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las razones de nuestra fe

Cartillas de formación bíblica, teológica y pastoral

Guía del asesor o asesora

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departamento de Comunicaciones Inglaterra n32-113 y Mariana de Jesús Casilla 17-08-8522 Quito, ecuador telfs.: (593-2) 2504 377 / 2553 996 fax: (593-2) 2568 373 e-mail: nilton@claiweb.org site: www.claiweb.org

© 2010 Consejo de Pueblos y organizaciones Indígenas evangélicas del ecuador (feIne) Consejo latinoamericano de Iglesias (ClaI) red Menonita de Misión (MMn por la sigla en inglés) escritores: César Moya y Patricia urueña Con los aportes de: francisco Yuquilema, alfredo Chisaguano, Jorge Herrera, Willian Chela, Pedro sisa, Manuel Gualán asesoría teológica y Pedagógica: César Moya y Patricia urueña revisión de texto: Patricia urueña diseño, Ilustración y diagramación: lorenzo rea Paucar Coordinación editorial: amparo salazar Chacón

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ContenIdo INTRODUCCIÓN

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1. SIGNIFICADO DE DOCTRINA

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2. ALGUNAS CARACTERÍSTICAS DE LA IGLESIA CATÓLICA La Biblia La tradición El magisterio de la iglesia La teología fundamental 3. RASGOS DISTINTIVOS DE LA TRADICIÓN PROTESTANTE La Biblia como autoridad máxima en asuntos de fe La justificación por la fe y la salvación por la gracia El sacerdocio universal de todos los creyentes

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4. LA CONFESIÓN DE FE Confesión de fe en el A.T. Confesión de fe en el N.T. Confesión de fe en las primeras iglesias cristianas Dimensiones de la confesión de fe ¿Dónde confesamos nuestra fe?

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5. HISTORIA Y SIGNIFICADO DEL CREDO ¿Qué significa la palabra Credo?

Origen y desarrollo del Credo Un ejemplo de confesión de fe

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ANEXOS

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Trabajos en grupos Trabajo posterior al curso

BIBLIOGRAFÍA

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CÓMo surGIÓ este MaterIal El Consejo de Pueblos y Organizaciones Indígenas evangélicas de Ecuador-FEINE, a través de su Concilio de Pastores, consideró necesario continuar la capacitación de sus pastores y líderes a nivel básico. Para ello encontró apoyo en el Consejo Latinoamericano de Iglesias-CLAI y la Red Menonita de Misión-MMN (por sus iniciales en inglés), firmando un convenio de cooperación.

La metodología usada para crear las cartillas a ser usadas en este Programa de Capacitación surge de todo un trabajo comunitario de base, en donde se aplicó el método popular de VER-JUZGAR-ACTUAR. Para ello la FEINE, por medio de sus dirigentes, realizó un diagnóstico en las diferentes regiones del país, consultando a los líderes y pastores de las comunidades sobre los temas más urgentes y las necesidades más sentidas para ser trabajadas en el Programa de Formación Bíblico Teológico y Pastoral. Fueron identificadas varias necesidades de donde surgieron los temas de las cartillas: 1) Administración comunitaria de la Iglesia, 2) Entendiendo y manejando los Conflictos, 3) Manejo Económico en la Iglesia, 4) Celebremos culto al Dios de la Vida, 5) El acompañamiento Pastoral comunitario, 6) Comunicación de la Palabra de Dios en la comunidad, 7) Las razones de nuestra fe, 8) La educación Cristiana contextualizada, 9) El Anuncio del Reino de Dios, 10) Leyendo la Biblia con otros Ojos, 11) Jesús, un modelo diferente de líder y 12) La Iglesia y el Desarrollo Social.

Continuando con este trabajo de base, la FEINE seleccionó a 20 de sus graduados de las promociones de años anteriores del programa intermedio, quienes fueron capacitados para elaborar las cartillas y para ser facilitadores de los cursos. Estos hermanos y hermanas recibieron cuatro talleres: Educación Transformadora, Cosmovisión Indígena, Realidad Nacional y Cómo Elaborar Cartillas. Diez de estos facilitadores participaron activamente en la elaboración de estas cartillas que hoy están en sus manos, haciendo un diagnóstico del contexto, proponiendo un bosquejo de los contenidos con la metodología del VER-JUZGAR-ACTUAR, buscando los textos bíblicos más iluminadores de los contenidos, las dinámicas y los trabajos en grupos, así como las tareas posteriores al curso.

En medio del pensamiento y prácticas occidentales que nos han influenciado, no sólo a las poblaciones mestizas sino también a las autóctonas –lo cual parece imposible de evitar– las cartillas representan un esfuerzo por reflejar, en unas más que en otras, los ejes transversales de: cosmovisión indígena, género, justicia y paz, inclusión, participación social y política, Biblia y teología en perspectiva latinoamericana.

Reconocemos que la profundización de algunos de estos ejes amerita la elaboración de sendas cartillas. Es por esto que las cartillas deben ser tomadas no como un producto final sino como el inicio de una reflexión a un nivel básico, pero que puede ser profundizada de acuerdo a los intereses que se creen en las comunidades.

Así nació en el contexto indígena ecuatoriano este material que ahora tiene en sus manos, el cual esperamos sea un recurso valioso para la vida y ministerios de nuestras Iglesias y que puede ser adaptado en diferentes partes de América Latina.

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IntroduCCIÓn “Estad siempre praparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros”. 1 Pe. 3:15 En la actualidad abundan diferentes creencias acerca de Dios, aunque no todas son bíblicas. Igualmente estamos en un mundo donde se vive un espíritu ecuménico el cual busca la unidad de todas y todos los cristianos. En este contexto es importante preguntarnos ¿en qué creemos los evangélicos? Seguramente esta pregunta usted se la ha hecho varias veces y aunque tiene idea de las creencias básicas de los descendientes de la Reforma Protestante, le es difícil explicar a otros las razones de su fe.

El apóstol Pedro nos advierte que debemos estar siempre preparados/as para presentar defensa de la fe que tenemos (1 de Pedro 3:15).

Por ello, la iglesia necesita estar preparada para explicar las razones de su fe, de lo que cree y en quién cree. Desde los tiempos bíblicos, el pueblo de Israel confesó su fe en el Dios único. De la misma manera lo hicieron Jesús, los apóstoles y la iglesia primitiva.

