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El CIClo INtEGral DEl aGUa
from Madrid en Progresión
by CICCP Madrid
Cada vez que tiramos de la cisterna del inodoro se consumen de 6 a12 litros de agua rED DE DIstrIBUCIóN
El agua embotellada es, al menos, 250 veces más cara que el agua potable de grifo
En la Comunidad de Madrid, se abastece a 6.500.000 de habitantes rED DE rEUtIlIzaCIóN
Más de 16.000 km de red de distribución rED DE alCaNtarIllaDo
Más de 11.000 km de red de alcantarillado se producirán hasta 70 hm3 de agua regenerada para, entre otros usos, el riego de parques y baldeo de calles la red de saneamiento consta de 154 depuradoras
El sIstEMa DE MoVIlIDaD MasIVa Y traNsPortE
El sistema de transporte y la movilidad que permite son fundamentales para el desarrollo económico de las áreas metropolitanas y para la calidad de vida de los ciudadanos, al facilitar la posibilidad de desplazamiento de la población y de las mercancías derivados de las actividades socioeconómicas. Su mejora, su eficacia y su sostenibilidad es una aspiración generalizada de los ciudadanos y debe ser, por tanto, también un objetivo de las políticas públicas.
La Comunidad de Madrid forma parte del grupo de grandes regiones urbanas europeas, y ocupa una posición en el centro del ámbito nacional como centro de la administración del estado, capital financiera y uno de los principales centros de servicios del territorio, lo que se traduce en una complejidad funcional en la que se superponen redes, servicios y flujos de personas y mercancías con carácter local, regional, nacional e internacional.
En las últimas décadas el aumento de la congestión circulatoria, la contaminación atmosférica, el ruido y la peligrosidad provocados por un uso cada vez mayor de los vehículos privados en los desplazamientos urbanos y metropolitanos, está generalizando la preocupación por sus efectos ambientales y por el deterioro de la calidad de vida urbana. Y si bien es cierto que estos efectos se producen localmente, sus repercusiones se manifiestan también a escala continental y planetaria, con el calentamiento global, el aumento de los problemas de salud, etc.
Si bien el modelo de movilidad de la región está basado en un reparto, digamos equilibrado, entre viajes a pie-bicicleta, transporte público y vehículo privado, éste deberá aún evolucionar hacia formas más sostenibles de movilidad, con el fin de disminuir los impactos negativos que se generan.
La oferta básica de transporte que físicamente presenta un área metropolitana, está formada por las infraestructuras para la circulación rodada de vehículos a motor y las infraestructuras dedicadas al transporte público, en su mayoría ferroviarias.
El sistema dedicado al vehículo privado está formado por las vías de circulación, los espacios de aparcamiento de los vehículos y la infraestructura de gestión de dicho viario (semáforos, señali- zación, etc.). Por supuesto los vehículos privados que circulan por estas calles y vías conforman también la parte móvil del sistema. sistema de transporte público de la Comunidad de Madrid
En cuanto al transporte público, el sistema se compone básicamente de las infraestructuras de transporte público (túneles, vías, estaciones y paradas, etc.), los vehículos de transporte (metro, trenes, autobuses, tranvías), otras infraestructuras de acompañamiento como intercambiadores, paneles de información, etc., así como las cocheras y talleres para los vehículos. además el sistema se organiza mediante horarios de paso, información y señalización en paradas y a bordo, etc.
Sobre estos dos sistemas básicos, se pueden añadir además la red de infraestructuras de bicicleta, que cada vez toma más importancia en los desplazamientos metropolitanos, y la red peatonal compuesta por aceras, zonas peatonalizadas y estanciales. Esta última infraestructura, importante en ciudades de tipo mediterráneo, constituye una red tupida y eficaz para muchos desplazamientos.
Toda esta complejidad de redes superpuestas, interconectadas y con funcionalidades y características específicas, abunda en la necesidad de una coordinación y gestión de las mismas, fruto de su interacción e interdependencia, de forma que las posibilidades de desplazamiento a disposición de las personas permitan diferentes combinaciones de redes y servicios que maximicen su eficacia individual y colectiva.
