Revista Clave Visual CV05 Cascadas

Clave Clave Visual 05: Cascadas

VISUAL Grupo fotográfico de Almería

CV05

ENTRE EL FRÍO Y LA SAVIA

Fotografía de naturaleza

en las series

FOTOGRAFIAR LA Vía Láctea

Cascadas Rachael Talibart Personal

Biblioteca

Visual

Pinceladas de luz de David Santiago y Juan Tapia

septiembre 2020

Agustín Barrajón

Javier Blanes

Enrique Capilla

Paco Fernández

Joaquín Fernández Caparrós

Federico García Maroto

Manuel Ismael Gómez

Edu Hernández de Haro

Joaquín Hortal

Manu Méndez

Fran Rubia

Germán Rubia

Miguel Rubio

José A Sánchez Pérez

Luis Saracho

Juan Tapia

Editorial

Bienvienido a

SEPTIEMBRE 2020

Clave VISUAL Este número de la revista es muy especial para nuestro grupo por varios motivos. En primer lugar, porque uno de nuestros compañeros, Juan Tapia, acaba de publicar junto a David Santiago el libro titulado “Pinceladas de Luz”, por el que desde aquí queremos felicitarlos y desearles un gran éxito. Lógicamente no podíamos dejar pasar la oportunidad de hacer aquí la reseña de esta publicación, que viene acompañada, además, por una interesante entrevista a los autores.

Es también un gran orgullo contar con cuatro nuevos miembros en el grupo, Enrique Capilla, Agustín Barrajón, José A. Sánchez y Manuel I. Gómez, quienes se presentarán a sí mismos, mostrándonos algunas de sus fotografías y contándonos algo sobre sus vidas e inquietudes.

Escribe texto

Tenemos también la gran suerte de contar con Rachael Talibart en la entrevista de nuestra sección “Personal”, donde podremos conocer mejor a esta gran fotógrafa inglesa que nos deja boquiabiertos con sus evocadoras imágenes de mares tempestuosos, y en la que nos anuncia su nuevo libro “Tides and Tempests”.

Nuestros compañeros de Clave Visual comparten además dos artículos altamente recomendables: “Entre el frío y la savia” de la mano de Miguel Rubio y “Fotografiar la Vía Láctea” de Luis Saracho. Además, Edu Hernández de Haro continuará con su serie de fotografía cinematográfica, dedicada esta vez a las populares series de televisión. Y sin olvidarnos, por supuesto, de nuestras secciones especiales de la revista: “Con la muerte en los talones”, “Hitos, mitos y otros dioses” y “La foto que nunca te conté”, donde nuestros compañeros nos relatarán algunas de las peripecias vividas y sufridas en sus aventuras fotográficas.

Acaba un verano atípico en muchos aspectos como consecuencia de los efectos de la pandemia del COVID-19, que sigue condicionando en gran medida nuestras vidas y costumbres. Pero si algo sigue siendo habitual son los calores propios de esta estación en nuestras latitudes. De ahí que el tema “Cascadas”, que hemos propuesto en la galería de este número resulte muy apropiado para aliviar las elevadas temperaturas, aunque solo sea en nuestra imaginación, más aún cuando viajar a otros lugares no resulta factible.

Esperamos que sigáis en perfectas condiciones de salud y os deseamos un otoño lo más tranquilo posible.

Diseño y maquetación

Manu Méndez

Edición

Federico García Maroto

Manu Méndez

Equipo de redacción

Paco Fernández Miguel Rubio Agustín Barrajón Edu Hernández de Haro Javier Blanes José A. Sánchez Pérez Fran Rubia Luis Saracho

Juan Tapia Germán Rubia Manuel I. Gómez Joaquín Hortal Joaquín Fernández Caparrós Enrique Capilla Federico García Maroto Manu Méndez

Artistas invitados

Rachael Talibart David Santiago

© Todos los derechos de las fotografías y textos están reservados a sus respectivos autores.

Queda prohibida, salvo autorización escrita de los titulares del copyright, la reproducción o el uso por cualquier medio, mecánico o electrónico, de las fotografías y textos incluidos en esta publicación.

Se autoriza, no obstante, la distribución electrónica en redes sociales o por cualquier otro medio, respetando en cualquier caso lo referido en el párrafo anterior.

La fotografía de portada de este número es “Río arriba” y fue realizada por © Edu Hernández de Haro.

Puedes ponerte en contacto con nuestro equipo o enviar contenido mediante nuestro email:

clavevisualalmeria@gmail.com

Clave Visual se fundó en Almería entre finales de 2018 y principios de 2019.

La revista Clave Visual se publica online cuatro tres veces al año (enero, junio y septiembre).

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Clave Visual

Contenido

Entre el

frío y la savia

Fotografía de naturaleza en las series

Fotografiar la Vía Láctea

Personal Rachael Talibart

Biblioteca Visual Pinceladas de luz

Presentaciones

Cascadas

Mayo 2020

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Entre el frĂ­o y la savia

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Entre el

frío y la savia Texto y fotografías

Migu! Rubio

Septiembre 2020

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Entre el frío y la savia “A

fuera el torbellino blanco sopla con vigor. Y, una vez más, será mi corteza el cálido hogar que me proteja”.

Con estas palabras inicio una serie de fotografías que muestran la batalla entre la dureza del invierno y la resistencia de los árboles, gracias a sus robustas cortezas que protegen su interior, su savia.

Sin embargo, durante este artículo no me centraré en la serie sino que contaré cómo se sucedieron los dos días en los que estuve bajo esas condiciones.

El azote del frío

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© Miguel Rubio

Día 1 La nieve es quizás uno de los elementos más atractivos para un fotógrafo de naturaleza. La mayoría de nosotros hemos soñado alguna vez con esos grandes paisajes repletos de nieve virgen y majestuosos árboles y, ¿por qué no?, también con algún animal apareciendo en escena (puestos a soñar).

Yo no soy indiferente a esa atracción, de hecho me atrae el enfrentarme a paisajes extremos donde sienta verdaderamente el frío Durante mi estancia en Madrid, se sucedieron muchos de estos días, pero especialmente fueron varios en los que la nieve fue la protagonista. Siendo yo del sur era algo que no podía desaprovechar y me puse manos a la obra observando el tiempo en internet para intentar “cazar” las mejores condiciones posibles de nieve, y cuando digo “mejores condiciones” me refiero a una nieve lo más virgen posible y sin pisadas.

Silencio © Miguel Rubio

Finalmente, a principios de enero estaba un domingo en casa y observé en internet que el lunes daban buena previsión de nieve en la Sierra de Guadarrama, así que me llené de valor para salir del caliente hogar y comencé a organizar la salida con varios compañeros.

Mayo 2020

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Escogí acudir al puerto de Cotos porque era un lugar que había explorado en internet y sabía que podía ofrecerme diferentes situaciones y también sujetos interesantes para fotografiar. Se encuentra a unos 1830 m de altitud, y se sitúa en la sierra de Guadarrama que separa las provincias de Segovia y Madrid. El nombre de “Los Cotos” se debe a los pequeños postes de piedra que había en el siglo XX para indicar el camino que lo atravesaba cuando la nieve era abundante.

El acceso a este lugar se puede hacer en vehículo por la carretera M-604 y, también a través de la línea C-9 de Cercanías Madrid (conocida también como Ferrocarril de Cotos) que une las estaciones de Cercedilla y el puerto de Cotos y que cuesta unos 18€, el billete de ida y vuelta, un poco caro quizás, pero los paisajes que se muestran durante el trayecto son impresionantes.

Una vez llegué a la estación del puerto, no quedé defraudado, puesto que había estado nevando toda la noche y la niebla gobernaba gran parte del paisaje. Antes había estado en situaciones de nieve en montaña, pero siempre lo había hecho sin cámara o los árboles a fotografiar no eran lo suficientemente atractivos.

Sin embargo, en esta zona, además de otros tipos de árboles también hay pinos silvestres que contrastan con su corteza roja en la nieve y que poseen un laberinto de ramas muy interesante.

La roja textura

© Miguel Rubio

Derecha, arriba: White dreams

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Derecha, abajo: Horizontes de nieve © Miguel Rubio

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En ese momento tenía varias ideas en mi cabeza y pensaba en la adversidad de la climatología y en cómo podían sobrevivir a tales condiciones tanto fauna como flora. Es muy probable que el hecho de pensar en ello y encontrarme con un árbol totalmente aislado por la niebla y en soledad me hiciera centrarme en conseguir imágenes que evocasen la resistencia con la que un árbol debe entregarse al frío del invierno.

Más allá de la serie que se iba cuajando en mi mente, decidí no dejar pasar la oportunidad de fotografiar otras situaciones que se iban presentando, más adelante estando ya en casa vería que quizás fue un error puesto que es posible que hubiera conseguido mayor riqueza en cuanto a la serie se refiere, si me hubiera centrado solamente en un tema, pero tampoco me arrepiento de ello puesto que todo lo demás también nos aporta riqueza de una forma u otra.

Cuando la niebla se abrió y el paisaje comenzó a cambiar, fueron presentándose las demás situaciones y, de todas ellas, destacaría mi fijación en las ramas estrechas y largas de los árboles que habían caído sobre la nieve virgen. Automáticamente pensé en realizar claves altas para destacar las figuras minimalistas que se producían sobre el blanco de la nieve y, en definitiva, como el negro de las ramas se convertía en un trazo sobre el blanco manto.

