Revista bimestral núm. 86 NOV-DIC 2017 • Donativo: $15.00•$2.50 US
Cuentos para pensar
APOSTÓLICA
Adviento y Navidad Con el puño en alto
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San Judas Tadeo Semblanza del apóstol y su devoción en el Templo de San Hipólito de la Ciudad de México
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Un libro que ofrece una visión de la devoción a san Judas Tadeo,
fundamentada en el conocimiento de la identidad e importancia del santo apóstol.
Desde 1892, los Misioneros Cla retianos se encuentran a cargo del Templo de San Hipólito, un recinto ubicado en el corazón de la Ciudad de México que forma parte de su patrimonio históri co y cultural, y que actualmente se distingue por la veneración al apóstol san Judas Tadeo, cuya de voción se manifiesta visiblemente por toda la ciudad.
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Semblanza del apóstol y su devoción en el Templo de San Hipólito de la Ciudad de México Misioneros Claretianos de México
TEMPLO DE SAN HIPÓLITO MISIONEROS CLARETIANOS DE MÉXICO 4/4/14 7:50:34 AM
Somos una asociación civil sin fines de lucro Ayúdanos a seguir ayudando con el programa BECA A UN niño o joven SORDO PARA TERMINAR SUS ESTUDIOS DE: primaria, secundaria o preparatoria. DONATIVOS: BANAMEX CUENTA 02834280577 SUC. 0283 CLABE: 002180028342805779 PIDE TU RECIBO DEDUCIBLE DE IMPUESTOS MAIL centroclotet@yahoo.com.mx
Heriberto Frías 711 Col. Del Valle 03100, Delegación Benito Juárez. Tel.55233060 PA86 Forros con cambio de logo.indd 2
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APOSTÓLICA
Director
Ramón Rivera Barriga, CMF
CONTENIDO 2. Editorial
Consejo Editorial
Alejandro Cerón Rossainz, CMF Adolfo Villaseñor Rangel, CMF Oscar Rodríguez Linares, CMF Humberto Rodríguez Pérez, CMF Fernando Pinto Barrientos, CMF Enrique Mascorro López, CMF José Juan Tapia, CMF Ernesto Bañuelos C.
3. Vida cotidiana
4. El poder de la unidad
Editora
Marisol Núñez Cruz
6. Con el puño en alto
Arte y Diseño
Raúl Méndez Colaboradores
Enrique A. Eguiarte Bendímez, OAR Jesús García Vázquez, CMF Juan Carlos Martos, CMF Enrique Marroquín Zaleta, CMF
8. Vivir mejor las fiestas de fin de año
10. Nuestra reacción ante un evento traumático
Distribución
Liga Nacional de San Judas Tadeo PRESENCIA APOSTÓLICA, La voz de San Judas Tadeo, es una publicación bimestral. Editor responsable: José Juan Tapia Tapia. Editada por la Liga Nacional de San Judas Tadeo, A.C. Registro No. 04-2008-041014062100-102. Número ISSN 1665-8914 Distribuida por el Templo Claretiano de San Hipólito y San Casiano, A.R., Zarco 12, Col. Guerrero, C.P. 06300, México, D.F. Publicación Claretiana. Impresa en Carmona Impresores S.A. de C.V. Torreón, Coahuila. www.carmonaimpresores.com.mx • ventas@ carmonaimpresores.com.mx • Tel. (871) 707 42 00 con 30 líneas, lada sin costo 01 800 228 22 76. El material contenido en Presencia Apostólica puede ser reproducido parcialmen te, citando la fuente y sin fines comerciales. ¡Te invitamos a suscribirte! mail: ligasanjudastadeo@gmail.com Tel: (55) 55 18 79 50 Fax: (55) 55 21 38 89 Número suelto: $15.00 M.N. / $2.50 US. Suscripción anual: $150.00 M.N. / $25.00 US. (Incluye gastos de envío).
12. Cuentos para pensar
15. Conoce más sobre san Judas Tadeo
16. Diálogo de Adviento
18. De la Palabra a la acción
Ilustración de portada: Leticia Asprón
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Editorial
Preparación y encuentro
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elebramos la espera y la llegada de Cristo en un tiempo difícil, después del terremoto del pasado septiembre. Con esta experiencia aprendimos que somos más fuertes cuando nos mueve el amor que cuando nos paraliza el miedo. Las actitudes de Adviento y Navidad —preparación y encuentro— son vigentes siempre; prepararnos es ir aumentando nuestra sensibilidad para reconocer a Cristo en nuestro prójimo, en especial en el que está en necesidad, el pobre, el enfermo, el migrante, etc. Y el encuentro se relaciona con la manera en que lo recibimos, nuestra capacidad de escuchar, nuestra empatía y solidaridad. En este número ofrecemos reflexiones sobre lo que vivimos recientemente y artículos que nos pueden ayudar a procesar estas experiencias, a salir adelante y a seguir contribuyendo en la construcción de una sociedad justa y solidaria. En estos momentos difíciles, celebrar el nacimiento de Jesús nos llena de esperanza y nos invita a renovar nuestro compromiso con la Vida, a asumir nuestra responsabilidad de desarrollarnos como personas y de promover el desarrollo de los demás. ¡Deseamos a nuestros lectores una auténtica Navidad y un año 2018 lleno de amor y solidaridad! 2
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Vida cotidiana
BENDICIÓN DE
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Navidad Que des y recibas amor en abundancia. Que este amor haga eco en tu corazón como el alegre sonido de las campanas. Que cada persona que llegue a tu vida sea saludada como otro Cristo y que honres a cada huésped como al niño de Belén. Que la esperanza de este tiempo sagrado permanezca en tu alma y te dé una base firme de valor para los tiempos difíciles. Que la alegre sorpresa que vemos en los ojos de los niños despierte dentro de ti y te lleve a renovar tu conciencia y apreciación de las bendiciones que ya no notas. Que nuestros lazos de amor se fortalezcan y nos nutran, al reunirnos en la mesa a celebrar. Que no pierdas de vista la estrella que brilla dentro de ti y que confíes en su presencia luminosa para guiarte y dirigirte cada día. Que visites con frecuencia el Belén de tu corazón, donde encontrarás a Aquel que te ofrece la paz. Que lleves esa paz a nuestro mundo. Amén Hna. Joyce Rupp Traducción de Chistmas Blessing
Canción
CERCA ESTÁ EL SEÑOR Cerca está el Señor, cerca está el Señor. Cerca de mi pueblo, cerca del que lucha por amor. Cerca está el Señor, cerca está el Señor, es el peregrino que comparte mi dolor. También está el Señor, lo conocerás, en el que lucha por la igualdad. También está el Señor, lo conocerás, en el que canta la libertad. También está el Señor, no olvides su voz, sufre el dolor del oprimido. También está el Señor, lo conocerás, en el obrero en su taller. También está el Señor, lo conocerás, en el anciano en su vejez. También está el Señor, no olvides su voz, en el hospital junto al enfermo. También está el Señor, lo conocerás, Él es la vida, es la verdad. También está el Señor, lo conocerás, en el camino de libertad. Jesús es el Señor, no olvides su voz, es el Redentor de nuestro pueblo. (Erdozaín) Presencia Apostólica
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Aventuras de un misionero
El poder de la unidad
Jesús García Vázquez, CMF
los heridos. Gente que, sin alardear, lo dio todo sin pedir nada a cambio, solo por amor al prójimo, gente que realmente busca el bienestar de su gente. ¡Este es el verdadero México!, el que no necesita dinero y publicidad para darse a conocer, el México que se da a conocer a través del amor, la solidaridad y la unión.
Seguir despiertos
¡H
ola! ¿Cómo estás? Espero que, después de lo que experimentamos con el terremoto, ya te encuentres con más serenidad y que, aunque esta triste experiencia nos deje amargos recuerdos, que también nos deje la valentía, el coraje y la sagacidad de descubrir lo importante que es vivir en unidad. Ya que con esta experiencia, aunque envueltos en la tristeza, descubrimos el poder que tiene la solidaridad en los mexicanos de verdad. Solidaridad que aún se está manifestando: corazones que arriesgan la vida para salvar la de sus hermanos, que padecen hambre para quitar a otros el hambre, 4
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que se ponen en peligro para sacar del peligro al prójimo.