Teniendo como referencia la historia de la iglesia cristiana, en este curso nos proponemos explicar cómo, cuándo, dónde nacen y cuáles son nuestras creencias básicas como iglesias evangélicas o protestantes así como las bases bíblicas de ellas.

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DIOS

1. sIGnIfICado de doCtrIna Doctrina es una palabra que viene del latín y significa “enseñanza”. Es una enseñanza que expresa una creencia, con el fin de instruir a las y los iniciados en la fe. Pero es una enseñanza que puede variar en su significado de acuerdo a los tiempos y las particularidades de una cultura. Un término relacionado con la palabra doctrina es dogma. Un dogma es una doctrina fija y rígida, sin contextualización y que pretende ser absoluta y universal. Un dogma es una enseñanza irrefutable. El dogma es una declaración de una doctrina religiosa que se expone no con el fin de ser discutida sino de creer en ella. Por ejemplo en el año 451 en el Concilio de Calcedonia la iglesia de ese entonces promulgó el dogma, la enseñanza irrefutable, que Cristo tiene naturaleza divina y también humana. Este dogma lo confesamos tanto evangélicos/as como católicos/as.

La iglesia católica, después de la Reforma Protestante, promulgó otros dogmas. Por ejemplo, el dogma de “la inmaculada concepción de María” en el año 1859 (es decir, que María nació sin pecado original, que fue concebida por humanos pecadores pero que ella nació sin pecado. Se celebra el 8 de diciembre), el de la asunción de María en el año 1950 (que afirma que después de su muerte María ascendió a los cielos en cuerpo y alma. Se celebra el 15 de agosto) y el de la infalibilidad del Papa en el año 1870 (Dios le otorga la infalibilidad, es decir libre de error en materias de fe y moral que Dios desea que la iglesia conozca).

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Entonces, podemos decir que durante la historia de la iglesia ha habido pronunciamientos que han terminado siendo doctrinas y otros más recientes terminaron siendo dogmas.

Trabajo en grupos Los y las talleristas se dividen en cinco grupos. Cada grupo reflexiona con base en las siguientes preguntas: Desde su punto de vista: 1. ¿A quiénes han favorecido y a quienes no las doctrinas y los dogmas de la iglesia?

2. ¿Cómo le afecta a usted, por ejemplo, decir que Jesús nació de María pero que María siguió siendo virgen o que Dios es tres personas distintas pero un solo Dios verdadero?

3. Cada grupo comparte en plenario sus aportes.

2. alGunas CaraCterÍstICas de la IGlesIa CatÓlICa Para entender de dónde surgen las doctrinas básicas de la iglesia evangélica, es importante que conozcamos algunas características de la iglesia Católica.

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La Biblia Contiene 45 libros en el AT y 27 en el NT. Ésta es la única fuente material del contenido de la revelación, pero debe ser desarrollada y actualizada en la historia.

La tradición Es decir, lo que se ha transmitido de generación en generación. La tradición le sirve a la iglesia con el fin de complementar los datos de la revelación en la cual no pudo cristalizarse la totalidad de las enseñanzas y las prácticas recibidas por la iglesia. La tradición complementa las Escrituras formando una unidad con ellas. Entonces son dos aspectos de la revelación.

El Magisterio de la Iglesia o Magisterio Eclesiástico Es la enseñanza autoritativa encomendada a los sucesores de los apóstoles, es decir al Papa y a los obispos. El Magisterio no es una fuente de revelación añadida a la Escritura o Tradición sino “interpretativa de su sentido auténtico. La interpretación de la Escritura tiene que someterse al “oficio magisterial”, viviente de la iglesia, donde radica la autoridad. El Magisterio es desarrollado de manera ordinaria y extraordinaria. Ordinaria en la vida normal de la iglesia y extraordinaria cuando hay un concilio o una definición dogmática. Los documentos del Magisterio son los escritos que contienen las enseñanzas de los papas y de los obispos.

La teología fundamental Es la parte de la teología Católica que estudia los elementos básicos de la fe. También se le llama “apologética” porque busca justificar racionalmente la opción religiosa de fe en Dios y su revelación. Para eso hace uso de la filosofía, la antropología y las ciencias de la religión.

Trabajo en grupos Los y las talleristas se dividen en cinco grupos. Caga grupo reflexiona acerca de la siguiente pregunta: ► ¿Con cuáles de las anteriores características de la iglesia Católica está usted de acuerdo y por qué? ¿Con cuáles no y por qué?

Cada grupo presenta sus aportes al plenario.

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3. los rasGos dIstIntIVos de la tradICIÓn Protestante Debemos empezar por reconocer que el hecho que seamos iglesias evangélicas o protestantes no quiere decir que tenemos unidad de criterios en todos los asuntos de la fe. Es decir, que entendamos exactamente, de la misma manera, los diferentes enunciados de nuestra fe, empezando por el Credo Apostólico.

La mayoría de los rasgos que distinguen nuestra tradición evangélica-protestante de la católica tienen sus orígenes en la Reforma de la Iglesia en el siglo XVI. Pero también varios rasgos fueron tomados de movimientos anteriores o posteriores a la misma Reforma. Todo lo anterior ha hecho que tengamos una identidad, no sólo doctrinal sino litúrgica y práctica que, por supuesto, nos diferencia de otras confesiones de fe.

A pesar de lo anterior, existen unos rasgos distintivos comunes a las iglesias evangélicas-protestantes. Estos rasgos distintivos nos ayudan a dar respuesta a la pregunta ¿qué significa ser evangélico o protestante?

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Trabajo en grupos (ver anexo de trabajos en grupos) Los y las talleristas se dividen en seis grupos. ► Los grupos 1 y 2 trabajan sobre la doctrina “La Biblia es la máxima autoridad en asuntos de fe en la Iglesia”. ► Los grupos 3 y 4 trabajan sobre la doctrina “la justificación por la fe y la salvación por medio de la gracia”. ► Los grupos 5 y 6 trabajarán sobre la doctrina “El sacerdocio universal de todos los creyentes”.

Compartir en plenaria los aportes de los grupos.

Es importante aclarar algunos aspectos de las tres doctrinas claves del protestantismo.

