Informe Especial de Derechos Humanos en la Comuna Ocho año 2012

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Periódico comunitario de la comuna 8 de Medellín · Año 7 · Edición Derechos Humanos · Enero de 2013 · Distribución gratuita

Este medio es apoyado parcialmente con dineros públicos priorizados por habitantes de la comuna 8 (Villa Hermosa) en el Programa de Planeación Local y Presupuesto Participativo de la Alcaldía de Medellín

¡Que nadie planee por nosotros!


Especial Derechos Humanos Editorial · Año 8 · Edición DDHH Enero de 2013 Publicación mensual Circulamos con 10.000 ejemplares Distribución gratuita

Nuestra forma de entender la seguridad y nuestra apuesta política por lograrla en términos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) nos ha permitido acercarnos a procesos como el Observatorio de Seguridad Humana de Medellín (OSHM), que a su vez, trabaja en la comuna 8 con la población LGBTI y los desplazados asentados en el territorio. Sin duda alguna este acercamiento nos ha posibilitado construir conjuntamente acciones que visibilizan la situación de los Derechos Humanos en la zona. De igual forma, la militancia ejercida por la Mesa de Desplazados y la Mesa de Servicios Públicos de la comuna y por la Mesa Interbarrial de Desconectados, nos han llevado a aproximarnos a las realidades adversas que afrontan los habitantes de la comuna y a comprender cómo se está organizando este grupo de personas que se resisten a ser excluidos, desconectados y revictimizados. Mencionamos a propósito estos cuatro procesos porque son los que dan fundamento a esta edición, sus acciones y formas de intervenir en el territorio permiten que, como en los últimos dos años, podamos presentar un informe sobre la situación de los derechos humanos en la comuna, documento de vital importancia en un momento en el que la reactivación del confl icto armado ha puesto en situación de múltiples vulnerabilidades a la población civil, y en el que instituciones como la Personería parecen deslegitimarse como centros de resistencia y denuncia. Más allá de ofrecer una mirada comunitaria sobre las vulneraciones, las víctimas y los victimarios, esta edición propone una reflexión en torno a los procesos sociales, cómo se ven afectados por la intensificación de la confrontación armada y cómo el tejido social enraizado en el seno de estos colectivos y grupos, se fortalece aunque la intensión, tanto de los grupos ilegales como de las decisiones gubernamentales, sea la de desmembrarlo. Es nuestra forma de denunciar también cómo opera un discurso hegemónico y demagógico en medio de una sociedad de caos y como dispositivo de exclusión y de negación de las luchas y resistencias que, independientemente, agrupan a las comunidades y les ofrecen la posibilidad de expresarse y de militar. Que sea esta la oportunidad para reclamar de la administración municipal, la fuerza pública y los actores armados, respeto por la población civil, legitimidad de los procesos sociales, reconocimiento de sus luchas, denuncias y propuestas y, ante todo, una reclamación por la seguridad comunitaria, como única forma de alcanzar el desarrollo humano integral.

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vision8@ciudadcomuna.org Calle 52A 33-32 · Barrio La Toma 216 8416 / 318 546 0265 Visita: www.ciudadcomuna.org

Dirección Ciudad Comuna Leonardo Jiménez García Dirección Visión 8 Libardo Andrés Agudelo Gallego Redactores Silvia María García A. Mesa Interbarrial de Desconectados Observatorio de Seguridad Humana de Medelín Mesa de Desplazados de la Comuna 8 Jairo Maya Corrección de estilo Ana María Jaramillo Vélez Diseño e ilustración general Yurilena Velásquez López Fotografía Semillero de Reportería Gráfica 2012 Equipo de trabajo Ciudad Comuna Ejecución Corporación para la Comunicación Ciudad Comuna Acompañamiento Diana María Ortega Dirección General de Comunicaciones Alcaldía de Medellín Impresión El Colombiano Foto portada Movilización de las comunidades en contra de la no inclusión de sus propuestas en el Plan de Desarrollo Municipal 2012-2015 - Concejo de Medellín. Por: Leonardo Jiménez García.

Esta edición fue impresa en diciembre de 2012 para cumplir con lo establecido en el convenio 4600043216 del mismo año. Las opiniones expresadas en los artículos son responsabilidad de sus autores, y no necesariamente corresponden a los planteamientos ideológicos de Visión 8.

Este medio es apoyado parcialmente con dineros públicos priorizados por habitantes de la comuna 8 (Villa Hermosa) en el Programa de Planeación Local y Presupuesto Participativo de la Alcaldía de Medellín.

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Violencias contra las mujeres Mitos, realidades y aspiraciones

“Siendo muy joven, un hombre fuerte y diestro, al que nunca le vio la cara, la había tumbado por sorpresa en las escolleras, la había desnudado a zarpazos, y le había hecho un amor instantáneo y frenético. Tirada sobre las piedras, llena de cortaduras por todo el cuerpo, ella hubiera querido que ese hombre se quedara allí para siempre, para morir de amor en sus brazos” Gabriel García Márquez en el libro El amor en los tiempos del cólera

Este querido escritor, galardonado con el Nóbel de literatura, no escapa como tantos hombres –y claro también algunas mujeres- de las trampas de una cultura que maquilla y hasta hace deseable, desde un cuestionable ropaje romántico, la dolorosa experiencia de la violación. En canciones, chistes, coplas, trovas, telenovelas, y claro, en la literatura, se transmiten y refuerzan ideas que justifican de mil maneras las muchas formas de violencia contra las mujeres convirtiendo, en no pocas ocasiones, al perpetrador en héroe, o al menos, en ejemplo de virilidad y valor. Recordemos aquí nuevamente a nuestro macondiano escritor en su novela “Memorias de mis putas tristes”. Las violencias contra las mujeres, y de modo particular las violencias sexuales, son una apremiante realidad y constituyen una inmensa tragedia para

muchas mujeres, niñas y también niños, víctimas anónimas, desconocidas, quienes enfrentan -en no pocos casos- la desolación y la imposibilidad de transformar su dolor y su ira en esperanza. Las violencias contra las mujeres, y de modo particular la sexual, laceran la dignidad de toda una sociedad y tendrían que ser motivo de vergüenza en todos los planos de la vida social. Hoy sin embargo, tras muchos años de palabras sin escucha, muchas mujeres -y hombres también- podemos al menos enunciar y preguntar públicamente por la sinrazón de un drama que día a día hipoteca la alegría y el futuro de tantas mujeres, jóvenes, niñas y niños. Omnipresente, las violencias contra las mujeres, así como el menosprecio y objetivación de las mujeres recorren nuestras casas, el lugar de trabajo, los

Silvia María García A. Directora general Corporación Para la Vida Mujeres que Crean Medellín

medios de comunicación, la calle y los centros educativos. También habita en los textos educativos y en las doctrinas religiosas. Se naturalizan en chistes, mitos, tradiciones y refranes. La violencia contra las mujeres, y de modo particular la violencia sexual, es una realidad incuestionable en nuestra cotidianidad. Visible e ignorada, denunciada y silenciada, demoledora y sutil, ella recorre los pliegues de nuestra piel, de nuestro ser como mujeres. Pero lo que más duele, no es el golpe, el ultraje, es la indiferencia que una buena parte de la sociedad sigue teniendo con lo que le pasa a más de la mitad de su población, pese a que seamos alabadas en canciones, como aquella que dice “mujeres tan divinas”. La violencia contra las mujeres no solo se evidencia en la violación o el maltrato físico pues son sutiles y variadas las formas de violencia. Hoy se acepta y se promulga desde diferentes tratados y convenciones, que todo aquello que contribuya a mantener y reproducir las discriminaciones contra las mujeres es una forma de violencia. La transmisión de patrones culturales y estereotipos caben en este campo de las violencias. Por ello, el imperativo de develar las maneras como en los distintos ámbitos se producen estos procesos de transmisión y reproducción. Nos duelen y conmueven en lo más profundo de nuestro ser, los testimonios, hechos y cifras que dan cuenta de las violencias infringidas contra las mujeres por el solo hecho de serlo. La casa, la calle, el conflicto armado, la guerra, son los escenarios. El esposo, el padre, las mafias, los actores armados ilegales y legales son los victimarios. La violencia sexual, doméstica y socio-política son algunas de las caras de esa medusa descomunal que es la violencia contra las mujeres, las jóvenes y las niñas. Caras y contra-caras de una situación estructural inserta en la médula de una cultura que es indiferente con la víctima y premia –o al menos- justifica al agresor. ¿Cuál es la lógica que perpetúa esta doble situación? ¿Cuáles las razones para tan pobre sanción social frente a un fenómeno que destruye vidas y afecta la democracia? ¿Cuál es, podemos preguntar, el telar que permite crear esta urdimbre de desolación? ¿Dónde están esas manos invisibles que guían los hilos sombríos de este entramado perturbador? ¿Cuál es ese libreto invisible que lleva a mujeres y hombres a asumir unos roles pre-establecidos, a repetir sin descanso unas re-

