UF0028
PROGRAMACIÓN DEL FUNCIONAMIENTO, MANTENIMIENTO Y ADQUISICIÓN DE EQUIPOS E INSTALACIONES
Miguel Ángel Maya es Técnico en Jardinería y en Restauración Medioambiental. Lleva 28 años dedicado profesionalmente a las zonas verdes, habiendo participado en el proyecto, diseño, creación y mantenimiento de infinidad de parques y jardines, tanto a nivel público como privado. Ha llevado a cabo la gestión integral de las zonas verdes de grandes ciudades. Durante tres años compaginó estos trabajos con la dirección de un establecimiento dedicado a la venta de maquinaria, equipos, útiles y accesorios de jardinería.
Fue pionero en el uso de técnicas para jardinería con bajo mantenimiento, así como en el manejo de plagas a base de productos ecológicos.
A lo largo de toda su trayectoria laboral ha seguido formándose continuamente asistiendo a numerosos cursos, jornadas y congresos.
Desde hace diez años se viene dedicando a la docencia y ha impartido numerosos cursos de formación en distintos niveles educativos: colegios e institutos, asociaciones y entidades privadas, empleados del sector (formación continua), desempleados (formación para el empleo), etc.
Ha publicado ocho libros sobre jardinería y horticultura, homologados para la obtención de Certificados de Profesionalidad.
Ficha
Programación del funcionamiento, mantenimiento y adquisición de equipos e instalaciones.
1ª Edición
Certia Editorial, Pontevedra, 2019
Autor: Miguel Ángel Maya
Formato: 170 x 240 mm • 164 páginas.
P rogramación del funcionamiento , mantenimiento y adquisición de equiPos e instalaciones
n o está permitida la reproducción total o parcial de este libro, ni su tratamiento informático, ni la transmisión de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, por fotocopia, por registro u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito de los titulares del Copyright.
Derechos reservados 2019, respecto a la primera edición en español, por Certia Editorial.
ISBN: 978-84-17328-54-2
Editor: Cenepo Consult, SLU
Depósito legal: PO 797-2019
Impreso en España - Printed in Spain
Certia Editorial ha incorporado en la elaboración de este material didáctico citas y referencias de obras divulgadas y ha cumplido todos los requisitos establecidos por la Ley de Propiedad Intelectual. Por los posibles errores y omisiones, se excusa previamente y está dispuesta a introducir las correcciones pertinentes en próximas ediciones y reimpresiones.
Fuente fotografia portada: Pixabay, autoriza a copiar, distribuir, comunicar publicamente la obra y adaptar el trabajo.
profesional: AGRARIA
Familia
profesional: Jardinería
Área
FICHA DE CERTIFICADO DE PROFESIONALIDAD (AGAO0308M) JARDINERÍA Y RESTAURACIÓN
DDEL PAISAJE (RD 1375/2008, de 1 de agosto, modificado por el RD 682/2011, de 13 de mayo)
Supervisión y manejo de máquinas, equipos e instalaciones
Métodos de trabajo y utilización de aparatos, equipos y útiles
Realización de trabajos de agrimensura, nivelación simple y replanteo
MF0009_3: Gestión de la maquinaria, equipos e instalaciones de jardinería
MF0727_3: Operaciones topográficas en trabajos de agricultura, jardinería y montes
Para llevar a cabo el mantenimiento de una zona verde es necesario disponer de medios materiales, incluida la maquinaria, así como de medios humanos. Es de gran importancia que todo lo que se use tenga un correcto funcionamiento y que sea manejado por personal competente; por ejemplo, que los empleados encargados de manejar la maquinaria estén capacitados para ello y posean los carnets necesarios.
En el mantenimiento de una zona verde intervienen muchas variables, desde el tipo de maquinaria idónea para realizar determinada tarea hasta la climatología de cada momento. Dentro de las tareas que hay que ejecutar existen distintos niveles de mecanización y automatización. Hay labores complejas, para cuya ejecución es necesario emplear equipos especiales, y que además deben ser manejados por personal muy cualificado, mientras que existen otras que se realizan con una gran facilidad, de una manera amena y con unas máquinas o herramientas muy simples.
Las tareas de conservación deben seguir una lógica en lo que a su orden de ejecución se refiere, efectuando en primer lugar las que no entorpezcan la realización de otras.
Hay otras ocasiones en que conviene realizar algunas tareas justo después de ejecutar otras, ya que suponen un ahorro de tiempo y un beneficio económico.
También es imprescindible conocer el coste económico que tiene ejecutar cada una de las distintas operaciones de mantenimiento, y de esta forma poder actuar para evitar pérdidas o conseguir unos resultados óptimos.
Teniendo en cuenta que el uso de maquinaria tiene un papel fundamental, es muy necesario llevar un correcto mantenimiento de ellas, tanto a nivel preventivo, para evitar su deterioro, como a nivel correctivo, arreglando las posibles averías que pudieran surgir.
Una vez que el equipo ya ha cumplido su vida útil, o debido al aumento del
volumen de trabajo, hay que plantearse renovarlo, para lo cual hay que estudiar detenidamente las necesidades reales, la oferta del mercado y las condiciones de adquisición.
La planificación del mantenimiento requiere relacionar todas las tareas entre sí, ya que se llevan a cabo dependiendo del buen estado y de la disponibilidad de uso de la maquinaria y del resto de equipos.
