Consejo Latinoamericano de Iglesias
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Quien declara la verdad descubre la justicia. (Pr. 12:17) Año 11 • No. 1-2 • Enero-Febrero 2011 • Quito, Ecuador
Proyecto de acompañamiento ecuménico Rincón del Mar, Colombia
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a Mesa Nacional del CLAI y el Foro ACT Colombia estuvieron reunidos del 1 al 4 de febrero en Rincón del Mar para concluir el proyecto ecuménico de acompañamiento a las víctimas de la violencia en Colombia. Hacer esa reunión en Rincón del Mar, un balneario en el norte de Colombia, fue muy significativo. Esa región estuvo fuertemente marcada por el conflicto, originalmente controlada por la guerrilla, luego por los paramilitares y el narcotráfico. La desapropiación forzada de tierras en contra de los campesinos y los indígenas del pueblo zenú, establecieron en la región gran parte de los terratenientes. “Existen en la región muchas fosas comunes” denuncian los habitantes . En el año 2008, todo el cabildo (concejales) fueron detenidos por estar involucrados en la parapolítica. Actualmente los niveles de violencia han disminuido y la Iglesia Colombiana Metodista, que es la única que ha permanecido en la región desde los tiempos de mayor violencia, está enfocando su trabajo en la reconstrucción de la dignidad del ser humano en la región. “La Iglesia Metodista quiere dialogar con los terratenientes y con las autoridades políticas acerca de la justicia, los derechos humnos y por la promoción de los servicios básicos a la población,” dijo el obispo metodista Juan Alberto Cardona. El proyecto de acompañamiento a las víctimas de la violencia en Colombia surgió de un desafío de la reunión del CLAI con el CMI en Bogotá en 2009. La situación de violencia en el país siempre ha sido un desafio de las iglesias. Cada iglesia desarrollaba su trabajo diaconal de manera independiente. El primer llamado de CLAI y el Foro ACT de Colombia fue animar a las iglesias
Iglesias ecuménicas de Colombia se unen por la paz.
que compartieran su trabajo en el campo diaconal. La Iglesia Luterana con su ministerio diaconal enfoca el desarrollo sostenible y ambiental con apoyo a pequeños proyectos en reforestación y recuperación de cuencas. En el área de Derechos Humanos promociona la exigencia de derechos y la defensa en contra de las minas anti personas. La Iglesia Menonita está muy presente en el país con su compromiso y la promoción de iglesias como santuarios de paz. Con su proyecto llamado JUSTAPAZ fortalecen la capacidad de las iglesias en formación, acción e incidencia. La Iglesia Espiscopal enfatiza su trabajo en el acompañamiento y amparo alimentario a niños y ancianos desplazados que viven en la calles. En su Casa de Paso en Bogotá dan amparo a abuelos y abuelas desplazados y que han sido abandonados por sus familias. La Iglesia Metodista tiene un fuerte
trabajo de promoción social en la costa Norte de Colombia, una de las más violentas del país. En esa región los metodistas mantienen el único Centro de Salud de la región. Además tiene fuerte presencia junto al pueblo indígena zenu. La Iglesia Presbiterana ya tiene una larga experiencia en acompañamiento, ofreciendo apoyo a personas que por seguridad necesitan salir de su lugar de origen y encontrar un nuevo sitio con seguridad para vivir. Con la Iglesia Presbiteriana de Estados Unidos tienen un proyecto en que dos personas de los Estados Unidos viene a Colombia por uno o dos meses para estar en diferentes espacios donde la iglesia tiene que vivir el Evangelio en situación de violencia. De ese compartir surgió el impulso para fortalecer ese trabajo diaconal en una acción ecuménica conjunta de acompañamiento a las víctimas de la violencia. En diversos espacios de
con líderes de diálogo organizaciones y al compartir con comunidades que cuentan con acompañamiento nacional e internacional se ha valorado que este contribuye con la protección y ayuda en el incremento de la seguridad de personas y a procesos comunitarios que sufren de manera permanente amenazas y persecución. El acompañamiento internacional de esta manera ha sido una alternativa de protección para salvar vidas de muchos líderes y comunidades que no confían en las autoridades del Estado encargadas de esta labor a causa de las evidencias que muchas amenazas provienen de personas vinculadas con estos organismos de seguridad. Esta es la razón por la cual el acompañamiento que ha realizado Brigadas Internacionales de Paz (PBI) ha sido muy importante y se ha ampliado a varias regiones del país para
contribuir con la protección de líderes y comunidades. Pero dado el aumento de las amenazas en varias regiones del país también presencia otras tienen organizaciones internacionales que realizan acompañamiento. Entre estas organizaciones están: ECAP, FOR y el Programa Presbiteriano de Acompañamiento por la Paz de los Estados Unidos, SWEFOR de Suecia, IPO donde participan acompañantes de varios varios países, PAS de Canadá, Red de Hermandad y Solidaridad de España y recientemente han iniciado presencia la organización protección internacional (IP). Las regiones donde estas organizaciones de acompañamiento están presentes son Bogotá apoyando a muchas organizaciones nacionales que trabajan en la defensa de los derechos humanos y en lugares de algunas zonas de Urabá haciendo presencia en la Comunidad de Paz de San José de Apartado y en las zonas Humanitarias de Curvaradó y Jiguamiandó, también hay presencia en el Magdalena Medio y en la Macarena. Lo sustancial de este proyecto es que las iglesias y el movimiento ecuménico han sentido el llamado para participar y aportar esta experiencia de protección que vienen realizando organizaciones nacionales e internacionales agregando una presencia ecuménica solidaria en regiones donde hay muy poco o ningún acompañamiento internacional. Se busca de esta manera fortalecer el acompañamiento con énfasis en comunidades y procesos locales y regionales de base ya que en su mayoría las organizaciones de acompañamiento que tienen presencia en el país han centrado su apoyo a ONGs que tienen presencia en Bogotá y en algunas regiones.
Secretariado del CLAI se reúne en Quito Quito/NS
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os secretarios regionales, los coordinadores y la coordinadora de pastorales del CLAI se reunieron en Quito, en la sede el CLAI, para evaluar y coordinar las actividades para el 2011. Con la ayuda de CREAS, el CLAI quiere aprender de sus experiencias para mejorar su servicio a las iglesias. “En esa reunión trabajamos con los temas de monitoreo y evaluación. La pregunta orientadora es: ¿Cómo estamos contribuyendo a generar cambios positivos
en las iglesias y en la sociedad?”, pregunta el secretario general pastor Nilton Giese. Con esas reuniones de capacitación de sus funcionarios, el CLAI quiere mejorar la calidad de su trabajo y la buena administración de los recursos. Como miembro de la Alianza ACT (Acción Conjunta de las Iglesias por sus siglas en inglés), el CLAI está comprometido con el desarrollo transformacional que pone las necesidades, los derechos y aspiraciones de las personas e iglesias.
Iglesias ecuménicas de Colombia se unen por la paz.