BENEMÉRITA ESCUELA NORMAL LIC. EN EDUCACIÓN PRIMARIA VII SEMESTRE ATENCIÓN EDUCATIVA PARA LA INCLUSIÓN “fichas de resumen sobre la inclusión” MAESTRO TITULAR: ROBERTO DAVID MENDOZA BARRERA ALUMNA: CLARISA GUZMÁN PINEDO ZACATECAS, 26 DE AGOSTO DE 2015
FICHAS DE DOCUMENTOS SOBRE LA INCLUSIÓN
AUTOR TÍTULO
Ángeles Parilla Latas DEL “Acerca del origen y sentido de la educación inclusiva”
DOCUMENTO PUBLICACIÓN
Revista de Educación num.327
LUGAR
Sevilla, España
FECHA
DE 1 de Marzo de 2002
PUBLICACIÓN/ ACEPTACIÓN FECHA
DE 26 de Agosto de 2015
RECUPERACIÓN NÚMERO
DE 19 páginas
PÁGINAS
RESUMEN: La educación especial y los conceptos de inclusión e integración tuvieron un proceso largo y accidentando. No fue hasta la llamada Conferencia de 1990 de la UNESCO en Jomtien (Tailandia), donde se hizo conciencia sobre la exclusión y las desigualdades que la misma produce se expande de tal modo que tan sólo cuatro años después se da adscripción a esa manera casi generalizada como principio y política educativa. Esta conferencia no sólo sirvió para introducir la noción de inclusión a nivel internacional, sino que refrendó un movimiento de ámbito mundial (el denominado movimiento inclusivo) que los países desarrollados perseguimos y, al que aspiran en desigual medida los países en vías de desarrollo. En la declaración de Salamanca, alude al hecho de que la orientación inclusiva se asuma como un derecho de todos los niños, de todas las personas, no sólo de
aquellos calificados como personas con Necesidades Educativas Especiales (NEE), vinculando la inclusión educativa entonces a todos aquellos alumnos que no se benefician de esta modalidad. El término inclusión es un fenómeno social. El problema de la exclusión no es algo exclusivo del siglo XX sino que conforme pasa el tiempo se agudice más este problema gracias a los cambios influyente de la globalización sobre las personas y regiones que viven al margen de la sociedad. Es un problema de alcance mundial. Un camino común: la exclusión educativa de las personas diferentes Hemos visto gracias a las reformas educativas que para erradicar la exclusión no se debe hablar de diversidad sino de desigualdad. Por lo tanto no hay calidad de educación sin equidad, de ahí se obtiene la premisa de que las desigualdades culturales, sociales y políticas de las minorías y grupos marginados son los principales ejemplos de la exclusión y no sólo hablando de las Necesidades Educativas Especiales (NEE) como se maneja comúnmente. Exclusión: La negación del derecho a la educación En las naciones como España y EEUU se produjo la exclusión a los grupos de personas identificadas como “improductivas” o “anormales” al negarles el derecho de educación. El máximo exponente de exclusión se vio presente a través del infanticidio en niños con defectos o déficit visuales o notorios. Por otro lado, la explotación laboral y la negación del derecho al trabajo, al voto, a la participación definitiva en la vida pública es otra de las realidades a las que se enfrentaron esta minoría. Segregación: El reconocimiento del derecho a la educación diferenciada según grupos En este apartado, se hace mención de cómo a poco se les permitió a los grupos que han sido rechazados anteriormente, ingresar a las escuelas (aunque con algunas barreras y lejos de la meta de la inclusión). Sin embargo, la nueva barrera
o señal de exclusión se vio presente al dividir a la población en escuelas de acuerdo al sexo, condición social y NEE. Las reformas integradoras En este caso, se vio un avance significativo en cuanto a la integración de los grupos vulnerables en una escuela regular. Con ello se reconoció el derecho a la educación frente a las demandas de la misma población. Se emplearon términos como comprehensividad, coeducación, educación compensatoria e Integración escolar; para definir estas reformas integradoras (años 50´s), pero no inclusivas aun. La educación básica se convirtió en obligatoria y se mezcló a la población, sin importar su condición de ningún tipo. Las reformas inclusivas Estas nuevas reformas apuestan no solo por la integración de todos a la escuela, sino también en el ámbito profesional, así como su desenvolvimiento en cada aspecto de la vida bajo las mismas oportunidades. Dichas reformas son las que