Aislado del grupo

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© Miguel Rubio

La hora del tren de vuelta estaba llegando y, tras reponernos con un buen caldo caliente en la Venta Marcelino, regresamos a Madrid. Pero, yo ya había decidido que en el momento en el que se repitiera una situación climatológica parecida tenía que volver y continuar con el trabajo.

Como una ola

© Miguel Rubio

Trazo oriental © Miguel Rubio

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Día 2 No fue hasta principios de febrero cuando se volvió a repetir una situación similar. Lo preparé todo y volví a subir al mismo lugar con mi amigo Charlie, pero esta vez alquilamos unas raquetas de nieve para poder recorrer más la zona.

Si en enero la situación era una niebla densa y una nieve virgen, ahora era igual, pero a esto había que sumarle que estaba nevando muchísimo.

Un día más en la oficina

© Miguel Rubio

Esta vez, había visto en internet una posible zona próxima al refugio de El Pingarrón, donde los árboles estarían más separados entre sí, así que me dirigí a esa zona.

Al llegar y observar aquel campo abierto, la emoción me pudo y una sonrisa se me abrió de par en par. Había soñado muchas veces con una situación así y aquel día era extraordinaria.

En esta ocasión, me centré solamente en los árboles y, como nevaba tantísimo, decidí darle uso al flash a máxima potencia tanto para congelar los copos de nieve como para reflejar los trazos que dejaban a su paso (usando el flash a la segunda cortinilla).

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En blanco © Miguel Rubio

Recorrí el lugar intentando mostrar diferentes situaciones y composiciones, aunque en algunos momentos me resultaba difícil por la adversidad con la que el clima azotaba. No es sencillo centrarse 100% cuando tienes que estar limpiando de forma continua el objetivo para poder hacer fotografías sin manchas indeseadas.

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Protección contra el blanco

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© Miguel Rubio

Batalla de titanes © Miguel Rubio

El tiempo pasó como un suspiro y cuando miré el reloj, la hora de vuelta del tren estaba próxima y tenía que volver a la estación.

Ojalá hubiera podido estar muchas más horas en aquel lugar, pero ¿qué sería del tiempo si fuera infinito? Entonces, quizás, carecería de todo el valor que posee para nosotros. Debemos aprovechar el tiempo y las situaciones que nos ofrece, pero sin ansiedad. Así que, mientras esperaba al tren, me tomé un buen vaso de vino (o dos) y algo caliente junto a Charlie, y disfrutamos de nuestra charla comentando el día que habíamos vivido entre árboles y nieve, un día que nunca olvidaremos.

La corteza protectora © Miguel Rubio

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Artículo destacado

NUEVASINCORPORACIONES Con la desafortunada llegada a nuestras vidas de este tiempo que nos ha tocado pasar recluidos y de haber perdido una gran oportunidad de disfrutar de la magnífica y pasada primavera, nos planteamos en el grupo la posibilidad de poder ampliar el número de componentes, buscando como siempre una mejora en la calidad que nuestras fotografías pudieran ofrecer al público que nos sigue.

Ha sido una labor fácil encontrar dentro del amplio abanico de fotógrafos de naturaleza vinculados con nuestra preciosa tierra a los cuatro nuevos miembros de Clave Visual.

Especialistas en macrofotografía, paisaje, fauna y flora terrestre y submarina, ampliamos el universo del grupo, sin dudar de que nos van y os van a deparar muchísimas alegrías y sorpresas.

Las próximas páginas os servirán para acercaros un poco al perfil de estos magníficos fotógrafos y para conocerlos un poco más de cerca.

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AGUSTÍN BARRAJÓN JOSÉ A. SÁNCHEZ

ENRIQUE CAPILLA MANUEL I. GÓMEZ Septiembre 2020

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Enrique Capilla Nací en Doña Mencía, un pueblo de la Sierra Subbética cordobesa. Hace ya más de 20 años que vine a vivir a Almería, mi hogar.

Es en Almería donde mi afición fotográfica se centra en la naturaleza. A mis comienzos con el paisaje se va sumando, a medida que voy configurando mi equipo, la fotografía macro y la de aves.

Mi gusto por la naturaleza se ve enriquecido por la visión particular y diversa que la cámara fotográfica y sus distintas lentes me proporcionan, regalándome momentos y vivencias de armonía y belleza que trato de conservar en mis imágenes.

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Los mundos del tinto Š Manuel I. Gómez Clave Visual

MANUEL Ismael

Gómez

Nacido en El Ejido en 1974 y criado en Las Norias de Daza, llevo ya muchos años viviendo en Almería. Siendo Ingeniero Técnico Agrícola de profesión y ejerciendo como asesor de fincas agrícolas desde hace ya 22 años, estoy ligado a la agricultura ecológica desde hace 12.

Autodidacta desde mis inicios en la fotografía, sobre todo a través de artículos y foros de internet, al principio solo hacía macro de naturaleza, principalmente de insectos y de flores. Poco a poco fui haciendo amistad con gente que tenía la fotografía por afición y fue a partir de ahí cuando, compartiendo conocimientos, cursos, viajes, quedadas, participando en algún rally fotográfico, etc. empecé a practicar otras modalidades fotográficas y a considerarme un fotógrafo más “todo terreno”.

Llevo ya más de 10 años en los que mi fotografía está muy conectada a la naturaleza, formando el binomio que me ha atrapado. Ha sido esta afición la que me ha enseñado a respetar aún más a la naturaleza y ha sido la propia naturaleza la que, formando obras de arte en cada rincón de este maravilloso planeta, me ha hecho amar la fotografía.

Desde siempre me ha atraído la pintura abstracta, el minimalismo, el impresionismo…y, prácticamente desde mis inicios fotográficos, me ha atrapado la idea de que mis fotos pudieran imitar o parecer pinturas, ya sea expresando reflejos de la realidad o utilizando técnicas fotográficas (movimientos de cámara, desenfoques, multi-exposición, etc.) para conseguir pintar a través de la luz.

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Acuarelas invertebradas © Manuel I. Gómez

Amanecer en Stokksnes © Manuel I. Gómez

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Black sand beach © Manuel I. Gómez

La levedad de sus plumas Š Manuel I. Gómez 32

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JOSÉ A. Sánchez Nacido en Almería, siempre me he sentido atraído y fascinado por la naturaleza, principalmente por las aves en mis inicios, de donde viene mi seudónimo: “Chrisaetos” en honor del águila real (Aquila Chrysaetos) Maestro de profesión, pero apasionado de la fotografía y de los viajes.

He viajado por 6 continentes, intentando plasmar en fotografías las experiencias vividas, normalmente desde un enfoque bastante documental.

He realizado muchas fotos de muchas temáticas distintas desde que empecé: viajes, retrato, boudoir, moda… pero la naturaleza siempre ha sido mi favorita y a la que más tiempo he dedicado, sobre todo a la de fauna y flora.

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Lince ibérico © José A. Sánchez Pérez

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Crudo invierno © José A. Sánchez Pérez

El ave serpiente © José A. Sánchez Pérez

Mochuelo urbano © José A. Sánchez Pérez

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Electro © José A. Sánchez Pérez 38 Clave Visual

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Septiembre 2020 Septiembre 2020

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Sueño alado © Agustín Barrajón

AGUSTÍN

Barrajón Nací en Málaga en 1979, pero por motivos de trabajo me trasladé a Almería en 2006. Soy biólogo y mi trabajo se centra en la conservación de espacios y especies marinas en Andalucía, así que tengo la suerte de pasar gran parte de mi tiempo en entornos naturales.

Aunque siempre me ha gustado la fotografía, no es hasta mi llegada a Almería cuando consigo hacerme con un equipo réflex, y ahí es cuando, motivado por los espectaculares paisajes almerienses, empiezo a dedicar tiempo a aprender y profundizar aspectos más técnicos sobre técnica fotográfica.

He pasado buena parte de mi vida sobre o bajo el mar, y eso es algo que creo que queda patente en mis fotografías tanto submarinas como costeras, pero me gusta explorar otros ambientes y técnicas (macro, minimalismos o incluso fotografía urbana).

Al igual que en el resto de mis aficiones, mi único objetivo es disfrutar, aprender, conocer personas con las que compartir, divertirme, y de vez en cuando incluso capturar alguna imagen que me ayude a poder mostrar algunos de esos momentos y también transmitir y contagiar el respeto por la naturaleza.

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Mónsul © Agustín Barrajón

Halley © Agustín Barrajón

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Texturas desérticas © Agustín Barrajón

Inseparables © Agustín Barrajón

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Fotografiar la Vía Láctea

Fotografiar la

Vía Láctea Texto y fotografías

Luis Saracho

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Fotografiar la Vía Láctea A costarme tarde o, como casi siempre, no dormir para poder experimentar la soledad en una cala o en un monte y poder contemplar los cielos estrellados, me permite desarrollar toda mi imaginación para poder mostrar estas imágenes mediante mi cámara, cosas que el ojo humano no es capaz de apreciar a simple vista.

