Obstetricia Matutino
Relatos de Halloween 2019 aaaaa
POR CULPA DEL AMOR 1OM1 #18 Hace no muchos años avía un lugar conocido como la ESEO la cual era una escuela de enfermería del politécnico en la cual estudiaba una chava la cual era conocida como Susana era una estudiante efectiva una chava alta pues media alrededor de 1.70 metros, era medio llenita, morenita y con mucha pierna , siempre traía el pelo trenzado, cachete, con nariz medio chatita, con facciones no muy finas pero lo que más la caracterizaba es que era muy divertida y muy feliz pues ella siempre quiso estudiar enfermería por lo que el hecho de estar en esa escuela simplemente la hacía muy feliz. Ella igual casi siempre además de estar muy enfocada en sus clases y sus materias avía algo que le gustaba mucho y lo que la apasionaba muchísimo que era el jugar voleibol. Gracias a esta enorme pasión que la caracterizaba consiguió en su primer semestre formar parte del equipo de voleibol de la escuela en la estudiaba y logro con su gran carisma y personalidad enamorar a el chavo más perseguido por las chavas al cual también le encantaba el voleibol y con el cual se llevaba de maravilla. Antes de que este chavo se enamorara de Susana avía pasado un suceso que marcaría el futuro de esta relación, resulta que una vez fueron a una fiesta y se la pasaron padrísimo, bailaron, jugaron, tomaron, se divirtieron e hicieron muchos amigos, por lo que los imbiaron a otra fiesta con los amigos que habían echo esa ocasión pero esta vez Susana y el chavo invitaron a el equipo femenil de voleibol de las cuales fueron dos que estaban enamoradas del chavo amigo de Susana ellas estaban hipnotizadas por qué aparte de ser alto, guapo, güerito, cabello negro, una enorme y hermosa sonrisa, era muy divertido y con una personalidad esplendida, por todas estas razones ellas estaban siempre encima del chavo. Aunque Susana ya le avía advertido a el chavo que estas dos chicas sentían algo por el a él no le importó y en la fiesta ya con unos tragos encima el chavo se empezó a besar, casi tragarse con una de las chavas. Él pensó que ella lo iba a tomar como algo que avía pasado en una fiesta y se olvidaría pero no esto no paso así ya que después de esto la chava empezó a acosar al chavo y el solo la rechazaba pero no le dejaba nada en claro. Después de esta fiesta Susana y el chavo empezaron a tratarse mejor, el chavo empezó a enamorarse poco a poco de la personalidad de Susana por lo que se la pasaban más tiempo juntos, lo que provocó el celo de muchas chavas pero más que nadie la chava que se avía besado con el chavo en la fiesta empezó con un odio y un rencor hacia Susana. Después de cierto tiempo Susana empezó a subir en el voleibol, en la escuela y su relación con el chavo fue mejorando por lo que la chava que le empezó a tener odio, realizo ciertos planes para destrozarla, y todo le salió mal ya que Susana siempre estaba un paso adelante. Uno de las planes en contra de Susana fue mandarle una foto que le tomaron en la fiesta donde la chava se estaba besando con el chavo pero ella no contaba con el hecho de que Susana ya sabía sobre ese beso, sobre el amor que supuestamente le tenía esta chava a el chavo y principalmente Susana sabía que ese beso no se había significado nada para el chavo.
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Después de que estos planes no funcionaron y que Susana estaba ya enamorándose de este chavo, el último plan de la chava fue lastimar a Susana físicamente y lo que hiso fue que en uno de los entrenamientos en los que las pusieron de contrarias la chava brinco y callo sobre la rodilla de Susana lo que le causó una lesión que la dejo incapacitada haciendo perder a Susana tanto su lugar en el equipo y además la posibilidad de seguir asistiendo a la escuela ya que tenía que guardar reposo. Con lo que no contaba esta chava fue que los profesores vieron tan buen desempeño de Susana durante el semestre que le perdonaron las faltas y le dejaron entregar tareas para poder pasar el semestre y el profesor de voleibol le dijo que se preocupara por su salud y que su lugar en el equipo iba a estar para cuando ella regresara, por último el chavo al saber que Susana ya no iría a la escuela la iba a ver a su casa, la apoyaba en todo lo que necesitaba, la cuidaba y hasta le ayudaba con sus terapias, logrando que Susana se enamorara del chavo cada día más y más. Después de algunos meses Susana regreso más fuerte que nunca, con uno de los mejores promedios de la generación y más enamorada que nunca. La chava por su parte avía decaído mucho en todos los ámbitos de su vida. Al regresar Susana a la escuela se dio cuenta que en verdad amaba a el chavo y decidieron formar una relación seria y con mucho amor. La chava al enterarse de esto se destrozó, cayó en una depresión muy fuerte y simplemente un día ella decidió vengarse de Susana de una forma muy cruel en la cual ella se volvió totalmente loca , y organizo la forma perfecta para matar tanto a Susana como al su novio, el chavo del que ella estaba tan enamorada. El plan constaba en citar a los dos en la escuela ESEO la cual contaba con una terraza que se encontraba en la azotea de la escuela y de ahí los iba a aventar a los dos para que murieran, porque ella decidió que si él no era para ella no sería para nadie. Al llegar Susana con su novio se dieron cuenta que algo no estaba bien, sospechosos encontraron a la chava, la cual lucia destrozada, lloraba, tenía sangre en los brazos, gemía y gritaba desesperadamente. Al verla Susana y el chavo corrieron a abrazarla para tratar de calmarla pero al tratar de agarrarla forcejearon y la chava tomo de rehén a Susana. Al ver esto y que la chava cada vez estaba más cerca de la orilla de la azotea, el chavo trato de hacer entrar en razón a la chava la cual seguía inconsolable. La chava antes de brincar al vacío le dijo al chavo que lo amaba y con Susana sujetada la chava brinco a el vacío sin contar con el hecho que el chavo logro tomar de un brazo a Susana logrando salvarla y después de subirla se dieron cuenta que la chava avía muerto, pero al caer grito que se vengaría, al llegar la policía y los equipos de ayuda quedaron impactados pues según el diagnóstico la chava tenia barias horas de fallecida y que lo que avía pasado de los forcejeos con Susana y el hecho de tomarla como rehén no avía sido posible puesto que ella ya estaba muerta por unos cortes en los brazos que ella misma se avía realizado. El caso quedo serrado puesto que no avía coherencia en la historia sobre su muerte y Susana y su novio después de tomar una terapia psicológica decidieron olvidar todo, seguir con su vida y con sus estudios. Al siguiente año en el que se graduaron los dos empezó a ocurrir algo muy extraño, ya que cuentan los estudiantes que durante las noches se escuchan llantos y gritos que dicen “él era mío” y solo se escuchan alrededor de la cancha de voleibol que fue donde la chava se cortó las manos y donde según murió y callo al aventarse de la terraza.
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Suicidios en la superior Pallares Soriano Luis Jorge 12/10/19 Era noviembre a principios de mes para ser exactos día primero, parecía un semestre normal como el de cada año en la escuela superior de enfermería y obstetricia, el clima frio y nublado de las 7 de la mañana, la policía de la puerta deseando buenos días a los que entraban acompañado de un “¿y su credencial?” y una sonrisa característica de ella ,los jóvenes de primero jugaban y disfrutaban su estancia en la institución parecía que eran los únicos con el tiempo para hacerlo, los alumnos de semestres superiores padecían estrés por las evaluaciones y la hora aunque parecía lo normal de finales de semestre. Todo transcurría sin novedad hasta que un grito desgarrador de dejo en un silencio profundo a toda la ESEO se veía correr a los policías y uno que otro profesor al primer piso de dónde provenía el grito, aunque a los baños de mujeres donde se escuchó el grito solo ingreso la policía de la puerta y una profesora, los demás policías mandaban a los estudiantes a sus salones argumentando que no había sucedido nada. La profesora salió abrazando a una alumna que no dejaba de llorar, tras de ellas la policía que iba hablando por su radio, habían encontrado a una alumna colgada del cuello por una cuerda amarrada al techo. Por primera vez no había ningún alumno fuera de su salón ya que los policías los forzaban a ingresar, decían que tenían la orden de que ningún alumno estuviera fuera de su salón, minutos más tarde se vio pasar por los pasillos a policías y peritos dirigiéndose al primer piso, la directora de la escuela fue salón por salón confirmando los rumores “una alumna muerta” aunque decía que se trataba de un suicidio ningún alumno podía abandonar las instalaciones hasta nuevo aviso, las puertas principales fueron cerradas con candados y toda la escuela estaba siendo custodiada por policías. Al cabo de unos minutos una de las puertas se abrió y algunos alumnos vieron con asombro a un hombre alto, vestido con un traje completamente negro que contrastaba solo con la placa de policía que tenía colgada al cuello, el hombre se dirigió directamente hacia donde la directora y el jefe de policías estaban platicando, el hombre fue presentado por el jefe de la policía como Luis Pallares el mejor investigador de la unidad, la directora sorprendida y con una voz hasta cierto punto alarmada grito “ investigador” a lo que el jefe de policías argumento que aunque parecía un suicidio se tenía que hacer una investigación rutinaria por protocolo, la directora aun desconcertada por todo asintió con la cabeza y camino hacia donde se encontraba el cadáver acompañada por los dos hombres. El investigador al llegar a la escena observo todo con completa calma, al cabo de unos minutos empezó a reír de forma sarcástica, el comandante y la directora saltaron de asombro, la directora pregunto qué pasaba a lo que el investigador dijo con voz seria que no se trataba de un suicidio que más bien estaban presenciando un homicidio, el comandante de policías impresionado pregunto que como sabía que se trataba de un homicidio, a
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lo que Pallares contesto: no puede ser un suicidio el cuerpo presenta algunas marcas de resistencia y lucha, la blusa tiene gotas muy pequeñas de sangre además que si se ve con atención se puede apreciar en el cuello marcas que indican que fue ahorcada antes con algo más delgado como un cable. La directora no podía disimular su cara de asombro por lo dicho por el investigador el jefe de policías pidió hablar con la directora ya que con las nuevas noticas no podría atender el caso personalmente pero que lo dejaba en las mejores manos retirándose de la escuela, Pallares le dijo a la directora que cooperaran para descubrir al culpable, solo alcanzo a decir eso cuando otro grito aunque a hora de una voz más gruesa estremeció el ambiente de incertidumbre que ya se vivía. Pallares no pensó y corrió hacia el auditorio de dónde provenía el alarido, al llegar vio a un alumno hincado en el piso del auditorio que señalaba con su dedo índice la parte trasera del auditorio donde otra alumna se encontraba colgada del cuello, Pallares no lo podía creer dos alumnas muertas el mismo día en la misma escuela, el revisar la escena pudo ver los mismos datos que indicaban que no era un suicidio, las mismas marcas de resistencia, las mismas diminutas gotas de sangre en la blusa, y la misma herida en el cuello. Pallares de inmediato mando a reforzar la vigilancia de la escuela, la directora llego jadeante a la segunda escena del crimen preguntando qué estaba pasando, Pallares respondió que sin lugar a dudas se trataba de un asesino en serie, la directora no lo podía creerlo corría en círculos mientras gritaba que a hora que pasaría, Pallares la miro y tomo de los hombros decía que a hora todo sería más fácil solo tenían que buscar patrones entre ambas víctimas y resguardar a las alumnas que cumplían con estos para mantenerlas a salvo mientras encontraban al asesino, la directora y Pallares fueron con los peritos a los que les pidieron fotos de ambas víctimas, la directora recordó las cámaras de la escuela, Pallares inmediatamente pidió que sean revisadas e hicieran una recopilación de los minutos previos de las escenas de ambos crímenes quería saber quién entro, salió, el tiempo que estuvieron y todo lo que pudiera servir. Entre Pallares y algunos peritos hicieron una lista con las cosas en común que tenían ambas víctimas, ambas tenían: el pelo largo y obscuro, eran altas y delgadas, ambas eran las mejores de sus clases y asistían a natación. Pallares llevo la lista directo a la oficina de la directora con un paso acelerado, la directora al leer cada punto levanto su mirada del papel y miro al investigador con una mirada llena de temor diciendo Cindy, se paró de un solo salto de su silla y corrió fuera de su oficina, Pallares sin saber que pasaba la siguió. Mientras corrían la directora explicaba la situación a Pallares, le dijo que solo había otra alumna que cumplía con la descripción de la lista y esta era Cindy una alumna de séptimo semestre que de echo era muy amiga de las víctimas de los crímenes, la directora y Pallares llegaron al salón de Cindy el cual estaba en el primer piso, entraron empujando la puerta preguntando por Cindy, todos los miraron con asombro y cierto temor pero nadie contesto así que la directora volvió a preguntar pero con voz más firme ¿Dónde se encuentra Cindy? Solo se escuchó una voz temerosa diciendo que la policía de la puerta había sacado a Cindy del salón hace un par de minutos, Pallares salió corriendo del salón preguntando a todo mundo por el paradero de ambas, la directora intentaba seguirle el paso aunque torpemente por sus Zapatos con tacón. Siguiendo las indicaciones de las personas que las habían visto llegaron a la parte de atrás de la escuela donde se encuentran algunos tinacos y pocos árboles, ambas (Cindy y la policía) estaban tiradas en el suelo en medio de una lucha por la vida y la muerte, la policía estaba arriba de Cindy ya con el cable en su cuello, Pallares al verlas le grito a la policía que se detuviera pero esta lo ignoro hasta que sacó su arma, Pallares corto cartucho
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y apunto a la cabeza de la policía, esta al ver que no tenía otra opción si quería seguir con vida soltó a Cindy que ya estaba morada por la falta de aire, la policía empezó a llorar diciendo que se lo merecían que no eran las chicas buenas y perfectas que todos pensaban que eran crueles, Pallares pregunto ¿por qué decía eso? Sin dejar de apuntarle con la pistola a lo que la policía no respondió solo bajo sus manos a los bolcillos de su pantalón y en un movimiento rápido saco una pequeña navaja para apuñalar a Cindy, Pallares aunque sorprendido no dudo en disparar dos veces a la policía. El caso estaba resuelto aunque nunca pregunto a Cindy de que las acusaba la policía por temor a arrepentirse de matarla.
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Emociones reprimidas 1OM1 #32 En la ESEO se presentó un estudiante de nuevo ingreso de una altura menor de 1.80 cm con una complexión delgada y con un aspecto intimidante, ojos y cabello oscuro pero siempre con una sonrisa de oreja a oreja aunque con unos dientes amarillos y chuecos. Al primer dia de escuela conoció a varias personas, predominando las mujeres como sus nuevas amigas, pero eso a él no le importaba mucho ya que solo se preocupaba por una chica de otra escuela, la chica se llamaba Abigail, ella aunque no tuviera un cuerpo de ensueño el siempre pensaba que era la más hermosa de todas por su actitud sonriente y amorosa con él pero ella siempre lo denigraba y trataba como basura, ella no quería estar con él y lo consideraba como una ameba inmunda, él no quería entender que ella no lo amaba. Pasando con ella durante más de 3 años, empezó a mostrar signos de locura, su familia vio cómo se enojó con una coneja que tenía de mascota, comenzó a ahorcarla cuando se portaba mal o no le hacia caso hasta el punto de romperle el cuello con sus manos, sus padres se preocuparon y lo llevaron con una psicóloga. El chico estudiaba de 7 de la mañana y terminaba hasta las 2 de la tarde, incluso más si en su taller de teatro lo querían más tiempo, al terminar quería descansar pero en su subconsciente le decía que se ejercitara para ser atractivo para Abigail, y cuando terminaba su familia siempre le pedía favores que no eran su problema, los compañeros de su escuela lo llamaban siempre para saber de tareas y trabajos y luego se enojan solo porque no les contestaba a tiempo, terminando la semana solo pensaba en relajarse y divertirse pero las horas nocturnas con la psicóloga lo tenían atado, él no recuerda la última vez que estaba descansado y feliz. Un dia, Abigail lo bloqueo sin decirle nada, esto provocó que se pusiera depresivo y más agresivo de lo normal, cuando iba a la escuela siempre se peleaba con sus compañeros o les gritaba por no hacer lo que él quiere que hagan, llegó al punto de golpear a su familia y robarles dinero, descuidó su imagen y ya no se cortaba las uñas ni se preocupaba en lavarse el cabello su psicóloga al notar estos cambios tan repentinos quiso meterlo a un psiquiátrico para su tratamiento pero antes de hacer la llamada descuido sus notas y el pudo percatarse de lo que le iban a hacer, furioso por que lo creyeran loco pensó en dos formas de librarse; la primera opción fue escaparse del lugar y no volver pero eso implicaría hacer cambios drásticos en su vida así que su segunda opción fue silenciar a su doctora, trató de convencerla pero al decirle que no varias veces se enojó a tal punto de sostenerla de los hombros y amenazarla con matar a sus hijos, ella se espantó y logró soltarse pero el logro alcanzarla y ahorcarla con sus brazos hasta desmayarla, asustado por lo que diría cuando despertara solo penso ”si le arranco la boca no podra decir nada” asi que agarró las tijeras que estaban sobre el escritorio y le cortó lentamente la boca, las tijeras no tenían filo y se desesperó por la sangre que solo brotaba del pequeño lado de boca cortado, decidió cortarla con sus uñas gruesas y amarillas, la carne se le metía entre los uñas y la sangre estaba empapando el suelo y su ropa.
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Cuando termino de arrancarle los labios no vio su pecho inflarse ni otros signos de respiración, preocupado por lo que dirían pensó en salir corriendo con su ropa ensangrentada de ahí, como ya era de noche nadie pudo ver su ropa mojada de la sangre de la doctora, su familia estaba fuera y logró ocultar las evidencias. El lunes por la mañana al ver a sus compañeros con miedo al verlo pensó que ya sabían lo que paso, cuando alguien le intentó preguntar si estaba bien lo golpeo tan fuerte en el estómago que vomito, las demás personas que observaban lo trataron de detener pero el agarro a su compañera Daniela que siempre fue bueno con él, amenazó con matarla si se acercaban, salió del salón y la policía le apuntó con un arma para que la soltara. Al no soportar la presión de la situación terminó ahorcandola del miedo que tenía y escapó rápidamente a otro salón de arriba, entonces vio a su maestro que lo saco del salon y como pensó que ya nada podría perder se abalanzó en su contra, como vio que no podría matarlo con sus manos tomó sus llaves que tenía en su bolsillo y lo comenzó a golpear con ellas en el cuello. La policía subió y solo vio como desgarraba la piel del maestro con sus llaves, veían como la sangre escurría de entre sus dedos y todo despedazado con los ojos en blanco pidió perdón, la policía le dio 4 tiros en la región abdominal y torácica hasta caer al suelo, pensando que estaba muerto los un policía fue a sacar a las demás personas y el otra policía revisó el cuerpo pero con los últimos momentos de vida del chico se levantó tan rápido que no le dejó reaccionar a la policía y le mordió la nariz, su compañero se enteró y bajó rápidamente pero en cuanto se asomó el chico le disparó al azar con la arma de su compañera en la pierna, mientras él sufría en el suelo le disparó a su compañera en la cabeza haciendo que todo su cerebro pintara las paredes y se acercó lentamente al policía diciéndole con una risita y siempre sonriendo “yo en verdad quería ser bueno pero si nadie nota lo que hago por ellos entonces mataré a todos lentamente para que sientan lo que yo sentía antes de matar” le apuntó a su entrepierna y disparó provocando que el policía entrara en shock. Con sus últimas palabras, antes de morir por los disparos, mencionó con la misma expresión “este no es el final para Andrés...volveré! y mataré a cada hombre y mujer que se atreva a burlarse de mí de nuevo” se atravesó con los dedos en los agujeros de los disparos y se abrió tanto como pudo para solo ver su sangre y vísceras antes de caer sobre ellas. Cerraron la escuela al día siguiente para abrirla de nuevo cuando se calmen las cosas, pero dicen algunos trabajadores que siempre escuchan goteos y risas en los pasillos solos o en salones oscuros.
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El auspicio 1OM1 #3 Era un día rutinario como cualquier otro, yo me levente muy temprano y me aliste para ir a la ESEO. Al salir de mi casa mi mamá mí me detuvo un segundo y me dijo lo mucho que me amaba con un fuerte abrazo, lo sentí como un abrazo de despedida, prontamente tuve un mal presentimiento pero no le tome importancia puesto que iba tarde para el colegio. Era muy temprano, hacía mucho frio, estaba muy oscuro y no había nada de gente alrededor, mientras esperaba mi transporte me sentí muy fatigosa porque creía que algo malo pasaría, pero pensé:…- solo es producto de mi imaginación, tome el autobús y me marche. Al llegar a la escuela me sentí más tranquila y segura, tome mis primeras clases y todo iba muy bien, incluso había olvidado el mal rato que pase esa mañana. Era medio día y nuestro maestro amargado y grosero informo que teníamos que hacer un trabajo muy extenso y entregarlo para el día siguiente, todos mis compañeros y yo estábamos muy estresados pero decidimos quedarnos hasta tarde para terminarlo todo. Terminaron las clases y junto con mi amiga Ana salimos a comer, el clima no era favorable, puesto que estaba muy nublado y apenas se podía ver, llegamos a la cafetería que nos gustaba mucho, pero estaba muy llena y decidimos ir a otro lugar. Caminamos un buen rato y encontramos un lugar poco conocido, pero muy atractivo para comer, y aprovechamos para contar cosas muy divertidas y raras, yo le conté mi auspicio que tuve esa mañana, a lo que ella respondió muy tranquila, que nada pasaría. Después de un buen rato ya casi terminábamos nuestra comida y se acercó una viejita muy delgada, encorvada, de tez blanca y pelo cano, un aspecto no tan amistoso y nos dijo que nos leería las cartas a cambio pidió algo para comer, a lo que respondimos sí, Ana le compro un desayuno, mientras yo observaba con curiosidad tan raras tarjetas que tenía. Las chicas de la cafetería eran muy amables y amigables, pero nos dijeron que eso no se podía hacer en su cafetería y que nos retirásemos, la abuela toco mi rostro y tomo la mano de Ana y nos dio las gracias por la comida y nos aconsejó que nos fuésemos lo más pronto posible de allí, pagamos la cuenta y nos marchamos. De nuevo regreso a mí ese mal presentimiento, pero Ana dijo que la señora estaba loca, que no me frustrará y que mejor fuéramos a hacer nuestro proyecto. Llegamos a la escuela, nos dirigimos a lúdicas con nuestros compañeros, tuve que dejar el miedo de lado, para concentrarme en mi trabajo. El tiempo pasaba muy rápido y poco a poco se oscurecía, mis compañeros hicieron que el ambiente fuera menos tedioso, pusieron música, bailamos y charlamos. No pasaban de las 8:00pm cuando recibí una llamada de mi casa, era mi mamá preguntando por mí y yo le avise que tuve que quedarme, pero que no se preocupara, iba pasar la noche en su casa de Ana, ya que ella vivía cerca de la escuela. Algunos compañeros ya se habían ido, solo quedábamos muy pocos, de pronto unos profesores aparecieron y muy agitados se acercaron a decirnos que estaban cerrando la escuela, que ya nos fuéramos rápido y con cuidado. Nos espantamos, nadie sabía que estaba pasando, pero salimos corriendo. Al salir nos dimos cuenta que la escuela estaba cerrada y no había nadie, pero se escuchaban gritos muy lejanos que decían que
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venía algo, no sé qué, no sé cómo, pero en verdad algo muy espantoso sucedía, y no teníamos la menor idea de lo que ocurría. Regresamos a la escuela y nos encerramos en un salón en el primer piso, hablamos a la policía, pero no contestaban y yo trate de comunicarme a mi casa, no lo logré, perdimos el control. Mis compañeros empezaron a saltarse la reja de la escuela para escapar, no nos escucharon al decirles que estaríamos mejor todos juntos. Solo quedamos cinco personas encerradas en el salón, Marco el chico creído de la uni, Manu la chica buena onda, Alejandro un buen amigo mío, mi mejor amiga Ana, y yo. Intentamos comunicarnos de mil maneras y no lo conseguíamos. Ale salió al patio para recibir señal y poder hacer algo, de repente se escuchó ruido en la reja, él se acercó y se dio cuenta de que era Luis, que estaba muy asustado y dijo: …- ¡Ayúdame por favor!, alguien me viene siguiendo. Rápidamente entraron al salón y le dijimos que nos explicara lo que estaba pasando, nos dijo que pacientes del hospital psiquiátrico se habían escapado. De pronto escuchamos cómo escalaban la reja, vimos que eran varias personas con unas tétricas máscaras. Luis se levantó muy asustado y susurrando dijo:…- Perdónenme por haberlos traído, quédense aquí y no hagan ruido. ¡HUYAN!. Y se fue del salón. Manu salió tras él. Todos nos quedamos en shock y sin saber que hacer. Entonces Marco comenzó a obstruir la entrada con sillas y mesas del salón de forma silenciosa, pero Ana dijo:…- ¡Vamos por ellos, no podemos dejarlos así, por favor! Marco con gran frustración en su rostro le contesto:…- ¡VETE TÚ!, que no ves que si salimos de aquí moriremos, entiende, por culpa de ese maldito vamos a morir, él los guio a nosotros. Abrazo a Ana y Comenzaron a llorar. Yo solo pensaba en mi familia, lo que hubiera evitado si le hubiese hecho caso a la anciana. Golpearon la puerta desesperadamente, era Manu. Rápidamente abrimos la puerta y ella nos comenzó a hablar sobre cosas muy raras, entre ellas sobre una secta y qué las personas tenían a Luis. También dijo:…- chicos este no es un lugar seguro, ellos saben que nos encontramos aquí y vendrán por nosotros, tenemos que salir de aquí. Todos nos juntamos y nos escondimos tras una columna, teníamos un ataque de pánico, yo tomé muy fuerte de la mano a Ale y cerré los ojos. Era de madrugada, hacía mucho frio, la luz de la luna se había esfumado, escuchábamos el llanto de Manu, gritos lejanos, el viento azotando en las ventanas y a oscuras en ese salón todos estábamos aterrados de saber lo que pasaría. Nadie decía ni una sola palabra, hasta que Ale se levantó y dijo:…-Yo no pienso morir hoy, déjense de estupideces y pensemos como vamos a salir. Nos miramos unos a los otros, sin decir nada. Alejandro se burló y nos llamó fracasados, comenzó a quitar las cosas de la puerta, tomo su celular y pregunto:…-¿Quién vendrá conmigo?, ¿Marco, Manu, Ana? Obviamente no lo iba a dejar solo y convencí a Ana que viniera. Al salir del salón mi corazón comenzó a latir muy rápido, estaba muy nerviosa, las luces de los pasillos eran muy tenues y parpadeaban, la escuela estaba abandonada, caminábamos muy lento buscando una salida, no se alcanzaba ver con claridad de tras de las puertas de cristal que daban hacia el patio y la puerta de salida. De pronto escuchamos ruido afuera y vimos siluetas rondando por la puerta, cuando ellos empezaron a romper los cristales, rápidamente subimos las escaleras y buscamos un lugar que fuera un poco más seguro, mientras trataba de avisar a los chicos que salieran porque ya se encontraban dentro de la escuela, pero no lo logré. Al final del pasillo encontramos una puerta que daba con
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los laboratorios y nos adentramos bloqueando la puerta con un estante. Pasado un buen rato escuchamos como golpearon puertas de otros salones mientras reían, cantaban y gritaban a alguien que les dijera en donde estábamos, por una pequeña rendija qué reflejaba hacia el pasillo vimos que tenían a Marco estaba muy golpeado y dos hombres venían arrastrando un cuerpo ensangrentado. No aguanté esa escena tan fuerte y colapse. Era de madrugada volví en mí y a lo lejos escuchaba la melosa voz de mi mamá susurrando que no me moviera que me quedase quieta y en silencio, yo le dije lo mucho que la amaba y lo que la había extrañado cerré los ojos y entre sueño escuchaba una melodía que ella solía cantarme cuando niña. Aún no amanecía, volví a abrir los ojos, pero esta vez la voz de mi mamá había desaparecido, yo me encontraba sola y oculta bajo muchas bancas, cortinas, sábanas, sin saber nada sobre mis amigos, apenas podía moverme. Me sentía muy débil tanto que no podía levantar un brazo, escuchaba gritos desgarradores y movimientos no muy lejos de donde yo me encontraba, yo solo pedía que mis amigos estuvieran bien, que todo fuera una pesadilla y que pudiera despertar pronto. Al cabo de unas horas iba recobrando un poco de fuerza, gire mi cabeza hacia la derecha y había un pequeño orificio que se hacía entre la pata de la Silla una cortina y un maniquí, en donde se podía ver perfectamente sangre en el piso y una mujer con una bata clínica y sin la máscara, tenía una cara pálida era muy escuálida, tenía poco cabello y tenía moretones en las piernas y en los brazos. Escuchaba que le decía a un hombre que ya no quería ser atormentada más, y ya no seguiría haciendo lo mismo. El hombre la golpeo, ella corrió hacia donde yo estaba, suplico por su vida pero fue inútil, él hombre la apuñalo muchas veces y la mujer cayó, de tal manera que nos quedamos viendo, ella sonrió y puso su dedo en medio de sus labios, diciéndome que no diría nada. La sangre de la mujer había llegado hasta mi espalda y al parecer los hombres se habían ido de ese lugar. Comencé a moverme, y cuando empecé a salir me di cuenta que alguien estuvo conmigo todo este tiempo y era mi amiga Ana, pero estaba inconsciente, trate de hacerla reaccionar pero fue inútil. Salí de ese lugar para buscar un salón o algo seguro, y al caminar por el pasillo encontré el cuerpo de Ale, quien nos había puesto a salvo, arriesgándose a sí mismo. Tome a mi amiga y nos lleve a un cuarto más seguro. La luz del sol ensombrecida por grandes nubes grises estaba por salir, a lo lejos las sirenas de la policía se hacían presente, así también la cobardía de las personas crueles que hicieron todo esto. Al transcurso de unos cuantos minutos la policía nos encontró y nos sacó de ese feo agujero en el que estábamos, me cubrieron con una manta y salimos de ese lugar, estaba muy aturdida por todo lo que veía al bajar las escaleras, entre pasillo y pasillo toda la masacre, nunca pensé que fuésemos muchas personas las que estábamos en el edificio. Saliendo del lugar estaba la anciana al otro lado de la calle, me observo y yo a ella, me sentí muy extraña con un vacío muy grande, la persona que me llevaba me pregunto si estaba bien, yo voltee a verla y, vaya sorpresa, pues la persona quien me llevaba era mi gran amigo Ale.
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Un día en la escuela 1OM1 #5 Eran las 7:00 de la mañana, estaba comenzando la primera clase y yo aún tenía demasiado sueño, por lo cual no podía prestar atención a la clase, solo veía como la maestra hablaba mientras señalaba el pizarrón, sinceramente no me importaba mucho el tema del que estuviera hablando, al fin, eso es algo que yo ya había estudiado anteriormente. Las dos horas de clase me parecieron eternas, la mayor parte del tiempo me la pase haciendo rayones en el cuaderno, simulando que tomaba notas para que la profesora pensara que le ponía atención y en ocasiones perdía mi mirada en la ventana, viendo como el patio que se encontraba atrás estaba totalmente vacío., se veía tan tranquilo y fresco que desearía haber estado ahí en ese momento y no esperando al próximo profesor. Llego el profesor de la segunda clase, es un hombre un poco mayor, podría decir que tiene entre 30 y 35 años, es un profesor muy agradable y gracioso, enseña muy bien, aunque no nos agrada que deja demasiada tarea. En su clase si preste atención, puesto que a pesar de que la mayoría de los temas yo los vi, me agrada reforzar conocimientos sobre su materia. Al terminar la clase fui a comprar a la cafetería con mis amigas, después regresamos al salón, pero en ese momento paso una ráfaga de aire que me enchino la piel, fue algo muy extraño, pero no le tome gran importancia y me fui a sentar. Durante la última clase no logre prestar atención, sentía algo muy extraño en el ambiente desde la ráfaga de viento, solo veía como exponían mis compañeros y tomaba uno que otro apunte, pero la mayor parte del tiempo me hundía en mis pensamientos. Al terminar las clases me despedí de mis amigas y subí a la terraza de la escuela, me encanta la vista que tiene, la ESEO, a pesar de ser una escuela pequeña tiene grandes cosas y una de ellas es la terraza. Me fui a sentar a una de las mesas que se encontraban ahí, saque mi laptop de la mochila, conecte el cargador a un enchufe y comencé a revisar que tareas teníamos en la plataforma de Classroom, en cuanto identifique las actividades que se entregaban más pronto pensé –solo me quedare 2 horas- . Comencé a hacer la tarea, pero de pronto me sentí vigilada, voltee la mirada por arriba de mi computadora, pero no vi a nadie, entonces gire mi cabeza a los lados para ver si había alguien más ahí, pero me percaté de que estaba sola, cuando llegue no me di cuenta de que no había nadie ahí, no me importo y seguí escribiendo. Estaba tan concentrada escribiendo que no me di cuenta de la hora hasta que recibí una llamada. -¿Hola?- dije al ponerme el celular en el oído, ni siquiera me había fijado quien hablaba, solo conteste. -Brenda, ¿En dónde estás?- Reconocí la voz de inmediato, era Gustavo mi mejor amigo. Él tiene la voz un poco gruesa y muy varonil. -Sigo en la escuela, me quede a hacer tarea pero se me hizo un poco tarde- dije mientras veía la hora en mi computadora. -¿Quieres que pase por ti? Estoy un poco cerca de tu escuela, llegaría en una hora aproximadamente-
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-Sí, me parece perfecto, me mandas un mensaje cuando estés afuera para que salga-Vale, entonces te veo en un rato- dijo a manera de despido. - vale, adiós- dije mientras colgaba. Mientras esperaba a que llegara mi amigo seguí escribiendo, hasta que me di cuenta que empezó a oscurecer y la luz artificial se notaba más, No era tan tarde pero debido a que estaba nublado el ambiente se tornó más frio por lo cual decidí bajar a la biblioteca a continuar con mi tarea, desconecte todo y guarde mis cosas en la mochila, me pare y camine hacia la entrada, justo al lado de la entrada están unos sanitarios a los cuales iba a pasar, pero cuando intente abrir no se podía, parecía que jalaban la puerta por dentro, así que mejor preferí ir a los de la planta baja. Cuando ya estaba frente a las escaleras me dio la sensación de que alguien estaba atrás de mí, voltee y vi que una persona se metió corriendo al salón que estaba a la izquierda, no había nadie más ahí por lo que había visto, así que me dio curiosidad ver quien era, entre al salón despacio y voltee a todos lados, pero no había nadie, en ese momento otra ráfaga de viento entro desde la terraza. Salí del salón lo más rápido que pude y me dirigí a las escaleras, cuando estaba a punto de bajar a lo lejos se escuchó una risa suave pero que pone los pelos de punta, me quede estática, no sabía qué hacer, la risa se escuchó más cerca y fue cuando decidí bajar lo más rápido que pude. Una vez estando en el piso de abajo me sentí más tranquila, camine por el pasillo hacia los baños, abrí la puerta, entre y cerré la puerta a mis espaldas, me di cuenta que todas las puertas de los sanitarios estaban totalmente abierta, lo cual significaba que estaba sola, otra vez, pase al último sanitario y cuando salí, vi que algunas puestas ya estaban cerradas, me sentí más aliviada al saber eso. Mientras me lavaba las manos se volvió a escuchar la risa, pero esta se escuchaba por detrás de la puerta, me estaba dando un poco de miedo así que decidí esperar un poco adentro, pasados unos minutos salí de los sanitarios y me dirigí a las escaleras, mientras bajaba me puse a pensar que nadie había salido de los sanitarios que se encontraban cerrados, y tampoco había escuchado en que momento habían entrado. Una vez que llegue a la biblioteca me registre, deje mis cosas en los estantes y saque solo lo necesario, me senté en una banca que tenía vista hacia el patio trasero y continúe con mi tarea, sin embargo no pude evitar darme cuenta de que estaba sola de nuevo, -¿que nadie estudia en la tarde?- pensé. Pasaron algunos minutos y me comencé a sentir incomoda, cada vez obscurecía más y eso me preocupaba más, no podía quedarme tan tarde en la escuela pues llegaría muy noche a mi casa. Recogí mis cosas y camine hacia la entrada, guarde las cosas en mi mochila y cuando estaba por voltear, vi que alguien estaba tirado entre los estantes de la biblioteca, deje mis cosas y fui a ver qué había ocurrido. Era una niña como de unos 10 años, se encontraba tirada como si se hubiera desmallado, se veía muy pálida y delgada, no pude ver su rostro porque lo cubría su cabello, el cual se veía castaño claro, de pronto sentí como su mano tomo mi muñeca, su piel era demasiado suave y fría, poco a poco su agarre se fue haciendo más y más fuerte, yo intentaba soltarme, pero me parecía imposible, hasta que de pronto se levantó y se puso frente a mí, el cabello cubría su cara, me quede estática frente a ella, quería correr pero mis piernas no me respondían, además de que me estaba sujetando la muñeca, de pronto susurro algo casi inaudible. -No me dejes- dijo con una voz débil y temblorosa, pero que da miedo, lo cual me hizo dar un paso atrás y sin mucho esfuerzo me solté de su agarre - ¡Que no me dejes!- grito esta vez, su voz se volvió más fuerte y gutural.
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Sin darme cuenta ya estaba corriendo hacia la entrada de la escuela, lo que acababa de ver me dejo aterrorizada, llegue a la entrada del edificio y estaba cerrada, ¿Cómo era posible? Eran las 8:00pm según mi celular, a esa hora todavía había clases. Al ver mi celular me percaté de que tenía un mensaje de mi amigo. Tavo: Brenda, se me hizo un poco tarde por el tráfico, pero ya estoy a punto de llegar, te espero en la puerta. Necesitaba salir para irme a casa, pero había dejado mis cosas en la biblioteca y no me podía ir sin mi mochila, debía regresar, tal vez todo había sido producto de mi imaginación por el sueño. Comencé a caminar por el pasillo, girando la cabeza a todos lados con la esperanza de ver a alguien y comprobar que no estaba totalmente sola, pero era en vano, porque no había rastros de ninguna persona. Poco a poco se fue haciendo más tenue la luz del pasillo, hasta que quedo totalmente oscuro, no pude evitar sobresaltarme, prendí la lámpara de mi celular y seguí caminando, hasta llegar a mi destino, cuando lo conseguí entre lo más sigilosamente posible a la biblioteca y tome mi mochila intentando no hacer ruido, del fondo de la biblioteca se escuchó como se caían los libros y de repente se cerró la puerta, en ese momento recordé la puerta que daba hacia el patio trasero, corrí hacia allá, pero igual estaba cerrada. Se veía que alguien venia caminando hacia mi desde lo más profundo de la biblioteca, avanzaba lentamente y solo se podían ver sus ojos, unos ojos penetrantes y que reflejaban tristeza, a medida que avanzaba se veía con más claridad, su piel era pálida con tonos morados, tenía muy marcados los pómulos y sus labios casi negros estaban arqueados en una sonrisa triste. Cada vez estaba más cerca de mí, mi única solución fue tomar una silla y romper el cristal de la puerta, para salir por ahí. Una vez estando afuera comencé a correr pero un ardor intolerable en mi brazo me hizo detenerme justo en la entrada del estacionamiento que quedaba abajo del edificio de la escuela, revise mi brazo y tenía una gran herida con vidrios en ella, -¿En qué momento había pasado?- pensé, pero una voz me saco de mis pensamientos, era una voz conocida que venia del fondo del estacionamiento. -Ayuda, ayúdenme por favor- decía, era una voz femenina, pero no lograba reconocerla totalmente. Empecé a caminar dentro del estacionamiento y a medida que me adentraba pude reconocer la voz, era Nahomi, mi amiga del salón, corrí hacia ella para auxiliarla pero algo me detuvo, sentí que alguien me agarro de la mano y me tapo la boca para que no gritara. -No vayas a gritar, soy yo- me dijo Vania, una compañera de clase – No vayas hacia Nahomi, la tienen apresada-. -¿Pero quién?- le dije con una voz muy baja - No lo sé totalmente, por lo que he visto es una mujer que está acompañada de una niña- dijo con tono de miedo – Nahomi y yo regresamos porque se nos olvidaron unas cosas en el salón, cuando intentamos salir nos empezó a seguir una sombra y después ya no podíamos salir porque la puerta estaba cerrada, entonces bajamos por las escaleras que dan al estacionamiento y fue cuando la mujer agarro a Nahomi, la tomo de la cara y parecía como si le estuviera robando el alientoVania y yo decidimos salir sigilosamente y buscar ayuda para poder regresar por Nahomi, pero en ese momento comenzó a llover y se sintió un frio horrible, por lo cual ya no pudimos salir, nos quedamos escondidas en la oscuridad, mientras observábamos como pasaban sombras de un lado a otro y poco a poco vimos como Nahomi iba perdiendo fuerza y palidecía. En cuanto ceso la lluvia salimos del estacionamiento y comenzamos a
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ver como pasaban personas a nuestro lado, caminando de manera automática sin un objetivo fijo, todos estaban muertos, tenían los ojos hundidos y la mayoría tenía la marca de una mano en sus muñecas. Todos nos voltearon a ver en cuanto se percataron de nuestra presencia y dijeron al unísono – Nunca podrán salir de aquí, ríndanse- de inmediato intentamos correr, hacia la puerta, pero nos fue imposible ya que nos agarraron y nos arrastraron hacia el estacionamiento sus agarres se sentían como fuego, lastimaba la piel de la manera más dolorosa posible. Cuando llegamos al fondo nos pusieron al frente de una figura femenina, la cual nos miró con una sonrisa macabra. -Por más que quieran ya nunca podrán salir de aquí, esta es su casa- dijo con una sonrisa tenebrosa, su voz era hostil y gutural- después de todo, ya solo encontraran sus cuerpos- termino. En cuanto nos soltaron pudimos correr, la puerta estaba abierta esta vez, así que no me detuve y al ver el auto de mi amigo me alegre demasiado, lo vi al otro lado de la puerta, corrí para abrazarlo pero mi cuerpo atravesó el suyo como si fuera un fantasma. Volví hacia la escuela, camine desganada al estacionamiento y ahí estaba yo, tirada en el suelo con una herida en el brazo.
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Marian Marrón López Jennifer Ciudad de México, 13 de octubre del 2019 Todo es diferente, no entendía por qué después de regresar ya nada era igual solo estuve lejos un mes y muchas cosas cambiaron incluso se ve diferente mi universidad, mi amada ESEO y sin mencionar que todo se ve sombrío, siento como si no existiera para nadie, no me hablan, nadie me ve, todos se ven diferentes, me dirigí al pasillo a despejarme un momento pero al darme cuenta me encontraba sola, regrese al salón y ya no había nadie en ese momento escuche como se abrían las puertas del baño por curiosidad entre a ver si alguien estaba ahí pero todas las puertas de los baños estaban cerrados menos uno, el de discapacitados cuando entre me di cuenta que estaba entre abierta una pequeña puerta la había visto antes pero no sabía que había en ella, sentí un escalofrió, sin darme cuenta ya estaba a dentro, todo era muy oscuro pero encendí la luz de mi celular, había muchas telarañas, polvo y un montón de libros y fotografías, no sabía si verlas pero me atreví, pude ver en ellas fotos de la escuela en sus épocas pasadas y de las generaciones pasadas, leí algunas cartas de los egresados y de lo agradecidos que estaban con la ESEO, estaba inspeccionando todo cuando algo me pareció raro, en el rincón había una caja negra con símbolos raros pensé en no abrirla pero mi curiosidad me gano, cundo la abrí puede ver varias fotos pero en todas aparecía una misma persona, habían cartas y habían notas de periódicos de unos casos raros ocurridos en la ESEO, al ver más afondo lo que esa caja tenía y al leer todas esas cartas y notas de periódico me di cuenta quien era la persona de las fotos, era Marian la hija de la primera directora de la ESEO, ella había matado brutalmente a 3 compañeros suyos y después se había suicidado, era una historia desgarradora, las cartas eran de Marian para su madre, pero era muy raro porque solo le decía lo tanto que la odiaba que nunca la iba a perdonar, no sabía lo que había encontrado, cuando pensé en irme de ahí y dejar todo en su lugar, pude sentir una gran brisa y como mi cuerpo se estremecía y al mirar a tras pude ver como se caía un manta que no había notado antes y dejaba ver un gran espejo, me pare y me cerque a él y al estar parada frente a él, sin saber que paso me desmaye. Al cobrar la conciencia, me levante y me di cuenta que ya no estaba el espejo, salí corriendo rápido por la puertita y estaba en el baño otra vez al salir de el me di cuenta que ya no estaba sola, había personas por todos lados pero era diferente no eran las mismas personas que yo conocía o ubicaba al seguir mirando alrededor me di cuenta que todo era diferente incluso la escuela tenía un aspecto más antiguo, cuando iba a ver que estaba pasando, se escucharon unos gritos que provenían de la segunda planta, corrí a ver que estaba pasando, al subir pude ver manchas de sangre en el suelo que provenían de un salón, me fui acercando poco a poco y mi corazón latía a mil por hora, mis manos temblaban cada vez más, cuando al fin llegue lo que mis ojos vieron fue aterrador eran personas llenas de sangre, algunas desfiguradas, brutamente apuñaladas, no sabía qué hacer, me quede mirando aterrada y pude ver como una de esas personas movía una de sus manos no lo pensé y corrí a verla, era una chava tenía todo el pecho con grandes heridas profundas, la acosté en mi regazo e intente ayudarla pero no
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sabía qué hacer ni cómo ayudarla solo sentí como me agarro de la mano, llorando le dije que resistiera pero solo pude sentir como dejaba poco a poco de agarrarme la mano, lentamente hasta que me soltó y supe que estaba muerta y la abrase con todas mis fuerzas, cuando voltee hacia la puerta vi a una chava cubierta de sangre, su piel era tan pálida, al verla se me quedo mirando se iba acercando poco a poco a mí no sabía porque no podía moverme cuando ya estaba más cerca de mí, pude ver su cara y me di cuenta que era ella, Marian, ahí supe que ella era la culpable de todo esto, le grite llorando que por que lo había hecho, que sabía quién era, solo pude ver como su cara cambio de no mostrar ninguna expresión a mostrase furiosa, yo seguí abrazando a la chava que había muerto en mis brazos y no podía soltarla hasta que ella me obligo hacerlo , solo pude sentir como mi alma era consumida por ella y pude sentir toda su furia y tristeza dentro de mí y fue ahí cuando me di cuenta de todo, a través de sus ojos pude ver la verdad. Marian no era la mala de este cuento solo fue una víctima como sus amigos, como yo, víctimas de una mujer mala cegada por el odio y los celos , la culpable del dolor de Marian no era más que su madre, quien fue la primera directora de la ESEO, ella fue quien mato a los amigos de su hija por quererla destruir por tener el amor de esposo que a pesar que no era su hija la quería muchísimo más que a ella, por eso culpo de asesinato a su propia hija y Marian por no poder con las muertes de sus amigos y el dolor, se suicidó en el baño de la ESEO y su alma no pudo descansar, ahora me doy cuenta que los celos pueden matar y condenar personas y no solo a ellas mismas sino también a curiosos como yo haciéndoles repetir todo su dolor una y otra vez.
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Relato 1OM1 24 Este relato comienza en la Escuela Superior de Enfermería y Obstetricia, mientras los alumnos del grupo 1OM1 se encuentran en laboratorio realizando una práctica. Las actividades académicas han iniciado con total normalidad; eso creen nuestros protagonistas. Todos los integrantes de ese grupo llegaron a tiempo para poder realizar la actividad correspondiente a la unidad de aprendizaje Fundamentos de Enfermería Teóricos Metodológicos de Enfermería y Autocuidado, donde se utilizan materiales como jeringas, sustancias químicas, instrumentos quirúrgicos, entre otros elementos disponibles para el estudiantado. En el equipo número cuatro lo integran los estudiantes de primer semestre: Zully, Noemí, Fernanda, Uriel y Kenia; todos ellos comparten una gran amistad. Es entonces cuando Fernanda empieza a sentirse de una manera muy extraña que altera e inquita a sus compañeros de equipo, por lo que toma la decisión de irse al baño a enjugarse la cara con la intención de sentirse mejor, pero como no sintió mejoría, después fue a la cafetería por alimentos; posteriormente se dirigiría nuevamente al laboratorio. Ingresa nuevamente al aula donde se encuentra frente a frente al profesor César Ornelas, quien había asistido al salón para hacerles un atento pero demorado aviso preventivo acerca de un nuevo brote que se había suscitado en los alrededores del Casco de Santo Tomás. Se dirige a la alumna preguntándole que cómo se sentía, a lo cual Fernanda respondió que muy mal, que no se sentía con ganas de continuar con sus actividades académicas, por lo que el profesor pidió a Esteban a que la acompañara a servicios médicos para que la pudieran revisar. En el trayecto le confía a su compañero que comió unos taquitos cerca de la ESEO y se empezó a sentir un poco mal, pero no le tomó importancia. Es en ese momento cuando Fernanda empieza a sufrir un ataque epiléptico y por ende a escurrirle espuma por la boca. Enseguida los médicos en turno llegan a proporcionarle la atención requerida mientras que Ignacio, un integrante de limpieza, comienza a limpiar los fluidos de la compañera sin la debía precaución. Su error fue tocar la espuma. El conserje se dirige a desechar los fluidos, pero se encuentra con Kenia, quien le tiene la mano para poder saludarla. A los pocos minutos, Ignacio ya en la bodega empieza a sentir un cosquilleo en su brazo derecho como si se le entumeciese, pero se percata que su piel empieza a cambiar de color y de textura. Fernanda, por el contario se encuentra desmayada, inconsciente en servicios médicos, cuando de pronto se vuelve a convulsionar y al terminar ese episodio se despierta y ataca a su compañero Esteban mordiéndole el brazo; para ese entonces ella ya tenía la apariencia de un zombi. Al morderle, Esteban termina contagiándose de ese virus y de inmediato comienza a perseguir a los médicos que se encontraban en la sala. Todo es una tremenda confusión que se trasformará y extenderá en un caos total en unas cuantas horas dentro de la Unidad Académica. Ignacio, ubicado en la bodega empieza a sufrir una trasformación y sale corriendo de ella atacando a la primera persona que se encuentra en su camino, en éste caso a un alumno de nombre Uriel, el cual empieza a
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pedir ayuda y a gritar desesperadamente esperanzado a que alguien se aproxime a él rápidamente, pero fue demasiado tarde, ya que el conserje había quitado un pedazo de su pierna y devorado por completo su extremidad inferior. Al trascurrir unos segundos un grupo de alumnos y profesores llegan al lugar y se dan cuenta que hay un inmenso charco de sangre y rastros de ella que llevan a una bodega situada en el primer piso. Profesores deciden ir al lugar y piden a los alumnos regresar a los salones para prevenir cualquier situación catastrófica. Al aproximarse al lugar escuchan crujidos y ruidos sumamente extraños, por lo que deciden quedarse ahí y llamar al personal de seguridad, al terminar ese llamado Fernanda que para ese preciso momento se encontraba irreconocible y fuera de sí misma sale a toda prisa balanceándose hacia el profesor Juan Francisco Arriaga incrustándole sus uñas en el cuello y arrancándole por completo la cabeza, al presenciar ese escenario todos los profesores salen despavoridos del lugar y entran los cuerpos de seguridad a tratar de capturar a la alumna, pero sus intentos son en vano, ya que la fuerza y la rapidez con la que se movía superaba la de los tres policías que estaban ahí. Minutos después algunos alumnos deciden salir a ver qué es lo que había pasado y para su sorpresa encuentran el cuerpo de un oficial completamente destrozado. El alumnado juntos con los directivos y docentes decide para su seguridad, que desalojará la escuela poco a poco en este caso saldrán por grupos, pero al ir saliendo una de las alumnas logra reconocer a su amiga de nombre Kenia que se encontraba justamente en la entrada devorando a una chica, al darse cuenta de eso inmediatamente regresan gritando para el interior de la escuela a lo que llama la atención de Kenia y se dirige con gran velocidad hacia el grupo de alumnos con la intención de atacar a quien se le ponga en su camino, por desgracia alcanzó a morder a tres estudiantes provocándoles heridas muy graves e infectándolos del virus que tenía convirtiéndolos en poco tiempo en unos completos zombis. El virus se esparcía con gran rapidez por toda la escuela, los mismos estudiantes que empezaban a adquirir ese virus prontamente lo transferían a otros miembros de la institución a través de cortaduras, mordidas, sangre, fluidos corporales o mediante contacto de tejidos u órganos de personas que están infectadas, en este caso tanto vivas como muertas. Varios de los alumnos empezaron hacer llamadas al 911 para que pudieran llegar a su rescate, pero no contaban con que en las unidades de su alrededor como lo es Economía, la Unidad de Ciencias Biológicas, la ESCA, Odontología, entre otras unidades académicas ya tenían indicios de ese virus y sino estaban completamente infestadas por zombis hambrientos y descontrolados en su totalidad. Evidentemente se necesitaría más de un cuerpo de seguridad para poder exterminar todos estos zombis y poder rescatar a los alumnos que pudieron sobrevivir a éste ataque, claro… sólo es que si lograron sobrevivir… Por lo pronto aún no se sabe si habrá cura o fin para ésta gran propagación de este virus el cual se desconoce su origen y su causa, qué fue lo que lo originó y cómo es que pudo dar lugar a las instalaciones del Instituto Politécnico Nacional.