Además, el transporte de mercancías y personas es una actividad que se ejecuta a diario, sobre todo cuando hay que trabajar en varias zonas dentro de la misma jornada. Por tanto, es fundamental el conocimiento y cumplimiento de la legislación vigente en materia de circulación. Sobre todo hay que extremar las precauciones al trasportar productos peligrosos, como fitosanitarios, o plantas, cuyo manejo ha de ser muy cuidadoso.
UF0028. Programación del funcionamiento, mantenimiento y adquisición de equipos e instalaciones
UNIDAD Programación de oPeraciones de funcionamiento de las máquinas, equiPos e instalaciones de jardinería
Contenido
1.1. Operaciones mecanizables
1.2. Equipos necesarios para cada operación
1.3. Tipos de equipos
1.4. Variables de utilización de maquinaria en campo que mejoran el rendimiento
1.5. Eficiencia de trabajos
1.6. Ordenación secuencial de trabajos
1.7. Programación de operaciones y control de los resultados del trabajo mecanizado
1.8. Resumen
1.9. Actividades
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Las labores mecanizables en jardinería son múltiples, y la gama de maquinaria existente en el mercado es cada vez más amplia, habiendo aparecido en los últimos años diseños muy específicos para determinadas labores, así como equipos muy versátiles de múltiples usos.
1.1. Operaciones mecanizables
La mayoría de las operaciones que se ejecutan en jardinería son mecanizables, es decir, se pueden llevara cabo mediante el uso de alguna máquina. Estas tareas se pueden agrupar claramente en dos grupos:
• Tareas para la implantación del jardín.
• Tareas para el mantenimiento del jardín.
Para implantar una zona verde se deberán llevar a cabo, cronológicamente, las siguientes tareas, todas ellas mecanizables:
1. Movimientos de tierras y nivelación del terreno . Estas labores se encuentran ampliamente mecanizadas, mediante el uso de una gran diversidad de maquinaria diseñada específicamente para este tipo de tareas como son las excavadoras, palas cargadoras, niveladoras, compactadoras, camiones y dumpers.
2. Escardas. Para ejecutar cualquier jardín es imprescindible que la zona se encuentre libre de malas hierbas por lo que, si tras los movimientos de tierras quedasen zonas con este tipo de vegetación espontánea, será necesario eliminarla. Esta labor puede llevarse a cabo manualmente si la extensión es muy pequeña y el tipo de hierba es de poca consistencia; en cambio, para medianas y grandes extensiones o para zonas con vegetación muy densa y de consistencia robusta (por ejemplo con pequeños arbustos), es preferible el uso de máquinas específicas como son los desbrozadoras. Las malas hierbas también se pueden eliminar mediante la aplicación de herbicidas, pudiendo usar en este caso pulverizadoras manuales (para pequeñas extensiones) o mecánicas para zonas más amplias.
Importante:
Si la escarda no se ejecuta correctamente, puede ser que el resto de labores se vean afectadas negativamente, ya que las hierbas serán una molestia para la realización de las mismas.
3. Laboreo . Para preparar el terreno de plantación es necesario llevar a cabo algunas labores destinadas a proporcionarle las condiciones más idóneas para las plantas que en un futuro se colocarán. Las operaciones principales son el desfonde y el subsolado.
• El desfonde es una labor que se ejecuta en las capas más profundas de la tierra, realizando un volteo del suelo, rompiéndolo al mismo tiempo. El desfonde no modifica la situación de las distintas capas de la tierra. Esta tarea se lleva a cabo con unos aperos conocidos como arados de desfonde. Para llevarla a cabo, el terreno ha de encontrarse en buenas condiciones, ni con un exceso de humedad ni demasiado seco. El desfonde se lleva a cabo a una profundidad aproximada de 60 cm, según el tipo de suelo y el tipo de vegetación que se vaya a colocar. Hay algunas ocasiones en que se lleva a cabo a una mayor profundidad, sobre todo si se van a plantar árboles de gran porte. Se realiza con un tractor, usando un apero llamado vertedera o arado de desfonde.
• El subsolado es una labor que se ejecuta de la misma manera que el desfonde, pero se diferencia en que en este caso sí se mezclan las distintas capas que forman el suelo. El subsolado es, por tanto, una labor profunda, que se lleva a cabo para romper el suelo de manera vertical. Se realiza con un tractor, usando un apero llamado subsolador, que abre un surco en el suelo al mismo tiempo que rompe la tierra que se sitúa encima de este. Cuando se realiza esta labor, se consigue un mejor drenaje del agua y se evitan encharcamientos en las zonas más superficiales. Una vez realizado, en el suelo queda una red de galerías, las cuales permiten la entrada de aire y agua. Además, se consigue un crecimiento más vigoroso de las raíces. Es muy importante para realizar esta labor que el suelo no esté muy húmedo, para evitar que resquebraje y disgregue. Si se lleva a cabo
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con el suelo mojado, las capas no se mezclarán y solo se producirá un corte en vertical. El subsolado se hace a una profundidad de entre 60 y 100 cm, dependiendo de las necesidades, el tipo de suelo y la vegetación que se vaya a implantar. Es igualmente muy importante subsolar con los elementos adecuados, es decir, un tractor de gran potencia y un apero concretamente fabricado para esta labor.
4. Abonado y aporte de enmiendas. Para mejorar la calidad del suelo se pueden aportar abonos u otro tipo de áridos, como cal, arena o tierra vegetal, según el caso y el tipo de terreno existente. El abonado puede llevarse a cabo manualmente, en extensiones pequeñas o mecánicamente, en zonas medianas o grandes, mediante el uso de abonadoras, las cuales pueden ser de varios tipos: las que funcionan como un apero de un tractor y otras que son máquinas en sí mismas, y que deben ir conducidas por un operario. Un tipo especial de maquinaria empleado para llevar a cabo abonados de grandes extensiones lo forman las cisternas, que llevan a cabo un aporte en forma líquida de los abonos.
