Era una vez la gracia. La gracia no cabiendo dentro de sí misma se transbordó,se hizo creación, mujer, hombre, naturaleza… “y vimos que todo era bueno, era muy bueno”.
Y un día, la gracia se hizo doctrina, pasó de gracia a ley, y se perdió la gracia. Como hijas de la gracia, nacidas de y por la gracia, venimos a reivindicar el lugar
de la gracia,
¡Gracia en la cotidianidad¡