8 minute read

Es la mente lo que hace el cuerpo

Los adultos mayores chinos apuntan a una vida activa y saludable

Por LÜ YAN

Advertisement

GUO Chengzhi ha encontrado un nuevo pasatiempo: el baile. Antes, la jornada de esta jubilada de 73 años consistía en visitar mercados de agricultores, cocinar, escuchar la radio y ver un poco de televisión, hasta que el baile cuadrado entró en su vida.

“Nunca fui una gran bailarina, pero cuando fui al parque de mi vecindario y vi a unas 50 personas moviéndose en fila, estirándose o sosteniendo sus manos en alto, pensé que sería divertido, así que lo intenté. Y ahora acudo de forma habitual”, dice Guo al semanario Beijing Review. “Bailar eleva el nivel de dopamina y no podemos evitar estar siempre sonrientes”.

Aunque vive en Jilin, una de las provincias más frías de China, donde las temperaturas en invierno pueden llegar hasta los 30 grados bajo cero, Guo ha seguido con su pasatiempo incluso durante los meses más gélidos, al igual que muchas de sus amigas bailarinas.

De acuerdo con el Buró Nacional de Estadísticas, la población de la parte continental de China había ascendido hasta aproximadamente 1410 millones de habitantes a finales de 2021. Según datos del séptimo censo nacional publicados en mayo del año pasado, el número de personas de 60 años o más llegó a 264,02 millones, incluidas 190,64 millones de personas de 65 años o más, o el 13,5 % de la población total.

“El concepto de envejecimiento activo y saludable debe adoptarse de manera más amplia. Las personas mayores deben saber que pueden seguir desempeñando un papel activo en la sociedad. Para lograr este objetivo, cuestiones relacionadas con la pensión, la salud, así como el bienestar psicológico y cultural deben ser consideradas de lleno dentro de la vida”, señaló Liu Weilin, presidente de la Asociación de Gerontología y Geriatría de China, durante un seminario celebrado en enero.

El deslumbrante baile cuadrado

A diferencia de la danza cuadrada tradicional –un estilo originario de la Europa del siglo XVI en el que cuatro parejas se disponen en un cuadrado–, la danza cuadrada china es una conocida actividad recreativa colectiva que consiste en bailes organizados de forma espontánea en plazas, parques y otros espacios abiertos. Es popular entre las personas mayores y de mediana edad y hace uso de un altavoz que emite canciones pop o de estilo folclórico.

El baile cuadrado empezó a ganar popularidad en China a mediados de la década de 1990, cuando diversos grupos se reunían en espacios públicos para bailar por las mañanas y las tardes. La mayoría de personas eran, y son, adultos mayores en busca de nuevas amistades y actividades para mantenerse ocupados.

La popularidad del baile cuadrado aumentó sustancialmente antes de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Verano Beijing 2008, cuando las autoridades comenzaron una campaña de promoción a nivel nacional de diversas actividades de acondicionamiento físico. El baile fue fomentado aún más como una buena forma de ejercicio para los jubilados cuando el Consejo de Estado publicó en agosto de 2021 una circular para la promoción de los deportes y el ejercicio como parte del XIV Plan Quinquenal del país (2021-2025). Según la circular, China espera aumentar el porcentaje de personas que hacen ejercicio regularmente al 38,5 % para 2035, frente al 37,2 % de 2020.

Según estadísticas oficiales, en la actualidad hay más de 120 millones de chinos que salen a dar una vuelta por la plaza de manera regular como forma de ejercicio.

De acuerdo con Yang Jun, profesor de la Facultad de Sociología de la Universidad de Ciencia y Tecnología del Este de China en Shanghai, los grupos de baile suelen funcionar como pequeñas comunidades compuestas por organizadores, bailarines y otros participantes. Gracias a su investigación en terreno de una compañía de baile durante los últimos tres años, Yang ha llevado a cabo múltiples encuestas que han arrojado importantes hallazgos.

Sus estudios revelan que la mayoría de las personas que toman parte en estos bailes se sienten contentas con su actual condición de vida. “Se trata de algo más que bailar. Es una forma de socializar, de formar nuevas amistades y compartir trivialidades de la vida con los demás”, explica Yang a Beijing Review. “Les beneficia tanto mental como físicamente”.

En 2015, cuatro departamentos de nivel ministerial, entre ellos el Ministerio de Cultura y Turismo y la Administración General de Deportes de China, lanzaron 12 rutinas de baile recomendadas por el Gobierno. Con el tiempo, estas rutinas se han vuelto una forma cada vez más estandarizada y profesional de hacer ejercicio y un pasatiempo tan popular que llegaron a ser incluidas en los XIII Juegos Nacionales de China celebrados en agosto de 2017 en Tianjin.

