Consejo Latinoamericano de Iglesias
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Quien declara la verdad descubre la justicia. (Pr. 12:17) Año 11 • No. 3-4 • Marzo-Abril 2011 • Quito, Ecuador
Termina proceso penal contra Colombia: sacerdote luterano y campesinos Más de 627 mil casos de violencia contra la mujer acusados falsamente en siete años Tras haber sido suspendida en dos ocasiones, por fin se llevó a cabo la primera audiencia en la que fueron escuchados por el Juez Emilio Sánchez, ocho defensores de las fuentes de agua ubicadas en la Montaña de las Granadillas, Zacapa, quien, después de oír a las partes involucradas y evaluar las pruebas testimoniales y documentales presentadas por estas, los desligó del proceso y les absolvió de los delitos imputados por falta de evidencias. Ciudad de Guatemala/ Mayra Rodríguez
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NTRE los ocho se encontraban un religioso luterano y una mujer. Habían sido acusados de detenciones ilegales, amenazas y alteración del orden público, por los hechos ocurridos el 26 de septiembre de 2010, en la aldea La Trementina, Zacapa, cuando finqueros dedicados a la explotación forestal destruyeron un par de postes que habían sido colocados por líderes comunitarios para impedir el paso de camiones cargados de madera procedente de la Montaña Las Granadillas. Ello produjo que un centenar de personas se aglomerara y obligara a los finqueros a colocar de nuevo los postes, en presencia de guardias de la División de Protección de la Naturaleza y de la Policía Nacional Civil, hecho que motivó a los primeros a abrir un proceso penal, con el apoyo del Ministerio Público. El Ministerio Público se constituyó en el ente acusador y solicitó ligar a la causa penal a los sindicados, presentando al juez declaraciones testimoniales y documentales de las personas agraviadas. Cada uno de los sindicados fue escuchado e interrogado por separado, tanto por ese organismo como por el procurador de los querellantes y los abogados defensores. Mientras tanto, se iban agregando documentos y pruebas que desvirtuaron la veracidad de los delitos que pesaban en su contra, y es que varios de los acusados no estuvieron en el lugar el día y a la hora de los hechos; tal el caso de José Pilar Álvarez, pastor de la Iglesia Luterana Guatemalteca, quien demostró que estuvo fuera del país del 23 al 27 de septiembre atendiendo una invitación de la Federación Luterana Mundial; Rubén de Jesús Aldana, que estuvo en una reunión comunitaria a 10 kilómetros de distancia del lugar de los hechos y Sergio
Menéndez, el cual estaba en su lugar de trabajo, en la cabecera departamental de ese territorio. Incluso, Glenda Antón, única mujer que figuraba entre los sindicados, estaba por dar a luz en la fecha señalada y llegó con su bebé en brazos. “Ligar a proceso penal en este caso es una situación meramente aventurada, pues el Ministerio Público no individualizó la participación de cada imputado, no hizo inspecciones oculares, faltó abundar en pruebas testimoniales y tampoco verificó la autenticidad de las fotografías presentadas como medio de prueba”, afirmó el juez del Juzgado de Primera Instancia Penal, Delitos contra el Ambiente y Narcoactividad de Zacapa, quien, además, dijo que el hecho de que una persona participe en una iglesia o asociación como defensor de la naturaleza, no es motivo de delito. “Con mucha alegría les informamos que el juez, luego de valorar todas las pruebas y acusaciones, concluye que por falta de méritos quedamos libres, no encontró elementos para ligarnos a ningún proceso; estamos felices porque la justicia prevaleció en este caso y la verdad salió a relucir, pues quienes nos estaban acusando lo hacían mediante pruebas falsas”, afirmó el pastor luterano
Álvarez Cabrera, al salir de los tribunales. “Agradecemos su apoyo, presencia y solidaridad, y Dios no nos abandona cuando defendemos causas humanas. Se ha demostrado una vez más que nos han acusado con pruebas falsas, y en esta ocasión felicitamos al juez, porque hizo ver al Ministerio Público sus fallas y porque no hace las investigaciones como deben ser, al punto de acusar a personas que ni estuvimos ahí”, expresó Rubén de Jesús Aldana, dirigente de la Asociación para la Protección de la Montaña Las Granadillas. La audiencia corrió a eso de las 10:00 horas y finalizó alrededor de las 14:30. Los ocho acusados, la mayoría campesinos dedicados a la agricultura, fueron acompañados por varias organizaciones nacionales e inter nacionales de derechos humanos, así como por gente de las comunidades, que desde muy temprano se reunieron en el Teatro al Aire Libre de Zacapa, donde oraron en un ambiente ecuménico, dirigidos por sacerdotes católicos y pastores evangélicos, para luego caminar hacia el juzgado correspondiente, donde permanecieron hasta escuchar la resolución pronunciada por el magistrado competente. Los afectados agradecieron el acompañamiento y la solidaridad de quienes les han acompañado y apoyado en la lucha por proteger sus fuentes de agua, lucha que les ha acarreado amenazas de muerte y persecución penal, desde hace varios años, y que se generaliza en otros casos más en el territorio nacional, donde líderes campesinos y religiosos han sido criminalizados por oponerse a la explotación, sin restricciones, de sus bienes naturales y del medio ambiente.
