NS MAYO-JUNIO 2011:NUEVO SIGLO 08/06/11 16:07 Página 1
Consejo Latinoamericano de Iglesias
Somos miembros de actalianza
Quien declara la verdad descubre la justicia. (Pr. 12:17) Año 11 • No. 5-6 • Mayo - Junio 2011 • Quito, Ecuador
“Soy coherente al mirar a Jesús en los más pobres” Quito/EFE
Monseñor Gonzalo López Marañón, quien fue obispo por cuarenta años de Sucumbíos, se sometió a un ayuno para reivindicar la "reconciliación" en esa región, donde dos modelos de Iglesia católica y sus seguidores están enfrentados.
Participantes a la Convocatoria Internacional Ecuménica por la Paz.
Jamaica
Todas las religiones traen valores orientados a la paz La paz es un valor fundamental en todas las religiones, según el mensaje final de la Convocatoria Internacional Ecuménica por la Paz (CEIP), reunida en Kingston, Jamaica, del 17-25 de mayo. “A través de la intensificación del diálogo interreligioso, debemos buscar un terreno común para todas las religiones del mundo”. Kingston/ALC, Susan Kim
L
os 1000 participantes reconocieron que cada iglesia y cada religión aporta una perspectiva diferente en el camino hacia una paz justa. Algunos comienzan desde el punto de vista de la conversión personal y moral, otros hacen hincapié en la necesidad de centrarse en el apoyo mutuo y la corrección dentro del cuerpo de Cristo, mientras que otros fomentan el compromiso de las iglesias con grandes movimientos sociales y de testimonio público de la iglesia. “Cada enfoque tiene mérito”, sostiene el texto del mensaje, que fue preparado por un comité de siete personas, presidido por el Obispo Ivan Abrahams, de la Iglesia Metodista de Sudáfrica. “Estos enfoques no son mutuamente excluyentes. En realidad, son inseparables. Incluso en la diversidad, se puede hablar con una sola voz“, afirma. El documento reconoce que la iglesia a menudo ha bloqueado el camino hacia una paz justa. “Nos damos cuenta de que muchas veces, los cristianos hemos sido cómplices en los sistemas de la violencia, la injusti-
cia, el militarismo, el racismo, la intolerancia y la discriminación. Pedimos a Dios que perdone nuestros pecados y nos transforme en agentes de justicia y defensores de la paz justa”. “El mensaje final del CEIP capta sólo una parte de este evento histórico”, dijo el pastor brasileño Walter Altmann, moderador del Comité Central del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), que recibió el mensaje de la reunión en nombre de la organización ecuménica internacional. “Levantamos con esto mucho más que un texto. Levantamos una experiencia ecuménica profunda”, dijo. “La complejidad de los temas que se discuten sin duda requerirá un trabajo más profundo, más reflexión y acción”. Esta convocatoria marca el final del Decenio para Superar la Violencia. Pero también es un nuevo comienzo, analizó Altmann. “Al regresar a nuestros países, cada uno de nosotros se convierte en una carta viva de la reunión”, dijo. El secretario general del CMI, el reverendo Olav Fykse Tveit, expresó el orgullo a los participantes en el CEIP, que se desafiaron a sí mismos y entre sí
para lograr con determinación, nuevos niveles de comprensión. “Estamos llamados a ser uno solo en nuestro testimonio”, dijo Tveit. “También vemos que el camino hacia una paz justa, nos unió. Este es un regalo para todos nosotros y vamos a usarlo bien”, prometió. La participación de más de 90 jóvenes en el CEIP fue reconocido durante la ceremonia de clausura. Sanna Eriksson, representante de la Iglesia de Suecia, habló en nombre de los jóvenes participantes, que se dedicaron a diversas actividades y tuvieron una gran visibilidad. El CEIP expresó su agradecimiento a los anfitriones de Jamaica y el Caribe. El Secretario General del Consejo de Iglesias del país, el reverendo Gary Harriot, señaló que la región del Caribe estaba orgullosa y emocionada de haber sido sede del evento. “Fue mucho más que la planificación de un evento. Algunas formas nuevas de relacionamiento local fueron creados y esperamos que se mantengan intactas incluso después de que el CEIP”, dijo. El mensaje final puede estar listo, pero el trabajo acaba de empezar para el CEIP, dijo el moderador de la reunión del comité preparatorio, Fernando Enns. “Estamos empezando a entender las posibilidades cuando realmente se respetan mutuamente. La Iglesia no sólo debe hablar con los marginados. La Iglesia debe ser el lugar donde están los marginados”, dijo.
M
aría de los Ángeles Vaca, portavoz oficial de la jornada de ayuno y oración de monseñor López Marañón, pues el padre no concede entrevistas, explicó que el sacerdote no volverá a probar bocado hasta que no haya "signos visibles de la reconciliación" en Sucumbíos. Durante cuarenta años, los Carmelitas de los Pies Descalzos, orden de López Marañón, construyeron un modelo de Iglesia social y comunitario, en el que participaban todos los habitantes de Sucumbíos a través de una Asamblea Diocesana, formada también por grupos laicos, explicó Vaca. Sin embargo, cuando López, de origen español, se jubiló, el Vaticano designó como su sustituto a ocupar el vicariato a Rafael Ibarguren de los Heraldos del Evangelio, quienes llegaron a Sucumbíos en octubre de 2010, "desconociendo" a la Asamblea Diocesana e implantando un modelo en el que esta orden "se asume como única instancia de toma de decisiones", argumentó Vaca.
Desde entonces, los seguidores de ambas órdenes viven enfrentados en Sucumbíos e incluso sus diferencias llegaron a los puños, por lo que al final la Conferencia Episcopal Ecuatoriana expulsó a ambas órdenes de la región y el vicariato pasó a manos del obispo ecuatoriano Ángel Polivio Sánchez, que no pertenece a ninguna orden. Aún así, las pugnas entre los seguidores de ambos modelos continúan, por lo que López Marañón con esta acción pide, entre otras cosas, que se respete la Asamblea Diocesana y que finalicen las disputas entre los habitantes de la provincia. Vaca señaló que, durante estos doce días, el padre, de 77 años, sólo se alimenta de agua con miel de abeja pura y, desde hace cuatro días, consume también un "hidratante" que le recetó el médico que sirve "para compensar su cuerpo". Monseñor López Marañón duerme en una carpa en la Alameda, un céntrico parque de Quito, donde intercala sus momentos de oración con la atención a sus fieles. En las mañanas, va a la Capilla del Belén, en frente del parque, donde se baña, bebe su primer vaso de agua de la jornada y ora un rato. Después, da una vuelta por el parque rezando el rosario, Vaca explicó que es el único momento del día que el padre está solo por petición propia. A partir de entonces, empieza a atender a sus fieles que cada día llegan de diferentes partes del país para oír sus consejos y oraciones emitidos a través de una voz pausada y tranquila.
Pasa a la página 3
Solidaridad con Monseñor Gonzalo López Marañón. Numerosas personas han visitado el Campamento de la Reconciliación instalado al frente de la Iglesia del Belén.