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La guardia sangrienta. 1OM1 #31 En una noche muy fría, los alumnos del 1OM1 tuvieron que quedarse a una simulación de guardia nocturna en un hospital en la ESEO. Todo iba bien, pero empezaba a ponerse algo aburrido, era claro que los simuladores no son como las personas en un hospital real. Ubicados en el segundo y tercer piso, los alumnos hacían su trabajo acompañados de la maestra Pagola. Michelle, una de las integrantes del grupo, se estaba aburriendo demasiado y les propuso a sus amigos ir a investigas si la leyenda del bebé de la biblioteca era real. Entusiasmados, aceptaron, pero Esteban, no quiso, ya que pensaba que les iban a cancelar las prácticas por eso. Sin importar lo que su compañero dijo, Michelle seguía en pie con la propuesta, así que, acompañada de sus amigos, Aketzali, Andrés, Anett y Carolina, se decidieron a bajar. Sigilosamente, se escabulleron hasta llegar a la planta baja, todo estaba muy oscuro, solo se veía el resplandor de la luz de las escaleras. Todas las puertas del edificio estaban cerradas, - la escuela jamás se había visto tan escalofriante. - exclamó Michelle. Todos se dirigieron a la entrada de la biblioteca, estaban muy asustados, pero, aun así, decidieron esperar a ver si escuchaban algo. Al pasar el tiempo, no lograban ver, ni escuchar nada, así que se estaban comenzando a desesperar, - ya vámonos. – dijo Aketzali. -No, yo me voy a esperar a escuchar algo, no vine en vano. - Respodió Anett. Decidieron esperarse un poco más, cuando de repente, empezó a parpadear la luz de las escaleras. Todos rápidamente se pararon y se alejaron de ellas, al inicio creyeron que fue coincidencia, pero después, se empezó a abrir la puerta de la biblioteca. Los 5 amigos se abrazaron entre sí y comenzaron a correr, subieron rápido al laboratorio, pero siempre regresaban al mismo lugar, como si no hubiera nadie más. Al darse cuenta, se comenzaron a aterrar y gritar pidiendo ayuda, pero todo era inútil, al parecer todos habían desaparecido. –No se separen, estoy segura de alguien nos está jugando una broma-. dijo Michelle. –Ay no, espero que no, porque es una broma de muy mal gusto, de verdad estoy comenzando a asustarme-. exclamó Carolina. De repente, comenzaron a escuchar el llanto de un bebé, era un llanto de desesperación, algo demasiado escalofriante. Todos se quedaron petrificados y de repente vieron a una de las conserjes de la escuela. Parecía poseída, solo repetía “Váyanse, no deberían estar aquí o ella vendrá por ustedes” Al escuchar eso, todos comenzaron a gritar y trataron de despertarla, en eso, Anett dijo –Cálmense, sigue siendo una broma- y entonces, Michelle le preguntó -¿De quién habla? ¿quién vendrá por nosotros? - a lo que la conserje contestó –La profesora Pagola. Todos los años hacen una simulación en la escuela e invitan a todo un grupo, pero es sólo una trampa, solo buscan comerse a lps alumnos que asisten. ¡Váyanse! - gritó y desapareció.
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Sin pensarlo dos veces, todos corrieron de vuelta al laboratorio, con la esperanza de volver al mismo lugar como hace un rato, pero esta vez no fue así y cuando abrieron la puerta del laboratorio, todos estaban muertos. Había tripas y sangre por donde sea y al darse la vuelta, Michelle encontró el cuerpo de sus amigos degollados, el profesor César los había matado. Tratando de escapar, trató de correr hacía la salida del edificio, pero al bajar las escaleras se cayó y quedó inconsciente. Cuando despertó, estaba dentro de un horno muy grande, llena de tripas y cachos de los cuerpos de sus compañeros. Comenzó a gritar y a pedir que la sacaran, pero el horno se encendió y la quemaron viva. Nadie sabía lo que pasaba, ni la historia detrás del llanto del bebé de la biblioteca, creían que era broma, pero lo que no sabían era que cada que el sonido se escuchaba, era el comienzo de una sangrienta catástrofe.
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Relato 1OM1 #01 Una noche lluviosa, con un frio estremecedor, se escuchaban los fuertes truenos y relámpagos, las lámparas fallaban ocasionando que se encendieran y apagaran, era escalofriante la situación, aun lo recuerdo, todo el grupo esperando que se calmara un poco la lluvia para que cada quien pudiera irse a su casa, la confortante ESEO ahora parecía escalofriante, un lugar de terror en el cual nadie quería estar, el pánico se apoderaba de cada uno de nosotros. Los gritos se escuchaban pues el miedo se hacía presente, de repente muchos sonidos mezclados, chillidos, ruidos de puertas, gritos, respiros acelerados, butacas rechinando y ventanas azotándose, verdaderamente era tenebroso. De un momento a otro se escucha una mujer llorando, gritando desconsolada, en ese momento algo raro comienza a ocurrir, se nos eriza la piel y con mucha curiosidad uno de los compañeros sale a asomarse al pasillo para ver quien grita pues lo normal era que los alumnos permanecieran con su respectivo grupo, y en ese momento la puerta se azota, el compañero ya no está y el ruido a desaparecido. La luz se estabiliza y se mantiene prendida, las expresiones de cada uno de nosotros han cambiado ahora muestran desesperación, los ojos se muestras llorosos, los labios temblorosos y la respiración acelerada, queremos saber que paso con nuestro compañero, pero no tenemos el valor de salir a buscarlo. Decidimos salir en grupo para sentir la compañía y un poco de seguridad, nos dividimos para buscar mejor, 5 grupos con 6 personas cada uno aproximadamente, uno se va rumbo a la entrada de la ESEO, otro decide subir a primer piso, otro a canchas, otro a buscar en el segundo piso y el ultimo conformado por los más angustiados decide esperar en el salón por si regresa. Yo me encontraba en el tercer grupo el que iría hacia canchas a buscar, caminado por el pasillo nos encontrábamos de frente a la biblioteca cuando de pronto se ve una mujer pasar, vestida de blanco, sollozando, desconsolada, con la mirada agachada y las manos entrelazadas. Todos nos quedamos estupefactos no sabíamos que hacer, el pánico se apodero de nosotros, no podíamos ni hablar, ni un grito pudimos dar, nos quedamos observando a la mujer tratando de encontrar una respuesta lógica al suceso, pero no, no la había, en ese momento la mujer nos voltea a ver, su cara era tenebrosa, llena de cicatrices, mostraba angustia, tristeza, desesperación y al mismo tiempo odio y enojo. No supimos que hacer, las luces parpadeaban, las puertas se azotaban, y la mujer no nos quitaba la mirada de encima, ella volteo a vernos y rio fuertemente y de la nada comenzó a llorar y a gritar que no la pudimos ayudar y ahora nos tocaba pagar, desapareció seguido de esa advertencia. Todos nos mirábamos tratando de analizar lo que había ocurrido y de corroborar que todos lo viéramos, el silencio era incómodo y hacia que las respiraciones y los latidos sonaran más fuertes de lo normal.
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Para romper con el silencio de la peor manera en los baños que quedan justo detrás de nosotros las palancas de los inodoros comienzan a bajar y se escucha el ruido del agua de cada inodoro correr, el pánico nos invade y en ese momento corremos desesperados hacia canchas pues de regresar al salón tendríamos que pasar frente a los baños y eso a toda costa lo queríamos evitar. Ya en canchas se alcanza a observar la cafetería, el kiosco, el salón del gym y el salón que queda arriba del gym, observamos cada espacio tratando de encontrar a nuestro compañero pero no hay ni una sola señal de él, el viento es increíblemente fuerte y frio que hasta los huesos nos duele, a lo lejos alcanzamos a ver que alguien se encontraba en el salón que se sitúa arriba del gym, esperanzados en que fuera nuestro compañero nos acercamos un poco, pero al estar más cerca nos percatamos que no es así, es una niña como de 7 años de edad, moviendo su mano, sonriéndonos, sola, con un oso de peluche y con el cabello largo y chino. Cuando ocurrió esto sabíamos que era alguien parecido a la mujer antes vista, debido a que no había razón por la que hubiera una niña, sola y menos en ese salón, decidimos refugiarnos en cafetería en lo que pensábamos como defendernos. Aguardábamos en la cafetería cuando sonó un celular, teníamos miedo de contestar pues no sabíamos que pudiera pasar, pero al final terminamos tomando la llamada, era una de las chicas que esperaba en el salón, su voz se escuchaba entrecortada, agitada y se lograba escuchar el miedo que tenía, comenzó a decirnos desesperada que la ayudáramos, que regresáramos, que algo malo pasaba y quería salir de ahí. En el salón las persianas se movían fuertemente, el viento azotaba las puertas y alguien tocaba las ventanas cantando “tienen que pagar, tienen que pagar, mi hija quiero encontrar”, comenzábamos a comprender lo que pasaba, pero no sabíamos que hacer, empezamos a llamar a un integrante de cada grupo para que nos reuniéramos y saliéramos de la escuela. Todos corríamos, nuestro cabello volaba en el aire pues el viento de alguna manera se había intensificado, el pasillo se nos hacía eterno parecía que cada vez era más largo, nos íbamos reuniendo en el transcurso, bajaban de las escaleras los que habían ido a otros pisos, los del salón ya estaban saliendo para unirse a nosotros, pero el compañero que había desaparecido aun no aparecía, los otros grupos no lo habían visto, en el salón tampoco estaba, en la entrada menos, espantados corríamos aun hacia la entrada para poder salir de la escuela; ya nos encontrábamos llegando a la estatua del génesis del cuidado, cuando apareció la mujer de blanco y se puso frente a la puerta impidiéndonos salir y por detrás de nosotros la niña corriendo y riendo paso, alguien grito con desesperación, volteamos hacia un grito que se escuchó a lo lejos, en dirección a la biblioteca, vimos a nuestro compañero gritando, estiro la mano buscando ayuda, alguien lo jalo de los pies y rasgando el piso con sus uñas desapareció entre la oscuridad…
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Enfermera psicópata. 1OM1 #4 Hace mucho tiempo en la gran cuidad existía la famosa ESEO, escuela donde se formaban a las mejores Enfermeras Obstetras del país, cabe destacar que por ello México era reconocido a nivel mundial ya que de ahí eran las mejores enfermeras que existían. Sin embargo, no todo era perfecto ni color de rosa en ese lugar, ya que existían leyendas sobre las antecesoras de esa escuela quienes según habitantes de la zona juraban que en ocasiones se escuchaban cosas espantosas y nadie hablaba sobre. Camila era una joven de 17 años alta, de cabello negro y lacio, bastante hermoso para muchos, ojos medianos y color miel, nariz achatada, de complexión delgada, una de sus grandes cualidades era su valentía por salir adelante y demostrar que era una gran persona y que podría llegar a cumplir su gran sueño, el de ser una de las Enfermeras más reconocidas del país y del mundo si era posible; por ello lucho y estudio mucho para lograr obtener un lugar en la mejor escuela de México para la formación de Enfermeras, la ESEO. Una vez estando dentro ella creía que todo sería perfecto y lo era hasta ese entonces, pasaron los días y ella era una de las mejores alumnas de la clase, participaba y le gustaba mucho la carrera. Ahí conoció a una chica algo tímida llamada Dariana quien era de estatura media, cabello castaño y chino, con ojos medianos de color café oscuro, nariz pequeña y afinada, complexión delgada y muy noble, quien en comparación de Camila era bastante callada por eso se hicieron tan amiga, porque ellas creían que una complementaba a la otra en bastantes cuestiones. Un día mediante una plática escucharon a unos jóvenes hablar sobre la leyenda de la escuela, llenas de curiosidad se acercaron y pidieron escuchar la historia, los jóvenes al verlas tan emocionadas les permitieron quedarse y ser testigos de lo que sería el comienzo de una gran aventura para ellas. Uno de los jóvenes dijo: “Hace aproximadamente 32 años se creó la Escuela Superior de Enfermería y Obstetricia la cual fue fundada por Dos mujeres enfermeras llamadas Ana y Karen quienes querían compartir sus conocimientos en el área de la salud y formar tanto a hombres como mujeres en esta disciplina llamada Enfermería, pero lo que pocos sabían era la parte oscura de todo, comenzaron con un pequeño grupo de personas, día a día les enseñaron lo necesario para ser profesionales, tiempo después cuando su escuela comenzó a ser reconocida fue que todo empezó a tornarse oscuro y anormal, las fundadoras empezaron a oír una voz en sus mentes que les pedía hacer cosas que ellas se negaban porque amaban a sus aprendices, pero la voz cada vez era más constantes hasta que ellas accedieron a obedecer lo que su mente les decía, empezó con cosas pequeñas como molestar a los alumnos, gritarles, y hasta pegarles una que otra bofetada pero con el paso del tiempo las cosas que debían hacer eran peores, un día escogieron a un grupo de personas y los engañaron diciéndoles que habían sido escogidos para ir a un congreso fuera del país con todo pagado, obviamente ellos entusiasmados
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aceptaron y prepararon todo para su viaje y avisaron a sus padres, Ana y Karen los citaron en una tipo bodega que se encontraba en la escuela según dijeron ahí les darían los papeles necesarios para que ellos pudieran viajar sin ningún problema, una vez que ellos estaban ahí ellos los golpearon en la cabeza para poder atarlos con cadenas y los mantuvieron cautivos por días sin que nadie se diera cuenta, hasta que llego el día que se supone ellos debían regresar, sus padres los esperaban con ansias pero ellos nunca llegaron, los padres preocupado pidieron hablar con Ana y Karen para saber que pasaba y ellas dijeron que el avión cayó y todos los pasajeros habían muerto. Cuando los padres ya estaban resignados, la voz en la cabeza de Ana dijo que debían matarlos de manera distinta a cada uno, entonces ella le dijo a Karen lo que debían hacer, se esperaron ese día y cumplieron la petición de la voz. Eso paso una y otra vez y nadie se explicaba tantas desapariciones, todos temían que les pasara algo si intentaban investigar les pasara lo mismo o algo peor. Años después Ana tuvo una hija quien la sustituyo como directora en la escuela ya que ella y Karen debían retirarse, todo mejoro no hubo más desapariciones por 5 años hasta un día un hombre vestido de negro de apareció en su sueño diciéndole que debía seguir con la misión de su madre y ella asustada corrió a preguntarle a que se refería el hombre en su sueño, Ana cayo en llanto y comenzó a contarle todo lo que tuvieron que hacer, su hija aterrada decidió renunciar a la dirección para ya era demasiado tarde para eso. Desde entonces generación tras generación pasa por lo mismo, y sigue con los mandatos del hombre que se presenta en los sueños de todas las sucesoras de la dirección de esta escuela. Nadie sabía el porqué, pero Ana días antes de sentir que su muerte estaba cerca declaro que para lograr el éxito de la ESEO ella y Karen Hicieron un pacto con un hombre vestido de negro quien dijo que todo tenía un precio y ellas debían pagarlo. Hasta la actualidad nadie sabe si es verdad o no, pero en ocasiones se escuchan cosas raras y nadie dice nada por miedo a ser raptados y torturados”. Después de que Camila y Dariana escucharan la historia quedaron impactadas y no dijeron nada durante días, ambas estaban calladas y muy pensativas, hasta que un día Camila que era muy valiente le dijo a Dariana que investigaran si la historia era cierto, pero Dariana no acepto por el temor a que les pasara algo. Sin embargo, a Camila no le importo nada y ella decidió emprender esa ventura y comenzó a investigar y a observar cada cosa extraña a su alrededor, un día se enteró de la desaparición de 4 compañeros de la escuela y asombrada se lo contó a Dariana y así la convenció de investigar juntas la desaparición de esos compañeros. Observaron a la directora y un día se escondieron en un almacén para poder quedarse dentro de la escuela y ver qué era lo que ella hacia cuando se quedaba tarde, cuando ya todo el mundo se había ido escucharon un grito y se asustaron por un momento quisieron huir de ahí antes de que les pasara algo pero ya estaban en ese lugar y no se irían sin saber que era lo que pasaba. Juntas salieron y siguieron los gritos que se escuchaban a lo lejos, hasta que por fin dieron con el origen, eran los 4 chicos desaparecidos atados del cuello con cadenas, golpeados y casi muriéndose del hambre y la deshidratación, ellas estaban impactadas no podían creer que eso estaba pasando y que la historia era verdad, asustadas de que las descubrieran se escondieron bastante bien detrás de unas cajas y siguieron observando lo que pasaba, Camila desesperada por ayudar a los chicos decido tomar fotos sobre lo que pasaba para llevarlas a
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la policía, mientras ella tomaba fotos Dariana se percató de que alguien de acercaba así que le dijo a Camila que parara y observaron lo que iba a pasar, llego la Directora gritando como si tuviera al demonio dentro, observo como los chicos desesperados intentaban escapar y ella solo reía, momentos después la sombra de un hombre apareció y ella se arrodillo suplicando que parara, que la dejara en libertad, que ella no quería seguir pagando el mismo error por generaciones. Pero la sombra desapareció diciendo que era la vida de ellos o la de ella, que si quería que todo acabara tendría que sacrificar su vida y terminar con la maldición, entonces ella se fue de ahí siguiendo a la sombra. Camila y Dariana intentaron desatar a los chicos pero fue inútil, era como si las cadenas tuvieran algún tipo de hechizo para mantenerlas así y evitar el escape de las víctimas, al no poder ayudar llamaron a la policía y mientras esperaban, todo empeoraba la directora regreso para matar a los chicos, cuando entro a la bodega las encontró intentando ayudar los a escapar y enfureció de una manera incontrolable lanzándose contra Camila, comenzó a estrangularla y Dariana asustada le pego con un palo en la cabeza logrando que la soltara, pero no fue suficiente porque cuando se recuperó del golpe saco una pistola apuntándole a Dariana, forcejeando se le escapo un tiro el cual le dio a uno de los chicos, todos gritaban y cada vez entraban más en pánico, cuando pensaban que ya todo estaba perdido llego la policía y lograron detener a la directora llevándosela a prisión donde cometió suicidio dejando una carta que contaba toda la historia y la razón del porque se suicidaba para evitar que la maldición continuara por mas generaciones y así salvar a mas enfermeros y enfermeras inocentes de la culpa. Cuando todos en la escuela se enteraron de lo que había pasado felicitaron a Camiala y Dariana por arriesgar su vida para salvar la de otros, Camila cumplió su gran sueño y fue una de las Enfermeras más reconocidas a nivel mundial.
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La Ouija no es un juego Orozco Enriquez Elizabeth Shue 12/10/2019 Corría el mes de octubre en la pequeña Escuela Superior de Enfermería y Obstetricia donde un grupo de 5 amigos (Paulina, Joel, Julieta, Minerva y Ely) se reunían como era costumbre, entre una sensación de euforia comentaban sus planes para halloween, Paulina una chica extrovertida y valiente propuso que jugaran a la ouija –Oigan ¿han escuchado hablar de la niña fantasma que dicen que ronda en la escuela? ¿Y si venimos a invocarla? -Dijo Paulina, emocionados por la propuesta el resto del grupo accedió; los días transcurrían y la fecha cada vez estaba más cerca, tenían todo planeado para que su noche fuera inolvidable. Finalmente llego la añorada noche del 31 de octubre y el grupo de amigos se reunió a fuera de la escuela al anochecer, con mucho sigilo lograron entran por la parte trasera y se dirigieron a la terraza en el tercer piso para comenzar su ritual. Bajo la luz de la luna con un viento cálido y tranquilo colocaron una vela frente a cada uno de ellos alrededor del tablero de ouija, juntaron sus dedos en el oráculo y juntos empezaron a preguntar -¿Hay alguien ahí?- sin respuesta alguna repitieron la pregunta -¿Hay alguien ahí?- lentamente el oráculo comenzó a moverse hacia el “SI”, en forma de burla Joel quien era el “payaso del grupo” menciono –Es broma ¿no?, ¿enserio esperan que no me dé cuenta que Paulina está moviendo esta cosa?- Minerva una chica más tímida y temerosa respondió –¿Acaso no puedes tomarte nada enserio? Es obvio que Paulina no lo movió- -Tranquilos amigos venimos a divertirnos no a discutir, mejor sigamos con esto- contesto Paulina, la noche transcurría y conforme más preguntas realizaban el ambiente se sentía cada vez más tenso, hasta que Julieta una chica que vivía en depresión por perder al amor de su vida pregunto -¿Cómo y cuándo vamos a morir?- -¡Julieta NO!- Grito Ely asustada –Quedamos en que no haríamos ese tipo de preguntas, -¿Por qué, acaso tienes miedo?- respondió Julieta, de una forma arrogante Ely le respondió -¿Qué? ¿De este juego tonto? Jaja ¡Para nada!- En ese momento en un coro estremecedor se escucharon perros aullando alrededor, un viento fuerte y frio soplo y de forma abrupta apago casi todas la velas excepto la que estaba frente a Ely, ella confundida dirigió su mirada hacia enfrente y por un momento parecía que sus amigos habían desaparecido, de pronto un ser de aspecto fantasmal se poso frente a ella, tenía una piel pálida y llena de cicatrices, cabello negro, largo y despeinado, en lugar de sus ojos solo había unas cuencas vacías, completamente negras de las que escurría sangre en forma de llanto, una sonrisa terrorífica que parecía llegar de oreja a oreja con unos dientes amarillentos, chuecos y rotos, tomo a Ely de la cara, la sostuvo frente a frente y le mostro visiones de como serian la muerte de cada uno de sus amigos, ella aterrorizada reacciono del transe en el que se encontraba, encontró a sus amigos a su alrededor -¿Qué te paso?¿Estas bien? ¡Responde!- dijo Minerva desesperada – ¡Vámonos por favor!- dijo Ely entre sollozos, asustados ante lo que sucedió decidieron dirigirse a sus hogares.
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La noche transcurría con calma excepto para este grupo de amigos quienes pasaron una de las peores noches de su vida, entre pesadillas, ruidos extraños y visiones terroríficas. Al día siguiente en la escuela decidieron hablar sobre lo sucedido, sin embargo Ely no les quería contar lo que vio ya que no quería asustarlos, todos llegaron a la conclusión de que olvidarlo y seguir con su vida era lo mejor; Los días transcurrían y casi todos lo habían olvidado excepto Ely quien recurrentemente tenia pesadillas y regresiones hacia la visión que el ente le mostro, sus amigos notaban su cambio de actitud ya que de ser alguien extrovertida que siempre estaba feliz paso a ser alguien aislada y muy pensativa, Paulina quien era su amiga más cercana decidió preguntarle lo que le pasaba, Ely como ya no aguantaba más decidió contarle lo que vio –Tranquila, tal vez solo fue tu imaginación, ¿no crees que si fuera real ya nos hubiera pasado algo?- dijo Paulina para calmarla. El resto del día Ely pensaba en lo que Paulina le había dicho y empezó a tranquilizarse ya que era algo lógico, hasta que esa misma noche durante sus sueños el ente apareció –¡¡Por la debilidad de tu mente tus amigos pagaran!!, Pudiste mantenerlos a salvo pero decidiste hablar- gritaba el ente mientras mantenía a Ely inmóvil en un cuarto complemente obscuro repitiendo una y otra vez las visones, el sonido del despertador la hizo saltar de la cama, pensativa sobre su sueño comenzó a alistarse para ir a la escuela, durante todo el camino trataba de convencerse de que nada era real y solo había sido un sueño insignificante. Al llegar a la escuela y reunirse con sus amigos notaron que Julieta está muy triste, cuando le preguntaron qué le pasaba ella les conto que ese día se cumplían 2 años de que Alejandro el que había sido el amor de su vida había fallecido y que lo extrañaba mucho, todo el día ellos trataron de animarla y le mencionaban que estarían para ella siempre que lo necesitara, las clases pasaron y cuando se encontraban en el metro Julieta comenzó a llorar de forma desesperaba repitiendo -¡YA NO PUEDO AGUANTARLO MAS!- justo en ese momento el convoy del tren llegaba a toda velocidad, parecía en cámara lenta cuando Julieta corrió directo hacia las vías siendo arrollada por el tren terminando con su vida. El ambiente pasó de ser tranquilo a un conjunto de gritos y desesperación, en medio del desastre Ely miro entre los vagones del tren donde encontró al ente apreciando todo con su sonrisa malévola. Ante lo sucedido Ely pensó que lo mejor era contarles lo que había visto esa noche donde todo comenzó, ¿No creen en eso o si amigos?- dijo Paulina –o sea lo de Julieta fue horrible pero puede ser solo una coincidencia ella no estaba bien- continuo –No lo creo, seria mucha coincidencia, pero entonces ¿Quién es el siguiente?menciono Joel atemorizado –No sean tontos, dejen de pensar como niños, eso no es real- afirmo Paulina– Tú estabas ahí esa noche, tu sentiste que algo paso, ¿Cómo es posible que no lo creas?- contesto Minerva -Porque es algo estúpido creer que algo paranormal va a perder el tiempo asesinándonos- dijo Paulina alterada –no hay que pelear solo hay que mantenernos unidos y alerta ante cualquier cosa extraña que veamos- dijo Ely para tranquilizarlos –Prefiero estar tranquila pesando en cosas más importantes que esta tontería, bye- respondió Paulina mientras se alejaba. Al día siguiente Ely, Joel y Minerva, fueron a apoyar a Paulina en su partido de Basquetbol, se encontraban alertas ante cualquier cosa, Paulina se encontraba en la cancha y cuando iba a recibir un pase apareció de repente el ente con su aspecto desagradable y aterrador, lo que hizo que se distrajera y el balón le diera directo en su cara, el golpe fue tan fuerte que hizo que callera abruptamente golpeándose en la cabeza causando su muerte instantánea. Sin decir nada cada quien decidió irse a su casa, por su parte Joel estaba desesperado y temeroso por saber quién sería el siguiente en morir por lo que empezó a desarrollar un delirio de persecución. Minerva comenzó a estar Ausente en las clases y no se sabía nada de ella, mientras que Ely se encontraba en un constante aislamiento. Durante una de sus clases Joel comenzó a tener ataques de ansiedad cuando el ente
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se mostro ante él, sin saber que hacer su primera reacción fue correr sin que nadie pudiera detenerlo ya que el ente venia detrás de él caminando y retorciéndose sobre sus pies y sus manos con las luces parpadeando en un pasillo que parecía interminable, al salir de la escuela corrió sobre en crucero peligroso y cuando creyó haber perdido al ente un autobús lo impacto y justo antes de morir lo último que vio fue al ente con su sonrisa diabólica escurriendo sangre de sus obscuras cuencas sobre él. Esa misma tarde en su casa Minerva se encontraba devastada cuando el ente apareció mostrándole cosas malas que le habían pasado y las burlas que la gente le hacía por su aspecto físico, Minerva harta de todo y sin encontrar otra salida decidió cortarse las venas, sintiendo como la sangre recorría a través de sus manos y piernas, soltó su último suspiro e imagino un mundo donde las cosas fueron diferentes y no había dolor, finalmente cerro sus ojos y murió sola como siempre se sintió. En una noche fría donde el viento soplaba tan fuerte que al chocar con los arboles creaba un sonido estremecedor, con un gran sentimiento de culpa al sentir que pudo haber hecho algo por sus amigos o pudo salvarlos si no le hubiera contado a nadie, Ely espero a que estuviera completamente sola, tomo una soga, subió hasta lo más alto de su casa , aprecio la luz de la luna una última vez y resignada salto hacia el obscuro vacio, su cuello poco a poco fue sintiendo la presión de la soga y su cuerpo perdía el aliento y al sentir la angustia más grande de su vida despertó abruptamente dando un fuerte salto de su cama dándose se cuenta que solo había sido un terrible y angustiante sueño, sintiéndose aliviada continuo su rutina diaria para llegar a la escuela, estando ahí se reunió con sus amigos quienes comentaban ideas para sus planes de halloween… ¿Fin?
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El auditorio 1OM1 #07 Mi nombre es Lisseth tengo 19 años, el viernes 13 de octubre, mi vida cambió por completo. Todo iba bien como cualquier día , en mi universidad habían organizado una fiesta por el mes patrio, todo iba perfecto hasta que llego la noche, unos cuantos de mis amigos Raúl, Sofía, Carlos Cesar y yo decidimos quedarnos dentro de la escuela hasta que amaneciera, la fiesta en mi escuela termino a las 9:30 p.m., entonces decidimos escondernos en un salón para que estuviéramos solo nosotros, y saber que pasaba dentro de la universidad cuando nosotros no estuviésemos ahí, ya que había rumores de que habían espíritus y cosas malignas, ninguno de los que estábamos creía en esas cosas, el tiempo que estuvimos dentro de la escuela no pasó nada. Llegaron las 3:00 am, y les puedo confesar me puse algo nerviosa ya que es la hora en la que los espíritus salen de su dimensión y se abren los portales de infierno, se empezaron a escuchar algunos ruidos en el laboratorio de anatomía el cual está justo arriba del salón en el que estábamos, por un momento creí que los ruidos los comenzaban a ocasionar mis amigos que habían salido, pero me equivoqué, así que todos decidimos ir a explorar, cada vez los ruidos estaban más cerca, llegamos al laboratorio hasta que llego el punto en donde una mesa del laboratorio se movió de un momento a otro, era imposible que uno de mis amigos lo haya hecho, todos estábamos del lado de las estufas que están a la entrada, me asuste como nunca lo había hecho. Aun así decidimos recorrer la escuela, mientras íbamos caminando nuestros celulares se quedaban sin señal y las linternas se apagan y prendían constantemente, todos estábamos helados y muertos de miedo por lo que había pasado en el laboratorio de anatomía , después de un largo tiempo de caminar por toda la escuela ya no encontramos la salida, era muy raro ya que nosotros conocemos muy bien los edificios de la escuela, pareciera como si alguien estuviese jugando con nuestra mente, era terrible como podíamos perdernos en aquella escuela en la que llevábamos ya un año frecuentándola a diario, era increíble por lo que estábamos pasando, después de un rato largo de solamente dar vueltas, llegamos al baño, donde ya habíamos escuchado rumores de que habían conductos de ventilación, entonces pensamos en salir de ahí, por los conductos, fue una muy mala idea, las cosas empeoraron, empezamos a escuchar voces que decían cosas inentendibles, después de un tiempo nos dimos cuenta que ya no estaba uno de nuestros amigos, todos estábamos arrepentidos de habernos quedado esa noche ahí, no sabíamos dónde estaba Raúl, si estaba siendo torturado por personas que solo querían molestarnos, o si las cosas que nos perseguían lo habían matado, decidimos seguir con nuestro camino, sonará mal pero no queríamos que nos pasará lo mismo que a él, bajamos de los conductos de ventilación, entramos a un salón que no conocíamos, decidimos seguir con el camino , pero nos dimos cuenta que ya no estaba Sofía, esto empeoraba cada vez más, ¿Qué era lo que estaba ocasionando esto?, ¿Era una broma de ellos?, No sabíamos que era lo que estaba ocurriendo, solo quedábamos 3 personas, ¿Saldremos vivos de aquí?, todos deseábamos que esto fuera una simple broma de nuestros amigos.
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Solo queríamos salir de ahí vivos, mientras pensábamos en una solución, César ya no estaba con nosotros, no podíamos seguir así, dejando que todos desaparecieran así, entonces decidí empezar a correr por dónde fuera, tenía que haber una salida, así que empecé a correr con Carlos, estábamos volviéndonos locos, corrimos como nunca en nuestras vidas, cuando voltee simplemente Carlos había desaparecido como todos los demás, pensé ¿Qué será de mí? Por lógica la última en desaparecer era yo, pero no podía permitirlo, no quería que esa fuera mi última noche, entonces corrí y corrí hasta que ya no sentía los pies, afortunadamente logré encontrar la salida o al menos eso fue lo que pensé, de repente me vi en la biblioteca viendo hacia el lado de la entrada principal vi como algo que no podía distinguir se iba acercando poco a poco a mí, no puedo explicar lo que era pero si lo que sentía comencé a tener muchos escalofríos desesperadamente intente encender la lámpara de mi celular, y no podía hacerlo, de un momento a otro la lámpara se prendió y frente a mi estaba algo indescriptible, una persona, lo que recuerdo es que tenía la cara de Carlos como una especie de mascara con expresión de sufrimiento como si hubiera sido torturado toda la noche. Aunque mi cuerpo no respondía logre correr mientras esa persona me seguía riéndose, no podía creerlo, logre encerrarme en un baño, mientras escuchaba su risa acercándose cada vez más, vi como algo rodo por debajo de la puerta del baño pero no podía distinguir que era porque estaba muy oscuro, decidí prender con mucho miedo la linterna, supuse que de alguna manera podría ser algo que me fuera de ayuda, y me sorprendí al ver que era una mano sin piel de mi amiga Sofía logre distinguir que era su mano por que traía puesto el anillo que yo le había regalado, me asuste demasiado, sin embargo no podía gritar ni hacer ningún ruido, después de un largo tiempo, deje de escuchar aquella risa que me estaba atormentando, así que salí corriendo, escuche la voz de mi amigo cesar, diciéndome que yo podía salir de allí, y solo quise seguir su voz, sentí esperanza, la voz me fue guiando hacia el auditorio, de repente una luz me cegó en el momento, cuando logre ver, estaba el cuerpo de cesar colgado en el escenario , ¿Entonces quien me estaba hablando?. De la parte de atrás del auditorio apareció la persona que tenía por mascara la cara de Carlos, seguía riéndose y le pregunte ¿Qué quería de mí?, me dijo que era una estúpida por no darme cuenta antes, y fue entonces cuando su voz me pareció familiar, era RAUL, me di cuenta que estaba loco, el empezó a acercarse a mí, le recordé que ya era de día que pronto vendría alguien a ayudarme, a lo que el respondió que nadie nunca me iba a poder ayudar, lentamente se pasó un cuchillo por el cuello mientras reía, logre escapar. Nadie me ha creído nada de lo que paso esa noche, y soy la única culpable del asesinato de todos mis amigos, espero tú puedas creerme, lo escribo desde el manicomio.
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Lamentos en el aula 204 1OM1 #9 Todas las escuelas tienen sus propias historias, sus propios mitos y sus propios rumores, y en el caso de la E.S.E.O no era distinto. Se decía que las almas en pena rondaban por las aulas, que habitaban en esa escuela porque les gustaba rodearse de las enfermeras, porque querían sentirse cuidados, aunque ellas no pudieran verlos. Nadie había vivido ninguna experiencia de ese tipo, hasta el año 2019, cuando una chica robusta, de cara redonda, y estatura promedio entro por primera vez a las instalaciones de la Escuela Superior de Enfermería y Obstetricia. Su cara era redonda, sus cejas eran muy pocas, sus ojos eran grandes y de un café bastante oscuro, su nariz, era chata y regordeta, tenía los pómulos muy marcados y una boca pequeña de labios delgados, no poseía una gran belleza, pero siempre mostraba una sonrisa. Su nombre era Paola López. Comenzaban las clases y debía llegar a su aula antes de las 7:00 a.m., así que avanzó con algo de prisa. Recorrió el pasillo, observando que los colores de las paredes eran rosa y morado en toda la escuela, siguió avanzando y pudo notar que los primeros salones tenían una numeración, “aula 001” “aula 002”, en su mente vinieron recuerdos de su inducción, en donde les explicaron que se numeraban los salones de acuerdo al piso en donde estuvieran. “El aula 204 debería estar el segundo piso” pensó y se dirigió escaleras arriba. Una vez llegado al segundo piso (del lado derecho) avanzó con paso lento hacia su salón, admirando todo, el laboratorio de usos múltiples ubicado a un costado de las escaleras, a la izquierda, los baños de mujeres y el archivo de la escuela, a su derecha, un salón especial para becas, y a un lado de ese salón el aula 204. Se dirigió hacia la puerta y tomó la manija. Un escalofrío recorrió su espina dorsal y el sonido de un grito, más bien, un lamento retumbó en sus oídos haciendo que soltara la manija de inmediato. Un poco confundida y temerosa, volvió a tomar la manija y esta vez abrió la puerta, el aula estaba vacía. “De seguro es muy temprano” concluyó y tomó asiento esperando a sus compañeros. El tiempo pasaba mientras ella miraba atentamente la pantalla de su celular. Una figura femenina llegó y tomó asiento un par de bancas enfrente de ella. Dejó su teléfono en la mesa y detuvo su mirada en aquella chica, pero, en cuanto lo hizo, la ansiedad comenzó a brotar en su interior. Sus manos comenzaron a temblar, y en un intento por tratar de calmarse miró todo a su alrededor, tratando de concentrarse en cómo era su salón. Había una sola puerta a la derecha y estaba cerrada, a un costado de la puerta había casilleros grises, frente a la puerta estaba el escritorio para el maestro y el pizarrón, y dos castillos se encontraban sosteniendo el salón. Antes no lo había notado, pero…. Aquella aula estaba muy descuidada, el
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piso estaba cubierto de polvo, al igual que las bancas, las ventanas a la izquierda, estaban polvosas y amarillentas y la iluminación era tenue. ̶ Nadie ha entrado aquí en años ̶ susurró la voz de la chica desconocida, haciendo que Paola diera un brinco. ̶ no deberías estar aquí, no deberías verme…. ̶ ¿Disculpa? ̶ Vete, sino quieres tener problemas ̶ advirtió. ̶ ¿Irme? ¿A dónde? ̶ cuestionó confundida, al mismo tiempo que la puerta se abría de golpe. ̶ ¿Cómo hiciste para entrar a este salón? ̶ preguntó una señora muy enojada, mientras la tomaba del brazo y la sacaba casi a rastras. ̶ La puerta estaba abierta, además ese es mi salón ̶ Imposible, ese salón está clausurado hace años. Posó su vista en la puerta y en efecto, cinta amarilla con un mensaje de “No pase” cubrían la entrada. Pasaron las horas y la mirada de Paola estaba fija en el suelo, su mente estaba totalmente perdida en aquella chica que estaba en el salón. No entendía como era que había entrado a un salón aparentemente clausurado, ni porque aquella chica no había salido del aula. Su cabeza pensó y pensó en aquel momento hasta que una voz la sacó de aquel trance. ̶ 0ye ¿Te molestaría si me siento aquí? ̶ preguntó una chica de piel blanca y rasgos delicados. ̶ Adelante ̶ ¿Cuál es tu nombre? ̶ Paola ¿Y el tuyo? ̶ Yxchell ̶ Mucho gusto, Yxchell. ̶ Y dime ¿Por qué tienes esa cara de susto? ̶ No es de susto, es de confusión ̶ buscó la mirada de su compañera como preguntándole si podía confiarle en porqué de su confusión. Un asentimiento de cabeza fue lo que recibió por respuesta, así que continuó. ̶ Hace un rato, entré a un salón viejo y descuidado, no había nadie, pero estaba segura de que era mi salón, así que entré, después entró una chica y se sentó frente a mí, no le di importancia, hasta que me dijo que no debería estar ahí, comencé a sentirme nerviosa y extraña, y entonces entró una maestra a decirme que no debía estar ahí, que ese salón estaba clausurado. ̶ ¿Hablas del aula 204? ̶ preguntó Yxchell bastante sorprendida. ̶ Esa misma ̶ Imposible ̶ negó con la cabeza.
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Después de un rato hablando con su compañera, descubrió que aquella aula había sido clausurada a causa de la muerte de una de las estudiantes de la escuela, se creía, que su alma vivía en ese salón y que se la pasaba atormentando a todos aquellos que la molestaran en su espacio. Obviamente, Paola no creyó en aquellos cuentos, por lo que decidió investigar. En efecto, una chica había muerto en ese salón y ninguno de los alumnos deseaba tomar clases en esa aula, pero…. Eso no explicaba a la chica que estaba con ella. Pasaron los días y Paola seguía torturada por aquella chica, se acercaba el día de muertos y los preparativos en la ESEO no se hicieron esperar, una ofrenda decoraba de manera hermosa la planta baja de la escuela, tenía fruta, flores, veladoras, incienso, dulces, pan de muertos y fotos de miembros de la escuela que habían perdido la vida, entre ellos, la chica del aula 204. Cuando Paola vio la foto, la cabeza comenzó a darle vueltas, las náuseas se hicieron presentes y corrió al baño. Una vez terminado sus asuntos, escuchó un llanto muy bajo, casi inaudible. No pensó con claridad en ese momento, por lo que siguió el camino para encontrar a la fuente de aquel lamento. Sus pasos la llevaron al segundo piso, en específico, al aula 204. Se detuvo en seco, mirando con temor y con curiosidad la puerta, sus manos picaban por abrirla, pero una parte de ella le decía que no era lo correcto, que era peligroso. “Entra” escuchó y un escalofrío le recorrió la espalda. Con toda la valentía que poseía giró la manija, pero la puerta estaba cerrada. Se dio la vuelta y sintió como alguien tiraba de ella. Volvió a girar, pero no había nadie. “Entra” escuchó de nuevo, e intentó una vez más abrir la puerta, para su sorpresa, esta vez la puerta de abrió, dejando ver a la chica. Una piel pálida fue lo primero que pudo notar, seguida de una enorme mancha roja en su estómago, era sangre. ̶ Ayúdame ̶ pidió la chica, dejándose caer en el piso. ̶ No, tú estás muerta, vi tu foto en la ofrenda. ̶ Ayúdame ̶ volvió a pedir, esta vez con la voz más débil ̶ debo volver, debo terminar lo que empecé. ̶ ¿Cómo quieres que te ayude? ̶ preguntó Paola con el corazón acelerado, se estaba muriendo de miedo. ̶ Levántame, por favor. Paola hizo lo que la chica le pidió, ¡Oh pobre chica tonta! En cuanto sus manos se posaron en el cuerpo de la chica, los ojos de Paola se tornaron negros, vacíos, sin vida. La vida de Paola se había escapado de su cuerpo, y aquella chica tomó su lugar. Nadie notó nada, y así, pasaron los años, con una Paola falsa rondando las aulas de la ESEO y un espíritu en pena rondando el aula 204, lamentándose entre susurros y en busca de su cuerpo, para recuperar su vida, su antigua vida. FIN
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No debes perturbarlos Mauleon Carbajal Eduardo 13/10/2019 Capítulo I: De los preparativos -Entonces, ¿Estás seguro que nadie nos verá?- le comenté con susurros a Jorge. -Totalmente, yo me encargue de que nadie estuviera, tenemos la escuela para nosotros solos- comento Jorge. -Está bien, confío en que eso es cierto- comenté, acto seguido, con miedo y cierta incertidumbre me señaló al fondo del pasillo que lleva a la biblioteca -Es ahí donde dicen que se aparece- comentó. Con incertidumbre grupal, nos dirigimos hacia el punto establecido, cuidado a toda costa que nos llegaran a ver. Cargando esas mochilas pesadas con todo el material que teníamos que traer para el ritual; sabíamos que era peligroso, sobre todo por la experiencia escasa de alguno, en magia negra, pero para estaba yo, para ayudarlos a hacer todo bien, al fin de cuentas, ¿Qué es lo peor que podría pasar? Llegamos temerosos a la entrada de la biblioteca, recordamos todos juntos las reglas de jugar con ella, de usarla, no sabíamos si era real las supuestas apariciones que se decía que habían o si solo era un mito popular del alumnado, si era mito, no pasaría nada, pero si no, sabríamos al fin, quien era ella. -Esperen- les grité, -Tememos que ahuyentar todas las energías que hayan en los pisos superiores, acompáñenme-, con pesar y llevando solo el agua bendita, subimos hasta la terraza e hicimos cada quien una de las oraciones, cuidando en pronunciar bien el latín para no fallar en esta misión-Jorge, tu encárgate del segundo piso; Montse, tu encárgate del primer piso; Ely, encargaré de la planta baja, yo haré la terraza- les dije, una vez asignadas las tareas y realizadas, nos dirigimos al punto de encuentro. -Jorge, tú la traes en tu mochila, sácala- le dije -¿Estás seguro de que lo quieres hacer?- pregunto con miedo, pero a la vez emoción. -Totalmente seguro- confirmé, -Es momento de quedarse o irse, nadie está obligado a hacerlo, si alguien tiene miedo, retírese- exclamé, todos asintieron con la cabeza y decidieron quedarse a pesar de los riesgos que esto podría conllevar. Jorge sacó de su mochila una grande y vieja ouija, era, hasta el momento la más bonita que había visto. Me surgió de pronto un deseo inmenso de tenerla en mis manos, era como si una voz me decía que la tuviera y que la usara, hice a un lado esa absurda idea y procedimos con lo planeado. Montse, una muchacha bajita, morenita, delgada, mostraba signos de miedo y las manos temblorosas, sin embargo no de detuvo y decidió continuar con todo lo planeado,
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Eli, una muchacha delgada, bajita y con un cabello tan negro como la noche, apago las luces y coloco la cámara que llevábamos para registrar las evidencias. Una vez que la ouija estaba en el centro, la cámara conectada y todos nos hablábamos alrededor de la tabla, comenzamos con el ritual, decidimos como amigos mantenernos juntos y parar si algo se ponía mal… y se pondría mal.
Capítulo II: Del ritual -Coloquen su amuleto lo más cercano a su pecho-, les comenté; cada uno habíamos traído el objeto que más adoráramos en la vida: Jorge trajo una playera que era de su abuelito, Eli trajo un collar que compró en las afueras de un concierto de MUSE, Montse trajo una concha de mar de su último viaje a la playa y yo, solo traje un trozo de Pirita traído de un viaje a la sierra de Oaxaca. Una vez que colocamos nuestro amuleto les di la orden de comenzar –Recuerden las reglas: Nadie puede soltar la plancha, no preguntar sobre familiares muertos, no hacerles preguntas del futuro y decir adiós al terminarTodos al mismo tiempo iniciamos, colocamos las manos en la plancha e iniciamos el ritual. -Estamos reunidos enfrente de ti, frente al portal de las tinieblas, frente a las puertas infierno, muéstranos por favor tu magia, muestra las almas de aquellos que respuestas nos darán- Exclamamos todos con firmeza y sin soltar la plancha, dimos tres vueltas con la plancha alrededor de la tabla; aquella plancha de madera, fría se había vuelto caliente y con un color rojo. Supimos de inmediato que ya no podíamos arrepentirnos. Montse fue la primera en hacer su pregunta: ¿Esta alguien aquí? Esperábamos con ansias una respuesta, sin embargo la plancha no se movía, creímos por un momento que no habíamos seguido las reglas o no habíamos iniciado el ritual de una forma correcta, hasta que de pronto se movió la plancha –H O L A- se movió rápidamente la plancha dejándoos helados, corroboramos quedase haya movido la plancha, un escalofrío invadió mi cuerpo, supe en ese momento que corríamos peligro, sin embargo no quise decir nada para no espantarlos. -Hola- respondimos todos, nos presentamos uno a uno (grave error), ahora la cosa que nos haya contestado sabia nuestros nombres y podría manipularnos. Jorge hizo la segunda pregunta -¿Quién eres?- esperamos respuesta y la plancha se movió abruptamente – D E N N I S E-, ahora sabíamos que del otro lado había una mujer respondiendo las respuestas, la plancha se siguió moviendo para formar los nombres -D I E G O- -S R B R O C k S-, sabíamos entonces que algo mal habíamos hecho porque tres electos se manifestaron, sin embargo seguimos con el ritual. -¿Que hacen en este plano?- preguntamos con miedo - HEMOS ESTADO AQUÍ DESDE ANTES QUE VINIERAN, HEMOS ESTADO DESDE EL INICIO, ESTUVIMOS ATRAPADOS, PERO GRACIAS A USTEDES TONTOS, HEMOS SIDO LIBERADOS – dicho esto, el miedo se apoderó de nosotros, decidimos que era mejor idea el no continuar, pero no salió como queríamos. Tocamos la plancha para despedirnos, pero aquella plancha vieja, era ahora una plancha de piedra, negra y fría.
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Un grito estremecedor se escuchó en el piso de arriba, no sabíamos de donde procedía ese sonido, pero fue el grito más aterrador que habíamos escuchado. ‘ -¡NO DIJISTE QUE ESTABAMOS SOLOS! – le grité eufórico a Jorge -Sí, estamos solos, yo revisé la escuela y no había nadie, te lo aseguro- exclamó temerosamente Jorge. No había duda alguna de que no estábamos solos, y si lo estábamos, ya no estaríamos más, el miedo se apoderó de todos, en especial de Eli, ella se soltó a llorar, con miedo le explique que las energías oscuras se apoderan de los más débiles, que debía de guardar valentía, pero, ya era demasiado tarde.
Capítulo III: De la posesión y muerte De un golpe abrupto la plancha y la tabla fueron lanzadas contra la pared, la luz que teníamos se apagó, el miedo nos invadía con más fuerza, cuando de pronto detrás de nosotros se escuchó un susurro, el susurro más frio, más triste y aterrador de nuestras vidas –ahora son míos-, todos gritamos de miedo, tratamos de correr, pero Eli se desmayó, creímos por un momento que había caído de la impresión, la levantamos solo para descubrir lo peor. Una mirada perdida, ojos totalmente blancos, piel fría y blanca, desorientada totalmente; le gritamos con desesperación para que nos respondiera, solo se nos quedó viendo y lanzo una risa sardónica, la risa más perversa que he oído, con una voz profunda y gruesa nos dijo –ahora ella es mía, no volverán a verla nunca, ahora ella arde en las llamas del infierno- recordé de manera efusiva que era lo que tal vez hicimos mal. Los conjuros los hicimos bien, los amuletos los trajimos, no había fallas en la planeación. Corrimos para buscar refugio en las aulas y en los baños, sin embargo todo estaba cerrado, estábamos atrapados con un demonio liberado, la única forma de cerrar el portal y alejar el demonio era destruir la tabla y su plancha, pero no sabíamos dónde habían quedado. Nos habíamos hecho la idea de que tal vez no volveríamos a ver a Eli, así que ya que malo podría pasar. Decidimos salir Jorge, Montse y yo para buscar a Eli, al salir del aula del segundo piso donde habíamos encontrado refugio oímos muchos ruidos provenientes de la planta baja, escuchaba voces como si estuvieran dando clases y oía mi nombre susurra muchas veces –Lalo, Lalo, Lalo- no sabía de donde provenían puesto que se suponía que estábamos solos. Bajamos temerosos a la planta baja y vimos a Eli parada y bajo ella un charco de un líquido, no veíamos que era debido a la poca luz que había. Nos acercamos a ella después de que le estuvimos hablando y no respondió nunca, terrible sorpresa que encontramos, con un grito de terror por parte de Montse, descubrimos a una Eli con el cuello cortado y los ojos arrancados, sabíamos que estábamos en un terrible problema, aun así, sabíamos que no volveríamos a verla, así que teníamos que encontrar esa ouija y destruirla para siempre. Las voces que gritaban mi nombre ahora gritaban el de Jorge, no sabíamos porque o de donde salían esas voces, solo las oía, buscamos con sigilo la tabla. Después de mucho buscar, encontramos la tabla en el kiosco de la terraza, solo teníamos que encontrar la plancha, el remordimiento me inundaba la mente, yo sabía que esa muerte era necesaria pero, ¿Qué explicación iba a dar ahora?
