Historia de la arquitectura ii

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H i s t o r i a

D e l a

A r Q u I T E c T U r a


Autora: Cibell Mu単oz 24.903.043

07/02/16


Contenido • El Renacimiento • El Manierismo • El Barroco • El Neoclasicismo


El renacimiento Es un periodo de la historia europea, caracterizada por un renovado interés por el pasado grecorromano clásico y especialmente por su arte. Con el Renacimiento, el hombre centra toda su actividad, en el hombre como tal, es decir después del aletargamiento medieval el hombre piensa ahora con una libertad de espíritu, que le conducirá a la libertad de pensamiento, el culto a la vida y el amor a la naturaleza son otros aspectos importantes, además el Renacimiento estableció como fuentes de inspiración el equilibrio y la serenidad. Pero lo más característico de esta época es la separación entre lo cívico y lo religioso.


Arquitectura renacentista Arquitectura del Renacimiento es aquella diseñada y construida durante el período artístico del Renacimiento europeo, que abarcó los siglos XV y XVI. Se caracteriza por ser un momento de ruptura en la Historia de la Arquitectura, en especial con respecto al estilo arquitectónico previo: el Gótico; mientras que, por el contrario, busca su inspiración en una interpretación propia del Arte clásico, en particular en su vertiente arquitectónica, que se consideraba modelo perfecto de las Bellas Artes. Otra de las notas que caracteriza este movimiento es la nueva actitud de los arquitectos, que pasaron del anonimato del artesano a una nueva concepción de la profesionalidad, marcando en cada obra su estilo personal: se consideraban a sí mismos, y acabaron por conseguir esa consideración social, como artistas interdisciplinares y humanistas, como correspondía a la concepción integral del humanismo renacentista. Conocemos poco de los maestros de obras románicos y de los atrevidos arquitectos de las grandes catedrales góticas; mientras que no sólo las grandes obras renacentistas, sino muchos pequeños edificios o incluso meros proyectos, fueron cuidadosamente documentados desde sus orígenes, y objeto del estudio de tratadistas contemporáneos.


La Arquitectura renacentista se desarrolla a partir del siglo XV principalmente en Italia. Es común atribuir el lugar de génesis a la ciudad italiana de Florencia, ciudad donde el gótico apenas había penetrado, en el momento de la construcción de la cúpula de la Catedral de Santa María del Fiore proyectada por Filippo Brunelleschi. Tal episodio no sólo es un mero cambio en el perfil estilístico que predominaba en el escenario arquitectónico florentino, sino la demostración clara de la ruptura que vendría posteriormente en la propia forma de producir la arquitectura, abriendo camino para, no sólo redescubrir el clasicismo, sino también para la promoción de la tratadística y para una teorización inédita sobre el tema. Son muchos los estudiosos que afirman que Brunelleschi construyó, de hecho, no sólo una cúpula, sino el concepto de un nuevo tipo de arquitecto: altera las reglas de la construcción civil iniciando un proceso que, gradualmente, separará al proyectista del constructor.

Un hecho a destacar en la producción de Brunelleschi es que se manifiesta más importancia en el campo de la construcción que en el del estilo. Se asimila esto cuando se observa la obra en su conjunto, percibiéndose que, a pesar de querer seguir la canonización clásica, se produce un edificio que no es completamente comprometido con dichas reglas clásicas. Esto es causado por la carencia del arquitecto de conocimiento profundo de las normas clásicas, al que accedía más por la observación de las ruinas romanas existentes que por el estudio de los tratados.


Escultura renacentista La escultura del Renacimiento se entiende como un proceso de procuración de la escultura de la Antigüedad clásica. Los escultores encontraron en los restos artísticos y en los descubrimientos de yacimientos de esa época pasada la inspiración perfecta para sus obras. También se inspiraron en la naturaleza. En este contexto hay que tener en cuenta la excepción de los artistas flamencos en el norte de Europa, los cuales además de superar el estilo figurativo del gótico promovieron un Renacimiento ajeno al italiano, sobre todo en el apartado de la pintura. El renacer a la antigüedad con el abandono de lo medieval, que para Giorgio Vasari «había sido un mundo propio de godos»,2 y el reconocimiento de los clásicos con todas sus variantes y matices fue un fenómeno casi exclusivamente desarrollado en Italia. El arte del Renacimiento logró interpretar la Naturaleza y traducirla con libertad y con conocimiento en gran multitud de obras maestras.


