ISSN 1853-8827
CUADERNOS del Ciesal
Revista de estudios multidisciplinarios sobre la cuestión social Año 9 / N° 11 / enero-diciembre 2012
CUADERNOS del Ciesal
IESAL Centro Interdisciplinario de Estudios Sociales Argentinos y Latinoamericanos
Revista de estudios multidisciplinarios sobre la cuestión social Año 9 / N° 11 / enero-diciembre 2012
ISSN 1853-8827
CUADERNOS del Ciesal es una publicación del Centro Interdisciplinario de Estudios Sociales Argentinos y Latinoamericanos (CIESAL), creado por resolución del Rector de la Universidad Nacional de Rosario, N.° 1039/90. Los artículos enviados para ser publicados son sometidos a sistema de arbitraje. DIRECTOR Ricardo Falcón (1990 - 2010) Gabriela Benetti (UNR - UNER) COMITE EDITORIAL Mario Glück (UNER - UNR) Alicia Megías (UNR) Alejandra Monserrat (UNR) María Luisa Múgica (UNR) Agustina Prieto (UNR) CONSEJO ASESOR Luciano Andrenacci (UNSAM) Dora Barrancos (UBA) Isidoro Cheresky (UBA) Fernando Falappa (UNGS) Daniel Lvovich (UNGS)
Ofelia Pianetto (UNC) Hugo Quiroga (UNR) Darío Macor (UNL) Eduardo Hourcade (UNR) Enrique Masés (UNCOMA)
DISEÑO GRÁFICO María Julia Ferrari / Eugenia Reboiro Enviar correspondencia a: Gabriela Benetti Universidad Nacional de Rosario CIESAL (Facultad de Ciencia Política y RR. II.) Riobamba y Berutti / Monoblock 1 / Ciudad universitaria 2000 Rosario E-mail: ciesal@fcpolit.unr.edu.ar
Sumario EDITORIAL
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REFLEXIONES EN TORNO A LA CIUDAD La proyección internacional de las ciudades en la globalización. Una revisión del concepto de competitividad urbana Mariana Borrell
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La conformación de una comunidad obrera en Villa Constitución a lo largo de los ciclos de su desarrollo Agustín Prospitti y Oscar Videla
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Un foco de innovación. Urbanismo en la Escuela de Arquitectura de Rosario (1929-1980) Ana María Rigotti
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Espacios en conflicto. Un límite proyectado a través de un muro Luis San Filippo
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ARTICULOS Itinerario de un experto. Dardo Rietti, el derecho del trabajo y el proceso de construcción de las políticas laborales. Córdoba, 1920-1931 María Belén Portelli
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Editorial
El presente número de la Revista Cuadernos reúne una serie de artículos que tienen como objeto común de reflexión a la ciudad. Desde diferentes perspectivas analíticas, los trabajos de Mariana Borrell, Agustín Prospitti y Oscar Videla, Ana María Rigotti y Luis San Filippo indagan sobre esa temática. El presente número se completa con un trabajo de María Belén Portelli que se inscribe en la línea editorial de esta publicación y que tiene a la cuestión obrera como renglón fundamental. Mariana Borrell, analiza el proceso de internacionalización de las ciudades a partir de la globalización, distinguiendo dos grandes modalidades: inserción internacional directa a través de políticas de proyección internacional de la ciudad e inserción indirecta al incorporar un conjunto de herramientas de gestión difundidas entre los gobiernos locales a nivel global que conforman un mercado internacional de políticas locales. En el análisis de estos procesos se introduce el concepto de competitividad urbana a través de la revisión de algunas de sus interpretaciones y considerando sus alcances y limitaciones para abordar el fenómeno, como así también su puesta en relación con los objetivos en materia de desarrollo que subyacen en cada modelo de ciudad y en el propósito de la proyección internacional. El trabajo de Agustín Prospitti y Oscar Videla se centra en una ciudad particular: Villa Constitución que adquirió una importancia destacada tanto por su desempeño productivo para la economía de la provincia y del país, como por el protagonismo de su clase obrera en las luchas sociales que trascendieron el marco de lo local. A través de una mirada de largo plazo de la evolución de un conjunto de variables -económicas, sociales y políticas- visibilizan la constitución y desarrollo de una comunidad obrera en el extremo sur santafesino. El artículo de Ana María Rigotti se centra en el rol innovador de la Escuela de Arquitectura de Rosario en la constitución del Urbanismo como nueva disciplina y su centralidad para liderar desde las aulas las sucesivas y polémicas redefiniciones de un hacer de contornos, instrumentos y presupuesto en continua mutación. El estudio se centra en las trayectorias de algunos personajes como Della Paolera y Angel Guido. Finalmente se analizan los esfuerzos por recuperar la importancia de las intervenciones sobre la dimensión construida de la ciudad, contribuyendo a que los recursos y valores de la Arquitectura ganen un lugar de importancia; esta nueva orientación se consagrará en un cambio de plan de estudios sobre los fundamentos de la escuela italiana.
En ensayo de Luis San Filippo indaga sobre algunos de los sentidos de un límite: el muro. El muro como hacedor de espacios, el muro como algo dado, naturalizado en la vida cotidiana. El muro innominado como tal, como límite de nuestros espacios, como un hiato espacial producto de los valores de quien lo erige. Al problematizar sobre los sentidos de este límite, el autor nos invita a considerar que hay alguien detrás de lo producido, a mirar a la cara a esa figura aparentemente ausente que va trazando con sus límites los nuestros. Problematizar el sentido de lo dado, en el proyecto de esos espacios en constante tensión a los que llamamos: nuestras ciudades. Finalmente, el trabajo de María Belén Portelli analiza las ideas y la trayectoria de Dardo Rietti, reconocido abogado laboralista cordobés que, en las primeras décadas del siglo XX, transitó diversas esferas del mundo académico y el ámbito burocrático de su provincia. El análisis de esa trayectoria profesional ligada al derecho laboral permite a la autora indagar en la formación de esta especialidad y su relación con las políticas del Estado provincial.
Gabriela Benetti Directora Revista “Cuadernos del Ciesal”
Reflexiones en torno a la ciudad
La proyección internacional Privatizaciones. Rol del sindicalismo de las Caso analizado: ciudades en la globalización. Foetra Una revisión del concepto de Raúl Irigaray Cátedra de Administración Pública competitividad urbana Facultad de Ciencia Política y RR.II. U.N.R. Lic. Mariana Borrell Universidad Nacional de Rosario. Becaria doctoral Conicet E-mail: marianaborrell@yahoo.com
CUADERNOS del Ciesal
N°11 / enero-diciembre 2012 / Reflexiones en torno a la ciudad
Resumen
En el marco del proceso de globalización y de la permeabilidad que la misma ha generado en las fronteras nacionales, las ciudades han experimentado modificaciones tanto en su rol a nivel internacional como en los estilos de gobierno y gestión local. El objetivo central del artículo es analizar los procesos de internacionalización de ciudades desde los años noventa, distinguiendo dos grandes tipos: inserción internacional directa a través de políticas de proyección internacional de la ciudad e inserción indirecta al incorporar un conjunto de herramientas de gestión difundidas entre los gobiernos locales a nivel global que conforman un mercado internacional de políticas locales. En el análisis de estos procesos se introduce el concepto de competitividad urbana a través de la revisión de algunas de sus interpretaciones y considerando sus alcances y limitaciones para abordar el fenómeno. Siguiendo una definición amplia, el concepto atraviesa todas las instancias de acción internacional de las ciudades, sin embargo, el mismo debe ser puesto en relación con los objetivos en materia de desarrollo que subyacen en cada modelo de ciudad y en el propósito de la proyección internacional. Palabras claves: globalización - procesos de inserción internacional de ciudades competitividad urbana
Abstract
In the context of the globalization process and its consequences over national borders, the cities have experienced changes in their international role and in the ways in which they are governed. The main purpose of this article is to analyze the internationalization processes of cities since the nineties, distinguishing between two types: direct insertion through policies of international projection of the city and indirect insertion by employing different management tools spread all around the world that define an international market of local policies. To analyze these processes we introduce the notion of urban competitiveness, through a review of some of the debates around it and considering its scopes and limitations to approach the subject. According to a broad definition, the concept involves all the different types of international actions of cities; however, it has to be considered along with the development objectives that lie in each model of city and in the international projection purposes. Keywords: globalization - international insertion processes of cities - urban competitiveness
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CUADERNOS del Ciesal
N°11 / enero-diciembre enero-junio 2013 2012 / artículos / Reflexiones en torno a la ciudad Introducción El proceso de globalización de las últimas décadas ha atravesado las fronteras nacionales determinando cambios en la forma de gobernar las ciudades y en los vínculos que las mismas establecen con otros actores, tanto nacionales como internacionales. En este contexto, el objetivo del presente trabajo es analizar algunas de las políticas y estrategias de gestión implementadas por las ciudades desde principios de los años noventa, en particular aquellas ligadas al plano internacional y relativas a las tendencias que la globalización ha traído aparejadas. Para estudiar los variados procesos de internacionalización en que se involucran las ciudades en los tiempos de las políticas neoliberales, se decidió introducir el concepto de competitividad urbana y sus diversas interpretaciones desde las producciones académicas, considerando los alcances y limitaciones de esta noción para abordar el fenómeno mencionado. Este abordaje supone reflexionar sobre cuáles son los fundamentos que inspiran las políticas locales, qué noción de desarrollo subyace a las distintas estrategias de gestión, qué grado de libertad poseen los gobiernos locales para actuar en un mundo globalizado, cuáles son los intereses que guían la acción internacional de las ciudades, entre otras cuestiones. En relación a los supuestos paradigmáticos, entendidos como sistema de creencias que determinan el modo de mirar la realidad, el trabajo sostiene que las ciudades se proyectan internacionalmente guiadas por objetivos relativos al desarrollo, bienestar y calidad de vida de la población, como fin último. Sin embargo, existen diferentes formas de transitar el camino hacia dichos objetivos. La pregunta que guía el trabajo gira en entorno a cuáles son los modelos que orientan la gestión de las ciudades en la globalización. Carrión (2007) identifica dos tipos ideales que, como tales, no se dan en forma pura y por momentos coexisten en las distintas experiencias de ciudad; por un lado, el modelo de ciudad empresarial privada, volcada hacia el mercado y los intereses económicos, por otro, el modelo de ciudad inclusiva, donde se privilegian los derechos ciudadanos y la revalorización de lo público. En este sentido, el concepto de competitividad urbana y sus distintas interpretaciones permiten hacer una lectura de las políticas de gestión y posicionamiento internacional que implementan las ciudades en la actualidad, tomando rasgos de uno u otro tipo ideal y determinando modelos propios de ciudad.
El proceso de globalización como marco El fenómeno de la internacionalización de ciudades debe ser pensado en el contexto del proceso de globalización en el cual los países del cono sur comienzan a insertarse a partir de las transiciones hacia gobiernos democráticos en la década del ochenta.
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CUADERNOS del Ciesal De acuerdo a Sergio Boisier (2005) la globalización no puede ligarse a una teoría claramente articulada pero se ha transformado en una metáfora poderosa para describir numerosos procesos universales en curso. El término “globalización” es un descriptor de la actual fase tecnocognitiva del desarrollo del capitalismo, luego de la modalidad comercial, industrial y financiera. En la fase actual, la reproducción del sistema requiere de un espacio único de comercialización, por tanto, no tolera mecanismos que frenen o traben los intercambios como lo hacen las fronteras, las aduanas, los aranceles, etc. En este marco, la globalización implicará apertura externa de las economías, mayor circulación de flujos de capitales, personas, información, bienes y servicios, entre otros, haciendo cada vez más permeables las fronteras nacionales. Esta etapa es identificada por Ulrich Beck bajo la noción de globalismo: “la concepción según la cuál el mercado mundial desaloja o sustituye el poder político, es decir, la ideología del dominio del mercado mundial o la ideología del liberalismo” (2008, 27). En términos políticos y geográficos, la globalización compromete la concepción del Estado. Las instituciones y estructuras modernas deberán compartir el escenario con nuevos fenómenos, espacios de acción y actores transnacionales de naturaleza variada, que están produciendo modificaciones en los términos territoriales tradicionales, poniendo en cuestión la idea de fronteras y obligando a repensar la organización del espacio. Según Saskia Sassen (2007a) el paradigma geográfico del Estadonación, como contenedor de los procesos sociales, que permitió la organización del territorio en la modernidad, actualmente no permite explicar una amplia variedad de procesos que van más allá del sistema interestatal. La autora refiere a un esquema de estructuras múltiples que integre a la diversidad de actores presentes en las relaciones internacionales. La fluidez de los capitales, las empresas transnacionales, el progreso de las tecnologías de información y telecomunicación y los medios de transporte, entre otros, comienzan a constituir para Sassen escalas estratégicas que van más allá de lo nacional, trascienden las fronteras de los Estados, cada vez más desdibujadas ante los movimientos transnacionales, fundamentalmente económicos. Estos cambios políticos y económicos globales, que se hacen más fuertes hacia los años noventa, van a influir, en el plano nacional, en la implementación de políticas de reforma y descentralización del Estado. “Los lineamientos básicos de esta opción, que en 1989 fueron formalizados en el denominado Consenso de Washington, se sustentan en un discurso teórico-ideológico que considera que los principales arreglos institucionales que se habían realizado en el período anterior bajo la influencia del pensamiento keynesiano constituían un obstáculo para el crecimiento económico, en la medida en que entorpecían el pleno funcionamiento de los mecanismos básicos de una economía capitalista. Fue con este fundamento que se promovió la puesta en marcha de un conjunto de reformas cuyo propósito era disminuir el peso del Estado y restablecer el protagonismo del mercado en la regulación de la vida económica” (De Mattos, 2011, 115). Las políticas de reforma del Estado se manifiestan, en el ámbito económico, bajo los procesos de privatizaciones, el ajuste estructural de la economía y la apertura hacia mercados externos. En el plano político, la reforma se observa, entre otros, en el proceso de descentralización que introduce un cambio en la distribución de competencias entre los gobiernos nacional, provincial y municipal, en la búsqueda de un nivel de eficiencia que las estructuras centralizadas no poseen (Carrión, 2007; Boisier, 2004; Oszlak, 2007).
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Este proceso es muy relevante en lo que respecta al nuevo rol que van asumiendo los gobiernos subnacionales, al sumarles atribuciones y responsabilidades, incrementando su protagonismo e, indirectamente, incentivando su acción internacional en el desafío de implementar políticas de gestión que respondan a las nuevas exigencias. Aunque en la actualidad el modelo neoliberal es puesto en cuestión y, lejos de asistir al debilitamiento del Estado, se observa una recuperación del rol de lo público y una tendencia a intervenir en la economía a partir de políticas públicas más activas, como en algunos casos latinoamericanos; se ha mantenido la modificación en los roles de los diversos niveles del Estado, dando mayor margen de acción a las provincias y ciudades.
Las ciudades en el nuevo contexto ¿Cuáles son los cambios en la ciudad con el ingreso en el período de la globalización como una nueva fase del capitalismo? Los fenómenos urbanos de las últimas décadas han sido analizados desde una multiplicidad de enfoques y conceptualizaciones, tanto en el contexto de los países desarrollados como de América Latina. Entre ellos se puede ubicar a S. Sassen (1997, 2007a, 2007b), J. Borja y M. Castells (2000), O. Mongin (2006); en el marco latinoamericano N. García Canclini (1995, 1999), A. Portes, B. Roberts y A. Grimson (2008), Beatriz Sarlo (2004, 2009) solo para mencionar algunos abordajes muy diversos. En cuanto a la relación entre el proceso de globalización y su injerencia sobre el territorio en general y sobre las ciudades en particular, Sergio Boisier menciona que “hay posiciones encontradas entre quienes sostienen que la globalización devalúa el territorio y los que sostienen que, por el contrario, lleva a una revalorización territorial”. En este debate, el autor sostiene que las localidades están siendo más importantes en la contribución a la innovación y el desarrollo de la alta tecnología, propios de esta etapa tecnocognitiva del capitalismo (2005, 49). Lo cierto es que la globalización económica y sus reglas están modificando la forma en que las ciudades participan en los mercados internacionales, como espacios de localización de las empresas transnacionales, de las inversiones y de las nuevas tecnologías que ellas requieren. Sassen (2007b), en el marco de la teoría de la ciudad global, habla de una nueva geografía económica donde las ciudades se convierten en centros estratégicos de generación del capital en detrimento del espacio nacional. En este contexto se conforma una red mundial de ciudades que compiten por posicionarse para atraer capitales e inversiones. De a poco, la lógica de la competitividad se convierte en un factor clave para pensar el crecimiento y desarrollo de las ciudades. En el plano político, la dinámica de la globalización alcanza los modelos de gestión y administración determinando una nueva forma de gobernar la ciudad. Los gobiernos locales de diferentes partes del mundo, cada uno a su ritmo, se van sumando a tendencias globales en materia de planificación local:
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CUADERNOS del Ciesal comparten un lenguaje común, intercambian experiencias y herramientas e implementan políticas para posicionarse internacionalmente y construir una imagen de ciudad ante el mundo que repercutan positivamente en sus niveles de competitividad. Sin embargo, esta situación, a la vez que enriquece las acciones de gobierno, como contraparte, homogeneiza los estilos de gestión e incluso la estética de las ciudades. Se observa una fuerte tendencia a la estandarización de las denominadas “buenas prácticas de gobierno” en materia de políticas públicas locales que son incorporadas paulatinamente en la medida en que los gobiernos se proponen una inserción internacional plena y competitiva.
El concepto de ciudad competitiva En el contexto de globalización, la noción de competitividad, cuyo origen está en la economía y en el análisis del desempeño de las empresas, comienza a ser aplicada por el mundo académico para evaluar el comportamiento de los actores locales conservando algunas variables de análisis de tipo económicas e incorporando otras nuevas. La literatura y desarrollos sobre la competitividad urbana acuerdan en que, como producto de la adaptación del concepto, no hay un uso unívoco del mismo, sino más bien, diferentes interpretaciones todavía algo imprecisas y polémicas sobre los determinantes y alcances de su aplicación para el caso de las ciudades (Cabrero y otros, 2009; Manzano, 2009; Arce, 2011). En términos generales, una ciudad competitiva es aquella atractiva y funcional a las inversiones y eventos internacionales, que presenta una infraestructura moderna, ofrece tecnología y servicios en diversas áreas a la altura de las necesidades globales, es innovadora en sus emprendimientos arquitectónicos y aspecto urbano, posee buenas redes de comunicación con su entorno tanto físico como virtual, implementa políticas de gestión local que intercambia con pares de otros países y posee una presencia internacional activa y diversificada, entre otros determinantes. La idea de competitividad implica la comparación con pares, por tanto, se observa en relación al desempeño de otras ciudades a nivel nacional o internacional. Para medir esta competitividad, se han construido una infinidad de indicadores, en relación a distintas dimensiones de análisis, que se utilizan en conocidos rankings e índices de ciudades desarrollados en los últimos años por firmas privadas, entidades educativas, consultoras y organizaciones que divulgan información sobre la evolución del posicionamiento de las ciudades en una jerarquía.1
1. Los indicadores que se utilizan para evaluar el nivel de competitividad de las ciudades responden a distintas dimensiones (económicas, urbanas, institucionales, sociales, culturales, de desarrollo humano, etc.) e incluyen cuestiones de lo más diversas, desde niveles de criminalidad y delincuencia hasta cantidad de camas en hospitales o cantidad de locales de McDonald’s en una ciudad. Los mismos son desarrollados por entidades como Master Card, Banco Mundial, OCDE, Teleography, GaWC (Departamento de geografía, Universidad de Loughborough, Reino Unido), Mercer, entre otras.
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Las visiones más clásicas de la noción de competitividad aplicada a las ciudades conservan la lógica de los actores privados y se orientan a la generación de condiciones urbanas para atraer capitales e inversiones globales y brindar a las empresas radicadas en el territorio los factores necesarios para mejorar su competitividad mundial. Autores como Porter, Lever y Turok, Begg, entre otros (en Cabrero y otros, 2009, 80) coinciden en que la competitividad urbana alude a un “proceso de generación y difusión de competencias, donde no sólo los factores micro-económicos tienen relevancia, sino también las características que ofrece el territorio para facilitar las actividades económicas. Las ciudades, entonces, pueden ser generadoras de un entorno físico, social, económico e institucional capaz de incentivar la inversión privada y apoyar el desarrollo de actividades productivas”. En uno de sus trabajos David Harvey refiere a la competitividad urbana desde la idea de gestión empresarialista o empresarialismo urbano, basado en una alianza público-privada: “esta manera de encarar la gestión implica necesariamente que las estrategias respectivas deben ser concebidas con el propósito de aumentar la atractividad de los lugares, fundamentalmente atendiendo las condiciones que cada uno de ellos puede ofrecer en términos de rentabilidad de las inversiones. (…) Se trata de la respuesta ad-hoc a una situación en la que, en condiciones de libre mercado en una dinámica globalizada, se ha acentuado la asimetría de las relaciones entre flujos y lugares, en la medida en que los flujos disponen cada día de mayor autonomía relativa para escoger los lugares a los que van a llegar – y frente a lo cual, la carta de que disponen los lugares no es otra que aumentar su atractividad” (1989, en De Mattos, 2011, 116-117). Como se mencionara anteriormente, para De Mattos, las estrategias que dan un papel prioritario a la competitividad se asocian con un determinado marco teórico-ideológico, que implica aceptar ciertas políticas y herramientas de acción urbana para mejorar el posicionamiento de la ciudad en el plano global y su desarrollo económico. Abordajes más recientes de autores latinoamericanos coinciden en que la definición de competitividad urbana no puede reducirse a una visión de la gestión de la ciudad orientada a la atracción de capitales. Para Cabrero y otros (2003) las ciudades competitivas son aquellas que logran participar en el mercado internacional y nacional, atraer inversión, generar empleo, ofrecer una mejor calidad de vida a quienes la habitan e incluso una mayor cohesión social. Esta visión es compartida por Arce (2011, 85-87) al destacar que la competitividad no refiere solo al crecimiento económico sino también al progreso y bienestar de la sociedad, incluyendo aspectos como cohesión social, ciudadanía, inclusión, combate a la pobreza, fundamentales para el desarrollo social de una ciudad. Entonces, la amplitud del concepto de competitividad urbana y la perspectiva de desarrollo con que se maneje cada gobierno local son nociones que se relacionan directamente. Según Vázquez Barquero (2005), la transferencia de competencias a las comunidades locales ha abierto el camino a las políticas de desarrollo endógeno, al poder las ciudades y regiones diseñar y adoptar sus propias estrategias de desarrollo. El autor lo define como un proceso sostenible de crecimiento y cambio estructural en el que las comunidades locales están comprometidas por su interés en aumentar el empleo, reducir la pobreza, mejorar el nivel de vida de la población y satisfacer las necesidades y demandas de los ciudadanos.
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CUADERNOS del Ciesal Partiendo del supuesto de que toda acción del gobierno local se propone como objetivo primordial alcanzar el bienestar de su población, entendiendo por ello una idea de desarrollo en sentido integral, la generación de condiciones competitivas en términos de aumento de las inversiones y oportunidades de negocios no sería suficiente para lograrlo. La noción de competitividad urbana debe incorporar todos los aspectos del desarrollo, sociales, económicos, culturales, etc. En esta línea, Cabrero y otros (2009) retoman la clasificación de Kresl quien identifica determinantes económicos y determinantes estratégicos de la competitividad urbana. Los primeros se refieren a factores de producción, infraestructura, estructura económica, entre otros; mientras los segundos están ligados a la política pública, la estrategia urbana, la cooperación entre diferentes actores y el diseño institucional. A partir de allí, los autores identifican una serie de variables determinantes de la competitividad de una ciudad desde una perspectiva más exhaustiva: económicas, socio-demográficas, urbanas e institucionales.
Internacionalización de la ciudad y competitividad urbana La dimensión política de la competitividad urbana refiere a las acciones y estrategias de los gobiernos locales orientadas a fortalecer las capacidades de la ciudad para crecer y desarrollarse en el contexto de globalización. En este sentido la dimensión es clave para observar cuál es la concepción del desarrollo que guía al gobierno local a través de sus decisiones en diferentes áreas de gobierno, es decir, permite relacionar las acciones con los fundamentos y objetivos de una gestión, que no siempre están a la vista. Las ciudades constituyen actores colectivos, compuestos por distintos agentes públicos y privados, políticos, económicos y sociales, sin embargo, está en el gobierno local la responsabilidad de articularlos y orientar el desarrollo local hacia el bienestar de la población. La ciudad en la globalización no define sus políticas de gobierno de manera aislada sino en relación a sus pares y al entorno, esto les permite mantener su participación, tanto a nivel económico como de las tendencias de gestión globales. Las estrategias de competitividad de la ciudad constituyen una herramienta básica de las políticas públicas urbanas en la actualidad. “La competitividad ha sido utilizada como un elemento para evaluar la participación de las ciudades en el ámbito nacional e internacional. Además representa una herramienta de política urbana para hacerlas más atractivas a la inversión por medio de mejoras en la infraestructura para el desarrollo económico y en los servicios a la población” (Cabrero y otros, 2009, 80). Una de las estrategias de competitividad más difundidas entre las ciudades en las últimas décadas es la implementación de políticas de proyección internacional en la búsqueda de oportunidades en materia de desarrollo. La internacionalización abre las puertas a la atracción de capitales e inversiones pero también a la visibilidad y a la participación en espacios de intercambio entre gobiernos locales. Entonces, el concepto de competitividad desde una definición amplia, atravesaría todas las instancias de acción internacional de las ciudades aunque quizás de diferentes formas. La misma no excluye o es
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antagónica a la idea de cooperación que inspira a los procesos de internacionalización de la ciudad, desde esta perspectiva la asociación o vinculación entre ciudades también constituyen estrategias de competitividad de la ciudad al generar escenarios propicios para los intercambios y el crecimiento.
El posicionamiento internacional de las ciudades: diferentes formas y estilos La internacionalización de la ciudad se manifiesta bajo una multiplicidad de formatos y finalidades. En un esfuerzo por exponer de manera organizada esa diversidad de acciones internacionales, se las clasifica en dos grandes tipos, que en ciertos casos pueden no resultar excluyentes: inserción internacional directa a través de políticas de proyección internacional de la ciudad e inserción indirecta al incorporar herramientas de gestión difundidas entre los gobiernos locales a nivel global que conforman un “mercado internacional de políticas locales”.
§ Políticas de proyección internacional de la ciudad Las políticas de gestión internacional de la ciudad se interpretan desde la noción teórica de paradiplomacia definida como “la participación de los gobiernos no centrales en las relaciones internacionales a través del establecimiento de contactos permanentes o ad hoc con entidades públicas o privadas extranjeras, con el propósito de promover diversos aspectos socioeconómicos o culturales, así como cualquier otra dimensión exterior de sus propias competencias constitucionales” (Cornago Prieto, N., 2000, 56).2 Entre las relaciones bilaterales que establecen las ciudades pueden ubicarse, ya desde la década del setenta y mayormente durante la del ochenta, los acuerdos o convenios de hermanamiento como primeras formas de contacto, facilitadoras de posteriores intercambios más complejos en distintas áreas de desarrollo y mejoramiento de la gestión. En cuanto a las relaciones multilaterales, en esta clasificación se enmarca la mayoría de los vínculos paradiplomáticos. Las redes de ciudades son las más difundidas, tanto aquellas que se conforman propiamente como tales o las instituciones que reúnen a ciudades bajo el formato de foros, asociaciones, consejos, federaciones, programas, experiencias de cooperación internacional y que, en la práctica, también funcionan bajo una lógica reticular, es decir, organización horizontal y no jerárquica, de complementariedad, búsqueda de intereses compartidos y elaboración de estrategias comunes. Las redes y asociaciones de ciudades, siguiendo un criterio geográfico, asumen alcances regionales, interregionales o mundiales. Con respecto a sus objetivos, algunas se enfocan hacia áreas temáticas 2. La noción comienza a ser desarrollada en los años 80 bajo el paraguas del enfoque global transnacional y la teoría de la Interdependencia Compleja de Keohane y Nye (1988), para dar un marco conceptual al nuevo fenómeno de la acción internacional de gobiernos subnacionales (provincias, estados, federaciones, municipios, etc.). Los debates, adhesiones y rechazos en cuanto al uso del término exceden las pretensiones de este trabajo.
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CUADERNOS del Ciesal específicas, como por ejemplo la Asociación Internacional de Ciudades Educadoras (AICE), el Foro de Autoridades Locales por la Inclusión Social (FAL), la Asociación de Ciudades Unidas contra la Pobreza, los Gobiernos Locales por la Sustentabilidad (ICLEI), el Grupo de Liderazgo del Clima de Grandes Cuidades (C40Cities) o el Centro Iberoamericano de Desarrollo Estratégico Urbano (CIDEU) en el área de la planificación urbana. Otras organizaciones de gobiernos locales poseen objetivos de tipo generales, reuniendo autoridades y trabajando para fines diversos, como ejercer acciones de presión o lobby en defensa de sus intereses ante otros marcos institucionales. Es el caso de las Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU), la Unión de Ciudades Capitales Iberoamericanas, la Federación Latinoamericana de Ciudades, Municipios y Asociaciones (FLACMA), la Red de Mercociudades en el marco del Mercosur, el Foro Consultivo de Municipios, Estados Federados, Provincias y Departamentos del Mercosur (participación en la estructura institucional del proceso de integración), entre otros ejemplos. En el marco de la Cooperación Internacional al Desarrollo, las ciudades se proyectan internacionalmente y compiten entre ellas para la captación de diferentes recursos: capitales, tecnología, formación de recursos humanos, entre otros. El Sistema de Cooperación Internacional al Desarrollo contempla la asignación de flujos de dinero en forma de subsidios y créditos o préstamos blandos, así como también la cooperación técnica y financiera, por parte de agencias oficiales (nacionales o subnacionales), ya sea en forma directa (ayuda bilateral) o a través de instituciones multilaterales (ayuda multilateral), con el objetivo de promover el desarrollo económico y el bienestar de los países en desarrollo beneficiados (Asociación Internacional de Fomento, 2007). La ayuda multilateral se canaliza a través de los organismos del sistema de Naciones Unidas, organismos de cooperación financiera y bloques regionales, entre otros. La cooperación descentralizada se realiza entre gobiernos subnacionales, regionales o locales de países donantes y receptores, ya sea en forma directa o a través de organismos de cooperación. Entre los ejemplos de cooperación descentralizada se puede mencionar el caso del Programa URB-AL de la Comisión Europea para América Latina cuyo funcionamiento está organizado en redes temáticas sobre políticas urbanas. En estas acciones paradiplomáticas se combinan fines explícitos de intercambiar experiencias de gobierno para el mejoramiento de la gestión, con objetivos más implícitos como es el posicionamiento en el concierto de ciudades internacionalmente participativas. Integrar asociaciones y redes de municipios, albergar sedes rotativas de las mismas, formar parte de sus órganos de coordinación u ocupar cargos ejecutivos, contribuyen a la visibilidad de una ciudad en el mundo. Por último, entre las políticas de proyección internacional se puede identificar las acciones unilaterales de ciudades, donde se ubican iniciativas de los gobiernos locales orientadas a la participación en instancias del plano internacional, ya sea de tipo económicas, dirigidas directamente a captar inversiones y comercio, o políticas, dirigidas a promover la visibilidad internacional de la ciudad.3 Entre las iniciativas económicas se ubican las actividades de promoción local a través de recursos electrónicos, la existencia de programas, fondos y organismos de apoyo a la actividad exportadora (créditos, capacitación, asesorías, etc.) y de fomento a la inversión extranjera, la presencia en ferias internacionales para la promoción de productos locales, la participación de funcionarios locales y agentes del sector privado en misiones para la promoción del comercio y las inversiones, los conve3. Esta clasificación es propuesta por Schiavon (2007) al analizar la actividad internacional de las entidades federativas mexicanas. Se tomaron algunas propuestas que resultan pertinentes para el caso de las ciudades.
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nios con cámaras de comercio, convenios de cooperación económica para el desarrollo regional y convenios de financiamiento de proyectos productivos y de desarrollo sustentable y, por último, el establecimiento de oficinas de representación en el extranjero (Schiavon, 2006, 105). Entre las acciones unilaterales de tipo políticas se incluyen la organización de eventos, ferias y congresos internacionales (académicos, científicos, culturales, deportivos, diplomáticos, etc.), la participación como sede de los mismos, la organización de reuniones de organismos internacionales, la obtención de premios internacionales de ciudades otorgados por diversas instituciones, las visitas de cortesía y giras de funcionarios al extranjero con el fin de intercambiar experiencias o entablar vínculos culturales, ya sea relacionados a corrientes migratorias o de otro tipo. Todas estas iniciativas, más allá de sus objetivos inmediatos, contribuyen a aumentar la atractividad internacional de las ciudades, movilizando capitales, turismo, autoridades y personalidades de diversos ámbitos. En esta línea también puede interpretarse la participación de las grandes ciudades en rankings o índices que evalúan competitividad y son consultados por instituciones de todo el mundo, tanto públicas como privadas, a la hora de direccionar fondos e inversiones. El World Economic Forum, según De Mattos (2011, 117), es el organismo más influyente en esta materia, sus criterios de evaluación priorizan un conjunto de factores de acuerdo a la teoría del crecimiento económico, a partir de los cuáles se construye el índice de competitividad global (Global Competitiveness Index). Cabrero y otros (2009) insisten en que un índice, en su caso para las ciudades mexicanas, también debe incorporar indicadores relativos a dimensiones sociales e institucionales en sus mediciones. Los autores distinguen dos tipos de índices: los que se orientan a la atracción de inversiones y negocios privados y aquellos que derivan de trabajos académicos y miden la competitividad de ciudades para aportar conocimientos y generar políticas públicas.
§ Políticas locales globalizadas Al hablar de “mercado internacional de políticas locales” se hace referencia a una cantidad de buenas prácticas de gobierno que se han instalado y difundido a nivel de la planificación local en el contexto de la globalización como producto de los vínculos entre ciudades, entre otros factores. Se trata de la incorporación de herramientas de gobierno aplicadas en otros contextos y orientadas a explotar atributos locales. Al no encontrar un esquema o clasificación que permita exponer de manera sistemática la diversidad de prácticas comprendidas en esta categoría, se hará un esfuerzo por mencionar algunas de ellas de manera organizada: - Incorporación de modelos de gestión que han resultado exitosos en otros casos, como por ejemplo el denominado Modelo Barcelona (Capel, 2007, Monclús, 2003, Sánchez y Moura, 2005). Según Capel, este modelo urbanístico que incorpora nuevas medidas sociales, económicas y políticas (ampliación de la participación ciudadana, descentralización, estrategias culturales, planes estratégicos, emprendimientos inmobiliarios, etc.), así como también de intervención y recuperación del espacio público, ha sido retomado por muchas ciudades iberoamericanas generando una agenda local sumamente
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CUADERNOS del Ciesal internacionalizada y en conexión con otras ciudades del mundo. En el caso de la Planificación Estratégica, Cabrero y otros mencionan que la misma se ha impulsado en muchas ciudades europeas y latinoamericanas en la última década (Barcelona, Bogotá, Quito, Córdoba, Buenos Aires, Río de Janeiro, entre muchas otras) y que ha mostrado ser una herramienta útil para el ejercicio del gobierno y para promover un modelo de ciudad de acuerdo con la vocación del territorio, por lo tanto suele formar parte de las estrategias de competitividad que diseñan las autoridades locales para promover el desarrollo económico (2003, 5). - Aplicación de políticas destacadas o innovadoras que trascienden el ámbito local y convierten a la ciudad en un referente a nivel internacional, incluso conduciendo a la obtención de premios internacionales en el área. En relación al modelo que Carrión (2007) ha denominado de “ciudad inclusiva”, enfoque que impulsa la gobernabilidad y el desarrollo urbano a través de una mejor integración social y una mayor participación de la sociedad civil, se puede identificar políticas que se convirtieron en íconos de algunos casos: la “ciudad de todos” en Lima, el Presupuesto Participativo de Porto Alegre, la Planificación Estratégica en Rosario y Montevideo. La capital uruguaya, a su vez, es reconocida por el sentido democrático de sus espacios públicos, tanto en el acceso a sus costas como a sus parques (Proyecto Brasilia, 2011). - Estrategias dirigidas a explotar atributos o recursos locales, naturales, histórico-patrimoniales, culturales, etc., tanto para la atracción de turismo como también para captar fondos, de Naciones Unidas, de la Cooperación Internacional u otros, destinados a la preservación de dichos recursos. - Estrategias de comunicación: relativas a la oferta y publicidad de información sobre la ciudad, la vocación y potencial económicos que ofrece el territorio. Las nuevas tecnologías de información y comunicación, como las páginas web de los municipios resultan un medio muy importante si están diseñadas para estos propósitos (Cabrero y otros, 2003, 5). Entre estas estrategias se ubica la tendencia a renovar la imagen de las ciudades a través de sus publicidades, de eslóganes (la ciudad del conocimiento, la ciudad del río, la ciudad saludable, la ciudad sustentable, etc.), del desarrollo de marcas de ciudad y, también, a renovar su estética a través del equipamiento urbano, como carteles, garitas, mobiliario en parques y espacios verdes, etc., que en algunos casos resulta en estilos muy similares donde los efectos de la globalización se evidencian claramente. - Estrategias económicas y productivas para facilitar la atracción de capitales y generar mejores condiciones de producción tanto para empresas multinacionales como para Pymes, entre algunos ejemplos, la creación de parques industriales, polos tecnológicos, distritos de negocios y complejos territoriales de producción. - Proyectos arquitectónicos: una estrategia de visibilidad internacional es la presencia de construcciones de reconocidos estudios arquitectónicos a nivel mundial, generalmente en edificios públicos pero también en emprendimientos privados. Toda ciudad internacionalizada y competitiva posee algún ícono de la arquitectura globalizada. “La arquitectura actual apuesta frecuentemente por edificios elevados y por construcciones icónicas, que constituyan símbolos reconocibles de la ciudad. Muchas ciudades pugnan por construir obras de gran impacto, reconocidas internacionalmente y encargadas a arquitectos prestigiosos” (Capel, 2007).
