método que proporciona la microhistoria, el cual se orientó al conocimiento profundo de una realidad cotidiana del objeto de su estudio. Y esto tiene como una de sus características principales la de proporcionar un instrumental necesario para el estudio de un área determinada aislándola de un contexto mayor. El objetivo central de este trabajo consistió en penetrar un sector de Caracas y a través del estudio de la parroquia La Pastora explicar su situación actual comparándola con el resto de las parroquias del área metropolitana. En las mismas circunstancias, la Prof. Lila Mago de Chopite, presenta su investigación “Expansión urbana de Caracas hacia el sector El Paraíso a fines del XIX”, donde se realiza un estudio, acerca de la primera urbanización residencial de Caracas, a través de la historia urbana (local) de la capital de la república, la autora consideró su exposición:

La historia de los espacios menores, de las comarcas, localidades, regiones tiene significación en el proceso geopolítico de integración, articulación y regulación de la constituyente societaria del Estado Nacional. Los espacios menores configuran un mapa social, político, cultural y económico heterogéneo y desigual de oportunidades para construir la vida social; se expresa en marcadas desigualdades de oportunidades en relación a la disponibilidad y acceso de los bienes y servicios destinados a satisfacer el sistema de necesidades humanas. Constituyen microespacios y microtiempos que requieren ser comprendidos en la dinámica macrosocial que los alberga, tomando en consideración las diferencias que los identifica y constituye17.

Bajo estas premisas expuestas es importante acotar que existen trabajos en este mismo método (la historia local, microhistoria o parroquial) que se vienen realizando desde hace muchos años, y entre otros destacamos los siguientes: en primer lugar el estudio hecho por la OCEI titulado III Inventario de barrios del área metropolitana, del barrio Santa Ana de Antímano el cual describe una reseña histórica del barrio, analiza la precariedad de sus servicios, el índice delictivo y los posibles modelos de desarrollo urbano que se planifican aplicar a la zona18.

…por tratarse del primer emplazamiento que traspaso los limites naturales de la ciudad y ocupó las tierras al otro lado del Guaire, que venían siendo utilizadas para el cultivo de la caña de azúcar, en el sitio denominado la hacienda El Paraíso o trapiche de los Echezuría20.

El artículo recoge una reconstrucción histórica a partir de la trasformación de los espacios rurales a urbanos residenciales medidos desde el crecimiento urbano y la modernización hasta enmarcarlos en los adelantos de los modelos comunicacionales del momento representados en el tranvía, ferrocarril, teléfonos, luz eléctrica, y de la incursión de las medidas sanitarias tales como redes de agua servida. Todos estos progresos asociados a los cambios políticos y de la estructura social, como la discriminación

17

Carlos Viso. Educación y salud en el proceso de modernización del capitalismo rentístico del Estado en Venezuela, 1936-1945, Caracas; Fondo Editorial Tropycos/ Secretaría de UCV, 1999. p. 22.

19

María Luisa Herrera. La parroquia La Pastora (Estudio Microhistorico), Caracas; Consejo Municipal del Distrito Federal, 1979, p.21

18

OCEI / Fundacomún: Características socioeconómicas de las unidades de diseño asilados del área metropolitana. Parroquia Antímano. III Inventario Nacional de barrios (unidad de planificación física Nº 17), 1993.

20

Lila Mago de Chopite. “Expansión urbana de Caracas hacia el sector El Paraíso a fines del siglo XIX”, En revista Tiempo y espacio, Caracas; Instituto Universitario Pedagógico de Caracas, Vol. I, enero-julio de 1984. p. 23.


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de grupos dentro de la añeja oligarquía terrateniente, manipuladora del poder y conformadora de la burguesía comercial venezolana con enérgicas vinculaciones con el comercio exterior y con la participación política. En síntesis el trabajo que hemos venido comentando está, enmarcado dentro de la historia local y urbana, muestra la necesidad y desarrollo de la burguesía venezolana, el crecimiento de la primera urbanización residencial de Caracas, la cual rompe con el esquema urbano tradicional originando nuevas formas arquitectónicas donde lo tradicional (esa arquitectura habitacional colonial) subyace ante la inspiración francesa de Antonio Guzmán Blanco y luego esta alternará con las transformaciones que proporciona el concreto armado, las estructuras de acero, pasando a ser por muchos años el Country Club de Caracas. Seguidamente, tomaremos el trabajo “El Valle: de hacienda próspera a bosque de concreto y cordón de miseria”, consideraciones formuladas por David Ortega, quien presenta una ambiciosa investigación referida a los cambios del uso del espacio en la localidad de El Valle, tomando como eje temporal el agotamiento del modelo productor precapitalista a capitalista minero exportador con su vertiente a lo urbano-industrial. Se observa en este aporte como explicación central cómo y cuándo operan estos cambios en el uso del espacio sobre un pueblo periférico de Caracas, como lo fue El Valle, usando como referente los inicios del poblado, su permanencia y el siglo XIX. Luego se analiza “el uso agrícola del espacio en el siglo XX”, hasta 1926, hito que envuelve el trabajo, cuando aún la localidad mantenía características rurales, definidas por el número de habitantes, la estructura física del poblado, las manifestaciones culturales, uso del espacio y las actividades productivas que se desarrollaban. En otro interesante punto encontramos “cambios en el uso del espacio en el siglo XX”, aquí se observará cómo paulatinamente a partir de 1928 las haciendas van perdiendo su predominancia económica sustituyéndose por la exportación de hidrocarburos, dando paso a la trasformación espacial y con ello llegan al uso residencial, castrense y recreativo de esta parroquia. Muere entonces la Hacienda Santo Domingo y nace el proyecto urbanístico que hoy conocemos como “Urbanización los Jardines del Valle” y con esta crece el parque habitacional, que no escara según este autor, a los embates de la democracia, cuando en 1958 comenzaran a crecer los

barrios pobres, llamados también asentamientos urbanos no regulados, cuya característica central es la precariedad y el hacinamiento21. En igual forma, se debe aclarar que el Centro de Regional de Petare viene realizando un esfuerzo en reconstrucción histórica de barrios, realizando proyectos de investigación donde el eje central es el de rescate de la historia de los barrios y parroquias del municipio, entre ellos se encuentran la guía del municipio Antonio José de Sucre del estado Miranda22, cuya misión es sintetizar las memoria municipal y por ende parroquial. Asimismo, la politólogo Yetzy Villarroel Peña, publicó su libro sobre el barrio José Félix Ribas obra coincidente con la conmemoración de los 190 años de la inmolación del héroe de la gesta emancipadora de Venezuela, líneas que conllevan como fin último proporcionar a las comunidades del municipio del Antonio José de Sucre, del estado Miranda: Sus historias, y de esa manera ayudar al proceso de adjudicación de sus propias identidades. Este proyecto surge como una respuesta a las incesantes demandas de los usuarios del centro de Historia, quienes han incentivado esta búsqueda de reconstrucción histórica de la conformación de los barrios del municipio ante la casi inexistente información acerca de este hecho contemporáneo que nos atañe a todos23.

Quedando establecidas las bases metodológicas para la elaboración de otras investigaciones de este mismo tipo. A. Antecedentes del modelo rural en La Dolorita y su área de influencia. La presente investigación contempla como objetivo central realizar una exploración teórica documental, con el fin de reconstruir la historia

21

David Ortega. “El Valle: de hacienda prospera a bosque de concreto y cordón de miseria”, en revista Tiempo y espacio, Caracas; Ediciones de la UPEL-IPC, Vol. VII, julio-diciembre, 1990. pp. 75-90

22

Guía: municipio Antonio José de Sucre. Estado Miranda, serie: folletos educativos, Petare: Fundación Cultural “José Ángel Lamas”/ Centro de Historia Regional de Petare, 1999, año 1, Nº 1.

23

Yetzi Villarroel Peña. Barrio José Félix Ribas, Petare Centro de Historia Regional/ Alcaldía de Sucre, 2005, p. 1.


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de una parroquia (La Dolorita) del municipio Antonio José de Sucre del estado Miranda. Las parroquias (civiles) están definidas en la Ley Orgánica de Régimen Municipal (1989) como:

del veinte por ciento (20%) de los electores debidamente identificados por la Junta Electoral con jurisdicción en el municipio respectivo. En el resto del territorio municipal no contemplado como urbano en planos de desarrollo urbano local, las parroquias podrán, estar constituidas por poblaciones, caseríos y aldeas separadas de la capital del municipio, según lo determine la Asamblea Legislativa a propuesta del Concejo Municipal respectivo o de los ciudadanos interesados vecinos de las comunidades, en un número no menor del diez por ciento (10%) de los electores debidamente inscritos e identificados por la junta Electoral que tenga jurisdicción en el municipio respectivo26.

Art. 32 Las parroquias son demarcaciones de carácter local, dentro del territorio de un municipio, creadas con el objeto de descentralizar la administración municipal, promover la participación ciudadana y la mejor prestación de los servicios públicos locales24.

En relación con este último, expone Medina Rubio: Las parroquias son demarcaciones territoriales, señaladas dentro de la especialidad igualmente territorial de un municipio. Hoy, se entienden que las parroquias han sido creadas con el propósito de descentralizar la administración municipal y de estimular la participación de los ciudadanos en las gestiones tendientes a mejorar los servicios públicos25…

Significa entonces que las parroquias constituyen una memoria para el estudio de la conformación de territorios populares (barrios) en el municipio ya que por sus condiciones poblacionales y espaciales pasan a parroquias civiles en 1993 cuando se realiza el reordenamiento administrativo del municipio Sucre. Hechas las consideraciones anteriores, contempla la misma Ley Orgánica de Régimen Municipal que para considerar ese paso de territorio popular a parroquia debe poseer ciertas características expuestas en el articulo 33 de dicha Ley:

Para el Arq. Leandro Quintana cerca del 50 % de las áreas urbanas en Venezuela se han desarrollado de forma no controlada no siendo este un fenómeno exclusivo del país, todo lo contrario, es una manera común de cómo se conforman las barriadas en las diferentes ciudades de América cuyos Estados forman parte de los llamados países en vías de desarrollo27. La parroquia en estudio representa la consecuencia a una problemática que se inicia en la década del 40 cuando se da un nuevo boom migratorio de la población movilizándose hacia Caracas y el estado Miranda, un conjunto de personas en busca de mejoras en su calidad de vida que traen consigo sus costumbres, sus ideas, sus tradiciones y su propia historia de vida que intentan implantar o adaptar a la localidad que ocupan. El Prof. José Manuel Guevara Díaz expresa a continuación: El distrito Sucre [en la actualidad municipio Sucre, nueva división político administrativa] del estado Miranda, con 22,2 % en su espacio de urbanización en 1941, experimento en el período 1941-1950 el más alto cambio del nivel de urbanización de la región capital y de todo el conjunto regional, con 55,9 %. Las cifras de 1950 revelan que el distrito Sucre, bajo la influencia de la capital de la república, incrementó su nivel de urbanización hasta un valor

Art. 33 En áreas urbanas determinadas como tales en los correspondientes planos de desarrollo urbano local, con población superior a cincuenta mil (50.000) habitantes, las parroquias podrán coincidir con los barrios, urbanizaciones o sectores de dichas áreas, según lo determine la Asamblea Legislativa a propuesta del Concejo Municipal respectivo o de los ciudadanos interesados, vecinos de los barrios o urbanizaciones, en un número no menor 24 25

Ley Orgánica de Régimen Municipal. (Decreto Nº 1297). (1989, junio 15) Gaceta Oficial de la República de Venezuela, Nº 4.109, noviembre 22, 1990. p.17. Arístides Medina Rubio. “Las parroquias en la historia de las ciudades”, en: revista Tierra firme, Nº 59, año 15, Vol. XV, p. 383

31

26

Ley Orgánica de Régimen Municipal. Op.Cit p. 18.

27

Leandro Quintana Uranga. La autogestión en el mejoramiento de los barrios populares en Venezuela. Caso La Dolorita: Caracas, 1984. p.10-11.


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sólo superado por el Distrito Federal [se presenta a continuación cartograma del extinto Distrito Federal]28.

Dada las condiciones que anteceden, cabe decir que es a partir de 1940, cuando la expansión de la capital del país promovió un crecimiento descontrolado de la población, se comenzaron a residenciar empresas e industrias de la zonas de Petare, Mariches, y como ya se ha mencionado en La Dolorita, las haciendas de caña en las zonas bajas se transformaron en urbanizaciones y las de café en las zonas altas (caso de La Dolorita) en barriadas, en la actualidad sobrepasan 1.500, cuya carencia de servicios y agrupación demográfica han producido graves complicaciones sociales de ardua y costosa solución29. Es importante acotar que existe en este momento una preocupación por establecer un reordenamiento del área metropolitana de Caracas con el fin de sincerar las condiciones socioeconómicas de la población que forma los cinturones o conurbaciones de la ciudad así como también de crear y fomentar que el ciudadano que ocupa estos espacios desarrolle una identidad local, un sentido de pertenencia para logre integrarse con éxito a los proyectos nacionales de mejoramiento de las zonas populares. La Dolorita sin duda alguna es la muestra de esta preocupación ya a pesar de pertenecer geográfica y administrativamente al municipio Sucre no escapa a la relación económica y social que sé a mantenido entre el estado Miranda y lo que es hoy el municipio Libertador. Lo antes expuesto, expresa la necesidad de crear un instrumento que permita recolectar e interpretar por parte de los profesionales de la historia, los conocimientos sobre la región, la localidad, las parroquias o los territorios populares debido a la escasa memoria escrita y la dispersión de las fuentes documentales que soportan este tipo de estudio. Todo ello le da sentido y validez, así se plantea que el mismo se tome como un recurso científico de valor local y regional y nacional. La historia parroquial o microhistoria constituye un instrumento que permite llegar al estudio, a la investigación y al uso de las historias mayores, 28

José Manuel Guevara Díaz. La urbanización y el crecimiento de los centros urbanos, en: Geografía de las regiones central y capital, p. 131.

29

Fundación Polar. “Petare”, en: Diccionario de Historia de Venezuela, Caracas; Editorial Exlibris, tomo III, 1997. pp. 611-612.

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sin embargo no se debe obviar que la microhistoria suele interpretarse por lo general como un tesoro personal ya el proceso de identificación del hombre con sus raíces se convierte en proceso bidireccional de entendimiento y aceptación30. B. Hitos de la investigación Venezuela no escapa al intenso proceso de urbanización de sus territorios. La inmigración del campo a la ciudad es el fenómeno demográfico de mayor relieve en la historia contemporánea del país. Para el año de 1950, el 47,4 por ciento de la población venezolana era considerada como población urbana; once años después, en 1961, este peso de la población urbana aumentó hasta ubicarse en un 62,1 por ciento; es decir, el que va hasta 1971, esta corriente migratoria hacia las ciudades siguió en ascenso, alcanzando la población urbana una importancia relativa del 72,8 por ciento. En los Censos de la OCEI se logra analizar que para 1961 el ritmo de migración anual disminuye, en términos relativos a la población urbana para 1981 representaba el 80,3 por ciento de la población del total; el fenómeno alcanzaba una proporción estimada en un 84,1 por ciento para el censo de 1990 y se proyecta que para el año 2001 es de 90 por ciento de la población venezolana vive en núcleos urbanos. En términos generales, se puede expresar que, en el transcurso de los últimos veinte años, la población venezolana pasó de ser preponderantemente rural a urbana. Este acelerado proceso ha determinado graves desequilibrios, un nivel de vida por debajo de las necesidades básicas; situación que afecta en especial a la regresión del sistema económico agrario, debido a los amplios sectores de población campesina que vienen a las ciudades en busca de mejores condiciones de vida, pero que al final resulta un falso espejismo. La explotación petrolera y la industrialización acentuaron la tendencia a ocupar la región centro-norte-costera de Venezuela, se originaron procesos de urbanización crecientes, que invirtió las proporciones de la población rural y urbana en el término de cuatro décadas, esto es de forma explosiva.

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Arístides Medina Rubio. Introducción a la Historia. Op. cit. p. 6.


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Todo lo anteriormente expresado se evidencia en las marcadas desigualdades distributivas de los ingresos fiscales, un marcado desequilibrio entre la demanda de empleo estable, incapacidad de la economía urbana para absorber el rápido crecimiento de la población activa. Los costos del suelo urbano y de la construcción de viviendas, en constante incremento, segregan a un sector considerable de la población. Esta situación afecta tanto a quienes, a pesar de hallarse integrados en el sistema productivo, perciben ingresos que no les permiten acceder a una propiedad inmobiliaria produciéndose la ocupación de territorios o asentamientos urbanos no regulados consecuencia de un orden social y de una estructura económica imperante. El municipio autónomo Sucre, es una de las 21 entidades político administrativas que conforman el estado Miranda, en la actualidad forma parte de la llamada subregión mirandina de la zona metropolitana. Así el municipio funciona como una entidad política administrativa de carácter autónomo que le debe su actual configuración a la reforma jurídica del territorio venezolano realizada por el poder ejecutivo en 1993, fecha desde la cual queda conformado por cinco parroquias, estas son: Petare como parroquia capital, Filas de Mariche, Caucaguita, Leoncio Martínez y la parroquia escogida para el estudio La Dolorita.

de un espacio geohistórico local. Esta aproximación nos ha permitido en primer lugar, plantearnos la posibilidad de realizar un acercamiento, al proceso histórico social contemporáneo venezolano, a partir de una realidad concreta y especifica que se desarrolla en una localidad mirandina durante la segunda mitad del siglo xx. En segundo lugar, nos permite realizar una labor adaptada al trabajo artesanal del historiador, etapa en la que aun nos encontramos, en el manejo de fuentes y archivos con información de carácter local y regional.32 Finalmente, nos abocarnos a un estudio del tiempo medio, en el cual combinaremos los enfoques de la historia coyuntural y el análisis de los acontecimientos con la misión de comprender la dinámica global y diferenciada de aquella sociedad.

C. El espacio geohistórico regional y local. Cuando nos comprometemos en el ejercicio de reconstruir y abordar una realidad, nos embarcamos en una aventura nada fácil. Sin embargo, debemos considerar el proceso de investigación: una primera fase está dedicada a estudiar lo estructural sincrónico, en la cual se intenta separar cada uno de los niveles estructurales, con la finalidad de analizarlos en su especificidad teórica y metodológica. Y como segunda fase, estudiaremos las relaciones, que integra la dinámica global de las estructuras en proceso histórico concreto, destacando articulaciones funcionales31. Con relación al tratamiento metodológico este se va ha diferir según cada nivel estructural. Para nuestra investigación, hemos asumido el objetivo de avanzar en la reconstrucción del hecho histórico local mirandino, a partir 31

Reinaldo Rojas. Historia social de la región barquisimeto en el tiempo histórico colonial 1530-1810, Caracas: Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia, 1995. p. 31.

a.- El espacio geohistórico regional y local. (El enfoque). El tiempo y el espacio constantes fundamentales de todo progreso histórico. Estas categorías corresponden a dos perspectivas básicas del análisis científico: lo sincrónico, que descansa en el análisis estructural de los fenómenos, y lo diacrónico, relativo a la sucesión de procesos en el tiempo. La referencia expuesta conlleva al enfoque geohistórico, el cual, según Ramón Tovar, citado por Reinaldo Rojas “[…] respondería por una parte a la calidad estadial [diacrónico] y por la otra, a la espacial [sincrónico] del ente geográfico plenamente localizado e identificado”33. Desde esta perspectiva o enfoque, tanto la investigación histórica como la geográfica se integran y acrecientan, afrontando el objeto de estudio integrando tiempo y espacio. Tomando en cuenta la historiografía, los orígenes de estos estudios los encontramos en la obra de Herodoto en el siglo V antes de nuestra era (a.n.e) el cual escribió Los nueve libros de la historia, obra citada por Henry Suárez y da respuesta a su propia interrogante ¿cuándo comenzó la labor geohistórica? En la cual se expone lo siguiente: 32 Cardoso, C.F.S. y Pérez Brignoli, Héctor. Los métodos de la Historia. México: Editorial Grijalbo, 1977. p. 227. 33

Cf. Reinaldo Rojas. Op. cit. 1995. p. 35. También ver a Omar Hurtado Rayugsen. Geohistoria de Villa de Cura y su área de influencia, Caracas; Ediciones Los Heraldos Negros/ Editorial Miros, 1994, pp. 37-40.


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Sin atrevernos a firmar que la interpretación geográfica histórica de los hechos humanos se remonta a la antigüedad griega, es digno recordar la labor realizada por Hecateo de Mileto en el siglo VI antes de nuestra era (a.n.e) y por Herodoto en el siglo V a.n.e Aquel, escribió Viajes por el mundo, mientras que éste Los nueve libros de la historia. El primero sistematizó sus observaciones pero sin la profundidad de su sucesor, lo que le valió al último el reconocimiento como padre de la historia, y ¿por qué no?, “maestro” de la geografía histórica. Claro está, hay que salvar la distancia del ejercicio que se realizaba hace dos mil cuatrocientos años y el contemporáneo34.

Se observa según el autor antes citado la formación de una manera de vida, no así una rama separada del conocimiento, se reconocen los aportes realizados cuando aún no existía la labor histórica, ya que la función principal de la investigación histórica descansaba en el peritaje para establecer la verdad en determinadas disputas. No como en el presente donde la historia se considera una disciplina metódica y diferenciada dentro de las ciencias sociales dedicada a la comprensión de las acciones humanas en un tiempo y espacio determinado. En el campo historiográfico contemporáneo esta iniciativa reposa en el historiador francés Fernánd Braudel, quien se dedicara al estudio del “Mediterráneo y el mundo mediterráneo en la época de Felipe II” en primera edición de 194935. Este libro evidencia en su primera parte la comprensión geohistórica del mundo mediterráneo, mostrando al final, la relevancia de “Plantear los problemas humanos tal y como lo vemos desplegados en el espacio y a ser posible, cartografiados […] no sólo para el presente y en el presente, sino también en el pasado y teniendo en cuenta el tiempo…”36 Al Revisar esta postura Braudel estima hablar de Geohistória, entre las fronteras de la Historia y la Geografía, lo cual se recoge en el siguiente planteamiento:

34

Ibidem, p. 317.

37

Hacer de la tradicional geografía histórica a lo Longnon, consagrada casi únicamente el estudio de las fronteras de los estados y las circunscripciones administrativas sin la menor preocupación por la tierra misma, por el clima, el suelo, las plantas y los animales, los géneros de vida y las actividades obreras, si se quiera, una verdadera geografía humana retrospectiva37[…]

Aquí se establece un enlace entre el trabajo del historiador y el del geógrafo, tomando como base la unión entre las variables tiempo y espacio y sus respectivos análisis. En la opinión de Braudel, esto conlleva a: […] obligar así a los geógrafos (lo que sería relativamente fácil) a prestar mayor atención al tiempo y a los historiadores (lo que no lo sería ya tanto), a preocuparse más por el espacio y por todo lo que el espacio sustenta, engendra, facilita y entorpece; en una palabra, inducirlos a tomar suficientemente en consideración su formidable permanencia; tal sería, a nuestro modo de ver, la ambición de esta geohistoria, cuyo nombre apenas nos atrevemos a pronunciar38[…]

El Dr. Reinaldo Rojas, en Historia social de la región Barquisimeto en el tiempo histórico colonial 1530 -1810 y continuando en la corriente de Braudel, considera a la Geohistoria como una metodología de importante de análisis de la realidad social, enfoque que une en términos de totalidad las variables del tiempo y el espacio. En tal sentido, Rojas esto supone: …lo histórico-estructural, tiempo de larga duración, se integra al análisis sincrónico-espacial, para darnos como propuesta conceptual una formación económico-social que organiza su espacio en un tiempo histórico determinado. Aquí entendemos al espacio no como un hecho natural, dado, que vendría a ser en todo caso el territorio como soporte físico de la vida humana, sino como producto social, como una realización del hombre y de la sociedad. Pero este no es un espacio homogéneo, sino diverso. Tampoco simple y uniforme, sino al contrario, complejo puesto que reproduce las

Henry Suárez, José Ángel Rodríguez (comp.). Sobre la Violencia desde la geografía histórica, en: Visiones del oficio, historiadores del siglo XXI, Caracas; Fondo Editorial de Humanidades y Educación de la Universidad Central de Venezuela, 2000. p. 421. Nota: las cursivas son originales.

35 Fernánd Braudel. El Mediterráneo y el mundo mediterráneo en la época de Felipe II (1ra. Edición en español), México: Fondo de Cultura Económica. 1953. pp. 417 36

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Ibid. pp. 417-418.

38

Ibid. p. 418.


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contradicciones sociales en su organización. En tal sentido, para nosotros el enfoque geohistórico viene a ser una perspectiva metodológica que nos permite estudiar una formación social en el espacio y en un tiempo histórico determinado39.

Para el análisis histórico, lo sincrónico se corresponde con lo estructural, mientras lo diacrónico, responde a la perspectiva del origen y cambio de los fenómenos sociales. Mientras que en análisis geográfico, el interés se dirige a la estructura del espacio en su noción de escala y en base a las diferencias entre sus unidades, zonas y regiones. Para la Dra. Beatriz Céballos, en su libro El diagnóstico geohistórico y la intervención en las comunidades, el enfoque geohistórico “es la perspectiva central del análisis seleccionado”, se presenta como una propuesta teórico-metodológica donde el investigador se desengancha de concepción geográfica que concibe al espacio como un factor concreto o síntesis de la acción de los grupo humanos sobre su ambiente, para preservarse y reproducirse sujeto a situaciones determinadas. En contraposición, la autora antes mencionada estima que la reconstrucción de la realidad socio histórica se apoya en la noción de la articulación del espacio, esto contribuye a definir el proceso geohistórico desde la relación entre todas las partes y sus elementos, con la finalidad de inferir la dinámica del espacio. En este sentido propone: El análisis de las modalidades de distribución de la población en niveles de agrupación o encrucijadas, el de las formas de intercambio localizadas: los mercados, y la identificación de los movimientos que animan este conjunto: Los circuitos, constituyen los instrumentos conceptuales que nos permite proponer una interpretación de la realidad40…

En concordancia con lo antes expuesto, Ceballos sostiene que la articulación de las formas geográficas que definen la estructura y dinámica del espacio están orientadas por el modo de reproducción dominante capitalista, y en particular por las condiciones propias de la actividad 39

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Reinaldo Rojas. Op. cit. p. 37.

40 Beatriz Ceballos. El diagnóstico geohistórico y la intervención en las comunidades, Caracas; Universidad Pedagógica Experimental Libertador, 2003. p. 63.

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correspondiente al lugar y estas condiciones están definidas por cada formación económica-social según el momento histórico. Cabe agregar, brevemente las observaciones realizadas por Héctor Seijas en su trabajo “Comprensión de nuestras ciudades” donde nos explica: …Cada ciudad posee un tiempo y un espacio, pero para que esto se haya cumplido, para llegar a la configuración actual, cada ciudad ha transitado, junto a los seres que la habitaron y la habitan, distintos tiempos que representan su historia y desarrollo41.

Los que nos lleva a aseverar, que el recorrido de esa evolución se forma desde la precariedad del acantonamiento o localidad, como operación enfocada al resguardo, en primera instancia, del ser humano ante las fuerzas y etapas de la naturaleza, lo cual involucra la necesidad de la supervivencia. Hasta el embrollo de las grandes ciudades, donde el antiguo altercado por la manutención y la salvaguardia de la vida adquiere complicadas extensiones. A lo largo de la evolución y el progreso de las localidades se han confirmado trances, cambios e innovaciones que encierran todos los dictamines y aspectos de la vida, tanto particular como colectiva. Lo que nos lleva a decir que la localidad debe ser antes de nada un espacio de fraccionamiento sistémico, articulado, con una dinámica propia, en convenio con las circunstancias tanto originales como sociales que establecen la conciencia de su presencia. Alcanzar el sentido de ese progreso hasta el presente, además de la memoria y estudio de las complejidades particularidades del desarrollo económico, arquitectónico, social y cultural logrado, demanda de la comprensión del pasado42. Este es el rumbo de nuestra investigación histórica sobre la parroquia La Dolorita. Allí combinaremos el análisis del proceso histórico con una definición y localización del espacio mirandino en su escalas regional y local. Nuestra meta es avanzar en la utilización consciente de una perspectiva de análisis social, enfoque o método que nos parece pertinente y necesario como procedimiento científico para par al estudio de los procesos sociales 41

Héctor Seijas. “Comprensión de nuestras ciudades”, en: Biblioteca básica temática, Caracas; Taller de diseño gráfico Conac, 2004. p. 13.

42

Ibidem. pp. 14-15.


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concretos uniendo las variables tiempo y espacio, mientras nos aproximamos a la comprensión de esa realidad a través de un enfoque sistemático, integrador interdisciplinario en la construcción del conocimiento.