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Al fin encontramos la plancha, teníamos que destruirla a como diera lugar, teníamos que quemarlo, encontramos cartones y un encendedor, la fogata estaba hecha, solo necesitábamos sangre de Eli para cerrar el portal, me dirigí hacia donde estaba el cuerpo de Eli solo para descubrir que no había nada, solo el rastro de sangre –es imposible- pensé, -no puede estar viva, yo la vi con el cuello sangrando- de pronto una voz fuerte dijo mi nombre –Eduardo- no sabía de donde venía esa voz, trate de regresar con los chicos para advertirles, pero como una fantasía, todo había cambiado. Capítulo IV: Del sueño Seguía escuchando esa voz que decía mi nombre, sin tomarle importancia decidimos seguir caminado para continuar con la destrucción. Al ir caminando alguien tocó mi hombre, con miedo en mi cuerpo voltee lentamente, era Eli que se me quedo viendo y de un golpe corto mi garganta con un afilado cuchillo que traía en las manos, justo cuando iba a enterrar el cuchillo, oí la voz más fuerte que hizo que girara –Eduardo, pon atención- ¿Atención? ¿A qué? No comprendía. Planeaba seguir corriendo, hasta que tocaron mi hombro con fuerza… … de un sobresalto levante mi cabeza de la mesa, voltee alrededor, mis compañeros de clase reían incluido el profesor, todo había sido un sueño, a mi lado estaba Jorge, Montse y Eli, el miedo seguía presente en mi alma. No sé cuánto tiempo me dormí en clase, pero agradezco infinitamente que todo haya sido un sueño. -Entonces, ¿vendremos en la noche para jugar a la ouija?- pregunto Jorge… Recordé mi sueño, solo le dije –no digas estupideces.
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Delirio Estefany Salgado Plata 13-Octubre-2019 “¿Has confundido alguna vez un sueño con la realidad?”……….. En una noche fría de noviembre decidí acabar con mi existencia, cabe decir que en esas fechas todos deberían estar celebrando las deseadas fiestas de día de muertos, donde es común ver parejas felices disfrazadas en conjunto, de personajes tenebrosos y representativos de la fecha. Pero para mí, esta vez sería la temporada perfecta para que todos recordaran aquella chica aislada y extraña de la que todos se burlaban, aunque para algunos les pareciera cobarde mi decisión, estoy segura que no podían entender por lo que estaba pasando, tener una vida sin sentido y fuera de la realidad, te orilla a cometer lo que se podría decir el peor error de tu vida. Cada noche cerraba los ojos y lo único que veía era sangre, y escuchaba esas voces que a lo lejos gritaban mi nombre. Me encontraba pensando en todo lo que estaría a punto de suceder, hoy cambiaría el rumbo de la vida de muchos. Mi mañana transcurrió como todos los días, esa noche no había podido dormir, mi cuerpo se encontraba atado a mi sufrimiento por lo que no daría marcha atrás a mi decisión. Mi madre quien era una mujer atenta a todo lo que me sucedía, ya tenía preparado mi desayuno. − cariño, ¿qué planeas hacer esta noche?− a la mención de su comentario me sentí un poco tensa, pero tranquila le respondí –lo de siempre, harán una fiesta de día de muertos−, mi madre me contesto – ¿te disfrazaras? −; rápido le respondí: −bueno se me hace tarde para la escuela, nos vemos más tarde−. Mi mama me miro extrañada, me aliste y salí, antes de cerrar la puerta me dijo: − ¡lindo día cariño! − . Camino al instituto observe a mí alrededor, el sol lucia dominante en el cielo, una suave brisa rosaba mis mejillas, mire como las hojas del árbol caían y volaban con el viento, en ese instante, “desee ser como esas hojas”. Ya me encontraba frente al lugar obscuro, al que ya nunca desearía volver; como siempre, sentí las miradas juzgándome, y murmuros sobre mí, recordando aquel día del que todos hablaban. Flashback: Un mes antes…. “me encontraba en el pasillo que me llevaba a la salida de la escuela, cuando de repente escuche un ruido que venía de la biblioteca, todo se volvió obscuro y a la lejanía vi aquellas sombras observándome con intenciones de hacerme daño, comencé a sentir un sudor frio, recorrer todo mi cuerpo, dejándome estática sin poder escapar de ellos, dentro de mí, deseaba salir corriendo y refugiarme en un lugar donde me sintiera a salvo cuando de repente sentí un empujón brusco provocándome una caída, sentí el dolor en mis rodillas a la hora del impacto y también a la vez esa ira que me carcomía y no podía liberar. Cuando intente levantarme, escuche esa voz que reconocía como el mismísimo infierno dentro de mi cabeza y era Royer Tomillson – ¡quítate estorbo!, acaso ya deliras tan temprano−, aquel chico que se hace ver por su belleza, como un dulce
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sueño, pero en realidad puede ser tu peor pesadilla, o bueno, eso es él para mí. Cuando dirigí mi mirada hacia arriba me encontré con esos ojos rojos que me provocaban escalofríos y puñaladas en el pecho, comenzaba a acercarse cada vez más a mí sintiéndome acorralada, tomando lo más cercano lo golpe.” Entre al salón, tocando la puerta, con coraje entre y me dirigí a mi asiento: −señorita Estefany−fije mi mirada hacia la profesora Paulina al momento me di cuenta que se encontraba de pie a mi lado, muy cerca de mi asiento, con los brazos cruzados sobre el pecho. Una cola de caballo imperfecta sostenía su cabello; ella era una mujer gordita en comparación con mis otras profesoras, sus ojos me fulminaron, no lucia contenta. Ella levanto una de sus cejas y pregunto: − ¡¿le parece apropiado entrar así a la clase?!− En realidad si pero nunca lo diría en voz alta, no quería problemas. –pido disculpas, profesora Paulina. No fue mi intención entrar así a clase− le conteste educadamente. La profesora se dirigió de regreso a su escritorio e inicio con la clase. Narrador. La noche había caído, iniciaba el festejo, todos se encontraban en el auditorio, alegres de esta fiesta tomaron su lugar, poniendo atención a las actividades que ya estaban planeadas. Mientras tanto Estefany se encontraba ya lista para llevar a cabo su plan, se dirigió al auditorio donde pondría fin a su sufrimiento. Escuchando a lo lejos las burlas y risas de aquellos que hacían llamarse sus compañeros, subió al escenario donde le correspondía narrar una historia sobre las fechas, dio comienzo al relato, estando todos en absoluto silencio. Estefany. ”El sol estaba calentando mi piel y se sentía muy bien, estaba sentada en la hierba con la cabeza en alto; mi madre estaba a mi lado ella se rio entre dientes consiguiendo mi atención. − ¿Qué? – pregunte, curiosa, mirándola. Su cabello rubio estaba en una cola de caballo mostrando su cara ovalada y ojos cafés. Siempre pensé que me parecía a ella. –Realmente amas el sol ¿verdad?, eso lo sacaste de mi – ella sonrió con dulzura. Admire su belleza y felicidad, de repente comenzó a fluir obscuridad alrededor de nosotras, el sol desapareció y una brisa fría roso mi piel, enviando escalofríos a través de mí, me puse de pie mirando a mi alrededor con desesperación. − ¡¿Mamá?!− llame, ya no estaba a mí lado sentí una presencia detrás de mí, una respiración caliente en la parte de atrás de mi cuello, el miedo me paralizo por un momento. –Estefany…− dijo una voz escalofriante. –No…− le susurre débilmente, empezando a correr rápido tenía que huir de él, solo sabía eso− ¡matate, matate, matate!− el sonaba divertido podía sentirlo justo detrás de mí, no importaba lo rápido que corriera, mis piernas se sentían muy pesadas. No…−repetí frustrada. –no puedes escapar de tu destino, Estefany−. Seguí corriendo y me tropecé, cayendo sobre mis manos y rodillas sintiendo un líquido caliente de bajo de mí; lleve mis manos a la cara y lo vi, era sangre comenzando a llorar y temblar sin control. –ven aquí Estefany, ¿te acuerdas de mí?− en desesperación grite sin parar diciendo aléjate, dando un paso atrás hasta que mis pies tocaron algo, me di vuelta y me congele, el cuerpo de Royer Tomillson estaba en el suelo con golpes en los brazos y piernas, la sangre salía de la herida de su pecho, me tape la boca con una mano temblorosa. –el rojo se te vería hermoso ¿no crees así?−dijo aquella voz susurrante”. Narrador. La observaban asombrados llorar desconsoladamente, con la mirada fija hacia ellos, saca de entre sus ropas algo extraño que lleva directo a su cuello, provocando con un movimiento rápido que su piel se cortara derramando sangre sin control sin oportunidad de detenerla, ocasionando gritos escalofriantes de todo la audiencia. Estefany había acabado con aquello que la hacía sentir muerta en vida.
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11 de Octubre Nahomi Varela Escamilla 13/10/2019 Era un martes casual, 5:40 de la mañana y aún no debería estar abierta la escuela, pero, como siempre, Gustavo llega temprano porque la distancia no le permite salir después de casa. Una mañana demasiado tranquila, obscura, pocas luces públicas encendidas porque la ciudad “no tiene presupuesto para repararlas”, él siempre se queja pero no puede hacer nada, igual no importa tanto porque solo camina unos metros de Colegio Militar a ESEO. Escucha música para animar su día, un poco de Rock en español para ambientar su espera de casi 1 hora afuera, pero de casualidad al llegar a la escuela, ve que la policía tiene ligeramente abierta la puerta y corre para pedir que le permita pasar: -Por favor, yo sé que no está permitido, pero no quiero estar una hora en el frío y solo. -No puedo hacer esto, es contra las reglas e incluso podrían correrme si te dejo pasar. Realmente necesita convencerla, estando dentro al menos podría dormir un poco antes de que todos entren. -Prometo no moverme de mi salón, no comentaré que me dejó entrar antes de tiempo. La policía, con su actitud tan dulce, se deja convencer y le da acceso, con la condición que no salga del salón y no lo comente con nadie, al final su trabajo está en juego. Logra entrar y gustoso llega al salón con toda la disposición de dormir tranquilamente, para aprovechar el tiempo perdido en el trayecto. Decide no encender las luces para que nadie se dé cuenta que está dentro, toma una banca y comienza a perderse en el sueño. Momentos después escucha ruido de gente acercándose: “¿Tan rápido pasó el tiempo? Siento que no dormí ni dos minutos”, entonces comienzan a entrar sus compañeros, solo que nadie lo nota, pero entra Sahara, su mejor amiga, y este sentimiento se pierde, lo saluda y comienzan a platicar sobre el día anterior. Entonces algo extraño, ella comienza a hablar un poco lento, “¿Estás bien?”- le pregunta Gustavo. Ella se queda inmóvil y cae de la banca, él intenta levantarla y al voltear por ayuda nota que está solo, incluso Sahara no está. Su corazón late fuerte, la respiración se agita, comienza a sudar y las luces se apagan. No entiende qué está pasando cuando alguien lo jala por la espalda, grita con todas sus fuerzas; abre los ojos y nada, sigue inmóvil en el suelo, hincado esperando entender lo que le está sucediendo. Corre esperando encontrar a alguien, cuando nota que no hay salidas, solo más y más salones, pero alguien lo sigue, siente una mirada, alguien que se burla de él pero no logra ver a nadie. Se detiene un momento a clarecer la mente: “Vamos Gustavo, esto no es una pesadilla, no puede estar pasando nada de esto”. Cierra un momento
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los ojos y al abrirlos está frente a la puerta de la biblioteca, completamente obscura, no logra divisar nada hasta que escucha a alguien desde dentro: -Vamos Gustavo, no temas y acércate. Siente una necesidad de entrar, no hay lógica, teme tanto a lo que haya dentro pero su cuerpo le pide entrar. Al final lo hace, choca con bancas, mesas, libros en el suelo, hasta que una mano lo detiene, una mano fría y extremadamente delgada sostiene su brazo. -¿Crees que esto es un juego? No puedes dejar a una persona de esta forma. -No entiendo, ¿De quién hablas? -Tú sabes, ese día me abandonaste. Simplemente te fuiste sin importar lo que sería de mí. Seguido siente como la mano lo suelta y entre la obscuridad observa a su madre, quien lleva 5 años de fallecida. Divisa sus facciones, cabello castaño ligeramente iluminado por una luz externa, su tez mucho más blanca de lo que recordaba, la piel tan pegada a sus huesos y en eso, una sonrisa perturbadora. Gritan: -¡Nunca debiste irte! Gustavo intenta correr pero sus pies no se mueven, su cuerpo no reacciona. Él entiende lo que está pasando, pero no fue su culpa, su madre intentó matarlo, ¡Ella quería que ambos murieran en ese accidente automovilístico! Pero al final solo ella murió y él no lo supo hasta días después que despertó de un coma inducido. Ella lo mira fijamente y comienza a llorar, pero no es un llanto de tristeza, es algo malo, sabe que algo viene, y de pronto se detiene, observa algo justo detrás de él, voltea y la poca luz le ayuda a encontrar una figura a lo lejos, es él de 8 años frente a una ventana, lleva su abrigo verde favorito, “Vamos Gustavo, ven aquí, prometo que no es nada malo, solo una pelea de adultos” escucha decir a su padre, entonces el pequeño Gus se acerca un poco más y justo antes de aventarse su papá logra detenerlo. -Tu y yo debimos morir en ese accidente – le dice su madre – nunca debiste haber nacido. Yo solo quería quitarte el sufrimiento que ambos vivíamos al estar con él. -Madre, no entiendo, ¿Qué es lo que estoy viendo? -El no nos quería. No entiende que está pasando, pero recuerda entonces las peleas de sus padres, su madre con un cuchillo en mano y su padre intentado detenerla de autolesionarse. Incluso recuerda esa pelea donde su madre le dijo tanto que no lo quería que él intentó suicidarse para detenerla. -Tu eras quien no me quería, él siempre te procuró pero nos dañaste a ambos. Entonces recuerda el accidente: él llora porque su mamá sangra de las muñecas, está quedándose dormida y conduce a toda velocidad con Gustavo a un lado, sin protección. Luego nada. Está de nuevo solo en la biblioteca, con una navaja en una mano y las venas de sus brazos sangrando, grita, no sabe qué hacer, y alguien dice “debiste haber muerto en ese accidente, pero al final podremos estar juntos”. Tiene miedo, no quiere morir ahí, no de esta forma, no lo merece, pero comienza a sentirse cansado, siente como su cuerpo se debilita y escucha a alguien hablarle
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-¡Gustavo!, ¿En donde estás? – logra salir de la biblioteca de nuevo tropezando con los libros y su débil cuerpo, y ve a la policía – Te dije que no te movieras del salón. -Por favor, ayúdeme. -Te lo advertí niño, no debiste moverte del salón. Con una expresión demasiado molesta se acerca decidida a Gustavo, él se espanta pero no puede reaccionar ante su debilidad, lo toma de los brazos, lo levanta ligeramente y con una sonrisa grita. Gustavo abre los ojos y está en el camión. Nunca llegó a ESEO, todo lo soñó. Revisa sus muñecas y no tiene ninguna marca. Suena su teléfono, notificación del calendario, 11 de Octubre, aniversario luctuoso de su madre, 13 años de fallecida. Mensaje de su papá: “Gus, avísame al llegar.Te amo hijo”.
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Pacto con la juventud y las buenas notas Arlet Morales Guillen 13/10/2019 Hace mucho tiempo en una escuela de enfermería y obstetricia del IPN se encontraba una generación de muchas de la institución, específicamente el grupo 3OV1, iban más o menos a la mitad del tercer semestre de la carrera de obstetricia en el turno vespertino, algunos compañeros ya estaban muy cansados, algunos otros se sentían muy estresados y otros de plano ya estaban pensando en desertar por tanta presión que sentían. Pero había una chica en particular llamada Scarlett que parecía que su estancia ahí era como si no hiciera nada en todos los semestres o como si no se desvelara ni mucho menos se desgastara por obtener buenas notas pues se encontraba reluciente, su piel era tan fresca y tersa, era de tez rosada, ojos despiertos color marrón claro con pestañas negras, su cabello era tan hermoso, largo color castaño, era de estatura media, cara ovalada con una frente clara, cejas arqueadas, delgadas y separadas, sus piernas eran fuertes con aspecto ancho, su voz según las pocas personas que la han escuchado hablar es melosa es decir que es muy dulce y excesivamente suave, pero tenía un gran defecto su actitud era sumamente sospechosa, no hablaba con casi nadie de su salón ni con personas de otros salones, el aspecto de su cara era como si todo el tiempo se la pasara feliz con todo el mundo, pero a pesar de eso siempre que estaban en clases y llegaba Scarlet se sentía una tensión impresionante y sin explicación algunas sus compañeros se empezaban a sentir cansados, somnolientos y sin ganas de hacer algo. Otra cosa muy rara que hacía era que cuando terminaban las clases salía del salón y se metía al baño de planta baja cerraba la puerta y ya no volvía a salir o por lo menos las personas que la conocían o que iban en su clase no la veían salir. Un día una de sus compañeras decidió hacerle la plática y no fue por decisión propia si no porque había perdido una apuesta con su grupo de amigos que quien sacara menor calificación hablaría con ella para investigar qué era lo que le pasaba y como es que le hacía para sacar tan buenas calificaciones sin tanto esfuerzo, entonces se acercó a ella y le dijo: Hola, ¿Cómo estás? Mi nombre es Cecilia por si no sabes quién soy, lo que pasa es que he notado que eres muy callada y quisiera saber si estás bien o si quieres a alguien con quien hablar o desahogarte. A lo que Scarlett muy sorprendida contestó: Hola Cecilia, sí sé quién eres, pero me sorprende bastante que me hagas la plática cuando eres de las primeras personas que habla mal de mí cuando estas con tus amigos. No te preocupes por mi yo estoy y me siento de maravilla. Se dio la vuelta y siguió su camino. Pasaron los días y los compañeros seguían sintiéndose peor, ya no podían con tanto cansancio y Scarlett seguía reluciente. Un día te tantos uno de sus compañeros por tanto estrés que sentía decidió suicidarse aventándose a un carro para que lo atropellaran pero no resultó posible, seguido de una compañera que estaba embarazada, pero nadie sabía, o eso era lo que ella pensaba, la chica ya tenía 7 meses de embarazo, llegó el final de las clases y se empezó a sentir mal, se dirigió al baño porque no sabía qué hacer y detrás de ella fue Cecilia a brindarle su ayuda a lo que se negó , después de un rato entró Scarlett y se percató que estaban ahí ambas chicas,
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Cecilia sintió incomodidad de la presencia de Scarlett y le dijo a Marisol que se tenía que ir, en seguida Scar le preguntó: ¿Te sientes bien? ¿Puedo ayudarte en algo? A lo que Marisol respondió: Sí, todo está bien, gracias. Scarlett sabía lo que le estaba pasando a su compañera y le dijo: Mira sé que estás embarazada, déjame ayudarte. Marisol muy sorprendida salió del baño pues ella no sabía quien era la que le estaba brindando ayuda, la vio y le reclamo por qué sabía que estaba embarazada, que era un secreto y que no le había dicho a absolutamente a nadie de su estado. Scarlett le dijo que era lo de menos que la dejara ayudarle pues ella sabía que nadie tendría que enterarse, le dijo que ya casi era hora que todos en la escuela se fueran a su casa y que subirían al laboratorio de enfermería para atenderla y ver qué era lo que le pasaba a lo que Marisol accedió. Se fueron todos en la escuela e hicieron lo que ya habían quedado, Marisol en muy malas condiciones a punto del desmayo se recostó en una camilla del laboratorio mientras que Scarlett la revisaba le dijo que el bebé ya estaba por nacer que tenía que recibirlo a lo que su compañera ya no pudo contestar. Al otro día por la mañana llegó el personal de la escuela y se encontraron con el cuerpo de Marisol en una camilla desangrada y sin vida, dieron parte a las autoridades y abrieron una carpeta de investigación, las autoridades de la escuela estaban muy impacientes por al fin saber qué era lo que pasaba. Después de tres días que la escuela estuvo cerrada regresaron a clases y Cecilia estaba muy mal ya que Marisol era su mejor amiga, llego Scarlett a clases y Ceci sabía que Scar había sido la última persona en ver y estar con su amiga. Terminaron las clases Cecilia muy enojada le reclamo a Scarlett que le dijera que era lo que había pasado, que por favor se lo confesara a lo que Scarlett le dijo que no tenía idea de lo que le estaba hablando. Cecilia no se quedó convencida con lo que le dijo y un día terminando las clases se escondió y esperó a que todos se fueran para saber qué era lo que Scarlett hacía cada noche cuando se metía al baño. Realmente Cecilia le hubiera gustado jamás haber tomado esa decisión ya que se encontró con la escena mas espantosa y escalofriante de su vida. Scarlett entraba a ese baño porque ahí vivía, en una puerta que se encuentra en el primer baño, cuando Cecilia entro sin que se diera cuenta se encontró con el bebé muerto de Marisol y Scarlett cada noche se comía una parte de él para así verse siempre hermosa y para sacar buenas notas, lamentablemente se dio cuenta que Cecilia la había descubierto y la tuvo que matar y de igual manera mantenerla como reserva para comer una parte de ella cada que su juventud y su belleza iban desapareciendo. Las autoridades de la escuela sabían perfectamente que eso pasaba sin excepción cada tercer semestre de la carrera durante 25 años, había un atropellamiento y una alumna embarazada dando a luz en el laboratorio, pero no tenían el valor de investigar qué era lo que pasaba realmente. Finalmente, por medio de una ex alumna que estudiaba el tercer semestre con Scarlett se supo que la alumna era una señorita que no tenía un buen aprovechamiento en las clases, siempre sufría de estrés y su apariencia no era muy buena, un día de la desesperación que sentía por darlo todo en clases y no obtener buenas notas decidió suicidarse aventándose a un carro a lo cual no le dio resultado, pero en el tiempo de recuperación se le apareció un ente maligno el cual le propuso que si ella extraía a un bebé de la edad que fuera de alguna compañera y se comía una parte de el por 5 días le daría belleza eterna y buenas notas cada año de su carrera y Scarlett aceptó. Desde entonces esta alumna aparece cada tercer semestre para cumplir el pacto con el ente desde hace 25 años.
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El prometido Daniela García Bouquet 11/10/2019 Martes 4 de septiembre del 2019, un día que marco mi vida, un día que jamás olvidare. Todo iba relativamente normal, llegue temprano como todos días, intercambie palabras con algunos compañeros y tomamos clase como comúnmente lo hacemos, había terminado nuestra primera clase, sin embargo, nos avisaron que no llegaría la maestra de la siguiente materia pues iría al médico. Así que tomé mis cosas y me dirigí a la biblioteca a estudiar un poco. No había nadie en el salón ni siquiera las damas de la entrada pues había una conferencia importante de las oportunidades de empleo en Alemania y según había oído en el pasillo los conferencistas eran hombres muy apuestos así que todo el auditorio estaba a reventar. Entre y dejé mis cosas en una mesa, me dirigí a buscar un libro y me pasee por los estantes revisando libros que podían serme de utilidad, de pronto sentí que alguien me observaba fijamente y buscando entre los pequeños espacios fui a dar con los ojos de una persona (mi corazón sobresalto), era un chico alto, de piel blanca, ojos grandes y cafés oscuros, su mirada era muy intensa lamentablemente no pude ver más allá porque estaba detrás de estantes con muchos libros, sonreí amigablemente pues no sabía que más hacer ante una situación así, volví a bajar la mirada al libro pero al verlo me quede congelada al ver lo que decía el libro escrito con sangre -¿Aun te acuerdas de mí?. En ese momento solté el libro y salí corriendo en busca de ayuda nunca había sentí algo tan espeluznante como en ese momento, pero me alivié al ver a Andrés en el salón, él estaba dormido en su lugar, fui corriendo hasta él lo desperté sin asustarlo y medio dormido me pregunto por mi aspecto pálido y exaltado. Le conté lo que me había sucedido, aunque primero creyó que era una broma al ver mi mal estado decidió comprobar si era real lo que le contaba así que nos dirigimos a la biblioteca y con mucho cuidado entramos, le mostré el lugar donde había sucedido y en efecto el libro seguía ahí, al momento de levantarlo Andrés me miro un poco asustado y me dijo no puede ser… esta es tu mejor actuación que has hecho en estos días y soltó una risa, le quite el libro pero ya no había nada escrito, mi amigo no paraba de reír pues creyó que si le estaba haciendo una broma, me dijo –ay Dany si no la controlas no abuses. Yo estaba confundida y sin nada que decir nos dirigíamos a la entrada, pero de repente los libros comenzaron a caerse de las repisas al asomarnos a ver qué había ocurrido fue más nuestro susto al oír el estruendo los estantes caídos en la entrada del nexo donde estábamos, se fue la luz de la biblioteca y escuchamos como habían cerrado la puerta de la entrada, el miedo era inminente, pues no podíamos salir del lugar donde estábamos dos de las repisas estaban obstruyendo la entrada las intentamos mover, pero atrás había mesas impidiendo que pudiéramos salir, gritamos en busca de ayuda, pero nadie podía escucharnos escuchamos la risa de una persona era escalofriante ese sonido, quité algunas cosas para intentar ver quien era pude hacer un pequeño hueco entre el estante, al inspeccionar lo poco que se podía ver, no pude ver a nadie. Escuchamos de repente la voz de un joven y a mí me sonaba familiar pero no recordaba quien era y me dijo –Dany, cielo finalmente podemos estar juntos, mi amigo desesperado me pedía explicaciones, pero estaba en shock, de repente sentí como el miedo se apoderaba de mi cuerpo y poco a poco me desvanecía, mis ojos se cerraban lentamente.
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Cuando desperté, estaba en la enfermería de la escuela, me dolía la cabeza pues al caer me pegué fuerte contra el piso, estaba aterrada me intente levantar, pero me maree y me volví a acostar, el doctor me dijo, tranquila fue un golpe duro, pero estas bien. Le pregunte- ¿qué paso? y ¿dónde está mi amigo?, el doctor me explico que estaba dando su testimonio a la policía, pero estaba bien, me conto que el policía de la entrada había muerto apuñalado y su cuerpo estaba en el estacionamiento me dijo que las cámaras de seguridad detectaron a un hombre que no pertenecía a la institución había ingresado, sin embargo, no podían saber quién era pues tenía puesto una máscara veneciana además de que había roto todas las cámaras principales, y Cuando había avisado a la policía ya muy tarde pues ya había escapado. La angustia y el temor se apoderaban de mí, no podía moverme, de repente mama entró donde estaba y llorando me dijo lo que menos quería oír –Dany, Él escapo. Yo me quede sin habla. flashback Él era hijo de un amigo de papa, desde jóvenes intentaban emparejarnos pues querían que nos casáramos. Él era un chico llamado halil educado, de buena familia, pero era muy callado y misterioso era mayor que yo por poco, ya había terminado su carrera y quería ya iniciar sus planes de casarse, Llegamos a charlar un par de veces, pero nunca sentí una conexión. Hable con papa y le dije que no me casaría con él porque yo tenía muchos planes antes de casarme además de que quería encontrar el amor por mí misma. Esto decepciono a papa un poco al igual que a toda la familia del chico y mucho más impacto hubo en el chico, se escapó de casa al saber eso, durante 2 años no supimos de él y por supuesto su familia me odiaba y la culpa recaía sobre mí, no fue después de esos dos años que volvió a aparecer, pero actuaba extraño, me seguía a todos los lugares a pesar de habérselo prohibido muchas veces, si me veía con alguien enseguida iba a golpearlo, me mandaba regalos todos los días, se ponía violento al verme usar ropa que no le pareciera adecuada para él. Le conté esto a mis padres y le prohibieron que se me acercara. Una vez intento secuestrarme, pero hable con él y en su momento de lucidez decidió dejarme ir. Mi madre al saber esto se enfureció, hablo con sus padres y les amenazó si su hijo volvía a acercase a mí. A la semana siguiente mientras yo estaba en la escuela y papa en el trabajo, mama estaba en casa lista para ir a trabajar de repente alguien toco la puerta y al abrir la puerta estaba halil con una pistola entre sus manos furioso con mama por alejarlo de mí, le disparo cerca del flanco derecho, - solo de recordar eso nuevamente me aterra. Fue un milagro que mama sobreviviera y que después de meses pudiera recuperarse completamente. la policía detuvo a halil y lo encerraron en una clínica mental. 2 meses después -mama, papa es momento de ir a la escuela, creo que es momento de superar todo esto además halil no ha vuelto a aparecer ni siquiera cerca de aquí. Mis padres aun preocupados accedieron así que ese día me preparé y me dirigí a la escuela. En el pasillo solía escuchar murmullos de personas acerca de mí y que por mi culpa había sucedido todo eso. Me dirigí al salón de clases y todo marchaba bien eran las 10:00 am cuando escuchamos sonidos de pistolas, y gritos afuera del salón, antes de poder salir corriendo dos hombres vestidos de policías obstruyeron las entradas del salón de repente Uriel y esteban queriendo salir les dispararon a ambos y murieron, todos entramos en pánico pues no sabíamos que estaba pasando nos arrinconamos a la esquina izquierda posterior al salón, cuando uno de los hombres se quitó la máscara de policía y vi que era él, halil había regresado. – Dany, mi amada Dany. He vuelto y esta vez seremos felices, me dijo halil completamente fuera de sí. Me acerqué a él, Andrés me dijo que no me acercara que era muy peligroso, solo veía a mis compañeros tirados en el piso y con mis piernas aun temblando me acerque poco a poco y le dije -está bien solo no les hagas nada a ellos.
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Amarraron a mis compañeros de manos y pies, cubrieron sus bocas y los sentaron a todos ellos en sus asientos. Me llevo el otro hombre al baño de chicas (al salir del salón y ver alrededor vi muchos chicos y chicas muertos, había un rio de sangre) sentí escalofríos y mis lágrimas salían sin parar. Aquel hombre me ordeno ponerme un vestido que estaba colgado cerca del espejo. aquel sujeto me dijo -si no sales vestida rápidamente y haces alguna tontería los matamos a todos, hay unas bombas instaladas en cada rincón de este edificio. Saque el teléfono de mi sudadera y llame a la policía lo más rápido que pude, pero colgué pues el hombre entro sin tocar y grite tan fuerte que halil salió del salón, no entendía lo que pasaba solo me vio a mí en el suelo y al otro hombre sosteniendo mi cabello, Vi los ojos de halil ardiendo en furia, su aspecto se volvió espeluznante, no dijo ni una palabra y en un rápido movimiento le dio un tiro en la cabeza. La sangre cayó sobre mí, estaba cubierta de sangre de mucha gente, no podía creer todo lo que estaba sucediendo, halil me ayudo a levantarme y me dio mi espacio, se quedó afuera y vigilo el salón y donde estaba. Salí del baño y mi vestido cubierto de sangre al igual que mi piel daban u aspecto espeluznante en mí, al entrar al salón había una mesa grande al centro con papeles sobre ella. Fui hasta la mesa y me senté de un lado tenía que idear una forma de ayudar a escapar a los otros. Halil puso música y se levantó de su lugar, me levanto y comenzó a bailar. –este es nuestro primer baile de pareja Dany. Susurro en mi oído. Al terminar la pieza me sentó al igual que él. Para firmar los papeles necesitaba dos testigos así que tomo a dos compañeras que estaban sentadas cerca de nosotros, y firmaron, cuando llego mi turno le dije que no podía firmar con mis manos atadas, al soltarme firme la hoja, y me levanté y le dije bueno ya firmé, puedes darme un beso cariño, tome su rostro con mis manos me acerque a él y rápidamente avente su cabeza contra la pared él se desmayó, pude desatar a 2 personas y ellas me ayudaron a desatar a las demás, salieron todos solo faltaba , mi amigo Andrés quien estaba aún atado de los pies pues cuando halil estaba incorporándose todos salieron corriendo y ya era demasiado tarde. Al incorporarse nuevamente halil estaba furioso por lo que había hecho tomo la pistola e iba a matar a mi único amigo, tomé una navaja con la que estábamos desatando a mis compañeros me la puse en mi cuello y le dije Halil, si lo matas, me mato. A lo que él me pregunto - ¿Por qué haces eso? Y yo le dije- ya no puedes matar a más personas inocentes. Halil se fue contra mí e intento quitarme el arma para que no me lastimará, le ordene a mi amigo irse, él se negó, pero le dije que fuera por ayuda, y él fue. Cuando supe que estaba fuera de peligro tomé el control que accionaba la bomba, y le dije –pagaras por todo. Accioné el botón, lo último que vi fue a mis padres sosteniéndome y cerré mis ojos para siempre.
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El amo Alcántara Alcántara Vania Yolotzin 15-10-2019 Desperté precipitadamente con la respiración agitada, sudorosa y con un mal presentimiento… Mire a mi alrededor, todo oscuro. No tenía absoluta idea de en donde me encontraba. Me percate de que estaba en el piso, tome un respiro ondo y me levante. Camine buscando con las manos algo, una pared o tal vez una silla, lo que fuese pero no encontre nada. Me quede parada pensando, tratando de recordar en qué momento me quede dormida, pero no respondía mi memoria. De repente, una voz que provenía de mi cabeza, probablemente, me indico: -a tu izquierda-, no entendía hasta que comencé a buscar con las manos de nuevo y encontré un apagador. Encendí la luz, y vaya la sorpresa que me lleve; me encontraba en el salón de clases, en ESEO. En un principio pudo haber sido extraño sino fue porque percate de un olor a putrefacción, eso realmente sí lo era. Me comencé a asustar, busque por todos lados el causante de esa peste. Salí del salón, todo parecía intacto. Comencé a abrir cada salón, pero no había nadie. Salí para ver si alguien pasaba en la calle pero la escuela estaba cerrada, ningun policia, ningun carro. Realmente no había forma de salir. Yo seguía teniendo muchas dudas, ¿qué hago aquí?, ¿qué día es?, ¿Donde están todos?, ¿Acaso mamá y papá están preocupados?. Decidí dar la vuelta y camine hacia las escaleras, subí. El primer piso estaba despejado. Al fondo una pantalla encendida que mostraba la fecha y hora. Era domingo, ¿qué hago en la escuela?, debería estar en casa y para ser las 5:40 de la tarde, estaría haciendo tarea. El olor seguía, de hecho era más intenso. Me comenzó a dar hambre así que baje a la cafetería, la puerta estaba emparejada, todo intacto. Tome todo lo que pude y salí de ahí. Por lo menos en ese momento la comida era mi consuelo. Estaba triste de no saber qué hacer, grite y llore de la desesperación, nunca me sentí peor. Me quede dormida en un banco pero la brisa de la mañana me despertó, dormí mucho tiempo. Sentí que alguien clavaba su mirada en mí, busqué hasta encontrar unos ojos amarillos muy penetrantes, los sentí en todo mi ser. Nos miramos fijamente por un buen rato hasta que decidí caminar hacia ellos, lo hice y entonces distinguí la fuente de la mirada, era un gato negro bastante feo que justo en el momento que me levante me comenzó a maullar muy raro, como si le lastimara mi presencia. No paro hasta que se escuchó un golpe muy fuerte cerca de biblioteca, en ese momento el gato escapó. Me dirigí hacia allí para ver la causa, como todo estaba apagado no logre distinguir nada y mucho menos entrar porque estaba cerrado. Iba a subir otra vez sino fue porque volví a escuchar la voz de un inicio.
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-No huyas-, me quede petrificada al darme cuenta que la voz no era de mi cabeza sino del otro lado del cristal, era la niña que el profesor de textos en algún momento grabó la voz. -No me dejes sola aquí y mucho menos con él-, no sabía qué decir, aquella niña causaba miedo y tristeza; sobre su piel pálida llevaba un vestido blanco bastante desgastado y muy sucio, un par de zapatos negros ya gastados también, dos trenzas despeinadas que colgaban de su cabeza y una mirada bastante desgarradora. -¿qué haces ahí adentro?- pregunté. -me estoy escondiendo, de aquel hombre que me lastima, el amo.-No entendí de quien hablaba. - ¿quién es exactamente?El amo es un ser de otro mundo que por alguna razón no puede regresar a donde pertenece y ahora se adapto aquí, sus esclavos lo mantienen vivo a base... de almas.asombrombrada le pregunté, - él está aquí ahora-. asintió, -está en todos lados-¿Cuántas personas más hay aquí?-El amo se alimenta de sus acciones, muchas están escondidas en los rincones de la escuela. tu y yo somos las únicas valientes que no se esconden-. me quede pasmada con eso ultimo que dijo, mis oidos no dieron crédito a eso que dijo, yo no podría estar muerta. Corrí hasta arriba para poder perderla de vista y llegue a la terraza donde comencé a llorar otra vez pero me detuvo el olor intenso, no lo soportaba, apestaba como un animal muerto pero mucho peor. Note que en una de las bancas había alguien sentado, viendo hacia enfrente. -hola, mi nombre es vania- . No obtuve respuesta, la persona no se movía. -oye, ¿sabes de donde viene el olor?-, nada aun. Temblorosa me acerque para poder distinguir el rostro en la oscuridad. Sentí que me desvanecí al darme cuenta de donde provenía el olor; la persona sentada era un cadáver pero era mi cadáver. No me explicaba de ninguna manera como había llegado ahí, comencé a ver las manos y el cuerpo, toda yo era pálida, corrí al baño para verme en el espejo y tenía ojeras profundas y ojos hundidos. Seguí sin recordar nada pero por lo mientras, no queria regresar ahí. baje con las piernas temblorosas y al llegar a la planta baja escuche que alguien entro, me iba a esconder pero decidí probar qué hace si me ve. Se iba acercando un hombre muy alto a pasos muy lentos pero agigantados, se detuvo en seco y me miró fijamente, sonrió miró en dirección a la terraza y continuó su camino. -No nos ve-, escuche decir. Otra vez la niña. -Ya no hay salida, estamos condenadas a vivir así.-
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De pronto, como si estuviera recuperando la memoria, se vino a mi mente mi último recuerdo; Estaba en el baño lavando mis manos cuando sentí que alguien se me avalando por la parte de atrás, me tapó la boca con algo que me hizo dormir. Es lo último, no recuerdo nada más. Cuando todos comenzaron a llegar, se percataron del olor, encontraron mi cuerpo y lo entregaron. Por un momento creí que harían algo al respecto pero los días transcurrieron, mi ser estaba atrapado en la escuela y ya nadie me recordaba. El amo se había encargado de borrarles la memoria por completo. Y así con personas de primer semestre, el señor siguió alimentando al amo.
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La maldición de Oze Uriel Maldonado Rangel 13/10/2019 En la Escuela Superior de Enfermería y Obstetricia alrededor de 1999, los directivos recibían a una nueva maestra llamada “Oze” caracterizada por tener una gran actitud de servicio, siendo muy profesional y destacada en la enseñanza, durante los primeros meses era muy reconocida por sus compañeros maestros y alumnado por su gran pasión a la enfermería, ella trabaja en el turno vespertino acompañada siempre de su amada hija Kelly, quien era una niña de tan solo 9 años apasionada por la lectura y el arte, tal era su interés que su mamá la dejaba pasar tiempo en la biblioteca en cuidado del personal bibliotecario ya que Oze tenía que dar clase y para la pequeña le era muy aburrido y estresante. Pasados unos meses la pequeña fue diagnosticada con Uveítis peligrando a que Kelly quedara ciega de por vida, necesitaba estar en reposo pero Oze no la podía dejar sola en la casa, así que se la llevaba igualmente a su trabajo, la niña se sentía muy triste ya que su vista no era muy buena por lo que leer libros ya era un olvido, por tanto su madre le leía libros en sus tiempos libres de clase, hasta que en el atardecer de día de muertos la pequeña estaba realmente emocionada por escuchar la historia de terror de la planchada tal era así que le dijo a su madre que no iba a pedir dulces si no se la leía , Oze tuvo un día difícil sin ningún descanso era el día que más trabajaba, completamente agotada ,checo su salida a las ocho en punto sin ningún ánimo pero su hija no podía esperar a que le contara el cuento, no quería dañar sus sentimientos negándoselo porque sabía que Kelly la estaba pasando muy mal por su enfermedad, puesto que se dirigieron a la biblioteca; Oze dejaba los libros de la pequeña en lo alto del estante para que nadie los agarrara de repente a la madre le llaman por teléfono distraída y sin ver a su hija, la pequeña Kelly aun con una pobre vista reconoce el estante donde están sus libros, se sube con dificultad al banco y al tratar de agarrar un libro Kelly cae fuertemente al piso haciendo que la madre volteé aterrorizada, en un intento de desesperación la madre suelta el teléfono y corre desesperada para ayudar a su hija, sin embargo el estante cae súbitamente sobre la niña provocándole la muerte instantáneamente, todo el personal estaba atónito por aquel acontecimiento, Oze se sentía tan culpable por descuidar a su hija, la escuela tuvo que suspender clases por unos cuantos días y cuando se restablecieron las clases ella no volvió a ser la misma de antes, algo cambio dentro de ella ahora era una persona fría y distante. No pasó mucho hasta que la encontraron muerta colgando de una de una ventana del edificio, dejando una nota maldiciendo a todo aquel que osara leer o tocar los libros de la pequeña Kelly, la escuela perdió mucho prestigio pase a estos acontecimientos, se crearon muchos conflictos en la escuela que llevaron al cierre temporal de la misma. Pasaron casi 20 años para que la escuela abriera sus puertas de nueva cuenta esta vez remodelando y dejando los problemas atrás era un nuevo comienzo, tanto así que la escuela fue reconocida nuevamente por presumir sus instalaciones y el nuevo equipo de la última tecnología para el proceso aprendizaje de los nuevos 52
estudiantes. Tal fue la demanda que solo fueron aceptados 240 alumnos en total, entre ellos Uriel un joven con grandes expectativas de la carrera, considerado tranquilo y con las aptitudes necesarias para convertirse en un excelente enfermero. Durante los primeros días se sintió bastante solo, ya que era muy tímido e introvertido, pero poco a poco fue conociendo a sus amigos de la carrera una de ellas llamada Kenia su compañera de banca, distinguida por saber sobre la anatomía del cuerpo humano, tranquila y callada le gustaba pasar el tiempo en sus redes sociales, luego conoció a Esteban un joven apasionado por el deporte con grandes ilusiones de estudiar medicina, poco después conoció a Arlet y Susana un dúo de amigas inseparables. Un día como cualquier otro su profesor de textos, les dejo leer una historia de terror como tarea para la segunda evaluación ya que se acercaba la celebración del día de muertos, por lo que Uriel decidió quedarse para ver si encontraba algún libro del género de terror, sus amigos encontraron sus libros más rápido que él, por lo tanto se quedó más tiempo buscando uno, parecía que ya no había ejemplares pero en su búsqueda le llamó la atención un libro viejo que estaba olvidado en la última parte del estante, se dirigió a el, y observó que estaba muy maltratado y arrugado parecía que no era parte del librero porque no estaba enumerado ni forrado por lo que decidió llevárselo a escondidas. Durante su trayecto lo hojeó y observó que tenía pequeñas manchas de color escarlata no estaba seguro si era sangre, mientras más seguía leyendo mas era su interés por aquellas manchas, inclusive en la última hoja venia el nombre de una persona llamada Kelly era muy extraño porque tampoco tenía algún sello que le perteneciera a la escuela era como si fuera un libro olvidado. Como de costumbre Uriel tenía que llegar temprano, pero comúnmente llegaba una hora antes debido a que vivía demasiado lejos de la escuela y las puertas las abrían a las 6:30 así que tenía que esperarse pero al llegar algo cautivo su atención a lo lejos, apreciaba a una silueta sentada a fuera de las instalaciones de la escuela, desconcertado siguió caminando hasta que apreció a una niña con un gran cabello lacio que le cubría completamente el rostro, Uriel no sabía que hacer se quedó atemorizado, nunca había visto algo así, lentamente la niña fue poniéndose de pie, haciendo movimientos extraños para poder pararse, de tal manera que al mover sus extremidades resonaban fuertemente, Uriel se tiró de rodillas perplejo por tan tenebrosa figura, no creía lo que veían sus ojos así que solo los cerro y se confió a Dios hasta que se dejó de escuchar aquel sonido, los abrió lentamente, mirando a todas direcciones con incertidumbre, no encontró nada; se dio un respiro y se sentó temeroso en las jardineras. Mas tarde Uriel le comenta a Esteban lo que sucedió, al principio no le creía pero viendo lo atemorizado que estaba su amigo concluyó que no estaba mintiendo, entre ellos empezaron a opinar sobre experiencias terror hasta que Uriel se acordó del libro que encontró en la biblioteca, se lo dio a Esteban para que lo mirara, él comenzó a hojearlo y se impresiono por las manchas en las paginas del libro, no sabia que opinar así que decidimos ir a la biblioteca para resolver nuestras dudas, era todavía temprano, antes que iniciara la clase decidieron salirse y al dirigirse a la biblioteca platicando de la niña vieron como en las escaleras una sombra los observaba que repentinamente desapareció, les intrigó aquella silueta pero inesperadamente fueron interrumpidos por Anet, Susana y Kenia a lo que Anet pregunto -¿Qué están haciendo? la profesora ya llegó y ustedes solo están mirando hacia esa dirección, vamos tenemos clase- Esteban y Uriel se olvidaron de lo que vieron y se dirigieron a clase.
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Pasada las clases Uriel les contó su historia a sus amigas, y sobre el libro que en especial a Susana le llamo mucho la atención, mientras que a Arlet y a Kenia les causaba miedo prefirieron no verlo, Susana decidió quedarse el libro para observarlo con mas cuidado, Uriel y el resto se fueron mientras Susana se quedaba para leerlo. Ya eran casi más de las seis cuando Susana sin ninguna respuesta miro hacia el cielo, estaba cansada ya que no encontró algo fuera de lo normal sin embargo al bajar su mirada hacia el edificio vio que una sombra la observaba, el viento resoplo haciéndose cada vez más fuerte, en ese momento Susana no dudo en correr hacia el edificio donde estaba la sombra puesto que ella no creía en ese tipo de cosas, al llegar al salón donde estaba la sombra no vio nada, estaba el salón completamente vació de modo que decidió entrar, la puerta se azotó violentamente Susana comenzó a sentir pánico y trato de abrir la puerta pero de repente algo en el fondo comenzó a moverse, captando la atención de Susana era un espectro de una niña tal y como Uriel describió, pero de un parpadeo se desvaneció, Susana estallo en llanto sin embargo… sintió una presencia que le tocó su espalda; en ese momento ella se dio vuelta, mirando el rostro deforme de la niña emitiendo un desgarrador grito que la obligo a salir corriendo, de pronto su vista comenzó a nublarse no sabía qué hacer y comenzó a gritar desesperadamente en medio del pasillo, algunos maestros salieron impactados al verla temblorosa y gritando pero al ayudarla se dieron cuenta que sus ojos estaban completamente rojos e inflamados, llenos de sangre; inesperadamente su corazón dejo de latir, los estudiantes y maestros estaban asustados por la muerte de la joven. Al día siguiente la escuela suspendió clases hasta nuevo aviso, sus amigos lamentándose por la muerte de su amiga decidieron ponerse de acuerdo para ir a la escuela y averiguar sobre la muerte de Susana ya que estaban seguros que tuvo que ver con algo relacionado con el fantasma que se aparecía en la escuela. Eran más de las 9:30 del primero de noviembre Uriel, Esteban, Arlet y Kenia decidieron infiltrarse en la escuela no fue tan difícil para ellos ya que la seguridad de la escuela no estaba patrullando la zona, llegaron hasta la entrada del edificio, pero todo estaba cerrado así que decidieron ir a jugar la oujia en frente de las canchas de volibol, Kenia y Arlet ya estaban arrepintiéndose ya que les daba mucho miedo lo paranormal, pero no teniendo otra salida decidieron participar; prendieron unas velas, sacaron el tablero, cada uno junto sus manos , el ambiente comenzaba a tornarse frio, comenzaron con las palabras de iniciación y culminada Uriel pregunto¿Seres del más allá háganme saber si Susana está aquí?, con cualquier señal- el Planchette comenzó a moverse respondiendo que sí, no se podían creer lo que estaba pasando el miedo recorrió sus cuerpos y Esteban se soltó de las manos de los demás, todo estaba totalmente oscuro lo único que podían hacer, era permanecer juntos, entre gritos y desesperación, las personas de los alrededores reportaron los incidentes llevando a que rápidamente los policías acudieran al lugar, cuando llegaron solo encontraron a las chicas temblando y llorando del miedo diciendo que un espectro de una niña se había llevado las almas de sus compañeros.
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No me agrada Cinthya Daniela De Luna Pacheco 08/10/2019 Rondaban las seis de la mañana de un miércoles, el personal de limpieza comenzaba a llegar para iniciar las labores de limpieza de las aulas después del turno nocturno… ¿Dónde estaba el policía? Era extraño, siempre había alguien que se quedaba en las noches a vigilar las instalaciones. No le tomaron importancia, seguramente estaba en el baño o dormido en la caseta. En cuanto quisieron tomar las llaves para abrir las puertas notaron que estas no estaban, “El poli se las debió llevar” dijo una de las señoras, otra mujer se acercó a la reja de la entrada principal para gritarle al policía para que les abriera. Ya que entre más rápido comenzaran menos oportunidades tendrían los universitarios en interrumpir sus labores. La sorpresa llena el rostro de esta última cuando con tan solo pocos movimientos la reja cede y se abre. Se miran entre todos curiosos y entran al mismo tiempo, rogándole a Jesús que solo fuera una coincidencia y no pasara nada malo. A los pocos pasos de la entrada se veía el largo pasillo que daba a la biblioteca y ahí un bulto, no se movía. “Pero si el gato no duerme aquí” cometo uno de los caballeros que formaba la comitiva. Todos, confundidos, se comienzan a acercar lentamente dándose cuenta conforme se aproximaban que el “bulto” no era el gato que solía rondar por el edificio… Era algo más grande; cuando llegaron a la altura de la entrada trasera de las primeras aulas pudieron verlo con claridad. Era una chica, la encargada de la limpieza de la planta baja la reconoció en seguida, era de las pocas que cada mañana la saludaba y que en una ocasión le había obsequiado unas galletas caseras. La joven, usando un uniforme blanco de acuerdo con su profesión, se encontraba tirada entre la intersección del pasillo principal y otro que llevaba a la cafetería y al área de copias. Se encontraba en el centro exacto de esa intersección y en medio de lo que parecía una mala copia de algún circulo de la religión satánica. Los gritos no se hicieron esperar, mujeres y hombres empezaron a gritar, se alejaron de inmediato hasta salir a la calle rápidamente. El primer transeúnte, una mujer que se encargaba de vender los habituales desayunos, entre llantos y palabras inentendibles comprendió que debía llamar a alguien, les pidió el teléfono de sus superiores y entonces procedió a llamar a algunos directivos. Tardaron bastante, tanto que algunos alumnos ya estaban llegando a las instalaciones, pero se les negaba el acceso. ¿Por qué? Porque la policía ya había acordonado el área, escucharon atentos a las indicaciones, los rumores se extendieron de inmediato; eventualmente alguno consiguió la jugosa información: hubo un homicidio. Como parte del protocolo la policía reviso el área. - ¿Qué tenemos, Ramírez? – pregunto un oficial al perito Ramírez que examinaba la escena con ayuda de una cámara fotográfica.