La Biblia como autoridad máxima en asuntos de fe en la iglesia En cuanto a la Biblia como máxima autoridad en asuntos de fe en la iglesia es importante tener en cuenta tres aspectos para dar una interpretación adecuada a la Biblia: El Espíritu Santo nos guía a toda la verdad ¿Qué de la discusión anterior sería importante para nosotros y nosotras hoy? Algunos dirían que sólo las personas estudiadas en teología son las más adecuadas para interpretar las Escrituras. Pero, entonces, ¿qué papel jugarían las personas que no tienen esa preparación? ¿Acaso la Biblia no es dada para todo el ser humano y no solamente para unos/as privilegiados/as? Una manera de solucionar esta problemática es reconocer, como lo dice la misma Biblia, que el Espíritu Santo es el que nos guía a toda la verdad y que sólo por medio de él es que cualquier persona, instruida o no, puede interpretar adecuadamente las Escrituras. Es decir, Escritura y Espíritu deben ir juntos. Discernir la voluntad de Dios es un papel de todos los/as cristianos/as y no sólo de unos pocos. Eso evitará discriminaciones y exclusivismos de unos sobre otros.

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La interpretación de la Biblia en la comunidad de creyentes Lo anterior, sin embargo, no resuelve el problema que se presenta cuando alguien, que dice tener el Espíritu Santo, comienza a interpretar de manera privada e individual las Escrituras, justificando prácticas o situaciones que realmente no son del Espíritu de Dios. ¿Cómo entonces podemos decir que todos y todas debemos interpretar las Escrituras porque el Espíritu Santo nos inspira?

Una manera de resolver esta situación es tener en cuenta dos aspectos.

El primero es probar esas interpretaciones o enseñanzas en la comunidad de creyentes, en la iglesia local. Eso quiere decir que la Biblia, aunque se puede leer a solas, para no caer en interpretaciones erradas e individualistas es mejor leerla y discutir sus enseñanzas y aplicaciones en la misma iglesia, en la comunidad de creyentes en Cristo.

Jesús, clave para interpretar la Biblia A pesar de lo anterior surge otra inquietud. Si la comunidad de creyentes interpreta la Biblia, ¿cómo podemos saber que es la voluntad de Dios realmente lo que la comunidad de creyentes interpreta? Para ello es importante acudir a las enseñanzas y vida de Jesús. En otras palabras, es importante sopesar las interpretaciones que demos con lo que el mismo Jesús dijo y vivió. Por ejemplo, si llegáramos a ver la enseñanza de la Biblia sobre la violencia es innegable que hay muchos textos, especialmente en el Antiguo Testamento, donde pareciera que la violencia, en algunos casos es aprobada por Dios. Sin embargo, si Jesús es nuestro modelo a seguir, y por eso nos llamamos cristianos, entonces debemos ver qué dice el evangelio al respecto. Allí encontramos claramente que Jesús mandó a amar aún a los enemigos, a no usar la venganza y a rechazar la violencia, incluyendo la violencia armada.

Como conclusión podemos entonces afirmar que sí, que la Biblia es la máxima autoridad en asuntos de fe en la iglesia siempre y cuando sea interpretada en la comunidad de creyentes y a la luz de las enseñanzas y vida de nuestro Maestro y Señor Jesucristo.

La justificación por la fe y la salvación por la gracia En cuanto a la justificación por la fe y la salvación por la gracia es necesario mencionar que esto llevó a que la iglesia evangélica-protestante, descuidara el trabajo a favor de los pobres y débiles de la sociedad y a que asumieran un papel pasivo ante las injusticias y la violencia del mundo.

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Sin embargo, las Escrituras mismas nos muestran que la fe viene por el oír la Palabra de Dios. Es decir, que aunque es cierto que somos salvos por medio de la fe en Cristo Jesús, esto no quiere decir que siempre haya una respuesta humana, a esa gracia de Dios. En su libre albedrío el ser humano acepta o recibe esa gracia. Por eso, la iglesia evangélica entiende que para llegar a tener fe es necesario arrepentirse y para arrepentirse, para tener conciencia del andar en rebeldía a la voluntad de Dios, es necesario escuchar la Palabra de Dios.

El peligro con rechazar cualquier acción u obra es que se puede llegar a no tener responsabilidad humana en las acciones o decisiones. Así, entonces se convierte a la salvación como algo del más allá. El don de la fe trae responsabilidad de parte de los seres humanos y ya no pueden vivir como se les antoje sino conforme a la voluntad de Dios. Por eso, aunque aceptamos esta doctrina, también aceptamos la necesidad del ser humano de convertirse de su rebeldía hacia Dios y a vivir una vida nueva. Parte de esta tensión la vivió Lutero cuando después de encontrarse con el texto de la salvación por medio de la fe en Cristo Jesús, sin necesidad de la ley, más tarde se confrontó con lo que decía Santiago sobre “la fe sin obras es muerta” (Stg. 2:17), llegando incluso a pensar en cortar ese libro de la Biblia.

En lugar de pelear con los textos bíblicos acerca de si la fe sola salva y que las obras no son necesarias, es mejor concebir que cuando tenemos fe en Cristo debe haber un cambio en nuestra vida que nos capacita para hacer obras de amor. Porque tener fe significa haber recibido un poder para hacer obras de amor y al mismo tiempo seguir un discipulado de alto costo por causa de Cristo, tanto en palabras como en hechos.

En conclusión, somos justificados por medio de la fe en Cristo y salvos por medio de la gracia sin necesidad de las obras de penitencia. Sin embargo, esa gracia ofrecida por Dios no fuerza a nadie a aceptarla y, por lo tanto, el ser humano tiene la libre decisión de aceptar o rechazar el don de la fe que viene de Dios. Esta fe debe producir una conversión y una regeneración en el ser humano que lo lleve a practicar obras de amor y seguir un discipulado de alto costo por causa de Cristo.

El sacerdocio universal de todos los creyentes En cuanto a la doctrina acerca del sacerdocio universal de todos/as los/as creyentes es necesario ver las consecuencias que ella tiene sobre los creyentes. Si todas las personas creyentes son sacerdotes, entonces to-

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dos/as los/as creyentes tienen la responsabilidad de interceder unos por otros/as y de sujetarse unos/as a otros/as y de prepararse bíblicamente para explicar su fe, aunque no sepan leer ni escribir. Otra consecuencia era que, si antes la iglesia era reconocida sólo por medio de los religiosos, ahora la iglesia debe ser reconocida por todas y todos los creyentes, es decir la iglesia ya no sólo es visible por medio de los sacerdotes sino de todas y todos los creyentes. Es una iglesia visible, donde todos y todas demuestran con sus vidas su seguimiento a Cristo, no por sus vestiduras si no por su vida. Además tanto hombres como mujeres pueden ejercer los ministerios en la iglesia.

En conclusión, la doctrina acerca del sacerdocio universal de todas y todos los creyentes afirma la igualdad de los seres humanos ante Dios y por lo tanto en la realidad, afirmando la responsabilidad que todos y cada uno/a tienen de anunciar el evangelio de Cristo y de ser responsables unos/as a otros/as en una comunidad de fe visible.

El principio protestante El hecho de que nuestras iglesias sean de tradición evangélica-protestante no quiere decir que se quedaron viviendo en el siglo XVI al pie de la letra las doctrinas de ese entonces, sino que más bien se han renovado con el correr de los tiempos manteniendo su capacidad transformadora.

Este principio se denominó en el siglo XVI “Iglesia reformada y siempre reformándose”. De ahí que encontramos diferentes expresiones y énfasis que son valiosos en todas y cada una de las denominaciones evangélicas.

Los movimientos de reforma de la iglesia han respondido a situaciones históricas concretas. Por ejemplo, en el siglo XVI la gente no aguantó tanta injusticia dentro y fuera de la iglesia y entonces surgió la Reforma Protestante. En el siglo XVIII, cuando la iglesia se enfrió y no cumplía con su labor en el mundo, surgió un movimiento de renovación con Juan Wesley.

A principios del siglo XX debido a la discriminación contra la población pobre y negra surge el movimiento pentecostal. En el siglo XX, como una reacción a la esclavitud a que fueron sometidos por varios siglos los pueblos indígenas, surgió la teología indígena. Esos movimientos transformadores acompañan cambios estructurales de la sociedad, cambios sociopolíticos, económicos, culturales e ideológicos.

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4. la ConfesIÓn de fe Confesar: significa “afirmar” y se refiere a decir o a afirmar lo que una comunidad cree. Como cristianos/as, confesamos la fe en Cristo. Esta es una herencia que se nos ha sido dada como parte del pueblo de Dios que somos. Desde el A.T. encontramos esas declaraciones o confesiones de fe.

Confesión de fe en el A.T. El A.T. es un registro de las acciones creadoras y salvíficas de Dios por su pueblo y por la humanidad. Ese pueblo confesó a Dios como su único Dios. Un ejemplo de declaración o confesión de fe lo encontramos en Dt. 26:5-11.

Trabajo en parejas Según Dt. 26:5-11: ► ¿De dónde es que afirman que son sus orígenes como pueblo de Dios? (Vean v. 5) ► ¿En qué clase de Dios creen? ¿Cuáles son las acciones salvíficas de Dios que ellos confiesan? (Vean vs. 7, 8, 9, 10, 11)

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En esta confesión de fe que encontramos en Dt 26:5-11, el pueblo afirma que: ► (v. 5): creen ser pueblo de Dios, provenientes del pueblo hebreo o israelita, ► (v. 7): creen en un Dios que los libera de la esclavitud y de la opresión, ► (v. 8): creen en un Dios fuerte y poderoso, ► (v. 9): que les provee la tierra. Para los israelitas poseer la tierra es contar con la bendición de Dios, ► (v.10): y este pueblo en una actitud de gratitud adora a Dios no sólo con oraciones, danzas, instrumentos y cánticos sino también con las primicias de sus cosechas, o sea de los frutos de la tierra que Dios mismo les ha dado. ► (v.11): creen en un Dios incluyente, que incluye o tiene en cuenta al propio y al extraño.

Podemos concluir que una declaración de fe como ésta se basa en los hechos poderosos y salvíficos de Dios para con su pueblo. En este sentido es una declaración de fe comunitaria, que nace de la acción salvífica de Dios hacia su pueblo y a su vez es un pronunciamiento de la fe de ese pueblo en Dios.

Confesión de fe en el N.T. En Mt. 16:15-16, ¿qué preguntó Jesús a sus discípulos?: ¿Y ustedes quién dicen que soy yo? Jesús también quería saber en qué clase de Mesías sus discípulos estaban creyendo o qué clase de Mesías estaban confesando. Encontramos en el N.T. confesiones de fe bien cortas o resumidas:

Trabajo en parejas ► En Mr. 8: 29: ¿qué es lo que Pedro está confesando o afirmando? ► En Fil. 2:11 hay otra confesión resumida, ¿cuál es?

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Pedro reconoce o afirma o cree o confiesa que Jesús es el Cristo. En Fil. 2:11 otra confesión resumida: “Jesús es el Señor”. Para las iglesias cristianas estos textos podrían ser una buena confesión resumida de la fe, porque son la esencia o el centro de la fe cristiana. Pero como queremos hacer una confesión de fe que abarque muchos otros aspectos de la fe, por eso nuestra declaración de fe consta de más puntos, como vamos a ver en seguida.

Confesión de fe en las primeras iglesias cristianas La preocupación y deseo de dar testimonio de su fe y de definir en qué creen, también estuvo en el corazón de los apóstoles y de las primeras comunidades cristianas. Con el transcurso de los tiempos, se llegaron a algunos consensos hasta que se formuló el “Credo de los Apóstoles”, que contiene como centro la confesión original de la iglesia primitiva de que “Jesús es nuestro Señor”. Por supuesto a través de la historia, el “Credo Apostólico” ha sido revisado y actualizado, como veremos más adelante.

Dimensiones de la Confesión de fe Dimensión de compromiso En la confesión de fe hay una dimensión de compromiso que afecta y compromete la vida de las personas.

Dimensión comunitaria Es una comunidad o una iglesia o iglesias las que confiesan en conjunto su fe. Aunque la confesión de fe tenga implícita la confesión de fe personal, quien confiesa esa fe no lo hace en sentido individualista sino que se identifica y solidariza con una comunidad de creyentes.