Para el aporte de enmiendas se emplean camiones y la misma maquinaria pesada usada para los movimientos de tierra, como excavadoras y palas cargadoras.
5. Apertura de zanjas. En una zona verde la mayoría de las instalaciones son subterráneas, como el sistema de riego, el suministro eléctrico de las luminarias, el drenaje y la red de alcantarillado. Para construir estas instalaciones es necesario abrir zanjas, las cuales serán de distinta anchura y profundidad. El tamaño de cada zanja deberá ser acorde a lo que aloje, evitando siempre sobredimensionarla. Habitualmente la instalación de riego es la que precisa una mayor cantidad de zanjas, necesitando un tamaño tan solo un poco más ancho de su diámetro y una profundidad que varía entre los 15 y 30 cm, según sea un tubo de suministro general, parcial o para los emisores de riego, aspersores o difusores. Para las instalaciones de saneamiento y drenaje se ejecutan zanjas con mayores anchuras y profundidades, además de darles cierta inclinación, para dirigir el agua a las zonas donde se vaya a evacuar. Las zanjas albergarán distintos elementos como tuberías de suministro de agua, cableado eléctrico, tubos de conducción de aguas residuales, tubos para drenaje de agua de riego o exceso de lluvia, etc. Al estar enterrados, estos elementos pasarán desapercibidos al público y no molestarán para llevar a cabo las tareas de mantenimiento del jardín.
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6. Siembras, plantaciones y trasplantes. En la instalación de un jardín, normalmente, la única siembra que se lleva a cabo es la del césped. Esta puede realizarse de dos maneras:
• Mediante el uso desembradoras. Son aperos que funcionan con la toma de fuerza del tractor, que tienen una tolva donde se colocan las semillas. Al ir avanzando el tractor, y mediante un mecanismo, por el fondo de la tolva van saliendo las semillas, esparcidas uniformemente. La sembradora se emplea para grandes extensiones.
• Manualmente. Esta técnica, conocida como «a voleo», consiste en esparcir las semillas con la mano, dejándolas caer en el suelo de la manera más uniforme posible. Se usa para extensiones de pequeño o mediano tamaño.
A la hora de plantar los elementos vegetales de un jardín hay que preparar previamente el terreno, cavándolo, abonándolo y abriendo los correspondientes hoyos. Estos han de ser específicos para el tamaño de las plantar que se van a colocar (árboles, arbustos, trepadoras, setos, etc.). Esta tarea es altamente mecanizable, mediante el uso de excavadoras o ahoyadoras. Para llevar a cabo los trasplantes también se usará la maquinaria empleada para la plantación, aunque en el mercado existen maquinas específica para llevar a cabo esta labor.
Definición:
Toma de fuerza. Es un eje que rota sobre sí mismo, accionado por el motor del tractor, donde se conectan los aperos para que tomen de ahí la energía para su funcionamiento.
7. Instalación y creación de elementos no vegetales. En una zona verde los elementos no vegetales tienen la misma importancia que las plantas. Una zona verde compuesta por plantas muy cuidadas pero que no cuenta con las infraestructuras ni equipamientos adecuados posiblemente no sea muy visitada, por lo que no cumplirá la función para la que ha sido creada. Existen instalaciones de suministro y gestión, formadas por conducciones
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que incluyen tubos y cables para suministrar agua o electricidad, así como otros mecanismos que servirán para controlar el agua (electroválvulas, programadores, etc.). También se crean edificaciones o instalaciones para almacenar herramientas, maquinaria y el resto de productos empleados en la conservación del jardín. Otras infraestructuras se construyen para el uso y esparcimiento de los usuarios, como bancos, mesas, aseos, etc. Muchas de estas tareas, propias del sector de la construcción, son también altamente mecanizables, como la fabricación de morteros mediante hormigoneras o la instalación de pavimentos terrizos mediante apisonadoras.
Apisonadora usada en la creación de infraestructuras
A continuación, se muestra un esquema resumen de las tareas mecanizables necesarias para llevar a cabo la implantación de una zona verde:
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Cuando se crea una zona verde, cada tarea ha de llevarse a cabo en el menor tiempo posible, pero teniendo en cuenta que su ejecución debe ser correcta. Dependiendo del tamaño de la obra a ejecutar, del tipo de ajardinamiento y sobre todo de si hay un plazo de entrega o finalización, el tiempo disponible para realizar cada labor será mayor o menor.
La cantidad de trabajo que supone cada operación puede variar, sobre todo en lo que se refiere a los movimientos de tierras y nivelación del terreno, la apertura de zanjas y las plantaciones, ya que dependen del tipo de terreno. Si
es más o menos duro o pedregoso la maquinaria tendrá que realizar un mayor o menor esfuerzo, aumentando o disminuyendo el tiempo total empleado.
Dependiendo del estado de la tierra , la cantidad de trabajo a realizar también puede aumentar. Cuando el terreno está mojado o húmedo, sobre todo después de haber llovido, la maquinaria no puede desarrollar sus funciones a pleno rendimiento debido a que el peso de la tierra aumenta considerablemente por la presencia de agua.
La climatología es también un elemento a tener en cuenta, ya que existen determinadas tareas como las siembras, plantaciones y trasplantes, que requieren una mayor cantidad de trabajo cuando se realizan en condiciones adversas, como con la presencia de viento, bajas temperaturas y lluvia.