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-Mujer, en sus veinte – dijo mientras fotografiaba una escena general del cadáver – Múltiples apuñaladas en el pecho – se arrodillo cerca del cuerpo para proseguir con su análisis – Sostiene algo en su mano – comento para proceder a retirar dicho papel y extenderlo con ayuda de unas pinzas – Sargento… creo que debería ver esto. El Sargento Moreno se acercó hasta poder observar lo que a Ramírez había alterado. Era una nota escrita a máquina, como una nota médica. Rezaba lo siguiente: “Al igual que el grande, yo he castigado a la impura. Esta mujer era impura. Deberían agradecerme por liberar al mundo de alguien que mancharía este mundo. Adórenme como al grande, él tenía la verdad. Sabía que tan sucias estaban estas zorras que se pasean en los pasillos de los hospitales, enfermando con su simple presencia. Es hora de que lo sepan, que todos lo sepan.” - ¿Está firmada? – pregunto el sargento Moreno mientras se limpiaba el sudor que sin notar había corrido por su frente con un pañuelo. -Sí, dice: Richard Speck – contesto Ramírez con un tono de duda, algo no cuadraba en la cabeza del perito ¿Habías escuchado ese nombre antes? - ¿De un gringo? ¡Hasta crees! – contesto divertido Moreno mientras le daba la vuelta al círculo del suelo – Pa mí que esta chica estaba en malos negocios de drogas. -Para ti todo tiene que ver con drogas – dijo molesto Ramírez, pero sabía que había algo más detrás de todo eso – Me refiero a que ese nombre me suena, era del gabacho, sí, pero – se retiró uno de sus guantes para hacer una búsqueda en su teléfono con ese nombre y con ello llego a la respuesta – Era un asesino serial, mato a 8 enfermeras en Chicago. - ¿Me estás diciendo que todo este desmadre tiene que ver con algún gringo pendejo que mato enfermeras? – pregunto casi riéndose Moreno, pero Ramírez dejo en claro que no era solo eso – No me jodas, tengo que revisar las cámaras de seguridad. En cuanto lo dijo camino de inmediato a la pequeña caseta de vigilancia que había en la entrada principal de la escuela, entro para poder sentarse en la silla frente a los monitores y rebobinar las cintas hasta las 8 y media de la noche anterior. Localizo a la joven, todavía viva; utilizando las computadoras de la biblioteca cuando un hombre calvo, con una gran mochila en la espalda. Se le había acercado a la joven, señalado algo en la pantalla y ella asentía. El hombre se retiró después de algunos minutos dejando a la joven sola. Ella trabajo hasta casi las 9 y media, cuando las luces de gran parte de la escuela estaban apagadas. Apago el equipo y tomo su abultada mochila y camino a la salida, cuando atravesaba la intersección el mismo hombre la tomo ataco. Limito su movimiento con su brazo al ahorcarla, la chica levanto los brazos tratando de posiblemente calmar al hombre. No funciono, le apuñalo una… y otra…y otra vez en el abdomen siendo cuidadosos de no dañar puntos importantes. Cuando la joven cayó al suelo, el hombre procedió a degradarla de la forma más ruin posible, la violo aun en vida, le corto en brazos y piernas para sacar la sangre con la cual haría el circulo donde la dejaría agonizar hasta finalmente acabar con su miseria ahorcándola… Las cámaras únicamente captaron como las piernas de la chica se movían frenéticamente, buscando una salida para finalmente perder las pocas fuerzas que le quedaban y quedar ahí… tendida… con sus ojos viendo al techo y una lagrima cayendo por su mejilla. Antes de que el asesino pudiera terminar con su extraño ritual el guardia de seguridad nocturno camino por ese pasillo cuando vio el horror, intento huir, pero el hombre calvo saco de su cintura un arma y disparo. Tuvo
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mala puntería y solo logro herir su pierna haciéndolo caer, se acercó quedando en el alcance de otra cámara donde se pudo apreciar que le disparaba en la cabeza para después hacerlo a la lente de la cámara. -No lo entiendo, si sabía que había cámaras ¿Por qué arriesgarse a ser descubierto? – se preguntó a si mismo Moreno, quien recibió la respuesta de su compañero; Sánchez. -Por la misma razón que se dejó ver con la alumna – dijo retrocediendo el video hasta donde la atacaba en el pasillo – Se idolatra de su acto, se jacta de ello. Quiere que lo sepa el mundo entero. La estudiante lo conocía, debe ser un profesor. Pregunten a los directivos, quiero saber quién es este tipo. Los uniformados preguntaron a los directivos, pero ninguno pudo dar fe de quien era dicho docente, los que sabrían eran áreas centrales, se excusaban entre ellos hasta que uno de ellos finalmente pudo dar el nombre; Cesar Ornelas, profesor de Informática y de español. En cuanto lo aprendieron y preguntaron sus motivos, rio cínicamente y solo contesto: “No me agradaba”
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La enfermera Kenia Yaret Tellez Tellez 09/10/2019 Mi nombre es Uriel, soy estudiante de la ESEO en L.E.O. del 1OM1, hoy es 3 de noviembre del 2019, son las 2.16 am, sigo escondido dentro de la escuela, me encuentro bajo un escritorio de Gestión Escolar. No estoy seguro de que acaba de suceder. Ya no escucho ruido. No sé cuántos siguen aquí. Creo que todo ha acabado. Contare mi historia. 2 AÑOS ATRÁS Era un 2 de Noviembre cualquiera, día festivo en México, sale a la luz una desgraciada noticia. Yaret, la hija menor de una adinerada familia estaba en estado delicado y por un error de una enfermera falleció. Se decía que la familia practicaba brujería y mantenía lazos con demonios, los vecinos cuentan que invocaron el alma de su amada hija para que hiciera venganza a la enfermera que le hizo daño y finalizar con todas las enfermeras y estudiantes de enfermería. ACTUALIDAD El alma de Yaret no ha podido descansar en paz, ha reencarnado en una niña que ya ha crecido, actualmente estudia enfermería en la ESEO, esta niña es Kenia. 72 horas para el evento Kenia, una niña de estatura baja, siempre vestida de blanco; la típica niña solitaria, rara para todos, se rumoraba mucho sobre su procedencia, nadie sabía de donde venía, en donde vivía, solo se observaba caminando por los pasillos de ESEO. Era 31 de octubre, Halloween en Estados unidos, un día normal en México, las clases en ESEO seguían con normalidad, todos los alumnos muy contentos pues día de muertos estaba cerca; los preparativos para el magno evento casi listo, pero nadie se percataba de Kenia quien sigilosamente los observaba. Todos colaborando para la gran fiesta de día de muertos en ESEO. Kenia por otro lado en una esquina con celular en mano, aunque no hablaba con nadie, ella siempre parecía estar esperando una llamada. De repente, llega Samara, una niña tan dulce y amigable, Samara quien es la organizadora espera que todos estén en la fiesta, trata de entablar conversación con Kenia. -¡Hola Kenia! - ¿Qué quieres?, responde Kenia. Samara la toca, Kenia se aleja y baja la mirada, estaba helada y pálida como la nieve; Samara, asustada continua hablando –Sé que no es lo tuyo, pero… espero que puedas estar en la fiesta, debes venir disfrazada, este
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es un buen momento para… Kenia interrumpe –Un buen momento, un buen momento, un buen momento. Samara, quien prefiere que le digan Sam, se queda congelada con lo escalofriante que fue escuchar el tono de vox de Kenia y su tenebrosa actitud. Nadie sabía que hacia Kenia por las tardes y algunas veces por las mañanas, acostumbraba faltar a la escuela los jueves de luna llena. 48 horas para el evento Las horas pasan y días de muertos se acerca, la comunidad preparaba disfraces, comida, bebidas y claro, el after party. Lo que nadie sabía era que no eran los únicos que planeaban una fiesta. Cada hora, cada minuto, cada segundo, era esencial para Kenia, era una oportunidad para lograr su malévolo plan. Faltaban dos días para celebrar en ESEO, todo estaba casi listo. 24 horas para el evento Profesor Cesar quien imparte textos al grupo de Kenia y lleva muchos años trabajando en ESEO, ha observado durante mucho tiempo a Kenia y sabe que algo malo se acerca. Samara también la ha pasado muy mal desde que converso con Kenia, triste, se acerca a hablar con el profesor, ambos están de acuerdo que hay algo mal con Kenia y rápido crean un plan para detener aquella alma que asecha con la vida de todos en ESEO. 6 horas para el evento Todos se encontraban emocionados, la fiesta comenzaría a las 8:00 pm. Todos hacían los últimos arreglos, por otro lado, Kenia terminaba su malévolo plan. El profesor y Samara serios y con miedo, seguían a Kenia sin que se diera cuenta, seguían cuidadosamente cada paso que daba hasta descubrir lo que estaba tramando. 15 minutos para el evento La fiesta había comenzado desde las 6:00 pm, todos disfrutando de la fiesta, la música se escuchaba en las canchas de la ese, disfraces, baile, comida, bebidas, todo indicaba a una fiesta perfecta hasta que poco antes de las 12:00 pm se comienza a escuchar un llanto escalofriante con lamentos, aparece Kenia con una bata blanca y sin zapatos, despeinada, pálida, todos voltean impactados, se arrodilla y grita “hoy se acaba su fiesta, hoy se acaba enfermería” En ese momento saca un gas mientras dice su frase perturbadora, todos gritan y corren, comienza a disparar el gas dejando inconsciente a gran parte del alumnado pero no se percató que el team “profesor y Sam” estaban al rescate. Kenia buscaba a las últimas personas y en ese momento escucha un grito de guerra, llega el team y con un rayo láser logran quitar el gas que emana de las sus manos, mientras el profesor sale corriendo a las canchas con la cura de lo que les provoco Kenia, Sam se queda en una lucha fuerza a fuerza con ella. Cundo de repente llega Zully a darle apoyo a Sam juntas la derrotan, le dan una pócima para regresar a la normalidad a Kenia y sacar el espíritu maligno de su cuerpo. Todo apuntaba a que su plan estaba siendo como lo planearon, Kenia regreso normalidad, ayudaron a los demás alumnos de la escuela pero algo raro sucedió, el espíritu maligno de Yaret no se había ido por completo, estaba buscando un cuerpo débil del cual apoderarse, ese cuerpo, era Zully. CONTINUARA…
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Un asesino en noche de brujas… Zully Kate Rueda González No.25 12/10/2019 Un asesino en noche de brujas… Érase una vez un grupo de amigos que se habían quedado estudiando hasta muy tarde en la biblioteca de la ESEO, se quedaron dormidos hasta que se sintió una sensación de mucho frio solo una de ellas despertó pues se escuchó un ruido fuerte como si alguien estuviera deambulando por la escuela era muy extraño porque ya no había nadie en la ESEO y era noche de brujas todos habían ido a festejar con sus amigos. Zully decidió salir a averiguar qué era lo que estaba pasando sin embargo no quería ir sola y decidió despertar a Samara y Uriel así ya no tendría tanto miedo de ir por la escuela de noche… Parecía que el sonido venia del simulador de obstetricia con gran sigilo Uriel decidió entrar y se percató que había un hombre muy alto y fornido buscando cosas como bisturís o algo así, caminaba de una forma muy misteriosa, el hombre volteo y solo se veía que traía una máscara, no lograron ver su rostro y salieron corriendo regresando a biblioteca a despertar y avisar a sus demás compañeros, todos se alarmaron e intentaron salir de la escuela pero fue imposible pues estaba cerrada totalmente e intentaron reportar que había alguien dentro de ella, pero los teléfonos estaban muertos no entraban, ni salían llamadas, ni mensajes ni nada, entraron en pánico y decidieron esconderse en el gimnasio pues ahí podían cerrar por dentro y podían esconderse en los baños ahí nadie entraría. Al asomarse por la ventana se dieron cuenta que las puertas se encontraban abiertas se asustaron y Kenia decidió salir corriendo pues ya no aguantaba el miedo corrió hacia la puerta de la salida y se escuchó un grito y un golpe sus amigos Zully, Samara, Uriel se espantaron pero nadie quiso salir a ver qué había sucedido, después de algunas horas se asomaron por la ventana y al ver que no había nada extraño decidieron salir sigilosamente para ver si podían salir e irse a un lugar seguro, pero de un momento a otro Uriel había desaparecido, Uriel había pedido la conciencia y se encontraba en un lugar muy oscuro al parecer era el estacionamiento escucho un ruido como un quejido sintió miedo pero como pudo logro prender la lámpara de su celular, era Kenia bañada en sangre estaba muy grave decidió intentar escapar con ella pero fue en vano el psicópata se dio cuenta y primero asesino a Kenia y Uriel intento correr pero todo su esfuerzo fue en vano pues también lo mato. Mientras tanto Zully y Samara lograron salir de la escuela corrieron hasta el lugar más seguro que encontraron pero todo era muy sospechoso pues todo estaba lleno de neblina y era casi imposible ver bien pero no habían carros transitando ni alguien a quien poder pedir ayuda parecía como si la ciudad hubiera esta estado desierta, entraron al colegio militar tratando de pedir ayuda pero no había nadie, absolutamente nadie…
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Decidieron tomar armas de ahí para poder defenderse en caso de que algo malo sucediera, se encontraban por el asta bandera cuando de repente voltearon afuera y vieron a un hombre misterioso observándolas sin moverse se les hizo muy extraño pues era muy pálido y tenía una máscara en el rostro, voltearon a verse entre ellas y cuando regresaron la mirada ya no había nadie. Lograron entrar a un lugar en donde había electricidad y una televisión la prendieron y lo primero que apareció era una noticia de que el asesino Michael Myers había regresado y se encontraba en la CDMX y que la mayoría de la gente había decidido salir de la ciudad… Al escuchar tal noticia ambas se quedaron frías con un temor a ser encontradas por aquel sujeto, Zully recordó como había descrito Uriel al hombre que se encontraba en la escuela y era exactamente el mismo hombre que habían visto ellas al intentar huir corriendo en desesperación no se fijaron en donde estaban pero se encontraron con el profesor Ornelas quien las ayudo a salir de la ciudad… En las noticias se presentó una noticia que el asesino había sido capturado y que en las instalaciones de la ESEO se habían encontrado dos jóvenes desafortunadamente sin vida, parecía que los habían torturados antes de morir uno de ellos presentaba muchas marcas en el cuerpo y al otro le faltaba una pierna… Al enterarse de tal noticia la escuela fue cerrada hasta que se resolviera como es que alguien pudo tener acceso a ella, entrevistaron a todos los que tenían acceso a la escuela pero aparentemente nadie estaba ahí cuando los sucesos pasaron. Samara y Zully quedaron muy impactadas pues nunca planearon que alguno de sus amigos pudiera morir tan joven y menos de esa manera tan sangrienta y dolorosa, se sintieron culpables de aquel suceso y dejaron de ir a la ESEO por un tiempo e investigaron quien era Michael Myers… Al final después de algunos meses habían decidido regresar, pensando que ya no habría ningún peligro pero justo regresar en noche de brujas y esta vez nadie sobrevivio…
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Relato García Romero Luisa Fernanda 1OM1_26 Ciudad de México, 13 de octubre de 2019 Siempre en esta gran ciudad podemos encontrar lugares abandonados por muchos años, en los cuales pueden suceder hechos cotidianos, asombrosos como tenebrosos, y que al pasar los años estos lugares abandonados se vuelven construcciones en las cuales pueden destinarse a casa-habitación, fabricas, centros comerciales, hospitales o escuelas, pues este lugar fue creada mi ESEO. Hola mi nombre es Fernanda y si estoy en la ESEO, puedo percibir situaciones que nadie puede ver o simples presentimientos que a lo largo de los años he conservado como secreto, ya que, si alguien supiera que poseo este don, poder o maldición como yo lo llamo me darían un calificativo de estar loca, y esto me traería grandes problemas. Es por eso que deseo contarles los extraños acontecimientos que me han ocurrido desde que llegue a este lugar. Inicio con el primer día de clase, al cual llegue media hora antes de las 7:00 am. Por lo cual decidí iniciar con pasar al tocador de mujeres, al entrar sentí un frio terrible a pesar de encontrarme bien abrigada, pude observar a una persona que se encontraba contra la pared, tenía el cabello largo y cano, tenía un vestido largo el cual poseía movimiento como si en el interior de este espacio hubiera una ventana la cual no la tiene, y como si estuviera soplando fuertemente el viento, no era la primera vez ver algo así, por lo cual me quede completamente paralizada, observando como la mujer poco a poco giraba hacia mí, mi corazón comenzó a latir como si deseara salir de mi pecho, mi voz se apagó, mis ojos no podía cerrarlos y ese frio que me entumían mis huesos, pude observarla, era anciana, sus ojos ya no tenían brillo y poco a poco camino hacia mí, mirándola de manera desquiciada con sus dientes puntiagudos al descubierto, un aliento nauseabundo y en cierto momento alcance a percibir su perfume, mezclado con el olor de podredumbre, al tenerla frente a mi rostro esta abrió su boca de una forma como si quisiera tragarme en una sola pieza, y traspasando mi cuerpo huyo del lugar. No puedo decirles que al desaparecer este espíritu sentí un alivio profundo, era muy diferente a lo que de vez en cuando había presenciado, no era lo mismo, era algo que me causo un miedo terrible, subí a mi salón de clase, no podía borrarme ese momento, hasta que una voz me dijo “Tienes que decir tu nombre” volví a mi realidad, primer día de clase estábamos en la presentación. Empecé a compartir mi día con Sara, la cual no dejaba de hablar, me sentía mal porque no podía ponerle atención al cien, ya que me invadía el saber quién era esa mujer y porque se me había presentado. Nos acercamos al grupo y se empezó a comentar que en el ESEO sucedían cosas sobre naturales, toda vez, que cuando iniciaron la obra se llegaron a encontrar varios restos de personas que habían sido sepultadas en ese lugar de una forma
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clandestina, sin embargo, que según la información era secreta, me despedí de mis compañeros y con Sara desee hacer un recorrido más, al subir al segundo piso, Sara y yo vimos tres pequeños niños y al ir subiendo deseando saber quiénes eran estos de iban alejando, en ese piso ya no había nadie ya que era hora de salida, subimos más rápido a fin de ver donde se metían los niños, al llegar solo vimos como una puerta se entrecerraba, al abrirla los niños no se encontraban, y empecé con mi presentimiento y el miedo me empezó a invadir, le grite a Sara, “Tenemos que irnos”, y ella solo tomaba mis manos y me dijo que me calmara, en ese momento la puerta cerro tan fuerte que el ruido nos hizo gritar, yo no podía controlar ese temor y Sara corrió queriendo abrir la puerta, y dentro de ese salón volvió aparecer esa anciana, sara volteo y al verme sin movimiento se preocupó, ella no podía ver a la anciana como yo lo estaba haciendo, en ese momento se abrió la puerta y la mujer desapareció. Solo sara me dijo que me había ocurrido, le platique todo lo que me había pasado ese día y que ella solo había visto a los niños igual que yo, pero porque no vio a la anciana, porque ella solo se dirige a mí, en la ESEO en ocasiones se ha sentido como baja la temperatura, el llanto de los niños y como se escucha en algunos salones el jugar de niños. Al día siguiente Sara llego con una gran idea, me dijo que fuéramos a la hemeroteca y que investigáramos atravesó de periódicos o revistas de la época en que fue construida la ESEO y poder ver algo que nos llevara a investigar más sobre lo que nos había ocurrido, y así fue, acudimos y solicitamos todo lo que tuvieran del año de 1940, que se creó la carrera de enfermería rural, lo de 1962 cuando a nivel medio superior se creó la carrera técnica de enfermería, y del año 1987 cuando fue consolidado a nivel superior el nombre de Escuela Superior de Enfermería y Obstetricia. Sara me mostró una foto que fue tomada en el mes de Septiembre de 1940, pude apreciar a una alumna de esa generación y como dato curioso era la única que lucía con un cabello largo y negro, con un rostro completamente serio, al verla cerré los ojos y pude ver a esa anciana, indagamos hasta averiguar quién era ella, su nombre era Elisa descubrimos que si llego a ser enfermera, muy destacada, sin embargo por su forma de ser la mayoría de sus compañeras la molestaban, Elisa llego a ser la directora de ESEO, sin embargo tenía un carácter terrible no propio de una enfermera, no tenía ese don de servicio, pero muy buena profesora, era muy mala con aquellas alumnas que tenían el perfil de cuando ella era adolescente, al grado que orillo a una de ellas a suicidarse en el mismo colegio, porque Elisa le dijo que nunca llegaría a ser nada, tanto era el acoso hacia ella que decidió quitarse la vida, es por eso que cuando hay lluvia se puede apreciar como en la ventana del salón de informática golpean las ventanas y se ve únicamente como se balancea el cuerpo de alguien. Desgraciadamente Elisa a pesar de ser una mujer inteligente nunca supero su trauma que sufrió cuando era estudiante, sin embargo, ella nunca se perdonó el hecho de haber orillado a su alumna a la muerte. Renuncio a su cargo y murió en su casa a la edad de 80 años su cuerpo fue hallado cuatro días después de su muerte. Yo pienso que aun regresa al colegio buscando el perdón de su alumna, la cual también se encuentra en las paredes, pasillos, salones y el patio del ESEO. Después en el periódico de noviembre de 1987, se puede apreciar una foto tomada en el patio y se observa a tres niños jugando en el interior del kiosco que esta dentro del ESEO, se ven claramente son los niños que encontramos en el segundo piso del ESEO, ¿Quiénes eran? ¿Porque están aún en la Escuela?, ¿Cuál fue la causa de su muerte?, revisando todos los periódicos de ese año a fin de encontrar alguna información, no se encontró absolutamente nada, pero algo me sorprendió en un periódico del día dos de Octubre de 1968, un acontecimiento fue la respuesta, el movimiento estudiantil llego a mi escuela, aquellos alumnos que se preparaban para unirse al
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movimiento en compañía algunos de sus familias fueron sorprendidos y ahí murieron, entre ellos estaban los tres pequeños los cuales quedaron tirados en el Kiosco de la escuela, la muerte los sorprendió sus almas nunca entendieron lo que estaba ocurriendo, su inocencia de niños, no permitieron aceptar que ellos se tenían que ir, siguieron ahí, tal vez sentían la libertad de recorrer los pasillos, los salones y el patio, jugando como todo niño corriendo y riendo en todo lo que ellos disfrutaron en vida. Entonces toda la noche me pase pensando ¿Como encontrar a Elisa sin demostrarle miedo?, ¿Como hacerle saber que conozco su pasado? ¿Cómo hacerle ver que ha sido perdonada y que debe descansar?, no he podido dormir la noche se hizo extensa, voy cansada, le prometí a Sara vernos muy temprano, antes de clase para ir a donde había visto a Elisa, llegando a la escuela ya estaba Sara, decididas acudir juntas y resolver la situación, sabia que si estaba acompañada Elisa no se presentaría, le pedí a Sara que estuviera al pendiente fuera del baño, al entrar, no se encontraba nadie, de un momento a otro empezó a bajar la temperatura, pensé este es el momento, sin planearlo espere a que Elisa se presentara, me concentre cerré los ojos y sin pensar comencé a hablar esperando ser escuchada por Elisa, escuchaba susurros, las puertas del baño se abrían y se cerraban duramente, en ese momento sentí frente a mi rostro ese aliento era Elisa, no deseaba abrir los ojos estaba frente a mi y solo le dije que en nombre de aquella alumna que le otorgaba el perdón y que podía descansar en paz, se oyó un grito el cual me enchino el cuerpo, tenia miedo de abrir los ojos, en ese momento entro Sara, y fue quien me dijo que ya había pasado todo. Solo recuerdo haber cruzado algunas palabras con ella abrí mis ojos y sentí mi cuerpo desvanecer. Regrese a la escuela dos días después en virtud de que no podía recuperarme de aquello con Elisa, hable con Sara y le propuse resolver lo de los pequeños, ella si pudo verlos conmigo, por lo tanto, las dos actuaríamos, pero como atraerlos con nosotros, parece mentira, pero los niños no se encontraban, oíamos sus pasos y no deseaban ser encontrados. Seguramente sabían el motivo del porque deseábamos verlos. Sara nuevamente con sus grandes ideas, ocuparemos una ouija lo haríamos cuando el segundo piso se desocupará en uno de los salones, decidimos hacerlo en el salón de informática, si no resolvíamos lo de los niños veríamos a la chica que se colgó. Y ahí estábamos tratando de darnos valor, en ningún momento se movía, decidí soltarlo y únicamente pudo moverse con Sara, yo hacia las preguntas y Sara solo se dejaba llevar por el movimiento de señalador de letras. Empezó el crujir de la paredes, el grito de personas y sobre todo el llanto de los niños, Sara no veía nada cerro los ojos y solo se concentro en lo el movimiento de sus manos yo tenia que ir integrando cada letra para poder descifrar el mensaje, las cosas se movían pero eso a nuestro alrededor, de repente se detuvo todo y aparecieron varias luces a nuestro alrededor y al fondo del salón se apareció un gran circulo negro con una luz muy tenue a su alrededor, el mensaje decía que debería de llevar esas luces al círculo, que debían de entrar, en ese momento Sara se desmayó no tuve más remedio que hablarle a las luces indicándoles que deberían de cruzar hacia ese círculo, solo ellas subían y bajaban, por lo cual decidí tomarlas entre mis manos una a una y conducirlas hacia el gran circulo. Cada vez que entraba una luz en su interior se veía la figura de cada una de las personas que se despedían al último logre reunir tres pequeñas luces, eran los niños, los dirigí al circulo y al entrar estaban ahí levantando su mano y agradeciendo lo que había hecho con ellos. Al terminar vino un silencio total me acerque a Sara y le platique cada detalle hasta que se sintiera mejor para salir del salón y vernos al día siguiente.
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Relato 1om1 #27 Hace mucho tiempo, antes de que existiera la Escuela Superior de Enfermería y Obstetricia, existía una casa enorme donde vivía una familia muy feliz, cálida y humilde. Pero un día inesperado, la noche de navidad, cuando toda la familia dormía, la casa se empezó a quemar, ya que el cable de las luces había hecho corto. Esa noche murió toda la familia. Pasaron 3 años y la directora Guadalupe compro el terreno para que se llevara a cabo la construcción de la ESEO, era una mujer de estatura media y complexión robusta, de unos 50 años de edad de carácter optimista, generosa y simpática. Al construirse la escuela los alumnos que estudian y estudiaban dicen que se presentan cosas paranormales, ya que en la mañana o en la noche cuando no hay casi nadie en la escuela se escuchan personas caminando y moviendo bancas en los salones y pasillo del segundo piso. Hasta que una vez algunos alumnos del grupo 1OM1 y el profesor Cesar con el gran interés de saber que o quiénes eran lo que tanto asustaban, decidieron quedarse toda una noche. El maestro Cesar era de estatura media, complexión robusta de un carácter valiente, extrovertido, hablador, desvergonzado, sus alumnos que lo acompañaban eran Noemí, Zully, Samara, Fernanda, Uriel y Eduardo. Noemí ese día llevo unos cascos que incluían lámparas y una cámara para poder grabar todos aquellos ruidos y cosas que pudieran verse, ella era de estatura mediana, complexión delgada, con una personalidad valiente, optimista, orgullosa y decidida. Se citaron a las 9:00 de la noche en el salón número 004 de la planta baja, cuando todos estaban ya reunidos se preparaban para la búsqueda, a las 2 horas después, de repente se escuchó un ruido cerca de los baños de las mujeres de la planta baja, estos baños se encontraban casi enfrente del salón donde ellos estaban, poco a poco empezaron a acercarse Noemí y Samara, al extraño ruido, al abrir la puerta principal del baño sintieron un viento demasiado fuerte y frio que paso enfrente de ellas durante un corto momento. Ambas sintieron un miedo que decidieron regresar al salón y revisar lo que captaron sus cámaras. Se sorprendieron al ver que cuando sintieron el viento se vio una sombra fría y blanca mirándolos fijamente al pasar justamente enfrente de ellas. Todos quisieron salir de ahí, corrieron a la entrada principal, pero al intentar abrir la puerta se había quedado atorada, al querer desatorarla algo los atacó, voltearon a todas partes y se percataron que no era nadie. En ese momento ellos pensaron que las cosas extrañas las habían dejado al parar los ataques, pero no se dieron cuenta que uno de los fantasmas se había adueñado del cuerpo del maestro Cesar, sintieron un viento
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escalofriante y vieron a alguien de gran tamaño acercándose, era su profesor, su apariencia era pálida con ojos rojos parecía que estaba poseído. Todos corrieron hacia el salón, pero Samara se tropezó y nadie se dio cuenta. Llegaron al salón donde desde un principio se habían reunido, intentando bloquear la puerta haciendo una torre con mesas y sillas, su sorpresa fue que al llegar había grandes manches de sangre y una nota rara en la mesa del escritorio que decía: “Estoy en todas partes”. Al poco tiempo se escuchaba que alguien se acercaba pues era el maestro Cesar intentando derrumbar la puerta, las bancas caían. Después hubo un silencio total, pensaron que se había ido, Eduardo tuvo la iniciativa de ir a ver si aún estaba ahí el maestro. Al asomarse el maestro lo agarró del cuello y lo alzo del piso, lo aventó del otro lado del salón rompiendo los vidrios de las ventanas, quebrándole el cuello y así provocar su muerte. Fernanda quiso pegarle con una silla, pero esto resulto inútil ya que no le hizo nada al profesor, y este respondió con la misma acción provocando que ella callera al suelo entonces el la sujeto de las piernas y se las arranco. Después cargo su cuerpo y la lanzo donde se encontraba zully y uriel lo que ocasiono fue que ellos quedaran en shock. El aprovecho para agarrar a una de ellos, tomo a Zully del cabello y la golpeo repetidas veces en la esquina del escritorio hasta destrozarle el rostro. Mientras que Uriel se escondió debajo de una mesa, Noemí observando todo desde la esquina contraria del salón vio como el maestro se iba acercando en donde estaba Uriel pero lo más raro es que el llevaba un martillo sin saber exactamente de donde lo obtuvo, despistado Uriel el maestro lo jalo de los pies y se encimo en el poniéndole sus rodillas en los brazos para que no se pudiera mover, tomo el martillo y empezó a pegarle en las muñecas pues su objetivo era dejarlo sin manos. Mientras el maestro terminaba de masacrar a Uriel, Noemí aprovecho para escapar, exactamente saliendo del salón encontró a Samara y corrieron a esconderse al cuarto donde la escuela guarda todos los artículos de limpieza, esperaron el amanecer. Al otro día le marcaron a los policías. Al llegar los policías encontraron los cuerpos de los alumnos y vieron al profesor sentado en una silla en el fondo del salón dándoles la espalda, se fueron acercando y hasta verlo de frente pues este ya estaba muerto tenía abierto el estómago con todos los intestinos por fuera. Ellas solo contaron lo que había pasado y jamás quisieron volver.
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Cuento de terror Herrera Colin Sergio 1OM1_28 13/octubre/2019Era un lunes casi como cualquier otro, 4:30 de la madruga, yo estaba sentado en la orilla de la cama, no sabía cómo había llegado ahí, si no fuera por la alarma seguramente habría caído al suelo, me siento somnoliento, destructivo, destruido, roído por el hastío de vivir, era mi cuarto día sin dormir, tomo el celular y miro la hora, sin ganas ni fuerza me levanto para alistarme e irme a la escuela. El camino, como siempre es tedioso, lleno de irritantes sucesos, como aquella manifestación de vendedores ambulantes que me hizo llegar tarde en pleno día de examen, recuerdo bien aquel momento y el sentimiento que me produjo; ¡Deseaba tanto acabar con esos malditos mal vivientes, incinerarlos, tomarlos entre mis manos y ahorcarlos hasta el punto en que…! Ah, ya no pensaré en eso, no, ya no tiene caso… me concentro en aguantar el nauseabundo olor de emana el hombre que va a mi lado parado, y de la asquerosa sensación en mi pierna del sudor de la señora que va sentada a mi lado, trato de contener las ganas de gritar y golpearlos hasta saciar todo este coraje que cargo, imagino la forma en que quedarían sus cuerpos todos masacrados, sangre escurriendo y salpicando por todos lados -hasta que el sonido de un claxon me regresa a la realidad, y me calmo-. El resto de viaje me pasa desapercibido mientras me sumerjo en un solo pensamiento, y es que hace tiempo que llevo sintiéndome diferente, como si algo en mi no fuera propio de mi ser, como si una nueva parte en mi haya sido creada o más bien revelada, es intrigante, es como si toda mi vida hubiera alguien cumpliendo el papel del vigía que mira con paciencia esperando en momento perfecto para entrar hacer lo que siente correcto, trato pero no puedo, no puedo hallar un explicación para esto, cada que intento recordar el preciso instante donde inicio todo se bloquea mi pensamiento, como si en el fondo no quisiera ponerle un fin a los pensamientos que surgen repentinamente en una situación estresante. – El camión se detiene y me golpeo con el asiento de enfrente- Miro con sorpresa que el viaje ya había finalizado. Me dispongo a descender del transporte para ingresar a mi escuela, mi preciada escuela de enfermería que me ha brindado tanto, pero, luce un poco rara, casi no hay personas en la entrada ni en los pasillos, los salones se mantienen sigilosos, como si estuvieran vacíos, al llegar al mío veo que no hay nadie excepto el maestro que tanto detesto en como da la clase, con quien incluso ya había tenido riñas en semestres anteriores, una discusión más personal que llenaba el vaso gota a gota -suena mi celular y leo el mensaje de que varios no podrán llegar debido a otra marcha que les impide trasladarse- me enfado, estoy harto de tener que lidiar con los inconvenientes que ofrece diariamente la ciudad, pero antes de exaltar mi sentimiento me tranquilizo (respiro y exhalo), le estiro la mano al profesor para saludarlo pero solo me mira y sigue sentado apuntando en su lista, se levanta solo para decirme “¿Para qué viniste?, te hubieras quedado en la cama, de todas formas ya estar reprobado junto con los demás”, intento no hacer caso a su comentario hasta que este me involucra especialmente entre sus agravios, mi sangre hierve, sin embrago, con voz tenue le digo que cuide sus palabras, que no necesito la injustificada critica 67
de una persona tan ruin, nefasta y ególatra con lo es él, pero como un niño enfadado cuando no se le da lo que ha deseado, me siguió insultando hasta el punto en el que llegué al hartazgo, y de un momento a otro mi carácter ha explotado, siento en la cabeza un pensamiento idealizado, me siento inundado por la ira, tanto que creo que me estoy ahogando, veo como mi cuerpo actúa como si yo tuviese el mando, frente a mis ojos pasan los sucesos de una forma muy rápida, no entiendo que es lo que me pasa, ninguna parte de mi responde. Pasamos de estar en el salón al área del sótano, ya en el cuarto me siento como alguien aliviado, hasta que miro al redor y me quedo inerte, como alguien que ha sido petrificado, a los minutos me derrumbo en sollozo pues lo que veo es a alguien mutilado, las paredes parecen pinturas rupestres con tantas figuras de sangre formadas por mis manos, pero mi llanto es mediocre pues esto es lo que tanto había deseado… Acto seguido abro la llave de gas de aquel cuarto sin ventanas, mientras tengo al profesor tengo atado con sus propios tejidos musculares los cuales separé cuidadosamente del cuerpo y ahora lo atan con nudos de bondage y te aprietan del techo a la cama, gota a gota sangra sin que lo deje morir, puesto que tengo el cuerpo de uno de sus parientes conectado en el cuarto de alado con sus órganos colgando como un sistema solar girando con música de cuna para un bebé, con mangueras que regulan la vitalidad de sus órganos con los suyos haciendo transfusión sanguínea en un ciclo repetitivo que inconscientemente les hace deberse la vida el uno al otro por la cantidad de sangre donada de cuarto a cuarto mutuamente. Me encuentro regocijando de felicidad hasta que algo raro sucede , hay sonido extraño, un sonido liviano al fondo es diferente ,algo no concuerda con los gritos de agonía que tengo al frente, es sonido tenue que va en aumento, mi cabeza se siente extraña y de un momento a otro me desplomo en picada hacia el suelo y… poco a poco voy abriendo los ojos, me siento extraño, estoy desorientado, echo un vistazo y estoy yo en mi cama sentado, con la luz de la luna entrando por mi ventana alumbrando a mi cuarto aún en penumbra, tomo el celular, miro la hora y el día, y me inundan las dudas.
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El respeto a un cadáver¨ Gutierrez Ramos Esteban 10/10/2019 Esta es la historia de un grupo de amigos que estudiaban en la escuela superior de enfermería y obstetricia del IPN, en el año de 1970, donde antes estaba permitido usar los cadáveres para los alumnos en prácticas de disección que después del accidente fueron canceladas. Se decía que no todos los cuerpos estaban muertos, que algunos se encontraban en coma o paralizados, otros fueron abandonados y otros ni siquiera se lograban identificar a la víctima, se decía que en este tipo de prácticas siempre tenías que tener mucho respeto al cuerpo y además pedir permiso para poder usarlo en beneficio del conocimiento, sino pues podrían pasar cosas extrañas más allá de la ciencia. Un día en la ESEO durante una práctica de disección del grupo 1OM1 les había llegado un cuerpo misterioso el cual no fue ni identificado ni reclamado por lo que se aceptó que se usara para fines prácticos esa tarde se encontraba un grupo de 5 chicos que les gustaba mucho entrar a este tipo de prácticas , los chicos eran Esteban, Uriel, Andrés, Sergio, Iván, al comenzar la practica el profe les aclaro que no tocaran el cuerpo ya que como no se sabía de quien era , la escuela podía cargar algún problema legal, el profe les dejo de trabajo que lo examinara sin realizar una biopsia podían moverlo pero con mucho cuidado, a los jóvenes les intrigaba la procedencia del cuerpo por lo cual se pusieron a revisar a fondo, cuando checaban uno de ellos se percató que tenía varios golpes en la parte de la espalda también notaron que le habían arrancado todas las uñas y le arrancaron el pulgar de la mano derecha, a lo cual su análisis fue que lo habían torturado el problema era que no sabían ni quien era, como fue que llego y quien lo estuvo torturando. Cuando llego su profesor, le describieron todo lo que habían encontrado del cuerpo, el profe al escuchar lo que le decían los alumnos les dijo que a veces este tipo de gente que es asesinada de esta manera puede que su alma no este descansando y que puede seguir en el mundo de los vivos, sugirió que dejaran ese cuerpo y que lo metieran de nuevo en una bolsa que esperarían a la policía, que por el momento usaran otro cadáver para la práctica. Al día siguiente el grupo de amigos se quedaron de ver hasta tarde para poder revisarlo de nuevo pues ellos no querían dejar ir el cuerpo sin saber lo que le había pasado, desobedeciendo a su profesor se quedaron hasta la noche cuando ya tos se habían ido, se habían escondido en un laboratorio que nunca era checado por el velador de la escuela, bajaron al laboratorio de disección y comenzaron a buscar el cuerpo de la víctima entre todos los cadáveres, cuando lo encontraron lo colocaron en la mesa de disección y notaron que alguien ya había hecho un corte en el cuerpo de la víctima, los chicos comenzaron a levantar sospechas sobre quien lo había abierto y para que ya que la noche anterior no habían notado ese corte , ellos decidieron abrir el cuerpo y seguir buscando respuestas a medida que iban abriendo el cuerpo notaron que le faltaba un riñón y que su estómago tenía una pequeña fisura por donde estaban saliendo gusanos era una señal que según el cuerpo ya debería estar podrido mientras que por fuera el cuerpo parecía en buenas condiciones , al poco rato comenzaron a pasarles cosas extrañas en el salón de prácticas, el material se caía solo de las mesas, el
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cuerpo comenzaba a sangrar repentinamente y después paraba, cuando de pronto escucharon un quejido que les dejo la piel chinita, pues fue tan claro y sabían que ninguno de ellos había sido, los chicos empezaron a preocuparse pues ya no les estaba gustando lo que estaba sucediendo de pronto se escuchó un grito por el pasillo muy fuerte , ellos sabían que no había nadie en la escuela por lo que ello salieron corriendo abandonando el cuerpo, decidieron no contar a nadie lo que habían hecho pues era ilegal y podían ser expulsados de la escuela, el grupo de chicos tuvieron el mismo sueño algo que les causo demasiado terror pues como era posible que los 5 soñaran lo mismo, ellos esperaban que mandaran a llamar a todos los alumnos y dijeran que ayer se metieron a profanar los cuerpos, pero no fue así , pues a la mañana siguiente el cuerpo estaba envuelto en la bolsa y todo el quirófano en orden, ellos no se explicaban como el cuerpo había llegado de nuevo a la bolsa, los chicos empezaban a tener alucinaciones e insomnio comenzaban a escuchar voces en los pasillos en sus casas, ellos sabían que algo andaba mal desde que dejaron el cuerpo , uno de ellos recordó que ni siquiera le habían pedido permiso para realizar los corte, que habían olvidado ese detalle y pues quizás esa era la razón de todos sus problemas, los 5 chicos fueron a disculparse con el cuerpo y que no lo volverían hacer que ya lo dejarían descansar, pero nada cambio por lo que a uno de ellos se trataría de comunicarse con el alma de la víctima a través de una huija lo hicieron en la noche en la escuela y para sorpresa funciono lograron comunicarse con el alma a lo que ellos estaban cada vez más asustados pues pensaban que era producto de la imaginación de ellos, él se comunicó marcándoles unas letras notaron que formaban un nombre le preguntaron que es lo que quería, el fantasma les pudo hablar y escuchaba tranquilidad, ellos notaron que el aún no se había ido completamente que necesitaba despedirse de su familia, pero poco o poco el alma se iba molestando y pues asustaba a los estudiantes ya que ellos no lo querían ayudar comenzó a buscar la forma de matar a los jóvenes uno por uno pues parecía que en todo momento el fantasma les hablaba y estaba con ellos , comenzó a volverlos locos poco a poco pues se la pasaba asustando lo trataron de quemar pero no podían lograrlo al cuerpo no le pasaba nada y decidieron que no podían vivir así por lo que decidieron renunciar a sus vidas pues tarde o temprano en los mataría y de una peor manera por lo que trataron de matarse ahorcando pues ya no podían con sus vidas. Y ahora las almas de los alumnos recorren los pasillos de la escuela. Se rumora que hasta la fecha las almas de esos estudiantes que no pudieron con su vida continúan en la escuela pues no pudieron irse felices y siempre estarán molestando a los demás estudiantes y causándoles pánico por las noches incluyendo a los profesores. Se rumora que ellos quieren estropear a los demás alumnos en estas prácticas y se la sana ahuyentando por las noches.
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La mujer fantasma de la ESEO 1OM1 #33 12/Octubre/2019 Hace mucho tiempo, antes de que existiera la universidad ESEO (Escuela Superior de Enfermería y Obstetricia) ubicada en el Casco de Santo Tomás, existía una casa enorme donde vivía una mujer sola pero muy feliz. Un día totalmente inesperado, en medio de la noche lluviosa, fría y oscura, justo cuando la mujer dormía, la casa se comenzó a quemar y acabó con la mujer. Luego la enorme casa fue derrumbada y comenzaron a construir la grandiosa universidad ESEO. Al construirse dicha universidad pasaron los años, varios alumnos y alumnas que estudiaban o estudian ahí dicen que por la tarde/noche se presentan cosas paranormales, escuchan a una mujer, su risa y pasos caminando por el gran patio y salones altos de la escuela. Hasta que una vez una joven de dieciocho años de edad llamada Anete alumna de la ESEO, con el gran interés de saber que o quiénes eran los que tanto asustaban a los alumnos y alumnas decidió quedarse un día durante la noche fría y oscura en la escuela, con las calles vacías y oscuras ya que se habían descompuesto misteriosamente las luminosas lámparas de afuera de la escuela. Anete estuvo acompañado de su amiga Carolina la cual estaba con un gran miedo, ella era mucho más alta que Anete de estatura, al poco tiempo escucharon algo cerca de los baños de mujeres en la escuela y con grandes linternas, grabadoras de video y sonido pegadas a unos cascos raros que llevaban puestos empezaron a acercarse hacia el extraño ruido y de repente ambas sintieron un viento demasiado fuerte que pasaba enfrente de ellas durante un corto momento, ambas llenas de miedo decidieron volver a revisar lo que habían captado sus cámaras. Al revisar quedaron llenas de miedo por ver que cuando ellas sintieron el viento se vio una sombra fría y blanca mirándolas fijamente al pasar justamente enfrente de ellas. Quisieron salir de ahí pero al intentarlo la enorme puerta se había cerrado y, alguien, al intentar abrirla las atacó, pero no había nadie. En ese momento ellas pensaron que la mujer fantasma las había dejado al parar los ataques, pero ellas no se dieron cuenta de que la habían hecho enojar mucho más. El aire se sentía cada vez más fuerte, las mesas y las sillas comenzaron a caer al suelo frio y lo peor fue cuando vieron a alguien de gran tamaño parado justo enfrente de ellas. Fueron hacia el salón donde ellas tenían sus clases diarias, intentando escapar de lo anterior, su sorpresa fue que al llegar habían grandes manchas de sangre y una nota rara en la mesa que decía: “Es ella, ella está en todas partes”.
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Anete al ver esto quedó demasiado sorprendida ya que la historia que se contaba en los pasillos de la ESEO podía darse cuenta de que era real , ya que en la gran casa que se derrumbo vivía una mujer y decían que era muy rápida y aparecía en todos lados haciendo bromas, asustando y jugando. Anete y su amiga Carolina decidieron ocultarlo para evitar que cerraran la universidad y clausuraran el gran terreno, pero la mujer se ha representado de una forma u otra y sigue manifestándose buscando libertad, se dice que con las personas que actualmente acuden a esa universidad, la mujer fantasma busca espantar a algunos maestros y alumnos muchos no lo saben aún pero la escuela es conocida por algunos como “La Mujer Fantasma De La ESEO” y se seguirá manifestando hasta el fin de la escuela…
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Relato 1OM1 #35 En un lugar muy muy muy lejano, para ser más específico en la Escuela Superior de Enfermería y Obstetricia (E.S.E.O.) se encontraban 6 alumnos de nombre, Yxchell, Elizabeth, Luis, Eduardo, Lizeth y Montse, tomando la clase de Análisis de Textos impartida por el profesor Cesar Edgardo. El grupo de amigos de Montse, era un poco extraño, pues cada uno tenía una personalidad diferente; Yxchell era una persona muy alegre, constantemente se la pasaba riendo todo el tiempo, Elizabeth, le encantan los juegos en el celular, se la puede pasar jugando y ella es feliz, Luis es una persona neutra, puede estar seria y de la nada estar cotorreando de cualquier tema, Eduardo, tiende a tener ideas un poco extrañas; le encanta todo lo que tenga que ver con las artes oscuras; rituales, conjuros, etcétera, Lizeth es todo lo contrario, es una persona que no cree en nada de eso, ella tiende a creer en dios, y otros santos, tiende a juzgar a la gente por su apariencia y por sus gusto, y finalmente Montse comparte las mismas ideas que Eduardo; le encanta todo lo que tenga que ver con la magia oscura, rituales, conjuros, pociones, posesiones, tiende a tener un fetiche con “lucifer” mejor conocido con el diablo. Pero Montse al estar un poco aburrida en clase, comento a sus amigos: -Como ya se acerca el día de Muertos, ¿qué les parece si jugamos la ouija en la escuela? Ya ven que tiene historia y fue parte de un panteón. A lo que Eduardo contesto: -Me parece una grandísima idea, yo les iba a comentar lo mismo. Yxchell: Pues a mí me da un poco de miedo, ya ven que se aparecen personas, como la niña, ¿Y si algo nos pasa? Eduardo: - Pues ese es el punto intentar comunicarnos con alguien, puede ser un familiar o un espíritu. Elizabeth:- Pues yo si jalo, ya la eh jugado anteriormente y no me ha pasado nada. Luis:- Yo concuerdo con Ely, solo que ¿cómo le hacemos para quedarnos? Lizeth:- Yo no juego, eso es cosa serie y nadie de nosotros sabemos cómo jugar, por eso pasan cosas mala. Montse:- Yo sé cómo jugar, se me las reglas de juego, no hay nada que perder, hay que hacerlo para reforzar la amistad. Todos aceptaron la idea, Liz estaba un poco desidiosa pero al final de cuentas acepto para no sentirse separada del grupo. Pasaron los días y Montse y Eduardo preparaban las cosas para el gran día, pero ninguno se esperaba que fuera a ser el peor día de Muertos de su vida.
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Llego el día y los 6 amigos se escondieron en las bodegas de los de intendencia, se cercioraron de que ya no hubiera nadie en la escuela, y el primero en salir fue Luis:- Ya no hay nadie pueden salir. Montse:- Hay que buscar un salón, porque hay no hay cámaras. Eduardo:- Pues hay que ir a nuestro salón, es un lugar que nos da un poco de “confianza” y nos podemos sentir “seguros”. Llegaron a su salón de clases, pero al entrar Montse percibió un clima frío, más de lo habitual, a Eduardo se le enchino la piel e Yxchell juro que escucho una voz que decía alto. Pero decidieron cada quien quedárselo y continuar. Montse empezó a dibujar el pentagrama con un gis, y en cada punto coloco una vela negra, al terminar les empezó a explicar las reglas del juego: - Tenemos que ponernos en círculo, nos vamos a tomar de las manos, pero por nada del mundo se tienen que soltar, así vean que una silla se mueve o se llegue a prender la televisión no se tienen que soltar, por que estar unidos es lo que nos va a mantener a salvo. -Si sienten que el puntero se empieza a mover solo, jamás dejen que se vaya hacia los extremos del tablero, de manera que se logre salir, porque si se llega a salir ocurren las posesiones. De repente de escucho una risa, pero era Liz riéndose de Montse:- ¿Crees que todo esto es verdad? No nos va a pasar nada porque esto no es de verdad, el mal no existe, pero dios nos puede castigar si tentamos nuestra suerte. Eduardo:-Mira te puedes salir si gustas, no voy a dejar que me pase algo por tu ignorancia, así que vas a jugar o mejor aléjate. Liz enojada volvió a tomar la mano de Yxchell. Montse:- Continuando, Si el puntero se mueve para los 4 lados del tablero, signada que el espíritu es malo, si el espíritu apunta hacia el número 8 repentinamente, el espíritu malo está controlando el tablero, entre otras cosas que les iré explicando conforme vayamos jugando. ¿Están listos? Todos afirmaron con la cabeza que sí. Tomados de las manos Montse espero unos minutos para que la energía se concentrara en ellos y en el juego, sin tener en cuenta que no les menciono la forma de protegerse ni que deben de haber guardianes en el juego. Una vez que la energía se concentró, se soltaron de las manos y Montse les explico que deben elegir una mano para poner en el puntero, ya que jamás por ninguna razón deben de soltarlo, una vez que cada uno eligió su mano el juego comenzó. Pero Eduardo minutos antes había colocado el temporizador en su celular exactamente en 1:30 h por que al estar en el jugo se pierde el sentido del espacio y el tiempo. Montse:- ¿Hay algún espíritu o demonio presente? Nada. -¿Hay alguna presencia en esta habitación? No. No hay nada. De repente el puntero se empieza a mover a SI. Y Liz espantada pregunta ¿Quién demonios lo está moviendo? Nadie, responden todos. Y se regresa el puntero al centro otra vez. Montse:- ¿Nos puedes decir tu nombre? En ese momento el puntero se empieza a mover a NO. Montse:- ¿Eres malo? En ese momento el puntero se mueve a SI.
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Liz, Yxchell y Ely empiezan a entrar en pánico, empiezan a sentirse nerviosas, sienten que el corazón se les sale del pecho, y Ely empieza a llorar,-Yo ya no quiero jugar, no dice el nombre, pero si es malo, que clase que juego es este, ya no quiero. Montse:- Respira, nadie se puede salir, tienen que tener la mente abierta, le volveré a preguntar si nos puede decir su nombre. Montse:-¿Nos puedes decir tu nombre? El puntero se empieza apuntar a la B-A-A-L-Z-E-P-H-O-N. En ese momento sintió que su vida se venía abajo, el color de su piel desvaneció, sentía que toda la fuerza que tenía en el cuerpo se esfumada, su corazón latía con tanta fuerza que se le saldría del pecho y se quedó sin habla. Los demás al ver el aspecto que tenía montes le preguntaron ¿Quién es? Montse con un demonio quien es Baalsephon, Eduardo al ver que montse no podría gesticular una palabra, respondió: -Baalzephon se le ubica entre los más poderosos príncipes del infierno. Originalmente era un Dios Fenicio (Caananita). Fue el demonio que poseyó a una monja Ursulina en Provenza en 1610. Todos empezaron a dudar, pero Eduardo les dijo que por ningún motivo soltaran el puntero, porque al saber que era un demonio del séptimo infierno, cualquier cosa podría pasar, pero de repente se encendió la televisión, pero no tenía señal, entonces empezó hacer un ruido extraño, el olor de la habitación era putrefacto, olía como si alguien se hubiera muerto. Eduardo empezó a decirle a montse que reaccionara, que le preguntara que si venia por alguien o algo así. Montse:- ¿Tienes la intención de apoderarte de alguien? Nada. ¿Tienes la intención de apoderarte de alguien? En puntero se dirigió hacia SI. ¿Podrías decir el nombre? Yxchell: Estas loca!!!!!! Por qué demonios le preguntas eso, y si es a ti, ¿qué aras? Montse:- ¿Podrías decir el nombre? El puntero empezó a moverse a la letra L-I-Z-E-T-H, en ese momento Lizeth soltó el puntero, y empezó a llorar. Montse:- Estas loca!!!!!! Que carajos acabas de hacer!!! La puerta se empezó abrir, una de las velas exploto, lastimando a Ely de un brazo, las Luces empezaron a parpadear, y una risa provenía del pasillo. Montse:- todos pongan el dedo en el puntero, trataremos de pedir perdón y salirnos del juego, pero justo en ese momento la ouija ya no estaba. Eduardo: Quien demonios tiene la ouija, no es un maldito chiste ¿Dónde está? Ya enserio dónde está Luis: ¿Dónde está montse? Todos empezaron a mirarse mutuamente, pero al ver que el salón no estaba, salieron al pasillo y al voltear hacia la entrada, ahí estaba montse, con los ojos en blanco y sangrando de la palma de su mano Montse:- ¿Me extrañaron? CONTINUARA…..