Dimensión pública Por ser una iglesia perteneciente a la iglesia universal de creyentes y en servicio al mundo en su carácter misional, la confesión de fe es un testimonio de la presencia de la comunidad cristiana frente al mundo. Su misión es anunciar al mundo el amor de Dios y la existencia de la iglesia como Pueblo de Dios. Cuando la iglesia primitiva confesó que “Jesús es el Señor”, este era, por un lado, un anuncio y compromiso de creer y seguir a Cristo como único Señor y, por otro lado, un desafío y rechazo al se-

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ñor del imperio o a cualquier otro señor que le quisieran imponer; y quedó registrado en Mt. 6:24: “Nadie puede servir a dos señores”.

Para los primeros cristianos y cristianas la confesión de fe contenía una implicación legal. Además de desafiar al señor del imperio, era una cuestión de confesión que debería mantenerse aún en los tribunales, como es el caso relatado en Mt. 10:32-33, y con todas las consecuencias que ello traía, como persecución, encarcelamiento y hasta la muerte. Hebreos 4:14 nos exhorta a mantener la confesión incluso en tiempos difíciles. ¿Dónde confesamos nuestra fe? ► En el culto, como forma de compromiso e identificación con la fe de la comunidad de creyentes. ► En algunas iglesias es usado en el momento del bautismo, cuando se pregunta al bautizando si cree en Dios, en Jesucristo y en el Espíritu Santo. Esto supone un discipulado en donde ha sido enseñado este contenido o esta afirmación o confesión de fe. ► Como testimonio público cuando evangelizamos, cuando compartimos nuestra fe y creencias y cuando servimos al mundo. ► En situaciones que atenten contra las creencias o principios del evangelio, como situaciones de injusticias, discriminación, xenofobia, explotación, opresión, violencia, guerra o de cualquier otro atentado contra la vida, contra la dignidad y contra los derechos de las personas, de los pueblos, de las iglesias, de la sociedad en general y de la creación.

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5. HIstorIa Y sIGnIfICado del Credo ¿Qué significa la palabra CREDO? Viene del latín “yo creo” o simplemente “creo”. El Credo es una oración o formulación o escrito que contiene las razones de la fe. Es un escrito común a toda la cristiandad, ha superado las denominaciones, es decir, ha sido aceptado por las iglesias de confesión cristiana como la iglesia protestante-evangélica, la católica y la ortodoxa. El Credo intenta resumir toda la fe que consta en la Biblia o de precisar en qué consiste el mensaje bíblico.

Por ejemplo, algunas encuestas incluyen entre sus preguntas, ¿a qué credo pertenece? Y relacionan credo con iglesia o denominación.

Esta palabra “Credo”, se transformó en la expresión “Declaración de fe”, que contiene lo que cree una comunidad de fe. Lo que estamos diciendo es que el Credo es una confesión de fe.

Por supuesto para nosotros y nosotras hoy no es llanamente una formulación de lo que se cree (doctrina), sino de lo que se vive y experimenta (praxis, estilo de vida). Afirmamos: “creemos en ... y seguimos esto que creemos”.

Origen y desarrollo del Credo Como fruto del desarrollo del cristianismo en el mundo grecorromano de los dos primeros siglos, la iglesia cristiana se vio en la necesidad de formular confesiones de fe en las que expresaban en qué creían y para defender la fe frente a tantos movimientos, creencias y herejías propias de aquellos tiempos (como el gnosticismo, el docetismo, el ascetismo y el monarquianismo adopcionista).

En el primer siglo hay muchas formulaciones o confesiones pero no llegaron a ser oficiales para toda la iglesia. En el siglo segundo la comunidad cristiana de Roma ya tiene una confesión corta: Yo creo en Dios, el padre, el todopoderoso; Y en Cristo Jesús, su Hijo unigénito, nuestro Señor; Y en el Espíritu Santo, la santa Iglesia, la resurrección de la carne.

Esta confesión de fe fue la base para el Credo Apostólico del segundo siglo, que fue ampliada:

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Creo en Dios Padre, Todopoderoso creador del cielo y de la tierra.

Creo en Jesucristo, su Hijo unigénito, creo en Jesucristo, nuestro Señor, fue concebido por el Espíritu Santo, nació de la virgen María, padeció bajo Poncio Pilatos, crucificado, muerto y sepultado, descendió al mundo de los muertos, resucitó al tercer día, subió al cielo, y está sentado a la diestra de Dios Padre, Todopoderoso, de donde vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos.

Creo en el Espíritu Santo, en la santa iglesia cristiana, la comunión de los santos, en la remisión de los pecados, en la resurrección del cuerpo y en la vida eterna.

Aunque hay una secuencia en el Credo su énfasis en cristocéntrico: creo en Dios, en Jesucristo, en el Espíritu Santo para terminar con la comunidad de fe, la remisión de los pecados, la resurrección del cuerpo y la vida eterna. Este Credo fue adoptado por las comunidades cristianas de Occidente. En cambio en Oriente hubo una diversidad de credos, aunque un credo de Oriente del siglo IV, contiene básicamente la confesión de Occidente.

Después en Occidente surgieron otros credos, se trata del “Credo de Nicea” que surgió del Concilio de Nicea, en Turquía en el año 325, y de “Atanasio”, en Calcedonia en el año 451, (le colocaron el nombre del teólogo Atanasio). Estos credos también son reconocidos por casi todas las iglesias cristianas, pero no tan utilizados como el Credo Apostólico.

Ante nuevas situaciones, comprensiones, interpretaciones y avances en las ciencias bíblicas, el Credo ha sido reformulado, como por ejemplo la “Confesión de Augsburgo” en 1530, que es la confesión básica del luteranismo. Otro ejemplo es la llamada “Confesión de Barmen”, de 1934, redactado por las llamadas iglesias confesantes como reacción a las políticas nacional-socialista de Hitler que querían introducirse en la iglesia.

Estas confesiones fueron adoptadas por las iglesias de entonces como parte significativa de la situación crítica y específica que estaban viviendo.

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Podemos concluir que la historia del origen del Credo fue el testimonio de una fe viva en situaciones de crisis en las que requería de una confesión que expresara en qué creían y qué los identificara como creyentes cristianos/as.

Un ejemplo de Confesión de Fe Trabajo en grupos Los y las talleristas se dividen en seis grupos. Cada grupo analiza tres aspectos de las creencias de la confesión de fe a la luz de los textos bíblicos. Escribe sus aportes y los comparte en plenaria.