Los subsistemas que componen el sistema completo de transporte público en la Comunidad de Madrid y que canaliza el 50% de los desplazamientos motorizados son los siguientes: red ferroviaria, compuesta a su vez por los siguientes elementos:
• La red de conexión con otras regiones:
Red de alta velocidad
Red de media y larga distancia
• Red ferroviaria de Cercanías, compuesta por 9 líneas y aparcamientos de disuasión asociados a estaciones la red de metro y metro ligero, compuesta por:
• 12 líneas de metro más el ramal a Príncipe Pío
• Líneas de metro ligero- tranvía: 4 en la actualidad red de autobuses urbanos
• Red de autobuses urbanos de Madrid municipio, operada por la EMT, con vehículos, paradas, terminales, cocheras y talleres, etc.
• Red de autobuses urbanos en otros 38 municipios de la Comunidad, operados por distintas empresas públicas y privadas red de autobuses interurbanos de la Comunidad de Madrid y de larga distancia
• Líneas de transporte regional en la Comunidad de Madrid, operadas por empresas privadas y con su infraestructura de acompañamiento, paradas, postes, terminales, etc.
• Líneas de transporte suprarregional, nacional e internacional, operadas por distintas empresas con estaciones de largo recorrido
Infraestructura de apoyo a los autobuses, básicamente en forma de carriles bus y plataformas reservadas, como es el caso del carril Bus Vao de la carretera de La Coruña
Intercambiadores y puntos de conexión de transporte metropolitano, nacional e internacional:
• Terminales del aeropuerto de Barajas
• Estaciones de autobús de largo recorrido
• Estaciones de ferrocarril de larga distancia
• Grandes intercambiadores metropolitanos de Madrid
• Áreas y zonas intermodales y puntos de intercambio
Todos los sistemas urbanos y metropolitanos se planifican, coordinan y supervisan por el Consorcio Regional de Transportes de Madrid.
Los Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos han contribuído activamente en el desarrollo de las redes de transporte y movilidad en Madrid, no solo en la construcción de infraestructuras, sino también en la elaboración de la estrategia y visión a largo plazo de las necesidades de transporte y también en la gestión y explotación de la infraestructura una vez puesta en operación, así como de los servicios que por ellas circulan.
En la Comunidad de Madrid, la movilidad anual en transporte público supone un promedio de 230,5 etapas por habitante y año
En la red de Cercanías de Madrid existen 56 aparcamientos de disuasión con una dotación de 20.758 plazas la red de metro ligero se compone de 44 vehículos renfe Cercanías cuenta con 9 líneas y 100 estaciones, en 399 km de red
Hay 215 líneas de autobuses urbanos de la EMt: 177 diurnas y 38 nocturnas En la red de Metro hay 41 estaciones múltiples 197 son simples o sin transbordo la red de metro se desarrolla en una longitud de casi 300 km y un total de 238 estaciones la red de autobuses interurbanos de la Comunidad de Madrid cuenta con 1.777 autobuses y 6.851 paradas la «red» es manifiestamente uno de los iconos de referencia del siglo XXI, un concepto que sin ser específicamente original de nuestro tiempo ha alcanzado tal importancia en el imaginario público, que hoy día se piensa que nada relevante puede existir al margen de las redes. Desde Internet a las redes sociales, en buena medida inmateriales, pasando por otras que poseen una presencia física mucho más evidente y consolidada como pueden ser las del transporte, las redes son ya omnipresentes. Y es precisamente la conjunción virtuosa que en ellas se produce de «conectividad», «interacción» e «inteligencia» lo que ha ido dando cuerpo y sustancia a una idea que ya se estaba anticipando en la última década del siglo pasado: la sociedad en red1. El mundo de la energía no es, ni mucho menos, una excepción en este sentido. Más bien al contrario, está en el origen de los hechos que ahora se ven.