Está delimitada tomando la Gaceta Oficial del estado Miranda45, de la siguiente manera: al Norte limita con la parroquia Petare desde la bifurcación de la entrada de la calle principal Julián Blanco en el barrio del mismo nombre coordenadas (N. 1.160. 020 - E: 743. 060) de aquí el lindero sigue por una de las cabeceras la quebrada Catarata, detrás del barrio San Isidro, aguas abajo por esta hasta el punto de coordenadas (N: 1.160 - 055 - E: 744.600), frente a la calle principal del barrio San Isidro de la zona Turumo. Al Sur limita con la parroquia Caucaguita, desde el último punto descrito, se sigue por dicha calle hasta otro punto de coordenadas (N: 1.159.280 - E: 744.765), en la intercepción de la entrada a la zona industrial Turumo para seguir por dos líneas rectas, la primera parte antes mencionada, hasta un punto de coordenadas (N: 1159.015 - E: 744.390), la segunda parte del punto anterior hasta la entrada de la urbanización conjunto residencial del Este de aquí el lindero continua, por la carretera que conduce a Santa Lucia, hasta las nacientes de la quebrada La lira, coordenadas (N: 1.156.390 - E: 745.890), aguas abajo por dicha quebrada hasta su desembocadura en Río Guaire, coordenadas (N 1.154.295 - E: 744.595). Al Sur y Oeste: limita con el municipio el Hatillo, desde el punto antes mencionado aguas arriba por esta desembocadura de la quebrada la Cruz de Belén, coordenadas (N: 1.156.760 - E: 743.290), de aquí el lindero sigue una línea recta en dirección norte al sitio denominado Poma Rosa, coordenadas (N: 1.157.415 - E: 743:330), de aquí continua el lindero por las calles principales de Poma Rosa, Cuatricentenario y Carpintero hasta tomar la carretera vieja de Santa Lucía (N: 1.159.150 - E: 741.980) para seguir por la vía que conduce a la bifurcación de la calle Julián Blanco, punto de partida.

b.- Delimitación de un espacio geohistórico local. Este aspecto sistemático lo trataremos desde la visión del Dr. Diógenes Molina quien sostiene que la historia se ha distinguido por escaso interés en la comprensión de los fenómenos espaciales, que se entienden según este autor como: …elementos consustanciados con los procesos societarios que se producen sobre el territorio. El término “sobre” induce en muchas oportunidades a ver lo geográfico como elemento no imbricado en lo histórico, pero esta tendencia deberá ser revertida ya que si no comprendemos que la relación hombre tierra es mucho más que fuerza de trabajo e instrumento productivo, tenderemos a dejar a un lado aspectos importantes de una nueva historia43.

De tal forma, partimos a delimitar nuestro espacio geohistórico o “área de estudio”, término que hemos venido apuntalando “para caracterizar el territorio y las interacciones temporo-espaciales que sincretizan los tiempos propuestos en esta investigación”44. En el proceso de descentralización iniciado en el ámbito nacional para el año de 1990, el distrito sucre pasa a la categoría administrativa de municipio autónomo y sus parroquias a municipios foráneos; luego en 1993 se da otra transformación en el ámbito político administrativo de la Nación, en el marco de esa reforma el municipio conserva su rango como entidad autónoma y se define su configuración política administrativa. La parroquia la Dolorita se encuentra situada al este del municipio Sucre, cuenta con una área de 11 kilómetros, está sobre los 900 msnm., exhibe una temperatura promedio de 21º centígrados, y sus coordenadas son latitud 10º,29’,26” y de longitud 66º, 47’,00”. 43 Diógenes Molina. El granero de Caracas, Caracas; Fondo editorial de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, 2002, p. 41. 44

Ibidem. pp.41-42.

45

Reforma parcial de la Ley de división política territorial del estado Miranda. (Mayo, 1992).Gaceta Oficial del estado Miranda, (extraordinaria).


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Capítulo 2 Reconstrucción de las relaciones sociales rurales a la formación económico-social contemporánea

Para reconstruir la historia de La Dolorita es indispensable acceder a la historia de Petare, capital actual del municipio Antonio José de Sucre, territorio político administrativo que cobija a nuestra parroquia en estudio. Sin embargo aclaramos que esta investigación coyunturalmente se va delimitar entre 1959 y 1993, las razones que se toman para utilizar estos hitos se exponen a continuación: es para 1959 cuando el ilustrísimo Concejo Municipal del municipio compra las tierras que conforman la Hacienda La Dolorita para darle paso al barrio y en 1993 con la Ley Orgánica de régimen municipal donde se estipuló el cambio de distrito por municipio autónomos y la creación de parroquia por municipio foráneos posterior al proceso de descentralización a nivel nacional, nacerá la parroquia La Dolorita. A. La Dolorita y las temporalidades a. Notas acerca de Petare en la Historia de Venezuela. Petare cuenta con una superficie aproximada de 146.275 metros cuadrados y está aproximadamente a 820 metros sobre el nivel del mar a orillas del río Caurimare. Para la época prehispánica Petare así como todo espacio que comprende el Este del Valle de Caracas, formaban parte del dominio de los indios Mariches, en un principio fue una ranchería de


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asiento aborigen, entre cuyos jefes cabe mencionar a Tamanaco, de origen Caribe. Deberán pasar más de 450 años, para que los censos arrojen que aproximadamente 856.436 mil personas ocupan hoy el mismo asiento46. Este Valle era un “territorio fértil, rico en variadas especies vegetales que proporcionaban frescura, y materia prima para el sano desenvolvimiento en la región, allí abundaban las…taracas, mijaos, apamates, cascarones, bucares, lecheros, guamos, moncillos, ceibos”47. Esa era la plaza cuidada con esmero por el Mariche. Si se confronta ese territorio con lo que es actualmente, nos topamos con barriadas, nuevos asentamientos urbanos no regulados (otro tipo de ranchería), llenos de hombres, mujeres y niños con características étnicas muy diferentes, productos de los cambios migratorios é inmigratorios. Lorenzo Vargas que ha estudiado con detalle este tema afirma al respecto lo siguiente:

En 1545 llegó Francisco Fajardo en su papel colonialista, lo hace por el abra de Catia, recorre el río Guaire, se percata de la existencia de muchos poblados y llega a las posesiones de Los Mariches las cuales ataca con éxito49, luego hacia 1568 Diego de Losada, con predominio de fuerza se posesionará en nombre de la corona española de las vastas riquezas que promovía esta zona, sin embargo, es 1572 cuando muere Tamanaco mordido por una fiera española, esta situación desmoralizó a su pueblo y les hizo huir hacia los montes cércanos que conocían muy bien. Correspondió a Taparacay, Pariacare y Karimao continuar las luchas entre 1573 y 1576, cuando Aricabuto lejos de proteger a su gente, decidió entregarla a Losada para proteger su existencia y lograr parte de esas fortunas así como objetos desconocidos que poseían los europeos50. Es en 1580, cuando se inicia el nuevo proceso de ocupación y aprovechamiento de estas tierras por razón de la encomienda, institución anunciada por el rey de España y que expresa con claridad quienes debían vivir en ellas.

…por determinantes antropológicos, ya no pertenecen a esta raza de aborígenes [El autor hace referencia a los nuevos habitantes de Petare], sino que forman parte de esa - raza cósmica - de Vasconcelos. Raza combustionada en el crisol del tiempo. Allí están La Dolorita, Julián Blanco, Carpintero, Barrio El Carmen, todos los sectores de La Urbina y mas allá el sector rural, que lentamente se integra al límite de la población. Se extienden esos parajes para lindar con el Tuy por una parte y por la otra con Guarenas48…

La real cédula se refiere a los encomenderos. Ordena y manda el monarca que estos señores; “asistan, vivan y residan en las ciudades, villas y lugares donde son encomenderos”. El rey quiere por todos los medios, que los naturales reciban la atención debida…siendo el deber de señores… adoctrinarlos y enseñarles la fe y que por ningún motivo reciban vejaciones ni agravios51.

Desaparece la nación Mariches, se unen en mestizaje, gracias al fuego del conquistador, por una parte el aborigen lucha amparando sus tierras y por la otra perece abrazado por el testarudo conquistador dando paso a nuevos patrones de productividad, que cambiaran la morfología del cultivo y la nueva cría.

Esta institución llevaba como objetivo central “…la protección de los indios de la esclavitud, así como su evangelización y españolización…”52, esta tarea era delegada por los reyes a los encomenderos quienes a su vez debían recibir tributo de los indígenas. 49

Ibidem, p. 20.

46

50

Coromoto Méndez Sereno. Op. cit. p. 20.

51

Ibidem. p. 20.

52

Wiliams Alexander Rubio Serrano. “Alcances del concepto de encomienda en la obra Thesarus Indicus de Diego de Avendaño”, en: Libro de Resúmenes de I Congreso Internacional de Ciencias Historicas y XI Jornada de investigación y docencia en la ciencia de la Historia, Barquisimeto; Fundación Buría, (julio-2005). p. 65. También ver a: Reinaldo Rojas. El régimen de la Encomienda en Barquisimeto colonial (1530-1810), Caracas; Ediciones de la Biblioteca de la UCV/ Universidad Pedagógica Experimental Libertador, 2ª edición, 2004, pp. 33-65.

Según se estima en el censo 2000, elaborado y procesado por el Instituto Nacional de Estadística INE, el municipio Antonio José de Sucre, del estado Miranda cuenta con una población estimada de 856.436 hab., en una extensión de terreno de 662 Km., Petare alberga un estimado de 546. 766 hab. Y La Dolorita es ocupada por 36.400 hab.

47 Coromoto Méndez Sereno. Petare a través del tiempo, Los Teques; Biblioteca de autores y temas mirandinos, 1995. p. 19. 48

Lorenzo Vargas Mendoza. Aspectos Biográficos de Petare, Petare: Imprenta Universitaria, UCV, 1986. p. 20.


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Surge entonces la encomienda llamada del Buen Jesús, esta se le otorgó primero a Cristóbal Gil, luego a Francisco Infante, Juan Rangel, Diego Ladrón de Guevara, Gabriel de Ibarra, Alonso González y Pedro Alonso Galeas, entre otros que durante mucho tiempo y a través de la herencia sostuvieron este régimen totalmente desafortunado para los aborígenes. Se funda entonces un pueblo de Doctrina de Indios, y quedando establecido de la siguiente manera:

actividad económica predominarte era agricultura de subsistencia, para satisfacer las necesidades de la comunidad55. Por su parte, los habitantes de Caracas, entre los que se destacan españoles del sector la Candelaria, como por ejemplo canarios agricultores, llegan a Petare con el fin de trabajar la tierra y hacerla productiva:

Petare, vocablo derivado de la lengua caribe cuyos fonemas significan pet: cara y are: río, fue fundado el 17 de febrero de 1621 como pueblo de doctrina de indios bajo la advocación del Dulce nombre de Jesús de Petare, por Pedro Gutiérrez de Lugo y el padre Gabriel Mendoza, quienes demarcaron el sitio donde se construía la plaza, el cementerio y bendijeron el lugar donde sería levantada la iglesia para impartir la doctrina cristiana. Sus límites eran: al Norte las tierras de la que será La Urbina, por el Sur El Guaire, por el Este La Quebrada El Oro Y por el Oeste el Río Caurimare53.

Este momento histórico se puede pensar como el hito de una comunidad. A partir de ese instante los indios y los encomenderos, comenzaron el proceso de edificación del templo y del poblado aprovechando la materia prima de la zona. En este sentido, Héctor Seijas nos aclara qué tipo de planificación se utilizó en la fundación de ciudades para la América Hispana: La solución urbanística implementada consistió fundamentalmente en el traslado del modelo de ordenación conocido como cuadrícula española. Se trataba de fórmulas burocráticas: leyes, normas, reglamentos que determinan el desarrollo, crecimiento y defensa de las ciudades54.

La vida del poblado aconteció en contorno a la plaza; frente a la iglesia donde se ubicaba el mercado y en la zona posterior del templo se encontraba campo santo que resultaría insuficiente con el transcurrir del tiempo, las

…Muchos son canarios que se han venido de otros sectores de Caracas. Con ello la vecindad se ha incrementado. El clima lo ha hecho posible. Es muy propicio para la salud. La naciente población caraqueña ha tenido muchos contratiempos, como el de la viruela a finales de los quinientos. Esto dejó un saldo bastante triste para una comunidad que trataba de cimentarse. Por otra parte el romadizo, el catarro y el sarampión son males constantes en el lugar. El valle petareño se abre acogedor: Por ello, muchas familias lo han buscado una vez que ya en verdad hay poblado. Esto ocurre para ir dando perfil a la Villa del Buen Jesús de Petare…56

Esta actividad reinicia con la preparación de los campos para la labranza y la incursión de nuevos elementos en la vida diaria de la población, cabe mencionar el provecho de los conucos con ayuda de lo herramientas de labranza como el arado, el azadón, se organiza la faena del esclavo y se adquieren destrezas ajustadas para el trabajo con el ganado así, como se experimenta con nuevos métodos para el transporte. En cuanto a la salud de los habitantes de esta localidad lucharon contra las endemias y pandemias de las que fueron víctimas y que diezmaron su escasa población, situación enfrentada por los ediles encargados de mantener el orden, administrar la justicia, llevar la caja de la comunidad indígena, además por su puesto de cristianizar la población aborigen. Después de las consideraciones anteriores, resulta oportuno indicar que incluso fue a fines del siglo XVII, cuando las viviendas proliferaron en torno a la iglesia y en las cercanías del poblado. Petare se convirtió en parada obligatoria a los transeúntes, viajeros y cargas que iban y venían de Caracas

53

Coromoto Méndez Sereno. Op. cit. p. 21.

55 Marta Díaz, Yanira Rivera, Leida Zumosa. “Importancia de los principales cultivos que se desarrollaron en Petare entre los años 1650-1750”. En Boletín del Centro de Historia regional de Petare, Petare; Fundación Cultural José Ángel Lamas / Alcaldía del Municipio Sucre, Nº 4, 1995 pp.14-35.

54

Héctor Seijas. Op. cit., p. 23.

56

Lorenzo Vargas Mendoza. Op. cit. p. 62.


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hacia Barlovento y los Valles del Tuy, en una carretera empezaba en lo que hoy conocemos como San Bernardino, y que continuaba por Quebrada Honda, Sabana Grande, Chacaito y Chacao, hasta llegar a Petare. La ciudad fue progresando, y con ella nació una elite donde los apellidos de las grandes familias caraqueñas sonaran, tal es el caso de Francisco de Berroterán (el Marques del Valle de Santiago), dueño de la Quebrada La Veja; Diego José Muñoz, propietario del Helechal; los Suárez Urbina entre otros. El factor común en la llegada de esta familias a estas tierras era el excelente clima que brindaba la zona, sus tierras fértiles y esta situación dió paso a la constitución de inmensas haciendas donde se sembró caña de azúcar, para la comercialización de papelón y aguardiente. Entre estas haciendas se destacan: La Bolea, La Urbina, Guereguere, Los Ruices, Los Marrones pero por otra parte, connotados hombres como Andrés Bello, José Antonio Rodríguez Domínguez, José Félix Ribas, asentaron sus haciendas hacia Caucaguita, lo que se nos proporciona como evidencia para exponer el uso agrícola de la economía del Valle de Petare. Se destaca en esta época, diferentes formas y clasificaciones para los trabajadores del campo, entre las cuales se destacan los braceros jornaleros que se ubicaban en las cercanías de las haciendas y con ello evitaban caminar durante largas jornadas a sus sitos de trabajo, dando el origen a caseríos como Los Dos Caminos, Carpintero y a la par de los grandes cultivos, continuaba los conucos para la subsistencia familiar e intercambio comercial. Continuamos argumentado desde la obra escrita de Vargas Mendoza:

El hecho de conservar productivas todas estas haciendas y cultivos, se transcribe en la demanda de productos intrínsecamente ligado al comercio local en todos sus sectores. Esta situación citada influyó para el crecimiento y auge del pueblo. Petare suministraba a Caracas y sus zonas vecinas productos agrícolas y su vez emergieron familias que mantendrían el control de las actividades comunitarias estas fueron, los Suárez, los Monegui, los Poleo y los Arrechedera entre otras.

La realidad es otra. Hay que salvar siempre a toda costa la permanencia de los tablones de caña. Es necesaria la existencia de braceros para la recogida del café. La vida del pueblo está en las siembras. En el abastecimiento de mercados foráneos. El interés colectivo se centra en La Urbina, GuereGuere, Marrón, El Convento, Mariches, Lira, Maturín, Limoncito, Las Tapias, Turumo [La Dolorita es una posesión dentro de esta Hacienda], La Esperanza, La Estrella, San Rafael, Las Mercedes, La Florida; Santa Ana e innumerables hectáreas de terrenos sembrados. Por obligación había que mantener la calidad de la papa cultivada en el Cerro de Arvelo57. 57

Ibidem. p.175. Las cursivas son propias y se utilizan para señalar los límites actuales de nuestra localidad en estudio y las negritas indican las haciendas que en este momento forman parte de los

b. Notas acerca de Petare en la época del café 1870-1935. Existen estudios específicos donde podemos ubicar las particularidades de la economía del café en la época de la Venezuela Agro exportadora, este cultivo constituyó la base sobre la cual se alzó la sociedad venezolana, para la segunda mitad del sigo XIX, aproximadamente. El cultivo del café en tierras venezolanas, se inicia según Carlos Giménez, quien cita al padre José Gumilla con su libro Orinoco ilustrado y defendido de la siguiente forma: El café fruto tan apreciable, yo mismo hice la prueba lo sembré, y creció de modo que se vio ser aquella tierra muy a propósito para dar copiosas cosechas de este fruto58.

Del anterior planteamiento se deduce, que esto data de los años 1730-1732, y se considera como una de las primeras experiencias de la siembra del cafeto en nuestro país. No obstante, señala Arístides Rojas que correspondió a los padres Blandín y Sojo Mohedano para 1784, el segundo intento en el cultivo del grano y en correspondencia este planteamiento se asevera que fue en Chacao atendiendo a las técnicas antillanas, logrando cincuenta mil arbustos que produjeron una significativa cosecha59.

barrios de la parroquia, por otra parte, llamamos la atención al informar que La Dolorita fue una posesión dentro de la Hacienda Turumo, dato que se corrobora en el siguiente subcapítulo. 58

Carlos Giménez. Duaca en la época del café, Duaca; Biblioteca de temas y autores duaqueños. Vol. 2, 2001. p. 26. Cita a Gumilla, José. El Orinoco ilustrado y defendido. Caracas. 1993. p. 249.

59

Rojas, Arístides. Leyendas históricas de Venezuela. Caracas. Tipografía El cojo ilustrado, 1888. p. 125.


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Ante la situación planteada citamos a Eduardo Arcila Farias, quién indica con relación al origen del cultivo:

a 60.000 quintales de café. Este conjunto, casi igualaba las cosechas reunidas de Guadalupe a Martinica62. El sabio consideraba, la existencia de un avance vertiginoso y franco en el cultivo del café, en las áreas circundantes a Caracas y muy especialmente en el este del valle, donde se encontraba muchas haciendas. En relación a este último nuevamente confrontamos al Humboldt:

Se extendieron a la Gobernación de Caracas hacia el año 1740, según la relación de Miguel de Santiesteban quién vio cultivos de café en Coro en ese fecha, y en 1755, consta en los libros de la Real Hacienda la exportación por la Guaira con destino a Cádiz, la primera de que tenemos noticia en nave de la compañía Guipuzcoana60.

Sobre lo ya expuesto, consideramos que las tierras venezolanas resultaban fértiles y proporcionaban las condiciones necesarias para la siembra del cafeto. Aclaramos entonces, que la economía cafetalera se había desarrollado en Java con destino a Europa, durante el siglo XVIII, colocando su presencia en las colonias de América. Se deduce entonces el comienzo de sustitución del producto que hasta ese momento había sido el garante de la economía venezolana, es decir el cacao, para ser sustituido por el producto que marcó el siglo XIX, el café. En este propósito, Nunes Díaz expresa en relación al café que a finales del siglo XVIII en Venezuela existe un movimiento comercial exterior que registra el Real Consulado de Caracas; así, encontramos que por Cumaná (1793), Maracaibo-Cádiz (1793) y La Guaira-Cádiz (1793), se aprecian significativamente cantidades en exportación de café. Es de aclarar, que la dimensión no esta por encima de los rubros del cacao, tabaco, pieles, añil y otros que conforman los significativos productos de exportación por los mas importantes puertos venezolanos61. Dadas las condiciones que anteceden, de igual manera Alejandro de Humboldt, a propósito del tema nos dice, con la finalidad de crearse una imagen general de la importancia de este sector de comercio, ha de recordarse que toda la provincia de Caracas, en la época de su mayor prosperidad antes de las guerras revolucionarias de 1812, producía ya 50.000

60

Arcila Farias. Eduardo. Historia de la ingeniería en Venezuela. Tomo II, Caracas; Colegio de Ingenieros de Venezuela. Año Centenario 1861-1961. p. 480.

61

Cf. Nunes Díaz, Manuel. El Real Consulado de Caracas (1793- 1810), Caracas; Fuentes para el Estudio de la Historia Colonial de Venezuela, Ediciones de la Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia 1971, pp. 546-550.

La suma predilección que se nota en esta provincia por el cultivo del cafeto se funda en parte en las circunstancias de que el grano se conserva durante gran número de años, mientras que el cacao, a pesar de los cuidados que ponen, se corrompe en los almacenes pasados diez meses o un año63.

Se coloca entonces dos razones para favorecer el cultivo del café: la resistencia en comparación a lo perecedero del cacao y la propiedad de los terrenos para desarrollar los cultivos. Llega el café a Petare según Méndez Sereno, a fines del siglo XVIII (1784), esto impulsa la diversificación de las actividades económicas de las haciendas. Se tendrán dos cultivos principales, la caña de azúcar en las tierras bajas y el café en las altas, respalda tal afirmación Ramos Guedez cuando nos informa: En las subzona integrada por Petare, Baruta, El Hatillo, Chacao y la Fila de Mariches, persistían los sembrados de cafetos y de caña de azúcar, como cultivos dominantes64.

Esto contribuía a una ampliación comercial, efecto que se dirigió a los sectores circundantes a la carretera del este, de libre tránsito y por donde se efectuaban el transporte de productos entre Caracas, Petare y La Guaira. Para ilustrar lo ya expuesto, consideramos al maestro Pedro Cunill Grau:

62

Humboldt, Alejandro. Viajes a las regiones Equinocciales del Nuevo Continente, Caracas; Monte Ávila editores tomo III, 1991. p. 53.

63

Ibidem. p. 54.

64

José Marcial Ramos Guedez. Historia del estado Miranda, Caracas; Ediciones de la Presidencia de la República, 1981, p. 91.


52

A partir de la Quebrada de Anauco se inician paisajes de suburbios caraqueños que se extienden hacia el oriente por el Valle del Guaire, hacia el caserío de Sabana Grande, la villa de San José de Chacao y la ciudad de Petare, límite oriental de este valle de Caracas, emplazadas a una altitud promedio de 850 m. que posibilita el cultivo del café, caña de azúcar y frutos menores. Estos paisajes se prolongan en áreas onduladas inmediatas hacia el este de Petare para ir descendiendo hacia las comarcas más bajas de los valles de Guarenas y Guatire donde se emplazan las villas homónimas; a 321 m. de altura Guatire y a 328 m. Guarenas, produciéndose aquí optimas condiciones climáticas para el cultivo de la caña de azúcar65.

Estos lugares están disgregados en haciendas, posesiones y conucos, convirtiéndose algunos en villas y otros en pueblos, pero siempre cuidando que su acceso este próximo a las haciendas cafetaleras y de caña e azúcar. Ambiente diseminado en aldeas y poblaciones que se ubican en las orillas de las quebradas y del valle del Guaire disienten con los bosques del sistema orográfico de la Cordillera Litoral. En referencia a la idea mencionada Humboldt acota: …El pico redondeado o cúpula occidental de la Silla nos quito la vista de la ciudad de Caracas; pero distinguimos las casas mas próximas, las villas de Chacao y Petare, plantaciones de cafeto y la corriente del río Guaire, hilo de agua que refleja una luz argentada. La faja estrecha de terreno cultivado contrastaba agradablemente con el aspecto osco y salvaje de las montañas circundantes66.

La Dolorita estará enmarcada en estos referentes, posesión dentro la Hacienda Turumo y esta a su vez tutelada por lo fue el pueblo de Libertad o Mariches, se une con Petare y Santa Lucía de Pariguan por el Camino Real, pero en realidad son caminos muleros, que en tiempos de cosecha de café aumentan su tráfico, que es la producción predominante en el área.

65

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Pedro Cunill Grau. Geografía del poblamiento Venezolano del siglo XIX, tomo I, Caracas; Comisión presidencial del V centenario/ Facultad de Humanidades y Educación de la Universidad Central de Venezuela, 1998, p. 477.

66 Humboldt. Op. cit. Tomo V, p. 141.

53

Poblados y plantaciones de café se emplazan en las alturas del conjunto de montañas de la Cordillera de la Costa que dividen las aguas del Tuy de la de su tributario el Guaire en la parte superior de esta última corriente fluvial. La hacienda La Dolorita se localiza a 1000 m. de altura sobre la penillanura de la cordillera. Su producción se ve protegida por las condiciones de un microclima templado óptimo para el cultivo del café. Esta complejidad de microclimas templados de altura se ve en las pequeñas comarcas situadas entorno a los pueblos y villas ya señalados67. En lo tocante, al cambio del factor principal de nuestra economía, recurrimos a Carlos D`Ascoli, desde su texto Del mito del El Dorado a la economía del café: El nervio de la producción agrícola, se traslada así de las tierras bajas hasta entonces cultivadas por la mano de obra esclava hacia tierras templadas o semicálidas de altitud mediana donde la tierra es laborada generalmente por indios y mestizos libres y pertenece a menudo a gentes de un sector social diferente al de la antigua aristocracia agraria68.

El proceso de trabajo de estas tierras escabrosas de montaña se inicia a fines del siglo XVIII, como ya hemos señalado, la mayoría de estos pueblos vivían del cultivo de papa, maíz, caraotas en pequeñas áreas enmarcadas en selvas nubladas de señoriales árboles. Esto comienza a cambiar cuando en se desarrolla el cultivo del café, invención inducida por su aclimatación en la Villa de Chacao, se emprende entonces un proceso de deforestación y la selva nublada es suplida por cafetales, cultivo permanente y de sombra. Durante 1822, crece las plantaciones de café en los alrededores del camino que une la villa de San José de Chacao con Petare y tierras altas que se precisan como las faldas del Ávila y en numerosos conos de deyección constituidos por pequeños ríos que le llegan al valle del Guaire desde la Sierra del Ávila. En la zona de influencia del poblado de Petare se organizan significativas haciendas en la primera década XIX: en el Alto de Valencia se sitúa hacia 1807 una plantación que cuenta con 20.000 cafetos, cultivo

67

Pedro Cunill Grau. Op. cit. Tomo I, p. 473.

68

Carlos D’Ascoli, Del mito del El Dorado a la Economía del café, Caracas; Monte Ávila Editores, 1980, p. 253.


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asociado con plantíos de maíz, caraotas y frutales69, en Aguaycoco en 1811 ya hay estructurada una hacienda de café con 80.000 matas, casa patronal, oficinas y esclavos, para la misma fecha hay otra importante hacienda de café en el sitio de Cabeza de Tigre70. Todo esto favorecido por el Camino Real que lleva a Barlovento, hace que Petare sea descubierto en esa época como ciudad. Sobre este aspecto, Cunill Grau nos informa:

Cuadro Nº 1 Informe de las principales Haciendas de Caña de Azúcar. 1832

En efecto, [hacemos referencia a Petare] su población e 4.559 habitantes ha conformado un paisaje urbano de significación, que es promovido en estos años al ser designada capital de Cantón de los Altos irradiando su jurisdicción hasta Guarenas y Guatire. El Poblamiento rural de sus entornos, que alcanza también a haciendas de caña de azúcar como las emplazadas en Curimare…71.

Será para 1832 cuando Petare adquiera el rango de cantón y contará con tres parroquias72. La parroquia capital Petare, Baruta y El Hatillo y por algún tiempo Guarenas y Guatire. Cita Vargas Mendoza un boletín de la Sociedad Amigos del País, donde se ofrece un censo realizado en toda la República y en el cual se destaca con relación a nuestro sector el siguiente informe:

Total de haciendas de caña: 15 Instrumentos: 204 tablones, 4 alambiques

55

Rendimiento: Papelón 1748 (cargas)-aguardiente: 582

Cañameleras: El Rosal, La Floresta, Santa Cecilia, La Carlota, Los Ruices, Los Cortijos de Lourdes, Boleita, Tócome, La Urbina, Arvelo. Con el nombre de sus dueños: Moreno, Clemente, Arrechedera, Berroterán, Poleo, Guzmán. Fuente: Lorenzo Vargas Mendoza, aspectos biográficos de Petare. Elaboración: Suzuky Gómez.

Es 1844, cuando se funda el pueblo de Libertad o Mariches73, y ese mismo año pero en el mes de diciembre, este y otros sitios obtendrán sus propios comisarios de policía con la finalidad de mantener el orden y el control de estos poblados, también se requería un representante del gobierno que tutelará el censo del cantón con sus respectivas parroquias, todo se logrará por ordenanzas del Cabildo de Petare, bajo el mandato local de Francisco Antonio Amos, y se publica en las actas de 1845, observemos esta designación en el siguiente cuadro:

69 Humboldt. Op. cit. Tomo III, p. 151. 70

O’Leary, Daniel F. Memorias del General Daniel Florencio O`Leary. Caracas; Imprenta Nacional, tomo I, 1952, pp. 19-25.