La escultura en el Renacimiento tomó como base y modelo las obras de la antigüedad clásica y su mitología, con una nueva visión del pensamiento humanista y de la función de la escultura en el arte. Como en la escultura griega, se buscó la representación naturalista del cuerpo humano desnudo con una técnica muy perfeccionada, gracias al estudio meticuloso de la anatomía humana. En Italia convivieron por igual los temas profanos con los religiosos; no así en otros países como España y Alemania, donde prevaleció el tema religioso.4 El cuerpo humano representó la Belleza absoluta, cuya correspondencia matemática entre las partes se encontraba bien definida, y el contrapposto fue utilizado constantemente desde Donatello a Miguel Ángel. En esta época es cuando se dio prácticamente la liberación de la escultura del marco arquitectónico, los relieves se realizaron con las reglas de la perspectiva y se mostraban a los personajes con expresiones de dramatismo que llevaban a la sensación de gran terribilità en los sentimientos expuestos en las esculturas de Miguel Ángel, como en el rostro de su David. Un papel fundamental fue la figura del mecenas, representados por la iglesia y personajes de la nobleza que obtenían con su mecenazgo prestigio social y propaganda política, y abarcó todos los temas: religiosos, mitológicos, de vida cotidiana, retratos de personajes, etc.


Pintura renacentista A Italia se le concidera la cuna de la pintura renacentista al confluir allí las nuevas técnicas (como el descubrimiento de la perspectiva) con una nueva ideología humanista. Allí se conservaban a la vista los monumentos de la Antigüedad a la que se quería hacer renacer, buscando modelos de armonía y belleza. Se fue perfeccionando a lo largo del siglo XV en las ciudades estado italianas, comenzando por Florencia, bajo el mecenazgo de los Médici. El papel de defensores de las artes que rivalizaban entre sí por dar más brillo a sus estados, fue desempeñado por los Montefeltro en Urbino, los Sforza y los Visconti en Milán, los Gonzaga en Mantua y los Este en Ferrara. En Roma fueron los papas quienes llamaron a los distintos artistas de la época para trabajar en los palacios papales. Los grandes maestros de la pintura renacentista aparecerán a finales de siglo, principios del XVI, el cinquecento: Leonardo da Vinci, Rafael y Miguel Ángel. En el siglo XVI, al clasicismo del Alto Renacimiento le seguirán, en la segunda mitad del siglo, el manierismo de autores como Parmigianino o El Greco quienes, sin dejar de ser renacentistas, adoptan unas formas alargadas con cierta exageración que preludia el Barroco.


El manierismo El manierismo apareció alrededor de 1590, con la llegada de varios pintores italianos impregnados de las ideas de Zuccari, del arte de Vasari y de la influencia tardía de Miguel Angel. Anteriormente, el manierismo estaba presente por intermedio de grabados flamencos e hispano-flamencos: pequeñas obras de arte, fácilmente transportables, introducidas por los primeros conquistadores y que todavía se pueden encontrar en nuestros museos. De acuerdo a nuestros conocimientos actuales, ninguna influencia indígena puede ser detectada en las pinturas de este primer período. Sin embargo, a fines del siglo XVI, Guamán Poma y otros españoles arcaizantes como Diego de Ocaña, establecieron un estilo caracterizado por cierto planismo e ingenuidad, que se mantendría durante todo el período del Virreinato. El manierismo es una de las tendencias artísticas más importantes de América Latina. Podríamos decir que el Renacimiento no llegó a este continente. La pintura del Virreinato recibió la influencia directa de Zuccari y de Vasari, y la arquitectura, la de Sebastian Serlio. En lo que concierne a la pintura, esta influencia fue introducida por el jesuita Bernardo Bitti (1575), Mateo Pérez de Alesio (1588) y Angelino Medoro (1600). Unicamente Bernardo Bitti vivió en Charcas, trabajó en las misiones jesuitas del Lago Titicaca, especialmente en Juli. Vivió en La Paz, Potosí y Chuquisaca y envió sus obras a Santa Cruz de la Sierra. Medoro y Alesio ejercieron su influencia a través de sus obras y de sus discípulos.