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Especial Derechos Humanos laciones signadas por el imperativo de la violencia, de unas prácticas de dominación-sometimiento? Con profunda convicción y certeras constataciones históricas, sociológicas, antropológicas, las mujeres -al menos muchas- afirmamos que el causante es un sistema socio-sexual y cultural que se afinca en la superioridad y centralidad de los hombres y en los valores asociados a lo masculino. Con el patriarcado se inaugura la violencia contra las mujeres con la cual perdemos todas y todos, se alejan los valores democráticos y se instaura la violencia como la única vía para resolver los conflictos y ejercer el poder desde una única comprensión: la dominación y el sometimiento. Muchas acciones nacidas de la insumisión de las mujeres han contribuido a cambiar visiones y prácticas frente a la población femenina y han obligado a los gobernantes a asumir acciones y compromisos que disminuyan los factores de discriminación, violencia e inequidad frente a las mujeres. Las violencias, en particular la violencia sexual, no son un tema privado que deba permanecer oculto, como hasta hace muy poco sucedía. Hoy al menos nadie discute que es un delito y su prevención contribuye a la construcción de valores y prácticas democráticas, así como de convivencia humana y ciudadana. No es nuestra pretensión hablar en clave de cifras y estadísticas sobre las muchas formas de violencia contra las mujeres que suceden en la ciudad, la región y el país en general. Sin duda, al menos hoy, las hay en abundancia y son importantes, al igual que necesarias para destacar la dimensión de su ocurrencia en la casa, la calle, el lugar de trabajo, las aulas de formación y hasta lugares tan insólitos como una estación de policía, recordando un sonado caso de violación por parte de un agente de policía a una niña. Sin duda ellas también nos permitirían demostrar la enorme impunidad que existe y con esta, el déficit histórico de justicia frente a tantas vidas y seres lastimados y en muchos casos deformados para siempre. Hoy nos interesa invitar a una reflexión profunda que conjunte corazón y razón para inspirar compromisos éticos, individuales y colectivos en la prevención de las violencias en general y las violencias sexuales en particular, desde todos los lugares en que se desenvuelve la propia experiencia vital, laboral y social.

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Sin duda, ningún ámbito escapa a la ocurrencia de hechos de violencias contra las mujeres. Es incuestionable la incidencia de la violencia en la vida de muchas mujeres cercanas, jóvenes y niñas, afectando sus procesos de confianza y en general disfrute del valor de la propia existencia. ¿Qué hacer? ¿Por dónde empezar? Por fortuna, hoy contamos con herramientas legales y dispositivos institucionales para su prevención, denuncia y sanción. Sin embargo ello no es suficiente, no solo por la distancia entre la norma y la realidad, pues en muchos casos la víctima vive el suplicio de la revictimización, sino también por la pervivencia de prácticas que emanan del dominio de un orden simbólico que autoriza, legitima y naturaliza desiguales formas de valoración para las mujeres y para los hombres. ¿Dominación simbólica? se preguntarán. Si, es aquello que nos permite ver normal lo que es aberrante y está instalado en nuestras mentalidades y en la cultura. Ella por ejemplo se refleja en las risas desprevenidas frente un chiste sexista o de carácter homofóbico, igualmente en comentarios como ¿Usted cómo estaba vestida?, que con una lamentable frecuencia realizan operadores de justicia frente a una mujer violada. No hay duda, las leyes, las normas, las políticas públicas son importantes y desde muchos ámbitos tanto locales, como nacionales e internacionales, las mujeres hemos desplegado nuestra fuerza colectiva para conseguirlas. Por supuesto es ineludible que las conozcamos, difundiéndolas y haciendo exigibilidad frente a su aplicación. Sin embargo, vale preguntar ¿Dónde está la reflexión profunda de una sociedad acerca de las prácticas de violencia edificadas sobre el convencimiento de la inferioridad de la mitad de su población? ¿Qué sociedad es esta que autoriza, premia y da permiso a sus hombres para afincar su reconocimiento y su valer, inflingiendo dolor y daño a mujeres, niñas y niños? Por todo lo anterior entonces, la invitación es a reinventarnos como mujeres y hombres, como docentes, madres y padres, ciudadanas y ciudadanos, para conocer y reconocer ideas y prácticas que sustentan

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la desigualdad entre los géneros, que alimentan preconceptos y estereotipos sexistas y discriminatorios. La prevención de las violencias en general y de la violencia sexual en particular, nace en primer lugar de un si misma y un si mismo que se atreve a romper con los mandatos de género impuestos culturalmente. Como las orugas hemos de mutar hacia nuevas formas de ser y estar como mujeres y hombres, abriendo alas multicolores en la casa y en todos los ámbitos en que se desenvuelve la vida. Contribuir a la constitución de mujeres, hombres, jóvenes, niñas y niños con conciencia de ser sujetos de derechos, pensantes, críticos y propositivos es un


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camino hacia la prevención de las violencias en general y la violencia sexual en particular, pero igualmente puede ser un camino propiciador de la denuncia y la exigibilidad de sus derechos. La tarea no es fácil y tendría que mancomunarse entre muchos sectores: las dirigencias, los medios de comunicación, las iglesias, las organizaciones sociales, el sistema educativo, los docentes, madres y padres de familia así como con el Estado. Aún es largo el camino que falta recorrer para recomponer una sociedad marcada estructuralmente por el uso de la violencia para obtener beneficios y garantizar privilegios y poderes, no solo económicos sino culturales, como sucede con las muchas formas de violencia ejercidas contra las mujeres. Tendremos que transitar hacia el respeto real de los derechos humanos y dentro de estos los derechos de las mujeres y los derechos sexuales y reproductivos. Igualmente hacia novedosas formas de cuidado y protección colectiva que privilegien el valor y significado de cada vida, su cuerpo e integridad, desarrollando un compromiso profundo con la libertad, la diversidad y las diferencias humanas. Las sociedades no son neutrales ni asexuadas.

Especial Derechos Humanos Son escenario de relaciones sociales, políticas y culturales, por esto en ellas se reflejan los estereotipos aún vigentes sobre mujeres y hombres, así como las desiguales relaciones entre unas y otros. Hoy las mujeres en Medellín, Colombia y muchas partes del mundo cantamos y contamos nuevas realidades. Nuestras madres, abuelas, y en general nuestras ancestras, mirarían con asombro y admiración los logros de las mujeres contemporáneas. Nuestro destino -único, inmutable- no son ahora las largas, extenuantes y pocas reconocidas horas de trabajo doméstico entre olores de cebolla, llantos o travesuras de hijas e hijos, ropa sucia esperando unas manos callosas sin más ayuda que otra niña pequeña, aprendiendo el oficio de la sumisión y la invisibilidad. Nuestro cuerpo es ahora realmente nuestro. Antes, ese cuerpo nos era ajeno, objeto de Estados, iglesias, políticas poblacionales. Moldeado por otros, ese cuerpo no era habitado soberanamente por las mujeres. Cuerpo-desposeído, cuerpo-objeto para la reproducción, para el placer masculino, para el sometimiento inflingiendo tortura, para otorgar un supuesto sentido de poder y control dominando ese cuerpo femenino con múltiples formas de violencia o amenaza de la misma. Si, hemos avanzado. Hoy contamos con políticas públicas, como aquí en el municipio de Envigado, con leyes y normas que amparan nuestros derechos. Ya decidimos si queremos o no tener una prole. Hemos encontrado nuestro clítoris y descubierto la potencia de una piel acariciada y el inefable disfrute en unas manos que descubren la geografía de otros cuerpos. Los derechos sexuales y reproductivos acompañan hoy nuestras luchas y son reconocidos como los más humanos de los derechos. Sin embargo no todo es alegría y soberanía plena sobre un cuerpo objeto de prácticas de poder. Las amenazas y controles son ahora diferentes: bulimia, anorexia, ingeniería del cuerpo que mata mujeres, en aras de unos modelos corporales pensados por una poderosa industria que a su paso somete además muchas mentes femeninas a cortos horizontes vitales. Como no hablar también de las nuevas esclavitudes, cuerpos y vidas de mujeres traficados por mafias globales para la industria del sexo, la servidumbre doméstica o el uso y abuso de guerreros en las confrontaciones armadas que no solo se viven en nuestro país. Asunto antes imposible, hoy muchas mujeres aspiran y están presentes en cargos de decisión: en la política, las instancias estatales, la economía. Pero el costo es alto, representado en la masculinización de nuestras vidas, en las dobles y triples jornadas, en el