Para satisfacer las necesidades en pos de una mejor calidad de vida de un número creciente de personas mayores, los gobiernos de distintos niveles han organizado, patrocinado o apoyado sesiones de capacitación tanto en línea como de forma presencial. Del mismo modo, se han llevado a cabo competencias nacionales y regionales, lo que ha generado una serie de rutinas populares y despertado el entusiasmo de más personas mayores.

Para ciertos vecinos, no obstante, el alto sonido de la música por los altoparlantes en lugares públicos se ha convertido en una molestia. Por lo mismo, el Ministerio de Cultura y Turismo y la Administración General de Deportes de China han introducido diversos estándares y regulaciones nacionales en los últimos años para garantizar el desarrollo del baile y, al mismo tiempo, la buena convivencia entre las personas. En ese sentido, las pautas incluyen la estandarización del volumen de música recomendado y los tiempos de práctica permitidos.

Asimismo, se han tomado medidas tecnológicas para hacer más sostenible el baile cuadrado. En junio de 2017, las autoridades introdujeron equipos de audio especiales para bailarines, a fin de ayudar a reducir la contaminación acústica. Estos altavoces direccionales limitan la transmisión de ondas de sonido, por lo que la música que se reproduce solo puede ser escuchada por aquellos que se encuentran dentro de un espacio determinado. Además, hay grupos que incluso utilizan auriculares inalámbricos, por lo que los demás no escuchan absolutamente nada.

Hacia la era digital

Además de su alta visibilidad en parques y otros lugares públicos, los adultos mayores se están volviendo más activos en el ciberespacio. “Paso al menos dos o tres horas en mi teléfono inteligente todos los días haciendo algunas compras en línea, chateando, retocando fotos y viendo videos de bailes cuadrados en plataformas como Douyin”, contó Guo Lirong, de 62 años, durante un seminario acerca del uso de la tecnología inteligente para atender las necesidades de una sociedad en proceso de envejecimiento.

Zhang Jia es voluntaria de lanmajia ( 蓝马甲 , “chaleco azul” en español), una campaña de bienestar público lanzada por departamentos gubernamentales y empresas como Alipay, la principal plataforma de pago digital de China. Desde Lujiazui, en la Nueva Área de Pudong en Shanghai, el trabajo principal de Zhang es enseñar a las personas mayores cómo usar un teléfono inteligente.

Al principio, Zhang comenzó mostrándoles cómo registrarse en hospitales, tomar un taxi y pagar sus facturas de servicios públicos con Alipay, pero pronto se percató de que ciertas personas mayores ni siquiera sabían cómo conectarse al wifi. Con gran paciencia, comenzó a enseñarles y a responder sus preguntas. “Después de un tiempo, noté algunos cambios. Eran cada vez menos las personas que preguntaban sobre las funciones básicas del teléfono y las aplicaciones que todos usaban se volvían cada vez más diversas”, recuerda Zhang.

Según Du Peng, vicepresidente de la Universidad Renmin de China, aprender a usar Internet y tecnologías inteligentes puede ayudar a las personas mayores a obtener información actualizada y enriquecer sus vidas.

Nunca es tarde para aprender

Algunos participan en el aprendizaje en un entorno más formal. Alrededor de las 7 de la mañana, Liu Shujie, de 62 años, se levanta y se prepara para su clase de caligrafía china en un colegio comunitario para adultos mayores en Kunming, capital de la provincia de Yunnan. Cerca de 500 jubilados del barrio asisten a clases en este colegio.

Liu Shujie ha hecho varios amigos, con quienes se reúne en este lugar para practicar caligrafía. También quiere inscribirse en una clase de dibujo. “Solo quiero aprovechar al máximo esta plataforma”, menciona.

El primer informe del país sobre el desarrollo de la educación para adultos mayores reveló que el número de estudiantes de este segmento demográfico superó los 10,8 millones a finales de 2019. Asimismo, el documento también indicó que China tenía alrededor de 76.000 instituciones que brindaban servicios de enseñanza para personas mayores a finales de 2019.

En noviembre de 2021, el Comité Central del Partido Comunista de China y el Consejo de Estado publicaron una directriz sobre la mejora de los servicios de salud en la que se alentaba a las personas mayores a asumir un papel activo en la sociedad a través de la educación continua y un mayor acceso al entretenimiento. De acuerdo con el plan, se pretende establecer más universidades adaptadas a las personas mayores, así como plataformas nacionales de servicios públicos e intercambios de recursos educativos.

A través de estos programas, los adultos mayores obtienen más que la riqueza mental. Después de todo, es la mente la que hace el cuerpo.

18 de junio de 2021. Residentes del distrito de Yanchi bailan la danza cuadrada al pie de la muralla de la ciudad de Wuzhong, en la región autónoma hui de Ningxia.

Xinhua.

19 de abril de 2021. Un grupo de personas mayores toman fotos de tulipanes con distintos equipos de fotografía.

Wei Yao.

This article is from: