UF2419. Programas de aUtonomía e higiene en el aseo Personal del aCnee
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• INTRODUCCIÓN ..............................................................................
• UNIDAD DIDÁCTICA 1. Caja y terminal punto de venta .................
1.1. Caja y equipos utilizados en el cobro y pago de operaciones de venta
1.1.1. Funcionamiento .............................................................................
1.1.2. Características
1.2. Sistemas tradicionales ..................................................................................
1.2.1. Caja registradora .............................................................................
1.2.2. Datáfono .........................................................................................
1.3. Elementos y características del TPV
1.4. Apertura y cierre del TPV ..........................................................................
1.5. Escáner y lectura de la información del producto ..................................
1.6. Otras funciones auxiliares del TPV ...........................................................
1.7. Lenguajes comerciales: codificación de la mercancía, transmisión electrónica de datos (sistema EDI u otros) ..............................................
1.8. Descuentos, promociones, vales en el TPV .............................................
1.9. Utilización del TPV (terminal punto de venta) ....................................... RESUMEN ........................................................................................ AUTOEVALUACIÓN .......................................................................
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• UNIDAD DIDÁCTICA 2. Procedimientos de cobro y pago de las operaciones de venta ............................................................................
datos del aUtor
2.1. Caracterización de los sistemas y medios de cobro y pago ...................
2.1.1. Efectivo ...........................................................................................
2.1.2. Transferencia y domiciliación bancaria
2.1.3. Tarjeta de crédito y débito ............................................................
2.1.4. Pago contra reembolso..................................................................
2.1.5. Pago mediante teléfonos móviles, u otros .................................
Ángela Mosquera Gavilán nació en Vigo en el año 1987 junto a su hermana melliza María Teresa Mosquera Gavilán. Estudió una licenciatura en Psicología en la Universidad de Santiago de Compostela (2005-2010), y actualmente se especializa en Terapia Familiar Sistémica. Además, forma parte del Grupo de Intervención Psicológica en Catástrofes y Emergencias (GIPCE) del Colegio Oficial de Psicología de Galicia. En cuanto a la formación no reglada, es monitora de ocio y tiempo libre. El ejercicio de su profesión se ha centrado en la docencia y la impartición de talleres. Por otra parte, compagina su trabajo con la creación e ilustración de sus propios álbumes ilustrados.
2.1.6. Medios de pago online y seguridad del comercio electrónico
2.2. Los justificantes de pago .............................................................................
2.2.1. El recibo: elementos y características ..........................................
2.2.2. Justificante de trasferencias ..........................................................
2.3. Diferencias entre factura y recibo ..............................................................
2.3.1. Obligaciones para el comerciante y establecimiento comercial
2.4. Devoluciones y vales ...................................................................................
2.4.1. Normativa .......................................................................................
2.4.2. Procedimientos internos de gestión ............................................
2.5. Registro de las operaciones de cobro y pago ...........................................
2.6. Arqueo de caja ..............................................................................................
2.6.1. Concepto y finalidad ......................................................................
2.7. Recomendaciones de seguridad e higiene postural en el TPV ..............
RESUMEN ........................................................................................
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A Mayte y a Miguel
Mis más sinceros agradecimientos:
A mi hermana María Teresa Mosquera Gavilán por compartir conmigo su práctica diaria en su trabajo con los ACNEE en los centros escolares.
A la auxiliar técnica educativa Elvira I. Domínguez Jorge, miembro de ASATE, por acercarme a su realidad diaria.
A la asociación TEAVI.
A la asociación ANDAINA.
FiCha
Programas de autonomía e higiene en el aseo personal del ACNEE
1ª Edición
Certia Editorial, Pontevedra, 2018
Autor: Ángela Mosquera Gavilán
Formato: 170 x 240 mm • 153 páginas.
Programas de autonomía e higiene en el aseo Personal del aCnee . serviCios soCioCulturales y a la Comunidad
n o está permitida la reproducción total o parcial de este libro, ni su tratamiento informático, ni la transmisión de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, por fotocopia, por registro u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito de los titulares del Copyright.
Derechos reservados 2018, respecto a la primera edición en español, por Certia Editorial.
ISBN: 978-84-17328-01-6
Editor: Cenepo Consult, SLU
Depósito legal: PO 431-2018
Impreso en España - Printed in Spain
Certia Editorial ha incorporado en la elaboración de este material didáctico citas y referencias de obras divulgadas y ha cumplido todos los requisitos establecidos por la Ley de Propiedad Intelectual. Por los posibles errores y omisiones, se excusa previamente y está dispuesta a introducir las correcciones pertinentes en próximas ediciones y reimpresiones.
Fuente fotografia portada: Pixabay, autoriza a copiar, distribuir, comunicar publicamente la obra y adaptar el trabajo.
Familia profesional: SERVICIOS SOCIOCULTURALES Y A LA COMUNIDAD Área profesional: Formación y educación
FICHA DE CERTIFICADO DE PROFESIONALIDAD (SSCE0112) ATENCIÓN AL ALUMNADO CON NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES (ACNEE) EN CENTROS EDUCATIVOS (RD 625/2013, de 2 de agosto y corrección de erratas del RD 625/2013, BOE 22/11/2013)
Correspondencia con el Catálogo Modular de Formación Profesional
Unidades formativas H.CP
Módulos certificado
UF2277: Aplicación de los Sistemas Alternativos y aumentativos de comunicación 100
UF2416: Utilización de las técnicas de movilidad en desplazamientos internos por el centro educativo del ACNEE
UF2277: Aplicación de los Sistemas Alternativos y aumentativos de comunicación 150
UF2417: Aplicación de los programas de habilidades de autonomía personal y social del alumnado con necesidades educativas especiales
UF2418: Actividades complementarias y de descanso del alumnado con necesidades educativas especiales
UF2277: Aplicación de los Sistemas Alternativos y aumentativos de comunicación 100
UF2419: Programas de autonomía e higiene en el aseo personal del ACNEE
UF2277: Aplicación de los Sistemas Alternativos y aumentativos de comunicación 120
UF2420: Programas de actividad lúdica en el recreo
UF2277: Aplicación de los Sistemas Alternativos y aumentativos de comunicación 120
UF2421: Programas de autonomía e higiene personal, a realizar en el comedor escolar con un ACNEE
UF2422: Programas de adquisición de hábitos de alimentación y autonomía de un ACNEE que se realizan en un comedor escolar
Aplicación técnica de movilidad, orientación y deambulación en los desplazamientos internos por el centro educativo del alumnado con necesidades educativas especiales ACNEE
MF1426_3
MF1427_3 Participación en los programas de enseñanzaaprendizaje en el aula de referencia del alumnado con necesidades educativas especiales 150
MF1428_3 Autonomía e higiene personal en el aseo del alumnado con necesidades educativas especiales 90
MF1429_3 Atención y vigilancia en la actividad del recreo del alumnado con necesidades educativas especiales
MF1430_3 Hábitos y autonomía en la alimentación del alumnado con necesidades educativas especiales ACNEEen el comedor escolar
MP0503: Módulo de prácticas profesionales no laborales
Duración horas módulos formativos 550 Duración horas totales certificado de profesionalidad
La higiene personal es una actividad básica del día a día para la consecución de una vida independiente. Así, los programas de autonomía e higiene en el aseo personal del ACNEE promueven la higiene y salud de nuestros alumnos y alumnas de cara al bienestar personal y calidad de vida.
