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Estilos, escuelas y programas

por Horacio Di Renzo

extraido del libro el aliento del dragon escuela Kai Men

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P ara poder aprender un arte, el primer paso debe ser encontrar un buen maestro. Cosa bastante difícil, habida cuenta de que uno (al comienzo) no sabe cómo distinguir un verdadero maestro de quien no lo es. Es así como gran parte de los practicantes antiguos de gong fu tenemos muchos pasos andados y desandados: no siempre nuestra primera elección será la más acertada.

La pregunta entonces es: ¿cómo haremos para decidir?

La respuesta correcta es que la búsqueda de un buen maestro es nuestro primer trabajo dentro del aprendizaje, y requerirá tiempo, esfuerzo e información. No se debe tomar a la ligera dicha decisión si lo que uno quiere es aprender bien.

De manera que nada de buscar al profesor que nos quede “mas cerca” o en mejores horarios…difícilmente esos parámetros nos acerquen a un buen maestro, a menos que la casualidad nos juegue a favor.

Estilo – Escuela - Programa

Estas tres palabras suelen provocar bastante confusión entre los interesados en encontrar un buen maestro.

El wushu tiene una antigüedad de varios milenios. Desde el momento que hubo ejércitos en China, hubo métodos de lucha.

Su desarrollo fue, por lo tanto, muy heterogéneo: un sinnúmero de personas contribuyeron a mejorar los distintos métodos, que fueron cambiando de generación en generación: toda estrategia creada por un enemigo, daba lugar a una respuesta de su contraparte. La guerra perfeccionó al wushu.

Cuando el arte marcial dejó de ser patrimonio exclusivo de los militares, la cosa cambio: grupos civiles (gente común, y monjes) tendieron a buscar la preser-vación de sus escuelas, por respeto a sus creadores y porque consideraron a sus conocimientos como un patrimonio muy valioso. El arte marcial comenzó a tener nombre y apellido. Los conocimientos eran transmitidos a discípulos que se comprometían de por vida. Así surgieron las Escuelas de Wushu, y los métodos que se transmitían constituyeron lo que se comenzó a llamar estilo.

Con el tiempo, los maestros eventualmente aprendían con otros maestros, y al acopiar más conocimiento era lógico que decidieran incorporar el producto de su propia experiencia, dando así nacimiento a nuevos estilos.

Así a grandes rasgos, fue creciendo y diversifi cándose el wushu tradicional durante siglos hasta el día de hoy.

Escuela: el ambiente marcial del wushu está dividido en escuelas. Pero muchas veces los nombres de las escuelas, suelen ser el único nombre que poseen esos grupos. Para brindar la información correcta, una escuela debe indicar qué estilo de wushu tradicional transmite.

Muchas veces se suelen mezclar los conceptos de escuela y estilo. “Mi escuela enseña esta forma”, se suele decir, con lo cual parece determinarse que las distintas escuelas enseñan las formas que quieren, sean del estilo que sean.

La propagación - en los tiempos modernos - de los “Workshop” o “seminarios” donde un maestro viaja por distintos países, divulgando una forma en unas pocas horas, ha contribuido a que muchos profesores incorporen casi instantáneamente, numerosas formas de distintos estilos a su programa de enseñanza. Es decir, pongo el motor de un Chevrolet, en el Chasis de un Ford, le coloco el carburador de un Fiat, la batería de un Renault, y espero que funcione bien el auto. No hay que olvidar que una “forma” o tao lu, no es más que una secuencia encadenada de movimientos. La forma es una herramienta que un profesor de ese estilo utiliza para transmitir el sistema de lucha, los métodos de com-bate…una forma por sí sola, no es sino una coreografía y quien sabe solo formas, es un bailarín, no un artista marcial.

Las escuelas que meramente enseñan formas “tradicionales y modernas” en sus clases, llenaron el ambiente de “programas” de entrenamiento; esto signifi ca que el profesor que enseña un programa, no pasó por los requerimientos necesarios para ser idóneo en un estilo.

Nadie lo nota, todo parece igual, pero no lo es.