arquitectura manierista

La arquitectura manierista es aquella fase de la arquitectura renacentista que se extiende entre el final de la arquitectura renacentista y el comienzo de la arquitectura barroca. El manierismo rechazó el equilibrio y la armonía de la arquitectura clásica, concentrándose en el contraste entre norma y transgresión, naturaleza y artificio, signo y subsigno. Si la arquitectura del Renacimiento la fábrica de los edificios a menudo denuncia su propia conformación interna, las obras manieristas generalmente se alejan de esta tendencia, escondiendo su propia estructura de base. Desde el punto de vista decorativo, asume gran importancia el tema grotesco, un tema pictórico en tiempos del mperio romano, redescubierto a finales del siglo XV, durante algunas excavaciones arqueológicas. El punto de partida de la arquitectura manierista es a Villa Farnesia de Roma, construida por Baldassarre Peruzzi alrededor de 1509. Presenta una planta en U con dos alas que encierran una parte mediana en que, en el puso inferior, se abre un pórtico construido por cinco arcos de medio punto. En una sala del piso superior el propio Peruzzi pintó algunas columnas y paisajes, con el fin de dilatar el paisaje arquitectónico.


La arquitectura manierista no alcanzó ninguna verdadera tipología, el siglo mas bien se caracterizó por una experimentación incesante, digno reflejo de las dudas e inseguridades generales del periodo. Es por ello que encontramos autores que afirman que el Manierismo es solo una etapa de transición desde el Renacimiento hacia el Barroco, el hecho es que la arquitectura manierista, se presenta como la antítesis de la serena perfección cuatrocentista. Sigue empleándose el mismo lenguaje clásico, pero el significado existencial es distinto. Las formas son usadas para demostrar la duda, el conflicto y la tragedia por la que pasaba la humanidad en ese entonces, a causa de la caída de sus antiguas creencias y valores. Es por ello que la armonía y el orden son reemplazadas por la tensión, el conflicto, la incertidumbre y el desequilibrio propios de una sociedad sin orden cósmico, lo que se reflejó en su arquitectura: la adición estática de unidades perfectas que caracterizó al espacio en la época renacentista, ahora se transforma en una relación dinámica de elementos contrastantes o dicho de otra manera, una sucesión de espacios de carácter diverso, significativamente relacionados. Como fruto de esto, los muros se transforman en una envolvente continua, que daba a los edificios el aspecto de cuerpos musculares. Se produce un conflicto entre fuerzas verticales y horizontales (las primeras por lo general se ven remarcadas con vigor mediante colosales pilastras y columnas y por las costillas de la cúpula) tornando al estático y armonioso carácter renacentista, en una totalidad dinámica cargada de tensiones simbólicas. Las formas son ambiguas, pudiendo tener distintos significados, según el ojo del observador.


Pintura manierista El término «manierismo» proviene de maniera moderna (término que profiere de la Vite de Vasari), en referencia a aquellas obras que se decían realizadas a la manera de los grandes maestros del Alto Renacimiento. La imitación de las obras de Leonardo, Rafael y Miguel Ángel hace que se produzcan imágenes artificiosas. En cierto sentido, la propia grandeza de esas obras maestras cerraba las vías a la creatividad artística, y a las jóvenes generaciones no les quedaba sino la imitación. Es un arte propio de la época de crisis, tanto económica como espiritual en el medio de la Reforma protestante; los diversos problemas se ven simbolizados en el Saco de Roma en 1527. Los comitentes no son burgueses, sino los aristócratas, mecenas que deseaban complicadas alegorías cuyo sentido no siempre es claro. Resultaba un estilo inadecuado para el tema religioso, por lo que en la Contrarreforma se optó por otras formas más apropiadas.