Durante la implantación de una zona verde las máquinas no están trabajando continuamente, ya que es muy difícil coordinar la realización de las distintas tareas para que eso ocurra. Además, por cuestiones mecánicas y de descanso de los operarios, también hay momentos en los que la máquina no trabaja. A esos periodos en los que la máquina no trabaja se conocen como « tiempos muertos».
Para calcular la capacidad de trabajo de cada máquina habrá que tener en cuenta, por tanto, una serie de variables como son:
• Estado de la mecánica.
• Tipo y estado del terreno.
• Climatología.
• Experiencia y conocimientos del operario.
• Estado de los elementos de seguridad.
• Tiempos muertos.
Para el mantenimiento de zonas verdes, se deben llevar a cabo las siguientes tareas, todas ellas mecanizables. La siguiente tabla relaciona las labores con la maquinaria empleada:
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Máquina
Limpieza de pavimentos Barredora, sopladora y aspiradora
Limpieza de praderas y parterres Sopladora y aspiradora
Siega de praderas de césped Segadora (cortacésped)
Desbroce de bordes de césped Desbrozadora (con hilo de nailon)
Desbroce de maleza en general Desbrozadora (con ruedas, disco de corte o hilo de nailon)
Poda en general Motosierra
Corte de setos Cortasetos
Tratamientos fitosanitarios Pulverizadora
Abonados Abonadora
Laboreo del terreno y escardas Motoazada
1.2. Equipos necesarios para cada operación
Los equipos necesarios para llevar a cabo movimientos de tierras son muy diversos, e incluyen desde grandes excavadoras hasta pequeña maquinaria auxiliar como compactadoras. La cantidad de tierra que se tenga que mover determinará el tipo de maquinaria a emplear.
Las excavadoras (también conocidas como retroexcavadoras) son equipos compuestos por un brazo articulado, el cual se mueve por la fuerza que le transmite el motor de la máquina. En ocasiones, el brazo se presenta como un apero que puede ser colocado a un tractor. En el extremo del brazo articulado se encuentra situado un cazo o cuchara, también articulado, donde se recoge la tierra. Hay dos tipos fundamentales de excavadoras, las de que se mueven sobre ruedas neumáticas y las que lo hacen sobre un sistema de cadenas, denominadas excavadoras oruga.
Las palas cargadoras son máquinas que cuentan en su frontal con una cuchara de grandes dimensiones, que se emplea para recoger la tierra y cargarla en camiones o bien trasportarla a otro lugar, habitualmente dentro de la misma obra. Las hay con distintas dimensiones y capacidades de carga.
En el mercado hay una gran variedad de excavadoras y palas cargadoras. Existen máquinas mixtas, que poseen tanto brazo articulado como cuchara de carga. También es posible encontrar modelos de pequeño tamaño, para que sean fácilmente accesibles a la mayoría de las zonas de trabajo.
Además, algunas marcas incluyen la posibilidad de añadir aperos específicos para realizar determinadas tareas, como son zanjadoras, ahoyadoras, niveladoras, etc.
El bulldozer es una máquina que tiene un diseño muy parecido a la pala cargadora; se emplea para excavar, pero solo cuando las capas del terreno son de poca profundidad. Además, se usa para tareas de nivelación y compactación. No puede elevar la cuchara y funciona con ruedas o con cadenas.
La traílla puede ser una máquina autopropulsada o usarse como apero de un tractor. Están diseñadas para extraer tierra de la capa superficial y dejar nivelada la zona por donde pasan.
La motoniveladora es la maquina encargada de extender y nivelar las distintas capas del terreno. Tienen una gran hoja metálica, llamada vertedera, que sube o baja, gira o se balancea según sea necesario para extender y nivelar las tierras. Se emplea tanto en zonas llanas como en taludes.
El compactador de tierras es una máquina de gran tonelaje que tiene un rodillo vibrador, el cual compacta fuertemente el terreno por el que pasa.
La maquinaria para el transporte está formada por diversos equipos, y su uso va estar condicionado por el tipo de terreno, el volumen de tierras a transportar y las características de la obra. Pueden ser camiones de diversa capacidad de carga o los conocidos popularmente como «dumpers», que son volquetes basculantes con ruedas y un motor acoplado para desplazarse por la obra o fuera de ella. Hay dumpers, también llamados simplemente volquetes, de muchos tamaños y capacidades de trabajo. Su capacidad de carga suele estar comprendida entre 1 y 2 m3, y algunos modelos disponen de una pequeña pala para autocarga o la posibilidad de colocarle algunos aperos como barredoras.
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Cuando se crea una zona verde, una vez que la maquinaria pesada ha llevado a cabo su función, intervienen una serie de equipos que son necesarios para dejar el terreno en perfectas condiciones. Son los siguientes:
Equipo Función
Sembradora Dispersar las semillas por el suelo
Subsolador
Cultivador
Descompacta el suelo
Mezcla la tierra
Airea y disgrega el suelo
Corta raíces
Seca el terreno con humedad
Vibrocultor
Airea el suelo
Disgrega el terreno
Gradas rotativas
Prepara el terreno para la siembra
Entierra los abonos
Tritura y mezcla los desechos vegetales
Compacta el terreno muy suelto
Rodillo
Cubre las semillas
Disgrega el suelo
Rotocultor Prepara el suelo para la siembra
Las últimas máquinas que se emplean en la preparación del terreno son los motocultores y las motoazadas . Los primeros son más potentes y poseen un eje con dos ruedas para poder avanzar sobre el terreno mientras que las motoazadas han de ser empujadas por la persona que la maneja. Los dos equipos sirven para desmoronar el terreno y dejarlo suelto. Constan de un motor que acciona una barra donde se colocan una serie de cuchillas que cortan el suelo verticalmente, rompiéndolo y volteándolo. Suelen ser equipos ligeros, de no más de 150 kg de peso y que están provistos de todo tipo de elementos de seguridad. La profundidad de la labor suele estar entre 20 y 30 cm.