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El alma de Papá… Mirza M. Ahumada Palma 11/10/2019 Ese día inicio como todos, la misma rutina para llegar a mi escuela, solo que había algo que me tenía inquieta desde que desperté y no sabía el por qué; de esas veces como si presintieras que algo podría ocurrir. Llegue a la ESEO,pero el día se notaba diferente la escuela estaba muy vacía casi no había luz en los pasillos, vi a mis amigas, y pensé concéntrate nada va a ocurrir tienes un examen importante así que enfocate en ello, después de eso tuve mis clases normales pero todavía me sentía con esa inquietud que no me dejaba estar en paz. Al salir de la escuela caminando hacia la parada del camión recibí una llamada de mi papá preguntándome que tal mi día, que si todo bien, que me amaba y que quería verme para platicar sobre nosotros, solo que percibí un detalle en él, lo note muy amoroso, tranquilo y hablando en un tono de arrepentimiento. Sinceramente me extraño mucho la llamada y la manera en la que me había hablado y pensé que algo había pasado. En el camino de regreso a casa, el día comenzó a nublarse, una llovizna comenzó a caer, una pequeña neblina se empezó a formar y un frío que calaba los huesos se sintió. En ese momento mi mente estaba confundida iba sentada en el camión y de repente mi cadena que mi papá me había dado se reventó y la imagen de mi santa muerte se cayo, mi reacción fue de: ¡Carajo, ahora que esta pasando! Llegando a casa no había nadie solo los perros que estaban actuando de una manera muy extraña, ladraban sin sentido alguno, continuaba el mismo frío y parecía como si la neblina me siguiera; obte por llamarle a mi madre y entre sollozos contesto diciendo: - Hija estoy en la casa del pueblo necesito que vengas con urgencia.Toda confundida iba manejando en la carretera, pero a mi mente se me venían los recuerdos de los momentos felices que había tenido con mi padre como si él tratara de decirme algo o como si quisiera comunicarse conmigo. Al llegar sabía que algo andaba mal, mi madre me recibió abrazándome muy fuerte y me dijo: - Tu padre ha muerto, lo mataron en la milpa cuando venia hacia acá y su cuerpo estaba esparcido en todo el camino de terraceria. En ese momento quede en shock y le dije que cómo era posible si acababa de hablar con él. Me dijo que era algo imposible que todo había sucedido en la madrugada a la 3:00 am lo habían asesinado. Le enseñe la llamada que tenia registrada a la 1:55 pm y le dije que había hablado con él que quería platicar conmigo pero que lo había escuchada muy extraño como si estuviera bajo de un túnel y tuviera mucha interferencia que hacia que se le cortara la voz. En eso se nos acerco una persona anciana con aspecto espeluznante a decirnos que se rumora en el pueblo que las brujas al abrirse el portal que conecta a ambos mundos a las 3:00 am exactamente llamado tiempo muerto ellas salen a cazar a las almas que tienen deudas pendientes en esta vida la actividad paranormal entra en su
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máximo apogeo, demonios y espíritus se encuentran más activos a esa hora. La forma en que mataron a tu padre fue muy sádica al grado de no reconocer la cara ni el cuerpo de lo descarnado y descuartizado que estaba, solo sus tatuajes sirvieron para reconocerlo y da indicio a que una de ellas lo masacro hasta morir. ¿Pero entonces la llamada?... El alma de los que son asesinados sin dejar sus asuntos pendientes arreglados se la pasan penando, buscan ayuda para cruzar el portal y poder descansar tranquilos. En este caso mi padre al ver que sus actos no lo podían ayudar por ningún motivo a cruzar, trato de solucionar el problema que él consideraba más fuerte que era YO, ya que se sentía culpable por haberme descuidado, por no darme la atención necesaria , el sentía ese arrepentimiento en su alma, pero eso no lo ayudara en nada. Empece a juntar las cosas que habían sucedido, entendí el porque se reventó mi cadena y se cayo mi santa, el frío, la neblina, los recuerdos, eran señales que me estaban dando la noticia de que algo malo había ocurrido. La llamada que me hizo fue solo para despedirse y tratar de solucionar su problema. La persona anciana nos dijo que él ahora tendrá que penar hasta que pague su condena y si es que la llega a cumplir,mientras su alma estará penando y si no se quedara eternamente entre ambos mundos sin poder cruzar a un lugar mejor, y lo siento por ti pequeña porque lo soñaras noche tras noche, lo veras que estará en la oscuridad, en el frío, sufrir, suplicar, como lo torturaran y nadie lo escuchara hasta que llegue el día de su juicio final y las entes del lado oscuro decidan que harán con él, hasta ese momento descansara o seguirá con su sufrimiento… En ese momento la persona entre sombras oscuras, se iba metiendo entre las milpas, desapareciendo poco a poco y riendo como si disfrutara lo que había sucedido, hasta llegar al centro donde se veía una neblina muy espesa, gritando él jamas saldrá…
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Un amor fulminante Sepúlveda García Dulce Liliana 13 de Octubre 2019 Un ruido sonó, Dulce caminaba por los pasillos de la ESEO cuando de pronto al voltear hacia la parte trasera vio una figura que se esfumo de inmediato, por supuesto no le tomo importancia y decidió seguir su camino conociendo la Institución a la cual se acababa de incorporar. Ella era una joven de 19 años, de estatura baja, un cabello negro de Blanca Nieves, de tez morena clara, ojos brillantes y soñadores, tenía muchas aspiraciones desde el momento que logró entrar a Universidad, llena de vida y con ganas de ser la mejor estudiante, postularse en un buen empleo y por fin cumplir todo lo que alguna vez se había propuesto, entusiasta ante las situaciones adversas que había vivido durante toda su vida para poder llegar al lugar en el cual podría realizarse profesionalmente, así que desde el primer momento quería disfrutar de todo aquello que le ofrecía el plantel, recorriendo cada lugar con su cualidad de ser observadora y poder visualizarse en cada área y cuál sería su desempeño. Llegó la hora de entrar a clases, así que al adentrarse y observar a cada uno de sus compañeros rápidamente para ubicar en sus caras un gesto amable y poder iniciar un nuevo compañerismo, enseguida noto algo que llamó su atención que la logró desconcertar, pues al fondo del salón cuadrado, por la puerta trasera en la última banca doble había un joven solitario y con la mitad del rostro cubierto, la otra mitad de cara completamente llena de acné y de un tono rojizo, Dulce al momento de ver eso fijo la mirada en una de las bancas delanteras pegada a las ventas del salón, con una chica de cabello café rizado y que parecía estar muy concentrada en lo que estaba haciendo pero al instante le sonrió y sabía que se formaría una gran amistad, por lo cual la joven llamada Teresa inició una plática en la cual pudieran conocerse un poco mejor, sin embargo a pesar de que Dulce estaba muy emocionada de haber logrado una buena conexión con su nueva compañera no dejaba de pensar en el chico de la banca de atrás. Fue un día fluido y lleno de presentaciones en cada clase, y a la hora que le tocó a ese muchacho sólo dijo que su nombre era Adrián, no dijo una palabra más. Todo el salón por supuesto quedó perplejo e impactado porque tal vez no habían notado ni su presencia y lo más impactante la voz que a penas de escuchó al decir su nombre y no querer decir nada acerca de su proveniencia, ni edad, ninguna cosa que tuviera que responder. Dulce, conforme iban pasando los días notaba que de camino a casa alguien seguías sus pasos, sin embargo no le tomaba importancia, tal vez iba distraída y tenía sensaciones extrañas. Aunque todo comenzó a salirse de control pues ahora no sentía eso sólo camino a casa sino también en la escuela, en casa, ella se sentía diferente. Ya no tenía las mismas ilusiones de ir a la escuela, tal vez ni siquiera salir de levantarse de su cama. Algo estaba pasando en ella que no entendía ni comprendía pero prefería no platicarlo aún con nadie más, pues tenía miedo que nadie comprendiera su estado de ánimo y tal vez ni siquiera le creerían, sin embargo no podía vivir más así, tenía sudoraciones repentinas al escuchar cualquier ruido, taquicardia e intranquilidad. 78
Así que al llegar a su salón de clases al día siguiente, habló con Teresa, le pidió mucha discreción y que la entendiera porque necesitaba contárselo a alguien, Tere escuchó atentamente pero tenía un rostro de incredulidad que Dulce notó enseguida y prefirió evadir el tema y seguir con sus clases normales. Mientras tanto Adrián era un chico muy extraño e irregular, pues sólo asistía a clases cuando quería, casi nadie notaba su ausencia y creían que tal vez tenía problemas o quería cambiarse turno. Nadie sabía nada de él pues las únicas veces que habló fue en las primeras clases, pero nunca tenía contacto con nadie del salón, todos le hacían gestos de desagrado y lo excluían de cualquier tipo de trabajo o decisión. Al salir temprano de una clase, Teresa tenía unos compromisos y Dulce decidió quedarse un rato más en la escuela para terminar unas tareas pendientes, pero antes necesitaba ir al sanitario que estaba en el primer piso pues los de planta baja estaban cerrados en ese momento. Al pasar por el pasillo e introducirse a ellos, alguien la tomó por sorpresa del brazo, inmediatamente volteó alarmada que alguien la tomara y con la fuerza que lo hacía. Al girar su cabeza se atemorizó mucho más al tener tan cerca una cara completamente deformada, y se dio cuenta que era su compañero Adrián y trató de no demostrarle que había sentido repugnancia por él. El no dejaba de sostenerla y sólo le dijo que le alegraba tenerla como compañera y que esperaba que formaran una amistad, Dulce seguía impresionada con su rostro y la forma tan peculiar que la miraba, le parecía muy familiar ese rostro, pero no lograba identificar algo más, estaba asustada y no respondía a nada que le dijera Adrián sólo seguía paspada, a lo que él repitió varias veces sus preguntar incluyendo una nueva ahora que detonó aquella ocasión pues le dijo a Dulce que si quería que la siguiera acompañando hasta su casa, en ese momento ella reaccionó pero él salió rápidamente sonriéndole con una mirada fija. Ella no entendía nada de todo lo que le había dicho Adrián sólo tenía claro que él era el que la perseguía día con día, él era el responsable de que no pudiera vivir tranquilamente como lo había hecho siempre. Razonando eso, corrió hasta poder llegar a su casa, y notó una serie de mensajes en su celular pidiéndole disculpas con palabras amorosas que ella no entendía, sonaba el teléfono de su casa y era Adrián de nuevo. Dulce cerró las puertas de su casa, apago su celular y descolgó el teléfono de casa, no quería saber de nada ni de nadie, no entendía porque un chico que no conocía la había estado siguiendo desde un tiempo y ¿Por qué ella quisiera ser su amiga? ¿Por qué él decía que la acompañaba a casa? ¿Por qué le mandaba mensajes de amor? ¿Por qué a nadie le podía contar lo que le pasaba? Estaba segura que algo le pasaría esa misma noche. Tenía miedo y encerrada en su cuarto quiso dormir con una serie de calmantes que tenía desde pequeña después de un tratamiento psicológico al cual se había enfrentado a los 8 años. Despertó justo a tiempo para alistarse e ir a su escuela, no tenía planeado poder levantarse sin embargo un ataque de ira e intranquilidad la hicieron levantarse de un salto, tomar sus útiles escolares y antes de salir tomar un instrumento de su cocina que le ayudaría con lo que pretendía. Al llegar a su salón estaba Adrián diferente, pues esta vez no tenía la cara cubierta, parecía querer mantener conversación con uno de sus compañeros, aunque nadie le hacía caso, Dulce sin embargo parecía estar impaciente y esperaba que terminara la primera clase, en el momento que eso sucedió Adrián tomó sus cosas y salió, Dulce salió detrás de él sin que él se diera cuenta. Al dirigirse ambos a los baños que estaban casi en la entrada del plantel, ella decidió adentrarse al sanitario de caballeros y cerrar con pasador. Adrián al verla no se impresiono al contrario le hizo un gesto amable, una serie de preguntas y afirmaciones que Dulce no soportaba más, sintió que no podía más con la desesperación, las manos le sudaban e introdujo la mano dentro de su mochila, sacó un tenedor brillante que al momento de tomarlo sus manos temblaban y lo tomaba con más fuerza, Adrián seguía
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platicando normal y no se daba cuenta pues estaba de espaldas mientras se lavaba las manos, cuando volteó sintió un dolor desgarrador, pues un tenedor estaba dentro de su ojo izquierdo, la sangre brotaba y caía en chorros al piso blanco, de pronto otro dolor le aproximó en su abdomen de mayor magnitud, se debilitó y cayó al suelo. Dulce seguía apuñalándolo con el mismo tenedor en varias regiones de su cuerpo gritando y llorando a la vez, no estaba pensando en lo que hacía pero sentía tranquilidad al ver el cuerpo de Adrián totalmente cubierto por el color rojo de su sangre, sabía que nadie más la perseguiría ni le causaría conflicto ir a la escuela. Mientras tanto ella se lavó las manos y tiro por la ventana el tenedor. Se dio a la tarea de revisar su mochila del joven y lo único que pudo encontrar eran cartas en las que le declaraba su amor y fotos que él le había tomado en su casa y en cualquier lugar inimaginable, ella estaba desconcertada y tenía ganas de seguirlo apuñalando, también traía consigo un par de recetas médicas en las que afirmaban un problema psiquiátrico, medicamentos de todo tipo de tranquilizantes. Los mismos que tomaba Dulce, al leer todas las cartas obtuvo la información que él la conocía del psicólogo y que había estado en tratamiento juntos, él sólo quería ayudarla y salir con sus planes de seguir estudiando, también ahí confesaba que nunca quiso causarle algún daño, ella no sabía si lo que estaba leyendo era verdad pues recordaba perfectamente su estancia en el psicólogo y el tratamiento, pero no recordaba nada de lo que él mencionaba pues ella no lo conocía, quería entender la situación pero no podía concentrarse con el cuerpo de Adrián a un lado, que estaba llenando todo el piso de sangre. No quiso investigar más así que se levantó y salió con toda la tranquilidad. Avisó a las autoridades que un chico se había suicidado y se puso notas suicidas en su cuerpo, enseguida profesores fueron a ver el incidente y efectivamente. Ahí estaba Adrián con notas suicidas por todo su cuerpo, un tenedor que le pertenecía a Teresa. Finalmente Dulce siguió yendo a clases normalmente, sin temor que alguien la persiguiera nunca más. Decidida a borrar ese capítulo de su vida, tal vez ahora un poco sola pues Teresa había resultado culpable del asesinato de su compañero Adrián.
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28 de noviembre del 2019 Rocha Ahedo Brandon Iván 12/10/2019 diario: Hace mucho que no escribo, pero hoy volvió a pasar uno de esos episodios que según el psiquiatra debieron haber terminado desde que me empecé a tomar ese medicamento que me tiene todo el tiempo dopado y no fue así ; al principio creía que todo fue un sueño o fue Ian la verdad ya sabes que cuando el toma el control vuelve a los malos hábitos que los dos habíamos acordado que dejaríamos ya que si seguíamos así era cuestión de tiempo que nos descubrirán y nos metiéramos en serios problemas y aunado eso creo que esta vez abuso de esas sustancias que tiene bajo candado para que cuando yo vuelva no las encuentre y me deshaga de ellas. En fin, creo que para poder lidiar con esta ansiedad que me cargo tengo que decírselo a alguien y no es como que Ian sea de mucha ayuda y si le cuento a alguien de la familia lejos de ayudarme me van a ver de la misma forma que me veían antes de que aceptara que necesitaba ayuda profesional. Lo poco que recuerdo es que era un día como cualquier otro iba de camino a mi querida ESEO y justo a una estación antes de mi parada ,volví a escuchar todas las voces y lo que hice fue tomar mi medicamento como dijo el doctor , pero justo antes de que la ingiriera siento como alguien golpea mi mano provocando que se caiga, creí que fue porque el metro se detuvo para que la gente bajara en esa estación pero no , mi sorpresa fue ver a Ian enfrente de mi con su típica sonrisa sarcástica que tanto me molesta y en vez de explicarme por qué había desapareció hace más de 2 años sin siquiera despedirse y dejándome a mi tener que lidiar con su desastre, con un tono de burla me dijo que aunque quiera negarlo, ambos sabemos lo que realmente pasó, sinceramente a veces no entiendo lo que quiere decirme pero no me pondría a discutir con él en ese momento. Me puse los audífonos para tranquilizarme durante el camino y como siempre cuando me di la vuelta para bajar del vagón él ya no estaba, no sé que hará en todo el tiempo libre que tiene, aunque sinceramente no quiero saberlo. Tuve clase de Histología la primera hora, estaba tan concentrado hasta que la nada Ian estaba al lado de mío, era una clase bastante interesante pero era difícil concentrarme mientras él hace ese silbido tan irritante, sabe que me molesta pero si le pido que guarde silencio lo haría más fuerte, sólo le dije que el maestro se molestaría pero comenzó a reírse, así que opté por salir al baño, mojé mi cara y me quedé apoyado en el lavabo mirándome al espejo y nuevamente estaba ahí, detrás de mí, comencé a gritarle que saliera, que sería capaz de llamar al supervisor para que lo echaran ya que no asiste a esa escuela, probablemente no asista a ninguna pero tuve que parar porque no me había percatado de que había algunos chicos en los baños y salieron al escuchar el ruido, sólo se quedaron parados, mirándome como si estuviera loco, sé que me exalté, por eso decidí volver lo más rápido posible al aula.
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Al regresar al aula a mi clase de psicología donde tenía que exponer lo mejor posible ya que valía el 50% de mi calificación , a la mitad Ian volvió a aparecer en primera fila y empezó a reírse, a insultarme diciendo que mi grupo estaba consciente de que no sé de lo que hablo y que ellos también se burlaban de mi mientras estaba en frente, en ese momento todo se distorsionó en mi mente y escuchaba una ola de risas que invadía el aula confundiendo todo en mi mente así que salí del salón para tomar un poco de aire. Volví y el ya no estaba ,terminé rápidamente mi exposición puesto que no me preocupa porque sé que me irá bien en el examen. Llegué a la última clase que era anatomía y teníamos práctica, llegó un cadáver al laboratorio un lugar frio y sin color solía estar ocupado por los típicos modelos anatómicos sucios y desgastados por tantas manos pasamos directo a la primera mesa el cuerpo estaba tendido en una posición decubital el doctor presento al querido afortunado al igual que sus queridos utensilios pidió silencio debido a que íbamos a hacer una necropsia de este, el maestro comenzó a explicar mientras realizaba distintos cortes, presté mucha atención, pero en algún momento Ian me abrazó por detrás y me susurró al oído “todo está muy interesante, pero a ambos nos gusta tener el control, me estoy aburriendo, ¿por qué no lo hacemos nosotros?”. Inmediatamente comencé a gritarle que la última vez que tuvo una idea similar tuve que pagar las consecuencias y no lo haría de nuevo, esta vez lo delataría. Mientras peleaba con Ian sentí mi cuerpo desvanecerse, mi vista borrosa, mi grupo había desaparecido, cuando todo se volvió obscuro escuché la voz de susana preguntando por su suéter y a Ian respondiéndole que seguramente estaba en la oficina. Hace más de 2 años no había pasado esto pero volvió a repetirse, cuando volví a ser consciente mis manos estaban llenas de sangre, un poco mareado seguí el rastro hasta llegar a… no puedo creerlo que vi, era susana, no tenía ropa, estaba completamente desnuda, podía ver su interior, toda la sangre saliendo de su cuerpo y sentí que me faltaba el aire, sentía un dolor en el pecho pero tardó unos minutos y sabía lo que tenía que hacer, Si delataba a Ian me iría con él, me deshice del cuerpo, limpié el anfiteatro y llegué a casa. Por más que intento no puedo recordar como llegué hasta ese momento, pasó hace tanto que creo que una parte de mi mente bloqueó cada recuerdo y no puedo unir las piezas. Pero de lo que estoy seguro es que yo no lo hice... Ahora estoy aquí, nuevamente en mi cuarto, de madrugada, fume un poco para sentirme más tranquilo y poder unir todo esto antes de que lo olvide nuevamente, por eso lo dejaré aquí, sé que nadie lo verá pero en caso de ser necesario si alguien lo ve sabrá que no fui yo, no tuve nada que ver, sólo trato de proteger a Ian, no quiero que le pase algo malo, pero es que a veces entro en conflicto porque sé de que es capaz, sé que mató a esa chica aquel día lluvioso, se que hizo cosas horribles con su cuerpo, no es malo, sólo es un poco curioso pero se excedió y por más que quise tomar el control no me dejó hacerlo, pude ayudarlo pero no me dejó así que tuve que solucionarlo también. Al siguiente día todos lo sabían y preferí hacerme responsable para que no tuviera culpa alguna, sé que es bueno aunque el trata de convencerme de que fui yo, no sé si yo sería capaz de hacer cosas así, pero él siempre dice que ambos sabemos lo que pasó y hasta ahora creo entenderlo, quizá estemos más unidos de lo que yo creo, quizá en cierta forma somos uno mismo, quizá el tiene razón y puede ser que yo haya causado tanto daño a esas chicas, no lo sé querido diario… ¿Qué crees tú?
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El Virus Jessica Castañeda Zamora 13/10/2019 Al empezar esta historia no creí que llegaría a ser uno de los sobrevivientes de este virus, pero retrocedamos un poco para saber en dónde comenzó todo. Mi rutina empieza como todas las mañanas, despertar, bañarme y desayunar y alistarme para tomar la combi y al llegar al suburbano de Cuautitlán me di cuenta que para ser un día de la semana muy transcurrido no había mucha gente, pero pues x a mí, porque ya se me estaba haciendo tarde. En todo mi trayecto hacia la estación de fortuna, no había como tal algo que me alertara lo que estaba pasando, llegando a la estación de fortuna mi amiga Denisse ya me estaba esperando como todas las mañanas, como siempre nos contamos los que nos pasa en nuestro fin de semana, pero ella me conto que vio en las noticias que había cuarentena en varias partes de la Cuidad de México, y que tal vez iban a cancelar las clases, después de esa platica cada una se despidió y se dirigió a sus respectivos transporte, mi amiga Denisse hacia el metro y yo hacía los camiones. Llego a la ESEO todo parecía con normalidad, todos apurados por llegar a nuestros salones. Llegando a mi salón en el tercer piso, con mis compañeros y amigos, nos avisan que nos van a hacer un chequeo por seguridad y que van a cerrar la escuela por un peligro biológico. Yo estaba asustada, porque no sabía lo que realmente estaba pasando, mi papá me estaba marcando para saber si estaba bien y donde me encontraba, a lo que respondí, estoy bien papá y me encuentro en la ESEO con mis amigos y compañeros, mi papá al escuchar esto me dijo que me regresara lo más pronto a casa, ya que había zombies atacando la Ciudad de México y que todo el Estado de México era la parte segura en donde no se reportaban ataques. Las personas que nos estaban resguardando, nos estaban diciendo que no podíamos salir, que nos teníamos que mantener seguros en la escuela. Muchos de nosotros solo queríamos estar en la zona segura, para lo que hicimos plan de huida y estar en zona segura, lo primero que hicimos fue resguardar muy bien la escuela para que no nos atacaron de improviso, en segundo, fue conseguir armas punzo cortantes para poder estar seguros de los ataques de personas y de los zombies, y el tercer paso, era tener víveres y no perder la calma. Al tener nuestro plan elaborado, el profesor César les comunico a los demás profesores del plan y como mucho de ellos tenían carro, nos podrían transportar hasta la zona segura, muchos de ellos se negaron, ya que, por obvias razones no iban a exponer su vida, por lo que el profesor, pensó, que si todos nos íbamos en grupo iba a ser más probable que todos sobreviviéramos. Para poder salir de la escuela, tuvimos que saltarnos la reja de la escuela mientras nadie nos observara, al salir de la escuela nos percatamos que no había nadie en la calle, absolutamente nadie, por lo que, teníamos que ser muy cautelosos y sigilosos con los pasos que dábamos. Una de nuestras opciones en el plan era ir por metro, ya sea por Colegio militar y transbordar hacia Hidalgo, de Hidalgo hacia Guerrero, de Guerrero hacia Buenavista, y poder tomar el suburbano. U otra opción era obtener un transporte que nos llevara la ESEO hasta la estación de Fortuna, obviamente nuestra segunda opción se descartó. 83
Al estar caminando hacia el metro pudimos observar que había gente que estaba vagando sin rumo, a lo que todos asumimos que era un zombie, así que, para no hacer ningún tipo de ruido, todos nos esperamos un momento para poder pasar al metro y no cometer al error, pero obviamente eso no se pudo evitar, ya que, en el último instante que uno de los estudiantes de enfermería iba a pasar hacia el metro, el zombie lo logro ver y corrió hacia él para atacarlo, a lo que alerto a más zombies de la zona, lo lamentable fue que lo tuvimos que dejar atrás. Ya estando adentro de la estación del metro, pudimos observar que había un tren, sin tener experiencia en el manejo de un tren, el profesor, dijo que el manejaría, todos mis compañeros y yo, nos metimos en uno de los vagones, antes de que los zombies llegaran, ya estando en camino al tren pasando por las estaciones no dimos cuenta que había más sobrevivientes luchando, por lo que, al pasar por las estaciones tratábamos de rescatar a esa gente, obviamente teniendo perdidas, al llegar a la estación de Hidalgo, tuvimos que irnos por la}os rieles del tren, ya que este no contaba con un tren, todos teniendo miedo, por no saber qué es lo que nos encontraríamos en esa parte del metro, decidimos optar por salir y no arriesgarnos a que en la obscuridad nos atacaran y podernos defender. Al salir de la estación la calle estaba solitaria, sin ninguna alma que pasara, en nuestro primer momento fue ir por víveres y ver si podemos ocupar algún automóvil, en esa misma calle hay un Subway, en donde podíamos hacernos unos sándwiches y recuperarnos por el estrés y la ansiedad, del momento que estamos viviendo. A mis compañeros no los había podido distinguir y no saber quién seguía con nosotros, por lo que me tome un momento y recordar quien estaba, era Brenda, Karen, Ariana, Millie y Brandon, ellos eran los más cercanos que podía recordar, ya que había otros compañeros como Iris, Armando, Roxana, Alejandra los cuales eran mis compañeros, y otros más que eran de enfermería y gente que habíamos rescatado de las estaciones del metro, obviamente todos teníamos una cualidad que nos podía destacar de sobrevivir en este apocalipsis, por ejemplo había gente que no podía i defender, entonces eso eran lo que obviamente iban a morir rápido, y había otros que tenían cualidades se supervivientes, tal vez ellos eran los que llevaban el liderazgo y había otros que estaban en el punto medio como yo, no soy una persona que se enfrente a cosas pero sabía que podía sobrevivir si prestaba mucha atención a las cosas. Después de nuestro descanso sabiendo que estábamos cerca de Buenavista decidimos por buscar un automóvil, para que esto fuese rápido y sin perdidas, así que, decidimos sepáranos en dos grupos para poder buscar más rápido, con la única condición de que no bajamos a los estacionamientos, ya que podía haber zombies y no poder escapar de ellos. En el grupo en donde yo me fui, encontramos un estacionamiento, donde había varios autos, el problema es que no había llaves de repuesto o algún tipo de llave, obviamente no queríamos hacer sonar ninguna alarma, lo más rápido e idóneo fue romper rápido una ventana y quitar muy rápido la alarma para no hacernos notar, también lo que hicimos en ese estacionamiento fue quitarles la gasolina a esos autos, para no estar estacionarnos en gaseras y no tenernos que exponernos. Al estar esperando al segundo grupo nos dimos cuenta que nos estábamos rodeando de zombies, por lo que, nos dimos cuenta que nuestro segundo grupo había sido atacado por estos mismos, lo instintivo fue huir con el auto hasta dejarlos atrás, para que no nos siguieran. Al estar en el automóvil y pensar cómo es que vamos a llegar al estado sin llamar la atención, siendo el único auto que estaba funcionando en la ciudad. Sin saber qué es lo que estaba pasando por nuestras vidas, muchos de nosotros nos estábamos conociendo y al menos saber su nombre, también saber si ellos sabían cómo es que se estaba colapsando la sociedad, muchos
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obviamente no sabíamos que pasaba, algunos solo decían que varios agentes llegaban a sus oficinas y los estaban sacando, pero realmente nadie sabía lo que estaba pasando. Al llegar a los límites de la cuidad y el estado había muchos soldados que estaban resguardo la zona, así que, nos pidieron que nos bajáramos del automóvil y nos iban a hacer una pequeña inspección para descartar que estuviéramos infectado o que fuéramos portadores del virus, lo que obviamente todos aceptamos y nos dimos cuenta que uno de nosotros era portador sin que este presentara algún signo de malestar. Fue muy grande muestra sorpresa que esa persona estuviese con el virus y ver que podía ser una de las curas para las personas y poder ser inmunes, obviamente esa persona era yo.
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El arrastrar de sus pies Melissa González Son las 11:15 de la noche y estoy escondida en el último baño del primer piso, afuera se escucha el crujido de pasos, es ella, lo sé. Te explicare, me encontraba sentada en mi cubículo terminando de revisar algunos exámenes, por supuesto estaba cansada y con unos deseos inmensos de querer irme a casa. Para ser una noche de primavera, debo reconocer que hacia un frio terrible, e incluso aun con mis dos suéteres y mi abrigo puestos, era difícil mantener mi calor corporal. Seguramente mi esposo se estaría preguntando por mí, o quizá no, ha estado demasiado distante conmigo, él opina que invierto mucho tiempo en mi trabajo, que mis alumnos ya son de un nivel superior como para que yo tenga que estar al pendiente de ellos, que el hecho de quedarme horas extra revisando trabajos o pasando calificaciones solo implica un desgaste físico e incluso emocional para mí. ¿Cómo explicarle que ser Docente de la Escuela Superior de Enfermería y Obstetricia es más difícil de lo que parece? Me revuelvo el pelo negro y me paso la mano sobre la frente ancha y llena de marcas debido a los años, ya no es fina como solía serlo, mucho menos fresca, pero ese movimiento hace que disminuya un poco el estrés que siento. La pantalla del computador se pone negra dejando ver mi reflejo por unos momentos. Es curioso, soy capaz de percibir las bolsas que se colocan como sombras debajo de mis ojos negros, diminutos, redondos, cansados, inyectados en sangre gracias a las largas horas en vela, ni aun con todo el maquillaje que usara podía ocultarlo, si pudiera describirlos en una sola palabra seguramente elegiría intranquilos. Suspiro, y entonces me percato de lo alargada que es mi nariz, inclusive su punta redonda me parece algo nuevo, remojo mis labios estrechos, delicados, pintados de un color rojo demasiado brillante. Mis pómulos caídos hacen que mi rostro ovalado parezca mayor e incluso me atrevería a decir demacrado, las arrugas empiezan a aparecer en él, el aspecto jovial pronto desaparecerá completamente Cierro los ojos, no tiene sentido que piense en todas esas cosas, aún debo pasar calificaciones y firmar unos papeles, así que muevo el mouse hacia los lados para que la pantalla se vuelva a encender e intento en concentrarme, sin embargo, una ráfaga helada de aire atraviesa mi espalda, como una mano deslizándose por toda mi espina dorsal, giro mi cabeza, en un acto reflejo de mi ser, quiero decir, ya que no hay nadie pero me es imposible evitar buscar algo, ni siquiera sé qué, solo me surge la necesidad, observo mi alrededor, los espacios vacíos de mis compañeros me hacen recordar mi soledad, la oscuridad que traviesa las ventanas le dan una apariencia lúgubre a la academia y la luz que el foco proyecta solo reafirma aquel extraño escalofrió que se siente cuando uno se encuentra solo. Las paredes rosas intentan contrarrestar el efecto, no obstante, la humedad tan pesada que se distingue en el aire impide que sea efectivo. Regreso mi mirada al frente, donde tengo una vista completa de la academia de enfrente, sin embargo, por un par de segundos soy capaz de ver una silueta en el vidrio transparente. Me sobresalto, aunque rápidamente
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descarto la idea, probablemente sean ideas mías debido al cansancio. Tomo mi celular, revisando si tengo una llamada o un mensaje al menos de mi marido, pero nada, quizá está molesto. Me froto los ojos, con la intención de seguir trabajando, cuando escucho un ruido estrepitoso ruido; era como si un objeto hubiera golpeado fuertemente contra el suelo, como el arrastrar de pasos acercándose, era como un rumor penetrante. Sentí un escalofrió, seguro alguien se había metido a la escuela, debería llamar a la policía, pero antes de que mi mano alcance mi celular, el eco del llanto de una niña empieza a resonar por todo el pasillo. Mi corazón late al mil por hora, mis manos sudan, mi cabeza tiene demasiadas ideas para un minuto. Aprieto mis labios y me levanto, intento controlar mi respiración, estoy segura que mi sistema nervioso está listo para la acción de lucha-huida. ― ¿Hola?― Mi pregunta es estúpida, ¿En cuántas películas de terror no se ha visto? Sin embargo, casi puedo asegurar que tenía una leve esperanza que solo fueran imaginaciones mías. El pasillo estaba oscuro, la única luz procedente era de atrás de mí. ― ¿Hola? ―Vuelvo a preguntar, el ruido se detiene. Mis ojos tratan de enfocar algo extraño, pero fallan. Me quedo ahí de pie por unos momentos, esperando que el sonido vuelva a hacerse presente, pero no pasa, así que doy media vuelta, dispuesta a volver. Y entonces la veo. Al fondo del pasillo de las academias, justo frente a mí, en posición de cuclillas, con ojos grandes, saltones, apagados y sin expresión alguna, y sin embargo, podías sentir como te observaba, silenciosa, perturbada. Su tez pálida, fantasmal, y su cabello oscuro, sin brillo, mojado. Sus sientes negros, estaban podridos e incluso algunos ni siquiera estaban completos. Lo que más llamó mi atención eran sus pies descalzos, sucios, descuidados, sus uñas amarillas, demasiado largas, gruesas pero sin duda lo más alarmante era su espectral quietud, simplemente vigilando. Ni siquiera estaba segura de que respiraba. Sólo estaba ahí. Mi cuerpo estaba paralizado, mi boca seca, el aire parecía demasiado pesado para pasar por mis pulmones. Tenía miedo, y eso ella lo sabía. La luz se apagó y volvió casi de inmediato, sin embargo, esta vez, ella estaba de pie, dejando ver su cuerpo tan delgado que fui capaz de distinguir sus costillas. Y en una de sus manos sostenía un cuchillo. Comenzó a caminar despacio con ese arrastrar de pies, de manera encorvada, rodillas juntas y el cuchillo en lo alto. Di media vuelta y comencé a correr. Los pasillos me parecían largos y estrechos, la oscuridad dificultaba mi visión y el crujido de sus pies arrastrando me persigue. Bajo las escaleras, pero antes de llegar a los últimos escalones, tropiezo y caigo. Me duele, mi cabeza sangra, y logró verla a ella bajando, su forma antinatural, sus ojos desorbitados, deseosos de sangre, enloquecidos me miran con fascinación mientras baja aún más rápido las escaleras. Me levanto y corro hasta llegar al baño, encerrandome en el último cubículo. Subo mis pies a la taza, y cubro mi boca, haciendo presión con la intención de evitar gritar. Mi respiración agitada, mis manos sudadas, mi corazón golpeando mi pecho al mil por hora. Cierro mis ojos. Debido al silencio espectral, logro escuchar el rechinido de la puerta, su caminar peculiar, sé que es ella e incluso aunque yo no puedo verla, sé que ella a mí sí, puedo sentirla detrás mío, con sus ojos perturbados, observandome, sabe dónde estoy…
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Relato Alessandra Sandoval Arteaga 1OM2 #2 Ciudad de México, 13 de octubre de 2019 Érase una vez cuando yo Alessandra Sandoval Arteaga, una persona de estatura baja, tez morena, complexión robusta, en ese tiempo tenía 17 años de edad, tranquila aunque algunas veces cuando me sacan de quicio exploto, pero a pesar de todo sociable con todas las personas. Fue hace un año, cuando me encontraba caminando junto con mis primos y tíos en un bosque en el estado de Hidalgo, en un día cualquiera, en la temporada de invierno donde hacía mucho frío. Aquel día iba vestida con un pans y una sudadera y tenis, para poder caminar mejor en el campo y estar más cómoda. Todos estábamos agotados porque habíamos tenido un largo día, ya que pescamos en el río, y habíamos cortado fruta de la cosecha. Paso tiempo mientras que regresábamos caminando a la casa en donde nos hospedábamos, estaba casi hasta llegar al cerro, y la única manera que había para entrar al pueblo era caminando, no había oportunidad de llevar carro debido a la vegetación que no permitía usar otro tipo de transporte. Aquel bosque en el cual nos encontrábamos caminando estaba llenísimo de árboles, y debido a esto cuando se hacía de noche no se alcanzaba a ver nada. No llevábamos lámparas, pues pensamos que regresaríamos temprano a casa y no habría necesidad de utilizar ese tipo de objetos. Ya era noche, se escuchaban todos los animalitos, como grillos, murciélagos y solo se alcanzan a ver las luciérnagas que por cierto estaban muy hermosas, a falta de lámparas, prendimos todos las linternas de celulares, y otros prendieron sus encendedores para poder ver el camino para dirigirnos a casa. Mis tíos Heriberto, Alexis, Isaac, estaban de maldosos espantándonos y agarrando los tobillo de los demás, yo me iba riendo de sus bromas que ellos hacían a mis demás primos. También al momento de caminar íbamos viendo que no agarráramos plantas venenosas, o alguna serpiente de cascabel se nos acercara y nos fuese a picar. Ala vez íbamos atentos y observando todo, para que no nos fuésemos a perder o no nos cayéramos al rio, puesto que en esa temporada el rio crece, y las serpientes salen a beber agua en la noche, en pocas palabras era muy peligroso. Yo iba toda temerosa porque les tengo pánico a las serpientes, y luego iban contando historias de terror, así que yo iba agarrada de la mano con mi prima, pues pasaron algunos minutos más, y seguíamos caminando, resulta que íbamos mal en el camino y nos tuvimos que regresar nuevamente para retomar el camino que nos llevaría a casa. Ya todos íbamos desesperados y cansados, ni siquiera llevábamos agua o comida para ir comiendo en el camino.
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Decidimos tranquilizarnos en vez de ponernos nerviosos o de malas, porque sabíamos que no nos iba a ayudar ese comportamiento. Empezamos a escuchar después de un tiempo ruidos de los animalitos que habían salido a esas horas a comer, después de pronto se escuchó un gran silencio, a todos se nos hizo raro que de repente todo se calmara si había ruido. Entonces dijimos “Mejor hay que caminarle más rápido, y no se separen”, todos ya estábamos preocupados y temerosos. De repente se escucha como viene trotando hacia nosotros un caballo y uno de mis tíos grito “Tápense los ojos y no vean nada” todos hicimos caso, yo abrace a mi prima, luego volteamos rápido, y vimos que una persona iba arriba del caballo en medio de llamas, pero sentimos mala vibra, todos nos espantamos muy pero muy feo. Después de unos segundos el caballo con la persona se desapareció tan rápido. Mi tío no nos quiso decir que era lo que se había aparecido en el bosque hasta después de llegar a casa. Solo nos apuramos a caminar y todos permanecimos juntos, nunca nos separamos. Después de un largo tiempo llegamos a casa, la demás familia que se había quedado en casa estaban muy preocupados por todos los que fuimos a pescar, porque era demasiado tiempo en el que nos habíamos tardado en el bosque, luego no había señal para la línea telefónica así que no se podían comunicar con ninguno de nosotros. Luego nos sentamos todos en el comedor para poder platicarles en ese momento lo que había sucedido. Entonces mi tío retomo la conversación y nos explicó la historia del “Jinete en llamas” nos dijo, que es el diablo disfrazado de una persona normal el cual va acompaño de su caballo negro y grande, también conocido como un Nahual que puede convertirse en cualquier persona o animal, con la finalidad de hacer daño a las personas. Y se dice que cualquier persona que lo mire alas ojos es maldecido y puede llegar a morir en ese momento o pasarle una tragedia. Es por ello que mi tío nos gritó que “nos tapáramos los ojos, y que no viéramos nada”, pues si lo hubiéramos visto, y no nos hubiéramos tapado los ojos supongo que no estuviéramos para contarlo. Un día mi papá me había contado esa historia que a el también le sucedió en ese mismo lugar, pero nosotros nunca le quisimos creer porque pensamos que eran puras fantasías de él, lo cual resulto ser verdad lo que nos llegó a contar en un momento. Por eso sé dice “nunca se cree hasta que sucede” Y eso es totalmente verdad, nosotros no creímos hasta que finalmente nos sucedió. Todo esto fue un hecho bastante perturbador, realmente no se lo deseo a nadie, porque se siente una sensación de miedo muy terrible, es un hecho inolvidable.
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Relato Brenda Ibet Chávez Sánchez 12/10/2019 Érase una vez una adolescente llamada Brenda, quien aspiraba a ser enfermera y estudiar en la Escuela Superior de Enfermería y Obstetricia; era una niña muy sencilla con grandes sueños y aspiraciones a lo largo de su vida, en cuanto a su físico se podía distinguir por su estatura, pues siempre fue muy alta a comparación de sus compañeras. Ella para prepararse para el examen de admisión al Instituto Politécnico Nacional tuvo que pasar muchos desvelos y múltiples padecimientos de salud, pues acudía a un curso sumamente intensivo que le demandaba la mayor parte de su tiempo. En fin, fueron meses y meses de preparación. En menos de lo que ella pensaba se llegó el día del examen, acudió con ansias a la locación de este, al estar muy preparada, el examen se le había hecho demasiado fácil por lo que estaba segura de su resultado. Después de un tiempo, llego el gran día de los resultados, a las 12:00 am ingreso su número de folio al sistema y como se lo esperaba su hoja de resultado decía ¡Aspirante asignado!, salto de emoción y de inmediato le fue a informar a sus papas: - ¡Mamá! ¡Papá! ¡Me quede! - ¡Felicidades hija, sabíamos que lo lograrías! - exclamó su mamá. - Es necesario celebrar esto, mañana prepárense saldremos a celebrar- dijo su papá y fueron a dormir. Brenda se encontraba muy emocionada pues al fin había cumplido su meta, pero no se imaginada la trágica y terrorífica historia que iba a vivir en la ESEO desde su primer día en que pisara la escuela. Después de un mes ya había arreglado sus papeles y se encontraba inscrita en la institución, por lo que sólo esperaba el llamado para acudir al curso de inducción. Legó el 6 de agosto, por lo que acudió a su bienvenida, al acudir a la ESEO se percató de que era una escuela pequeña y tenía aspecto de hospital, solo que la diferencia a este es que los colores que predominan en ella son rosa y una especie de morado. Al entrar los mismos alumnos de la ESEO, sólo que, de semestres avanzados, indicaban que la bienvenida se llevaría a cabo dentro del auditorio; eran muy amables con todos, pero Brenda se percató de algo raro en sus ojos pues en la mayoría de ellos se mostraba un reflejo amarillo muy brilloso en contacto con el sol, mientras que en su piel se mostraban marcas muy raras y sospechosas parecía como si a todos les hubiesen rasguñado la piel en un enfrentamiento; sin embargo todo esto Brenda lo dejo pasar pues estaba invadida de emoción por su primer día.
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Después de 4 día por fin llego a término la semana de inducción sin ninguna irregularidad ni sospechas dentro de lo que pasaba en la escuela y ella solo se disponía al inicio de las clases, las cuales empezarían el próximo lunes. El lunes ya en la escuela, no tuvo ningún problema para llegar a su salón; al ingresar en él todos los nuevos compañeros de clase se encontraban muy alarmados pues varios habían admitido que los de semestres avanzados les causaban miedo debido a su aspecto, enseguida Brenda recordó que ella también lo había notado, sin embargo, no dijo nada y prosiguió a sentarse, escucho una plática entre sus compañeras: - El día del curso note que los de otros semestres me miraban raro, no me trataron mal, sin embargo, uno en particular me asusto muchísimo- muy preocupada comento Jessica. - ¿Qué fue lo que te asusto tanto? - pregunto Ariana - Pues uno de ellos, ya cuando la mayoría en el auditorio se había ido yo me encontraba terminando de llenar mis papeles del seguro y se acercó y me dijo “el estudiar aquí te traerá muchos problemas, que al rato ni tu misma te reconocerás”, no me dijo nada más sólo recogió mis papeles y se fue. Al llegar a mi casa se lo comenté a mi mamá, pero ella sólo me dijo que a lo mejor y se trataba de una broma pesada para asustarnos pues eran los más grandes. - Seguramente fue sólo eso, verás que nada malo nos pasara estamos seguros dentro de la escuela. Ahí termino la plática pues había entrado la profesora Angelina y les comenzó a dar indicaciones de la actividad que iban a desarrollar esa semana. - La actividad que realizaran esta semana será en equipos, consistirá en preparar una presentación de lo que representa para ustedes enfermería y porque es que quieren estudiar esta carrera, así que comiencen a armar equipos de 3 personas, mañana se comenzaran a presentar así que tomen en cuenta el tiempo y que rol asumirá cada quien. Como era el primer día todos se mostraban tímidos y nadie tomaba la iniciativa, sin embargo, era necesario moverse para no quedar sin equipo, Brenda como tenía muy cerca a las dos chicas que había escuchado hablar, les pregunto si querían hacer equipo con ella, amabas estuvieron de acuerdo y comenzaron con la elaboración de su trabajo. - Les parece que nos quedemos hoy a hacer la presentación, para tenerla lista para mañana en caso de que nos toque exponer y si no pues nos liberamos de trabajo- dijo Jessica. - Si, a mí me parece perfecto solo es cuestión de que avise en mi casa- comento Ariana. - Si nos quedamos hoy, espero que no salgamos tan tarde pues la escuela si me queda algo retirada de mi casa, pero sí sin ningún problema- dijo Brenda. Desde ese momento se comenzaron a llevar muy bien y por el resto del día permanecieron juntas. Llego el momento de la salida, por lo que se dirigieron a la biblioteca para comenzar el trabajo. Notaron que en el turno de la tarde casi no había movimiento en comparación a la mañana, incluso la escuela se encontraba totalmente vacía en los pasillos y sin ruido. El trabajo se les hizo un tanto pesado, pues se habían puesto a platicar para conocerse un poco más, eran ya las 7 de la noche y aún no acababan y ya se encontraban un tanto cansadas. 91
- Voy al baño chicas, ahorita regreso- dijo Brenda - Yo te acompaño, ya nos falta muy poco incluso ya sólo son las opiniones de cada una- dijo Jessica - Yo me quedo aquí y sirve de que voy adelantando mi opinión y terminamos pronto- opino Ariana. Se habían separado y fue lo peor que pudieron hacer, pues Ariana ya se encontraba sola en la biblioteca cuando de repente escucho a la bibliotecaria decir a una de sus secretarias - Ya es hora de irnos, ya casi dan las 8 de la noche y ya sabes que feo se pone el ambiente aquí. - Si, tienes razón ya vámonos, ¡Vámonos! Ambas salieron corriendo despavoridas, sin comprenderlo Ariana siguió con el trabajo, le entro una sensación de miedo pues ya solo se encontraba ella en la biblioteca y todo estaba muy oscuro, cuando de repente escucho a lo lejos una serie de ritos, sonaba muy espeluznante y le daba miedo acercarse, cada vez las voces se oían más y más fuerte, pero aguantándose el miedo fue en busca de esas voces. Después de tanto divagar por los pasillos encontró el salón de donde provenían las voces, se había encontrado con lo peor, pues era un rito invocando a Florence Nightingale pues en medio se encontraba su foto, todo el salón se encontraba invadido de flores negras y velas, mientras que los alumnos estaban alrededor formando un círculo y tomados de las manos, parecían que tenían al mismo demonio adentro. Había encontrado la puerta entreabierta por lo que le daba la vista perfecta para observar lo que pasaba ahí dentro, cuando de repente observo que una flama se levantó hasta el techo y se expandió por todo el salón, es ahí cuando apareció Nightingale y todos los alumnos se convirtieron en personas adultas las cuales eran atendidas por la “Dama de la Lámpara” y habían muerto por todos los descuidos y desconsideraciones en su época, algo tenían claro y era que querían justicia, fue tanta la impresión de Ariana que empezó a llorar no sabía que hacer pues sus dos compañeras no estaban con ella y no las podía dejar aunque también tenía miedo que la descubrieran y le pudieran hacer algo, sin embargo ya era demasiado tarde porque Florence se había percatado de su presencia - ¡Que haces aquí! - grito Florence a Ariana. - Nada, nada, perdón por interrumpir, por favor se lo suplico… ¡No me haga nada!, le juro que no diré nada de lo que escuche ni que la he visto. De repente Jessica y Brenda salieron del baño al escuchar los gritos y la voz de Ariana suplicando piedad, cuando vieron a Florence comenzaron a correr intentando alcanzar la salida, pero eran demasiados hombres contra ellas, también alcanzo a zafarse Ariana e ir con ellas, lo que no sabían es que todos estaban implicados en la venganza de Florence y los enfermos, cuando llegaron a la salida el policía cerro las rejas, impidiéndoles salir. Ellas gritaban y pedían auxilio, podían ver que la gente pasaba y circulaba por la banqueta, pero nadie las volteaba a ver ni les hacían caso. - Por favor ayúdenos, hay muchos hombres ¡Nos quieren matar! - exclamaba Brenda repetidas veces. - ¡Ayuda! ¡Ayuda! Por favor- gritaban desesperadas Ariana y Jessica. - Por más que griten, nadie las va a oír ya están condenadas. La regla número uno en la escuela es no te quedes tarde pues ya no regresaras a casa, ustedes pagaran todo el daño que sufrieron estos enfermos con todas las malas condiciones de su época - burlonamente dijo Nightingale.
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- ¡Ayuda! - gritaban las tres compañeras llorando. - ¡Que no entienden ya están muertas! Ahora solo les queda cumplir su condena, me ayudarán a supervisar a estos enfermos todas las noches por el resto de su vida, no tendrán un descanso eterno ni satisfactorio pues sus cuerpos ¡Jamás los encontrarán! ¡Llévenselas! Esa noche lo habían entendido todo, pero demasiado tarde, cayo una tormenta horrible y a lo lejos vieron sus familias llegar llorando y preocupados por ellas, el policía les dijo que todos ya habían salido de la escuela que ningún alumno permanecía haciendo actividades. Ahora en la ESEO a las 8 de la noche se escuchan lamentos y se ve divagar a la dama de la lámpara acompañada de tres niñas más, en las cuales predomina un rostro triste y suplican ayuda. A mucha gente le ha asustado esto por lo que no permiten a sus hijas estudiar enfermería y mucho menos en esa escuela, pues se dice que tanto la carrera como la escuela están malditas.
