Elagora n15

Page 1

nº 15 Septiembre 2014

Vial, Yuraszek, Délano...

¡VÁYANSE! El balancE dE la Roja tRas su giRa poR EE.uu.

El nuEvo baRcElona dE claudio bRavo


DIRECTOR Marco Sotomayor Periodista de la Universidad de Chile, con maestría en Comunicaciones Audiovisuales en el Instituto de Radio y Televisión Española. Trabaja en radio, televisión y prensa escrita EDITOR GENERAL Luis Urrutia O´Nell (Chomsky) Periodista, académico y escritor de nueve libros sobre el fútbol chileno DIRECTOR GRÁFICO Jorge Flores Diseñador gráfico, socio fundador VeoMarket EDITOR FOTOGRAFÍA Y WEB Claudio Quijada Diseñador gráfico y fotógrafo, colabora en distintos medios digitales REDACTORES Francisco Coloane Sociólogo y comentarista internacional Julio Salviat Periodista, escritor y académico de la UNAB Matías Alcántara Periodista, de deportes y comunicaciones corporativas Daniel Pérez Pavez Periodista Carlos Pérez Historiador TAMBIÉN ESCRIBEN Rodrigo Ried Editor deportes radio Bío Bío Scarleth Cárdenas Periodista de TVN y radio Bío Bío Eduardo Bruna Premio Nacional de Periodismo Deportivo 2000 René Naranjo Periodista y editor de contenidos Diego José Osorio Periodista y relator argentino, de Radio Bío Bío Jorge Castillo Periodista e investigador musical Ramón Reyes Periodista de La Tercera, director sindical y vicepresidente Fetracose Andrés Alburquerque Fuschini Periodista REDES SOCIALES Paula Salas Periodista de la Universidad de Santiago de Chile. Experta en redes sociales SOPORTE Álvaro Sotomayor Licenciado en Ciencia de la Computación, Universidad de Santiago de Chile


E

D

I

T

O

R

I

A

L

M A R C O S O T O M AYO R , D I R E C T O R

Los depredadores

"E

l daño en los fondos previsionales de los trabajadores alcanzaría a los 600 millones dólares", advirtió el senador Pedro Muñoz, presidente de la Comisión de Trabajo de la Cámara Alta, refiriéndose al caso Cascadas. La Superintendencia de Valores aplicó una furte multa a los artífices de esta megaestafa: Julio Ponce Lerou y Leonidas Vial, a pesar de que en cualquier otro país (Estado Unidos, por ejemplo) ambos hubiesen terminado en la cárcel. En el caso de Vial, hombre fuerte del directorio de Blanco y Negro, que controla Colo Colo, deberá pagar 20,4 millones de dólares, aunque el "negocio" le reportó, según estimaciones confiables, más de 70... Leonidas se las trae, sin dudas. Si nos remontamos a otro escándalo con resonancias similares, el famoso caso Chispas, articulado, entre otros, por José Yuraszek, ex presidente de Azul Azul, el apellido Vial también aparece mencionado. Y también debió pagar una multa (irrisoria, en esa oportunidad). La impúdica evasión tributaria hecha por Carlos Alberto Délano, el “Choclo”, recuerda, dicen los entendidos, lo que habían realizado en la Compañía de Seguros Generales, a fines de los '80, el propio Délano, Carlos Lavín y... Leonidas Vial, entonces director de la compañía, tal como señala el periodista Julio Salviat, quien escribió para la presente edición de El Ágora una nota relacionada con el tema. Yuraszek, Délano y Vial, todos hombres ligados al fútbol. A las instituciones más poderosas, por cierto ¿Prueba esto que, para ser dirigente deportivo, no existen los controles de calidad? Hay otros ejemplos que podríamos citar, como el de Jorge Segovia, dueño de Unión Española, quien se ha visto obligado a manejar el club "por control remoto" desde España, producto de la irregular acreditación de

la Universidad SEK, de la cual es propietario. Si bien el tema de la falta de probidad de los dirigentes en este deporte es tan antiguo como el fútbol mismo, se creyó -ingenuamente- que con la promulgación de la Ley de Sociedades Anónimas Deportivas el perfil de los nuevos directivos estaría asociado a otras coordenadas éticas y de gestión. Como vemos, la situación actual de nuestro balompié contradice ese pronóstico (¿o anhelo?), pues los clubes siguen viviendo al tres y al cuatro, sostenidos por los fáctorings formales e informales, por los excedentes del Canal del Fútbol y por gracia de la propia ANFP, que avala préstamos desde la banca. Sin embargo, lo peor no es la ineptitud para mantener saneadas las instituciones, sino el nuevo paradigma enquistado en muchos directorios futboleros: el del empresario feroz, depredador, compulsivamente ambicioso, aquel incubado en un modelo neoliberal y que prescinde de un mínimo marco valórico para desarrollar su dinámica y las consecuencias de sus actos. Esos mismos personeros que durante mucho han sido dueños del pan, y que ahora lo son también del circo ¿Podrá el fútbol chileno autorregularse para exigir la salida de estos hombres? ¿Apelar a un código de ética, que si no existe ya deberían comenzar a redactar? En las últimas horas se ha escuchado que Vial y Yuraszek dejarían Blaco y Negro y Azul Azul, respectivamente. De ser así, hablaríamos de un saneamiento necesario, pero incompleto. Porque la lista no se restringe a un puñado de apellidos, sino que se extiende incluso a los niveles medios. Pero sería una señal. Un indicio de que el fútbol, en su dimensión social y deportiva más amplia, es mucho más fuerte que algunos delincuentes de cuello y de corbata.


ANALISIS

RODAJE EN MARCHA ATRÁS

E

n apenas cuatro días, el “scanner” de México y Haití dejó al trasluz el tejido futbolístico de Chile en una etapa de ensayos y ajustes, que apunta a enriquecer el desarrollo colectivo y táctico de un equipo que quedó con materias pendientes en el Mundial de Brasil. Entre uno y otro examinador media un abismo de capacidades y, definitivamente, el juego del martes con los haitianos sólo arrojó la conclusión lamentable de lo prescindible. Salvo el cambio de diseño táctico, con una vuelta a las raíces del modelo habitual, y ciertos chispazos individuales, lo demás agrega poco y nada al fondo de juego en un proceso que, fundamentalmente, obliga siempre a buscar exigencias mayores. Desde luego, el empuje y despliegue físico de Haití no representan un parámetro que justifique festejar una victoria predecible, aunque a cuenta de lo valorable asoma -al menos-, la comodidad y fluidez con que la “Roja” se manejó con este agrupamiento de mitad hacia arriba. Alexis Sánche y Fabián Orellana pusieron la chispa clásica al ataque, el sugerente debut obliga a poner atención en Martín Rodriguez y en el medio Charly Aránguiz tuvo la gravitación que corresponde a su jerarquía, pero el balance es exiguo y legitima la interrogante recurrente de la jornada: ¿se justificaba futbolísticamente el partido con Haití o era más valioso una práctica formal en el fortín de Juan Pinto Durán? Así, tanta o menor significación que el resultado – un deslucido 1 a 0 resuelto por el colocolino Juan Delgado- adquiere el desempeño global de Chile por las características del testeo y la precariedad de un adversario modesto, cuya falta de prestigio contagia y deprime cualquier evaluación seria… MÁS BRILLOS QUE LUCES Tres días antes, la magia tecnológica del Levi’s Stadium pareció tan deslumbrante que los escasos fulgores del partido no lograron encandilar a los 60 mil espectadores en Santa Clara y otros pocos millones que lo siguieron por la tevé. Chile abrió el nuevo ciclo futbolístico, post Mundial de Brasil y previo a la Copa

4

La Roja inició un nuevo ciclo en Estados Unidos y el balance deja saldo en contra luego de deslucidos 180 minutos ante el poderoso México y el humilde Haití… Por Camilo Rey

América 2015, con un amistoso ante México que no aportó demasiadas novedades tácticas o individuales en una prueba de cuestionable utilidad, más allá de la trascendencia de los ingresos económicos derivados del viaje a Estados Unidos y la transmisión televisiva. Si el resultado definitivo no trasluce demasiado, el balance del técnico nacional tampoco inyecta mucha luz a la búsqueda de conclusiones aportadoras. “Chile


mantuvo siempre su tono ofensivo, aunque estos partidos son para probar jugadores y sistemas de juego”, resumió Sampaoli cuando reordenaba el plantel para enfrentar, sin Bravo, Vidal ni Claudio Mena, al débil Haití. La mayor sorpresa de la Roja, frente a un adversario de reconocida dinámica y presión en la cancha, estuvo en una organización de juego atípica con un solo delantero como Alexis –ni tanto, claro-, abundancia de volantes y el posicionamiento de Vidal más cerca del área enemiga. Evidentemente, el esquema propendía a privilegiar la posesión del balón para reducir el “voltaje” del rival, sin bajar el ritmo que acostumbra Chile desde Marcelo Bielsa en adelante… El despliegue incesante del juego, sin embargo, hizo que se generaran espacios frecuentes en el armado defensivo chileno y ese vértigo terminó propiciando ocasiones de gol en ambos arcos. La sumatoria también justifica la igualdad definitiva, porque ambos pecaron de impericia para anotar cuando se acercaron a las porterías de Claudio Bravo y Memo Ochoa. Por ejemplo, principalmente Chile llegó con un remate tempranero de Alexis Sánchez desde la derecha; un notable frentazo de Vidal en posición de 9, que manoteó Ochoa y, ya en el segundo tiempo, un zurdazo débil de Millar apareciendo libre por la izquierda. Y los aztecas, luciendo un feísimo uniforme rojinegro, siempre generaron peligro en los pies de Dos Santos, que exigió a Bravo con un derechazo en el

área, y dos apariciones en solitario de Guardado, que definitivamente no supo liquidar en el mano a mano con el portero record, que igualó al gran Leonel en presencias por la Roja. Lo demás, por cierto, queda en el archivo de los ensayos fallidos o los aspectos por mejorar. Si la respuesta defensiva sigue siendo permeable a la espera de un central con mayor prestancia y envergadura, el mediocampo tradujo el déficit más ostensible. Sampaoli hizo jugar a Vidal de Valdivia, sin tener el mismo perfil ni riqueza técnica, y renunció al ataque clásico cuando –ya a los 15’- Alexis comenzó a engancharse como uno más de los tantos volantes. Tampoco la novedad de los jóvenes Albornoz o Delgado alcanza para justificar esa batería de “pruebas” que no apareció, más allá del diseño inicial tendiente a buscar otra postura estratégica en la cancha. En rigor, la Selección fue tan protagonista y frontal como México en un duelo de guapos -que van al frente sin matizar y siempre prefieren ser noqueadores que estilistas-, pero no dio señales claras de esa búsqueda refrescante que espera y reclama la nueva etapa. Más que la obsesión populista de un título que se promete desde el Mundial de Brasil y se hizo transversal a la Copa América, al fin la Roja necesita seguir creciendo en las fórmulas y variantes que potencien el valor incuestionable de una generación proverbialmente prodigiosa.

5


ANALISIS

LA Sub 20 entró en convalecencia

L

a nefasta campaña de Claudio Vivas, que ganó sólo cuatro de veinte partidos, obligó al jefe de las selecciones menores de Chile a asumir la dirección técnica del equipo Sub 20, y el certamen amistoso en Qatar era la primera prueba para el ex entrenador de Quilmes y de ColoColo. El debut de la gira no fue para nada auspicioso, ya que el cuadro nacional cayó 3 a 2 ante Marruecos (Rodrigo Echeverría, en dos ocasiones), lo que acrecentaba aún más la crisis. Lamentablemente, nos es imposible hacer un análisis más acabado del equipo, pues los encuentros no fueron televisados, pero a partir de los marcadores obtenidos sí podemos sacar algunas conclusiones, como por ejemplo, que la Sub 20 logró revertir un muy mal arranque, lo que sumado a la seguidilla de derrotas que arrastraba, perfectamente pudieron destruir anímicamente al equipo. Pero Tocalli y sus dirigidos dieron vuelta la página y superaron en el siguiente encuentro a Nueva Zelanda (gol de Luis Pavez), un rival en el papel poco calificado, pero ese triunfo resultaba vital en ese momento de la gira. En el tercer cotejo, Chile superó también por la mínima a Qatar (tanto de Diego Rojas), resultado que instaló a la Selección en la final del torneo Cuatro Naciones, donde debió medirse nuevamente con Qatar. La Sub 20 abrió el marcador a los '38 (Cristián Cuevas), pero los locales consiguieron el empate en el complemento, marcador que obligó a la definición desde los doce pasos. Como suele pasar en las instancias de penales, falló su lanzamiento el autor del gol en el tiempo reglamentario. El cuadro nacional cayó por 5-4 (acertaron Sebastián Vegas, Rodrigo Echeverría, Jorge Araya y Nicolás Orellana), para quedarse

6

con el subcampeonato del certamen amistoso. Chile lucha contra el tiempo en su preparación al Sudamericano de Uruguay, que comenzará el 14 de enero, y dará boletos para el Mundial de Nueva Zelanda 2015 y para los Juegos Olímpicos de Río 2016. Considerando el nivel de los rivales, los resultados no fueron los mejores, pero, al parecer, el equipo mejoró.

LOS 18 VIAJEROS 1. Miguel Ángel Vargas (año de nacimiento: 1996), Universidad Católica 2. Pablo Soto (1995), Colo Colo 3. Luis Pavez (1995), Colo Colo 4. Rodrigo Echeverría (1995), Universidad de Chile 5. Bernardo Cerezo (1995), Universidad de Chile 6. Sebastián Vegas (1996), Audax Italiano 7. Raúl Osorio (1995), O'Higgins 8. Camilo Rodríguez (1995), Colo Colo 9. Juan Eduardo Fuentes (1995), O'Higgins 10. Sebastián Díaz (1996), Deportes Temuco 11. Cristián Cuevas (1995), Universidad de Chile 12. Bryan Carvallo (1996), Colo Colo 13. Diego Rojas (1995), Universidad Católica 14. Adolfo Ovalle (1997 ), Real Salt Lake de Estados Unidos 15. Jorge Araya (1996), Colo Colo 16. Iván Pardo (1995), O'Higgins 17. Nicolás Orellana (1995), Colo Colo 18. Bryan Taiva (1995), Universidad de Chile


ANALISIS

Pese a caer en la serie de penales ante el anfitrión, Qatar, la Rojita finalizó con mayor solidez su presentación en el certamen amistoso disputado en Doha. El subcampeonato da tranquilidad al proceso que acaba de iniciar el entrenador Hugo Tocalli, quien pretende revertir los malos resultados de su antecesor y clasificar al próximo Mundial de la categoría. Por M.A.

7


ANALISIS

LA "OTRA" HISTO En El Ágora anterior revisamos los rivales exóticos que ha enfrentado la Selección a nivel de combinados nacionales. A continuación, un repaso por aquellos partidos -muchos de ellos, un tanto olvidados- ante equipos o combinados no oficiales. Por Carlos Pérez H.

H

asta fines de los 90, era habitual que la Roja enfrentara a equipos de clubes, en partidos que a pesar de no tener la condición de “Juego FIFA”, servían para probar esquemas y jugadores con miras a algún proceso eliminatorio, Copa América e incluso un Mundial. El grueso de estos enfrentamientos se concentró en la segunda mitad del siglo pasado, sobre todo antes de los Mundiales de Chile 1962 y España 1982. A continuación, recordamos parte de esa bitácora de duelos, donde encontramos más de alguna sorpresa: •En junio de 1966, previo a la participación en el Mundial de Inglaterra, la Selección enfrentó al Sheffield United, al que derrotó por 2-0. •En 1972, con miras a la eventual participación en el Mundial de 1974, Chile se enfrentó al Maratón de Honduras, en San Pedro Sula, donde venció por 5-0. •Antes de la desastrosa presentación en España '82, nuestra Selección se midió a una docena de equipos. Frente a selecciones se registró un reducido número de encuentros (una de las más recordadas fue la derrota ante Rumania, en el Estadio Nacional, por 3-2). Fueron muchos más los enfrentamientos ante clubes, en los que “destacan” los encuentros ante el Racing de Molenbeek, al que derrota por 4-0 (el equipo hoy se llama FC Bruselas, y juega en la Segunda División de la liga belga) y el Cercle Brujas, al que aplasta por 5-0 (no confundir con el Club Brujas, donde milita actualmente Nicolás Castillo). •En 1987, en el marco de la President’s Cup en Corea del Sur, y en la antesala de los Juegos Panamericanos de 1987 (donde nuestra selección Sub 23 ob-

8

tuvo medalla de plata), La Roja se midió ante Shamrock Rovers (de la Primera División de Irlanda, al que derrotó 1-0) y el Fortuna Sittard (hoy en el ascenso holandés), empatando 1-1. •En 1992, la Selección fue invitada a participar en el Trofeo Colombino, dentro del marco de las celebraciones de los 500 años del descubrimiento de América. En esa ocasión, se alzó con el título, al derrotar 2-0 a Benfica en la final. Para jugar el duelo decisivo, la Roja venció en el juego previo al Recreativo de Huelva, conocido como el Decano del fútbol español, por 5-0. •Para 1998, la Selección inició su preparación para la Copa del Mundo en Francia '98, disputando la Copa Carlsberg, en Hong Kong. Allí se midió ante un combinado local llamado “Hong Kong XI” o “Hong Kong All Stars”, con el cual cayó por 3-1. Esa derrota envió a nuestro equipo a jugar por el tercer lugar del cuadrangular, donde cayó por penales contra Irán. •Uno de los últimos encuentros formales de la Roja ante equipos de clubes se registró en noviembre de 1999 frente al Alianza-Lima, ocasión en la cual Chile venció por 2-0. •Para finalizar, se consignan los duelos que nuestro combinado disputó a fines de 2001, 2002 y 2006 ante representativos de regiones españolas, partidos que iban en directo beneficio (en su organización) del Sindicato de Futbolistas Profesionales (SIFUP). Las tres veces hubo derrota para Chile: 1-0 en 2001, ante Cataluña; 3-2 contra Andalucía, en 2002, y 1-0 frente a Aragón, en 2006. @puertomontt25


Ad谩n Godoy, Jones (Sheffield United) y El铆as Figueroa luchan por el bal贸n, Abajo, Humberto Cruz. En junio de 1966, Chile gan贸 2-0 con goles de Armando Tobar e Ignacio Prieto

ORIA DE LA ROJA

9


ANALISIS

LA CODICIA ROMPE EL AR El nuevo tipo de dirigente que llegó al fútbol con las sociedades anónimas deportivas, está haciendo más noticia en los tribunales que en las sedes de los clubes. Por Julio Salviat w.