No se intenta representar la realidad de manera naturalista, sino que se hace extraña, un poco deformada, como un capricho. Los cuadros ya no transmiten el sereno orden y equilibrio del Alto Renacimiento sino que se inclinan por representaciones anti clásicas, intrincadas y complicadas en cuanto a su sentido. Los modelos adoptan posturas complicadas. Se las representa de manera desproporcionada, elásticas, alargadas. La perspectiva es infinita. El manierismo resulta refinado y de difícil interpretación, debido tanto a su sofisticación intelectual como a las cualidades artificiales de la representación. La luz no es natural sino fría y coloreada de manera antinatural, lo mismo que los colores: son extraños, fríos, artificiales, violentamente enfrentados entre sí, en vez de apoyarse en gamas.

Los centros manieristas en Italia fueron Roma, Florencia y Mantua. La pintura veneciana, en su «escuela» separada, siguió una vía independiente, representada en la larga carrera de Tiziano. Se caracteriza la escuela veneciana por su sensualidad y su cromatismo. Giorgione inició el nuevo estilo, con algunas obras que se podrían considerar manieristas por su artificiosidad y difícil interpretación, como su famosa Tempestad.


El manierismo en escultura, al igual como ya se ha tenido ocasión de señalarlo respecto a la pintura, fue la tendencia dominante del siglo XVI. El hallazgo en Roma del grupo helenístico del Laocoonte, en 1506, conmovió el ambiente artístico orientándolo hacia un estilismo refinado; las obras maravillosas de Miguel Ángel influyeron en esa corriente y le aportaron un idealismo dramático que fue la característica de la escultura manierista. En primer lugar se debe citar al famoso Benvenuto Cellini (1500-1571), espadachín y charlatán, cuya autobiografía es el más divertido libro de la época. Además, es el mejor escultor de la tendencia manierista, y acertó genialmente con una de sus obras de escultura monumental: Persea con la cabeza de Medusa. La república de Florencia, después de expulsar a los Médicis, había colocado delante del Palacio Municipal el grupo de Donatello: Judit cortando la cabeza del tirano.Al regresar los Médicis, sustituyeron la Judit republicana por Perseo, que vence al monstruo femenino y levanta el brazo enseñando al pueblo la cabeza de la Medusa. Hoy la Judit y el Perseo, reconciliados, están uno cerca del otro, en la Loggia dei Lanzi, en la plaza de la Señoría. El bronce de Cellini es bello, elegante, elevando con gracia el brazo que sostiene la cabeza del monstruo. Es una obra de gran dificultad de fundición, que demuestra ya el prurito del virtuoso en vencer obstáculos de la técnica. Hoy se estima más a Cellini como escritor que como artista, sin duda por las locuras que cuenta de su vida aventurera, pero además de buen escultor fue también un orfebre genial. El pedestal con relieves y figurillas del Perseo es una joya de mármol y bronce.

Escultura manierista


El barroco Fue una época de auge cultural y en el que se dieron varias corrientes. Una de las más importantes fue la del Barroco que abarcó todas las manifestaciones artísticas desde los inicios del1600, extendiéndose a lo largo de aproximadamente 150 años. El nombre con el que se bautizó esta corriente cultural fue dado tiempo después por críticos del arte, quienes tomaron la traducción francesa de la palabra de proveniencia portuguesa, joya falsa o perla en forma de r; la cual se utilizó con posterioridad para describir aquellos objetos de exagerada ostentación o de mal gusto. Este período de revolución artística se manifestó en los campos de la escultura, arquitectura, literatura, arte y música en la mayoría de los países europeos y americanos; no olvidemos que en aquella época América se encontraba recientemente colonizada por los españoles, portugueses e ingleses. Los motivos del surgimiento de esta nueva manifestación se dieron por varios factores, especialmente relacionados con el mayor exponente de la iglesia católica: el Vaticano. Éste se encontraba bajo duras críticas por parte de diversos sectores que cuestionaban sus actos de corrupción, la reforma protestante estaba haciéndose sentir, cuestionando a la iglesia católica con la existencia de la virginidad de María y la autoridad del Papa, factores que debilitaban profundamente el poder del clero.


