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Damiaozhai: hacia una prosperidad común

El exitoso modelo de desarrollo de esta aldea de la provincia de Yunnan

Por ZHANG CHUANHONG*

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N julio de 2021, cuando el profesor Li Xiaoyun de la Universidad Agrícola de China llegó por primera vez a la aldea de Damiaozhai, en la ciudad de Zhaotong, provincia de Yunnan, hubo dos cosas que le conmovieron. La primera de ellas fue ver cómo vivía la gente local: si bien las viviendas parecían sólidas, no había ningún tipo de amoblado ni objetos de decoración. La aldea como tal era muy pobre. La gente y los animales a menudo convivían lado a lado, mientras que el olor que emanaba de las aguas residuales contrastaba con el exuberante paisaje natural. La segunda fue el entusiasmo desplegado por los aldeanos al enterarse de que tenían visitas provenientes de Beijing. De inmediato, se pusieron a bailar de forma espontánea y no dudaron en agasajar a los invitados con licor producido localmente y bolsas de huevos para llevar.

En el camino de regreso, Li se preguntó cómo podían los residentes de esta aldea llevar una vida moderna.

Proyecto piloto

La aldea de Damiaozhai pertenece a la comunidad de Longtan. Ubicada en las montañas Wumeng, a 1690 metros de altura, suele estar cubierta por nubes y niebla durante todo el año. Se emplaza en un lugar remoto, a 27 kilómetros del casco distrital, y sus 123 hogares son de la etnia miao. Más del 70 % de su población llegó a estar bajo la línea de la pobreza. Si bien hubo mejoras tanto en su infraestructura como en los ingresos de sus residentes, el entorno de vida seguía teniendo numerosas limitaciones.

Los ingresos provenían principalmente de las remesas enviadas por aquellos que habían emigrado a las ciudades a trabajar, y solo había cultivos de papa, maíz y rábano con bajo valor agregado. Durante la pandemia, muchos no tuvieron más opción que quedarse en casa sin la capacidad de ganar dinero, por lo que su situación se agravó aún más. En este contexto, Li y los cuadros locales se plantearon un nuevo modelo de desarrollo, de tal forma que más aldeanos pudieran encontrar empleo en su propio pueblo, se mejorasen las condiciones de vida y se lograse la revitalización de la comunidad en general.

El equipo encabezado por Li trabajó con varios departamentos del gobierno local para diseñar un plan de revitalización rural basado en “la industria, el talento, la organización y la ecología”. En agosto de 2021 fue aprobado el “Proyecto piloto del área de demostración de la Universidad Agrícola de ChinaZhaotong para el alivio de la pobreza”, cuyo objetivo principal consistía en aprovechar las condiciones naturales del entorno y los recursos culturales característicos de la etnia miao, a fin de promover la integración de industrias primarias, secundarias y terciarias a través del desarrollo de la cultura agrícola y el turismo rural.

Una aldea-jardín

El equipo de Li Xiaoyun primero realizó una investigación sobre las industrias existentes, los terrenos baldíos, la infraestructura, el empleo y los ingresos de los aldeanos, con el objetivo de determinar los recursos con los cuales contaba la aldea y trazar un plan de desarrollo preliminar. De este modo, el gobierno local utilizó recursos de varios departamentos para actualizar y mejorar la infraestructura del lugar, como el sistema de agua potable, los caminos, el alumbrado, las redes de agua y electricidad, el tratamiento de aguas residuales y la salubridad. Gracias a este apoyo, también se construyó una moderna base para la cría de animales a las afueras del pueblo, poniendo fin a la convivencia entre pobladores y animales bajo un mismo techo. Asimismo, se hicieron una serie de mejoras como la instalación de una red de alcantarillado, baños y el embellecimiento de caminos que convirtieron al lugar en una verdadera “aldea-jardín”.

Siguiendo el estilo arquitectónico original, se agregaron terrazas de tejas rojas y cercas de ladrillo rojo a algunas viviendas, y se cambió el color de puertas y ventanas. Muchas casas en desuso fueron transformadas en hostales y albergues familiares, mientras que se habilitaron una serie de espacios nuevos, como baños públicos modernos, plazas, una cafetería, una estación de trabajo multifuncional, un área de juegos para padres e hijos en un bosque de pinos y un restaurante étnico, entre otros.