Recuerdo claramente la primera noche; apenas habían pasado un par de meses desde la adquisición de mi primera cámara réflex y en cada salida con ella descubría cosas nuevas: parámetros y botones, todo por descubrir. Quería probar el movimiento con exposiciones largas, plasmar las nubes desplazándose por el cielo… y qué mejor sitio que el desierto de Tabernas y el ya conocido árbol del ahorcado. Después de un par de horas haciendo pruebas, la luz se marchaba y yo quería sacar mi primer plano, en este caso el árbol. Cambiando y cambiando velocidades, ISO y diafragma, mi compañera y amiga me hizo observar en la pantalla de la cámara ya que yo no me había percatado- un cielo lleno de estrellas; estrellas que yo no podía ver a simple vista. Ese descubrimiento despertó mi interés en la fotografía nocturna y más concretamente en cómo fotografiar la Vía Láctea.

Las primeras fotografías de la Vía Láctea las descubrí viendo el trabajo del amigo Miguel Ángel Pérez; esos rincones de nuestra provincia con sus cielos estrellados… ¡yo quería hacer esas fotos!.

La Vía Láctea comienza apareciendo

en los primeros meses del año por el este y se va desplazando hacia el sur.

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¿Qué es la Vía Láctea?

La Vía Láctea es una galaxia espiral donde se encuentra el sistema solar y a su vez la tierra. Se calcula que tiene entre 200.000 y 400.000 millones de estrellas. Cuando se observa a simple vista se ve como una borrosa banda de luz blanca, el fenómeno visual se debe a la gran concentración de estrellas y otros materiales que se hallan sobre el plano de la galaxia.

El nombre Vía Láctea proviene del latín y este a su vez del griego.

En lengua romance significa camino de leche. Esa es, en efecto, la apariencia de la tenue banda de luz que atraviesa el firmamento terrestre, y así lo afirma la mitología griega, explicando que se trata de leche derramada del pecho de la diosa Hera (Juno para los romanos).

Roque de los Muchachos - Isla de La Palma

© Luis Saracho

Desde la Tierra se ve como una borrosa banda de luz blanca alrededor de toda la esfera celeste. El fenómeno visual de la Vía Láctea se debe a estrellas y otros materiales que se hallan sobre el plano de la galaxia, como el gas interestelar.

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¿Cómo fotografiar la Vía Láctea?

Toda modalidad fotográfica, en la mayoría de las veces, de una forma o de otra tiene una planificación previa, pero si hay una en la que es imprescindible esta planificación, es la fotografía de la Vía Láctea.

Partimos de la premisa que el fundamento de la obtención de una imagen por medio de una cámara de fotos, es la captura de luz para poder formar una imagen, y si algo abunda por su ausencia en la fotografía nocturna es la luz.

No voy a entrar en cuestiones técnicas de los sistemas fotográficos, solo indicar que, ya que pretendemos fotografiar una escena con escasa o casi nula luz, necesitamos una cámara con unas prestaciones suficientes que pueda capturar esa mínima luz que queremos plasmar, objetivos luminosos y un trípode para poder realizar tomas con exposiciones largas.

Para poder observar y capturar estrellas necesitamos cielos muy oscuros, ya que la contaminación lumínica de luz artificial o la luz de la luna, hacen que la visión de cielos estrellados sea casi imposible.

Tenemos que conocer dónde se sitúa en el cielo la Vía Láctea. Según la época comienza apareciendo en los primeros meses del año por el Este y se va desplazando hacia el Sur. La Vía Láctea se puede observar durante todo el año en una mayor o menor medida, pero ya que lo que más nos interesa fotografiar es su núcleo, el Centro Galáctico, donde hay mayor concentración de estrellas, las mejores fechas están comprendidas entre los meses de febrero a noviembre, siendo los meses estivales los más propicios ya que la inclinación de esta hace que su observación sea más visible y durante más tiempo.

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Sierra de Filabres - Febrero

© Luis Saracho

Castillo de Gérgal - Agosto

© Luis Saracho

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Otro factor importante para elegir la fecha correcta es el calendario lunar. Hay que planificar las noches que la luna se encuentra en sus fases menos luminosas, para que no ilumine con su luz el cielo.

Como hemos comentado, tenemos que buscar un lugar alejado de los núcleos urbanos donde la contaminación de la luz artificial sea la menor posible. Podemos encontrar páginas en internet donde nos muestran los lugares más propicios por su baja contaminación lumínica.

Cuando ya tenemos claro el lugar que vamos a realizar la fotografía, lo aconsejable es visitarlo previamente e intentar componer tu futura fotografía a plena luz del día, durante la noche es complicado hacerlo. Para este menester disponemos de aplicaciones móviles que nos ayudan a planificar la fotografía que pretendemos realizar, con ellas puedes planificar lugar, día y hora para hacer tu fotografía, con una simulación real in situ de cómo aparecería tu vía láctea en la imagen.

Indicar que estas aplicaciones no solo se utilizan para fotografiar la vía láctea, puedes planificar desde una salida o puesta de sol como de luna, muy aconsejables para la fotografía de paisaje.

Hemos comentado la importancia de la planificación, conocer en qué fecha y lugar vamos a realizar nuestra captura, pero también debemos conocer que según fecha, la hora es muy importante para el tipo de fotografía que queremos realizar. La Vía Láctea se va desplazando durante la noche, cambiando su ángulo y posicionamiento.

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Las Salinas de Cabo de Gata - 02/05/2019 3:45 horas

Arrecife de las Sirenas - 02/05/2019 4:30 horas

Š Luis Saracho

Š Luis Saracho

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Ya lo hemos planificado todo, sabemos el lugar, previamente lo hemos visitado, conocemos la composición que queremos realizar, por donde aparecerá la Vía Láctea, la hora exacta para realizar la captura que queremos, ¿Cómo tomamos esa imagen?

Conocer tu equipo es algo fundamental. Cada cámara actúa de forma distinta ante ambientes carentes de luz, debemos conocerla bien para así poder aplicar los parámetros necesarios que nos ayuden a la captura esperada.

Para fotografiar la noche, fotografiar estrellas, necesitamos que nuestro sensor capture esa mínima luz existente. Realizar esas capturas conlleva la utilización de la técnica de larga exposición, abrir el obturador de nuestra cámara, que previamente tendremos colocada en el trípode para que no se mueva, el tiempo suficiente para que pueda capturar esos millones de estrellas que componen la Vía Láctea.

Castillo de La Calahorra

© Luis Saracho

Enfocar durante la noche no es muy recomendable y algo complicado, lo correcto es conocer la distancia hiperfocal de tu objetivo, donde se consigue mayor profundidad de campo. Con esta conoceremos la distancia más próxima de foco que tenemos, sabiendo que desde ese punto hasta el infinito tu imagen estará enfocada.

Ya conocemos como fotografiar el cielo pero para nuestra composición necesitamos algo más que estrellas. Una imagen formal radica frecuentemente en la relación de los elementos que la componen, precisamos capturar distintos planos de nuestra imagen, primer plano, planos medios, fondo, para que el resultado final de nuestra fotografía pueda avivar la imaginación y estimular una apreciación reflexiva de los aspectos visuales.

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Hay distintas maneras de poder capturar esos planos carentes de luz. Para plasmar un primer plano se puede utilizar la iluminación artificial linternas, flashes, etc de forma directa o rebotada, aquí depende mucho de nuestro equipo, por lo que es fundamental conocerlo y así poder aplicar la luz adecuada en cada situación.

Capturar el resto de planos de tu imagen supone una tarea algo más laboriosa y dependerá mucho del lugar donde nos encontremos.

Hay situaciones en las que nos podemos aprovechar de una contaminación lumínica directa al suelo o como en la mayoría de los casos, realizar varias fotografías con exposiciones más largas.

Tajinaste

© Luis Saracho

Sierra de Filabres - Febrero

© Luis Saracho

Imaginar, planificar, crear, multitud de verbos que podría enumerar para poder expresar las sensaciones que experimento al fotografiar la Vía Láctea. Cada salida es vivir una aventura única, caminatas nocturnas, encuentros casuales con multitud de animales, vivir esa naturaleza salvaje, ajena al factor humano, te hace sentir ínfimo, pequeño ante ella.

Contemplar esos cielos y poder plasmarlos en una fotografía hacen de esta modalidad fotográfica una de las que considero más satisfactorias.

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Eclipse de luna en la playa de Mónsul

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© Luis Saracho

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Factor humano

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Otras focales

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h OTROS ITOS y M Hitos, mitos y otros dioses

dioses

La idea de esta sección es compartir con los lectores las sensaciones tanto positivas o negativas que hemos tenido los fotógrafos al acercarnos a un lugar mitificado fotográficamente hablando (y son muchos a lo largo del planeta); Si era lo que esperábamos, si fue incluso mejor o, por lo contrario, si en nuestra opinión estaba sobrevalorado, si había cambiado con el tiempo…anécdotas con los pies “dentro del barro”.

Por JOAQUÍN FERNÁNDEZ CAPARRÓS

DÍAS DE PLAYA (playa de jokulsarlon) Desde hace unos años disfrutar de una playa desierta en Almería en pleno verano empezó a ser un mito y hacerlo aunque sea durante unos instantes un hito.

restos de hielo que quedan varados en su orilla y la convierten en un motivo irresistible para miles de turistas.

El madrugón de esta mañana nos permitió saborear la soledad apenas una hora y mientras contemplo resignado como cada vez más SOMBRILLAS entorpecen mi visión del horizonte y del volcánico paisaje, me vienen a la memoria instantes y anécdotas de otros días de playa.