N°11 / enero-diciembre enero-junio 2013 2012 / artículos / Reflexiones en torno a la ciudad Reflexiones finales Este apartado final recupera algunas ideas centrales en torno a la proyección internacional de ciudades y la competitividad urbana en la globalización. Los ejemplos de iniciativas y políticas locales recorridos en el apartado anterior, directa o indirectamente, conducen a la internacionalización de las ciudades y contribuyen a su posicionamiento global en el marco de una lógica característica de la etapa actual del capitalismo. Sin embargo, es posible pensar en diferentes modos de transitar el camino hacia el desarrollo que orienta a toda gestión local y, en este caso, motiva sus políticas de proyección internacional. En este sentido, la incorporación de estrategias y herramientas de gestión globales pueden contribuir a la visibilidad e internacionalización de la ciudad pero no siempre responder a las necesidades de cada caso en particular. Es allí donde cada gobierno local, tras el discurso y las manifestaciones de intención, debe elegir la combinación adecuada de políticas, atendiendo a las limitaciones del modelo de competitividad y teniendo en cuenta las necesidades y demandas de aquellos sectores de la población que carecen de “atractividad” internacional. La proyección internacional de ciudades debe orientarse a la búsqueda de más y mejores oportunidades, no solo para fomentar el crecimiento económico sino también el desarrollo en un sentido integral. El posicionamiento en redes globales y la proyección exterior a través de las buenas prácticas urbanas no son objetivos en sí mismos sino una herramienta para alcanzar el bienestar de la población. Si los roles se confunden y no se da prioridad a las demandas y necesidades de la ciudadanía, se cae en el riesgo de vaciar de contenido a las acciones paradiplomáticas de los gobiernos locales. Esta responsabilidad recae sobre los diferentes actores públicos y privados que conforman el ámbito local, como así también en la coordinación entre niveles de gobierno nacionales y subnacionales. La globalización tiene un impacto homogeneizador sobre las ciudades, sobre sus políticas, sus estéticas e inclusive sus paisajes urbanos, como en el caso de los grandes proyectos arquitectónicos que se repiten tanto en ciudades de países desarrollados como de países en desarrollo, presentando similitudes en algunos aspectos pero escondiendo grandes diferencias en otros. Estas son las contradicciones del proceso de globalización que las ciudades de países en desarrollo deben tener la habilidad de controlar: grandes proyectos de una agenda internacionalizada en convivencia con desigualdades y necesidades insatisfechas que, sin la atención del gobierno, el modelo por sí solo no resuelve.
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La conformaciónRol Privatizaciones. de del unasindicalismo comunidad Caso analizado: obrera en Villa Constitución Foetra a lo largo de los ciclos de su desarrollo Raúl Irigaray Agustín Prospitti Cátedra deen Administración Pública Lic. y Prof. Ciencia Política. Dr. en Ciencia Política. Escuela de Ciencia PolítiFacultad de Ciencia Política y RR.II. ca (UNR). ISHIR-CESOR (CONICET). U.N.R. E-mail: agustinprospitti@yahoo.com.ar Oscar Videla Lic. y Prof. en Historia, Dr. en Humanidades y Artes (Mención Historia). Escuela de Historia (UNR). ISHIR-CESOR (CONICET). E-mail: orvidela@gmail.com
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CUADERNOS del Ciesal
N°11 / enero-diciembre 2012 / Reflexiones en torno a la ciudad
Resumen
El artículo desarrolla una mirada de largo plazo sobre la evolución de un conjunto de variables (económicas, sociales y políticas) que visibilizan la constitución y desarrollo de una comunidad obrera en el extremo sur santafesino, más precisamente en Villa Constitución, localidad que adquirió una importancia destacada tanto por su desempeño productivo para la economía de la provincia y del país, como en el protagonismo de su clase obrera en las luchas sociales, que ha trascendido el marco de lo local. Palabras claves: comunidad local – Villa Constitución – clase obrera
Abstract
The article looks through the evolution of a wide range of economical, social and political aspects which have been the basis for the creation of a working class placed in the city of Villa Constitución in the south of the Santa Fe province. Not only is the city well known due to their contribution to the country`s economy but also because of the important performance of the working class in social struggles which are known all over the country. Keywords: local community – Villa Constitución – working class
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N°11 / enero-diciembre 2012 / Reflexiones en torno a la ciudad Introducción El presente trabajo trata de indagar, de forma ciertamente sintética1, en un siglo de la historia del extremo sudeste santafesino; desde los años finales del siglo XIX, cuando la Argentina intentaba salir de una de las crisis “de crecimiento” de un particular modelo de acumulación del capitalismo hasta los años finales del siglo pasado cuando en algún sentido otra Argentina se rearticulaba a las necesidades de otro modelo. En este tramo de la historia nacional es nuestra intención poner la atención en algunas de las condiciones que dieron substrato al proceso de formación de una clase obrera en un contexto local y cómo precisamente este proceso termina dando perfiles definidos a ese mismo espacio donde se constituye aquella, la sociedad local.2 En este sentido, el artículo desarrolla una mirada de largo plazo sobre la evolución de un conjunto de variables (económicas, sociales y políticas) que visibilizan la constitución y desarrollo de una comunidad obrera en el extremo sur santafesino, más precisamente en Villa Constitución, localidad que adquirió una importancia destacada tanto por su desempeño productivo para la economía de la provincia y del país, como en el protagonismo de su clase obrera en las luchas sociales, que ha trascendido el marco de lo local. Ahora bien, tal intención requiere, en principio, hacer una diferenciación entre conceptos que por recurrentemente utilizados para el análisis de situaciones donde la condición de clase (obrera) parece “impregnar” al conjunto de las relaciones sociales del espacio de análisis, no deben por ello confundirse. Nos referimos puntualmente a comunidad de fábrica y comunidad obrera. En el sentido que aquel, si bien también remite a la consolidación de una serie de relaciones sociales, políticas, económicas e ideológicas que dan cuenta de la forma en que la organización de un espacio productivo y su articulación con el espacio extra-productivo, inciden en la regulación de la experiencia de los trabajadores; también supone concentrar la atención en una sola unidad productiva y/o empresarial que demarca (no solo por su presencia casi única, sino por su acción hegemónica sobre esa comunidad) los límites temporales a la existencia de esta. En estos términos preferimos utilizar el tal vez un poco más amplio (y obviamente ambiguo) de comunidad obrera, en principio por que nos libera del marco temporal de existencia de una unidad productiva y/o empresarial, permitiéndonos pensar en la condición de trabajadores en tanto tales (más allá del rubro y o rama particular de la actividad que defina la condición de estos a lo largo del periodo en análisis) para la delimitación de una particular comunidad local. Precisamente esta estrategia habilita no solo pensar más en el largo plazo, sino que nos permite (siguiendo la dinámica de las rupturas y continuidades) intentar construir una periodización de aquel proceso, demarcando ciclos donde se resaltan las variaciones a las que la coyuntura somete a los actores sociales y a la sociedad local. 1. El presente artículo es producto tanto de la confluencia de dos recorridos investigativos particulares de los autores, como un primer acercamiento a esa mirada de largo plazo de la que hablábamos, en este sentido, supondrá a futuro un nuevo proceso de indagación documental (en muchas ocasiones, volver sobre fuentes ya transitadas, pero con otros interrogantes) y la necesaria reformulación a algunos planteos. 2. Indudablemente este es un objetivo de mucho más largo plazo, por lo que este trabajo debe considerarse en algún sentido como un programa de investigación más que la exposición final de sus resultados.
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CUADERNOS del Ciesal Por otra parte, esa mirada casi secular de esta propuesta también tiene la intención de hacer más evidentes algunas continuidades que, por efectos tanto del mismo proceso histórico, como por los de la memoria del presente, tienden a presentarnos una historia local desgajada a partir de alguna coyuntura en particular (claramente el momento en que coinciden la implantación industrial más fuerte y el surgimiento del peronismo).
Primer momento: la constitución de un nudo ferroportuario en el contexto del modelo agroexportador (fines del siglo XIX a 1930) Villa Constitución había sido fundada a mediados del siglo XIX como punta de lanza de un proyecto que aunaba motivos estrictamente político-militares (frontera bélica con Buenos Aires) con las primeras iniciativas de colonización (fallida en lo inmediato en este caso)3, pero será recién sobre finales de ese siglo cuando indudablemente la localidad experimente las transformaciones mas significativas devenidas de la expansión de un modelo de desarrollo agroexportador. Desde 1890 Villa Constitución será la cabecera del recién creado Departamento Constitución, pero mas significativamente será uno de los puntos de concentración de la dinámica de la circulación de la región. En ella confluye la producción para la exportación de una zona de influencia que excede al Departamento, recordemos que desde finales del siglo XIX el mismo era netamente agrícola, con predominio del cultivo del maíz, con un sistema de tenencia de la tierra marcado todavía para finales de los cuarenta del siglo XX por el sistema de arrendamiento.4 En este sentido, casi como un símbolo mismo del modelo de desarrollo, Villa Constitución se constituirá en un nudo ferroportuario de significación no solo zonal, sino provincial y nacional. La confluencia de la llegada del ferrocarril a la localidad y su articulación con unas precarias instalaciones portuarias (pero con alguna ventaja natural) hicieron que desde los últimos años del siglo XIX y particularmente desde el inicio del XX, la vida económica, pero también la estructura social de la sociedad local estuviera marcada por esta condición. En estos términos, veremos como tempranamente la localidad ira adquiriendo una fisonomía donde su clase obrera (multiforme y en constante transformación y movimiento durante esos años) marcara buena parte de sus perfiles.
3. Sobre los condiciones iniciales de la fundación en el marco del proyecto de la Confederación. Cfr. GALANO, Fabiana y GOICOECHEA, José Hugo; “La Villa “del medio” de la guerra civil. Un aporte al análisis y comprensión de los móviles fundacionales de Villa Constitución dentro del proceso de formación del estado argentino 1852-1858-1862)”, EN: Historia Regional Nº 18, Sección Historia. ISP Nº 3, Villa Constitución, 2000. 4. Recordemos que esta problemática había provocado el llamado Grito de Alcorta, población del Departamento, escenario de la formación de la Federación Agraria Argentina, expresión corporativa de los arrendatarios esencialmente y de sus primeras luchas reivindicativas. Cfr. BONAUDO, Marta y GODOY, Cristina; “Una corporación y su inserción en el proyecto agroexportador: La Federación Agraria Argentina (1912-1933)”. En: Anuario 11; Escuela de Historia. Facultad de Humanidades y Artes, Universidad Nacional de Rosario, Rosario, 1985. GRELA, Plácido, El Grito de Alcorta. Historia de la rebelión campesina de 1912, Rosario, Editorial Tierra Nuestra, 1958.
N°11 / enero-diciembre 2012 / Reflexiones en torno a la ciudad Para los inicios del siglo XX el puerto de Villa Constitución se había consolidado como un clásico puerto del modelo agroexportador: una de sus unidades está plenamente dedicada a la importación (casi exclusivamente carbón para la provisión de los ferrocarriles ingleses que tienen una punta de línea y unos talleres de reparación de mediana importancia en la localidad). Por otra parte, el puerto exportador dedicado casi exclusivamente a cereales y dentro de ellos particularmente al maíz.5 Así para finales de la década del ´20 era el tercer puerto cerealero de la provincia detrás de Rosario y Santa Fe, pero el segundo maicero, por allí se exporta poco más del 5 % de la producción nacional, de cierta importancia si consideramos que entre el puerto porteño y el rosarino se llevan casi la tres cuartas partes.6 Ahora bien, a diferencia de otras ciudades con puerto, como Rosario o la cercana San Nicolás, la actividad portuaria tiene allí mucho mayor impacto en la sociedad local; es que el puerto ocupa durante los meses de mayor actividad buena parte de fuerza de trabajo local que se ve incrementada por obreros de jurisdicciones vecinas. Por ello mismo, en general los estibadores representan una importante proporción de la población, y si bien las fuentes no coinciden podemos considerar entre 400 y 5007 su número para finales de los veinte, en una población que posiblemente no supere los 7000 habitantes.8 Precisamente durante este primer momento, el ritmo de la evolución de la población es de un crecimiento constante y sostenido desde mediados del siglo XIX, con una presencia significativa de extranjeros, que ronda el 40 % de la población total; a su vez dentro de la población nativa mayoritaria también abundan los nacidos en otras jurisdicciones (muy en particular de la cercana provincia de Buenos Aires); finalmente una tasa de masculinidad (1,2 para 1914) si bien relativamente baja respecto de las otras localidades del interior departamental, pareciera indicar una mayor presencia de varones solos, típicos de las sociedades con una fuerte presencia de trabajadores eventuales producto tanto del fenómeno inmigratorio como de las migraciones internas.
5. El Puerto de Villa Constitución es la salida natural de la producción del departamento Constitución y parte del de General López y Rosario en Santa Fe y de algunos del noroeste bonaerense, el primero es el corazón de la zona maicera argentina y allí donde habían madurado las condiciones de la conflictividad rural pampeana, sea esta chacarera o bracera. Cfr. ARCONDO, Aníbal; “El conflicto agrario argentino de 1912. Ensayo de interpretación”. EN: Desarrollo económico, IDES, Bs. As., oct-dic. 1980, Nº 79, vol. 20; ASCOLANI, A.; “”Guerra a muerte al chacarero”. Los conflictos obreros en el campo santafesino”; EN: ANSALDI, W. (comp); Conflictos obrero-rurales pampeanos/ 2. 1900-1937, CEAL, Bs. As., 1993. SARTELLI, E.; “Mecanización y conflicto social en la llanura pampeana: Santa Fe y la huelga de braceros de 1928”, EN: ASCOLANI, A. (comp.); Historia del sur santafesino, Platino, Rosario, 1993. 6. Datos construidos a partir del Anexo “Estadísticas”. BOLSA DE COMERCIO DE ROSARIO, Memorias 1929. Rosario, 1930, pp. 153-219 7. La Vanguardia aporta un número imposible: 3000. La Vanguardia, 17/5/1928. Más realista nos parecen algunas indicaciones de las Memorias de la Bolsa de Comercio. BOLSA DE COMERCIO DE ROSARIO, Memoria 1928, p. 147. 8. El censo de 1914 indica 3499 habitantes en todo el distrito (rural y urbano). Los años inmediatamente posteriores hasta la crisis del 29 fueron de un incremento poblacional importantísimo pero no creemos que puedan superar los 7000; luego de la crisis la población se estancó de allí que el Censo de 1947 nos indica 6.203 para la zona urbana y 2.980 para la zona rural del distrito. Censo Nacional 1914. Censo Nacional 1947. VIDELA, Oscar; “Industrialización y migraciones internas en el extremo sudeste santafesino. Empalme Villa Constitución y el departamento Constitución (1947-1980)”, EN: Historia Regional Nº 17, Sección Historia. ISP Nº 3, Villa Constitución, 1999.
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CUADERNOS del Ciesal Evolución de la Población Provincia Santa Fe, Dpto. Constitución y Villa Constitución 1869(*)
1887(*)
1895
1914
Santa Fe
89.117
220.332
397.188
899.640
Dpto. Constitución
6.180
14.118
16.639
44.841
Villa Constitución
610
1.203
1.843
3.499
(*) En estos años no existía el Departamento Constitución, por tanto las cifras corresponden al de General López en el que estaba subsumido Fuente: elaboración propia sobre Censo Provincial 1887 y Censos Nacionales 1895 y 1914.
En términos del movimiento obrero local, este también esta articulado (aunque también tensionado) por la fuerte presencia de los estibadores, entre ellos predominan los anarquistas desde principios del siglo XX a través de la Sociedad de Resistencia de Obreros del puerto de Villa Constitución adherida a la FORA del Vº Congreso.9 Por otra parte, los estibadores deben competir con una importante sociedad patronal de obreros.10 Esta condición hace que la conflictividad obrera también haya estado marcada por las huelgas portuarias, en este sentido fueron significativas para la localidad las de finales de 1904 e inicio de 1905, y muy particularmente las de 1928.11 Los gremios ferrocarrileros completan el cuadro sindical local, al que se agrega con suerte diversa los intentos de agremiación de los empleados de comercio. Como dijimos mas arriba la condición ferroportuaria marcó de manera fundamental la estructura social y como veremos la disposición territorial de esta. En un contexto donde la población se incrementaba y cambiaba con un ritmo frenético marcado concretamente por la estacionalidad de las labores agrícolas y las de embarque, donde la circulación (pero también el asentamiento) de extranjeros y nativos migrantes era moneda corriente, en la planta urbana de la localidad se fueron demarcando dos espacios claramente definidos donde la presencia obrera era casi absoluta, contribuyendo (si bien segregadamente, por estos años) a dar un perfil a la localidad donde la presencia de sus trabajadores se hacía evidente. Por una parte, en una estrecha franja de la localidad que se extiende entre la ribera del río y difusamente hasta la calle General López (puntualmente la barranca al río y la calle Colón como principal espacio público) es el lugar de concentración de buena parte de la clase obrera local. Allí están algunos de los mayores demandantes de mano de obra (los puertos) pero también las sedes de las sociedades de resistencia, allí también tienen su domicilio los militantes anarquistas de los que contamos con ese 9. Delegados de la sociedad asisten recurrentemente a los congresos de la misma. Anecdóticamente el delegado al II Congreso de la F.O.A. que se realizó en Buenos Aires en 1902, fue Alberto Ghiraldo. CORRES, Guildo “La brocha y la tea. Historia de la FORA en Villa Constitución”; EN: Historia Regional N° 23, Sección Historia/ISP Nº 3, Villa Constitución, 2005, p. 137. 10. SCHULMAN, José Ernesto; Tito Martín, el villazo y la verdadera historia de Acindar, ed. autor, Rosario, 2004, pp. 30-31. ASCOLANI, A.; El sindicalismo rural en la Argentina. De la resistencia clasista a la comunidad organizada (1928-1952), UNQ, Bernal, 2009. 11. Para la coyuntura de las huelgas portuarias de 1928. Cfr. MENOTTI, P. y VIDELA, O., “Las huelgas de los estibadores portuarios en el sur santafesino en 1928. Una disputa más allá de lo salarial”, Ponencia III Jornadas Nacionales de Historia Social, La Falda, Córdoba, 2011.
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dato (Hilario y Micaela Ramos, Miguel Ríos, Rosa Vega, Germinal Alvarez, Daniel Asenjo, los hermanos Martínez, Luján del Pozo).12 El otro espacio de concentración obrera de Villa Constitución es el Barrio Talleres (jurisdiccionalmente Hoppe, Talleres I, Congreve), ubicado al nordeste de la misma y ciertamente alejado del “centro” de la localidad, una parte esta “cercado” por las vías del Ferrocarril, entre la Estación de pasajeros y los Talleres que le dan nombre y los terrenos ferro portuarios, la otra parte se extiende más difusamente del lado norte de las vías. Obviamente allí se concentran la mayor parte de los obreros y empleados 12. Un contemporáneo, y vecino del barrio comenta sobre la acción de los anarquistas: “Como apéndice de su trajinar laboral, estos foristas organizaban en sus locales cursos vespertinos donde enseñaban a leer y escribir, tenían bibliotecas, fundaron un conservatorio musical que luego dio origen a “La Lira”, una banda de instrumentos de cuerda y viento que perduró hasta cerca de 1950. Además organizaban veladas con representaciones teatrales donde se representaban obras de fuerte contenido social.” (CORRES, op. cit.; p. 139.) Pero allí también están otros espacios de sociabilidad de significación, una multitud de pequeños (algunos suponemos que son minúsculos) “boliches” a los que los obreros asisten cotidianamente (para beber, jugar a las cartas, o realizar minúsculos consumos, pero también para charlar y estar al tanto de las noticias clave como por ejemplo las posibilidades de trabajo). Pero la zona también es el “refugio de cuchilleros, matones, pendencieros y canflinfleros”, es decir hombres de acción, de uso imprescindibles para los políticos locales. CAFFERATA, Godo; Memorias de un tal Hilario...; Villa Constitución, ed. Autor, 1988, p. 9.
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CUADERNOS del Ciesal ferroviarios, además de una importante cantidad de jornaleros sin trabajo fijo. Allí también están las sedes de las instituciones ferroviarias (sindicatos y asociaciones de ayuda mutua), residen sus líderes (Di Donatti) y se instalará el Club identificado con los mismos (Porvenir Talleres). En términos políticos, el departamento Constitución, del que era cabecera Villa Constitución, había sido el bastión del caudillo Juan Cepeda desde fines del siglo XIX, conservador constitucionalista hasta 1912, luego radical (en general antipersonalista). Allí predominaba la política coactiva y la policía “brava” hacia los opositores políticos, pero particularmente hacia el movimiento obrero. No obstante ello, otras orientaciones políticas tienen su relevancia dentro de la ciudad, el Partido Demócrata Progresista (PDP) y alguna facción yrigoyenistas se terminaran asentando más firmemente durante los veinte. En definitiva, en los prolegómenos de la crisis del 30, la ciudad se mostraba en un punto indudable de expansión económica, con una estructura social en transformación, donde la presencia de sus trabajadores era incontrastable, pero posiblemente oscurecida por un mercado laboral que tendía a la rotación constante, a la movilidad de la fuerza de trabajo y a una distribución espacial que tendía a concentrar los dos núcleos fundamentales de trabajadores (estibadores y ferroviarios) en espacios de relativa invisibilidad del “centro” de la localidad.
Segundo momento: La crisis que no cesa en el tránsito hacia la industrialización (1930 – 1947) La crisis del modelo agroexportador en los treinta había dejado a la región circundante a Villa Constitución en un estado de indefección aguda, su campaña (una de las más feraces del planeta) ya no podía sostener un rosario de pequeñas localidades que a la vera de las vías férreas veían como su población disminuía día a día.13 Así, casi a modo de un símbolo de los tiempos, el impresionante elevador de granos del puerto villense que tantas expectativas había generado, apenas inaugurado (a fines de 1944) casi no tenía uso por la falta de excedentes exportables.14 Los efectos de la crisis sobre la región y la localidad serán inmediatos, hambre, desocupación, caída del poder adquisitivo de los salarios y represión serán moneda corriente por esos años, tan es así que el relativo aumento de las actividades del puerto hasta mediados de los treinta no debe llevarnos a confusión, sino tomarlo como un efecto propio de las respuestas del mercado agrícola a la propia 13. Entre 1914 y 1947 casi todos los distritos urbanos del Departamento y particularmente de la línea del ferrocarril que cruza de este a oeste han perdido población, solo la cabecera Villa Constitución y la adyacente localidad de Empalme Villa Constitución han visto incrementada su población. Censo Nacional 1914, Tomo II, pp. 39-40, Censo Nacional 1947. 14. Cfr: VIDELA, Oscar; “El extremo sudeste santafesino en los años treinta. Un panorama de su evolución política y económico-social para reflexionar sobre las continuidades y las interpretaciones de la historia local”. EN: DELLA BIANCA, Mariana; PEÑALBA, Nora; WHEELER, Cristina Inés; CORI, Gabriel; NÓBILE, Juan; PAZ, Sergio; VIDELA, Oscar; PASQUALI, Laura (compiladores); Derechos Humanos, Educación y Memoria. Tomo II; ISP Nº 22 “Maestro Addad”, IES Nº 28 “Olga Cossettini”, ISP Nº 3 “Eduardo Lafferriere”, IES Nº 29 “Galileo Galilei”, Municipalidad de San Lorenzo, Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Santa Fe; Santa Fe, 2013 (en prensa).
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crisis.15 Pero será en la coyuntura prebélica y durante el transcurso de la misma que la crítica situación económico-social llegara a su cenit. Particularmente los tres últimos años de la guerra pondrán a la región ante una coyuntura crítica, a tal punto que la situación se expresara en una clara ruptura ideológica expresada fundamentalmente a través de la prensa local16. En este sentido, la crisis de un modelo de acumulación es tan evidente que ya estaba en el ambiente la necesidad de otra forma de asegurar el “progreso” de la comunidad fincada en un desarrollo industrial que todavía no era más que una ilusión. Exportaciones por el puerto de Villa Constitución (1930-1947) (toneladas) Trigo
Maíz
Lino
Totales
1928
118.577
320.931
54.162
493.670
1930
36.495
380.741
18.335
435.571
1931
40.482
757.449
78.935
876.866
1932
40.578
460.377
24.427
525.382
1933
48.548
340.428
43.047
432.023
1934
42.834
287.327
34.080
364.241
1935
34.656
495.592
36.328
566.576
1936
1.156
367.709
35.072
403.937
1937
60.114
949.532
41.770
1.051.416
1938
41.330
227.799
13.357
282.486
1939
80.662
201.582
14.937
297.181
1940
110.022
73.753
930
184.705
15. Ante la caída de los precios internacionales como productor de la crisis, en el núcleo de la producción agroexportadora, los cereales, el comportamiento general de buena parte de los agentes es, en principio, aumentar la superficie sembrada y reducir el costo y cantidad de mano de obra de modo de compensar precio con cantidad. 16. En la abundante prensa local de los treinta y cuarenta (El Defensor, La Semana, Vanguardia, Clarinada, La Calle, La Opinión), la necesidad de industrialización como nuevo motor del desarrollo local no había sido tematizado hasta que a inicios de los cuarenta La Opinión y luego La Calle lo tomen como uno de sus ejes discursivos. Cfr. DIZ, Diego y VIDELA, Oscar; “Prensa local y política en tiempos de cambios. El periódico La Calle en la encrucijada del surgimiento del peronismo en el sudeste santafesino”; ponencia III Jornadas Educación, Derechos Humanos y Memoria, San Lorenzo, 2012. Evidentemente la circunstancia no era solo un efecto de posicionamiento de líneas editoriales, sino que puede tomarse también como un fenómeno de crisis hegemónica del discurso “agroexportador”.
39
CUADERNOS del Ciesal 1941
23.015
9.893
2.981
35.889
1942
18.170
0
2.170
20.340
1943
0
460
20.657
21.117
1944
0
0
0
0
1945
30.640
39.856
10.498
80.994
1946
-
138.650
4.599
143.249
1947*
24.093
128.216
0
152.309
*Datos no oficiales Datos construidos a partir del Anexo “Estadísticas”. BOLSA DE COMERCIO DE ROSARIO, Memorias 1931 a 1948. Rosario.
Por otra parte, durante la larga década de los treinta, casi como un contraste de los difíciles tiempos que se viven, el gremialismo obrero villense conservara un dinamismo que no solo es destacable por su magnitud, sino que creemos deja planteados muchas de las preguntas mas significativas para una mirada de largo plazo. En principio debemos señalar las particularidades locales del cuadro sindical villense, así el peso de los anarquistas sobre el movimiento obrero local es indudablemente mayoritario hasta precisamente esta larga década del treinta y se sostiene fundamentalmente sobre una sociedad de resistencia villense, la Sociedad de Obreros del Puerto de Villa Constitución (SOPVC) y sobre la eficaz articulación de las numerosas y mucho mas inestables Sociedades de Obreros de Oficios Varios de las localidades circundantes, en un arco que si bien se extiende y contrae territorialmente con las coyunturas, tiene su eje en la ciudad.17 Muy activos, a poco del golpe que los había tomado particularmente como unos de sus objetivos para la represión, los anarquistas locales participan de la formación de la Federación Obrera Provincial (1932) al mismo tiempo que la SOPVC encabeza una de las más importantes huelgas portuarias de la década.18 Poco después (1935) constituyen una de las
17. Una foto publicada en el diario rosarino La Capital con motivo de una movilización convocada por la Federación Comarcal en la Plaza central villense, a fines del año 1940 (La Capital, 13/11/1940), nos puede dar algunos indicios del grado de adhesión. La foto, sacada desde un lugar apenas elevado en la vereda opuesta a la plaza, muestra la parte mas abigarrada de la manifestación cubriendo toda la actual calle Yrigoyen (unos veinte metros) hasta el centro de la plaza (otros cincuenta) donde se encuentra el palco de los oradores, la perspectiva permite observar que esta cubierto de gente en un frente de poco mas de la mitad la plaza (poco mas de cincuenta metros), y deja fuera de foco la calle Rivadavia (perpendicular a Yrigoyen), aunque es evidente que hacia allí también se extiende la presencia de asistentes. En total calculamos poco mas de 5000 metros cuadrados densamente cubiertos, a no mas de dos personas por metro cuadrado, nos da una asistencia de 2500 personas en una localidad que para esos años esta en pleno proceso de despoblación y según cálculos de la prensa la época (no hay censos hasta 1947) esta entre los 6000 y 7000 habitantes. El censo de 1914 indica, 3499 habitantes en el distrito; el Censo de 1947: 6.203 para la zona urbana y 2.980 para la zona rural del distrito. 18. Cfr. BOLSA DE COMERCIO DE ROSARIO, Memorias 1932, Rosario, 1933.
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más sólidas federaciones comarcales adheridas a la FORA19, y más allá de algunos conflictos internos (1936)20 su peso local no declina en demasía durante estos años. Por otra parte, por esos mismos años se acrecienta la presencia del sindicalismo vinculado a la CGT sostenido fundamentalmente sobre los gremios ferroviarios (Unión Ferroviaria y La Fraternidad) y en menor medida en los mercantiles, a lo que se agrega la novedosa e impetuosa presencia de los comunistas21 fundamentalmente a través del Sindicato Único de Obreros de la Construcción (SUOC).22 Ahora bien, en esta coyuntura, una mirada menos atenta a las organizaciones de la clase, y más preocupada por los trabajadores que las integran, nos permite acercarnos un poco mas a las experiencias de estos actores, más puntualmente comprobar que pueden convivir en ellos múltiples identidades (particularmente sindicales y políticas) “supuestamente” contradictorias sin que parezca acarrearles demasiadas contradicciones en la vida cotidiana. En este sentido, el análisis local nos permite observar, por una parte, la existencia de casos más “típicos” (que ha sido señalado ya por la bibliografía del movimiento obrero) de esta convivencia de identidades, hasta algunos otros más “atípicos” que creemos nos pueden ayudar mas a pensar que la explicación de la existencia de largas continuidades está sostenida sobre la experiencia cotidiana (de clase) de los trabajadores mas que en sus identidades políticas. En el primero de los sentidos, es claro que el análisis de uno de sus máximos dirigentes del movimiento obrero local, el ferroviario José Di Donatti, abona las tesis ya transitadas como las de Juan Carlos Torre o Hugo del Campo para el nivel nacional.23 En este sentido, si bien no hemos podido comprobar taxativamente su afiliación a partido alguno, podemos suponer que en algún momento fuera socialista en razón de sus estrechos vínculos con uno de los mayores líderes nacionales de los ferroviarios, José Domenech; aunque también es 19. ASCOLANI, Adrián; “Las organizaciones...”, op. cit., p. 169. 20. ASCOLANI, Adrián; “Las organizaciones...”, op. cit., p. 169. 21. Ahora bien, a nivel local, la presencia comunista en el Departamento Constitución era evidente desde por lo menos los años veinte (en Alcorta y en menor medida en Villa Constitución), pero muy particularmente lo será a lo largo de los años treinta, no porque se visibilice en las elecciones, pero si a través de las múltiples iniciativas donde sus militantes se muestran muy activos: en el gremialismo chacarero y en el sindicalismo bracero, dentro del movimiento antifascista local, en muchas de las expresiones culturales, pero también avanzando la década dentro del movimiento obrero urbano villense (muy particularmente en gremio de la construcción y algo en ferroviarios). Cfr. VIDELA, Oscar; “Política de partidos y movimiento obrero en el sudeste santafesino durante la “década infame”. Un análisis de caso desde una perspectiva local”; VII Congreso Argentino Chileno de Estudios Históricos e Integración Cultural; Universidad Nacional de Salta; 2007. DIZ, Diego y VIDELA, Oscar; “Política y conflicto social en el extremo sudeste santafesino a través de la prensa local en tiempos del radicalismo concordancista”, Ponencia I Jornadas Internacionales de Historiografía Regional; Resistencia, 2006. FLORIO, Sabina y RODRIGUEZ, Jimena; “Ricardo Sívori: de las nuevas formas del realismo a la síntesis plástico-realista”, EN: Historia Regional, Sección Historia, ISP Nº 3, Nº 28, Villa Constitución, 2010. 22. El SUOC es el sindicato de la construcción local, adherido a la Federación Nacional de la Construcción, conducida por los comunistas. Entre finales de los treinta e inicio de los cuarenta disputaran violentamente por la representación gremial con la Sociedad de Resistencia de Oficios Varios de Villa Constitución (SOV) conducida por los anarquistas y adherida a la Federación Comarcal. Cfr. DIZ, Diego y VIDELA, Oscar; op. cit.. 23. Para una análisis del recorrido socio-político de este importante líder local Cfr. AGUIRRE, Graciela y LÓPEZ, Silvana; “Nuevos y viejos actores en los orígenes del peronismo en Villa Constitución. 1943-1946”; EN: DELLA BIANCA, Mariana y otros (comp); op. cit.. Nos referimos puntualmente a un incipiente pero continuo proceso de burocratización, el desarrollo progresivo de un reformismo pragmático y una fuerte vinculación al poder político. Cfr. DEL CAMPO, Hugo, op. cit..
41
CUADERNOS del Ciesal posible que fuera por lo menos un simpatizante y/o aliado del PDP24, ya mas entrado los treinta se acerca al radicalismo concordancista. Más allá de su afiliación política, su derrotero lo indica como un paradigma del sindicalista de principios de los cuarenta. Por otra parte, el análisis local señala también algunas experiencias “atípicas” de articulación de identidades políticas y sindicales. La situación aparece por ejemplo dentro del gremio de la construcción conducido por los comunistas, donde conviven militantes y dirigentes de este partido con una apreciable cantidad de afiliados al PDP.25 No obstante, la situación se puede extender también a los foristas, particularmente si observamos a las militancias y sus adherentes. Allí, la militancia activa en un partido político “burgués” no parece ser un limitante tanto para formar parte de las sociedades de resistencia locales, como para ser uno de sus militantes más activos, el caso más significativo es sin dudas el de Luján del Pozo. Del Pozo es un obrero portuario afiliado a la SOPVC, vive sobre la barranca, y como otros es un asiduo participante de las huelgas portuarias, y hombre de armas tomar. Como buena parte de los obreros portuarios es un recurrente parroquiano de los boliches del bajo, pero lo que mas nos interesa es que es uno de los caudillos barriales del PDP, con suficientes contactos con los líderes departamentales (los hermanos D´Anna) como para poder asegurar a sus conocidos (algunos de ellos también militantes foristas, como el mencionado Hilario Ramos) la condescendencia de los poderes públicos cuando el PDP esta en el gobierno, o por lo menos asistencia jurídica cuando se encuentran en la oposición.26 Esto indicaría que no debemos descartar que en el conjunto de vínculos entre partidos y sindicatos (aun con los anarquistas), en los contextos locales, en ocasiones son más importantes los vínculos personales entre los actores que las posiciones de sus respectivas organizaciones. Pensando en el largo plazo, estas evidencias parecieran poder sostener que la “escisión” entre las identidades político partidarias y las propias de la acción gremial no solo serán propias de momentos posteriores de la historia del movimiento obrero (los setenta en adelante), sino que lo eran desde sus propios orígenes. Por otra parte, desde la perspectiva de los actores las condiciones locales también juegan un papel significativo, así comprobamos que el uso de una especie de “ideología localista” es extendido y ampliamente aceptado, al punto que los actores se disputan precisamente ser los verdaderos “representantes” de ella. De tal manera que todas las corrientes sindicales, como también las publicaciones vinculadas a los partidos, utilizan el argumento de la defensa de los trabajadores locales, y se acusan de proteger o dar trabajo a “forasteros”.27 El peso de la “ideología localista” es un componente cla24. La mayor evidencia de esto son los cargos políticos que ocupó por esos años. En mayo de 1934 fue elegido Vicepresidente de la Comisión Comunal por el PDP acompañando a Luzuriaga, por renuncia de este al año siguiente accede a la Presidencia de la Comuna hasta la intervención nacional. Diez años después, en abril de 1945, volverá a ese puesto en condición de Interventor. Cargo que detentará hasta su nombramiento como Jefe Político del Departamento a partir de enero de 1946. Figura relevante del peronismo local durante años, será electo Intendente Municipal en 1973, pero a los pocos meses fallece el 20 de julio de 1973. Cfr. LISCHETTI, Santiago; Historia de Villa Constitución (1857 – 1978), Gobierno de la Provincia de Santa Fe y Municipalidad de Villa Constitución, Villa Constitución, 1980, p. 186 y 189. AGUIRRE, Graciela y LOPEZ, Silvana, op. cit.. 25. DIZ, Diego y VIDELA, Oscar; op. cit.. 26. CAFFERATA, Godo, op. cit., pp. 25-27 y 41; La Protesta, 01/05/1941, La Capital, 05/04/1941. El Defensor, La Semana. 27. ¿Pero qué es ser local? Obviamente que variará según los intereses de los distintos enunciantes. Por ejemplo, en el caso los anarquistas, posiblemente su interpretación de los difusos límites de lo local se toque con la noción de “comarcal”
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ve del cuadro de reivindicaciones de movimiento obrero villense a lo largo de estos años, lo había sido desde antes y estará permanente hasta el presente. Ya instalado en los veinte y muy poderoso en los treinta como mecanismo de regulación del acceso al trabajo (portuario en la localidad, rural estacional en la campaña), tendrá también un significativo peso en las reivindicaciones del ciclo de radicalización de los setenta, en este caso leídas en clave de postergación respecto de la estructura centralista del sindicato.28 El fin de la segunda guerra y el proceso de formación del peronismo llegan entonces en un momento clave para la localidad y su clase obrera; en lo más profundo de una crisis donde la desocupación (y también la represión) es la norma, las condiciones parecieran indicar un momento de máxima debilidad estructural, a lo que se agrega un movimiento obrero fragmentado ideológicamente; no obstante, la particular conformación del peronismo local (en este caso modélica respecto de las interpretaciones capitalinas) demostraran la centralidad de los trabajadores y sus organizaciones en la coyuntura que conservan la suficiente fortaleza (por lo menos algunos de sus gremios, ferroviarios en particular)29 como para constituir uno de los factores de poder clave de la situación y aportar una parte significativa de sus dirigencias a la nueva identidad política en formación.