71

Pedro Cunill Grau. Op. cit. Tomo I, p. 481.

72

Lorenzo vargas Mendoza, El tiempo esta puesto en Petare, Distrito Sucre-Miranda, 1980, p. 60.

73

Cf. Eugéne André. Un naturalista en la Guayana, Caracas, Colección Cuatricentenaria de Caracas, 1964, p.145. “Se dice que en 1844 se funda un pueblo llamado Libertad o Mariches, que tutelará caseríos, haciendas y posesiones de la zona, allí está incluida nuestra área de estudio”.


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Cuadro Nº 2 Comisarios de Policía para la Parroquia Petare (1845)

18 haciendas en producción con 424 tablones, que llevados a la moneda de la época se cuentan en 190.800 por año. En 1857 se nombran nuevos comisarios municipales para algunos sitios o poblados de la parroquia Libertad, resultando elegidos:

Sitios Buena Vista Tócome Dos Caminos Sebucán Cañada Píritu Alto de la Cuesta Pie de la Cuesta Playa Grande Laguna Carrizal Guayrita abajo (sic) Guayre abajo (sic) Guaycoco Carpintero La Vega Cabeza de Tigre Rodeo Lira Potrero del Burro Caballo Mocho Cedrito Loma Larga Alto de Marichez (sic) Tasís Chaguaramas

Producción

Comisarios

Caña de azúcar Caña de azúcar Caña de azúcar Caña de azúcar Café Café Café Café Café Caña de azúcar Caña de azúcar Café Café Caña de azúcar Café Café Café Café Café Café Café Café Café Café

Gabriel Arvelo Juan Francisco Arvelo Antonio Toro Concepción Mijarez José Antonio Pérez Narciso Rosa José Maria Aguirre Gervasio Carrasquel Juan Suárez Lorenzo Ramirez Bonifacio Carpio Felipe Vargas Antonio José Ñañez Bernardo Noria José Crespo José María Ramírez Justo Arvelo Miguel Fagundez Anselmo Fernández Eusebio Viana Manuel Velásquez Francisco Mijarez Valentín Rodríguez Pablo Ruiz Andrés Sandoval Lino Arvelo

Cuadro Nº 3 Comisarios municipales para la parroquia Libertad (1857) Sitio Caballo Mocho Cedrito Loma Larga Mariches Chaguaramas y Fila Tasís y la Planada La Palma

Carlos León Bonifacio Polanco Clemente Alvarado José Figueredo Isidro Guevara José Miguel Plaza Francisco Arenas

Fuente: Actas del Cabildo de Petare IX (1854 -1857), “Cuaderno de actas del Consejo Municipal de Petare 1857”, p. 274. Elaborado por Suzuky Gómez.

Durante 1866 se inaugura el tramo del ferrocarril central de Venezuela que empalmaba Caracas con Petare, siendo extendido en 1888 hasta el caserío de El Encantado, revisemos la siguiente cita: Hacia el este, a lo largo del valle y lamiendo las laderas de la montaña, hay una larga serie de plantaciones de café que se extienden hasta donde alcanza la vista y su verde oscuro, denso, ofrece un contraste artístico con el esmeralda luminoso de los campos de caña de azúcar. Existe en esta dirección un ferrocarril de veinticuatro millas de largo, que conduce a una población denominada El Encanto74…

Fuente: Actas del Cabildo de Petare VI (1841 -1845). “Concejo Municipal actas de Petare 1845”, pp. 418-419. Subrayado es nuestro e indica que estos sitios forman parte en la actualidad de los barrios de la parroquia la Dolorita Elaborado por Suzuky Gómez.

Durante el Gobierno de la hegemonía Monagas específicamente 1855, la Diputación Provincial presenta un informe estadístico sobre la Provincia de Caracas, en correspondencia con el cantón de Petare, cuenta con 18.582 hab. Y en relación a los cultivos se expresa que entre las parroquias Petare, Baruta, El Hatillo, Monagas y Libertad, las cuales ofrecían

Comisario municipal

No obstante, para 1876 durante el gobierno de Antonio Guzmán Blanco en comparación a 1832, el cantón aumenta significativamente su 74

Andrés Level, Informe sobre el estado actual de los distritos de reducción de indígenas, Alto Orinoco, central y bajo Orinoco y medidas que reclaman. Presentado a su excelencia el Poder Ejecutivo por el visitador nombrado al efecto, Caracas, Imprenta Diego Campbell, 1950. pp. 11-12.


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producción, el papelón alcanza 903.100 kilogramos y el aguardiente llegó a 67.000 litros. Esto motiva la necesidad de mejorar los caminos para el traslado de los productos. El camino del este y los rieles atraviesan muchas haciendas en busca de la estación del ferrocarril central, y en otros casos se utilizaran los caminos de recuas75. Se recuerda el ferrocarril no sólo por las hazañas alcanzadas, sino las tragedias que se vivieron junto a él, como la de 1910 en la Lira: Guillermo José Schael recuerda en su libro Imagen y noticia de Caracas el accidente conocido como la catástrofe de Lira, en el sitio llamado La Vega del Muerto, en la vía Caracas-Santa Teresa, donde volcó la locomotora cuyo maquinista era Pedro González, quién resultó ileso. En el suceso que tuvo lugar el 16 de mayo de 1910 perdieron la vida el italiano José Pru y el frenero del casquero Modesto Herrera, resultando heridos un niño y siete trabajadores del ferrocarril central, rescatados del fondo de la quebrada en la que se volcó la locomotora y sus siete furgones “La máquina deslizó en circunstancias inexplicables”, declaró en Chacao el maquinista76.

En los años posteriores de 1890 y 1891 esta línea férrea penetra hasta 40 Km. en la Fila de Mariches dando lugar a una nueva expansión del poblamiento petareño en los caseríos que van surgiendo espontáneamente en las estaciones de Lira, Tumare, La Envidia, Los Mangos y Arenaza. Llega a Santa Lucía de Tuy en 1910 y en 1928 a Ocumare del Tuy, hoy municipio Tomás Lander77. En contraposición a lo ya señalado, consultamos a Deyanira Méndez la cual asume el siguiente planteamiento: La Venezuela de 1870 hasta 1883, se encuentra desarticulada por la falta de caminos que enlacen los núcleos urbanos y centros de producción agrícola y pecuaria, sostenes de la economía nacional. Los caminos de tránsito terrestre y de herradura son los que prácticamente dejó el trajín de las guerras

libertadoras y de la guerra federal. En cuanto a los medios de transporte no son otros que bestias, burros, mulas y caballos, los cuales trasportaban los productos de las cosechas en las regiones del interior del país. Por las vías fluviales correspondía la mayor fuerza del transporte, constituyendo la primera red de comunicaciones entre las regiones78.

En concordancia con la cita anterior, es necesario aclarar que la fuente consultada nos lleva a formular el siguiente planteamiento, en primer lugar que el sistema ferroviario no ofrecía la salida adecuada a la producción ya que los trabajos de conexión de vías férreas, así como las diferentes concepciones ferroviarias habían sido interrumpidas en múltiples ocasiones por las diferentes guerras y revueltas que vivía nuestro convulsionado país, más la inadecuada aplicación de políticas publicas79. En segundo lugar, Petare se convierte en un punto de encuentro y tránsito obligado por los comerciantes, contribuyendo entre otros factores al crecimiento de los sectores aledaños a la ciudad. En tercer lugar se da una transformación de las características físicas del área, surgiendo nuevas necesidades en relación a los servicios públicos y sanitarios. Pero el medio de producción para 1880 y la articulación económica predomínate serán un factor determinante, para que esos caminos continúen transitados por campesinos dedicados al cultivo del café, explotación de madera con la finalidad de ampliar las zonas de cultivo y poder abastecer al mercado de la metrópolis, aún predomina la caña dulce o de azúcar, para la elaboración del tablón de papelón y el aguardiente, aunque también hay siembra de frutos para la subsistencia y lo que se considera una naciente producción cafetalera. Al finalizar el siglo decimonónico, destacamos la siguiente información con reciprocidad a la caña de azúcar:

78 75

Lorenzo Vargas Mendoza. Aspectos biográficos en Petare. Op. cit. p. 346.

76

Schael, Alfredo y Martín Enrique. Transporte en Venezuela (tomo II), Caracas; Conac, s/f, p.19.

77 “Se aprueba un contrato para la construcción de un ferrocarril de Caracas a Santa Lucía, Los Mariches-Guarenas”, 1885, A.H.A.N, Ferrocarriles, tomo 455, folios 222-233, Nº 20.

59

Cf. Deyanira Méndez. “Vías de comunicación y medios de transporte en el municipio Sucre, el estado Miranda. Siglos XVIII; XIX y XX. En Boletín del Centro de Historia Regional de Petare, Nº 7, 2002. p. 42.

79 Suzuky Gómez. La empresa: ferrocarril central De Venezuela. Petare Valles del Tuy, 1985-1936. (The Venezuelan Central Railway Company Limited), trabajo mimeografiado, UCV, 2002. p. 20. También ver a: Samuel Hurtado, Ferrocarriles y Proyecto Nacional en Venezuela (1870-1925), Caracas; Ediciones UCV/FACES, 1990, pp. 54, 186-188, 209-210, 215.


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Cuadro Nº 4 Principales haciendas de caña y su producción a finales del siglo XIX

Parroquia Unión con 7.199 quintales, Petare 5.775 quintales, la región Mariches-Turgua, 4.331 quintales, pero su comercialización está dirigida sólo a satisfacer las necesidades de la agricultura y demandas que realicen desde Caracas. Desde las haciendas de Mariche, se producirá aproximadamente 25.000 quintales y en la región de Turgua unos 15.300 quintales, esto nos indica como en estas dos zonas se polariza la producción cafetalera, alcanzó el quintal el precio de Bs. 34,40. Se debe señalar como dato importante, que algunas haciendas de café, en vista de su acelerada producción comenzaron un proceso de modernización del instrumental de procesamiento en concordancia a esta idea expuesta, hacemos inmediata referencia a Vladimir Acosta a los efectos del tópico que hemos venido tratando:

Haciendas Guere-Guere San José Caucaguita La Vega o Vega Las Mercedes La Carlota Caurimare Bello Monte Los Sosa

Propietario JM Canelón Juan Díaz Juan P. Palacios (antiguo dueño Antonio Guzmán Blanco). Pedro Vega JM Ríos Madrid Pedro Arvelo Juan Casanova Carlos Sosa

Producción (en tablones) 27 10 20 50 60 50 30 20 40

Algunas haciendas de café de los alrededores de Caracas, o de los estados Miranda, Aragua y Carabobo, están avaluadas de cifras importantes y tienen una alta capacidad productiva, que alimenta la prosperidad –pero también frecuentemente el carácter parasitario– de sus propietarios. En esas haciendas aparecen, en el curso de las décadas finales del siglo, algunas innovaciones que se difunden, lentamente en cuanto al procesamiento del café. Aumentan las descerezadoras y aparecen estufas y trilladoras más modernas para el secado y despergaminado. En algunas haciendas ricas, estas últimas desplazan a las trilladoras tradicionales aunque estas sobreviven en la mayor parte de los casos, modificando la tracción animal y reemplazándola por energía hidráulica. Se trata de estufas y trilladoras como las de marca Gordón… En las haciendas menos prosperas o más tradicionales, los métodos se siguen basando en viejas descerezadoras y en secadoras y trilladoras mas sencillas, con el agravante de que en muchos casos ni siquiera estas últimas existen y el café se comercializa, después del secado, bajo la forma de pergamino81.

Fuente: Lorenzo Vargas Mendoza, aspectos Biográficos de Petare. Elaboración: Suzuky Gómez.

Se establece en la fuente referida para la elaboración de nuestro cuadro, que a nivel mundial los precios de los productos agrícolas registran una baja y por ende las ganancias por la producción no fueron las esperadas. Por otra parte, destacamos como estas haciendas productoras de caña son el origen de los topónimos de urbanizaciones del este, de lo que hoy conocemos como el área metropolitana de Caracas80. Retomando nuevamente la cita hecha, en la cual hacemos referencia al informe presentado por la Sociedad de Amigos del País en 1832, pero en este momento haciendo hincapié en el café obtenemos, que para ese momento nuestra área de estudio contaba con 145 haciendas de café las cuales tenían sembrados 2.295.571 árboles. Y continuando sobre la misma referencia encontramos que 1885, se estimaba que existían 295 haciendas de café, cuyas cosechas alcanzaban 223.550 pesos y que proporcionaban al Consejo Municipal del cantón 6922 pesos en impuestos. Esto enunciado desde la recaudación de la cosecha se evalúa de la forma consiguiente; 80

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Suzuky Gómez Castillo

Susana Rivas. “Producción y comercialización de la caña de azúcar en el entorno petareño durante el siglo XIX (aportes para su estudio). En Boletín del Centro de Historia regional de Petare, Petare; Fundación Cultural José Ángel Lamas / Alcaldía del municipio Sucre, Nº 4, 1995 pp. 35-66.

En 1876, Petare se denomina Distrito Urbaneja, y la producción de los cafetales se cifra en 3.960.000 kilogramos, como apunta el censo

81

Vladimir Acosta. Op. cit. p. 436.


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económico ordenado por Antonio Guzmán Blanco82. En esta obra se mencionan entre otras las haciendas El Marques, Pedregal, Sebucán, Palos Grandes, Los Chorros, y las plantaciones emplazadas en la serranía de Mariche, Maca, Carpintero, Turgua y otras que se destacan en el Hatillo. Otro aspectos digno en recordar, esta referido a los acontecimientos suscitados en Venezuela alrededor de 1860, con la Guerra federal, espacio temporal donde si bien se había comenzado a desarrollar nuevos cultivos, la situación de conflicto social y las pestes naturales afectan en forma severa estas plantaciones, en muchos casos las haciendas fueron casi abandonadas hasta el acuerdo de Coche donde nuestra área de estudio formo parte del Estado Caracas83. Como hemos venido señalando el territorio petareño, descansa sobre una base agrícola, durante el último tercio del siglo XIX se obtuvo 3.900.000 kilos de maíz por año, 2.185.900 kilos de caraotas y un aproximado de 25.700 de almidón, en relación a la producción de frutas sin discriminar estas oscilaban en 4.378.050 kilos, las papas dan una cosecha de 110.400 kilos y en miel de abejas la producción es de 1840 kilos de cera. De igual manera, reconocemos establecimientos de servicio asentados en los poblados que hemos venido trabajando y los cuales cancelaban al Concejo Municipal sus derechos de funcionamiento a través de los impuestos detallemos el cuadro:

Cuadro Nº 5 Establecimientos comerciales de Petare y sus poblados (1864)

82

Nombres y Apellidos Juan Vaamonde Ricardo Pacheco Francisco J. González José Delgado G. Antonio Padrón Simón Borges Pedro Martínez Juan Núñez Jesús M. Padrón Pedro Rodríguez

Establecimiento (Tipo) Pulpería Pulpería Canastillas Pulpería Pulpería Pulpería Ventorrillo Pulpería Posada Posada

Carimao La Laguna Poblado Poblado Poblado Chupulun Poblado Poblado Poblado Poblado

Derechos P. 35.00 P. 50.00 P. 40.00 P. 40.00 P. 30.00 P. 60.00 P. 10.00 P. 60.00 P. 30.00 P. 30.00

Fuente: Actas del Cabildo de Petare XII (1864-1866), “Cuadernos de actas del Concejo Municipal de Petare”, 1864, p. 91. Elaboración: Suzuky Gómez.

Luego de 1885, se ha conformado un hinterland alrededor de Petare, surgieron nuevos núcleos de poblamiento tales como; Monagas, Libertad y Unión, fruto de la expansión cafetalera. Estos nuevos poblados contribuyeron a fortalecer lazos comerciales con el hinterland agrícola, considerándose al cantón de Petare esencialmente agrícola sin embargo, no existió comercio al mayor y las casas de venta cumplían sólo para llenar las necesidades de la agricultura. La antigua villa asciende a Ciudad de Petare, tomándose en cuenta entre otro factores, su situación en la entrada del Valle de Caracas que la beneficiaba con abundante trafico, su actividad agrícola cafetalera y cañera, “lo que va atrayendo a pobladores al recinto urbano que va enriqueciendo sus funciones económicas y diversificando su composición geosocial”84. Para 1873 esta ciudad de calles rectas y empedradas cuenta con 5.621 habitantes, su clima es recomendado como sano y agradable, pero también Cunill Grau afirma que en las zonas bajas del cantón hay epidemias

Lorenzo Vargas Mendoza. Op. cit. p. 348.

83 Domingo Manuel García Pérez. “El Estado Miranda y su evolución”, En: Boletín del Centro de Historia regional de Petare, Petare; Fundación José Ángel Lamas, Nº 6, 2000, pp. 3-18.

Sitio

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84

Pedro Cunill Grau. Op. cit. tomo III, p. 1725.


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frecuentes, recuerda la peste de 1854, y en las actas del Cabildo se reconoce una grave situación en el antes pueblo de Libertad o Mariches, para este año parroquia, donde se señala la epidemia de viruela de 1862 y en la cual se reconoce:

La estampa finaliza, cuando un significativo grupo de pobladores que aún conservaban su salud se reúnen en la plaza junto a los enfermos, que casi no podían sostenerse en pie, realizan entonces una procesión, al paso entre rezos y cánticos, se escucharon voces que gritaban ¡milagro! Y los enfermos iban recobrando su salud. Obra agradecida tres días después en una misa de acción de gracias a la que acudieron aquellos vecinos que lograron escapar de tan terrible fin, esta práctica se adoptó inclusive en épocas donde la fuerte sequía podía amenazar las cosechas y las plagas los cultivos. En los marcos de las consideraciones anteriores, descubrimos que es en esta misma década donde se producen tentativas de industrialización de la zona con los intentos de instalar una fábrica de papel y por la decisión de Ricardo Zuloaga de fundar en la zona del Encantado de Petare la primera empresa eléctrica que hoy día se conoce como Electricidad de Caracas, utilizando la corriente del Guaire. Se reconoce que en 1877, existe en la ciudad de Petare varias imprentas, tiendas de importancia, dos empresas de coches, ocho rancherías, platería, billares, posadas y numerosos establecimientos de artesanías. Para 1881 la población de la ciudad de Petare se incrementó a 6.311 habitantes y en 1891 a 8.538 habitantes87. La ciudad de Petare, sufre un ascenso jerárquico y con ella su área de influencia, la antigua villa presentaba signos de progreso esto se explica entre otros factores por su espléndida situación en la entrada del valle de Caracas, estampas culturales son dignas de mencionar como es la presencia del ya aludido maestro Lira, quien inicia sus practicas musicales arriba en la montaña sembrada de cafetos, en la hacienda que lleva su apellido y será este personaje quién funde los estudios musicales de Petare junto a grupo de jóvenes a los cuales convence para crear la Banda Pacheco, recibida con beneplácito por el entonces presidente del estado Bolívar, General José Rafael Pacheco, quien apoyó la idea y ordenó traer de Europa todos los instrumentos necesarios, además de contratar en Caracas un nuevo profesor que le ayudara en la ardua tarea, la Banda adoptó su nombre a favor del general, esta nota nos invita a considerar la bonanza económica de la zona, que ya destinaba recursos para la cultura.

De una comunicación del señor jefe político, participando que existe un caso de viruela en esta población y que está, informado de que los hay muy frecuentes en la parroquia Libertad y excitando al cuerpo a que resuelva lo que crea mas conveniente para evitar el contagio. Se puso al orden del día85.

A los efectos de este, Méndez Sereno comenta sobre otra tragedia en el ámbito de la salud dentro nuestra área de trabajo, la fiebre amarilla (conocida también como vómito negro por ser este uno de los síntomas de la enfermedad) de 1868, y curada gracias a la fe del pueblo por el Cristo de la Salud: Hacia 1868, después de haber enfrentado varios episodios de la terrible enfermedad, un nuevo y terrible brote diezma lentamente la población local. Diariamente salían hacia el cementerio de la Candelaria, en urnas, hamacas o carretas, llevando difuntos hacia su última morada. El pueblo católico acudió a su iglesia y a su fe, como último recurso para enfrentar un enemigo contra el cual ni los hombres ni los pocos medicamentos conocidos nada podían hacer. El padre Rosendo Orta, al frente de su feligresía decide sacar en procesión al Niño Jesús, patrono del Pueblo, pero considerando que la misión encomendada era de mucha responsabilidad, se consideró al niño muy pequeño para asumirla, por lo que a instancia de Celestino Lira, maestro de Capilla de Petare, se opta por sacar en la procesión al Cristo Crucificado, una hermosa imagen que data del siglo XVIII, a él se rogaría por la salvación del pueblo el 29 de septiembre de 196886.

85 Actas del Cabildo de Petare. “Cuaderno de actas del Consejo Municipal de Petare en 1862”, Petare; Publicaciones del Consejo Municipal del distrito Sucre del estado Miranda XI, 1861-1862, p. 124. 86

Coromoto Méndez Sereno. “El Cristo de la Salud”, en serie: Tradiciones culturales de Petare, Petare; Centro de Historia regional de Petare/Fundación José Ángel Lamas, 1998, p. 2.

87

Pedro Cunill Grau. Op. cit. p. 1726


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También crea el maestro Lira en 1889, la Sociedad Filarmónica Santa Cecilia con los mismos músicos que le acompañaron en la Banda más otros que provenían de Caracas, esta vez también participará su hijo el maestro Jerman Ubaldo Lira, todos trabajaban bajo una visión de colaboración desinteresada y pasaban a ser miembros honorarios de la Sociedad, tenían la oportunidad de participar en los grades eventos parroquiales tal es el caso de la fiesta de la patrona santa Cecilia, no recibían ningún pago por lo que cada uno ejercía una actividad paralela a la música a manera de sustento, entre estas actividades se contaba la zapatería, la agricultura, la sastrería entre otras88. La ciudad de Petare continua irradiando su influencia social y económica en su zona de influencia administrativa y recibiendo población de zonas aledañas que traen consigo sus costumbres y patrones de vida. Es común en este tiempo escuchar escándalo en los solares de las casas de hacienda, sobre todo en época de cosecha, existen comentarios sobre los foráneos: “En la época de cosecha se reúnen allí un número de hombres que van a todo: unos a trabajar, otros a jugar y otros a vagar y a causar males”89. Entre los juegos mencionados se recurre a la pelea de gallos, los cuales como aves de corral fueron traídos por los españoles en los siglos XVI y XVII, para su consumo y como mecanismo de diversión, este juego fue apoyado inclusive por las autoridades, quienes no lo consideraban delito e incluso lo legalizaron y establecieron galleras para su práctica, en este propósito expresamos: …los mejores gallos de pelea llegaban de Jerez de la Frontera todas las regiones de habla hispana. En 1876 en muchos solares caraqueños se criaban ejemplares de mucho valor. Cedeño y Páez autoridades de la época, eran aficionados a esta práctica, por lo que firmaron el primer reglamento que reconocía al juez de la gallera como única autoridad civil durante la celebración de los combates; éste junto a un incontable número de apostadores forman el espectáculo, en el cual se enfrentaba duelo 88 Coromoto Méndez Sereno, “Bandas corales y asociaciones musicales”, en serie: Tradiciones culturales, Petare; Centro de Historia regional de Petare/Fundación José Ángel Lamas, 2005, pp. 2-3. 89

Ejercicio de reconstrucción histórica: La Dolorita. Municipio Sucre…

Suzuky Gómez Castillo

Eugéne André. Op. cit. p.110.

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dos valientes ejemplares que tienen como armas el pico, las espuelas y las uñas, después de cerca de media hora de lucha y estridentes gritos de la muchedumbre, la muerte se hace presente como principal invitada, el triunfador suele salir ileso aún cuando en algunas ocasiones queda ciego. El juez puede declarar tablas cuando se cumple el tiempo reglamentario y los animales han dejado de pelear o ambos están ciegos. Las características de esta distracción la hacen típicamente masculina y no existe allí distingo de clases sociales, raza o profesiones, cuando de apasionarse por este juego se trata90.

Es nuestra localidad criadero de gallos de pelea, entre las razas más aguerridas se crían marañones, zambos y guajiros, y la fineza de su raza exige clima fresco, esmerado cuidado y una alimentación sobre maíz y leche. Con base en la misma forma, Norelky Meza nos explica: La relación entre galleros está fundamentada en la amistad, ella es más importante que el valor monetario de la apuesta y ésta tiene una característica particular por el sentido de la palabra, lo que dicen, en lo que se comprometen, eso lo cumplen91.

El hoy municipio Sucre albergó durante mucho tiempo galleras y galleros importantes como las de El Matadero, Los Dos Caminos, Los Palos Grandes y La Dolorita92, esferas donde se reunía la población como centros sociales y de interés colectivo para hablar, pedir opiniones y entablar relaciones con los galleros del pueblo así como también con los foráneos, se jugaban pollos de muchas partes y existía incluso la costumbre entre algunos caballeros generosos de obsequiar el gallo ganador al dueño del perdedor, luego de cobrar la apuesta, como signo de respeto y futura amistad93. Por todo lo dicho, añadimos esta cita:

90

Coromoto Méndez Sereno. “Peleas de Gallo / La Burriquita”, en serie: Tradiciones culturales, Petare; Centro de Historia regional de Petare/Fundación José Ángel Lamas, 2003, p. 1.

91

Norelky Meza. Estudio sobre relaciones compartidas en poblados rurales (1919-1939), Barinas; Ediciones de la Universidad Ezequiel Zamora, Colección Ciencias Sociales, 2000, p. 67.

92

Coromoto Mendez Sereno. “Peleas…” Op. cit. p. 2.

93

Norelky Meza. Op. cit. p. 67.


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El que no conoce de ello, no comprende toda la significación y simbolismo existentes en la crianza del gallo, su alimentación, cuido, entrenamiento, así como el contenido de la pelea tanto en su “cazada”, es decir, con cuál gallo va enfrentarse, como el léxico utilizado en la jugadas comprometidas, en las que se usa el “peso” y el “real” como monedas de apuesta y el valor de la palabra empeñada se mantiene y se respeta. Pero no queda allí todo lo concerniente a esta actividad que apasiona a los hombres del campo, sino que previo a la ejecución de la pelea, un especialista en la colocación de las espuelas (montador), se ocupa decididamente a esta tarea, que es sumamente laboriosa y decisiva para garantizar el ataque gallo. Dicha tarea se ejecuta en un lugar que sólo el montador, los gallos y el juez pueden compartir94.

Así, de la misma manera, continúa durante los años siguientes la expansión cafetalera petareña y esto contribuye al nacimiento de nuevos poblados y con ellos medianas y pequeñas plantaciones, se cita nuevamente a Cunill Grau en este sentido: En todas estas comarcas desde Petare a Araira, las tierras altas en el piedemonte y alturas de la Cordillera de la Costa son deterioradas singularmente por la convergencia del avance de las roturaciones de conuqueros y hacendados y medianos y pequeños ocupantes para incorporar tierras nuevas para cultivos cafetaleros, junto a la acción destructiva de taladores y carboneros95…

Del mismo modo, llegan más habitantes a Filas de Mariche, específicamente al municipio Libertad, beneficiándose con la mejora de los caminos locales que facilitan así la comercialización del café de estas fecundas tierras altas, en este sentido explicamos: El municipio Libertad es como el Unión, pero sus habitantes son activos y emprendedores, y naturalmente marcha en progreso aumentará considerablemente, merced de los esfuerzos del general Guzmán Blanco,

94

Ibidem. p. 66.

95

Pedro Cunill Grau. Op. cit. p. 1731.

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que se ha propuesto llevar a cabo la carretera de Petare a Monroy, vía de Santa Lucía, pasando por Los Mariches96.

La Libertad refería 1.373 habitantes para 1873, en su mayoría concentrados en el pueblo que llevaba el mismo nombre y en 1881 se incrementa a 1.436 habitantes97. Llega el siglo XX y con él una nueva crisis económica mundial, situación que repercutió en los precios del café, existe por otra parte un agotamiento en los suelos, poca renovación de los arbustos y esto arroja como resultado una disminución en la producción, lo mismo ocurrió con la caña de azúcar. Si bien Petare vivió gracias al café épocas memorables, como se observó en la imagen anterior, esta situación va quedando en el pasado, las haciendas productoras como la Turgua, mantiene su producción hasta bien entrada la década de 1920, encuentran situaciones de avance tecnológico como en la hacienda Pacheco, donde se llegó a utilizar la energía eléctrica para mover la maquinaria, cuando en otros tiempos se había recurrido a las caídas de agua o calderas de vapor, pero continuaron los altibajos en la producción y los precios, debido a dos grandes acontecimientos: las I Primera Guerra Mundial, la aparición del petróleo, la crisis económica mundial de 1929 y la expansión del cultivo en Brasil98. Los volúmenes del café descendieron y los valores llegaron a los más bajo de toda la historia, el Gobierno intentó adoptar medidas para proteger la caficultura, pero se enfrentaban dos grandes problemas la baja producción de divisas y el agotamiento erosionado de los suelos, entre los patrones de protección es importante mencionar la creación del Instituto Nacional del Café, sustituido por el fondo Nacional del Café, la Compañía Cafetera Nacional, y diversos mecanismos de subsidio. Esta compleja situación influyó en forma directa sobre las relaciones de socioeconómicas entre trabajadores y propietarios, nacen entonces nuevas miradas sobre el Este del Valle, se expone en el estudio de Caracas,

96

Eugéne André. Op. cit. p. 157.