se implementan actualmente pero aun con limitantes y algunas modificaciones. El término inclusión hace referencia “a participar en la comunidad de todos en términos que garanticen y respeten el derecho, no solo a esta o pertenecer, sino a participar de forma activa política y civilmente en la sociedad, en el aprendizaje en la escuela, entre otros ámbitos”. Es por ello, que el reto recae en la educación adaptada a todas las necesidades de los alumnos. El reto escolar no se reduce a adaptar la escuela para un grupo determinado, sino que demanda un proceso de reestructuración global de la escuela, a fin de ofrecer una escuela de calidad para todos. Las nuevas lecturas y los nuevos referentes teóricos de la inclusión. Para comprender mejor cuales son las mejoras que se plantean con la inclusión, se ha propuesto 5 marcos de referencia como sustento teórico, los cuales son:
*La nueva ética representada por la perspectiva que otorgan los derechos humanos (viendo la inclusión como un derecho humano, en cuanto a los valores de justicia y equidad social). *La concepción de la discapacidad que plantea el modelo social (Replanteando el concepto de discapacidad frente una sociedad fragmentada y discapacitada mentalmente. Implica un nuevo marco de acción y de relaciones entre las personas de todos los aspectos, así como la creación de espacios de igualdad y equidad para las personas con y sin discapacidad). *La perspectiva organizativa como base del desarrollo institucional hacia la inclusión (Con ello, implica la transformación de las condiciones de las instituciones para ser incluisvas. Para lograr esto, se proponen tres corrientes teóricas o tendencias del planteamiento inclusivo que son: -La tendencia o enfoque de las denominadas escuelas “adhocráticas” (que busca satisfacer las propias necesidades de acuerdo a situación que se enfrente). -La propuesta enmarcada en las denominadas escuelas heterogéneas (implicando la reestructuración de las escuelas mediante la fusión de los sistemas educativos general y especial). -Las propuestas enraizadas en el movimiento de escuelas eficaces para todos (Mantiene que las escuelas pueden ser eficaces para todos los estudiantes). *Los modelos comunitarios de comprensión y la organización de servicio (Que implica el accionar y la preparación de los profesionales para hacer frente a los retos de la diversidad, así como la participación de todos los implicados en el proceso educativo. Un gran recurso ha sido la creación de los grupos de apoyo. Por otro lado, las líneas de acción como “los trabajos que proponen la creación de grupos de trabajo o apoyo entre profesores” y las “propuestas que insisten en el fomento de las redes naturales de apoyo en el aula” con la aceptación de los alumnos sin importar su diversidad, ha mantenido el desarrollo de esta reforma *La perspectiva emancipadora y participativa como marco desde el que repensar el sentido, papel y metodología de una investigación inclusiva (a fin de dar voz a las
personas que han sido discriminadas o excluidas de la sociedad y la escuela. Buscar procesos de mejora y erradicar la exclusión de los diferentes grupos es lo que se espera, mediante la interacción con especialistas). CONCLUSIÓN Hay que tener en claro que la “inclusión no es un nuevo enfoque”, sino una transformación que se ha dado de manera paulatina (y a veces accidentada) para promover más que la integración a las aulas, la participación en ellas y socialmente. Por otro lado, “La inclusión no se circunscribe al ámbito de la educación”, sino que está presente en todos los ámbitos de la vida (social, laboral, familiar, etc.), entendida como la clave del proceso. “La inclusión enfatiza la igualdad por encima de la diferencia”, como parte de los derechos humanos para la construcción social que permita el reconocimiento básico de la igualdad. “La inclusión pretende alterar la educación en general, como un proceso que afecta a una única comunidad y da respuestas al cómo, dónde y por qué o con qué consecuencias educamos a todos los alumnos. “La inclusión supone una nueva ética”, bajo la premisa de igualdad de oportunidades para todos, mediante la generación de oportunidades para ser escuchadas las diferentes voces con los valores morales que se planteen.