Tanto al crear como al mantener una zona ajardinada es necesario llevar a cabo el abonado, para lo cual se emplean abonadoras. Dependiendo de su sistema de funcionamiento, las abonadoras pueden clasificarse en:
• Abonadoras por gravedad: en este caso, es la fuerza de la gravedad la que hace que la abonadora funcione, ya que el fertilizante cae de una tolva o depósito por su propio peso. Habitualmente suelen ser equipos que se acoplan a un tractor.
• Abonadoras centrífugas : es el tipo más usado en jardinería, ya que tienen un bajo costes de mantenimiento y de compra con respecto a los demás. El abono, que se aporta en una tolva, sale al exterior empujado por la fuerza centrífuga que le proporciona un disco giratorio situado en el fondo de la misma. Pueden ser acopladas al tractor, para tomar de este la energía necesaria para su funcionamiento, o funcionar como máquinas autónomas.
• Abonadoras neumáticas: son máquinas empleadas fundamentalmente cuando se pretende que el reparto del abono sea lo más homogéneo
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posible a dosis muy bajas. Son el tipo de abonadora más modernas, aunque también las más caras. Funcionan repartiendo el abono mediante distintos tubos, por los que circula una corriente de aire que es generada por un ventilador central o común.
Para realzar tareas de siembra se usan sembradoras, que aportan directamente la semilla al suelo, y en ocasiones, sobre todo en zonas de taludes, se emplean hidrosembradoras . Estas máquinas funcionan proyectando un chorro de agua mezclado con semillas, abonos y otros productos estabilizantes para que la mezcla permanezca en el terreno y no resbale. Constan de un depósito que alberga la mezcla y una bomba que ejerce la presión necesaria para que esta salga al exterior. Pueden ser máquinas autónomas, aperos de un tractor o colocarse sobre un camión.
Para las plantaciones, además de usar excavadoras para la apertura de grandes hoyos y zanjas, se emplean pequeñas ahoyadoras, que constan de una barra en forma de barrena que va perforando el suelo al mismo tiempo que extrae la tierra a la superficie. Dependiendo del tamaño del hoyo (anchura y profundidad) se usará una barrena de mayor o menor tamaño.
Ahoyadora
Dentro de las tareas de mantenimiento, la siega del césped es una de las que está más mecanizada. Para realizar esta tarea existen dos tipos principales de máquinas, clasificadas según el tipo de cuchillas:
• Segadoras rotativas. Son las más empleadas en el mantenimiento de jardines ornamentales. La cuchilla tiene dos filos en sus extremos y gira sobre un eje vertical a gran velocidad. El corte de la hierba se produce por el impacto del filo de la cuchilla, por lo que debe estar bien afilada. Con este tipo de segadoras no es posible realizar cortes muy bajos, casi nunca se consiguen menos de 2 o 3 cm. Existe una gran variedad de modelos en el mercado, desde pequeñas máquinas de empuje manual hasta sofisticados tractores para el corte de grandes extensiones.
Segadora rotativa
• Segadoras helicoidales. Poseen un conjunto de cuchillas helicoidales que permiten la realización de cortes muy bajos, incluso de pocos milímetros de altura. La cantidad de cuchillas varía desde cinco hasta doce, y van unidas entre sí formando un molinete o tambor. A mayor número de cuchillas, más uniforme y perfecto será el corte. Este tipo de segadoras es el más empleado en campos de golf y zonas deportivas en general. Existen modelos que se manejan manualmente, para pequeñas extensiones, y otros que son mecánicos, con un motor que permite el avance de la máquina por sí misma, así como el movimiento de las
UF0028. Programación del funcionamiento, mantenimiento y adquisición de equipos e instalacionescuchillas. Dependiendo del número de cuchillas y de la altura de la pradera a segar, los residuos vegetales resultantes serán de mayor o menor tamaño, siendo necesaria su recogida solo cuando son grandes.
Para programar el funcionamiento correcto de las segadoras hay que tener en cuenta una serie de factores, como el estado de la pradera o el uso que se vaya hacer de la misma. Por ejemplo en los campos de golf hay épocas en que el césped se corta casi a diario, por lo que el uso de las segadoras será más intensivo que el de aquellas que se emplean para cortar praderas de jardines ornamentales.
• Segadoras flotantes . Se usan en pequeñas zonas que tienen una pendiente pronunciada. Las máquinas se deslizan sobre un colchón de aire que llevan incorporado, a modo de flotador. El ancho de corte está limitado, estando comprendido entre 40 y 50 cm. Suelen ser de poco peso, con motores pequeños y sin canasta o cesta para la recogida de la hierba cortada. Hay modelos cuyo elemento de corte es un hilo de nailon en lugar de una cuchilla.