aumento del estrés y de infartos. La soledad y la estigmatización son en ultimas el precio que pagamos y ciertamente nuestra presencia política y decisoria no hace aún la diferencia, pero no hay que dudarlo, “sin nosotras el mundo sería peor”. Hoy las mujeres sabemos de nuestros derechos, cada vez más reconocidos y amparados por Estados y organismos multilaterales. Ahora somos partícipes del inmenso acervo de conocimiento construido y acumulado por la humanidad, accediendo al sistema educativo, por muchos siglos al margen de las posibilidades de las mujeres. Las violencias contra las mujeres son hoy un asunto público, preocupación no solo de nosotras sino de muchos sectores de la sociedad. Hasta hace poco en Colombia, matar a una mujer, en muchos casos, era un asunto de honor. Lo tristemente lamentable es que en muchos países los crímenes por honor siguen siendo justificados y aplaudidos. Las mujeres nos hemos atrevido a desafiar mandatos milenarios, escritos con dolor en nuestra piel y en nuestras mentes. Pero este ser-siendo, este caminar desafiando un orden simbólico que cruza la historia, las tradiciones, los mitos y las subjetividades es también el clamor, es el deseo, es la aspiración del advenimiento de una nueva realidad para todas y todos, al igual que para la tierra que nos alberga y para la vida. Lo cierto es que aún no construimos la alquimia necesaria para lograr que mujeres y hombres nos encontremos desde el respeto y la autonomía, reconociendo nuestras diferencias en la igualdad, pero más allá de esto lograr con generosidad la convergencia de intereses comunes que a todas y todos nos dignifican, no hacen mejores y porque, no más plenos y felices. Por las venas de nuestras familias, los centros educativos, la ciudad, circulan altas dosis de testosterona. No de otro modo pueden explicarse las prácticas de sociales de violencia que predominan. Por supuesto muchas cosas están cambiando, pero muchas formas de violencia siguen horadando la vida cotidiana, en esa, la esfera doméstica, ya menos ausente de los debates públicos. La violencia sexual contra niñas, niños y mujeres por ejemplo, es sin duda un motivo de vergüenza, no solo por los impactos emocionales y efectos que ella produce, sino por la deficiente y sexista atención psico-jurídica en caso de denuncia y por la alta impunidad que se constata. Estamos a tiempo de examinar las condiciones simbólicas, culturales, sociales y políticas generadoras de violencias, inequidad y exclusión en contra de las mujeres, las niñas y los niños. Tendremos que reinsistir en señalar que el fracaso de reconocernos en las diferencias y de encontrarnos para construir nuevas formas de convivencia entre mujeres y hombres, se traduce en la estructural violencia con rostro de mujer y aquellos considerados los más débiles: las niñas y los niños.

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La problemática de los Servicios Públicos Domiciliarios en Medellín

En Medellín hay 32 mil familias sin servicio de agua potable y 20 mil familias de la energía eléctrica, debido a que no poseen recursos para pagarlas.

En Medellín 35 mil familias no tienen cobertura de redes de servicios públicos domiciliarios por encontrarse en zonas de alto riesgo, en zonas de protección o ubicadas por fuera del perímetro urbano.

Mesa Interbarrial de Desconectados mesainterbarrialmedellin@gmail.com mesainterbarrialdedesconectados.blogspot.com

Los servicios públicos domiciliarios (SPD) son importantes porque determinan el nivel de calidad de vida de la población, sin estos las actividades cotidianas de supervivencia se dificultan y afectan directamente la condición de dignidad de las personas. En la actualidad en la ciudad de Medellín las altas tarifas, el cobro del alumbrado público, la implementación de la energía prepago, la refinanciación de las deudas y mala facturación en las “pilas públicas” representan algunas de las principales problemáticas en la prestación de los SPD.

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También se encuentran problemas relacionados con el acceso a los SPD pues existen barrios enteros que no cuentan con los servicios de acueducto y alcantarillado que presta Empresas Públicas de Medellín (EPM), de modo que para suplir esta necesidad los habitantes de estos sectores han tenido que autoabastecerse, construyendo sus propios servicios de manera artesanal que, aunque con buena intención, no cumplen con unos mínimos estándares de calidad y sanidad. El agua que consumen no es apta para el consumo humano y no llega en suficiente cantidad;

el alcantarillado corre a cielo abierto desembocando en las quebradas sin ningún tipo de tratamiento previo, produciendo graves afectaciones a la salud pública de sus habitantes y del medio ambiente. Las problemáticas relacionadas al goce de los SPD es grave y debe tratarse, no sólo desde una política pública que garantize un mínimo vital de agua, sino considerarse el drama que atraviesan alrededor de 35 mil familias que no tienen cobertura de redes de servicios públicos domiciliarios por encontrarse en zonas de alto riesgo, en zonas de protección o


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ubicadas por fuera del perímetro urbano. El derecho de las comunidades y sectores populares a los SPD está siendo vulnerado debido a las lógicas del neoliberalismo y la privatización. Para diciembre de 2011, la desconexión alcanzó cifras de 32 mil familias sin servicio de agua potable y 20 mil familias de la energía eléctrica. Es así como los servicios públicos domiciliarios son una mercancía a la que sólo pueden acceder aquellas personas que tienen con qué pagarlos. La privatización de estos es evidente actualmente con la prestación del servicio de energía a través del sistema prepago, que deja en constante desconexión a las familias porque si no recargan el contador, no tienen acceso al servicio. Como si fuera poco, para seguir aumentando las ganancias de EPM, a los desconectados prepago, además del costo del kilovatio, les cobran por servicios que no han usado, como la facturación, así no exista factura, o los trabajadores que ahora la empresa no tiene que contratar para leer los contadores. El agua está empezando a ser comercializada también a través del sistema prepago, vendiendo a los habitantes de los barrios más pobres gota a gota a costos muy elevados. Para el último trimestre de 2011 EPM reportó ganancias superiores a 1,5 billones de pesos y el municipio de Medellín recibió 797.500 millones de pesos por concepto de transferencias, pese a ello el número de desconectados es alarmante y ninguna de ambas instituciones intervino. Las soluciones ofrecidas por EPM y la Alcaldía son inmediatistas y superficiales, por un lado se ofrece la energía prepago que se ha masificado rápidamente en los estratos bajos, llegando a más de 80 mil hogares. El experimento, que no ofrece soluciones estructurales, parece satisfactorio. El programa piloto de los servicios de acueducto y alcantarillado bajo la modalidad de prepago se viene aplicando con 293 instalaciones en familias desconectadas. Estos sistemas prepago, disminuirán la cifra de desconectados pero solo en números porque la condición de desconexión es latente y la desvirtualización del agua como un derecho fundamental es el principal riesgo. Por otra parte, el programa ofrecido por la Alcaldía “Litros de Amor” ha sido una solución que no garantiza el derecho, ya que su cobertura no es suficiente y el acceso a este está condicionado por ser parte del programa Medellín Solidaria,