En el primer capítulo de este manual analizaremos la manera más adecuada de diseñar este tipo de programas, estableciendo, si es necesario, programas específicos que se ajusten más a las necesidades concretas de nuestros alumnos o alumnas.
Asimismo, revisaremos las técnicas de entrenamiento indicadas para la adquisición de nuevas habilidades o para mejorar las existentes de cara a la autonomía e higiene personal. Al mismo tiempo, hemos de promover que el baño sea un lugar divertido y agradable y que el colegio y las familias trabajen como un equipo para que las conductas se generalicen de un contexto a otro.
El siguiente capítulo explora las conductas relacionadas con el aseo personal, cómo debe ser nuestra actuación al respecto, los productos de apoyo disponibles, la ergonomía y la higiene postural.
En el último capítulo nos centraremos en el espacio destinado a la higiene personal, el cuarto de baño. El aseo debe ser un lugar adaptado y accesible tanto a nivel físico como cognitivamente. Para ello se tendrán en cuenta aspectos técnicos implicados y productos de apoyo para tal fin.
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Programas de aUtonomía e higiene en el aseo del aCnee
• Contenido
1.1. Diseño de programas de autonomía e higiene
1.2. Prevención de riesgos
1.3. Ejecución: pautas a seguir. Metodología
1.4. Programas de control de esfínteres
1.5. Evaluación
• resUmen
• ACtividades
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Losprogramas de autonomía e higiene en el aseo del ACNEE están destinados a promover la independencia y calidad de vida de nuestros alumnos o alumnas. Desempeñar una vida autónoma implica la consecución de una serie de conductas destinadas a satisfacer las necesidades básicas de cada persona, las actividades de la vida diaria (AVD) como pueden ser las de autocuidado como vestirse, comer, asearse, etc. y todas aquellas tareas que permiten a la persona desenvolverse en su día a día sin depender de otros.
Así, podríamos clasificar los distintos tipos de actividades en actividades de la vida diarias básicas (AVDB) y actividades de la vida instrumentales (AVDI). Las primeras, las básicas, están compuestas por todas aquellas actividades que implican el cuidado de uno mismo, y que son elementales para la autonomía de las personas como asearse, vestirse, alimentarse, etc. Las segundas, por su parte, requieren mayor grado de complejidad e implican relacionarse con el entorno e integrarse en él. Se refieren a la vida en el hogar, la salud y la seguridad, como pueden ser atender el teléfono, manejar dinero, preparar comidas, etc.
Como vemos, la higiene personal se consideraría una actividad básica y elemental de la vida diaria de cara a desarrollar una vida autónoma. De este modo, hemos de promover la higiene y salud de nuestros alumnos y alumnas de cara a su bienestar personal y calidad de vida.
1.1. Diseño de programas de autonomía e higiene
A la hora de diseñar programas de autonomía personal e higiene, la meta fundamental es la consecución del máximo nivel de autonomía e independencia personal del ACNEE en los hábitos cotidianos. Estas habilidades básicas constituyen el primer eslabón de cara al desarrollo de cualquier entrenamiento relacionado con la inclusión en la comunidad, ya que los hábitos de aseo e higiene son valorados al máximo nivel y resultan clave para la aceptación social y la pertenencia a una comunidad.
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Hábitos de higiene como el control de esfínteres, el aseo personal (lavado de manos antes, durante y después de utilizar el WC, lavado de cara, de dientes, cambios de compresa o de pañal, etc.), el vestido o desvestido (abrochar o desabrochar botones, cordones, cremalleras, etc.), o el correcto uso de objetos personales (el peine, la ropa de cambio, la mochila, etc.) son clave de cara a presentar una apariencia externa aceptable.
No obstante, esta labor no implica solamente al ACNEE y al auxiliar técnico educativo, sino que requiere de la participación de todos los agentes implicados: todos los profesionales relacionados con el alumno o alumna a nivel educativo y la familia funcionando como un equipo de cara a la consecución de los objetivos que se planteen ya la generalización de las conductas.
Además, siempre hemos de tener en cuenta las características de cada persona con la que trabajemos, las peculiaridades y necesidades del ACNEE, respetando su ritmo y organizando tareas de manera realista.
1.1.1. Objetivos
Para comenzar a planificar un programa de habilidades de autonomía personal e higiene hemos de comenzar por establecer los objetivos. Plantearnos cuál es el objeto de nuestra intervención, qué queremos conseguir. En función de nuestra meta estableceremos un orden de prioridades: debemos concretar unos objetivos de carácter general y otros objetivos más específicos, que podrían funcionar como submetas, en los que delimitaríamos los detalles y el grado en el que queremos adquirir las metas. De este modo, podríamos incluso desplegar otro nivel de concreción mediante el establecimiento de objetivos operativos.
Por otra parte, a la hora de formular dichos objetivos debemos expresarlos como capacidades, aptitudes o competencias que el ACNEE ha de adquirir; por ese motivo, es conveniente redactarlos en infinitivo. Del mismo modo, estas capacidades pueden ser de diferente tipo, es decir, pueden ser motrices, cognitivas, sociales o emocionales.
En un programa de higiene la estructura podría abarcar cuatro apartados con un planteamiento de objetivos en:
• Uso del WC: en este apartado se recogerán objetivos relacionados con el correcto uso del WC, la capacidad de anticipación, la micción o la
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defecación, o el uso del bidé. En este punto también se plantearían los programas de control de esfínteres.
• Ir al cuarto de baño: este apartado se relaciona con objetivos vinculados al aseo personal, desde la capacidad de anticipación hasta el uso del cuarto de baño como abrir o cerrar los grifos, coger jabón, higiene de manos, uso de papel, etc.
• Uso de útiles de aseo: aquí se encuentran los objetivos relacionados con la utilización de objetos de aseo disponibles en el centro escolar como bolsas de aseo, la capacidad de reconocer sus útiles en el cuarto de baño y el uso adecuado de los mismos, como pueden ser la pasta de dientes, el cepillo de dientes, el peine, la colonia, etc.