• Segadoras automáticas . Las nuevas tecnologías están consiguiendo unos grandes avances en la mecanización y automatización de la siega
del césped. Se han mejorado muchísimo los motores eléctricos y las capacidades de trabajo de las máquinas a batería. Incluso se han desarrollado algunos modelos que funcionan con energía solar. Pero, sin duda, el mayor avance ha sido la creación de equipos totalmente autónomos, que pueden cortar todo tipo de praderas sin la intervención directa del ser humano, incluso ofreciendo la posibilidad de llevar un control remoto de la máquina.
Vídeo
A continuación, se muestra un video en el que se puede observar un robot cortacésped: https://www.youtube.com/watch?v=t-dHhsUGCgI
Otra tarea muy mecanizada es el desbroce. Las desbrozadoras permiten una eliminación eficaz de maleza, y también sirven para mantener la vegetación a una altura deseada o en un lugar concreto, como cuando se utiliza para cortar los bordes del césped. La gama de desbrozadoras es muy amplia, y se pueden clasificar en:
• Rotativas. Hay equipos que son autopropulsados y otros que se conectan a la toma de fuerza del tractor. También hay de eje vertical y horizontal. Las cuchillas están protegidas en una carcasa con ruedas o patines. La anchura de corte oscila entre los 60 y los 90 cm. Las cuchillas pueden ser de acero, o bien emplear hilo de nailon como elemento cortante.
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• Autoportantes . Son equipos autopropulsados con la posibilidad de conectar un accesorio, que sirve de asiento o apoyo para el operario, de modo que este no tiene que ir a pie. El rendimiento es mucho mayor que con las desbrozadora no autoportantes, ya que la máquina puede alcanzar más velocidad que la del ser humano. Tienen un ancho de corte entre 70 y 100 cm.
• Perfiladoras. Este tipo de máquinas se emplean fundamentalmente para perfilar las praderas de césped, siendo el elemento de corte el hilo de nailon, aunque también pueden usarse para el desbroce de vegetación de consistencia media o robusta. Incluso se les puede colocar un disco metálico para cortar arbustos. El diseño de este tipo de máquinas es sencillo, ya que se trata de un motor que hace girar una barra larga, en cuyo extremo se coloca un cabezal de corte o una cuchilla. En la programación de los trabajos de mantenimiento de la zona verde hay que tener en cuenta que la labor de siega ha de ir acompañada de la de perfilado de bordes.
Hay otras operaciones mecanizables relacionadas directamente con el mantenimiento de las praderas de césped. Para llevarla a cabo se emplea la siguiente maquinaria
• Escarificadora . Con el escarificado de la pradera se obtiene una regeneración de la misma. Esta labor se ejecuta frecuentemente en céspedes que llevan muchos años implantados y que han creado un colchón vegetal sobre el suelo, compuesto de restos de siega, plantas muertas, malas hierbas, musgo y materia orgánica en descomposición. La escarificadora consta de una serie de cuchillas que cortan la pradera verticalmente, girando y dando cortes perpendiculares al terreno. También hay escarificadoras manuales, empleadas para escarificar pequeñas extensiones, que se usan a modo de rastrillo. El escarificado se tiene que realizar antes de que el césped entre en parada vegetativa, o también en primavera. En ocasiones, el escarificado se hace como complemento a las tareas de resiembra.
Escarificadora manual
• Recebadora . Una tarea muy recomendable en el mantenimiento de céspedes es el recebo, consistente en aportar sobre la pradera una capa
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Programación del funcionamiento, mantenimiento y adquisición de equipos e instalacioneshomogénea de mantillo, turba, arena o una mezcla de estos elementos. La granulometría de los materiales ha de ser muy pequeña, para que puedan traspasar la capa vegetal (césped) y situarse sobre el suelo. El material aportado cubre los huecos del terreno, consiguiendo así una nivelación del mismo además de fertilizar el terreno y/o mejorar el drenaje y la aireación. Para aportar la mezcla se emplean abonadoras de gran tamaño, ya que las manejadas por un operario no suelen ser aptas. En ocasiones, en lugar de abonadoras, se usan camiones o remolques tirados por un tractor, desde los que se va dejando caer el material lo más homogéneamente posible, para posteriormente rastrillarlos manual o mecánicamente.
• Aireadora. Con el aireado se consigue una mejora en la permeabilidad del suelo, permitiendo así que el agua penetre, así como el oxígeno y los abonos que se apliquen. La aireadora es una máquina que introduce en el terreno una serie de cilindros metálicos huecos, que extraen la parte del sustrato que cabe en los mismos, y lo aportan de nuevo sobre el terreno, desmenuzado. Las aireadoras, también conocidas como «pinchadoras», disponen de un sistema rotativo que al pasar por la pradera la dejan totalmente llena de agujeros, por lo que es necesario esparcir, manual lo mecánicamente, los restos obtenidos. Esta tarea se lleva a cabo tras una siega, en otoño o en primavera. Esta labor se realiza sobre todo en zonas compactadas. Hay aireadoras pequeñas, que se manejan por una persona, o grandes aperos que se conectan a la toma de fuerza de un tractor. Esta últimas se emplean sobre todo en campos deportivos o extensas zonas verdes.