Arquitectura barroca En la arquitectura se vio nacer un estilo completamente nuevo en cuanto a ornamentación, en el cual los detalles curvos, las molduras, columnas, dorados y repetidas formas son protagonistas de las edificaciones. La aparición de elementos nuevos como la columna salomónica, la cual se puede ver por ejemplo en el interior de la Basílica de San Pedro, y el estípite. Se genera una importante independencia entre el interior y el exterior, acentuando la luz como elemento principal a la hora de diseñar, y los ostentosos detalles, por lo general de baja calidad, simulando riqueza y pomposidad, jugando un poco con la falsedad. Esto se dio en la mayoría de los casos, lo que no quita que se hayan utilizado elementos de alta calidad, como era el caso de las alfombras persas, cerámicas, vidrios de carrá, etcétera. En líneas generales la arquitectura se caracterizó por su orden colosal, en donde su elemento arquitectónico principal y mas utilizado era la cúpula. Sus principales precursores fueron Bernini, Borromini y P. Pozzo. Se puede decir que el Barroco concluyó en 1750, pero esto es una generalización, dado que fue variando según los países y la materia, perdurando unas artes mas que otras, para luego ser reemplazadas completamente por


En el ámbito de la arquitectura civil, destacan los impresionantes palacios que se construyeron en diversos países de Europa durante esta época y siguiendo los preceptos efectistas del Barroco. Probablemente el ejemplo más conocido sea la construcción del impresionante palacio de Versalles, mandado edificar por el rey Luis XIV de Francia entre 1661 y 1692. Su impresionante tamaño, su cuidada decoración destinada a expresar el poder y la magnificencia del rey y su destacado efectismo tanto en su decoración interior como en su unión con los jardines que lo rodean hacen de este bellísimo palacio una de las grandes maravillas de la Historia del Arte. Sin embargo, no fue el único.

Constantemente se ha relacionado el arte Barroco con el arte religioso, sin embargo este movimiento artístico se dejó notar también en diversos campos vinculados al ámbito civil. Como ocurre con la mayoría de las manifestaciones religiosas, los ejemplos que han llegado hasta nosotros de pintura, escultura y, sobre todo, de arquitectura barroca de tipo civil estaban vinculados al poder dominante y tenían como objetivo primordial comunicar un mensaje muy determinado y concreto a las personas que podían contemplarlas, aprovechando la riqueza, el deseo por captar el movimiento, el magistral uso de la luz y la espectacularidad propias del arte barroco.


Pintura Barroca A menudo se le identifica con el absolutismo, la Contrarreforma y el renacimiento católico, pero la existencia de importante arte y arquitectura barrocos en países no absolutistas y protestantes por toda Europa Occidental evidencian su amplia popularidad. La pintura adquirió un papel prioritario dentro de las manifestaciones artísticas, y llegó a ser la expresión más característica del peso de la religión en los países católicos y del gusto burgués en los países protestantes. La mejor y más importante pintura durante el período que comienza alrededor del año 1600 y continúa a lo largo de todo el siglo XVII, y a principios del siglo XVIII se identifica hoy como pintura barroca. El arte barroco se caracteriza por el realismo, los colores ricos e intensos, y fuertes luces y sombras. En oposición al arte renacentista, que normalmente mostraba el momento anterior a ocurrir cualquier acontecimiento, los artistas barrocos elegían el punto más dramático, el momento en que la acción estaba ocurriendo: Miguel Ángel, que trabajó durante el Alto Renacimiento, muestra a su David compuesto y quieto antes de luchar contra Goliat; el David barroco de Bernini es captado en el acto de lanzar la piedra contra el gigante. El arte barroco pretendía evocar la emoción y la pasión en lugar de la tranquila racionalidad que había sido apreciada durante el Renacimiento.


Escultura barroca La estatuaria barroca cumplió un papel muy importante en la decoración arquitectónica tanto interna como externa. A diferencia de las equilibradas y axiales esculturas del renacimiento, parecen posarse vivas sobre la base de piedra, prestas a salir de ella en cualquier momento. Los rostros sufren, se esfuerzan, apretando los labios o abriéndolos para gemir, los músculos se encuentran en tensión y las venas parecen latir bajo la piel, incluso cabellos y barbas, despeinados, plasman un estado de ánimo. El movimiento se convierte en una auténtica obsesión de los escultores barrocos, captando siempre en plena acción, hacia afuera, mediante composiciones abiertas en las que ropajes y miembros se proyectan violentamente hacia el exterior, en las que desaparece la simetría, en las que predominan las líneas sesgadas y los escorzos, en las que se multiplican los pliegues, los contrastes lumínicos, los puntos de vista, etc. Por doquier aparecen ángeles y arcángeles, santos y vírgenes, dioses paganos y héroes míticos, agitándose en las aguas de las fuentes o asomándose de sus nichos en las fachadas, cuando no sostienen una viga o están en los altares.