• Cuidado personal y de la propia imagen: en este bloque se recogen los objetivos relacionados con actitudes y disposición hacia el aseo y la higiene personal, la anticipación y el reconocimiento de la necesidad de lavarse, el gusto por estar aseado, etc.
Así, a modo de ejemplo presentamos los objetivos desglosados en objetivo general, específico y operativo:
Objetivo general:
Adquirir independencia para vestirse/desvestirse y cuidar ropa.
Objetivos específicos:
Adquirir independencia para vestirse/desvestirse.
Objetivos operativos:
Poner y quitar ropa sin broches ni sujeciones.
Poner y quitar ropa con cremallera.
Poner y quitar ropa con automáticos.
Poner y quitar ropa con botones.
Poner y quitar ropa con corchetes.
Poner y quitar los zapatos.
Deshacer nudos.
Hacer lazos.
Pasar el cinturón a través de la trabilla.
Abrochar y desabrochar la hebilla.
…
1.1.2. Contenidos
Una vez que se establecen los objetivos hay que tener en cuenta los contenidos. Aunque a menudo se plantean de una manera global en un programa como este, hay determinados aspectos que debemos tener presentes como son los procedimientos, es decir, el conjunto de acciones ordenadas y finalizadas para alcanzar una determinada meta. Los contenidos van a hacer referencia a todos los procedimientos, hechos, conceptos, actitudes, valores y normas mediante las que se pretende desarrollar las capacidades del ACNEE. Así, los procedimientos serían todas aquellas acciones ordenadas para la consecución de un fin (las habilidades, las estrategias y las técnicas); los conceptos a trabajar pueden ser el sueño, la higiene, las habilidades comunicativas, etc.; las actitudes, valores y normas son las que van a regular la conducta de las personas, por ejemplo, la autoestima, el respeto, la solidaridad, etc.
1.1.3. Actividades
Las actividades planteadas en un programa de autonomía e higiene han de estar ajustadas a las características personales del ACNEE, deben ser realistas de acuerdo a sus posibilidades, motivadoras y dispuestas en un grado de dificultad
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creciente. Además, deben resultar cómodas y agradables, incluso con cierto carácter lúdico.
Las actividades planteadas deben ser representativas de la realidad y extrapolables a otros contextos y, por tanto, generalizables.
A menudo las fichas de las actividades incluyen los siguientes apartados:
• Nombre de la actividad.
• Número de la actividad en relación con la programación.
• Duración de la actividad.
• Objetivos operativos.
• Contenidos.
• Desarrollo
• Recursos.
• Evaluación.
No obstante, las fichas de las actividades pueden tener diferentes diseños en función del profesional que las plantee.
Un ejemplo de ficha de actividad se expone en el siguiente apartado.
1.1.4. Metodología
La metodología hace referencia a cómo nos planteamos conseguir los objetivos propuestos. Hemos de establecer las secuencias de acciones encaminadas a lograr el fin determinado. Se trata de diseñar las actividades que nos lleven a la consecución de los objetivos. No obstante, al tratarse de un ACNEE hemos de adaptar en ocasiones las actividades en base a sus necesidades y características.
Por otra parte, además de las actividades hemos de tener en cuenta las técnicas y estrategias a llevar a cabo. Es conveniente establecer qué técnicas serán más adecuadas para llevar a término las actividades planteadas. Además, confeccionar fichas de las actividades nos permitirá operativizar toda la información relevante de la actividad.
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fICHA DE ACTIVIDAD: LAVARSE LAS MANOS
Actividad número 3
Duración: 20 minutos
Objetivo: se lava las manos
Recursos:
Lavabo, jabón, espejo, agua, toalla.
Auxiliar técnico educativo.
Contenidos:
Abrir el grifo
Mojar las manos
Enjabonar las manos
Frotar las manos
Aclarar
Cerrar el grifo
Secar las manos
Desarrollo:
Se realiza el entrenamiento frente al lavabo y el espejo teniendo al alcance del ACNEE los materiales necesarios.
El auxiliar comenta al ACNEE las ocasiones en las que es necesario lavarse las manos: antes de comer, después de ir al servicio, después de jugar con la pelota, etc.
Finalmente, el auxiliar modela la conducta de lavarse las manos comentando cada paso.
Evaluación:
Nombre del usuario:
Actividad:
fecha:
Aspectos
Abre el grifo
Se moja las manos
Se enjabona
Se frota las manos
Se aclara
Cierra el grifo
Se seca las manos
Valoración Muy adecuado Adecuado Inadecuado Muy inadecuado
1.1.5. Materiales y otros recursos
Entre el mobiliario más común se encuentran los adaptadores de WC, WC adaptados, camillas hidráulicas, grúas, armarios y estanterías, bidé, grifos adaptados, lavabos adaptados, dosificadores de gel, dispensadores de papel, barras de apoyo, suelo antideslizante, espejos, etc.
Los materiales higiénicos que se suelen emplear son: papel higiénico, guantes y esponjas de un solo uso, bolsas, gel, crema hidratante, pomadas, colonia, pañales, cubos de pedal para el material de desecho.
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Otros recursos que pueden facilitar la adquisición de hábitos de autonomía e higiene pueden ser los pictogramas, las guías de pasos o cualquier otro material adaptado que facilite la tarea y haga del baño un lugar predecible y agradable.
Además, en el control de esfínteres existen disponibles productos específicos como relojes con alarmas.
Otros materiales pueden ser los reforzadores ya que aquellas conductas que obtengan recompensas será más probable que se vuelvan a repetir, así, muchas veces se recurrirá al elogio, pero también podemos optar por juegos o juguetes según las preferencias del ACNEE.
No obstante, hay que tener en cuenta que el empleo de estas ayudas ha de ser temporal, para garantizar la independencia del ACNEE y la generalización de las conductas.
1.1.6. Criterios de evaluación
A la hora de determinar los aprendizajes adquiridos por parte del ACNEE y el éxito del programa de autonomía e higiene, habrá que tener en cuenta las competencias previas y las adquiridas ya que se trata de una educación globalizada. En este sentido, se llevará a cabo una evaluación continua recogiendo todo el proceso de enseñanza-aprendizaje. Para determinar los logros de manera global contamos con las hojas de registro empleadas durante todo el proceso. Así, previamente a la implantación del programa habremos realizado una evaluación
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inicial mediante registros indicándonos de qué punto parte el ACNEE. Asimismo, se realizará una evaluación final sintetizando todos los logros alcanzados a lo largo de todo el curso, que se verá plasmado en un informe dirigido a padres y demás profesionales.
