Las mujeres piden superar las barreras de participación para lograr la paz 13 de Octubre de 2015, Bogotá D.C. La Cumbre Nacional de Mujeres y Paz, espacio de confluencia de 9 plataformas de organizaciones de mujeres y de derechos humanos del país, se une a la conmemoración del 15º aniversario de la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas que se lleva a cabo hoy en el debate abierto en la ONU en Nueva York, y hace un llamado a los países parte a su cumplimiento con rapidez y celeridad. La resolución 1325 consolida la Agenda de Mujeres, Paz y Seguridad a nivel internacional, y es la primera resolución que vincula las experiencias de las mujeres durante los conflictos armados con las prioridades de los Estados para alcanzar la paz y la seguridad en todo el mundo. Tiene un énfasis en el impacto desproporcionado de la guerra en la vida y cuerpos de las mujeres y hace un llamado mundial por la inclusión de las mismas en la prevención de conflictos, en la negociación pacífica para el fin de éstos y la construcción de paz en el postconflicto. A pesar de los múltiples llamados y esfuerzos para su cumplimiento en Colombia, la resolución 1325 aún no ha logrado el impacto esperado. Desde la Cumbre Nacional de Mujeres y Paz reconocemos los alcances logrados en la inclusión de mujeres y una perspectiva de género en el marco de las negociaciones en La Habana para el fin del conflicto armado. Sin embargo, reiteramos de manera enfática, que la participación de las mujeres en cada uno de los escenarios establecidos debe ser paritaria, alternativa y universal. Con gran esperanza hemos dado la bienvenida al anuncio del pasado 23 de septiembre sobre el acuerdo en La Habana por el gobierno de Colombia y las FARC-‐EP, que crea un sistema de justicia especial como parte del sistema integral de verdad, justicia, reparación y no repetición. Consideramos que este paso contribuirá positivamente a la garantía de los derechos de las mujeres y niñas víctimas para lograr la construcción de una sociedad más justa y en paz. No obstante, rechazamos de manera vehemente la ausencia de mujeres en el acto protocolario, tanto en la mesa principal como en los cargos de alto nivel y varias de las subcomisiones de manera paritaria. Esto simboliza, para nosotras las mujeres de Colombia, la invisibilidad de nuestros aportes, propuestas y compromisos éticos y políticos en el nombre de la paz. En este sentido, en el marco del aniversario internacional de la Resolución 1325, las mujeres de la Cumbre Nacional de Mujeres y Paz trabajamos con la apuesta común de visibilizar el papel histórico de las mujeres en la construcción de paz en Colombia y como sujeto político colectivo con capacidad de interlocución nacional y local, con el objetivo de asegurar la participación e inclusión efectiva de las mujeres en todos los espacios de negociación presentes y futuros y de refrendación, verificación e implementación de acuerdos de paz, que puedan garantizar condiciones para la no repetición.