El verdadero México
¡Qué hermoso es el México que se conmueve hasta sus entrañas cuando ve sufrir a sus compatriotas, que ha sentido el dolor en las pérdidas y desgracias de la gente en estos días! ¡Qué bellas son las almas que hacen sentir que su hogar también es de los que han perdido el suyo! Sé de amigos que pudiendo haber huido del peligro, permanecieron en él para ayudar a los damnificados. Qué impresionante ver cuánta gente lastimó sus propias manos para rescatar a los lastimados, haciendo fuertes cadenas con eslabones de amor para remover los escombros que tenían atrapados a
Este es el verdadero México que ha despertado y no hay que dejarlo dormir en el letargo que provoca acostumbrarse al dolor. Es el México que merece ser feliz, sacudiéndose las cadenas de la avaricia, la envidia, la competencia, el odio, el rencor, las diferencias raciales, económicas, o sociales. Todos estos vicios son demonios que debemos echar fuera de nuestros hogares y comunidades para dejar entrar al Dios del amor, del perdón, de la paz y la solidaridad. Si te ha llegado hasta el fondo del alma el sufrimiento de nuestra gente, no te permitas acostumbrarte a verlos sufrir. De lo que Dios te da, comparte; si es necesario, sufre con ellos el hambre, el dolor, el descobijo, la traición de los poderosos de este mundo que se están aprovechando del dolor para lucirse y lucrar. Es más, quiero invitarte a que no te amargues la vida pensando que los políticos que son corruptos se van a aprovechar, eso no lo podemos evitar. Lo que sí podemos y debemos evitar es el conformismo y el cinismo de ver a otros sufrir sin hacer nada y peor aún, lucrar con el dolor de la gente. Los que caen en eso, no son dignos de ser mexicanos ni actúan como hijos de Dios, sino como demonios llenos de avaricia y codicia que ambicionan solo los placeres de este mundo, a costa de los débiles.
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Aventuras de un misionero
no amargarme la vida pensando en los que se aprovecharán de estas circunstancias para hacerse ricos, más de lo que ya están, ya que tú nos darás a cada quien, en tu reino, según nuestras obras. Que entienda que lo poco que puedo dar, si lo doy con amor, es mucho más que todo el oro del mundo que tienen los avaros. Espíritu Santo, que me dé cuenta de que en nuestro México, somos muchos más los que de verdad amamos que los que odian. Que somos muchos más los generosos que los tacaños. Que somos muchos más los que estamos dispuestos a dar la vida por el pobre que
Piensa con esperanza que estas circunstancias tan adversas nos hicieron entender que los mexicanos que confiamos en Dios y nos unimos, siempre seremos más poderosos con las armas del amor, que los que nos quieren destruir con la avaricia y la corrupción. El poder de Dios, creo yo, que radica en su unidad y en su amor. Unámonos y amémonos como lo hemos manifestado en estos días y no habrá poder maligno que pueda vencernos, porque donde hay unión y amor, ahí está Dios.
Oremos juntos
Te comparto una oración para pedir al Espíritu Santo que nos fortalezca. Rézala todos los días hasta que te hagas consciente de que el Espíritu Santo es tu fuerza, tu amigo y tu guía tu maestro, tu paz y tu todo. Porque es Dios.
Sumérgete
Espíritu Santo,
en la lectura
de Presencia
Apostólica y profundiza en tu
fe.
Ilustración: Leticia Asprón
Ayúdame a entender que los santos son una alabanza a ti, porque nadie puede ser santo sin tu gracia. Con tu gracia nos haces parecidos a Jesús; como santa Teresita o san Francisco y como todos los santos que han entregado su vida por sus hermanos. Que nunca se me olvide que levantar al caído, al lastimado por los terremotos, por los huracanes, por la delincuencia y por la corrupción, vale más que cualquier sacrificio que pueda ofrecerte. Espíritu Santo, ayúdame a no vanagloriarme en el servicio a los demás, que todo lo haga para tu mayor gloria. Que entienda que todo cuanto existe, es para los que más lo necesitan y no solo para mí. Que mí mayor alegría sea servirte y no servirme de los más débiles. Espíritu Santo dame la gracia de
los cobardes y seguros en sus riquezas. Que somos muchos más los que le creemos a Dios como mamá María lo hizo, que los que le creen al demonio. Espíritu Santo de amor, ayúdame a perdonar y a pedir perdón por los que no entienden, o no quieren entender que la auténtica vida es amar dándonos nosotros mismos en lo que damos. Espíritu Santo, que llegue a entender qué hermoso es el mundo que Dios nos ha dado para todos, para que no caiga en la tentación de querer acaparar todo como si yo fuera el único dueño. Espíritu Santo, no me dejes de tu mano. AMÉN.
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Filosofía de vida
Con el puño en alto Lourdes García Avendaño
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n la historia de la humanidad y de muchos países hemos visto el gesto que da título a este artículo —el puño en alto— como expresión no verbal, a veces, de rebeldía, a veces de lucha, a veces de poder tácito y a veces de desacuerdo. México no ha sido la excepción para estas expresiones, pero sí lo es, con una gran y significativa diferencia, en esta ocasión. Como todos sabemos, el pasado 19 de septiembre, nuestra Ciudad de México, parte del centro del país y los estados de Oaxaca y Chiapas fuimos sorprendidos por un terremoto de 7.1 grados de magnitud en la escala de Richter, que no solo movió la tierra, sino que fragilizó construcciones y derrumbó edificios. Ese sismo, hizo mucho, muchísimo más que eso… movió conciencias, fragilizó egoísmos y derrumbó distancias, diferencias e indiferencias entre las personas. ¡Qué gran legado!
Una experiencia de mi vida
Tengo 58 años de edad. En la década de los años 70, mi papá nos 6
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llevaba diariamente, a mis hermanos, a algunos compañeros y a mí, a la secundaria, desde Coyoacán, en donde vivíamos, hasta Tacubaya. Muy temprano de mañana, salíamos y, en el camino acostumbrado, mi papá notó que un niño, muy bien uniformado se paraba en una esquina con su mamá, esperando al transporte público. Un día, mi papá se detuvo frente a ellos y, después de saludarlos, les preguntó para dónde iban, a lo que la señora contestó: “A la secundaria 8 en Patriotismo.” Mi papá respondió: “Espéreme todos los días aquí a esta hora y yo llevo a su hijo a la escuela, ¿cómo te llamas muchacho?” “Luis, Señor”, respondió el niño respetuosamente, ante la sorpresa de todos los que íbamos en el coche. La mamá, dijo: “¿Pero, cómo podría pagarle por eso?”, a lo que mi papá contestó, dirigiéndose al niño: “Con tu esfuerzo y dedicación para estudiar, Luisito. ¿De acuerdo?” A lo largo de los meses, Luisito y su mamá, estaban siempre puntuales en aquella esquina, la diferencia, era que estaban ahí
parados con las manos “llenas”. Si, llenas con tortas, fruta o dulces o algo para todos los que íbamos en el coche. Luisito, fue un compañero más. Mi papá le daba, como a todos, una moneda para comprar algo en la cooperativa escolar, le daba la bendición y al bajar del coche le decía lo mismo que a todos: ”A estudiar mucho, por la familia y por México.” Así empezó esa historia y terminó tres años después cuando Luisito y yo salimos de la secundaria. Pero, ¿por qué les cuento todo esto?, porque me cuestiono constantemente: ¿Cuándo terminó esto?, ¿Cuándo dejamos como mexicanos de voltear a ver a otros que no gozan de los privilegios que quizá nosotros tenemos?, ¿cuándo nos volvimos, como sociedad, tan egoístas, indiferentes y cínicos?, ¿quién o qué nos hizo cambiar tan radicalmente?, al grado de desconfiar de todo aquel que se nos acerque o hasta de quien se ofrezca voluntariamente ayudarnos en algo. Creo saber las respuestas, igual que estoy segura que tú también. La violencia, la desigualdad, la
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Filosofía de vida
corrupción y un largo etcétera, de los que nos vamos a hablar en este momento, porque vamos a hablar de algo positivo, del sorprendente cambio que se dio en nuestra sociedad después de la 1:14 pm del pasado 19 de septiembre.
Un cambio sorprendente
Hemos vivido las semanas más largas de nuestra historia, hemos visto imágenes durísimas de destrucción, de tristeza, de desolación, de sufrimiento, contrastadas con imágenes de la mayor solidaridad nunca antes vista, de la más rápida organización para acopiar toda clase de productos, para apoyar a los damnificados y a quienes los ayudaban. Nunca antes habíamos visto jornadas de trabajo de 24 horas por 7 días a la semana y las calles concurridas por las madrugadas como si fueran las 3 de la tarde. Nunca antes vimos a vecinos de las zonas devastadas salir de madrugada a ofrecer bebidas calientes, cobertores y hasta un espacio de descanso dentro de sus casas para los brigadistas voluntarios que esperaban su jornada de trabajo sentados en las banquetas de las calles, frente a los edificios derrumbados. Nunca antes habíamos visto a restaurantes o comercios abrir sus puertas para todos aquellos que necesitaran pasar a hacer uso del sanitario o a cargar sus celulares, aún sin hacer ningún consumo o compra. Nunca antes habíamos visto a restaurantes de prestigio regalar comida para quien lo necesitara. Nunca antes habíamos visto a los jóvenes a quienes habíamos tachado de egoístas y desentendidos de la realidad, salir a las calles a organizarse, a trabajar, a esforzarse y a darlo todo por “ilustres” desconocidos. Nunca antes se había percibido en una misma cuadra tanta deso-
lación y tristeza, como entusiasmo, esperanza y legítimo amor por el prójimo. Contrastes tan sorprendentes, como estremecedores. En pocos días, después del sismo, vivimos toda clase de sentimientos y emociones que se veían rebasadas por una dolorosa realidad. Nunca antes tanta comunicación, tanta ayuda, tanta reflexión, tanta conciencia personal y social. Pudimos darnos cuenta del amor que se le tiene a México, al recibir tanta ayuda de países que se han comportado como nuestros hermanos, no solo en grandes cantidades de dinero, sino en cuadrillas de expertos rescatistas dispuestos a arriesgar sus vidas por las de personas atrapadas a quienes nunca antes habían visto. Nunca antes tanto reconocimiento a los miembros del ejército y la marina y a sus técnicas de rescate y a los pequeños rescatistas de cuatro patas que se ganaron a pulso el cariño, admiración y reconocimiento de propios y extraños. Pues en esta ocasión la solidaridad no solo se manifestó entre personas, sino también entre especies, tanto por la enorme labor de rescate desempeñada por perros, como por los rescates de perros, gatos y otras mascotas.