Especial Derechos Humanos calificar en la encuesta del Sisbén nivel 1 y estar a paz y salvo con la empresa prestadora del servicio, lo que es sólo una estrategia para recaudar la cartera morosa y no para garantizar el derecho humano fundamental al agua. Además, destacamos que en el Acuerdo 006 de 2011 se consideraba la progresividad del programa, buscando llegar a cada vez más hogares. Sin embargo esta posibilidad se limita en el Plan de Desarrollo Municipal 2012–2015, donde se instituye que la línea base es de 34 mil, cuando la anterior administración había llegado hasta 33 mil 400 hogares aproximadamente, un esfuerzo corto que demuestra la falta de voluntad política de esta Alcaldía. De otra parte, para el componente de SPD dentro del PDM se asignó una suma de 400 mil millones de pesos, pero además se amarró este recurso a la instalación de redes de gas para 250 mil nuevos usuarios, usando nuestros recursos públicos para extender el negocio de EPM, con los cuales se le ha garantizado una ampliación de este servicio, mientras al agua potable y energía eléctrica, bienes más vitales, se les deja sin ningún tipo de indicador y proyectos dirigidos a la satisfacción de estos derechos. Como comunidades proponemos lo siguiente, para garantizar nuestro derecho humano fundamental al agua: 1. Que se impulse un acuerdo municipal donde se condonen las deudas de los hogares desconectados de agua y energía eléctrica de los estratos 1 y 2, es decir una amnistía, lo cual tendría un costo para la Administración Municipal de aproximadamente 30 mil millones de pesos. 2. Que se aplique una política de mínimo vital de agua potable (acueducto y alcantarillado) y energía eléctrica (130 kw/h) para los estratos 1 y 2 de la ciudad (aproximadamente 300 mil familias). Su costo sería aproximadamente 200 mil millones de pesos anuales, una mínima parte del presupuesto de la Alcaldía de Medellín, valga decir el más alto del país, de 3,2 billones anuales. 3. Que se cree un programa de cobertura de

acueducto y alcantarillado para los asentamientos subnormales, de formas no convencionales y de materiales livianos, tal y como lo afirman los distintos estudios geotécnicos y de suelos que la Administración bien conoce; y que puedan ser construidos y administrados por las mismas comunidades organizadas. 4. Rechazo rotundo a la energía prepago y una exigencia general por la reconexión y la gratuidad de los servicios públicos; exigir condiciones de empleo digno para acceder a los SPD y la vivienda. Recalcamos que los servicios públicos domiciliarios son un elemento esencial para la vida ya que son un bien común y un derecho humano fundamental, ligados a la satisfacción de otras necesidades, por esta razón no pueden seguir siendo manipulados para su comercialización y privatización. Frente al programa “Litros de Amor”, proponemos: 1. Que se amplíe la meta de beneficiarios del Mínimo Vital de agua potable, señalada para el cuatrienio y se extienda a todas aquellas personas que se encuentren clasificadas en estratos 1 y 2. 2. Que si una persona cumple el puntaje del Sisbén estipulado por el auspicio de Mínimo Vital, sea incluida automáticamente dentro de los programas de acompañamiento de Medellín Solidaria, a fin de que puedan gozar del auspicio, pues se trata de familias vulnerables, a las cuales se dirige el Mínimo Vital de Agua potable.

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Informe

Situación de Derechos Humanos Comuna 8 – Villa Hermosa Observatorio de Seguridad Humana de Medellín observatorioseguridadm@gmail.com

1. Antecedentes Medellín ha sido escenario de multiplicidad de violencias ejercidas por diversos actores en el marco del conflicto armado interno colombiano. En los últimos años estas violencias se han venido complejizando en particular en la comuna 8, debido entre otras cosas, a la presencia de actores, no solo vinculados al conflicto armado, sino además del narcotráfico, al manejo de economías ilegales, combos, bandas criminales (BACRIM), paramilitares, etc. Todos ellos, han generado hilos que se entrecruzan en una red que tiene atrapada y victimizada a la sociedad civil y a sus organizaciones. La principal fuente de información para este informe proviene de quienes habitan en esta zona de la ciudad, muchos, por no decir la mayoría de los casos, no coinciden con las cifras institucionales y mucho menos con lo que registran los medios de comunicación masiva, quienes como hemos podido constatar, registran de manera irresponsable los hechos sin una adecuada verificación, sin embargo, la información que estos arrojaron en lo que va corrido el año, fue también insumo para el informe. De lado hemos dejado las cifras institucionales, ya que consideramos que hay suficiente ilustración con los informes que sobre el tema se realizan y que tienen como principal insumo los datos de Medicina Legal, el Sistema de Información para la Seguridad y la Convivencia (SISC), la Policía, Fiscalía, entre otras. El informe que a continuación se presenta, contiene datos cuantitativos y cualitativos sobre los hechos y situaciones de violación a los DDHH de los y las habitantes de la comuna 8, así como de las respuestas sociales y comunitarias gestadas en el territorio como formas de resistencia, registradas por el Observatorio de Seguridad Humana de Medellín (OSHM) durante el 2012.

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Históricamente la vulnerabilidad de las viviendas en la comuna 8 ha sido factor fundam población ha ido acentuándose por problemáticas de índole socio-económico y ambiental d suelos no son aptos. La prestación de servicios públicos del Estado sobre todo en salud ha precaria, limitándose a tres centros de salud que no alcanzan el cubrir en servicios básicos de y prevención de enfermedades cardiovasculares y respiratorias que son las causas de morbilida talidad más frecuente de los habitantes de este territorio. La población de la comuna 8 ha per desde sus inicios a estratos socio-económicos 1 (36%), 2 (40%), y 3 (24%) lo que evidencia vulnerabilidad a nivel económico. Las principales actividades son el comercio de abarrotes, tr público, obreros de construcción, oficios domésticos, técnicos industriales, operarios del secto vigilancia privada. El nivel edu promedio no alcanza a superar ción media y a graduarse en ofi nicos; actualmente el desempleo informal o temporal supera el los que la mujer y los jóvenes so perjudicados/as al igual que las mayores de 35 años. La violencia que afronta la c ha sido producto de dinámicas de la pobreza, la miseria e inequ desembocaron en la creación d llas urbanas del M19, ELN y pa res. Si bien, la comuna ha sido actor de este conflicto, la viole


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se ha generado en este sector de la ciudad, ha tenido sus propias dinámicas, sus propios autores y sus propias causas. En la década de los 70, aparecía de manera incipiente el negocio del microtráfico, hasta que en los 80 y 90 se consolida el negocio del narcotráfico y a la par aparecen también algunas facciones de guerrillas urbanas en algunos sectores de la comuna, de las que, luego del proceso de negociación con el Estado, algunos de sus miembros se desmovilizaron, mientras que otros mutaron a grupos delincuenciales. Posteriormente entre los años 1999 y 2000 se conoce la presencia de grupos paramilitares a través del bloque Metro que entran en confrontación con los reductos que quedaban el ELN, y en el 2002, con el recién creado Bloque Cacique Nutibara. En el año 2003, en el marco de las negociaciones del paramilitarismo con el Estado central se desmoviliza el Bloque Cacique Nutibara y se empieza una época de gran tensión social, porque estos desmovilizados seguían conservando sus estructuras paramilitares y el dominio de las actividades económicas ilegales, pero legitimadas y legalizadas desde el Estado nacional y municipal. En el año 2010 son capturados la mayoría de hombres ligados a estas estructuras criminales. Luego de estos hechos todo el movimiento delincuencial entra en un reacomodamiento de fuerzas en la comuna 8 y llegan nuevos grupos armados a la zona, lo que desata una confrontación armada muy violenta en el segundo semestre del año 2012 ocasionando al momento varias decenas de personas asesinadas (de las cuales la mayoría son jóvenes), familias desplazadas donde la población afro descendiente es la más perjudicada, al igual que muchos de los pobladores a razón de las heridas por balas perdidas.

Especial Derechos Humanos 2. Violaciones a DDHH en la comuna 8 durante el 2012 Vulneraciones a los derechos humanos de la población civil

*Reclutamiento forzado: 440 casos de reclutamiento forzado de niños, niñas y adolescentes. Se tiene noticia de 24 hombres desaparecidos por presiones y amenazas de los grupos armados ilegales. *Allanamientos ilegales: preocupa la reacción de la fuerza pública después de las confrontaciones, pues se han venido generando allanamientos que según los moradores de la comuna son ilegales. Esto se dio a conocer con preocupación al OSHM en el mes de noviembre, al señalar que una persona murió. *Deserción escolar: de conformidad con la información suministrada en la comuna, como resultado de la confrontación armada la deserción escolar llegó a un 40%(1) debido, entre otras cosas, a la imposibilidad de movilizarse libremente ante la existencia de fronteras territoriales. *Extorciones a comerciantes y transportadores: persisten las denuncias sobre esta situación, indicando que: “El sector económico está prácticamente quebrado a causas de las extorsiones, de la poca demanda de servicios y de productos. El sector transportador está que tira la toalla”(2). *Violaciones a DDHH en manos de la Policía: son reiterados los señalamientos hechos en contra de los Grupos Operaciones Especiales de la Policía (GOES), como responsables de maltrato y diversas violaciones a DDHH de la población civil.

*Ausencia de actores claves como la Personería de Medellín: preocupa la falta de acompañamiento de dependencias como la Personería de Medellín, institución, desde donde se realizaba en años anteriores un acompañamiento que daba mayor seguridad a las personas de la comuna, según ellos “la Personería prácticamente se perdió”(3).