S

i Leonidas Vial lo hubiera pensado mejor, habría contratado para ColoColo a Alexis Sánchez, Cesc Fábregas y Rumelu Lukaku. Le habría salido un poco menos de lo que tendrán que pagar los multados por el Caso Cascadas. El Niño Maravilla le costó 53 millones de dólares al Arsenal inglés; el español, 48 millones al Chelsea, y el belga, 47 millones verdes al Everton de la Premier League. Los 164 millones de dólares que deberán pagar entre todos los involucrados en la gran estafa descubierta por la Superintendencia de Valores y Seguros, alcanzaría –y sobraría- para contratar a esas tres figuras y prácticamente garantizar no sólo el título nacional a los albos, sino una nueva Copa Libertadores. El problema es que los accionistas del fútbol no piensan tanto en sus equipos como en los negocios. Les resulta más fácil ver cómo incrementar el patrimonio personal que buscar ganancias para sus clubes. La situación, en todo caso, no es nueva. Desde la segunda mitad del siglo pasado, cuando las instituciones futbolísticas decían ser sin fines de lucro, se reclamaba permanentemente por el despilfarro de dirigentes que manejaban muy bien sus fábricas e industrias, y muy mal las finanzas futbolísticas. LAS CHISPAS DE JOSÉ Con las sociedades anónimas deportivas llegó al fútbol un nuevo tipo de dirigentes. Personajes desconocidos en la actividad, pero muy bien considerados en el mundo de los negocios. Varios de ellos, sin embargo, han mostrado su verdadero rostro en situaciones que nunca antes fue-

10


RCO ron investigadas y que ahora, tal vez por un tema de transparencia, han quedado al descubierto. Nadie del fútbol se sobresaltó en demasía cuando José Yuraszeck asomó como presidente de Azul Azul, la sociedad que se quedó con el equipo de Universidad Chile, regido durante algunos años por la Corfuch. Y deberían haber puesto atención: dirigiendo a Enersis, Yuraszek protagonizó el mayor escándalo bursátil y político conocido hasta 1997: el Caso Chispas, calificado como el negocio del siglo. A través de la compra de acciones de Endesa España a Enersis, y “utilizando sus cargos en beneficio propio, infringiendo la transparencias del mercado de valores y ocultando información a los restantes directores y accionistas”, él y sus socios obtuvieron ganancias superiores a los 400 millones de dólares. Y la trampa les resultó muy barata: tuvieron que pagar sólo 75 millones de dólares en multas. Apenas la quinta parte. Esos métodos fueron aplicados después al fútbol, tal vez sabiendo que también le saldría barato actuar contra las normas: pactó con jugadores de O’Higgins cuando estaban peleando el título con la “U”, levantó a algunos que estaban punto de fichar por otros clubes, conspiró contra Harold Mayne-Nicholls y ayudó a su defenestración, mintió al explicar su intervención en el camarín del árbitro después del suspensión de un clásico universitario. Y ni siquiera por esta última acción recibió algún castigo. Para los seguidores de la “U”, su salida de la presidencia fue un alivio.

LAS CASCADAS DE VIAL Leonidas Vial se transformó en socio mayoritario de Blanco y Negro, la sociedad que se quedó con ColoColo después de la quiebra, y tampoco hubo mucha inquietud. Vicepresidente de la Bolsa de Valores y codueño de la mayor empresa bursátil del país, parecía un aporte más que un desprestigio, a pesar de que ya había sido salpicado en el escándalo del Caso Chispas. Por entonces cumplía un doble rol: director de Enersis y socio de la corredora Larraín Vial. Y en esas funciones, “mientras él aprobaba la operación, su corredora estimaba que los activos valían 1.230 millones de dólares menos”, según consignó recientemente El Mostrador. La multa que le aplicaron al descubrirse el enredo fue de mil uefes. A plata de ahora, poco más de 24 millones pesos. La levedad del castigo lo llevó a reincidir. Hoy tiene que pagar 20,4 millones de dólares como multa por su participación en el Caso Cascadas. Poco, también, si se considera que la maniobra le reportó poco más de 72 millones de dólares. El pecado de Leonidas fue Sigue

11


SECCION

ANALISIS

jugar “un papel instrumental en las operaciones bursátiles ideadas por Ponce Lerou” a través de dos de sus sociedades. Lo que nadie entiende es que un hombre tan rico se ensucie las manos por ganar un poco más. Con lo que le deja la Inmobiliaria FFV, dueña de Las Brisas de Chicureo y de 30 edificios en los valorizados barrios de El Golf y San Damián, Vial tiene asegurado el bienestar de hijos, nietos, bisniestos y tataranietos. Pero, igual que los viciosos del juego llamado Metrópolis, no se quedará tranquilo hasta que sea dueño de todas las casas, los hoteles, los barrios, las estaciones, los teatros, los hospitales y los estadios. Y eso está bien, dicen en Colo Colo, mientras no manche al club, como lo está haciendo. LOS GRANOS DEL “CHOCLO” Otro dirigente que fue accionista mayoritario de Azul Azul y que apareció no hace mucho en las páginas de tribunales es Carlos Alberto Délano, apodado “el Choclo”, uno de los dueños de Penta. Acá el demandante fue Impuestos Internos y culminó con la incautación de su computador y el de su socio, Carlos Lavín. A través de esa acción, la Fiscalía Orienta buscaba determinar qué antecedentes había ahí en relación a boletas falsas que habrían emitido sus respectivas esposas para disminuir la base imponible del impuesto a la renta de La sociedad Penta III. El perjuicio fiscal se calculó en 400 millones de pesos.

12

La maniobra, dicen los acusadores, no es nueva: algo similar habían realizado en ISE, Compañía de Seguros Generales, en la que Lavín era presidente y Délano director a fines de los 80. Otro director en esa sociedad era -¡qué coincidencia!- Leonidas Vial. Acusado de coimas para lograr la acreditación de la Universidad SEK, de la que es dueño, Jorge Segovia arrancó del país. Y, antes de eso, fue elegido presidente de la ANFP, cargo que no pudo asumir por vicios reglamentarios. Dirigentes pillines hubo siempre en el fútbol. Pero los de ahora son de vuelo más alto, porque sus ambiciones son más grandes y pueden romper el arco.

(En las últimas horas, surgieron rumores muy intensos acerca del alejamiento de Leonidas Vial de Colo Colo y de José Yuraszek de Universidad de Chile. El diario El Mercurio señaló que ya hay voces que piden la salida de Vial de Blanco y Negro, situación que podría afectar a Arturo Salah, quien llegó a la testera de la concesionaria bajo el paraguas del corredor de bolsa. Respecto de Yuraszek, los trascendidos apuntan a que ya puso a la venta su paquete accionario de Azul Azul).


O

P

I

N

I

Ó

N

Por Andrés Alburquerque Fuschini Periodista

Chile y la Copa América, ¿un sueño imposible?

B

asta de chanzas: qué Chile gane la Copa América 2015 es solamente un sueño, una quimera que se esfumará como la de ganar el Mundial de Brasil. No tenemos jerarquía, nos sobran defectos y nos faltan virtudes, y enfrentamos a rivales tan poderosos que se reparten nueve de los 20 mundiales disputados. En Brasil 2014, Chile tenía más fútbol que Holanda y el mismo Brasil, pero fue incapaz de sacudirse de los lastres de la historia. La suerte existe en el fútbol como en la vida, pero no podemos seguir escudándonos en la mala fortuna para ocultar nuestros fracasos. Tampoco el equipo de Jorge Luis Sampaoli estaba para ser campeón, una partitura mayor y reservada sólo para algunos. Y quienes aseguran que ésta es la mejor generación de nuestro fútbol, le faltan el respeto -por ejemplo- a las de 1962 y 1974, con la desfachatez de la juventud y su proverbial ignorancia. Claro, son los mismos que comparan a Lionel Messi con Diego Maradona o con Pelé en las encuestas. Con las pulsaciones todavía aceleradas, los jugadores se juramentaron en ser campeones de la próxima Copa América. Gary Medel dijo con el mismo desparpajo con el que juega: “Tenemos una gran generación. Ganar la Copa América y el Mundial de 2018 es un sueño para todos y que este grupo de jugadores puede lograr, respaldado en el fútbol, dinámica, calidad y convicción que muestra como equipo”. Poco después, el mismo Sampaoli remachó: “Hoy quiero llevar a Chile a ganar su primera Copa América” ¿Acaso no jugarán Brasil, Argentina, Uruguay? Se trata de potencias a nivel mundial, que suman 37 títulos continentales (Uruguay, 15; Argentina, 14; Brasil,8) y que se dan el lujo de ganarle a cualquiera. A cualquiera, como lo demostró el equipo dirigido ahora por Gerardo Martino al golear a Alemania en su propia casa. Y sin Messi. Afortunadamente, hace unos días Gonzalo Jara puso la pelota contra el piso: “Es difícil decir que tenemos la obligación de ganar la Copa América. Sabemos que tenemos las armas, pero Chile no la ha podido ganar y es difícil”. En Argentina ’87, Chile goleó a Brasil (aunque no fue un paseo), y luego en la final perdió contra Uruguay y la tradición, cuando el favoritismo le guiñaba un ojo...