El puño en alto
Podría seguir narrando todo lo que vivimos a partir de ese día y momento. Pero de todas estas acciones la más conmovedora, la más impactante para mí y estoy segura de que para muchos, fue ver a decenas de brigadistas, familiares y personas en general levantar el puño pidiendo silencio. Silencio para poder percibir señales de vida; para escuchar si había comunicación de algún sobreviviente bajo los escombros. Lugares en donde el ruido a veces era ensordecedor se convertían en lugares de silencio sepulcral con la finalidad de atender al mínimo indicio de vida.
Ese gesto debe convertirse a partir de este momento en un símbolo que nos recuerde detenernos a escuchar a nuestra conciencia, detenernos a ver y hacer por el otro, detenernos a escuchar lo que el otro nos necesite decir, detenernos a escucharnos a nosotros mismos para descubrir qué rumbo tomar, detenernos para cooperar y aportar a la sociedad lo que cada quien sepa y pueda, detenernos a ver qué necesita nuestro país para ir acabando con sus problemas, detenernos a poner la gran voluntad que nos caracteriza para emprender y continuar proyectos constructivos y trascendentales, tanto para la sociedad, como para el país, detenernos a ver cuál es la mejor decisión y cuál es el sentido de nuestra vida.
Que el gesto permanezca
Levantemos el puño bien alto y recordemos con él de lo que somos capaces. Levantemos el puño para decir a propios y extraños, aquí estoy, aquí estamos, que soy y que somos mexicanos solidarios unidos en favor de la vida, del bien común y del amor al hermano. Levantemos el puño para hacer notar que sí se puede, que nada es imposible para quien es consciente y lucha por el bienestar y el progreso. Levantemos el puño por México. Levantemos el puño y no lo bajemos nunca, a pesar del cansancio, del esfuerzo o dolor que nos cause. Solo esa actitud nos llevará a salir adelante, a transformarnos permanentemente en mejores personas, mejor sociedad y mejor país. Aunque la tierra se mueva, nuestra convicción, corazón, solidaridad, trabajo y voluntad son firmes y así deben seguir siendo. La autora es licenciada en Terapia Física y Logoterapeuta. luluwatty1@yahoo.com Presencia Apostólica
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Desarrollo humano
Vivir mejor las fiestas de fin de año Gylda Valadez Lazcano
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ara cada persona el final de un ciclo o de algún evento tiene un significado diferente. Por ejemplo, el fin de año cada uno lo valora según las experiencias que haya tenido y, principalmente, según su personalidad y actitud. Pero podemos observar que, en general, nuestra mente toma conciencia de lo efímero de la existencia cuando experimenta la terminación de cada uno de los ciclos de la vida. Pasa lo mismo con cada día. Por la mañana una persona se puede sentir activa, optimista y llena de entusiasmo para retomar el ritmo cotidiano, pero a medida que pa8
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san las horas, su energía puede ir disminuyendo para finalmente, al atardecer, llegar a sentirse cansada o inundada por la tristeza, en parte porque la hora del ocaso llama a la reflexión, a la introspección.
¿Depresión?
El fin de una etapa de nuestra vida puede provocar depresión, ya que implica un cambio que nos exige adaptarnos a una situación nueva, llena de incertidumbre. Por ejemplo, el final del periodo académico puede propiciar que algunos jóvenes se sientan incapaces de enfrentar los desafíos de un trabajo, o bien, el final de una relación puede dejarnos incapacitados para que, pasado el duelo,
se pueda comenzar de nuevo y abrirnos a otra experiencia. Muchas veces el fin de año puede ser motivo para caer en una depresión; puede ser por ejemplo que las fiestas vividas anteriormente con aquellos seres queridos que ya han desaparecido, dejen una secuela de recuerdos que nos remueven emociones importantes y nos hacen sentir como si el frío del invierno nos calara en el alma. En este caso nos puede ayudar tomar conciencia de que las pérdidas que hemos sufrido son importantes en sí mismas y no por su asociación con determinadas fechas. Sabemos que los hombres primitivos en épocas de frío buscaban no moverse mucho; se metían en una cueva y tenían que estar quietos, no gastaban energía y casi no comían. Los especialistas sostienen que, de igual forma, alguien deprimido tiende a no moverse. La forma de vivir las experiencias es parte de la personalidad y las personas con tendencia depresiva suelen identificar situaciones como estas, de acuerdo con su acostumbrado estado de ánimo tendiente a responder con tristeza ante cualquier final. También puede ser que las personas sientan rechazo por las fiestas de fin de año porque estas se celebren de manera superficial sin atender las verdaderas necesidades de las personas ni a su auténtico significado.
Tiempo de agradecer
La celebración del fin de año puede ser vivida con la alegría propia de una fiesta que supone principalmente el reconocimiento de todo lo bueno que hemos vivido durante el periodo que concluye: los logros alcanzados, el crecimiento experimentado, etcétera. Evidentemente este año 2017, en que como todos sabemos nuestro
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Desarrollo humano
país fue sacudido por un terremoto, nos deja grandes aprendizajes: hemos tomado más conciencia del valor de la vida y de la importancia de la solidaridad y hemos tenido que reordenar nuestras prioridades, dándonos cuenta de que muchas veces hemos dado mayor importancia a cosas superficiales, por encima de las necesidades reales de muchos.
No consumir el presupuesto del año que entra
Es necesario recurrir a nuestra creatividad para que podamos iniciar un nuevo año sin la famosa “cuesta de enero” propiciada por los gastos y las deudas contraídas en el fin de año, provocando que las personas inicien el año “con el pie izquierdo”. Seamos razonables a la hora de hacer regalos. El principal incentivo es evitar el estrés que puede empañar lo que debe ser un momento de júbilo; pero también hay otras razones: habrá quienes no harán regalos para ahorrar dinero, para combatir el materialismo, para evitar el daño al medio ambiente o para enfocarse en el significado religioso de esta fecha. Muchos nos damos cuenta de que un buen regalo que nos podríamos hacer sería no tener que lidiar con las compras y con todo lo demás que está asociado con los obsequios y que genera tantas tensiones. Se ha comprobado que quienes ponen énfasis en estar con la familia y en actividades espirituales disfrutan más de estas épocas, que quienes se enfocan en dar o recibir regalos.
Cuando no disponemos de recursos económicos, podemos hacer regalos artesanales, elaborados por nosotros mismos o escribir una carta expresando lo que para nosotros significa la persona a la que queremos obsequiar; es un periodo para ser creativos y para respetar el verdadero significado de la navidad. Regalar es un arte en el que no está implicado el costo. Todas las personas tenemos en algún momento de nuestra vida algo que agradecer o recordar a otra persona y es en estas situaciones donde el regalo adquiere un valor importante como recurso para expresar esos sentimientos. El regalo tiene un alto significado, pues es capaz de perdurar en el tiempo, permanece en el recuerdo de las personas, lleva implícito un mensaje de quien lo realiza y a la vez refleja su personalidad; así que regalar se puede convertir en un acertado arte. Algo que debe considerarse cuando se va a realizar un obsequio es que no necesariamente ha de ser caro, que debe ser algo escogido con buen gusto y que recuerde la ocasión. También se debe tener en cuenta que sea algo útil.