Como buenos buscadores de luces hemos madrugado para disfrutar del amanecer, al llegar al lugar vemos que muchos más visitantes tienen las mismas intenciones y hay coches por todas partes. De hecho no paran de estacionar vehículos de forma descontrolada, supongo que no tardaran en construir un parking.

Marzo del año 2017, Islandia. Un viaje inolvidable que tuve la fortuna de compartir junto a mi amigo Paco Fernández.

El caso es que nuestro devenir por la isla nos hace pasar por la playa de Jökulsárlón. La playa de los diamantes casi nada… con ese nombre y después de haber visto unos cuantos miles de imágenes del lugar la visita es “obligada”. Es La playa de los diamantes, tienes que verla.

Islandia atesora muchos lugares mágicos y, sin duda, uno de ellos es esta playa volcánica de arena negra.

Está situada en el sureste de la isla, en el extremo sur del glaciar Vatnajökull del que provienen los

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A pesar de tener una longitud considerable y que a priori habrá sitio para todos, las corrientes concentran en una zona reducida los témpanos de hielo más atractivos, por lo que no hay tiempo que perder y casi hay que llegar a la playa con vadeador puesto.

Aquí el personal no va con nevera y sombrilla en mano, pero la filosofía es la misma, se trata de plantar el trípode en primera linea. Años de práctica en playas mediterráneas nos dan ventaja y logramos buenas ubicaciones. Aun falta para el amanecer, en el cielo no hay ni una nube, parece que va a pegar el “lorenzo”, casi para ponerse crema esta la cosa.

No hay tiempo para la relajación, tu misión es luchar por tu parcela de playa, porción de hielo y hacerte fuerte. Pero no es tarea sencilla, comienzas a componer y de repente alguien te toca el hombro desde atrás. Te giras y te encuentras a un señor de ojos rasgados que sin entender nada de lo que pronuncia, comprendes perfectamente que quiere que te quites de su encuadre. Le gusta el mismo bonito témpano de hielo que a ti y resulta que le molestas.

Tras un breve intercambio de pareceres y mandar a este hijo del sol naciente a su casa, caes en la cuenta que eres un dominguero más en esta abarrotada playa.

Intentas poner la vista en algún lugar vacío pero la cosa está complicada, ¡esto es el Benidorm del ártico joder! En tu desesperada búsqueda de un hueco ves

como alguien cae al agua acompañado de su flamante equipo, otro comprueba con estupor la fragilidad de su último modelo de trípode de dos patas al ser golpeado por el hielo… la belleza del caos, la playa de los diamantes.

Al igual que algunas zonas de Islandia, la costa almeriense se ha convertido en un destino turístico masificado. La visita de tal cantidad de personas implica la modificación física del entorno y están amenazando seriamente estos bellos paisajes, donde aun es posible experimentar un contacto intenso con la naturaleza.

Creo que como turistas, fotógrafos y usuarios de redes sociales debemos hacer una mirada crítica respecto a la influencia que tienen nuestras imágenes.

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Pinceladas de luz

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Pinceladas de Luz Entrevista Federico García Maroto

Review Manu Méndez

Dos caminos hacia la Creatividad Esta entrega de la sección Biblioteca Visual está dedicada a un libro muy especial para nosotros, ya que uno de sus autores forma parte de Clave Visual. Nuestro compañero Juan Tapia, junto a David Santiago, han sacado adelante este flamante proyecto titulado “Pinceladas de Luz”, con el sugerente subtítulo de “Dos caminos hacia la Creatividad”.

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Entrevista

David Sa"iago y Juan Tapia

En primer lugar, enhorabuena a ambos por este libro que finalmente ha visto la luz, a pesar de las vicisitudes que nos ha tocado vivir.

CV. ¿Cuándo y cómo surge el libro “Pinceladas de luz”? ¿Cuánto tiempo os ha llevado desarrollarlo? ¿Una vez realizado todo el trabajo y vistos los resultados, qué sensaciones os deja este proyecto?

DS. El origen de “Pinceladas de luz” se halla en varios de nuestros alumnos, ya que fueron ellos quienes nos dieron la idea de hacer un libro que recopilase toda la información que impartimos en los talleres de fotografía.

Nos pareció una buena idea y nos pusimos a trabajar intensamente en el proyecto, que nos llevó más de dos años.

Ahora nos vemos con un libro “diferente” entre las manos, con un planteamiento novedoso, en el que dos fotógrafos con dos visiones muy diferentes afrontan el tema de la “creatividad” a través de la técnica y la mirada. Un libro complejo, que requiere una lectura pausada y sosegada, ya que se manejan conceptos poco comunes y técnicas muy complejas.

CV. Los dos lleváis algún tiempo impartiendo cursos de fotografía juntos. Habladnos un poco sobre cómo surgió esta estrecha colaboración.

JT. Todo surgió durante el proyecto de nuestro colectivo Portfolio Natural: “PICTIO, en compañía de la pintura”. Ambos fuimos seleccionados para su comisariado, algo que nos exigió un profundo estudio sobre historia del arte para llevarlo a cabo con éxito.

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Ese mismo año, en Cañamares, decidimos trasladar esa idea a un taller fotográfico, ofreciendo al alumnado un amplio abanico tan expresivo como enriquecedor bajo ciertas influencias pictóricas. Digamos que aquí comienza a consolidarse una estrecha colaboración hacia la docencia.

CV. ¿Cómo veis el panorama de la publicación de libros sobre fotografía de naturaleza en nuestro país? ¿Pensáis que existe algún interés por parte de las editoriales en este tipo de género? ¿Creéis que el libro electrónico podría ser una alternativa al libro físico a la hora de difundir el trabajo del fotógrafo?

DS. El mercado de los libros de fotografía se está comenzando a colapsar, ya que en muy poco tiempo han nacido numerosos títulos.

Muchos autores aprovechan la plataforma de VERKAMI para lanzar su propio proyecto, lo que está provocando que en un periodo muy breve de tiempo se solapen títulos muy parecidos.

En España JdeJ Editores y Anaya han apostado muy fuerte por este género. En nuestro caso, nada más salir, una editorial nos propuso escribir un nuevo libro tratando el mismo tema. Naturalmente tuvimos que rechazar la propuesta.

El libro electrónico es un tipo de soporte que ha recibido muy buena aceptación entre los lectores de novelas, sin embargo, hoy en día, no está siendo una alternativa para los libros fotográficos, ya que la gente sigue prefiriendo el papel.

Para nosotros, ser creativo en fotografía, significa obtener esa originalidad a través de nuestra particular forma para crear.

CV. Creatividad es una palabra de la que algunos fotógrafos de naturaleza huyen como la peste, para no ser etiquetados como “fotógrafos creativos”, y sin embargo vosotros no solo abrazáis el término sino que esbozáis todo un manual sobre la creatividad fotográfica. ¿Qué significa para vosotros ser creativo? ¿Se puede ser creativo hoy día con la gran cantidad de fotógrafos que hay, profesionales y no digamos amateur, y el frecuente culto a la imitación?

JT. La creatividad es una palabra ambigua, entre tantas, y que normalmente genera dudas en su interpretación. En su definición más pura, se refiere a la capacidad que poseen los seres humanos para generar nuevas ideas y materialización de las mismas. En esa expresión, “nuevas ideas”, es quizás donde reside la ambigüedad del concepto bajo el seudónimo de originalidad.

Siempre podemos ser creativos a pesar de todo el camino recorrido por nuestros antecesores. Fijaros en la creación de una obra musical como, los artistas, siguen creando canciones diferentes a pesar de disponer de siete notas musicales. En fotografía, existen muchas variables durante la fase perceptiva, técnica, estética y narrativa para que nuestras fotografías sean únicas. La imitación es uno de los bloqueos perceptivos más devastadores para el desarrollo de nuestra creatividad, y que podremos superar en el momento en el que seamos capaces de seleccionar aquellos motivos que nos seduzcan, y sepamos interpretarlos de acuerdo a nuestras experiencias, gustos, estados de ánimo, inspiraciones, etc. De esta manera, nuestras imágenes tendrán una visión propia.

CV. Pinceladas de luz es un libro difícil de encasillar; sin ser un libro de autor, muestra una importante selección de vuestras fotografías, y muchas veces en un formato que sacrifica el lucimiento de la obra en favor de unos objetivos más didácticos. ¿Cómo os afectó esto a la hora de abordar el proceso de selección de imágenes y su maquetación?

DS. No debemos olvidar que estamos ante un libro eminentemente técnico y que por lo tanto, debe primar la información sobre la imagen. Siempre buscas conseguir un equilibrio, lo cual no es tan sencillo, y en ocasiones las imágenes no pueden tener el peso que al autor le gustaría.

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No obstante en “Pinceladas de luz” encontramos muchas fotografías a gran tamaño, y para ello tuvimos que irnos a 320 páginas.

De hecho, la primera maquetación contaba con 80 páginas menos.

otros fotógrafos de naturaleza. ¿Cuál fue el motivo de incluirlos? ¿Los elegisteis por una cierta vinculación con vuestra forma de entender la fotografía o por alguna otra razón?

CV. Supongo que no fue fácil encontrar las fotografías adecuadas para ilustrar el texto ¿Tuvisteis que realizar algunas de esas imágenes sobre la marcha, expresamente para el proyecto?

JT. Durante el proceso creativo de “Pinceladas de Luz”, surgió la idea de construir un libro ambicioso tanto en sus contenidos como en la profundidad de los mismos. Para ello, creímos importante nutrirlo con otras “visiones” de autores que se ajustasen a ciertos temas, y así obtener una obra más rica y generosa.