ANALISIS

Cruzando d Desde el año 2009, seis equipos de primera división han utilizado en un mismo partido un número de futbolistas extranjeros mayor al permitido, error que ha traído distintas consecuencias tanto para los entrenadores como para los clubes. Una vulneración al reglamento provocada por la distracción de los cuerpos técnicos, pero facilitada por la exagerada cantidad de foráneos en los planteles. Por Matías Alcántara

14


o la frontera del descuido E

n los años ochenta y noventa existía una tendencia mundial en el fútbol de privilegiar a los jugadores nacionales, permitiendo excepcionalmente cupos de dos a tres extranjeros por equipo. Por ese motivo, los clubes contrataban a valores que fueran verdaderos refuerzos, no como lo que ocurre hoy en nuestro país, donde muchas veces los foráneos firman, casi, para completar planteles. Por ejemplo, nos encontramos con equipos como O'Higgins y Audax Italiano, con la abultada cifra de siete extranjeros en la plantilla, pero también con excepciones marcadas por Colo Colo y Cobresal, que sólo inscribieron a tres. En los 18 clubes de la División de Honor militan 99 jugadores con pasaporte distinto al chileno: 74 argentinos, 14 uruguayos, 5 paraguayos, 3 venezolanos, 1 peruano, 1 guatemalteco y 1 colombiano. Hay futbolistas que actuaron por sus cuadros, aunque que no entran en esta estadística porque emigraron antes del cierre del libro de pases, como Sebastián Jaime, ex Unión Española, hoy en la liga estadounidense. Sin contabilizar a los jugadores nacionalizados, el promedio de extranjeros por equipo en Chile es de 5,5, razón por la cual los entrenadores deben estar atentos a la hora de planificar un partido y, al mismo tiempo, encontrar fórmulas para no cometer el error infantil que tanto le puede costar al mismo cuerpo técnico y al club. Para prevenir, algunos equipos sientan a los foráneos en el banco de suplentes sin sus canilleras, las que son resguardadas por el ayudante de campo, quien tiene la misión de dar el visto bueno para el cambio en caso que el adiestrador lo requiera. Casos en el Torneo Nacional y en la Copa Chile El primer episodio de superávit de extranjeros en una cancha, se produjo en octubre de 2009. Luis Mar-

coleta, entonces estratego de Curicó, hizo ingresar al argentino Sergio Valenti, con lo que dejó al equipo sólo con cinco chilenos. El cuadro curicano perdió, pero además fue sancionado con la pérdida de tres puntos. Aunque todavía quedaba campeonato, los dirigidos por Marcoleta no fueron capaces de evitar el descenso. Un par de semanas después se produjo un caso todavía más dramático. Rangers, fiel a su costumbre, luchaba cada partido con el fin de conseguir los puntos necesarios para lograr la permanencia en la Primera A. Sin embargo, en un despiste que aún no perdonan en Talca, el técnico Óscar del Solar envió a Lucas Ojeda al campo del Municipal de Calama. Perdieron el partido, pero la sanción de tres puntos por el uso de seis extranjeros terminó por condenar al equipo a la segunda categoría. "Es un error y lo lamento en el alma, pido disculpas a la afición rojinegra, al club, a la ciudad, pero es un error humano, que le puede suceder a cualquiera", decía el entrenador que después asumiría en Ñublense, Deportes Concepción y Cobresal. Cuando parecía que la lección estaba aprendida, porque en 2010 no hubo exceso de extranjeros en la cancha, en la Copa Chile 2011 nuevamente se produjo la misma distracción. Arturo Salah, quien dirigía a Huachipato, comenzó el partido ante la Universidad de Concepción con cuatro extranjeros, pero luego sumó otros dos. El reglamento había sido modificado, por lo tanto los acereros no tuvieron una sanción deportiva (el duelo lo terminaron perdiendo, pero no le quitaron las tres unidades ganadas con anterioridad), aunque sí hubo una multa económica (500 UF), la que fue asumida por el entrenador. Después del cotejo, Salah intentó bajar las revoluciones: "No hay que darle más vueltas a este tema, sino que debemos preocuparnos de jugar bien y ganar". A las pocas horas renunciaría a la banca acerera… El cuarto caso se produjo en agosto de 2012, en el Sigue

15


ANALISIS

partido entre Universidad Católica y Unión Española. El técnico José Luis Sierra ordenó el ingreso de Mauro Díaz en el segundo tiempo, provocando la mentada transgresión reglamentaria. El encuentro finalizó igualado a un tanto, sin embargo, los tres puntos fueron otorgados a los locales, mientras que Unión perdió la unidad ganada en cancha y además debió cancelar la multa. De todas maneras, el equipo de Independencia clasificó a los playoffs. “En este caso había que hacer lo que correspondía (renunciar), pero tuve un gran respaldo de los dirigentes, los dueños del club y los jugadores, ellos me hicieron saber que querían que siguiera. Este es un error que no es primera vez que pasa, pero que no se volverá a repetir", decía el DT, que sería campeón en la siguiente campaña. Un nuevo caso afectó directamente a la parte alta de la tabla. En 2013, cuando Católica y O'Higgins disputaban la punta, los rancagüinos se enfrentaron a Wanderers, cuyo técnico, Ivo Basay, cometió el error contemplado en el artículo 34 de las bases del campeonato. El cotejo finalizó a dos, pero los tres puntos se fueron con el equipo celeste, pese al intento de la dirigencia caturra con su particular argumento de indicar que el acuerdo entre Chile y la Comunidad Europea de 2002 facultaba a los jugadores comunitarios a actuar en nuestra competencia, tratando de importar el principio de la famosa Ley Bosman. Gastón Cellerino, con pasaporte comunitario, actuó en ese encuentro, pero la apelación fue desestimada por el Tribunal de Disciplina de la ANFP. En esta oportunidad, fue el capitán de Wanderers, Jorge Ormeño, el que entregó su opinión: "Fue un error que no sólo le pasó a Basay. Es un tema de reglamento. Es para que el sindicato se dé cuenta de que siete extranjeros es mucho". El último equipo que sufrió este descuido, fue la Universidad de Concepción. En mayo del presente año, el técnico Pablo Sánchez utilizó a seis extranjeros ante Palestino, en un partido por la fase de grupos de la Copa Chile. El cuadro de la Cisterna se quedó con los tres puntos, pese a haber caído en los descuentos en Yumbel, aunque los del Campanil igual pudieron clasificar a la segunda fase del certamen. "Vitamina" es, hasta ahora, el único entrenador foráneo en cometer el error.

16


O P I N I Ó N Por Rodrigo Ried, Editor deportes radio Bío Bío

Entre combos y empanadas

D

arío Botinelli y Cristián Álvarez, ¿se habrían agarrado literalmente a combos si Universidad Católica fuera líder del Apertura? Tontos no somos. El ambiente se corta con un cuchillo en San Carlos de Apoquindo. Cada cosa que sucede se siente, se agranda, se exagera. Y si no, que lo digan los propios jugadores que, más allá de estar entrenando al 100 por ciento para recuperar todo el terreno perdido en el campeonato nacional -único frente por el cual están peleando-, andan irascibles, choreados. Es evidente que cuando las cosas no salen aparece la peor parte de cada uno... Otro antecedente: Julio César Falcioni. El técnico está colgando de un hilo. O sea, está claro que no se fue única y exclusivamente por los cerca de 700 mil dólares de indemnización que deberían haberle pagado ¿O queda alguna duda? Su gran tabla de salvación fue el partido con O'Higgins (que le empataron al final 2-2) y el respaldo público de los jugadores. Ahora, yo me pregunto... un técnico que llega con tremendo cartel, ¿convencerá a un grupo de jugadores sólo con un paupérrimo 33 por ciento de rendimiento? Difícil. Es que si uno dijiera que la UC está jugando a algo, tal vez, pero no hay nada de eso. Otra más. Esta semana los líderes más polarizados de la barra cruzada aparecieron por San Carlos para “conversar” con Cristián Álvarez (huele a apriete). Este tipo de manifestaciones son repulsivas. El fanático tiene que ser eso y sólo eso, y no cualquier otro papel que quieran asumir ¿Con qué autoridad -o moral- lo hacen? ¿Nadie les dice algo? ¿Podemos creer que existen nexos que no conocemos? Y la guinda de la torta la puso Botinelli con su explicación. El “Pollo” aseguró que la pelea sucedió porque ni él ni Álvarez querían pagar una apuesta de empanadas. Darío, pongámosnos serios. El ridículo que hiciste fue mayúsculo. Si nos piden seriedad desde afuera, den el ejemplo desde adentro. Y si se equivocan, reconozcan. Por último, no creo que se les desarme el presupuesto familiar por una docena de empanadas. Yo te doy el dato dónde venden las mejores de Santiago.

17


O

P

I

N

I

Ó

N

Por Ramón Reyes A.