Mantenernos enfocados en lo esencial Es muy conveniente aprender a celebrar esta época decembrina como un tiempo lleno de simbolismo y no olvidar que la navidad es algo que va más allá de presentes y cenas con familiares o amigos. También es importante tener presente la necesidad de iniciar un 2018 con nuevos bríos, agradeciendo la vida y celebrándola, ya que el nuevo calendario nos hace ver que tenemos otra oportunidad para cumplir nuestros sueños pendientes que pueden ir desde decirle “te quiero” a alguien especial para nosotros, hasta retomar algo que quedó pendiente y que la llegada del nuevo año nos recuerda que es impostergable. Para emprender con seguridad y confianza el camino del nuevo año, es indispensable arraigarnos, es decir, tener los pies bien puestos sobre la tierra, y advertir que también requeriremos disciplina y orden, ingredientes imprescindibles para alcanzar nuestras metas. La autora es psicoterapeuta corporal y terapeuta sistémica de pareja y familia. coordinacion.centroometeotl@gmail.com
Creatividad vs consumo
A lo largo del año hay épocas en donde de manera tradicional todas las personas hacen regalos, pero especialmente en Navidad casi todos nos sentimos predispuestos a dar y recibir regalos. Presencia Apostólica
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Tanatología
Nuestra reacción ante un evento traumático Ana Laura Rosas Bucio
"Mira profundamente en la naturaleza y entonces comprenderás todo lo mejor". Albert Einstein
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uánto trabajo nos ha costado asimilar los acontecimientos de las últimas semanas, en las que la emoción constante ha sido el miedo. El miedo de vivir nuevamente la destrucción de nuestra ciudad, de las pérdidas humanas y materiales y el inmenso miedo a la naturaleza que nos ha demostrado una vez más que somos pequeños e indefensos ante ella. Un trauma se define como un choque emocional que produce un daño duradero en el inconsciente. Vivir una experiencia de desastre natural nos hace recordar la fragilidad de nuestra vida y nuestra falta 10
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de control ante muchos eventos. Muchos tuvimos la fortuna de sobrevivir y de poder ayudar a nuestros hermanos que se encontraban en desgracia. El sismo del pasado 19 de septiembre nos conmocionó, pero también reactivó nuestros sentimientos de solidaridad y unas enormes ganas de ayudar a los demás. Saber que estábamos bien, nosotros y los nuestros, nos hizo a muchos sentir y pensar que nuestro deber entonces era ayudar. Y gracias a eso estamos levantándonos y no nos dejaremos caer. Cuando el miedo permanece Para muchas personas las cosas han ido normalizándose, mientras que para otras no es así; el miedo no disminuye, el dolor y la incertidumbre siguen, en algunos casos hasta se incrementan. A esta reacción se le llama estrés postraumático y no solo se da en estas situaciones, sino en una gran diversidad de circunstancias que tienen en común que nos generan miedo. Vivir un desastre natural, un asalto, una violación o un accidente grave, son experiencias que nos generan miedo, y podemos quedar afectados de manera importante por esas experiencias. Lo que caracteriza a la experiencia traumática no solo es el miedo, sino tener la sensación de que podemos no salir vivos de ese evento y esto puede producir una respuesta de estrés postraumático que incluye una serie de reacciones que nos muestran cómo la persona tiene dificultades para asumir las situaciones: Dificultad para dormir, pesadillas, inquietud constante, sensación de que la situación podría repetirse, pensamientos constantes acerca de lo ocurrido, respuestas emocionales intensas ante la mínima provocación, y que todo esto al paso de los días no disminuya, sino que incluso incremente. Perder a un ser querido en un desastre o perder objetos materiales son experiencias muy dolorosas que provocan un duelo difícil, pero con el acompañamiento emocional, económico y social, las personas y las familias afectadas poco a poco irán recuperándose. Esto no significa que no tendrán miedo, pero con el apoyo adecuado serán capaces de seguir adelante con sus vidas. Por otra parte, también están las personas que no tuvieron pérdidas significativas, pero que tienen un miedo que no se quita con paso de los días, se llama miedo traumático. Tener un miedo traumático significa que estamos constantemente asustados, temiendo que el evento se repita y que cuando suceda nos toque a nosotros vivir la experiencia más dolorosa, que nos pase lo que les pasó a otros que se quedaron atrapados, perdieron seres queridos o
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Tanatología
sus bienes materiales. Este miedo acompaña casi permanentemente a la persona y poco a poco la puede llevar a limitar su vida, a no salir, a no dormir, a no permitir que los demás hagan sus vidas; lo que crea malos ambientes familiares y sociales, problemas de salud, dificultades de adaptación e impide la continuación de una vida sana y normal. ¿Qué hacer? Nadie debe vivir lleno de miedo, temiendo a cada momento que el evento traumático vuelva a ocurrir. Y aunque no existe una garantía de que no suceda, las personas debemos desarrollar una confianza y seguridad que nos permita continuar con nuestras vidas. Las personas que a partir de esta experiencia tienen miedo, necesitan encontrar con quien hablar de sus experiencias, de su temor, hablar las veces que sea necesario, pero mientras verbalizan sus temores, es importante ir reconociendo no solo el miedo, sino también todos los recursos con los que cuentan y que hasta ese momento les han servido para sobrevivir. ¿Qué hicieron?, ¿quién estuvo junto a ustedes?, Piensen… todos nos asustamos, pero seguramente no estábamos solos, había gente a nuestro alrededor, algunos más asustados, otros menos, pero no estábamos solos, nos acompañamos en los momentos difíciles, nos conociéramos o no. Nos pusimos a salvo, buscamos salir, o ir a lugares más seguros. Buscamos de manera instintiva protegernos y proteger a los demás. Y después buscamos a los nuestros, por medio de llamadas, o tal vez hasta fuimos a verlos. Entonces no estamos tan indefensos… sabemos qué hacer, y no estamos solos. Esa es nuestra fuerza más importante. Si bien es cierto que ante la naturaleza somos muy indefensos, juntos somos más fuertes y podemos cuidarnos, a nosotros mismos y unos a otros, para sobrevivir. Hablemos, reflexionemos, hagamos un reconocimiento de nuestros recursos personales, familiares y sociales, pensemos en más estrategias para sobrevivir, y principalmente reforcemos nuestros recursos sociales y familiares, y confiemos en Dios. Así seremos más fuertes. Y si nos toca estar cerca de alguien que tiene miedo, podemos ayudarlo mucho si seguimos las siguientes recomendaciones: Escuchar. Escucha con atención y no juzgues. Es importante entender que en estos casos no es necesario contestar todos los comentarios y/o cuestionamientos. A veces no sabemos qué decir, ya sea porque no entendemos en su totalidad los temores, o porque, en un
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afán de brindar consuelo, a veces minimizamos las experiencias de las personas. Cuando no sabemos qué decir, mejor no digamos nada. Entender. O al menos intentar hacerlo. Entiende que la otra persona tiene derecho a sentir lo que siente, y eso no la hace menos persona o inferior o enferma; tuvo una experiencia personal muy fuerte, diferente a la tuya, y si se acerca a contarte es porque confía en ti y quiere recibir un abrazo sincero, un silencio reconfortante, no palabras que la minimicen, la juzguen o la descalifiquen Validar. Aunque la experiencia emocional de las personas no sea del todo correcta, el hecho de que alguien la sienta la hace verdadera. Validar significa reconocer como verdaderas las emociones. El hecho de que para nosotros no lo sean, no significa que la otra persona no lo sienta. Da valor a la emoción y esta disminuirá. Si sientes que el miedo que tiene tu familiar o amigo no disminuye, ayúdale a buscar ayuda profesional. A veces con escuchar a alguien es suficiente para que los miedos bajen y todo vuelva a la normalidad, en otras ocasiones se necesita la ayuda de profesionales adecuadamente entrenados en la atención a miedos traumáticos. Recuerden que todos podemos pasar por estas situaciones de tener miedos que se salen de control y las burlas, los regaños, desesperarnos o no hacer caso solo agravan la situación. Aprendamos a acompañarnos en momentos de dificultad. Sabemos hacerlo de manera natural… solo veamos cuánta gente se movilizó para ayudar ahora en el desastre que dejó el terremoto. Tal vez solo necesitamos aprender a acompañarnos desde lo emocional. Necesitamos regresar a ser familia, a recordar que somos hermanos y que la única manera en que podremos salir adelante de esta situación, así como de cualquier otra, será apoyándonos mutuamente. Es normal tener miedo. Sin embargo, no debemos vivir con miedo que nos incapacite y nos haga sufrir. Estando juntos podemos apoyarnos y sobrevivir a esta y cualquier otra situación difícil. Hoy más que nunca debemos vivir en armonía con la naturaleza: observarla, escucharla, respetarla y cuidarla.
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La autora es psicóloga clínica, experta en intervención en crisis, tanatóloga, logoterapeuta y conferencista. Directora General del Centro de Capacitación Profesional Industrial y Personal S.C. CECAPIP. lrosasb@hotmail.com Presencia Apostólica
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Ilustración: Leticia Asprón
Cuentos para pensar
Encuentras lo que llevasdentro
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abía una vez un anciano que pasaba los días sentado junto a un pozo a la entrada de una ciudad. Un día, un joven se le acercó y le dijo: —Yo nunca he venido por estos lugares, ¿cómo son los habitantes de esta ciudad? El anciano le respondió con otra pregunta: —¿Cómo eran los habitantes de la ciudad de la que vienes? —Egoístas y malvados, por eso me he sentido contento de haber salido de allí. —Así son los habitantes de esta ciudad —le respondió el anciano. 12
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Un poco después, otro joven se acercó al anciano y le dijo: —Voy llegando a este lugar, ¿cómo son los habitantes de esta ciudad? El anciano, nuevamente, le contestó con la misma pregunta: —¿Cómo eran los habitantes de la ciudad de donde vienes? —Eran buenos, generosos, hospitalarios, honestos, trabajadores. Tenía tantos amigos que me ha costado mucho separarme de ellos... —También los habitantes de esta ciudad son así —respondió el anciano. Un hombre que había llevado a sus animales a tomar agua al pozo
y que había escuchado las conversaciones, en cuanto el joven se alejó le dijo al anciano: —¿Cómo puedes dar dos respuestas completamente diferentes a la misma pregunta hecha por dos personas diferentes? —Mira —le respondió— cada uno lleva el universo en su corazón. Quien no ha encontrado nada bueno en el lugar de donde viene tampoco lo encontrará aquí. En cambio, aquel que tenía amigos en su ciudad, encontrará también aquí amigos leales y fieles. Porque las personas son lo que encuentran en sí mismas y encuentran siempre lo que esperan encontrar.