Por otro lado, se estableció un taller experimental de procesamiento de rábano seco, con el fin de extender la cadena de valor. De esta forma, los visitantes que llegan hasta Damiaozhai pueden no solo probar las delicias culinarias locales y gozar de la belleza del lugar, sino también tomar parte en el procesamiento de rábanos. Todo ello ha brindado nuevas oportunidades de empleo, pero además una renovada vitalidad y elementos de la vida moderna a las aldeas tradicionales en zonas rurales.

Con miras a no incurrir en gastos extras, la planificación y construcción de todas las instalaciones estuvieron en manos de los propios residentes de la aldea. De este modo, la población local ha podido desempeñar un rol más activo al aportar sus propias ideas y acciones en el proceso de construcción, obteniendo mayores ingresos. Asimismo, este plan ha creado oportunidades de empleo y ha servido para capacitar a un número importante de personas en pos de una revitalización rural más amplia.

Una vez que los residentes de la aldea de Damiaozhai finalizaron las obras de construcción y mejora, prosiguieron su trabajo en otros pueblos cercanos. Además, se hicieron una serie de capacitaciones laborales gratuitas, en las que 35 residentes sin conocimientos previos aprendieron diversas habilidades y se convirtieron en talentos administrativos y técnicos.

Con el fin de robustecer la economía local a través de nuevos modelos de desarrollo, se creó un grupo de directores ejecutivos de la aldea, y muchos jóvenes fueron reclutados y capacitados para diversos empleos gracias al equipo dirigido por Li y el gobierno local. Mediante este esquema fueron contratados instructores profesionales y técnicos provenientes de Kunming –la capital de la provincia de Yunnan–, con una vasta experiencia en el sector industrial, junto con profesores de la Universidad Agrícola de China para capacitar a directores ejecutivos rurales a través de profesores acompañantes. Los directores ejecutivos rurales adquirieron habilidades específicas en gestión y otros campos, gracias a las cuales han podido desempeñar funciones en toda la cadena de operación.

Wang Yunlan, de 22 años, y su esposo trabajaron fuera de la aldea durante mucho tiempo, por lo que se vieron obligados a dejar a su hija de cuatro años al cuidado de la abuela de esta. Sin embargo, a Wang le entristecía esta situación, sobre todo el hecho de no ver a su hija crecer. Luego del establecimiento de estos nuevos negocios en la aldea, Wang empezó a gestionar una cafetería, la cual se ha vuelto tan popular que es común ver a influencers y creadores de contenido de Internet grabando videos. Muchos llegan hasta aquí solo para probar una taza de café de la etnia miao. Si bien el sueldo es menor al que recibía antes, Wang tiene la satisfacción de realizar un trabajo que disfruta, pero sobre todo de acompañar a su hija todos los días.

Redistribución de beneficios

Un mecanismo de redistribución de los beneficios justo y razonable ha sido la clave detrás de las operaciones de varios negocios en la aldea. Con este fin, se estableció una cooperativa colectiva, a la cual pertenecen todos los residentes de la aldea. Todos los ingresos relacionados con el nuevo modelo industrial se pagan a través del mismo código QR y las ganancias pertenecen al colectivo, mientras que las estrategias y actividades de gestión son formuladas en conjunto.

A través de este modelo, también se han diseñado una serie de mecanismos de trabajo, como gestión de operaciones, distribución de ingresos y evaluación de salarios. Asimismo, se ha aprovechado la economía colectiva como motor para que los pequeños agricultores puedan desarrollar actividades de forma independiente. Una serie de establecimientos públicos y comercios que han recibido aportes gubernamentales son administrados y operados colectivamente por la cooperativa. Los fondos de los aldeanos y los establecimientos comerciales, como los albergues familiares, pueden ser operados por la cooperativa o de forma independiente, pero se deben adherir a los criterios establecidos por el colectivo.

Desde el inicio de este proyecto ha tomado forma un nuevo modelo industrial, que tiene como base el agroturismo para impulsar el desarrollo integrado de las industrias primarias, secundarias y terciarias. Todos los establecimientos, como la sala de estar del campo, la plaza cultural, la cafetería y los albergues familiares, entre otros, han sido acondicionados para recibir visitas. Durante el tradicional Festival Huashan de la etnia miao en 2022, la aldea recibió cada día a más de 10.000 turistas. La experiencia exitosa de la aldea de Damiaozhai es también una fuente de aliento para el equipo de Li Xiaoyun. El modelo adoptado ha sido replicado en varias partes de la provincia de Yunnan, como en la ciudad de Zhaotong, donde se han puesto en marcha 29 proyectos piloto.

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