A modo de ejemplo, a continuación presentamos un registro de evaluación para el informe de hábitos de aseo personal e higiene:
USO DEL INODORO:
ACNEE que no controla esfínteres (control pasivo):
Manifiesta estar incómodo por estar sucio/a o mojado/a: SÍ NO
Anticipa que va a ir al WC para cambiar el pañal SÍ NO
Colabora en el cambio de pañal SÍ NO
¿Cómo colabora?
Reacciona positivamente al cambio SÍ NO
¿Cómo reacciona?
Observaciones:
La siguiente tabla recoge un modelo de informe para el centro en el área de higiene y control de esfínteres.
1. Identifica sensaciones de limpieza
HIGIENE Y CONTROL DE ESfÍNTERES
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2. Lava las manos y la cara antes y después de comer, de ir al WC, etc.
3. Lava sus dientes
4. Reconoce su ropa
5. Usa el pañal con control horario
6. Avisa gestual o verbalmente cuando quiere ir al WC
7. Va al baño solo o con supervisión cuando tiene necesidad
8. Usa correctamente el WC
9. Se baja y se sube la ropa al usar el WC
Observaciones:
1.2. Prevención de riesgos
Códigos:
B: Bien
NM: Necesita
Mejorar
Ayudas:
F: Física V: Verbal
G: Gestual SN: Sin ayuda
Trabajar en el sector educativo puede llegar a comportar ciertos riesgos. En este sentido, los avances en ergonomía han dado lugar a equipos y herramientas más adaptados y con nuevos diseños, de cara a prevenir posibles riesgos para sus usuarios.
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1.2.1. Enfermedades respiratorias
Cuando aparecen problemas para respirar, puede ocurrir que cueste o resulte incómodo obtener el oxígeno que necesitamos. Podemos tener la sensación de no estar obteniendo el suficiente aire. En ocasiones, estos problemas pueden ser leves a causa de una congestión nasal o de hacer ejercicio intenso. No obstante, la falta de aire también puede ser señal de una enfermedad más grave.
Los problemas respiratorios pueden estar relacionados con nuestros pulmones como en el caso del asma, el enfisema o la neumonía; con la tráquea o en los bronquios, que son parte del sistema respiratorio; con enfermedades cardíacas, que pueden provocar falta de aire si el corazón no puede bombear sangre para suministrarle oxígeno al cuerpo; con ansiedad; o incluso con alergias.
No obstante, la mayor parte de las enfermedades respiratorias son causadas por microorganismos presentes en el ambiente y por cambios bruscos de temperatura y, visto así, pueden prevenirse.
Así, de cara a la prevención es importante:
• Evitar cambios bruscos de temperatura.
• Evitar el humo del tabaco.
• Abrigarse del modo adecuado.
• Lavarse las manos con frecuencia.
• Evitar tocar los ojos, boca o nariz para evitar contagios.
Por último, cabe mencionar que el empleo de tiza en el aula puede incrementar el riesgo de padecer enfermedades respiratorias como pueden ser sibilancias, afonía o bronquitis crónica, por lo que podría optarse por emplear rotuladores.
1.2.2. Disfonías
Las personas que trabajan en el sector educativo a menudo se exponen a padecer problemas relacionados con su voz, ya que es una de sus herramientas. Así, una disfonía se considera un desorden de la voz que la desvía de lo normal. Dentro de las disfonías se diferencian la disfonía funcional y la orgánica. En la
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disfonía funcional la causa se encuentra dentro de los elementos de la laringe, entre ellos las cuerdas vocales. Por su parte, en la disfonía orgánica se puede apreciar una lesión en la laringe, principalmente en las cuerdas vocales (las lesiones más comunes suelen ser nódulos, pólipos, edemas, quistes o laringitis). Por otra parte, la afonía sería el trastorno de la voz en su mayor grado, la pérdida total de la voz.
Además, los problemas relacionados con la voz también se pueden asociar a ciertas características personales vinculadas a la alimentación, al hábito tabáquico o incluso a la manera de hablar. No obstante, es evidente que son las profesiones relacionadas con la educación las que pueden provocar estas alteraciones en mayor medida, especialmente cuando se trabaja en niveles educativos inferiores o en otras situaciones en las que es necesario hacer un mayor esfuerzo sobre la voz (educación física, música, idiomas, etc.). La propia tarea educativa a menudo implica subidas y bajadas del tono, preguntas, refuerzos, etc.; además, el ruido tanto dentro como fuera del aula va a implicar que se alce la voz para poder mantener la comunicación. Así, el número de alumnos va a influir directamente en el nivel de ruido y en la necesidad de forzar la voz en un momento determinado. Incluso el polvo y la tiza también pueden contribuir a irritar la garganta.
En general, muchas son las situaciones en las que hay que forzar un poco la voz. No obstante, de cara a la prevención de estos problemas es importante que los profesionales vinculados a la educación:
• Mantengan un estilo de vida saludable.
• Empleen métodos auxiliares como pueden ser pizarras digitales, videos o altavoces.
• Reduzcan o eliminen las posibles fuentes de polvo.
• Eviten carraspear y toser de manera muy frecuente, bebiendo agua a menudo.
• Traten de no gritar o hablar por encima del ruido ambiental, siendo recomendable esperar a que haya silencio para empezar a hablar o buscar otros recursos no vocales con instrumentos o palmadas.
• Cuando haya que hablar para un gran número de personas, deben emplear una amplificación adecuada y ser conscientes de los límites de su voz.
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• Eviten tensar los músculos de la cara, cuello, hombros y garganta, para lo cual se pueden realizar ejercicios de relajación específicos.
• Respiren de manera adecuada.
• Empleen posturas adecuadas para hablar de manera cómoda.
1.2.3. Irritación ocular
Trabajar en el sector educativo puede dar lugar a la sensación de ojos llorosos o secos, dificultades a la hora de enfocar, visión borrosa u otras sensaciones causadas por el brillo de la pantalla del ordenador, la cantidad de luz emitida, la distancia a la que nos encontramos de la pantalla o el papel, el tiempo de exposición a una fuente luminosa como una pantalla de ordenador, la duración y frecuencia de las pausas realizadas y las características personales del educador. Además, el hecho de notar molestias en la vista puede implicar la adopción de posturas inadecuadas a la hora de desarrollar el trabajo.
La regla 20/20
Cada 20 minutos mirar a una distancia de 20 pies (6,09 metros).
Para la prevención de este tipo de riesgos laborales se recomienda emplear filtros de alta calidad que minimicen el brillo y parpadeo de la pantalla. El descanso es muy importante: es conveniente plantearse pausas cada 90 minutos de trabajo con la pantalla de unos 10 minutos de duración.