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Octubre de terror. Manzanilla Campero Claudia Jimena. 13/10/19 Un día como cualquier otro, en la Escuela Superior de Enfermería y Obstetricia, pero en inicios del mes de octubre y como de costumbre empezaron los preparativos para el peor mes, el que todos esperaban y otros temían. Todo empezó hace dos años, cuando en lo que parecía ser un festejo más del día de muertos se convirtió en un caso que hasta el día de hoy sigue abierto por desaparición y homicidio de profesores y alumnas. El primer año, en la fiesta del terror en la unidad académica se hizo un gran evento. Ambos turnos, todos los profesores, todos disfrazados, bailando, disfrutando, comiendo, teniendo el espíritu que identifica a los alumnos y personal de la ESEO. Al dar la media noche, en el auditorio se fue la luz, las butacas empezaron a rechinar, se escucharon gritos y al prenderse la luz estaban en el escenario el profesor Naranjo de Fisioanatomía, el profesor Antonio de informática y el entrenador de básquet Alejandro Rosey, quién también era un alumno de ese entonces de tercer semestre muertos con lo que parecía ser un corte en la garganta, pero también había una mancha grande de sangre al fondo. Unos empezaron a gritar, a entrar en pánico y otros sin pensarlo subieron al escenario a ver como se encontraban los que estaban ahí. A la media hora llegó la policía, ambulancias, el forense y casi todos se habían ido a sus casas, atónitos y sin comentarios al respecto. Como cualquier noticia de esta magnitud estuvo presente en las noticias, con versiones distintas y más preguntas que respuestas porque resultó que a final del día no solo habían sido tres homicidios, sino que también había una desaparecida que según el charco de al fondo del escenario coincidían con los datos de la profesora de Fundamentos Marí Cristina. Nadie entendía el por qué alguien haría algo así. Las clases fueron suspendidas, pero se invitó a la comunidad de la ESEO que estuvo en el auditorio en ese momento a ir a dar su testimonio de los hechos. Después de seis meses sin respuesta, se dejó de escuchar del tema, pero algo desde ese suceso había muerto en los alumnos, profesores y persona. Un año después hubo alumnos del consejo que estuvieron a favor y otros en contra de hacer la fiesta del terror, pero la alumna Abigail Trejo dio la opción de hacerlo como un homenaje a quienes habían partido.
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Llegó el día y el homenaje se realizó, todos participaron y parecía que por un momento la ESEO volvía a tener esa chispa en sus alumnos y profesores. Todos bailaban, convivían, disfrutaban. A las doce, como un año atrás, en el auditorio por los hechos se reprodujo un vídeo con fotos recordando a nuestros profesores y alumno. Cuando de repente las luces se fueron, todo parecía repetirse. Todos gritando salieron del auditorio, se escuchó un vidrio romperse y el sonido empezó a reproducir muchas voces, no se lograba distinguir lo que decían, pero era frustrante, aturdía. Se prendieron las luces y para sorpresa de todos, en el escenario había nuevamente cuerpos los cuáles fueron identificados como Magally García, alumna; César Ornelas, profesor; dos encargados de intendencia y una mancha de sangre atrás, que después de las investigaciones coincidía con los datos de la directora de la Unidad Académica. ¿Por qué estaba ocurriendo esto en la ESEO? ¿Quién podría ser tan enfermo como para hacer eso? Los alumnos de la ESEO no se quedaron callados, nadie nos daba respuestas, pero incluso si el responsable estaba entre nosotros lo único que lograba era generar miedo así que alumnos de otras unidades se unieron a un gran movimiento para acabar con esto, para que a los familiares les dieran respuesta, para que alguien hiciera algo al respecto. Para no perder la costumbre, no hubo respuesta y después de seis meses todos hacían como si nunca hubiera pasado lo sucedido. Hoy estamos a semanas de la fecha en que después de dos años consecutivos se han perdido elementos, alumnos, padres, hijos. ¿Qué esperaremos este año?
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El fantasma de ELI 1OM2 #6 El fantasma de Elí una niña de provincia de excelente conducta desde su primaria hasta la preparatoria casi a término de su preparatoria empieza a indagar sobre sus estudios universitarios en compañía de una amiga y un hermano checan las carreras del politécnico siendo ya una señorita se da cuenta de la carrera de enfermería pensando en que este estudio le daría un gran aporte para el apoyo médico a la población de su pueblo ella con entusiasmo comienza su nueva profesión de enfermería en obstetricia y cuando comienza sus prácticas en la clínica la mandan diario a la escuela por las noches a entregar sus reportes a gestión escolar por las noches y los intendentes la veían con buenos ojos aunque les parecía una joven inexperta en el área pero finalmente no teniendo a quien más recurrir en alguna emergencia la aceptaron y la veían ir y venir a altas horas de la noche, pero en una ocasión la vieron entrar a el simulador pediátrico para realizar unas prácticas y ella llevaba su cena que contenía refresco y unas papas pero por su cansancio este le venció y callo el líquido sobre los enchufes provocando un incendio en el simulador provocando su muerte y su cuerpo quedo completamente desintegrado, después de reconstruir el simulador, un joven que realizaba sus prácticas a altas horas de la noche que estaba muy emocionado porque iba a poder ayudar a las mujeres en labor de parto en un futuro, pero en una ocasión un intendente que trabajo durante aquel fatal accidente vio entrar al chico al nuevo simulador le comento que no se quedara tan noche ya que a las 2 de la madrugada se aparecía una joven de buen parecer y prendía los simuladores geriátrico, y pediátrico y se reía cerrando todas las puertas y su silueta se veía como recorría todos los pisos para desaparecer al llegar a la puerta principal y le decía que era de una chica llamada Elí que murió en ese simulador electrocutada y sus padres no pudieron darle una sagrada sepultura ya que no encontraron su cuerpo quemado ni en cenizas , pero el joven contesto que el no era supersticioso, ni creía en cuentos de terror, por lo que no lo tomo en cuenta y en una madrugada escucho ladrar a los perros de los departamentos aledaños a la ESEO y el con un poco de temor, pero con una gran inquietud se asomó por la ventana de la puerta del simulador para ver si lograba ver de qué se trataba , vio pasar asustados, erizados y bufando a los gatos por el pasillo que corrían desesperados buscando refugio ,así que tomo la decisión de salir al pasillo, del simulador el joven, al no percatar nada , entra de nuevo al simulador ,miro sus zapatos y se dio cuenta que estaban manchados de sangre así que salió rápidamente de nuevo al pasillo y miro el suelo que había un rastro de sangre, y voltio su mirada hacia las escaleras que llevan al tercer piso y vio la silueta de una joven y recordando el relato del intendente le genero una duda ya que al joven le parecía una mujer real, y la siguió rápidamente observando con miedo que en cada paso que daba dejaba una huella de sangre y desprendía un olor a quemado así que con ímpetu le rogaba que se detuviera gritándole que era un enfermero y que podía ayudarla sin embargo la mujer parecía ida, solo caminaba hacia el frente con la cabeza agachada. Los rígidos y lentos movimientos con los que se desplazaba, hicieron pensar al joven que se encontraba muy mal herida, o con quemaduras de tercer grado que le ocasionaban el sangrado, sin en cambio parecía que no podía escucharlo, así que corrió para darle alcance. Pero para el joven no fue tan fácil llegar hasta ella, ya que realmente se movía más rápido de lo que parecía. Pero al estar más cerca pudo notar 96
que portaba un uniforme rasgado y su poca cabellera alborotada, lo que lo puso más nervioso al chico confirmándole que lo que pensaba de que algo muy malo le había pasado era cierto y trato de tocar su espalda sin en cambio su mano se traspasaba en ese momento, la silueta de la joven emitió un grito de dolor, provocándole que al joven se le erizaran los pelos se le puso la piel chinita y dio la media vuelta y salió corriendo del susto, al día siguiente por la mañana pidió su cambio para el horario de sus prácticas para la mañana pero en gestión escolar le dijeron que no era posible ya que los horarios estaban ya establecidos, así que el reunió a varios jóvenes para esa noche asistir todos juntos y el chico le conto al resto el gran susto que vivió la noche anterior pero estos se rieron de él, mientras realizaban sus prácticas se volvieron a escuchar los perros ladrar, el joven reacciono rápido y advirtió a sus compañeros que no se asomaran ya que podían asustarse y traumarse , que no salieran del simulador, pero estos desobedecieron ya que se sentían valientes y al salir se apagaron las luces del pasillo, de repente se cerró la puerta del simulador y escucharon unas risas acompañadas de un grito de dolor horrible, ellos del susto se abrazaron, en seguida se prendieron las luces al salir al pasillo para ver qué había pasado con la luz ,vieron subir la silueta de la joven pero estos del miedo no quisieron seguirla así que todos tomaron sus mochilas y llamaron un uber hasta la ESEO sin importarles su asistencia a sus prácticas en la escuela decidieron irse, y no presentarse más a sus prácticas, así que contaron a todos sus compañeros del salón el relato de la Fantasma Eli y su trágico accidente, que no ha podido conseguir descanso ya que no pudo despedirse de sus padres, amigos, profesores, etc., y su alma anda vagando por la escuela de la ESEO lo que provoca miedo, pánico a los que realizan prácticas o están en áreas de investigación por las noches, así es como se conoce el fantasma de la silueta de la joven enfermera que murió trágicamente dentro de sus mismas instalaciones de la escuela que con tanta emoción deseo desde que supo que impartían esa carrera en esa escuela.
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La noche de mi pesadilla 1OM2 # 07 10-10-2019 Iba por un pasillo silencioso y oscuro dentro de la ESEO pasaba por las diversas puertas de los salones, todas estaban cerradas hasta que llegue a la puerta de la sala de cómputo, toque inmediatamente sin saber porque hacía todo eso, al instante me abrio una niña con vestido rojo guinda me dijo entra, nunca pense que llegarias tan pronto ni siquiera que fueras a venir, al recordar como se veia adentro solo habia una mesa y dos sillas. Me invitó a sentarme, ella está enfrente mio y solo me observaba sin decir ninguna palabra después de un rato apareció un hombre alto con traje negro no se le veía el rostro puesto que traía su cara tapada, traía una copa llena de vino rojo muy espeso, de la nada me dio una necesidad de beber de esa copa que finalmente lo hice, la niña solo me miraba de una manera siniestra, me pregunto que me parecía yo sin pensarlo le dije que era lo mas delicioso que habia probado. Ella contestando de una manera burlona me dijo eso no es lo que piensas, despertandome abrí los ojos y en el techo vi apilados los cuerpos de todos mis familiares con el cuello cortado, donde la sangre caía gota a gota en una copa, pensando que realmente ya me habia despertado me levanté en seguida y fui a la cocina por un vaso con agua, al parpadear en un instante me encontraba en la calle, sin ningun coche alrededor, la calle estaba sola con demasiada niebla sigo caminando hasta llegar a un túnel sin ninguna luz dentro de él. Una voz en el fondo del túnel me llamada a que entrara, me decia que tenia que hablar conmigo que era algo sobre mi familia, algo que tenía que saber y que solo dentro del túnel me lo podria decir, decidí entrar sabiendo que no sería la mejor decisión pero era saber sobre mi familia asi que segui caminando lo mas que pude tratando de buscar un lugar del túnel con poco de luz pero en mi búsqueda solo hallaba mas y mas oscuridad sin saber hacia donde caminaba, de un momento me detuve y no podía caminar algo me detenía al piso, cuando levanté la mirada y vi que algo que venía corriendo hacia mi era algo parecido a un monstruo con alas, con cuernos por el miedo que entraba en mi cuerpo decidí cerrar los ojos por completo, apretandolos fuertemente para no atormentar más a mi cerebro y encogiéndome aún más para alejarme de ese horror que tenía por delante. Mi mama me hablo y me dijo despiértate hija ya es hora de ir a la escuela, yo no entendía lo que habia soñado, no tuve ni la menor idea si esa habia sido mi peor pesadilla hasta que al pasar el dia, durante las clases no paraba de pensar lo que había sucedido, pero di por sentado que todo había sido un sueño, tuve que bajar a la sala de cómputo porque tenía clase, apenas entre al salón y se me vinieron todas esas sensaciones que sentí durante esa pesadilla que tuve en la noche llore constantemente sin encontrar consuelo. El profesor decidió llamar a mi casa puesto que no podía yo regresar sola, porque tenía tanto miedo y me la pasaba gritando y diciendo que vendrían por mi que me iban a matar al igual que a mi familia así estuve durante altas horas de la noche, pues veía que el pasillo de mi casa se iluminaba de forma escalonada, como si pequeñas
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luces se activaran al ritmo de unos pasos que se acercaban. Después la puerta de mi habitación rechinaba, y dos extrañas sombras entraban para colocarse junto a mi cama. Las lágrimas salían de mi rostro, mi corazón latía con una fuerza mientras el sudor recorría mi frente y la angustia me mataba por dentro, pues el temor se había apoderado totalmente de mi, ya no podía estar tranquila ni un solo minuto, todo la noche me la pase despierta con tal de no volver a tener una pesadilla tan horrible como la que habia tenia la noche pasada, no podía cerrar los ojos, solo quería estar al pendiente para ver si volvía a ver esas sombras que empezaba a ver a las 9:00 P.M. pero lo que escuche enseguida me paralizó el alma. Una voz proveniente de la oscuridad me decia tu familia ya esta muerta y no te necesita, ahora estas sola sin ninguna ayuda, nadie podrá sacarte de esto nadie. Al escuchar esa voz que le decía eso, recorde que un mes antes habia empezado a leer un libro llamada la noche de mi pesadilla, ella siempre le gustó leer en voz alta y recordé haber dicho “En las noches nunca estas solo, siempre hay una entidad contigo.” Recordé lo que había sentido las noches pasadas. Y todo concuerda con el libro, decidí bajar y tomar un café, a los segundos escuche fuertemente un rayo muy cerca de la casa, lentamente subí a la habitación y sigue leyendo el libro, creyendo que al final encontraría alguna solucion para esto que estaba viviendo cuando entre a mi cuarto estaban todas las ventanas abiertas, estaba todo tan frío. Rápidamente cerré las ventanas ya que estaba lloviendo fuerte, termine de tomar mi café y deje la taza en el piso, segui leyendo el libro, pero en un momento sentí un llanto fuerte de una niña, era la niña que habia visto en la escuela, asustada vi la hora y apenas eran las 00:30 A.M. Ese llanto que se escuchaba cada vez era más fuerte, me levanté de la cama temblando y salí de la habitación corrí hacia la puerta y no la podía abrir, se empezó a escuchar el ruido de la puerta que estaban tocando, cada vez se escuchaba más y más fuerte, teniendo aún más miedo decide terminar de leer ese libro que me habia traído tanto dolor durante esas dos noches así que fui por el libro y finalmente lo termine de leer. El final decía todo lo que viste en esa pesadilla es lo que tu inconsciente quiere hacer con tu familia y habra un dia en el cual puedas lograr tu deseo.
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Masacre en la ESEO Nallely Yazmín Cuevas Vargas 13/10/2019 Había una vez, una chica muy hermosa de nombre Raquel, tenía 17 años, era alta, con rasgos finos, ojos grandes color avellana y una sonrisa que hipnotizaba a cualquiera que la mirara. A simple vista parecía una chica común, pero llenaba de luz a cualquiera que interactuaba con ella, irradiaba felicidad. A pesar de ser muy sensible, tenía bastante fortaleza, era empática, solidaria y muy amable con todo el mundo. Le encantaba la danza, especialmente las danzas polinesias y siempre vestía con crop tops y jeans a la cintura, a pesar de parecer extrovertida era muy calmada y se apegaba a las reglas de cualquier lugar al que iba. Aquella chica estaba por cumplir uno de sus mayores sueños, iniciar su educación superior en la ESEO. Estaba muy emocionada debido a que su meta en la vida era convertirse en una gran enfermera y salvar vidas, un pensamiento recurrente en aquellos que están en el área de salud. El día que visitó la ESEO por primera vez, no lo podía creer, por fin estaba en la escuela con la que había soñado. A pesar de ser una escuela pequeña, le resultó muy acogedora y le transmitía seguridad. No conocía a nadie allí, aun así se sentía como en casa, que encajaba. El ambiente era bastante agradable, todas las personas eran demasiado amables, tan lindos que era extraño. A pesar de la euforia que le provocaba el estar ahí, percibía una vibra extraña, algo que no estaba del todo bien, pero no le tomó importancia, era su primer día de clases y tenía que disfrutarlo al máximo. Raquel llegó a su salón y conoció a su nuevo grupo, el famoso 1OM2 y notó que era muy pequeño, estaba formado por apenas 10 personas, todas mujeres, creyó que quizá era una estrategia para dar atención personalizada y que cada alumno pudiera aprender adecuadamente. A pesar del poco alumnado, el salón era bastante amplio y estaba pintado en tonalidades salmón y lila. Tenía amplios ventanales en una de las paredes y las bancas constaban de una mesa larga y sillas para dos personas. Raquel, al ver que casi todas las chicas ya estaban en parejas, decidió sentarse al lado de una joven que le pareció amigable y con quien creyó podría tener una buena amistad. - ¡Hola! Soy Raquel, ¿cómo te llamas? -preguntó -Hola, soy Alejandra- respondió su compañera de forma indiferente No sabía porqué ella no estaba tan alegre como los demás ni era tan cortés, le había contestado el saludo y había respondido su pregunta, pero esperaba un poco más de amabilidad. A pesar de esto, quiso hablar más con ella para poder saber qué hacía que no fuera tan linda ni sonriente. - ¿No estás emocionada por hoy? Yo sí, es el primer día de clases y estoy muy nerviosa. -Preguntó Raquel - ¿Por qué no dejas de hablar y te vas a sentar con alguien que te trate mejor? No te conviene estar conmigo. - Dijo con recelo
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Raquel estaba muy confundida, Alejandra se veía amable a lo lejos, pero al intentar conocerla le pareció retraída e incluso grosera. Fue conociendo poco a poco a sus otros compañeros, hizo tres amigas, Claudia, Abigail y Carolina, todas eran muy lindas y siempre estaban sonriendo. A pesar de tener un grupo de amigas con quien pasar el rato, Raquel no estaba satisfecha, no paraba de pensar en Alejandra y en porqué era tan distinta a los demás. Estuvo observándola varios días y no interactuaba con nadie, solo se sentaba en la parte trasera del salón y escuchaba a sus profesores, al terminar las clases salía como rayo para evitar el contacto con los demás. Al pasar la segunda semana, Raquel llegó a la conclusión de que Ale no estaba molesta, sino triste y muy pensativa, esto lo notó debido a que la mayor parte del tiempo la pasaba observando a los demás y a su alrededor como intentando descifrar qué es lo que pensaban y en momentos solo tenía la mirada perdida y una cara de decepción por no haber logrado leer la mente de las personas. Raquel no podía de dejar de pensar en esta chica tan rara, así que un buen día decidió preguntarle a sus amigas, Abigail y Claudia, si sabían algo acerca de “la irrespetuosa”, como todos la apodaban; Claudia dijo que no sabía nada, pero Abi, ella sí que sabía algo. - Abi, ¿qué es lo que sabes acerca de Alejandra? ¿Es algo malo? - Cuestionó Claudia - No sé si deba decirles, es algo complicado. – Respondió Abigail - Anda, cuéntanos, prometemos no decir nada. – Insistió Raquel - Bueno, les diré. Mi prima recién se graduó de la ESEO, pero me contó que desde que iba en quinto semestre, cosas raras empezaron a pasar en la escuela, empezando con el mito de que una niña fantasma habitaba en el cuarto de desechos y se le escuchaba sollozar, por cierto, me advirtió que no debemos acercarnos, puesto que el olor de la basura es insoportable. Eso no es lo peor, alrededor de siete personas desaparecieron, entre ellas la hermana mayor de Alejandra, Adriana, quien estaba en tercer semestre. Aún no se sabe qué pasó con ellos, pero se cree que Adriana se fugó con un chico, pues, aunque nadie la vio salir de la institución el día que desapareció, la vieron forcejeando con un misterioso joven. - Dijo Abi susurrando - Eso explica la forma tan extraña con la que Ale se comporta. – Comentó Claudia En ese momento, Raquel decidió intentar entablar una conversación con Alejandra nuevamente, esta vez tratando de no ser tan alegre como de costumbre. Inmediatamente se dirigió al lugar de la chica y le confesó que ya sabía porqué estaba en la escuela y que entendía completamente su actitud. Alejandra estaba muy confundida, no sabía cómo su compañera pudo haberse enterado de eso, pero pensó que no le vendría mal un poco de ayuda. Le contó que ella estaba segura de que su hermana no se había fugado con ningún chico, porque se enfocaba solo en sus estudios y prefería no tener una relación que pudiera desviarla de ese objetivo, también le dijo que sospechaba de alguien perteneciente a la escuela, porque no había salido de ella en el momento de su desaparición y que se había inscrito solo para descubrir qué había pasado realmente con su hermana y quién era el culpable; Raquel no sabía cómo reaccionar, pero apoyó a su nueva amiga y le dijo que le ayudaría a llegar al fondo de todo. Quedaron de llegar muy temprano a la escuela al día siguiente, a las cinco de la mañana, a esa hora solo estaba la policía de la entrada, quien era la persona más amable y linda en el lugar. Acordaron esa hora para poder recorrer la escuela en busca de pistas que las llevaran a una respuesta lógica de las desapariciones, luego de recorrer todas las aulas y oficinas sin encontrar algún indicio que les revelara lo que pudo haber sucedido,
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decidieron arriesgarse e ir al lugar al que nadie que quería acercarse, el cuarto de desechos. Tenían mucho miedo, pues en parte creían que de verdad existía la supuesta niña fantasma y, aunado a eso, tendrían que soportar el olor a basura. Se acercaron temerosas, empezaron a escuchar sollozos y el olor era cada vez más penetrante, todo estaba obscuro y no sabían por dónde estaban caminando, el olor se volvió insoportable y dudaban que la basura pudiera expedir un aroma tan desagradable, eso olía como a muerto. Alejandra sacó su celular y prendió la linterna, lo que sus ojos observaron era terrorífico, vio a su hermana tumbada junto a otros seis cuerpos, cuatro de ellos destazados y uno, un joven, parecía desangrarse muy lenta y dolorosamente. Escucharon un ruido estruendoso, la luz se prendió y vieron a la persona menos esperada, la amable y linda policía, quien sostenía un cuchillo y les dijo lo último que escucharían en sus vidas, “nunca debieron entrar aquí”.
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Mi último día Pérez Trejo Abigail 13/10/19 Sí, desperté como todas las mañanas, mi cuarto era el mismo, estaba mi ropero abierto con alguna de la ropa que no había arreglado el día anterior, la puerta que daba al jardín estaba abierta y la brisa que podía sentir era fría pero me gustaba, desperté a las 3:00 am una hora antes de que sonara la alarma. Sentía mi garganta cerrada, sabía que sería el peor día y el último de mi vida. No estaba triste, simplemente quería que ya pasara todo. Mi madre me llevó al metro, estaba muy dormida para platicar así que solo se dispuso a desearme suerte en el día. Como todos los días llevaba mis audífonos de diadema y escuchaba la playlist Heavy Queens de Spotify, me quedé dormida pero me levanté justo antes de ermita. Magally como cada día había llegado antes que yo a la estación colegio militar. Platicamos de lo que había pasado el fin de semana, todo transcurría normal y monótono. Empecé a notar algunas diferencias en aquel día, las escuela era diferente, no entendía porque pero por alguna razón no quería estar ahí. Le comenté aquella sensación a Magally, sin embargo sólo reía y de alguna manera lo entendía pero sentía el miedo y frustración por no poder explicar que pasaba por mi mente. Aquel lunes llegó puntual la profesora Angelina, por alguna razón dijo que no se sentía bien y que teníamos una hora libre. Me pareció extraño. Mis amigas se fueron a desayunar pero me limité a decirles que no me sentía bien. Claudia permaneció conmigo porque tenía frío y no quería salir. Le pedí que me acompañara a la biblioteca, por algún motivo sabía que debía estar ahí. Sólo se me ocurrió ir mirar entre las repisas esperando algo, alguien o cualquier cosa que pasara. Primer momento que marcó hasta ese momento mi vida. Se escuchó una risa en los altavoces, algo inusual y poco divertido, era la risa de una niña, Clau se empezó a reír y yo no aguantaba ese ruido molestaba mucho mis oídos, me refugié en la esquina del último estante. Claudia no sabía lo que ocurría conmigo, pero empezó a notar que no se paraba la risa en los altavoces, le dije que se quedara conmigo, pero se negó. Me daba miedo todo, Clau se fue, y yo permanecí inmóvil. Llevaba mis audífonos en mi abrigo, en la bolsa interna, los coloqué y empecé a escuchar Gasoline de I Prevail, estaba sentada en el suelo, con las rodillas pegadas a mi pecho, nadie entraba. Cuando terminó la canción me puse de pie, ¿Por qué yo tenía que contemplar todas las muertes?, en fin, salí, las puertas estaban cerradas, caminé al auditorio donde vi la primer muerte, era ella… Aline, era la primer persona que conocí en inducción, me quedé viéndola, tenía las uñas de color rosa, sus labios estaban morados, su ropa rasgada, a su lado había un charco de sangre, sus ojos estaban abiertos, no había nadie que pudiera ayudarla, no podía sentir nada, por algún motivo sabía que eso tenía que pasar. No dije nada, no lloré, sólo salí con mucha delicadeza por la puerta que daba a las canchas de voleibol, otra vez no había alguien, no me sorprendía, sabía que ella me estaba observando, pero pasaban muchas preguntas por mi mente, ¿qué quería de mí?, ¿por qué yo? y ¿por qué yo sabía que me necesitaba y por ese motivo aún no me mataba? Después sabía a donde ir, tenía que 103
subir al laboratorio de fisioanatomía, algo que no estaba claro en mi mente es que vi a la profesora Angelina, estaba pálida, escondida en la pared que daba a biblioteca, donde se ubicaba la sala de usos múltiples, estaba en shock, no podía ni verme. Sólo seguí a su paso las escaleras estaban llenas de sangre, ¿por qué matar de modos tan trágicos?, por un momento pensé que era muy desagradable, quería sentir algo, pero no podía. Llegué al laboratorio la verdad no quise mirar el tipo de muertes, sólo miraba en frente y esquivaba los cuerpos. En el laboratorio, no había cuerpos, y si estaba ella ahí. Empezó a danzar a mi lado, en ese momento sentí lo que no había podido sentir antes. Me derrumbé, no podía verla a los ojos, era pequeña, tenía una falda azul y unos zapatos negros, mi mirada daba al suelo. Con voz tranquila y limpiando mis lágrimas le pedí que me dijera que necesitaba de mí. Le pregunté que si todos estaban muertos. Reía y se burlaba, sus cambios drásticos de humor me causaban terror, hasta que llegó Clau, ella veía todo, empezó a llorar y gritar. La niña se molestó y fue en ese momento cuando la vi a los ojos, era hermosa, era una niña pequeña de no más de 7 años, miró a Clau a los ojos y ocasionó que se empezara a convulsionar. Yo le rogaba que parara pero no lo hacía… disfrutaba el dolor, eso parecía hacerla más fuerte. Me dijo que me necesitaba para que viera todo, que mi cuerpo no lo necesitaba y que sólo quería mi alma, que fue una elección divertida y que ya quería llegar al infierno. Ahí lo sentí, estaba de nuevo en mi cama, estaba soñando, no lo estaba, simplemente sabía que era mi fin, ese día… ese día iba a morir. No podía cambiar nada, sólo me limité a cambiar el inicio, a despedir a mi familia y amigas. No se puede escapar de las tragedias, sólo podía cambiar algunos aspectos. El día transcurría de la misma manera, yo no creía en los espíritus que no lograban llegar a ningún otro lugar y se quedaban, esa era su condena. Los medios de comunicación dirían que fue una catástrofe inexplicable, y que las 365 muertes, fueron algo causado por el humano, las huellas detectadas serían falsificadas, por alguno de los muertos que lo describirían como un alumno con problemas, que comentarían que después de causar aquel daño, se suicidó. La única persona que sobrevivió (lector regresa a averiguar quien no murió) al contar la verdad la encerrarían en un manicomio. No me dolió si tenían esa duda, fue mi regalo a cambio de mi alma.
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Desastre total en ESEO. García Canchola Magally. 12/10/2019 Todo inició como un día común, me levanté a las 4:30 AM para poder arreglarme e irme a mi escuela. En el camino me percaté de que algo iba a ser distinto a otros días; una parvada enorme huía del sur y los gatos y perros callejeros corrían de igual forma en dirección a ella. Sin en cambio no le tome mucha importancia, al llegar al metro no había casi nada de gente y quienes estaban al parecer estaban muy enfermos y eran pocos los que se veían tan normal, seguí mi camino como si nada pasará en realidad, me encontré a Abi mi amiga, pues siempre del metro nos vamos caminando hacia la escuela y me contó que de igual forma noto reacciones extrañas en las personas, pero solo lo mencionamos y comenzamos a hablar después de las tareas que nos habían dejado anteriormente. Llegamos a la escuela y algunos de nuestros compañeros de la escuela en general presentaban esa misma enfermedad, tipo gripa, pero con los ojos rojos, unos con el tono rojizo más intenso que otros, tosían, estornudaban, se sonaban la nariz e incluso algunos se secaban pequeñas lágrimas que salían después de un gran estornudo. Al entrar a clases, faltaban muchos de mis compañeros y por lo visto el profesor de las primeras horas de igual forma había enfermado y no se presentaría. Joss y yo bajamos a la cafetería a ver que comprar, cuando de repente comienza un temblor, llenando de pánico a la escuela. De pronto varios en la escuela comenzaron a comportarse aún más extraño, se aventaban a los demás, los mordían, como si fueran unos zombies. Decidimos salir corriendo de la cafetería hacia el auditorio para dirigirnos a la salida, cuando un sonido estruendoso provenía del cielo, apareció un avión gigantesco y comenzó a lanzar bombas hacia la escuela. Me quedé paralizada viendo como se destruía primero el quiosco, lanzándome fuertemente hacia las ventanas de uno de los salones, impactada ante tal hecho, me quedé por un momento tumbada, sin ganas ya de levantarme. Siento como me levantan del suelo y me mueven para que reaccione, cuando me doy cuenta de que Rodrigo mi pareja estaba ahí y me decía que debíamos salir corriendo, pues su amigo Pablo fue por el a su casa y se dirigieron a mi escuela porque habían visto que varios aviones se acercaban a la ESEO. Al correr hacia el coche vimos desde la ventana como de las explosiones surgían unos aliens de 2 metros de altura, con armas poderosas que absorbían y ponía en frascos a los alumnos, al ver eso decidimos salir del salón y
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vimos que ya habían cerrado la salida, no teníamos a donde ir, sentíamos el fin cerca, cuando de repente uno de los aliens fue atacado por aquellos alumnos que estaban enfermos, logrando que el alien dejará a la deriva su arma, afortunadamente traía consigo 2 armas más, las cuales lanzaban rayos llenos de mucha energía, tanto que perforaba a los mismos alienígenas. Cada quien tomo un arma y corrimos hacia la terraza, pues desde ahí podríamos atacar de mejor manera. Al ir subiendo las escaleras tuvimos que matar a algunos de los alumnos, pues querían modernos y no nos dejaban alcanzar nuestro objetivo. Llegamos a la terraza y vimos como salía de una nave un gran rayo que solo encapsulaba la ESEO y del otro lado, en una pequeña parte de la ENCB se notaban a los alumnos sacados de onda, viendo todos los acontecimientos, pero no podían hacer nada, puesto que la vaya era tan poderosa que si solo se acercaban unos centímetros, la energía que emanaba les transmitía un calor tan intenso que su misma piel se arrugaba. Pero se nos hacía muy extraño que quienes estaban fuera del contenedor, estaban completamente sanos y ninguno estaba loco. Llegamos a la conclusión de que el rayo y el contenedor estaban enfermando a todos, para así llevarse a todos para cualquier cosa que ellos quisieran. Varios alienígenas comenzaron a subir a donde estaban, sin en cambio, logramos desarmar a 5, tomando así sus armas. Comenzamos a armar un plan el cual consistía en que mientras ellos me cubrían ante los alienígenas yo dispararía hasta destruir aquel rayo que nos contenía. Pronto varios de mis compañeros que seguían sanos y llegaban a la terraza para ayudarnos a desarmar y en seguida atacar a todos los alienígenas que quedaban. Juntos logramos destruir el rayo, haciendo que los alienígenas se comenzarán como a asfixiar y todos cayeron rendidos y sin vida al suelo. Finalmente tiramos al piso los frascos, logrando así que nuestros compañeros escaparan del frasco y al ya no estar dentro del contenedor, ya no presentaban síntomas de la enfermedad y así fue como los alumnos de la ESEO derrotaron a unos alienígenas y salvaron a sus demás amigos y compañeros. FIN.
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Las desapariciones Cruz Gómez Angélica Carolina 13/10/2019 Érase una vez una chica de nombre Angélica, de 1.58 de estatura, de complexión ancha, cara ovalada, llevaba puesto un pantalón de mezclilla negro al igual que su playera, unos tenis deportivos y el cabello recogido. Era una persona seria y callada, pero le gustaba convivir con los demás. Estudiaba en la escuela ESEO la carrera de licenciatura en enfermería y obstetricia, era un lugar de colores tristes y opacos por la noche y encendidos por la mañana, aunque el ambiente por lo regular era bueno y se percibía la paz y calma, en sus tiempos libres jugaba voleibol o lo tomaba como taller, a veces junto a sus compañeras iban a comprar comida fuera de la escuela. Este día era como cualquier otro, tenía varias clases, tareas para entregar y exposiciones, pero, aunque la escuela siempre tenía buena vibra, esa noche no. Estaba yendo a su última clase de las 9 pm del lunes junto a sus compañeras: Alejandra de 1.53 de estatura, de complexión un poco ancha y cara ovalada quien llevaba puesto un pantalón de cuadros gris, una blusa negra y zapatos negros de charol, Natalia de 1.50 de estatura, cara ovalada, complexión delgada, traía un pantalón de mezclilla azul claro, una playera rosa y unas botas nude, Laura de 1.48 de estatura, de complexión delgada y cara ovalada llevaba puesto un pantalón deportivo color azul marino al igual que los tenis y una playera blanca, Lizbeth de 1.45 de estatura, cara redonda y complexión delgada quien traía puesto un overol azul claro y una playera blanca con unos tenis negros y Yazmín de 1.65 de estatura, complexión delgada y cara ovalada, vestía un pantalón gris oscuro y un crop top negro al igual que sus tenis. Tenían que llegar hasta el tercer piso ya que estaban en la planta baja, era una noche fría y tenebrosa, sentían miedo y no sabían por qué, de repente todas las luces se apagaron y quedó completamente oscuro, todas gritaron y como pudieron se juntaron en lo más posible. La luz regresó y todo volvió a la normalidad aunque se les hizo algo extraño siguieron subiendo hacia el primer piso y se empezaron a escuchar ruidos extraños parecía que alguien estuviera arrastrando cadenas, se quedaron paradas en las escaleras hasta que ya no escucharon nada, de repente llegando al segundo piso volvieron a escuchar los ruidos pero esta vez era cerca de ellas, todas quedaron desconcertadas y Liz dijo -¿tal vez se nuestra imaginación?- ya que todas tenían miedo, así que siguieron subiendo hasta llegar al tercer piso donde las luces se volvieron a apagar y en la oscuridad volvieron a escuchar las cadenas que eran arrastradas junto a alguien que caminaba alrededor de ellas. Las luces se encendieron, pensaron que todo estaría bien, pero Laura había desaparecido se quedaron desconcertadas, corrieron al salón para ver si de casualidad Laura habría corrido así allá y estaría ahí con los demás de la clase, pero cuando abrieron la puerta, estaba vacío, se quedaron impresionadas ya que todos deberían estar ahí y se percataron que toda la escuela estaba en absoluto silencio. Alejandra dijo -al parecer estamos solas en toda la escuela-, todas asintieron con la cabeza pero con miedo por dentro ya que no sabían qué estaba pasando, Natalia dijo -tenemos que encontrar a Laura e irnos-, y un grito aterrador se escuchó del lado de la terraza, 108
aterradas fueron a ver qué era eso salieron del salón para poder ir a la terraza pero a simple vista no había nada y mejor pensaron en regresar, cuando se volvió a escuchar el grito, decidieron ir a ver hasta la pista de caminata y de repente vieron algo aterrador ya que encontraron a Laura tirada con la mirada perdida como si estuviera impactada pero ya estaba sin vida, todas salieron corriendo rumbo a las escaleras para salir de la escuela, pero las luces se volvieron a apagar para que cuando se encendieran alguien más había desaparecido, esta vez fue Yazmín todas se imaginaron en lo que iba a terminar, tal vez también la encontrarían sin vida, retrocedieron en las escaleras pensaron que lo mejor tal vez era quedarse en el salón y llamar por teléfono a alguien, seleccionaron un salón para refugiarse ahí, pero cuando ingresaron y cerraron la puerta las luces se apagaron nuevamente, Angélica dijo -que nadie se separe y se agarrarán de las manos- para evitar que alguien más desapareciera pero no lo pudieron lograr ya que Alejandra también había desaparecido cuando las luces se encendieron, se escucharon los gritos de Yaz y Ale afuera del salón, al salir y como lo imaginaron estaban muertas, tenían la piel azulada como si hubieran estado varios días en esas condiciones. Lizbeth dijo con una voz temblorosa -lo mejor es llamar en este momento a la policía-, los ruidos se volvieron a escuchar y sin importar Angélica saco su celular y temblando de miedo marcó al 911 para que las pudieran ayudar, lo puso en altavoz y esperaron hasta que alguien contestó, era una voz de mujer muy extraña y macabra la cual dijo -todas morirán- y colgaron. Quedaron muertas de miedo pero tenían que hacer algo, optaron por bajar hasta la planta baja para poder salir de la escuela, las luces se apagaban y prendían lo único bueno es que hasta ahora nadie más desaparecía, seguían bajando las escaleras, las cadenas se volvían a escuchar, llegaron al primer piso y se quedaron paradas ya no podían con el miedo los ruidos cada vez eran más intensos y no lo soportaban, de repente todo volvió a la normalidad o eso creían ya que las luces ya no se apagaban y los ruidos desaparecieron, les volvió un poco de calma al cuerpo y siguieron bajando hasta la planta baja y se dirigieron a la puerta principal, aunque cuando llegaron no había puerta en su lugar había una pared, se dirigieron hacia la otro puerta y cuando llegaron también vieron solo una pared, todas las salidas estaban igual, se dieron cuenta que estaban atrapadas, empezaron a llorar, pero de repente empezó a sonar su celular de Natalia lo sacó con mucho miedo y vio en la pantalla que era su mamá llamándola, pensaron que era su salvación ya que ella las podía ayudar, optó por contestar y lo puso en altavoz, pero cuándo la otra persona habló, no era la voz de su mamá sino la que había contestado del 911 y lo único que dijo es -sigues tu-, quedaron aterradas otra vez, no sabían que iban a hacer, regresaron a la puerta principal con la esperanza de que estuviera ahí pero no estaba, las luces se volvieron a apagar y cuando se prendió escucharon ruidos en la vitrina, voltearon y vieron que las muñecas se movían y tenían una aspecto macabro, corrieron hacia un salón para estar a salvo de las muñecas, cuando entraron todo estaba oscuro, una de ellas gritó, las luces se encendieron y observaron que Natalia no estaba, solo quedaron Angélica y Lizbeth, decidieron que lo mejor era estar en un solo lugar y esperar lo que fuera, así que salieron del salón y fueron a sentarse en las bancas del pasillo, esperaron pero nada pasaba así que Liz dijo -hay que volver intentar marcar a alguien-, Angélica no estaba muy segura pero era la única opción que quedaba y le dijo -llama a alguien de confianza-, Liz sacó su celular y cuando ya iba a marcar en ese momento sonó su celular, le estaba marcando su hermana justo a quien iba a llamar, Angélica y Lizbeth se miraron, Liz contesto y lo puso en altavoz, era esa voz nuevamente quien dijo -sabes que es tu turno- y colgaron, Angélica y Lizbeth empezaron a llorar nuevamente, pero no había otra opción más que quedarse ahí sentadas, pero Liz se desesperó y salió corriendo en dirección a la puerta, las luces se volvieron a apagar y a prender. Angélica ya no la vio y se escuchó su grito aterrador de lado de la biblioteca, donde estaba muy cerca de ella, sabía que este era su final y no sabía qué hacer, sonó su celular, era su papá sabía que si contestaba no sería
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él, así que colgó, volvieron a llamar varias veces, pero ella no hacía caso, las luces empezaron a parpadear se moría de miedo, las cadenas se empezaron a escuchar, se apagaron la luces sentía que alguien se dirigía hacia ella, cuando de repente sintió que su cuerpo brinco, ya que se había despertado, se dio cuenta que se había quedado dormida en la clase textos del profesor César, solo fue un sueño y sintió un gran alivio, ahí estaban todos sus compañeros, aunque sintió un poco de miedo porque ese día precisamente era lunes.
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Un asesino en la eseo Arcos Gutiérrez Valeria Montserrat 13/10/2019 Había una vez una estudiante de la escuela superior de enfermería y obstetricia de 18 años llamada Valeria, ella era de baja estatura, piel moreno claro, cabello castaño y ojos color café y que parecían tristes o cansados muchas veces, pero, aunque tuviera una mirada así siempre estaba alegre y le gustaba ayudar a quien fuera lo necesitara. Un día la maestra Paulina de psicología se había enfadado con el grupo y dejo una tarea que si no la hacia tenia mucha probabilidad de reprobar la materia, pero lo que Valeria no se esperaba es que su madre le hablaría por que las fuertes lluvias de un día antes dejarían sin luz todo el fraccionamiento donde ella vive, así que la idea de que tuvo ella fue quedarse después de sus clases a hacer su trabajo, al llegar las 14:00 pm se daría un aviso de que las clases se iban a suspender por que recibirían una noticia de que un asesino serial que atacaba escuelas asesinando a personal y alumnos después de las 18:00 pm y se lo último que se sabía es que sería visto cerca de las escuelas superiores del IPN en el CASCO de SANTO TOMAS, y se dijo que quien quería quedarse a hacer algún trabajo era capaz de hacerlo, que aumentarían la seguridad pero que no era recomendado. La decisión de Valeria fue quedarse, aunque sus amigos le dijeron que no lo hiciera, pero ella iba un poco mal en esa materia que no le importaba nada, cuando llego a la sala de computo, estaba llena parecía que a ninguno de ellos les importaba el asesino que rodeaba por ahí, la señorita de las computadores le dijo que tenia un turno dentro de dos horas, así que ella fue a comer y después a caminar por la escuela, dieron las 16:00 pm y regreso a la sala y cuando entro solo esta ella con dos profesores de la ESEO y 4 alumnos dos de tercero semestre que era una mujer y un hombre amigos y una pareja de último semestre. Valeria se apresuraría a hacer su trabajo, y cuando dieron las 18:00 pm estaba apunto de guardar su trabajo hubo un apagón en la ESEO, ella pensó que solo era en esa sala, pero al salir a ver a la señorita que atendía vio que no se encontraba ahí, así que entro a decirles a los que estaban con ella en las computadoras, los amigos se ofrecieron a acompañarla a buscar a alguien que pudiera prender las computadoras y ver si se podía rescatar lo que ya habían hecho. Al salir de la sala y recorrer la escuela se dieron cuenta que el apagón fue general en toda la escuela, pero ellas seguían aferrados a que el trabajo que habían hecho se podía salvar, así que siguieron buscando, y en eso encontraron a un policía que parecía asustado con mirada de que había visto a un fantasma o algo parecido, se acercaron a él y le preguntaron si se encontraba bien, y al responder el policía dijo que había visto a el asesino serial de las escuelas asesinar a la señorita de las computadoras. Valeria le pregunto que como era el ya que ella nunca había visto un retrato de el en las noticias ni nada, el dijo que era alto, con un pelo hasta los hombros color
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negro, que parecía estar débil ya que se veía muy delgado, dijo que en el momento que paso todo estaba muy oscuro y que después de eso corrió por su vida. En ese momento se escuchó a lo lejos un grito de una mujer, se apresuraron y corrieron hacia la sala de computo que era de done venia, y vieron que alguien había desaparecido de todos, era la única mujer que era novia de el chavo que estaba ahí, pero ¿Cómo había desaparecido? Su novio dijo que hubo un apagón repentino y que cuando las luces se prendieron no estaba Ya ninguno de los que estaba ahí ya sabia que hacer, ya que si salían se arriesgaban a morir intentando salir, mientras hacían un plan, se escuchó la bocino de la escuela en donde se escuchó a la chica gritar seguido de un “si no quieren que muera tienen que venir por ella”, se alteraron al escucharla, y el que se ofreció a ir por ella fue su novio, todos le dijeron que no fuera, pero a el no le importo, al salir se escucho otro grito que era del chico, se asomaron a ver y solo lo vieron de camino a las escaleras muerto junto a su novia. Ahora solo quedaban Valeria, los dos amigos y los dos maestros siguiendo pensando en lo que les iba a pasar, decidieron salir en grupo, ya que la mayoría tenia alguna habilidad, Valeria había practicado karate por lo que sabía defenderse, aunque fuera muy pequeña, uno de los amigos era jugador de americano, y la otra corredora y fue campeona, los maestros no tenían mucho que ofrecer, pero podían ser de ayuda en algún momento. Salieron de la sala y en ese momento, escucharon pasos pesados que bajaban de las escaleras hacia donde ellos estaban, corrieron hacia el otro lado a bajar por las otras escaleras y en ese momento escucharon un disparo de un arma, se detuvieron un rato, se voltearon a ver todos y todo parecía estar bajo control cuando cae al suelo uno de los maestros, ya no había nada que hacer así que muy tristes tuvieron que seguir corriendo, cuando llegaron al otro piso se refugiaron en el laboratorio de enfermería y obstetricia para ver si podían usar algo de ahí como arma. Al enterarse vieron varias cosas pero la verdad no sabían si les ayudarían, pero no se imaginaron que el asesino estaba oculto por ahí, cuando iban de salida del laboratorio, se escucho un segundo disparo y fue dirigido hacia el otro maestro pero él no murió ya que le dio en la pierna, pero iba a ser una carga para ellos por lo que lo curaron y lo dejaron prometiéndole que vendrían con ayuda si seguían con vida, salieron de ahí y como estaban muy cerca de las escaleras, bajaron corriendo hacia el otro piso pero ahora ahí no pararon, corrieron y corrieron pero eso no evito que el asesino atacara otra vez, ahora solo quedaban 3, Valeria, y los amigos, el asesino disparo a uno de los amigos “el chico” a el si le dio donde quería en la cabeza, matándolo inmediatamente, pero después de eso, el asesino por fin saldría ya que solo quedaban dos mujeres y eran vulnerables, ellas corrieron hasta llegar a la planta baja, pero todas las puertas estaban cerradas, ya no tenían salida, y escucharon como alguien se caminaba lentamente hacia ellas, ellas volteaban pero no veían a nadie, tenían muchos objetos pesados para lastimar a alguien pero ellas no sabían cómo era él ni como atacarlo. El se iba acercando poco a poco, no atacaba ni nada, ellas estaban muy nerviosas gritaban, pero nadie las escuchaba, a lo lejos se escuchaban las sirenas de la policía, el asesino no sentía miedo, se acerco a ellas y les dijo “son las 00:00 pm hasta aquí termino yo, pero para la otra no se salvan” y salió despacio de la sala, ellas estaban confundidas, la policía entro bruscamente haciendo explotar la puerta viendo a Valeria y a la otra chica, las acompañaron a la salida de ESEO donde las esperaban las ambulancias. Los policías les dijeron que no encontraban a el policía ni tenían rastro del asesino, y que antes de irse había asesinado a el maestro que estaba en el laboratorio, así que los policías dijeron que el policía no era identificado que nunca había sido visto en la ESEO y que era buscado por todos por ayudar a su “hermano” que era el asesino que estuvo en la escuela.
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Al siguiente día pensaron que ya había pasado todo pero las dos chicas recibieron cartas del asesino que decían “esto todavía no acaba con ustedes”.
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Relato 1OM2 #18 Era lunes, sonó mi alarma, no quería despertar, hacía mucho frío, mamá insistió en que me levantara, se hacía tarde…. Ante la insistencia de mi madre, decidí levantarme, fui directo al baño, no aguantaba más. El frío era tan penetrante que podía sentir todos mis huesos… me dolían. No sabía que ropa usar, así que me puse lo primero que encontré, tomé un café y salí de casa, cuando puse un pie afuera quería regresar de inmediato, pero mamá estaba plantada en la puerta, mirándome de una forma amenazadora, así que emprendí mi camino a la escuela. Yo era estudiante de la Escuela Superior de Enfermería y Obstetricia, estudiaba el primer semestre de la carrera, mi salón estaba hasta el tercer piso, odiaba subir tantas escaleras. Era demasiado pequeño, y nosotros éramos un grupo de treinta y seis personas. Sentía que estaba alejada de todo el mundo, porque, a pesar de que había una terraza, nadie subía. Ese día llegué demasiado temprano a la escuela, aún no abrían la puerta y tuve que esperar, el frío se hacía cada vez más intenso, sentía que me quemaba las mejillas, la niebla comenzaba a descender y cada vez veía menos. Eran casi las seis y media y no había nadie, los policías no abrían la puerta, el cielo seguía oscuro, comenzaba a asustarme, y la sensación de sentirme constantemente observada me intimidaba cada vez más… Eso creía la joven estudiante, sin saber que sus pensamientos eran acertados, pues a la cercanía un hombre de atmósfera misteriosa la acechaba desde hace varios días. La observaba con detenimiento mientras fumaba un cigarrillo y sonreía de forma retorcida. Finalmente, las puertas se abrieron y la chica entró, sintiéndose segura al fin… sabía que su institución la protegía ¡Que equivocada estaba! Ignoraba que aquel perverso ser entró tan solo unos metros detrás de ella. Poco a poco la distancia entre ambos se fue acortando hasta que él le dio alcance. - ¡Buenos días! - exclamó el conserje. Sonriendo de forma amistosa; la chica se sobresaltó y se limitó a asentir con la cabeza para después caminar hacia su salón, tratando de tranquilizarse. Al llegar al 318 se sentó en el lugar habitual, todo estaba en orden, la música que sonaba en sus audífonos y ese sitio en particular le resultaban reconfortantes, haciéndola olvidar el momento de tensión. No pasó mucho tiempo para que comenzaran a llegar el resto de sus compañeros y la clase diera inicio, por lo que decidió olvidarse del asunto. Todo marchaba bien, hasta que, en la última clase, el profesor de textos dejó un trabajo en equipo, para el cual la chica necesitaba quedarse horas extras en la escuela.
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Se encontraba junto con Laura y Liz en la terraza; escogieron ese sitio porque era demasiado tranquilo, sabían que nadie las interrumpiría, además, podían ingerir alimentos y escuchar música plácidamente mientras disfrutaban del aire cálido de la tarde. Terminado el trabajo, mientras guardaban sus cosas, se derramó una de las bebidas por accidente, Liz fue la primera en sobresaltarse y ofrecerse para ir al cuarto de intendencia a buscar un mechudo, pues ella fue la primera en estar lista para irse. Bajó al primer piso, no encontró al conserje y decidió entrar al cuarto, lo que no sabía era que en la pared del fondo había recortes de obituarios que explicaban la muerte de varias mujeres jóvenes convertidas en muñecas, además contaba con fotografías de algunas estudiantes del lugar, todas se caracterizaban por ser muy hermosas. Rápidamente recorrió las fotos con la vista, hasta que se encontró con una cara conocida, se trataba de su amiga, con quién hasta hace unos minutos estaba elaborando un trabajo, un intenso escalofrío recorrió el cuerpo de Liz… - ¿Te gusta lo que ves? - Preguntó de pronto una voz ronca con aliento exaltado sobre el hombro de la indefensa Liz. Laura y su amiga estaban en la terraza esperando a Liz, habían pasado ya 15 minutos, así que decidieron contactarla por mensaje: - ¿Dónde estás? ¿Conseguiste el mechudo? – Escribió Laura -No, sigo buscando. Adelántense, las veo mañanaAl día siguiente Liz no llegó a clases, esta vez la chica le mandó mensaje preguntando si estaba bien, la respuesta fue que Liz estaba enferma y no asistiría a la escuela. Terminadas las clases, Laura se quedó a su taller de canto y al concluir se ofreció a guardar todo el mobiliario y material que ocuparon, quedándose sola en el salón, cuando de pronto escuchó ruidos y fue a ver lo que sucedía. Al doblar el recodo de la puerta, un objeto que no pudo distinguir la golpeó en la nuca, haciéndola perder el conocimiento. Entrada la noche, la chica intentaba contactar a Laura para hablar acerca de la tarea, pero no obtuvo respuesta, asumió que estaba ocupada, así que no insistió más. Mientras tanto, en el cuarto del conserje Laura volvió en sí, estaba atada de manos y pies, un tubo que entraba por su boca funcionaba como mordaza y vestía un hermoso vestido largo y ampón, estaba perfectamente maquillada. Trató de gritar y de romper sus amarras inútilmente, de pronto de entre las sombras se escuchó una fúnebre voz: -¡Podrías aporrear esas cuerdas toda la noche y jamás lograrías romperlas!- Dijo de forma burlona, Laura comenzó a llorar, estaba aterrorizada. - ¿Te has puesto a pensar en el peligro que corre la belleza de este mundo al convivir junto con la inmundicia del mismo? Yo lo veo todos los días, es una pena ver como poco a poco se marchita ¡Me niego a dejar que eso pase!