Homicidios

Como consecuencia del conflicto se registran 72 víctimas directas del conflicto armado por homicidios, 6 personas han sido víctimas fatales de balas perdidas, todos hombres. El 83% de las personas asesinadas son personas jóvenes, sus edades oscilan entre los 14 y 28 años, el resto son adultos-as. *Violencia mortal hacia las mujeres “Homicidio – Feminicidio(4)”: desde las y los pobladores de la comuna se ha llamado la atención frente al aumento de los hechos de violencia mortal hacia las mujeres, algunos de los cuales se han presentado en el entorno familiar(5) sin que se tenga información exacta frente a si los responsables son o no actores armados o si tenían relación con estos.

Desplazamiento forzado

“Hay desplazamientos en esta zona, hay muchos desplazamientos silenciosos, la gente va saliendo con lo que tiene, con una mochilita para que no vean que se están yendo”. En los últimos trescientos treinta días afirma un poblador que: “trescientos treinta y cuatro hogares han sido desplazadas de estos sectores por los grupos, de éstos núcleos familiares 96 pertenecen a la población afrodescendiente que han sido obligados a desplazarse a otros sitios de la ciudad, creando una discriminación racial en el territorio”. Dentro de las víctimas por desplazamiento forzado se encuentran 32 líderes sociales y comunitarios, las amenazas directas e intimidaciones los coloca en riesgo inminente de desaparición o muerte; sus familias, colectivos y trabajos organizativos no cuentan con ninguna protección.

Desaparición forzada

Durante lo transcurrido del año 2012, en particular en el trimestre mayo-julio, se presentaron hechos de desaparición forzada, así mismo, las organizaciones sociales y comunitarias, líderes y lideresas conocen

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Especial Derechos Humanos la desaparición de personas: “se nos están llevando la gente”. En el territorio la cifra de “personas desaparecidas por presiones y amenazas de grupos armados ilegales, se han tenido noticias, de que son veinticuatro y de sexo masculino”.

Violencias contra las mujeres

*Amenazas y riesgos asociados a la presencia de actores armados legales: las mujeres indican que la existencia de actores armados legales en la comuna no es un factor protector para ellas. Insisten en que “a las mujeres (…) las están conquistando para que entren en los grupos, a otras desde el amor para que sean pareja de alguno, lo que las pone en un riesgo altísimo”(6). Del mismo modo es una amenaza para las mujeres, el riego de reclutamiento forzado de sus hijos-as, pues aunque este es un delito que impacta directamente a las y los jóvenes reclutados, también se victimizan de forma indirecta a sus madres. *Violencias sexuales: se advirtió que recientemente se ha detectado una modalidad nueva de violación o acceso carnal hacia mujeres menores de edad, según la cuál personas de otras comunas o “de otros lugares (…) vienen, les gustan las niñas de la comuna 8, y a través de personas de acá, que venden el cuerpo de la niña, les dan algo en una gaseosa, ellas

pierden el sentido y de esta manera pueden abusar de ellas”(7). Ello también reitera las denuncias sobre la existencia de trata de mujeres, niñas y adolescentes en la comuna. *Desinterés de la administración local en el registro y difusión de datos sobre Violencias Contra las Mujeres (VCM): a las mujeres de la comuna les preocupa la ausencia de registro y seguimiento de los casos de violencias cometidos en su contra, bien sea en el escenario de la confrontación armada o fuera de él. Ellas demandan mayor claridad sobre la existencia o no de estadísticas y en su difusión. así: “¿qué estadística hay?, ¿por qué la Secretaría de Gobierno no nos da claridad?, es más fácil hacer esta entrevista personalizada dentro del territorio, que recibir un informe de Secretaria de Gobierno o de la Secretaria de las Mujeres, además nunca va a ser como tan claro porque hay casos que no se cuentan, no se denuncian y pienso que es mejor hacerlo como lo están haciendo, preguntar, indagar en todo el tema de las mujeres, es importante buscar más allá toda la problemática que sufrimos las mujeres”(8).

Violencias contra la población LGBTI

*Homicidios: todos los casos de homicidio registrados son crímenes LGBTI fóbicos, tanto el Grupo

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LGBT de Antioquia como las mesas LGBTI de la comuna 2 (Santa Cruz), 8 (Villa Hermosa) y 16 (Belén), enfatizan que no se tienen casos por interfobia. *Vulneración al derecho a la ciudad: dentro de las acciones que vulneran el derecho al espacio público se resaltan dos casos de maltrato físico “golpisas” contra hombres homosexuales en la comuna 8, (Villa Hermosa), en inmediaciones del Parque Biblioteca La Ladera. Estas vulneraciones se dan principalmente por demostraciones afectivas de la población LGBTI en este tipo de espacios. De igual forma se registró un ataque con arma blanca. En sectores de la comuna se han distribuido panfletos por grupos autodenominados como de “limpieza social” en los que se amenaza abiertamente a gays, lesbianas, transgénero y bisexuales, por su condición de género. *Deserción escolar: por su parte, se denuncia que en la Institución Educativa Joaquín Vallejo Arbeláez, una mujer trans debió abandonar su proceso escolar por la presión que ejercían sus compañeros y profesores, esta mujer fue expulsada posteriormente de la nocturna de la Institución Educativa Caracas de la comuna 8, por defenderse ante la agresión de sus compañeros de curso. En la Institución Educativa Sol de Oriente se registró otro caso. *Acceso a la salud: en los centros de salud Sol de Oriente y Llanaditas de esta comuna se le ha negado la prestación de servicios en salud a integrantes de la comunidad LGBT de la zona. El desconocimiento de cómo atender a una mujer trans fue el argumento que dio el personal médico a Alisson Marín, éste y la negación de realizar una citología a una mujer lesbiana de la comuna son los casos más relevantes en esta zona. Un caso emblemático, en Medellín, fue el de una mujer trans que ganó una tutela para la reasignación de sexo y que pese a la orden judicial, no ha podido realizarselo por negación de su institución de salud. *Desplazamiento: en el barrio Llanaditas y Las Golondrinas se ha presentado el incremento de adolescentes LGBTI que están llegando a residenciarse expulsados por sus familias. En noviembre se registraron tres casos provenientes de la comuna 5 (Castilla). *Coerción social: si bien no se identifican procesos de hostigamiento a líderes y procesos organizativos de la población LGBTI en la ciudad, si existe una disminución de la presencia de integrantes en colectivos como Conexión Diversa de la comuna 8, debido a la presencia de actores, principalmente en barrios como Villatina y San Antonio. Los hechos presentados constituyen formas de homofobia individual o por parte de grupos que quieren perpetuar el discurso heteronormativo, como es el caso de Llanaditas.

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3. Respuestas sociales y comunitarias

La planeación participativa como herramienta para la construcción del desarrollo integral de las comunidades

La comuna 8, pese a las difíciles situaciones de conflicto social y armado que ha padecido y que se ha agudizado en el año 2012, se ha caracterizado por contar con procesos organizativos y de movilización social y comunitaria en el territorio que han encontrado en los procesos de planeación participativa desde abajo una de las principales respuestas o estrategia para afrontar las situaciones de inequidad, desigualdad y violencia armada.

La organización de las comunidades en situación de desplazamiento como respuesta a la exclusión social

La comuna 8 es un territorio de colores y sabores que se ha enriquecido por la diversidad étnica y cultural que aportan hoy las comunidades indígenas, afrodescendientes y campesinas que llegaron al territorio en situación de desplazamiento a causa del conflicto social y armado, y que hoy se identifican con el territorio como el lugar que les acogió para volver a comenzar, sus saberes ancestrales, cultura e historia se convierten hoy en un patrimonio fundamental que aporta a la construcción de la identidad comunitaria. La Mesa de Desplazados de la comuna 8 es un proceso con tres años de existencia, en el que participan de manera activa más de 300 personas, habitantes de todos los barrios identificados como asentamientos de población desplazada. Las mujeres indígenas que habitan la comuna han sostenido un espacio de encuentro permanente en el Cabildo Chibcariwak de Medellín para reflexionar sobre el papel de la mujer indígena en los procesos de exigibilidad de derechos y promueven en los espacios de encuentro, el intercambio de saberes, tradiciones, danzas e idioma. En tanto la población afro está el proyecto De la Exclusión al Reconocimiento, una experiencia que ha rescatado del olvido la riqueza y los saberes culturales de las comunidades afrodescendientes.