DS. Fueron necesarias muchas salidas y miles de fotografías. Siempre intentas conseguir una imagen que ilustre perfectamente aquello sobre lo que estás hablando, y que además tenga un fuerte impacto visual. Todo depende de lo que te exijas a ti mismo.

CV. En el libro se incluyen pequeños apartados, colaboraciones, en las que participan

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Creo que la elección de cada colaborador en el libro tuvo dos motivos principales: el primero claramente, por nuestra admiración hacia esa persona y su obra; y segundo, por su dominio y conocimiento sobre el tema que queríamos destacar en el libro.

CV. El lenguaje fotográfico, y sus diferentes recursos son parte esencial de vuestro libro ¿Qué nivel de conocimiento de este lenguaje tienen en general los fotógrafos y el público en general? ¿Es absolutamente necesario conocer este lenguaje para transmitir y captar sensaciones en la fotografía, o puede ser reemplazado por un proceso más bien intuitivo?

JT. Actualmente, creemos que el nivel de conocimiento sobre las principales estrategias del lenguaje fotográfico es medio-alto. De hecho, hoy día, existen muchos autores que buscan algo más, sintiendo la necesidad de sumergirse en la historia del arte para descubrir también las virtudes del lenguaje pictórico. Aquí nos atreveríamos a decir que el nivel es muy bajo.

Todos precisamos conocer, cómo se construye el lenguaje que elegimos para expresarnos. En nuestro caso, el lenguaje visual, requiere del estudio de los elementos compositivos (la simbología del color, la emotividad de las líneas, etc.), las funciones del mensaje (descriptiva, poética) o los niveles de expresividad (realista, abstracto o simbólico) para poder transmitir emociones, sensaciones o ideas con un mayor grado de éxito. Únicamente, mediante un proceso intuitivo, seríamos ineficaces sin esos conocimientos previos. Está claro que podemos capturar un momento especial por intuición, pero sino conocemos las estrategias del lenguaje visual es complejo que nuestra capacidad expresiva sea totalmente eficiente, es decir, como se dice popularmente podríamos estar dando palos de ciego.

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CV. Si hubiese que encuadrar vuestro estilo dentro de un movimiento, seguramente muchos lo situarían conceptualmente dentro de un pictorialismo actualizado. ¿Os encontráis a gusto dentro de ese etiquetado, o, por el contrario, creéis que hay características que os distinguen de esa corriente general?

JT. El pictorialismo fue una corriente fotográfica con pretensiones artísticas que surgió, a nivel mundial a finales del siglo XIX, por esa necesidad que tenían ciertos fotógrafos por emular a la pintura para conseguir en sus trabajos la etiqueta de “obras de arte”. Podemos decir, que nos sentimos perfectamente identificados con ella, aunque nuestra intención no es buscar la etiqueta de “artistas”, sino más bien otro camino que pueda llegar a nutrirnos como autores. De hecho, muchas de las técnicas y fotografías que se muestran en el libro, buscan y destilan esa fuerte evocación pictórica. Pero nuestras claras vinculaciones con la historia del arte van más allá de una estética disfrazada de pintura, ya que con ellas, pretendemos explorar otras formas de expresividad.

CV. No hace mucho, una popular fotógrafa de naturaleza, reconocida por su capacidad creativa, hablaba de un giro radical en su último proyecto, hacia un estilo más directo o realista, en favor de una mayor trascendencia de su obra que la hiciese perdurar en el tiempo ¿Estáis de acuerdo con que esta “nueva” corriente creativa será nuevamente una moda pasajera?

JT. No estamos totalmente de acuerdo con las pretensiones, que describes, de dicha autora por aferrarse al realismo para perdurar más en el tiempo. Creemos que, a lo largo de la historia, han surgido obras fuera del realismo académico, que han enriquecido al

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mundo del arte y que siguen estando muy vivas hoy día.

Esta nueva tendencia creativa es posible que decaiga en un tiempo, en ese caso, seguro que volverá a renacer con más fuerza en otra época (posiblemente no la volvamos a vivir).

Las modas vienen y van, y a lo largo de la historia de la fotografía hemos podido observar como la objetividad y subjetividad se han ido enfrentando continuamente en busca de ofrecer lo mejor de cada una de ellas.

Pero este vaivén también se ha vivido a lo largo de la historia del arte, ya que en ocasiones han predominado los movimientos platónicos (estilos artísticos que trabajaban la subjetividad, libertad y exaltación del yo); en cambio, otras veces han destacado los movimientos aristotélicos (estilos que se apoyaban en la objetividad, realismo y momentos vividos). Desde la edad media a la edad contemporánea, se pueden vislumbrar esos giros drásticos en busca de una renovación en el arte.

CV. Algunas de las técnicas creativas que se abordan en la segunda parte del libro pueden ser recreadas mediante edición digital. ¿Qué opinión os merece y cómo valoráis esta otra forma de crear imágenes?

DS. Muchas de las herramientas que se utilizan en la segunda parte del libro, como puedan ser los movimientos de cámara, filtros u objetivos vintage, nos proporcionan resultados que se pueden conseguir mediante la edición digital.

Es otro camino para llegar a un mismo fin.

Sin embargo, son dos alternativas muy diferentes. En la primera te sientes más fotógrafo, ya que eres tú, con tus herramientas frente a un motivo. En el caso de la edición, que ante todo debe recibir el mismo respeto, el

fotógrafo pone toda “la carne sobre el asador” después del disparo. Una no es mejor que otra, simplemente son diferentes.

CV. En el libro abordáis una enorme variedad de técnicas creativas que requieren de un número de accesorios que serían imposibles de transportar en la mochila ¿Cómo decides qué llevar en cada salida fotográfica? ¿Cuáles son vuestras técnicas favoritas?

DS. Esta es una pregunta que siempre se nos plantea. Como bien dices, es físicamente imposible transportar todo el material sobre el que se habla en el libro, ya que tendríamos que llevar cuatro mochilas encima de fotografía. Por ello, es fundamental saber el tipo de fotografía que vas a realizar ese día, para escoger bien el material. Muchos estaréis pensando que no siempre se sabe lo que uno se puede encontrar y es cierto, pero no hay otra alternativa.

queremos aunar nuestros esfuerzos. Hace unos días hemos vuelto de La Provenza, preparando un nuevo taller sobre “Van Gogh y los campos de lavanda”. Hemos recorrido muchos kilómetros, rebuscando en todos los rincones. Pensamos que será un gran taller y que nuestros alumnos sabrán apreciar todo el esfuerzo que hay detrás.

Sobre libros ya no pensamos en nada más.

Como ya hemos comentado, empieza a haber demasiados. Tendría que ser un libro muy específico y eso te recorta el círculo de compradores potenciales. Si buscas vender unos pocos centenares de ejemplares, todavía es el momento, sin embargo, las grandes tiradas con varios miles de libros, tienen sus días contados para la gran mayoría de autores.

En cuanto a nuestra técnica favorita, posiblemente la vaselina sea la que más nos gustaría dominar. Es sumamente compleja, pero nos estamos dando cuenta, día tras día, que es la que mayores posibilidades te puede ofrecer. La técnica del “desenfoque” también es otra gran desconocida. Últimamente estamos “enganchados” a ella tanto que nos podemos pasar un fin de semana sin hacer una sola fotografía enfocada. Descubres que ciertos objetos adquieren un nuevo significado, nuevas texturas e incluso ves cómo cambian los tonos.

CV. ¿Cuáles son vuestros proyectos para el futuro? ¿Tenéis ya en mente un próximo libro?

DS. Tenemos varias cosas en mente. Queremos potenciar más nuestra labor como docentes mediante talleres. Siempre buscamos que estos sean diferentes, y en esa dirección

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Biblioteca VISUAL Biblioteca Visual

Pinceladas de Luz Dos caminos hacia la Creatividad David Santiago Juan Tapia

por

Manu Méndez Todas las fotos de este reportaje son © David Santiago y/o © Juan Tapia

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El proyecto Hablar de David Santiago y de Juan Tapia es hablar, posiblemente, de dos de los mejores fotógrafos de naturaleza que en la actualidad existen en España. Su estilo, a medio camino entre el pictorialismo y la poesía, los hace tremendamente reconocibles y admirados por igual.

David Santiago García nace en 1972 en una pequeña localidad francesa, Saint-Martin d’Hères, y actualmente reside en Guadalajara. A los 16 años comenzó en el mundo de la fotografía y desde entonces ha recorrido medio mundo persiguiendo “imágenes fascinantes del medio natural”. Colaborador en varias revistas mundiales de gran prestigio, ha sido autor también de varios libros, además de participar como docente en varios cursos y talleres por la geografía mundial.

Juan Francisco Martínez Tapia compagina su actividad profesional agrícola en su localidad almeriense de nacimiento, Roquetas de Mar, con su amor por la fotografía, en busca de “imágenes que consigan trascender a lo puramente visual”. Comenzó en 2002 su relación con la fotografía y, a lo largo de estos 18 años, ha cosechado numerosos e importantes reconocimientos en los más importantes concursos a nivel nacional e internacional, destacando el Wildlife Photographer of the Year.

El proyecto de Pinceladas de Luz: Dos caminos hacia la Creatividad ha durado algo más de dos años de ardua tarea de investigación, estudio y documentación por parte de los autores para mostrar al público sus dos formas diferentes de ver la fotografía de naturaleza.