Grupo No. 1: 1, 2, 3 Grupo No. 2: 4, 5, 6 Grupo No. 3: 7, 8, 9 Grupo No. 4: 10, 11, 12 Grupo No. 5: 13, 14, 15 Grupo No. 6: 16, 17, 18

CONFESIÓN DE FE DE UNA IGLESIA CONGREGACIONALISTA LO QUE CREEMOS 1. Creemos que Dios existe y lo reconocemos y adoramos como único Dios.

Creemos que Dios es el Creador, que el mundo fue creado bueno y que provee todo lo necesario para la vida. Creemos que Dios creó a la humanidad a su imagen y semejanza, que la humanidad fue creada para estar en buena relación con Dios, para vivir en paz con otros y con la creación. Creemos que Dios ha traído salvación a la humanidad por medio de Jesucristo.

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FUNDAMENTO BÍBLICO Gn. 1 y 2. Ro.3:16

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LO QUE CREEMOS

FUNDAMENTO BÍBLICO

2. Creemos en Jesucristo que es la Palabra de Dios hecha carne. Él es el salvador del mundo, nos ha librado del dominio del pecado y nos ha reconciliado con Dios mediante su muerte en la cruz. Con la resurrección de entre los muertos fue exaltado como Señor, es la cabeza de la iglesia, Cordero inmolado que volverá a reinar para siempre.

Jn. 1:1-14. Ro. 1:16; Ro. 8:21. Ef. 2:11-22. Fil. 2:5-11.

Ef. 5:23. Col. 1:18. Jn. 1:29.

3. Creemos en el Espíritu Santo, el Espíritu Eterno de Dios, que habitó en Jesucristo, da poder a la iglesia, es la fuente de nuestra vida en Cristo, y ha sido derramado sobre los que creen.

Gn. 1 y 2. Jl. 2: 28-29. Hch. 1:8. Ro 5:5, Ro. 8:5-27.

4. Creemos que toda la Escritura es inspirada por Dios, por medio del Espíritu Santo, para instrucción en la salvación y para capacitarnos para toda justicia.

Aceptamos la Escritura como Palabra de Dios y como guía en nuestra vida y fe cristianas. Guiados por el Espíritu Santo en la iglesia, interpretamos las Escrituras en armonía con el evangelio de Jesucristo.

2 Ti. 3:16. 2 Pe. 1:20.

5. Creemos que la humanidad, iniciando con Adan y Eva, ha desobedecido a Dios y ha caído en el pecado. Por causa del pecado la humanidad ha sido entregada a la esclavitud de los poderes del mal y de la muerte.

Gn. 3. Ro. 5 y 6.

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LO QUE CREEMOS

FUNDAMENTO BÍBLICO

6. Creemos que a través de Jesucristo obtenemos el perdón para la salvación del pecado, y nos ofrece una nueva manera de vivir. Recibimos la salvación cuando nos arrepentimos y aceptamos a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador. En Cristo somos reconciliados con Dios e integrados a la comunidad reconciliadora.

Hch. 4:12. Ro. 1:16. 2 Co. 7:10. 1 Ts. 5: 9. Ro. 5:10.

7. Creemos que la iglesia es la asamblea de quienes han aceptado la salvación que Dios ofrece por la fe en Jesucristo.

La iglesia es la nueva comunidad de discípulos y discípulas que cumplen con la misión encomendada por Jesús de proclamar el Reino de Dios al mundo, de hacer discípulos/as y para servir como anticipo de la esperanza gloriosa de la iglesia. Es la nueva sociedad establecida y sustentada por el Espíritu Santo.

Hch. 2:47; 5:11; 9:31; 20:28. Mt. 28:18-20.

8. Creemos que el bautismo de creyentes es una señal de haber sido lavados/as del pecado, para caminar en los pasos de Cristo, para vivir una nueva vida en el Espíritu gracias al poder del Espíritu Santo.

Mr. 1:4. Lc 3:3. Ro. 6:3-4.

Col. 2:12

9. Creemos que en la Cena del Señor recordamos el nuevo pacto que Jesús estableció con su iglesia al morir, para el perdón de los pecados y donde anunciamos la muerte del Señor hasta que él venga.

1 Co. 11:23-34; Mr. 14:2225; Mt. 26:26-29; Lc. 22:1420

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LO QUE CREEMOS

FUNDAMENTO BÍBLICO

10. Cultivamos la disciplina en la iglesia como señal de la gracia transformadora que nos ofrece Dios, con el propósito de liberar del pecado a los hermanos y hermanas cuando pecan y restaurarles en una relación correcta con Dios y con la iglesia. Con esto guardamos la integridad del testimonio de la iglesia en el mundo.

Mt. 5:24, 18: 15-22. He. 12:56.

11. Creemos que los ministerios que Dios da a la iglesia a través de los dones del Espíritu y que son repartidos a los y las creyentes, los capacita para servir en la iglesia y en el mundo. Todas las personas que ministran han de dar cuentas a Dios y a la comunidad de creyentes.

1 Co. 1:7; 7:7; 12:1-31; Ef. 4:1-16. 1 Pe. 4:10.

12. Creemos que la iglesia de Jesucristo es un cuerpo con muchos miembros, quienes, mediante un mismo Espíritu, se edifican en amor.

Ro. 12:4-21; 12:27. 1 Co. 10:16. Ef. 4:4-16.

13. Creemos que la intención de Dios es que las familias de la tierra sean bendecidas, que crezcan en integridad y que todas las personas lleguen a ser salvas, para ser parte de la familia de Dios que es la iglesia. Dios llama a la fidelidad matrimonial en amor.

Gn. 12:1-3. Jn 1:12. Hch. 3:25. Gá. 6:10. Ef. 2:19; 3:15. Gn. 2:24. Ef. 5: 21-22, 31-33.

14. Nos comprometemos a seguir a Jesús que es la verdad y a decir la verdad, a responder con sencillez sí o no y a no jurar en vano.

Jn. 1:14, 17; 3:21; 14:6. Mt. 5:37. Stg 5:12.

15. Creemos que todo pertenece a Dios y que nos llama a ser buenos/as y fieles mayordomos/as de todo lo que Dios nos ha encomendado.

Gn. 1:28. 1 Co. 4:1-2. 1 Pe. 4:10.