Procesos culturales que trabajan por la abolición de las fronteras territoriales

En su informe final de balance sobre los impactos de la oferta cultural de la Secretaría de Cultura

Especial Derechos Humanos Ciudadana, Alonso Salazar, en octubre del 2011(9), informó que la cobertura de la oferta en talleres artísticos y culturales para la comuna en cuatro años había sido de 400 beneficiarios. Si hacemos un paralelo con las dinámicas de participación de jóvenes en procesos culturales, podemos resaltar, que en la comuna 8 existen tres escuelas de Hip Hop, una en el barrio Villatina, otra en Las Estancias una en el Trece de Noviembre. En promedio participan en cada escuela entre 80 y 100 jóvenes por año y, teniendo presente que las escuelas tienen entre tres y cuatro años de existencia, podemos concluir que las propuestas de formación y proyección artística cultural comunitaria, que no han contado con el apoyo de la administración municipal, han tenido un gigantesco impacto comunitario. También se debe destacar la importancia de los procesos promovidos por la Casa de la Cultura Las Estancias, un espacio para el fortalecimiento de la cultura que fue recuperada por jóvenes artistas de la comuna y de la Corporación Cultural Diáfora. La Corporación Cultural Artemis, que promueve una escuela de formación en artes circenses con jóvenes de los barrios Villa Hermosa, Los Ángeles y La Mansión es otra institución que aporta a los procesos de paz y de inclusión. Durante todo el año, contamos con cinco Bibliotecas Populares comunitarias (Biblioteca Nadino de La Sierra, centro de lectura La Carreta en Las Estancias, Biblioteca Familia en Villatina, Biblioteca Pan de Azúcar en el Trece de Noviembre, Biblioteca Una Luz hacia el Futuro en Las Estancias), que además de los servicios de lectura, desarrollan programas culturales para niños y jóvenes todo el año.

La Mesa de Vivienda y Servicios Públicos promueve de manera permanente, tanto en la comuna 8 como en un ámbito de ciudad la visibilización permanente de las situaciones de inequidad social que se presentan con la vivienda y los servicios públicos a través del boletín Vida Digna que circula cada mes, y desde las acciones de movilización pacífica popular que se realizan de manera permanente en espacios públicos de la ciudad.

Los procesos de Comunicación Comunitaria de la comuna 8

Promoviendo el empoderamiento de las comunidades desde los medios comunitarios Durante el año 2012, se formaron, en la Escuela de Comunicación Comunitaria de la Corporación para la Comunicación Ciudad Comuna, más de 60 jóvenes en periodismo, radio, video y fotografía. Los Medios Visión 8, Cinética 8, Voces de la 8 y la Escuela de Comunicación Comunitaria ayudan al reconocimiento y valoración del propio entorno, ya que los contenidos se hacen en el territorio, basados en los relatos de la gente que lo habita. En el caso del semillero de Reportería Gráfica de la comuna 8 (Galardonado por la III Versión de los Premios de Periodismo Comunitario de Medellín como mejor propuesta de inclusión social desde los medios de comunicación), las exposiciones y publicaciones de memorias fotográficas se han convertido en una posibilidad de integrar a las familias y generar espacios de diálogo y reconocimiento entre padres e hijos a través del arte fotográfico.

La Mesa de Vivienda y Servicios Públicos, la movilización social en defensa de la vida y la dignidad Este proceso en el que se articulan más de 100 líderes comunitarios de los barrios periféricos de la comuna 8 ha tomado como bandera la defensa del derecho a la vivienda y los servicios públicos domiciliarios como derechos fundamentales de los habitantes del territorio de la comuna 8.

(1) Sistematización reuniones Análisis de Contexto. OSHM. 2012. (2) Ibíd. (3) Ibíd. pág. 4. (4) La categoría feminicidio, es la que lo define como: “El asesinato de mujeres por razones asociadas a relaciones de género desiguales, como son la discriminación y la sistemática violencia que viven, cometidos de manera intencional o no, por varones o mujeres, cercanos o desconocidos de las víctimas; por tanto se inscribe en el marco de las violencias basadas en género, siendo el feminicidio por razones de género el episodio final de ese continuum de violencia y discriminación, tanto en el ámbito privado como público, que generalmente involucra violencia sexual y el asesinato se comete con ensañamiento y alevosía” . BEDOYA, María Paulina. Feminicidios en Medellín, expresión de la violencia extrema basada en género. Medellín, 2008, pág. (5) Entrevista realizada por el OSHM para el presente informe. Noviembre de 2012: J. 2 (6) Entrevista realizada por el OSHM para el presente informe. Noviembre de 2012: M. (7) Entrevista realizada por el OSHM para el presente informe. Noviembre de 2012: J. pág. 6. (8) Entrevista realizada por el OSHM para el presente informe. Noviembre de 2012: J. pág 7. (9) Informe de balance programas culturales Presupuesto Participativo de la comuna 8. Secretaría de Cultura Ciudadana. Informe presentado en la casa de la cultura del barrios Las Estancias en octubre del 2011.

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Especial Derechos Humanos

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Plataforma de reivindicaciones de la población desplazada comuna 8 Luchando unidos por la defensa y garantía de nuestros derechos

Mesa de Desplazados Comuna 8

1. VIVIENDA Y HÁBITAT

La Mesa de Desplazados es un proceso de organización comunitaria que surgió el 26 de febrero de 2011 a partir del Primer Encuentro de Mesas de la Comuna 8, se crea con la intención de articular las diferentes expresiones organizativas de la población desplazada en torno a la planeación y gestión del territorio, en el marco del Plan de Desarrollo Local de la Comuna 8 (2008-2018). Temas: • Territorio (vivienda y hábitat, servicios públicos domiciliarios, perímetro urbano). • Soberanía Alimentaria (huertas caseras y comunitarias y comercialización). • Ingresos Económicos (empleo, proyectos productivos). Objetivos: • Visibilizar las problemáticas de los desplazados de la comuna para que sean incluidos en los programas y proyectos de desarrollo. • Formulación y gestión comunitaria de propuestas y proyectos encaminados al buen vivir de la población desplazada. • Incidencia en la formulación de políticas públicas y acciones orientadas a atender las necesidades de los desplazados. Estrategias: • Formación en exigibilidad de derechos . • Movilización y generación de opinión pública. • Interlocución y debate con dependencias gubernamentales. • Implementación de proyectos priorizados. En nuestro proceso organizativo, la Mesa decide emprender el camino de formular la “Plataforma de Reivindicaciones de la Población Desplazada”, que busca definir un horizonte de trabajo por el cual luchar, planteando propuestas concretas a nuestras problemáticas y promoviendo la generación de políticas públicas de carácter popular. La intencionalidad es que la comunidad se apropie de dichas propuestas y pueda incidir políticamente, para que seamos escuchados y tenidos en cuenta por las administraciones locales, regionales y nacionales. Desde la Mesa queremos pensar y proponer de manera colectiva, por lo tanto, las propuestas que construimos se enmarcan en plantear soluciones para el total de la población desplazada de la comuna, que según la Encuesta Social del Plan de Desarrollo Local C8, son aproximadamente 5 mil 500 familias (12% del total), es decir, una población cercana a las 25 mil personas, correspondiente al 15% de los desplazados registrados en la ciudad de Medellín. Esta Plataforma consta de tres líneas en sintonía con los temas que trabaja la Mesa de Desplazados:

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De las 5 mil 500 familias desplazadas que viven en la comuna 8, aproximadamente unas 4 mil familias pueden estar habitando en ranchos, viviendas de mala calidad o en zonas de riesgo. Reconocemos que la necesidad de vivienda es tan grande, tanto en la comuna como en la ciudad, que queremos proponer a la administración municipal que trabajemos conjuntamente y le apuntemos a solucionar por lo menos el 50% de la problemática. La Mesa se propone como objetivo alcanzar la gestión de: * Mil 700 viviendas nuevas por reasentamiento en sitio 1. La propuesta de la Mesa de Vivienda y Servicios Públicos Domiciliarios para la comuna 8 es la construcción de 5 mil 800 viviendas, de las cuales se propone que un 30% sea para este grupo poblacional, es decir mil 700 viviendas. 2. Proponemos el reasentamiento en sitio a través de un programa de mejoramiento integral de barrios, pues la gente ya está acostumbrada a vivir aquí, entre otras cosas por la cercanía con el centro de la ciudad. En estos procesos se debe contar con acompañamiento social y psicológico a las familias. 3. Para la construcción de viviendas nuevas proponemos el lote del Batallón Girardot (pendiente de su retiro desde el 2009) y el lote de la UdeA parte baja. Así mismo es prioritario revisar los perfiles de proyectos de vivienda realizados por la EDU para el PUI Centroriental: quebrada La Sapera (entre Villa Turbay y Villa Lilliam) y Las Mirlas (a borde del anillo vial). Pero también un proyecto en Sol de Oriente y otro en Esfuerzos de Paz Uno. 4. Deben revisarse los metrajes actuales de las viviendas ya que debemos quedar en igual o mejores condiciones a como estamos, esto como principio