AUTOR TÍTULO
Gerardo Echeita y Martha Sandoval DEL “Educación Inclusiva o Educación sin exclusivas”
DOCUMENTO PUBLICACIÓN
Revista de Educación, núm. 327
LUGAR
Madrid, España
FECHA
DE 1 de Marzo de 2002
PUBLICACIÓN/
ACEPTACIÓN FECHA
DE 26 de Agosto de 2015
RECUPERACIÓN NÚMERO
DE 17 páginas
PÁGINAS
RESUMEN: En esta lectura se retoma nuevamente el proceso que ha seguido la educación o escuela para todos con una mirada inclusiva (incluyendo la tolerancia de origen étnico, cultural o religiosa), comenzando con el bien conocido término de integración pero manteniéndose alejado aun de la meta establecida de otorgar una educación equitativa para todos los alumnos sin silenciar o disminuir su participación. Lo que nos compete, a quienes trabajamos en y para la educación escolar, es someter a crítica los principios y las prácticas que han configurado la capacidad de generar exclusión desde el propio sistema educativo y apostar por aquellos otros que la investigación educativa y la experiencia han mostrado que promueven realmente la inclusión y la resolución pacífica de conflictos en un marco que favorece el progreso de todos los alumnos. Es desde la escuela se permite la exclusión del alumnado con discapacidad al aislarlo del resto del grupo, buscando simples juegos de niños para entretener al alumno. “Las escuelas tienen que encontrar la manera de educar con éxito a todos los niños, incluidos aquellos con discapacidades graves”... (UNESCO, 1994) Y para ello, debemos buscar la mejor forma de atender a los alumnos y no solo entretenerlos o aislarlos del trabajo que se realiza cada día. De la educación compensatoria a las escuelas aceleradas y a las comunidades de aprendizaje
En 1986 surge bajo iniciativa de un profesor de la universidad de Stanfford (USA), las escuelas aceleradas. Las escuelas aceleradas fundamentan su propuesta en tres principios básicos: •
Conjugar
los
esfuerzos
de
padres,
profesores,
directores,
alumnos,
administradores y la comunidad local en un esfuerzo común. • Implicar a todos los miembros en las principales decisiones que se tomen en el centro y compartir la responsabilidad de desarrollarlas y de evaluar sus resultados. • Construir la escuela compartiendo y utilizando los recursos de la comunidad. La escuela cooperativa (Slavin: Cooperative School, 1987), Éxito para todos centrada en la mejora de la lectura o Raíces y Alas, realizaron una propuesta compleja y ambiciosa en la que, junto al trabajo sobre contenidos curriculares específicos, se incide en las siguientes dimensiones y niveles: *Un amplio uso del aprendizaje cooperativo para todas las actividades académicas. • Utilización de programas altamente estructurados para la enseñanza y el aprendizaje de la lectura. *Utilización de estrategias de enseñanza colaborativa (peer coaching) entre el profesorado. • Reestructuración de los servicios y profesores de educación especial de forma que se potencia la inclusión y participación del alumnado con mayores dificultades en las aulas y en las actividades ordinarias. • Promoción de estrategias de dirección y gestión escolar de carácter colaborativo y participativo. • Implicación de las familias en la vida de los centros y en los procesos de planificación y desarrollo educativo. Como podemos observar, en ambas propuestas se manifiesta la premisa de la colaboración conjunta para la inclusión y no como tarea exclusiva de la escuela
regular. Para ello, la intervención de padres de familia, comunidad, autoridades y la institución están comprometidas para llevar a cabo esta transformación cualitativa para todos aquellos que manifiestan una diversidad. Y si hablamos de diversidad, entonces todos presentamos esa característica. La “educación inclusiva” no tiene que ver, inicialmente, con los lugares. Es, antes que nada, una actitud de profundo respeto por las diferencias y de compromiso con la tarea de no hacer de ellas obstáculos sino oportunidades.