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Cuentos para pensar
Un cuento de Navidad pués lo lleva a la casa de su empleado Bob, donde a pesar de la pobreza y de la enfermedad de su hijo Tim, la Navidad es celebrada con alegría… El fantasma le muestra también a Scrooge a los pobres que no ha querido ayudar. IV. El fantasma de las navidades futuras le muestra a Scrooge escenas de la muerte de un hombre que a nadie le ha importado y de la muerte del niño Tim, cuya familia no había podido costear su tratamiento… al ver Scrooge que el hombre muerto era él mismo, decide cambiar de actitud. V. La mañana de Navidad, después de su viaje con los espíritus, Scrooge se transforma en un hombre generoso y amable, y emprende una serie de acciones que reparan todos los errores que lo vimos cometer en el primer capítulo: acepta la invitación de su sobrino Fred; envía un pavo, anónimamente, a casa de su empleado, a quien le sube el sueldo y ayuda a los pobres. Te invitamos a leer completa la obra, llena de detalles y argumentos interesantes, que nos
hace comprender que la Navidad es un tiempo propicio para abrir los corazones cerrados, especialmente a los pobres. El fantasma de Marley se pregunta: “¿Por qué habré andado entre mis semejantes con la mirada baja, sin alzar nunca mis ojos hacia esa bendita estrella que guió a los Santos Reyes hasta el humilde portal?” Un cuento de Navidad nos hace tomar conciencia de que la vida es nuestra oportunidad para hacer el bien y de que debemos procurar la felicidad propia y ajena, haciendo en la tierra todo el bien que sea posible.
Ilustración: Leticia Asprón
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Recordemos la famosa obra escrita en el siglo XIX por Charles Dickens que cuenta la historia de un hombre avaro y egoísta, llamado Scrooge y su transformación, tras ser visitado por una serie de fantasmas en la víspera de Navidad. En resumen, los cinco capítulos de la novela nos cuentan lo siguiente: I. Scrooge era un hombre avaro y amargado a quien solo le importaba el dinero. Tan frío y cortante que los mendigos no se atrevían a pedirle caridad. En este capítulo Scrooge rechaza la invitación de su sobrino Fred para cenar con su familia y rechaza dar dinero para los pobres. También vemos a Scrooge tratar con desconsideración a su esclavizado y mal pagado empleado Bob. Por la noche, Scrooge es visitado por el fantasma de su socio Marley, muerto siete años atrás, quien arrastra cadenas que representan los actos de avaricia y egoísmo que había cometido en su vida. Marley anuncia a Scrooge la visita de tres espíritus que le darán la oportunidad de salvarse de tener el mismo destino. II. El fantasma de las navidades pasadas muestra a Scrooge su infancia y le recuerda a una mujer a la que amó y a la que dejó por su adicción al dinero… III. El fantasma de las navidades presentes muestra a Scrooge cómo se prepara y celebra la Navidad en diversos lugares; lo lleva a visitar la casa de su sobrino Fred, quien cena con familiares y amigos. Des-
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Cuentos para pensar
LA PAZ PERFECTA
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abía una vez un rey que ofreció premiar a aquel artista que pudiera captar en una pintura la paz perfecta. Muchos lo intentaron. El rey observó todas las pinturas, pero solo hubo dos que realmente le gustaron y tuvo que escoger entre ellas. La primera era un lago muy tranquilo donde se reflejaban unas plácidas montañas. Sobre ellas se veía el cielo azul con tenues nubes blancas. Todos los que miraron esta pintura pensaron que reflejaba la paz perfecta. La segunda pintura también tenía
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montañas, pero estas eran escabrosas y descubiertas. Sobre ellas había un cielo furioso del cual brotaba un impetuoso aguacero con rayos y truenos. Montaña abajo se apreciaba el retumbar de la cascada de un espumoso torrente de agua. Todo esto no parecía para nada pacífico. Pero cuando el Rey observó cuidadosamente, vio tras la cascada un delicado arbusto creciendo en una grieta de la roca. En este arbusto se encontraba un nido. Allí, en el rugir de la violenta caída de agua, estaba sentado plácidamente un pajarito en medio de su nido... paz perfecta.
El Rey escogió la segunda pintura. Y explicó a sus súbditos el porqué: “Paz no significa estar en un lugar sin ruidos, sin problemas, sin trabajo duro ni dolor. Paz significa que, a pesar de todas estas cosas, permanezcamos calmados dentro de nuestro corazón.” Este es el verdadero significado de la paz. Cuando encontremos la paz en nuestro interior, tendremos equilibrio en la vida. Autor desconocido
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Nuestra devoción
Conoce más sobre san Judas Tadeo sido llamado «Lebbeo» que significa hombre de corazón tierno. En la lista de apóstoles del evangelio según san Lucas aparece con el nombre de «Judas» (6,16); en Mateo (10,3) y en Marco (3,18) se utiliza el nombre «Tadeo». Todos los nombres que hacen referencia a san Judas Tadeo son significativos, pues nos hablan de su actitud y cualidades.
La imagen
• Lo más significativo en las representaciones del apóstol es portar en el pecho la imagen de Jesucristo; simbolizando que Tadeo lleva a Cristo en su corazón y que es parte central de su persona. También significa que es portador del mensaje de Jesús, pues lo llevó a los pueblos paganos. • Se le representa con las armas o herramientas que la tradición ha asociado con su martirio: mazo, hacha o espada. • La llama del Espíritu Santo sobre la cabeza del apóstol simbo-
liza su presencia en Pentecostés.
San Judas Tadeo en la Biblia
Además de ser mencionado en la lista de apóstoles, el evangelio según san Juan nos refiere que san Judas hace una pregunta a Jesús durante la última cena: “Le dice Judas –no el Iscariote–: Señor, ¿por qué te vas a manifestar a nosotros y no al mundo?” (Jn 14,22-23). Por otra parte, al apóstol se le atribuye la Epístola de Judas, una de las cartas del Nuevo Testamento que se suelen llamar “católicas”, porque no están dirigidas a determinada Iglesia local, sino a un círculo más amplio de destinatarios.
Advocación y fiesta
Ser el patrono de las “causas difíciles” o de los “casos desesperados o imposibles” ha convertido a san Judas Tadeo en uno de los santos más invocados popularmente. Su fiesta se celebra en la liturgia el 28 de octubre, aunque popularmente es recordado el día 28 de cada mes.
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an Judas Tadeo fue uno de los doce apóstoles que Jesús escogió, como nos dice el Evangelio, «para que estuvieran con él y para enviarlos a predicar». San Judas formó parte de la que podemos identificar como la primera comunidad de discípulos del Señor, además de ser su pariente cercano, según los relatos genealógicos.
Sus nombres
El nombre «Judas», un nombre común entre los judíos del tiempo de Jesús, viene del idioma hebreo y significa “alabanzas sean dadas a Dios”; el nombre «Tadeo» proviene del idioma arameo y significa valiente o magnánimo. También ha Presencia Apostólica
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Adviento
Diálogo de adviento Enrique Marroquín, CMF
Un personaje singular nos habla de cómo tener una Navidad profunda
San Juan Bautista, de Juan Van Der Hamen
una especie de pijama con un fastuoso abrigo rojo y carga un gran saco lleno de regalos. —¡No! El personaje al que nos referimos se dice que era fuerte y austero; se alimentaba de miel y de chapulines, como los oaxaqueños, y vestía de piel de camello, con un cinturón de cuero. —Y, ¿cuál es el mensaje que nos transmite este personaje? —Pues… para tener una feliz Navidad, ¡compre!, ¡coma y beba!, ¡regale!, ¡consuma!... —¡No! Su predicación se centraba en: “Conviértanse y hagan penitencia.” Compartan y preparen el camino del Señor, preparen su corazón para el nacimiento de quien ha de llegar. ¡Sólo así tendremos una verdadera Navidad feliz! Nuestra Navidad será según el personaje que elijamos: La Navidad de Santa Claus es la Navidad de la sociedad de consumo, que para conmemorar el nacimiento de un niño pobre, que no tuvo siquiera un lugar decente para nacer, realiza grandes ventas de fin de año, con regalos superfluos e inútiles, convirtiendo a la Navidad en la época en que más contrasta la desigualdad social, pues es sabido que a Santa Claus no le alcanza la noche para visitar a los niños pobres que se conforman con ver los juguetes en los aparadores… Esa Navidad se parece a una esfera del arbolito: muy brillante por fuera, pero frágil y hueca por dentro.
