CRÓNICA Cumbre Vieja.

El año 2021 nos ha dejado atrás unos recuerdos acaecidos en la Isla de la Palma que perdurarán desde ahora en adelante en los libros de literatura y siempre lo tendremos presente, la ruina que ha dejado en la isla, todas las personas a las que la fuerza de la lava les ha arrebatado sin piedad sus viviendas, bienes y todos los recuerdos de una vida entera. La fundación canaria ha propulsado a toda España para que se volcara ayudando a los isleños. De éste modo hemos conseguido tener ayuda de nuestro gobierno central y que destinara los millones que sean necesarios para encender esta vez, no la llama del Cumbre Vieja, si no las heridas y cicatrices que tenemos que curar, ya que la humanidad siempre es propensa a equilibrarse por sí misma. Soy natural de Isla Cristina (Huelva) una isla que se creó hace 900 años y también se la ha llevado el mar en dos ocasiones y ha vuelto a emerger, la última hace 400 años. Allí se instalaron marineros que provenían de Barcelona y se empezaron a instalar en pequeñas chozas de cañas y barro. Con el tiempo, mi isla, que se engullía y emergía del mar a su antojo pasó a ser conocida como “La Higuerita Marinera” y posteriormente, cuándo nació la infanta Cristina, hija del Rey emérito se bautizó “Isla Cristina”. Por ello me identifico con el pueblo canario, que poco a poco ha ido engullendo Cumbre Vieja y emergiendo con la solidaridad y altruismo de toda Espana y, sobre todo, la humanidad de los canarios.

Daniel Domínguez Barroso.