AUTOR TÍTULO
Rosa Blanco DEL “Hacia una escuela con todos y para todos”
DOCUMENTO PUBLICACIÓN
Boletín del Proyecto Principal de Educación para América Latina y el Caribe n° 48
LUGAR
No se menciona
FECHA
DE No se hace mención
PUBLICACIÓN/ ACEPTACIÓN FECHA
DE 26 de Agosto de 2015
RECUPERACIÓN NÚMERO
DE 21 páginas
PÁGINAS
RESUMEN: Cuando hablamos de exclusión no nos referimos a un término nuevo, sino algo que se ha estado tratando de erradicar desde años atrás, a fin de transformar la sociedad para permitir la inclusión de aquellas personas que presentan deficiencias de algún tipo.
Es por ello que se propone como primer paso la aceptación de todos a las escuelas regulares a fin de promover los valores de equidad y asegurar una inclusión verdadera hasta en la sociedad. Diversidad implica la variedad de pensamientos, necesidades e intereses de cada ciudadano. Es por ello, que todos como humanos presentamos esa diversidad. Es por ello, que usualmente se cae en el error del uso de este concepto. Ahora bien, si hablamos de necesidades educativas especiales, entonces podemos buscar ayuda de especialistas para darle el impulso al alumno que lo requiera de esa manera, con un trabajo colaborativo entre maestros de educación básica y maestros en educación especial. Cabe señalar que inclusión no solo se remite a la educación especial, sino que abarca la atención desde una barrera para el aprendizaje. Sin embargo, inclusión no es lo mismo que integración. Integración es la aceptación del alumno con alguna barrera para el aprendizaje o Necesidad Educativa Especial y la adaptación de la escuela en sus condiciones para darle atención individualizada al alumno fuera del aula. Por otro lado, la inclusión hace referencia a la admisión de cualquier alumno, pero con la diferencia de que se le busca dar las mismas oportunidades de participación y desenvolvimiento en el aula junto a sus compañeros de clase. Por otro lado, la autora nos muestra una lista de características que deben poseer las escuelas inclusivas como son: Valoración de la diversidad como un elemento que enriquece el desarrollo personal y social: Se refiere al desarrollo de actividades en conjunto entre todos los actores que participan en la educación. Además se pide el cambio de actitud y de postura frente a la diversidad, ya que es uno de los principales obstáculos de la inclusión. Políticas educativas y marcos legales que promuevan la inclusión en todas las etapas educativas: Para ello, es necesario esas políticas educativas que le den sustento y apoyo a las prácticas inclusivas. Por otro lado, estas no pueden
asegurar por si solas el éxito de las metas, aunque si puede ofrecer programas y apoyos económicos para llevarlas a cabo. Currículo amplio y flexible que se pueda diversificar y adaptar a las diferencias sociales, culturales e individuales: La flexibilidad del currículo desde una perspectiva constructivista es lo que hace falta para centrarse en los proceso de enseñanza-aprendizaje y valorar los estilos diversificados en los que aprenden los niños, a fin de no querer homogeneizar los procesos de enseñanza. Proyectos educativos institucionales que contemplan la diversidad y compromiso con el cambio: Y para que se dé realmente este cambio es primordial realizar modificaciones en la metodología, el currículo y la organización que se lleva en la escuela para erradicar las prácticas que excluyen a los alumnos. Relación de colaboración entre todos los implicados en el proceso educativo: Para promover propuestas que sean de utilidad para encontrar soluciones a las problemáticas a las que nos podemos enfrentar, en el reto de la inclusión. Enfoques metodológicos que facilitan la