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n el tiempo de Adviento un personaje nos ayuda a prepararnos para la Navidad. ¿De dónde viene este personaje? —¡Pues seguramente del Polo Norte, tierra de trineos, renos y pinos! —¡No! Del norte nos han llegado otras cosas… El personaje al que me refiero viene del desierto, lugar de penitencia. —¿Y cómo es este personaje? ¿Cómo viste? ¿Qué come? —Como en la temporada navideña comemos pastelitos, galletas y dulces, se explica que el personaje sea un anciano gordo, rozagante y barbón, que usa 16
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En contraste, la Navidad a la que nos invita san Juan Bautista es una Navidad profunda y fuerte, que se basa en compartir lo poco o lo mucho que tenemos, como hicieron los pastorcitos, que compartieron con el niño de la cueva sus escasas viandas y que a cambio se llenaron con el canto esperanzador del coro angélico, que, por cierto, no cantó el “Gingle Bells”. —Pero, y entonces, ¿quién inventó a Santa Claus? —Pues se trata nada menos que de san Nicolás, nacido en Turquía, hijo de padres muy ricos, de quienes heredó una gran fortuna que repartió entre los niños pobres. Al regresar de un viaje por Tierra Santa, llegó a Mira (Turquía), justo cuando los sacerdotes no se ponían de acuerdo en elegir a su obispo y acordaron que nombrarían obispo al primer sacerdote que entrase al templo. De esa manera fue nombrado obispo. Lo pintan de ornamento rojo por haber muerto mártir y lo que terminó siendo un gorro rojo, originalmente era su mitra. Fue amigo de los niños y se dice que curó a tres a quienes un criminal había herido a cuchilladas. Cuando los mahometanos invadieron Turquía, unos marinos lo llevaron a Bari, por lo que se le conoce como san Nicolás de Bari. A san Nicolás, los sajones lo llaman Sant Colaus o simplemente Santa Claus. Su fiesta es el 6 de diciembre y en Alemania es ese día cuando los niños reciben sus regalos, después de que el enano Ruperto les castiga por sus travesuras. —Entonces, el verdadero Santa Claus no se opone a san Juan Bautista, pues ambos nos invitan a compartir. Hay que quebrar la dura corteza de nuestro egoísmo, como una piñata, para disfrutar de la gracia que es lo que simboliza la fruta que cae al romperse el barro.
La corona de Adviento Adviento es una palabra latina que quiere decir llegada. Es un tiempo que abarca desde el cuarto domingo anterior al 25 de diciembre, hasta esa misma fecha. Hacer una corona de Adviento puede ayudar para vivir en familia este tiempo, tanto por las lecturas bíblicas y oraciones propias de esta tradición, como por la acción simbólica de ir encendiendo una vela cada domingo, que nos ayuda a tomar conciencia de que el tiempo pasa, de que Cristo se acerca y de que la luz va aumentando conforme se aproxima su llegada. La tradición de la corona se originó en antiguos pueblos germánicos en los que, durante los días fríos y oscuros de diciembre, se hacían círculos con ramas de verde perenne que se encendían como signo de esperanza y ruego para que la primavera volviera, y con ella la luz y el calor. A través de los siglos, esta tradición se propagó en el mundo cristiano, convirtiéndose en un símbolo de esperanza en Cristo. La corona se hace con follaje verde y se colocan en ella tres velas moradas y una rosa o blanca que se van encendiendo progresivamente en cada uno de los domingos de adviento. • La forma circular representa la eternidad de Dios. • El verde del follaje representa la vida. • La corona se decora con un listón rojo que representa el amor entre Dios y la humanidad. • Los frutos con que se adorna representan los de la vida cristiana. • La luz de las velas tiene un rico simbolismo, pues alumbra el camino, aleja el miedo, da calor y es símbolo de Jesucristo.
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Mt 23,1-12 (…) Jesús dijo a las multitudes y a sus discípulos: “En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y fariseos. Hagan, pues, todo lo que les digan, pero no imiten sus obras, porque dicen una cosa y hacen otra. Hacen fardos muy pesados y difíciles de llevar y los echan sobre las espaldas de los hombres, pero ellos ni con el dedo los quieren mover. Todo lo hacen para que los vea la gente. Ensanchan las filacterias y las franjas del manto; les agrada ocupar los primeros lugares en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; les gusta que los saluden en las plazas y que la gente los llame ‘maestros’. Ustedes, en cambio, no dejen que los llamen ‘maestros’, porque no tienen más que un Maestro y todos ustedes son hermanos. A ningún hombre sobre la tierra lo llamen ‘padre’, porque el Padre de ustedes es solo el Padre celestial. No se dejen llamar ‘guías’, porque el guía de ustedes es solamente Cristo. Que el mayor de entre ustedes sea su servidor, porque el que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido”. Es más fácil hablar de cómo deben hacerse las cosas que hacerlas. Cuando tenemos una posición de autoridad, fácilmente caemos en la pretensión de lograr que otros hagan bien las cosas, mientras nosotros solamente guardamos las apariencias. Jesús nos llama a la autenticidad, a no pretender ser maestros, sino servidores y verdaderos hermanos. En este evangelio Jesús señala la corrupción de quienes solo buscan una apariencia de grande18
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za y nos señala el camino correcto: la verdadera grandeza está en el servicio realizado con amor, hacerlo además nos hará felices. ¿Entiendo que el verdadero poder está en el amor y el servicio?
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Mt 25,1-13 (…) Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: “El Reino de los cielos es semejante a aquellas diez jóvenes, que tomando sus lámparas, salieron al encuentro del esposo. Cinco de ellas eran descuidadas y cinco, previsoras. Las descuidadas llevaron sus lámparas, pero no llevaron aceite para llenarlas de nuevo; las previsoras, en cambio, llevaron cada una un frasco de aceite junto con su lámpara. Como el esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó un grito: ‘¡Ya viene el esposo! ¡Salgan a su encuentro!’ Se levantaron entonces todas aquellas jóvenes y se pusieron a preparar sus lámparas, y las descuidadas dijeron a las previsoras: ‘Dennos un poco de su aceite, porque nuestras lámparas se están apagando.’ Las previsoras les contestaron: ‘No, porque no va a alcanzar para ustedes y para nosotras. Vayan mejor a donde lo venden y cómprenlo.’ Mientras aquellas iban a comprarlo, llegó el esposo y las que estaban listas entraron con él al banquete de bodas y se cerró la puerta. Más tarde llegaron las otras jóvenes y dijeron: ‘Señor, señor, ábrenos.’ Pero él les respondió: ‘Yo les aseguro que no las conozco.’ Estén, pues, preparados, porque no saben ni el día ni la hora.”
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Reflexionando sobre este evangelio preguntémonos: ¿Cuál es la actitud de “lámpara encendida”? La respuesta puede ser: tener fe, amar, esforzarnos ante cada reto y situación que afrontamos en la vida. Así, haremos presente la luz de Jesús en el mundo, mientras estemos en él. No sabemos “ni el día ni la hora…” No hay que tener miedo, sino estar preparados para servir a otros; siempre listos para encontrar a Jesús en el prójimo y para amar. ¿Llevo, con mi actitud, luz a donde hay oscuridad?
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Mt 25,14-30 (…) Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: “El Reino de los cielos se parece también a un hombre que iba a salir de viaje a tierras lejanas; llamó a sus servidores de confianza y les encargó sus bienes. A uno le dio cinco millones; a otro, dos; y a un tercero, uno, según la capacidad de cada uno, y luego se fue. El que recibió cinco millones fue enseguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos. En cambio, el que recibió un millón hizo un hoyo en la tierra y allí escondió el dinero de su señor. Después de mucho tiempo regresó aquel hombre y llamó a cuentas a sus servidores. Se acercó el que había recibido cinco millones y le presentó otros cinco, diciendo: «Señor, cinco millones me dejaste; aquí tienes otros cinco que con ellos he ganado.» Su señor le dijo: «Te felicito, siervo bueno y fiel. Puesto que has sido fiel en cosas de poco valor, te
confiaré cosas de mucho valor. Entra a tomar parte en la alegría de tu señor.» Se acercó luego el que había recibido dos millones y le dijo: «Señor, dos millones me dejaste; aquí tienes otros dos que con ellos he ganado.» Su señor le dijo: «Te felicito, siervo bueno y fiel. Puesto que has sido fiel en cosas de poco valor, te confiaré cosas de mucho valor. Entra a tomar parte en la alegría de tu señor.» Finalmente, se acercó el que había recibido un millón y le dijo: «Señor, yo sabía que eres un hombre duro, que quieres cosechar lo que no has plantado y recoger lo que no has sembrado. Por eso tuve miedo y fui a esconder tu millón bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo.» El señor le respondió: «Siervo malo y perezoso. Sabías que cosecho lo que no he plantado y recojo lo que no he sembrado. ¿Por qué, entonces, no pusiste mi dinero en el banco para que, a mi regreso, lo recibiera yo con intereses? Quítenle el millón y dénselo al que tiene diez. Pues al que tiene se le dará y le sobrará; pero al que tiene poco, se le quitará aún eso poco que tiene. Y a este hombre inútil, échenlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y la desesperación».” Esta parábola también hace referencia a la conducta cristiana en relación con el esperado regreso de Cristo. Es conocida popularmente como parábola de los talentos, porque en ella la palabra talento — que ahora es sustituida por millón— hacía referencia a una moneda del mundo antiguo. Actualmente, el mismo término hace referencia a las capacidades con las que contamos cada uno de nosotros y esto nos ayuda a interpretarla de una manera práctica: Debemos aprovechar los dones que hemos recibido para trabajar por el Reino de Dios. Presencia Apostólica
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Nuestros dones son nuestro capital y este debe ser productivo. El “siervo malo y perezoso” de la parábola enterró su dinero porque no se quiso esforzar, pero, s obre todo, no quiso correr el riesgo de beneficiar a otro con su trabajo. Los dones o talentos recibidos son para ponerlos a trabajar con generosidad. No creamos que es suficiente no hacer mal a nadie. Debemos ser personas emprendedoras y llenas de creatividad. ¿Cuáles serían ejemplos de lo que podemos emprender como cristianos?