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El libro La sensación que produce la primera vez que un libro cae en tus manos es casi imposible poder trasladarla al papel. Una mezcla de curiosidad y expectación al poder hojear por primera vez lo que contendrá, que en este caso se multiplica porque quizá sabes que te encuentras ante una enorme puerta que va a dejarte entrar a un mundo nuevo de inspiración y creatividad, además de ser obra de un compañero y amigo fotógrafo, al que no hace falta presentar.

Ya de principio podemos adelantarte que no se trata de un libro de autor que es lo que habitualmente aparece en estas páginas sino que, más bien al contrario, es un libro puramente didáctico que busca ayudar a todos los fotógrafos de naturaleza y paisaje con inquietudes artísticas y que quieran dar un paso adelante en su forma de concebir la fotografía.

© David Santiago

“Nuestro lenguaje personal es la comunicación más sincera de nuestra existencia". Juan Tapia

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Estructura El título del libro es una declaración de intenciones sobre lo que vas a poder encontrar una vez te sumerjas en el océano que David Santiago y Juan Tapia han preparado y concentrado en algo más de trescientas páginas repletas de sabiduría, de experiencia y de buen gusto fotográfico y que no dejan nada al aire para que todos podamos tener la opción de realizar las fotografías que tanto admiramos… y que a muchos nos puede costar ver.

Dos caminos hacia la Creatividad te va a acompañar a través de las dos vías que deberás recorrer para que tu mente fotográfica abra de par en par la ventana que tiene encorsetada tu creatividad y tu visión del mundo que nos rodea: la conceptual y la material.

Dividido en dos capítulos principales, cada uno de ellos ha sido dirigido por uno de sus autores y culmina con un regalo final donde nos presentan las fuentes y corrientes pictóricas en las que ellos han bebido durante años y que en cierto modo dirige la mayor parte de las instantáneas que a lo largo de su trayectoria han recopilado.

© Juan Tapia

“Ser sensible a todo aquello que nos rodea, nos permite conectar con nuestras musas”. Juan Tapia

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Percepción, lenguaje visual y creatividad En el primer capítulo, Juan Tapia busca poner orden en el caos que usualmente se suele tener al comenzar una obra fotográfica, enseñándonos de dónde pueden surgir las ideas novedosas, la forma de expresarlas y la importancia de tener una cierta coherencia en la trayectoria de nuestra obra.

Nos vamos a sumergir en algo más de 150 páginas en las que podremos disfrutar, además de los muy bien estructurados textos, de casi doscientas fotografías del autor que van a servir de apoyo a las diferentes secciones del capítulo y esta recopilación hace que el capítulo sea fascinante tanto por las imágenes como los textos pedagógicos en sí.

A lo largo de este primer capítulo se analizará la percepción sensorial del autor, el lenguaje usado para contar nuestras historias y, sobre todo, se intentará estimular la creatividad con la generación de nuevas ideas, desaprendiendo todo lo anteriormente conocido o usándolo para nuevos fines y nos enseñará también cuestiones básicas para emprender futuros proyectos personales buscando, en definitiva, el crecimiento personal de cada autor como fotógrafo.

“Nuestra manera particular de percibir el mundo forma parte de nuestra esencia”. Juan Tapia

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Juan enseñará al lector cómo estimular y educar su mirada personal, intentando huir de la corriente natural que todo fotógrafo tiene de intentar emular a sus referentes fotográficos, aunque se vea lastrado por las influencias de su bagaje cultural. Mediante una serie de recursos, que de forma magistral son analizados y recopilados a lo largo de este capítulo, lograremos realizar imágenes más impactantes, llegando a la meta de convertir nuestra fotografía a partir una idea preestablecida que saldremos a buscar: proximidad, semejanzas y anomalías, simplicidad, contrastes, simetrías y, sobre todo, la experiencia, entre algunas otras.

Si la estimulación sensorial y su percepción por el fotógrafo son esenciales a la hora de afrontar la toma de una fotografía, el modo en que la comuniquemos al destinatario final se aborda también en esta sección, dedicada al lenguaje visual. Por medio de los distintos niveles de expresividad -realista, abstracto y simbólico-, nos enseña también cómo buscar y mejorar nuestra capacidad expresiva, relacionándola con los movimientos y estilos pictóricos para tratar de transmitir nuestras emociones, sensaciones e ideas. En una de las partes del libro que personalmente más me ha gustado, Juan Tapia nos muestra una invitación para conocer nuestra identidad fotográfica personal, como un proceso inconsciente que se va a construir a lo largo de los años y que al final termina por marcar el proceso creativo en cada etapa.

“Es imposible hacer una buena fotografía de algo que no nos haga sentir algo especial”. Juan Tapia

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“La imaginación es la llave que abre las puertas de la creatividad, sin ella nunca descubriremos lo hay más allá” En la sección dedicada a la creatividad, nos ayudará a explorar el uso de herramientas técnicas y narrativas para potenciar nuestra fotografía. Remueve nuestro interior y nos enseña a encontrar nuevas ideas rompiendo las reglas, “jugando a hacer cosas raras” y a probar y a fallar para poder descubrir esas ideas novedosas. En definitiva, a no dejar de experimentar. Lo más importante a la hora de afrontar este proceso creativo es, según el autor, romper con todos los bloqueos (emocionales, perceptivos y socio-culturales) que nos maniatan mentalmente.

El final del capítulo de Juan Tapia lo dedica a hacer un repaso a lo que debe ser la evolución del autor a lo largo de su trayectoria.

Porque las cosas cambian, es importante estar siempre alerta a los cambios y a la búsqueda de nuevos caminos que enriquezcan nuestra obra

“Hacer buenas fotos es fácil; lo difícil es contar una buena historia” Gervasio Sánchez

© Juan Tapia

Múltiples colaboraciones aparecen a lo largo del libro, lo que hace que aún sea más amena y ligera su lectura. Isabel Díaz, Fran Rubia, Antonio Camoyán, García de Marina, Mario Suárez nos dejan en las páginas de este capítulo pequeñas reseñas de su sabiduría fotográfica, así como muchos consejos personales.

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Otro camino hacia la creatividad El segundo capítulo del libro lo dedicará David Santiago a hacer un repaso y una inmersión a los medios materiales y a las técnicas que suelen usar para la toma de sus características fotografías. Un exhaustivo repaso a casi todas las opciones que existen en el mercado a los diferentes filtros y accesorios que nos van a ayudar a dar un toque creativo a nuestra obra.

Al igual que en el capítulo anterior, casi otras dos centenas de fotografías, que además de ser una recopilación de muchas de las mejores imágenes de David, nos van a servir de apoyo y ayuda para comprender y poder observar los efectos de las diferentes técnicas y filtros que se usan para conseguirlas.

Como él mismo comenta al principio del capítulo, va a usar “filtros para todo”: para dar efectos creativos a algunas fotografías -reflejos, múltiples imágenes, movimientos, estrellas, etc.- y para corregir los pequeños matices de color, luz, brillo y otros muchos. Casi cualquier filtro del que tengas conocimiento que existe en el mercado, lo encontrarás aquí… y, seguramente, muchos otros más.

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© David Santiago

Filtros y técnicas creativas También nos va a desarrollar, y es una de las partes que seguramente más va a gustar del libro, parte de las diferentes técnicas que utiliza, como los juegos con espejos, uso de agua y cristales, desenfoques y difuminados mediante vaselinas de colores, uso del vaho y dos técnicas muy usadas por ellos: las claves alta y baja y, sobre todos, las técnicas mediante el movimiento controlado de la cámara -puntillismo, giros, trepidaciones, zooming, etc-.

Pero no sólo en la existencia de esos filtros y en la explicación de cómo usarlos es de lo que va a tratar el capítulo. Además de sugerirnos y comentar el equipamiento accesorio básico que todos deberíamos tener en nuestra mochila, David va a explorar también, retrocediendo unos años atrás en el tiempo, las posibilidades que nos ofrecen algunos objetivos “vintage” y cómo utilizarlos también en nuestras salidas: lentes como Lensbaby y los filtros creativos Omni, los remozados Meyer Görlitz y Lomography, opciones originales como los archiconocidos Helios -provenientes de la antigua Unión Soviética-, hasta llegar a los objetivos de espejos, los catadióptricos, con los que conseguir misteriosos desenfoques y colores y tonos pastel, muy diferente a lo que suele verse normalmente.

© David Santiago

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Corrientes pictóricas: la fuente de inspiración Por último, y como un regalo para los lectores, un repaso a muchas de las técnicas pictóricas que han servido de inspiración y fuente a sus fotografías: impresionismo, romanticismo, surrealismo, expresionismo abstracto, minimalismo y simbolismo. Una increíble combinación de corrientes, igual de bien documentadas con obras de los dos autores y que hace, sin duda, que acabemos el libro con ganas de poner en práctica todo aquello que nos han enseñado.

No cabe duda en que, si eres fotógrafo de naturaleza y tienes inquietudes fotográfico-artísticas, este libro debe ser un “must have” en tu biblioteca.