97

Ibidem. p. 158.

98

CF. Consuelo Ascanio. “Consideraciones sobre el café venezolano entre 1908-1935”. En revista Tierra firme, Caracas; Nº 12 (octubre-diciembre), 1985, pp. 613-623.


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realizado por el Instituto de Antropología de la UCV que es a partir de 1920 cuando se da uno de los mayores pasos de penetración a la ciudad en sus alrededores, comienza a complicarse los esquemas de ubicación de viviendas, las relaciones y el entorno de la vida urbana en Caracas, crece la ciudad hacia el Este, recordando que esta dirección existía poca población y los espacios eran agrícolas o para el descanso, tal es el caso de Los Chorros, recordando que Petare y los Dos Caminos eran considerados de importancia por las condiciones productivas de sus haciendas y el volumen de trabajadores que sostenían, comienza así en el este del Valle, el proceso de compra-venta de terrenos, que otro momento habían servido para el cultivo de caña y café. Esta situación continuará, en 1929 como ya se ha señalado la crisis de súper producción a nivel mundial, los bajos precios impulsan el abandono de los fundos cafetaleros, los gastos en mantenerlos en muchos casos es mayor a la ganancia, sin embargo, algunos productores lucharán por mantenerlos, ya que es su único medio de sustento. En otros casos, el proceso que se inició en Los Chorros de venta de tierras para urbanizar, irá ganando espacio, desde Caracas se desarrolla un proceso de sustitución del trabajo rural por la de construcción, la parcela dará paso al núcleo habitacional, pero los topónimos se mantendrán en honor a la noble labor desempeñada en los siglo anteriores; El Rosal, Las Mercedes, Bello Monte, La Castellana, La Carlota, La Floresta entre otras99. Al mismo tiempo y a pesar de las fortalezas naturales con que contaba el café como cultivo y el hecho de haber mantenido la economía venezolana hasta bien entrado el siglo XX, no contó con el soporte obligatorio durante la época gomecista, a pesar de que el basamento ideológico del país estaba

soportado en la corriente positivista y el tren ministerial se componía de brillantes intelectuales. La perspectiva que se traza es que las relaciones de producción en la faena agrícola no toleró cambios patentes ya que la mano de obra según el censo Agrícola y Pecuario (1937) estaba expresado por “propietarios, arrendatarios, colono-medianero, colono-fundadores, etc.”, lo cual lleva a considerar que existen fuerzas productivas que no exhiben la propiedad de las tierras que trabajan, ya que esta clasificación implica el repartimiento de la cosecha entre patrones y campesinos o el aprovechamiento de terrenos baldíos que en numerosos casos eran vendidos por el gobierno100. La situación agrícola trazada, manifiesta que la propiedad territorial estaba acaparada y atrasada por la utilización de procedimientos rudimentarios; mostrando un patrón de vida lamentable en el campesinado por la privación de políticas encausadas a favorecer este sector y así lograr un impulso justo en su desarrollo. Continúa el predomino de los asentamientos agrícolas rurales tanto en Petare como en su área de influencia pero con predominio en las tierras altas, se está viviendo la segunda década del siglo XX, y predomina la estructura agraria, elemento que podemos sostener sobre la base del censo de 1925 decretado en el Gobierno del benemérito Juan Vicente Gómez:

99

Cf. “El estudio de Caracas: Importante experiencia de investigación científica e interdisciplinaria”. En: Anuario del Instituto de Antropología e Historia, tomo II, 1965, Facultad de Humanidades y Educación, UCV, Caracas. pp. 453 “…no estudiamos a Caracas de manera exhaustiva, sino integral. Es decir, nos orientamos hacia el conocimiento concreto de las relaciones trascendentes, el descubrimiento de sus formas organizativas, la dirección de su desarrollo y el ritmo de sus avances en la ruta del progreso…”. p. 365. Cf. Maruja Acosta, Roberto León Briceño, Ciudad y capitalismo, Caracas, Ediciones UCV, 1987, p. 286 “En la historia de la humanidad la ciudad no es un hecho uniforme y repetitivo sobre el cual podemos establecer líneas homológicas fundamentales y sobre las cuales podamos sacar conclusiones evolutivas o de linealidad en la transformación; la ciudad es un hecho socialmente determinado, en consecuencia, las aglomeraciones humanas con alta densidad, dedicadas a labores no agrícolas, presentan entre sí tales diferencias que no podemos decir que ha existido en una ciudad, existen muchas ciudades que debemos intentar comprender.”

Cuadro Nº 6 Censo de Petare (1925) Varones

Hembras

Total

Habitantes

93.136

96.376

189.572

Agricultores

39.121

3.051

42.172

Fuente: Ministerio de Relaciones Interiores: V Censo Nacional, p. 10. Elaborado por: Suzuky Gómez.

Obtenemos de la información presentada que la cuarta parte de la población censada y que habita la localidad de Petare, se dedica a las labores 100 Eliécer Hernández. “Producción de Café en Petare” (1920-1940), En Boletín del Centro de Historia regional de Petare, Petare; Centro de Historia regional de Petare/ Fundación José Ángel Lamas, Nº 6, 2000, pp. 104-118.


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del campo; mientras que en el mismo orden de ideas, en el siguiente cuadro lograremos observar quién detentaba la propiedad territorial del área, pero en esta ocasión sobre la base del Censo agrícola y pecuario (1937), diez años después:

representados por Europa y Estados Unidos, estaban en conflicto, situación que deprimió los precios del grano. La decadencia del café marca el fin de una época, en Petare y su área de influencia esto se observó a través de pérdidas materiales importantes, dando paso a nuevos modos de vida, con el café también se fue el ferrocarril que pasaba al lado de las haciendas, se desmantelaron las maquinas, las casonas comenzaron a derrumbarse y los vecinos de sitos como La Dolorita, tomaron los rieles del ferrocarril para construir sus casas, estaba llegando la época del concreto y su huella queda en las grietas que hoy poseen las viviendas, que ya no soportan el peso de la vía férrea a través del tiempo.

Cuadro 7 Censo agrícola y pecuario en Petare (1937) Total de Fundos

Propietarios

Arrendatarios

Colonos Arrendatarios

Colonos Medianeros

Colonos

506

59

02

283

00

162

Fuente: Ministerio de Fomento: Dirección General de Estadística. Censo agrícola y pecuario (1937), estado Miranda, p. 3. Elaborado Por: Suzuky Gómez

De la información suministrada en el cuadro anterior deducimos que la situación del agro es de atraso, puesto que las tierras se hallan bajo el privilegio de los latifundistas y a su vez el campesino o agricultor es abatido por la extrema miseria desde el punto de vista económico. Asimismo; en 1937 está en el Gobierno Eleazar López Contreras, Venezuela ha sufrido un cambio importante: pasa de ser un país precapitalista agro exportador a una economía capitalista minero exportadora, sin embargo, en las provincias ese cambio no había llegado puesto que para ese mismo año Petare producía 3.149 toneladas de café en una superficie de 106.406 hectáreas cultivadas101. Como consecuencia de esto y aunado a factores como la competencia internacional entre los productores que en el caso de América Latina estaban representados por Brasil, Colombia y Venezuela, la producción de café fue seis veces mayor a la demanda. Esta crisis bajó los precios del café de un ingreso a 11.822.513 en 1940 en comparación con 130.860.870 durante 1930. Otro punto importante, continuando el plano internacional, lo representó la II Guerra Mundial, ya que los primeros compradores de café

c.- Origen de la posesión La Dolorita 1912-1947 La Dolorita es una de las cinco parroquias del municipio Sucre, durante esta investigación se presentará su historia contemporánea, para obtener esta información se verificaron documentos que reposan en los anaqueles del registro subalterno del circuito Nº 1 del municipio. La posesión cafetalera “La Dolorita” nace dentro la Hacienda Turumo la cual perteneció en comunión familiar (hasta 1912, cuando deciden dividir sus bienes) a los hermanos Matías, Santiago y Simón Gómez quienes a su vez la habían adquirido bajo la figura de compra al señor Graciliano Gómez a fines del siglo XIX (específicamente 1889)102 y estaba conformada por las posesiones “El Rodeo” y “Hoyo del Rodeo”, también pertenecía a esta propiedad otra hacienda llamada “Las Margaritas”, que había sido adquirida del señor Gil Ruiz Cadenas (1896), más otras posesiones entre las que mencionaremos las haciendas de café “Punto Fijo” que fue de Gregorio Galindo (1903), y “Carimao” todas registradas en el archivo subalterno del municipio103, dicha hacienda se estimó en un costo de 298.793, bolívares, incluyendo el valor de las bestias e instrumentos de trabajo, oficinas, edificios e inversión de las futuras cosechas. En 1918, Matías Gómez vende su parte de la hacienda cafetalera Turumo (incluyendo sus posesiones y fundos), a su hermano Santiago

102 Documento inscrito 04 de octubre de 1889. Arsms (Archivo del Registro Subalterno del municipio Sucre). Protocolo Cuatro, tomo U, Núm. 1. 101 Ibidem. p. 109.

103 Documento inscrito 16 de septiembre de 1896. Arsms, protocolo 1, núm. 1.


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Gómez, por la cantidad de 78.000 bolívares, los que se describen de la siguiente forma:

Se realizará el negocio y la venta será completada con una hipoteca contraída ante la señora María Teresa Castillo, sobre el inmueble para completar el pago, la misma fue honrada en el plazo previsto y bajo las condiciones establecidas como consta en este mismo documento bajo nota marginal, fechada el 5 de agosto de 1947, bajo el Nº 17, tomo 2. Continuando con la sucesiones por compra tenemos que en 1947, la familia Gómez, nuevamente venderá la hacienda Turumo, pero esta vez se deslindarán de todo lo concerniente al manejo de la misma, el comprador es un industrial-comerciante de nombre Telésforo Ramírez, quien la adquiere por (Bs. 200.000), doscientos mil bolívares. Comprende la venta la Hacienda Turumo junto a sus posesiones: El Rodeo, Hoyo del Rodeo, La Margarita, Punto Fijo, y las haciendas anexas “El Porvenir” formada por La Dolorita y Turumito, cuyo uso era la producción de café. La gratificación por la hacienda se hizo de la siguiente manera, el señor Ramírez entregó una serie de inmuebles de su propiedad, por un valor de de (Bs. 35.000) treinta y cinco mil, entre los cuales se destacaron un salón y terreno ubicados en Petare calle Guanchez, por un costo de (Bs. 4.000) cuatro mil, también ofreció como parte de pago un lote de terreno en Los Dos Caminos de (525 mtsª), por un costo de (Bs. 15.000) quince mil, una casa con terreno en el sector el Dorado antiguo “Chupulún”, por (Bs. 16.000) diez y seis mil, para cancelar el resto contrajo una hipoteca por (Bs. 165.000), la cual se comprometió a pagar (Bs. 100.000) en tres años y el resto en un año a partir de la firma del documento. Es importante acotar que en este mismo documento consta en notas marginales que los compromisos fueron honrados107. En la imagen siguiente podemos observar, en foto de Alfredo Boulton los espacios donde se encontraban parte de los bienes entregados, por el señor Alfaro a la familia Gómez.

…la suma de (Bs. 37.500) treinta y siete mil quinientos bolívares en el valor de una acción del Banco de Venezuela, marcada con el número 425; y (Bs. 18.600) diez y ocho mil seiscientos bolívares en acciones de la Compañía Anónima Telares de Caracas y Valencia…el resto del precio de (Bs. 40.500) cuarenta mil quinientos bolívares, se obliga al comprador pagarlo dentro del término de tres años contados desde hoy, abonando el interés… al vencimiento de cada mes y pudiendo hacer abonos parciales a cuenta del precio, no menor de (Bs. 1.000) un mil bolívares104…

Para 1932, ya ha fallecido el señor Santiago Gómez, su esposa doña María Teresa Hernández de Gómez decide realizar una nueva venta por (Bs.134.000), en esta ocasión nace por primera vez en los documentos estudiados el topónimo “La Dolorita”105, es decir se distingue dentro de la descripción de posesiones y fundos. Regresa la hacienda a la posesión familiar, ya que Simón Gómez, Ángela Gómez, Dolores Gómez de Urosa y María Gómez de García, serán los compradores, que realizarán la transacción en partes iguales, ella cede todos los derechos de propiedad que le correspondían sobre los inmuebles, entre los cuales se mencionan: …sobre la hacienda de cafetos denominada Turumo formada por las posesiones El Rodeo, Hoyo del Rodeo, La Margarita, Punto Fijo y sobre la hacienda anexa a la anterior denominada El Porvenir, formada de las posesiones El Rodeo, La Dolorita y Turumito106…

104 “Matías Gómez vende a Santiago Gómez su parte de la Hacienda Turumo”, Arsms. 1918, tomo U, Núm. 82.

B. La Dolorita y su contexto histórico 1952-1993

105 Cf. Deyanira Méndez. Parroquia La Dolorita, en: Serie ¿Quiénes somos?, “Origen del nombre [La Dolorita], el origen de su nombre se encuentra estrechamente vinculado con Nuestra Señora de Los Dolores, expresión sublime de nuestra madre la Virgen María, representada con el corazón traspasado por siete puñales. No obstante, en este lugar existió entre otras tantas, una hacienda con el nombre de La Dolorita, heredando así, el nombre tanto el barrio como la parroquia”. Op. cit. p. 1.

Para 1952 La hacienda la Dolorita es propiedad del Sr. Telésforo Ramírez, comerciante e industrial, quien manifestó en un documento de compra-venta, que la propiedad la había adquirido por compra a la familia

106 “María Teresa Hernández vende la Hacienda Turumo”, Arsms. 1932, tomo U, protocolo 1, folio 188, Núm. 122.

107 “La Familia Gómez vende a Telésforo Ramírez la Hacienda Turumo” Arsms. 1947, tomo 3, protocolo 1, folio 77-85, Núm. 32.


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Gómez en 1947. Esta hacienda va ha limitar al norte con la hacienda Caucaguita, al sur con la hacienda la Lira, al este con la hacienda las Tapias y la Providencia y al oeste con las haciendas Cabeza de Tigre, el Refugio y el Sitio108. Durante este año (1952), ocurre un incidente importante de señalar la Compañía Anónima La Electricidad de Caracas manifestó al Sr. Telésforo Ramírez la necesidad de atravesar por la posesión unas líneas de transmisión de energía eléctrica para llevar corriente a los hornos crematorios del Este y con este motivo se convino en favor de la Ley de Servidumbre de paso de conductores eléctricos, otorgar el permiso para las mencionadas líneas o conductores eléctricos aéreos o subterráneos, con sus respectivas líneas de tierra, teléfonos y accesorios, incluyendo el ancho de terreno necesario para que la compañía transportará e instalará las torres, y se tomarían las picas y caminos necesarios para el acceso de los empleados que tendrían la tarea de trabajar en la faja de terreno seleccionado para la instalación, vigilancia y reparación de las líneas, torres y teléfonos mencionados. Se desforestará parte de La Hacienda La Dolorita para cumplir con esta disposición, los terrenos son heridos por el capitalismo industrial representado en la compañía Electricidad de Caracas. Esta servidumbre se otorgó de manera permanente y queda establecida en aquella extensión de terreno que ocupo 400 metros pese a, esta servidumbre se extendió para dar paso a los caminos generales de acceso a la finca. La misma se otorgo por un precio de cuatrocientos bolívares (Bs. 400,00), que recibió Ramírez de la Compañía Anónima Electricidad de Caracas en dinero efectivo. La transacción se hizo entre Nicomedes Zuloaga presidente de la Compañía y Telésforo Ramírez propietario del inmueble109. Posteriormente la hacienda es vendida por el Sr. Ramírez al Sr. Cesar Alfaro, quien a su vez vende en 1954 mil metros cuadrados (1000 mts) de

la propiedad al Sr. Enrique Giral como consta en documento registrado el 28 de abril de 1954, ante el Juzgado del Distrito Sucre del estado Miranda, distinguiéndolo con el Nº 102, folio 100. Es para 1959, cuando comienzan cambios profundos en esta localidad, el Sr. Cesar Alfaro propietario de la mayor parte de la hacienda decide vender al ilustre Concejo Municipal del distrito Sucre, (418.047,46 metros cuadrados) de la propiedad junto a todas las bienechurias que se encontraban en el área a negociar. Los límites espaciales de la hacienda La Dolorita para esta época son: al Norte con la Hacienda Turumo, propiedad de Telésforo Ramírez y con la carretera que conduce a Santa Lucía antiguo camino real; al sur con la hacienda Lira que pertenecía a Rafael Palacios y con extensión de una hacienda propiedad de Manuel Suárez; al Este con la hacienda Las Tapias que fue de Manuel Suárez; al Oeste con la hacienda El Sitio que fue de los sucesores de Tomas Bueno, la hacienda El Refugio que perteneció Héctor Rodríguez y con otra hacienda que es o fue propiedad de Bonifacio Fagundez. Esta finca se vendió por un total de (Bs. 2.403.772, 90 al documento que apoya a esta venta se anexo al cuaderno de comprobantes dos ejemplares del levantamiento que hemos presentado (en copia digitalizada), estos estaban firmados por el vendedor y los representantes del Consejo Municipal, los cuales reposan bajo resguardo en el Archivo del Registro Subalterno del municipio Sucre, bajo el Nº 51, tomo 17, del tercer trimestre, en el año 1959. Son varios los procesos que están presentados en el área de estudio y es a partir de aquí cuando los comenzaremos analizar; la Dolorita no escapó a los cambios que se produjeron con el proceso de migraciones e inmigraciones que se desarrolló en Venezuela a partir de la década del cincuenta. En referencia al planteamiento anterior Mario Sanoja comenta:

108 “Telésforo Ramírez compra la finca La Dolorita a la familia Gómez”. Arsms. (Municipio Sucre). 1947 (tercer trimestre), protocolo primero, tomo 3, folio 76, Núm. 32.

Los cambios sociales, produjeron una modificación profunda de la sociedad para transformar nuestro país en una estructura industrial, agroindustrial y urbana dentro de una filosofía política, el nuevo ideal nacional, que consagraba, la economía mixta con un instrumento añadido, la inmigración, que según las propuestas positivistas en boga desde finales del siglo XIX. Venían a “mejorar la raza” y a introducir nuevas prácticas, sociales y

109 “ La compañía anónima La Electricidad de Caracas”( representada por el Dr. Nicomedes Zuloaga), ha manifestado la necesidad que tiene de atravesar la posesión cuyos senderos generales he expresado (Finca La Dolorita), con unas líneas de transmisión de energía para llevar corriente a los hornos crematorios del este por ‘Ley de servidumbre y compra” al Sr. Telésforo Ramírez 400 mts aproximadamente por Bs. 400”. Arsms. (municipio Sucre). 1952 (segundo trimestre), protocolo primero, tomo 7, folio 223, Núm. 69.


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tecnológicas. Venezuela se hizo mucho mas capitalista y dependiente, se mejoró el nivel general de vida y aumento la población110.

Para comprender lo antes expuesto, es necesario analizar la siguiente información; es posible distinguir en una misma ciudad venezolana la convivencia de dos o más modelos urbanos. En el caso de La Dolorita este fenómeno es consecuencia de las diferencias en los niveles de ingreso de los habitantes, que tiene una influencia en el espacio urbano, su paisaje y en su estratificación. Otro elemento de disparidad territorial en la ciudad lo constituyen las distintas funciones que se materializan en la ciudad, que forjan un espacio urbano. Es posible discriminar tres categorías espaciales de la morfología de una ciudad: el núcleo urbano consolidado, el espacio subintegrado y el paisaje informal111. El núcleo urbano consolidado se caracteriza porque predominan espacios integrados a la función primordial de la sociedad, se ofrecen calidad de vida a partir de la dotación suficiente de servicios y equipamiento. Se pueden identificar algunos rasgos del paisaje que permiten distinguir tres tipos de espacio en el núcleo urbano consolidado: el centro urbano, la zona comercial y residencial y el sector industrial. El centro urbano se distingue por un paisaje que recuerda la disposición en forma de damero de sus calles y avenidas, heredado del período colonial, donde se ubican residencias y comercios. Cuando la ciudad comienza a perder su forma de cuadrícula para desprenderse en arterias viales comienza un proceso de segmentación de la ciudad. En cuanto a los espacio subintegrados estos albergan a la población de medianos o bajos recursos tal es el caso de La Dolorita, con predominio del último. Se caracterizan por la precariedad de algunos servicios factor que reduce la calidad de vida. La conectividad con el resto de la ciudad es de mediana a alta, en el caso de estudio se encuentra laderas con pronunciadas pendiente; poseen alta densidad poblacional, se dificulta la prestación de los distintos servicios y su equipamiento.

110 Mario Sanoja. Crisis, educación y cultura, Caracas; Centro de Estudios de Historia Actual, FACESUCV, s/f, s/p. 111 Alicia Nuño. Op Cit, pp. 250-251.

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En el área metropolitana de Caracas existen muchas barriadas subintegradas para este estudio se escogió la Dolorita ya que desde su consolidación como barrio presenta unas características de estudio bien particulares. En definitiva este espacio subintegrado está constituido por un significativo contingente poblacional. Estos para efecto del presente estudio se clasificaron según Pablo González112 en los conuqueros (habitan la zona antes de 1950) población de la zona dedicada a la labranza de conucos para su subsistencia y el comercio menor por la dificultad de acceso a Petare preferían mantener sus relaciones comerciales con los habitantes de Santa Lucía del Tuy, población a la que se podía llegar por el antiguo camino real. Hechas las consideraciones anteriores retomamos el siguiente testimonio: …Con respecto a la vía de acceso es importantes acotar que la carretera nacional Petare con Santa Lucía y el Tuy pasaba por toda la entrada de La Dolorita. En ella transitaban algunos camiones y carretones con los que se trasladaba la mercancía de las haciendas y de Santa Lucía a Caracas. Esa es una carretera que existe desde la época de Gómez. Yo conocí esa carretera desde siempre, solo que era una carretera de tierra y de aquí de Baloa hasta Santa Lucía. Eso no tenía… eso era pura tierra (sic)113.

Los conuqueros y parceleros de la zona se enfrentaban a dificultades para trasladarse por la deficiencia que presentaban los caminos, así como por la carencia de transporte público. Otro testimonio digno de acotar es el siguiente: …no estaban así como ahora, eran carreteras de tierra y se pasaba fila arriba por todo el sector del El Limoncito, hasta caer a la Vega de Petare, donde hoy es Palo Verde, inclusive se llegaba a este lugar con el pie pelao, con las

112 Pbro. Pablo M. González. La parroquia eclesiástica San Francisco de Sales, (La Dolorita), “Testimonios de Chucho”, Archivo del Centro de Historia regional de Petare, ACHRP, s/f, carpeta La Dolorita, f. 15. 113 Cf. Verificado en documentos del archivo subalterno del circuito Nº 1 del distrito Sucre donde se describen los limites espaciales de La Dolorita para 1959.


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chancletitas guindando en la cintura. Había un punto de agua, donde uno se lavaba los pies para ponerse las alpargatitas para entrar al pueblo. En aquella época se venían grupos de personas caminando en la madrugada y nos apresurábamos para alcanzarlas e irnos juntos (sic)114.

depósito de basura de Caracas durante las décadas de los sesenta y setenta) que un principio estuvo propuesto para Palo Verde. Hechas las consideraciones anteriores, estudiamos la opinión de Álvaro Márquez y Lubio Cardozo:

En igual forma, debemos señalar la ausencia medico-asistencial, por estar el área fuera de la metrópolis, y que en muchos casos le ocasionó a estos habitantes graves dificultades, que debían subsanar por sus propios medios, tal como se puede observar:

Las ciudades hoy son el centro del drama de la polución, degradación del suelo y pérdida de la diversidad de las especies. La intensa concentración de los procesos económicos y los altos niveles de consumo de las ciudades incrementarán sus demandas de recursos. En sus cercanías, las ciudades también afectan las tradicionales economías rurales y su adaptación a la diversidad biológica. A medida que mejores caminos son construidos, y el acceso de los productos son garantizados, la población rural adquiere los estándares urbanos de vida y la ideología que los acompaña… Las ciudades actuales se han convertido en sistemas altamente ineficientes, devoradores de energía y materiales, y con una gran salida de desperdicios116…

“Cuando una persona se enfermaba, había que bajar a Petare, porque aquí no venia médico, para acá solamente venía el cura cuando uno estaba grave, para recibir la comunión” (sic) (Monico). “Mi abuela y mi mamá eran parteras, recuerdo que cuando yo vivía en la Lira, me encontré con una mujer a la orilla de la carretera que tenía una barrigota. Yo le pregunté: ¿señora que tiene?, ay, señora, que iba a Petare a dar a luz y me agarró el parto aquí. Entonces ahí mismo recogí la mujer, y la subí para arriba y la acomodé en una casa, ahí mismo llegué y le corte la tripa al muchachito y lo bañe. Yo aprendí viendo lo que hacia mi mamá, en esos tiempos uno tenía en sus casa yodo, aceite, por si acaso una cortada, y yo que era una muchacha, partié al muchachito, que le pusieron de nombre Manuel, después partie a Agustina, Maraco, Diana, Agustín que ya son viejos (sic)(María)115.

En medio de los aprietos, los sacrificios y los grandes esfuerzos para subsistir, en estos tiempos se vivía con una tranquilidad y naturalidad que constituía un profundo sentimiento de solidaridad y cooperación. Pasa algún tiempo y se producen cambios en La Dolorita, estos se originan en el paso a su fase urbana, y la primera muestra se dará cuando el presidente Pérez Jiménez instala en la entrada de la hacienda máquinas recicladoras con las que se pretende solucionar un problema que trae el progreso, la producción excesiva de basura en la ciudad de Caracas pero las máquinas no funcionaron y así comenzó el bote (relleno sanitario de Mariches, también conocido como el bote de Filas De Mariches, principal 114 Pbro. Pablo González. “Testimonio de Monico”, Op. cit. f.8. 115 Ibidem. “Testimonio de Monico y María”, f. 9.

Simultáneamente a lo antes expuesto, se instala en la hacienda una fábrica para hacer ladrillos y bloques el motivo de esta instalación era cubrir las demandas que exigía la política de construcción implantada por Pérez Jiménez y fue entonces cuando se produce el cambio en la actividad económica se dejó de producir café para producir bloques y ladrillos. En este propósito Diego Bautista Urbaneja con relación a Pérez Jiménez y la construcción señala: La industria nacional… en este caso es la industria de la construcción que se aprovecha de los planes de obras públicas del gobierno… que prosiguen su proceso de integración económica particular… sustitución de importaciones. La inversión extranjera, capitales externos, sobre todo norte americanos, penetran variadas actividades manufactureras, llegando a representar el 19% de la inversión industrial en 1955 de 10,7% que representaba en 1950. Por su parte el sector estatal de la economía obedece a la idea de transformación del medio físico y las aspiraciones de grandeza

116 Álvaro Márquez, Lubio Cardozo. “Una propuesta de desarrollo de lo local para la re-creación del espacio urbano ambiental en las sociedades sustentables”. En revista Única, año 3, Nº 5, enero-junio 2002, p. 54.


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nacional que posee el régimen, mediadas también en su traducción concreta por los intereses particulares de un estrecho círculo de colaboradores117.

Mientras tanto en las conubarciones del bote de basura se va ha instalar una actividad que hasta ese momento era desconocida en la zona y que llega de Palo Verde (el lugar donde se había instalado el bote por primera vez), esta actividad consistirá en el reciclaje de la basura que llega a ese lugar. Precisando una vez mas, cabe incorporar el siguiente testimonio: Aquí mucha gente se crió con el bote, mi papá me cuenta que él y otros vecinos esperaban que llegaran los camiones de basura a ver qué traían, acuérdate que es la época del gobierno de Carlos Andrés [la gran Venezuela], él revisaba la basura haber que conseguía, juguetes, ropa, telas para que mi mamá cociera, una vez me acuerdo que consiguió una muñeca grande Belinda estaba sucia mi mamá me la lavó la vistió y ya tenía juguete nuevo… pero comida sí no recogíamos, a mi mama no le gustaba, pero otras familias de por aquí sí la recogían, sobre todo dulces traídos de muchas fabricas, verduras y frutas de los mercados, como el de Mesuca… luego la cosa se puso peligrosa porque también encontraron gente muerta, dicen que los traían de otra parte, pero bueno ya crecimos y el bote no está y nosotros tenemos otra mentalidad, estudiamos y eso no lo queremos para nuestros hijos… mi papá en realidad es albañil yo no sé por qué revisaba el bote, el siempre dice: “ya los basureros no son como los de antes”(sic)118.