A 25 años de una demencial farsa

S

e me acercan dos jóvenes colegas de La Tercera para saber algo más de lo que ocurrió el 3 de septiembre de 1989, en el estadio Maracaná. Tienen la misión de recrear el cuarto de siglo de la mayor vergüenza del fútbol chileno. Quizás no se empinaban sobre los cinco años de edad cuando a Roberto Rojas se le ocurrió tamaña farsa. "Usted estuvo ahí", me dicen de entrada. "Sí, claro, por desgracia", respondo. Recuerdo que el diario La Nación me había comisionado para cubrir ese choque por las Clasificatorias para el Mundial de Italia '90. Días después, otro colega de La Cuarta-La Hora, tan joven como los reporteros tercerinos, me comenta sobre el hecho de recordar lo que ocurrió hace 25 años. "Qué fome...No sirve de nada, porque siempre se contará lo mismo". Es su mirada y hay respetarla. Igual intentaré no defraudarlo. Uno de los muchachos que había repasado la prensa de la época, me comenta. "Ustedes -La Nación- fueron más mesurados, porque hubo otros medios con juicios lapidarios sobre Rojas". Pudo ser. Pero la situación había que ubicarla en su contexto. En el primer duelo, el 13 de agosto de 1989, en el Estadio Nacional, Chile y Brasil igualaron 1-1 (autogol de Hugo González y gol de Ivo Basay), en medio de un ambiente tenso que se tradujo en las expulsiones de Romario y Raúl Ormeño, y en las incendiarias declaraciones del técnico brasileño Sebastiao Lazzaroni. Y, por nuestra selección, el estratego Orlando Aravena también había puesto lo suyo. En ese presunto clima de guerra se jugaría la revancha en Río, pero cuando llegué a la ciudad maravillosa, el ambiente en el aeropuerto era normal, salvo la presencia de un grupo “macumbero” con esos típicos rituales de brujerías para maldecir al rival. Y, nosotros, la mayoría de los enviados especiales, reportamos ese ambiente. Sin embargo, colegas de un diario nacional despachaban notas que distaban de la realidad, mostrando a hinchas brasileños en una actitud "bélica" hacia nuestro país. Hasta que ocurrió el nefasto incidente del minuto 67, cuando Brasil ganaba 1-0 (gol de Careca) y la escuadra chilena se afanaba en lograr la paridad. Porque cuando cae la bengala a metros de Rojas, y el arquero inicia su trama, la mesa queda servida para los que querían sangre. Todo se enturbia. La iracundia invade la cancha y las tribunas. Veo los gestos de los jugadores pidiendo auxilio para su arquero. El juez opta por irse al

centro del campo. Los periodistas nacionales miramos a los dirigentes chilenos, quienes observan impávidos lo que ocurre. Tras el famoso "Pato Yáñez" del ahora comentarista y el gesto de Hugo González, que sirvió para mil interpretaciones de un complot, veo perderse a la Roja por unas de las salidas del recinto, bajo las gradas y camino hacia los vestuarios. Ser chileno es peligroso. Mejor callar. En las emisoras locales, los reporteros de cancha son los primeros en hablar de "farsa". Alguien contó que en un partido de la liga local, un futbolista se había cortado con una tapa de botella para sacar una fraudulenta ventaja al cuadro adversario. Las dudas matizaban tan desconcertante escenario. Como la policía había cerrado el paso hacia el convulsionado camarín chileno, opté por partir a despachar y me fui a la sala de prensa del Maracaná. Apenas pudimos terminar las notas, porque los técnicos brasileños sólo querían obstaculizar nuestro trabajo. Eran tiempos de máquina de escribir, fax y teletipos. Me apresuro y alcanzo a llegar justo cuando suben la camilla con Rojas al bus de la delegación. Ya en el aeropuerto, las azafatas del avión Lan debieron soportar los insultos y los gestos obscenos de los operarios de la terminal. Cuando la Selección emprende el vuelo de retorno, regreso al centro de Río. Voy hacia la sede la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) para obtener más antecedentes. Me contacto con el jefe de prensa de la entidad. Subimos hasta la oficina destinada a los cronistas, pero no alcanzo a ingresar. "¡Filhas da puta!", escuché decir a los colegas brasileños, quienes insultaban en coro a los hinchas chilenos que la televisión mostraba, protestando delirantes ante la embajada de ese país en Santiago. "Te sugiero que no entremos ahí", me pidió alguien. Se teme una agresión. Y, claro, los ánimos están muy caldeados. Por ambos lados, a muchos los enceguecía el nacionalismo mal entendido. A esas horas, Río de Janeiro, la ciudad de la alegría, el samba y la diversión eterna, y todo Brasil se sumergían ante las pantallas para seguir el suceso provocado por el "Cóndor". Se repetían una y otra vez las imágenes del revolcón de Rojas en medio del humo de la bengala; apareció la "fogueteira" -convertida después en modelo de la revista Playboy, en su edición brasileña- y también un comisario de la policía civil carioca, mostrando un trozo de metal que podía ser el que había herido al arquero chileno. Con ello sembraban más dudas sobre la culpabilidad del golero.

Periodista de La Tercera, director Sindicato N°3 de periodistas y afines, GrupoCopesa, vicepresidente de la Federación de trabajadores de las comunicaciones, la gráfica y servicios conexos (Fetracose)


Mi diario me dejó por varios días más en Río junto al reportero gráfico Marco Muga, notable profesional. Había que seguir a fondo el caso que estremecía al fútbol mundial. Los dirigentes brasileños pidieron las penas del infierno para nuestro fútbol. Roberto Rojas alegaba inocencia. Y juró por Dios, por su madre -en esos días muy enferma- y por sus hijos, que era inocente. Con él había tenido alguna cercanía en mis tiempos de reportero de Colo Colo, y más de una vez lo entrevisté en su hogar. Siempre cordial. Cómo imaginar que sería autor de un acto tan irracional. El tiempo terminaría por desenmascararlo, con el agravante que negoció la exclusividad para contar su verdad. El hecho se filtró y la mayoría de la prensa, como nosotros en La Nación, reaccionó a la carrera, reviviendo lo acontecido en el Maracaná y en todo el proceso posterior, pero sin la riqueza de los detalles inéditos que contaría Rojas al medio favorecido. Se cerraba así el triste capítulo que había provocado el castigo de dirigentes, técnico, médicos y jugadores, además de dejar a nuestro país al margen del Mundial de EE.UU., en 1994. Pasaron largos años para que la FIFA, recién en el 2001, le levantara la sanción. "Se hizo justicia. Al final, ya pagué por mis errores. A mi edad, difícilmente volveré a jugar, pero el perdón es una forma de lavar el alma y tranquilizar la familia ", declararía. Pero no encontró

las disculpas de todos. El doctor Sergio Stoppel, entonces presidente de la ANFP -castigado a perpetuidad por la FIFA y quien falleció hace poco tiempo-, fue lapidario en su juicio: "Es una persona insolente e irreverente, capaz de cualquier cosa". El repaso permanente de tan repudiable acción, ojalá sirva para que nunca más se repita uno de los instantes más oscuros del deporte nacional. Hoy, el Cóndor Rojas, para una mayoría el mejor arquero en la historia del fútbol chileno, lucha por su vida. Más allá de lo que hizo, sólo resta esperar que pueda sanar esta nueva herida...


ANALISIS

Que Luis E G

erardo Martino llegó a la dirección técnica del Barcelona con la pesada tarea de hacer olvidar a Pep Guardiola, que había protagonizado el ciclo más exitoso del cuadro catalán en toda su historia. Y no dio el ancho. Tras un comienzo prometedor, en que mantuvo un invicto de 17 partidos en la Liga, perdió la Copa del Rey frente a Real Madrid, fue eliminado en cuartos por el Atlético en la Champions y frente a ese mismo Atlético resignó la Liga en la última jornada, al no poder ganar en el Camp Nou, pese a estar transitoriamente en ventaja con un golazo de Alexis Sánchez. La partida del “Tata”, en todo caso, estaba sellada dos semanas antes de ese trascendental partido: Andoni Zubizarreta, director deportivo del cuadro culé, había llegado a total acuerdo con Luis Enrique Martínez García, conocido en el mundo del fútbol sólo por Luis Enrique, para ser el reemplazante. El 21 de mayo, Luis Enrique, jugador del club durante ocho temporadas en las que ganó una Supercopa de España, dos Copa del Rey y dos torneos de Liga, firmaba el contrato que lo transformaba en director técnico del cuadro azulgrana por las dos próximas temporadas, en presencia del mismo Zubizarreta y del presidente de la entidad catalana, Josep María Bartomeu. De partida, varias cosas unen a Guardiola con el nuevo técnico, que mediante dos victorias en el comienzo del campeonato español ha logrado ubicar a Barcelona al tope de la tabla, con seis puntos. Ambos compartieron camiseta y camarín durante cinco temporadas en el Barza. Ambos hicieron sus primeras