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LO QUE CREEMOS

FUNDAMENTO BÍBLICO

16. Creemos que la voluntad de Dios es que haya paz. Dios creó al mundo en paz y la paz ha sido revelada plenamente en Cristo, quien es nuestra paz. Guiados/as por el Espíritu Santo seguimos a Cristo en su evangelio de la paz, practicando la justicia, trayendo reconciliación y oponiéndonos a la violencia y guerra que causa dolor, muerte y destrucción.

Salmo 29:11; 34:14; 35:27; 85:8. Mt. 5:29. Lc. 1:79. Jn. 14:27. Ro. 10:15. 1 Co. 7:15. Ef. 2:17; 6:15. Fil. 4:9.

17. Creemos que la iglesia está llamada a una lealtad absoluta a Cristo, su cabeza, testificando del amor salvador de Dios a todos los pueblos.

Ef. 5:23.

18. Nuestra esperanza está en el establecimiento pleno del Reino de Dios que Jesús inauguró y que establecerá para siempre con su segunda venida. Creemos que Jesús vendrá a juzgar a vivos y a muertos y que su reino no tendrá fin.

Hch. 7:52; 1 Ts. 2:19; 5:23.

2 Ts. 2:1-8; Stg. 5:7-8. 2 Ti. 4:1.

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doctrina: la Biblia es la máxima autoridad en asuntos de fe Grupos 1 y 2 1. Lean en grupo la siguiente explicación de esta doctrina Esta doctrina, o enseñanza de lo que creemos acerca de las Sagradas Escrituras, surgió debido a que, como ya lo vimos anteriormente, para la iglesia Católica Romana la autoridad de la fe cristiana no radicaba solamente en la Biblia sino en la tradición y en el Magisterio de la Iglesia. Debido a las injusticias que se cometían desde la Iglesia con algunas prácticas y decisiones que favorecían a los dueños de grandes tierras, así como a quienes ostentaban el poder, los reformadores protestantes comenzaron a cuestionar esta doctrina y llegaron a la conclusión, especialmente Lutero, que la única autoridad en asuntos de fe para la Iglesia debería ser la misma Biblia.

Entonces, para los reformadores protestantes ninguna autoridad humana, ni los obispos, ni el Papa, compartían la autoridad divina de la Biblia. Ellos creyeron firmemente y se inspiraron en lo que decía la misma Biblia sobre la inspiración del Espíritu Santo, aunque esto no quiere decir que todos los escritores de la Biblia tenían la misma personalidad (2 Pe 1:21).

Es decir, la personalidad de Pablo, por ejemplo, era muy diferente a la de Juan. Sin embargo, posteriormente hubo interpretaciones de algunos teólogos que comenzaron a insistir en que cada palabra de la Biblia fue inspirada por el Espíritu Santo y por lo tanto no hay error en ella. Eso se definió en la Confesión de Westminster en 1646.

Pero, ¿se quedó la iglesia evangélica-protestante con esta doctrina, tal y cual fue formulada en la Confesión de Westminster? La verdad es que no. Muchas tradiciones protestantes con el correr de los años, y debido principalmente al avance de las ciencias bíblicas, comenzaron a darse cuenta que era muy difícil aceptar que cada palabra de la Biblia era inspirada por Dios. Algunos entonces propusieron que en lugar de decir que toda la Biblia es Palabra de Dios, es mejor decir que la Biblia contiene Palabra de Dios. Como reacción a esta manera de pensar, algunos teólogos se volvieron más firmes en defender la posición de la infalibilidad de la Biblia.

2. Respondan las siguientes preguntas: •

¿En qué consiste la doctrina acerca de la Biblia como máxima autoridad en asuntos de fe en la iglesia?

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• • •

¿Cómo podemos saber que estamos interpretando la Biblia adecuadamente? ¿Cómo podemos saber que el Espíritu Santo nos acompaña en la interpretación de la Biblia? ¿Qué papel juega Jesús en la interpretación de la Biblia?

3. Compartan en plenario sus aportes

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doctrina: la justificación por la fe y salvación por medio de la gracia Grupos 3 y 4 1. Lean en grupo la siguiente explicación de esta doctrina Esta doctrina surgió como reacción de los reformadores protestantes a dos asuntos. Por un lado a las enseñanzas de la Iglesia Católico Romana acerca de la importancia de hacer obras de penitencia para ser considerados justos delante de Dios y lograr la salvación. Por otro lado a los esfuerzos frustrados de la gente por cumplir con todos los mandatos y prescripciones de la iglesia que, en lugar de ser evidencia de salvación y liberación, más bien, se convirtieron en una carga difícil de llevar y en una atadura de la fe. Los mismos reformadores, siendo aún sacerdotes católicos, no dormían pensando en fórmulas para cumplir con los mandamientos a cabalidad y experimentar la salvación. Por ejemplo, cómo, siendo sacerdotes podían conservarse en el celibato y no entrar en relaciones amorosas.

Martín Lutero, uno de los iniciadores de la reforma, se encontró, justamente, una noche de insomnio, con un texto bíblico que le cayó como anillo al dedo, Ga. 3:11 “Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá; y la ley no es de fe, si no que dice: el que hiciere estas cosas vivirá por ellas”. Entonces comprendió que la única manera como podemos ser hechos o considerados justos delante de Dios es por medio de la fe. Es decir, la fe en Cristo Jesús, esto es la confianza en él y en sus promesas. Pero también la fe de Cristo mismo nos ha hecho salvos porque Cristo mismo creyó, confió en Dios y le obedeció hasta la muerte y muerte de cruz (Fil. 2:5-11).

A pesar de lo anterior seguía el cuestionamiento acerca de si la misma fe no era en sí una obra. Es decir, el hecho de tener fe en Cristo era algo que se necesitaba para ser salvos. Pero los mismos reformadores encontraron respuesta en la Biblia con el concepto de la gracia. La gracia, que significa don o regalo (del griego xarís), es lo que hace que esa justificación por la fe no sea una obra más. La gracia es la que nos da poder para tener fe en Jesucristo. Entonces, como la gracia es un regalo, es un don, no es algo que se pueda ganar. Es un regalo que Dios otorga por su misericordia, es un favor inmerecido de Dios hacia nosotros/as, aunque en términos legales no lo merezcamos (Ef. 2:8-9). Podemos comparar esto, dentro de la justicia ordinaria, con el delincuente que fue hallado culpable,

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pero una ley de indulto le perdonó sus delitos y lo dejó libre. El no tuvo que hacer nada. Evidentemente todos estos conceptos extraídos de las cartas paulinas son términos jurídicos usados en esa época en el mundo grecorromano. Y Pablo compara la justificación por medio de la fe y la salvación por medio de la gracia con lo que él experimentaba en la justicia romana. ¿Por qué es importante esta doctrina para los evangélicos y protestantes? Porque nos muestra realmente a un Dios de amor incondicional que dio su vida por el rescate de toda la humanidad que estaba caída por el pecado; “Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos (Ro. 5:19). Esa es una gran diferencia con otras religiones no cristianas donde hay reglas y demandas.