diversificación y flexibilidad de la enseñanza: Las prácticas no son homogéneas porque las necesidades de cada alumno son diferentes, para ello, es preciso flexibilizar nuestra metodología de trabajo sin perder el rumbo del enfoque constructivista que se nos pide. Criterios y procedimientos flexibles de evaluación y de promoción: La evaluación como herramienta diagnostica sobre lo que los alumnos necesitan realmente y de esta manera, enfocar los procesos de enseñanza y aprendizaje. Así como la gestión de recursos para apoyar. Buen clima afectivo y emocional en la escuela y el aula: El ambiente de aprendizaje con un clima balanceado en el respeto y las buenas relaciones entre los alumnos serán factor clave para que se logre el aprendizaje y se acepte la diversidad como se espera en una práctica inclusiva. Disponibilidad de recursos y de apoyo para todos los que los requieran: Para asegurar una escuela inclusiva y una calidad educativa en todos los niveles a todos los alumnos. El apoyo inclusive se puede llevar a cabo entre instituciones.
Desarrollo profesional: Esto con el fin de dar respuesta a las demandas que exigen las prácticas inclusivas, desde la planificación, el mobiliario, la metodología, las formas de organización de los contenidos y de trabajo, entre otras cosas. Además la flexibilidad para hacer modificaciones curriculares conforme se avanza en la clase.
AUTOR TÍTULO
Santiago Rosano DEL “La cultura de la diversidad y la educación inclusiva”
DOCUMENTO PUBLICACIÓN
Tesis de Maestría del autor
LUGAR
No se menciona
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DE No se hace mención
PUBLICACIÓN/ ACEPTACIÓN FECHA
DE 26 de Agosto de 2015
RECUPERACIÓN NÚMERO
DE 21 páginas
PÁGINAS
RESUMEN: La cultura de la diversidad: Nosotros y los otros La diversidad que caracteriza a la sociedad y, por consiguiente, al sistema educativo hace referencia al abanico de personas diferentes que responden a varios factores: “la lengua, la cultura, la religión, el género, la preferencia sexual, el estado socioeconómico, el marco geográfico” (ARNAIZ, 2003).
La separación o el término diversidad, muchas veces se emplea erróneamente pues conlleva a menospreciar o clasificar a aquellos que son diferentes dentro de los estándares que denominan “lo normal”. El nosotros o nosotras diferente de la
discapacidad, de la especialidad o de cualquier otro término que inventemos, plantea una relación dual que nos sitúa a los que lo utilizamos frente a la diversidad, fuera, ajenos a ella. Cabe destacar que “integración” no es lo mismo que “inclusión” como podemos verlo a continuación: “Integración se define como: ‘el proceso de incorporar física y socialmente dentro de la sociedad a las personas que están segregadas y aisladas de nosotros. Significa ser un miembro activo de la comunidad, viviendo donde otros viven, viviendo como los demás teniendo los mismos privilegios y derechos que los ciudadanos no deficientes’ (De Lorenzo, 1985). Sin embargo, el término “nosotros” vuelve a hacer la clasificación de los que dicen llamarse” normales” y de los que no son. Diversidad frente a normalidad y discapacidad “Las personas son discapacitadas no debido a sus insuficiencias físicas o mentales, sino por la configuración de una sociedad diseñada por y para personas no discapacitadas” (Len Barton). Discapacidad es una dificultad para realizar alguna función cognitiva, física – sensorial o motora– o afectiva, en una situación determinada. Sin embargo esta condición ha sido tomada como excusa para que las personas que presentan una discapacidad sean excluidas dentro del ámbito laboral al considerarlas de cierto modo, incompetentes, delegando sus derechos como seres humanos.