básico del derecho y de los reasentamientos. “No vamos a cambiar una casa grande por meternos a una caja de fósforos, todos apeñuscados”. 5. Los metrajes para una vivienda digna dependerían del número de integrantes de la familia, por ello planteamos tres propuestas, donde deberán construirse mínimamente tres alcobas, sala comedor, baño, cocina y balcón o patio: a) 50 mt2; b) 54 mt2; y c) 60mt2. En la propuesta arquitectónica debe pensarse en construir los primeros pisos para los proyectos productivos, o en casetas o locales para estas familias. Así mismo tener espacios suficientes para cultivar. 6. No queremos edificios altos y estrechos, el reasentamiento debe contemplar que seconstruyan casas de máximo cinco pisos, como en los barrios tradicionales de Villa Hermosa, Castilla o Buenos Aires, que hoy están catalogados como consolidados. En el diseño de las viviendas se debe tener en cuenta especialmente a los discapacitados, madres cabeza de hogar, niños, y grupos poblacionales como afros e indígenas. 7. La administración municipal debe hacer el cierre financiero de la vivienda a cero pesos, muchos no estamos en capacidad de asumir costos por ahorro programado y no podemos endeudarnos pues no tenemos empleo, por el contrario, el Estado tiene una deuda impagable con los desplazados. 8. Se debe garantizar la sostenibilidad de las familias, ya que la vivienda como tal no soluciona el problema de los desplazados, su reparación debe ser integral, y para esto es muy importante implementar políticas de empleo o el apoyo a proyectos productivos sostenibles en el tiempo. Entregándose el acompañamiento técnico y social a las organizaciones sociales y comunitarias que hacen presencia en el territorio.


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· Medellín · Enero de 2013 ·

* Dos mil mejoramientos integrales de vivienda 1. Se necesita voluntad política para que los mejoramientos sean otorgados a las viviendas que más lo necesitan, porque en el momento están muy amarrados a que están en zona de alto riesgo, se encuentran en un retiro de quebrada, se ubican en suelo de protección o no cumplen con los lineamientos del Plan de Ordenamiento Territorial (POT), es decir, hay miles de peros. 2. Proponemos el mejoramiento de vivienda con etapa previa de regularización, para poder quitar las restricciones que impone Planeación Municipal y el POT. Para ello se necesitan obras de mitigación como muros de contención y rehabilitación, andenes, canalización de aguas lluvias y alcantarillados, entre otros. 3. Incluir los barrios y sectores: Pinares de Oriente, Las Golondrinas, El Faro, El Pacífico y Altos de La Torre dentro del perímetro urbano, para acceder a dichos mejoramientos. 4. Muchos tienen una vivienda que para el Gobierno está en zona de riesgo y cuando solicitamos un mejoramiento nos lo niegan, ya que figuramos en Catastro Municipal teniendo un rancho. La propuesta es que nos den el mejoramiento de vivienda y del entorno barrial o el acceso a vivienda usada dentro de la misma comuna. * Otras propuestas 1. Vivienda usada. En la comuna de las 36 mil viviendas existentes, 14 mil están en arriendo. Algunas de ellas deben ser compradas por la Alcaldía y ser otorgadas a los que no tienen, ubicando si quiera 2 mil familias dentro de la misma comuna. 2. El alcalde en su programa de gobierno se comprometió con la comuna 8: “…ampliando los mínimos vitales de energía y agua, evitando y previniendo la desconexión”, sin embargo en el Plan de Desarrollo Municipal 2012-2015 no se encuentran los desplazados como beneficiarios de dichos derechos a los mínimos vitales y no está contemplado el mínimo vital de energía. 3. Agilizar la entrega de viviendas para los desplazados que se postularon en 2004 y 2007 y que todavía no la han recibido, además se propone que haya nueva convocatoria. 4. Cuando le den una vivienda a una familia o le hagan un mejoramiento barrial no debe subir el estrato socioeconómico, ya que los servicios públicos y el predial también subirían y no alcanzaría para sobrevivir. 5. Mejorar la gestión de viviendas del municipio con el Gobierno Nacional y departamental. Articularse con lo que plantea la Ley de Víctimas que le ordena a los municipios solucionar los problemas de vivienda de los desplazados. 6. Costos de la propuesta de Vivienda y Hábitat: Cantidad

Precio Precio Precio Vivienda Hábitat Unidad

1.700 30 10 Viviendas nuevas 2.000 10 5 Mejoramientos Cantidades en millones de pesos

Total

40

68.000

15

30.000

Total

98.000

La propuesta es factible analizando el presupuesto del cuatrienio de la Alcaldía que oscila los 14 billones de pesos. La inversión que haría el municipio no implicaría ni siquiera el 1% del total del presupuesto.

2. SOBERANÍA ALIMENTARIA Se parte de la premisa de que la alimentación es un derecho básico y fundamental de todos los seres humanos, por lo cual se debe garantizar un nivel nutricional de calidad para los habitantes de nuestros asentamientos. 1. Hacer una caracterización de la población desplazada de la comuna 8 para saber las condiciones nutricionales de las familias de este territorio y así tener más claridad sobre las acciones a implementar, o alternativas a desarrollar. 2. Es necesario ampliar la cobertura del complemento alimentario para los niños y ampliar la edad de corte como beneficiarios de 6 a los 10 años, así mismo debe ampliarse la cobertura para los fines de semana. 3. El Cinturón Verde debe ser para producir comida y con árboles frutales, que propenda por la seguridad alimentaria de los que vivimos en el borde urbano-rural. Proyecto huertas 1. Se deben gestionar espacios para la producción de alimentos, necesitamos tierras aptas y con áreas suficientes para que muchas familias puedan sembrar allí. Se proponen lotes en comodato alrededor del cerro Pan de Azúcar, donde se pueda cultivar de manera conjunta. También un lugar para tener animales, como pollos de engorde y conejeras. 2. Es necesario el encerramiento de las huertas, para que los dueños de lo ajeno no se roben los productos que con tanto sacrificio cosechan las familias. 3. Mayor fortalecimiento a las huertas comunitarias con la entrega de semillas, abonos y herramientas para mantenerlas y que realmente sean productivas. 4. Hacer proyectos de generación de ingresos a la par de las huertas, para garantizar un ingreso básico para comprar el resto de los alimentos que no produce la huerta. Si bien las huertas ayudan a bajar los costos de la canasta familiar, existen otros productos que hay que comprar como aceite, arroz, pastas, sal y azúcar y no se tienen los recursos económicos con qué adquirirlos. 5. Buscar estrategias para comercializar productos que se cosechen en las huertas, generar procesos de asociación de los productores para poder comercializar en otras partes, por ejemplo ferias interbarriales y municipales. Además de poder vender estos productos a los restaurantes escolares y colegios de la comuna. 6. Comercializadora para vender productos de las huertas y comprar abarrotes a bajo costo, bajo la figura de una tienda comunitaria. 7. Capacitación en manipulación de alimentos, para transformar los productos que salen de las huertas, como conservas y mermeladas.

3. GENERACIÓN DE INGRESOS 1. La exigencia central es por un empleo digno con un buen salario como parte de una política de restablecimiento de derechos para con la población desplazada. Tenemos una promesa del gobierno con los proyectos productivos, pero estos no pueden ser solo para capacitación, se necesita un acompañamiento integral. 2. Frente a la política territorial local, que es el PIU, donde se asigna el recurso para los desplazados, la propuesta es aplicar mayor cantidad de recursos para que se amplíen las ayudas para estos proyectos, que son una promesa que el gobierno debe cumplir. 3. Programa de apoyo a emprendimientos productivos existentes y enseñar a las personas a que monten su propio proyecto productivo, haciéndoles una asesoría técnica y acompañamiento permanente a sus iniciativas. 4. Los proyectos productivos deben tener un impulso inicial, brindándoles un apoyo económico para el plantecapital y en los primeros pasos del proyecto; posteriormente préstamos con facilidades de pago. 5. Uno de los grandes problemas de los proyectos productivos son la comercialización de sus productos y cómo mantenerse administrativamente. Estas dificultades deberán tratarse con formación y asesoría en temas administrativos, contables y de mercadeo. Así mismo abrir mercados para la comercialización de los productos, ya que de nada sirve tener una buena producción si poco se ofrece, o no se sabe administrar la microempresa. 6. Una microempresa como posibilidad de generar empleo y dar una estabilidad económica a algunas familias. Por ejemplo las de confecciones, donde se puedan unir de diez o quince cabezas de familia, que ya estén ejerciendo esta labor; pero además se deben capacitar algunas personas en el manejo de máquinas o para perfeccionar su oficio. 7. Implementar proyectos productivos individuales y colectivos en: panadería, areperías, producción de bolsas, bisutería, producción de alimentos, tiendas comunitarias, zapaterías, marroquinerías, venta de comidas, manualidades,estampación y tejidos.

