EL USO DE LOS PICTOGRAMAS Y LAS AGENDAS TEMPORALES EN NIÑOS CON AUTISMO ¿Qué características tienen los niños con autismo? Mejor procesamiento de la información del mundo exterior a nivel visual: La información de modalidad visual, sobre todo la obtenida a través de dibujos muy esquemáticos, es sencilla y fácil de interpretar para todas las personas. En el caso de los niños con autismo cobra además especial importancia porque esta es la vía de procesamiento de la información del exterior preferente para ellos. Las capacidades viso-espaciales parecen mejor preservadas y tienen mayor facilidad para procesar secuencialmente, una información después de otra. Antes las imágenes los niños con autismo se sienten más motivados e interesados, debido a que son comprendidas, cosa que no ocurre con la información que les llega por vía auditiva, como el lenguaje. Tienen dificultades para encontrar sentido a sus acciones ya las de los demás: sus actos parecen no tener un propósito definido, no saben y no son capaces de comprender la meta de esas acciones. Muestran dificultades para integrar la información del entorno que se muestra en partes, elegir la información relevante y darle un significado global. Por ello en muchas ocasiones tienen problemas de adecuar sus conductas a los distintos contextos, no entienden la información que les está mandando esos contextos, no la integran y no son capaces de anticipar las conductas adecuadas que hay que llevar a cabo. Les cuesta mucho prever los acontecimientos en función de experiencias pasadas y presentes: por ello tienen dificultades en saber lo que va a ocurrir en el futuro y en organizar sus acciones para conseguir una meta futura. Las habilidades de comunicación se hayan especialmente alteradas: en muchos casos los niños con autismo no desarrollan lenguaje oral o si lo hacen, su uso se restringe a satisfacer sus necesidades básicas a través del adulto. Por lo que se hace prioritario dotarles de unos sistemas alternativos (pictográficos, signos,…) que complementen esas posibilidades de comunicación y las hagan desarrollarse. El mundo social es poco comprensible para ellos: tienen dificultad en aquello que viene dado por convencionalismos sociales (saludar, despedirse, dar las gracias, pedir por favor,…) y en comprender las variaciones del entorno que unas veces te llevan a realizar una actividad y en otros casos no.
Todas estas características nos hacen imaginar el mundo interno de estos niños especialmente caótico y que se hagan comprensibles conductas de ansiedad, rabietas,… y la predilección por determinados objetos, rituales,… donde ellos se encuentran seguros, dentro de un entorno predecible.
Nosotros, desde fuera, debemos utilizar métodos alternativos que les den mayor información sobre cómo se organiza y funciona su realidad para así, dar más sentido a sus acciones dentro de ella, que se lo hagamos más predecible, métodos que señalen los fines de su conducta y formas que faciliten su comunicación con las personas significativas de su entorno, a través de las que puedan expresar sus necesidades y sentimientos y a través de las que nosotros podamos explicarles su realidad. Por todo ellos se hace necesario el uso de pictogramas, fotografías reales,… para: -
Anticipar los acontecimientos que van a ocurrir Guiar la realización de tareas y señalar la meta Indicar los acontecimientos especialmente relevantes y aquellos que no se van a producir de la manera acostumbrada. Facilitar la expresión de necesidades, sentimientos y preferencias LA AGENDA VISUAL
Para anticipación e información de actividades Consiste en una serie de fotografías o pictogramas colocados uno detrás del siguiente que “avisan” al niño, le anticipan lo que va a ocurrir. Responden a la pregunta: ¿qué voy a hacer? durante todo el día o en un periodo del mismo. Desde el colegio os vamos a proporcionar una serie de pictogramas con actividades básicas que se suelen realizar en casa y un banco de pictogramas donde podéis buscar más, pero en caso de que esto no sea suficiente, podéis realizar un dibujo sencillo y esquemático que contenga los elementos más importantes de la actividad que se va a realizar. La agenda visual es aconsejable que esté situada en un lugar donde el niño pase mucho tiempo en la casa y lo tenga como referencia para buscar la información o bien, que se coloque en algún formato que permita llevarlo con uno mismo (tipo libreta), para informar también en otros contextos que no sean la casa. Por la mañana, cuando el niño se levanta, se organiza la secuencia de actividades. En un principio, el adulto será el encargado de poner los pictogramas y luego junto al niño señalando y asegurándonos de que presta atención, se repasarán las actividades de todo el día. Si el niño tiene lenguaje o algún tipo de emisión vocal está bien que vaya repitiendo o nombrando las actividades. Más adelante, o los días que haya tiempo (fines de semana, vacaciones,…) se puede montar la agenda con la colaboración del niño, pidiéndole que seleccione el pictograma de tal o cual actividad entre varios, que lo pegue él,… Para que el niño perciba de que la agenda es un elemento que informa y anticipa hay que ser sistemático y procurar que cuando se acabe la actividad que se le ha anticipado, se vaya a la agenda, se le dé la vuelta a la actividad terminada y se le