Sin embargo, a la par de esta actividad se desarrolla otra que marca el abandono de la agricultura, muchos de los llamados conuqueros se integran como obreros a trabajar en la alfarería buscando integrarse a la vida urbana. Precisando una vez más el testimonio de Monico deducimos: Allí estuve trabajando hasta el año 58, cuando se echaron a perder las maquinas. El señor Aliano, que todavía vive en el barrio, estuvo arreglando 117 Diego Bautista Urbaneja. Pueblo y petróleo en la política venezolana del siglo XX, Caracas; Ediciones Siglo XXI, pp. 128-129. 118 Relato de Mineida Suárez, 27 años viviendo de área de estudio, entrevista realizada el 30 de mayo de 2005.

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el motor de la planta que hacía bloques. Cuando ya se estaba arreglando y se pegó a trabajar de nuevo, cayó Pérez Jiménez y no se continuó trabajando, no sé por qué. Cuando Pérez Jiménez había mucha salida de bloque para el centro de Caracas pero con su caída todo se paralizó y también nuestra fuente de trabajo119.

Con la caída de Pérez Jiménez llega una nueva “desgracia a La Dolorita”, pues se paralizan en Caracas la política del concreto y por su puesto la demanda de bloques, la alfarería permanecerá cerrada y es cuando en 1959 el Concejo Municipal del distrito Sucre adquiere del Sr. Alfaro la hacienda con su alfería mecánica y sus repuestos, los edificios de acero armado (que se van a convertir en barracas), viviendas para obreros120. Después de lo anteriormente expuesto Deyanira Méndez aclara: En la década de los cincuenta la fábrica allí instalada va generando un flujo de personas, las cuales han ido abandonando el campo y los conucos, hasta 1958 la industria de bloques se mantiene, con la caída de Pérez Jiménez esta fábrica cierra sus puertas, quedando muchas personas sin empleo. Posteriormente el consejo del distrito Sucre la adquiere y con el plan de emergencia de Wolfgang Larrazaval (sic) se inicia nuevamente; ubicando además barracas para los damnificados en las adyacencias, las barracas fueron insuficientes por lo que comenzaran a proliferar los ranchos que crecieron prácticamente de manera descontrolada y anárquica121.

Se comienza a percibir en la zona los destellos de la naciente democracia y esto se sella cuando se ubica en la zona un nuevo tipo de población “los damnificados”, que procedían de diferentes barrios de Caracas, y que habían sido víctimas de las lluvias esto fue el resultado del llamado plan de emergencia de Wolfgang Larrazabal, lo que trajo a la zona un nuevo tipo de problema como el miedo ante los recién llegados, la proliferación de delitos y la imposición de sus costumbres a los habitantes de la zona. Es evidente entonces que: 119 Pbro. Pablo González. “Testimonio de Monico”, Op. cit. f. 11. 120 Cf. Documento contenido bajo el tomo 17, número 51 de 1959, Arsms. (Municipio Sucre). 121 Deyanira Méndez. Parroquia La Dolorita, en: Serie ¿Quiénes somos? Op. cit. p. 2.


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En estas barracas, sinceramente, es cuando comienzan los muchachos a andar ociosos y comienza a nacer la malandrera. A mis hijos, que se criaron junto con esos muchachos, les di todo lo que yo pude de buen ejemplo y lo que tenían que hacer, haciéndole ver las cosas malas y que no se juntaran y no hicieran lo que ellos hacían y que todo el tiempo escogieran el camino recto, que tenían que estudiar y el que no estudiara que trabajara y así sucesivamente. Y cualquier muchacho que me llevaba una flor, por lo menos, yo tenía que saber de donde había salido… Pero si le digo una cosa, de ahí para acá fue donde nació la semilla de malandro aquí en La Dolorita. El primero que destacó, la primera hazaña que hizo fue al señor de la luz que lo mató ahí mismo en la panadería. Por cierto que era hijo de una señora que le decíamos la señora de las argollas porque usaba unos aretes muy grandes como zarcillo (sic)122.

con Petare por el incremento de transporte ya que se produce la necesidad de salir de la hacienda, porque en la zona escaseaban las fuentes de trabajo:

De manera semejante observamos un fenómeno que se repetirá tanto con “los damnificados”, como con “los invasores”, si bien traen consigo algunos servicios públicos, así mismo descargan los desamparos de la exclusión. Especialmente en caso de las madres solteras que debían dejar solos a sus hijos para ir trabajar todo el día. Brotan las bandas, las pandillas y se despliega en el área la incertidumbre y el crimen, en este sentido expresa Yves Pedrazzini la relación de la violencia en Caracas con su área de influencia:

Bueno, aquí apareció el primer autobusito que cobraba medio, de aquí a Petare, en la misma hora que metieron aquí a la gente en las barracas. Ese autobusito salía de aquí a las cinco de las mañana y a las seis y media estaba aquí otra vez con el otro viaje y así sucesivamente todo el día estaba trabajando. Había un solo autobús que bajaba por Turumo que era la ruta de él: Mariches ya tenía carro también. En La Dolorita vieron que podían meter otro autobús y así comenzó a venir otro y así sucesivamente fue creciendo (sic)125.

…Caracas (…), se ha caracterizado por una rápida urbanización, sin industrialización y por un proceso creciente de población. Que sin poder acceder a los mecanismos del mercado formal de vivienda, ha hecho realidad una forma habitacional que ha conformado barrios. Los barrios de Caracas representan mas del 60% de la población urbana… los niños comienzan trabajando en la calle y terminarán quedándose en ellas, la violencia se convierte en una forma de sobrevivir123.

El transporte y la ubicación de los damnificados dará pie a nuestra tercera y nuestra última muestra poblacional “el invasor” que busca solucionar su problema habitacional pero que violentamente se instalará, aunque no sólo invadirá la Dolorita, también lo hará en las antiguas posesiones Mariche, Las Mercedes, La Veguita, Caballo Mocho, El Limoncito, Vista Hermosa, Turumo, Caucaquita, Chaguramas, La Laguna, Altos de Tomás, La Arboleda, Las Flores, La Fénix, El Refugio, la Lira, y las Tapias entre otras, esto ocasionó que los propietarios de las haciendas recurrieran a

Se debe destacar, que pese a las dificultades que trajeron los damnificados, no se puede negar que su presencia abre una relación mayor 122 Pbro. Pablo González. “Testimonio de Monico”, Op. cit.. f. 19. 123 Yves Pedrazzini, Magali Sánchez. Malandros, bandas y niños de la calle, Caracas; Vadell Hermanos, Editores, 1992, pp. 27-32.

…Surgen hacia el este y el oeste zonas industriales que pronto quedan incrustadas en el perímetro urbano, en constantes crecimiento, dando origen a considerables problemas urbanísticos y sociales. Los barrios obreros desbocados, degeneran en zonas de tugurios o ranchos cuyas condiciones de habitabilidad extremadamente primitiva, su proliferación y las dificultades técnicas y financieras para su reubicación, constituyen el más grande problema del área metropolitana, planteando un sobrecogedor contraste en el paisaje124…

Ante la situación planteada registramos otro testimonio:

124 Lorenzo Vargas. Op Cit, p. 353. 125 Pbro. Pablo González, “Testimonio de Monico”, Op. cit. f. 18. Es en 1965, cuando aumenta el número de autobuses, se conforma la línea de transporte con un promedio de cinco a seis carros que conducían a los habitantes a Petare, información corroborada en el “Testimonio de Maria”, misma obra, misma página.


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las autoridades, en este caso representada en la Guardia Nacional, pero sin el éxito esperado, convirtiéndose esta zona en territorios populares o asentamientos urbanos no regulados. Precisando la llegada de Domingo Pacheco (primer invasor de La Dolorita según testimonio) exhibimos el siguiente párrafo: Una vez viene mi sobrino Domingo Pacheco, que por cierto lo criamos nosotros, mi mamá y mi papá. Bueno, Domingo se había ido para Petare y vino con un fin: yo voy a hacer un rancho aquí en La Dolorita. Muchacho…le dije yo. Respondió él: No, no, no yo voy a invadir esta broma. Y tú crees que te dejen… sí, sí, usted va ve que yo voy hacer un rancho. Para mi sorpresa una noche viene Domingo con un camioncito y el colchoncito nada más y unas tablitas y se metió por mi casa y se regediendo(sic) monte como un león por ahí pa´ riba (sic) y vino a salí aquí casi a la entrada, por donde vive ahora Miriam [Familia La Rosa]… Domingo llegó hizo un tarantín, un piazo de barraca, un piazo de rancho totalmente y ahí se metió con su familia. Amaneció ahí. Y Domingo me dijo: “mi tío, esto lo voy a invadí yo (sic), aquí está el primer rancho, este rancho es mío, aquí voy a meté (sic) yo gente pol (sic) cantidad, usted va ve (sic)”. Y se habló con ese poco de gente, por lo menos con las limas y un poco de gente pa´alla y pa´ca (sic) y todo el mundo vino haciendo su ranchito por ahí 126.

Las invasiones representa según Antonia Muñoz 127, un grave problema y cuando se invade se presentan dos salidas; o no haces nada y los dejas perturbando una propiedad privada; o te amparas en la Constitución. En el caso del proceso invasión de La Dolorita se acusaron a las autoridades de atropello y en muchos casos fue imposible el desalojo. En este propósito, María Cruz Fadul Gómez infiere:

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que se tejen alrededor de los posibles terrenos a ocupar van a estar presentes en cualquier proceso de ocupación ya que son los que aportan elementos esenciales acerca de la viabilidad de invadir, la tenencia y límites del terreno128.

El problema de fondo era qué hacer con esa población y se optó por tratar de implementar proyectos cooperativos para mejorar la calidad de vida de sus habitantes, instalándose servicios públicos que fueron llegando a los diferentes barrios que se fueron organizando en lo que actualmente es una parroquia. La invasión de La Dolorita fue violenta según se ha visto: Cuando se dieron cuenta que se estaban cogiendo La Dolorita, no juegue, la policía venía y tumbaba esos ranchos y la gente en la noche los volvía a hacé (sic) y se llevaban a la gente presa. Por lo menos Domingo fue preso más de una vez129.

Es a partir de ese momento cuando La Dolorita se convierte en barrio con tres tipos de pobladores: los conuqueros o parceleros, los damnificados y los invasores, tres grupos con orígenes diferentes, y así mismo con sus propias historias que relatar, pero ahora debían convivir y constituir un mismo frente. Como ejemplo de esta situación cabe agregar lo siguiente: Yo vengo de San Antonio, El Valle. Me sacaron de allá porque eso lo pusieron un poco de edificios y como uno quedaba en to´(sic) frente de la Escuela Militar en un ranchito así como este, dijeron que era muy peligroso con el rancho y una plomamenta, lo menos, en la Escuela Miliar, ahí nos sacaron (sic)130.

Uno de los factores importantes a tomar por los invasores de los terrenos es el conocimiento acerca de la propiedad y de la vialidad de invadir o no ciertos terrenos que se encuentran desocupados, lo cual forma parte de la estrategia a seguir en el proceso de ocupación… las redes de información 128 María Cruz Fadul Gómez. La formación de barrios de ranchos en Valencia. Caracas; Universidad Católica Andrés Bello, trabajo no publicado, 1982, p. 54. 126 Ibidem. “Testimonio de Monico”, f. 14.

129 Pbro. Pablo González. “Testimonio de Monico”, Op. cit. f. 15.

127 Antonia Muñoz. “Tierras sin ley”. En: Tal Cual, 07 de mayo de 2001. p.7.

130 Ibidem. “Testimono de Isidoro”, f.15.


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La Dolorita se convierte en un modelo de población nacional: con sus múltiples contradicciones, diversas costumbres, tradiciones, nuevas vivencias y con ellas diferentes calamidades producto del cambio sin planificación y esto acarrea serios problemas de convivencia tal es el caso de la “propiedad de la invasión” y los derechos que obtienen “cuando se llega primero”, en relación a esto damos una mirada a la siguiente situación:

localidad, ya es imposible establecer los límites entre la “buena gente” y los que traen “mala vida”. Porque son “espacios de nadie”, encrucijadas donde a la vuelta de una naciente calle cualquier cosa puede suceder. Se ha convertido la antigua hacienda en depósito de Caracas, donde conviven los excesos de la metrópolis por una parte, la opulencia en el consumismo capitalino evidenciado en las grandes toneladas de basura que llegan a la zona que se ha convertido en el basurero de la ciudad y por la otra el excluido social víctima de la descomposición postpetrolera. El área que una vez abasteció a Caracas de café hoy le funciona como refugio, resulta fácil ocultarse en las frías montañas de algún delito cometido, gracias a la tragedia social donde las aglomeraciones permiten una vida múltiple, y abundan las oportunidades para la aventura y la desventura. Son muchos los que habitan la capital pero provienen de diversos puntos locales, nacionales e internacionales. Esboza Rodolfo Quintero desde su obra El petróleo y nuestra sociedad, la siguiente nota:

Recuerdo que se hablaba de un tal Golilla que vivía en las barracas. Él era el jefe del malandraje junto con un señor que se llamaba Parrita que también vivía en las barracas. Pero Parrita no se metía con nadie, era un señor que no le gustaba hacer maldades. Ese Golilla ¿tú sabes lo que hacía, el muy sinvergüenza?: la gente hacía sus banqueos por ahí y con la misma, venía uno buscando un terreno y le vendía el banqueo. Ese tuvo inconveniente con el tal maestro Bartolo, porque donde vive Marquito ese banqueo era del maestro Alicio y él hizo su banqueo (…) Así se la pasaba un poco de muchachos que se la pasan sentados to´ (sic) el día, al frente de lo que ahora es el liceo, se la pasaban bebiendo, jugando y decían que fumaban drogas131.

Otro ejemplo que ilustra la descomposición social, la agresión y el pillaje lo tenemos a continuación en ese mismo sentido: Cuando empezó el barrio agarré a más de uno con la gallina en la mano; recuerdo que una vez agarré a uno y le hice con el machete así en la cara: ¡Mira, muévete cará, muévete cará!… A Rubén, que era chofer del doctor Amengual, le dije: llévame a Petare que estos muchachos estaban robando en mi casa y tienen las gallinas aquí; yo quiero que tú me hagas un favor y me lleves a Petare. Él metió los muchachos en el carro y nos fuimos a Petare a denunciar a los elementos132.

Si bien la llegada y permanencia de este grupo de personas provenientes de otros lugares de la ciudad capital, condujo un sin número de problemas como el ya citado y se creó un clima de desconfianza en la 131 Ibid. f. 15. 132 Ibid. f. 12.

El criollo de “mal vivir” se asocia con el extranjero de “mala vida” introducido al país sin documentos, con el carácter de “técnico”, de “artista de la radio”, turista o agente de lucha contra el comunismo. El arrojo del nativo y la experiencia del extraño, se combinan y abren nuevas perspectivas al oficio. El delincuente doméstico, de aspiraciones limitadas y planes de menor escala, es sustituido por el moderno. El ratero cede su posición al hampón133.

Según lo citado y raíz de la desaparición de objetos personales y propiedades, también se perdió el respeto por el foráneo, quien en muchos casos resultó víctima de la situación, y aunque parezca contradictorio ganó temor y sufrió represión social. Esto puede entenderse en la consideración siguiente: Cuando yo llegué ya estaban las barracas allá abajo y había mucho malandraje en esas barracas. Uno no podía pasar por ahí de noche. A mí gracias a Dios que tan siquiera siempre me han considerado. Yo tenía mis niñitas pequeñitas, como yo pasaba y ellos se jugaban con ellas. Las muchachas 133 Rodolfo Quintero, El petróleo y nuestra sociedad, Caracas: Ediciones de la Biblioteca de la UCV, 1978, pp. 48-49.


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eran cariñositas. Cuando yo venía de noche decían ellos mismos: cuidado con meterse con el señor; el es papá de las niñitas que son muy cariñositas. Bueno, no se metían conmigo. Una vez me salió uno me dijo que le diera un cigarro y, estaban los otros y le dijeron: ¡epa! No tienen por qué meterse con ese señor, el vive allá arriba y no queremos inconvenientes en esa zona134.

El Estado democrático postperejimenista, mantuvo una posición indiferente ante las invasiones, sin tomar en cuenta las necesidades reales de organización y participación de la población. Intentaron cubrir estas carencias con el acercamiento de los servicios públicos, producto de las constantes peticiones populares y estas se reflejaron con la llegada en 1960 del servicio de luz eléctrica, el servicio de transporte público para 1963 se comenzó el proceso de asfaltado de la carretera y luego en 1964 realizó su aparición por tuberías el servicio de agua potable. A la par de esto comienzan a instalarse en la zona centros de abastecimiento de víveres, pero es importante acotar que esta iniciativa se dio en primer lugar por los recién llegados a La Dolorita, en este orden de ideas se puede citar: Ahí mismo que Domingo, monta su taguarita y entonces fue matando cochino todas las semanas y fue vendiendo se fue haciendo negocio, pero como él era un muchacho que no tenía mucho real, lo que hizo fue abrirle camino a los demás. Entonces llegó y ese lugar donde está el supermercado “El Sitio”, ese lo vendió Domingo teniendo ya prácticamente un ambiente formado para negocio. Abajo en el 19 de Abril, también montaron otro negocio, por cierto, unos muchachos de Los Teques. Otro, también fue el señor del bodegón que es una gallera. Esos negocios se hicieron propiamente, en la medida que se iba haciendo el barrio. La primera panadería fue la de abajo en la redoma. Esta la hicieron casi enseguida cuando hacen las barracas, comenzó muy sencillamente y luego se fue ampliando, como muchos otros negocios, algunos de los cuales terminaron siendo hasta supermercado (sic)135.

134 Ibidem. “Testimonio de Isidoro”, f. 13. 135 Ibid. “Testimonio de Monico”, f. 20.

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Como puede apreciarse, los habitantes se constituyen en los primeros comerciantes, mientras que otros se emplean en la construcción de las vías de acceso en razón a esto citamos el siguiente ejemplo: El asfaltado de la carretera de Mariches lo hicimos, porque yo también trabaje ahí, por los años 63. Tuve un año de guachimán aquí en la carretera cuando estábamos en el movimiento de tierra para ensanchar la carretera. Ese empalme que tenemos en Vista Hermosa es la carretera Guarenas, ese fue un empalme que se hizo en el año 61 por ahí y la carretera vieja era la que baja por aquí por Mesuca, esa era la carretera de Santa Lucía que viene a salir aquí que se empalma donde esta la panadería que empalma con Guarenas (sic)136.

Estos trabajos harán posteriormente atractiva la zona para la instalación de fábricas que hoy conforman la zona industrial de La Dolorita y Los Mariches. C. La parroquia San Francisco de Sales a.- La parroquia eclesiástica. La formación parroquial en la Venezuela colonial fue lenta explica Manuel Carrero137 pero progresiva, se vinculaba a los aspectos religiosos y se basaban sobre la catequización de los aborígenes y sobre la difusión de la palabra bíblica en las otras clases sociales. Las parroquias se diseminaron en todas las ciudades conquistadas por la metrópoli española, se levantaban las iglesias bajo la advocación de un santo patrón, y en su alrededor se concentraban sus feligreses, dando origen a la parroquia eclesiástica, apunta María Carlé: Estas parroquias transcendieron su condición de circunscripciones religiosas para convertirse, además, en distritos político-administrativos,

136 Ibid. f. 18. 137 Manuel Carrero. “La parroquia en la evolución político-administrativa de Caracas” (siglos XIXXX). En: Boletín de la Academia Nacional, (abril, mayo, junio) 1997, tomo LXXXI. p. 67.


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Cuadro 8 Evolución parroquial en Caracas

con identidad propia dentro del municipio… por colación o parroquia se elegían los funcionarios; a la salida de misa y ante el conjunto de vecinosfeligreses se validaban actos jurídicos138…

Dentro de estas características también estaba la de enterrarse en su propia iglesia cerca de su santo patrón y si por algún caso sucedía que el feligrés debía enterrarse fuera de su jurisdicción la familia compensaría económicamente a la parroquia. La parroquia eclesiástica es una categoría que merece especial atención virtud de su evolución institucional no obstante, se puede definir como “el conjunto y territorio que está bajo la jurisdicción espiritual de un cura de almas, constituyendo por tanto un especie de territorio religioso”139. Es importante señalar que la organización política administrativa de gran parte del área metropolitana descansa sobre esta antigua organización eclesial. Retomamos a la Lic. María Luisa Herrera, con su trabajo titulado Parroquia La Pastora donde se observa claramente la siguiente aseveración: En derredor de un templo iban agrupándose los feligreses, sobre los cuales tenía jurisdicción muy directamente el cura encargado de administrarlo. Con el correr de los años se iba estructurando con mayor cohesión la comunidad, adquiriendo a la vez los medios económicos necesarios para sufragar entre los vecinos los gastos que representaban el mantenimiento de una iglesia140.

Esto era determinante para la delimitación de su jurisdicción y para elevar un pueblo o conjunto de pueblos a la jerarquía de parroquia. b.- Las parroquias de Caracas. A continuación se presenta un cuadro que representa la evolución parroquial en caracas desde el siglo XVI al siglo XX.

138 María Carlé, María de Fauve y otros. La sociedad Hispano Medieval, la ciudad, España: Editorial Gedisa, 1985, pp. 42- 43. 139 Ibidem. p. 64. 140 María Luisa Herrera. Op. cit. p. 75.

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Lugar o zona de Caracas

Año que se erigió el templo

Fundación como parroquia

Catedral San Pablo

Se erige un templo al fundarse la Es en el año de 1750 que se ciudad y otro en 1614, funciona erige San Pablo fundado desde 1580 como parroquia. como Catedral desde 1637 es sede parroquial hasta 1750.

Altagracia

Para 1674 era viceparroquia de Catedral.

En 1750 asciende a parroquia.

Santa Rosalía

Se funda en 1696, en 1777 se constituyó en ayuda para la parroquia San Pablo.

En 1779 se autoriza como parroquia autónoma

Fuente: Boletín de la Academia de la Historia, tomo LXXXI, abril-mayo-junio 1997. Elaborado por: Suzuky Gómez.

Del cuadro anterior se desprende que para 1779 Caracas contaba con cinco parroquias: Catedral, San Pablo, Candelaria, Altagracia y Santa Rosalía. Pero se debe mencionar en cuanto a las parroquias foráneas que La Vega fue erigida en 1652, Macarao a fines del siglo XVII, Nuestra Señora de la Encarnación del Valle de la Pascua en 1774 y Antímano en 1807. Durante el siglo XIX específicamente para 1841 se tiene que según Codazzi el cantón de Caracas está formado por Catedral, Santa Rosalía, San Pablo, Altagracia, Candelaria y San Juan: y fuera de la capital las que forman los pueblos de San José de Chacao, Valle, Vega, Antímano, Macarao, San Pedro, Teques, Carrizal, San Antonio, San Diego, y Paracoto. Para 1877 la parroquia San Pablo desaparece con la destrucción de su templo y surge Santa Teresa, en 1881 surge La Pastora y San José. Con el siglo XX la distribución de las parroquias obedecerá a decretos o disposiciones gubernamentales, para 1914 están consolidadas de la siguiente manera: El Recreo, El Valle, La Vega, Antímano, Macarao, Macuto, y el departamento Vargas. Así mantuvo hasta 1936 que se crea la parroquia Sucre y San Agustín en 1940, el 26 de noviembre de 1966 se creó la parroquia 23 de enero, por acuerdo del ayuntamiento, la de Caricuao en diciembre de 1974. Las más recientes en octubre 1994: San Bernardino y


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San Pedro: posteriormente el 29 de diciembre de ese mismo año se creó El Paraíso. Muchas de las parroquias foráneas de Caracas forman parte de la urbe capitalina por la administración política y la expansión urbanística de la ciudad obedeciendo al crecimiento poblacional, que impone un proceso administrativo acorde con las necesidades de la metrópolis.

Las Hermanas Lauritas, asumieron el compromiso pastoral del área y como resultado de esta situación ejemplificamos en forma explícita:

c.- La parroquia eclesiástica San Francisco de Sales (La Dolorita). Haciendo memoria histórica se indica que la presencia pastoral formal en el área de estudio se inicia en 1966 cuando el Concejo de Municipal vende a la Fundación Juan XXIII, una parcela de 14 hectáreas para instalarse en la zona con las hermanas Lauritas que instalaron una congregación que fue estatuida como vicaría de Santa Catalina por la Arquidiócesis de Caracas, sin embargo, por información del padre Luís, párroco de esta comunidad nos enteramos que eventualmente un sacerdote asistía a la hacienda para realizar el servicio dominical no obstante, la labor evangelizadora descansaba en las hermanas141. Esta información la contrastamos y luego la comprobamos en el siguiente testimonio: Cuando se hicieron las barracas, gracias a Dios, ya comenzó a venir un sacerdote que bajaba a las barracas, no me acuerdo cómo se llamaba él, pero daba misa en plena barraca, debajo de ese gran techo de la antigua alfarería. Yo no iba a esas misas porque le tenía, no sé qué cuando veía al cura que decía: pecadores… decía yo, ¿es conmigo? Le decía a mi doña: ¡no, yo no voy a ir para allá porque cada vez que voy para allá el cura me ve y me dice así y me descarga! Yo decía que me descargaba a mi… más tarde llegaron unas hermanas muy buena gente, por cierto, ellas fueron las que, medio enseñaron a leer y escribir (sic)142.

141 “Relato del Padre Luís Asalini, párroco de la parroquia San Francisco de Sales y prelado de la iglesia Nuestra Señora de Los Dolores”, entrevista realizada el 31 de mayo de 2001. 142 Pbro. Pablo González. “Testimonio de Monico”, Op. cit. f. 20.

las monjitas llegaron en el año 68, 69,70. Ellas fueron las que me prepararon porque iban a la casa y me animaban y me orientaban para que las ayudara y me acercara más a la iglesia. Recuerdo que yo les decía que me dejaran con mis santos pero nada con la iglesia. Yo era duro, yo siempre trabaje en el centro, iba a la iglesia, como no, sobretodo en Semana Santa pero no me había metido de lleno. Inclusive hoy día yo vengo a la iglesia, como no, pero muchas veces no participo, yo creo que no tengo preparación: dialogar con los demás, asunto religioso, sinceramente, no tengo ese carisma, esa semillita que el señor siembra en uno (sic)143.

Luego las Hermanas entran en contacto con los salesianos, quienes buscaban centros para su acción y práctica religiosa dentro de su misión, a la par internacionalmente se llevaban acabo acuerdos de orden religioso, tal es el caso de la conferencia de Medellín en Colombia, donde lo central era dar nuevos aires de renovación a la acción católica, y todo esto era impulsado por el Concilio Vaticano II144. Durante mucho tiempo la parroquia La Dolorita estuvo bajo la dirección eclesiástica de otras parroquias foráneas tal es el caso de la del Buen Jesús de Petare porque antes de 1993, La Dolorita pertenece civilmente a esta parroquia, también dependió de la parroquia eclesiástica Sagrado Corazón de Jesús de las Vegas-Petare, y en otro momento de Nuestra Señora de Fátima del mismo Archiprestazgo, factor que influyó para que la Arquidiócesis estudiara el caso de esta comunidad y la preocupación de sus sacerdotes que argumentaban la necesidad de “proveer en la mejor forma posible el servicio espiritual de las almas confiadas (en) solicitud pastoral”145, es cuando luego de escuchar el Capítulo Metropolitano, el Consejo Presbiterial y los párrocos de las parroquias antes mencionada, de conformidad con el Canon 1428 y el Motu Proprio “Eclesias Sanctas” de su

143 Ibidem. f. 21. 144 Ibid., f. 21. 145 Decreto de erección de la parroquia San Francisco de Sales. La Dolorita-Petare.


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santidad Paulo VI; que se autoriza la creación de esta parroquia eclesiástica que se denominó San Francisco de Sales el 07 de junio de 1979. El territorio de acción comprendió eclesiástica o los límites parroquiales son los siguientes: Al Norte: De la quebrada de Pajarito Uno, en la Fila Maestra del Ávila a la Quebrada de Ayala en dicha Fila, lindando por el lomo del cerro con las parroquias de los Caracas y Naiguatá (Diócesis de la Guaira). Al Sur: De la desembocadura de la Quebrada del Nicual en el Guaire, río abajo hasta la quebrada Jesús, lindando por esta parte con la parroquia el Hatillo. Al Este: De la Quebrada de Jesús, en la línea recta al Alto de Buena Vista o Helechal o Buena Vista a la Quebrada Pajarito Uno (Puente de Agua Amarilla) sobre la carretera vieja de Guarenas, siguiendo el curso de la Quebrada hasta la Fila Maestra del Ávila, lindando en el transcurso con la parroquia de Guarenas (Diócesis de los Teques). Al oeste partiendo de la fila Maestra del Monte Ávila por la Quebrada de Ayala, sobrepasando la autopista de Guarenas en línea resta al alto de Los Limoncitos en la carretera Santa Lucía; de allí en línea resta a la Quebrada del Nicual (lindero con la Diaconía de Guaicoco). Quebrada abajo hasta su desembocadura en el río Guaire. Estos límites unirían los siguientes conglomerados humanos: La Dolorita y sus adyacencias: Las Tapias, Hacienda Lira, La Candelaria, El Sitio, El Pico, El Limoncito. Las Filas de Mariche: Mariches, La Vuelta del Águila, La Estrella, Valle Fresco, Caballo Mocho, Carimao, Las Mercedes, Los Mangos, La Envidia, El Roble, El Alto de Tomas, Urbanización Maturín, Caserío Chaguaramos, Hacienda Altamira, Los Guayabitos, San Rafael, El Castaño, Santa Ana, Las Flores, Brisas de Chaguarama y Barrio Zumba. Urbanización Turumo y barrios de la carretera de Guarenas: Barrio Brisas de Turumo, Negro Primero, El Carmen de Caucaguita, San Isidro, Brazón, Rafael Caldera, El Milagro, El Placer de Caucaguita, Los Aguacaticos, Quintana. Haciendas o asentamientos en la Fila del Ávila: El Topo, Tacamajaco, El Encantado, Ayala, Gárate y Macanillal. Esta parroquia tendrá como labor primordial la instrucción pastoral, se venerará a Nuestra Señora de los Dolores y el templo sería la capilla ubicada en la entrada del barrio La Dolorita, se llevaba a cabo las

misas todos los domingos y se realizaban bautizos, primeras comuniones, confirmaciones, entre otros servicios comunitarios tales como cursos de corte y costura, peluquería, primeros auxilios y mecánica automotriz. Llegan los salesianos en 1979 y con ellos su acción a la comunidad, esta tarea estará encomendada principalmente al padre Luciano Costalunga: El P. Luciano Costalunga, junto con la comunidad, construyó un templo parroquial en la sede de la parroquia, La Dolorita. Más adelante fueron surgiendo un buen número (8) de iglesias, capillas y centros de reunión en toda la parroquia. Y se comienza el lento trabajo de ir construyendo comunidades cristianas en la serie interminable de barrios de esa zona marginal: La Dolorita, Mariches, Vuelta el Águila, Altos de Tomás, Las Flores, Chaguaramas, La Lagunita, Turumo, Brisas de Turumo, Negro Primero, Caucagüita, El Carmen, S. Isidro, El Araguaney, etc. Más tarde, debido a la extensión en territorio y población (más 100 mil habitantes) se dividió la parroquia para que los salesianos atendieran mejor a La Dolorita y Mariches146.