Del mismo modo, también se recomienda que cada 20 minutos se mire a una distancia de 20 pies durante 20 segundos, lo que se conoce como la regla 20/20.
Por otra parte, como complemento a estas medidas se puede recurrir a colirios, parpadear con frecuencia y relajar los ojos durante la jornada laboral.
1.2.4. Alteraciones de la piel
La piel es el órgano de mayor tamaño en nuestro cuerpo, recubre toda su superficie y nos protege contra bacterias y virus. Nos ayuda a percibir el mundo: además de ofrecernos el sentido del tacto, nos informa de la temperatura y la humedad del entorno que nos rodea, y regula nuestra propia temperatura. Por otra parte, también elabora la vitamina D proveniente de las radiaciones solares.
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No obstante, esta barrera puede ser sensible e irritarse, obstruirse o inflamarse provocando enrojecimiento, hinchazón, ardor o picazón. Alergias, sustancias irritantes, nuestra carga genética y determinadas enfermedades pueden ocasionar acné, sarpullidos, urticarias u otros problemas en nuestra piel.
Como vemos, nuestra piel nos protege, aunque en ocasiones puede llegar a infectarse o alterarse por gérmenes, una mala alimentación, sustancias tóxicas como el tabaco y el alcohol y el estrés o la ansiedad. Entre las alteraciones e infecciones más comunes se encuentran las ocasionadas por bacterias como el estreptococo o el estafilococo; otras por virus como el herpes simple o las verrugas; por hongos, como el caso del pie de atleta; por parásitos, como los piojos; o incluso por estrés, como la alopecia aerata o la dermatitis seborreica.
Así, de cara a la prevención de este tipo de problemas es importante:
• Cuidar la alimentación.
• Beber mucha agua.
• Descansar.
• Evitar el consumo de sustancias como el alcohol o el tabaco.
• Emplear jabones adecuados para nuestra piel.
• Utilizar protección solar.
1.2.5. Gripe, procesos catarrales
Otro de los riesgos laborales en el contexto escolar se relaciona con estar en contacto con agentes biológicos como virus o baterías, al encontrarse en un aula con un número reducido de metros cuadrados y con deficiente o nula ventilación.
Así, en este ambiente es fácil contraer enfermedades infecciosas como gripes y catarros, así como el contagio por piojos (más habitual en educación infantil).
Además, las condiciones de humedad y temperatura no son estables en todas las dependencias del centro, lo cual puede provocar que tanto el educador como el alumnado se vean expuestos a variaciones de temperatura al salir del aula y otras dependencias con respecto al pasillo o el patio exterior.
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Se considera riesgo térmico cuando la temperatura interna del cuerpo aumenta o disminuye un grado centígrado respecto a la temperatura media del cuerpo. No obstante, el mayor o menor riesgo estará en función de la capacidad de la persona para la aclimatación.
La temperatura óptima del aula estará en función de la actividad que se desarrolle en ella.
La humedad relacionada con el aire también debe controlarse para garantizar ambientes térmicos adecuados y evitar molestias asociadas a descargas de electricidad estática debidas a ambientes excesivamente secos. A menudo, en las aulas existen valores inferiores a los recomendados y problemas ocasionados con el uso de calefactores. En el caso de los gimnasios y espacios abiertos los riesgos son debidos al exceso de humedad.
De cara a la prevención es importante la renovación periódica del aire en el aula para garantizar un ambiente más limpio e incrementar el confort y bienestar durante la jornada escolar.
Así, con una adecuada ventilación de las aulas podremos evitar un aire viciado por el exceso de calor y frío, la humedad o la sequía y posibles olores desagradables. El polvo, fibras, humos, gases, etc. deben ser extraídas en su fuente de origen.
La ventilación en el lugar de trabajo puede ser natural o forzada mecánicamente mediante un ventilador, aunque lo recomendable es que se lleve a cabo de modo natural. En cualquier caso, la ventilación del aula debe realizarse seis veces por hora, como mínimo, para trabajos sedentarios y, diez veces por hora cuando se trate de trabajos que requieran esfuerzo físico.
Por otra parte, la circulación del aire en espacios cerrados no debe provocar corrientes molestas. La velocidad del aire debe estar comprendida entre 0,25m/s y 0,5m/s dependiendo de si las labores se llevan a cabo en ambientes calurosos o no.
Además, los trabajadores deberían estar vacunados contra enfermedades que pueden ser adquiridas en un centro escolar.
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1.2.6. Problemas de circulación
Nuestro sistema vascular está constituido por una red de vasos sanguíneos. Ésta incluye las arterias, las venas y los capilares que transportan la sangre hasta el corazón. En ocasiones las arterias pueden engrosarse y ponerse rígidas, generando un problema llamado arteriosclerosis. Incluso los coágulos de sangre pueden llegar a obstruir los vasos y bloquear el flujo al corazón o al cerebro. Así, cuando los vasos sanguíneos se debilitan o se rompen pueden llegar a ocasionar una hemorragia interna.
Los factores de riesgo vinculados a los problemas de circulación suelen ser los siguientes:
• Herencia genética de enfermedades vasculares o cardíacas.
• El embarazo.
• Enfermedades o traumatismos.
• Largos periodos de estar de pie o sentados.
• Diabetes.
• Colesterol.
• Fumar.
• Obesidad.
Teniendo esto en cuenta, de cara a la mejora o a la prevención de problemas de circulación se recomienda alternar la posición de sentado y de pie (en cualquier caso, evitar cruzar las piernas), dormir con una almohada bajo las piernas para favorecer la circulación de retorno, aplicar chorros de agua en contrastes de caliente y fría (terminar con fría), beber dos litros de agua al día, bajar de peso si es necesario, ingerir alimentos saludables, mantenerse activos y no fumar.
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Las varices
Las venas varicosas son venas que se hinchan y se retuercen y pueden verse bajo la piel. Generalmente ocurre en las piernas, pero también pueden aparecer en otras partes del cuerpo.
Las venas tienen válvulas que ayudan a mantener el flujo de la sangre hacia el corazón, si estas válvulas no funcionan bien, la sangre puede detenerse y acumularse provocando que se hinchen y conducir a la formación de las varices.
Si las varices son dolorosas o su apariencia le preocupa el especialista puede recomendar procedimientos para extirparlas.
1.2.7. Alteraciones músculo-esqueléticas: lumbago, hernias…
Una mala postura, una postura estática prolongada o movimientos repetitivos pueden dar lugar a alteraciones músculo-esqueléticas.