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Especial Derechos Humanos

Cárceles… ¿castigo o….?

· Medellín · Enero de 2013 ·

En Colombia, el incremento del poder punitivo ha venido de la mano del discurso de la seguridad nacional.

Jairo Maya jairomaya@yaho.es

En las últimas décadas, el discurso punitivo asumido con entusiasmo por numerosos gobiernos democráticos del mundo ha alimentado y se ha alimentado de los temores de la población, transformando los males sociales en males que requieren remedios “de mano dura”. Paradójicamente, a medida que los Estados democráticos han reducido sus programas sociales para los pobres, son precisamente estos pobres los que en el discurso dominante requieren cada vez más “mano dura” para controlarlos y evitar el peligro que representa su criminalidad. En Colombia, el incremento del poder punitivo ha estado de la mano del discurso de la seguridad nacional. Con el ocaso de la Guerra Fría, el enemigo

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comunista ha sido reemplazado por unas nuevas clases peligrosas; los delincuentes y la seguridad nacional han sido sustituidos por la seguridad ciudadana, que –como la seguridad nacional– se preocupa poco por el precio y el sufrimiento humano que implique establecer medidas “de mano dura”, pues se concentra en garantizar un tipo de seguridad que se termina justificando por todos los medios. Como es bien sabido no se trata solo de disminuir la criminalidad. La seguridad ciudadana gira en torno a la percepción de seguridad, en particular, a la percepción de los estratos medios y los representantes de las “gentes de bien”. Para ellos, el miedo al otro (pobre, hombre joven, moreno) se convierte en protagonista de las relaciones sociales, específicamente en el espacio público urbano.

El otro, que es el potencial atracador o sicario, es de escasa educación formal y menos oportunidades en el mercado laboral. Desocupado y probablemente agresivo, se toma el espacio público y desmejora la percepción de seguridad, especialmente cuando se encuentra en grupos o consume marihuana. Frente a la popularidad de los discursos “de mano dura” es difícil llamar la atención sobre lo que hemos dejado de lado: como sociedades hemos olvidado dar debates sobre alternativas contrarias al endurecimiento de la política criminal, por ejemplo, los programas sociales, el acceso a la educación, empleo y recreación, y el aseguramiento de unas condiciones mínimas de existencia y de equidad en la distribución del ingreso. Tampoco cuestionamos los modelos dominantes de masculinidad asumidos por


· Medellín · Enero de 2013 ·

estos jóvenes percibidos como peligrosos, modelos que, reproducidos por los medios de comunicación, definen ser hombre como asumir comportamientos de riesgo, insistir en la propia invulnerabilidad y agresión, en la propia capacidad de dominio de un territorio y de unas personas (usualmente mujeres y niños) que se definen como propios.

Los discursos oficiales reproducidos en los medios estigmatizan a los hombres jóvenes pobres que llenan las cárceles.

Tanto la necesidad de una mejor distribución de los recursos y de oportunidades como el cambio cultural dejan de importar ante la evidencia de una conducta agresiva en estos jóvenes, y el temor que ésta genera, así como en el deseo de venganza, que se construye con unas políticas de agresión. Los discursos oficiales reproducidos en los medios estigmatizan a los hombres jóvenes pobres que llenan las cárceles, sin reconocer su vulnerabilidad, que empieza en su invisibilidad para el Estado y para el mercado, donde su falta de educación formal, y a menudo la agresión explícita en su autodefinición masculina, los excluye de la posibilidad de integrarse. Su destino parece ser la pobreza y para muchos la ilegalidad, y eventualmente la cárcel o la muerte violenta, justificada por la ilicitud de la actividad asumida, sean atracadores, sicarios, pequeños expendedores de drogas o sea que ingresen a las filas de los ejércitos del narcotráfico, guerrillas, Estado y paramilitarismo. Así, el otro lado del discurso del orden y la cohesión social es el costo que pagan las clases populares, y en particular sus hombres jóvenes, como sujetos

Especial Derechos Humanos privilegiados del desorden y la descomposición, sujetos que requieren intervención y control punitivo, mano dura, entre otras medidas. Para ellos existen las redadas y requisas, la detención transitoria, el control policial y la desconfianza; para ellos la política criminal, el aumento de penas y, principalmente, la cárcel. Como sociedades hemos olvidado dar debates sobre alternativas contrarias al endurecimiento de la política criminal.

Sin embargo, detrás de las puertas de una prisión, los hombres jóvenes pobres encuentran un mundo que no es muy distinto del que vienen. Existe una incapacidad en el sistema penitenciario para proveer las necesidades básicas de todos (una cama, comida, salud, recreación). No quiere decir que éstas no existan, sino que, como sucede “afuera”, todo está en venta. Y el que no tiene con qué comprar, vivirá allí como vivió afuera. Los más pobres de los pobres duermen en el piso, no tienen cobijas, sufren de enfermedad y hambre, y son a menudo víctimas de violencia. De esta manera, las políticas estatales han atacado los síntomas más que las causas de la criminalidad y la violencia colombiana. La política criminal ha enfocado el tratamiento del delito a través del sistema penitenciario, supuestamente resocializador. Así, la prevención del crimen ha sido entendida principalmente como la prevención de la reincidencia en el delito. Las instituciones penitenciarias, según clama el discurso penal liberal, deberían garantizar la transformación de delincuentes en ciudadanos de bien, pero como demuestra la política criminal de

Colombia y de muchos otros países de la región y el mundo, el discurso político parece ir en la dirección contraria: más cárcel para más personas, no para rehabilitarlas, sino para incapacitarlas durante el mayor tiempo posible. Ingenua o cínicamente se cree que esto hará que nuestra sociedad sea más segura. Ante este manifiesto fracaso se puede concluir que la prevención del crimen no puede ser enfrentada exclusiva, ni principalmente, a través del sistema penal. Las políticas preventivas deben ser implementadas de manera coordinada, pero independiente de la justicia penal. Esto implica, como paso fundamental, el fortalecimiento de las oportunidades sociales y económicas de los miembros de grupos sociales excluidos y olvidados, con el fin de mejorar y dignificar sus condiciones materiales de existencia y su integración en la sociedad. Su aislamiento y estigmatización es un ataque a los ideales igualitarios que las sociedades democráticas presumen proteger. Bajo las condiciones actuales del Sistema Penitenciario Colombiano, lo primero que se debe cuestionar es al sistema mismo. Durante un largo período ha sido innegable que las prisiones no cumplen con sus objetivos de rehabilitación y que su principal función, deseada o no, es castigar, incapacitar y segregar a los individuos más vulnerables de la sociedad. El castigo ejecutado por el sistema penal y penitenciario no es la última alternativa del Estado, donde idealmente fuese el recurso más extremo y excepcional para enfrentar la exacerbación de las luchas sociales y políticas, pero todo lo contrario: este es el instrumento por excelencia de gobiernos carentes de voluntad e imaginación para sanar y reconciliar a una sociedad en conflicto. Castigar a los ciudadanos, como se propone desde el sistema penitenciario, aparte de ser un acto violento, es una guerra civil en miniatura, por lo que debe ser utilizado como un último recurso para resolver los conflictos que se presentan en la sociedad. El acto estatal de castigar refleja a una sociedad envuelta en una lucha consigo misma y aunque a veces es necesario, no es más que un mal necesario (Garland). Para encontrar respuestas originales y constructivas a la ‘crisis’ de los sistemas estatales y penitenciarios colombianos no basta con preguntarse qué tipo de reformas requieren, ante todo es urgente desafiar la legitimidad de las cárceles y su carácter incapacitador y punitivo; poner en entredicho el supuesto de que el encarcelamiento y el castigo son rasgos necesarios y predominantes de las sociedades contemporáneas. Con el fin de solucionar de una vez por todas el problema de las cárceles, es esencial empezar por plantearse las preguntas apremiantes, aquellas que cuestionan su existencia y justificación, de lo contrario, frente al delito y al conflicto social lo único que obtendremos como respuesta serán nuevas prisiones, más modernas y austeras y más injustas e inhumanas. El castigo debe ser visto como una tragedia, y como tal debe evitarse al máximo.

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