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Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo Mt 25,31-46
(…) Jesús dijo a sus discípulos: “Cuando venga el Hijo del hombre, rodeado de su gloria, acompañado de todos sus ángeles, se sentará en su trono de gloria. Entonces serán congregadas ante él todas las naciones, y él apartará a los unos de los otros, como aparta el pastor a las ovejas de los cabritos, y pondrá a las ovejas a su derecha y a los cabritos a su izquierda. Entonces dirá el rey a los de su derecha: «Vengan, benditos de mi Padre; tomen posesión del Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo; porque estuve hambriento y me dieron de comer, sediento y me dieron de beber, era forastero y me hospedaron, estuve desnudo y me vistieron, enfermo y me visitaron, encarcelado y fueron a verme.» Los justos le contestarán entonces: «Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer, sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos de forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o encarcelado y te fuimos a ver?» Y el rey les dirá: «Yo les aseguro que, cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicieron.» Entonces dirá también a los de la izquierda: «Apártense de mí, malditos; vayan al fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles; porque estuve hambriento y no me dieron de comer, sediento y no me dieron de beber, era forastero y no me hospedaron, estuve desnudo y no me vistieron, enfermo y encarcelado y no me visitaron.» (…)* En el evangelio de hoy, Jesús nos dice qué es lo que significa el juicio final, qué es lo que contará para hacer la evaluación de nuestra vida. De acuerdo con lo que nos dice Jesús, el juicio se basará prin20
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cipalmente en el bien que hayamos hecho a otros, en especial a los más necesitados. Cristo se identifica con los que sufren y nosotros debemos tener la capacidad de ver su rostro en los miembros más marginados y necesitados de nuestra sociedad. Esta lectura aparece celebrando a Cristo como Rey del Universo. En contraste con nuestra experiencia en el mundo, aquí la palabra “rey” se refiere a un dominio absoluto y universal, pero que se ejerce por medio del amor. Cristo es un rey, cuya actitud es la de servir y no la de ser servido, y que se identifica con los pobres y con los necesitados. En su Reino, el amor es el criterio universal para decidir el destino del ser humano. ¿Entiendo la trascendencia de mi actitud ante los necesitados?
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1er. Domingo de Adviento Mc 13,33-37 (…) Jesús dijo a sus discípulos: “Velen y estén preparados, porque no saben cuándo llegará el momento. Así como un hombre que se va de viaje, deja su casa y encomienda a cada quien lo que debe hacer y encarga al portero que esté velando, así también velen ustedes, pues no saben a qué hora va a regresar el dueño de la casa: si al anochecer, a la medianoche, al canto del gallo o a la madrugada. No vaya a suceder que llegue de repente y los halle durmiendo. Lo que les digo a ustedes, lo digo para todos: permanezcan alerta.” Este primer domingo de Adviento el evangelio nos hace un llamado para estar en alerta —con una fe despierta—, lo cual significa estar siempre conscientes y haciendo lo que debemos hacer. La historia del hombre que se va de viaje, sin que se sepa cuándo va a regresar, nos recuerda la fragilidad de nuestra existencia, ya que no sabemos en qué momento puede terminar. En Adviento miramos al pasado para recordar la historia de Jesús, pero también miramos al futuro y esperamos el regreso de Cristo. Lo más característico —el sello distintivo— de nuestra actitud en esta espera debe ser la esperanza, y no una esperanza hecha de ilusiones, sino una fundamentada en nuestra fe. El adviento viene a despertarnos; es una oportunidad para volver a establecer nuestras priori-
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¿Qué significa estar alerta en la vida cristiana?
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2° Domingo de Adviento Mc 1,1-8
Este es el principio del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. En el libro del profeta Isaías está escrito: He aquí que yo envío a mi mensajero delante de ti, a preparar tu camino. Voz del que clama en el desierto: “Preparen el camino del Señor, enderecen sus senderos.” En cumplimiento de esto, apareció en el desierto Juan el Bautista predicando un bautismo de conversión, para el perdón de los pecados. A él acudían de toda la comarca de Judea y muchos habitantes de Jerusalén; reconocían sus pecados y él los bautizaba en el Jordán. Juan usaba un vestido de pelo de camello, ceñido con un cinturón de cuero y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Proclamaba: “Ya viene detrás de mí uno que es más poderoso que yo, uno ante quien no merezco ni siquiera inclinarme para desatarle la correa de sus sandalias. Yo los he bautizado a ustedes con agua, pero él los bautizará con el Espíritu Santo.” Tenemos mucho que aprender de Juan el Bautista. Este profeta —que vive con sencillez y pendiente de la voluntad divina— es un ejemplo de lo que debe ser nuestra vida cristiana y nuestra actitud en Adviento. Es un personaje que con su ejemplo nos señala el camino que nos está invitando a preparar. La conversión es un proceso permanente; un cambio gradual que se va dando cuando decidimos vivir nuestra vida por el camino de la fe. Se trata de un cambio en nuestra manera de ser para que esta sea al modo de Jesús, para que sea posible el Reino de Dios. El Adviento es el comienzo de nuestro año litúrgico y nos invita a seguir a Cristo a la manera de Juan el Bautista: con autenticidad y sin protagonismos.
¿Cuáles son los cambios que puedo hacer en este tiempo de Adviento?
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Nuestra Señora de Guadalupe Lc 1,39-48
María se encaminó presurosa a un pueblo de las montañas de Judea y, entrando en la casa de Zacarías, saludó a Isabel. En cuanto ésta oyó el saludo de María, la criatura saltó en su seno. Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo y, levantando la voz, exclamó: “¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que la madre de mi Señor venga a verme? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo en mi seno. Dichosa tú que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor.” Entonces dijo María: “Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se llena de júbilo en Dios, mi salvador, porque puso sus ojos en la humildad de su esclava.”
Ilustración: Cerezo Barredo • www.servicioskoinonia.org
dades y para practicar las enseñanzas de Jesús, mientras esperamos el encuentro con él.
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capaz de respetar la vida humana en todas sus fases, desde el seno materno hasta la vejez, capaz de acoger a los emigrantes, así como a los pueblos y a los pobres y marginados de todas las épocas. América es una tierra generosa.»
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Ilustración: Cerezo Barredo • www.servicioskoinonia.org
3er. Domingo de Adviento Jn 1,6-8.19-28
Hoy celebramos a la virgen María, bajo la dulce advocación de Guadalupe. El evangelio de este día nos muestra la solicitud y disposición de María para ayudar al pobre y al necesitado. En esta fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe “Patrona de América y Estrella de la Evangelización” recordemos estos versos del Nican Mopohua: «¿No estoy yo aquí que soy tu madre? ¿No estás bajo mi sombra y resguardo? ¿No soy yo la fuente de tu alegría? ¿No estás en el hueco de mi manto, en el cruce de mis brazos? ¿Tienes necesidad de alguna otra cosa?» Reflexionemos también en estas palabras del Papa Francisco (diciembre, 2016): «La aparición de la imagen de la Virgen en la tilma de Juan Diego fue un signo profético de un abrazo, el abrazo de María a todos los habitantes de las vastas tierras americanas, a los que ya estaban allí y a los que llegarían después. Este abrazo de María señaló el camino que siempre ha caracterizado a América: ser una tierra donde pueden convivir pueblos diferentes, una tierra 22
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Hubo un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan. Éste vino como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él. Él no era la luz, sino testigo de la luz. Este es el testimonio que dio Juan el Bautista, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén a unos sacerdotes y levitas para preguntarle: “¿Quién eres tú?” Él reconoció y no negó quien era. Él afirmó: “Yo no soy el Mesías.” De nuevo le preguntaron: “¿Quién eres, pues? ¿Eres Elías?” Él les respondió: “No lo soy.” “¿Eres el profeta?” Respondió: “No.” Le dijeron: “Entonces dinos quién eres, para poder llevar una respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo?” Juan les contestó: “Yo soy la voz que grita en el desierto: «Enderecen el camino del Señor», como anunció el profeta Isaías.” Los enviados, que pertenecían a la secta de los fariseos, le preguntaron: “¿Entonces por qué bautizas, si no eres el Mesías, ni Elías, ni el profeta?” Juan les respondió: “Yo bautizo con agua, pero en medio de ustedes hay uno, al que ustedes no conocen, alguien que viene detrás de mí, a quien yo no soy digno de desatarle las correas de sus sandalias.” Esto sucedió en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde Juan bautizaba. La voz de Juan el Bautista, haciendo eco de la del profeta Isaías, nos invita a enderezar nuestros caminos; a compartir y preparar el camino del Señor. El Bautista que en el evangelio de san Marcos se nos presentó como precursor del Mesías y por ello nos invitaba a preparar el camino, ahora en este evangelio de san Juan se nos presenta como testigo de Jesús. Las respuestas de Juan el Bautista nos dejan ver una total identificación con su misión, como testigo de la Luz, como la voz que anuncia al Señor. Imitemos la humildad con que el Bautista realiza su misión. ¿Cuáles son las acciones concretas con las que puedo preparar el camino del Señor?