Los estilos que se han preservado durante siglos son productos terminados, que contienen un sistema de práctica, un programa de formas, una progresión lógica en el aprendizaje, y que deben transmitirse adecuadamente para que funcionen. Han sufrido la prueba de los siglos, en épocas en las que la vida dependía mucho de la habilidad marcial. Pero ¿pueden modifi carse hoy los estilos? El wushu tradicional es un arte vivo. Es decir, el maestro lo debe enseñar fl uidamente y con la elasticidad necesaria, que por ser Maestro, puede darle sin modifi car su esencia.

Un principiante lo deformará, lo arruinará, mientras que un maestro lo personalizará.

Cuando las escuelas no enseñan estilos, en realidad, sólo tienen un programa de formas para ofrecer. No hay estilos, no hay linajes.

¿Esto es bueno? En mi humilde opinión, desde el punto de vista del wushu tradicional, no… pero siempre puede haber honrosas excepciones. Actualmente muchos profesores juntan en un programa:

1) Formas que han aprendido con algún maestro, sin pertenecer a sus escuelas.

Si usted fuera un maestro de gong fu ¿enseñaría la esencia de su arte a un alumno que está de paso? Creo que no... Por mucho que me duela decirlo, quien no se compromete no aprende nada de valor con un maestro, esto ha sido siempre así, y no solamente en el gong fu.

Actualmente hay en las propagandas de las revistas, maestros de gong fu que no pueden demostrar ni siquiera DOS años de pertenencia a la escuela de un maestro verdadero. Han hecho grandes esfuerzos pasando de un seminario al otro, de un campamento al otro, sin llegar a aprender otra cosa que elementos de escaso valor.

2) Las formas que les han llegado por videos o libros.

Al no tener los ojos de un maestro cerca, pueden hacer lo que quieran: sacar, poner, agregar, quitar… son exponentes con talento, por lo cual no les cuesta nada aprender una forma de un video. Trate de aprender de videos, y después me dirá qué futuro le puede ver a un conocimiento adquirido por ese medio.

Imagine qué opinaría un maestro del siglo pasado, al saber que los conocimientos que él transmitía a alumnos que tenían buenas bases y practicaban cinco horas por día, se aprenden en un fi n de semana frente a un televisor. En estos tiempos en los que la rapidez e inmediatez son valores, es difícil entender que primero está el paso 1, luego el 2, luego el tres... trate de tocar Chopin practicando unas pocas horas al piano y verá la realidad sin necesi-dad de que nadie se la explique.

Por extraño que nos pueda parecer, existen personas que entienden perfectamente que no pueden aprender a tocar piano en una semana, pero al mismo tiempo, son incapaces de entender que no pueden aprender wushu en una semana.

Luego, algunas de esas personas pueden estar frente a una clase, cerca de tu casa, esperando que entres a aprender con ellos.

Quien no aprende con método, aunque practique 20 años no podrá tener éxito. Aprender formas de gong fu en este contexto sería meramente una imitación sin contenido.

Entonces ¿por qué tantas ESCUELAS enseñan PROGRAMAS en lugar de ESTILOS?

Ya sabemos por qué. ¿Y cuáles serán los resultados? Con contadísimas excepciones, los resultados serán mediocres.

Estoy muy lejos de ser, ciertamente, el dueño de la verdad. Soy solamente un profesor preocupado que ve como el kung fu crece en cantidad, pero al mismo tiempo amenaza con diluirse en programas de Escuelas Independientes que enseñan un poquito de todo, dirigidas por profesores con poca trayectoria en el gong fu real.

Es de sentido común, que no se puede transmitir lo que no se ha transitado. Si usted quiere aprender gong fu, más vale que dedique un rato a refl exionar sobre lo que hemos estado tratando en esta nota.

Después de todo...es su tiempo, es su transpiración, sus dolores, también su dinero...vale la pena pensarlo.

CHIN WOO EN FOSHAN M A R Z O 2 0 2 0

WUSHU EN PERICO L U I S M E Z A

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