2. Respondan las siguientes preguntas: • •

¿En qué consiste la doctrina acerca de la justificación por la fe y salvación por la gracia? ¿Cuáles creen ustedes serían algunas consecuencias para los cristianos y las cristianas si se enfatiza la salvación sólo por la fe?

3. Compartan sus reflexiones en el plenario

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doctrina: el sacerdocio universal de todos los creyentes Grupos 5 y 6 1. Lean en grupo la siguiente explicación de esta doctrina Una de las enseñanzas que por siglos existió en la iglesia Católica Romana, y que aún persiste, es la de diferenciar el clero del laicado, a los religiosos de los feligreses. Esta diferenciación se daba en el hecho de entender a los sacerdotes como los medios necesarios para poner al pueblo en contacto con Dios, entendiendo, como consecuencia, que su vida era más santa y que sus oraciones eran más escuchadas que las del resto de los cristianos. Por tanto, era necesario confesarse ante un sacerdote para obtener la absolución de los pecados y de esta manera obtener el perdón de Dios. Esta diferenciación de clero y laicos hizo identificar a la iglesia, más que todo en los círculos jerárquicos católicos, exclusivamente con los religiosos. Los religiosos eran la iglesia. Ellos estaban por encima del laicado. Ellos estaban más cerca de Dios. Ellos eran y aún son una clase especial, separada, que tiene la responsabilidad de instruir a los demás.

En un ambiente de desigualdad social como la que se vivía en el siglo XVI y de abusos de parte de la iglesia, esta doctrina de sacerdocio y laicado fue cuestionada por los reformadores. Es así como encontraron bases bíblicas para señalar que “todo cristiano/a es un sacerdote” (1 Pe. 2:9), es decir, que todos los cristianos, hombres y mujeres, pueden tener un contacto directo con Dios por medio del Espíritu Santo y que el único mediador entre Dios y los seres humanos era Cristo mismo. La o el cristiano no tiene que responder a ninguna autoridad humana.

Muchos vieron en esta doctrina una tendencia a la igualdad social. Esto quiere decir que si el ser humano es un ser libre que tiene acceso directo a Dios y no tiene que sujetarse a una institución humana, entonces todos los seres humanos están en igualdad frente a Dios. No hay exclusividades. Si son iguales ante Dios entonces tiene que ser iguales en la realidad (He. 10:34).

2. Respondan las siguientes preguntas: •

Expliquen en qué consiste la doctrina acerca del sacerdocio universal de todos los creyentes.

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• •

¿Qué consecuencias trae esta doctrina para las y los creyentes y su compromiso con la iglesia? ¿Qué consecuencias tiene esta doctrina sobre el ministerio de la mujer en la iglesia?

3. Compartan en plenario sus reflexiones

trabajo posterior al curso Primera Parte RECORDANDO LO VISTO Llene los espacios con la respuesta adecuada: 1. Doctrina significa_______________ 2. Un dogma es una enseñanza _______________.

3. Los rasgos distintivos de la iglesia católica son: __________________, _________________, ___________ y__ __________________.

4. Las doctrinas claves de las iglesias protestantes son:______y______________________________________.

5. El principio protestante consiste en ______________ ________________________________.

Responda las siguientes preguntas: 6. ¿Por qué considera que es importante tener una confesión de fe común para las iglesias que se confiesan cristianas?

7. Según Dt. 26:5-11: a. ¿Cuáles son las características del Dios que confesaba el pueblo de Israel? b. ¿Cómo estas características de Dios fortalece nuestra fe y cómo afecta nuestra práctica cristiana?

8. ¿Con cuál de las dimensiones de la fe se identifica más y por qué?

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9. Explique el origen y la importancia del Credo Apostólico.

10. Teniendo en cuenta el cuadro de la Confesión de fe que se desarrolló en el curso, si alguien le pregunta en qué cree, ¿qué le respondería?

Segunda Parte REFLEXIONANDO EN LA BIBLIA Elabore, en sus propias palabras, una confesión de fe que tenga en cuenta su identidad y cosmovisión como latinoamericano/a, indígena, cristiano o cristiana. Busque textos bíblicos que respalden su afirmación.

Tercera Parte VOLVIENDO A LA REALIDAD 1. Escuche un programa de radio o vea un programa de televisión donde se den enseñanzas bíblicas como por ejemplo un sermón, una entrevista a un/a religioso/a, a un/a pastor/a o líder de la iglesia, o una presentación musical.

2. De lo que usted escuchó por la radio o vio en la televisión, ¿qué dice acerca de: Dios, Cristo, el Espíritu Santo, la iglesia, la salvación o el mundo?

3. ¿Con cuáles afirmaciones acerca de Dios, Cristo, el Espíritu Santo, la iglesia, la salvación o el mundo, que usted escuchó o vio, está de acuerdo? ¿Con cuáles no? Explique por qué.

Cuarta Parte COMPARTIENDO LO APRENDIDO Comparta con el equipo de líderes de su iglesia lo que aprendió en este curso, para recibir sus sugerencias. Escriba esas sugerencias.

NOTA: entregue este trabajo al incio del siguiente taller o según acuerdo con la o el asesor.

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BIBlIoGrafÍa Altmann, Walter y otros. Nuestra fe y sus razones. El Credo Apostólico: Historia, Mensaje, Actualidad. Traducido del inglés por Manuel A. Montufar. Quito: CLAI. 2005.

Estrada, Juan Antonio. Para comprender cómo surgió la iglesia. Stella: Verbo Divino. 1999.

Leggett, Pablo. Introducción a la teología. San José: Sebila. 1981.

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Rodríguez, José David. Introducción a la teología. San José: DEI. 1993.

Tamez, Elsa, Roy May y otros. El quehacer teológico. San José: Sebila. s.f.

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