El escultor mas renombrado de esta época fue el napolitano Gian Lorenzo Bernini, creador de la Fuente de los cuatro ríos (ubicada en Piazza Navona,Roma) y colaborador de la famosa escultura Rapto de Proserpina, obras compuestas por cuerpos completamente liberados, que ya no se encuentran en un estado rígido y de pose, sino que muestran un dinamismo intenso, resaltando el movimiento y la acción otorgando mas veracidad y naturaleza a la imagen.


El neoclasicismo Con el deseo de recuperar las huellas del pasado se pusieron en marcha expediciones para conocer las obras antiguas en sus lugares de origen. La que en 1749 emprendió desde Francia el arquitecto Jacques-Germain Soufflot, dio lugar a la publicación en 1754 de las Observations sur les antiquités de la ville d'Herculaneum, una referencia imprescindible para la formación de los artistas neoclásicos franceses. En Inglaterra la Society of Dilettanti (Sociedad de Amateurs) subvencionó campañas arqueológicas para conocer las ruinas griegas y romanas. De estas expediciones nacieron libros como: Le Antichitá di Ercolano (1757-1792) elaborada publicación financiada por el Rey de Nápoles (luego Carlos III de España), que sirvieron de fuente de inspiración para los artistas de esta época, a pesar de su escasa divulgación.

También hay que valorar el papel que desempeñó Roma como lugar de cita para viajeros y artistas de toda Europa e incluso de América. En la ciudad se visitaban las ruinas, se intercambiaban ideas y cada uno iba adquiriendo un bagaje cultural que llevaría de vuelta a su tierra de origen. Allí surgió en 1690 la llamada Academia de la Arcadia o Arcades de Roma, que con sus numerosas sucursales o coloniae por toda Italia y su apuesta por el equilibrio de los modelos clásicos y la claridad y la sencillez impulsó la estética neoclásica.


Arquitecura neoclasica La arquitectura puede ser analizada como una rama de las artes social y moral. La Enciclopedia le atribuyó la capacidad de influir en el pensamiento y en las costumbres de los hombres. Proliferan así las construcciones que pueden contribuir a mejorar la vida humana como hospitales, bibliotecas, museos, teatros, parques, etc., pensadas con carácter monumental. Esta nueva orientación hizo que se rechazara la última arquitectura barroca y se volvieran los ojos hacia el pasado a la búsqueda de un modelo arquitectónico de validez universal. Nacen movimientos de crítica que propugnan la necesidad de la funcionalidad y la supresión del ornato en los edificios.

Los modelos greco-romanos dieron lugar a una arquitectura monumental que reproduce frecuentemente el templo clásico para darle un nuevo sentido en la sociedad civil. El perfil de los Propileos de Atenas le sirvió al alemán Carl Gotthard Langhans para configurar su Puerta de Brandeburgo en Berlín (1789 a 1791),1 un tipo muy repetido como atestigua la entrada al Downing College de Cambridge (1806) obra del inglés William Wilkins o la posterior Gliptoteca de Múnich de Leo von Klenze.


Escultura neoclasica Las esculturas neoclásicas se realizaban en la mayoría de los casos en mármol blanco, sin policromar, puesto que así se pensaba que eran las esculturas antiguas, predominando en ellas la noble sencillez y la serena belleza que Winckelmann había encontrado en la estatuaria griega. En este mismo sentido habían ido las teorías de Gotthold Ephraim Lessing (17291781) que en su libro Laocoonte, o de los límites de la pintura y de la poesía (1766) había tratado de fijar una ley estética de carácter universal que pudiera guiar a los artistas; sus concepciones sobre la moderación en las expresiones y en el plasmado de los sentimientos son reglas que adoptará el modelo neoclásico.