Las máquinas mecanizables para la poda son:
• Tijeras neumáticas o eléctricas . Pueden estar accionadas por un equipo eléctrico o neumático, que suele llevarse colgado a la espalda o a veces cogido mediante un arnés a la cintura. El cabezal está compuesto por una cuchilla fija y otra que se mueve y es la que corta. El cuerpo de la tijera está fabricado de aluminio u otro material metálico, a veces se emplea algún plástico muy rígido, para que sea de poco peso. Se manejan con una mano, accionando el movimiento de la cuchilla mediante un gatillo. Dentro de las tareas de mantenimiento de estos equipos las más importantes son la limpieza y el afilado de la cuchilla. En el mercado hay muchos modelos, aunque casi todos tienen un diámetro de corte
máximo comprendido entre 30 y 50 mm. Su peso, incluyendo la batería o el equipo neumático, no suele superar los 2 kg. Este tipo de tijeras de tijeras es muy empleado, además de en jardinería, en fruticultura, debido a la gran capacidad de trabajo que tienen y a las ventajas ergonómicas que presenta para los operarios. Vídeo
A continuación, se muestra un video en el que se puede observar una tijera de poda neumática: https://www.youtube.com/watch?v=eIaL7wO757M
• Motosierras . También conocidas como «sierras de cadena», tienen como elemento de corte una cadena formada por distintos eslabones, algunos de los cuales tienen piezas metálicas, llamadas «dientes de corte», que cortan la madera ya que están afilados y giran a gran velocidad sobre una pieza fija, el espadín.
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Teniendo en cuenta que las motosierras se usan también en trabajos forestales y otros sectores, como en la construcción, la variedad de modelos existentes en el mercado es enorme, desde grandes motosierras para cortar grandes árboles en el bosque hasta pequeñas máquinas eléctricas para usar en pequeños y esporádicos trabajos del jardín. En el mantenimiento de zonas verdes suelen emplearse de tamaño mediano o pequeño, tanto de motor de gasolina como eléctricas, pero con funcionamiento a batería.
Motosierra y funda de espadín
Existen modelos de motosierras específicos para podar árboles a una gran altura, que son de poco muy poco peso, para facilitar a los operarios la tarea. Tienen el manillar de soporte en la parte superior del motor en lugar de tenerlo detrás, como el resto de modelos.
• Cortasetos. Se emplean para cortar setos o para dar formas concretas a los arbustos y árboles, por ejemplo formando copas esféricas o aparasoladas. Consta de un espadín, sobre el que se mueven dos cuchillas dentadas que se mueven alternativamente y en sentido contrario una contra la otra. Las cuchillas son accionadas por un motor de dos tiempos (gasolina) o por uno eléctrico, al que se le suministra la corriente mediante un cable o una batería.
Otros equipos empleados con ocasión del mantenimiento de zonas verdes son las máquinas empleadas para la limpieza, como los sopladores y aspiradores.
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Cuchillas de cortasetosTanto unos como otros están formados por una turbina que gira a gran velocidad, y cuya fuerza se la proporciona un motor, de explosión o eléctrico. Los sopladores tienen las aspas de la turbina de manera que el aire sale hacia adelante, y a través de un tubo se proyecta una corriente que se utiliza para amontonar las hojas, tierra suelta en los pavimentos, pequeña basuras y restos vegetales de poco peso. Por el contrario, en los aspiradores, se aprovecha la corriente de aire que genera la turbina para atrapar los restos a recoger.
Hay modelos que tienen la capacidad de desarrollar al mismo tiempo las dos funciones, actuando primero de soplador para amontonar la basura y luego como aspirador para absorberla y depositarla en un saco que lleva incorporado. También hay sopladores y aspiradores autopropulsados, manejados por un operario a modo de segadora.
Para grandes extensiones y zonas pavimentadas hay diseñados modelos específicos, conocidos como «barredoras» que mueven unos cepillos los cuales amontonan la basura para luego aspirarla hacia un depósito.
Además existen equipos conocidos como «recogehojas» que son arrastrados a modo de apero por un tractor, empleados sobre todo en praderas de césped.
Recogehojas
Todas las máquinas deben ser usadas correctamente con el objetivo de no dañar el medio natural donde desarrollan su trabajo. Para ello hay que tener en cuenta, muy especialmente:
• Solo emplear máquinas con una correcta calibración de los motores, para no expulsar más gases de los legalmente permitidos.
• No usar maquinaria ruidosa, que emita sonidos más allá de los niveles legislados.
• Solo emplear combustibles, repuestos y lubricantes homologados.
• Deshacerse de todos los residuos (piezas averiadas, aceites usados, etc.) en los puntos autorizados.
1.3. Tipos de equipos
Un equipo es un conjunto de máquinas que se usan unidas entre sí, aunque también se emplean separadas pero simultánea o sucesivamente. Por ejemplo, cuando se poda una alineación de árboles en una calle, el equipo de poda está compuesto por las plataformas o grúas elevadoras, la maquinaria y herramientas específicas (motosierras y tijeras), la trituradora de restos vegetales, los camiones para retirada de residuos a vertedero, los elementos para limpieza y señalización vial, así como las furgonetas para transporte.
También se denominan equipos a las cuadrillas de personal, que trabajan en una zona en concreto o que llevan a cabo determinada tareas. Por ejemplo, en verano es habitual que existan equipos de siega, compuestos por varios operarios, donde cada uno se encarga de manejar una máquina o de realizar una tarea concreta: cortar los bordes, segar la pradera, limpiar los restos, etc. En este caso, el equipo de siega utilizaría también el mismo medio de transporte para desplazarse de un lugar a otro.
Los equipos se pueden clasificar atendiendo a:
• La forma de manejo. Pueden ser manuales, por ejemplo desbrozadoras para bordes de césped, o apoyados sobre el terreno, por ejemplo segadoras.
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También pueden ser autoportantes, donde el operario va subido a la máquina, sentado o de pie, o equipos manejados mientras se camina tras ellos. También hay equipos que tienen que ser arrastrados y accionados por un tractor, como las abonadoras para grandes extensiones.