Tercer momento: Otra vez los grandes cambios, industrialización acelerada y transformación obrera (1947 – 75) La sureña localidad santafesina, reconocida hasta los años cuarenta por su actividad portuaria y ferroviaria, se convirtió en esos años en un ámbito elegido para el asentamiento de nuevas industrias, lo que provocaría un cambio notable en la sociabilidad villense, abriendo camino a la consolidación definitiva de una “comunidad obrera”. En términos territoriales la implantación de nuevas fábricas en los márgenes de la ciudad conllevará una profunda transformación en la planta urbana y la estructuración social del espacio local. El desaque daba nombre la sociedad de sindicatos adherida a la FORA, de manera tal que el concepto se convierta en una herramienta para resolver las necesidades de sus adherentes. Es que su larga hegemonía en el movimiento obrero rural del departamento, hace que sea totalmente factible que utilizara los acuerdos con empresarios (particularmente con los constructores del elevador de granos) para asegurar trabajo a los adherentes al movimiento asentados en los pueblos del departamento, que, acuciados por la creciente desocupación provocada tanto por la crisis general del 29/30 como por la más coyuntural del maíz (producto central del Departamento Constitución y fuerte demandante de mano de obra) se trasladaban a Villa Constitución como primer paso de una migración rural-urbana ya desatada. 28. La importancia de estas reivindicaciones no solamente se restringen al sindicalismo combativo villense, sino que ha sido señalado tanto por James Brennan como por Mónica Gordillo como un componente importante en las movilizaciones en uno de los núcleos de aquel, Córdoba. BRENANN, James y GORDILLO, Mónica; Córdoba rebelde. El cordobazo, el clasismo y la movilización social; de la Campana, La Plata, 2008. 29. La desestructuración de la economía portuaria en los años de la segunda guerra (que casi coincidieron con los de la construcción de los elevadores) evidentemente dieron de llevo en el corazón de la base social de los anarquistas villenses, a ello debe agregarse los efectos de más largo plazo de la mecanización agrícola que impactaba en otro de sus espacios de implantación, los braceros agrícolas.
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CUADERNOS del Ciesal rrollo urbano desde los años cuarenta iría lentamente extendiéndose y ensanchándose hacia la zona fabril siguiendo la ex ruta 9 (actual 21). Esta expansión territorial de la ciudad, sostenida a partir de loteos que van ocupando los terrenos que separaban el casco urbano de los predios industriales con viviendas obreras mayoritariamente autoconstruidas, llegan finalmente a unir ambos espacios a fines de los ’70, pero en el transcurso dan cabida a varios barrios de evidente identidad obrera (Malugani, San Lorenzo, Galotto, Luzuriaga entre otros).
En cuanto al desarrollo productivo, la empresa CILSA Compañía Industrial Lanera S.A.F.I., dio el puntapié inicial. Con orígenes italianos, el montaje del nuevo emprendimiento comenzó en 1947 e inició su producción un año más tarde. Por un camino paralelo en 1949 se implantó en la ciudad la fábrica de Aceites Vegetales, fundada por Brehier S.R.L. y posteriormente vendida a la Asociación de Cooperativas Argentinas.30 Si bien estas empresas tuvieron una importancia relativa, el impulso de la actividad industrial en la zona y su impacto sobre la población local comenzó a gestarse a partir de la instalación de ACINDAR Industria Argentina de Aceros S.A. Dicha compañía ya contaba con una unidad de producción metalúrgica en Rosario y hacia 1947 comenzó a edificar una planta en las afueras del casco urbano de Villa 30. LISCHETTI, Santiago, op. cit., p. 318.
N°11 / enero-diciembre 2012 / Reflexiones en torno a la ciudad Constitución31 destinada a la laminación de barras de acero para la construcción, comenzando con su producción entre 1950 y 1951. Rápidamente, Acindar se fue transformando con su crecimiento en una empresa de destacada importancia a nivel nacional, llegando a convertirse en la laminadora de acero más importante del país, abasteciendo entre el 30% y el 40% de la demanda local de productos “no planos”. La puesta en marcha de Acindar se realizó con mano de obra de la ciudad y de la zona, como así también con el aporte de las corrientes migratorias internas y un remanente de las declinantes migraciones internacionales españolas e italianas.32 El dinamismo que adquirió la actividad industrial a gran escala generó una multiplicidad de cambios en el desarrollo regional y especialmente en la estructura poblacional de Villa Constitución que aumentó exponencialmente pasando de 9.183 habitantes en 1947 a 36.157 en 1980. Al mismo tiempo que concentró en su distrito la mayor parte de la población del Departamento. Evolución de la Población Provincia Santa Fe, Dpto. Constitución y Villa Constitución 1947
1960
1970
1980
1991
2001
Santa Fe
1.702.975
1.884.918
2.135.583
2.465.546
2.798.422
3.000.701
Dpto. Constitución
68.093
57.659
62.520
73.286
79.419
83.045
Villa Constitución
9.183
18.720
25.148
36.157
41.161
44.144
Fuente: elaboración propia sobre Censos Nacionales. El proceso se profundizó cada vez más con la complejización de la estructura industrial del departamento Constitución, al que también alcanzó el desarrollo industrial de la vecina ciudad de San Nicolás con la instalación de SOMISA. Algunas cifras reflejan el impacto del desarrollo industrial sobre el departamento. Éste era al inicio del ciclo -como ya se ha afirmado- netamente agrícola, clasificado como “muy rural” por Torcuato Di Tella, del total de su población activa sólo un 7% se dedicaba a las actividades secundarias, un 21% a las
31. Su instalación en esta ciudad se debe a su cercanía al río Paraná y a las vías férreas, y a la proximidad a San Nicolás donde estaba emplazada la ex SOMISA, proveedora de palanquilla (un insumo básico para las laminadoras privadas) . 32. Los trabajadores eran originarios principalmente de provincias como Entre Ríos, Chaco y Corrientes. Estas regiones venían expulsando mano de obra desde 1930, tras las sucesivas crisis del modelo agroexportador, y debido a una estrategia más intensiva de explotación de los suelos, que reemplazaba trabajo humano por tecnología. Cfr. PROSPITTI, Agustín: La cultura sociopolítica de los trabajadores metalúrgicos de Villa Constitución. Tesis de grado, 2012, inédita. RODRIGUEZ, Ernesto J.; “Sembraron vientos y no fueron suficientes, entonces desataron tempestades. Una contribución al conocimiento de los orígenes del Villazo”, EN: VIDELA, Oscar R. y RODRIGUEZ, Ernesto J. (comps.); El Villazo. La experiencia de una ciudad y su movimiento obrero; Subsecretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Santa Fe y Sección Historia. ISP Nº 3, Santa Fe, 2013 (en prensa). (2da edición ampliada).
45
CUADERNOS del Ciesal terciarias, lo que arrojaba un 72% de la población económicamente activa dedicada a las actividades primarias, datos acordes con el porcentaje de población rural: 74%.33 Para graficar mas cabalmente los cambios estructurales acaecidos en el departamento, otras cifras extraídas de los distintos censos industriales de 1946, 1964 y 1974 nos brindan más información sobre el desarrollo industrial del mismo al comparar porcentajes sobre el total de la provincia. De tales datos resaltan indicios inequívocos del proceso de industrialización que afecta a la zona. Casi con el mismo porcentaje sobre el total provincial de establecimientos, los saltos en los demás indicadores son extraordinarios.34
Promedio Personal Ocupado por Establecimiento Jurisdicción
1946
1954
1960
1963
1973
Santa Fe
9,26
6,93
6,28
7,34
9,62
Constitución
1,44
5,93
11,94
12,21
20,25
Fuente: Elaboración propia sobre Censos Nacionales Económicos 1947, 1954, 1964, 1974. Evolución Salario Industrial Promedio (Sueldos y Salarios sobre Personal ocupado); Valor de la Producción sobre Personal ocupado y del Valor de la Producción sobre Sueldos y Salarios. En miles de pesos. Jurisdicción
1946
1963
1973
Salario
Valor
Valor de la
Salario
Valor
Valor de la
Salario
Valor
Valor de la
Promedio
Producción
Producción
Promedio
Producción
Producción
Promedio
Producción
Producción
por
sobre
por
sobre
por
sobre
Personal
Sueldos y
Personal
Sueldos y
Personal
Sueldos y
Ocupado
Salarios
Ocupado
Salarios
Ocupado
Salarios
Santa Fe
1,91
13,34
13,34
98,58
918,47
9,32
22,37
174,00
7,78
Constitución
1,40
9,55
6,83
150,90
1629,45
10,80
28,36
435,82
15,37
Fuente: Elaboración propia sobre Censos Nacionales Económicos 1947, 1964, 1974.
Las cifras proporcionadas por los censos nos revelan muchos otros indicios de la profunda transformación de la estructura económica del departamento. Un análisis más desagregado, aporta para el esclarecimiento de algunos interrogantes: ¿dónde y en qué proporciones se concentró la industria33. DI TELLA, Torcuato S., La teoría del primer impacto del crecimiento económico, Instituto de Sociología, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad del Litoral, s/f.. 34. Resaltaremos aquellos que se producen en los salarios, en el valor de la producción, y el más extraordinario del valor agregado (datos para 1973), aunque también resaltan aquellos referidos a los llamados insumos (combustibles, materias primas, energía comprada).
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lización? ¿en qué ramas y con qué características? Los datos del censo de 1964 nos aclaran bastante: en la rama de industrias metálicas básicas encontramos que el 0,8% (4 casos) de los establecimientos concentran el 59% del personal ocupado, el 79% de los sueldos y salarios, el 73% del valor de los productos elaborados, el 84% de los combustibles y lubricantes consumidos y el 74% del valor de la materia prima empleada. Establecimientos industriales, personal ocupado y valor de la producción (Provincia de Santa Fe, Dpto. Constitución e Industria Metálicas Básicas) Jurisdicción
Datos al día 30 abril 1964
Datos del Ejercicio considerado (1963) en miles de m$n
Nº Estableci
Personal Ocupado
Fuerza motriz instalada
mientos
Total personal
Sueldos
Materias
Combustibles
y salario
Primas
y lubricante
pagados
empleadas
consumidos
Productos Elaborados
Energía Eléctrica Obreros
Motores HP Centenares kWh
ocupado
Primarios
Eléctricos
Comprada
Producida
Provincia
17303
126996
85418
49905
455533
3471633
2327348
12519110
59834150
2207146
116641518
Constitución
490
5984
4096
1012
49115
331347
605939
902983
5167764
216295
9750652
I.M.B.
4
3513
2563
-
40749
197568
526769
714537
3807747
182336
7126374
Fuente: Censo Nacional Económico 1964. Provincia de Santa Fe (Cuadro N 1. Número de establecimientos industriales, personal ocupado y valor de la producción)
La concentración resalta a la vista y esos cuatro establecimientos tienen “nombre y apellido”. Son aquellos establecidos durante los últimos años del proyecto peronista y en los años del desarrollismo en las márgenes del Paraná en jurisdicción de Villa Constitución. De este modo podemos responder aquellos interrogantes señalados más arriba: el dónde es inequívoco: Villa Constitución35, en consonancia con el proceso de concentración nacional de las industrias en algunas zonas determinadas del país, en este caso el Litoral paranaense, el llamado complejo industrial que se extendió en nuestra provincia desde su límite con Buenos Aires hasta el departamento 35. La proporción de la concentración es muy grande en este distrito tal como lo marcan los datos e indicadores analizados. La rama en que se concentra es la de Metálicas Básicas y sus características son aquellas comunes al tipo de industria más próspera y pujante del período, la de bienes durables y de capital. Es decir, de alto porcentaje del valor de sus insumos, del valor total de su producción, de su valor agregado y de los salarios respecto a otras ramas. Además podemos agregar que están concentradas geográfica y económicamente, si atendemos a la evolución de la más importante empresa de la rama, Acindar, con su política de captación de los demás establecimientos instalados con su participación, sólo queda la excepción de Metcon, de capitales norteamericanos. La otra característica que separa a esta empresa, levemente, de la caracterización general del periodo de la industrialización, es el carácter no estatal de Acindar, propiedad de capitales privados nacionales. Cfr. VIDELA, Oscar; “Industrialización…”, op. cit..
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CUADERNOS del Ciesal San Lorenzo (en especial las industrias más “dinámicas” y con mayor capital invertido y mayor participación o control del capital extranjero), y más allá, hasta la capital provincial. Por otra parte, en cuanto a las prácticas sociopolíticas de los trabajadores metalúrgicos villenses, de aquí en mas el núcleo más significativo (numérica y estratégicamente) de la clase obrera local, su origen se vincula a su agremiación dentro de la Unión Obrera Metalúrgica, en la Seccional Villa Constitución conformada en 1952. Roberto Nartallo, dirigente peronista, ocupó el cargo de Secretario General de la UOM V.C. desde su creación hasta 1967; su desempeño estuvo caracterizado por su alineamiento a la conducción nacional metalúrgica, aunque esta relación no estuvo exenta de tensiones, por el escaso aporte económico girado desde el secretariado nacional, para la cobertura de los servicios sociales que debía prestar la seccional. Si bien Nartallo no entró en conflicto con el Secretariado Nacional por la dependencia financiera de la seccional -más allá de su disconformidad-, algunos activistas locales sí manifestaron abiertamente su descontento hacia la conducción nacional y regional, impulsando asambleas para discutir la formación de un sindicato independiente de la UOM en la seccional Villa Constitución.36 En esta inicial disputa se abrió una etapa de conflictos al interior de la Seccional, caracterizada por intervenciones desde las autoridades nacionales e intentos de construir agrupaciones sindicales alternativas para desplazar a los dirigentes vinculados con la cúpula metalúrgica. De una derrota en un conflicto con la patronal y la cúpula gremial en 1970, en tiempos de dictadura e intervención de la Seccional, surgió desde las bases una corriente gremial alternativa, legataria de las nuevas corrientes sindicales combativas y de izquierdas emergidas en el marco del poscordobazo, que será conocida en adelante como la Lista Marrón.37 Este camino de lucha emprendido por un conjunto de dirigentes y activistas sindicales, y respaldado por el seguimiento de un importante número de trabajadores metalúrgicos implicó en su desarrollo una confrontación en dos frentes: con la “burocracia sindical” y sus representantes locales, quienes no estaban dispuestos a abandonar el control de la seccional; y con los dueños del capital, poco permeables a las reivindicaciones y al activismo obrero. En este sentido, la conflictividad laboral-sindical ingresó en una escalada a partir de 1974 por la negativa de las autoridades máximas de la UOM a la convocatoria a elecciones para renovar autoridades en la seccional Villa Constitución, intervenida desde 1970. El pico máximo de tensión entre los distin-
36. PROSPITTI, Agustín; op. cit.. 37. En 1973 se conformó como “Movimiento Metalúrgico 7 de Septiembre - Lista Marrón” Esta agrupación sindical opositora fue creada siguiendo el pragmático deseo de mejorar las condiciones de trabajo en las plantas y recibir prestaciones sociales y sanitarias. Ello se vio favorecido por el contexto que atravesaba el movimiento obrero en el primer lustro de los años setenta, caracterizado por una división en la estructura monolítica del sindicalismo argentino. Esta fractura se basó en un creciente antagonismo entre las prácticas de las cúpulas y las bases, por las formas del ejercicio de la conducción sindical. Los obreros de las principales fábricas de Villa Constitución, Acindar, Marathon, Metcon, y los talleres medianos y chicos emplazados a su alrededor, fueron atravesados por esas tensiones, cobrando una visibilidad especial en esta pequeña ciudad, que se caracterizó por presentar uno de los niveles mas altos de concentración obrera de la Argentina. A su vez, sintetizó la maduración de una experiencia sindical de nuevo cuño, asentada en la convergencia de sus experiencias antecesoras GODA: Grupo de Obreros de Acindar; GOCA: Grupo de Obreros Combativos del Acero; MRS: Movimiento de Recuperación Sindical. PROSPITTI, Agustín: op. cit.
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tos actores sociales en disputa fue la sucesión de hechos, conocidos como “El Villazo”38, desarrollados en Villa Constitución entre el 7 y el 16 de marzo de 1974. El conflicto se inició con la arbitraria decisión de los interventores de la seccional que expulsaron del gremio -con la connivencia patronal- a la Comisión Interna y a un grupo de delegados identificados con La Marrón, provocando la reacción colectiva de los trabajadores que en conjunto y por una asamblea multitudinaria decidieron iniciar la toma de las fábricas metalúrgicas más importantes de la ciudad. La satisfacción que despertaba la victoria alcanzada se expresó en una marcha desde las fábricas hacia el centro de la ciudad que culminó en un acto en la plaza principal. Asistieron 12 mil personas, representativas de los distintos sectores que habían brindado su apoyo y colaboración.39 Las posibilidades de sostenimiento y triunfo de esta lucha, caracterizada por la ocupación y control obrero de la planta, tuvo íntima relación con los rasgos locales de Villa Constitución. Especialmente su carácter de comunidad obrera, donde las relaciones sociales eran muy estrechas y los niveles de solidaridad muy altos. La masa salarial de los metalúrgicos era la rueda maestra que imprimía dinámica a la economía local, por lo cual cuando se veían afectados sus intereses, ello también repercutía en el conjunto de la población. Esta comunidad de intereses compartidos fue el basamento de lo que se denominó “frente popular solidario”, que se conformó sobre la marcha del conflicto en torno de la medida de fuerza.40 La finalización de la medida de protesta estuvo mediada por el compromiso del Secretariado Nacional metalúrgico a la convocatoria a elecciones locales. En estos comicios el M7S se impuso por el 64% de los votos a la lista oficial.41 Pero el cambio de coyuntura política a nivel nacional con la muerte de Perón y la persecución del sindicalismo combativo abrieron la posibilidad para desmovilizar y desestructurar a las expresiones radicalizadas al interior del movimiento obrero, incluyendo a la UOM Villa Constitución como una de sus manifestaciones mas significativas. La ejecución de esta operación planificada sobre el cordón industrial se materializó el 20 de marzo de 1975 bajo el argumento de la desactivación de un “complot subversivo terrorista” con epicentro en Villa Constitución. El operativo dejó como saldo la detención 38. Durante nueve jornadas se mantuvo paralizada la actividad laboral, contando con un gran apoyo y solidaridad del conjunto de la clase obrera y del pueblo villense. Informe del Comité de Lucha de Villa Constitución: “El Villazo. Hacia el triunfo de la clase obrera”. Villa Constitución, marzo de 1974. 39. Ver Informe del Comité de Lucha de Villa Constitución: op. cit.; El Mundo, Buenos Aires, miércoles 13 de marzo de 1974. 40. Los distintos sectores solidarizados con la huelga, para Juan Actis, fueron: “la pequeña burguesía barrial” que había logrado acumular un pequeño capital y fue creciendo en la actividad comercial al amparo del consumo de los obreros […] La “pequeña burguesía comercial, que es la del centro” menos consubstanciada en su relación con los asalariados, pero que también traccionaba sus negocios contando con el aporte del proletariado. A este sector que lo podríamos considerar el eslabón débil de la cadena de solidaridad social, apuntaron los atentados intimidatorios que buscaba dividir por la vía del miedo al campo popular, […] Y “la otra pequeña burguesía [...] es la agraria. Los pequeños chacareros, los quinteros de toda la zona” que contribuyeron enormemente al llevar parte de su producción a las fábricas, ya que aportaban la gran cantidad de comestibles necesarios para alimentar a los miles de trabajadores que sostenían las ocupaciones […] Esta característica de apoyo solidario a los obreros por los otros sectores sociales de la comunidad villenses se reiteraría en los futuros conflictos del año ‘75 y más adelante en el ‘91. Entrevista a Juan Actis, obrero y dirigente metalúrgico, integrante de la Lista Marrón, Julio de 2005. 41. Su programa hacía hincapié en tres consignas fundamentales que resumían su ideario “antiburocrático”, “antipatronal” y “antiimperialista”. Propuesta electoral de la Lista Marrón, Villa Constitución, 1974.
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CUADERNOS del Ciesal de los miembros de comisiones directivas, comisiones internas, delegados y activistas del cordón industrial a orillas del Paraná.42 Frente a la persecución y represión los metalúrgicos decidieron el cese de tareas, la ocupación de los lugares de trabajo y la conformación de asambleas por fábrica, iniciando una huelga de brazos caídos y desafiando al Ministerio de Trabajo que había declarado ilegal la medida de fuerza43. La huelga se dividió en dos etapas. La primera transcurrió entre el 20 y el 26 de marzo y se desarrolló en el interior de las fábricas. La segunda y más extensa etapa comenzó cuando los obreros fueron desalojados de las plantas y la resistencia se traslada a los barrios, prolongándose hasta el 19 de mayo. La retirada de las fábricas (26 de marzo) y la decisión de proseguir con la medida de fuerza obligó a los huelguistas a planificar un nuevo diagrama organizativo por barrios para mantener un estado asambleario permanente. La organización barrial jugó un papel clave en el sostenimiento de la medida de fuerza, en varios sentidos. En primer término debido a la multiplicidad de procedencia de los obreros, que se hallaban diseminados en un margen aproximado de 70 kilómetros en pueblos o ciudades pequeñas entre San Nicolás y Rosario, lo cual dificultaba la posibilidad de reuniones masivas para la toma de decisiones. En este sentido, se aseguraba la participación de aquellos que no residían en Villa Constitución, a la vez que se expandían los lazos de solidaridad con otras comunidades. Por otra parte, cada comité barrial adoptó funciones específicas, como centros de recolección y distribución de víveres y dinero para cada familia relacionada a la huelga; también se encargaban de articular la movilización, en las manifestaciones y paros generales, con los otros puntos de referencia y convocaban a los vecinos a partir de la difusión de los boletines de huelga. Además crearon estrategias defensivas frente a la represión y disuasivas contra los carneros (rompe huelgas). Finalmente, funcionaban en asamblea, continuando la práctica democrática de la experiencia fabril, las cuales marcaban el horizonte de la lucha y fomentaban la participación de todos los sectores que se solidarizaban con la misma. Al interior del ámbito comunitario se forjaron lazos de solidaridad social que fueron claves para llevar adelante la resistencia y marcaron la vigencia de fuertes vínculos entre sus diversos integrantes, propios de una comunidad obrera. Así, con el necesario apoyo de la comunidad villense, las medidas de fuerza se extendieron durante un lapso de 61 días, pero transcurrido ellos los obreros, acosados por la represión y las dificultades económicas, decidieron el levantamiento de la huelga. Finalmente entonces, la sureña localidad santafesina se vio fuertemente afectada por el clima represivo que se desarrolló contra los trabajadores metalúrgicos resintiendo la sociabilidad de su población por el clima de terror que se apropió de la cotidianeidad de sus habitantes.
Cuarto momento: tiempos de represión, resistencia, reconversión productiva y adaptación obrera (1975 - 1991) 42. Las maniobras de rastrillaje, allanamientos, persecución y detención de activistas fueron emprendidas por las fuerzas de seguridad interior, entre las que se hallaban la Policía Federal y santafesina, un número menor de efectivos de Prefectura Naval y organismos policiales de la provincia de Buenos Aires. El Norte, San Nicolás 21 de marzo de 1975. 43. La Prensa, Buenos Aires, 22 de marzo de 1975.
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La complejidad de las relaciones entre las empresas y la comunidad local aumentó a partir de un conjunto de cambios que afectaron tanto al ámbito productivo como social de Villa Constitución, que tuvieron lugar como continuidad de los conflictos y hechos represivos del año ‘75. Ellos estuvieron vinculados al proyecto de Acindar de integración del proceso de producción (fundición-aceraciónlaminación) y a la consolidación de su posición dominante en el mercado del acero. Para ello resultaba indispensable que el Estado nacional financiara este salto tecnológico, así como la empresa creía necesaria una domesticación y desmovilización de su fuerza de trabajo, ya que la misma presentaba una alta organización y politización demostrada en las confrontaciones de los primeros años setenta. Así, desde el fin de la larga huelga iniciada en marzo de 1975, y como consecuencia de la derrota obrera, se realizaron despidos masivos y se conformaron listas negras con trabajadores indeseables para la patronal, que no retornarían a sus puestos de trabajo.44 A las centenares de cesantías forzadas de obreros se sumó el endurecimiento del clima laboral y político-social en Villa Constitución y la zona, que continuo tras el golpe de estado del 24 de marzo del 76.45 Tanto miembros de la Policía Federal como integrantes de la Triple A, persiguieron, secuestraron, torturaron y asesinaron a trabajadores, activistas y dirigentes vinculados a la Lista Marrón. De este modo amedrentaban a los pobladores de Villa Constitución, sembraban terror y provocaban escepticismo en la clase obrera sobre el destino de los conflictos.46 Los trabajadores percibían en su cotidianeidad que la situación y el contexto marcaban cambios importantes en las relaciones sociales y laborales de la comunidad, que alejaron definitivamente la posibilidad de retornar a una relativa normalidad en las tareas y costumbres cotidianas de los obreros locales. Una evidencia de ello fue la militarización de los espacios fabriles, la presencia de fuerzas de seguridad controlando a los obreros, el endurecimiento en el trato hacia los mismos y la presencia de ‘los fachos’ recorriendo los barrios en la búsqueda de los objetivos de sus operaciones. Otra muestra de ello era el vacío provocado por la ausencia de la conducción del sindicato metalúrgico local, recordamos que la Comisión Directiva de La Marrón, así como buena parte de la dirigencia sindical (no solo metalúrgica) estaba encarcelada y que los representantes sindicales que le siguieron (delegados
44. PROSPITTI, Agustín: op. cit. 45. Los crímenes impunes producidos por el Terrorismo de Estado en Villa Constitución ascienden a 59 víctimas. Una delegación de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP), que se constituyó en dicha ciudad hacia fines de agosto de 1984, determinó que los secuestros fueron ejecutados por fuerzas paramilitares bajo la dirección de Aníbal Gordon y su hijo, conocidos torturadores a sueldo. La base operativa de esta banda, denunciada por los familiares de las víctimas y otros testigos, funcionó en el albergue de solteros de Acindar que fue caracterizado como uno de los primeros centros clandestinos de detención en el país. Cfr. BALECH, Mercedes; La lucha por la democracia sindical en la UOM de Villa Constitución. Colección Luchas obreras argentinas, año II, Nº 7, Bs. As., Experiencias, 1985. Después de marzo del ‘76 estos centros clandestinos dedicados a la tortura proliferaron por todo el territorio nacional. 46. Documentos del Departamento de Informaciones de la policía de la provincia evidencian la presencia y acantonamiento al interior de Acindar de un destacamento de la Policía Federal. En el mismo sentido testimonios relevados señalan la presencia intimidatoria de la Policía Federal al interior de las fábricas -de uniforme o encubiertos como obreros-, y la reiteración de tiroteos nocturnos por las calles de la ciudad, alguno de los cuales terminaron en asesinatos. Cfr. PROSPITTI, Agustín: op. cit., Cap. 5.
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CUADERNOS del Ciesal e interventores) demostraban más celo en el control ideológico y denostar a aquellos que la defensa de intereses concretos de los trabajadores.47 En este ámbito hostil para el activismo obrero y popular en Villa Constitución llevó a una casi desaparición de los conflictos sociales (o más precisamente su invisibilización). En este sentido, durante el lapso del Proceso se produjeron algunas actividades de resistencia y aún reivindicativas y demandas puntuales a la patronal que solo se lograron reconstruir a través de los archivos de la represión. Estos hechos mayormente no registrados en la prensa ni publicitados, por las dificultades propias del momento dictatorial, permiten reconocer una micro resistencia o resistencia individual a la dictadura, por sectores de planta, clandestina, espontánea, pasajera, pero que denota, en el marco represivo de la época, ciertos reflejos latentes en los obreros para manifestar el descontento, y un ánimo cauto para realizar planteos a la patronal, mas allá de la inactividad o funcionalidad de los interventores de la seccional y delegados con la empresa.48 El clima represivo acompañaba un forzado recambio generacional en la mano de obra promovido por la empresa Acindar que se aceleró con la aprobación y construcción del proyecto de la planta integrada.49 Este salto tecnológico le brindó a la empresa el plafond necesario para emprender un proceso de concentración del mercado y lograr una posición monopólica, absorbiendo a su principal competidor, el Grupo Gurmendi.50 También contribuyó al proceso de concentración de Acindar el recurso de acceso a créditos baratos en el país y en el exterior. A partir de 1976, con Martínez de Hoz en el palacio de Hacienda, Acindar obtuvo, con un dólar subvaluado, créditos baratos en el exterior y en el país para la adquisición de tecnología. Para 1985 Acindar llegó a acaparar el 70% del mercado nacional de aceros laminados planos; el 27% del arrabio e hierro esponja; constituyéndose en el mayor productor de hierro para la construcción, de alambrón, de alambres y aceros especiales.51 Ahora bien, la evolución de Acindar no caracteriza al conjunto de las empresas locales. Ese mismo año (1985) se produjo un conflicto con toma de fábrica en la planta de Ford de Gral. Pacheco impulsado por la Comisión Interna de la misma, que era opositora al Secretario General del SMATA Nacional. Dicho conflicto que se desarrolló para resistir la implementación de la reconversión industrial en el área automotriz tuvo su repercusión en Metcon de Villa Constitución en los últimos meses del año ‘85. A la salida de ese conflicto dicha empresa subsidiaria de la multinacional Ford pasó de tener trabajando a más de mil operarios a reducir su personal solamente a trescientos cincuenta. Frente a las pérdidas de 47. PROSPITTI, Agustín, op. cit., Cap. 5. 48. PROSPITTI, Agustín: op. cit., Cap. 5. 49. Para desarrollar el mismo, el Estado le otorgó a Acindar beneficios de promoción industrial que fueron efectivizados por José Alfredo Martínez de Hoz, ministro de economía de la dictadura y ex-presidente de Acindar. Cfr. PROSPITTI, Agustín: op. cit. 50. El resultado de la concentración antes descripta fue el cierre, entre 1979 y 1983, de más del 50% de los establecimientos metalúrgicos del país: 18 laminadoras -con una capacidad de 800 mil toneladas anuales- que no pudieron asumir los costos de la modernización y de la especialización requerida para afrontar la competencia de las industrias de mayor escala. Cfr. BASUALDO, Eduardo; LOZANO, Claudio; FUKS, Miguel Ángel; El conflicto de Villa Constitución. Ajuste y flexibilidad sobre los trabajadores. El caso Acindar. Bs. As., IDEP-ATE, 1991. 51. Acindar, 50 años en el país y en el mundo, Año 1978; Revista del personal de Acindar, Año II, Nº 6, enero de 1987.
N°11 / enero-diciembre 2012 / Reflexiones en torno a la ciudad estos puestos de trabajo los sindicatos y obreros opusieron su resistencia experimentando renovadas formas de lucha, como las carpas en el ingreso de la fábrica, para pelear contra las nuevas políticas de flexibilización laboral que afectaban directamente los puestos de trabajo.52 En estos términos, en ese contexto se producen significativas transformaciones locales, por un lado la caída de un importante número de emprendimientos empresariales industriales, pero más relevante aún una reducción del empleo industrial, en consonancia con los procesos que está pasando la provincia toda.53 En este sentido, si bien no cambia, sí comienza a transformarse el perfil de los trabajadores villenses, incrementándose no solo en el sector servicios, sino fundamentalmente en los llamados empleos informales. El efecto es directo en el crecimiento urbano, este ralentiza su desarrollo y cada vez se visibilizan más en la planta urbana el empobrecimiento y la marginalización.54 En relación con el desarrollo urbano anteriormente planteamos que la expansión territorial de la urbe villense se extendió y se anexó a los predios fabriles. Al respecto hay que destacar un aspecto, este proceso no fue impulsado como política empresaria de integración a la comunidad. Es que en el largo plazo, Acindar detentaría una escasísima implicación activa en la vida comunitaria local (a diferencia de casos como la firma Loma Negra que estableció estrechos vínculos de relación y dominación conformando efectivamente un sistema de fábrica con villa obrera55). Dan cuenta de ello, por ejemplo, la inexistencia de un club de empresa, la escasez de viviendas obreras promovidas por la empresa o la endeblez de iniciativas integrativas (fiestas, ferias, becas, etc.). Esta circunstancia claramente dificultaba los procesos de adhesión obrera a la cultura de la empresa e indirectamente contribuyo a construir una cultura obrera de rasgos propios. A fines de los ochenta y comienzos de los años noventa se produce otro capítulo importante en las luchas obreras de los metalúrgicos villenses constituido por la resistencia a los planes racionalizadores de Acindar y a la implementación unilateral de la flexibilización laboral. El nuevo escenario prefigurado para la industria metal-mecánica en la dimensión global, caracterizado por la deconstrucción de la lógica de economías de escala y la implementación de la flexibilidad productiva, se presentó ante los empresarios locales como una “necesidad indispensable” y como una oportunidad factible en sus estrategias de mantenimiento de la tasa de ganancia, en particular
52. Cfr. PROSPITTI, Agustín: op. cit.; GINIGER, Nuria y PIERETTI, Miguel; “Sinfonía en Sí mayor. La lucha contra el laboratorio neoliberal de Villa Constitución”, en: Theomai Nº 22; Bs. As.; Segundo semestre 2010. 53. En el sur provincial entre los censos económicos nacionales de 1985 y 1995, el número de establecimientos se reducen en poco más de un 20% y el empleo industrial cerca del 30%, sin que otras actividades o ramas compensen esta reducción. Para un análisis del proceso, Cfr. FERNÁNDEZ Víctor Ramiro; PERETTI, Gustavo y TARABELLA, Laura; “Rotura del tejido industrial y profundización de los desequilibrios territoriales durante los ´90s en Santa Fe (Argentina). Una crítica al consenso de Washington”; EN: Revista de estudios regionales, Nº 70, Universidades Públicas de Andalucía, Málaga, 2004, pp. 119-147. 54. Acerca del crecimiento desordenado y sin planificación y sobre empobrecimiento y marginalizacion. Cfr. ABRIGO, Nadia; MERCURI, Ma. Guadalupe; MONZÓN, Ramona y TENTOR, Juan Pablo; “Formas de subsistencia en barrio Luján de Villa Constitución”; EN: Historia Regional, Sección Historia, ISP Nº 3, Nº 22, Villa Constitución, 2004. AGUIRRE, Graciela y DIZ, Diego; “Imperialismo y exclusión en Villa Constitución”, EN: Historia Regional, Sección Historia, ISP Nº 3, Nº 20, Villa Constitución, 2002. 55. Cfr. NEIBURG, Federico B.; Fábrica y Villa Obrera: historia social y antropológica de los obreros del cemento; CEAL, Bs. As., 1988.
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CUADERNOS del Ciesal a partir de la crisis hiperinflacionaria de 1989 y la consecuente renovación de políticas públicas que implementaría el gobierno de Carlos Menem, en clave neoliberal.56 En este marco contextual la empresa Acindar, decidida a conquistar mercados internacionales como estandarte del modelo aperturista que adopta la economía de la época, consideró indispensable un replanteo de su funcionamiento con la finalidad de optimizar recursos. Para ello implementó un plan de reconversión industrial que, amparado en el discurso de la modernización de las operaciones, apuntaba a modificar el régimen de organización, contratación y pago de la mano de obra.57 Frente a esta ofensiva patronal, los obreros organizados en la UOM V.C. debieron preparar una estrategia de abordaje de esta problemática, recurriendo a su experiencia sindical caracterizada por prácticas combativas, resignificadas en función de los cambios registrados en la vida política nacional. La UOM V.C. enfrentó el nuevo escenario de la implementación de la flexibilización laboral con una postura definida, el rechazo a la imposición unilateral y una estrategia de negociación con la empresa. Dicha decisión no implicaba la negación a aceptar cambios para adaptar la planta a la nueva realidad económica que planteaba la apertura de los mercados, pero sentaba posición planteando que el costo de la misma no debía recaer exclusivamente en la mano de obra y en la pérdida de puestos de trabajo.58 Esta postura implicó la definición de una estrategia sindical de resistencia y negociación, que descartó una confrontación cerrada con la empresa debido a que desde el sindicato entendían que una actitud de ese tenor podía llevarlos a un conflicto sin resolución y con altos costos para los trabajadores.59 El momento más duro del enfrentamiento se produjo el 21 de abril de 1991 cuando la empresa decidió despedir a todo su personal bajo convenio, con el argumento de “restablecer el orden y la disciplina de la planta”, y cerró las puertas de la fábrica de Villa Constitución. En dicho acto quedaron cesanteados 2.379 trabajadores afiliados a la UOM y 633 empleados nucleados en ASIMRA, con la excepción del personal jerárquico y 400 contratados fuera de convenio.60 El lock out promovido por Acindar y el despido de todo su personal movilizó a la clase obrera local y a la comunidad en general, que se solidarizó con los trabajadores despedidos acompañando sus reclamos. El conflicto y la paralización de las actividades se extendieron durante un mes, en el transcurso del cual se establecieron infructuosas negociaciones entre las partes hasta arribar a un entendimiento el 21 de mayo del ‘91 a partir de la firma de un acta-acuerdo. Este documento planteaba la reincorporación del personal bajo convenio y la apertura de un registro de retiros voluntarios.
56. PROSPITTI, Agustín: op. cit. 57. Para un análisis del discurso de la modernización que se utiliza para ocultar planes racionalizadores y achicamientos de personal ver JABBAZ, Marcela; Modernización social o flexibilidad salarial. Impacto selectivo de un cambio organizacional en una empresa siderúrgica argentina; CEAL; Bs. As.; 1996. 58. PROSPITTI, Agustín: op. cit.; Cap. 7. 59. Esta postura, junto con otros ejes (ideológico-políticos y hasta generacionales) afectaron a la conducción local aunque sin que perdiera su hegemonía. Cfr. PROSPITTI, Agustín: op. cit.; Cap. 7. 60. La Capital, Rosario, 23 de Abril de 1991.
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En estos términos, asumiendo en su análisis la complejidad del fenómeno y con una mirada de largo plazo, no podemos dejar de caracterizar el balance del enfrentamiento como ciertamente ambiguo, por una parte como una derrota por la pérdida de puestos de trabajo y la aplicación de mecanismos de flexibilización con escasa participación sindical (aunque matizada por la inevitable implementación de la reconversión industrial en toda la rama), pero por otra parte, también tiene mucho de afirmación de una identidad de clase, por la preservación de la continuidad del proyecto sindical en la conducción de la seccional local, y fundamentalmente por la recomposición de una actitud activa y comprometida de los obreros y del sindicalismo local para enfrentar las políticas neoliberales recurriendo a un legado combativo del pasado reciente que establece un arco de continuidades con este como forma de resistencia a la nueva coyuntura. Dentro de estas continuidades en la acción gremial de los metalúrgicos rescatamos también la recuperación, aunque reformuladas, de las prácticas de lucha previas, como es el caso de las tomas de fábrica que tanto impacto y solidaridad de la comunidad tuvieron en los setenta, pero esta vez realizadas “desde afuera de la planta”, en los portones de ingreso a la misma. En lugar de tomar las instalaciones de la planta de Acindar y retener a su personal gerencial, como en el ’74, en el ’91 se montaron carpas que bloquearon los ingresos a la empresa y funcionaron como espacios de reunión y movilización de los obreros y sus familias, que cumplían los turnos de fábrica de cada operario en las carpas.61 En este sentido, otro de los elementos que fueron recuperados de las experiencias del pasado reciente fueron el involucramiento de las familias obreras en los conflictos a través de una movilización permanente de toda la comunidad obrera, como así también el rol destacado de las mujeres (que se movilizaron al igual que en el ’74-‘75 como esposas que defendían su interés de clase y se organizaron en una comisión de esposas de metalúrgicos) y el apoyo de otros sectores sociales y políticos villenses. En este sentido funcionaron los lazos solidarios que caracterizan a esta comunidad obrera, que permitió en las coyunturas de lucha de los obreros evitar una amenaza fundamental en cualquier conflicto que es el aislamiento, transformando en una causa popular las demandas y reclamos de los trabajadores locales, estrechando los vínculos de las clases populares en Villa Constitución.