Una mala postura puede generar problemas como tendinitis, lumbalgias o tortícolis entre otros. Estas dolencias pueden deberse a la manera en la que nos sentamos, como no apoyar la espalda en el respaldo de nuestro asiento o mantener nuestra espalda muy flexionada, además de la excesiva flexión del cuello al escribir o su torsión al mirar a una pantalla. Por otra parte, la falta de apoyo de brazos y muñecas mientras escribimos también puede dar lugar a este tipo de problemas.
Estas malas posturas, si se mantienen durante un tiempo prolongado, pueden implicar esfuerzos musculares estáticos y éstos son suficientes para provocar fatiga y dolores musculares como sobrecarga en la zona lumbar o problemas de tipo circulatorio.
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Por ejemplo, las alteraciones músculo-esqueléticas más comunes son el lumbago o las hernias. El lumbago es un dolor localizado en la zona lumbar acompañado de rigidez, disminución del movimiento de la zona lumbar y dificultades para ponerse derecho. El lumbago puede estar ocasionado por levantar de manera incorrecta un objeto pesado, un desplazamiento repetitivo, mantener una postura a lo largo de un tiempo prolongado o sufrir una lesión o accidente.
Por su parte, la hernia es un saco formado por el revestimiento de la cavidad abdominal. El tipo de hernia depende de su localización, así puede tratarse de una hernia femoral, localizada en la parte superior del muslo; una hernia hiatal, ubicada en la parte superior del estómago; una hernia quirúrgica fruto de una cicatriz en el abdomen; una hernia umbilical, ubicada alrededor del ombligo; o una hernia inguinal ubicada en la ingle. No obstante, no existe una causa clara que origine la hernia, aunque puede relacionarse con el levantamiento de objetos pesados, esfuerzos o cualquier movimiento que incremente la presión en el abdomen.
Además, cualquier actividad que sea realizada de manera repetitiva puede acabar acarreando a largo plazo lesiones en músculos y articulaciones. Problemas como artritis, artrosis o el síndrome del túnel carpiano pueden ser debidos a actividades repetitivas como el uso del ratón y del teclado.
Estas alteraciones pueden prevenirse adoptando posturas correctas, alternando actividades y manteniéndose activo. Además, la manera en que organicemos nuestro trabajo puede ayudarnos y asegurarnos de que nuestros materiales sean ergonómicos.
1.2.8. Trastornos nerviosos: ansiedad, depresión…
Como en cualquier trabajo, en el centro escolar existen ciertas demandas psicosociales que pueden favorecer o impedir la satisfacción laboral de las personas y la calidad en el trabajo.
Factores como el estrés laboral, la violencia laboral, el hostigamiento psicológico o la insatisfacción laboral pueden dar lugar a distintos trastornos del estado de ánimo como la ansiedad o trastornos del estado de ánimo como la depresión.
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La ansiedad a menudo se relaciona con la anticipación de un estresor; no obstante, en ocasiones puede ocurrir que la ansiedad no desaparezca cuando lo hace el agente estresor, empeorando incluso con el tiempo. Esta situación puede llegar a acarrear el desarrollo de trastornos como el Trastorno de Ansiedad Generalizada, Trastorno de Pánico, Agorafobia, Fobias, o Trastorno Obsesivo Compulsivo, entre otros.
Por otra parte, la depresión, desde un punto de vista clínico es un trastorno del estado de ánimo en el que la persona padece sentimientos de profunda tristeza, ira o frustración acompañados de apatía y cambios en las rutinas de sueño o alimentación que limitan la vida diaria de quien la padece.
De acuerdo con el DSM-5, los criterios para diagnosticar un Trastorno de depresión mayor serían los siguientes:
A. Cinco (o más) de los siguientes síntomas han estado presentes durante el mismo periodo de dos semanas y representan un cambio del funcionamiento previo; al menos uno de los síntomas es (1) estado de ánimo deprimido o (2) pérdida de interés o de placer.
Nota: No incluir síntomas que se pueden atribuir claramente a otra afección médica.
1. Estado de ánimo deprimido la mayor parte del día, casi todos los días, según se desprende de la información subjetiva (p. ej., se siente triste, vacío, sin esperanza) o de la observación por parte de otras personas (p. ej. se le ve lloroso). (Nota: En niños y adolescentes, el estado de ánimo puede ser irritable.)
2. Disminución importante del interés o el placer por todas o casi todas las actividades la mayor parte del día, casi todos los días (como se desprende de la información subjetiva o de la información).
3. Pérdida importante de peso sin hacer dieta o aumento de peso (p. ej. modificación de más de un 5 % del peso corporal en un mes), o disminución o aumento del apetito casi todos los días. (Nota: En los niños considerar el fracaso para el aumento de peso esperado.)
4. Insomnio o hipersomnia casi todos los días.
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5. Agitación o retraso psicomotor casi todos los días (observable por parte de otros, no simplemente la sensación subjetiva de inquietud o enlentecimiento).
6. Fatiga o pérdida de energía casi todos los días.
7. Sentimientos de inutilidad o de culpabilidad excesiva o inapropiada (que puede ser delirante) casi todos los días (no simplemente el autorreproche o culpa por estar enfermo).
8. Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse, o para tomar decisiones, casi todos los días (a partir de la información subjetiva o de la observación por parte de otras personas).
9. Pensamientos de muerte recurrentes (no solo miedo a morir), ideas suicidas recurrentes sin un plan determinado, intento de suicidio o un plan específico para llevarlo a cabo.
B. Los síntomas causan malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.
C. El episodio no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia o de otra afectación médica.
Nota: Los Criterios A-C constituyen un episodio de depresión mayor.
Nota: Las respuestas a una pérdida significativa (p.ej., duelo, ruina económica, pérdidas debidas a una catástrofe natural, una enfermedad o discapacidad grave) pueden incluir el sentimiento de tristeza intensa, rumiación acerca de la pérdida, insomnio, pérdida de apetito y pérdida de peso que figuran en el Criterio A, y pueden simular un episodio depresivo. Aunque estos síntomas pueden ser comprensibles o considerarse apropiados a la pérdida, también se debería pensar atentamente en la presencia de un episodio depresivo mayor además de la respuesta normal a una pérdida significativa. Esta decisión requiere inevitablemente el criterio clínico basado en la historia del individuo y de las normas culturales para la expresión del malestar en el contexto de la pérdida.
D. El episodio de depresión mayor no se explica mejor por un trastorno esquizoafectivo, esquizofrenia, un trastorno esquizofreniforme, un
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trastorno delirante, u otro trastorno especificado o no especificado del espectro de la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos.
