9 789506 831585
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Certeza
CertezaArgentina
ISBN 978-950-683-158-5
Certeza
Adolescentes y J贸venes Vida Cristiana
13/11/2009 10:51:51 a.m.
¡No muerdas el anzuelo!
Cómo escapar de la pornografía Howard Andruejol y Adrián Intrieri
Certeza Argentina. Buenos Aires 2009
CertezaArgentina Buenos Aires 2009
Intrieri, Adrián No muerdas el anzuelo : cómo escapar de la pornografía / Adrián Intrieri y Howard Andruejol; ilustrado por Andrés Álvez. - 1a ed. – Buenos Aires : Certeza Argentina, 2009. 144 p. ; 14x12 cm. ISBN: 978-950-683-158-5 1. Vida Cristiana. I. Andruejol, Howard II. Álvez, Andrés, ilus. III. Título CDD 248.5 ©2009 Certeza Argentina, Buenos Aires. Queda hecho el depósito que establece la Ley 11.723. No se permite la reproducción parcial o total, el almacenamiento, el alquiler, la transmisión o la transformación de este libro, en cualquier forma o por cualquier medio, sea electrónico o mecánico, mediante fotocopias, digitalización u otros métodos, sin el permiso previo y escrito del editor. Su infracción está penada por las leyes 11.723 y 25.446.
Versión de la Biblia: RVR95 Edición: María Gallardo
Diseño: Pablo Ortelli Dibujos: Andrés Álvez
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Impreso en Argentina. Printed in Argentina. Este libro se terminó de imprimir en Ghione Impresores SRL Cdad. de Buenos Aires, Argentina, en el mes octubre de 2011.
Contenido Introduccion ¿De qué estamos hablando? Intoxicados Enfrentando la batalla Ideas para vencer ¿Es normal? No una segunda, sino otra oportunidad
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. Cuentan mis padres que cuando yo (Adrián) tenía dos o tres años de edad era un niño muy inquieto y curioso. ¡Por lo menos así dice la leyenda! En una oportunidad, cuando mi padre estaba haciendo un asado (una comida típica argentina, que consiste básicamente en carne vacuna cocida a las brasas), él había preparado, para ayudar a
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encender el fuego, un vaso de vidrio con un poco de kerosene, que es un combustible muy inflamable de color azulado. Yo, curioso e inquieto,
al ver el brillo seductor de ese combustible, me lo llevé a la boca pensando que como el color era tan bonito, su sabor sería inolvidable. Y así fue. 8
In-ol-vi-da-ble.
Tuvieron que llevarme corriendo al hospital con un principio de asfixia y los pulmones quemados por el líquido azul. Pasé más de un año en tratamiento, y mucho de ese tiempo metido en una burbuja de oxígeno.
Hoy me pregunto, ¿qué fue lo que me llevó a hacer semejante barbaridad?
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Y me respondo, ¡es que ese líquido era muy lindo a la vista! Pero quemó mi garganta y mis pulmones.
Yo (Howard) recuerdo muy bien un incidente con mis compañeros de estudios, al terminar la secundaria. Era el día de la entrega de notas, el día esperado para saber si nos habíamos graduado o no. Estábamos reunidos en las oficinas de las autoridades de educación, y frente a nosotros había una piscina cercada. Uno de mis compañeros comenzó a persuadirnos de que al recibir nuestro certificado corriéramos y nos tiráramos con ropa al agua. 12
Yo pensé de inmediato que no era buena idea (al fin y al cabo, por algo estaba cercada y