Adital, Karol Assunção
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NTRE los años 2002 y 2009, Colombia registró más de 627 mil casos de violencia contra la mujer. De ese total, casi 12 mil correspondieron al asesinato de niñas y mujeres. Es lo que revela un estudio realizado por Olga Amparo Sánchez, directora de "La Casa de la Mujer”, juntamente con "Ruta Pacífica de las Mujeres” y otras dos organizaciones no-gubernamentales (ONGs). Son aproximadamente 245 víctimas por día que sufren violencias que van desde agresiones físicas, sexuales, psicológicas, hasta la muerte. Importante destacar que el estudio está basado en informaciones de Medicina Legal, de la Promotora General y de la Policía Nacional. Durante estos siete años, 11.976 niñas y mujeres fueron asesinadas. El 40% de esos asesinatos fueron cometidos por algún familiar o compañero sentimental. En razón de este y otros factores, la investigación considera a la casa como el lugar más peligroso para la mujer. La situación en el país, es todavía más preocupante por el conflicto armado interno, que
también afecta particularmente a las mujeres. Solamente entre 2005 y 2009, Fuerzas Armadas y grupos paramilitares asesinaron a 864 personas fuera de combate. El informe también presenta, que muchos casos de feminicidios (asesinatos de mujeres) en el país, fueron practicados por policías o soldados. La directora de la "Casa de la Mujer” recuerda que, a pesar del feminicidio estar contemplado en las leyes del país, la mayor parte de estos crímenes permanecen en la impunidad. La promotora, por su parte, cree que las pocas e insuficientes investigaciones, son consecuencia de la falta de denuncias. Para el órgano – según informaciones del periódico El Tiempo–, muchas personas dejan de denunciar la violencia por miedo, falta de confianza en la justicia o por no percibir a las mujeres como sujetos de derecho. Un estudio divulgado recientemente por el Centro Reina Sofía de España, apuntó que Colombia está en segundo lugar en feminicidios por cada millón de mujeres. El primer lugar, en un ranking de 40 países, está Guatemala seguida por Colombia y El Salvador.
Iglesia popular pierde al padre José Comblin Salvador/ALC
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ON 88 años recién completados el 22 de marzo, falleció, en Salvador, Bahía, el padre José Comblin. Él presentaba problemas cardíacos y usaba marcapaso. Fue encontrado muerto, sentado en su cuarto, cuando era esperado para la oración matinal y no aparecía en la capilla. Belga de nacimiento, Comblin estaba en Brasil desde 1958, cuando desembarcó atendiendo solicitud del papa Pio XII, que pedía sacerdotes voluntarios para regiones con falta de padres. Dedicó su vida a los empobrecidos y a la Iglesia popular, de modo especial en Pernambuco, en la Paraíba y en Bahía. Trabajó con don Hélder Câmara, en Olinda y Recife, fue perseguido por el régimen militar, detenido en el aeropuerto y deportado, en 1972, cuando retornaba de un viaje a Europa. José Comblin participó del primer grupo de la Teología de la Liberación. Estaba en la raíz de los equipos de formación de seminaristas en el campo en Pernambuco y en la Paraíba
Padre José Comblin.
(1969), del seminario rural de Talca, en Chile (1978), y después en Paraíba, en Sierra Redonda (1981). Esas iniciativas dieron origen a la llamada Teología de la Azada. Escribió decenas de libros, entre ellos “La ideología de la seguridad nacional: el poder militar en América Latina” (Rio de Janeiro: Civilização Brasileira, 1978).