E. Nunca ha habido un episodio maníaco o hipomaníaco.
Nota: Esta exclusión no se aplica si todos los episodios de tipo maníaco o hipomaníaco son inducidos por sustancias o se pueden atribuir a los efectos fisiológicos de otra afectación médica.
Como vemos, un episodio depresivo mayor es mucho más que el mero hecho de sentirse triste, e incluye para su diagnóstico toda una serie de síntomas que van a variar de una persona a otra. En cualquier caso, de cara al diagnóstico un elemento clave es la aparición del menoscabo en la vida diaria de la persona de manera significativa.
La prevención de este tipo de trastornos no siempre es posible, ya que varía mucho en función de las características de cada persona. En general, depende de la vulnerabilidad que cada individuo presente ante acontecimientos vitales que puedan resultar estresantes y la predisposición genética para adquirirlos en cuanto a herencia. En cualquier caso, mantener un estilo de vida saludable siempre es recomendable, por ejemplo, realizar actividad física, seguir una dieta equilibrada, realizar actividades agradables o hobbies, mantener relaciones sociales, la relajación o beber agua a pequeños sorbos (podría resultar uno de los mejores ansiolíticos naturales).
1.2.9. Estrés
En ocasiones puede ocurrir que las demandas del entorno superen los recursos de la persona educadora. Hablamos de un desequilibrio. En definitiva, el estrés no es más que una respuesta adaptativa. El profesional puede sentir que en ocasiones no puede hacer frente a situaciones que se plantean a lo largo de su jornada laboral.
Los síntomas de padecer estrés se manifiestan a distintos niveles, psicofisiológico, conductual, cognitivo, emocional y social:
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Síntomas a nivel psicofisiológico
Músculos tensos o rígidos
Rechinar de dientes
Sudoración profusa
Cefalea tensional
Sensación .de mareo
Sensación de sofoco
Dificultad para tragar
Dolor de estómago
Náuseas
Vómitos
Sacudidas y temblores
Conciencia de los latidos del corazón, etc.
Síntomas a nivel conductual
Evitación de determinadas tareas
Dificultades para dormir
Dificultades para terminar el propio trabajo
Temblores
Inquietud
Cara tensa
Puños apretados
Lloros Cambios en los hábitos de alimentación, tabaco o alcohol
Síntomas a nivel cognitivo
Síntomas a nivel emocional
Síntomas a nivel social
Pensamientos ansiógenos y catastrofistas
Dificultad para concentrarse
Dificultad para recordar acontecimientos
Sensación de tensión
Irritabilidad
Desasosiego
Preocupación
constante
Incapacidad para relajarse
Depresión
Búsqueda/ evitación de otras personas Cambios en la calidad de las relaciones sociales
Así, una vez que es detectada la amenaza, las fases del estrés serían las siguientes:
1. Estrés.
2. Alarma: movilización inicial para hacer frente a la demanda.
3. Resistencia: lucha continuada contra el estresor.
4. Agotamiento: agotamiento de los recursos del organismo.
5. Enfermedades de adaptación.
De acuerdo con el DSM-5, los trastornos de adaptación se diagnostican teniendo en cuenta los siguientes criterios:
A. Desarrollo de síntomas emocionales o del comportamiento en respuesta a un factor o factores de estrés identificables que se producen en los tres meses siguientes al inicio del factor(es) de estrés.
B. Estos síntomas o comportamientos son clínicamente significativos, como se pone de manifiesto por una o las dos características siguientes:
1. Malestar intenso desproporcionado a la gravedad o intensidad del factor de estrés, teniendo en cuenta el contexto externo y los factores culturales que podrían influir en la gravedad y la presentación de los síntomas.
2. Deterioro significativo en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.
C. La alteración relacionada con el estrés no cumple los criterios para otro trastorno mental y no es simplemente una exacerbación de un trastorno mental preexistente.
D. Los síntomas no representan el duelo normal.
E. Una vez que el factor de estrés o sus consecuencias han terminado, los síntomas no se mantienen durante más de otros seis meses.
Especificar si:
309.0 (F43.21) Con estado de ánimo deprimido: Predomina el estado de ánimo bajo, las ganas de llorar o el sentimiento de desesperanza.
309.24 (F43.22) Con ansiedad: Predomina el nerviosismo, la preocupación, la agitación o la ansiedad por separación.
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309.28 (F43.23) Con ansiedad mixta y estado de ánimo deprimido: Predomina una combinación de depresión y ansiedad.
309.3 (F43.24) Con alteración de la conducta: Predomina la alteración de la conducta.
309.4 (F43.25) Con alteración mixta de las emociones y la conducta: Predominan los síntomas emocionales (p.ej., depresión, ansiedad) y una alteración de la conducta.
309.9 (F43.20) Sin especificar: Para las reacciones de mala adaptación que no se pueden clasificar como uno de los subtipos específicos del trastorno de adaptación.
Especificar si:
Agudo: Si la alteración dura menos de 6 meses.
Persistente (Crónico): Si la alteración dura 6 meses o más.
No obstante, el estrés por sí mismo no provoca enfermedades, pero sí incrementa el riesgo de padecerlas.
Las principales causas que originan estrés entre los profesionales de la educación serían las individuales y situacionales (la edad, el tiempo en el centro educativo, sexo, nivel profesional, antigüedad, etc.); formación adaptada a las demandas del puesto de trabajo; estrategias y habilidades del profesional; inseguridades; que la familia del ACNEE delegue en el profesional ciertas responsabilidades; falta de medios e inversión económica por parte de las administraciones; características del alumnado; número de alumnos excesivo y heterogéneo; o sensación de estar siendo juzgado o juzgada.
Cuando este estrés se mantiene de manera prolongada en el tiempo en el puesto de trabajo da lugar a lo que se conoce como burnout, que es el resultado de un estado continuado de tensión y da lugar a una sensación de cansancio emocional o agotamiento, de no poder dar más de sí. Esto genera un estado de despersonalización y de baja realización personal que se manifiesta en la sensación de que la situación laboral nos supera, de estar acabado profesionalmente, frustración, conflictos con los compañeros, sentimientos de inutilidad o distanciamiento con los alumnos.
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Las recomendaciones para prevenir la aparición del estrés en nuestro puesto de trabajo serían:
• Mantener un estilo de vida saludable realizando actividad física y llevar a cabo una alimentación saludable.
• Realizar diferentes técnicas de relajación o mediante meditación, control de la respiración, meditación, etc.
• Desarrollar nuestras habilidades sociales y nuevas técnicas de resolución de problemas, además de tener en cuenta medidas de higiene del sueño para prevenir problemas relacionados con el descanso.
• A nivel cognitivo, es necesario detectar a tiempo pensamientos negativos o interpretaciones erróneas de manera que podamos reconducirlos de manera positiva y saludable.