El ex jugador de Real Madrid y del Barcelona llegó al Camp Nou para devolverle al cuadro la jerarquía que tuvo con Josep Guardiola y que pareció extraviarse bajo el mando técnico de Gerardo Martino. El ex compañero de Iván Zamorano ya anticipó que, con algunos matices, intentará recuperar la impronta que plasmó Pep y que transformó al Barza en un equipo que se acostumbró a ganarlo todo. Por Eduardo Bruna armas como entrenadores en el FC Barcelona “B”, y ambos lograron que la filial ascendiese de división. Sólo que al asturiano le costó un poco más llegar a una banca con la que muchos sueñan: mientras como director técnico Guardiola pasó directamente de la filial al equipo estelar, Luis Enrique tuvo un paso previo por la Roma primero y por el Celta de Vigo después. Luis Enrique, compañero también de Iván Zamorano en el Real Madrid, tiene una tarea ciertamente menos pesada que la que debió afrontar Martino, aunque, tratándose del Barcelona, igual de demandante: mientras el rosarino debía semana a semana sufrir el inevitable parangón con su predecesor, Luis Enrique llega para levantar a un Barcelona que durante la temporada 2013-2014 no sólo no ganó nada, sino que por

no se caiga d 20


Enrique momentos fue un remedo de ese equipo fascinante y embriagador que parecía ganar con la camiseta. Es todavía temprano para calibrar la real valía del aún novel entrenador. Dos victorias caseras (3 a 0 frente a Elche en el debut y 1-0 ante el Villarreal en la segunda jornada) son un recorrido demasiado breve para medir sus merecimientos en uno de los grandes de España y de Europa. Todo indica, sin embargo, que con matices respecto de Guardiola, buscará recuperar la jerarquía hoy extraviada apelando al mismo fútbol que tantas satisfacciones entregó. En su declaración de principios, señaló que “ejerceremos una alta presión sobre el rival, pondremos el acento en el juego de conjunto y pretendo que con el balón todos mis jugadores –incluido el arquero- sean ofensivos”. Casi un clon de Guardiola. Palabras más, palabras menos, fue esa la impronta que Pep plasmó en el Barcelona más ganador de la historia. Aquello de que “nosotros nos defendemos con el balón” era el equivalente modernizado de la máxima de Fernando Riera y de todos los técnicos nacionales que adhirieron con entusiasmo y hasta devoción a su escuela, cuya máxima era “mientras nosotros tengamos el balón, el rival no puede hacernos nada”, sólo que el once catalán no se quedaba en un toque lateral, muchas veces insulso y a menudo aburridor: con jugadores en el mediocampo superdotados técnicamente, como Xavi Hernández, Andrés Iniesta y Lionel Messi, aceleraba en el último sector de la cancha y siempre sabía encontrar los espacios para la llegada limpia al gol. Como todo tipo joven, Luis Enrique (44 años) es Sigue

del andamio... 21


ANALISIS

de los que da una gran importancia a la tecnología, absolutamente ausente en la era Martino. Mientras todo su equipo técnico se maneja con tablets y computadores, se dice que él hasta aplica un software que ayuda a hacer más ordenado y lógico su trabajo. ¿Qué va a hacer ahora el Barza con los bolígrafos de Adrián Coria y Raúl Marcovich, los ayudantes de Martino?, fue la pregunta entre irónica y burlona que muchos medios españoles se hicieron tras la partida del argentino y la llegada del asturiano. Trascendidos incluso señalaron que Elvio Paulorosso, preparador físico del “staff” de Martino, era resistido por buena parte de la plantilla culé por lo poco exigentes y pasados de moda de los ejercicios que ordenaba al equipo. Tiene también Luis Enrique otras particularidades. Desde Celta, utiliza un andamio que, a la orilla de la cancha, le da una mejor perspectiva del terreno de

22

juego durante los entrenamientos. Igual tiene, en un sector aún más elevado, a un ayudante que provisto de un celular le hace ver cuándo un movimiento no ha sido bien ejecutado o los espacios de la cancha no han sido cubiertos por sus jugadores con la presteza y eficiencia que para su gusto se requería. Consciente de que la máxima de tener la pelota para que no la tenga el rival había sufrido su natural desgaste, y que los rivales habían encontrado la fórmula para neutralizar el juego envolvente del Barza, Luis Enrique dio el conforme para la partida de Alexis Sánchez (Arsenal), Cesc Fábregas (Chelsea), Jonathan dos Santos (Villarreal) y Krkic Bojan (Stoke City), pero a cambio pidió –y obtuvo-, al arquero alemán Ter Stegen, al chileno Claudio Bravo, al croata Ivan Rakitic, al francés Jeremy Mathieu, al belga Thomas Vermaelen, al uruguayo Luis Suárez y al brasileño Douglas,


ANALISIS

aparte de haber inscrito ocho canteranos para la Champions League. La renovación, si no es total, anda bastante cerca. Según las propias cifras del club catalán, hubo un ingreso de 78,8 millones de euros por ventas, y un gasto de 157 millones de euros en fichajes. De los que se fueron y los que llegaron se deduce que, manteniendo el fútbol de rotación y toque, Luis Enrique buscará una llegada más directa al gol que se echó de menos en la liga pasada. Porque Alexis es más habilitador que goleador, por mucho que su producción en ese aspecto muestre una evidente mejoría, y Neymar –producto de lesiones- careció de la continuidad esperada. A eso hay que sumar una temporada en la que Lionel Messi, la gran figura del cuadro culé, no estuvo a la altura de otros campeonatos. Su producción, que habría sido buena tratándose de otro jugador, fue apenas un poco más que mediocre tratándose de “La Pulga” y su inmensa jerarquía. Nivel que el rosarino prolongó en el Mundial con su selección. No fue un fiasco, pero estuvo lejos del mejor Messi que se haya conocido y visto. A eso obedece, sin duda, la contratación de Luis Suárez. El Barza, que en campañas anteriores siempre había contado con artilleros notables, como Ronaldo, el camerunés Samuel Eto´o o el sueco Zlatan Ibrahimovic, entre otros, se había quedado sin ese jugador que le pone la firma a lo que logran elaborar sus compañeros. Si el uruguayo logra controlarse y auto domesticarse, sin duda será un tremendo aporte en las redes rivales. Si, por el contrario, persevera en sus actitudes trasnochadamente racistas y en morder rivales cual descontrolado caníbal, se transformará para los catalanes más en un problema que en la solución esperada. Tras el receso por la fecha FIFA, Barcelona debe recibir este fin de semana al Athletic de Bilbao en el Camp Nou y a mediados de semana al Apoel chipriota, en el comienzo de la fase de grupos de la Champions League, donde deberá luchar también contra el Ajax holandés y el París Saint Germain. Ambos compromisos pueden dar una pauta de lo que será este Barcelona de Luis Enrique. Un Luis Enrique al que se le exigirá no superar lo hecho por Gerardo Martino, que dejó la vara bastante baja, sino intentar emular los logros de un Guardiola que ahora, al mando del Bayern Munich, pretende seguir en su imparable senda de éxitos. Menuda tarea la que le espera… El ruego de los aficionados culé es que el nuevo técnico no se les caiga del andamio.

23


P

ocas veces una sucesión en la dirección técnica de Argentina ofreció tan poco lugar para la polémica. Fue el propio Julio Humberto Grondona –pocas horas antes de morir– quien señaló a Gerardo Daniel Martino como la persona indicada para suceder a Alejandro Sabella. Don Julio tenía muchos defectos, pero hay que reconocerle que el ser rencoroso no figuraba entre ellos. Es que el Tata dejó Newell’s Old Boys a mediados de 2013, con el argumento, ciertamente irrefutable, de que la organización del fútbol argentino era desastrosa. Grondona soportó el agravio y a pesar de esa opinión, lo bendijo como nuevo entrenador de la AFA antes de expirar. Tras salir de Newell’s, los pasos siguientes de Martino parecieron guionados por un destino manifiesto. Rechazó una excelente oferta económica y deportiva –jugar la Champions League después de muchos años– de la Real Sociedad de San Sebastián. Esa negativa, cuando el 99 por ciento de sus colegas argentinos hubiera aceptado hasta llegar a nado al País Vasco para tomar semejante trabajo en la principal Liga planetaria, lo dejó totalmente liberado para aceptar un contrato que sólo figuraba en sus sueños. Confeso admirador e imitador del estilo que el Barcelona impuso en el mundo –al punto que su Newell’s campeón del Clausura 2013 era una copia fiel, en pequeño por cierto, de la propuesta futbolística del gran club blaugrana– le cayó del cielo una oferta que lo estremeció. Sandro Rosell, el presidente del Barsa, lo llamó personalmente para reanudar viejos contactos amistosos. Ello se remontaba a los tiempos en los que el Tata dirigía a Libertad de Paraguay y Rosell viajaba frecuentemente a la tierra guaraní en los tiempos en los que era el CEO latinoamericano de la empresa Nike, por entonces proveedora de ropa del club al que siempre apadrinó Nicolás Leoz, presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol por 25 años. Rosell le dio la orden de contratar a Martino a su gerente deportivo, Andoni Zubizarreta, ante la sorpresa de todo el medio europeo, dado el desconocimiento que existía sobre la carrera del Tata. Martino, extraordinario e histórico jugador de Ne-