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Él comenzó a mostrarle una serie de fotografías de chicas que se encontraban en su misma situación, salvo que ellas estaban inertes en una posición inusual, su piel lucia embalsamada y sus ojos no tenían vida; parecían muñequitas de aparador. El conserje desplegó un estuche de instrumentos quirúrgicos al tiempo que decía: -Esos idiotas del consejo médico me inhabilitaron por que no compartían mi aprecio por la belleza y la perfección, pero eso no me detuvo- Tras mencionar estas palabras, el conserje se acercó a Laura y abrió una llave de paso que unía la intubación en su boca con un contenedor de una sustancia desconocida. Poco a poco el cuerpo de Laura comenzaba a tener un aspecto plastificado, cuando sus fuerzas de lucha comenzaron a mermar, el conserje la desato, la puso en el piso y comenzó a modificar su postura, con extrema meticulosidad alineo su espalda en una posición erguida, hizo con sus manos un ademan muy delicado y dio a su rostro una expresión de felicidad y ternura, era una muñeca más para su colección. Durante los días siguientes la chica intentó contactar a sus amigas pero jamás obtuvo respuesta, no conocía a sus amigos cercanos ni familiares y por más que trató de buscarlas nunca más supo de ellas…
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El Pasaje Oscuro de la Biblioteca 1OM2 #20 Había una vez una joven de nombre Sunny, de estatura promedio y piel apiñonada. Un día iba camino a la universidad, pero no era cualquier universidad, sino que era la escuela Superior de Enfermería y Obstetricia (ESEO) del IPN. Era un día de noviembre nublado y lluvioso, hacia algo de frio, pero era tolerable. En el ambiente se respiraba un cálido aroma a tierra mojada. Ese día llego a la escuela y todo transcurrió normal, al término de las clases sus amigas Tawni y Zora le preguntaron que, si se irían juntas al metro, pero dijo que no podía, que se quedaría a estudiar para fisioanatomía porque tenía que estudiar unas cosas para el examen de fisioanatomía al día siguiente. Cuando estaba buscando un libro, tomo uno que estaba viejo y desojado pero que le dio mucha curiosidad por el empastado, al tomarlo se escuchó un ruido en la esquina, como si un librero se deslizara, en ese momento ella estaba sola en la biblioteca, los demás estaban muy concentrados en la sala de lectura. Volteo atrás, donde se escuchó el ruido y vio que se había abierto un pasaje secreto en el que se veía un pasillo oscuro. Un aire frío le recorrió la espalda y le erizo la piel. Temerosa, pero con curiosidad se dirigió al pasadizo, unos cuantos pasos adentro el librero se cerró a sus espaldas, pero siguió escabulléndose solo por saber hacia dónde llegaba y que misterios ocultaba. Mientras seguía caminando se percató con la luz de su celular que había puertas que estaban cerradas, escaleras infinitas y pasillos que parecían no tener fondo como un castillo tétrico de época pero que a ella le parecía fascinante. Siguió caminando y llego a una puerta que no estaba cerrada, la abrió y en su interior había una sala, los muebles eran muy rústicos y de colores oscuros, muebles que nadie en pleno siglo XXI usaría por pasados de moda, pero a su gusto eran agradables, en la mesa había candelabros con las velas encendidas, pero lo que más le llamo la atención fue el piano. Dejo el libro y su celular a un lado y se sentó a tocar el piano, tocaba la melodía del cadáver de la novia. Alguien entro a la sala y azoto la puerta mientras le decía - ¿Qué haces aquí? - atónita y espantado dejo de tocar el piano y se levantó rápido mientras tomaba sus cosas y volteo a ver quién había entrado. Al levantar la cara, vio a un chico de piel pálida, alto, ojos cafés oscuro e intrigantes con una mirada penetrante. Titubeo un poco y al mismo tiempo que le enseñaba el libro le dijo que solo le dio curiosidad el libro y fue así como llego ahí. El tomo el libro de sus manos, mientras ella le preguntaba que cual era su nombre, a lo que él le contesto que Chad. Chad le pidió que terminara de tocar la pieza que estaba tocando, a lo que ella contesto que era tarde y que debía irse. Tomo sus cosas y camino a la salida de la sala. El la jalo de la mano y le dijo que aún no le decía su nombre, sintió un escalofrió recorrer desde la punta de los dedos de su mano hacia todo su cuerpo. Ella le dijo que Sunny, el con una sonrisa asintió y le dijo que la esperaba al siguiente día para que terminara de tocar la melodía, Sunny solo asintió y salió apresurada del lugar.
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Al llegar a casa aun no podía digerir lo que había pasado. Les mando un WhatsApp a Tawni y Zora de que, si conocían a un chico de la escuela llamado Chad, a los pocos segundos le contestaron que no. Decidió no decirles nada, lo mantendría en secreto hasta que averiguara bien quien era Chad y por qué se ocultaba en la escuela y les cambio la conversación a como irían disfrazadas al Halloween de la escuela, ya que el 1 de noviembre era al siguiente día. Tawni iría de la novia de Frankenstein y Zora de momia mientras que Sunny de Vampiro ya que siempre ha tenido una fascinación por los vampiros. Al día siguiente se levantó temprano para ir a la escuela, al salir de su casa se abrigo bien por encima de su disfraz porque el día estaba peor que el anterior, con la única peculiaridad de que el inigualable olor a tierra mojada penetraba el aire. Llego temprano a la escuela y todos estaban disfrazados, algunos sus disfraces eran increíbles, así como otros eran muy chafas y tontos. Solo tuvieron la primera clase ya que todos estaban emocionados por el Halloween y les dieron el día. Tawni y Zora le dijeron que si aprovechaban para ir a desayunar a ESCA. Se fueron a ESCA a desayunar chilaquiles como siempre. Al regresar, en su lado de la mesa había un sobre algo peculiar, tenía un sello de cera roja y tinta, era una peculiar nota antigua que decía que la estaba esperando en el mismo lugar que se conocieron el día anterior. Ella se sacó de onda pues creía que lo que le había dicho era una broma, guardo bien el sobre con la nota en su bolsillo del abrigo y le dijo a Tawni y Zora que saldría un rato a biblioteca por algo que olvido el día anterior. Llego a la biblioteca y se dirigió directo a los libreros, tomo el libro viejo de ayer y se abrió el corredizo. Camino por el corredor hasta llegar a la misma puerta de ayer, abrió el cerrojo y paso. Chad estaba sentado en el sillón leyendo un libro, cuando la vio entrar dejo a un lado el libro y le dijo que la estaba esperando. Sunny solo contesto que estaba ocupada y que no creía que fuera en serio que las esperaba. Él le dijo que lo era y que esperaba que terminara de tocar la pieza en el piano, Sunny paso a sentarse en el piano y tocar la pieza. Sunny tocaba hermosamente el piano, era lo que le encantaba a Chad. Cuando termino de tocar el piano Chad le pidió que se sentara a su lado, Sunny temerosa hiso lo que le pidió y le pregunto qué porque estaba en ese lugar, que cual era la razón. Chad le dijo que él no era lo que creía, no era como los demás chicos y que si le decía la verdad ella se iría. Sunny estaba intrigada pero su curiosidad era más grande así que le dijo que no le importaba que le dijera las cosas. Él le dijo que era un vampiro y que desde el primer día de clases había sido su principal presa. Que estaba en ese pasadizo de la escuela porque después de la época oscura se fue a vivir a México para que no lo encontraran y construyo su castillo, pero después lo destruyeron y construyeron la escuela encima de donde antes estaba su castillo y él se quedó a vivir en la parte subterránea de la escuela y solo salía en la noche a beber sangre. Chad siempre observo a Sunny porque quería que quedo cautivado no solo porque era bonita si no por la delicadeza de tocar el piano y sabía que era la indicada para estar a su lado. Ella atónita quiso salir de ahí, pero él la jalo del brazo y la acorralo. Lo único que Sunny pudo hacer en ese momento fue llorar y suplicarle que la dejara, pero Chad le dijo que nunca que ella ahora le pertenecía y que no volvería ver la luz del día, que su nuevo hogar seria el pasadizo, que su lugar era estar a su lado. En ese momento se le vinieron muchas cosas a la mente a Sunny como que el en realidad no era como Edwar Cullen de Crepúsculo, que más bien era como los Vulturi, cruel y despiadado solo por tener compañía.
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Él le dijo que tarde o temprano aceptaría estar con él porque no tiene otra opción más que acceder a lo que le pide. Le dice que la dejara pensarlo un rato, Chad se va y la encierra en la sala. Sunny busca la forma de salir, pero no hay salida más que por la puerta ya que es un pasadizo subterráneo y por lo visto nadie tiene conocimiento de que este existe. Empieza a ver todas las alternativas que tiene y la única que le queda es acceder a lo que él le pide. Ese 1 de noviembre en el Halloween Tawni y Zora buscaron a Sunny, pero nunca apareció, nadie sabía nada de ella porque nunca salió de la escuela, buscaron y buscaron, pero nunca dieron con ella. Lo que, si es que ese pasaje existe y si escoges el libro preciso te dejara acceder a ese oscuro pasadizo de él que no saldrás nunca.
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Los zapatos mágicos Jazmín Ramírez Barona 12/10/2019
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Los zapatos mágicos Jazmín Ramírez Barona 12/10/2019 Era un día frio para Rosa, apenas había despertado y se daba cuenta que faltaban apenas 3 días para que el tuviera que partir de Ecatepec. No entendía porque la vida había llegado tan lejos y le molestaba el hecho de tener que dejar a sus padres y su hogar, pero Rosa aun así se sentía optimista, y creía que el semestre terminaría rápido y a apenas le daría tiempo de llegar a la casa de su tía Carmen a las afueras de la ESEO. Recordaba aquella casa una vez que, siendo una niña, había ido a visitarla con sus padres. Le había encantado que estuviera tan cerca del casco pues tenía un aire fresco, y muchos lugares cerca para comer. Pero Rosa también recordaba que aquella vez había visto algo raro en casa de su tía, al abrir un armario, que se encontraba en la sala de la casa, Rosa encontró una caja vieja la caja estaba hecha de madera y tenía un pequeño candado en donde estaban grabadas unas figuras que ella jamás había visto antes. Tomo la caja y la llevo hacia donde estaba su tía y le pregunto que era aquella caja su tía le pregunto: -“¿Quieres saber que hay dentro de esa caja?” Y dijo: - “Si tía Carmen ¿porque tiene un candado?” La tía Carmen tomó entonces la caja y le pidió a Rosa que la acompañara a la sala, se acercó entonces a un cajón que estaba en un pequeño buró y saco una pequeña llave, sabía que era aquella la llave del candado, pero le pareció una llave extraña pues tenía, al igual que el candado, unas marcas extrañas y parecía ser muy vieja. - “Lo que voy a enseñarte, es la única herencia que me dejo tu abuela antes de morir, ella pensó que yo le daría una nieta antes que tu madre, pero se equivocó, entonces quizá dejó esto para ti” Dijo la tía Carmen a Rosa. Rosa, no había conocido a su abuela, pues ella había muerto unos años antes de su nacimiento, lo único que sabía de ella es lo que le había contado su madre. Le había dicho que ella había sido enfermera, y que también era una persona sumamente feliz, también le dijo que su abuela tenía ropa exactamente igual para cada día de la semana. Lo único que no cambiaba jamás eran sus zapatos, que eran blancos y a pesar de tener mucho tiempo con el parecían nuevos cada día, ella pensaba que los cuidaba demasiado; también le dijo que su abuela habría perdido la razón mucho antes de morir, pues ella permanecía sentada en un sillón que estaba en su casa todos los días, no hablaba con nadie y solo se levantaba para comer, pues ni siquiera dormía en su habitación. A Rosa esto siempre le había parecido bastante extraño, pero no le daba importancia. La tía Carmen había tardado en abrir la pequeña caja pues el candado estaba oxidado del mecanismo y requirió de más fuerza abrirlo. Una vez que lo abrió le paso la caja a Rosa y entonces ella pudo ver lo que había dentro. 121
-“Pero tía Carmen, solo son un par de viejos zapatos” Recrimino Rosa. La tía Carmen con una sonrisa le dijo a Rosa: -“Son los zapatos que usaba a diario tu abuela, ella creyó que serían para mi hija, pero como yo jamás tuve una supongo que te pertenecen a ti, puedes llevártelos si quieres” Rosa entonces se decepciono pues había puesto mucho misterio sobre la caja y poca fue su sorpresa al conocer lo que contenía. Después de pensarlo un momento Rosa decidió que no iba a usarlos y probablemente ni siquiera le quedarían, entonces le dijo a la tía Carmen que se los guardara hasta que el tuviera edad para poder usarlos. Rosa entonces pensó que quizá en el momento que ella llegara a casa de su tía le pediría sus zapatos y probaría que tan bien le quedaban pues aquella vez el solo dedujo que no le iban a calzar. Aquel día su madre recibió la respuesta de la tía Carmen acerca de la llegada de Rosa a su casa. Ella le respondió con una carta que decía: “Querida Hermana, para mí es un verdadero gusto poder pasar un tiempo con Rosita, aunque para este momento yo creo que ya no es tan pequeña como la recuerdo, aunque no son las mejores circunstancias en las que me gustaría recibirla entiendo que este semestre le será más fácil en el lugar donde vivo. Adjunto una carta para Rosa, a esta que es para ti, pero te pido que se la des directamente a ella y que le des ordenes de que no la lea hasta llegar a mi casa, pues corresponden a las instrucciones para una sorpresa que le tengo preparada para hacer más cómoda su estancia en mi casa. Con amor: Carmen”. Rosa escucho cuando su madre estaba leyendo la carta, y le pareció muy intrigante la sorpresa de su tía Carmen, le pidió a su madre la carta que era para ella, pero esta le dijo que se la daría hasta el día de su partida. Rosa se sintió decepcionada, pero ahora tenía una razón para esperar su partida con un poco menos de tristeza. Entonces llegó el día de partir, se preparó con un vestido que le había comprado su madre para el viaje, sus cosas aunque pocas, ya estaban en una maleta que llevo hasta la sala donde lo esperaban sus padres, su padre siempre había sido duro como una roca, jamás le había mostrado sus sentimientos, sin embargo ese día, al despedirse sintió la primera muestra de amor que él le había dado jamás, pues lo abrazó y le dijo: -“Te voy a extrañar mucho hija” Aunque su padre no estaba llorando, Rosa reconoció la tristeza en su voz y tuvo la certeza de que su padre de verdad iba a extrañarla. Cuando se despidió de su madre ella ya estaba llorando, la abrazo muchas veces le beso las mejillas y le pidió que fuera acomedida con tía Carmen y que le diera sus saludos y le agradeciera por haberla recibido ahí. Llego el momento de subir al autobús que la traería hasta Santo Tomas, no fue un viaje nada entretenido, y Rosa permaneció dormida durante todo el trayecto, despertándose apenas unos 5 minutos antes de llegar a su destino. Al bajar del autobús recordó la carta con instrucciones por lo que decidió tomarla para saber cuál sería la sorpresa que le tenía preparada su tía Carmen. En la carta decía:
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“Querida Rosa. Yo sé que este paso es muy difícil para ti, y aunque sea en pro de tu educación, eh dispuesto algo que te hará más fácil la estadía lejos de casa y que espero te ayude a ser una mejor enfermera como hizo con mi madre; En la puerta de la entrada te he dejado una caja en la cual encontrarás más instrucciones. Te quiere siempre Carmen”. Fue un tanto extraño leer esto para Rosa pues la tía Carmen no era muy capaz de moverse por si sola por su tamaño, sin embargo apresuro el camino a la casa de su tía para saber de que se trataba esta sorpresa. Entonces llegó el momento de entrar, uso la llave que le había dado su madre para abrir la puerta y entonces entró. Su sorpresa al abrir la puerta fue enorme, puesto que ante sus ojos se encontraba... Nada. No había nada en aquel lugar, fuera de la fachada de tabique y el techo de lamina, no había absolutamente nada, solo una caja la cual reconoció Rosa automáticamente como la caja de los zapatos que había visto en su niñez y que fueran de su abuela. Corrió rápidamente a abrir la caja puesto que no había ni un solo rastro de la tía Carmen y buscaba una explicación ante tal situación. Abrió la caja que esta vez no tenía el candado y encontró dentro el mismo par de zapatos blancos, viejos, y destartalados con una carta encima en la cual se leía: “A mi niña, mi enfermera favorita, Rosita. Hijita, hace ya tres años que te fuiste de nuestro lado, y ha sido tan difícil de superar esta situación, quien diría que después de este tiempo sigo recordando ese día cuando te fuiste. Me siento culpable de no haberte acompañado a tu primer día, me siento terrible de pensar que alguien de tu familia te pudo haber hecho algo así, aun estando enferma debía haber sido más firme y llevarte a la escuela, no dejar que Carmen lo hiciera...” El corazón de Rosa le dio un vuelco, no entendía lo que estaba sucediendo ni porque había una carta escrita por su madre ahí, siguió entonces leyendo: “No sé porque tu tía hizo lo que hizo, no entiendo cual fue la maldad en su corazón, o si tuvo algo que ver con que nunca pudo tener hijos y que sentía envidia de mi y de mi hija la que sería enfermera como su abuela. Te dejo esta nota aquí donde te asesino a sangre fría tu tía, junto con tus zapatos de enfermera que tanto te gustaban porque eran los últimos que había tenido tu abuela, siempre te llevaré en mi corazón, y solo espero que tu tía Carmen este pagando por lo que te hizo, por lo que le hizo a nuestra familia. Te amará por siempre: Tu mami” Fue entonces cuando Rosa recordó todo, cuando revivió aquel día, el primer día que tendría clínica y que se había vestido de enfermera, el como la acompaño su tía Carmen a la escuela y antes de llegar la llevo a visitar
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la que según ella era la casa donde creció, el como la golpeo hasta matarla, el como sintió la vida salir de ella y pereció en las manos de su tía, la cual después se suicidó. Entonces Rosa salió de la habitación, esperando obtener una respuesta de que era aquello que había sucedido. Corrió por todo Santo Tomás, llego a Eseo, vio una gran ofrenda anaranjada y entonces lo entendió. Era 2 de noviembre, era día de muertos, ella estaba reviviendo sus últimos días y recordando como sucedió todo, no daba crédito a lo que veía ni entendía como dios la dejaba sufrir aun después de la muerte. Entonces escucho una voz detrás de ella que reconoció en un instante que, aun muerta, le enchino la piel cuando dijo: -”Al fin llegamos a la escuela Rosita, que tengas un maravilloso primer día”
Fin.
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Terror eterno Cano Ayala Montserrat, 1OM2 13 de octubre Hace varios inviernos había una chica llamada Rachel, era muy inteligente, tuvo un diploma de mejor promedio en la preparatoria, hizo su examen para poder ingresar a la escuela superior de enfermería y obstetricia, su esfuerzo resulto y logro quedarse. Su objetivo era conseguir un reconocimiento como en el nivel anterior, se esforzaba mucho, en el primer parcial tuvo en 10 perfecto en su calificación. Le gustaba la escuela, lo gustaba lo que estaba aprendiendo, le encantaba estar ahí. Un chico llamado Noah, le atraía Rachel, el sentía que estaba enamorado de ella, la veía todo el tiempo, intentaba hablarle pero ella se negaba indirectamente, y el comprendía pues siempre estaba concentrada en sacar buenas notas. A finales del segundo parcial la jefa de grupo llamada mariana organizo una fiesta de hallowen en su casa, Rachel no quería ir, no le gustaba, pero insistieron tanto que acepto, por suerte sus padres aceptaron también. Para esto mariana aviso que sería toda la noche, y podían quedarse en su casa, así como que tenían que llevar disfraz. Rachel estaba muy nerviosa, nunca había ido a una fiesta, tal vez a una de disfraces pero cuando era niña, no sabía que ponerse, no sabía que iba a pasar. Al final decidió disfrazarse de mujer maravilla, se veían bien, muy bien para ser exactos. Llego a la fiesta, y lo primero que vio fueron disfraces muy vulgares, de pronto ya no se sentía segura con el suyo, pero lo ignoro e intento animarse. Para su sorpresa Noah llego con su disfraz de superman, aunque no quería aceptarlo sabia que ese chico le fascinaba, no dejaba de pensar en lo sexy que era, también sabía que sería una distracción para su promedio, en ese momento no importo, solo no dejaba de pensar en el. La fiesta iba pasando como cualquier fiesta adolescente, alcohol, música, romances, Rachel en pocas palabras estaba asustada por lo que veía y para ser honestos ya había consumido algo de alcohol, de hecho más de lo que en su vida había bebido. Noah se acerco y coqueteo con ella, sin pensarlo Rachel se dejo llevar, en su inconsciente sabía que estaba mal, pero no dejaba de hacerlo. En la mañana cuando despertó tenía una fuerte resaca, no sabía lo que estaba pasando ni lo que había pasado en la noche, se levanto del sofá y se dio cuenta que todas las personas que estaban cerca seguían dormidas, decidió irse a su casa sin cuestionar nada, solo quería huir de ahí. Todo siguió muy normal en los siguientes meses nadie hablo lo que paso aquel día, ni siquiera noah, intentaba ya no acercarse a Rachel, el conocía las consecuencias de lo que había hecho, estaba confundido, pero no quería hablar.
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Rachel sentía que algo mal tenia, subió de peso, se marea cuando subía las escaleras, dormía sus horas y aun así sentía sueño, no tenía idea de lo que había sucedido, para quitarse de dudas fue a la biblioteca a conseguir un poco de información y dedujo que estaba embarazada, no lo creía hasta que fue por una prueba a la farmacia, y si, estaba embarazada. Tenía un caos en su cabeza, llevo a su casa, lloro toda la noche, pensó en como seria su vida, paso la peor confrontación de su vida, no sabía con exactitud quien era el padre, pensaba en que le dirían los suyos, no podía consolidar en sueño, quería morir, no quería que nadie se enterara, no sabía qué hacer, solo no quería estar ahí mas. El siguiente día llego a clases con los ojos hinchados, todos preguntaron, pero no quiso responder, noah se acerco y le explico lo que habían hecho esa noche, ella lo miro a los ojos, tan triste y a la vez enojada, quería tomarlo del cuello y asesinarlo, sin embargo se mantuvo y con toda la fuerza del mundo le pregunto lo que iban a hacer, el se quedo callado, después de varios segundos contesto que no la dejaría sola, que estarían juntos y tendrían al bebe. Ella se ilusiono mucho, le cambio el semblante, y asentó con la cabeza.Pasaron dos meses, y ya lograba notar su vientre, sus padres después de una larga platica apoyaron a Rachel, todo iba muy buen, en la tormenta al fin pudo verse un arcoíris, estaba ilusionada, quería a noah, ya sentía se había enamorado de él, todo parecía tan feliz. En una semana cambio todo, noah estaba siempre con mariana, los notaba juntos, siempre hablaban, y ya no la esperaba en la mañanas para entrar juntos a la escuela, ni siquiera en la salida para regresar juntos al metro, confiaba en el pero en el fondo olía mal, se sentía insegura. Un día noah y mariana subieron al segundo piso, ella sigilosa subió de tras de ellos, se quedo escondida detrás de un casillero, los observo hablando, empezaba a quedarse tranquila hasta que de pronto mariana beso a noah, un beso muy intenso, Rachel decidió interferir, le soltó una cachetada a noah y comenzó a llorar, en medio del drama camino más atrás de la terraza, se acerco a la orilla dio un paso y salto, todo paso tan rápido, ninguno de los dos pudo detenerla, miraron abajo, su cuerpo totalmente lleno de sangre, bajaron de inmediato, todos miraban a Rachel, se notaba que había muerto, el piso lleno de sangre, algunos cuentan que fue una escena demasiado asquerosa, decían que el bebe parecía verse en medio de esa sangre, profesoras lloraban, algunas otras en shock, un momento trágico. Noah pudo notarse demasiado deprimido las siguientes semanas, el amaba a Rachel, no entendía porque beso a mariana, la paso muy mal. Un día, muy cercano de la muerte de Rachel, noah decidió quitarse la vida de la misma manera que Rachel, simplemente se aventó desde la terraza, no lo pensó, tampoco quería seguir sintiendo el dolor de perder a su hijo lo peor es que él era el culpable. Todos miraban al cuerpo, nadie comprendía porque, una familia trágica lo nombró los mismos estudiantes. Cuentan que cada año, en la terraza de eseo justo el día que Rachel murió, ella se sienta en una de las bancas arrendando a un bebe, y se queda ahí sentada hasta que noah llega y caminan juntos hacia la orilla donde murieron, exactamente esa una semana al año, los alumnos prefieren no asistir a clases, suelen tener escalofríos, alumnas afirman que Rachel les pregunta donde esta noah, otras ven como ella misma se sienta a un lado como si estuviese tomando clases, es escalofriante, incluso viejos profesores que vieron el incidente platican que esa semana no pueden dormir, aunque algunos de ellos no estén trabajando en la escuela, sus almas no descansaran, el dolor de esos días fue horrible, dos suicidas en el mismo lugar, un corazón roto, un bebe que estaba por nacer, una infidelidad, nada volverá a ser lo mismo, esos días se recordaran toda la eternidad en la escuela superior de enfermería y obstétrica.
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Sueños que no son sueños 1OM2 No. 25 Hace mucho tiempo en la ESEO sucedió un evento que dejo marcados a los alumnos del grupo 1OM2. Yo estuve presente, y ahora les contare esta historia. Era un día normal, llegue alrededor de las 6:45 am ya que teníamos clase de Fisioanatomía y no quería llegar tarde; estábamos en fechas próximas de día de muertos así que nos estábamos preparando para celebrar en nuestro salón con un pequeño convivio, todo estaba bien hasta que de pronto sentimos como un pequeño temblor que poco a poco fue incrementando ; salimos desesperados; corrimos cuesta abajo, llegamos a la planta baja pensando que lo peor ya había pasado sin embargo nos percatamos de algo que no tenia explicación alguna. Ninguna alarma sísmica había sonado y lo peor de todo; estábamos solos en la escuela. De pronto escuchamos ruidos en los salones, las entradas estaban cerradas y ninguno de nosotros podíamos salir; se apagaron las luces, no entendíamos cual era la razón de esto, al principio creímos que los demás nos estaban jugando una broma pero no era así. Caminamos todos juntos ya que teníamos demasiado miedo de que algo pasara y no tardo mucho en que ese miedo se hiciera realidad, vimos que alguien venia a nosotros hacia ruidos extraños, le preguntamos qué estaba pasando pero no escuchamos respuesta, entonces salto sobre un compañero; no entendimos que pasaba pero a lo lejos vimos como le arrancó un pedazo del cuello, soltaba chorros de sangre y gritaba que lo ayudáramos pero el pánico nos dejó inmóviles no creíamos lo que estábamos viendo. ¡Zombis! Gritaron algunos y sin dudarlo empezamos a correr sin mirar atrás pero de pronto fue como si hubiésemos invocando una gran horda ya que escuchamos como venían y otros salían de la biblioteca, entonces nos empezamos a dispersar algunos se fueron a los pisos de arriba, otros a los baños y unos cuantos salieron a las canchas y se metieron al gimnasio, las compañeras gritaban pidiendo que todo esto fuera una terrible pesadilla pero no era así, esto era tan real como cualquier otra cosa o al menos yo lo sentí así. Quise contactar a los s demás por medio del grupo de WhatsApp pero parecía como si se los hubiera tragado la tierra, media hora después una chica respondió esto: - ¡Ayúdenme por favor!, estoy sola en el tercer piso. No sabíamos si contestarle o no; dejamos pasar un rato y le enviamos un mensaje, ella aún seguía con vida y nos suplico que fuésemos por ella tenía mucho miedo y no se atrevía a salir del salón ella sola por lo que acordamos que iríamos todos juntos sin separarnos en el camino. Con miedo y sin esperanzas de volver nos aventuramos, no tardo mucho para que lo terrible pasara; fue como si los zombis nos esperarán, salieron montones de un simple salón y en ellos iban incluidos algunos compañeros, no teníamos con qué defendernos así que corrimos lo más que pudimos al laboratorio de enfermería, agarramos bisturís, jeringas, tijeras, todo lo que nos ayudará a sobrevivir, planeamos como salir y llegar hasta el 3° piso; todo marchaba bien pero algo nos tomo por sorpresa, mis compañeros iban desapareciendo uno tras otro. No quería entrar en pánico como los demás
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pero era inevitable ver como tus conocidos se la clase se convertían en monstruos come carne, seres que ya no tenían razón ni vida y que sólo saciaban su sed de hambre. Pero era mi vida o la de ellos y a cómo pude empecé a matarlos, había visto tantas películas sobre esto seres que en mi mente sabía cómo matarlos pero nunca me imagine que esto se llegase a ser realidad, me temblaban las manos’ pero tuve el valor y con todas mis fuerzas les enterraba las tijeras en la cabeza o en los ojos, tratando de que no fuera mordida por uno de ellos, a pesar de todo mis compañeros y yo logramos subir hasta el último piso donde estaba nuestra compañera, se encontraba aterrada, en shock; le gritamos que se levantara y huyéramos de ese lugar pero seguía sin responder y en un momento de desesperación, Martin la cargo dándonos instrucciones de cómo salir sin hacer ningún ruido. Todo iba bien, es como si todos los zombis hubiesen desaparecido dejándonos libres con la esperanza de salir vivos de ahí y justo cuando pensamos que la pesadilla acabo algo nos dejo sorprendidos. Maritza quien era la compañera que rescatamos se empezó a reír macabramente y nos dijo: - Pobres tontos, ¿en verdad piensan salir de aquí? No entendíamos que quiso decir cuando de pronto la cara le empezó a cambiar, se convirtió en uno de ellos, ¡EN UN ZOMBI!; en cuestión de segundos le arranco el brazo a Martin dejándolo desangrarse y comiéndose sus demás extremidades, ahora lo entendía; ¡ella quería vernos muertos! Pero, ¿por qué?, solo escuche a lo lejos los gritos de los demás, no sabía qué hacer, en mi mente solo pensaba que ese era mi final, escondida en un baño y llorando ella me encontró, solo recuerdo que dijo: - nadie huye de mi, y tu no serás la excepción, solo cerré los ojos aceptando mi destino, desperté; todo había sido un sueño, que terrible pesadilla, cheque la hora en el celular; eran 6:45 am justamente la hora donde comenzó todo.
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Alma vendida Iris Selene Moran Cantoran 1OM2 #26 Era un viernes por la mañana en las instalaciones de la ESEO, en el tercer piso, todos los alumnos del grupo 1OM2 esperaban a que llegara la profesora Cristina, todos estaban ahí a excepción de un alumno que siempre era muy puntual, Armando. Llegan 15 minutos tarde, Armando, un chico grande y fuerte, muy valiente y al que siempre le valía todo, llegando con un rostro preocupado, asustado y muy agitado, todos lo vieron y se preocuparon, pues el chico “no era de esos”. Jair, su compañero, rápidamente se levantó de su asiento y se acercó a él, le dijo: - ¿Qué tienes? ¿Te paso algo? ¡Te ves muy asustado! A lo que Armando le contestó: - ¡Estoy muy asustado! Ayer en la tarde, cuando llegué a mi casa, frente a la puerta estaba tirada una ouija, observe alrededor para ver si no había alguien que me intentaba jugar una broma ¡Pero no! ¿Entiendes eso? ¡No! – Contestó alterado. Continuó - Decidí tirarla a la basura ¿Pero saben cuál fue mi sorpresa? Ahorita que llegué a la escuela, al sacar mi credencial vi que en mi mochila había algo que yo no recuerdo traer y miren lo que era. Con mucho cuidado y miedo, abrió su mochila y sacó lentamente la tabla de la ouija, todos se sorprendieron y se fueron acercando a verla. Entre todo el montón de alumnos alrededor de ella se escuchó una voz femenina y dulce que dijo: - ¿Y qué estamos esperando para jugarla? Todos voltearon a ver, era Lizbeth la que había pronunciado esas palabras, algunas se compañeras se sorprendieron demasiado, puesto que Liz era de las compañeras más tranquilas, pequeñas y que casi no hablaba, ella era incapaz de jugar con ese tipo de cosas. Al momento que Liz dijo eso todos comenzaron un alboroto y a discutir sobre la situación, cuando repentinamente alguien grito: - ¡Guarden silencio! – Con la voz entre cortada. Era la profesora Cristina, todos pensaron que los iba a regañar por el alboroto que tenían y tener ese tipo de juegos sobre la mesa, pero para su sorpresa… - No sé si sepan que es lo que está pasando, no sé si por eso tengan este alboroto o como haya sido su trayecto para llegar a la escuela, todo estaba tranquilo hasta que repentinamente muchas personas ensangrentadas y con comportamientos raros comenzaron a correr, algunas tratando de perseguirme, afortunadamente logre llegar hasta aquí. Tomo una respiración profunda, trato de controlar su cansancio y temor, entonces continuó:
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- Sépanse que no solo discutiendo entre ustedes se van a salvar, no van a solucionar nada, mejor preocúpense en ir pensando cómo le vamos a hacer para salir de esta, y que con los conocimientos que han adquirido nos sirvan de algo para nuestra sobrevivencia. Mientras la profesora decía esto, cerraba la puerta y frente a ella colocaba las sillas y mesas apiladas una tras otra haciendo presión, hasta que pidiendo ayuda a los alumnos acercaron el escritorio frente a la misma. - ¿Qué es lo que está pasando? – Dijo Melissa asustada y a punto de llorar. - ¿Qué acaso no notaron el desastre que hay en las calles? – Dijo la profesora. Todos negaron con la cabeza escuchando atentamente. - ¿Ustedes han visto las películas de zombis? Así, tal cuál como lo pasan en televisión está pasando ahí afuera. Ana, una compañera del salón muy tímida comenzó a llorar, pues entró en pánico. Algunos la consolaron y mientras el resto se asomaban por la ventana hacia el patio de la ESEO. Había mucho alumnos corriendo y gritando, unos ensangrentados y otros con apariencia putrefacta y encurriendo sangre de la boca trataban de morder a los compañeros, efectivamente, era como se había visto en las películas, inclusive mucho peor. Permanecieron ahí hasta el atardecer, sin saber qué hacer y muy asustados, tocaron la puerta, todos pensaron “Los zombis no tocan puertas”, todos dudosamente y con miedo comenzaron a quitar las sillas, mesas y el escritorio dejando libre la puerta para que pudiese abrirse. - ¿Quién eres? – Pregunto la profesora. Pero nadie contestó, tocaron con más fuerza. - ¡Contéstame! ¿ Quién eres? Si no me contestas no abriré – Pero nadie contestó. Decidieron abrir con precaución, muy lentamente fueron abriendo y lo que se encontraron afuera era una niña parada frente a la puerta, mirando el piso, cabello largo y un vestido rosa, alrededor de unos 10 años, pero no dejaba ver su rostro. - ¿Quieren salvarse?, La respuesta está en el jueguito que su compañero Armando tiene en su poder – Dijo la niña con voz sarcástica y sin dar la cara. La niña comenzó a reírse muy bruscamente, y caminado hacia el pasillo de la sala de maestro desapareció. Todos se asustaron mucho y rápidamente volvieron a cerrar la puerta y a colocar sillas, mesas y el escritorio. Hubo un silencio muy profundo en el salón, todos mirándose entre todos muy asustados, puesto que ya había anochecido, lo único que se alcanzaba a escuchar eran los gritos de auxilio y sufrimiento que provenían de la calle, al igual que gruñidos, eran las persona que trataban de sobrevivir afuera y los que ya se habían convertido. - ¿Y entonces? – Preguntó Melissa muy desconcertada. - ¿Pues que esperamos? No sabemos si es verdad lo que dijo esa niña, pero tampoco si es mentira, no sabremos hasta averiguarlo, yo no sé qué estamos esperando ¡Comencemos! o, ¿Es acaso que tienen miedo? – Dijo Lizbeth con una sonrisa en el rostro.
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Armando tomó la ouija y la puso en el centro del piso, todos muy temerosos y dudando se acercaron y se sentaron alrededor de ella. El juego comenzó. Tras una serie de preguntar y lograr contactar un espíritu que decía vivir por los rumbos del Casco de Santo Tomas, realizaron una serie de preguntas sobre lo que estaba pasando al mismo tiempo que sucedían extraños sucesos, se movían solas las bancas, compañeras se desmayaban, otras hablaban en otro idioma y con una voz engrosada, hasta que Armando decidió preguntar: - ¿Tú eres la culpable que esté pasando todo esto? La Ouija se movió formando la frase “El culpable eres tú”. - ¿Qué es lo que quieres de nosotros? – Pregunto Jair. La Ouija comenzó a moverse lentamente formando el nombre de “Armando” Todos voltearon a verlo desconcertados, entonces antes de que alguien lograra decir algo volvieron a tocar la puerta con golpes muy agresivos, ya era de madrugada, ya no había muchos sobrevivientes afuera. - ¿Quién eres? – Preguntó nuevamente la profesora. – Nadie contestó. - ¿Qué es lo que quieres? – Pregunto Jair molesto y temeroso a la vez. Lo único que se escuchó proveniente de afuera fue una voz dulce de una niña que murmuraba: - Armando, quiero a Armando, denme lo que me pertenece. Todos ya muy temerosos hasta ese momento decidieron distanciarse de Armando, hasta que él entre lágrimas y con voz entrecortada dijo: - Está bien, les voy a contar la verdad. Hace unas semana mi novia enfermó muy gravemente, los doctores ya me habían dicho que ella no pasaba de esa noche, yo ya la había llevado con muchos médicos, fui a pedir por ella a la Iglesia, pero Dios pareciera no escuchar mis ruegos, así que decidí ir con una secta q que me ayudaran a intercambiar mi alma con el demonio a cambio de que ella se salvara. - ¿Y qué fue lo que pasó esa noche? – Preguntó Ana. - Pasaron demasiadas cosas, fenómenos extraños, pero cuando terminó, todo parecía estar normal, mi novia logro sobrevivir, al siguiente día me marcaron del hospital que ella ya podía salir, pues parecía un milagro, pues ella estaba sana y nadie se explicaba cómo n es que había sucedido eso. Hasta el cuarto día, ahí fue donde no todo comenzó a estar del todo bien. - ¿Qué ha pasado contigo? – Preguntó la profesora. Armando contestó: - Pues después de unos días en mi casa se movían cosas como ahorita, aparecían mensajes en otro idioma escritos en las paredes, escuchaba pasos y voces y después de unos días de seguir con eso, mi novia decidió dejarme. A partir de ahí las cosas han empeorado y cada noche sueño con esa niña diciéndome que viene por mí. En seguida que Armando terminó de relatar los sucesos la Ouija se comenzó a incendiar y las bancas comenzaron a azotarse por todos lados, dándole lugar a que esos “zombis” que estaban afuera pudieran ir entrando poco a poco hacia el tercer piso, algunos ya entraban al salón. 131
Armando lloraba y decía que no quería morir, todos trataban de protegerlo poniéndolo a sus espaldas, mientras los hombres y algunas mujeres luchaban contra los zombis. - ¡Ahí viene de nuevo! – Exclamo la profesora Cristina al ver que la niña venia por aquel pasillo. - ¡Ya sé! Mientras nosotros detenemos a estas cosas todos corren a la terraza y cuando nosotros les demos la señal se acercan a cerrar las puertas y así todos estaremos a salvo otro rato más – Exclamó Jair. Todos hicieron lo que sé dijo, cuando todos estaban en la terraza se escuchó una risa muy macabra de tras de todos. Cuando voltearon a ver hacia atrás tremenda sorpresa que se llevaron. - Hay veces que no se puede confiar en nadie, gracias por cuidar lo que me pertenece – Dijo Lizbeth con una voz que fue cambiando de dulce a muy grave, la cara desfigurada y comando a Armando el cuello. Todos sorprendidos se perdieron impactados en lo que acababan de ver, cuando de repente escucharon un crujir, pues eran aquellos “Zombis” con cara de demonio que había logrado atravesar el vidrio e iban detrás de todos. - ¡Tenemos que seguir luchando! – Replico Melissa - ¡No te dejaremos solo amigo! – Dijo Jair Algunos comenzaron a luchar contras esas cosas mientras otros fueron contra “la niña” a tratar de salvar a Armando, quién estaba forcejeando. - Lo siento amigos, yo no pienso arriesgarlos por algo que fue mi culpa, afrontare las consecuencias – Contestó Armando. Entre una risa macabra que se fue dispersando en el aire, Armando dejo de luchar y la niña desapareció con él en los brazos. De la impresión todos dejaron de luchar con esas cosas con cara de demonio, ya los habían alcanzado, pero cuando desapareció la que pensaban que era Lizbeth con Armando en brazos, todas esas cosas desaparecieron, volviendo todo a la realidad y el sol saliendo en su resplandecer. Nadie comprendía lo que había pasado ese día, todos trataron de buscar explicaciones, porque a pesar de que todo desapareció la gente sabía todo lo que había pasado ese día, algunas personas desaparecieron. La novia por la que Armando tanto lucho enfermó unas semanas después extrañamente y murió, nunca más se le volvió a ver a él y ahora cada año se le conmemora a ese muchacho que a pesar de su gran equivocación fue valiente, y la risa de aquella niña y el llanto de ese muchacho no pasan desapercibidas en las noches en ese tercer piso que guarda una gran historia. FIN
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El cambio Torres Campos Brandon Alejandro 1OM2 Había una vez un joven que quería estudiar Medicina en la Escuela Superior de Medicina, era su sueño, sin embargo, tenía que luchar por eso. Para lograr su sueño, Alejandro tenía que pasar por tres etapas, las cuales tenía que realizar en la Escuela Superior de Enfermería y Obstetricia; la primera fase era aprender a inyectar con la enseñanza de alienígenas, la segunda fase era aprender somatometria con duendes y la última era hacer un electrocardiograma con la enfermera zombie reina, todas esas fase por 6 meses. Al principio, Alejandro le costó trabajo adaptarse a la fase 1, trabajar con alienígenas, eran de ojos grandes, piel de tipo reptil, con un español algo malo, no tenían cabeza grande pero eso sí, unas manos gigantes que no le permitían sostener jeringas. Para pasar la fase él tenía que dominar tres tipos de inyecciones, la subcutánea, la intradérmica y la intramuscular. Empezó haciendo la intradérmica en uno de sus compañeros aliens, él sostenía la jeringa muy inseguro de él, ya que no conocía la anatomía de la piel de un alíen, él cerró los ojos y recordó todo lo que había estudiado, tenía que dejar sus miedos atrás y seguir, abrió los ojos nuevamente y sin pensarlo él inyectó a su compañero, este, se elevó y una nave se lo llevo, eso significaba que el proceso había sido perfectamente bien. Para la segunda inyección (intradérmica), él inyectaría a la directora enfrente de todos esos seres de otro planeta, el preparó todo el instrumento de una manera nerviosa, sus neuronas no hacían sinapsis. Cuando era momento de inyectar a la directora, ella le dijo suavemente en su oído “hazlo bien, si no ellos te llevarán”, con una mirada fría y con miedo, Alejandro pasó su saliva y continuo, al introducir la aguja y la solución, le temblaban las manos y sudaba sin cesar, al final, un alíen se acercó a observar la pápula, sus grandes ojos la observaban detenidamente, entonces una nave se acercó y se llevó a la directora, así sabiendo que lo había logrado una vez más. Para la última inyección (intramuscular), los aliens llevaron a un pequeño ser, algo chistoso, ojos grande, cabeza muy grande con una especie de antena, él se rio internamente, se enteró que era hijo de uno de los seres, Alejandro quería morirse en ese momento, él no tenía que fallar. Cuando preparaba el instrumento, accidentalmente tiro las torundas de algodón, todos lo veían de manera desagradable, tuvo que ir por otras. Cuando iba a introducir la aguja, el ser pequeño empezó a hacer un tipo de llanto, él tenía que resolver eso, así que sacó de su maletín su estetoscopio y se lo dio al pequeñín, él paró de llorar e inmediatamente introdujo la aguja, el pequeño ser no se dio cuenta, todo salió bien, bueno, casi todo, se había tragado su estetoscopio. Así, Alejandro fue felicitado por los aliens, que le aplaudieron y le dieron nuevo estetoscopio del futuro, ellos dieron pase a la segunda fase. Alejandro caminaba por los pasillos de la ESEO comiendo un sándwich de crema de avellana, él pensaba en como haría para pesar a un duende o para medirlo, ¿tendría que cargar a un ser pequeño que vivía en un bosque?
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Él sentía más nervios, que tal y lo hacía mal y un duende lo hechizaba o aun peor, que el cambio a Medicina no se lo dieran, tenía que afrontar la fase para descubrirlo. Alejandro llego a laboratorio, cuando entro, se dio cuenta de que los duendes no eran como en las películas, feos, vestidos de verde y con un sombrero, en cambio eran bajitos, vestidos de Prada, con estilo y clase. Uno de los duendes le pidió su dedo de Alejandro, él sin pensarlo extendió la mano y el duende lo pico en la yema de uno de sus dedos, era para firmar un tipo de acuerdo que decía que si no era capaz de pasar esa fase, él tendría que quedarse en la ESEO y que su servicio lo tendría que hacer en un bosque muy lejano donde habitaban seres fantásticos. Lo primero que tenía que hacer era medir a un duende, Alejandro le pidió que se subiera al estadímetro pero había un problema, el tallimetro se había atorado, al intentar forzarlo, este se rompió y golpeó la cabeza del pequeño duende, todos se sorprendieron entonces Alejandro se puso muy nervioso pero pensó rápido y saco de su bolsillo una cinta métrica y midió al duende con una estatura de 1.20 metros, lo anoto en la hoja y si ver a los duendes les dijo que ya había terminado, los duendes sin alguna emoción en su cara siguieron, ahora tenía que medir, pesar, medir su circunferencia abdominal a un “mini” ogro, al solo mirarlo se dio cuenta que medía 1.80 y pesaba más de 80 kilos, el problema aquí es que el ogro tenia déficit de atención, lo cual el trabajo de Alejandro sería más difícil. Alejandro intento mas de dos veces que el ogro subiera al estadímetro pero cada vez que lo hacía, el ogro lo tomaba como juego y se bajaba, entonces tuvo que incrementar su sinapsis de sus neuronas para resolver este problema, entonces vio a su alrededor y se dio cuenta que varios duendes llevaban maletines Gucci llenas de monedas de oro, el alcanzo una sin mirar las caras de los duendes y de los susurros que ellos hacían y se los dio a el ogro, así se distrajo mientras que Alejandro lo pesaba, agarro rápidamente su cinta métrica, se subió a un banco y deslizo la cinta para medirlo y finalmente paso la cinta por su abdomen y obtuvo sus medidas. Cuando todo terminó, Alejandro miro a los duendes, lo veían muy feo, con cara de enojados, ellos pidieron un momento para hablar a solas y su mente de Alejandro se llenaba de ideas negativas; cuando regresaron los duendes se sentaron y miraron fijamente a Alejandro mientras él se moría internamente, ellos cambiaron de cara a una más expresiva y feliz, le dijeron que había pasado la fase, que aunque no estuvo perfecto, uso todas las herramientas a su alcance para resolver sus problemas y que eso hace un gran servidor de la salud, Alejandro estallo de felicidad y cargo a un duende pero este le dijo que lo bajara si no quería ir al bosque a hacer el servicio. Cuando salio del laboratorio todo cambio, se dio cuenta que le faltaba la última prueba con las enfermeras zombies, que ellas no te decían que hacer, sino, simplemente te observaban y si lo hacías mal, ellas te castigaban dejándote un año completo cuidando la escuela por las noches. Cuando llego al último laboratorio, vio que no había mucha luz y que había mucho silencio, cuando siguió por el pasillo, apareció una zombie corriendo y esta asusto a Alejandro pero solo hizo señales de que la siguiera, cuando llego a una habitación estaba una cama gigante donde estaba la enfermera zombie reina, al su alrededor había otras enfermeras cuidándola y a lado, un contenedor de corazones de cerdos. Para esta fase, Alejandro tenía que colocar un corazón de cerdo en el mediastino de la enfermera, haciendo una carga eléctrica para que este latiera y la enfermera zombie volviese a la vida y finalmente tomar el electrocardiograma, todo sonaba fácil pero era cuestión de empezar para ver lo complejo que era. Inicio tomando uno de los corazones, verificando que no hubiese alguna ruptura, cuando caminaba hacia la enfermera, el tropezó porque no vio el banco que se le atravesaba, tirando el corazón, tuvo que ir por otro, las enfermeras veían a Alejandro con cara de muertos, lo cual él se reía mentalmente y a la vez le daba suspenso. Llevó el corazón al mediastino cuidadosamente, logro conectar todos los conductos del corazón a los demás escasos conductos del
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organismo de la reina, él tenía nervios de preparar la máquina que hacia la descarga eléctrica, era un futuro médico no un ingeniero pero a final de cuentas lo debía de hacer. Preparaba la maquina cuando una de las enfermeras hacia un ruido extraño, otra lo produjo y así sucesivamente hasta que todos lo hacían, eso significaba que se estaba tardando y tenía que apresurarse, agarro las pinzas y las coloco en el corazón, dio la primera descarga pero este no reaccionaba, volvió a dar otra y nada, él se estreso y más porque las enfermeras aun no se callaban, entonces Alejandro no se rindió y volvió a intentar, funciono, el corazón estaba latiendo, la piel de la reina zombie tomaba color, era un paisaje hermoso de sus eritrocitos navegando por su organismo de la enfermera, pero él no tenía tanto tiempo para observar debía apresurarse a poner los electrodos a su cuerpo y así tomar el electrocardiograma. Ya preparado el electrocardiógrafo, puso gel sobre su piel de la reina y sucesivamente los electrodos, el electrocardiógrafo funciono bien y el electrocardiograma salió, él estaba feliz, las enfermeras zombies se acercaron a él muy serias y abrieron una puerta con la luz del día que deslumbro los ojos de Alejandro, eso significaba que todo había salido bien, el siguió la luz y salió de esa habitación obscura. Finalmente la directora que era una hada, firmo su cambio a Medicina a Alejandro pero antes de irse, ella le explico que todas esas pruebas eran para que aprendiera a usar sus técnicas con cualquier paciente, en cualquier sitio, con cualquier herramienta a su alcance que no importaba si eras inteligente o si no lo eras, sino que usaras tu creatividad y habilidades para resolver cualquier problema, él agradeció y se retiró felizmente de haber concluido. Fin.