Durante este año (1979), el bote de basura ubicado en la entrada de La Dolorita, mejor conocido como el “bote de Filas Mariches”, principal basurero de la ciudad, y que había comenzado en la época perezjimenista (1948) se había convertido en un grave conflicto, se producían problemas de circulación vial, ya que el constante tránsito de los camiones transportando basura creaba sin lugar a dudas un serio caos, aunado a la contaminación causada por las explosiones de gases tóxicos que le restaban atractivo a la zona tanto para el comercio, la industria o como para la conformación de proyectos habitacionales. Ante la situación planteada, recordamos esta denuncia: Tragando humo, rodeados de basura y en compañía de indigentes se encuentra los vecinos de La Dolorita y Las Filas de Mariche… desde el año 1976 la vía se volvió intransitable por la acumulación de desperdicios

146 La parroquia San Francisco de Sales, [pagina Web en línea]. Disponible// www.donbosco.org.ve [Consulta: 2006, abril 27], p. 1.


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y chatarra de vehículos abandonados, situación que un grupo de mendigos han aprovechado para adueñarse de la zona147…

La contaminación ambiental en el área de estudio, se agravaba cuando los recicladores, (muchos de los cuales vivían alrededor del bote, como ya se ha señalado), le prendían fuego al basurero de donde salían columnas de humo pestilente, que se habían convertido en un serio dolor de cabeza para la ciudad ya que al encontrarse el basurero en el este, las corrientes de los vientos arrastraban el humo a todo el Valle de Caracas. La quema diaria de cauchos y desperdicios en el relleno sanitario de Filas de Mariche, tiene al borde de la desesperación a los habitantes de Caracas… molestias en el pecho y tos permanente son algunas de las afecciones que padecen los citadinos, por el constante humo que se respira a toda hora, proveniente de los desperdicios y la chatarra quemada… “esta situación es insostenible. Todo huele a basura y a humo todo el día. [En relación al problema en la localidad] Ya no sabemos qué hacer porque los obreros no quieren trabajar así”, explicó el dueño de una fábrica de tornillos de la zona…“se ha incrementado la inseguridad, algunos vagabundos han intentado entrar a mi fábrica”… es impresionante cómo grupos de personas caminan por el bote buscando comida, herramientas, todo los que les sea útil148…

Los vecinos padecían el delicado problema ambiental, mismo que ya había generado en algunas personas afecciones que tiendan a ser crónicas debido a los aires pestilentes cargados de derivados de las combustiones que se daban cotidianamente, sin que hasta ese momento las autoridades resolvieran esa situación. A los efectos de esto, revisemos otra nota de prensa:

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Hasta desperdicios de material médico quirúrgico han encontrado entre las montañas de basura del bote… no se cumplen las leyes ambientales y la situación empeora149…

Se consideraron muchas posibilidades entre las que estaban incrementar la vigilancia en la zona por parte de dispositivos de seguridad pública, realizar jornadas de concientización entre los “recicladores” que vivían de los residuos que por toneladas se sumaban diariamente al relleno sanitario, para capacitarles a fin de que lograran seguir viviendo de esta actividad, pero sin ocasionar la grave contaminación ambiental que generaba un perjuicio a cientos de familias de La Dolorita, Mariche y el resto del área metropolitana. Estaba agonizando La Dolorita bajo una mirada de exclusión de las autoridades, quien pagaba el precio por el crecimiento de Caracas y de su área de influencia, fue entonces cuando la comunidad organizada junto a la representación eclesiástica deciden tomar acciones que terminan cerrando el bote posterior a tres años de lucha dando paso a la apertura de una zona industrial y al crecimiento nuevamente del área poblacional. Cabe agregar el siguiente cometario: La acción pastoral de la comunidad intenta ser una respuesta a las urgencias pastorales y educativas de los barrios. Para ello se dedica a reforzar las comunidades cristianas de los sectores, a través del proyecto parroquial, para hacer de la parroquia una verdadera comunidad de comunidades. Intensifica la evangelización y la catequesis sacramental, de perseverancia y, en los últimos años, la catequesis familiar. Promueve intensamente la participación de los laicos y los grupos apostólicos150.

La contribución de los salesianos en la causa de eliminación del bote de la basura fue muy importante, y aquí se demuestra: Eso estuvo funcionando hasta ahora que vinieron los sacerdotes que hicieron una lucha, junto con todos nosotros que luchamos para sacarlo

147 Jesús Duran. (1979, septiembre 16)“Calles de La Dolorita y Filas de Mariche están colmadas de basura”: La noticia, p. 42.

149 Ibid.

148 Ibidem. p. 43.

150 La parroquia San Francisco de Sales, [pagina Web en línea]. Op. Cit. p. 2.


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porque traía muchos problemas de contaminación, colas y accidentes. Hay que decir que sobre todo el P. Luciano se movió mucho porque donde se mete un sacerdote y dice: esta es así y es así, y dice y hace, las cosas y las cosas se les cumplen, gracias a Dios. Entonces por medio del P. Luciano, Dios le dé salud, muy buena persona, hizo que se sacara el bote después de dos o tres años de esfuerzo (sic)151.

La Dolorita recibe oxigeno, donde una vez fue el bote de basura de Caracas hoy descansa el polideportivo de la zona, los habitantes que una vez custodiaron el relleno sanitario continúan su tarea pero esta vez resguardando el centro deportivo, que se debate entre el ejercicio y el delito organizado. Continuamente señalan sus habitantes, que sienten cuando el piso de la cancha deportiva se extremese producto de las explosiones de gases tóxicos y de pronto por alguna grieta del piso se asoma una llamarada difícil de apagar, gracias a la acumulación de gas metano, que pervive como un recuerdo del pasado reciente. En referencia al planteamiento anterior Hilda Carmona explicita: La juventud deportiva del municipio Sucre del estado Miranda rechazan la invasión de los terrenos ubicados al lado del campo de fútbol del polideportivo Mariches-La Dolorita, por parte de grupos de vecinos de la misma comunidad que se han dado a la tarea de levantar ranchos en el lugar… Se trata de terrenos no aptos para ser habitados y que aún contienen gases producto de la descomposición orgánica, púes allí funcionó un relleno sanitario. Con esta acción se ven afectados más de cinco mil deportistas de la zona que regularmente usan esas instalaciones, por cierto una de las mejores de Miranda y la única en su dimensión en Sucre. No queremos que se repita la triste historia del estadio de Palo Verde construido para los Juegos Panamericanos de 1983, semidestruido hoy por la acción de quienes invadieron en su entorno. Los deportistas petareños… solicitan… que impidan este crimen contra el deporte y protejan las vidas de quienes invaden, en especial los niños152. 151 Pbro. Pablo González. “Testimonio de Monico”, Op. cit. f. 22. 152 Hilda Carmona. (2000, marzo 24). “Juventud petareña rechaza invasión del polideportivo MarichesLa Dolorita” en: Últimas noticias, p. 54. Es importe señalar que la invasión no se detuvo y nació un nuevo barrio alrededor del polideportivo, quienes colocaron tomas de gas ilegal del subsuelo

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Se agotó La Dolorita, que una vez fue vista junto a Filas de Mariches como centro de expansión de los problemas de Caracas, y la salida del bote señala hacia donde observa el Estado que está la solución, nace un nuevo depósito de seres humanos, otra solución provisional del excluido y junto él se van los desechos sólidos de la ciudad, la nueva área está en Los Valles del Tuy y el nuevo relleno sanitario será “La Bonanza”, antiguo ingenio azucarero de Caracas153. Pero como las dificultades no desaparecen de un todo, en este mismo orden de ideas se puede citar, el presente artículo que nos presenta un nuevo problema: Mariche quiere mejorar y prosperar, y así lo demuestra la cantidad de empresarios e industriales que escogen esta zona para instalar sus fábricas o exhibiciones de muebles, pero los vendedores de cochino, que están en la entrada de Filas de Mariche, sector Vista Hermosa, no sólo afectan y espantan a los clientes, comentan empresarios y vecinos, sino que además están ocasionando un problema de salud pública, ya que estos inescrupulosos expendedores de cochino en plena vía pública matan al animal y cuelgan las piezas al aire libre, expuestas a todo tipo de contaminación, y por si fuera poco arrojan tripas y desperdicios hacia Palo Verde, que en algunos sectores obstruyen las cloacas. Toda una cochinada. Tanto la Alcaldía de Sucre como Sanidad conoce de estos abusos arbitrariedades pero nada se hace. No se trata de dejar sin una fuente ingresos a personas de pocos recursos, sino de alentarlos en asumir acorde con el sector y, por supuesto con las leyes y ordenanzas154.

Los mismos vecinos comienzan a quejarse de otro grave problema ambiental, esta vez serán los criaderos de cerdos y pollos que no contaban con las instalaciones adecuadas ni con las normas de salud a la que tenían derecho los habitantes de la localidad, y así evitar que se propagara el

del polideportivo y entre las marcas sociales, se pudo observar durante una visita de trabajo de campo cómo en una de las ventanas, de una precaria vivienda, estaba colocado el antiguo letrero que una vez se enclavó en el suelo del polideportivo y que dice “no excavar”. 153 Cf. Diógenes Molina. Op. cit. pp. 41-50. 154 “En Vista Hermosa, tripas de cochino lanzan hacia Palo Verde”. (1996, febrero 02). En: Periódico Mariche, Nº 30, p.4.


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deterioro del nivel de salud por este tipo de focos de contaminación, que hasta la fecha habían pasado desapercibidos por las autoridades en turno. No obstante, a estas situaciones se facilita el área para nuevas industrias, comercios, se abre camino al establecimiento de nuevas comunidades que consiguen en este lugar una oportunidad habitacional cercana a la metrópolis. Pero contrariamente a la acción pastoral que se venia realizando en el área de estudio, es significativo comentar que también se han dado enfrentamientos y diferencias, entre el clero y los habitantes por la propiedad territorial y el uso del espacio, situación que reflejamos durante la fundación del barrio 12 de Octubre de La Dolorita donde un grupo de ciudadanos decide ocupar ilegalmente un terreno, cuya propiedad se la adjudicaban los sacerdotes Salesianos, en la misma tónica revisemos el siguiente argumento:

Los ocupantes resolvieron organizarse nuevamente y nombrar una comisión para realizar todo tipo de experticias con la finalidad de apropiarse del terreno y ese mismo instante le colocan al futuro barrio el nombre de 12 de Octubre, este mismo grupo se subdivide y toman como misión enviar a unas siete personas a Caracas con la finalidad de hablar con el entonces gobernador Said Raydan el cual optó por detener la supuesta orden emitida por los sacerdotes, mientras que el otro grupo se dedicó a investigar en el Tribunal del Primer Circuito, del Ministerio de Hacienda, la propiedad de las tierras, lo cual arrojó el siguiente resultado:

[Xiomara Guánchez, responde a una interrogante planteada por Teolinda Bolívar, CÓMO SE FUNDÓ EL 12 DE OCTUBRE]. Un día, 9 de octubre, me encontraba en la casa de mi madre y mi hermanas me dicen que un grupo como de sesenta (60) personas que vivían alquiladas y otros con sus familiares iban a invadir un terreno que pertenece a unos padres. Como yo y mi hermana vivíamos con mi mamá en casa decidimos unirnos al grupo de personas y somos invasoras del terreno en La Dolorita hacienda Lira, el cual hoy en día es nuestro barrio 12 de Octubre. El terreno no tenía dueños para el día 9/10/87. En número de 62 personas tomamos el terreno. El día 11 llegó la Guardia Nacional de Maripérez y tumbaron todos los ranchitos que con gran esfuerzo habíamos hecho. Yo llamé al guardia que estaba al mando y le pregunté que quién daba la orden de tumbar y llevarse a 12 personas detenidas por rancheros. Decidimos un grupo de personas ir al Comando para que nos explicaran quién daba la orden de ese de desalojo. Eran los supuestos dueños del terreno155.

155 Teolinda Bolívar (Comp.). Hacedores de ciudad. (Xiomara Guánchez una experiencia amarga superada). Caracas; Fundación Polar/ Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UCV, 1995, pp. 97. El uso de las mayúsculas en la pregunta son originales y en el texto no se observaron signo de interrogación

…el terreno… había sido hipotecado por 20 años por el Banco Agrícola y en el 90, al no pagar la hipoteca, pasaba al Fisco Nacional del Estado. Le compramos copia al tribunal del documento y les pedimos a los curas su escritura de propiedad sin que supieran que nosotros teníamos los verdaderos documentos. Ellos nos dieron una cita para presentar los documentos de propiedad, le pedimos copia para compararlos con los nuestros, desde entonces les cerramos sus planes: nos pidieron que les dejáramos una parcela de 300 metros de frente para hacer un centro médico asistencial, y como la beneficiada es la comunidad les dejamos 300 metros para el centro156.

Realizaron el acuerdo, y los ocupantes recibieron apoyo tanto de la Gobernación del estado como del presidente del Concejo Municipal, expresándose estos favores en servicios de aguas blancas, canalización de las negras y posteriormente pavimentación de las calles. En estas mismas circunstancias la parroquia eclesiástica, continúa creciendo y funciona como eje de la comunidad ya que en sus instalaciones producto de donaciones nacionales e internacionales funcionaban programas de Educación Religiosa Escolar (ERE), programas de capacitación para trabajo, espacios sociorecreativos, espacios que pertenecen y unen a la comunidad organizada de la zona. Se debe destacar que la parroquia cuenta con un tríptico de divulgación o periódico parroquial donde los miembros de la comunidad escriben sus inquietudes, está a la disposición para el anuncio de las conmemoraciones litúrgicas o populares.

156 Ibidem. p. 99.


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Dentro de las actividades litúrgicas más importantes que se celebran en parroquia están la fiesta de San Francisco de Sales, la de Nuestra Señora de la Dolorosa, María Auxiliadora, la Semana Santa, la de San Juan Bosco, Cruz de Mayo, fiesta del día de las madres entre otras. Y dentro de las fiestas populares la quema de judas, Celebración de aniversarios, bodas, bautizos, primeras comuniones, confirmaciones, marchas de la fe. Otro aspecto importante de señalar es que dentro de la comunidad existen varias agrupaciones musicales y grupos folclóricos que trabajan interrelacionados con el centro social que funciona en la iglesia y la música es variada sin embargo, quedan grupos como Gueluz del señor Adolfo Guevara promotor social de la comunidad y que se dedica al joropo tuyero lo que recuerda la relación que un día existió entre La Dolorita y los Valles del Tuy. En lo tocante, a la historia musical de La Dolorita, Guevara nos notifica:

ruido que se producía con los ensayos afectaba a los vecinos de ese sector” y en segundo lugar los músicos se enfermaban por el polvo producto de la llegada del transporte al Terminal, esto sucedía cada media hora, ya que durante esa época, se contaba con unos automóviles de cinco puestos que actuaban como “por puestos” y cobraban Bs. 1158. Pero como todo comienzo es difícil, esto no escapó a los futuros integrantes del grupo “Los Juveniles”, quienes no sabían tocar los instrumentos, les costó iniciarse y mantener la constancia. Ese mismo año en diciembre, montaron sus primeras piezas entre las que recuerda el señor Guevara; “Niño lindo”, “Pascua florida” (su primera composición), “Casta paloma”, y “Fuego al cañón”, melodías que se fueron acoplando con las prácticas, sin embargo, esta agrupación presentía la llegada de un nuevo problema al ir formalizando su presencia escénica, no contaban con un cuatrista, ni con un arpista, lo que les llevó a indagar nuevamente a la comunidad resultando en la presencia de don Marcos Oropesa hábil con el cuatro y el arpa, y con el Sr. Félix, conocido en el barrio como el amigo Félix, pero ninguno de los dos quiso integrar el grupo, sólo aportaban su colaboración y experiencia entre los novatos. Al fin llegó la gran parranda navideña de Petare frente a la iglesia y el grupo es invitado a participar, se reunieron Bs. 13 entre los integrantes y se le propuso al Sr. Félix que los acompañara, y este aceptó, quedando el barrio en 5º lugar, el segundo año ya con más experiencia y nuevos integrantes entre los cuales se recuerda; a Godofredo García, Alirio Yapere, Cheo Navas, José Linares, Jesús Ramos, Yolanda Casanova, Daría Cedeño, Eulogia Gómez, Cecilia Ruiz, Rosa Reverón, Domingo Noda, Yoleida Fuenmayor entre otros. Alcanzaron un sitial de honor, recordando que el grupo funcionó dos años y dos meses de arduo trabajo, produciendo importantes cantantes que se fueron a diversas agrupaciones y codiciados furreros, cuatristas, tamboreos y muy buenos promotores culturales. Es digno señalar que el grupo en sus dos años, realizó presentaciones en diversos canales de televisión del país tales como Venevisión (canal 4), el canal 5, Radio Crono Radal, Parque del Este, Don Bosco y todas las misas de diciembre fueron cantadas por esta agrupación, posteriormente

El 17 de octubre de 1967, en un terreno ubicado al lado de la casa de la señora Mercedes Mora, donde actualmente funciona la cancha del centro juvenil La Dolorita, nace la idea de formar un grupo musical, el objetivo de la misma era participar en la misa los domingos, la cual se celebraba en ese mismo terreno (algunas veces) en un galpón donde funciona actualmente el Liceo Mariscal Sucre… comenzamos a buscar muchachas y muchachos para formar dicho grupo musical (conseguir los integrantes fue bastante difícil ya que para esta fecha la comunidad solo contaba con 25 familias), ese mismo domingo …nos reunimos en la calle Los Mangos (Casa de Lorenzo Villanueva)… después de proponer varios nombres quedó por unanimidad “Los juveniles” integrado por Giovanni Rodríguez, Ezequiel Cabrera, Domingo Hernández, Said Durán, Deivi Durán, Héctor Padrón, Fabián Ramón Toro, Idelfonso Lima, Rafael Toloza, Melvi Fuenmayor y Adolfo Guevara (director)157.

El instrumental musical fue comprado gracias a una colecta y para los ensayos se utilizaban los pasillos del Terminal, el cual estaba en construcción; situación apremiante que se retrataba en dos situaciones; en primer lugar “el 157 Adolfo Guevara. (1996, febrero 02). “Historia cultural de La Dolorita”. En: periódico Mariche, año II, Nº 31, p. 4.

158 Ibidem.


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los instrumentos pasaron a un grupo relevo “los Hijos del Pueblo”, hoy patrimonio cultural de la parroquia La Dolorita. Existen otros grupos dedicados a la cultura popular en la zona; la Banda 72, Estrellitas, Son Cuatro, el coro de la iglesia San Francisco de Sales, la estudiantina del Liceo Mariscal Sucre entre otros. Sin duda alguna, la presencia de la comunidad religiosa es uno de los factores que ha propiciado el crecimiento socio-comunitario de la zona y acciones como la de protestar el bote de basura y junto a ella el conjunto de estrategias que utilizaron, formaron una mayor unidad entre la comunidad civil y la eclesiástica.

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Capítulo 3 La crisis y movilizaciones en los años cincuenta y su impacto en el modo de vida rural en La Dolorita

El presente capítulo pretende constituir un nuevo aporte al estudio de la compresión de la historia de La Dolorita ya que el mismo expresa la situación socioeconómica de la comunidad doloritense, pero no como unidad aislada sino dentro del cuadro del área metropolitana de Caracas. Por otra parte, se espera que esta sea la apertura de una línea de investigación en la que se aspira acompañar a los entes académicos y de gobierno metropolitano que hacen vida en lo que una vez se llamó “La Gran Caracas”. En especial, La Universidad Central de Venezuela con la Facultad de Humanidades y Educación y su postgrado en Historia de Venezuela Republicana para la cual se presenta este trabajo ya es reconocida como un verdadero valuarte en la promoción de los estudios geohistóricos y de historia regional y local. A.- La crisis del modelo agrario de ocupación en La Dolorita, a partir de los nuevos indicadores de producción y consumo. La contaminación de ríos, riegos y tierras. La historia de La Dolorita con sus barrios, no es muy diferente a la de otras localidades dedicadas al agro de nuestro país, subordinado del mercado externo y atrapado en el progresivo deterioro de los precios de los productos primarios. Derivación esta, de las políticas de crecimiento hacia fuera


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adoptada por los países latinoamericanos una vez lograda la independencia como una estrategia de inclusión en el mercado internacional. Muchas haciendas se mantenían infructíferas, ya que la hacienda como unidad de producción fue inoperante en Venezuela, en vista de la práctica primaria con que contaba, el uso de la mano de obra libre que creó una crisis de rendimiento concebida por Maza Zabala como una: Circunstancia necesaria de la lucha entre factores tradicionales y los del cambio entre la expansión de las fuerzas productivas nacionales y las condiciones históricas que las frenan y las desvían de sus causas de desarrollo159.

Por otra parte, la baja capacidad para competir en el mercado internacional, para el cual los productos venezolanos (cacao, café y caña de azúcar entre otras) eran más lujosos que de primera necesidad, sobre todo en un mercado donde predominaba la demanda de materia prima para la elaboración de manufacturas. Por otro lado, las constantes guerras intestinas que sufriera Venezuela durante el siglo XIX contribuyeron a la crisis de productividad agrícola. En este sentido se pude citar el siguiente testimonio de la obra de González que nos ejemplifica lo antes considerado: …me ganaba la vida con los animales en la casa, tenía gallinas, cochinos, que se vendía un pollo a cinco reales, una gallina a dos bolívares, un cochino hasta en siete bolívares, yo siempre desde muchachita tenía mis animales en el patio, vendía huevos, y me compraba mis zapatitos, antes sí era barato, ahora un zapato vale un negro con su cachimbo… ( sic )160.

De esta manera, las haciendas pasaron a ser espacios de descanso por algunas personas pudientes, mientras que la población netamente rural la asumió como la actividad económica de subsistencia, dependiente de los latifundistas de la zona. 159 Domingo Felipe Maza Zabala. Venezuela una economía dependiente, Caracas; Fondo Editorial del Instituto Antonio José de Sucre, 2ª edición, 1987, p. 77. 160 Pablo González. “Testimonio de María, llegó a la zona en 1929, pertenece al grupo de los conuqueros”. Op. cit. f. 8.

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Apunta Ramón Velásquez con relación a lo antes señalado: Ni la independencia, ni la federación pidieron liquidar el tradicional alineamiento de las clases económicas que eran los terratenientes, dueños de hacienda y de hatos, el comercio importador y los altos funcionarios. Luego un artesanado muy débil y finalmente un campesinado en la ruina, analfabeto y miserable. Es el petróleo en los años 20 el que liquida esta alienación de clases. El que transforma a estos campesinos en los primeros y verdaderos núcleos de obreros de una industria, el que determina la aparición de la clase media y modifica la mentalidad de sectores de la burguesía… y ese mismo hecho económico es el que permite la aparición de las nuevas corrientes políticas e ideológicas en un país. No era posible dentro de aquella Venezuela feudal, dentro de aquella Venezuela de caudillos regionales y de una agricultura y una ganadería tan atrasadas que existiera el juego democrático. Va a tener que ocurrir esta crisis, que determinará el cambio de la estructura clasista del país, el cambio del sentido de su economía para transformarse en minera y exportadora161…

A partir de 1922, con el estallido del pozo petrolero Barrosos II, como evidencia insoslayable de los depósitos de hidrocarburos en el subsuelo venezolano, se adelanta el camino hacia la modernización de Venezuela y con ella el cambio de la vida del venezolano, las áreas agrícolas dejan de ser productivas y se fueron abandonando, sus habitantes se vieron obligados a buscar nuevas formas de trabajo para subsistir, el trabajador del campo se convirtió, producto de la modernización, en mano de obra barata para las compañías que comenzaron a surgir, tuvo que renunciar a todo lo que hasta el momento había sido su patrón de vida, quedó sin arraigo y reiteradamente a costa de quienes controlan la gran ciudad. En contraste a lo antes expuesto citamos otro relato obtenido del trabajo de González el cual se remonta a un pasado cercano de La Dolorita: Antes no había carros, ni nada de esa vaina, había que ir cuando mucho en burro o en mula… uno salía a las cinco y llegaba a las nueve. Pero nos gustaba

161 Ramón J Velásquez. Crisis, responsabilidades y salidas, Caracas; Ediciones UCV- FACES, p. 114.


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caminar, sobre todo hacíamos paseo a los cerros, salíamos a las cuatro de la mañana y llegábamos a las seis y media… Mira yo conocí a Punto Fijo en 1929, yo venía de la Colonia Tovar, tenía 11 años, había haciendas de café, yo trabajaba recogiendo café, si trabajaba un día y me pagaban tres bolívares diarios, los precios eran excesivamente baratos, un kilo de caraotas 4 centavos, un papelón 4 centavos, las carnes 2 bolívares, sin excepción no había clasificación, una pata de ganado valía tres lochas (sic)162.

La proximidad de la Dolorita con la capital de la República la hizo beneficiaria de las contradicciones que se estaban apreciando en su seno, puesto que todo aquel que quería mejorar su calida de vida se venía a Caracas en busca de empleo y de constituir sus hogares en las zonas contiguas a la ciudad163. Hecha la consideración anterior explica Carrera Damas: El impacto del factor dinámico petróleo, canalizado a través del Proyecto Nacional de la clase dominante, en cuanto este implica centralización nacional del poder, ha estimulado una dinámica regional susceptible de interpretaciones. Algunos de esta materia hablan de desajuste o desequilibrio del sistema regional, y desarrollan al respecto trabajos sin enjundias… [con todo, el autor expresa], que desde el punto de vista del sistema regional, lo que se produce bajo el impacto del factor dinámico petróleo no es otra cosa que la acentuación de la tendencia histórica al predominio de la provincia de Caracas. El factor dinámico petróleo agudiza y hace avasalladora y

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definitiva la tendencia al predominio de la provincia de Caracas, fundada esta tendencia en una serie de factores históricos164.

Las propiedades que antes habían sido la fuente de apoyo de estos emporios, con sus producciones de café, ahora eran traspasadas y parceladas para la edificación de zonas industriales y residenciales, las industrias instaladas en el Este pronto comienzan a crear problemas hasta ahora desconocidos, problemas de orden urbanístico, demográfico y ecológico, debido a que los obreros de las compañías requieren de residencias cercanas a sus centros de empleo, ejemplo de esta situación lo observamos en la imagen de uno de los ecocidios, que ha sufrido la zona limítrofe entre La Dolorita y Mariches, producto de las invasiones (ocupaciones ilegales). Como puede apreciarse y de acuerdo con el siguiente relato del Sr. Adolfo Guevara, quien vino para trabajar en una bloquera ubicada en esta área, recogemos su impresión y podemos imaginar el área que encontró, el lugar era muy hermoso, rodeado de manantiales, aves y árboles frutales de naranja, mandarina, aguacate y una buena producción de café. Esto era muy lindo uno se bañaba en la quebradas…era un campo, por aquí pasaba una quebrada, había árboles grandísimos, pájaros, mulas, esto era un paraíso165. Esto era prácticamente una hacienda, esto era una montaña que tenía árboles grandes, en la parte baja había sembradíos… Me cuenta mi mamá que los primeros habitantes empezaron a hacer conucos, a sembrar maíz, yuca, frijoles para sustentarse… esto era muy lindo uno se bañaba en la quebrada…166.