Así, los escultores de fines del siglo XVIII y comienzos del XIX, crearán obras en las que prevalecerá una sencillez y una pureza de líneas que los apartará del gusto curvilíneo del Barroco. En todos ellos el desnudo tiene una notable presencia, como deseo de rodear las obras de una cierta intemporalidad. Los modelos griegos y romanos, los temas tomados de la mitología clásica y las alegorías sobre las virtudes cívicas llenaron los relieves de los edificios, los frontones de los pórticos y los monumentos, como arcos de triunfo o columnas conmemorativas.


El Neoclasicismo se sitúa entre el Rococó y el Romanticismo. Pero en muchas ocasiones, el tránsito de uno a otro estilo no es fácil, porque tienen rasgos semejantes. Si lo característico del Neoclasicismo era revivir otra época, en concreto la Antigüedad clásica, realmente no se diferencia de intentar recrear la Edad Media o la vida en países orientales, pues en ambos casos se recurría a temas exóticos, ajenos a la realidad de la sociedad en la que el pintor trabaja. En realidad, clasicismo y Romanticismo son tendencias estilísticas burguesas que reaccionan frente al aristocrático rococó, y como tal ideología burguesa, aspira tanto al orden y la estabilidad, como a la libertad que les era negada por el Antiguo Régimen; del mismo modo, es la burguesía la que se plantea la dialéctica entre la razón, que defiende un sistema político más racional que el del Antiguo Régimen, y el sentimiento, muchas veces puro sentimentalismo burgués frente a la cínica frialdad e indiferencia de la aristocracia.

Pintura neoclasica


Arquitectura neogotica Neogótico es la denominación de un movimiento artístico historicista, principalmente arquitectónico y decorativo. Por su común rechazo al racionalismo neoclásico, es un estilo vinculado con el Romanticismo, y por sus implicaciones políticas, con el nacionalismo. Como arquitectura historicista es una reelaboración que reproducía el lenguaje arquitectónico propio del arte gótico medieval con formas más o menos genuinas. Los que lo consideran una desvirtuación del estilo gótico original, lo denominan peyorativamente «pseudogótico».

Al final de la década de 1820, el joven Augustus Pugin trabajaba en decoraciones de estilo gótico en muebles de lujo para los fabricantes Morel y Seddon, que estaban redecorando elcastillo de Windsor por encargo de Jorge VI. Pugin también trabajó para los tesoreros reales Rundell Bridge and Co. a partir de 1828, y más tarde trabajó en la decoración del palacio de Westminster. En su libro Contrasts (1836), expresó su admiración no solamente por el arte medieval, sino por todo el "espíritu medieval", afirmando que la arquitectura gótica era el producto de una sociedad más pura. En The True Principles of Pointed or Christian Architecture (1841), sugirió que los artesanos modernos que busquen emular el estilo de la fabricación medieval deberían igualmente reproducir sus métodos.


El exotismo Exotismo (del griego tardío exô- « de fuera », exôtikos « extranjero, exterior ») es una actitud cultural de gusto por lo extranjero. El fenómeno se constata habitualmente en la historia de las civilizaciones en expansión. La curiosidad de la sociedad romana por las religiones de los márgenes de su Imperio, o los periodos de apertura de la historia de China a la cultura europea podrían ser muestras de exotismo. No obstante, esta actitud se produjo con más amplitud y variedad en Occidente, con el proceso de globalización que va desde la era de los descubrimientos al comercio globalizado actual, pasando por el colonialismo. Para la lengua francesa, la llegada del grand mamamouchi en El Burgués gentilhombre de Molière (1670) es un signo anunciador, la traducción de Las mil y una noches por Antoine Galland (1704) la confirmación, que continúan las Cartas persas de Montesquieu (1721). Desde entonces, el fenómeno continúa por las artes plásticas, la música, la filosofía y, en general, en todas las expresiones culturales. Aunque la moda del exotismo tenga altibajos, como ocurre con la llamada world music y el diseño e ideología que vehicula, se demuestra que los consumidores occidentales siempre han apreciado soñar con lo extranjero

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