Animal: el Reno

Animal Mágico el Reno

“ESQUIVO Y ELEGANTE, INOCENTE Y BENÉFICO. BESTIA SAGRADA, VITAL, ENCARNACIÓN DE ESPÍRITU Y LEYENDAS. REY DEL BOSQUE”

El reno común o venado, es una especie de cérvido ampliamente distribuida por el hemisferio norte del planeta. Se han documentado unas 27 subespecies distintas que se diferencian entre sí por el tamaño, longitud y color de pelo y la forma de los cuernos. Se admite que los ciervos del oriente asiático y los de Norteamérica pertenecen a la especie propia.

Los renos son unos animales muy especiales y más en fechas cómo estás, dónde la magia parece estar presente en cada rincón de la ciudad, iluminada con Miles de luces que, con distintos colores, logran decorar las calles más apagadas, su imagen y lo que representa en Yule adquiere un toque conquistador tanto para los niños más pequeños como para las personas mayores.

Esto no es todo. Quizá hasta que no llegan estos días no nos paramos a pensar en la importancia de estos animales y es posible que ni ahora seamos realmente conscientes de ellos, pero para los pueblos indígenas del Ártico este exótico animal es esencial durante todo el año.

La medicina del venado incluye la gentileza de la palabra, el pensamiento y el tacto. La capacidad de escuchar, la gracia y el aprecio por la belleza del equilibrio. La compresión de lo que es necesario para la supervivencia, el poder de la gratitud y el dar, la capacidad de sacrificarse para el bien superior, conexión a la diosa del bosque, caminos alternativos a un objetivo.

En la tradición celta, hay dos aspectos de los ciervos femenino, y masculino. El Hind (el ciervo hembra roja). Llamado Eilidh en el idioma gaélico, simboliza la feminidad, la sutileza y agradecimiento. El Hind se cree que nos llama desde el Reino Faery, nos tienta para liberar los atavíos materiales de la llamada “civilización”, para adelantarse en el bosque de la magia,

El venado nos enseña lo poderoso que es el comportamiento apacible, para ejercer la observación aguda y la sensibilidad, los ciervos están en sintonía con la naturaleza y todo lo que ella comprende. Ellos son portadores sagrados de paz y muestra a las personas con este animal de poder como abrir sus corazones y el amor incondicional. El conjunto de estas cultivadas por los ciervos machos son antenas que conectan con las energías más allá. El venado nos enseña a ser suave, para tocar los corazones y las mentes de los seres heridos que están en nuestra vidas.

Su primera representación se encuentra en las pinturas rupestres y significaba el misterio de la transformación del joven en adulto y, al propio tiempo, la extrañeza por la llegada de la vejez.

Numerosas culturas comparaban al ciervo, con el árbol de la vida y le atribuían un significado relacionado con la fertilidad. En los mitos celtas, el ciervo tenía la reputación de estar entre los animales más antiguos. Su elegancia natural lo asoció con las artes, especialmente con la poesía y la música.

Para los antiguos celtas el venado era el rey de las hadas (“fairy calte”), un ser sobrenatural que conducía las tropas de hadas y humanos elegidos a su Reino en los bosques, el reino de las hadas.

El bosque era dominio del ciervo, y de esta forma asumió la protección de sus criaturas. No es sorprendente, que los celtas relacionaran al ciervo con la virilidad y la fertilidad de los guerreros. Era un símbolo del sol también, cercanamente relacionado con el dios celta de la caza habitualmente representado como una criatura astada.

Para los pueblos del lejano oriente y para las culturas precolombinas, el ciervo significaba el espíritu y el cuerpo que se renueva, debido al nacimiento de los brotes de sus cuernos.

Los chinos interpretan el significado del ciervo en un sentido relacionado con la fecundidad, si el ciervo posee una abundante cornamenta será símbolo de prosperidad. De hecho en China, las palabras “ciervo” y “abundancia” suena exactamente igual.

Los budistas gustan de contar la historia de la primera lección de su maestro cuando su sagrada primera lección de su maestro cuando su sagrada presencia atrajo incluso a los animales salvajes de la región, especialmente a los ciervos. El lugar actual en el que se supone que tuvo lugar está primera enseñanza de Buda se llama hoy en día “ el parque del ciervo “. En algunos monasterios tibetanos, los discípulos con forma de ciervo de Buda aparecen en ambos lados de la rueda del Dharma (la rueda de la doctrina ). Los budistas afirman que es el animal del recto conocimiento.

Para los clásicos, el ciervo estaba consagrado a la diosa Artemisa, protectora de la energía, vegetativa, y a Diana Cazadora. Artemisa, la Diosa griega de la caza, era representada con un séquito compuesto de cinco ciervos de cornamenta dorada. Los romanos y los helenos hablaban del carácter místico del ciervo, el cual sabía distinguir las distintas especies de plantas curativas, debido a su perfecta intuición y a su naturaleza. Estaba considerado como un animal simbólico por excelencia debido a su agilidad y belleza. Para los nativos norteamericano el ciervo simbolizaba el árbol de la vida, los rayos del sol, la longevidad y el renacer.