Por ello, se pretende un cambio en la sociedad para aceptar la diversidad de todos y brindar las mismas oportunidades adaptadas a las necesidades de cada uno de nosotros como individuos.
Diferencias entre el término “nosotros” y “todos” según el autor.
En el esquema anterior se puede observar como dentro del término “nosotros”, se hace despectivo y da hincapié a más clasificaciones de la población, de acuerdo al estándar de lo que se le conoce como “normal”. Por otro lado, el “todos” incluye a la población en general brindándole los mismos derechos y oportunidades.
La educación inclusiva: recorrido histórico desde la exclusión hacia la inclusión. La evolución de la aceptación de los diferentes grupos sociales dentro de una escuela y una comunidad.
La primera, exclusión, supone la negación del derecho a la educación, se caracteriza por la no escolarización de las clases sociales desfavorecidas, los grupos culturales minoritarios, las mujeres y las personas con alguna discapacidad. En la segunda, segregación, hay escolarización pero en escuelas separadas, diferenciadas según grupos, como es el caso de las escuelas especiales para las personas con discapacidad. La tercera, la de integración, se produce en torno a los años 70 y representa un avance importante reconociendo el derecho a incorporarse a la escolaridad ordinaria. La cuarta fase, hacia la cual queremos ir caminando, la de inclusión, tiene dos elementos claves que sustentan su surgimiento, según nos señala Arnaiz, el primero es el reconocimiento de la educación como un derecho. Otro es el reconocimiento de la diversidad como un valor, las diferencias individuales como motivo de celebración. Finalmente esta visión inclusiva tiene que llevar a la transformación de los centros: a fijarnos en y cambiar las escuelas, no a centrarnos en y ‘rehabilitar’ a las niñas y niños.
La educación inclusiva constituye, entonces, el reconocimiento del derecho a la igualdad y calidad educativa para todos y todas y se fundamenta en la valoración de la diversidad de las niñas y niños.
DIFERENCIAS ENTRE LA INTEGRACIÓN Y LA INCLUSIÓN
La inclusión supone un avance cualitativo, revolucionario incluso, con respecto a la integración. Por una parte no atiende a toda la población excluida de las escuelas comunes, sino que se ha limitado la respuesta a las niñas y niños considerados con necesidades educativas especiales, por otra parte en la integración “todos los esfuerzos se vuelcan en preparar al alumno para ajustarse a la dinámica dominante en el aula, que permanece inalterable” (PARRILLA)
Diferencias entre inclusión e integración.
En la integración admitimos a las personas que antes estaban fuera, generalmente niñas y niños con algún tipo de discapacidad, en el espacio ya construido por y para las personas ‘normales’, con lo cual el que va a tener que sufrir el proceso de acomodación, de cambio, va a ser el sujeto integrado. Sin embargo en el camino de la educación inclusiva es la escuela la que tiene que transformarse para que todas las personas se sientan originales, actoras, incluidas.
DE LAS NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES A LAS BARRERAS PARA ACCEDER AL APRENDIZAJE Desde el nacimiento del término de integración, se dio un avance sustancial a la hora de abrir las puertas y brindar oportunidades sin clasificar la población. Todas y todos tenemos necesidades educativas, o dicho de otra manera: tenemos necesidades que cubrir para estar en disposición de aprender; desde la de un estado de satisfacción alimenticia, asunto nada banal en el ámbito de las comunidades campesinas ecuatorianas, hasta la de un estado afectivo equilibrado, pasando por la de un estado de salud adecuado.
Los alumnos no necesitan etiquetas, necesitan las mismas oportunidades para desenvolverse. Buscan ser llamados por su nombre al igual que todos, ser escuchados, valorados y respetados, sin prejuicios. Por lo tanto, debemos recordar que “La discapacidad no está causada por las limitaciones funcionales, físicas o psicológicas de las personas con insuficiencias, sino por el fracaso de la sociedad en suprimir las barreras y las restricciones sociales que incapacitan” (BARTON, 1998).