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Cuento Suarez Cruz Alejandra Jaquelin Ciudad de México, 13 de octubre de 2019 Hace un par de años mi familia y yo vivíamos en el campo, un lugar tranquilo, mi padre Arturo Salazar, un hombre alto, delgado, ojos grandes, negros y redondos, de piel morena, trabajador, alegre, generoso y además de estar siempre al pendiente de su familia, era un artista famoso, sus cuadros reflejaban el arte abstracto, eran muy raros pero tenían gran acogida en la cuidad, mi madre Diana, una mujer de estatura mediana, delgada, piel y ojos claros, pestañas largas y rizadas, cara y nariz afilada, ojos pequeños oscuros y rasgados, cabello rizado, muy tranquila y bondadosa, se quedaba en casa haciendo las tareas hogareñas, no le gusta salir mucho, prefiere estar en casa donde se siente protegida, tuvo dos hijos, Derek de 20 años, un joven alto, delgado, atlético, de ojos medianos y negros, alegre y trabajador; y yo Fernanda de 18 años, de estatura baja, delgada, cara y nariz afilados, pestañas largas y rizadas, ojos grandes y claros; ambos estudiamos en la Escuela Superior de Enfermería y Obstetricia, en diferentes horarios, mi hermano en la tarde y yo en la mañana, para que mamá no se sintiera sola en casa. Después de algunos meses las pinturas de mi papá comenzaron a perder fama, ya no eran tan exitosas, así que economía de nuestra familia quedó en banca rota. Decidimos mudarnos a la ciudad, mi papá pensó que sería una buena oportunidad para vender todas sus pinturas y de ese modo adquirimos una casa grande de estilo antiguo ya que era la más barata que encontraron, los primeros días que pasamos en la nueva casa fueron normales, a la tercera semana se comenzaron a escuchar ruidos extraños dentro de la casa sobre todo a la media noche, se escuchaban arañazos en la puerta, la televisión se apagaba y encendía sola, se escuchaba una vocecita de una niña pequeña diciendo “Mamá donde estás”. En una de las noches me levante para ir al baño aunque no sabía si era buena idea, con miedo me dirigí al baño que justamente estaba al final de un largo pasillo, al salir del baño divise a lo lejos la sombra de la niña y corrí rápidamente al cuarto de mi hermano y le conté lo que había visto y oído; el decidió ir a revisar para ver si encontraba algo y nuevamente comenzaron a escucharse los arañazos y la vocecita de la niña, así que regreso corriendo al cuarto, no pudimos dormir de tanto miedo que teníamos. A la mañana Derek decidió contarles a nuestros padres lo que había ocurrido, así que papá decidió ir a la casa de la chica que nos vendió la propiedad para preguntar sobre lo que sucedía en la casa, la chica con una mirada misteriosa dijo: Sabia que me iba a preguntar algún día, así que le mostro unos papeles a mi papá, y lo que descubrió lo dejo intrigado. La familia que habitó antes la casa era muy conflictiva, el hombre era alto, corpulento y debido a un accidente sufría de trastorno de personalidad, siempre le pegaba a su mujer dejándole moretones en todo el cuerpo, la mujer un día se cansó así que decidió matarlo y con un cuchillo cortándole la garganta y clavándolo en su corazón, pues ella tenía en mente que nunca iba a cambiar y sentía que las terapias y los medicamentos no funcionaban y cada vez lo volvían peor. 136
Pasó un año y la mujer sentía como la soledad y la culpa la acompañaban todos lados, con la única persona que podía contar era con su hija de 4 años, la niña preguntaba por su padre y la madre le decía que las había dejado porque ya nos las soportaba más, la mujer sin más no poder con el dolor y la soledad por el asesinato de su esposo, gritaba y lloraba, de modo que todos los días se escuchaban los lamentos, un día decidió tomar un cuchillo y matar a su hija poniéndola junto al cuerpo de su esposo, se dirigió al baño y se tomó unas pastillas acabando con su vida. Los vecinos fueron hasta la casa para verlo que sucedía, tuvieron que forzar la puerta para poder entrar, la mujer se encontraba sin vida en la bañera, el esposo e hija los encontraron en el sótano dentro de un saco lleno de sangre. Mi padre le conto a Derek acerca de lo que había investigado, dijo que pronto iban a encontrar un sacerdote para despojar todo lo malo que estuviese en la casa. Eran la 1:00am y yo no podía dormir, sentía que algo me observaba, de repente sentí como si alguien estuviese durmiendo a mi lado, me di la vuelta y encontré a la niña que mi hermano descubrió, grite y cerré los ojos pidiendo que nada fuera real y cuando me decidí a abrirlos había desaparecido. Derek se levantó al escucharme y corrió hacia mi cuarto pero estaba muy lejos, entre su cuarto y el mío se encontraba un largo pasillo aterrador, en medio del pasillo apareció otra vez la niña, volteo la cabeza y había desaparecido, siguió caminando del lado derecho en la pared se encontraba una pintura en donde estaba retratada la niña que se nos había aparecido antes, vestida de un traje de payaso en la pintura se veía muy aterrador aun así siguió caminando, de repente puedo divisar a lo lejos a la niña acercándose, lanzándose encima con unas tijeras filosas y se las clavo en el corazón, mi hermano murió al instante. Mi familia al ver este suceso, quisimos irnos de la casa lo más pronto posible, arreglamos nuestras cosas rápidamente, nos encontrábamos en el segundo piso en las habitaciones, mi madre estaba muy asustada que a la hora de salir del cuarto tropezó con la maleta que se encontraba en el suelo, arrimándose a la ventana más cercana, de nuevo apareció la niña y empujo a mi mamá quien murió por la caída. Al ver esto, quede en shock y mi papá me jalo y me subió al coche, pues lo único que tenía en mente era alejarse de la casa. Tramos de rehacer nuestra vida pero nos es muy difícil superar todo lo que pasamos y vimos. Se dice que la propiedad sigue abandonada y nadie ha querido alquilarla.
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Relato 1OM2 #30 No entendía que estaba pasando, corrí al tercer piso inmediatamente me escondí dentro de un locker estaba impactada ,desde donde me encontraba podía escuchar los gritos desgarradores de auxilio y los detonadores que apagaban poco a poco cada uno de ellos , no lo podía creer no sabia que hacer , podía observar un gran rio de sangre por todos lados, los cuerpos de mis compañeros y de algunos maestros postrados en el piso sin vida y algunos otros agonizando de dolor y suplicando por su vida, otros tantos corrían despavoridos o tomaban la decisión de lanzarse por la ventana, mis ojos estaban llenos de lágrimas ,quería gritar pero no podía sentía un nudo en la garganta, tenia miedo no sabia que hacer nunca pensé que este día pasaría algo como lo que estoy observando en este momento no tengo palabras para describir el suceso era una escena de lo más aterradora. Era muy temprano por la mañana recuerdo el sonido de mi alarma tratando de despertarme la ignore mi mamá fue hasta mi cuarto se recostó un momento junto a mí, sentí su aroma y un fuerte abrazo, me dijo susurrando es hora de levantarse , yo no quería ya que hoy se realizaría una kermes en mi instituto para celebrar el día de muertos , pero aun así me levante comencé a buscar algo que ponerme , no tenia ganas de siquiera vestirme así que solo tome unos pants de color negros y una sudadera gris opaca me coloque mis converse un poco desgastados y fue a preparar mis cosas para irme, coloque el disfraz dentro de mi mochila , mi mamá me había preparado el desayuno se me hizo tarde así que me fui sin probar un solo bocado y sin despedirme de ella. Sali corriendo y subí al camión el señor se encontraba escuchando la radio, no recuerdo que estación, pero logre escuchar que en una zona cerca de ESEO donde yo estudiaba había un gran alboroto no le tome importancia y seguí con mi camino. Al llegar a mi salón todo estaba normal no había nada raro , observe que en la parte de atrás se encontraba Natalia una de mis amigas así que inmediatamente fui a sentarme a su lado , ella al darse cuenta que yo había llegado se levanto y me saludo le pregunte si había escuchado algo sobre el disturbio , pero ella no sabia nada al respecto así que supuse que todo había pasado .Nat y yo nos bajamos para ver como iban los preparativos para el evento en el camino nos encontramos con el resto de mis amigas (Laura, Yaz , Angelica y Ale). Todo iba muy bien el lugar estaba completamente decorado de manera muy espeluznante se veía increíble había música, se podía ya observar a algunas personas bailando son disfraces muy originales, todo estaba perfecto, nadie imaginaba que tal suceso estuviera a punto de suceder. Al ver todo decidimos ir a colocarnos nuestro disfraz , nos fuimos hasta el tercer piso a buscarlos , estamos listas yo me había colocado un disfraz de llorona con un vestido blanco que mi mamá me había diseñado, me llegaba hasta los tobillos , me puse unas extensiones muy largas , me encantaba ,fuimos de regreso al lugar donde estaba la fiesta , nos sentamos en una mesa un poco alejada de las demás personas comenzamos a hablar ,
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bailamos un poco cuando de pronto se escucho un ruido muy abrupto , no sabíamos que era , la música se paro algunos compañeros salieron a ver que era cuando de pronto vi ante mis ojos como algunos compañeros caían desplomados la sangre recorría sus cuerpos , me quede en chock, sentí un fuerte jalón un chico me jalo de la muñeca corrimos mis amigas corrían detrás de mí no entendía nada , mis pernas no me respondían me era imposible dar un paso más así que el chico me cargo, en ese momento perdí a mis amigas de vista estaba preocupada, subimos de nuevo al tercer piso no sabíamos donde escondernos el chico inmediatamente me metió al locker el se fue a la terraza , pude observar cómo chicos subían querían esconderse pero inmediatamente caían desplomados ya no lo soportaba uno tras uno caían , cerré mis ojos pero podía escuchar los gritos pidiendo ayuda quería llorar ,cuando los abrí pude observar a un grupo de personas disfrazadas todos contaban con armas estaban revisando los cuerpos para cerciorarse si alguno quedaba con vida , pude escucharlos hablar , observe detenidamente a uno de ellos tenia una mascar de hombre lobo iba vestido completamente de negro , por un pequeño momento se retiro la mascara , no lo podía creer era un chico que yo conocía y era porque era mi compañero de clases , era increíble las personas que habían realizado tal fechoría habían sido algunos alumnos de instituto , no sabía la razón pero seguí escondida , espere hasta que se fueran .Después de un rato todo estaba en completo silencio, solo escuchaba el sonido de mi precipitada respiración , Sali de donde me encontraba escondida , sigilosamente observe a mi alrededor , no se escuchaba ningún movimiento , solo pude percibir todo los cuerpos de las personas que yacían sin vida , llore caí sobre mis rodillas no tenia fuerza para mantenerme de pie, de pronto se escucho un ruido quise salir corriendo pero me tomaron de la muñeca y me taparon la boca ,quise huir cuando alcance a escuchar una voz que me decía tranquila soy yo ,alce la mirada y era el chico que me había salvado no lo conocía era un poco alto y delgado, no podía entender como era que había sobrevivido pero me sentía aliviada porque ya no me encontraba sola , me decía que guardara silencio por que los tipos seguían en la escuela y teníamos que lograr salir o pedir ayuda de algún modo , estaba aterrada solo afirme que si con la cabeza , me dijo que lo siguiera , silenciosamente bajamos las escaleras ,el segundo piso estaba completamente en silencio ,caminamos evitando tener contacto con los cuerpos, intentamos bajar al primer piso ,sentí como me jalo me hizo señas para que viera al sujeto con una máscara que se encontraba en las escaleras tratamos de escondernos pero al tratar de dar el paso resbale ,hice un pequeño ruido , el enmascarado se percató del ruido así que salimos corriendo , cuando voltee la mirada lo vi, era el enmascarado corriendo detrás de nosotros, apresuramos el paso pero para nuestra mala suerte enfrente de nosotros apareció el de la mascara de lobo, sujeto al chico , lo tiro al piso y apunto a su cabeza , mientras el otro me sostenía no me dejaba correr a ayudar a mi salvador ,grite que lo soltara pero en vez de eso comenzaron a pegarle y uno de ellos lo apuñalo en la parte del abdomen , no podía soportarlo comencé a llorar escuchaba sus gritos de dolor , el hombre que me sostenía me dejo ir al lado de mi salvador les suplique que lo dejaran ,de pronto sentí algo en la parte trasera de mi cabeza lo supe mi fin había llegado escuche como cargaba el arma , ya no podía hacer mas que esperar mi muerte, antes de morir pensé en mi madre si tal vez me hubiera despedido de ella por ultima vez , lo ultimo que escuche fue el sonido ensordecedor del arma contra mi cabeza , mi cuerpo caía al piso, la sangre corría por mi cara mis ojos empezaron a cerrarse poco a poco ,sin embargo antes de cerrarse totalmente pude observar al resto de los enmascarados eran rostros femeninos eran mis amigas…..
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La niña 1om2 #27 Les voy a contar una historia un poco imposible de creer historia que hace poco yo creí irreal pero en ocasiones hay que ver para creer Era el día Viernes 13 de agosto lucia como un día normal pero para un estudiante universitario los días nunca son normales, era temporada de exámenes y no podía darme el lujo de descansar ya que eran muy importantes, así que me dispuse a quedarme en la biblioteca hasta tarde. El estar en un lugar tan grande a ciertas horas de la noche da un poco de miedo y a mí me rondaba la idea de que en este sitio sucedían cosas extrañas e incluso había apariciones, existe un video de una supuesta niña pero yo pienso que es falso, ¿o eso creía? Para poder concentrarme busque un sitio aislado de la gente, así que me fui a un rincón, el cansancio que tenía ya era muy grande ya que llevaba mucho tiempo despierta y cuando menos sentí me quede dormida, al despertar, de inmediato tuve esa sensación de estar sola observe mi reloj y me di cuenta que era casi media noche y pensé “que nadie se percató que estaba yo aquí y sola me conteste quien me manda a irme a un rincón, aquel lugar era muy oscuro y una sensación de pánico y miedo comenzó a invadirme, me acerque a la puerta intentado salir pero esta se encontraba cerrada intente buscar a algún guardia que me ayudara pero estaba completamente sola, por consiguiente intente llamar a alguien pero por alguna extraña razón no había señal lo único que podía hacer era observar como pasaban los minutos en el reloj. Mientras más pasaba el tiempo más frio se ponía le lugar, al ver que era la única persona y que no podía recibir ayuda comencé a entrar en desesperación y como un relámpago las historias de este lugar vinieron a mi memoria y todo comenzó a verse más oscuro y a mis adentros intente relajarme, mis sentidos se agudizaban y con cada ruido hacia que mi corazón se exaltara. Intente buscar ayuda una vez más buscando a alguien que se pudiera encontrar por ahí, moviéndome entre los estantes cuando de repente se escuchó un ruido seco y fuerte lo que me hizo pegar un salto, al buscar de donde provenía el ruido, enorme sorpresa la que me lleve al ver un libro en el suelo, sin dudarlo corri directo a la puerta golpeándola con fuerza para lograr que alguien me escuchara, para mi gran fortuna el guardia estaba dando su recorrido nocturno, el guardia me hizo la pregunta que cualqueira haría -¿Qué haces aquí ha estas horas?- le explique lo que sucedió omitiendo un aprte de la historia por pena a que pensara que estoy loca, el guarida de inmediao ofrecio llamar ami casa para que mis padres pudieran venir por mi sabiendo lo preocupados que estarían por no saber nada de mí.
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Esa noche no concilie el sueño por estar pensando en lo que había sucedido, intentando buscar una respuesta lógica a lo ocurrido pudieron ser varias cosas que lo provocaron pude moverlo del estante o estaba mal acomodado. La siguiente mañana me sentía más cansada de lo normal dormí muy poco por estar dándole vueltas a la situación, la necesidad de buscar respuestas me llevaron a la biblioteca con un nuevo propósito. Mi madre con un fuerte grito logro sacarme de mis ideas he hizo darme cuenta que ya era demasiado tarde así que me bañe y vestí lo más rápido que pude para poder llegar a la universidad. Acabando las clases sin dudarlo fui directo a la biblioteca buscando a la encargada para explicarle mi situación logre que me mostrara las grabaciones de seguridad de la noche anterio. Frente a los monitores le mencione la hora aproximada el controlando las grabaciones logro mostrarme el momento exacto, efectivamente me encontraba ahí completamente sola, se acercaba el momento cuando el suceso ocurrió y fue tal mi impresión al notar que en la grabación no sucedía nada, el libro nunca se movió. Salí con un sentimiento de tristeza y confusión dejándome sin ganas para estudiar, estoy segura de que lo sucedido realmente ocurrió. Al día siguiente con la certeza de que no estaba loca fui a la biblioteca una vez más para esconderme en el mismo rincón de la vez pasada para pasar la noche y buscar respuestas (le mentí a mis padres diciendo que pasaría la noche en casa de una amiga estudiando). A altas horas de la noche conseguí mi objetivo la biblioteca estaba cerrada, bacía y conmigo dentro solo era cuestión de esperar a que sucedieran cosas, pasaron los minutos y con ellos las horas, conforme el tiempo seguía yo me hacia la misma pregunta ¿realmente sucedió? El tiempo seguía corriendo y mis ánimos comenzaron a decaer ya no le encontraba ningún sentido todo parecía indicar que si fue una alucinación pero como les dije en un principio ay que ver para creer. Eran casi las dos de la mañana yo estaba cansada de esperar cuando sucedió… ¡zaap! Fue en un instante yo no logre reaccionar a tiempo se escuchó nuevamente un golpe fuerte y seco, me apresure a buscar el origen del ruido parecía que todo se encontraba en su lugar el golpe se había escuchado muy lejos como para saber de dónde provenía, entonces se volvió a escuchar ¡zaaap! Se escucho mas cerca y esta vez si distingui de donde provenia, apresuradamente fui al lugar. Había dos libros en el suelo los dos golpes que logre escuchar haciendo un poco memoria y un poco de observación pude distinguir y darme cuenta que este lugar justo donde estoy parada... era el lugar donde la niña fue captada. El miedo me empezó a consumir, mi cabeza solo deseaba salir de ahí, en un segundo frente a mí se azoto un tercer libro en ese momento quede paralizada sentí como un frio recorría todo mi cuerpo y en mi mente imágenes sin sentido una tras otra, cuando por fin regrese a la realidad la vi era la niña del video con cabello largo, con un vestido largo color blanco descuidado y percudido y en sus ojos no se percibía el color blanco, estaba aterrada y no sabía se me pasaría algo, si moriría y en un segundo como si nunca hubiera estado ahí desapareció desde entonces mi vida no ha sido la misma, pero no le puedo decir a nadie todos pensarían que lo invente o incluso que estoy loca, también me ha dado mucho miedo ir a la escuela o quedarme más del tiempo necesario, siempre tengo la impresión de que la veré de nuevo…
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Cuento Ríos Zúñiga Mariana 13/10/2019 Victoria es una chica común, no muy alta, ni muy baja tiene una altura de 1.60cm siendo exactos y su peso es el normal para una chica de 18 años, 53kg aproximadamente, su cabello negro está siempre desordenado, sus ojos son brillantes, color café chocolate, tiene una nariz respingada y unos labios finísimos que le sientan muy bien a su personalidad. En cuanto a su personalidad, a veces pareciera que no le importa nada, aunque por dentro esté pensando en miles de millones de cosas, nunca va peinada a ningún lado pero su caminar refleja seguridad en su aspecto, siempre usa pants por comodidad, mira a todos con cierta indiferencia y le gusta caminar sola por los pasillos de su actual escuela, la “Escuela Superior de Enfermería y Obstetricia”. Estudio la carrera de construcción en su escuela preparatoria, bueno, en realidad era una vocacional del Instituto Politécnico Nacional, la cual se ubicaba realmente muy cerca de la ESEO, en el mismo Casco de Sto. Tomas; ella siempre quiso pertenecer al Instituto, siendo pequeña soñaba con ser doctora, astrónoma, astronauta, o incluso veterinaria, pero olvido todo eso cuando descubrió que le gustaban las artes. Cuando supo que estaría en esa escuela y al llegar al tercer semestre y descubrir su carrera asignada al principio le llamo la atención, al final la arquitectura es un arte y aprendería mucho, pero pasados unos meses perdió el interés, aunque nunca supo que fue lo que paso prefirió pagas por tareas y dedicarse a aprender teatro, canto y un poco de química que era una más de las ramas de la ciencia que más le gustaba. Pasaron los años y ella seguía igual, le aprecia estresante estar ahí, desarrollo una depresión pero a pesar de tanta presión, aburrimiento y desinterés logro terminar en tres años su preparatoria; bueno, su vocacional. El examen de admisión a la universidad o nivel superior estaba muy cerca, pero Victoria no se había inmutado por estudiar siquiera, es más no sabía qué carrera quería estudiar, pero necesitaba tres opciones y eligió algo al azar, tomó en cuenta sus conocimientos de química, y demás ciencias, entonces eligió biología, bacteriología y farmacéutica, realmente le daba igual, cualquiera de las tres era buena. Mientras tanto cada tarde le gustaba mucho cantar en los camiones y en el metro en busca de un poco de dinero y diversión. - Ahí te encargo por favooooor…- Terminaba su canción. - Buenas tardes a todos, soy estudiante de construcción, estoy en mi último semestre y hoy les canto esta canción en busca de su ayuda para pagar materiales de la carrera, si alguien gusta cooperarme con algo muchísimas gracias y que tenga un excelente día- Terminaba y pasaba a cada lugar, y sí en ocasiones funcionaba
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y en otras no tanto, pero le gustaba hacerlo, cantar era su vida, así fuera en el metro, a veces tranquilo, otras no tanto, con gente corriendo por todos lados o en los camiones donde no era tan fácil que la admitieran para cantar. A meses de salir de la vocacional conoció a un chico muy parecido a ella, estatura similar, su complexión era lo opuesto a Victoria, sus gustos en cuanto a música y baile eran los mismos, sus ojos negros brillantes la obligaban a perderse en ellos, su sonrisa perfecta y manos tan suaves que con tocarla flotaba, su nombre es Marco. Se conocieron por un amigo en común, y cuando se vieron en persona por primera vez y después de cantar juntos en el metro se hicieron novios, a pesar de ser el primer día después de conocerse, se enamoraron al instante. Él siempre estuvo apoyándola y cuándo el día del examen llegó se presentó en el lugar y hora señalados, era una escuela bastante retirada de su hogar, bastante grande pero no pudo recorrerla toda, alrededor de todos los edificios había muchísimos árboles muy lindos que lo hicieron sacar una sonrisa al instante, era la 1:00 pm que el ambiente daba flojera y su indiferencia era más grande de lo normal; no tenía miedo, ni estrés, mucho menos nerviosismo, mientras otros temblaban de terror ella solo miraba y respondía cada pregunta de su examen, al salir se sentía tranquila, ahora solo quedaba esperar para saber sus resultados. Cuándo los resultados salieron ella termino decepcionada, triste y termino lamentándose, no se había quedado, y su novio la puso a estudiar lo más rápido que se pudo pues la segunda vuelta era en una semana exactamente, él examen era en una escuela diferente, bastante grande también, la arquitectura era bellísima que se disfrutaba el momento de entrar, a la misma hora, la misma hora de flojera, pero esta ocasión su indiferencia no era tan grande, tenía nerviosismo pero estaba confundida; sus opciones esta ocasión habían sido Enfermería y Obstetricia, Enfermería y Optometría. Rezo y rogo a Dios un poco, le pidió que aquella carrera en la que se quedara fuera la que él le asignara, tuvo miedo, más aún cuando su carrera asignada fue Enfermería y Obstetricia; recordó su infancia cuando decía que quería ser doctora o estudiar medicina, luego recordó cuando cambio de opinión y al final termino en donde ya no pensaba terminar, no después de que le teme a las agujas e ir al doctor le causaba un desmayo desde hace 4 años aproximadamente. Su escuela no es muy grande, realmente había visto escuelas enormes y la suya no era ni la mitad de una de esas, era muy bonita, debía admitirlo, aunque parecía un verdadero hospital y eso le aterro al entrar. Al segundo día se estaba volviendo loca, aún ni siquiera iniciaban las clases y ya debía recibir una vacuna, mientras todos estaban tranquilos esperando ella entro en un colapso mental, sus manos empezaron a temblar, quería gritar, pero algo no se lo permitía, fue al baño a llorar un poco, regreso y entro en un trance que después la hizo tener un ataque de ansiedad y pánico donde todo se le movía, nada era real en su cabeza, todo parecía un sueño, esto hizo que estuviera a punto de desmayarse; cuándo fue su turno tuvieron que sentarla pues ya estaba pálida, tenía los ojos llenos de lágrimas y los brazos tensos. - Nena, siéntate, no estás bien. – Le dijo una de las enfermeras. - De acuerdo, me siento algo mareada. – Les dijo Victoria a las enfermeras. - Todo está bien, toma mi mano. – Y mientras ella tomaba su mano la otra de las enfermeras se enfocó en ponerle la inyección mientras ella lloraba intentando evitar desmayarse.
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- Todo está listo, límpiate esas lágrimas y puedes regresar al auditorio como si nada. El auditorio es un lugar bastante amplio, cabían muchos alumnos dentro, y de noche y vacío se notaba bastante aterrador, pero para Victoria era un lugar tranquilo. Ese día para Victoria fue muy extraño, jamás había pasado por un trance así de extraño, había escuchado su nombre, pero al voltear no vio a nadie, además nadie la conocía ahí, era imposible que alguien pudiera hablarle. Cuando las clases comenzaron ella entro a su salón temerosa, el ir a la escuela era como ir al hospital; su salón era pequeño, contaba con 40 bancas alrededor aproximadamente y al entrar notó varias caras nuevas, tomó un asiento al final de la penúltima fila; y su día empezó normal hasta que escucho que alguien dijo su nombre, le pareció muy extraño pero lo ignoró; y no habló con nadie simplemente, aunque cada vez que terminaba una clase salía a llorar al baño aterrada temblando y con crisis de pánico y ansiedad. El segundo día fue muy extraño pues una voz en su interior le dijo que se proclamara como jefa de grupo cuando la maestra de desarrollo humano pregunto quién sería la nueva jefa de grupo, cuándo se dio cuenta de lo que hizo supo que cargaría con muchísima presión, pero alguien le decía que todo estría bien, y así paso su semana, con ataques de ansiedad durante el día escuchando su nombre por todos lados, si no era su voz eran sus compañeros que la necesitaban para preguntarle necedades. Las clases pesadas empezaban, teoría sobre el embarazo, prácticas en el laboratorio, glicemia capilar, inyecciones, curaciones, vendajes y demás procedimientos que a Victoria le aterraron en el momento, cada práctica ella tenía pensamientos terribles, lloraba, temblaba, se mareaba y en dos ocasiones casi se desmaya después de tener una presión baja y ahora siempre escuchaba “No puedes hacerlo” pero no sabía si eran sus compañeros, solo se sentía confundida y sola; su novio era el único que lo apoyaba, desde afuera, pues él seguía estudiando en la vocacional donde se conocieron. Pronto Victoria se hizo amiga de una chica muy linda de su salón, una chica amable, positiva y muy amorosa a simple vista, llamada Melissa, en días se convirtieron en mejores amigas y todo se lo contaban y se apoyaban, fue ella quien la motivo a seguir con las prácticas, aunque a veces escuchaba que ella misma le decía que no podía. - No puedes hacerlo. – Victoria escuchaba a diario que se lo repetían. - Victoria. – Escuchaba su nombre y realmente nadie la llamaba. Estaba volviéndose loca. Su novio iba a verla a la ESEO y solía discutir con él por imaginaciones, ella notaba como coqueteaba con su mejor amiga, y ahora ya no eran sólo ataques de ansiedad y pánico, ahora eran también crisis de celos sin sentido. - Pero amor, ¿De qué hablas?, no estoy coqueteando con tu mejor amiga, sólo te quiero a ti. - No, no te creo nada, lo estoy viendo, no quiero saber más, deja de mentirme. - Pero amor, ven. Cuando él intentaba abrazarla ella gritaba, no soportaba que la abrazara siquiera. - No me toques, eres un maldito mentiroso, ya no te me acerques. - Tranquila, estarás bien.
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Ella solo temblaba, cada vez eran más frecuentes estas crisis y nadie sabía cómo ayudarla, la escuela la estaba volviendo loca. Llegaba a casa y Victoria necesitaba un abrazo de su novio, se disculpaba y lloraba, mientras escuchaba que alguien le decía que él era el culpable de todo, que él le mentía, que no era suficiente para él, imagino conversaciones en el celular de su novio y bloqueo a un par de sus compañeras de salón de Marco, no soportaba que le mintiera, aunque realmente, él siempre le dijo toda la verdad. Lo más extraño de todo es que era él quien le daba fuerzas a Victoria para cumplir con sus tareas, prácticas y superar miedos, y así como podía sacarla de la depresión, también que volviera a ella. Cuando hizo su primer inyección escucho que le dijeron que no podría y el único que estaba ahí eran Marco y el paciente, así que sólo pudo gritar – Cállate – Y aunque realmente nadie había dicho nada, todo permaneció en silencio y logro hacer su trabajo con un poco de pánico, nervios, sus manos temblaban y su espíritu psicópata empezaba a salir a la luz; muy dentro de ella quería el sufrimiento para el paciente y que gritara de dolor y ella riera con satisfacción, así como aquellas enfermeras siempre había hecho con ella, o aquello que ella imaginaba, esa era la realidad.
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Cuento Calixto Ortiz José Armando 15-10-2019
#22
grupo:1OM2
Hola, te contare mi historia de cómo comenzó todo un día normal como cualquier día 15 de octubre de 2019 el día de hoy tengo clases de taekwondo 2 amigas en ESEO, en el día todo normal por un cierto tiempo, soleado, una tranquilidad se sentía en el ambiente, todo estaba bien. Repentinamente entre tanto silencio se escuchó un fuerte estruendo disparos seguidos de gritos de sufrimiento y pánico, todos pierden la concentración, repentinamente muchos alumnos salen corriendo y más disparos y gritos se escuchan dentro de las aulas. Todos comenzaron a juntar sus cosas y el profesor francisco de taekwondo decidió meterse al edificio a investigar lo que estaba pasando. -¡corran todos! Escóndanse, nos quieren matar a todos salió el profesor de unos minutos dentro del edificio. Rápidamente todos tomaron sus cosas y el maestro los llevo a encerrarse en el GYM Francisco con miedo nos indica escucharme con mucha atención, pero con voz muy baja, al parecer llegaron a todas las escuelas del IPN grupos de sicarios que tienen órdenes de matar a todos los estudiantes, profesores y trabajadores de esta misma institución, sean lo que puede investigar mandados por el rector de la UNAM. mientras el profesor temblaba se escuchó que abrieron las puertas muy brutalmente, todos corrieron hacia las regaderas y lograron esconderse de ello. - ¡ya está compa! Ni uno queda, trabajo limpio- se escuchó fuera con una voz gruesa y arrogante. Se mantuvieron escondidos aproximadamente 1 hora con el temor de salir y ser atacados, ya agotados con poca oxigenación pues eran entre 20 y 25 alumnos los que se encontraban. Hasta que escucharon que bueno que nos van a pagan una buena feria por esto, pero hay que divertirnos si encontramos a más alumnos hay que hacerlos sufrir, mientras escucharon esto a una compañera sele le termina cayendo una botella de agua, los sicarios dicen oíste esto si vamos a ver de donde es, disparo una bala al lugar donde estábamos escondidos y gritaron porque sufrió un impacto de bala un compañero del lugar salieron corriendo todos los que estaban escondidos, solo observe como 3 compañeros cayeron causado por una bala, pero llegaron más sicarios, capturaron a cada uno de mis compañeros también a profesor francisco se preguntaran dónde estaba yo pues me coloque bajo el cuerpo de la compañera que falleció solo pude observar. En el cuadrilátero de ESEO colocaron a todos de rodillas, pasaron en el centro al profesor francisco enfrente de todos y los sicarios dicen en voz alta que les sirvan de ejemplo miren todos saca un cuchillo muy largo con eso le abren el pecho para sacarles el corazón enfrente de todos. Unas compañeras se desmallan de la impresión.
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A pesar de que el cuerpo de francisco ya no tenía corazón en el suelo pero con una mirara hacia los sicarios con una voz macabra les dice a los sicarios, que es todo lo que tienes, regrésame mi corazón! Se asustaron los sicarios y lo balacearon hasta descargar los cartuchos completos de sus armas entre tantos disparos corrieron los estudiantes sobrevivientes en ese momento llegaron los militares empezaron a dispararse entre ellos mismos hasta que terminaron con todos los sicarios. El siguiente día se realizó un homenaje a todos los estudiantes, maestros y trabajadores que fueron masacrados ese día. En ese momento fue una masacre en ESEO pero pude ver con mis propios ojos lo que paso pero des de ese día en cuadrilátero de ESEO, aparece el profesor francisco buscando un nuevo corazón en la noche por lo tanto nadie se atreve estar en la noche en el cuadrilátero. Por qué su alma sigue buscando su corazón que le quitaron pero aparece solo cuando tu deseas algo se aparece como una persona normal te cumple cualquier deseo a cambio de tu corazón no vas a querer saber cómo te lo quita, solo en ese lugar está prohibido pasar en la tarde noche, porque no es el único cuerpo que han encontrado sin vida pero con el pecho abierto y curiosamente sin corazón. Los estudiante de ESEO no creyeron esto hasta que un alumno lo hizo, ese alumno lo encontraron muerto en el mismo lugar donde murió francisco.
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Los zapatos mágicos Jazmín Ramírez Barona 12/10/2019
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Los zapatos mágicos Jazmín Ramírez Barona 12/10/2019 Era un día frio para Rosa, apenas había despertado y se daba cuenta que faltaban apenas 3 días para que el tuviera que partir de Ecatepec. No entendía porque la vida había llegado tan lejos y le molestaba el hecho de tener que dejar a sus padres y su hogar, pero Rosa aun así se sentía optimista, y creía que el semestre terminaría rápido y a apenas le daría tiempo de llegar a la casa de su tía Carmen a las afueras de la ESEO. Recordaba aquella casa una vez que, siendo una niña, había ido a visitarla con sus padres. Le había encantado que estuviera tan cerca del casco pues tenía un aire fresco, y muchos lugares cerca para comer. Pero Rosa también recordaba que aquella vez había visto algo raro en casa de su tía, al abrir un armario, que se encontraba en la sala de la casa, Rosa encontró una caja vieja la caja estaba hecha de madera y tenía un pequeño candado en donde estaban grabadas unas figuras que ella jamás había visto antes. Tomo la caja y la llevo hacia donde estaba su tía y le pregunto que era aquella caja su tía le pregunto: -“¿Quieres saber que hay dentro de esa caja?” Y dijo: - “Si tía Carmen ¿porque tiene un candado?” La tía Carmen tomó entonces la caja y le pidió a Rosa que la acompañara a la sala, se acercó entonces a un cajón que estaba en un pequeño buró y saco una pequeña llave, sabía que era aquella la llave del candado, pero le pareció una llave extraña pues tenía, al igual que el candado, unas marcas extrañas y parecía ser muy vieja. - “Lo que voy a enseñarte, es la única herencia que me dejo tu abuela antes de morir, ella pensó que yo le daría una nieta antes que tu madre, pero se equivocó, entonces quizá dejó esto para ti” Dijo la tía Carmen a Rosa. Rosa, no había conocido a su abuela, pues ella había muerto unos años antes de su nacimiento, lo único que sabía de ella es lo que le había contado su madre. Le había dicho que ella había sido enfermera, y que también era una persona sumamente feliz, también le dijo que su abuela tenía ropa exactamente igual para cada día de la semana. Lo único que no cambiaba jamás eran sus zapatos, que eran blancos y a pesar de tener mucho tiempo con el parecían nuevos cada día, ella pensaba que los cuidaba demasiado; también le dijo que su abuela habría perdido la razón mucho antes de morir, pues ella permanecía sentada en un sillón que estaba en su casa todos los días, no hablaba con nadie y solo se levantaba para comer, pues ni siquiera dormía en su habitación. A Rosa esto siempre le había parecido bastante extraño, pero no le daba importancia. La tía Carmen había tardado en abrir la pequeña caja pues el candado estaba oxidado del mecanismo y requirió de más fuerza abrirlo. Una vez que lo abrió le paso la caja a Rosa y entonces ella pudo ver lo que había dentro. 149
-“Pero tía Carmen, solo son un par de viejos zapatos” Recrimino Rosa. La tía Carmen con una sonrisa le dijo a Rosa: -“Son los zapatos que usaba a diario tu abuela, ella creyó que serían para mi hija, pero como yo jamás tuve una supongo que te pertenecen a ti, puedes llevártelos si quieres” Rosa entonces se decepciono pues había puesto mucho misterio sobre la caja y poca fue su sorpresa al conocer lo que contenía. Después de pensarlo un momento Rosa decidió que no iba a usarlos y probablemente ni siquiera le quedarían, entonces le dijo a la tía Carmen que se los guardara hasta que el tuviera edad para poder usarlos. Rosa entonces pensó que quizá en el momento que ella llegara a casa de su tía le pediría sus zapatos y probaría que tan bien le quedaban pues aquella vez el solo dedujo que no le iban a calzar. Aquel día su madre recibió la respuesta de la tía Carmen acerca de la llegada de Rosa a su casa. Ella le respondió con una carta que decía: “Querida Hermana, para mí es un verdadero gusto poder pasar un tiempo con Rosita, aunque para este momento yo creo que ya no es tan pequeña como la recuerdo, aunque no son las mejores circunstancias en las que me gustaría recibirla entiendo que este semestre le será más fácil en el lugar donde vivo. Adjunto una carta para Rosa, a esta que es para ti, pero te pido que se la des directamente a ella y que le des ordenes de que no la lea hasta llegar a mi casa, pues corresponden a las instrucciones para una sorpresa que le tengo preparada para hacer más cómoda su estancia en mi casa. Con amor: Carmen”. Rosa escucho cuando su madre estaba leyendo la carta, y le pareció muy intrigante la sorpresa de su tía Carmen, le pidió a su madre la carta que era para ella, pero esta le dijo que se la daría hasta el día de su partida. Rosa se sintió decepcionada, pero ahora tenía una razón para esperar su partida con un poco menos de tristeza. Entonces llegó el día de partir, se preparó con un vestido que le había comprado su madre para el viaje, sus cosas aunque pocas, ya estaban en una maleta que llevo hasta la sala donde lo esperaban sus padres, su padre siempre había sido duro como una roca, jamás le había mostrado sus sentimientos, sin embargo ese día, al despedirse sintió la primera muestra de amor que él le había dado jamás, pues lo abrazó y le dijo: -“Te voy a extrañar mucho hija” Aunque su padre no estaba llorando, Rosa reconoció la tristeza en su voz y tuvo la certeza de que su padre de verdad iba a extrañarla. Cuando se despidió de su madre ella ya estaba llorando, la abrazo muchas veces le beso las mejillas y le pidió que fuera acomedida con tía Carmen y que le diera sus saludos y le agradeciera por haberla recibido ahí. Llego el momento de subir al autobús que la traería hasta Santo Tomas, no fue un viaje nada entretenido, y Rosa permaneció dormida durante todo el trayecto, despertándose apenas unos 5 minutos antes de llegar a su destino. Al bajar del autobús recordó la carta con instrucciones por lo que decidió tomarla para saber cuál sería la sorpresa que le tenía preparada su tía Carmen. En la carta decía:
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“Querida Rosa. Yo sé que este paso es muy difícil para ti, y aunque sea en pro de tu educación, eh dispuesto algo que te hará más fácil la estadía lejos de casa y que espero te ayude a ser una mejor enfermera como hizo con mi madre; En la puerta de la entrada te he dejado una caja en la cual encontrarás más instrucciones. Te quiere siempre Carmen”. Fue un tanto extraño leer esto para Rosa pues la tía Carmen no era muy capaz de moverse por si sola por su tamaño, sin embargo apresuro el camino a la casa de su tía para saber de que se trataba esta sorpresa. Entonces llegó el momento de entrar, uso la llave que le había dado su madre para abrir la puerta y entonces entró. Su sorpresa al abrir la puerta fue enorme, puesto que ante sus ojos se encontraba... Nada. No había nada en aquel lugar, fuera de la fachada de tabique y el techo de lamina, no había absolutamente nada, solo una caja la cual reconoció Rosa automáticamente como la caja de los zapatos que había visto en su niñez y que fueran de su abuela. Corrió rápidamente a abrir la caja puesto que no había ni un solo rastro de la tía Carmen y buscaba una explicación ante tal situación. Abrió la caja que esta vez no tenía el candado y encontró dentro el mismo par de zapatos blancos, viejos, y destartalados con una carta encima en la cual se leía: “A mi niña, mi enfermera favorita, Rosita. Hijita, hace ya tres años que te fuiste de nuestro lado, y ha sido tan difícil de superar esta situación, quien diría que después de este tiempo sigo recordando ese día cuando te fuiste. Me siento culpable de no haberte acompañado a tu primer día, me siento terrible de pensar que alguien de tu familia te pudo haber hecho algo así, aun estando enferma debía haber sido más firme y llevarte a la escuela, no dejar que Carmen lo hiciera...” El corazón de Rosa le dio un vuelco, no entendía lo que estaba sucediendo ni porque había una carta escrita por su madre ahí, siguió entonces leyendo: “No sé porque tu tía hizo lo que hizo, no entiendo cual fue la maldad en su corazón, o si tuvo algo que ver con que nunca pudo tener hijos y que sentía envidia de mi y de mi hija la que sería enfermera como su abuela. Te dejo esta nota aquí donde te asesino a sangre fría tu tía, junto con tus zapatos de enfermera que tanto te gustaban porque eran los últimos que había tenido tu abuela, siempre te llevaré en mi corazón, y solo espero que tu tía Carmen este pagando por lo que te hizo, por lo que le hizo a nuestra familia. Te amará por siempre: Tu mami” Fue entonces cuando Rosa recordó todo, cuando revivió aquel día, el primer día que tendría clínica y que se había vestido de enfermera, el como la acompaño su tía Carmen a la escuela y antes de llegar la llevo a visitar
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la que según ella era la casa donde creció, el como la golpeo hasta matarla, el como sintió la vida salir de ella y pereció en las manos de su tía, la cual después se suicidó. Entonces Rosa salió de la habitación, esperando obtener una respuesta de que era aquello que había sucedido. Corrió por todo Santo Tomás, llego a Eseo, vio una gran ofrenda anaranjada y entonces lo entendió. Era 2 de noviembre, era día de muertos, ella estaba reviviendo sus últimos días y recordando como sucedió todo, no daba crédito a lo que veía ni entendía como dios la dejaba sufrir aun después de la muerte. Entonces escucho una voz detrás de ella que reconoció en un instante que, aun muerta, le enchino la piel cuando dijo: -”Al fin llegamos a la escuela Rosita, que tengas un maravilloso primer día”
Fin.
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Elaboración del cuento Rojas Millie 13-10-2019 Yo soy Millie y esta historia comienza un día de lluvia cuando yo iba a la ESEO, mi amiga y yo decidimos quedarnos un rato más porque éramos las únicas que no tenían a nadie que las esperara, así que decidimos subir a al tercer piso donde eran las aulas posgrado, como cualquiera de las chicas de la eseo en un día de lluvia, nos pusimos a contar historias de terror, ya saben decir 3 veces tal nombre en el espejo o esas cosas, cuando mi amiga recordó una historia que era particular de nuestro escuela (era una escuela pública de tres plantas era un poco grande, está situada precisamente en la ciudad, la historia trataba de un fantasma que penaba en los salones de posgrado de la escuela, y también la leyenda del niño que se aparece en la biblioteca de la escuela , cuando terminamos de contarlas y nos quedamos sin historias, a mi amiga se le ocurrió invocar al niño de la biblioteca, por así llamarlo porque no sabemos cuál es su nombre, fuimos al baño que quedaba al otro lado de la segunda planta, y procedimos a llamarlo, pero no pasó nada, en un ir y venir cuando nos dimos cuenta era la hora donde se cerraba la escuela a las 9 de la noche más o menos, y escuchamos a las puertas cerrándose, nos asustamos y fuimos a ver las puertas de la entrada estaban cerradas, nos habíamos quedado encerradas. Mi amiga me calmo diciéndome que estaba bien que nos pasaría nada. Después de un rato sin nada que hacer y todavía encerradas a mi amiga se le ocurrió que debíamos investigar el sótano, yo le dije que seguro estaría cerrado. Pero quiso ir a ver igual yo la seguí ya que es sumamente aterradora una escuela de noche, llegamos y sorprendentemente la puerta estaba abierta entramos y estaba todo muy oscuro lo iluminamos con ayuda de mi celular, dentro de ese lugar solo había una cantidad incontable de bancos rotos, pero más atrás vi una puerta, mi amiga también la avisto porque me dijo “que alguien nos estaba observando por ahí” yo le dije que me dejara de molestar y que saliéramos a allí. Ella me dijo que le dieron muchas ganas de ir al baño y que la acompañara porque tenía miedo de ir sola, fuimos al baño de la primera planta porque ya estabas ahí(la escuela tenía en total 8 baños 4 de chicas y 4 de chicos) yo la espera afuera del baño, pero me grito que fuera rápido al baño, yo muy asustada fui, y ella me dijo que estaba segura que ella vio a alguien por la ventana del baño, yo sabía que a ella le encantaba molestarme debido a que siempre fui miedosa así que no le preste atención, cuando termino le dije que nos fijáramos si ninguna de las puertas estaba abierta, y ninguna lo estaba, volvimos al segundo piso y esta vez nos fuimos a los salones de posgrado, honestamente no sé por qué recorrimos toda las escuela en ese momento habrá sido pura curiosidad de niñas de primaria, yo me senté en una banca a jugar con mi celular, y mi amiga abrió la ventana para que entrara el viento se quedó parada un rato allí, otra vez vino corriendo hacia mí y me dijo que había un niño observándonos desde la terraza que hay en la parte de arriba de la escuela(eso anteriormente esta un panteón y en ello construyeron la escuela) yo le dije que deje de decir esas cosas que me estaba asustado de verdad, ella 153
me dijo que no era broma que cada vez estaba más cerca. Yo no le creí y me fui de ahí, ella me siguió corriendo detrás de mí cuando llegue al curso me senté y cerré la puerta, ella no llego al curso, yo pensé que con su extrema curiosidad estaría investigando, pero después de 10 minutos me empecé a preocupar, fui hacia la escalera que está al lado de los baños y vi que mi amiga iba hacia allí, pero… ella no estaba sola, de la mano la llevaba un niño, yo pensé “ que acaso no estábamos las dos solas?” las seguí disimuladamente ya que no quería molestar, cuando llegamos yo me quede del lado de afuera mirando por el espacio que había entre la puerta y la pared, yo era muy tímida con las personas que no conocía así que no entre, pero empecé a escuchar gritos, tome todo el valor del mundo y decidí entrar, mi amiga estaba siendo arrastrada a la última caseta del baño, yo me pare en seco y le grite “deja a mi amiga suéltala” el niño se dio cuenta de mi presencia por mi grito, y se dio vuelta tenia ojos completamente negros y una sonrisa diabólica pintada en su rostro. Lo último que recuerdo es la cara de terror de mi amiga antes de que sea arrastrada hasta la última casilla del baño. Mi madre me dijo que ese día me encontraron desmayada en la escuela y que yo no me había quedado hasta la noche de hecho la maestra la llamo para que me fueran a recoger. Cuando les pregunte sobre mi amiga me dijeron que ese persona no existía o al menos no la conocían, y eso era extraño porque ella iba todos los fines de semana a mi casa, cuando fui a su casa para ver si no era broma de mis padres, sus padres me dijeron que ellos no tenían ninguna hija que me habría equivocado de casa. Pero yo sé que ella existió y esa cosa también, porque ahora yo con 25 años cuando paso por mi ex escuela de noche veo al niño y a la chica que me observan por la ventana que está cerca del baño dos niñas de ojos negros que me dicen “ven por mi” y yo sé que una de ella era mi amiga porque desde la ventana se muestra en ella una pulsera idéntica a la mía que hicimos cuando iba a la escuela. Siempre me lamento sabiendo que debería haberla escuchado cuando dijo que alguien nos observaba.
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Sólo vengo de paso. Joshaxanthy Lazcano El día 31 de octubre del 2019, un día no muy común y corriente pues es una fecha bastante peculiar donde la gente disfruta de la compañía de seres extraños y la fechoría de burlarse de la muerte. Me encontraba merodeando por las afueras de la escuela, tenía muchas ganas de ver si aun los estudiantes universitarios salían a pedir dulces y a decir verdad me resultó impresionante ver que unos cuantos olvidaban el ser adultos y se transformaban en niños. Unos cuantos más, salían de las fiestas realizadas en las casas cercanas, un tanto ebrios y otros vomitando por toda la calle. - ¡Muévete! - Mascullo alguien de tras de mí. No dije ni una sola palabra, pues mi ética profesional y moral no me lo permitieron puesto a que era un señor de avanzada edad quien a mi parecer tenía un carácter bastante irritante. Continúe caminando por la acera del Casco de Santo Tomas, eran aproximadamente las 7:30 de la tarde, aun se veía movimiento y uno que otro niñito de por ahí brincoteando disfrazados junto a sus madres. -Como me gustaría ser niña. - Pensé por un momento para luego ignorar mis pensamientos y seguir caminando. La verdad, no recuerdo muy bien por que pensé que sería divertido pasar a la escuela en esta fecha, ni siquiera sabia con certeza si realmente me iban a abrir, pero tenía la excusa perfecta: Olvidé mis cuadernos y tengo mucha tarea. Cuando por fin llegué a la entrada, estaba algo nerviosa, al principio no vi a ningún policía así que decidí decir en voz alta un -hola. - muy firmemente. - ¿Dime? ¿Se te ofrece algo? -Un policía salió detrás de la caseta, haciendo que reprimiera un grito ahogado. -Em, buenas noches. Se que es impertinente venir a estas horas a la escuela y más en un día feriado…mascullé- pero, olvide mis cuadernos para hacer la tarea y de verdad los necesito para poder aprobar. -Hice un puchero. - ¿Podría pasar rápido? Prometo no tardarme nada. - lo dije con un tono de voz bastante gélido. Al parecer funcionó, el policía no me dijo nada más que un -Si, descuida. Pero no le digas a nadie. - Así que me abrió la reja y entre feliz mente… o bueno, hasta que di el primer paso a la entrada. Se sentía una sensación bastante escalofriante, los pasillos estaban bastante largos o los veía más largos de lo normal puesto a que la iluminación era muy tenue dando el reflejo aun hospital abandonado. Como mi salón se encontraba en el tercer piso, me recorrido un escalofrió bastante prologado, pues el segundo piso estaba completamente si luz, así que decidí encender la lampara de mi celular. Debo de admitir que no podía con el miedo, sin embargo, sabía que no pasaría nada pues no creo es fantasmas ni en las películas de terror, es más, siempre me han resultado graciosas y el simple echo de estar asustada hace que cree repentinas risas de nerviosismo.
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Cuando subí al tercer piso, fue cuando el ambiente cambió. Ya no tenía miedo, ya estaba más tranquila, abrí el salón y me dirijo hacia los casilleros donde saqué mis cuadernos que realmente no necesitaba, pero debía de llevar la evidencia de que realmente venia por algo. Fue ahí cuando las luces se prendieron, no me espanté. Seguí hurgando en mi casillero hasta que escuché una voz muy dulce, como la de una abuelita. - ¿Se te perdió algo? -Se río. - Pensé que necesitabas un poco de luz, así que las prendí para que pudieras ver bien. -Oh, solo estaba sacando mis cosas para hacer la tarea -apenas dije y volteé a verla. Su aspecto era bastante carismático, pero a su vez perturbador, no tenía expresión en su rostro y lo que mas me inquieto fue su vestimenta de enfermera blanca. -que raro. - me dije a mi misma entre pensamientos. -Descuida, no te espantes. Vine de paso, la documentación del hospital la deje en mi cubículo. - Se dio la vuelta. - Estaré en posgrado si me necesitas, mi nombre es Lupita. No le di importancia, pero cuando se fue me quedé helada, inmediatamente empecé a recordar las historias que el profesor César de Textos nos había contado. Momentáneamente me distraje con mis cuadernos y se me olvido, así que cuando Sali, me resulto extraño que las luces de posgrado estuvieran apagadas pues hace unos instantes Lupita me dijo que estaría ahí, pero a decir verdad supuse que se había ido rápido por el hospital. Así que baje, llegue a las rejas, donde se encontraba el policía viendo la televisión. -Gracias por dejarme pasar. -Sonreí. - ¿Lupita ya salió? -pregunte con un tono de voz cálido. - ¿Lupita? -Arqueo una ceja. - Oh vamos, la escuela esta sola. ¿Estas bromeando? -Se rio. - ¿A caso es una broma de día de muertos? -No, de verdad. Me prendió las luces allá arriba y me dijo que había venido de paso…-Se me corto la voz. -Será mejor que te vayas, no te espantaré después de esto. - Me abrió la reja. - Trata de no pensar en ello, pues la mujer que te topaste murió aquí en las instalaciones y solo se aparece a quienes la suerte les consume…
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