Conclusiones En principio creemos haber aportado algunos elementos de inteligibilidad al proceso en que una comunidad local va adquiriendo una serie de rasgos que crecientemente la definen en su condición de comunidad obrera; en este sentido, inicialmente, las particulares formas que esa sociedad se articula en los distintos modelos de acumulación nos permitió construir una serie de ciclos o momentos que constituyen la matriz donde hacer confluir tanto la situación como la experiencia de los actores. De tal manera siguiendo los derroteros de las principales actividades dentro la estructura económica local, la dinámica de la expansión territorial urbana, la evolución del crecimiento poblacional y muy 61. PROSPITTI, Agustín: op. cit.
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CUADERNOS del Ciesal particularmente las prácticas (sindicales, políticas y sociales) de los actores locales (puntualmente en su condición obrera, pero no solamente ellos), nos dieron como resultado un panorama marcado por una importante presencia de la clase obrera en el ámbito comunitario, lo que nos permitió caracterizar a Villa Constitución como una comunidad obrera a lo largo de todo el período de análisis. No obstante, tal condición no estuvo exenta de cambios y transformaciones, en muchos sentidos la comunidad local villense ha sido obrera de diversa forma a lo largo del siglo en estudio. Indudablemente el primer medio siglo de su evolución estuvo marcado por su más que eficaz inserción en el modelo agroexportador; sea cuando el éxito parecía marcar el ritmo durante el primer momento de expansión, o cuando las hieles de la crisis del mismo dejaron a la zona no solo padeciendo esta, sino totalmente ajena de los prolegómenos de un nuevo modelo de acumulación basado en la industrialización sustitutiva, durante el segundo momento. En esos contextos la condición de nudo ferroportuario y punto de confluencia de un hinterland agrícola de importancia definió la presencia de una extensa y dinámica clase obrera local, muy activa en términos sindicales, requerida recurrentemente en términos políticos, que aunque parcialmente segregada espacialmente y posiblemente indiferenciada productivamente será una base importante sobre la que se reformulo dicha clase en industrial a partir de finales de los cuarenta. El tercer momento, si perseguimos solamente las rupturas, pareciera efectivamente un parte aguas; en menos de un quinquenio se produce una industrialización acelerada y el salto al “fordismo” casi sin transición (recordemos que en la zona se implantan precisamente las industrias más concentradas del modelo sustitutivo). Pareciera que nada queda sin transformar en el espacio local (planta urbana, origen y composición de la población, identidades político-sindicales, etc.). Es sin dudas el momento donde más claramente la condición obrera (metalúrgica, en este caso) parece permear a la sociedad local (económica, social, política y simbólicamente), pero también cuando la evolución y transformaciones por las que pasan las prácticas político-sindicales de estos dan la tónica a la conflictividad. El cuarto momento, tiene la particularidad de iniciarse (casi como un modelo de ensayo) poco antes de la instalación la dictadura. En la línea de las rupturas el eje principal pasa por la acción represiva del estado y las empresas, donde el nudo de la misma tiene al disciplinamiento como objetivo no sólo como habilitante de las que se consideran necesarias transformaciones productivas, sino de sometimiento (político e ideológico) de la comunidad local por el miedo. Los años que vendrán mostraran también algunas alteraciones significativas, en el sentido que la expansión de las empresas ya no supondrá mas la expansión salarial y el bienestar obrero sino que se articulan con empobrecimiento y marginalización; pero también que la recuperación y consolidación de los liderazgos sindicales preexistentes supusieron transformaciones de posicionamientos y estrategias político-sindicales de la cara las nuevas condiciones que imponía la reconversión neoliberal. Ahora bien, en la reconstrucción de la historia del vínculo entre la sociedad local y la clase obrera no solo son significativas estas rupturas que hemos marcado. En este sentido, pensando en el largo plazo sobre la historia de la clase obrera local, es factible también postular la posibilidad de una larga cadena de continuidades que podrían unir algunos de los comportamientos y prácticas de los trabajadores villenses (aunque no solo de ellos) con la evolución general de la comunidad local. En este sentido un elemento clave es sin duda la fuerte presencia, e influencia sobre la clase y la sociedad local, del movimiento obrero que construyeron los trabajadores villenses a lo largo de la historia local. Desde
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las primeras organizaciones de los trabajadores portuarios (de inspiración anarquista), pasando por los gremios de los ferroviarios (La Fraternidad y Unión Ferroviaria) hasta la hoy predominante UOM Villa Constitución, las organizaciones sindicales locales han contado (más allá de los vaivenes de las coyunturas) con un alto grado de adhesión y una fuerte inserción en la definición de las prácticas y experiencias de los trabajadores y por tanto en las sociabilidad local. Por otra parte, tomando algún riesgo interpretativo, nos permitimos plantear la hipótesis de la pervivencia de una tradición de izquierdas que si bien no se expresaría puntualmente en la adhesión a partidos políticos de esta orientación, si se evidenciaría en el campo sindical, allí sería entonces donde una serie de tópicos (no necesariamente clasistas) se articularían tanto con la citada adhesión como en el radicalismo de sus prácticas (y discursos) en las coyunturas de conflictividad gremial. Simplemente a modo de postulados a demostrar nos interesa resaltar algunos componentes, en primer lugar una extendida cultura obrera donde la práctica asamblearia es una norma mas que extendida; por otra parte, no menos significativo son unas prácticas que “visibilizan” rápidamente los conflictos a través de la movilización o los enfrentamientos en los lugares de trabajo o en la vía pública. Ahora bien, como dijimos, tales pervivencias han convivido yuxtapuestas con adhesiones políticas a partidos tradicionales (PDP y particularmente el radicalismo hasta 1945/6, el multiforme peronismo de allí al presente) lo que marca la compleja mixtura de identidades en el plano político y gremial. En este sentido, debemos pensar entonces seriamente sobre los límites metodológicos de nuestras interpretaciones más generales, de tal manera que nos puedan explicar la aparente paradoja de obreros peronistas sosteniendo conducciones explícitamente marxista en los setenta y aun de los 80. Así, la experiencia de los treinta-cuarenta (y aún más atrás en el tiempo) de una larga pervivencia de conducciones de izquierda sobre bases que no asumían plenamente todos sus postulados nos arroja nueva luz. Tal vez no tanto sobre los procesos en sí, pero seguramente iluminen con mayor claridad la utilización de interpretaciones que por generales (y generalizantes) en ocasiones oscurecen las acciones y comportamientos de aquellos a los que pretendemos acceder: los trabajadores mismos. Por ultimo un componente que nos parece central en la explicación de las continuidades, nos referimos a la que llamamos “ideología localista”, si bien normalmente la identidad local esta sostenida sobre la imaginaria idea de la pertenencia a una comunidad de pares donde no hay conflicto de intereses (y por tanto normalmente es caracterizada como reaccionaria en términos político-ideológicos), esta misma identidad, como todo contenido ideológico, está expuesto a la disputa, en este caso, la defensa de los intereses “del pueblo” es un terreno en que las orientaciones de izquierda (pero no solamente estas), por ejemplo de los treinta/cuarenta como también el discurso sindical de los sesenta/ setenta, no solo disputan con otros (partidos, instituciones, gobiernos, etc.) sino más interesante aún, parecen ganar. Identidad por contraste, la local construye también su contracara, asentada espacialmente por fuera de la localidad, normalmente es identificada con la sede de la toma de decisiones (sea esta en la capital provincial o la nacional), esta circunstancia habilita vías de amalgama para la construcción de hegemonía y por tanto puede sostener un arco de adhesiones que superan la determinación clasista, esta vez no en clave de predominio de las clases dominantes, sino subalternas. Indudablemente el proceso tiene sus límites y evidentemente es coyuntural, pero no por ello deja de sernos útil a nuestros fines. Precisamente en esta puja por la identidad, fueron en las coyunturas de grandes conflictos gremiales (1928, 1940/41, 1974, 1975, 1991) cuando más claramente se “visibiliza-
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CUADERNOS del Ciesal ron” las acciones y prácticas que sostenían los lazos de esta comunidad en tanto obrera, y los vínculos de solidaridad entre el proletariado y otros sectores de la sociedad villense.
Agustín Prospitti y Oscar Videla, “La conformación de una comunidad obrera en Villa Constitución a lo largo de los ciclos de su desarrollo“. Cuadernos del Ciesal. Año 9, número 11, enero-diciembre 2012, pp 29-58.
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Un foco de innovación. Privatizaciones. Rol del sindicalismo Caso analizado: Urbanismo en laFoetra Escuela de Arquitectura de Rosario (1929-1980) Raúl Irigaray Cátedra de Administración Pública Facultad de Ciencia Política y RR.II. U.N.R. Ana María Rigotti CONICET-CURDIUR E-mail: amirigotti@gmail.com
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Resumen
La Universidad constituye una instancia clave para la profesionalización de una disciplina y su eventual monopolio sobre cierta rama de actividad, garantizando credenciales y controlando internamente la calidad. Una prueba es el rol innovador que tuvo la Escuela de Arquitectura de Rosario, aún a escala nacional, no sólo para la constitución del Urbanismo como nueva disciplina, sino para liderar desde las aulas las sucesivas y polémicas redefiniciones de un hacer de contornos, instrumentos y presupuesto en continua mutación. Se demuestra la importancia que en este proceso tuvieron las trayectoria de ciertos personajes que oficiaron de heraldos de giros en el debate internacional a los que la disciplina en nuestro país se va a plegar desde interpretaciones asociadas a estrategias locales. Se rastrean las circunstancias de la implementación de la primera cátedra en manos de C. M. Della Paolera y la primera sistematización del saber sobre la matriz del Instituto de Urbanismo de Paris, los cambios que implementa Ángel Guido introduciendo aportes del planning norteamericano de base estadística y el giro radical que supondrá los nuevos contenidos y referentes teóricos propuesto por Jorge Enrique Hardoy con una mutación hacia los principios abstractos de la planificación de base estadística y sociológica trasladando las conceptualizaciones sobre las particularidades de los países subdesarrollados de matriz panamericana. Finalmente se analizan los esfuerzos por recuperar la importancia de las intervenciones sobre la dimensión construida de la ciudad, contribuyendo a que los recursos y valores de la Arquitectura ganen un lugar de importancia; esta nueva orientación se consagrará en un cambio de plan de estudios sobre los fundamentos de la escuela italiana. Palabras claves: urbanismo – arquitectura – Rosario
Abstract
The University is a major factor in the professionalization of a discipline and its eventual monopoly on certain branch of activity, ensuring credentials and internal quality control. A prove of this is the innovative role of the School of Architecture of Rosario, even at national level, not only for the constitution of urbanism as a new discipline, but as a leader of the controversial and successive redefinitions of a knowledge of ever changing contours, instruments and foundations. We demonstrate the importance of the trajectory of certain professors in this process; they were the foretellers of important turns in the international debate that were followed in our country, always through interpretations associated with local strategies. The paper traces the circumstances of the implementation of the first chair of Urbanism by C. M. Della Paolera and the first systematization of the discipline over the matrix of the Institutu d’Urbanisme of Paris. Then it analyses the changes introduced by Angel Guido related to the statistically based city planning. Afterwards it follows the radical change in contents and theoretical framework proposed by Jorge Enrique Hardoy, with a mutation to the abstract principles of Planning and its grounds in Economy and Sociology. Finally we analyze the efforts to recover the importance of interventions on the built environment, helping to revalue the importance of architectural instruments and values; this new approach derived in a change of the curricula according to the principles of the Italian school. Keywords: town planning - architecture - Rosario
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Sabemos que el acceso de una disciplina a la Universidad constituye una instancia clave para su profesionalización: le designa un lugar dentro en la topografía de los saberes técnicos o científicos y contribuye decisivamente a imponer su monopolio cognitivo sobre cierta rama de actividad, legitimando el control de la oferta de expertos y regulando internamente su calidad. Una cátedra no sólo sistematiza el cuerpo de doctrinas y fija reglas operacionales. Como sugiere Collins1, la enseñanza provee del ritual secular que fortalece estos nuevos grupos, codificando su imagen y reforzando su cohesión a través de ceremoniales de iniciación y consagración. Al mismo tiempo supone la intervención del Estado como garante de las credenciales a través de sus nuevas universidades profesionalistas que regulan los servicios ofertados. En el caso del Urbanismo: una aproximación comprehensiva a los problemas sociales, técnicos y culturales asociados al crecimiento explosivo de las ciudades, desde la formalización del espacio público y el control de la edificación privada. A nuestra ciudad y a su Escuela de Arquitectura les cupo un lugar privilegiado en la definición y renovación del Urbanismo como nueva profesión, contratando los primeros expertos nacionales para su plan Regulador, creando la primera cátedra en la Facultad de Ciencias Matemáticas, Física y Naturales de la Universidad Nacional del Litoral, y liderando a través de los años la reformulación de sus presupuestos teóricos y de intervención.
Nace una profesión Son conocidas las circunstancias que, hacia 1923, rodearon la propuesta de una estación única del Ferrocarril Central Argentino en la cabecera del bulevar Oroño, colocando en el debate cotidiano la urgencia de una previsión orgánica del crecimiento de la ciudad mediante un Plan Regulador. En medio de las consultas y deliberaciones sobre las modalidades de encargo, el Centro de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores Titulares de Rosario invita a Carlos María Della Paolera (recientemente graduado con las más altas calificaciones en el Institut d'Urbanisme de la Universidad de París) a dar dos conferencias sobre el tema en julio de 1928. Uno de los asistentes es el ingeniero-arquitecto Ángel Guido, profesor de Arquitectura II e Historia de la Arquitectura de la escuela local. Allí se dan las condiciones para un acuerdo ejemplar: Guido ofrece a Della Paolera la posibilidad de dictar la primera cátedra de Urbanismo en el país2 y, junto al ingeniero Farengo, se ofrecen "gentilmente" a realizar dos tareas (el Expediente Urbano y el Plan Regulador) por el precio de una, asegurándose de ese modo su contratación directa. La cátedra se dicta para las carreras de Arquitectura, Ingeniería y Agrimensura, revelando la indeterminación que todavía rodeaba al nuevo saber. Esta condición de campo en disputa entre ingenieros, 1. Randall Collins "Market closure and the conflict theory of the professions" (s/r). 2. La idea no es nueva, pero fue la primera en concretarse. Ya en el proyecto de Coni Molina para la UBA de 1920 se incorpora Urbanismo como asignatura. En el medio local el Decano Cardarelli hace una propuesta similar en su presentación al 6to Congreso Universitario de 1928. Ver E. Bragagnolo Historia de la Facultad de Arquitectura 1933-1955 (inédito).
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CUADERNOS del Ciesal arquitectos, higienistas, topógrafos, paisajistas y aún juristas especializados en derecho administrativo, y su posterior captura y absorción por parte de los arquitectos, signó las dificultades del Urbanismo para definirse como profesión autónoma y, como veremos a través del análisis de las cátedras en la Escuela de Arquitectura de Rosario, acompañó los vaivenes para definir su estatus científico con rutinas de acción propias. En Argentina hay urbanistas. Hay congresos, publicaciones, protocolos técnicos, normativas y oficinas públicas que tienen que ver con el ordenamiento del crecimiento urbano que, sin embargo, aún hoy están en manos de arquitectos, economistas, sociólogos, ingenieros... Si bien la primera cátedra universitaria data de 1929, y veinte años más tarde comienza a dictarse un curso de posgrado que, sin interrupciones, ha otorgado títulos de especialista, esta nueva credencial sólo tiene reconocimiento en el sistema académico y ni siquiera sirve como criterio de exclusión en las oficinas públicas. Las razones de esta debilidad son múltiples. Deben rastrearse en la constitutiva pretensión de sintetizar en el gesto proyectual múltiples aportes analíticos, normativos y técnicos sobre los complejos problemas sociales desplazados a fines del siglo XIX a la cuestión urbana, naufragando una y otra vez frente a las complejas fuerzas que dice controlar; pero también en las recurrentes superposiciones con la Arquitectura y los difusos márgenes de su tradición disciplinar. Un dato clave para entender esta confusión entre Arquitectura y Urbanismo -dos saberes y prácticas con historias y áreas de intervención diferenciadas- es la regulación nacional para la creación de nuevas facultades que obliga a que en ellas se dicte más de una carrera. Así las escuelas de arquitectura, para liberarse de la tutela de las ingenierías, deben buscar alianzas –alternativamente- con las Artes Plásticas o el Urbanismo, resolviéndose en este sentido primero en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UBA, en 1947, y en la Facultad de Arquitectura y Planeamiento en la recientemente creada UNR veinticuatro años después. Otro aspecto a tener en cuenta es la diversidad de los procesos de formación de esta nueva competencia. El paisajismo y el zoning para estabilizar el mercado inmobiliario en el planning norteamericano. La ampliación de los alcances de la grande composition arquitectónica con argumentos de las nacientes ciencias sociales en el urbanisme francés. Las lógicas de la ingeniería, haciendo énfasis en las redes de tráfico, infraestructura y espacios verdes en el Städtebau alemán. La aproximación histórica y estética al problema de la ciudad propia de la urbanistica italiana. Como vemos la naciente disciplina fluctúa entre una caracterización artística (centrada en la forma y el proyecto), técnica (asociada a la optimización de flujos) o fuertemente determinada por la lógica económica y la eficiente explotación de los recursos. Las circunstancias en nuestro país son notablemente diferentes. Nuestras ciudades nuevas, signadas por la geometría y la abstracción, casi sin límites para su expansión, y con una fuerte conciencia de su provisionalidad que estimula la rápida sustitución edilicia, poco tienen que ver con los conflictos (y posibilidades) de las intrincadas agregaciones europeas, ahogadas por siglos de murallas sucesivas y con una jerarquía de escenarios urbanos consolidados por siglos de vida cortesana y la estabilidad de la piedra. Tampoco se comparte la solidez de los cuerpos técnicos y aparatos jurídicos que regulan los procesos colectivos de construcción de la ciudad. Sin embargo, la dinámica propia de los procesos de modernización, la fuerza de estas imágenes de futuro deseable e ineluctable, contribuyen a que la definición del Urbanismo se inscriba dentro del referido marco de posibilidades.
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Nuestra condición periférica explica, entre otras cosas, una rápida sustitución de paradigmas que poco tiene que ver con la "respuesta" a nuevos problemas, aunque sí con disputas entre grupos o generaciones de especialistas. En la selección y combinación de modelos y referencias son determinantes las trayectorias de algunos personajes claves que tienen un rol protagónico en nuestra historia. Por supuesto que estas trayectorias no son producto del azar. Deben interpretarse en el marco de los flujos culturales de la época, de las oportunidades "abiertas" por los centros metropolitanos de producción del saber, de sus propios intereses y disputas en el ámbito de un capitalismo expansivo que permanentemente busca nuevos enclaves de colonización.
De arte a ciencia La primera cátedra se instala en 1929, con un dictado de tres horas de teoría y una o tres horas de prácticas según la época, común a 4° año (5° desde 1937) de Arquitectura, 5° y luego 6° de Ingeniería Civil y 3° de Agrimensura de la Universidad Nacional del Litoral con sede en Rosario.3 Resulta crucial para legitimar el Urbanismo como nuevo saber científico, capaz de coordinar, absorber y superar las múltiples prácticas y reflexiones preexistentes sobre el fenómeno urbano y sus “efectos” en el mundo social. Arquitectos, ingenieros, higienistas, paisajistas, juristas y entusiastas difundían en conferencias y artículos periodísticos la conveniencia de coordinar las inversiones en infraestructuras y redes de calles, de fijar servidumbres edilicias para garantizar la calidad de las construcciones y prever ensanches, de reservar tierras para parques y edificios públicos (también para áreas industriales y barrios obreros convenientemente alejados), de segregar actividades por zonas para estabilizar el mercado de tierras, de establecer un sistema primario de atravesamientos para asegurar la accesibilidad y de ejes monumentales para estimular la reedificación del área central. Ofrecen proyectos desinteresados, sin un comitente concreto, donde las ventajas de ciertas técnicas y soluciones ganan en elocuencia. Estas operaciones debían quedar establecidas en un programa supremo de la administración de la ciudad –el Plan Regulador- que, dejando atrás los bosquejos esteticistas y las respuestas fragmentarias de las oficinas públicas, y fundándose en una evaluación sistemática de los "males" de cada ciudad, "encausara las energías divagantes" sobre la base de una nueva ciencia, nacida y probada frente a problemáticas análogas de ciudades ya modernas. No faltan canales o heraldos para proveer de estos modelos y reflexiones probadas, pero el primero argentino con una capacitación específica fue Carlos María Della Paolera. Recibido de Ingeniero Civil en 1913, tempranamente muestra sus "inclinaciones urbanísticas" con una serie de artículos en La Ingeniería comentando regulaciones de estética edilicia y la ley Cornudet 3. A pesar de opiniones en contrario, el Plan de Estudios de la intervención de 1934 sostiene la permanencia de la materia en esta carrera, con el argumento de que resultaba indispensable que los agrimensores tuvieran "una idea completa del trazado de los pueblos, y tanto más cuanto estos forman el núcleo alrededor del cual se desarrollan posteriormente las ciudades". En Ingeniería, Farengo propone eliminarla en la Comisión para reformar el Plan de Estudios de 1944, cinco años más tarde pasa a integrar un cuerpo de materias optativas como Caminos e Hidráulica.
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CUADERNOS del Ciesal que todavía se discutía en el parlamento francés. Viaja a Francia para realizar los cursos del Institut d’Urbanisme de Paris4 donde se gradúa en noviembre de 1927 con una tesis sobre la evolución urbana de Buenos Aires. A su regreso provoca un violento giro en los debates locales. No sólo introduce la dimensión metropolitana como unidad de intervención y desplaza el eje de las preocupaciones de lo estético a lo social, sino que refiere al andamiaje de un nuevo Urbanismo Científico. Sustentado en las teorías de Marcel Poëte sobre la evolución de las ciudades, en esta nueva "ciencia" resuenan las descripciones de la geografía humana de Vidal de la Blanche y el principio bergsoniano de la "evolución creadora" que lleva a entender a la ciudad como un organismo que, aún cuando se transforma continuamente, permanece siendo el mismo, con un destino inscripto en su nacimiento. Estas digresiones son importantes para entender su propuesta para la primera cátedra de Urbanismo donde pone en acto su doctrina de la ciudad como ser vivo, con una fisonomía propia expresada en el trazado, que debía respetarse en las intervenciones a futuro promoviendo su especialización interna -el zoning natural- para adaptarla con mayor eficacia al medio geográfico y las dinámicas económicas. Su formación ingenieril, sin ningún entrenamiento en composición arquitectónica, es otro dato para entender sus divergencias respecto al sesgo proyectual defendido por la Sociedad Central de Arquitectos.5 Desde su interpretación del Urbanismo como gestión, es comprensible que la nueva asignatura fuera propuesta por el mismo Della Paolera para tres carreras. Su objetivo no es instruir nuevos expertos sino, más bien, convencer de la autonomía y complejidad de la nueva disciplina, formar una conciencia técnica y, eventualmente, "revelar la vocación" de futuros urbanistas para cuya formación sería necesaria una futura carrera de especialización. Con un evidente conocimiento de primera mano de otras experiencias en la enseñanza de esta "ciencia en formación", se propone trasmitir sus conceptos y normas fundamentales fundándose en el análisis sistemático de ejemplos del pasado y en un conjunto heterogéneo de insumos provistos por distintas disciplinas para la comprensión e intervención en los asentamientos humanos. Considerándola una ciencia positiva, propone fijar un método razonado para su enseñanza tomando como modelo otra ciencia con finalidades análogas: la medicina, ya elegida por Idelfonso Cerdá en su Teoría general de la urbanización de 1867. Divide así el estudio en tres partes: evolución urbana (anatomía e historia clínica), estadísticas urbanas (fisiología), e intervenciones de Arte Urbano (clínica médica o quirúrgica) de acuerdo a los males diagnosticados.6 4. Creado 1919 como sede de cursos para funcionarios de dos años de duración, haciendo eje en la evolución de las ciudades y su organización social y administrativa, en 1924 se incorpora a la Universidad de Paris. Pese a su orientación administrativista, crece la importancia del curso de Arte Urbano, sucesivamente en manos de Bonnier, Prost, Jaussely y Greber. Se caracteriza por el importante número de estudiantes extranjeros, entre ellos sudamericanos. Ver Anne Gibacier "L'Institut d'Urbanisme de Paris et l'Amérique Latine" en Documento de trabajo N°2, Seminario Internacional Vaquerías, 1996. 5. Si bien reconoce la importancia de una fase científica preparatoria -el expediente urbano- la SCA entiende al Plan Regulador como una gran composición capaz de sintetizar y resolver los conflictos relevados en un gran gesto terapéutico, derimible por concurso. Della Paolera, en cambio, circunscribe el urbanismo al monitoreo permanente de los problemas urbanos a cargo de una Comisión Permanente que los regule mediante intervenciones científicamente localizadas, cuya resolución "artística" queda a cargo de arquitectos mediante el llamado a concursos específicos. 6. En sus primeros programas este encuadre metodológico esta mucho más desdibujado. El primero, del cual ha quedado archivado un primer borrador, esta conformado por catorce bolillas organizadas en consonancia con capítulos específicos de sus cuatro libros de cabecera (Poëte, Unwin, Joyant y Rey). Las primeras cinco desglosan elementos
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En franca oposición tanto con la reducción del Urbanismo a un mero arte de trazar planos ("soluciones lineales" limitadas a fortalecer tendencias e intereses evidentes), como con las drásticas propuestas corbusieranas ("que desprecian toda reflexión sobre las razones de lo que es"), propone preguntarse por las causas, poner en evidencia los problemas particulares de cada caso y sus alternativas para el porvenir generalmente vinculadas a las áreas más postergadas. Ese es el objetivo de la Primera Parte del programa, una introducción a los principios de la geografía humana francesa, aplicando estrategias y categorías desarrolladas por Poëte y Lavedan, con el objeto de demostrar la intima correlación entre el pasado y presente, deteniéndose en la importancia del cuadro geográfico y las vías de tráfico, destacando ciertas diferencias estructurales entre los trazados radio concéntricos y en damero. Della Paolera hace dos usos muy distintos del pasado. La "historia clínica" de cada ciudad entendida como organismo peculiar, escruta las instancias de su evolución con relación a las determinaciones naturales o propias de la productividad humana, entiende las razones de ciertas formas y problemas, distingue ciertas marcas inscriptas en su nacimiento. Esto permitiría operar corrigiendo, reencausando a partir de reconocer sus leyes de formación. La historia sistemática de las ciudades en el tiempo, por su parte, delinea los fundamentos de la nueva ciencia, reconoce constantes, elucida normas y encuentra sugerencias a futuro. De ninguna manera propone aplicar modelos del pasado. Se reconoce la impronta de Camilo Sitte en su uso de la historia como cantera sistematizable de experiencias, si bien la marca bergsoniana lo lleva a rechazar la existencia de un hiato entre una tradición ya muerta y un arte de construir ciudades por venir. La Segunda Parte introduce en una serie de mediciones estadísticas (demográficas, meteorológicas, higiénicas, sociales, de tráfico y actividades económicas) como indicadores de la intensidad de las funciones y los fenómenos urbanos. Elaboradas desde las lógicas de otras disciplinas que no se problematizan, la labor del Urbanismo es interpretarlas e idear representaciones gráficas imaginativas para ponerlas en relación con el territorio de la ciudad y diagnosticar el estado de sus dolencias. La Tercera Parte, relativa a las estrategias de intervención, identifica una serie de órganos (barrio, arterias, plaza, centros cívicos, espacios libres), define sus correlaciones, y sugiere tipologías y estándares para discriminar lo normal de lo patológico. Culmina con un protocolo para los planes, discutiendo procedimientos con relación a ejemplos del exterior y del país. El desarrollo es eminentemente teórico. La bibliografía se reduce a la versión castellana de Sitte y los cuatro tratados en francés que habían orientado el programa: Introduction a l'urbanisme de Poëte, Histoire de l'urbanisme de Lavedan, Traité d'Urbanisme de Joyant y La science des plans de villes de Rey, Pidoux y Barde. Este curso ejerce una fuerte impronta en la demarcación del nuevo saber y actividad, trasladándose casi sin alteraciones cuatro años más tarde como materia de la carrera de Arquitectura en la UBA.7 Inpara el estudio de la evolución urbana, diferencian las ciudades de crecimiento natural o por fundación, y analizan comparativamente las funciones, organización y persistencias en el tiempo de las ciudades en la historia, con observaciones sobre los procesos de formación de Rosario y Buenos Aires. La reflexión sobre las estadísticas y el expediente urbano se compacta en dos unidades. Las seis siguientes discriminan, como los manuales para ingenieros, una serie de temáticas con sus soluciones codificadas: loteos, barrios jardín, zoning, espacios libres, centros cívicos, tráfico y transporte. Culmina distinguiendo intervenciones reguladoras, de extensión y regionales, y su posible aplicación en las aglomeraciones argentinas. 7. En Buenos Aires siempre es materia exclusiva de la carrera de Arquitectura, incorporada por el Plan de Estudios de
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CUADERNOS del Ciesal cluso opera como esqueleto para las siete asignaturas del Curso Superior de Urbanismo dirigido por el mismo Della Paolera que comienza a dictarse en 1948. Un factor concurrente fue el Plan Regulador de Rosario concluido en 1935, que puso en obra lo enunciado por la cátedra y ofició como indudable modelo de referencia para la serie de planes concretados en los siguientes años: Tucumán (Guido, 1937), Salta (Guido, 1938), Mar del Plata (Guido y Carrasco 1941), Mendoza (Bereterbide, Belgrano Blanco, Cravotto y Scasso, 1941/2), San Juan (Carrasco y Guido, 1942) y Santa Fe (Roca, 1943).8 Mucho colabora también el Primer Congreso Argentino de Urbanismo, orientado a difundir la necesidad pública de este nuevo servicio, estabilizar su marco doctrinario y metodológico, e instituir premios para consagrar una jerarquía interna entre los expertos. El temario espeja la división metodológica propuesta por Della Paolera en sus cátedras y los dos premios de Honor ratifican el liderazgo de los autores del Plan de Rosario, a la sazón profesores de la asignatura: Della Paolera había renunciado por sus nuevas obligaciones en Buenos Aires y fue sustituido por Ángel Guido que permanece dos décadas en el cargo. Las preocupaciones urbanísticas de Guido son tardías y, sin duda, motivadas por la oportunidad de participar en el Plan Regulador de Rosario. Inmediatamente tras la visita de W. Hegemann en 1931, quien difunde las nuevas experiencias norteamericanas, Guido se presenta y gana la beca Guggenheim para una estadía de ocho meses en Los Angeles y Nueva York donde, entre otras temáticas, estudia “la realización práctica de los planes reguladores en ciudades afines a Rosario”, con decisiva repercusión en el Plan Regulador y el programa de la materia. Si bien los lineamientos generales no son modificados, el nuevo profesor introduce los estándares del planning normativo y jerarquiza una dimensión formal ahogada en el "plan sin planos" preconizado por Della Paolera. Propone nueve bolillas organizadas en dos partes.9 La primera -Evolución de la ciudad- es similar a la anterior aunque se apoya en la sociología antes que en la geografía, y desaparecen las referencias organicistas. En lugar de poner el acento en el cuadro geográfico habla de "partido", no alude a la "influencia" de factores económicos o religiosos sino a la "cosmovisión" de los diferentes "pueblos"; en vez de detenerse en los tres paradigmas urbanos occidentales (Atenas, Roma, París) 1933. Se dicta en 6° año, con tres horas de teoría y cuatro de práctica por semana. 8. Aún el Plan Director de Buenos Aires, realizado en 1937 por Le Corbusier, Ferrari Hardoy y Kurchan, se ciñe a un esquema similar de anatomía, fisiología y cirugía de un organismo único, con un destino inscripto en su nacimiento, aunque con un mayor énfasis en la composición volumétrica general y la innovación tipológica. La Memoria del Plan de la Comisión de Estética Edilicia ofició como programa y Expediente Urbano. 9. Respondiendo a un pedido del decano Cortés Pla (Nota al Consejo Directivo del 7 de octubre de 1935) para que se definieran con mayor precisión "la orientación, el concepto general con que se imparte cada asignatura" Guido sintetiza los objetivos de la materia ahora a su cargo "Este curso tiene como objetivo suministrar a los estudiantes la enseñanza indispensable para iniciarse en los estudios definitivos del Urbanismo. Ofrece conocimientos básicos para el estudio de las ciudades y sus múltiples posibilidades de transformación y extensión por razones técnicas, sociales, estéticas o higiénicas. Presta particular atención a los problemas locales completando los estudios de carácter general en el Urbanismo internacional, con ejemplos de sus posibilidades en el país, y muy especialmente en Rosario y la zona de influencia de la Universidad del Litoral. El curso está dividido en dos ramas: 1° Evolución de las ciudades en la historia, 2° Estudio del Urbanismo moderno como una ciencia y un arte nuevos creado para establecer soluciones técnicas a las innumerables imprevisiones consumadas por los grandes concentramientos urbanos impuestos por el nuevo orden económico, industrial y social. La primera estudia las ciudades de la antigüedad para proporcionar la perspectiva necesaria al técnico para abordar los problemas del presente. La segunda está direccionada a adquirir conocimientos sobre la ciudad o formación del expediente urbano y al análisis de las soluciones científicas o empíricas a los múltiples problemas urbanos".
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multiplican las referencias a casos americanos y argentinos. En la Segunda Parte aborda los aportes de distintas disciplinas, sumando estudios matematizados sobre el tráfico o los alquileres. Incluye instancias prácticas concretas: la elaboración de dos capítulos del Expediente Urbano de una ciudad dentro de la zona de influencia de la UNL y el proyecto de una zona verde, parque, barrio o ciudad satélite dentro de la misma área. Respecto a la bibliografía, agrega codificaciones norteamericanas sobre aspectos específicos (Bartholomew y Metzenbaum para el zoning, Clintock para tráfico, Ford para las volumetrías, Hubbard para aeropuertos, Whitten y Adams para pequeñas viviendas) y una serie de planes (Filadelfia, Los Angeles, Berlín, Roma) como nuevos casos ejemplares.10 Esta visión del Urbanismo y su enseñanza distaba de ser unánime; incluso había discordancias dentro de la misma Facultad. Ermete De Lorenzi rechaza su definición como una ciencia nueva y formalizada: “El Urbanismo es sobre todo un asunto de gran composición, un asunto netamente arquitectónico que incluye la colaboración del ingeniero, del médico, de la ciencia, del humanismo, etc."11 La primacía debe ser indiscutiblemente del arquitecto, que distribuye, ordena y concibe, imponiendo criterios que escapan al cálculo, lo utilitario y lo especulativo, para lo cual está suficientemente capacitado por los fundamentos de su disciplina. Desde la Facultad de Derecho, Alcides Greca insiste que el Urbanismo no es una ciencia autónoma ni posible de circunscribir al campo de la Arquitectura o la Ingeniería. La entiende como un punto de vista al servicio de la cual debían estar todas las profesiones conocidas y cuyas nociones se debían impartir en un curso de posgrado común a todas las carreras de la Universidad.12 De todos modos es evidente que por el momento conviene atemperar las disputas horizontales, especialmente entre arquitectos e ingenieros. Los primeros habían revelado un interés relativamente reciente interpretando al Urbanismo como una técnica ajena de la que podían beneficiarse13, pero pronto demostrarán rápidos reflejos para captarlo como un aspecto más de sus incumbencias. En 1932, a raíz del proyecto de ley provincial para crear el primer Consejo de Ingenieros, se solicita a la Universidad Nacional del Litoral una caracterización de las atribuciones de las distintas profesiones involucradas, a fin de reglamentarlas. Si bien hubo no pocas discusiones para diferenciar las incum10. En programas posteriores pasa a dieciocho bolillas. Desglosa la evolución de la ciudad americana (precolombina y colonial) y el estudio sobre trabajos de planimetría, altimetría y aerofotografía. Agrega una tercera parte -Urbanización de la ciudad entendida como urbanismo aplicado- para los "grandes partidos" y estrategias específicas de intervención: amanzanamiento, heliometría, luces de tránsito en block, espacios verdes según índices de salud, barrios obreros según tablas de Klein, zoning, centros monumentales, reglamentos de construcción, etc., en todos los casos especificando los casos europeos o norteamericanos de referencia. 11. En su propuesta de diciembre de 1932 como contribución a la Comisión para el Plan de Estudios. FDDL 0261. 12. Greca Alcides. “La enseñanza del urbanismo en la Universidad Nacional del Litoral” Revista de Ciencias Jurídicas y Sociales Nº 21, 1937. Un concepto similar defiende J. Lo Valvo en el Segundo Congreso Interamericano de Municipios de 1941, Universidad N° 10, Diciembre 1941. 13. Basta recorrer las resoluciones de los Congresos Panamericanos de Arquitectos. Según el Primero (1920) el Plan Regulador debía ser establecido (por otros) para asegurar sitios adecuados para las obras artísticas y liberar parte de la planta urbana a complejos proyectos de barrios jardín. En el Segundo (1923) la preocupación se focaliza en limitar la presencia de idóneos y expertos extranjeros en la gestión de la ciudad, donde los arquitectos se atribuyen un lugar preciso: la redacción de reglamentos de edificación para garantizar armonía edilicia y el conveniente asoleamiento de la habitación. Recién en el Tercero (1927) donde A. Guido tiene un protagonismo relevante, se hace referencia al Urbanismo como ciencia "íntimamente" vinculada con la Arquitectura, proponiendo una intervención directa en el desarrollo de instrumentos para el control de la ciudad.