• El tipo de energía utilizada . Pueden funcionar con un motor, de dos o cuatro tiempos, a base de combustible, siendo el de gasolina el más habitual. Este tipo de motores, gracias a sus prestaciones, han sido históricamente los más empleados en jardinería profesional. En el caso de grandes equipos, como tractores a los que se colocan aperos (arados, sembradoras, etc.) el combustible habitual es el gasoil. Los equipos también pueden funcionar con motores eléctricos, los cuales se conectan a la red eléctrica mediante un cable o mediante baterías, que forman parte de la propia máquina. En jardinería profesional no suelen emplearse equipos conectados a la red mediante cables, ya que estos suponen una molestia para los operarios. Hoy en día la tendencia es usar motores con batería, ya que estos han sido desarrollados en los últimos años de manera que son capaces de ofrecer una gran potencia y durabilidad.
1.4. Variables de utilización de maquinaria en campo que mejoran el rendimiento
Para valorar el rendimiento de un equipo mecánico distinguimos entre los que trabajan sobre superficies o alineaciones que son medibles, como una segadora o una máquina cortasetos, y los que trabajan en elementos no medibles, como por ejemplo las motosierras para poda de árboles y arbustos.
En el caso de superficies medibles, el rendimiento de la máquina es fácilmente valorable; por ejemplo una segadora que en una hora corta quinientos metros de césped tiene una capacidad de trabajo o rendimiento de 8,3 m2 por minuto, resultantes de dividir la extensión cortada entre los minutos que empleados en cortarla (500 m2/60 m).
Sin embargo, hay casos en que la superficie sobre la que se actúa no es fácilmente medible, por ejemplo en una alineación de árboles en una calle, con tamaños distintos o con necesidades de poda diversas, como desmochado, terciado, remangado, poda de formación, etc.
A modo de ejemplo, la siguiente tabla muestra los rendimientos medios de la realización de algunas labores: Tarea
Recogida de hojas con soplador/aspirador de 30 cm3 de cilindrada, provisto de saco de 50 l.
Tratamiento fitosanitario con carretilla pulverizadora de 100 l de capacidad y 60 cm3 de cilindrada.
Siega de césped con segadora rotativa autopropulsada de 6 CV y 55 cm de corte.
Siega de césped con segadora autoportanterotativa autopropulsada de 10 CV y 120 cm de corte.
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Siega con desbrozadora de 45 cm3 de cilindrada, de cabezal de nailon, en taludes de difícil acceso.
Desbroce del terreno, con vegetación de consistencia robusta, mediante desbrozadora de cuchillas de 120 cm de ancho, acoplada a toma de fuerza de tractor.
Desbroce del terreno, con vegetación de consistencia ligera, mediante desbrozadora de cuchillas de 120 cm de ancho, acoplada a toma de fuerza de tractor.
Perfilado de bordes de césped, con desbrozadora de 45 cm3 de cilindrada, incluso limpieza y recogida de restos.
180
1500
2200
85 metros lineales/hora
Para estudiar la mejora del rendimiento, hay que conocer también las variables que intervienen en la tarea y que hacen que el tiempo de ejecución disminuya, como la existencia de obstáculos, taludes, terreno desigual, etc. Una variable muy importante son las condiciones climáticas del momento en que se ejecuten las tareas, ya que la lluvia o el viento pueden dificultar bastante determinadas labores, fundamentalmente la siega de césped, la poda y las siembras y plantaciones. La lluvia es un condicionante de gran importancia, ya que además de impedir la realización de algunos trabajos el día en que llueve, disminuye enormemente el rendimiento de algunas tareas los días posteriores, al encontrarse la pradera o el terreno mojados.
Otro aspecto a tener en cuenta es el reparto de tiempos durante la jornada de trabajo, es decir, cómo emplear la máquina para que su rendimiento sea el máximo a lo largo del día. En el caso de máquinas cuyo uso suponga un gran esfuerzo para el operario, como por ejemplo el empleo de martillos neumáticos para abrir zanjas, es aconsejable que dos o más trabajadores de vayan alternando en al manejo de la misma, de esa manera el cansancio no influirá tanto en el rendimiento.
También hay que tener en cuenta el realizar un uso correcto del equipo como una variable que puede aumentar o disminuir el rendimiento. Cada máquina está diseñada y fabricada para llevar a cabo determinados trabajos en unas condiciones concretas de temperatura, humedad, etc. No se conseguirá un rendimiento óptimo si forzamos la máquina, por ejemplo trabajando a más revoluciones de las aconsejadas durante mucho tiempo, o empleándola para
realizar trabajos en condiciones adversas, con temperaturas extremas o humedad excesiva.
1.5. Eficiencia de trabajos
En primer lugar hay que distinguir entre eficacia y eficiencia. Hablamos de eficacia para referirnos a que el trabajo se desarrolla en el tiempo programado, mientras que eficiencia significa realizarlo en el menor tiempo posible, con el menor gasto de combustible o energía posible y empleando la cantidad mínima del resto de materiales para su funcionamiento, como aceites y lubricantes. Por ejemplo, en una tarea como el abonado la eficacia consiste en aportar abono de una manera homogénea, en el momento adecuado y a la dosis prevista, mientras que la eficiencia corresponde al desarrollo de la técnica en sí misma, tratando de conseguir un buen rendimiento, minimizando el consumo de combustible, y del
UF0028. Programación del funcionamiento, mantenimiento y adquisición de equipos e instalaciones Segadora de césped de alto rendimiento