162 Pablo González. “Testimonio de María”, Op. Cit. f. 8. 163 Cf. Roberto Briceño León. “Hilos que tejen la vida social”, en: Venezuela siglo XXI, Caracas; Fundación Polar, pp. 125-152. Consideramos importante realizar la siguiente aclaración; pero importante recordar que la estructura social de comienzos de siglo en la producción rural y de cultivos se regían bajo tres modalidades, la hacienda con su labor semifeudal en sus forma de medianera, o terceria, el hato de peones y la finca familiar. También podían encontrarse en las haciendas distintos grupos sociales, entre los que cabe mencionar los campesinos, cuya función era trabajar la tierra de manera familiar y en forma cooperativa, los arrendatarios también campesinos pero estos le pagaban al dueño de la tierra el derecho pos usar su terreno, otorgándoles la tercera parte o la mitad de la cosecha, de manera general se pagaba con el producto que se cultivaba, y los dueños de hacienda, además de tener el mando y el control por intermedio de un capataz (persona que administraba y era de confianza), que tenía entre sus virtudes el saber leer y escribir para poder ofrecer las cuentas del negocio.

164 German Carrera Damas. Una Nación llamada Venezuela, Caracas; Editorial Monte Ávila, 1983 p. 154. 165 “Relato de Adolfo Guevara, 40 años viviendo en la calle principal de La Dolorita, es de la generación posterior a los invasores, es promotor social y lo entrevistamos en la Alcaldía del municipio Sucre, redacta en la actualidad una memoria del barrio para la Junta Parroquial”. Entrevista realizada el 3l de mayo de 2001, p. 1. 166 Ibidem. pp. 1-2.


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Entre los años 60 y 61 se acrecentaron las invasiones y la construcción de ranchos en la zona, la Guardia Nacional los tumbaba y la gente los volvía a levantar. Como no había electricidad la gente compraba grandes cantidades de cable y se robaba la luz de La Dolorita y el agua también se tomaba de allí, las compras las hacían en Petare, no había servicios, “la luz la tomábamos de los pocos postes alrededor de la fabrica, esto era un entramado de cables”. Con la organización vecinal y el apoyo del entonces Concejo Municipal se fueron mejorando los servicios, primero la canalización por tubería de aguas blancas, que llegó en 1964, hasta ese momento el agua consumida en la zona era producto de manantiales y nacientes. Destaca González después de las consideraciones anteriores: Teníamos el chorrito, teníamos un pozo que se llamaba el pozo Genaro, teníamos el pozo Cenizoso que estaba detrás del actual dispensario. Ahí estaba un manantial y pa`riba donde llaman La Ensenada había otro pozo que era donde mi mamá lavaba y cargábamos agua en lata (Monico). Mis muchachitas iban a buscar agua allá en el dispensario. Allí iban a buscar, en un charcón y de ahí bombeaban agua con bomba. Ahí iba todo el mundo a buscar agua. Esa agua era para todo el mundo. También había en el Chorrito pero muy poca y quedaba más lejos. Por ese chorrito de agua es que llaman a ese sector “El Chorrito”. Por debajo de una hacienda de guamos, cambur, naranjas (sic)”167.

Las escuelas surgen desde la llegada de los damnificados a la zona, ubicándola en las barracas (antigua bloquera) y espacio concebido por los representantes del gobierno de Wolfgang Larrazabal para reubicar a los perjudicados por las lluvias en Caracas, esta se construyó con materiales de desecho, en este mismo orden y dirección se apunta: En las mismas barracas esas… habían piezas, allí estudiaron mis muchachas. Les pasaba la zanja de porquería por todo el medio. En la escuelita había hediondez que no se aguantaba (…) la escuela la hicimos en “fajinas” en

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las que el Gobierno traía materiales y los vecinos trabajamos los sábados (sic)168.

Las barracas construidas por Larrazabal se mantuvieron por 15 años más, como evidencia que respaldan la ineficacia e ineficiencia de los gobiernos que le continuaron en relación a la situación habitacional. Comenzó, entonces, el estallido demográfico y la manifiesta inhabilidad del Estado Nacional para crear un proyecto urbanístico que presintiera el futuro de las ciudades en concordancia con su paisaje y con las carestías de su población. En este propósito, Héctor Malave Mata considera: El siglo XX es petróleo. También presión política, crecimiento de la burguesía importadora, la comercial, la industrial y financiera, decadencia de la riqueza territorial agraria y surgimiento de la riqueza territorial urbana… hay crecimiento pero no desarrollo169.

Por lo tanto, el cambio urbano que se originó en la ciudad fue impetuoso, como lo apuntó Lorenzo González citado por Villarroel “nunca se pensó que Caracas sería la capital de un país y que sitios como Petare… pasaran tan rápidamente a formar parte del área metropolitana”170. Señalamos que La Dolorita se conecta con la ciudad bajo la visión de un desarrollo del parque automotor, demostrado con la construcción de la carretera Petare-Santa Lucía y su conexión con la Cota mil o autopista Boyacá, a partir de las cuales comienzan a establecerse urbanizaciones foráneas sin conexión de unas con otras como La Miranda, Guaicoco, y Palo verde también surgen nuevas barriadas de ranchos, y los alrededores de La Dolorita comienzan llenarse de inmigrantes.

168 Ibidem. “Testimonio de Isidoro”, f. 17. 169 Héctor Malave Mata. Formación histórica del antidesarrollo de Venezuela, Caracas; Editorial RocinanteFondo Editorial Salvador de la Plaza, 1974, p. XIX.

167 Pablo González. “Testimonio de Monico e Isidoro”, Op. Cit., f. 16.

170 Yetzy Villaroel Peña. Elementos metodológicos y teóricos para abordar el estudio de los barrios del municipio Antonio José de Sucre, Caracas; Centro de Historia de Petare/ Fundación José Ángel Lamas/ CONAC, 2005, p. 20.


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[Relato de Carmen Martínez]: Esto era una especie de hacienda, todo era puro monte, habían pocas familias, la adquisición de terrenos se hizo a través del Consejo Municipal… el agua se cargaba de los bloques que están cerca (Lira), la electricidad era robada de los postes a través de cables improvisados, el gas lo llevaba un camión los jueves, no teníamos cloacas, habían letrinas… habían conucos de maíz, de yuca y caraotas… Donde está el liceo era la fábrica de bloques… los nuevos habitantes llegábamos en la noche, picábamos el terreno y construimos ranchos, en la mañana llegaba la Guardia Nacional y nos los tumbaba, al día siguiente se volvía a empezar, no fue algo organizado, lo hacíamos por necesidad, y nos corríamos la voz, entre familiares y amigos, de que habían terrenos disponibles para uno levantar su casa (sic)171.

Esto originó un crecimiento desbocado de la zona y que redujo en un principio las posibilidades de organización administrativa, en La Dolorita el desarrollo no fue secuela inmediata del espacio y la evolución propia de sus habitantes, sino por el compás apresurado que asigna el advenimiento masivo de personas como derivación de los servicios públicos, la vialidad y el transporte, que se perfeccionan después que la gente ya está asentada. Como consecuencia de esto Diego Bautista Urbaneja explica: La producción y el intercambio económico se intensificarían la inmigración aumentarían las vías de comunicación se multiplicarían las barreras geográficas serian dominadas, la implantación de la burocracia estatal trascurriría, todo en un proceso acumulativo de creciente complejidad y diferenciación, que haría pasar a la sociedad a etapas mas adelantadas de evolución social. Como consecuencia, las aptitudes políticas del venezolano medio se modificarían en un sentido progresivo y se podría entonces pensar en pasar a formas más adelantadas de orden político.172

Y es que el país fue estimulado hacia el progreso sin estar preparado para adjudicarlo, sin haber concurrido el proceso previo de cambio social y modernización política. De esta manera viejas haciendas como La 171 “Relato de Carmen Martínez, 36 años viviendo en la zona”. Entrevista realizada el 8 de enero de 2001. 172 Diego Bautista Urbaneja. Op. cit. p. 56.

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Dolorita pasaron a servir de asientos a las migraciones internas y externas no controladas que se fueron originando durante mediados del siglo XX accediendo a lo que hoy conocemos como barrios. En las propiedades de la añeja hacienda Turumo con sus concernientes posesiones se encuentra hoy La Dolorita, primero barrio hoy parroquia. Para ilustrar lo antes expuesto, Blanco Muñoz indica: La ciudad, sin embargo, no es sólo sinónimo de riqueza; hacia ella se desplaza en determinados momentos la pobreza tradicionalmente relegada al campo. De ese modo, en muchas oportunidades la ciudad llega a ser portadora de un considerable caudal de miseria, la cual es debidamente limitada en cuanto a sus posibilidades de expansión urbana. La pobreza, además, históricamente ha experimentado reubicación y reacomodos geográfico-espaciales, según los intereses de las sectores dominantes y según las propias alternativas de subsistencia a que se ha visto sometida. Es por ello, que no puede enfrentarse la oposición ciudad-campo como una simple contraposición entre dos medios geográficos de distinto acondicionamiento. Es necesario ubicarlo como un fenómeno histórico ligado al desarrollo de las clases sociales y la propiedad privada.173

Esta descarga demográfica que se emprendió en los años 20, se acrecentó en los años 50 y 60, tuvo su mayor impacto a finales del siglo pasado sin embargo, aún no ha concluido; lejos de haber sido enmendado el problema de aglomeración generado, se le fueron adicionando nuevos inconvenientes, falta de asistencia básica, incertidumbre, exclusión, que hacen hoy muy dificultoso la vida en la comunidad. Contrariamente a lo ya señalado, recordemos el ecocidio “legal” que afectó a Mariches y al sector Las Tapias el 1991, cuando destruyeron veinte hectáreas para vender los terrenos por lotes, situación en la cual se vieron involucrados importantes políticos del país: Apreciemos la nota de Carolina Páez: Mariches ha sido víctima de un crecimiento desaforado. Se han construido muchos desarrollos que no coinciden con la realidad del sistema… Lo que

173 Agustín Blanco Muñoz. Oposición ciudad-campo en Venezuela, Caracas; FACES, 1980, pp. 18-19.


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está sucediendo en el sector Las Tapias [antigua hacienda cafetalera], es un claro ejemplo de ello y tan solo una muestra de lo que está padeciendo este municipio foráneo, donde las deforestaciones y los movimientos de tierra sin previo estudio parecieran haberse convertido en una constante. Allí, en ese mismo sector, Las Tapias, pasando el barrio 17 de diciembre, centenares de árboles inmensos, frondosos, han sido sacrificados par dar paso a galpones improvisados174.

Según el testimonio del Sr. Edgardo San Juan, citado por Páez vecino del sector, se efectuaron muchas denuncias ante las autoridades responsables con la finalidad de detener la tala no obstante, la situación se agravó al conocerse que el permiso para la depredación se le había otorgado al hijo del ex presidente Jaime Lusinchi: Exponen los informantes con relación a lo ya tratado: ¿Quién es el responsable de este ecocidio?, [preguntó como puede observarse en la nota de prensa ]… se trata de Héctor Lusinchi, hijo del ex presidente Jaime Lusinchi, quien al parecer no sólo está haciendo negocios con la madera de los árboles, sino que una vez desforestado, pretende vender los terrenos por lotes. Los informantes prefirieron el anonimato y afirmaron sin titubeos que el hijo de Lusinchi está acabando con el ecosistema. ‘Él es dueño de los terrenos y él es el responsable de los que está sucediendo’175.

Del mismo modo, es importante indicar que estos terrenos se habían convertido en repositorio de escombros y que la comunidad en reiteradas ocasiones se organizó para cerrarlo, pero se volvía a abrir, un aproximado de 200 camiones cargados circulaban a diario por el sector, causando fracturas en la carretera, pero también se debe precisar que cada camión pagaba por 200 bolívares por depositar allí los escombros, de los cuales el dueño del nuevo “bote”, no quiso aportar nada para la recuperación de la vialidad. Para constatar, la exposición anterior revisemos el caso del sector Las Tapias (antigua Hacienda Las Tapias):

174 Carolina Páez, (1991, junio 11) “Mariches está siendo victima de un ecocidio”. En El diario de Caracas, s/p. 175 Ibidem.

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Hace mucho tiempo, la entrada de Las Tapias era el sitio de convergencia natural de varias quebradas, y el agua cruzaba la carretera por debajo de ésta rumbo al sector El Chorrito, por una tubería de casi dos metros de diámetro, pero con la deforestación y los movimientos de tierra que se hicieron este desagüe se fue tapando hasta desaparecer. Ahora cuando llueve, ya no son quebradas sino ríos de agua y tierra los que buscan cause sobre la carretera, convirtiendo a la recta de Las Tapias en una trampa caza vehículos. Allí el lodo se encarga de dejar pegados, hacer colear o dejar empantanados a cuanto auto intente pasar, causándose así numerosos incidentes y accidentes perturbadores del buen funcionamiento necesario para una zona de tanta importancia como los es Mariche176.

Como podemos observar, este problema se reduce ante la posibilidad de que Caracas, perdiera otro pulmón natural y que los escombros arrojados sobre ríos y quebradas obstruyan el paso de las mismas, originando desastres de grandes magnitudes. B.- El progresivo empobrecimiento agrícola de La Dolorita y su nueva utilidad como territorio de expansión urbana en la ciudad de Caracas. El abandono histórico de políticas de tierras urbanas admitió el avance de un mercado especulativo del suelo que se hizo cada vez más abrupto para la gran masa poblacional del país que se concentró en las ciudades. Por ello, quienes no tenían recursos para obtener una propiedad, adquirir una construcción vieron en las invasiones de propiedades baldías privadas o públicas la solución a sus problemas habitacionales. Así nos lo confirma el Sr. Chucho fundador del barrio La Dolorita: Me acuerdo que con las invasiones le quitaron la propiedad al Sr. Alfaro, la hacienda Refugio, que era de los Rodríguez. Todas estas tierras fueron invadidas, y el Consejo tuvo que comprarlas. Habían dos haciendas La

176 Fermín Sandoval. (1993, agosto 13). “Una recta muy peligrosa, Las Tapias”. En periódico Mariche, p. 6.


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Dolorita y el Refugio, y la hacienda Lira, que no había sido invadida, Las Tapias la invadieron una parte (sic)177.

Como expresamos anteriormente, los primeros barrios son conformados por habitantes que proceden de zonas donde lo preponderante es la ausencia de empleo y políticas habitacionales dignas. Estas personas por pertenecer a las clases más desposeídas socio-económicamente, se encuentran, en su gran mayoría, impedidas de adquirír residencia mediante una compra-venta o en calidad de alquiler en la ciudad o una fracción de terreno para construirla. Sobre la base de lo ya conocido señala Brito Figueroa: El campesinado es uno de los agrupamientos sociales más afectados por el proceso de cambio, en su estructura y en su morfología. Estos cambios (determinados por el desarrollo del capitalismo en el sector agropecuario, por la especulación financiera de la tierra, la crisis de la economía agrícola tradicional y las repercusiones de los fenómenos de urbanización) reduce la significación cualitativa del campesinado en la estructura social de Venezuela contemporánea178…

El valor de la propiedad de la tierra, bien sea pública o privada, nos permite diferenciar entre los barrios conformados por razón de invasiones y aquellos que no. Tampoco existe una única forma de usurpación de los terrenos que ulteriormente se convertirían en zonas populares. Muchas son propiedad privada y otras propiedades públicas o en proceso de negociación, pero el calificativo común es que son terrenos improductivos, que aunque tienen un dueño se encuentran abandonados sin ningún tipo de beneficio. A propósito de esta situación examinemos este planteamiento: Para cuando esta gente empezó a llegar [invasores], ya la agricultura se había eliminado casi totalmente, la mayoría de la gente estábamos trabajando el “día de trabajo”, salíamos para Petare y Caracas. Igualmente los que estaban

177 Pablo González. “Testimonio de Chucho”, Op. Cit., f. 13. 178 Federico Brito Figueroa. Historia Económica y Social de Venezuela, tomo III, Caracas; Ediciones de la Biblioteca de la UCV, 1996, p.829.

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en la barraca que todos trabajaban fuera [damnificados]. Esta fue la razón por la que se hizo necesario el autobús para trasladarse a Petare [en su mayoría obreros de fábrica] (sic)179.

La ausencia de una política pública de vivienda efectiva que diera respuesta al nuevo escenario que se venía creando con las migraciones internas, obliga a los individuos a adjudicarse la iniciativa de acomodarse de un espacio para subsistir. Esta situación empeora a partir de los años 80, cuando el Estado ante la crisis económica, decide limitar el gasto público y dejar en manos privadas el compromiso de crear zonas residenciales, zonas que iban a ser administradas a una población con alto poder adquisitivo, en virtud de los enaltecidos costos que implica su adquisición. Por otro lado, la petición cada vez más progresiva de viviendas producía el incremento de los precios por acción de la ley de la oferta y demanda. De igual manera, Brito Figueroa aclara: El aumento general de la población venezolana es un aumento de la población urbana y estancamiento numérico, más descenso cualitativo de la población rural. La población urbana tiende a duplicarse cada diez años, en tanto que la tasa de incremento anual medio de la población rural es inferior al 1%. La población que emigra, formada por una masa de campesinos famélicos, tienden a concentrarse en las zonas de miseria que han surgido en Caracas, Maracaibo, Barquisimeto, Valencia, Maracay y otras ciudades. El fenómeno se intensifica en proporción directa al fracaso de la Reforma Agraria. Son familias campesinas completas (adultos, hombres y mujeres, ancianos y niños) los que emigran del campo venezolano180.

Siendo la mayor parte de la población personas de escasos recursos, el Estado les estaba negando por la vía de los hechos su derecho a una residencia, pero a su vez también estaba ayudando a desarrollar el impacto de las migraciones urbanas, que en lugar de contenerse se fue acrecentando en el tiempo. 179 Pablo González. “Testimonio de Chucho”, f. 19-20. 180 Federico Brito Figueroa. Op. cit. p. 816.


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Otro elemento que coadyuvó a desarrollar esta situación fue el hecho de que los partidos políticos tradicionales manejaron el escenario en su favor para avalarse la adhesión de la gente y los votos necesarios para tener acceso a los primordiales centros de poder. Una muestra suficientemente ilustrada lo simboliza la situación de los ocupantes de las barracas de La Dolorita: Cuando vino Copei a mandar dijeron que iban a parar las barracas, que iban a parar esto, que iban a parar el colegio, qué sé yo. Mandó Caldera y no tumbaron la barracas, entonces quedó Carlos Andrés y él inmediatamente mandó a tumbar las barracas y mandó a construir el liceo. Por cierto que ese liceo tiene agua por debajo. Eso tiene cabilla por cantidad. La escuela empezó ahí mismo que se hicieron las barracas. Entonces nosotros mismos vimos la necesidad de hacer la escuela. El Gobierno daba el material y nosotros poníamos la mano de obra. ¡Cuantos sábados no lo pasamos terciando y ayudando en lo que podíamos para terminar la escuela! Era una escuelita modesta la que hicimos, esta poco a poco se fue engrandeciendo un poco más tarde. Allí estudiaron nuestros hijos. Antes de esta construcción teníamos que ir a La Lira, todos los muchachos. La Lira ya estaba dejando de funcionar, aunque, de verdad, no me acuerdo por que dejó de funcionar. La Lira era una escuela pública al igual que la nueva de La Dolorita. (sic)181.

Muchos dirigentes políticos provocaban a grupos de personas requeridas de vivienda a que invadieran terrenos que no les pertenecían, dando la falsa idea de que se les estaba solucionando el problema, cuando las verdaderas circunstancias eran que sólo se les estaba dando paños calientes predestinados a ganar la lealtad de estas poblaciones con el partido. De manera semejante revisemos la siguiente cita donde el problema político y la falta de aguas blancas nos brindan una muestra para entender este conflicto: De madrugada empezaron los vecinos a preparar sus pancartas para protestar contra la sequía. La Dolorita y Mariches, que reinan unos 30 barrios y alrededor de 200 mil habitantes están sin agua… Pero no es el barrio. Son los barrios. Es un sub país que esta viviendo entre brotes de

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sarna, de gastroenteritis, de erupciones de la piel. Y jamás le han parado. Por eso, ayer trancaron los vecinos la autopista Petare-Santa Lucía. A ver si los oídos sordos mejoran. La manifestación comenzó a las seis y pico de la mañana. Hasta el comandante de la PM, Gonzalo Bajares Colmenares se acercó por allá. Con varios efectivos. Preparados con chalecos antibalas, bombas lacrimógenas… porcia. La gente se ubicó en la entrada de La Dolorita. Pero también hubo manifestaciones en otros sitios. En el sector Potrerito más arriba de La Dolorita, hubo cuatro heridos con perdigones de plástico. Ángel Díaz, Rosa Vamonde, Irma Zoraida Rivas y Josefa Jaramillo. La versión de los vecinos es que la policia arremetió contra ellos cuatro. En calidad de represión, pues. La versión de Bajares Colmenares es que en Potrerito intentaron voltear un camión182.

Pero la situación no culmina allí, hubo enfrentamientos entre policías y vecinos, esto ocasionó una tranca y una disminución en el paso de vehículos, los líderes de la comunidad solicitaron la inmediata presencia de las autoridades, entre las cuales se encontraba el alcalde Enrique Mendoza, entonces una vecina gritó a los presentes “sí hombre, ése iba de casa en casa buscando votos y lo hemos llamado tres veces y no ha venido”183. Sin embargo, algunas horas después realizó acto de presencia el entonces gobernador de Miranda Dr. Arnaldo Arocha, quien al bajar de su helicóptero, subió al balcón de una residencia y expuso a los manifestantes: “He venido a acompañarlos en esta manifestación. Es justa. Ustedes piden la solución de su problema. El agua de Mariche está contemplada en una parte del presupuesto. Estamos solicitando ante el Congreso una partida. La situación es grave. La Pereza está seca…” una gorda –se llama Olivia– le pide al gobernador “hechos y no palabras”…El gobernador replica: “yo soy un hombre de pocas palabras. No me gusta prometer por prometer. Pero voy a solucionar el problema… les digo que este año vamos a meter la tubería. El concejal Miguel Alvarez agarra el megáfono y pide mano dura para los camioneros que especulan con el agua. Comenta que en la Pereza hay una toma ilegal para abastecer a las industrias, a las cochineras. “Que 182 Gloria Majilla Bastidas. “En Mariches y La Dolorita viven como los camellos”. En El diario de Caracas (1990, marzo 28), p. 15.

181 Pablo González. “Testimonio de Monico”. Op. cit. f. 17.

183 Ibidem.


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destituyan a los copeyanos, que son de su mismo partido, gobernador, y que están repartiendo el agua con color político. Métase dos días en un rancho a ver si usted puede vivir sin agua”, dice. Y Arocha tranquilo. Recuerda que él, hace años, le puso el agua a La Dolorita y a La Lagunita. Repite que va cumplir184.

Todo este contexto, queda agregado dentro de las prácticas clientelares muy comunes de la cultura política-partidista venezolana. En lo que respecta a la ocupación de los terrenos, estos tiene una relación directa con la pertenencia de la tierra, lo que admite que sean más proclives a ser ocupados aquellos terrenos que corresponden al Estado con la esperanza de que una vez ocupados, exista la posibilidad de que estos sean transferidos cedidos o adjudicados. A la par, los terrenos que se encuentran en querella y que por su idéntica incertidumbre no cuenta con la atención necesaria. Sobre la base de las consideraciones estudiamos el testimonio del Sr. Martínez (fundador del barrio La Dolorita): …Como yo fui el primero que paré mi rancho entonces él fue y me dijo: Bueno señor Martínez ya que Ud. vino aquí y es primero que paró el rancho entonces yo lo voy a encargar a Ud. de que no deje parar casa en este callejón. El que venga a parar casa o rancho lo pare abierto pa’allá, pa’dejá espacio y que eso pueda ser una calle más tarde. Yo tuve pleito por esa broma. No, aquí me decía la gente que y que yo me hice dueño de esto, porque le privaba que no pararan las casas… Entonces si venía alguien por ahí yo le daba algún terrenito. Por lo menos ese terreno adelante donde vive la señora del que trabaja en la panadería, se lo di a un señor que vino buscando, un muchacho mozo con unas niñitas. Y así apareció por aquí una porción de gente buscando un pedazo de terreno para montar un rancho. Yo al que pude le di un pedazo, eso sí, le decía que comenzara a trabajar enseguida porque había mucha gente buscando terreno. En ese tiempo se veía que venía al barrio buscando un pedacito de terreno para parar su ranchito.

Ejercicio de reconstrucción histórica: La Dolorita. Municipio Sucre…

Todo eso era montaña, para entrar para acá había que caminar por picas y caminos mal hechos. La carretera llegaba hasta la panadería que estaba cerca de las barracas (sic)185.

Distinguimos, tal como se observa que el Estado en su dificultad de cumplir con la situación de suministrar la asistencia de vivienda de manera eficaz, funge como elemento que facilita las ocupaciones, tal vez, como una forma de sujetar la insatisfacción social, pero sin dar solución efectiva. Constatemos esta aseveración estudiando el artículo de Fermín Sandoval, sobre el sector Las Tapias hoy barrio de La Dolorita: De lado y lado los contenedores de basura y el tránsito de los trabajadores y habitantes de esta zona donde no hay aceras ni pasarelas. Por el centro una gruesa e irregular capa de asfalto que al parecer no alcanzó para cubrir todo el ancho de la calzada o que ha removido para la colocación de tuberías a las orillas de la carretera y que luego no ha sido debidamente repuesto… por allí lo que transita es el agua servida que se desborda de las cloacas y que cuando se estanca circulan libremente por Mariche y se desvían a la entrada del barrio Las Tapias186…

El Estado sólo se ajustó a realizar algunas labores en los barrios para conferirles de servicios de aguas blancas y servidas, electricidad, calles, drenajes, entre otros, que más bien legalizaban el estado de la ocupación. Realizó algunos conjuntos residenciales para familias de pocos recursos pero la petición excedió la oferta, siendo muy poca su certeza. No obstante, aunque las invasiones son muy particulares en la formación de los barrios, no son la única forma de acceder a los terrenos para vivienda, igualmente lo es la compra venta, sólo que estas comercializaciones son las menos publicitadas. Se originan con ciertas facilidades de pago y en terrenos que no son aptos para erigir casas y que presentan muchos problemas para acondicionarlos y convertirlos en algo habitable. Con referencia a este tipo de ocupación la Sra. Olivia Castillo nos explica: 185 Pablo González. Op. cit. “Testimonio del Sr. Martínez”, f. 14.

184 Ibid.

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186 Fermín Sandoval. Op. cit. p. 6.


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Yo no tenía vivienda propia pagaba alquiler en una casa de vecindad en Petare y allí conocí a la Sra. Cecilia Martínez, quien trabajaba como obrera en la carretera Petare-Santa Lucia en fabrica de tornillos, ella tampoco tenía casa y escucho, que algunos habitantes de la barracas de La Lira, las estaban vendiendo por cuatro mil bolívares, ella compró una y se mudó, pero había mucho peligro y tuvo que dejar de trabajar y montar una bodeguita en la barraca para mantenerse con sus hijos, no tenía esposo, luego su hermana hizo lo mismo, después de dos años me llamaron y ofrecieron venderme una barraquita con la esperanza de que el Gobierno nos iban a construir una casa, pero ya no costaba 4.000 sino 16.000 con la bodeguita y las divisiones de adentro, yo no se la pude comprar pero sí sé que la vendió y se fue con sus tres niños para Güiria (sic)187.

Asimismo, hay barrios que se originan de manera provisional o fortuita para dar salida a alguna calamidad natural, sus ocupantes son familias damnificadas de ciertas localidades afectadas que son trasladados consecutivamente de lugares con la esperanza de mejor su calidad de vida. Pero el inconveniente primordial consiste en que una vez fundado un barrio es muy difícil hacerlo desaparecer; en primer término por la ya aludida incapacidad del Estado para resguardar la solicitud habitacional y en segundo lugar porque se va haciendo de conocimiento público entre las personas que buscan asentarse en alguna zona que el Estado debe dar reubicación, lo que ocasiona que el barrio se propague. Con relación, a la conformación de este tipo de barrios retomamos el caso de las barracas de La Dolorita: A los dos años de haber sido caído Pérez Jiménez, vino un señor del Consejo llamado Álvarez Amenguan y me encontró trabajando en Punto Fijo y el señor Alfaro me dijo: ¿qué estás haciendo?, le contesté: trabajando en la construcción, porque ahora está cerrada la fábrica no tengo trabajo. Me contestó él (y perdone la mala palabra): ¡bueno, ya venda esa vaina!