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CUADERNOS del Ciesal bencias entre ingenieros civiles y arquitectos (quedó reducida “a estudiar y proyectar obras cuyo carácter no exija la intervención de especialistas [arquitectos]” o “conocimientos de Estática Superior y Teoría de la Elasticidad”), éstos últimos agregaron sin conflicto, y con exclusividad, la atribución de “proyectar y dirigir trabajos de urbanización que se refieran a la estética de la población”. Quedan sentadas las bases para la gradual fagocitación de la nueva ocupación por parte de los arquitectos.14 Entre tanto la cátedra de Urbanismo, bajo la tutela de Guido, logra un aula-laboratorio propia, donde se instala un gigantesco aparato para estudios heliométricos que, junto a la parafernalia de mediciones, estándares, gráficos y tablas que tan puntillosamente despliega en las memorias de sus Planes Reguladores, sirven para fortalecer la "pretensión" científica de la nueva técnica. Sus contenidos y su responsable no varían a lo largo de los años y, por la escasez de comentarios que despierta, es evidente que ocupa un lugar periférico en las preocupaciones de alumnos y docentes.15
Surge el Planeamiento Dentro de cierta laxitud propia de los términos, y con la impronta del debate de las últimas décadas en nuestra Facultad, ha habido una tendencia a discriminar Urbanismo y Planeamiento, no como nociones de distinto origen para un mismo saber, sino como dos disciplinas autónomas y en conflicto: la primera casi confundiéndose con la Arquitectura, la segunda vista como derivación espuria, tecnocrática. No es el lugar para desarrollar los argumentos, pero baste decir que consideramos ambas como denominaciones de una misma práctica de perímetros cambiantes en el tiempo, la cual significó diferentes cosas para grupos diversos en distintos momentos, con definiciones, alcances y reglas procedimentales disímiles, aunque enhebrados por una narrativa común encargada de trasmitir y redefinir modos de hacer y de comprender. De modo que vamos a usar las palabras: planificación, planeamiento, arte urbano, diseño urbano, urbanismo, para nombrar estas perspectivas en mutación según son usadas por los actores en los momentos correspondientes, y no como campos distinguibles y diferenciables. La noción de Planeamiento o Planificación, como traducción del término planning usado en Estados Unidos, comienza a emplearse en nuestro país en los años cuarenta, en un segundo momento de la 14. Según la resolución N° 133 del Ministerio de Educación de 1987, aún vigente, entre las incumbencias de los arquitectos está: efectuar la planificación arquitectónica y urbanística de los espacios destinados a asentamientos humanos, realizar estudios e investigaciones sobre el ordenamiento y planificación de estos espacios, y asesorar y participar en planes y proyectos sobre el ordenamiento físico-ambiental del territorio. 15. En el debate abierto en 1944 por el Delegado Interventor De Lorenzi, Guido insiste en suprimir el curso en Agrimensura y crear (a semejanza del Instituto de Arte Americano -UBA) un Instituto Americano de Urbanismo. De esa época es la propuesta de Guido Lo Voi para sumar una segunda asignatura (Elementos y teoría general del Urbanismo en 5° año y Práctica del urbanismo y arquitectura paisajística en 6°). En la Publicación N° 1 de la Sociedad Central de Arquitectos de setiembre de 1943, se publican "colaboraciones de colegas" sugiriendo transformaciones en el Plan de Estudio. La mayoría coincide en la urgencia de una Facultad específica y en la jerarquización de la carrera con un sexto año de estudios. Sorprendentemente P. Sinópoli y H. Hernández Larguía abogan por sacar Urbanismo de la carrera.
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historia de la disciplina, que se corresponde con los epígonos del terremoto de San Juan. Frente al desafío del posible traslado y reestructuración de la ciudad destruida impulsados por el gobierno nacional, se opera una drástica redefinición del marco doctrinal del Urbanismo, fuertemente connotado por la difusión de las experiencias anglosajonas. Se renuncia a una ciencia sustentada en el análisis comparativo de ejemplos históricos para incorporar aportes de la economía, sociología y geografía regional, alejándose, aún más de las lógicas de la tradición arquitectónica. Todo esto va acompañado por una drástica ampliación de sus pretendidos campos de acción que, desbordando el ámbito urbano, se proyectan con vocación hegemónica a la administración gubernamental, la economía política y la regulación de aglomeraciones productivas y poblacionales a escala territorial desde equipos pluridisciplinares Estos nuevos horizontes tuvieron que ver no sólo con los efectos paradójicos de un desastre natural, con la importancia de la planificación en las estrategias bélicas o con el cambio de eje de las relaciones internacionales y la definitiva hegemonía del país del norte y sus políticas panamericanistas de "buena voluntad". Se trata de un nuevo país. La alarma frente a las crecientes migraciones internas y un nuevo ciclo de expansión urbana, la propiedad horizontal, la ampliación del mercado interno, la hegemonía definitiva del transporte automotor sobre el ferroviario y la masificación gradual del automóvil, redefinen los problemas de las ciudades y las representaciones más o menos científicas desde dónde interpretarlos. Las políticas industrialistas y el rol cada vez más dominante del gobierno nacional y sus nuevas instituciones de regulación económica y social, el renacimiento de la geopolítica, la creciente importancia del desarrollismo, suponen una radical modificación en la composición de la demanda y en la escala y naturaleza de los servicios a ofrecer por la naciente disciplina. Los modelos ya no son las cirugías en las masas veneradas de las capitales europeas, sino los ambiciosos programas del stanilismo y los fascismos europeos, rápidamente sustituidos por la experiencia del New Deal: modelo triunfante de una planificación capaz de redefinir la estructura una nación e impulsar su desarrollo económico. Al calor de estos debates se institucionaliza la primera credencial con la garantía del Estado en la nueva Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires. Se confirma así su adscripción a la esfera de los arquitectos que, de ahí en más, resistirán la definitiva autonomía del Urbanismo como profesión, con formaciones corporativas propias o incumbencias específicas oficialmente reguladas Esto ocurre en momentos en que la ampliación exponencial de las áreas de intervención reclama la formación de equipos interdisciplinarios donde los urbanistas-arquitectos han de convivir con sociólogos, economistas, demógrafos, geógrafos y juristas. Este proceso es parte de una drástica fragmentación del campo. Aparecen nuevos grupos, antagónicos en sus presupuestos doctrinales e ideológicos, en sus trayectorias formativas, pero también en sus edades y alianzas políticas. Los siete equipos y proyectos que se suceden para la reconstrucción de San Juan fueron la privilegiada pasarela para la presentación en sociedad de estos nuevos personajes
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CUADERNOS del Ciesal y sus disidencias, que sintomáticamente ignoran el Plan elaborado por Guido y Carrasco un año antes del terremoto.16 La cátedra de Rosario queda como baluarte de esa primera generación, fuertemente anclada en el poder, con decisión en temas institucionales, pero en franca retirada.17 Por estas razones, los nuevos debates y reacomodamientos tienen débil eco en la UNL. El Plan de Estudios de 1950 propone una segunda asignatura, a la que se agrega una tercera en el Plan de Arquitectura Unificado (socio-urbanismo, urbanismo y planificación), pero nunca se concretan. Sin embargo es en nuestra Escuela que este proceso culmina con el triunfo postrero de los jóvenes.18 En el marco de las drásticas transformaciones del año 1956 se crean las primeras cátedras de Planeamiento, legitimando en ámbito universitario esta cesura epistemológica del elenco de ejemplares, de los sustentos teóricos y, sobre todo, de las reglas operacionales e incumbencias. Fruto de un movimiento liderado por el Centro de Estudiantes que redundó en la expulsión de la gran mayoría de los docentes de la universidad peronista, Jorge Ferrari Hardoy fue nombrado Delegado Organizador. Con un fuerte compromiso con los temas urbanísticos por su experiencia en la rue de Sèvres, la División Trazados de San Juan y la Oficina del Plan Director de Buenos Aires, seducido por el planning norteamericano, es fácil imaginar los lineamientos que imprime a su gestión, acompañado por un grupo que ve en este espacio "purificado" por la iniciativa estudiantil, un ámbito propicio para poner en juego sus ideas frescas. El cambio en la denominación de la escuela es sintomático –Escuela de Arquitectura y Planeamientodesde donde se hace una profesión de fe respecto a los lineamientos del planning. Se contrapone con la denominación anterior, reveladora de los "lazos" culturales con la escuela francesa ya fuertemente matizadas, en Rosario, por los presupuestos del país del norte, si bien en relación con ejemplares anteriores al "populismo técnico" desplegado en el valle del Tennessee. Resultan elocuentes de esta nueva alineación el énfasis "en el dominio de la técnica" y la incorporación de la investigación en el seno de la Universidad a partir de equipos de especialistas operando desde institutos autónomos de asistencia y asesoría técnica. No sorprende, entonces, la intención explícita en el nuevo Plan de Estudios de 1957 de impartir "los conceptos básicos de Planeamiento (urbano y rural) desde el principio de la carrera a través de cursos de Arquitectura" para situar al alumno "en la misión específica del Arquitecto: determinar el uso y dimensionamiento de los espacios destinados a la vida del hombre sobre la superficie de la tierra, de acuerdo a las necesidades del individuo y de los medios sociales" con proyectos analizados "como parte integrante de la ciudad, del área metropolitana, de la región, de la unidad nacional". Tampoco la visita de Neutra en 1959, a quién Ferrari conociera como enviado 16. Nos referimos a Bereterbide que extrema sus referencias a las unidades vecinales norteamericanas, el equipo de Ferrari Hardoy en cuya propuesta se mezclan las supermanzanas ensayadas en su colaboración para el Plan director para Buenos Aires de Le Corbusier con criterios de reestructuración regional que siguen la experiencia de la TVA, a su asociado Vivanco, de relevante actuación en el Instituto de Arquitectura de Tucumán con su propuesta del urbanismo como proyecto a gran escala, y responsable de la contratación de Tedeschi y Calcaprina defensores de un urbanismo regulatorio. Finalmente debemos mencionar a José Pastor, infatigable difusor de la tradición anglosajona y acabada expresión del perfil y las posibilidades de una aproximación profesionalista a la nueva actividad. 17. Guido es rector de la UNL, De Lorenzi primer Decano de la FAU-UBA, Della Paolera director de su Instituto Superior de Urbanismo. Sus profesores adjuntos también ocupan puestos claves: Otaola rector de la UBA y Vautier su sucesor en como profesor en la asignatura de grado con un programa en la que sólo se reconocen leves modificaciones. 18. A pesar de las drásticas fracturas de la Revolución Libertadora no pudieron hacer pie en la UBA: la asignatura cambia de denominación -Urbanismo y planificación- pero sólo se amplía del programa vigente desde 1948.
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del Departamento de Estado en los calientes días de octubre de 1945 y que lo alentara a sintetizar en un libro el malogrado proyecto para San Juan, subrayando "las resistencias" encontradas como parte de desembozadas estrategias para impedir el ascenso de Perón.19 La renovación de la enseñanza del Urbanismo comienza en el mismo 1956 en manos de Jorge Enrique Hardoy, de 30 años, que acaba de obtener el título de Master en Planificación Urbana y Regional en la Universidad de Harvard. Ese año dicta en forma conjunta Sociología Urbana, y Urbanismo y Planificación con Manuel J. Paz. Al año siguiente las asignaturas se denominan Planeamiento I y II correspondientes a quinto y sexto año de la carrera. Pero ¿qué cosas cambian además de las denominaciones, los personajes y sus trayectorias formativas? En lugar de la evolución física de las ciudades según la matriz de la geografía humana francesa, se organiza un relato de los orígenes del hombre en clave antropológica y culturalista, desde la prehistoria al renacimiento europeo, haciendo más hincapié en los tipos de organización social y económica, que en la traza de los asentamientos. Es notorio el cambio en las referencias bibliográficas. El nuevo eje es el arqueólogo australiano Gordon Childe y su teoría de la revolución urbana como "salto" civilizatorio que acompaña la introducción de la escritura, de igual rango que la revolución neolítica y luego la industrial. Sobre la matriz del materialismo histórico y con foco de emergencia en el Cercano Oriente, esta hipótesis pone en el centro del análisis el nacimiento de las ciudades y de la cultura tecnológica y material en sentido amplio. En esta secuencia, el despotismo oriental habría sido sustituido con un nuevo perfil occidental con eje en el comercio que comienza a desarrollarse en la Edad Media, lo que explica la interrupción del análisis en el Renacimiento y la recurrencia al texto de Henri Pirenne. Otro referente vertebrador es Lewis Mumford. Urbanista, miembro de la Regional Planning Association of America, protagonista de la experiencia de la Tennesse Valley Authority (TVA) con su plan para el Appallachian Trail, sobre el esquema propuesto por Patrick Geddes (cuyo estilo oscuro comparte) modela una historia de grandes trazos como despliegue argumental teleológico de una teoría civilizatoria que condena las grandes concentraciones metropolitanas en La cultura de las ciudades (1938), varios de cuyos capítulos se incorporan como bibliografía. Un segundo relato sobre los orígenes del hombre americano y la "revolución urbana" en nuestro continente se apoya en los textos del los geógrafos argentinos Daus, Razori y Canal Feijóo, culminando en una apreciación regionalista de la estructura social y económica de las ciudades argentinas contemporáneas sustentada en los estudios de Gino Germani y las estadísticas provistas por el Anuario Kraft. Concluye con un análisis pormenorizado de la realidad contemporánea local según las cuatro funciones analíticas de La carta de Atenas -vivienda, ocio, trabajo y circulación- tomando como referencia la grilla Evolución de Buenos Aires en el tiempo publicada en Revista de Arquitectura de 1955, algunos apuntes de Gómez Gavazzo y el libro de Hoover Localización de la actividad económica. Hasta aquí la matriz de Planeamiento I, primero a cargo de Manuel Paz y luego del propio Hardoy.20 Culmina con dos unidades sobre el trazado de la ciudad contemporánea tomando como referencia 19. Ver Jorge Francisco Liernur "El grupo Austral y el terremoto de San Juan", en Materiales de trabajo para el Seminario de Posgrado Modernización y Arquitectura en América Latina. Cuatro episodios. FADyU, UNL. 2002. 20. Cuando se hace cargo en 1958 introduce pocos cambios. El más notable es la especificación de ciertos casos estudiables a partir del esquema de sus plantas la incorporación de textos clásicos del Movimiento Moderno (Gideon, Zevi, Gropius y Sert) y el informe de la Union Panamericana sobre la vivienda de interés social.
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CUADERNOS del Ciesal "la retícula del CIAM (para cuyo estudio se recurre a El corazón de la ciudad de Le Corbusier y el libro de F. Gibberd Diseño de los núcleos urbanos) y una apretada genealogía del "otro" urbanismo moderno centrado en lo proyectual (Howard, Garnier, Le Corbusier, Wright, Abercrombie, Aalto, Sert, Bonet) que luego desaparecen. La Segunda Parte del programa de 1956, germen de Planeamiento II, basa la nueva disciplina en la geografía humana codificada por Jean Brunhes, haciendo énfasis en las "obras materiales" como hechos positivos y tangibles que permiten vincular interpretativamente el suelo y el clima con las formas de utilización de la tierra y los modos específicos de actividad productiva de los diferentes pueblos. Un anclaje en lo material como evidencia y fundamento de la cultura, que no sólo es coherente con la perspectiva de G. Childe, sino que sirve para justificar la trascendencia de la planificación física como sustento de la planificación económica y social. A esto se suma la perspectiva regionalista para el caso argentino, también en clave vidalediana, pero en este caso a través las interpretaciones de Federico Daus. Las "unidades geográficas" -en las que convergen geomorfología y particularismos en la organización humana- se proponen como unidades de trabajo del Planeamiento entendido como "modelo racional de administración". Se trata de un criterio técnico de la gobernabilidad aplicable a diversas escalas teniendo en cuenta no sólo la estructura física de los asentamientos, sino sus recursos naturales, artificiales y poblacionales, su funcionamiento como parte integrante de la región, las actividades productivas, los modos de trabajo y sus vínculos con el interior y exterior Los métodos de trabajo propuestos desde una óptica administrativista son los desarrollados por Calcaprina y Tedeschi en Tucumán, por Landauer en La teoría de la Planificación económica, y asumen la TVA como modelo supremo. En los años siguientes se recupera la perspectiva manualística de décadas anteriores, discriminando instrumentos y ejemplos para distintas escalas de acción (metrópoli y conurbación, unidad vecinal, corazón de la ciudad, remodelamiento urbano) y estableciendo a las Juntas de Planificación y los códigos de zonificación como instancias supremas de la gestión urbana según el modelo ensayado en Puerto Rico.21 Dentro de esta perspectiva administrativista es natural que los trabajos prácticos entendidos como ejercicios proyectuales, sintetizables en una planta, fueran abandonados y sustituidos por dictados teóricos, coloquios, pruebas escritas y una breve monografía realizada en no más de un mes. En 1962, luego de una nueva estadía en Estados Unidos donde completa su doctorado, Hardoy decide la creación del IPRUL22 y modifica fuertemente la orientación de ambas asignaturas (dictadas en el primer y segundo cuatrimestre respectivamente). Ahora reconoce cuatro partes. La primera consiste en una introducción al Planeamiento, distinguiendo entre planeamiento físico, económico y social y sus diferentes escalas, justificando su carácter interdisciplinario y distinguiendo una fase analítica y otra de implementación a cargo de una Junta. La segunda refiere al Diseño Urbano como disciplina orientada a la planificación física de la ciudad a través de un Plan Director, es decir de la coordinación en un plano de intervenciones viarias, inversiones públicas, centros de servicios y 21. Se apoya en una ampliación bibliográfica, principalmente artículos publicados en Vivienda y Planeamietno de la Unión Panamericana de Dotson, Weissmann, Violich, Rico, Olivares y Vera. Sobre este modelo se crea en Rosario la Comisión Coordinadora Urbanística, Ferroviaria, Vial y Portuaria en 1965. 22. Como centro autónomo y directamente vinculado al Rectorado de la UNL, el Instituto de Planificación Regional –y sus derivas IPRU, IPTV- constituyen el germen de un nuevo modelo de investigación aplicada desde la Universidad que pone en jaque el concepto de profesión liberal.
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regulación de la ocupación del suelo de la edilicia privada. Se trata de una representación unitaria de acciones programadas en el tiempo donde se reconoce fragmentos para los que se esbozan orientaciones generales para su formalización desde la lógica tridimensional de la Arquitectura, tomando al espacio público como una extensión del proyecto edilicio, modelable con criterios estéticos. Han cambiado los nombres y los modelos, pero volvemos a encontrarnos con la estrategia bosquejada por Della Paolera. Queda atrás la asimilación del plan a una grande composition tridimensional a escala de la ciudad, pero se reclama la misma tradición (el trazado de las ciudades desde las civilizaciones mesopotámicas a las modernas) como antecedente de un saber cuya lógica y escala han cambiado drásticamente y que, si bien adopta como modelos las iniciativas consagradas por la disciplina arquitectónica, son justamente sus recursos y valores los que quedan en sordina. La tercera parte reflexiona sobre la estructura de la ciudad contemporánea en sentido genérico (escalas, localización, relación con el campo, ecología urbana) deteniéndose en sus dos elementos fundamentales -centro y unidades vecinales- para luego discutir modelos de desarrollo y tamaños óptimos. La cuarta parte refiere al "proceso urbanístico en el mundo" desde un enfoque comparativo entre países desarrollados y subdesarrollados. Confirmador de la ideología modernizadora que supone un solo camino ineluctable de progreso y transformación -acabado y modélico en los países centrales, incompleto y atrasado en la periferia cuyas debilidades se auscultan- el caso en estudio es Argentina, reconstruyendo los caminos de su "desarrollo", las razones de sus "quiebres" por determinaciones económicas o políticas, y prediciendo tendencias sobre las que el Planeamiento habría de operar. En este nuevo programa se destaca la notable ampliación y renovación del elenco bibliográfico con manuales de planificación de autores norteamericanos y artículos recientemente publicados en Desarrollo Económico, Cuadernos Latinoamericanos de Economía Humana, Développement et Civilisation, Revista de Planificación Regional, o ediciones de la ONU, la UNESCO y la Unión Panamericana. Se complementa con una serie de fichas preparadas por el IPRUL (en general traducciones del inglés de artículos o capítulos claves). También resultan evidentes el sesgo desarrollista (con trabajos de R. Frondizi, Ferrer, Germani, Furtado) y la reducción notable de referencias a perspectivas arquitectónicas sobre el tema (Auzelle, Le Corbusier sólo respecto a la ciudad lineal y la remodelación del Barrio Sur de Bonet) En 1965 se introducen cambios que presagian rupturas más drásticas. La primera materia queda a cargo de Sujer Gorodischer orientada estrictamente a la planificación. La segunda, todavía a cargo de Hardoy, se centra en el Diseño Urbano como técnica de intervención en el ambiente físico. Se deja atrás toda referencia a la tradición del Arte Urbano pero, al igual que Camilo Sitte (recientemente recuperado a partir de la traducción al ingles de su Der Städtebau en 1945), se definen normas proyectuales a partir de los mecanismos de percepción de lo urbano, ahora analizados desde nuevas perspectivas ideológicas y metodológicas por Kevin Lynch. También abundan las referencias al townscape: la escena en las calles, el amoblamiento urbano. Fue el último año de Hardoy como docente en Rosario. El escándalo desencadenado por el otorgamiento de un subsidio de la Fundación Ford al IPRUL decidió su traslado a Buenos Aires con gran parte de su equipo. Aquí, ambas cátedras y el instituto quedaron en manos de Gorodischer manteniendo la misma orientación pero con un sesgo teórico cada vez más fuerte y una bibliografía cada vez más numerosa. Planeamiento I retoma el esquema de 1956, comenzando con la "evolución" de las ciudades en la historia y culminando con los aportes "teóricos y prácticos" del núcleo canónico
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CUADERNOS del Ciesal del Movimiento Moderno (Le Corbusier, Wright, Hilberseimer, Gropius y Aalto). Desaparece toda referencia a la historia de la revolución urbana en el continente americano o a la particularidad del caso o las experiencias en el país (salvo el proyecto para Barrio Sur de Bonet). El relato histórico se presenta como una serie de fragmentos en el tiempo, a los que se suman experiencias contemporáneas centradas en las unidades vecinales o los clusters, y las novísimas propuestas de Archigram, los metabolistas japoneses y otras perspectivas futuristas.23 El mismo esquema perdura hasta 1971 cuando, tras la conmoción del llamado "procesito", la materia queda disuelta en el Área Socio Cultural.
De la práctica social al pedagogismo tecnocrático Con el objetivo "de proveer conocimiento de la relación histórica entre espacio y sociedad a distintos niveles y dimensiones de la realidad" la mencionada Área Socio Cultural reúne a los docentes de Integración Cultural, Historia y Planeamiento sin distinción de jerarquías previas. Esto permite la emergencia de nuevas figuras, que delinean con autonomía sus perspectivas de estudio, colaborando a la extrema diversidad de los dictados en las diferentes "comisiones". De aquellas experiencias, con registro documental harto incompleto en los archivos de la Facultad, sabemos que los contenidos asimilables a Urbanismo se dictaban en el nivel 1 (1° año) y el nivel 3 (5° año). El primer curso sobre El fenómeno urbano, connotaciones sociológicas comienza con exploraciones de reconocimiento en la ciudad real. Resulta coherente con un drástico cambio curricular que jerarquiza la práctica sobre la teoría, el aprendizaje directo sobre las deducciones teóricas, y la comprensión de los fenómenos locales con un voluntario apartamiento de esa carrera vertiginosa de "actualización". Se trata de trabajos de relevamiento -principalmente en villas de emergencia y barriadas pobres- que tienen más que ver con los niveles de equipamiento y los modos de vida que con los parámetros formales de la organización urbana. Una segunda fase de "recapitulación conceptual" se inscribe claramente en la Teoría de la Dependencia con sustento en la sociología.24 Propone centrar la atención en las "contradicciones" del sistema colonial-capitalista en países subdesarrollados, materializadas en las disparidades regionales y urbanas (las "invasiones" ilegales en contraste con el "aggiornamento" superficial de las áreas centrales). Luego de una reflexión interpretativa en clave marxista, distin23. A pesar de la permanencia de Gordon Childe, es evidente que la materia pierde el sesgo antropológico culturalista que le imprimiera Manuel Paz en sus comienzos. A Mumford se suman La historia construye la ciudad de Arthur Korn y La ciudad de E. Saarinen. Para estudiar la ciudad contemporánea se recurre a los manuales de Historia de la Arquitectura a los que se ha agrega L. Benévolo, junto a H. Blumenfeld, P. Hall, K. Lynch, Ch. Alexander y los primeros cuadernos de Summa / Nueva Visión sobre ultísimos urbanismos espaciales, mostrando una actualización cada vez más rápida, y una disponibilidad para absorber nuevos modelos más dispersa, propias de nuestra cultura periférica. 24. Tomamos como referencia el Programa para el curso lectivo 1972 en el Nivel 1 de la Comisión 1 cuyo responsable es Héctor Bonaparte. Es curioso como la presentación de los contenidos adopta para su desarrollo la lógica inversa -de lo general a lo particular- a la que evidentemente se atribuye una mejor eficacia discursiva.
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guiendo distintos estadios del colonialismo y variantes en la urbanización dependiente de los países periféricos, se los relaciona con los procesos de urbanización en los países centrales para concluir en una definición sociológica de la ciudad, las relaciones primarias y los grupos de referencia, paradójicamente modelizada con relación a las realidades urbanas francesas o norteamericanas. La bibliografía era insignificante: Heintz y Norton como manuales de sociología, La urbanización en América Latina de P. Hauser y los trabajos de J. C. López y Roulet sobre las villas de emergencia. En el tercer nivel correspondiente a 5° año se propone una drástica síntesis de los contenidos anteriores: los elementos del Planeamiento y sus escalas, y un tratamiento conceptual de los procesos de urbanización de los países desarrollados y dependientes tomando como nivel de análisis las redes urbanas, para luego detenerse en Argentina; todos según un esquema explicativo francamente economicista, también en clave marxista.25 Se completa con una unidad sobre "las técnicas de control espacial en su seno: urbanismo, diseño urbano y arquitectura" para Roth o la historia del pensamiento urbanístico culminando en el CIAM y cierta mención a "las últimas tendencias" para Gorodischer. En estos casos, el énfasis en el aprendizaje activo aparece bajo la forma de clases a cargo de los estudiantes mostrando los procesos de urbanización en países específicos, o clases colectivas de discusión grupal con coordinación docente. En 1975 se restituyen las calificaciones numéricas; también reaparecen los programas de largo desarrollo y profusa bibliografía, ahora con reflexiones pedagógicas iniciales que habrían de ganar fuerza en los años por venir. Si bien se sigue hablando de Comisiones y Niveles, vuelven entre paréntesis las viejas denominaciones de Planeamiento 1 y 2 para 5° y 6° año respectivamente. La primera asignatura retoma temáticas y lógicas ya estabilizadas: Planeamiento como técnica, sectores y escalas, particularidades de la planificación territorial en países subdesarrollados y la "implementación" de planes físicos y sus fases: programa-proyecto-evaluación.26 La segunda, se concentra en "las formas de implantación de la población humana" desde la óptica histórica, la ecológica y la estructuralista: tres perspectivas altamente diferenciadas y polémicas entre sí, pacíficamente reunidas sin advertencia alguna en el apretado programa para un cuatrimestre, que culmina con el estudio de la propuesta para la represa Salto Grande como caso demostrativo de la metodología y los modelos de intervención a distintas escalas.27 En los años oscuros del Proceso de Reorganización Nacional, con la declaración de "prescindibilidad" de los dos profesores de Planeamiento –Caballero y Gorodischer- entre muchos otros, la titularidad de ambas asignaturas cambia de manos, pero la definición de la disciplina, sus fundamentos, sus escalas y técnicas de intervención no son muy diferentes a las inauguradas en 1956 por Hardoy, cuya impronta sigue viva en el abordaje de las materias y aún en la bibliografía.28 Los indicios de los nuevos tiempos deben buscarse en la desaparición de textos sospechadamente marxistas, la emergencia de Planificación urbana y regional de Mac Loughlin como texto articulador, y la sustitución de la Teoría 25. Esto se verifica en la renovación de las referencias bibliográficas: M. Castells, H. Lefevre, T. Viñas, D. Ribeiro, R. Ledrut y C. Aymonino. 26. De los programas de las diversas comisiones tomo como referencia los de Adrián Caballero y Sujer Gorodischer para el año lectivo 1975. 27. Tomo como referencia los programas de 1975 y 1976 de Adrián Caballero. 28. Los nuevos profesores titulares fueron A. Concina y R. Fernández Milani.
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CUADERNOS del Ciesal de la Dependencia por la de Polos de Desarrollo (Coraggio, Friedmann, Kulinsky, Mosely, Lasven, Pedrao y Perroux). Paradojalmente, mientras se alienta la formación pedagógica de los docentes y se implementan (al menos en los papeles) estrategias didácticas autogestionarias y participativas, estimulantes de una "actitud de búsqueda y aporte creativo" y de conductas "reflexivas y autocríticas" orientadas a la producción de conocimientos (llegando al paroxismo de erradicar como "autoritarias" las clases teóricas ahora sustituidas por discusiones grupales), oscuros personajes encubiertos y no tanto, patrullan las aulas cazando posibles personeros de la subversión marxista. Todo esto sin alterar una continuidad sin sobresaltos de la asignatura, donde se refuerza aún más su perspectiva tecnocrática.
Retorno a la Arquitectura En medio de todo esto había un nido donde se incubaba lo que luego habría de ser el quiebre radical en la definición y, consecuentemente, la enseñanza del Urbanismo sancionada por el Plan de Estudios de 1985. Me refiero a la "orientación diseño urbano" (recuperando la denominación elegida por Hardoy), una de las tres "terminales" de la carrera, en este caso con la Coordinación de Aníbal Moliné y la joven Isabel Martínez de San Vicente, recientemente regresada de estudios en la Universidad de Roma y el Instituto de Arquitectura de Venecia, como Jefe de Trabajos Prácticos.29 Lo que comienza como una experiencia de "exploración de la relación entre las estructuras arquitectónicas y las estructuras urbanas", bautizando con nuevos nombres ese nicho de la gran escala de la composición arquitectónica, urde en sí una reconceptualización de los fundamentos disciplinares en consonancia con la perspectiva estructuralista iluminada por los trabajos de Aldo Rossi.30 Las tres instancias de "los problemas a desarrollar": la analítica reconociendo "las condiciones particulares de situación y contexto en relación con los requerimientos generales del sistema urbano", "su implementación como recurso interno, generador e instrumental del diseño" y "la intervención proyectual apoyada en la interpretación de la ciudad como entidad sistémica integrada por partes" son el germen de las futuras Introducción, Análisis e Intervención Urbanística, recuperando de mano de éste y otros italianismos, y tras una larga parábola, ese saber técnico sobre el fenómeno urbano bajo los parámetros casi exclusivos de la Arquitectura. En un curso vertebrado sobre una secuencia de ejercicios proyectuales a escala de centros de equipamiento (semejante a la propuesta año antes por Guido), "foros" de discusión bibliográfica y dos trabajos escritos, esta curiosa idea de la "Arquitectura como fenómeno urbano" susten-
29. Para el análisis tomo como referencia el programa de 1980 de Nivel 3, Orientación Diseño Urbano. 30. En " Malas lectura", Block 3 Aldo Rossi, UTDT, Buenos Aires, 1998, señalamos las fuertes deudas de la teoría rossiana con la escuela francesa de geografía humana y de urbanismo, las mismas que nutrieran a Della Paolera.
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tada en la interpretación de "la ciudad como obra de Arquitectura"31, sólo tiene un pequeño espacio entre teorizaciones sobre el proceso de diseño y su enfoque incremental32, y sobre la valoración de la experiencia urbana cotidiana de los usuarios teorizada por K. Lynch. Poco años más tarde, en una Facultad rebautizada como de Arquitectura, Planeamiento y Diseño, se impugna y destierra la mera mención del Diseño como práctica de formalización aplicable a las escalas más diversas, y la de Planeamiento con sus nociones hermanas de unidad geográfica, asentamientos, determinaciones sociales y económicas e interdisciplina. Nuevamente nuestra Facultad es la primera en el país en consagrar en su curricula los esfuerzos para recuperar la "especificidad" de la Arquitectura como disciplina, con la pretensión de englobar (sin sobresaltos y con radical autonomía) la formalización de los espacios urbanos, volviendo a la preocupación por la ciudad como estructura histórica aparentemente inalterada por los procesos modernos de urbanización. Una recuperación del proyecto de formas sin las presunciones científicas que había llevado a los urbanistas de las primeras décadas del siglo a justificar sus partis en el Expediente Urbano, con una renuncia explícita a controlar los procesos sociales, económicos y culturales cada vez más complejos asociados a la metropolización, difícilmente circunscribibles en un plano general y menos aún a "proyectos particularizados". Visto a la distancia, y parafraseando a Rem Koolhaas, esta introspección en las lógicas de la Arquitectura, el “redescubrimiento tardío de las virtudes de la ciudad clásica” cuando su muerte y desaparición son inapelables, el refugio defensivo en proyectos particularizados procurando revivir a través de la calidad de la forma una esfera pública cuya posibilidad misma las nuevas condiciones sociales han puesto en cuestión, parecen constituir el punto sin retorno, el momento fatal de desconexión y descalificación de un Urbanismo que, gustosamente, enarbola su bandera de retirada en las mesas de negociaciones de los planes estratégicos. Urbanismo, Planeamiento, Urbanística, tres palabras reveladoras de forzadas traducciones de tres lenguas y culturas distintas, fueron las elegidas para denominar distintos "paradigmas" en la redefinición de un hacer sobre la matriz material de la ciudad con intenciones de incidir en los fenómenos sociales, económicos y culturales de la condición urbana. Tres instancias en la permanente redefinición de una tradición, que amojonaron sus vacilantes esfuerzos para constituirse en una disciplina y una profesión autónomas en nuestro país, en una danza a veces confusa con el mundo de la Arquitectura y los arquitectos que tuvo en Escuela de Arquitectura de Rosario el escenario propicio para desplegar la renovación de sus fundamentos, procedimientos y modelos. Instancias donde las particulares trayectorias, incluso en sentido geográfico, de ciertos personajes que oficiaron como involuntarios emisarios de los desplazamientos en la producción de saberes de los países centrales, proveyeron de argumentos a distintos grupos generacionales que vieron en su equipaje de teorizaciones, normas e imágenes, los instrumentos óptimos para disputar el poder en los cenáculos universitarios y en las oficinas municipales. Oscilando entre la generación de formas armónicas, la reforma social y la 31. En el desarrollo de los contenidos ocupa una posición francamente marginal (la mitad del quinto tema) donde se introducen nociones como sistema de los espacios colectivos, forma urbana y partes de ciudad. 32. Las "fases" reconocibles del proyecto arquitectónico (emplazamiento, entorno, volumen edificado, estructura circulatoria y de actividades, estructuración constructiva y, como corolario aditivo, la estructuración expresiva) se extienden sin conflictos a la escala urbana (tomando en préstamos estándares del planning): intensidad de uso del suelo (FOT, FOS; distritos por densidad, eficacia de la infraestructura y transporte según densidad, parcelamiento), circulación y transporte, formas de agrupamiento, continuidad urbana, y expresividad fundada en las "experiencias de percepción físico-visual".
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CUADERNOS del Ciesal administración racional de las cosas; entre la intervención expresiva en focos cívicos potencialmente activos, la simple delineación de las fronteras entre lo público y lo privado y la diagramación de los flujos de un mecanismo económico; entre las lógicas de la geografía, la sociología, la ecología o las suficiencias de la Arquitectura; entre la ciudad autocontenida, las áreas metropolitanas o las unidades geográficas; los programas y las orientaciones de las cátedras de Urbanismo o Planeamiento en nuestra Facultad son elocuentes de esta continuidad en conflicto, de esta argumentación extendida en el tiempo y socialmente encarnada sobre la potencialidad de la formalización en la gran escala del hábitat humano.
Ana María Rigotti, “Un foco de innovación. Urbanismo en la Escuela de Arquitectura de Rosario (1929-1980)“. Cuadernos del Ciesal. Año 9 número 11, enero-diciembre 2012, pp 61-82.