Presencia Apostólica
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De la Palabra a la acción
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4° domingo de Adviento Lc 1,26-38
(…) El ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón de la estirpe de David, llamado José. La virgen se llamaba María. Entró el ángel a donde ella estaba y le dijo: “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.” Al oír estas palabras, ella se preocupó mucho y se preguntaba qué querría decir semejante saludo. El ángel le dijo: “No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios. Vas a concebir y a dar a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, y el reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reinado no tendrá fin.” María le dijo entonces al ángel: “¿Cómo podrá ser esto, puesto que yo permanezco virgen?” El ángel le contestó: “El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso, el Santo, que va a nacer de ti, será llamado Hijo de Dios. Ahí tienes a tu parienta Isabel, que a pesar de su vejez, ha concebido un hijo y ya va en el sexto mes la que llamaban estéril, porque no hay nada imposible para Dios.” María contestó: “Yo soy la esclava del Señor; cúmplase en mí lo que me has dicho.” Y el ángel se retiró de su presencia. En este cuarto domingo de Adviento, la virgen María nos acerca al momento culminante de la historia: la Palabra que se hace carne y pone su morada entre nosotros. Este evangelio nos presenta la pertenencia de Jesús al linaje de David, lo que implica que su llegada viene a realizar la esperanza mesiánica de su pueblo. Las palabras del ángel nos revelan que Jesús es el hijo de Dios y que María es una persona especialmente favorecida por la gracia de Dios. La respuesta de la virgen María la convierte en el principal modelo para todos los cristianos. Sorprendida y preocupada por el hecho sobrenatural de su encuentro con el ángel, ella, a su corta edad tiene la respuesta perfecta: “Yo soy la esclava del Señor; cúmplase en mí lo que me has dicho.” Su respuesta refleja serenidad y disposición para aceptar el plan de Dios. ¿Cuál es mi disposición para aceptar la Palabra de Dios?
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LA NATIVIDAD DEL SEÑOR Misa de la noche Lc 2,1-14
Por aquellos días, se promulgó un edicto de César Augusto, que ordenaba un censo de todo el imperio. Este primer censo se hizo cuando Quirino era gobernador de Siria. Todos iban a empadronarse, cada uno en su propia ciudad; así es que también José, perteneciente a la casa y familia de David, se dirigió desde la ciudad de Nazaret, en Galilea, a la ciudad de David, llamada Belén, para empadronarse, juntamente con María, su esposa, que estaba encinta. Mientras estaban ahí, le llegó a María el tiempo de dar a luz y tuvo a su hijo primogénito; lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre, porque no hubo lugar para ellos en la posada. En aquella región había unos pastores que pasaban la noche en el campo, vigilando por turno sus rebaños. Un ángel del Señor se les apareció y la gloria de Dios los envolvió con su luz y se llenaron de temor. El ángel les dijo: “No teman. Les traigo una buena noticia, que causará gran alegría a todo el pueblo: hoy les ha nacido, en la ciudad de David un Salvador, que es el Mesías, el Señor. Esto les servirá de señal: encontrarán al niño envuelto en pañales y recostado en un pesebre.” De pronto se le unió al ángel una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo: “¡Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad!” La Navidad suele evocar sentimientos de alegría, paz y ternura, porque Dios se ha hecho hombre por nosotros. Este pasaje nos describe el nacimiento de Jesús y la aparición de los ángeles a los pastores. Un rasgo predominante en la narración es la pobreza en la que se da el nacimiento de Jesús: el pesebre, el hecho de que no hubiera lugar para ellos en la posada, la humildad de los personajes. ¿Qué nos dicen las circunstancias del nacimiento de Jesús? Nos dicen que para él no son importantes el poder y la jerarquía, sino el amor, la humildad y el servicio. Los pastores eran personas con la ocupación más simple y básica; ellos representan a los pobres del mundo como los primeros destinatarios de la salvación. Presencia Apostólica
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De la Palabra a la acción
La Navidad es el comienzo de una vida con Cristo para crecer a su lado. Misa del día Jn 1,1-18 (blanco) En el principio ya existía aquel que es la Palabra, y aquel que es la Palabra estaba con Dios y era Dios. Ya en el principio él estaba con Dios. Todas las cosas vinieron a la existencia por él y sin él nada empezó de cuanto existe. Él era la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en las tinieblas y las tinieblas no la recibieron. Hubo un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan. Este vino como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él. Él no era la luz, sino testigo de la luz. Aquel que es la Palabra era la luz verdadera, que ilumina a todo hombre que viene a este mundo. En el mundo estaba; el mundo había sido hecho por él y, sin embargo, el mundo no lo conoció. Vino a los suyos y los suyos no lo recibieron; pero a todos los que lo recibieron les concedió poder llegar a ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre, los cuales no nacieron de la sangre, ni del deseo de la carne, ni por voluntad del hombre, sino que nacieron de Dios. Y aquel que es la Palabra se hizo hombre y habitó entre nosotros. Hemos visto su gloria, gloria que le corresponde como a Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad. Juan el Bautista dio testimonio de él, clamando: “A éste me refería cuando dije: «El que viene después de mí, tiene precedencia sobre mí, porque ya existía antes que yo». De su plenitud hemos recibido todos gracia sobre gracia. Porque la ley fue dada por medio de Moisés, mientras que la gracia y la verdad vinieron por Jesucristo. A Dios nadie lo ha visto jamás. Él Hijo unigénito, que está en el seno del Padre, es quien lo ha revelado. El prólogo del Evangelio de san Juan nos habla de la creación del mundo, de Dios y de su Palabra creadora, y nos dice que en Jesús, esa misma Palabra se encarna y se dirige a nosotros. Dios ha acampado en medio de nosotros y esa es la buena noticia; es Palabra para nuestros oídos, Luz para nuestros ojos y Vida para nuestra alma. Y nosotros ¿cómo responderemos a esa Palabra? Seremos bienaventurados si 24
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viene a nosotros en los pobres y nosotros le abrimos nuestro corazón.
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SAGRADA FAMILIA DE JESÚS, MARÍA Y JOSÉ Lc 2, 22-40
Transcurrido el tiempo de la purificación de María, según la ley de Moisés, ella y José llevaron el niño a Jerusalén para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley… Vivía en Jerusalén un hombre llamado Simeón, varón justo y temeroso de Dios, que aguardaba el consuelo de Israel; en él moraba el Espíritu Santo, el cual le había revelado que no moriría sin haber visto antes al Mesías del Señor. Movido por el Espíritu, fue al templo, y cuando José y María entraban con el niño Jesús para cumplir con lo prescrito por la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios, diciendo: “Señor, ya puedes dejar morir en paz a tu siervo, según lo que me habías prometido, porque mis ojos han visto a tu Salvador, al que has preparado para bien de todos los pueblos, luz que alumbra a las naciones y gloria de tu pueblo, Israel.” El padre y la madre del niño estaban admirados de semejantes palabras… El niño iba creciendo y fortaleciéndose, se llenaba de sabiduría y la gracia de Dios estaba con él.* La familia constituye el entorno en el que aprendemos la fe y las tradiciones. En ella experimentamos el amor de nuestros padres y recibimos su apoyo y protección. El contexto familiar es importante para Jesús, como para nosotros, pero su misión va más allá, se proyecta hacia “todos los pueblos”. El ejemplo de Simeón nos dice que solo alcanzaremos la paz cuando hayamos conocido a Jesús. Por último, la lectura nos presenta en el niño Jesús un modelo de desarrollo: crecer, fortalecerse, llenarse de sabiduría y tener la gracia de Dios. ¿Entiendo que la misión de la familia siempre se proyecta hacia el bien de toda la humanidad y la creación?
* Cuando no se reproduce el texto de la lectura (por razones de espacio), se invita a leerlo en la cita bíblica.
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