Por último, recordaros que podéis encontrar el libro

© David Santiago

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Š David Santiago

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Con la muerte Con la muerte en los talones

en los

talones

E

Por FRAN RUBIA

“EL ASADOR DE POLLOS” n febrero-marzo de 2015, en mi tercer viaje a Islandia subimos al norte por segunda vez, teníamos pendientes algunos lugares mágicos allí arriba pero sobretodo las cascadas de Godafoss y Aldeyjarfoss, y concretamente esta última me tenía casi abducido por su singular belleza invernal.

Para tratar de arribar a esta cascada hay que partir del camino junto a la cascada de Godafoss y, lo que en verano es una relajada travesía de 40 kms,, en invierno se complica porque los 4x4 normales no pueden acceder, solo los Bigfoot -todoterrenos estos con ruedas incluso más grandes que una persona- y por tanto, los últimos 3 kms hay que hacerlos a pie.

A nosotros nos tocó un día de viento fuerte en contra, donde escasamente podíamos mirar al frente. Esto, unido al terreno nevado y a un sendero poco marcado, nos hizo pensar que en caso de nevada la vuelta podría complicarse en demasía.

Al llegar -los que conozcáis esta cascada ya sabéis de lo que os hablo- columnas de basalto negro cubiertas de estalactitas de hielo, hasta el punto de arquear en hielo la propia caída de agua, hacen que allí el tiempo se congele, embelesado ante lo presente. Y al

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En esta sección titula da como la icónica pelíc ula de Hitchcock, trataremos de contaros algunas de las anécdotas con imagen o sin ella relacionadas co n momentos angustios os y a veces, o muchas veces con final trágico, en los cu ales nuestro equipo fo to gráfico o la logística para la re alización de una imagen o incluso nuestra propia vida se puso en juego.

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cabo de una hora y cuarto, de golpe empezó una ventisca de agua-hielo que nos sumió en la incertidumbre de saber si perderíamos la huella de vuelta a nuestro coche debido a la nevada.

Con la precipitación de guardar los equipos rápidamente en el macuto para emprender el viaje de vuelta, junto a ellos también entró una buena cantidad de hielo, que atravesó la seguridad impermeable de las cámaras. Concretamente había en la mochila una Canon 5D Mark II y 3 Canon 6D, y sólo la Mark II soportó las cuatro horas que los macutos estuvieron herméticamente cerrados hasta nuestro nuevo destino.

Una vez allí, en el lugar para el atardecer, llegó la sorpresa: con un cielo encendido difícil de encontrar en el norte, solo un fotógrafo de cuatro pudo retratarlo, mientras los demás estábamos en el coche con la calefacción encendida como si de un asador de pollos se tratara, vuelta y vuelta, para tratar de recuperar los mandos de la cámara.

La imagen que os presento pertenece al último momento de luz que pude recoger in extremis después de la recuperación parcial de los controles de la cámara…

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CASCADAS Cascadas

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Partida de tetris, de Fran Rubia

Dama blanca, de José A. Sánchez Pérez Mayo 2020

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Cuando vamos caminando por el monte, por un barranco o por un acantilado, embriagados por el entorno que nos rodea, nuestros sentidos se agudizan para ayudarnos a descubrir esos aspectos del mundo natural que nos proporcionen un motivo de peso para tomar una imagen. La vista trabaja a destajo, el olfato capta olores y el oído se agudiza sobremanera. Mientras olemos a hierbas aromáticas, un sonido capta nuestra atención por encima del silbido del viento entre las ramas y el canto de los pájaros, un sonido constante, un rumor que no cesa y que cual canto de sirena en el mar, nos atrae de forma irremediable.

Llegamos a un torrente, un riachuelo o un río y su rumor ya se ha convertido en balada embriagadora que invita al relax, al descanso y a la fotografía; pero algo más capta nuestra atención porque, más allá, escuchamos como esa balada toma brío y se vuelve más alegre. Conforme avanzamos y caminamos, en ocasiones por terrenos más tortuosos, más sinuosos, más escondidos, en ocasiones más amables en su transitar, llega un momento que la canción alegre se vuelve estruendo y se convierte en el trueno de una tormenta que ha roto la tierra en una brecha por la que el agua cae de manera irremediable durante unos centímetros, unos metros o cientos de metros, a veces de manera limpia, otra de manera tortuosa, con épocas de alegría y fuerza o pasando por épocas más lánguidas y delicadas donde el agua resbala suavemente por los contornos dejando ver la fisonomía de uno de los elementos más irresistibles en la fotografía de paisaje y naturaleza, la cascada.

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Detalles, de José A. Sánchez Pérez Mayo 2020

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GALERÍA: Cascadas

El gran salto, de José A. Sánchez Pérez

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GALERÍA: Cascadas

Vegas grandes, de Agustín Barrajón

Flowing water, de Manu Méndez

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GALERÍA: Cascadas

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Las nogaledas, de Germรกn Rubia

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GALERÍA: Cascadas

El pie de La Zimbarra, de Germán Rubia

Raíces, de Manu Méndez 94

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Deshielo, de Luis Saracho

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Through the rainbow, de Edu Hernรกndez de Haro

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GALERÍA: Cascadas

Dama blanca, de José A. Sánchez Pérez Un a la altura, 98 fondo Clave Visual de Fran Rubia

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Iceland, de Luis Saracho

Dama blanca, de Fran Rubia

Cascada soñada, de José A. Sánchez Pérez

GALERร A: Cascadas

Godafoss, de Manuel I. Gรณmez

Gullfoss waterfall, de Fran Rubia Septiembre 2020

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GALERĂ?A: Cascadas

De hielo y basalto, de Fran Rubia

GALERĂ?A: Cascadas

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GALERÍA: Cascadas

Woman’s hair, de Paco Fernández

Bruarfoss, de Manuel I. Gรณmez

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Dama blanca, Svartifoss, de Manuel de JoséI.A. Gómez Sánchez Pérez

GALERĂ?A: Cascadas

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Rainbow, de Paco Fernรกndez

GALERĂ?A: Cascadas

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Cascadas ocultas, de Eduardo Hernรกndez de Haro

The Black Cuillin of Skye, de Miguel Rubio 110

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Descenso desde el Olimpo, de Miguel Rubio

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Fairy Pools, de Joaquín Fernández Caparrós

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Pirotecnia en elVisual Tinto, de Juan Tapia 114 Clave

The Buachaille, de Miguel Rubio

Cascada con ĂĄrbol, de Federico GarcĂ­a Maroto

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GALERÍA: Cascadas

Cascada de espuma, de Federico García Maroto

Pirotecnia en el Tinto, de Juan Tapia

Pirotecnia ende el Federico Tinto, de GarcĂ­a Juan Tapia Red in blue, Maroto

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El trazo impresionista, de Juan Tapia

CaĂ­da difusa, de Javier Blanes

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La vida y fotografía de naturaleza no podría entenderse sin el agua. Ya sea en pequeñas cascadas, océanos bravos o en forma de gigantes de hielo, el agua nos proporciona imágenes de una variedad y belleza inigualables.

Y si hablamos de fotografiar el mar, RaPersonal: Rachael Talibart chael Talibart (nacida en Surrey, Inglaterra), se convierte en uno de los mayores referentes fotográficos a nivel mundial. Sus imágenes tienen un estilo propio, pasando del dramatismo del mar enfurecido a la sutileza de una larga exposición. Acaba de presentar el que será su tercer libro: ‘Tides and Tempests’, con prólogo de Hans Strand y que ya está disponible para hacer la compra anticipada en la web de la editorial Kozu Books (https://www.kozubooks.com/). Casi siempre con el agua como protagonista, su nombre luce en galerías y museos por todo el mundo. Hoy atiende generosamente la llamada de Clave Visual para darnos su particular punto de vista sobre la fotografía de naturaleza en estos tiempos.

Personal Por Edu Hernández de Haro

Rachael Talibart 122

Clave Visual

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Clave Visual (C): Muchas gracias por atendernos, Rachael. Estamos encantados de poder charlar contigo. Y más incluso en estos tiempos tan difíciles, teniendo que estar en casa más tiempo de lo normal. Para personas acostumbradas a estar en contacto con la naturaleza, está siendo especialmente duro. ¿Cómo estás llevando esta época sin poder salir todo lo que te gustaría?

Rachael (R): Está siendo difícil para todos ahora mismo. Puedo sentirme afortunada porque tanto mis hijos, como mi marido y yo estamos bien de salud y pasamos este tiempo juntos en casa. Pero lo estoy aprovechando para centrarme en otros temas que suelo tener abandonados como las redes sociales o las propias tareas administrativas. También he aprovechado para producir un cortometraje sobre la costa británica que compartí en las redes. He creado un pequeño concurso entre los asistentes a mis talleres, he celebrado una subasta benéfi ca en Instagram… y ¡he terminado mi nuevo libro! Así que, puedo decir que he aprovechado el tiempo, aunque echo mucho de menos el océano.

C: ¿De dónde nace tu faceta artística? ¿Infl uyó que tu padre también probara la fotografía?

R: Bueno, hay algo de confusión en esto.

Se ha publicado que mi padre era fotógrafo. Y sí le gustaba, pero no era fotógrafo. Lo que sí fue relevante para mí fue su amor por el mar. Fue navegante y gran parte de mi infancia la pasé sobre el mar.

C: Teniendo estudios en literatura, ¿te has interesado alguna vez en otras disciplinas artísticas como la pintura, música o la propia escritura?

R: Sí, incluso he escrito una novela, pero no es muy buena. La fotografía me funciona muy bien porque es el arte que me permite pasar mucho tiempo al aire libre en contacto con la naturaleza.