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Espacios en conflicto. Un límite Privatizaciones. Rol del sindicalismo proyectado a través de un muro Caso analizado: Foetra 1994 México y los Estados Unidos o... 2004 Favelas de Río en los morros de Janeiro Raúl Irigaray 2009 Los partidos de San Isidro y San Fernando Cátedra de Administración Pública Facultad de Ciencia Política y RR.II. U.N.R. Luis San Filippo Arquitecto, Docente FAPyD UNR E-mail: alfilipo@gmail.com
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Resumen
Este ensayo comienza con un trabajo de seminario de doctorado sobre el estudio de fronteras, desde el cual me acerco por inquietud a tres situaciones de conflictos en los espacios de frontera. Desde ellas indagaré sobre algunos de los sentidos de un límite: el muro. El cual solemos naturalizar en nuestra vida cotidiana, incluso en mi campo disciplinar la arquitectura, como hacedor de espacios, considerándolo como algo dado. Llegando a no poder nombrarlo como tal, como un límite de nuestros espacios; y mucho menos aun a interrogarlo desde el rol de quien lo produce como producto de sus propios valores. Planteándonos así una cuestión a considerar al problematizar sobre los sentidos de este límite: considerar que hay alguien detrás de lo producido. Con el sentido de poder mirarle a la cara a esa figura aparentemente ausente que va trazando con sus límites los nuestros; o al menos, el sentido de lo dado, en el proyecto de esos espacios en constante tensión a los que llamamos: nuestras ciudades. Palabras claves: espacios - conflictos – tensión – productores - sentidos - limites - muros ciudades
Abstract
This test begins from a work of seminar of doctorate on the study of borders, from which I approach for worry three situations of conflicts in the spaces of border. From them I will investigate on some of the senses of a limit: the wall. Which we are in the habit of naturalizing in our daily life, even in my field disciplining the architecture, as steward of spaces, considering it to be something given. Managing not to be able to name it as such, like a limit of our spaces; and much less even, to interrogating it from the role of the one who produces it as product of his own values. Appearing this way a question to considering the problematizar on the senses of this limit: to think that there is someone behind the produced. With the sense of him being able to look at the face, to this seemingly absent figure that it is planning with his limits ours; or at least, the sense of the given thing, in the project of these spaces in constant tension, to which we call: our cities. Keywords: spaces - conflicts - tension - producers - senses - limits - walls - cities
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A modo de introducción (El por qué de trabajar sobre este límite)
Este ensayo comienza a partir de un trabajo de seminario de doctorado sobre el estudio de fronteras, desde el cual me acerco por inquietud a tres situaciones de conflictos en los espacios de frontera.1 Leídos así, al menos desde el repudio generalizado.2 Conflictos desde los que se establecen límites, instaurados muchas veces sin consensos y aun menos con debates; a los cuales es necesario abordar no sólo desde un campo disciplinar, sino desde el acercamiento de toda voz posible.3
1. Titulado: “La construcción de espacios de frontera a través de un muro como límite” para el Seminario de Doctorado: “Estudiando las Fronteras. Miradas comparativas” dictado por la Doctora ARECES, Nidia; en la FHUMyAR UNR, Rosario, agosto y septiembre del 2010. De los autores trabajados en él tomaré algunas conceptualizaciones de frontera. 2. En una nota de la BBC Mundo del 2009 titulada: “Los muros que no han caído, sobre una panorámica de catorce muros que aún siguen en pie”, se puede leer: “Dos décadas después de la caída del muro de Berlín, el mundo sigue plagado de barreras que dividen a países, pueblos y familias de Brasil a Uzbekistán, de Cisjordania a México. Las razones son múltiples: combatir la violencia, la inmigración ilegal o incluso la aftosa, pero el resultado es siempre el mismo: separar y atemorizar” BBC.CO.UK/ MUNDO, Los muros que no han caído, bbc.co.uk/mundo [en línea], 02/11/2009 Web 23/07/2011: http://www.bbc.co.uk/ mundo/internacional/2009/10/091030_muros_primera.shtml 3. “En lugar de uno, «significados múltiples». Tan sólo asumiendo como real esta pluralidad oculta se puede conseguir destruir el fetiche que se condensa en torno a un nombre, un signo, un lenguaje, una ideología” TAFURI, Manfredo, La esfera y el laberinto, “Introducción: El proyecto histórico”, Ed. Gili, Barcelona, 1984, p.11.
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CUADERNOS del Ciesal Desde estas situaciones indagaré sobre algunos de los sentidos de un límite: el muro.4 El cual solemos naturalizar en nuestra vida cotidiana, incluso en mi campo disciplinar la arquitectura, como hacedor de espacios, considerándolo como algo dado.5 Llegando a no poder nombrarlo como tal, como un límite de nuestros espacios; y mucho menos aun, a interrogarlo desde el rol de quien lo produce como producto de sus propios valores.6 Planteándonos así una cuestión a considerar al problematizar sobre los sentidos de este límite: considerar que hay alguien detrás de lo producido.7 Con el sentido de poder mirarle a la cara, a esa figura aparentemente ausente que va trazando con sus límites los nuestros; o al menos, el sentido de lo dado8, en el proyecto de esos espacios en constante tensión, a los que llamamos: nuestras ciudades.9
4. “El grecorromano decide separarse del campo, de la «naturaleza», del cosmos geobotánico. ¿Cómo es esto posible? ¿Cómo puede el hombre retraerse del campo? ¿Dónde irá, si el campo es toda la tierra, si es lo ilimitado? Muy sencillo: limitando un trozo de campo mediante unos muros que opongan el espacio incluso y finito al espacio amorfo y sin fin”. ORTEGA Y GASSET, José, La rebelión de las masas, 1ra ed. 1937, Círculo de Lectores, Barcelona, 1969, p. 105. 5. “La pérdida de certeza que atraviesa la cultura contemporánea lleva a una nueva conciencia de la ignorancia, de la incertidum-bre. El poder preguntarse, el dudar sobre la duda introduce, así una reflexión sobre la reflexividad [...] la formulación de los interrogantes deviene un medio para resistir la simplificación y construir la complejidad” FRIED SCHNITMAN, Dora, (Comp.) Nuevos paradigmas, cultura y subjetividad, Buenos Aires, Paidós, 1994, p. 24. 6. “El discurso arquitectónico no está interesado en interrogarse sobre la arquitectura, sino en reforzar las premisas sociopolíticas derivadas de un modelo particular de arquitectura. De este modo la arquitectura puede actuar como garantía cultural de una serie de cualidades y valores como el orden, la estabilidad, la seguridad, el control, la delimitación, el enclaustramiento, directamente asociados con la particular imagen de la arquitectura de la que depende nuestra cultura”. WIGLEY, Mark, La deconstrucción del espacio, en FRIED SCHNITMAN, Dora, (Comp.) Ibíd., p. 241. 7. “(...) ya no se trata de interpretar el mundo, sino de transformarlo. Ya no se trata de prestarle o de darle un sentido más, sino de entrar en ese sentido (...) En adelante 'transformar' debe querer decir 'cambiar el sentido del sentido' (...) la transformación es una praxis, no una poiesis; una acción que efectúa el agente, no la obra”. NANCY, Jean Luc, El sentido del mundo, Buenos Aires, La Marca Editora, 2003, p. 11. 8. “Sentido ausente (no ausencia de sentido, ni que faltara sentido, potencial o latente). Escribir, acaso, consiste en llevar a la superficie algo así como el sentido ausente, en acoger el empuje pasivo que aún no es pensamiento pero que ya constituye el desastre del pensamiento. Su paciencia". BLANCHOT, Maurice, La escritura del desastre, en NANCY, Jean Luc, Ibíd., p. 5. 9. “Lo que cada época y cada sociedad definen como patrimonio, como cultura propia, no es la representación realista de un territorio y de un modo de construir en él, sino la metáfora de una alianza social. No basta entonces establecer cuáles son los actores que se ocupan de la ciudad; es necesario aclarar cómo realizan sus acuerdos para usarla” GARCÍA CANCLINI, Néstor, México 2000: ciudad sin mapa. Desurbanización, patrimonio y cultura electrónica, Medio Ambiente y Urbanización, Instituto Internacional de Medio Ambiente y Desarrollo – América Latina, año 10, nº 43-44, Jun/Sep, 1993, p. 116.
N°11 / enero-diciembre 2012 / Reflexiones en torno a la ciudad Los muros no solo brotan (A modo de presentación)
Supimos de murallas y muros colosales10, incluso prehispánicos.11 Ciudades ideales y ciudades realizadas ultra fortificadas.12 Anillos que amurallan de distintos modos las ciudades que dejaban a unos y a otros de uno u otro lado del muro. Vimos caer un 3 de octubre de 1989 aquel Muro de Berlín que comenzó a construirse hace hoy 51 años atrás, un 13 de agosto de 1961. Aun así, como dice Eduardo Galeano en su poema; “otros muros han brotado, siguen brotando, en el mundo, y aunque son mucho más grandes que el de Berlín, de ellos se habla poco o nada”.13
Los tres muros considerados (Datos relativos a las historias de sus conflictos)
“A veces los muros manifiestan un poder rayano en la violencia, tienen la facultad de dividir un espacio, transfigurar un lugar y crear nuevos dominios. (…) Simbolizan la separación y vienen considerándose medios de cierre. Relegados a estos roles, los muros sólo se emplean para partir el espacio” Tadao ANDO14
10. Pingyao, fundada en el siglo XIV, parte de la Larga Fortaleza, la Gran Muralla. Destino turístico convocante de China, con sus 12 metros de altura, paredes de 5 metros de espesor y un perímetro de 6.000 metros. O la muralla romana de Lugo, España, del siglo XIII AC, con una longitud de 2.266 metros, ambas declaradas Patrimonio de la Humanidad. 11. En Perú podemos nombrar las murallas de Kuelap, de la cultura preincaica Chachapoya, entre 800 DC y 1470 DC. O en México los muros deTeotihuacán, siglo III DC, considerado como el primer asentamiento planificado en Mesoamérica. 12. Las estudiadas por Francesco di Giorgio Martini, Miguel Ángel o Sangallo il Giovane. La Ciudad del Sol de Campanella. Las medievales Rothenburg, Dubrovnik, Avila, Carcassonne y Siena, aun conservadas en Europa. Cartagena, San Salvador de Bahía, Colonia en Sudamérica o cualquier kasbah del mundo árabe como Kairohuan en Túnez; sólo por nombrar algunas en el tiempo transcurrido. 13. GALEANO Eduardo, MUROS (Saharauis), poema dedicado en repudio al denominado "muro de la vergüenza". Un conjunto de ocho muros defensivos de una longitud superior a los 2.720 km, zona militar con vallas, búnkeres y millones de minas antipersonales, edificado por Marruecos en el Sáhara Occidental con el fin de proteger el territorio efectivamente ocupado, de las incursiones del Frente Polisario, evitando la vuelta de los refugiados saharauis. En el marco de La Jornada, México, 24/04/2006. En Web 23/07/2011: http://textos-miradas-del-mundo.blogspot.com/2008/02/muros-saharauispor-eduardo-galeano-en.html 14. ANDO, Tadao; arquitecto japonés nacido en 1941. Texto extraído de ANDO, Tadao, El Croquis: Tadao ANDO, Revista El Croquis Nº 44+58, Barcelona, 2000, p15.
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CUADERNOS del Ciesal Voy a elegir nombrar ciertos datos sobre las posibles fuentes; dada la diversidad de voces existentes, muchas de ellas acalladas, para contar las historias de estos muros15.
México y los Estados Unidos o... Tijuana y San Diego por Mexicali a Calexico, o al revés; de Nogales a Nogales, o en Ciudad Juarez camino a El Paso; entre Piedras Negras y Eagle Pass, pasando por Nuevo Laredo a simplemente Laredo; con Reynosa o con McAllen; camino a Matamoros o viniendo desde Bronwsville que sería lo mismo; el espacio entre estas ciudades, el inhóspito desierto: la frontera entre México y Estados Unidos hoy tiene un total de 3 mil 200 kilómetros. El gobierno estadounidense ha construido un muro metálico en un tercio de su extensión y se estima que ha invertido más de 2 mil 400 millones de dólares en él para evitar el ingreso de inmigrantes indocumentados provenientes de México y Centroamérica. Las primeras láminas del muro fronterizo comenzaron a aparecer en 1991, pero fue desde 1994, cuando la muralla comenzó a ser construida en la gestión del ex presidente estadounidense Bill CLINTON, cuando Estados Unidos decidió fortalecer la vigilancia bajo la denominada "Operación Guardián". Aunque se oficializo el 26 de octubre de 2006 cuando George W. BUSH firmó la: “Ley del muro” mediante la resolución nº6061 aprobada por la Cámara de Representantes y el Senado de Estados Unidos; un proyecto que partió de los legisladores republicanos con 80 votos a favor y 19 en contra, pensado como muestra extrema de su intención por frenar la inmigración ilegal. Estimando que en Estados Unidos vivían unos 11 millones de mexicanos y que la mitad habría ingresado ilegalmente, con esos datos, el congreso norteamericano aprobó la iniciativa que preveía la construcción de un muro de 1.200 kilómetros de largo, a través de los estados de Texas, Nuevo México, Arizona y California, y con un costo inicial de 2.000 millones de dólares. Ese muro que en rigor –en forma de gigantescas alambradas, zanjas, casetas de vigilancia y también paredes de hormigón– ya existían en varios tramos de la frontera, como dijimos, desde la década de los noventa. BUSH declara: "Tenemos la responsabilidad de aplicar nuestras leyes y proteger nuestra frontera"16 reconociendo con seguridad que “la nueva ley protegerá al pueblo estadounidense y hará que las fronteras 15. BOCCARA reflexiona sobre las categorías que utilizamos, “nosotros” occidentales, para hablar y construir el Otro” y se interroga “¿estamos definitivamente encerrados en el orden de nuestro propio discurso?” Contestándose que efectivamente lo estamos “al no interrogarnos suficientemente sobre ciertas categorías que aparecen en los textos que utilizamos como fuente de los datos, prolongamos sin saberlo el etnocentrismo”. En BOCCARA, Guillaume, Mundos Nuevos en las fronteras del Nuevo Mundo, En Nuevo Mundos, Mundos Nuevos, Debates, 2001, p. 159-191. ARECES propone incorporar también la figura del viajero: “ese sujeto que hace un viaje en el cual está presente el retorno, para transmitir palabras y recrear imágenes de lo que se ha visto, imaginado o soñado” en ARECES, Nidia, Imágenes de una frontera en el corazón de la América del Sur. De las Partidas Demarcadoras hispanoportuguesas a las vísperas de la Guerra del Paraguay, en Fernández, Sandra [y otros] (Eds.), Derrotero del viaje en la cultura: mito, historia y discurso, Prohistoria, Rosario, 2008, p. 165-182. 16. BBC.CO.UK/MUNDO, Bush promulga ley del muro, bbc.co.uk/internacional [en línea], 26/10/2006 Web 23/07/2011:
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sean más seguras".17 En el 2005 ante la posible promulgación de la ley el presidente de México, Vicente FOX QUESADA dice: “Estados Unidos, un país democrático, un país de libre comercio, me parece que opta por medidas que no son muy actuales y que no tienen que ver con el mundo de hoy, el mundo globalizado en cual todos participamos”18 Horas después de que su colega estadounidense promulgara la ley, el mandatario mexicano sube un poco el tono diciendo que este plan "va totalmente en contra de una nación que se precia de ser abierta y que ha luchado por derribar otros muros, como el de Berlín”, y que la medida es también "una muestra, quizá, de la incapacidad de Estados Unidos de ver el asunto de la migración como un asunto de corresponsabilidad, como un asunto que corresponde a los dos países".19 En el 2003 se avanzo en la construcción del llamado "muro virtual", un sistema de vigilancia de alta tecnología para reducir el contrabando en la frontera, basado en una serie de dispositivos como detectores infrarrojos, cámaras, radares, torres de control y sensores de tierra que propendían hacer más eficiente el control del límite entre ambos países. Sin embargo “Frontera Segura”, como se llamó a este sistema fue cancelado en su construcción en enero de 2011. La secretaria de Seguridad Interna, Janet Napolitano, anunció la cancelación de la polémica valla virtual en la frontera de Estados Unidos y México, alegando problemas técnicos, los grandes costos y los retrasos en el programa desde su creación en 2005.20 Hoy en algunas zonas de la frontera no sólo hay un muro, sino tres vallas metálicas que impiden cualquier tipo de contacto a través del mismo. Su altura promedio bordea los 4 o 5 metros de altura y la guardia nacional no deja de patrullar las zonas fronterizas. Por su parte a mediados de 2008, el gobierno de México despenalizó a los migrantes indocumentados. Eliminó las sentencias de diez años en la cárcel que la ley solía prescribir y ahora se refiere a los extranjeros que entran ilegalmente al país como “irregularidades administrativas”. En una política algo distinta a la de los Estados Unidos. Hoy hay, por cierto, un modo algo más seguro de migrar: pagar a un coyote, conocido también como pollero. Los coyotes cobran a los migrantes un alto precio por transportarlos por tierras desconocidas. Carlos SOLÍS, coordinador de El Hogar de la Misericordia en Arriaga, dice que el precio de los coyotes por el paso entre Arriaga, Chiapas e Ixtepec, Oaxaca, es de mil pesos, unos 75 dólares.21
http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/international/newsid_6088000/6088516.stm 17. ELCONFIDENCIAL.COM, Bush firma la ley que autoriza la construcción de un muro en la frontera con México, Portal El Confidencial [en línea], 26/10/2006 Web 23/07/2011: http://www.elconfidencial.com/noticias/noticia_18512.asp 18. ELSIGLODEDURANGO.COM.MX, Rechaza Vicente Fox muro fronterizo, Portal El siglo de Durango, [en línea], 14/02/2005 Web 23/07/2011: http://www.elsiglodedurango.com.mx/noticia/63420.rechaza-vicente-fox-muro-fronterizo.html 19. ELMUNDO.ES, México califica de 'vergüenza' y 'error' el muro en la frontera aprobado por Bush, Diario El Mundo [en línea], 27/10/2006, web 20/08/2011: http://www.elmundo.es/elmundo/2006/10/26/internacional/1161896697.html 20. REGIONSIETE.COM.MX, EU cancela la construcción de un ‘muro virtual’ en la frontera con México, Portal de Noticias Región 7 [en línea], 15/01/2011 Web 23/07/2011: http://www.regionsiete.com.mx/2011/eu-cancela-la-construccion-de-unmuro-virtual-en-la-frontera-con-mexico/ 21. REBELION.ORG, La doble moral de Calderón y la tragedia de los migrantes centroamericanos, rebelion.org/noticia [en línea], 29/12/2008 Web 23/07/2011: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=78109
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CUADERNOS del Ciesal También se sabe de una nueva atracción turística: cruzar la frontera de EEUU haciéndose pasar por ilegal. Los indígenas mexicanos de la etnia Hnahnu, en el centro de México, han hallado una nueva manera de sacar dinero. La iniciativa se creó con el propósito de "generar empleo para que las personas de la comunidad no tengan que emigrar hacia los Estados Unidos en busca de oportunidades y para concienciar a los turistas del fenómeno migratorio" comenta Luis Santiago HERNÁNDEZ, uno de los líderes comunitarios e impulsores del proyecto.22 Una ley promulgada por la gobernadora de Arizona, Jan BREWER, en abril de 2011, autoriza la construcción del muro a través de donaciones privadas y contempla la aportación del trabajo físico de reos estatales para la edificación del mismo.23 Santiago O’DONNELL escribe en una nota titulada: un monumento a la intolerancia24: “No es ninguna novedad que la economía de los Estados Unidos depende de la mano de obra ilegal para bajar costos en los sectores agrícolas y de servicios. Todas las semanas decenas de trabajadores en Texas, Arizona y California son levantados de los campos en plena cosecha, o de los McDonald’s donde limpian baños, subidos a un ómnibus del servicio migratorio y depositados del otro lado de la frontera mientras su familia permanece en Estados Unidos, los chicos en el colegio, la patrona en la casilla de chapa y madera que construyeron al llegar, y el marido del otro lado de la frontera, a merced de los contrabandistas de personas, gastando sus últimos ahorros mientras espera el momento para volver a reunirse con sus seres queridos. En los últimos 30 años la población mexicana en Estados Unidos se ha multiplicado 14 veces y ya suma 11 millones, sin contar parientes nacionalizados y nada indica que la tendencia vaya a cambiar. El año pasado más de medio millón de mexicanos, junto a otros miles de centroamericanos emigraron a los Estados Unidos, la gran mayoría de manera ilegal”. Todos los días los trabajadores migrantes mexicanos que viven en Estados Unidos envían dinero a sus familias, remesas, por más de 24 millones de dólares; según el Consejo Nacional de Población. DELGADO WISE dice: “Es posible sostener que la migración opera, sin proponérselo y sin que sea parte de la agenda de los migrantes, como un soporte crucial del engranaje neoliberal, confiriéndole un cierto cariz de “estabilidad” y, paradójicamente, un “rostro humano”. A nivel macro las remesas sirven para prolongar la vida de un modelo de desarrollo que muestra ya signos de insustentabilidad, y a nivel micro fungen como un paliativo de la pobreza y marginación, en tanto implican una transferencia de recursos sin vínculos sólidos con el ahorro, el mejoramiento de la capacidad productiva y el crecimiento económico”.25 22. 20MINUTOS.ES, Nueva atracción turística: cruzar la frontera de EEUU haciéndose pasar por ilegal, Portal digital 20 minutos.es [en línea], 28/09/2006 Web 23/07/2011: http://www.20minutos.es/noticia/157170/0/mexico/frontera/turistico/ 23. “Arizona puso en marcha una página de Internet en la que pide donaciones privadas para completar la valla fronteriza que separa su territorio de México, en una nueva polémica iniciativa de este estado estadunidense considerado pionero en las medidas más duras -y controvertidas- contra la inmigración."¿Parece esto una frontera segura?", se pregunta la página de Internet www.buildtheborderfence.com en su inicio” en JORNADA.UNAM.MX, Busca Arizona fondos para valla fronteriza, Diario La Jornada versión digital [en línea], 21/07/2011 Web 23/07/2011: http://www.jornada.unam.mx/2011/07/21/ politica/022n2pol 24. PAGINA12.COM.AR, Un monumento a la intolerancia, Por Santiago O’DONNELL, Diario Pagina12 versión digital [en línea], 26/10/2006 Web 23/07/2011: http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-75202-2006-10-27.html 25. DELGADO WISE, Raúl y MÁRQUEZ COVARRUBIAS, Humberto, La migración mexicana hacia Estados Unidos a la luz de la integración económica regional: nuevo dinamismo y paradojas, Revista Theomai Nº14, 2do semestre 2006 [en línea], web 20/08/2011: http://www.revista-theomai.unq.edu.ar/numero14/ArtWise.pdf
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El Congreso y los gobiernos de Barack OBAMA y de su predecesor George W. BUSH incrementaron los gastos de seguridad interna en 183.6 % entre el año fiscal 2002 al 2010, de 19 mil 500 millones de dólares a 55 mil 300 millones según dos nuevos informes del Instituto de Políticas de Migración (MPI). En 2010 fracasó el proyecto Dream Act, que buscaba legalizar a miles de jóvenes indocumentados que llegaron de niños a Estados Unidos, demostrando que incluso hasta en los mínimos paliativos la relación entre ambos países no parece tener buen rumbo.26 Un reporte oficial de la Secretaría de Gobernación de México, señala que en los últimos 17 años, han muerto más de 5 mil inmigrantes indocumentados en su intento por cruzar la frontera, las cifras seguramente son mayores.
Favelas de Río en los morros de Janeiro “Más abajo, en la Ciudad Maravillosa, la de la samba y del carnaval, la situación no está mejor. La idea, ahora, es rodear las favelas con un muro de cemento armado de tres metros de altura. Tuvimos el muro de Berlín, tenemos los muros de Palestina, ahora los de Río. Entretanto, el crimen organizado campea por todas partes, las complicidades verticales y horizontales penetran en los aparatos del Estado y la sociedad en general. La corrupción parece imbatible. ¿Qué hacer?” Se interroga el escritor José SARAMAGO27 Sin espacio abierto hacia a donde expandirse, en una ciudad casi cercada entre las selváticas colinas y el mar, las favelas se extendieron sobre las laderas boscosas de los morros, muchas veces con construcciones sin fiscalización técnica y con dos o más pisos. La Rocinha, la mayor favela de la ciudad, habitada por unas 200 mil personas y donde se proyecta el mayor trecho del muro, es uno de los ejemplos más claros, done las construcciones sólo cesaron ante un límite natural como un peñasco. Parte del grave déficit habitacional propio del país, de casi 8 millones de viviendas, según las estimaciones más conservadoras: las oficiales. Uno de los grandes problemas con los que se encuentra el gobierno del estado brasileño de Río de Janeiro, desde donde se quiere evitar la expansión sobre los restos del Bosque Atlántico. En el 2004 la entonces gobernadora de Río, Rosinha MATHEUS aprueba la construcción de un muro de cemento para “contener la violencia y el crecimiento de las favelas” según sus propias palabras.28 Para el arquitecto rosarino radicado en Brasil y autodefinido urbanista latinoamericano Jorge Mario JÁUREGUI “es desde todo punto de vista inadmisible que autoridades responsables de la conducción de 26. ELFINANCIERO.COM.MX, Endurece 11-S medidas migratorias, [en línea], Diario EL FINANCIERO, 24/08/2011, web 24/08/2011: http://www.elfinanciero.com.mx/index.php/internacional/39330 27. SARAMAGO, José; Raposa do Sol, en Otros cuadernos de Saramago, [en línea], Otros cuadernos de Saramago, blog personal, 03/2009, web 20/08/2011: http://cuaderno.josesaramago.org/2009/03/30/raposa-do-sol/ 28. LANACION.COM.AR, Levantan muros en las favelas de Río para frenar su expansión, Agencias Reuters, EFE y AFP, Diario LA NACION, [en línea], 30/03/2009, web 20/08/2011: http://www.lanacion.com.ar/1113452-levantan-muros-en-las-favelas-de-rio-para-frenar-su-expansion
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CUADERNOS del Ciesal las políticas públicas del Estado y de la Ciudad de Río de Janeiro, hagan demostraciones públicas de su desconocimiento de cuestiones básicas relativas a los graves conflictos socio-económicos que la sociedad carioca viene evidenciando desde hace ya mucho tiempo”. 29 En marzo de 2009 se anuncia que un muro de 3 metros de altura rodeará las favelas de Río. El actual gobernador del Estado de Rio de Janeiro, Sergio CABRAL, informa que la decisión se fundamenta en la necesidad de proteger a los bosques del avance de las favelas. La construcción se ha comenzado en la sureña favela Santa Marta y antes de fin de ese año calculan construir 11 kilómetros de este muro de hierro y concreto que cercará a 9 favelas.30 El director de la Empresa de Obras Públicas del estado de Río de Janeiro, Icaro MORENO, dice que se trata de una contención ambiental para evitar más deforestación en el ya devastado Bosque Atlántico, un ecosistema que ocupaba buena parte de la costa brasileña sobre el océano y que ya perdió 93% de su superficie: "El límite era virtual y ahora es físico. Como nuestra casa cuando compramos un terreno y lo delimitamos a través de muros para indicar 'esto de aquí es mi parte'. Lo que el Estado hizo es decir: si lo atraviesas o quiebras, estarás infringiendo el patrimonio público", ilustra el funcionario.31 "La alcaldía está intentando hacer un control urbanístico defendiendo el ambiente", reflexiona José Hilario DOS SANTOS, presidente de la Asociación de Moradores de Santa Marta.32 Según CABRAL, gobernador de Río de Janeiro, las críticas son "demagogia pura"; mientras que José MIRALLES, presidente del Consejo Vecinal de Rocinha expresa que: "En el 2002 y en el 2004 se planteó la idea de levantar empalizadas como respuesta al recrudecimiento de la violencia dentro y fuera de las favelas. Es inútil que Cabral pretenda camuflar el proyecto invocando la protección del medioambiente".33 Para Maciel LAPORTTA, ex comandante del Batallón de Operaciones Especiales (BOPE). "Los principales beneficiados serán los propios vecinos. Con la barrera en pie, habrá menos operativos dentro de la favelas y por consiguiente, menos víctimas inocentes". En cuanto a la capacidad de los narcotraficantes de Rocinha de sabotear el proyecto, Laportta considera que las bandas de Comando Vermehlo y de Amigos de Amigos (ADA) se han debilitado a causa 29. Agregando; “pienso que la sola mención de la idea de "amurallar" las favelas es para avergonzar a cualquiera, mucho más a quien fue uno de los impulsores del programa de urbanización denominado Favela Barrio, que consiste justamente en buscar articular las áreas informales (favelas) con las áreas formales de la ciudad. Lo que implica básicamente la idea de construir canales de conexión (no de desconexión, como sería un muro) entre las partes excluidas de los beneficios de la urbanidad y el resto de la ciudad”. En CAFEDELASCIUDADES.COM.AR, Favelas en la ciudad: articular, no separar. Los muros de la vergüenza (II) por Jorge Mario JÁUREGUI, en Sección Tendencias - Política de las ciudades, Revista digital Café de las Ciudades, año 3, Nº 19, 05/2004 [en línea], web 20/08/2011: http://www.cafedelasciudades.com.ar/tendencias_politica19.htm 30. TARDESGRISES.WORDPRESS.COM, Otro muro de la vergüenza, ahora en Brasil, por Maximiliano Saavedra, Portal digital TARDES GRISES, [en línea], 30/03/2009, web 20/08/2011: http://tardesgrises.wordpress.com/2009/03/30/otro-muro-dela-verguenza-ahora-en-brasil/ 31. IPSNOTICIAS.NET, AMBIENTE-BRASIL: Muro carioca perforado de críticas, por Fabiana Frayssinet, Agencia de Noticias Inter Press Service (IPS) [en línea], 03/04/2009, web 20/08/2011: http://ipsnoticias.net/print.asp?idnews=91729 32. IPSNOTICIAS.NET, Ibíd. 33. ELMUNDO.ES, Río de Janeiro lanza un plan para construir muros en torno a las favelas, por Ramy WURGAFT, Diario El Mundo [en línea], 12/04/2009, web 20/08/2011: http://www.elmundo.es/elmundo/2009/04/11/internacional/1239467372. html
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de las guerras que emprenden por el control de la favela. Y asegura: "En los últimos meses perdieron a más de veinte efectivos y en su lugar han tenido que reclutar a niños que no saben manejar un arma. Aunque pactaran una tregua, no están en condiciones de oponer resistencia".34 La escuela de samba "Unidos da Botafogo" envía una carta a la ONU, denunciando el plan de "levantar guetos en el corazón de Río".35 La Asociación de Vecinos de La Rocinha y la Federación de Favelas de Río de Janeiro, estableció al menos una tregua. El gobierno aceptó la propuesta de los vecinos de La Rocinha de sustituir los muros por una combinación de trechos de senderos ecológicos, con barandas para las personas que se desplazan con dificultad, pistas para patines y bicicletas y plazas con juegos infantiles, alternados con tramos de muros de sólo 90 centímetros de altura. Los paredones altos sólo se erigirán en las zonas con riesgo de deslizamientos. La Asociación también propuso desplegar guardias forestales de la comunidad para fiscalizar que se respeten los límites establecidos. "Todo muro es separatista", dijo en una entrevista el presidente de esta comunidad, Antonio FERREIRA DE MELO.36
Los partidos de San Isidro y San Fernando El partido de San Isidro construye una división para separarse del partido de San Fernando por “cuestiones de seguridad”. Durante la Semana Santa del 2009, un martes siete, se comienza a construir un muro que pretender extenderse unos mil 600 metros de largo dividiendo los partidos en la calle Uruguay a la altura del barrio Villa Jardín y el Barrio privado La Horqueta; con una altura de 3 metros de alto, construyéndolo hasta la mitad con cemento y en la parte superior con rejas. El muro impedirá que los habitantes del barrio Villa Jardín puedan cruzar por cuatro calles al barrio de La Horqueta, donde 33 propietarios reclamaron la instalación de una pared con rejas para evitar que pasen ladrones de un lado a otro de la calle Uruguay, que es la actual división de esos partidos. El muro "no es contra de los vecinos de San Fernando ni del municipio, ya que somos amigos", declara Posse a las radios América y Continental, además de explicar que la medida se enmarca en un plan de seguridad que incluye patrullajes policiales y cámaras de seguridad.37
34. ELMUNDO.ES, Ibíd. 35. ELMUNDO.ES, Ibíd. 36. IPSNOTICIAS.NET, AMBIENTE-BRASIL: Favela sustituye muro por senderos ecológicos, por Fabiana Frayssinet, Agencia de Noticias Inter Press Service (IPS) [en línea], 03/05/2009, web 20/08/2011: http://ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=92357 37. DIARIO PERFIL.COM, Levantan un muro entre San Isidro y San Fernando para "proteger a los vecinos" de la Horqueta, Diario Perfil [en línea], 08/04/2009 Web 23/07/2011: http://www.perfil.com/contenidos/2009/04/08/noticia_0009.html
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CUADERNOS del Ciesal Gustavo POSSE lleva diez años ininterrumpidos como intendente de San Isidro. Y ya promediando su tercer mandato, lleva un apellido emblemático en la gestión pública, pues su padre, Melchor, también fue allí intendente, y por cinco períodos. Para Gustavo, quien decidió tomar la medida de construirlo: “el muro de San Isidro se politizó”.38 Por su parte, el secretario de Gobierno de la segunda comuna, Víctor INGRASSIA, antes de confirmar la medida tomada por la Justicia al respecto, considera que la construcción del muro es "una locura" y advierte que la estructura para separar los distritos "no es política de seguridad, sino política electoral". Ingrassia dice: "este muro es un obstáculo a la libre circulación entre dos distritos, por ejemplo, a la gente que va al colegio provincial que está en San Isidro y tiene un dejo facistoide" y recuerda que la zona de Villa Jardín "no es una villa de emergencia, sino un barrio catastrado" marcando que "las personas que quedaron a ambos lado del muro son personas de la misma condición social".39 El ministro de Seguridad Carlos STORNELLI se expresa diciendo que “el municipio no tiene jurisdicción sobre la vía pública para cercar barrios y dividir gente” y señalando que “pensar que de un lado hay buenos y del otro lado hay malos, es una locura”.40 Beatriz SARLO escribe en una nota; “distinguen entre espacio público y privado, ya que, en efecto, las casas de La Horqueta tienen portones altos y rejas, pero los vecinos no quieren que una medida del intendente de San Isidro convierta su seguridad en pretexto del acto flagrante de segregación que se vio en todas las pantallas. Se incomodan por el hecho de que las insondables diferencias de ingreso y la blindada segmentación social los muestren, ante los ojos de todo el mundo, como hipotéticos beneficiarios de una barrera que separa a ricos de pobres”.41 El 9 de abril del 2009 el juez de menores Nº 1 de San Isidro, Fernando CARDADEIRO, da a lugar un recurso de amparo presentado por San Fernando y ordena paralizar la construcción del muro.42 Esa misma mañana en tanto la Justicia ordenaba que cese su construcción, los vecinos de San Fernando derriban la mayor parte del muro levantado entre ese distrito y San Isidro.43 "Queremos que se solucione el problema de la inseguridad, pero no de esta manera. Esta es una salida política"44, afirma uno de los vecinos del privado barrio de San Isidro. 38. LANACION.COM.AR, Para Posse, el muro de San Isidro se “politizó", Agencia DyN y Télam, Diario LA NACION, [en línea], 30/03/2009, web 20/08/2011: http://www.lanacion.com.ar/1116531-para-posse-el-muro-de-san-isidro-se-politizo 39. DIARIOUNO.COM.AR, Los vecinos derribaron el muro entre San Isidro y San Fernando, Sección País, Diario El Mundo [en línea], 09/04/2009, web 20/08/2011: http://www.diariouno.com.ar/pais/-20090409-0037.html 40. M24DIGITAL.COM, “Esta no es la solución, ha sido un error del intendente Posse”, Portal digital M24 [en línea], 10/04/2009, web 20/08/2011: http://m24digital.com/2009/04/10/esta-no-es-la-solucion-ha-sido-un-error-del-intendente-posse/ 41. DIARIO PERFIL.COM, El debate por la inseguridad. El muro, por Beatriz SARLO, Diario Perfil [en línea], 12/04/2009 Web 23/07/2011: http://www.diarioperfil.com.ar/edimp/0355/articulo.php?art=13801&ed=0355 42. 24CON.ELARGENTINO.COM, La Justicia ordenó detener la construcción del muro, por Redacción 24CON, Portal digital 24con [en línea], 10/04/2009, web 20/08/2011: http://24con.elargentino.com/conurbano/nota/18860-La-Justiciaorden%C3%B3-detener-la-construcci%C3%B3n-del-muro/ 43. DIARIOUNO.COM.AR, Op. cit. 44. 24CON.ELARGENTINO.COM, Op. cit.
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El 14 de agosto de 2011 el intendente de San Isidro, Dr. Gustavo POSSE, obtiene un amplio triunfo en las elecciones primarias, abiertas simultáneas y obligatorias, en las que más de 200 mil sanisidrenses eligieron los candidatos que se presentarán en las generales de octubre para ocupar cargos ejecutivos y legislativos nacionales, provinciales y municipales. "Esta elección fue la mejor que hicimos en San Isidro, pero hoy no se ganó nada, porque el voto que elige a los representantes es en octubre, esa será la verdadera elección", dice el jefe comunal, quien encabezó la única lista de la Unión para el Desarrollo Social (UDESO) en San Isidro, cuyo slogan de campaña fue: San Isidro es distinto.
Al hablar de espacios (Algunas conceptualizaciones sobre la noción de frontera)
“Desde la distinción que separa al sujeto de su exterioridad hasta las divisiones que localizan objetos, desde el hábitat (que se constituye a partir del muro) hasta el viaje (que se construye con base en el establecimiento de una "otra parte" geográfica o de un "más allá" cosmológico), y en el funcionamiento del tejido urbano y en el del paisaje rural, no hay espacialidad que no organice la determinación de fronteras”.45 Michael DE CERTEAU “(...) —como argumenta SEMPER— nunca fueron las paredes las que definieron el espacio”.46
En los conflictos vemos a los sujetos uno frente a otro; quizás sosteniendo una definición de lo que pensaríamos que es una frontera, entendida como una línea que divide dos sociedades, pero ¿puede ser sólo eso una frontera? ¿O quizás es límite de otros espacios, o incluso un espacio en sí misma? GASCÓN47 observa que “el concepto de frontera es usado a veces como metáfora, a veces como concreción geográfica, a veces como sinónimo de un límite y a veces como espacio de hibridación”. BOCCARA48 cuando cita los estudios norteamericanos de la década del ochenta, nombra “un espacio 45. DE CERTEAU, Michael, La invención de lo cotidiano, Deslindes, Cap. IX “Relatos de espacio”, Ed. Universidad Iberoamericana, Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente, México, 2000, p. 135. 46. Dice WIGLEY refiriéndose a “Los Cuatro Elementos de la Arquitectura” de Gottfried Semper; en el sentido de que “la arquitectura no es un cerramiento físico, es un cerramiento cultural”. En FRIED SCHNITMAN, Dora, (Comp.) Op. Cit. 47. GASCÓN, Margarita, La frontera en Arauco en el siglo XVII: recursos, población, conocimiento y política imperial, Fronteras de la Historia, Vol. 8, Bogotá, 2003, p. 165 - 66. 48. BOCCARA, Guillaume, Op. Cit., p. 159-191.
