CRÓNICAS DE DORITA
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Leí el artículo de Vittorio Pelligra bajo ese título y pienso que la raíz de la convivencia humana es el espíritu, las reglas son instrumentales (herramientas). Éstas sin espíritu son letra muerta. Si uno aprende a regirse por reglas y el estímulo es la coerción estaríamos frente a una cultura negativa. La coerción es el instrumento último y compulsivo para reparar el desorden. Por supuesto que hay reglas ineludibles, otras sanas y muchas propician la injusticia. Ghandi para llevar a la India a la independencia rompió las reglas. Lhuter King en la lucha por la igualdad de derechos actuó de igual manera. Las sociedades que se aseguran en la conservación de las reglas terminan extinguiéndose o autodestruyéndose, de aquí que las raíces de la convivencia provengan del espíritu y no de las reglas que generarían organizaciones estáticas. Jesús es el ejemplo máximo de este orden de prioridades. Los fariseos y doctores de la ley habían elaborado un códice de leyes formales que no transmitían vida. Jesús no vino a abolir la ley y los profetas sino a llevarlas a su plenitud, a darles espíritu y vida. Una sociedad debe nutrirse del entusiasmo y no de la formalidad, de lo contrario no tendrá vida en sí misma.
Juan Andrés Ravignani
Primera santa uruguaya
Muy buena y clara síntesis de la vida y misión de nuestra querida Madre Francisca. La gente laica ha gozado mucho con este anuncio y espera el gran día de su canonización.
Carmen Urtaran
Querida Amazonia
¡Gracias, Ciudad Nueva, por este completo artículo sobre la exhortación del Papa! ¡Que podamos ponerla en práctica!
Gaby Olmedo
Me parece una nota paradigmática.
Pablo Troncoso
Mujeres que iluminan
La escuela de los jóvenes en la Mariápolis Lía es una experiencia para pararse sobre la esencia de cada uno. Bellísima realidad para nuestras nuevas generaciones.
Mechi Saettonez
Ciudad Nueva | 618 | Abril 2020
Las reglas son la raíz de nuestra convivencia