• En cuanto a las emociones derivadas del estrés, podemos prevenir su aparición con emociones positivas como el optimismo, la alegría, la ilusión, etc.
• A nivel social, es recomendable planificar actividades con los demás, familia, amigos, compañeros, vecinos, etc., evitar el aislamiento y la soledad en la medida de lo posible.
1.3. Ejecución: pautas a seguir. Metodología
A la hora de ejecutar un programa de autonomía e higiene en el aseo de un ACNEE, es necesario establecer una metodología, tal y como se ha explicado en el apartado 1.1.4. del presente tema.
Para llevar a cabo dicha metodología, ejecutando el programa de la manera más satisfactoria posible se precisa seguir ciertas pautas, como las que se exponen a continuación:
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• Establecer un horario . Los horarios contribuyen a crear un entorno predecible para el ACNEE e instaurar hábitos de higiene. Por ejemplo, en el caso del control de esfínteres, se recomienda establecer un registro del tiempo que trascurre entre micciones. Así una vez conocida la pauta de micción, llevaremos al ACNEE diez minutos antes de ese tiempo registrado y le animaremos a que permanezca sentado en el WC.
• Crear rutinas. Es importante establecer rutinas para cada tipo de tarea. Por ejemplo, en el mismo caso anterior es conveniente asociar el hecho de hacer pis con una situación rutinaria (ir al cuarto de baño al levantarse, antes de salir de casa, antes de salir al patio, etc.). Asimismo, es importante que los familiares y demás personas implicadas en el cuidado del ACNEE estén al corriente de estas rutinas para poder generalizar conductas.
El método TEACCH es un ejemplo de cómo crear ambientes estructurados y predecibles para que los alumnos con necesidades educativas especiales puedan desenvolverse en el aula de manera más autónoma en relación a las tareas y a los horarios.
• Establecer refuerzos. Para alcanzar los objetivos planteados es aconsejable establecer refuerzos que sean contingentes a la conducta. Estos refuerzos han de ser significativos para el ACNEE; en el mejor de casos podrían ser elegidos por el mismo usuario. Éstos pueden ser de muy distinto tipo y, poco a poco, se irán retirando para consolidar la conducta.
• Asegurar un entorno tranquilo y agradable. Para que el aprendizaje de cualquier habilidad sea efectivo, es necesario que el ambiente en el que se lleve a cabo el aprendizaje ser tranquilo y agradable. Por ejemplo, en el caso del control de esfínteres mencionado, podemos colocar fundas en la taza del WC para evitar que resulte fría.
• Emplear apoyos visuales . Para favorecer la accesibilidad cognitiva del ACNEE podemos valernos de apoyos visuales. Estos contribuirán a mejorar la independencia, la capacidad de anticipación, la comunicación, la comprensión de expectativas, la competencia social y disminuir problemas de conducta. Pueden ser pictogramas o fotografías o incluso secuencias de pasos a seguir. Un ejemplo de secuencia para el control de esfínteres sería:
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1. Sentarse en el WC.
2. Hacer pis.
3. Limpiarse.
4. Tirar de la cadena.
Además, para favorecer la comprensión de los apoyos visuales se pueden acompañar de marcadores de tiempo como relojes de arena, flechas, etc.
Por ejemplo, mediante marcadores como flechas o cruces podemos señalizar cualquier cambio en el horario:
Recursos como el Time Timer, ayudan a los niños y niñas a materializar conceptos abstractos como el tiempo, mediante su representación visual del transcurso de los minutos; así, les ayuda a tomar conciencia sobre el tiempo, favoreciendo la anticipación y su autonomía. Su funcionamiento es muy sencillo: la parte visible en color rojo va disminuyendo conforme avanzan los minutos, un bip sonará cuando se haya agotado.
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• Establecer un sistema de comunicación. En ocasiones, dependiendo el tipo de ACNEE de que se trate, la comunicación puede ser una dificultad añadida a la hora de adquirir una habilidad de autonomía personal. Por ejemplo, un ACNEE con TEA (Trastorno del Espectro Autista) puede tener dificultades para expresar sus deseos o necesidades, entonces ¿cómo va a indicarnos que tiene ganas de hacer pis si no sabe cómo comunicarse con nosotros? En este caso antes de implementar un programa de este tipo hemos de determinar si nuestro alumno o alumna necesita un Sistema Alternativo o Aumentativo de Comunicación (SAAC) y escoger y ofrecer el más adecuado de acuerdo con sus características.
1.4. Recursos: técnicas de entrenamiento: tipos
Entre las técnicas de entrenamiento para la adquisición de nuevas habilidades se encuentran las técnicas de modificación de conducta, que consisten en la aplicación de los principios del aprendizaje al estudio y tratamiento de los trastornos de comportamiento.
Estas técnicas parten de la idea de la continuidad de la conducta; es decir, hay un continuo de conductas entre las que se encuentran las normales y las anormales y, del mismo modo, si todas las conductas se pueden aprender, también se pueden desaprender. De igual forma, podemos aprender conductas nuevas o eliminar conductas desadaptadas y sustituirlas por otras más apropiadas.
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Así, la modificación de conducta recoge técnicas operantes básicas, que seleccionaremos en función de las metas a conseguir con respecto a la respuesta del ACNEE. Para el desarrollo y mantenimiento de conductas podemos recurrir a técnicas como el modelado, el moldeamiento (aproximaciones sucesivas) o el encadenamiento; y para reducir o eliminar conductas podemos optar por técnicas como el tiempo fuera, el coste de respuesta, la saciación, la sobrecorrección, la estimulación contingente a la respuesta, los refuerzos diferenciales o la extinción.
1.4.1. Agendas de pasos
Las agendas o guías de pasos también son un recurso muy útil para poner orden a actividades de la vida diaria de los ACNEE.
Estas agendas ayudan a secuenciar las actividades, a establecer el orden que se debe seguir para llevar a cabo una tarea. Además, estas guías de pasos se pueden generalizar a otros contextos que no sean el centro escolar, ya que pueden servir para cualquier tarea que tenga que realizar en su día a día. Son muy útiles para asimilar hábitos o habilidades y se desarrollan como instrucciones sencillas para poder anticiparse y evitar la ansiedad o posibles frustraciones.
Estas guías de pasos pueden elaborarse mediante objetos reales, fotografías, pictogramas o palabras o viñetas, en papel o en cartulina. El número de pasos puede variar en función de las necesidades del alumno y su grado de familiaridad con este sistema. Las guías pueden ser fijas, para las tareas más habituales, o pueden elaborarse claves visuales con una tira de velcro para cada paso.
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