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CUADERNOS del Ciesal imaginado, inestable y permeable de circulación, compromiso y lucha de distintas índoles entre individuos y grupos de distintos orígenes”, superando la idea del límite absoluto, la línea que divide aguas. Semejante a lo que plantea ARECES49 “las fronteras tienen que ver más bien con la creación y recreación de sus contactos y vínculos sociales que con los férreos parámetros que delimitan los contornos de los Estados”. Y en ese sentido como resalta ALTAGRACIA ESPADA50 la idea de la frontera como construcción de una línea épica, proyectada a veces con metáforas y otras en su absurda literalidad con la propia muerte. También CIRO51 al estudiar la dinámica andina de migración sostiene que “con el fin de transgredir la idea de un centro y una periferia, al contrario son muchos los centros y las periferias las que pueden llegar a enmarcar un espacio”. Y que esa tensión espacial “permite delimitar los rumbos y alcances de los procesos históricos sobre espacios determinados”. Así lo entiende RATTO52 para quien, lo que subyace en algunos planteos es la necesidad de estudiar la frontera/región como un espacio multicultural, considerándolo “un ámbito de interacción de culturas diferentes”. O postula SHERIDAN PRIETO53 el territorio como “un espacio que, al mismo tiempo, rivaliza con otros territorios” donde “la frontera deja ser un eso que limita o separa la “civilización” de la “barbarie” para concebirse como “territorio imaginado” que se hace y se deshace”. Un hacer y deshacer donde, como arguye BOCCARA54 al habla de la América de la conquista; “todo trabajo de sometimiento consiste precisamente en transformar este límite en frontera”. Anulando el poder nombrarla como espacio en conflicto justamente allí donde, como nos advierte CHAMBERS55 “más que una barrera física, representa la instancia de la autoridad; una autoridad que puede castigar, herir y anular los otros cuerpos”. 49. Argumentando que “fronteras existieron siempre, será sobre todo la irrupción europea en territorio americano la que hace profundizar el proceso de conformación material y simbólica de las sociedades de frontera. De este planteo se deriva que una de las cuestiones que aflora durante el transcurso de esa conformación es la 'otredad' la que, inscripta en el palimpsesto perverso de las identidades coloniales y de su transformación constitutiva en los tiempos independentistas, conforma una especie de fondo virtual al que es indispensable referirse”. ARECES, Nidia, Op. Cit. nota 18. 50. ALTAGRACIA ESPADA, C., Imaginación geográfica y paisaje fronterizo en República Dominicana, en Secuencia Nº 55, enero-abril 2003, p. 157 - 180. 51. CIRO, Estefanía, El Estado en las Fronteras: proceso de avance en el piedemonte chaqueteño 1950-1965, Bogotá, Documento Ceso Nº159, Ediciones Uniandes, 2009. 52. RATTO, Silvia, El debate sobre la frontera en la historiografía americana. La New Western History, los Borderland y su repercusión en “las pampas”, en Boletín de Historia Argentina y Americana Dr. Emilio Ravignani, Nº. 24, Buenos Aires, 2003. 53. SHERIDAN PRIETO, Cecilia, Reflexiones en torno a las identidades nativas en el noroeste colonial, en Relaciones 92, Vol. XXIII, Otoño 2002, p. 77–106. 54. Planteando que “se diseñaron de inmediato dos espacios, tanto reales como simbólicos, que dividían el continente: los espacios conquistados y aquellos no conquistados” y que “para caracterizar estos espacios resulta más apropiado el término de límite que el de frontera, porque el límite es cronológicamente y por lógica lo primero en el sentido de que los elementos que habitaban a los dos lados del límite son concebidos como heterogéneos y en la medida en que” como lo cito “todo trabajo de sometimiento consiste precisamente en transformar este límite en frontera”. BOCCARA, Guillaume, Op. Cit. 55. Agregando; “Más allá de esta lógica punitiva, la frontera se desvela también como una región lábil, porosa: una zona de contacto donde nos encontramos todos expuestos a recorridos de traducción, donde tanto la cultura del que llega como la que acoge están modificadas, traducidas y transformadas”. Aclarando que: “la migración implica un movimiento en el que el lugar de partida y el punto de llegada no son inmutables ni seguros. Exige vivir en lenguas, historias e identidades que están sometidas a una constante mutación”. INTERARTIVE.ORG, INTERVIEW, Polifonía Mediterránea. Entrevista con Iain CHAMBERS, por Herman BASHIRON MENDOLICCHIO, Revista digital Interartive, [en línea], 07/2010, web 20/08/2011: http://interartive.org/ index.php/2010/07/polifonia-mediterranea/
N°11 / enero-diciembre 2012 / Reflexiones en torno a la ciudad Ante la necesidad del muro (Cuestiones interpretativas sobre el límite proyectado)
Las noticias nos in-forman que son cada vez más los muros que se levantan en nuestras ciudades; pero muchas veces sólo son datos sesgados.56 Quedando en nosotros como sujetos el poder leer que en su concepción aparentemente artificial, el muro no brota solo sino porque alguien lo proyecta; y entiéndase, y vale decir lo mismo: lo construye. Ese alguien que consciente/ inconscientemente también decide dónde/cómo instaurarlo, produciéndolo en determinadas situaciones y con sus determinadas in-tensiones. O sea, en el espacio en conflicto; y entendiéndoselo como límite del mismo; o al menos como uno de ellos, entre otros posibles.57 Como vimos, ante la proyección de al menos un límite, la noción de frontera o de los espacios de fronteras son tan variadas como válidas. Por lo que en un primer punto toparnos con la idea de una contradicción en términos sería esperar lo unívoco, tener un punto referencial “previo” para poder marcarnos el “desde donde” o el “con respecto a que” se contradicen o se contradecirán en su posibilidad de ser algo. Sería anular la tensión presente en esa posibilidad de ser algo sin subordinarse a lo dado, sostenida por el valor de lo diverso y por el constante vital conflicto de lo uno o lo otro. Sin embargo entre los datos elegidos para mostrar estos muros, es visible la pretensión de una aparente anulación de toda contradicción por parte de algunos de los sujetos actuantes, quienes conocen siniestramente los opuestos, y pretenden controlarlos a la vez de querer obtener un rédito de ellos. Capaces de establecer un límite absoluto, con los valores de sus estructuras estable-cidas, sus saberes, sus normas, sus legalidades; ante el avance de lo múltiple leído como lo desconocido, lo in-estable, lo i-limitado.58 Necesitando nombrar así la contradicción al momento mismo de aparentemente pretender anularla. Y que es aparente en cuanto a que sostienen el sistema con ella; pues sin soltarse del par dialectico, de lo efímero establecen un mercado, su negocio. Capitalizando por ejemplo las ganancias obtenidas de las remisas en el primer caso, o poniendo en agendas recurrentes congresos sobre el medio ambiente en el segundo, o garantizándose el voto de unos votantes preocupados por su presunta inseguridad, en el tercero de los casos expuestos. Mientras aquello avanza ilegalizado en el espacio propiciado por el actuar censor de quien está también del otro lado del muro, aquel que a su vez jamás dejará ser también: el otro. Allí donde un muro como límite no podrá ser más que un espejo roto, el agua turbia movida tras la caída del cuerpo de Narciso, urdimbre del horror; aquello que ya no permite reflejar ni a uno ni a otro. 56. “Los datos no son informaciones sobre algo, sino intentos de «evidenciar algo». ARÓSTEGUI, Julio, La investigación histórica. Teoría y método, Método comparativo, Crítica, Barcelona, 1995, p. 316. 57. “«Una historia verdadera» no es aquella que se arropa con «pruebas filológicas» indiscutibles, sino la que recoge su propia arbitrariedad, que se reconoce como «edificio inseguro»”. TAFURI, Manfredo, Op. Cit., p.17. 58. Como se interroga STERN: “¿En qué sentido podemos hablar de México? La heterogeneidad regional del país es extraordinaria, incluso notoria. La variedad de lenguajes, contextos étnicos y culturales, economías regionales y culturas políticas locales confunden al turista superficial tanto como al investigador asiduo” Steve STERN, El poder, el patriarcado y los mexicanos pobres: una indagación. Las construcciones y negaciones del saber, La historia secreta del género. Mujeres, hombres y poder en México en las postrimerías del periodo colonial, México, Ed. FCE, 1er ed. 1995, 1999, p.47.
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CUADERNOS del Ciesal Quizás sea por eso que cuando vemos aparecer las dos caras de un muro también debemos mirar las dos caras de una misma moneda. Aquella con la que pagamos caramente el valor por luchar contra el accionar limitador de los productores de este sistema. A la vez que nos corresponde asumir en nuestro rol de productores, la tarea de seguir profundizando los interrogantes sobre los valores que adjudicamos en cada uno de los casos a este u otros límites; en pos de no limitarnos, para no sentirnos limitados.
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N°11 / enero-diciembre 2012 / Reflexiones en torno a la ciudad
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Luis San Filippo, “Espacios en conflicto. Un límite proyectado a través de un muro“. Cuadernos del Ciesal. Año 9, número 11, enero-diciembre 2012, pp 85-103.
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ArtĂculos
N°11 / enero-junio 2013 / artículos
Itinerario de un experto. Privatizaciones. Rol del sindicalismo Dardo Rietti, Caso el derecho analizado: del trabajo Foetray el proceso de construcción de las políticas laborales. Raúl Irigaray Cátedra de Administración Pública Córdoba, 1920-1931
Facultad de Ciencia Política y RR.II. María U.N.R.Belén, Portelli Doctoranda Universidad Nacional de Córdoba, Becaria Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Centro de Estudios Históricos “Prof. Carlos S. A. Segreti” (Unidad Asociada a CONICET). E-mail: belenportelli@gmail.com
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CUADERNOS del Ciesal
N°11 / enero-diciembre 2012 / artículos
Resumen
Este artículo analiza las ideas y la trayectoria de Dardo Rietti, reconocido abogado laboralista que, entre 1920 y 1931, transitó diversas esferas del mundo académico y el ámbito burocrático de la provincia de Córdoba. Se estudia la constitución de un perfil profesional vinculado al derecho laboral, analizando la formación de esta especialidad y su relación con las políticas laborales del Estado provincial Palabras claves: expertos, Estado, derecho laboral, políticas laborales, Dardo Rietti
Abstract
This paper analyses the ideas and the trajectory of Dardo Rietti, a recognized labor lawyer who, between 1920 and 1931, occupied different positions in the academic and the state of the province of Cordoba. We study the setting up of a professional profile related to labor law, analyzing the formation of this speciality and his relationship with the labor policies of the State. Keywords: experts, State, labor law, labor policies, Dardo Rietti
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CUADERNOS del Ciesal
N°11 / enero-diciembre 2012 / artículos
“Detrás de los rasgos sensibles del paisaje, de las herramientas o de las máquinas, detrás de los escritos aparentemente más fríos y de las instituciones aparentemente más distanciadas de los que las han creado, la historia quiere aprehender a los hombres.”1
I. Introducción
Desde finales de la década de 1970, los historiadores comenzaron a percibir las insuficiencias explicativas de los trabajos dedicados al estudio de una larga duración despolitizada, postulando la necesidad de emprender un retorno al fenómeno político. Esto no implicó una reactivación de la historia convencional, puesto que se operó una compleja redefinición del concepto de hecho político que le otorgó un significado más amplio que el que se le adjudicaba tradicionalmente, donde quedaba circunscrito prácticamente a las relaciones formales de poder. Así, el objeto de estudio se desplazó desde la política hacia lo político, conformando un dominio amplio, plural y múltiple, que incluye todo tipo de relaciones de poder en diversos ámbitos de la realidad.2 En este marco, los historiadores sociales comenzaron a desarrollar un renovado interés por el estudio de lo político como un espacio de gestión de la sociedad global, lo que se tradujo en el análisis del Estado como un factor crucial en la estructuración del conjunto social. Durante las décadas del 1950 y 1960, la institución estatal era concebida como un producto de la división de clases o el régimen de acumulación económica, lógicas macro-sociales exteriores e independientes que actuaban como poderosos mecanismos sistémicos que determinaban su forma y contenido.3 Hacia 1970, los estudiosos comenzaron a considerar a los Estados como actores importantes en la configuración de las normas que regulan las relaciones sociales. Ello condujo a evaluar su grado de autonomía en relación con otros actores del mundo social, indagando en su capacidad para desarrollar esfuerzos independientes en el proceso de elaboración de políticas.4 En consecuencia, la investigación histórica del Estado se deslizó hacia el complejo entramado de instituciones y actores que inciden en la toma de decisiones y contribuyen a definir su capacidad de intervención en la esfera socioeconómica. Ello otorgó relevancia al estudio de las trayectorias de los agentes estatales, en un esfuerzo por captar las racionalidades y motivaciones que subyacen la acción de quienes influyeron en la elaboración de las políticas públicas. En tal sentido, Theda Skocpol sugirió que la aparición de las iniciativas reformistas respondió a la necesidad 1. Marc BLOCH, Introducción a la Historia, México D.F., Fondo de Cultura Económica, 2002 [1949], p. 30. 2. Guy BOURDÉ y Hervé MARTIN, Las Escuelas Históricas, Madrid, Akal universitaria, 1992, pp. 256-258; Darío G. BARRIERA, “Por el camino de la historia política: hacia una historia política configuracional”, en Secuencia, núm. 53, México D.F., 2002, pp. 163-196. 3. Ernesto BOHOSLAVSKY y Germán SOPRANO (eds.), Un Estado con rostro humano: funcionarios e instituciones estatales en Argentina: de 1880 a la actualidad, Buenos Aires, Prometeo, 2010, p. 13. 4. Theda SKOCPOL, “Bringing the State Back In: Strategies of analysis in Current Research”, en Peter EVANS; Dietrich RUESCHMEYER y Theda SKOCPOL, Bringing the State Back In, Cambridge, Cambridge University Press, 1985, pp. 3-43.
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CUADERNOS del Ciesal del Estado moderno de mantener el control y el orden en períodos críticos de cambios y conflictos sociales. En dichas circunstancias, fueron los funcionarios los encargados de poner en marcha las nuevas estrategias y políticas, a partir de los recursos administrativos de la información y la competencia profesional que podían movilizar en áreas de actuación concretas y en momentos históricos determinados.5 Estas perspectivas de abordaje del Estado coinciden con el interés de la historiografía contemporánea por revalorizar el carácter activo y reflexivo de la acción humana. Desde una concepción estructurista, los historiadores postulan la interacción causal y constantemente reajustada entre un conjunto de disposiciones y recursos de los sujetos sociales y las restricciones estructurales que condicionan pero no sobredeterminan sus comportamientos.6 Así, la afirmación de Bloch que encabeza el artículo adquiere plena vigencia, puesto que las nuevas corrientes historiográficas no pretenden dar cuenta del Estado como un fenómeno anónimo y englobante, dotado de una lógica propia e independiente de las pretensiones, decisiones y acciones de los individuos.7 El nuevo desafío consiste en reconstruir las experiencias, las prácticas y las representaciones de los actores sociales, dotados de capacidad y libertad para desarrollar su acción dentro del conjunto de reglas que los limitan. De esta manera, la historia se singulariza, en un intento por captar las racionalidades y las estrategias que ponen en práctica los individuos en los intersticios de las estructuras en las que están insertos. En la producción historiográfica nacional, durante los últimos años se produjeron importantes investigaciones que resaltaron el papel de los intelectuales y grupos profesionales en tanto elites estatales, cuyos saberes y conocimientos especializados les permitieron elaborar estudios y diagnósticos que guiaron el diseño de las políticas sociales implementadas por el Estado. Eduardo Zimmermann analizó los desarrollos intelectuales que impulsaron el surgimiento de un movimiento de reforma social entre los grupos liberales argentinos y sus repercusiones en la arena política durante el período comprendido entre 1890 y 1916.8 Otro corpus de investigaciones procuró explicar la constitución de las políticas sociales atendiendo a la formación de las agencias estatales de intervención social y la formación de cuerpos profesionales. Así, los trabajos de Ricardo González Leandri fueron decisivos para el estudio de las políticas sociales, sus instituciones y funcionarios en el área de la salud, destacando la importancia de analizar el proceso de constitución, diferenciación y especialización del cuerpo médico respecto del poder político.9 Por su parte, Ricardo Salvatore reflexionó sobre la configuración de instituciones, dispositivos y agentes de control social a través del análisis de la compleja interrelación entre los criminólogos positivistas y el poder estatal en torno a la interpretación de la cuestión social y la elaboración de políticas sociales durante las primeras décadas del siglo XX.10 Más recientemente, un grupo de investigado5. Theda SKOCPOL, “Bringing the State… cit., p. 9. 6. Beatriz MOREYRA, “La historia hoy: reflexiones en torno a la explicación histórica”, en Revista de la Junta Provincial de Historia de Córdoba, núm. 16, Córdoba, 1997, pp. 15-27; Julián CASANOVA, La historia social y los historiadores ¿Cenicienta o princesa?, Barcelona, Ed. Crítica, 1991, p. 45; Jacques REVEL, Un momento historiográfico. Trece ensayos de historia social, Buenos Aires, Manantial, 2005, p. 18. 7. Jürgen KOCKA, Historia social y conciencia histórica, Madrid, Marcial Pons, 2002, pp. 66-74. 8. Eduardo ZIMMERMANN, Los liberales reformistas: la cuestión social en la Argentina, 1890-1916, Buenos Aires, Editorial Sudamericana/Universidad de San Andrés, 1995. 9. Ricardo GONZÁLEZ LEANDRI, Curar, persuadir, gobernar. La construcción histórica de la profesión médica en Buenos Aires, 1852-1886, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Centro de Estudios Históricos, 1999; Ricardo GONZÁLEZ LEANDRI, “Miradas médicas sobre la cuestión social. Buenos Aires a fines del siglo XIX y principios del XX”, en Revista de Indias, vol. LX, núm. 219, 2000, pp. 421-435; Ricardo GONZÁLEZ LEANDRI, “Madurez y poder. Médicos e instituciones sanitarias en la Argentina a fines del siglo XIX”, en Entrepasados, núm. 27, Buenos Aires, 2005, pp. 133-152. 10. Ricardo SALVATORE, “Sobre el surgimiento del estado médico-legal en la Argentina (1890-1940)”, en Estudios Sociales,
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res comenzó a analizar la relación entre el desarrollo de conocimiento social, la evolución del Estado moderno y la conformación de grupos técnicos o burocráticos vinculados al mismo.11 En línea con estas perspectivas, el presente artículo procura explorar la relación entre la producción de conocimientos especializados sobre la sociedad, la formación de los expertos encargados de aplicarlos y la construcción de políticas sociales en la provincia de Córdoba, focalizando en la constitución del derecho laboral en el período comprendido entre 1920 y 1931. Para ello, se analizan las ideas y la trayectoria de Dardo Rietti, reconocido abogado laboralista que, durante la primera mitad del siglo XX, transitó diversas esferas del mundo académico y del ámbito burocrático. Mediante el análisis de la trayectoria de Rietti se pretende comprender la constitución de un perfil profesional vinculado al derecho del trabajo, poniendo énfasis en la formación de esta especialidad y su relación con las políticas laborales del Estado provincial.
II. El surgimiento de la cuestión obrera y las primeras políticas sociales A finales del siglo XIX, la Argentina se incorporó al mercado internacional como país productor de materias primas para exportación, alentada por las inversiones externas y la masiva llegada de inmigrantes europeos que aportaron su mano de obra. En el marco de la participación del espacio pampeano en el modelo agroexportador, la provincia de Córdoba experimentó profundas transformaciones en su estructura económica y demográfica. La producción agropecuaria creció de manera progresiva y la actividad comercial se incrementó notablemente. En consonancia con la expansión económica, se produjo un gran aumento de la población de la provincia, debido a las modificaciones en la tasa de crecimiento vegetativo, la intensidad que adquirió el fenómeno migratorio interno y, en menor medida, el saldo inmigratorio extranjero.12 Este proceso alentó la instalación de ciertas industrias vinculadas a los bienes de consumo y la construcción, todo lo cual originó una transformación gradual de la organización técnica y social del trabajo.13 año XI, núm. 20, Santa Fe, primer semestre 2001, pp. 81-114. 11. Federico NEIBURG y Mariano PLOTKIN (comps.), Intelectuales y expertos. La constitución del conocimiento social en la Argentina, Buenos Aires, Paidós, 2004; Jimena CARAVACA y Mariano PLOTKIN, “Crisis, ciencias sociales y elites estatales: la constitución del campo de los economistas estatales en la Argentina, 1910-1935”, en Desarrollo Económico, vol. 47, núm. 187, Buenos Aires, octubre-diciembre 2007, pp. 401-428; Hernán GONZÁLEZ BOLLO, “Ciencias sociales y sociografía estatal. Tras el estudio de la familia obrera porteña, 1899-1932”, en Estudios Sociales, año IX, núm. 16, Santa Fe, primer semestre 1999, pp. 19-39; Hernán GONZÁLEZ BOLLO, “La cuestión obrera en números: la estadística socio-laboral argentina y su impacto en la política y la sociedad. 1895-1943”, en Hernán OTERO (ed.), Modelos y representaciones del espacio y de la población, siglos XIX-XX, Buenos Aires, Siglo Veintiuno Editores, 2004, pp. 331-381; Hernán OTERO, Estadística y Nación. Una historia conceptual del pensamiento censal de la Argentina moderna, 1869-1914, Buenos Aires, Prometeo, 2006; Germán SOPRANO, “Del Estado en singular al Estado en plural. Contribución para una historia social de las agencias estatales en la Argentina”, en Cuestiones de Sociología. Revista de Estudios Sociales, núm. 4, La Plata, 2007, pp. 19-48; Ernesto BOHOSLAVSKY y Germán SOPRANO (eds.), Un Estado con rostro humano… cit. 12. Beatriz MOREYRA, “El crecimiento económico y las condiciones de vida material en Córdoba en la primera década del siglo XX”, en Cuadernos de Historia, núm. 52, Córdoba, Junta Provincial de Historia de Córdoba, 1994, pp. 7-28. 13. Ofelia PIANETTO, Industria y formación de clase obrera en la ciudad de Córdoba, 1880-1906, Córdoba, Universidad
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CUADERNOS del Ciesal En términos generales, la sociedad cordobesa experimentó durante estos años una sostenida expansión económica. Sin embargo, los beneficios no se difundieron de manera equitativa entre los diferentes sectores sociales, lo que generó una amplia gama de necesidades insatisfechas.14 Así, en las primeras décadas del siglo XX, la provincia de Córdoba contempló el surgimiento de la denominada “cuestión social”, término que definía un vasto conjunto de problemas sociales resultantes de los procesos de modernización y crecimiento económico.15 El hacinamiento habitacional, la propagación de enfermedades y epidemias, el aumento de la pobreza y la difusión de los llamados “males sociales” constituyeron las primeras manifestaciones de la cuestión social, derivadas de la explosión demográfica y el desarrollo urbano. Estos problemas estaban estrechamente imbricados con la situación del mundo del trabajo, en la medida en que formaban parte de sus propios desajustes.16 En efecto, los bajos salarios, las extensas jornadas de labor y las malas condiciones laborales contribuyeron a agravar la situación material de los trabajadores. De este modo, la cuestión obrera se planteó de manera paralela a los desajustes causados por la urbanización y la inmigración. Posteriormente, el incremento de las huelgas, el surgimiento de las organizaciones sindicales y la creciente difusión de ideologías revolucionarias confirieron a la cuestión obrera una mayor complejidad y la colocaron en el centro de los problemas sociales.17 La historiografía provincial ha señalado que, durante el período anterior a la crisis de 1930, el Estado no implementó una política laboral integral, capaz de asegurar una regulación efectiva de las relaciones obrero-patronales y la resolución de los problemas del mundo del trabajo.18 La concepción liberal vigente propiciaba un escaso poder regulador por parte del Estado, pues el cuerpo social era considerado un agregado de individuos racionales, que procuraban su interés sobre la base de relaciones contractuales que establecían con otros.19 En consecuencia, la resolución de la cuestión obrera constituyó un problema complejo para el Estado, pues significaba transgredir la concepción liberal según la cual la relación capital-trabajo era regulada por las fuerzas del mercado e inmiscuirse en un ámbito que permanecía fuera de su esfera de actuación. Estudios recientes han explicado la estructuración de las políticas laborales en la provincia poniendo énfasis en las modificaciones institucionales introducidas durante la primera mitad de la década de 1930.20 En este sentido, se afirma que el desarrollo de un consenso favorable a un creciente intervencionismo estatal en lo social y la vigencia de las prácticas democráticas -que posibilitaron el juego de la competencia partidaria- habrían
Nacional de Córdoba, 1972. 14. Fernando REMEDI, “Crecimiento, modernización y bienestar en Córdoba, 1915-1930”, en Beatriz MOREYRA [et. al.], Estado, mercado y sociedad, Córdoba, 1820-1950, vol. II, Córdoba, Centro de Estudios Históricos, 2001, pp. 189-238. 15. Beatriz MOREYRA, Cuestión social y políticas sociales en la Argentina. La modernidad periférica. Córdoba, 1900-1930, Bernal, Universidad Nacional de Quilmes, 2009. 16. Juan SURIANO, “Introducción: una aproximación a la definición de la cuestión social en Argentina”, en Juan SURIANO (ed.), La cuestión social en Argentina, 1870-1943, Buenos Aires, La Colmena, 2000, pp. 3-5. 17. Juan SURIANO, “Introducción… cit., p. 5. 18. Patricia ROGGIO, “El mundo del trabajo: discurso e instituciones del Estado. Córdoba, 1913-1943”, en Beatriz MOREYRA [et. al.], Estado, mercado y sociedad, Córdoba, 1820-1950, vol. I, Córdoba, Centro de Estudios Históricos, 2000, pp. 379-425. 19. Robert CASTEL, La metamorfosis de la “cuestión social”, Buenos Aires, Paidós, 1997, p. 262. 20. María José ORTIZ BERGIA, “El intervencionismo estatal en el espacio provincial. Construcción de políticas laborales en Córdoba, 1930-1943”, en Población y Sociedad, núm. 16, Tucumán, 2009, pp. 151-186.
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colocado a los problemas del trabajo en el centro de la acción legislativa e institucional, contribuyendo a consolidar la injerencia del Estado en las relaciones laborales. Por su parte, otro conjunto de investigaciones señala que la estructuración de las políticas de mediación estatal en los conflictos entre el capital y el trabajo habría sido resultado de la acción de los gobiernos radicales instaurados a partir de 1936. En este sentido, se afirma que la gestión de Amadeo Sabattini impulsó un notable incremento de la intervención social del Estado e inauguró una mayor capacidad de las instituciones para regular de manera efectiva las relaciones obrero-patronales.21 Pese a la importancia de estos trabajos, se carece de una investigación que focalice concretamente su atención en el estudio del papel de los funcionarios o agentes gubernamentales, analizando su rol en el proceso de elaboración y ejecución de las políticas públicas y destacando la importancia de sus ideas y conocimientos en la definición de las capacidades del Estado para intervenir en la esfera social. Frente a esta situación, la temática abordada en el presente artículo procura ofrecer un modesto aporte que permita atenuar el relativo vacío de estudios sobre la problemática analizada en la historiografía provincial. La investigación de tales cuestiones puede esclarecer aspectos importantes acerca de la manera en que el Estado y los profesionales asociados a la elaboración de sus políticas, crearon y modificaron determinadas prácticas institucionales.22
III. El estudio universitario de la cuestión obrera: los desarrollos del derecho laboral La formación del derecho laboral en Córdoba fue resultado de un proceso complejo, estrechamente vinculado a las características y las transformaciones del mundo académico, las necesidades del poder estatal y los problemas sociales que requerían ciertos saberes específicos para su comprensión y resolución.23 Esta nueva rama del derecho fue incorporada en 1906 al plan de estudios mediante la creación de la cátedra de “Legislación Industrial y Agrícola”.24 Su objeto de estudio comprendía el conjunto de leyes relativas a la condición de los obreros y las obligaciones de los patrones, así como las reglas y principios que regían el funcionamiento de la actividad industrial y agrícola y, finalmente, la legislación orientada a solucionar los conflictos obrero-patronales.25 A principios del siglo XX, la creciente frecuencia y el alto grado de violencia con que se multiplicaron los actos de protesta obrera en las principales ciudades del país, pusieron en evidencia las limitaciones de la estrategia 21. Patricia ROGGIO, “El mundo del trabajo… cit.; Marta PHILP, En nombre de Córdoba. Sabattinistas y peronistas: estrategias políticas en la construcción del Estado, Córdoba, Ferreyra Editor, 1998. 22. Ricardo GONZÁLEZ LEANDRI, Las profesiones: entre la vocación y el interés corporativo. Fundamentos para su análisis histórico, Madrid, Editorial Catriel S.L., 1999, p. 90. 23. María Belén PORTELLI, Saberes modernos para políticas eficaces. Intelectuales, Estado y cuestión obrera en Córdoba, 19061936, Buenos Aires, Prometeo, 2011. 24. Archivo de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales (en adelante: AFDCS), Actas de Sesiones, Año 1906, Tomo 53 A, fs. 10-10v. 25 . Telasco CASTELLANOS, Legislación industrial. Anotaciones elementales, trabajo, Córdoba, Lib. Dante, 1916, pp. 55-59.
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CUADERNOS del Ciesal represiva para contener el avance de dicho movimiento. En consecuencia, los sectores dirigentes comenzaron a buscar nuevas interpretaciones y herramientas alternativas para acabar con el problema que amenazaba el orden público. En este marco, la creación de la cátedra de Legislación Industrial constituyó una iniciativa innovadora, que buscaba propiciar el estudio de tendencias de la sociedad moderna y proporcionar a los gobiernos elementos para la comprensión y la resolución de la cuestión obrera. Puesto que la Universidad era un ámbito de formación de las clases dirigentes, la materia se orientaba al análisis de los desajustes del mundo del trabajo con la finalidad de instruir a los futuros estadistas en el conocimiento de las fuerzas sociales que deberían dirigir y las alternativas más efectivas para la solución del problema social. El primer catedrático de la materia fue Juan Bialet Massé, conocido por su Informe sobre el estado de las clases obreras en el interior de la República, que constituyó una fuente de vital importancia para el proyecto de Ley Nacional del Trabajo redactado por Joaquín V. González en 1904. En 1907, tras el fallecimiento de Bialet Massé, Juan Gualberto García fue designado profesor titular de la cátedra, pese a que carecía de publicaciones y antecedentes que acreditaran una especialización en derecho laboral.26 De hecho, el derecho del trabajo se encontraba en su fase más elemental de desarrollo, lo que derivó en la falta de especialistas para la enseñanza de la materia, la escasez de fuentes locales para su estudio y la ausencia de una demarcación precisa de los límites y contenidos de la asignatura. A ello se sumaba la fuerte orientación profesionalista del sistema universitario, tendiente a privilegiar la instrucción de conocimientos ligados específicamente con el ejercicio de la profesión, desestimando la tarea de investigación. Los métodos de enseñanza e investigación no experimentaron cambios sustanciales hasta la Reforma Universitaria, que inauguró nuevas condiciones que modificaron los mecanismos de producción del conocimiento social y propiciaron la constitución del derecho laboral en un campo intelectual específico. Estas transformaciones se produjeron en paralelo al renovado protagonismo del conflicto obrero durante el período comprendido entre 1917 y 1921, como resultado de la reactivación de la actividad económica tras la Primera Guerra Mundial y las repercusiones de la Revolución Rusa.27 El movimiento reformista promovió una modificación del plan de estudios de la carrera de derecho que concedió una nueva orientación a la cátedra. En 1919, la asignatura cambió su nombre por el de “Legislación Industrial y Obrera” y el programa de la materia introdujo modificaciones claves que revelaron una delimitación más clara y precisa de su campo de estudios. Se eliminaron los contenidos de legislación agrícola dictados hasta entonces y se otorgó prioridad al estudio del derecho del trabajo, en especial, al análisis de las condiciones laborales (el salario, la jornada de trabajo, el descanso, el trabajo de mujeres y niños, el sistema de trabajo a domicilio, las condiciones de higiene y seguridad del trabajo, los accidentes laborales), los sistemas de asociación obrera (el mutualismo, el cooperativismo, el sindicalismo) y la acción estatal en la materia (el sistema de previsión social, los procedimientos para dirimir los conflictos entre el capital y el trabajo y los organismos del Estado encargados de vigilar la aplicación de la legislación laboral).28 Asimismo, la Reforma impulsó la renovación del cuerpo docente, a partir de la redefinición de los criterios y mecanismos para la selección de los profesores sobre la base de la acreditación de méritos, capacidades y com26. Archivo General e Histórico de la Universidad Nacional de Córdoba (en adelante AGHUNC), Serie Documentos, Año 1907, Libro No 64, f. 302. 27. Ofelia PIANETTO, “Coyuntura histórica y movimiento obrero. Córdoba, 1917-21”, en Estudios Sociales, núm. 1, Santa Fe, segundo semestre 1991, pp. 87-105. 28. AFDCS, Comunicaciones Oficiales - Notas de Profesores, Año 1924, Tomo 67, f. 224.
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petencias para el ejercicio del cargo.29 En 1918, Juan Gualberto García renunció a la titularidad de la cátedra y su lugar fue ocupado por Telasco Castellanos. Miembro de una tradicional familia cordobesa, posicionada en el Estado y en el ámbito cultural, Castellanos constituía un profesional capacitado en la materia. Se doctoró con una tesis titulada Las huelgas en la República Argentina y modos de combatirlas y en 1914 asumió la suplencia de la cátedra. Dos años después publicó Legislación industrial. Anotaciones elementales, una obra que reunía los principales contenidos de la asignatura. De esta manera, con la institucionalización del derecho laboral mediante la creación de la cátedra de Legislación Industrial, la Universidad promovió la emergencia de un campo particular de estudios en el ámbito de las ciencias jurídicas y, a su vez, dio lugar a la formación de profesionales especializados en la práctica y la enseñanza de la disciplina.
IV. Dardo Rietti y el derecho laboral Dardo Rietti nació en Santa Fe en 1897, en el seno de una familia de origen italiano. Posteriormente, se trasladó a la ciudad de Córdoba con el fin de realizar sus estudios secundarios. Desde temprano se desempeñó como periodista del diario local La Voz del Interior e integró el “Círculo de la Prensa”, una sociedad formada a finales del siglo XIX por los principales exponentes de las letras locales, que manifestó cierto esfuerzo de profesionalización del oficio de escritor. Al mismo tiempo, desarrolló sus primeras inquietudes intelectuales como escritor de dramas teatrales y ensayos literarios. En 1919, egresó de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales con el título de abogado, iniciando a partir de entonces una progresiva especialización en el campo del derecho laboral:
“Desde mi egreso de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, dediqué especial atención al estudio de la legislación obrera, y aún siendo alumno de tercer año del Colegio Nacional presenté a la Primera Conferencia Nacional de Profilaxis Antituberculosa un trabajo sobre ‘La prensa en la lucha antituberculosa. Su acción en la clase obrera’, en mi carácter de delegado del Círculo de la Prensa. He continuado siempre con esa predilección, procurando especializarme en el estudio de legislación industrial y obrera.”30
Rietti desempeñó la docencia como profesor de Derecho y Economía Política en la Escuela Normal Nacional de Profesores y de Economía Política y Legislación Económica en la Escuela Superior de Comercio. En esta última,
29. Pablo BUCHBINDER, ¿Revolución en los claustros? La Reforma Universitaria de 1918, Buenos Aires, Sudamericana, 2008, pp. 156-164. 30. AGHUNC, Documentos, Año 1923, Libro Nº 96, f. 464.
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CUADERNOS del Ciesal Rietti manifestó su interés por la enseñanza del derecho laboral mediante la creación de un seminario sobre Legislación Obrera y el dictado de un curso de Estadística Obrera.31 En 1923, se incorporó como profesor adscripto a la cátedra de Legislación Industrial y Obrera de la Facultad de Derecho. La resolución del Interventor de la Universidad, Antonio Sagarna, sustentaba tal designación en los méritos del joven abogado, considerando “su especial preparación en el asunto” y sus numerosas publicaciones sobre legislación obrera que demostraban una “consagración inteligente al estudio de dichas cuestiones”, además de su desempeño de cargos docentes y administrativos que tenían directa vinculación con la disciplina.32 En ejercicio de tal adscripción, Rietti dictó clases sobre los regímenes históricos del trabajo, el industrialismo, el derecho internacional obrero, la cuestión social, la comprobación científica de las leyes del trabajo, los accidentes laborales y la doctrina del riesgo profesional, bajo la supervisión de Castellanos como profesor titular.33 En el curso de los años veinte, Dardo Rietti se especializó en el estudio de las enfermedades y los accidentes del trabajo mediante un intenso contacto con los saberes de la medicina moderna. Viajó a Europa para desarrollar cursos de perfeccionamiento en la Clínica del Trabajo de Milán y en el Instituto de Prevención de Accidentes del Trabajo de Berlín.34 En 1924, con el fin de profundizar sus conocimientos sobre las pericias en accidentes del trabajo, se inscribió en la Facultad de Medicina para seguir los estudios Medicina Legal a cargo del profesor Gregorio Bermann.35 El programa incluía el estudio de los accidentes del trabajo, el texto de la ley, la importancia del informe médico, los peritajes y las patologías más frecuentes, así como los trastornos nerviosos post-traumáticos. En el mismo año, asistió al curso de Fisiología Experimental de la Facultad de Medicina, dictado por el profesor George Nicolai.36 Las secciones “Respiración” y “Fisiología de los músculos” de la materia comprendían el análisis del intercambio gaseoso y el mecanismo de la respiración, así como la elasticidad y contractibilidad del músculo, la irritación natural y artificial, y las diversas formas de actividad muscular. Estos tópicos resultaban de particular interés para encarar el estudio de los efectos de la fatiga sobre el cuerpo del trabajador. En 1926, Rietti obtuvo por concurso el cargo de profesor suplente de la cátedra. Dicha prueba implicó el examen de sus antecedentes y de sus conocimientos sobre la materia, para lo cual debió redactar una monografía sobre sindicalismo, disertar sobre la ley de accidentes del trabajo y responder un interrogatorio oral sobre la jornada laboral y el método de enseñanza de la materia. El tribunal resolvió que todas instancias de evaluación habían sido plenamente aprobadas por el candidato, nombrándolo profesor suplente por prueba de suficiencia individual.37
31. Dardo A. RIETTI, “Estadística obrera”, en Revista de la Universidad Nacional de Córdoba, año X, Nº 4-5-6, junio-julioagosto de 1923, pp. 72-90. 32. AFDCS, Asuntos resueltos por el Consejo Directivo, Año 1923, Tomo 57, fs. 215-216. 33. AFDCS, Diplomas, Certificados e Informes y Suplencias, Año 1926, Tomo 94, f. 189. 34. AGHUNC, Serie Documentos, Año 1935, Libro No 133, f. 23v.; Quién es Quién en la Argentina. Biografías contemporáneas, Buenos Aires, Ed. Guillermo Kraft, 1943, p. 666. Hasta el momento no ha sido materialmente posible establecer la fecha exacta de dichos viajes. 35. AFDCS, Diplomas, Certificados e Informes y Suplencias, Año 1926, Tomo 94, fs. 217-218. 36. AFDCS, Diplomas, Certificados e Informes y Suplencias, Año 1926, Tomo 94, fs. 217-218. 37. AFDCS, Diplomas, Certificados e Informes y Suplencias, Año 1926, Tomo 94, fs. 356-358.