O

P

I

N

I

Ó

N

Por Alfredo Alegre Periodista El Gráfico 1988-2000

Recen por Martino well’s donde jugó 509 partidos en 12 años, partió dirigiendo sin demasiado éxito en el ascenso argentino (Almirante Brown de Arrecifes, Instituto de Córdoba, Platense), pero se transformó en un entrenador respetado en Sudamérica a través de tres excelentes pasos en Paraguay donde condujo a Libertad, Cerro Porteño y la propia Selección, eliminada angustiosamente por España en cuartos de final de Sudáfrica 2010 y finalista de la Copa América 2011. Después llegó a un Newell’s que peleaba el descenso y lo transformó en un año y medio en el mejor equipo argentino. Su estancia en la Ciudad Condal habilita varias lecturas. Martino –fiel al estoicismo de Marcelo Bielsa, uno de sus mentores– no dudó en calificar su paso por Cataluña como un fracaso. La mirada desapasionada, a tres meses de su salida consensuada del Camp Nou, indica otra cosa. Solo ganó la Supercopa española en el inicio de la temporada, ante el Atlético Madrid del Cholo Simeone, que se tomó revancha cuando lo eliminó en cuartos de final de la Champions, cayó en la final de la Copa del Rey ante el Real Madrid por 2-1 y debió haber ganado la Liga en la última fecha cuando le anularon a Lionel Messi un gol por offside imaginario en la infartante definición del torneo, en la que al Atlético Madrid le bastaba el empate en Barcelona para lograr la Liga tras 18 años de espera. Finalmente fue 1-1 y Atlético campeón. O sea que se trató de una campaña más que razonable para un DT debutante en Europa. El problema es que la hizo en el Barcelona, contando con una plantilla extraordinaria pero –y aquí está el detalle que decidió a Grondona a contratarlo– en absoluta y total decadencia física y sicológica. Con Messi jugando todo el año a media máquina por lesiones musculares mal curadas, Xabi acusando el desgaste de su veteranía, Piqué distraído por acompañar a su esposa en todos los compromisos comerciales que tuviera, aunque ello incluyera viajes relámpago inadecuados para su descanso deportivo, Busquets arrastrando una pubalgia incurable sino se opera, Valdés lesionado de gravedad y ausente en el tramo decisivo de la temporada, Dani Alves inmerso en una falta de profesionalismo que hizo que su club lo pu-

siera sin éxito en venta en el último mercado y otros detalles no menores como que la pretemporada la hicieron volando y jugando en Asia con temperaturas cercanas a los 40 grados y humedades de ciento por ciento. Es decir que la preparación previa no existió, condenando de antemano al equipo a regular su escaso poder físico con las desesperadas rotaciones que Martino hizo durante toda su estada, en la búsqueda de seguir siendo competitivo cuando todos los elementos antedichos se complotaban para que el Barsa no peleara seriamente ninguna competencia, ni local ni europea. A eso había que sumarle un plantel de gran jerarquía en los nombres pero corto en número y a una transición en la que la cantera, la famosa Masía, no proveía recambios de alto nivel, generándose un coctel explosivo. Martino morigeró bastante bien la caída del imperio. Pruebas irrefutables a la vista. Barcelona acaba de reformular a fondo su plantilla como no lo había hecho en los últimos 10 años, señal inequívoca de que el principal problema estaba en la cancha y no en la banca. Y además, el estrepitoso fracaso de España en el Mundial fue una constatación adicional del fin de una era, dado que el Barsa era el verdadero secreto de la Roja campeona del mundo por primera vez en su historia. Con todos estos antecedentes, la contratación de Martino por la AFA, era casi una obviedad sin rivales de peso a la vista. Su estreno fue rápido y extraordinario en el resultado, con el 4-2 del 3 de septiembre sobre la Alemania campeona del mundo en Dusseldorf, aunque el arranque de ensueño no debe llevar a engaño. Martino llamó para este compromiso a los 23 que estuvieron en la lista del Mundial como un homenaje al subcampeonato, por lo que aún no se tomó la libertad de mostrar su propio gusto. En lo próximo se enfrentará con no pocos desafíos, a saber... 1) Messi. Lionel está totalmente molesto por la dura crítica a la que lo sometió la prensa nacional durante el Mundial. Harto de luchar contra el fantasma insepulto de Maradona, elevado por amplios sectores del amSigue


O

P

I

biente futbolístico argentino como si Messi tuviera la obligación de equipararlo o superarlo, el 10 rosarino ha decidido administrar sus presencias en las convocatorias para los partidos amistosos. Va a ir cuando quiera, para ser más claros. El juego con Alemania fue una muestra. En connivencia con su club, pretextó una sobrecarga fantasmagórica –terminó jugando brillantemente y sin muestras de lesión el último partido oficial ante el Villarreal– y se ausentó del compromiso. Está muy sensible por lo que él considera como una manifiesta ingratitud hacia su juego y su compromiso –no olvidemos que Leo tomó hace 10 años la decisión de jugar por Argentina y no por España- y no le gustó nada que Martino le diera la casaca 10 a su gran amigo el Kun Agüero, para ganarles a los alemanes. Leo hubiera aspirado a que ese dorsal hubiera quedado sin uso hasta su regreso. Ciertamente, es una tontería. Pero cuando alguien se fija en un episodio tan menor es porque tiene razones mucho más profundas de dolor. 2) Tévez. El gran delantero de la Juventus se ha transformado en un dolor de cabeza para los DT de la Selección desde la salida de Maradona en julio de 2010. Lo sufrieron Sergio Daniel Batista, Sabella y ahora Martino. Al Checho se lo metió Grondona de prepo en la Copa América 2011 cuando no estaba nominado, y todo terminó en un fracaso estrepitoso jugando como anfitrión y quedando afuera en cuartos de final. Sabella se previno de entrada y le dijo a don Julio que no contaba con el Apache y que si él pensaba lo contrario que directamente no lo contratara. Sin él fue al Mundial y logró llegar a la final. Martino está empezando a sufrir a Tévez. El Tata es tan principista remedando a Bielsa que puede llegar a complicarse la vida sin ninguna necesidad. Su conciencia le indica que Tévez debe ser convocado porque tiene la calidad de jugador más que suficiente para estar. Y se encuentra dispuesto a ir contra Messi y llevarlo al Apache al próximo juego contra Brasil en octubre. ¿Lo hace para provocar a Messi? No, lo hace porque él considera que es lo justo y se cree capaz de amortiguar las tormentas internas. Ciertamente Leo y el grupo rosarino que maneja los hilos íntimos de la Selección –Di María, Garay, Mascherano, Lavezzi, Zabaleta– detestan a Tévez. Les molesta su exhibicionismo, su histrionismo, el placer con el que vende humo y se autoproclama “el jugador

N

I

Ó

N

del pueblo”, y también sus contactos políticos. El Apache es íntimo del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, y del jefe de gobierno de la Capital Federal, Mauricio Macri, a los que en su momento no tuvo empacho de acudir para que presionaran con declaraciones públicas para que no lo dejaran afuera de la Selección. Tanto Scioli como Macri son dos de los tres presidenciables para 2015 –el primero en las encuestas es Sergio Massa, el factótum del Club Atlético Tigre–, por lo tanto Tévez tiene la llave de dialogar con el poder que viene y eso eriza la piel de sus compañeros. Pensar que esta pelea comenzó por otro hecho menor. El 24 de junio de 2010, en plano Mundial, el entonces DT Maradona le organizó una gran fiesta en la concentración sudafricana a Messi, para saludarlo por cumplir 23 años. Cuando Tévez entró al salón, la emprendió a los gritos: “Hace 2 días cumplió años Pastore, que también está acá y nadie lo felicitó y ahora arman una fiesta para homenajear a este muchacho”. Messi nunca le perdonó haberlo hecho aparecer ante al grupo como un privilegiado. O sea que la culpa de este lío la tiene Maradona... 3) Las viudas de Grondona. La muerte del Padrino hizo que sus laderos más cercanos se hayan amotinado en la defensa del viejo concepto gatopardista: “Que todo cambie para que nada cambie”. El grupo está encabezado por Luis Segura, vicepresidente a cargo de la AFA hasta octubre de 2015 cuando habrá elecciones, le siguen los hijos del muerto –Julito, presidente de Arsenal, y Humberto, jefe de todos los juveniles argentinos– y un importante número de dirigentes de escasa monta que vivieron 35 años de lo privilegios que les bajaba don Julio y que no quieren volver al llano de ninguna manera. Otra vez, Martino se aferró a los principios y dejó de lado las conveniencias. Pidió la salida de Humberto Grondona y que el manejo de los juveniles recaiga en un hombre de su confianza, Jorge Theiler. Esta batalla está en pleno desarrollo. Al Tata le dijeron que sí, que se quedara tranquilo, que Manguera Theiler asumiría el año que viene, pero quienes conocen a Humberto dicen que es capaz de encadenarse a la puerta de la AFA para permanecer en una casa que la familia Grondona considerara como un bien hereditario y no como lo que es, el hogar del fútbol argentino. Las viudas están alertas. Al menor desliz del Tata le apuntarán


a la yugular. Usted se preguntará porqué designaron a un hombre con tanta libertad de pensamiento si quieren seguir disfrutando del poder omnímodo, para lo que podrían haber convocado a alguien más obediente. Pues lo contrataron porque fue la última voluntad de su líder hoy finado... 4) La supuesta sequía de triunfos. Argentina no gana un título oficial desde la Copa América 1993, llevada a cabo en Ecuador. Esto ha generado una histeria absolutamente sobredimensionada en el medio. Valga un ejemplo para graficar. Se han jugado hasta hoy 20 Mundiales. En los primeros 10, Argentina sólo llegó a una final, la que perdió con Uruguay en Montevideo 1930. En las últimas 10 ediciones de la Copa FIFA, Argentina participó en cuatro finales, ganando dos y perdiendo dos. Si extendemos el análisis, sólo Alemania equipara a Argentina en ese lapso con cuatro finales, mientras que Italia y Brasil están por debajo con tres. ¿Cuál es la crisis de resultados? No existe. Más teniendo en cuenta que el fútbol argentino, como bien lo dice Martino, es un verdadero desastre de organización interna, con partidos que se juegan todos los días de la semana, frecuentemente a puertas cerradas por la violencia imperante. Además, el único sostén financiero serio se lo provee el Estado que compró los derechos de TV y que presiona periódicamente a los dirigentes, so pretexto de que el propio gobierno es el que sostiene artificialmente la actividad, para que tomen determinadas medidas con un evidente tufillo político y no deportivo. Por ejemplo, el ridículo torneo de Primera División con 30 equipos que se pondrá en marcha en 2015 y que obedece al interés de que la mayor parte de las provincias argentinas se vean ficticiamente representadas en el máximo escalón del fútbol nacional. Los políticos de cada ciudad del interior con presencia regalada en Primera División, se aprestan a mostrar a su electorado provincial que el equipo de esa localidad llegó a tan alto nivel, por la gestión del propio político de turno. ¿Puede un fútbol tan bananero exigirle al DT de su Selección que gane siempre? En la Argentina eso sucede. Martino se cree capaz de domar todos los potros a los que lo hagan subir durante los próximos cuatro años. El Tata se tiene fe. Ahora es la hora de demostrar que puede hacerlo. Acechanzas no le van a faltar. El mejor consejo para Martino es que adopte la frase de cabecera del papa Francisco: “Recen por mí...”