informe de la siguiente. El niño deberá coger la flecha roja y moverla al siguiente pictograma para señalarlo como la actividad presente. Todas los pictogramas se pueden completar con más información adicional, así se puede poner las fotos de las personas que vamos a visitar, los productos que vamos a comprar al supermercado,…debajo de la actividad principal. Todo lo que le sirva a él para tener más datos de lo que va a ocurrir mejorará su comprensión de las situaciones. El objetivo a largo plazo de la agenda, es que el propio alumno llegue a planificar él sus propias actividades y a realizar él sus agendas en función de sus preferencias y necesidades del entorno. Por ello es importante dejar espacio a la elección y no dejarlo todo cerrado,… así por ejemplo, podemos poner el pictograma de “elegir una actividad” y presentarle al lado un pequeño panel con las actividades o juegos que más le gusten para que él elija entre ellos. Si en algún momento no da tiempo a realizar alguna actividad o es necesario cambiar de planes, se “tacha” el pictograma con un aspa que se pueda pegar encima y se puede pegar debajo la causa si la hay y la nueva actividad que se va a hacer. Por ejemplo, la siguiente actividad es ir al parque, pero está lloviendo, así que se le informa al niño que la actividad que toca es ir al parque, pero que NO se va a ir (a la vez que se pone el aspa encima del dibujo) porque llueve y se coloca el dibujo de una nube y lluvia, por eso se va a leer un cuento y se pone el pictograma de la nueva actividad a realizar. Al finalizar el día, es importante que se repase la agenda, “contando” lo que se ha hecho ese día, y dando algún tipo de información adicional y relevante que haya sucedido en ellas, por ejemplo: después fuimos al supermercado (compramos tomates y pan bimbo) y después fuimos a visitar a la abuela (nos puso un bocadillo de chorizo para merendar),… Como hemos indicado, las agendas no sólo sirven para anticipar toda la jornada, sino que ante actividades muy nuevas o en las que sabemos que al niño le generan ansiedad, es muy recomendable que le expliquemos con los pictogramas lo que va a ocurrir. Por ejemplo: la actividad informada es “fiesta de cumpleaños del primo Javi”, pues se puede crear un panel adicional donde se explique que allí: vamos a saludar, a comer sándwiches y beber fanta, a soplar las velas, darle el regalo al primo e irnos. Para guiar a la meta de un conjunto de tareas Es fundamental realizar con los niños tareas con funcionalidad y decir, que el producto final de hacer algo tenga un sentido para puedan entender la finalidad de realizar una serie de tareas para producto final. Si se les ayuda a percibir esa meta como conseguiremos que realicen las tareas previas.
significación, es ellos, y que así conseguir dicho algo deseable
Esto se ve claramente por ejemplo en la realización de recetas de cocina fáciles y sencillas donde ellos pueden colaborar y después comerse, en la realización de
sencillos trabajos manuales, dibujos,… que después adornen el frigorífico, el ensartado de bolitas para hacer un bonito collar,… Organizar una secuencia de dibujos en este caso, en los que se explique cómo se tiene que hacer un bocadillo o preparar una macedonia y donde se vea el resultado final puede ser muy gratificante. Ejemplo: primero cogemos la fruta, la pelamos, la troceamos, la mezclamos en un bol, echamos azúcar y zumo y nos comemos la deliciosa macedonia. También se le pueden explicar al niño las cosas que tiene que hacer cuando va siendo más autónomo o en contextos nuevos y que le sirvan como un aprendizaje secuencial de la actividad a realizar. Ejemplo: la meta es ducharse, para ello hay que desnudarse, mojarse con agua templada, echar el champú, frotarse, aclararse el champú y secarse con la toalla.
Como en casos anteriores, si la realización de algún paso dentro de la secuencia de actividades falla por algún imprevisto, se tacha la actividad con el aspa, se le explica el porqué con otro pictograma y se le propone la actividad alternativa. Para señalar los acontecimientos socialmente relevantes Los niños con autismo se pierden todas las sutilezas que existen en el mundo social y aquello que es importante dentro de las relaciones con los demás. Así se hace necesario enseñarles lo que en la vida se considera importante, por encima de otras cosas. Así, a lo largo de la jornada, si ocurre algo importante como visitas inesperadas, peleas, buen o mal comportamiento por algo, actividades que haya hecho el niño que las consideremos muy positivas,… es necesario remarcarlo y hacérselo notar. Se puede hacer en una pequeña cartulina de color llamativo (rojo) y pegar los pictogramas que hagan referencia por ejemplo a: hoy has puesto la mesa tu sólo y estoy muy contenta (poner el pictograma de poner la mesa y el de la cara contenta) .
PANELES DE PETICIÓN Son pequeños paneles, cartulina,… donde el niño puede tener pegadas las actividades, juegos,… que más le gusten y motiven (pintar, el ordenador, la revista, …) o necesidades básicas que pueda precisar (agua, ir al baño, tener hambre, me duele,…) y que así, el niño tenga un medio de hacer la petición de lo que desea por medio del intercambio de imágenes con el adulto. En esta tarea el niño debe estar entrenado y comprender la contingencia entre la causa y efecto: te doy la foto del lápiz porque sé que me darás algo para pintar, que es lo que yo quiero hacer.