Para el sector de la energía eléctrica, el concepto de red es casi tan antiguo como la propia industria, pues la electricidad se convirtió en el vector energético por antonomasia debido precisamente a su facilidad para transportarse a través de redes. Las redes eléctricas a gran escala adquieren carta de naturaleza en la historia de la técnica a partir de la invención de la corriente alterna por nikola Tesla y la alianza que estableció con el industrial george Westinghouse para construir la central de niagara Falls, inaugurada nada menos que ¡en el año 1895 ..! Como es natural hoy las redes eléctricas, tanto las de transporte en alta tensión como las de distribución en media y baja, son muy distintas de las de aquella época y no sólo en lo que se refiere a los avances tecnológicos que incorporan. Son diferentes porque en ellas se están plasmando nuevos e interesantes conceptos de gestión del suministro eléctrico, abriendo además la oportunidad a la convergencia con otros servicios avanzados y sobre todo haciendo posibles nuevas formas de uso de este bien esencial para la sociedad. Todo ello es lo que se ha venido a denominar la «Smart grid», concepto que ya se está convirtiendo en una realidad en la región de Madrid y que ocupa con todo merecimiento un lugar destacado en esta exposición con el nombre de «redes inteligentes de energía y servicios».
Las redes eléctricas inteligentes suponen la incorporación de la electrónica, las tecnologías de la información y las comunicaciones digitales a la infraestructura de transporte y distribución de energía eléctrica, dando lugar a un cúmulo de posibilidades nuevas a la hora de gestionar y usar la electricidad. Para el consumidor ello significa la posibilidad de un uso mucho más informado y por tanto óptimo, incluso potencialmente a la «carta», conjugando la inteligencia de la red con aquella de la que puede disponer en su propio domicilio o negocio a través de la domótica. Personalizando así el uso de la energía en un contexto de mayor eficiencia y libertad, con consecuencias directas en términos de ahorro y conveniencia. Contadores inteligentes y concentradores de comunicaciones son, junto con otros equipos digitales especializados, las piezas esenciales que permiten establecer una relación bidireccional entre la empresa comercializadora y sus consumidores, mediando la tecnología que el distribuidor pone a su alcance. algo que ha sido inexistente en más de un siglo de suministro eléctrico y que a partir de ahora formará parte de la normalidad cotidiana.
Para la compañía de distribución eléctrica, las nuevas redes inteligentes poseen además un valor indudable en varios sentidos. En primer lugar porque unidas a la automatización de los centros de transformación y de las subestaciones permiten extender el modelo de telegestión y control en tiempo real a la práctica totalidad de la infraestructura de distribución eléctrica. Ello supone una mejora de la calidad del servicio, de la robustez de las instalaciones que en ese sentido pasan a beneficiarse directamente de la capacidad auto-regenerativa de los sistemas inteligentes, y desde luego una mayor flexibilidad y capacidad de respuesta frente a la variabilidad y las contingencias de la demanda. además las redes inteligentes facilitan la integración de nuevas formas y tecnologías de generación en el sistema eléctrico, desde la llamada generación distribuida -un paradigma opuesto al tradicional que concentra la producción eléctrica en grandes centraleshasta las instalaciones del Régimen Especial. La generación distribuida supone inyectar en la red electricidad originada en instalaciones dispersas y de pequeña potencia, en general repartidas a lo largo del tejido residencial e industrial, con una pluralidad de fuentes y tecnologías de conversión. El Régimen Especial por su parte incluye fuentes estocásticas y con una intermitencia acusada, como son la mayoría de las renovables hasta potencias de 50 MW y además la cogeneración térmica. Las redes inteligentes, las «Smart grids», con su capacidad para integrar la producción del Régimen Especial y la generación distribuida constituyen una parte importante de la estrategia de descarbonización en la que se encuentran involucrados la mayoría de los países desarrollados y singularmente España.
Por otra parte, el efecto innovador de las redes inteligentes se extiende más allá del dominio tradicional del suministro eléctrico, alumbrando usos de esta forma limpia de energía en otros ámbitos de aplicación menos convencionales. Entre ellos el del vehículo eléctrico, o híbrido-eléctrico, que constituirá a medio plazo una alternativa eficiente y ambientalmente respetuosa a los medios de transporte basados en el uso de combustibles fósiles. Y quién sabe, más allá de todo lo anterior, qué nuevas posibilidades irán aflorando, hoy difíciles de prever.
Las redes inteligentes de energía y servicios, en concreto la «Smart grid», muestran como la innovación tecnológica lidera un fuerte impulso de modernización del sistema eléctrico en beneficio de todos, consumidores y empresas. Y ello es así en el seno de una industria como la de la energía eléctrica, que se tiene por madura, entendiendo por tal su larga tradición de excelencia y servicio público.