187 Relato de la Sra. Olivia Castillo (56 años), madre integral de Senifa, actualmente vive en el barrio Carpintero (donde orgullosamente nos comentó que esta era su primera vivienda propia desde hace 10 años), y es habitante de Petare por más de 36 años, viviendo alquilada en los barrios José Felix Rivas, zona colonial de Petare, La Dolorita y El Cerrito. Nos comentó: “Yo jamás tuve la valentía de invadir”.

Ejercicio de reconstrucción histórica: La Dolorita. Municipio Sucre…

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Después se llevaron las máquinas, llegó el Consejo y comenzó a hacer unas barracas en la misma alfarería, pues allí había un techo de zinc muy grande y debajo de techo de zinc habían bien unas barracas provisionales: eran cuartos de cartón. Se hicieron ese poco de barraquitas (sic) (…) Bueno esa gente venía, prácticamente, damnificada. La mayoría de la gente que metieron en las barracas eran asunto de gente que no tenía donde de vivir, porque resulta que los aguaceros acabaron con los ranchos de ellos. Venían de Petare, San Isidro y de todas partes, pa’viví en esa barracas que hicieron aquí. Allí tuvieron viviendo promedio de cuatro a cinco años, gente que no se movilizaba, gente que se quedaba allí porque eso fue lo que el Consejo les dio y no se preocuparon por mas nada. (sic)188.

Una muestra de este prototipo de barrios es el Güinche emplazado en la Parroquia Mariche, fue fundado el 29 de junio de 1982 por un conjunto de 26 familias damnificadas, que perdieron todos sus enseres tras unos fuertes aguaceros que flagelaron la capital, fueron trasladados en aquel momento por las autoridades competentes a los terrenos que hoy conforman este barrio. Otra ola de excluidos recurrió en 1992, en versión de Víctor Escalona: Unos 400 damnificados comenzaron a ser reubicados ayer por la Alcaldía de Sucre en el sector El Güinche en Mariches, después de que la Guardia Nacional (GN) desalojó a 12 familias que habían levantado sus ranchos en un terreno de propiedad ubicado en La Veguita, muy cercano a la carretera Petare-Santa Lucía. Según informó la Alcaldía de Sucre, los terrenos de La Veguita los dispuso el mismo Enrique Mendoza para ubicar a un grupo de familias del barrio Las Flores que quedaron damnificadas después de los derrumbes que ocasionaron las lluvias… No obstante, la GN acudió… con uno de los dueños del terreno y ordenó el desalojo y desarme de las improvisadas viviendas compuestas por techo de cinc y trancos de los mismos árboles que cortaron para despejar el lugar189.

188 Ibid. “Testimonio de Monico”, f. 12. 189 Víctor Escalona. (1992, julio 30). “Comenzó reubicación de damnificados en Mariches”, en: El diario de Caracas, p. 6.


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Esta situación ocasionó una suerte de incertidumbre, ya que los terrenos en apariencia tenían dueño y por otra parte, las autoridades municipales estaban contando con el espacio para la reubicación de las familias. Finalmente el desalojo ocurrió y la Alcaldía dispuso de un terreno de 120 aproximadamente en el sector el Güinche, allí ubicaron las 70 familias en precarias viviendas, “denominadas provisionales”, esperando se cumpliera la promesa hecha por parte de los representantes de la Alcaldía que consistía en comprar un terreno en el sector de Caballo Mocho por 14.000.000 de bolívares y allí edificar las viviendas definitivas. Atendiendo a esta situación detallemos la reiteración de Isidora:

(Plan Avispa), patrón organizado por el actual gobierno en su política de dignificación del ciudadano y que se establece a través de la organización vecinal y la auto construcción. De esta manera evidenciamos en nuestro trabajo que en nuestra área de estudio se aplican las tres formas básicas en la conformación de Barrios, es decir, por invasión, por compra-venta y finalmente por reubicación, siendo esta última el resultado de las políticas estadales191.

Isidora Diaz es la presidenta de la asociación de vecinos del barrio Las Flores, el mismo donde se instaló el centro de atención a los damnificados… “El lunes en la noche”, relató Isidora, “las mujeres del barrio secuestramos una maquina de la alcaldía y nos las llevamos para La Veguita donde nos instalamos con otros vecinos, porque aquí las mujeres somos las revolucionarias. Lo que pasa es que la familia Sosa es la dueña de todo Mariches y por eso nos sacó la Guardia Nacional”… Isidora es flaca como el hambre y negra como el barro de los cerros de Mariche, pero los vecinos de “Las Flores” y “Caballo Mocho” se le acercan a cada rato para ver qué cosas nuevas consiguió de las autoridades que están en Petare. “¿Qué pasó con el terreno Isidora?”, “¿Cuándo es que va llegar el alcalde”, “Váyanse pa su casa que ya eso lo arreglé”, contestaba a sus vecinos. La misma Isidora no se daba cuenta de que allí nadie tenía casa, pero aún así despachaba más de una persona. Pero ella continuaba con su labor de “trabajadora social” y así mismo se autocalificaba. “Isidora tengo hambre”. Antonio Clemente, el concejal, llegó a la una de la tarde en una camioneta cargada de panes rellenos con queso y cuartitos de jugo de naranja. Ese fue un momento de descanso para Isidora, el hambre había muerto en pleno mediodía y con la tarde se esperaba levantar los nuevos ranchos190.

C.- La Dolorita pobre, la exclusión como expresión de la pauperización de la economía agraria y del modo de vida rural. Retomando lo que se ha venido explicando en párrafos anteriores, los primeros establecimientos poblacionales de los barrios, se realizaron entre 1920 y 1950, producto de las peregrinaciones rurales, con altos índices de analfabetismo o con muy bajo nivel educativo, sin ningún tipo de ordenación; razón por la cual en estos primeros barrios se reproduce el contexto de vida que se mantenían en el campo, es decir, mantienen edificaciones similares a las que allí tenían. Es la reproducción de lo conocido, de lo vivido, es la imagen de los valores con los cuales se asemejan como seres humanos. Para ejemplificar tales consideraciones el maestro Federico Brito Figueroa nos explica: El ritmo de urbanización en Venezuela lo que expresa, en realidad, es un violento incremento de la migración rural y la expansión del campo hacia los centros urbanos. Estos no son síntomas de progreso, sino de pauperismo económico y atraso social y cultural. Entre 1950 y 1961 emigraron del campo a las ciudades 735.000 personas, lo cual revela que solamente en ese periodo, anualmente emigraban del campo más 73.500 habitantes. Es evidente que esa proporción ha aumentado y tiende a aumentar, en razón de la crisis general del latifundio y los cambios económicos-sociales ocurridos en el campo venezolano en las tres últimas décadas192.

En este momento, es uno de los barrios que prueban su reconstrucción a través del plan de autoconstrucción de viviendas sobre parcelas aisladas 191 Yetsy Villaroel. Op. Cit. pp. 24-29. 190 Ibidem.

192 Federico Brito Figueroa. Op. cit. p. 816.


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Allí, en el campo, el hombre carece de posesiones propias en su gran mayoría, vive al aire libre y de manera sencilla, acostumbrado a la vida dura y hostil y sobre todo familiarizado con la desigualdad social. Aquí se entiende, cómo le fue posible adaptarse a vivir en los lugares más agrestes de la ciudad, en las propiedades más inclinadas e inestables. En este ambiente hóstil formaron sus familias y las generaciones nuevas que allí crecieron, se familiarizaron y acostumbraron a esa forma de vida. De manera semejante Carrera Damas nos ilustra con su planteamiento:

medias urbanas agregando a sus moradas algunas comodidades, según sus capacidades económicas194. Estas comodidades que hemos reseñado están sujetas a la estructura espacial de las casas, como el aumento del número de habitaciones, ya no es una habitación para toda la familia y sus actividades, sino que se origina una ampliación en el número de plantas que contiene la precaria vivienda, las conseguimos multifamiliares hasta de 4 pisos, con loza en los suelos y muros, estacionamiento, timbre, entre otras comodidades. Igualmente, la incorporación de muebles como aparatos electrodomésticos, línea blanca y marrón, TV por cable, vehículo, en fin muebles en ocasiones tan lujosos como a los que pudiera acceder cualquier familia clase media. Todo este reacomodo se origina conforme al imaginario social colectivo, y al arraigo ajustándose a sus necesidades y capacidades de producción. Sobre la opinión de Blanco Muñoz señalamos:

Este es un fenómeno sobre el cual mucho se ha dicho y que parece retar toda estimación, toda consignación…no muy lejos de 1971 en un estudio del Cendes decía “Desde el punto de vista demográfico Venezuela presenta en los últimos años, como taza de crecimiento, una de las mas altas del mundo. Entre 1936 y 1961[se] duplicó la población, creciendo en términos relativos en un 126%, al pasar de 3.346.347 a 7.616.327 habitantes… El fenómeno se apoya y se acrecienta, fundamentalmente, en y por los que son efectos indirectos de la actualización del factor dinámico petróleo: mejoramiento vegetativo de las condiciones más propicias del crecimiento vegetativo de la población… pero el factor fundamental de esta revolución demográfica parece constituido por el progreso inmigratorio, un viejo anheló liberal que debe relacionarse con la conformación de la clase dominante193.

Correspondiendo a lo ya señalado, se fueron anexando nuevos grupos migratorios derivados de otros países latinoamericanos, como Colombia, Perú, Ecuador, entre otros, cuyas circunstancias de vida eran aún más inestables en sus países de origen que en Venezuela, vienen incitados por la esperanza fraguada en función de la bonanza petrolera y la repentina jerarquía que Venezuela empezó a tener en el sistema internacional. Muchas de las generaciones que nacieron y crecieron en los barrios venezolanos, tuvieron acceso a la instrucción y a algunos benéficos de la bonanza petrolera de los años 70, lo cual fue diversificando de los primeros pobladores, ahora éstos buscaban imitar el modo de vida de las clases

Lo fundamental, para la comprensión del fenómeno urbano, es destacar que para que un sector de la sociedad pueda dedicarse a la tarea de acondicionar el espacio en el cual le “corresponde” vivir, requiere como condición previa la adquisición de los medios que le permitan acometer su empresa. Para esto, a su vez, es indispensable que exista un sector que trabajé en función de otro. La riqueza acumulada es la que permite el acondicionamiento en términos arquitectónicos del espacio que utiliza el sector dominante para su emplazamiento195.

Del anterior planteamiento se deduce, que el acceso a la educación se amplió a un mayor número de habitantes durante la década de los 70, mucha gente que vivió en los barrios sobre la base de sacrificios y limitaciones llegarón a conseguir títulos universitarios y subir dentro de la estratificación social por la vía de la educación, logrando una posesión en los planes de desarrollo habitacional diseñados por el Inavi, pero no todos caminaron con esa suerte, muchos a pesar de lograr educarse no lograron mejorar su situación económica por lo que permanecierón en los barrios y allí formaron sus familias. 194 Domingo Maza Zabala, Héctor Malavé Mata y otros. Venezuela, crecimiento sin desarrollo. México, Editorial Nuestro Tiempo, 1974, p. 80.

193 Germán Carrera Damas. Op. Cit. pp. 155-156.

195 Ibidem. p. 13.


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Por otra parte, durante la década de 1980 y 1990 se agregó otro grupo de habitantes provenientes algunos de las misma ciudad capital, que ante los problemas económicos (en muchos casos imposibilidad en pagar los cánones de arrendamiento) y la dificultad de tener vivienda propia, no tuvieron mayor elección que residenciarse en el barrio, bien sea adquiriendo, arrendando o edificando en el mismo barrio en que se criaron o cambiándose a otro. De tal modo, consideremos la posición de Carlos Mijares: Mariches [área de influencia de La Dolorita], que se abre entre la urbanización Miranda y el cerro de Petare, espera por su autopista hasta Santa Lucía. Mientras tanto, el Mariches actual, deja una vía recta que recorre la “cochineras” de la vieja carretera Guarenas-Caracas, y, enfila en una curva hacia la derecha hasta lo que es el infierno de Filas de Mariche: son curvas a lo largo de subidas y bajadas sobre un terreno mal pavimentado, sembrado de huecos, zanjas, desprendimientos en sacabocado y bordes insostenibles por la humedad y la putrefacción de las aguas negras; por la indiscriminada venta de materiales de construcción y por la construcción de ranchos, favelas, chabolas, e infraestructuras variadas donde operan: la pequeña industria, comercios, talleres, chiveras, estacionamientos, oficinas, mataderos, frigoríficos, depósitos, bodegas, tugurios, quioscos, buhoneros y malandrines, documentados e indocumentados, todos aparentemente, debidamente asentados y autorizados… Entre las novedades del comercio mirandino sobre sale la venta callejera de loterías; estos gamberros enchalecado amenazan el peligro del horrendo tráfico, entrecruzando, saltando y moviéndose al ritmo de frenazos, semáforos y las sorpresa e policía, público y conductores… La situación en Miranda es grave. Aunque Petare es su obra maestra, supera con creces la descripción (sobre: pobreza, hacinamiento, insalubridad y marginalidad)196.

No obstante, estudios efectuados por las autoridades del municipio Sucre, señalan que el índice de pobreza obtiene el 80%, de cuyo porcentaje 60% es catalogada como pobreza extrema. Este contexto se agudiza cada día más estimulado por las persistentes invasiones de terrenos y crecimientos de los barrios, donde no es viable ofrecer los servicios públicos básicos por falta de presupuesto.197 Detallemos: 196 Carlos Mijares. (1999, septiembre 04). “Mariches”. En Últimas noticias, p. 40. 197 Olga Maribel Navas, (2002, julio 20) “Marginalidad Extrema”, en: ultimasnoticias.com.ve.

Ejercicio de reconstrucción histórica: La Dolorita. Municipio Sucre…

Cuadro Nº 9 Tres parroquias, algunos de sus barrios y urbanizaciones. Parroquia Caucaguita Parque Karimao Hacienda Karimao Hacienda La Esperanza Parcelamiento El Mango La Vaquera Hoyo de las Tapias Urbanización Maturín Colinas de Turumo El Rodeo Barrio Brisas de Turumo Barrio Manuel González Carvajal Barrio La Cuesta Inavi Barrio Negro Primero Hacienda Las Mercedes Hacienda Bucaral Fundo Caisa Sector Quintana Araguaney Sector Caucaguita Sector Industrial Caucaguita Barrio Rafael Caldera Barrio Carlos Andrés Pérez Barrio Luís Herrera Campins Barrio El Carmen Barrio Don Manuel Barrio El Aguacate Sector Los Aguacaticos Hacienda La Laguna Urb. El Roble Sector La Pereza Hacienda Los guayabitos

Parroquia La Dolorita Barrio Hoyo de Las Tapias Vuelta del Águila Barrio La Lira La Dolorita Hacienda La Lira Parcelamiento Los Haticos Granja Barlovento Hacienda La Maria Sector San Isidro Sector El Limoncito Centro Manufacturero El Limoncito Conjunto Industrial del Este Cabeza de Tigre Hacienda La Estancia Hacienda La Candelaria (Botadero de basura) Hacienda El Sitio Hacienda Negrón Sector Punto Fijo El Cenicero Hacienda de Irma Hacienda Mi Refugio Granja Hermanos Somosa El Rodeo Vista Alta Barrio Renacer Bolivariano La Arboleda Sector El Chorrito Barrio 17 de Diciembre El Refugio Sector Matapalo 12 de Octubre

Parroquia Filas de Mariches Hacienda Los Jarrillos Barrio Altos de Tomás Urb. Montaña del Este Hacienda Altamira Barrio Las Chaguaramas Hacienda El Latón Sector San Rafael El Rosario Hacienda El Parmazo Barrio El Winche (Güinche) Barrio Caballo Mocho Barrio Zumba Hacienda El Guamal Hacienda Coromoto Altamira Sector La Cortada Sector Torre Quemada Sector Plan de la Iglesia Hacienda El Carmito Hacienda El Recreo Hacienda El Roble Hacienda El Castaño Sector Rancho Grande Sector La Veguita Barrio Las Flores

Fuente: Coromoto Méndez, El municipio Sucre y su Consejo Municipal, 2002, pp. 41-42. Adaptación y elaboración: Suzuky Gómez.

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Observamos entonces, “durante el transcurso del tiempo se produce una transformación del [pueblo-barrio] originario hacia el barrio-ciudad actual”198, con toda su incertidumbre, la ciudad se fusionó con el barrio formando una sola estructura donde se incorporó una fuerte carga cultural que enclaustra sus sólidas redes comunitarias199. La imagen anterior nos permite dar una mirada y con ella diferenciamos entre muchos aspectos, que las viviendas son construidas contra la inclinación natural de los terrenos, no existe espacio entre una vivienda y otra, entramados de cables destacan la presencia de los servicios públicos, sin embargo, son construcciones precarias que anuncian nuevos desplazamientos y una continúa exclusión social.

Real y que observaremos en fotos aereas) y en menor orden por las calles el lindero, el chorrito y la Bolívar, entre otras.

a.- El barrio La Dolorita y su perfil socio-económico (1993). En consecuencia y por todo lo que hemos venido planteando, decidimos que para el abordaje y desarrollo de esta idea de trabajo, se construyeron las siguientes representaciones gráficas, con la finalidad de comprender con mayor amplitud la situación socioeconómica de la parroquia según el Tercer Inventario de Barrios elaborado por la Oficina Central de Estadística e Información (OCEI), 1993. La parroquia Dolorita esta conformada por una serie de barrios, calles y callejones entre las cuales se pueden mencionar; barrio La Lira; La Dolorita, calles; Barracas, Carolina de Pérez, Probidad, El Tanque, Sucre, El Rodeo, Juan XXIII, El Carmen, Mi Refugio, Mérida, Valencia entre otras y los callejones; Solinda de Miralles, Boulevard San Gregorio, Libertad, las Brisas así como la Urbanización German Ubaldo Lira. La población localizada en esta zona, según el censo de 1990, es de 42.583 hab. Pero para efectos de esta investigación trabajaremos con una muestra del barrio La Dolorita que según el inventario de Barrios de 1993, propuesto por la OCEI, es de 22.662 hab. La densidad poblacional alcanza 435,8 hab / hab. La vía de acceso principal esta representada por la carretera Petare-Santa Lucía (ya mencionada como el antiguo Camino

198 Yetzy Villarroel Peña. Op. cit. pp. 23-24. 199 Cf. Enmanuel Amodio, Teresa Ontiveros. Historias de identidad urbana, Caracas; Fondo Editorial Tropykos, 1995, p. 173.

Análisis socioeconómico Cuadro 10 Población por sexo, según grupos de edad. Grupos de edad

Total 22.662

Varones 11.340

Hembras 11.323

0-6

4.245

2.202

2.043

7-14

4.634

2.348

2.287

15-24

4.913

2.410

2.504

25-34

4.114

2.059

2.055

35-49

3.283

1.619

1.664

50-64

1.079

537

542

394

165

220

65 y más

Fuente: Características socioeconómicas de las unidades de diseño aislado del área metropolitana. Parroquia Leoncio Martínez y Petare municipio Sucre-estado Miranda. III Inventario Nacional de Barrios. OCEI- Fundacomún ,1993. Adaptado por: Gómez C, S. 2006.


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El cuadro y el gráfico indican que predomina sobre el área de estudio una población joven y su vez existe dominio del sexo masculino sobre el femenino.

El gráfico y el cuadro indican que la población alfabeta predomina sobre la analfabeta al momento de realizarse el censo poblacional. Un aspecto digno de destacar es que a través del estudio de campo (junio-2001), realizado se logró evidenciar que existen muchos centros educativos y de capacitación en el sector lo que evidencia el crecimiento o incremento de la población alfabetizada dentro de los centros educativos oficiales cabe mencionar la Escuela Básica Carmen Valverde (pertenece a la Alcaldía del municipio Sucre), la Escuela Básica Germán Ubaldo Lira, la Escuela Básica Francisco Iznardi, La Escuela Básica Fernando Paz Castillo, la Unidad Educativa Atenedo Pulido y la Unidad Educativa Nacional Mariscal Sucre. Así como un sin número de Escuela privadas que absorben la numerosa población del sector.

Cuadro 11 Población de 10 años y más por condición de alfabetismo y sexo según grupos de edad. Grupos de Alfabetas Edad

Total

Total

Grupos de Analfabetas

Varones

Hembras

Total

Varones

Hembras

No declaró

15.118

7.560

7.558

965

401

564

452

10-14

2.485

1.258

1.227

97

58

39

170

15-24

4.677

2.273

2.404

120

74

46

116

25-34

3.924

1.974

1.949

118

54

64

72

35-49

3.001

1.509

1.492

235

79

156

47

50-64

823

448

375

223

77

146

32

65 y más

208

98

109

171

59

112

15

Fuente: Características socioeconómicas de las unidades de diseño aislado del área metropolitana. Parroquia Leoncio Martínez y Petare municipio Sucre-estado Miranda. III Inventario Nacional de Barrios. OCEI- Fundacomún, 1993. Adaptado por: Gómez C, S. 2006.

Cuadro 12 Por nacionalidad: Venezolanos

20.983

Naturalizados

293

Extranjeros

1.383

Fuente: Características socioeconómicas de las unidades de diseño aislado del área metropolitana. Parroquia Leoncio Martínez y Petare municipio Sucre-estado Miranda. III Inventario Nacional de Barrios. OCEI- Fundacomún, 1993. Adaptado por: Gómez C, S. 2006.


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El cuadro y el gráfico indican que la población venezolana es mayoritaria, en la parroquia en segundo lugar están los extranjeros y en tercer lugar los nacionalizados. Cuadro 13 Población según relación con el jefe del hogar y grupo de edad y sexo: Total

22.662

Jefe

4.813

Esposo (a) o Compañero (a)

3.427

Hijo (a)

10.742

Nieto (a)

983

Yerno (a)

233

Padre - Madre - Suegros

214

No-Pariente

307

Hermano (a)

827

Otros parientes

1.118

Fuente: Características socioeconómicas de las unidades de diseño aislado del área metropolitana. Parroquia Leoncio Martínez y Petare municipio Sucre-estado Miranda. III Inventario Nacional de Barrios. OCEI- Fundacomún, 1993. Adaptado por: Gómez C, S. 2006.

Cuadro 14 Poblaciones 12 años y más según situación en la fuerza de trabajo por grupos de edad y sexo: Total Ocupados Desocupados Inactivos No declarado

15.256 7.576 973 6.188 518

Parroquia Leoncio Martínez y Petare municipio Sucre-estado Miranda. III Inventario Nacional de Barrios. OCEI- Fundacomún, 1993. Adaptado por: Gómez C, S. 2006.

El cuadro y el gráfico indican que según el censo de 1990, existe un 50% por ciento de población ocupada, mientras que un 45% se encontraba inactiva o subempleados como población inactiva se considero a los estudiantes, amas de casa, incapacitados para trabajar y en otras situaciones (las cuales no fueron especificadas). Cuadro 15 Población de 12 años y más inactiva por tipo de inactividad, por tipos de inactividad por grupos de edad y sexo: Total inactiva

6.188

Estudiantes

1.841

Del Hogar

3.058

Incapacitados para trabajar Otra situación

108 1.181


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Fuente: Características socioeconómicas de las unidades de diseño aislado del área metropolitana. Parroquia Leoncio Martínez y Petare municipio Sucre-estado Miranda. III Inventario Nacional de Barrios. OCEI- Fundacomún, 1993. Adaptado por: Gómez C, S. 2006.

El cuadro y el gráfico indican que dentro de la población inactiva la predominante es la que corresponde a las amas de casa o categorizadas como del hogar, luego los estudiantes y en tercer lugar los indicados como (en otra situación), para esta categoría no se encontraron especificaciones. Cuadro 16 Número y tipo de hogares: Numero de hogares Quinta Casa

Total: 4813 95 3.496

Apartamento

337

Casa/Quinta

81

Casa de vecindad

16

Rancho

Fuente: Características socioeconómicas de las unidades de diseño aislado del área metropolitana. Parroquia Leoncio Martínez y Petare municipio Sucre-estado Miranda. III Inventario Nacional de Barrios. OCEI- Fundacomún, 1993. Adaptado por: Gómez C, S. 2006.

El cuadro y el grafico indican que la mayoría de la población encuestada declaró vivir en viviendas de bloques de arcilla y techos de concreto por otra parte una muestra de la población declaro vivir en apartamentos que corresponden a la urbanización Germán Ubaldo Lira de ese sector sin embargo otra muestra de la población declaro vivir en ranchos y como análisis final se tiene que pese al pasado rural de la zona en estudio sólo se evidencio en la encuesta 13 viviendas rurales. No obstante, estudios efectuados por las autoridades del municipio Antonio José de Sucre, señalan que el índice de pobreza obtiene el 80%, de cuyo porcentaje 60% es catalogada como pobreza extrema. Este contexto se agudiza cada día mas estimulado por las persistentes invasiones de terrenos y el crecimiento de los barrios, donde no es viable ofrecer servicios públicos básicos por falta de presupuesto200.

748

Viviendas rurales campesinas

13

Otros

28

139

200 Olga Maribel Navas, (2002, julio 20) “Marginalidad Extrema”. En ultimasnoticias.com.ve.


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Conclusiones

El investigador social, específicamente el especialista en el campo de la historia es constructor de representaciones, y su deber radica en aportar datos nuevos y abundantes para la ampliación del horizonte tanto metodológico, como de información en el centro de la disciplina histórica. En el caso La Dolorita contemporánea, la presente investigación aportó significativa información documental en torno al conocimiento de cómo se formaron múltiples asentamientos urbano no regulados que son parte del actual municipio Sucre, lo que redundará en mayores y mejores trabajos tanto historiográficos como sociológicos o de desarrollo comunitario. Para la realización de este trabajo se consultaron múltiples centros de información sin embargo, la columna vertebral de esta investigación descansa sobre los datos recaudados en el Registro Subalterno del Primer Circuito del municipio Sucre lo que representa una productiva veta de investigación de historia regional y local. El estudio del Registro nos permitió cotejar la información oral (obtenida por testimonios que forman parte del patrimonio archivístico del Centro de Historia Regional de Petare así como las entrevistas realizadas por nosotros), con la documental arrojando un precioso material fáctico que nos permitio acceder un mejor conocimiento acerca de la propiedad territorial agraria en el municipio, la venta de las mismas y las formas jurídicas de poder y de propiedad.


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Hecha la observación anterior, sostenemos que otro aporte importante que se realizó en al ámbito local fue la proyección de ciertos actores que han sido excluidos tradicionalmente de los espacios macros, creando plazas para la discusión en la elaboración de la historia de su comunidad, propiciando el progreso a escala humana y promoviendo el protagonismo gradual de las comunidades y de los actores locales. En el caso concreto del estudio de La Dolorita, se localizó suficiente material inicial de investigación para convencer a los interesados, a iniciar estudios de campo por parte de estudiantes y docentes en los diferentes conglomerados del municipio. El presente trabajo pretende servir, junto a otros datos para reconstruir el pasado de una sociedad con regularidades y matices propios; a partir de una variedad de fuentes donde uno de los datos más importantes descansa en la información cartográfica. Lo que arrojo cambios en el uso del espacio ó área de estudio, se promovió una aproximación a la conceptualización del método histórico regional y local bajo un enfoque geohistorico regional. Este proporcionó indicadores tales como; modo de vida, trabajo y de mentalidades, tal es el caso de los tres tipos de población que se describen en el trabajo y que dan muestra de la composición de la población nacional que se encuentra en muchos “asentamientos urbanos no regulados”, esta se compone en primer lugar por “los conuqueros o parceleros” originarios de la zona y dedicados a la producción agraria. En segundo lugar, por los damnificados llevados a la zona en busca de lugar alternativo para vivir, ya que habían perdido sus viviendas por las catástrofes naturales y son victimas de políticas excluyentes e ineficaces al ubicarlos en barracas que resultaron inadecuadas e insalubres. Y en tercer lugar, los invasores que llegan buscando una vivienda propia cerca de la gran ciudad, y ocupan terrenos que consideran improductivos, estos llegan en pleno paso de cambio de la actividad agraria a la actividad industrial a través de la implantación en la hacienda de la fabrica de bloques de concreto. La Dolorita es una muestra del cambio violento de actividad productiva agraria, también es muestra de los cambios urbanísticos, de procesos contemporáneos y de comunidad que trata a través de la organización comunitaria pasar a una reestructuración urbana.

El estudio nos presenta al barrio como una estructura urbanística distorsionada, sin embargo, es allí donde el individuo lleva sus patrones de vida junto a sus referentes de identidad, es este lugar como nos muestran los relatos es el espacio para crear vínculos comunes y construir tejidos de solidaridad con la finalidad de promover lazos que le permita afrontar la hostilidad del medio, junto a su compleja problemática social. Para finalizar, es importante señalar que este barrio, hoy parroquia representa un conjunto de diversas historias y formas diferentes de ver el mundo, cada miembro de la comunidad aporta una fuerte cuota de sus propias tradiciones y costumbres, que sin duda forman parte de su herencia cultural propia de sus lugares de origen, entonces el barrio se convierte en el escenario propicio que le permite a estos conglomerados un intercambio de experiencias que a su vez les facilita el crear nuevas redes sociales que le generan de pertenencia al sitio ocupa.


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Suzuky Gómez Castillo

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