LOS MUCHACHOS DE ANTES Por Luis Urrutia O'Nell

–¿Cómo jugaba usted? –Tenía habilidad en la zurda, velocidad y perfeccioné los centros, al primer palo y al segundo, así les di muchos pases de gol a Juan Soto y Luis Hernán Álvarez. Si jugaba Jorge Robledo, elevaba el centro porque el Gringo cabeceaba muy bien. –¿No se le olvida algo? El freno. –¡Ah, sí! Eso lo aprendí mirando a mi hermano mayor, Juan, quien era mucho mejor que yo. Él era ambidextro y se probó en el Everton de René Meléndez. El entrenador, el Chueco Martín García, lo dejó de inmediato, pero a Juan no le convino porque trabajaba en Cemento Melón y allí le daban casa. –En Colo Colo debutó en un partido internacional antes que en uno de la competencia local. –Sí, el entrenador Francisco Platko me puso frente a Partizán de Yugoslavia, en el verano de 1954. Ganamos 1-0 y jugué bien. –Enseguida, fue a la selección. –Con Luis Tirado en la banca, actué en las eliminatorias contra Paraguay (febrero de 1954). Perdimos 31 en el Estadio Nacional y el gol de Chile fue de Robledo en un centro mío. –Le tocó jugar al lado de grandes futbolistas. –Imagínese: Atilio Cremaschi, con quien fui compadre porque él fue el padrino de mi hija Vilma; Jorge Robledo; Manuel Muñoz; Enrique Hormazábal; Jorge Toro; Francisco Valdés; Jaime Ramírez; Mario Moreno… Y en la selección con René Meléndez –mi ídolo–, Leonel Sánchez… –No es común que un mismo equipo haya contado con astros como Hormazábal, Toro y Valdés. –Enrique Hormazábal inició esa escuela con la demostración práctica, jugaba corto y largo, no miraba y metía el pase en profundidad a espaldas de los de-

28

Bernardo Bello Bernardo Francisco Bello Gutiérrez nació en Quillota el 8 de diciembre de 1933 (80 años). Puntero izquierdo, actuó 11 temporadas en Colo Colo (1954 a 1964), 206 partidos, 49 goles, tres títulos (1956, 1960 y 1963), seleccionado nacional (1954 a 1963).


Chile vence por primera vez a Argentina: 4-2 con dos goles de Bernardo Bello (al centro).

fensas. El Chino Toro le agregó dribbling, amague. Chamaco Valdés, precisión en el pelotazo. Se quedaban entrenando en la cancha Walter Müller, de Gasco, los tres pensaban antes que los demás, eran especialistas en cambios de frente, tiros libres y penales, no tenían problemas de perfil. –¿Cuál fue el partido de su vida? –En la despedida de Sergio Livingstone. Fue el primer triunfo de Chile sobre Argentina (4-2), convertí dos goles y fue mi consagración internacional. Fueron parecidos, dos desbordes de Mario Moreno y conecté con la zurda en el centro del área. Yo no era de irme al medio, pero esa noche tuve la tincada y resultó. –¿Recuerda que en el primer tiempo el arquero fue Jorge Negri, el segundo Vladimir Tarnawsky, quien se lesionó, y debió reingresar Negri?

–¡Claro! Le hice los dos goles a Tarnawsky. ¿De qué equipo era? ¿Newell’s Old Boys? Muchos se confundieron con el cambio de arquero y decían que había sido a Negri. También me acuerdo que Argentina trajo tres entrenadores: José Manuel Moreno, Della Torre y Minella. –¿La vez que hizo dos goles con la pierna derecha? –¡A O’Higgins! Con la muda, los dos en el arco norte del Estadio Nacional. Creo que el arquero era (Cabezón) Bustos. Había recibido un planchazo en el empeine izquierdo, entonces enganché y rematé a tres dedos con la derecha. Uno se clavó en el ángulo, el otro no tan esquinado. –¿Su gran frustración? –Quedar afuera del Mundial 1962 fue una estigmatización. No hay entrevista en que no me mencionen Sigue

29


que fui uno de los tres eliminados a última hora, junto con Juan Soto y Alfonso Sepúlveda. Prefiero quedarme con la fotografía oficial del plantel, donde aparecemos los 25 jugadores. –Antes del Sudamericano de Buenos Aires 1959, también Fernando Riera lo descartó al final. –Muchos años después, en 1990, Caupolicán Peña me avisó que Riera quería hablar conmigo. Le dije a Riera lo que pensaba, que me había manoseado. Él admitió que fue injusto conmigo y que esperaba que yo lo comprendiera. –Usted fue profesor. –Di el bachillerato y luego entré a la Escuela Normal Abelardo Núñez. Con Caupolicán Peña, después de los entrenamientos corríamos a hacer clases. Jubilé como profesor. –¿En qué trabajaba su padre? –Era sastre. Se demoraba tres días en hacer un vestón, todo a mano. –¿Un dolor? –La muerte de mi hijo Bernardo, hace cuatro o cinco años. Eso me tumbó. –¿Un adversario? –Luis Eyzaguirre, de Universidad de Chile. Collereábamos en velocidad. –¿Una satisfacción? –Cuando el entrenador Pedro Morales, campeón con Huachipato, Everton y Colo Colo, dijo que el cordobés José Luis Ceballos tenía mis características. –¿Un orgullo? –Haber sido elegido el puntero izquierdo del año en 1959, 1960 y 1961. Las cinco portadas de la revista Estadio, dos de ellas a dos páginas. El campeonato de 1963, con los récords de 103 goles y 37 de Luis Hernán Álvarez. –¿Una salvada? –El accidente automovilístico con el Chita Cruz en Vallenar, en 1964. Estuve tres días inconsciente y perdí la visión del ojo izquierdo. Ahora tengo glaucoma en el derecho. –¿Una anécdota? –Me dijeron que fuera a concentrarme con Colo Colo. Llegué al Hotel Savoy, en la primera cuadra de Ahumada, y en la recepción no me creyeron que era jugador. Mi compañero de habitación fue Manuel Muñoz. Me hicieron sábanas cortas y la pitanza de una interminable entrevista por teléfono. –¿Recuerda la de Ricardo Ramacciotti, de Argentinos Juniors? –Un gran centro half argentino. Jugamos un amistoso en el estadio Santa Laura, yo medía 1,71 metro y pesaba 61 kilos. Me miró y me dijo: “Che, andáte al

30

Con la camiseta de Colo Colo, que defendió durante 11 temporadas.

hipódromo de enfrente, vos estás para jinete…” El partido inolvidable Miércoles 18 de noviembre de 1959. Estadio: Nacional. Público: 36.581 espectadores. Árbitro: Carlos Robles. Chile: Raúl Coloma; Luis Eyzaguirre, Raúl Sánchez y Sergio Navarro; Jorge Luco (56’ Carlos Contreras) y Hernán Rodríguez; Mario Moreno, René Meléndez (75’ Mario Soto), Armando Tobar (37’ José Benito Ríos), Leonel Sánchez y Bernardo Bello. Entrenador: Fernando Riera. Argentina: Jorge Negri (46’ Vladimir Tarnawsky; 80’ Jorge Negri); Francisco Lombardo, Norberto Anido y Juan Carlos Murúa; Antonio Rattín (46’ Vladislao Cap) y José Varacka; Héctor Facundo (66’ Raúl Belén), Miguel Ángel Ruiz (46’ José Pizzuti), Higinio García (73’ Norberto Menéndez), José Sanfilippo y Norberto Boggio. Entrenadores: José Manuel Moreno, José Della Torre y José Minella. Goles: 0-1, 26’ Ruiz; 0-2, 46’ Sanfilippo; 1-2, 55’ Bello; 2-2, 58’ Sánchez, de penal; 3-2, 70’ Bello; 4-2, 87’ Ríos. Expulsado: 89’ Menéndez (Argentina).


Ma rke t

eo

Bolsos

LĂĄpices TecnologĂ­a Regalos

Calidad Servicio Rapidez

www.veomarket.cl

(02)24015817


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.