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La carrera que llevó a Rietti a la suplencia de la cátedra constituye una muestra de la modificación de la composición social de los docentes universitarios. Su trayectoria puso de manifiesto el ascenso de los sectores medios y su creciente presencia en el ámbito universitario, pues no provenía de los grupos sociales más representativos de la política o la magistratura. El capital social comenzó a constituir un factor secundario para participar en las esferas intelectuales, pues se desarrollaron mecanismos más autónomos de inserción en el mundo académico, vinculados a la acreditación de méritos y competencias para el ejercicio del cargo. Así, el fenómeno de la especialización empezó a otorgar las credenciales específicas para el acceso a la cátedra universitaria, contribuyendo a un proceso de formación y surgimiento de expertos.38 En el curso de la segunda década del siglo XX se produjo una profunda renovación en los métodos de estudio de la ciencia del derecho. El análisis exegético, teórico y abstracto de los códigos legales comenzó a ser reemplazado por un enfoque tendiente a revitalizar el contenido científico de los estudios jurídicos, mediante la incorporación de la doctrina, la jurisprudencia de los tribunales, la legislación comparada y el aporte de disciplinas como la sociología, la economía, la política y la historia. Estas transformaciones se desarrollaron en las distintas ramas del derecho y tuvieron su impacto en la enseñanza y la investigación de la ciencia jurídica en el ámbito académico.39 En la Universidad Nacional de Córdoba, el estudio científico del derecho adquirió impulso a partir del movimiento reformista, que impugnó la tendencia profesionalista del sistema de educación superior y promovió la formación de los alumnos en los principios de la investigación. Bajo el influjo de estos cambios, la cátedra de Legislación Industrial se constituyó durante la década de 1920 en un espacio de desarrollo de la enseñanza práctica y experimental en materia de derecho laboral.40 Como profesor suplente, Rietti implementó el dictado de las clases prácticas y el trabajo de campo, mediante la visita a establecimientos fabriles como la Fábrica de Calzados, el Molino Córdoba y la Fábrica de Fósforos, donde los estudiantes tenían la posibilidad de observar y analizar de manera directa las condiciones de trabajo y la aplicación de las leyes laborales en vigencia.41
38. Carlos ALTAMIRANO y Beatriz SARLO, “La Argentina del Centenario: campo intelectual, vida literaria y temas ideológicos”, en Carlos ALTAMIRANO y Beatriz SARLO, Ensayos argentinos. De Sarmiento a la vanguardia, Buenos Aires, Ariel, 1983, pp. 161-199; Leandro LOSADA, Historia de las elites en la Argentina. Desde la conquista hasta el surgimiento del peronismo, Buenos Aires, Sudamericana, 2009, pp. 207-216. 39. TAU ANZOÁTEGUI Víctor, “Introducción. Peculiaridad del pensamiento jurídico argentino”, en: TAU ANZOÁTEGUI Víctor (coord.), Antología del Pensamiento Jurídico Argentino (1901-1945), Tomo I, Buenos Aires, Instituto de Investigaciones de Historia del Derecho, 2007, pp. 11-35. 40. Este proceso se produjo en un marco más general de cambios y reorientaciones que la enseñanza de la legislación laboral experimentó en el interior del sistema universitario argentino. En la Universidad de Buenos Aires, Alfredo Palacios inauguró durante 1919 los cursos libres de legislación del trabajo. Hacia 1921, la cátedra de Legislación Industrial y Obrera de la Universidad de La Plata, ejercida por Leónidas Anastasi, comenzó a ser denominada “Legislación del Trabajo”. La enseñanza del Derecho del Trabajo cobró mayor importancia cuando Alfredo Palacios ocupó el decanato de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de La Plata, entre 1922 y 1925, con la apertura de seminarios y la creación del Laboratorio de Psicofisiología que procuraba asentar la legislación social y laboral sobre la base de la experimentación científica. Véase: SARDEGNA Miguel Ángel, “Historia de la cátedra de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires”, en: Revista de Historia del Derecho “Ricardo Levene”, Buenos Aires, núm. 33, 1997; STAGNARO Andrés, “Los abogados laboralistas de la Delegación Regional de la Secretaría de Trabajo y Previsión de La Plata, 1948-1955”, en: FREDERIC Sabina, GRACIANO Osvaldo y SOPRANO Germán (coords.), El Estado argentino y las profesiones liberales, académicas y armadas, Rosario, Prohistoria Ediciones, 2010, pp. 169-198. 41. AFDCS, Notas del Rectorado, Comisiones Oficiales, Notas de Profesores, Año 1926, tomo 92, f. 236.
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CUADERNOS del Ciesal Asimismo, Rietti solicitó al Decano la creación de un instituto donde se cultivara el método indagatorio y los estudiantes se iniciaran en la práctica de la investigación científica en el campo de la legislación obrera. Para ello, decidió donar su museo particular de la materia, con la condición de que se habilitara un aula especial en cuyo espacio pudieran realizarse los trabajos prácticos de la asignatura.42 El inventario de la donación incluía láminas, cuerpos plásticos, diapositivas, instrumentos mecánicos y un fichero bibliográfico de la materia, formado por aproximadamente diez mil fichas sobre diversos temas de la asignatura. La donación fue aceptada por la Universidad y el “Instituto del Trabajo Dr. Juan Bialet Massé” comenzó a funcionar en 1929. A partir de entonces, constituyó un apéndice de la cátedra y su actividad se vinculó directamente con la enseñanza práctica de la materia. En su gabinete se desarrollaban las actividades experimentales, mediante la utilización de instrumentos y aparatos que tenían por fin comprobar científicamente las leyes del trabajo. Para Rietti los problemas del trabajo debían ser estudiados mediante la aplicación del método de las ciencias naturales, sobre la base de la observación comparada, sometiendo todas las fases de la cuestión “a la acción poderosa de algo casi tan infinitamente escrutador como el microscopio.”43 Asentando la disciplina en estos estándares de rigurosidad, Rietti manifestaba su optimismo acerca de la utilidad de la enseñanza basada en la experimentación para formar a los futuros dirigentes y postular nuevas soluciones a los problemas del Estado:
“¿Cómo dudar que son las Universidades las más autorizadas para dar su opinión acerca de las reformas a la legislación obrera y las nuevas leyes que por su constante evolución se hacen indispensables hoy en día? ¿Acaso puede sostenerse con ventaja, que la organización del contrato de trabajo, individual o colectivo, la constitución gremial, etc., son derivados puramente de solución política, cuando en realidad son los institutos de estudios superiores que con el sólo anhelo de bienestar general y de la mayor cultura de nuestro país, pueden definir opiniones y orientar soluciones serenas, positivas, eficaces?”44
Las palabras de Rietti constituían un intento por afirmar que la legislación del trabajo constituía una disciplina del derecho cuyos estudiosos podían colaborar directamente con los poderes públicos en calidad de expertos, capaces de comprobar empíricamente la eficacia de las leyes y de elaborar nuevos instrumentos legales científicamente sustentados. Entre las décadas de 1920 y 1930, Rietti logró insertarse en una red de intercambio y comunicación intelectual con otros especialistas e investigadores de la disciplina del ámbito local y nacional. Un aspecto fundamental que contribuyó a este proceso fue la puesta en circulación de los resultados de sus estudios a través de la publicación de libros. En efecto, Rietti se convirtió en un prolífico escritor que logró editar más de una docena de libros sobre la materia.45 También publicó folletos sobre distintos temas de la especialidad: el sindicalismo y el 42. AFDCS, Notas de profesores, Año 1929, tomo 122, fs. 122-122v. 43. AFDCS, Notas de profesores, Año 1929, tomo 122, f. 124. 44. AGHUNC, Documentos, Año 1936, Libro Nº 136, fs. 212v-213. 45. Bibliotecas Obreras (1921), Jurisprudencia del trabajo: tribunales de Córdoba (1923), Jurisprudencia del trabajo: tribunales de Córdoba (1923), Siniestrosis (1923), Cuestiones del trabajo (1924), El sindicalismo y el poder jurisdiccional (1926), La enseñanza universitaria del nuevo derecho (1928), El sindicalismo en Italia. La carta del trabajo (1930), Jurisprudencia del Trabajo (1930), La culpa y las incapacidades en la ley de accidentes del trabajo: jurisprudencia (1931), Enfermedades profesionales, enfermedades del trabajo, jurisprudencia (1933), Instituto del Trabajo: bibliografía de diarios y revistas (1933), Enfermedades profesionales y
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poder jurisdiccional, el trabajo de mujeres y niños, simulación de los accidentes laborales, estadística obrera y otras cuestiones del trabajo. Este formato presentaba menor extensión y circulaba con mayor facilidad, en general difundiendo los contenidos de alguna conferencia o reproduciendo el capítulo de un libro. Asimismo, sus artículos fueron publicados en la Revista de la Universidad Nacional de Córdoba, la Revista del Trabajo, los Anales de la Unión Industrial Argentina y la Memoria de la Bolsa de Comercio de Córdoba y revistas de alcance nacional como el Boletín del Museo Social Argentino, una de las publicaciones más especializadas en la divulgación de temas e investigaciones sobre problemas vinculados a la cuestión social. La participación en las publicaciones periódicas fue un fenómeno que acompañó al gran crecimiento cuantitativo y cualitativo que experimentaron estas revistas desde la década de 1920, constituyendo verdaderos foros donde se comunicaban las novedades científicas y se discutían los temas del momento. Por su parte, las conferencias institucionalizaron una nueva forma de comunicación de los resultados de trabajos e investigaciones. Rietti disertó en las universidades de La Habana, Lima y Santiago de Chile sobre distintos temas del derecho obrero argentino y participó de los ciclos de conferencias organizados en el Instituto del Trabajo, junto con profesionales locales y nacionales como Gregorio Bermann, David Barilari, Ariosto Licurzi, Víctor Peláez y Daniel Antokoletz, entre otros. A todo esto se añadieron los congresos, que constituyeron instancias fundamentales en la comunicación y el intercambio de conocimientos. Rietti asistió al Congreso del Trabajo reunido en la ciudad de Rosario en 1923 y, al año siguiente, participó del Congreso Internacional de Economía Social organizado por el Museo Social Argentino, en una sección dedicada a las cuestiones obreras integrada por reconocidas figuras como Alejandro Unsain, Daniel Antokoletz, Alfredo Palacios y Carlos Saavedra Lamas.46 En 1928, fue delegado de la Universidad en la Tercera Conferencia Económica Nacional, oportunidad en la cual participó en la sección correspondiente a la legislación social y obrera con tres ponencias sobre la codificación del derecho obrero, las reformas a la ley de accidentes del trabajo y la legislación sobre dumping.47 Libros, folletos, revistas, conferencias y congresos no sólo posibilitaron la difusión de la obra de este laboralista. También cumplieron un rol importante en la creación de un entramado de vínculos y relaciones con destacados especialistas nacionales en derecho laboral, lo que facilitó el intercambio de conocimientos y el progresivo reconocimiento de Rietti en distintos ámbitos académicos del país. En particular, estableció una relación cercana con Alejandro Unsain, quien se desempeñó como Director del Departamento Nacional del Trabajo y representante de la Nación en la Organización Internacional del Trabajo. Rietti le dedicó la obra La enseñanza universitaria del nuevo derecho (1928), calificándolo de “maestro y amigo”, prueba de un contacto personal que resultó crucial en la carrera del laboralista cordobés. Rietti adquirió un progresivo reconocimiento en el seno de la opinión pública, lo cual se puso de manifiesto en el lugar que comenzó a ocupar en los periódicos locales de la época. La Voz del Interior documentaba los resultados de sus viajes, daba cuenta de su participación en los distintos congresos científicos y reseñaba el contenido de las conferencias desarrolladas en el Instituto del Trabajo. Durante la década de 1930, este periódico comenzó a incluir en su publicación diversos artículos de Rietti sobre cuestiones obreras y legislación del trabajo, logrando por esta vía trascender el ámbito académico y propagar sus conocimientos hacia un público más general.
del trabajo, jurisprudencia (1933), Prescripción, Opción, Transacción (Jurisprudencia del Trabajo) (s/f ). 46. Boletín del Museo Social Argentino, año XIII, Entrega núm. 40, Buenos Aires, octubre de 1924. 47. La Voz del Interior, Córdoba, 5-7-1928, p. 8.
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CUADERNOS del Ciesal Los saberes de este especialista también fueron valorados por autoridades indiscutibles de la disciplina en el orden internacional. Un interesante ejemplo lo constituye la carta que en 1928 el Director de la Oficina Internacional del Trabajo, Albert Thomas, envió a Dardo Rietti expresando sus comentarios sobre su obra El sindicalismo y el poder jurisdiccional (1926):
“El resumen final sobre el desarrollo del derecho de asociación en la Argentina nos es de mucha utilidad en el Bureau Internacional du Travail, porque aparte de su gran interés seguimos con suma atención el movimiento sindical en su país. Su libro, que revela conocimiento y erudición en la materia, lo incorpora [a Rietti] a la biblioteca del Bureau Internacional du Travail.”48
De esta manera, Albert Thomas, un experto en derecho del trabajo reconocido a nivel internacional, dedicaba elogiosas opiniones sobre el trabajo de Rietti, destacando su calidad científica y su contribución a la materia.
V. Dardo Rietti y el poder estatal: saberes expertos y políticas laborales El progresivo afianzamiento del derecho laboral contribuyó al desarrollo de un proceso de reconocimiento, por parte del Estado, de la importancia de los nuevos especialistas para la interpretación del mundo obrero y el diseño de políticas estatales. En distintas oportunidades, los poderes públicos demandaron sus saberes expertos, ante la necesidad de obtener ideas y argumentos que guiaran y sustentaran la acción del Estado ante el problema obrero. Entre los años 1919 y 1922, Rietti se desempeñó como Director de la Biblioteca Córdoba, lugar desde el cual desarrolló una vasta tarea de extensión cultural mediante la realización de conferencias públicas que contaron con la participación de importantes figuras del ámbito intelectual cordobés, como Ángel F. Ávalos, Enrique Martínez Paz y Julio Rodríguez de la Torre. En dicho período, el conflicto obrero adquirió un renovado protagonismo como resultado de la recuperación de la actividad económica tras la Primera Guerra Mundial y las repercusiones de la Revolución Rusa. En este contexto, el gobierno demócrata de Rafael Núñez aplicó una política represiva destinada esencialmente a la erradicación del anarquismo y la limitación de la actividad gremial. Al mismo tiempo, sancionó un importante cuerpo de leyes sociales (como la ley 2.820 de creación de la Caja Popular de Ahorros y la Oficina de Protección Obrera, la ley 2.784 de jornada de 8 horas y cierre del comercio a las 20 horas, la ley 2.790 de trabajo de mujeres y niños) tendientes a ampliar la intervención del Estado en el problema obrero. En este marco, el Poder Ejecutivo resolvió crear bibliotecas obreras, con la intención de fomentar la instrucción de las clases trabajadoras en principios que alejaran la influencia de las ideas más radicalizadas que amenazaban el orden público. El decreto gubernamental dispuso que el funcionamiento de las bibliotecas obreras 48. La Voz del Interior, Córdoba, 17-1-1928, p. 9.
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dependiese de la Dirección de la Biblioteca Córdoba, por lo que Rietti fue designado encargado de la organización de las mismas. Para Rietti, las bibliotecas ofrecerían un espacio para la formación del obrero en estudios “sanos”, que evitaran la penetración del anarquismo.49 La lectura tenía como fin la orientación del trabajador hacia una cultura superior, educándolo en el conocimiento de “lo bueno” y de “lo útil” como base sobre la cual afirmar su mejoramiento social. En 1921 se inauguraron las primeras dos bibliotecas obreras anexas a las plazas de ejercicios físicos situadas en los barrios Pueblo Nuevo y Talleres. De esta manera, Rietti prestó su colaboración a la obra de gobierno que pretendía contener el avance de las ideologías consideradas disolventes, con la intención de preservar el orden social de estallidos revolucionarios. Durante la gestión del demócrata Julio A. Roca entre 1922 y 1925, los episodios de huelga fueron reiterados, aunque con un menor grado de virulencia. Dicho gobierno volvió a convocar a Dardo Rietti para colocarlo al frente de una nueva repartición estatal: la Asesoría Jurídica gratuita para obreros. El organismo fue creado por decreto del Poder Ejecutivo, como anexo a la Oficina Provincial del Trabajo, con el objeto de brindar consejo y patrocinio a los obreros, ofreciendo las garantías necesarias para la estricta aplicación de las normas legales.50 La obra realizada por Rietti en la Asesoría Jurídica evidenció un vasto conocimiento del derecho laboral puesto al servicio de la protección de los derechos de la clase trabajadora. A menudo elaboró informes y dictámenes solicitados por la Oficina del Trabajo con el fin de aclarar los interrogantes o resolver las dificultades que surgieran de la aplicación de la letra de la norma, guiando y orientando la acción del Estado ante determinados problemas laborales. Una nueva situación que propició la demanda del Estado de saberes expertos en derecho laboral tuvo lugar en 1928, con el retorno del radicalismo al Ejecutivo Provincial y la creación de una comisión especial encargada de estudiar y evaluar la eficacia de las leyes obreras sancionadas por los gobiernos demócratas. Rietti fue designado asesor técnico de la comisión, debido a “su especialización universitaria en materia de legislación obrera.”51 Sus credenciales académicas y el reconocimiento de su competencia profesional en el campo del derecho laboral hicieron que el Estado lo convocara para evaluar el grado de aplicación de las leyes obreras y proponer modificaciones orientadas a mejorar su eficacia. La Voz del Interior saludó con entusiasmo este nombramiento, al que calificó de “acertado” debido a “su especialización universitaria en materia de legislación obrera”.52 La colaboración de Rietti con los gobiernos demócratas de 1919-1925 y la gestión radical abierta en 1928 pone en evidencia sus rasgos de experto. Su presencia en los diversos cargos estatales se fundaba en el entrenamiento académico y la posesión de un conocimiento especializado. Rietti participaba como un profesional calificado capaz de ofrecer saberes específicos para resolver y regular las cuestiones laborales. Afirmaba actuar en nombre de la ciencia y la técnica, prescindiendo de cualquier pertenencia partidaria y trabajando al servicio del Estado en búsqueda del bien común.
49. Dardo A. RIETTI, Bibliotecas Obreras, Córdoba, 1921, p. 9. 50. AFDCS, Diplomas, Certificados e Informes y Suplencias, Año 1926, Tomo 94, fs. 198-199. 51. La Voz del Interior, Córdoba, 5-7-1928, p. 8. 52. La Voz del Interior, Córdoba, 5-7-1928, p. 8.
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CUADERNOS del Ciesal De esta manera, el derecho laboral se constituyó en un espacio de producción de conocimientos al que el Estado podía acudir en búsqueda de expertos, poseedores de un saber específico que otorgaba legitimidad a las políticas públicas. A la vez, el reconocimiento estatal contribuyó a legitimar socialmente a esos especialistas.53 En general, las intervenciones públicas de Rietti propiciaban un intervencionismo estatal a mitad de camino entre el liberalismo ortodoxo y el socialismo, tendiente a asegurar una mejora de la situación de la clase obrera pero alejando todo tipo de conmoción revolucionaria que amenazara la estabilidad del orden social. En tal sentido, buscaba redefinir la orientación adoptada por el Estado en materia de política laboral, indicando a los gobiernos los principios que habían pasado por alto y las soluciones que debían adoptar para resolver los problemas del mundo del trabajo, reformulando las bases de la relación existente entre el Estado y la sociedad. En septiembre de 1930, el gobierno de intervención de Carlos Ibarguren convocó a Rietti para ocupar la Dirección de la Oficina del Trabajo. Ello indica que el Estado ya no solicitaba simplemente su asesoramiento o su participación en algunos espacios marginales, sino que demandaba su presencia para dirigir la institución responsable de implementar la acción estatal en el ámbito laboral. Existen evidencias que permiten señalar que el pensamiento de Rietti guardaba cierta afinidad con los sectores conservadores que se hicieron cargo del poder tras el golpe de Estado. En 1928, el Museo Social Argentino lo comisionó para realizar una misión de estudio relativa a la organización y la legislación de los sindicatos profesionales en Europa.54 En tal oportunidad, la Italia de Benito Mussolini ejerció sobre él una gran atracción por sus políticas frente a los gremios, legalizando sus mecanismos representativos y sancionando sus poderes bajo el ordenamiento del Estado. En una conferencia dictada en octubre de 1930 en los salones del Consulado Italiano en Córdoba, Rietti expuso los resultados de su viaje y resaltó el valor de la organización sindical corporativa. Según su opinión, el Estado, amenazado en las bases de su poder por una corriente gremial cada vez más poderosa, debía regular y controlar a los sindicatos, formalizando sus atribuciones en el ámbito legal. Las diversas fuerzas sociales debían ser agrupadas bajo la eficaz coordinación del Estado, que aparecía como producto de una necesidad colectiva, defendiendo el interés de la sociedad en su conjunto.55 Sin embargo, más allá de la existencia de una sintonía entre las ideas de Rietti y las concepciones corporativas del Gobierno Provisional, su designación como Director de la Oficina del Trabajo se sustentó en su competencia profesional en materia de derecho laboral. Al informar sobre dicho nombramiento, La Voz del Interior reconoció que la “labor intelectual y la preocupación que en la misma ha demostrado el nuevo Director de la referida repartición acreditan la competencia para el cargo y evidencian el acierto que el Interventor ha tenido al designarlo.”56 Por su parte, Los Principios destacó la labor desarrollada por Rietti en la Asesoría de la Oficina del Trabajo, enumeró sus principales méritos académicos en materia de legislación laboral y señaló: “el nuevo presidente de la oficina llega, pues, a ella, con un buen bagaje de conocimientos.”57 Al asumir el cargo, Rietti expuso su programa de acción en una palabra: “trabajar”. La simpleza de la fórmula se apoyaba en la legitimidad propia de un experto. Declaró que ninguna orientación política unilateral animaría 53. Federico NEIBURG y Mariano PLOTKIN (comps.), Intelectuales y expertos… cit., p. 20. 54. AGHUNC, Serie Documentos, Año 1935, Tomo 133, fs. 32 y 39. 55. Dardo A. RIETTI, El sindicalismo en Italia. La carta del trabajo, Córdoba, Biblioteca Córdoba, 1930. 56. La Voz del Interior, Córdoba, 23-9-1930, p. 6. 57. Los Principios, Córdoba, 26-9-1930, p. 3.
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su tarea, pues colocaría sus conocimientos y su acción al servicio del beneficio colectivo. Su gestión se proyectaba como una continuidad de la labor realizada en la cátedra, procurando analizar y resolver el problema obrero “con serenidad y sin apasionamientos”, llevando a la práctica los conocimientos forjados en el ámbito universitario.58 En efecto, a partir de la década del treinta, la condición “técnica” comenzó a adquirir mayor importancia como requisito de la gestión estatal.59 La crisis económica generó una serie de reconsideraciones sobre las funciones del Estado que derivaron en la necesidad de dotarse de funcionarios capaces de definir e implementar las políticas estatales en un sentido más instrumental. Como ha señalado Tulio Halperín Donghi, el Estado encaraba una revisión global de las estructuras institucionales de las que hasta ese momento se había valido para incidir sobre la economía y la sociedad. La creciente complejidad de las tareas que se atribuían al poder estatal reclamaba de sus funcionarios “competencias que no podían ser parte del bagaje común de la clase política.”60 Es probable que su designación al frente de la Oficina del Trabajo haya respondido, además, a la necesidad del Estado provincial de legitimar su política laboral en un contexto de creciente represión al movimiento obrero. Las acciones de Rietti eran ampliamente publicitadas en la prensa local, en artículos que destacaban la preocupación del gobierno por resolver los problemas sociales de los trabajadores. Ello se producía en paralelo al incremento de las detenciones de numerosos activistas sindicales y políticos, especialmente aquellos de procedencia comunista y anarquista.61 Frente a esta situación, la presencia de Rietti otorgaba un sustento “científico” para la formulación e implementación de las políticas públicas, lo que permitía dotar de legitimidad a las acciones del Estado. Durante su gestión, Rietti trató de incrementar la capacidad del Estado de interceder para resolver pacíficamente los conflictos entre obreros y patrones a través de una fórmula conciliatoria capaz de defender los derechos de ambas partes y evitar el perjuicio de sus respectivos intereses. A poco de asumir, instó a los empresarios a no generar conflictos con los obreros, proponiendo que en los casos en que se produjeran concurrieran a la Oficina del Trabajo, donde se solucionarían por medio de consejos de arbitraje.62 Posteriormente, frente a los reclamos presentados por los obreros en la Oficina del Trabajo, Rietti buscó aplicar los mecanismos de conciliación que permitieran prevenir el estallido de conflictos que alteraran la armonía social y paralizaran aún más la ya resentida actividad económica. En octubre de 1930, una delegación del Sindicato de Obreros Panaderos se presentó ante Rietti a fin de denunciar las violaciones a la ley de trabajo nocturno en las panaderías. En tal oportunidad, el Director de la Oficina transmitió a los obreros “sus propósitos de absoluta armonía, y sus deseos de que las reclamaciones entabladas encontraran fácil solución dentro de los resortes legales que eviten 58. La Voz del Interior, Córdoba, 19-12-1930, p. 9. 59. Patricia FUNES, Salvar la nación. Intelectuales, cultura y política en los años veinte latinoamericanos, Buenos Aires, Prometeo, p. 332. 60. Tulio HALPERÍN DONGHI, La República Imposible (1930-1945), Buenos Aires, Emecé Editores, 2007, p. 142. 61. Hernán Camarero ha descrito los tormentos a los que fueron sometidos los militantes anarquistas, comunistas, socialistas y radicales detenidos como resultado de la política de persecución contra los opositores políticos inaugurada durante el régimen de Uriburu; Hernán CAMARERO, A la conquista de la clase obrera: los comunistas y el mundo del trabajo en la Argentina, 1920-1935, Buenos Aires, Siglo XXI Editora, 2007, pp. 163-169. Para una descripción de esta política represiva en Córdoba, véase Ofelia PIANETTO, “Sindicatos y política en Córdoba”, en César TCACH (coord.), Córdoba Bicentenaria. Claves de su historia contemporánea, Córdoba, Centro de Estudios Avanzados, 2010, pp. 217-248. 62. María José ORTÍZ BERGIA, “El intervencionismo estatal… cit., p. 229.
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CUADERNOS del Ciesal en toda forma conflictos que perjudiquen la economía del país.”63 Asimismo, Rietti ofreció su mediación para la resolución pacífica de las diferencias, reuniendo a obreros y patrones en el seno de la Oficinapara contemplar los intereses en cuestión y evitar la suspensión de las actividades del gremio.64 Paralelamente, recibió a una delegación de obreros ladrilleros por el incumplimiento del pliego de condiciones que habían firmado con los patrones, propiciando la organización de sucesivas reuniones entre el gremio obrero y la patronal en aras de conciliar sus respectivos intereses.65 La Oficina del Trabajo desplegó un interés similar en asegurar el efectivo cumplimiento de la legislación laboral vigente, para lo cual se implementó un programa destinado a ampliar la esfera de acción de la repartición. Las frecuentes inspecciones realizadas permitieron corroborar que en algunas localidades de la provincia se hacía indispensable la acción permanente de un inspector que dependiese directamente de la Oficina del Trabajo. Por esta razón, se emprendió la apertura de oficinas seccionales de la repartición en los principales departamentos de la provincia.66 Para Unión y Marcos Juárez se dispuso la permanencia en Bell Ville de un inspector y posteriormente se inauguró una seccional en la ciudad de Río Cuarto, que tendría a su cargo el departamento del mismo nombre y General Roca. Además, se proyectó la instalación de oficinas en Villa María, San Francisco, Marcos Juárez y Villa Dolores. Pese a los esfuerzos, persistieron los principales obstáculos que limitaban la capacidad de la Oficina del Trabajo para hacer efectivo el cumplimiento de las leyes obreras, ya que la repartición continuó careciendo de facultades para ejecutar las multas y la cantidad de inspectores resultó insuficiente. Con el fin de incrementar los efectivos estatales para realizar las inspecciones, Rietti dispuso la colaboración de todo el personal de la Oficina y de la Caja de Protección Obrera. Él mismo participó personalmente en la tarea, viajando de un punto a otro de la provincia para practicar tareas de inspección. De tal manera, el cuerpo de inspectores de la Oficina del Trabajo ascendió a un total de diez, aunque siguió representando una exigua cantidad de efectivos para cumplir de manera eficaz con los objetivos propuestos.67 La ley orgánica de la Oficina del Trabajo establecía que las autoridades y demás empleados de los departamentos de la Provincia podían ser agentes auxiliares de la institución, para suministrar datos y realizar informes cuando el organismo lo solicitara.68 Bajo el amparo de esta normativa, la Oficina requirió la colaboración del personal policial para efectuar las denuncias e inspecciones. Rietti dictó una conferencia ante el Jefe de Policía de la Provincia y los comisarios seccionales sobre la aplicación de las leyes obreras y decretos reglamentos, con el fin de que procuraran asegurar su cumplimiento.69 En concordancia con sus intereses intelectuales, Rietti desarrolló una activa labor tendiente a asegurar el correcto cumplimiento de la ley 9.688 de accidentes del trabajo. Emitió una resolución que regulaba el montaje de andamios para los obreros de la construcción, reglamentó la gestión de los expedientes por accidentes del trabajo en cuanto a la intervención de terceras personas patrocinantes de los obreros, y tendió a dar estricto 63. Los Principios, Córdoba, 10-10-1930, p. 10. 64. Los Principios, Córdoba, 17-10-1930, p. 1. 65. Los Principios, Córdoba, 10-10-1930, p. 10; Los Principios, Córdoba, 18-10-1930, p. 1. 66. AGPC, Gobierno, Año 1931, Tomo 10, fs. 255-256 67. La Voz del Interior, Córdoba, 31-1-1931, p. 9. 68. Luis Alberto DESPONTÍN, Legislación obrera: previsión social, provincia de Córdoba (leyes, decretos y resoluciones en vigencia), Córdoba, Biffignandi, 1934, p. 46. 69. Los Principios, Córdoba, 7-10-1930, p. 7.
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cumplimiento a las disposiciones sobre los libros de jornales y personal que aportaban la documentación para la fijación de las pólizas. A finales de 1930, Rietti efectuó una visita a todos los heridos por accidentes laborales que se encontraban en sanatorios, hospitales y domicilios particulares, con el fin de verificar personalmente si en cada uno de los casos se cumplían las disposiciones de la ley respectiva, si los pacientes eran bien atendidos y si tenían algo que manifestar respecto de su situación desde el punto de vista de la acción que el Estado podía realizar en beneficio de ellos.70 Asimismo, realizó una activa propaganda gráfica a favor de la salud del obrero, mediante la impresión de cinco mil carteles con imágenes y recomendaciones que informaban cómo prevenir diversos accidentes del trabajo y enfermedades profesionales.71 Rietti desplegó una particular preocupación por la situación de la mujer obrera. En este sentido, se encargó de disponer el fiel cumplimiento de los artículos de la ley 11.317 de trabajo de mujeres y niños, en especial aquellos referidos a la protección a la maternidad, que prohibían dejar cesante a la mujer por embarazo o parto y que otorgaban permisos especiales para amamantar. Igualmente, ordenó la realización de un censo de mujeres que trabajaban a domicilio en la ciudad de Córdoba a efectos de contar con una prolija inspección de las condiciones en que desarrollaban sus tareas y establecer el cumplimiento de la ley nacional pertinente. En cuanto a las mujeres menores de edad, la ley establecía su derecho a trabajar bajo la condición de que, aquellas que estaban comprendidas en la edad escolar, hubiesen completado su instrucción obligatoria. La efectivización de esta norma implicaba dejar sin trabajo a innumerables menores de edad que no habían completado su nivel básico de educación. En el deseo de aplicar correctamente la ley, sin agravar la ya crítica situación por la que atravesaba la clase trabajadora, Rietti proyectó la creación de una escuela nocturna para obreras, que les permitiera completar su instrucción primaria sin interrumpir su labor diaria en el taller. La escuela quedó inaugurada a fines de 1930 en el mismo local en el que funcionaba la Oficina del Trabajo. En la fundamentación de su propuesta, Rietti reclamaba la obligación del Estado de asegurar la educación de los trabajadores, pues “no basta velar por el niño y la mujer en la fábrica misma. El Estado debe seguirlos fuera de la fábrica. Educarlos, asegurar su porvenir, instruirlos.”72 El uso de argumentos que propiciaban el intervencionismo estatal para la educación de las clases obreras se combinaba con la introducción de ciertas concepciones higienistas, tendientes a asegurar la salud y el vigor de las futuras generaciones: “Las pobres obreritas de las grandes industrias, pálidas, débiles, que marchitan su belleza y su juventud en el consorcio brutal con el acero, son madres futuras de una generación empobrecida, fisiológica y moralmente.”73 Ello, además, atentaba contra principios defendidos por el pensamiento conservador, pues el sometimiento de la mujer al ritmo de la industria moderna destruía la estructura familiar al provocar el alejamiento de la madre del seno del hogar.74 La Dirección de la Oficina del Trabajo también debió hacer frente a los efectos de la crisis económica. La caída de la demanda externa y de los precios de las materias primas no tardaron en generar un descenso en los ingresos por exportaciones que provocó serias dificultades para el sector agropecuario. En la región sudeste de la provincia, que participaba ampliamente del modelo agroexportador, los productores agrícolas experimentaron problemas para comercializar sus productos, a lo que se sumó el aumento de los arrendamientos y la falta de créditos. Estos problemas repercutieron en el mercado de trabajo, pues la retracción de la actividad 70. La Voz del Interior, Córdoba, 12-12-1930, p. 8. 71. Los Principios, Córdoba, 8-7-1930, p. 2. 72. La Voz del Interior, Córdoba, 29-11-1930, p. 8. 73. La Voz del Interior, Córdoba, 29-11-1930, p. 8. 74. La Voz del Interior, Córdoba, 19-12-1930, p. 9.
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CUADERNOS del Ciesal económica en general provocó una disminución de la demanda de mano de obra y un aumento de la desocupación. Rietti ordenó la distribución de planillas y fichas para medir exactamente el número de desocupados en los distintos departamentos provinciales75 y solicitó pasajes de ferrocarril para facilitar el traslado de braceros.76 Asimismo, dispuso que su repartición elevara semanalmente al Ministerio de Obras Públicas una lista de las personas que solicitaran trabajo, a fin de ubicar a los desocupados en las cuadrillas de camineros o de arquitectura.77 Dardo Rietti concluyó sus funciones en junio de 1931, tras la renuncia de Ibarguren y la consecuente confirmación de su Ministro de Gobierno, Enrique Torino, como Interventor Nacional. Al frente de la Oficina del Trabajo fue nombrado Jorge Núñez, militante del radicalismo antipersonalista cuya designación se fundamentó en intereses políticos y no en su experiencia en materia de derecho laboral: “ha querido el señor Interventor Nacional al ofrecer el cargo, hacer efectiva la colaboración de los partidos políticos que aplaudieron y coadyuvaron al movimiento revolucionario.”78 A partir de entonces, Rietti se retiró de la gestión estatal y se dedicó por completo a la actividad académica.
VI. Reflexiones finales El presente artículo intentó dar cuenta de las ideas y la trayectoria de Dardo Rietti con el fin de explorar la relación entre la producción de saberes, la formación de los expertos encargados de aplicarlos y la construcción de las políticas estatales en la provincia de Córdoba en el período comprendido entre 1920 y 1931. El estudio ha procurado demostrar el modo en que Rietti construyó un perfil de profesional especializado. Su temprano interés por la cuestión obrera lo llevó a dedicar su carrera al estudio del derecho del trabajo, haciendo de la docencia y de la investigación las tareas medulares de su actividad laboral. Encaró su tarea intelectual con gran sistematicidad, combinando el dictado de clases con la redacción de artículos y libros sobre la materia, la participación en congresos y el contacto con destacados profesionales de la especialidad. El poder estatal requirió su colaboración en diversas oportunidades, a partir del reconocimiento de la importancia de sus capacidades técnicas y de sus saberes expertos para la interpretación del mundo obrero y el diseño de políticas públicas. Durante la década de 1920, colaboró con el Estado provincial en la organización de nuevas instituciones dedicadas a la reforma social y la evaluación de la efectividad de la legislación vigente en materia laboral. Este proceso se manifestó con mayor claridad entre 1930-1931, cuando ejerció la Dirección de la Oficina del Trabajo. Desde esta posición, sus esfuerzos tendieron a redefinir la capacidad del Estado para intervenir en los problemas laborales, procurando efectivizar la legislación obrera vigente y brindar un mayor 75. La Voz del Interior, Córdoba, 5-11-1930, p. 9. 76. AGPC, Gobierno, Año 1930, Tomo 6, fs. 564-566. 77. La Voz del Interior, Córdoba, 29-11-1930, p. 10. 78. La Voz del Interior, Córdoba, 19-6-1931, p. 7.
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grado de protección al trabajador. Sin embargo, encontró serias dificultades para cumplir de manera cabal con estos propósitos, constreñido por los condicionamientos de una dinámica política y una estructura administrativa que no alcanzaba a modificar. Tal vez, ello constituye un elemento fundamental para explicar su posterior alejamiento de la arena burocrática. El estudio del itinerario profesional de este experto ha constituido un campo de observación privilegiado para explorar el proceso de constitución del derecho laboral como un ámbito particular de producción de saberes específicos sobre el mundo del trabajo, que propició la formación de un núcleo de especialistas que irían adquiriendo reconocimiento por parte del Estado como poseedores de conocimientos especializados que facilitaron la interpretación del problema obrero y contribuyeron a formular las políticas estatales de intervención social. Pese a las dificultades que el historiador debe afrontar en el intento de captar y reconstruir la experiencia y la trayectoria de los actores históricos, el ejercicio de indagar en el proceso de formación de los funcionarios especializados en asuntos laborales, sus mecanismos de reclutamiento y sus posibilidades de intervención aporta una cantera de nuevas preguntas y claves interpretativas que pueden resultar centrales para comprender el complejo proceso de diseño e implementación de las políticas laborales durante las primeras décadas del siglo XX.
María Belén Portelli, “Itinerario de un experto. Dardo Rietti, el derecho del trabajo y el proceso de construcción de las políticas laborales. Córdoba, 1920-1931“. Cuadernos del Ciesal. Año 9, número 11, enero-diciembre 2012, pp 107-129.
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