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Proyecto Inocencia.
from Invisibles - Nº1
by VISION
Es común oír: “Es preferible tener diez culpables en la calle que un inocente en la cárcel”. Parecería que en ella no hay inocentes y que, de haberlos, se actuase en su favor. Nada más lejos de la realidad. A principios de los años 90, cuando se descubrió el ADN, pudo constatarse que había centenares de inocentes en el corredor de la muerte y decenas de miles en las cárceles estadounidenses.
tarnos qué clase de justicia existe. La justicia humana está hecha como su nombre indica por “humanos”: seres perfectibles, seres incompletos, seres bajo presión…
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Todos nos hemos criado con un grandísimo respeto a la toga, a la justicia… pero la realidad es tozuda y las cosas a veces no son negras ni blancas, sino grises.
En EE.UU. e Inglaterra, los ciudadanos y la universidad privada Cardozo tuvieron una idea revolucionaria: crearon en 1999 la Fundación Inocente que se extendería por 66 países. En cada facultad de Derecho que se adhiere, los alumnos de 5º, en grupos de 8, son coordinados por un abogado contratado. “Recibimos entre 1500 y 2000 cartas al año de todos los penales del estado”. Desde 1989, 1730 personas han sido exoneradas en EEUU de condenas por crímenes que no cometieron. Las cifras que maneja el Proyecto Inocencia en California indican que son solo la punta del iceberg, Hoy hay más de 100 ciudades de todo el mundo con ‘clínicas’ que trabajan de forma totalmente independiente.
Si esta fundación se hubiera extendido a los 192 países existentes serían millones los liberados. Y tendríamos que pregun-
Llevo 45 años como activista social. Tengo 62 años y he formado parte del grupo ecologista “Alwadi-ira” durante 24 años; fundé y lideré La Talega Consumo Ético y colaboré durante 25 años en Greenpeace y Médicos sin Fronteras.
Fui cofundador del quincenal alcalareño La Voz de Alcalá, donde fidelicé a 400 socios. He tenido la idea de iniciar una campaña para que Sevilla se convierta en Ciudad Inocente, la número ¿165? Vamos a escribir a Derechos Humanos, a Amnistía Internacional, a las facultades de Derecho, a la UNED, a los colectivos sociales de toda la provincia…
Si esta iniciativa la hubiera tenido con 17 años, que fue cuando comencé mi vocación social, no estaría ahora en la cárcel y habríamos liberado quizás a decenas de inocentes.
Innocent.