C: Has hablado más de una vez sobre la importancia que supuso tu fotografía ‘Five’ en tu carrera fotográfi ca. ¿Cómo tomaste la decisión de dedicarte a ello?

Supongo que no fue fácil la idea de cambiar un trabajo estable por un modo de vida más “incierto”.

Meresig I, © Rachael Talibart 124

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R: No lo sentí como una decisión radical en ese momento. No dejé la abogacía para convertirme en fotógrafa profesional.

Hay una brecha de unos 13 años entre los esos momentos. Llené ese tiempo en criar a mi familia y estudiar otros dos grados más. Disfruté de ambos, pero, durante ese tiempo, la fotografía se estaba volviendo mucho más que un pasatiempo. Cuando hice la fotografía ‘Five’, estaba tratando de

decidir si continuar mis estudios y hacer un doctorado o tratar de dedicarme a la fotografía a tiempo completo. En muchos sentidos, fue una decisión difícil. Cuando empecé a estudiar para mis masters, siempre fue con la intención de hacer un doctorado. Pero, cuando decidí elegir la fotografía, sentí una tremenda sensación de alivio y paz. Fue lo correcto.

Five, © Rachael Talibart

C: Tu fotografía de costa es mundialmente conocida. ¿Cómo surgió tu idea de fotografi ar el mar?

R: Como te dije antes, todo comenzó en mi infancia. Mi padre era un navegante entusiasta y pasábamos grandes temporadas a bordo. Yo era, y todavía soy, propensa al mareo, así que solía pasar mucho tiempo de esos viajes en cubierta. No había mucho más que hacer que mirar las olas y quedé fascinada con ellas. Creo que también desarrollé un respeto al mar

que creo que puede apreciarse en algunas de mis fotografías.

C: En muchas de tus fotos se aprecian formas en el agua. De hecho, tu trabajo ‘Sirens’ podría defi nirse como una hermosa colección de criaturas mitológicas que surgen del mar. ¿Cómo enfocas, desde un punto de vista técnico, la fotografía marina? Por ejemplo, ¿cómo decides la velocidad de obturación para capturar movimiento o para congelar una escena?

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Medusa, © Rachael Talibart

R: Todo depende del estado de ánimo que quiera crear. En mi proyecto Sirens, quería capturar las extrañas formas que las olas pueden crear, así que necesitaba una velocidad de obturación rápida de alrededor de 1/1000 para congelar el movimiento y revelar los monstruos que acechan dentro. Con otros trabajos, a menudo prefi ero trabajar a velocidades de obturación más lentas, para difuminar las olas y crear más una sensación de movimiento. Esto puede resultar en imágenes más suaves y pictóricas.

C: Hay un contraste en muchas de tus fotografías entre la agresividad del mar y la suavidad del color, hasta el punto de que a veces parecen casi hechas en blanco y negro. ¿Es intencionado? ¿Prefi eres manejar el color y el contraste en el campo o en el postprocesado?

R: Me encanta la fotografía en blanco y negro, pero también me encanta el color.

Por lo general, elijo lo que voy a utilizar antes de hacer clic en el obturador. Prefi e-

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ro tomar tantas decisiones artísticas como pueda mientras estoy en el lugar, ya que es donde soy más feliz y, por lo tanto, más creativa. Por supuesto, disparo en RAW, así que a veces reduciré la saturación de los colores si se ajusta al estado de ánimo que estoy tratando de evocar. Me pregunto cómo me siento cuando salgo con la cámara e intento representar ese sentimiento en las fotos que hago.

C: En relación con la pregunta anterior, tu fotografía se podría defi nir como mística. ¿Está de acuerdo con este punto de vista?

R: Me alegra que la gente encuentre una pizca de misterio en mi trabajo. Supongo que me gustaría pensar que mis fotografías podrían estimular la imaginación del espectador. Si son fáciles de entender, demasiado ‘representacional’, entonces es poco probable que eso suceda. Aunque la fotografía es una forma útil de documentar la realidad, preferiría capturar fotografías que sugieran algo más profundo, algo oculto, un sentimiento.

C: ¿Qué fotógrafos consideras que han infl uido en tu trabajo? ¿Con cuáles te sientes más identifi cada o conectada?

R: Me gusta el trabajo de muchos fotógrafos y otros artistas. Creo que e s u n a p a rt e i m p o rt a n t e d e l desarrollo creativo de uno como artista estudiar y aprender de los contemporáneos y de los que han ido antes que tú. Tal vez ese paso es pasado por alto por muchos fotógrafos en estos días. Es difícil para mí señalar a un solo fotógrafo, ya que admiro el trabajo de muchos. Por ejemplo, disfruto de la elegancia de la obra de Jonathan Chritchley, el carácter intransigente de Ragnar Axelsson, la simplicidad controlada de Michael Kenna, el alcance épico de Sebastiao Salgado o la fuerza encantadora de Kate T Parker.

C: ¿Es necesario viajar a lugares remotos para hacer buena fotografía de la naturaleza? ¿Se pueden hacer fotos destacables cerca de casa?

R: Me encanta viajar, pero no creo que sea absolutamente necesario.

Mi portfolio más exitoso (Sirens) fue capturado en la costa más cercana a mi casa. Creo que es muy valioso volver a lugares conocidos una y otra vez. Es bueno aprender la ubicación para que puedas encontrar las mejores composiciones y puedas reaccionar rápidamente para aprovechar las condiciones que te encuentres. Además, es más probable que experimentes cuando sepas que puedes volver. Además, si viajar se va a volver más difícil en el futuro próximo, es un consuelo saber que aún puedes hacer fotos de las que estés orgulloso más cerca de casa.

Loki, © Rachael Talibart

Poseidon raising, © Rachael Talibart Septiembre 2020

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C: Has sido galardonada muchas veces. ¿Qué piensas de los concursos de fotografía actuales? ¿Pueden desempeñar un papel positivo en el desarrollo individual como fotógrafo?

R: Creo que depende del concurso y de tu actitud. Si compites solo para satisfacer o dirigir tu ego, entonces es mejor no participar. Los concursos, incluso sus patrocinadores, pueden tener diferentes propósitos e ideas y es importante entender que el fracaso en una competición no signifi ca que tu trabajo sea malo. También creo que es peligroso tratar de obtener una fotografía que se adapte a un concurso o incluso a un jurado en particular. Ese no es un camino que pueda conducir a la innovación artística o la satisfacción. Si puedes mantenerte fi el a ti mismo, entonces la repercusión de los concursos puede ser valiosa.

Pero también tienes que elegir sabiamente. ¡No todos son iguales!

Falls VII © Rachael Talibart

C: ¿Has practicado otro tipo de fotografía diferente a la de naturaleza?

R: En realidad no. He probado la fotografía callejera en el pasado, pero soy más feliz con una costa salvaje y ventosa delante mía y creo que todos creamos un mejor trabajo en nuestro lugar feliz.

C: Parte de tu trabajo está en museos y galerías internacionales. ¿Todavía hay espacio para la fotografía de naturaleza? ¿Crees que la fotografía de naturaleza está actualmente subestimada en comparación con otras disciplinas como la publicidad, fotoperiodismo o la fotografía social?

R: Creo que sí, todavía hay espacio para la fotografía de naturaleza en galerías y museos, pero puede ser más difícil ser tomado 128

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en serio como un fotógrafo artístico cuando su tema es paisajes, imágenes marinas o vida salvaje. La moda en estos días parece ser un tipo de fotografía conceptual que, a veces, casi parece ser ‘deliberadamente mala’, tal vez para desafi ar nuestras ideas de lo que una buena fotografía debe ser. Afortunadamente, todavía hay personas que quieren colgar fotografías de naturaleza en sus paredes, pero creo que quieren fotografías que son un poco diferentes, que comunican una nueva forma de ver, en lugar de tener simplemente un paisaje reconocible de manera documental.

C: Hacer fotos de paisajes marinos en condiciones adversas es siempre difícil y no sin riesgo. ¿Puedes compartir algún percance desagradable que te haya ocurrido?

Creo que los momentos más peligrosos son cuando trabajo en un lugar nuevo. En mi primera visita a Nazaré en Portugal, fui atrapada por una ola traicionera. Estaba tratando de conseguir un ángulo muy bajo, así que estaba acostada en la playa y concentrándome en las olas rompiendo en una roca más lejana. ¡No me di cuenta de una ola que viajaba mucho más allá hasta que estaba justo encima de mí! Mi cámara estaba completamente arruinada. No se puede pasar la vida evitando el riesgo por completo, pero por lo general suelo ser cuidadosa y tales contratiempos son muy raros. Actualmente tengo un hombro roto, me sucedió cruzando la carretera cuando salía del supermercado. Nunca me he hecho daño tomando fotos, por ahora.

C: ¿Prefi eres disparar al nivel del mar o buscar un punto más elevado? ¿Cómo te las

arreglas para evitar el spray del agua en el objetivo?

R: Casi todas mis fotografías de ‘Sirens’ fueron tomadas a nivel del mar, pero también disfruto trabajando desde puntos de vista más altos. Me gusta particularmente una perspectiva aérea y me gusta trabajar desde helicópteros si puedo. El spray es el mayor problema con las fotografías a nivel del mar y , pensándolo bien, puede que esté dando a mi equipo fotográfi co una vida demasiado dura. El parasol es esencial. Sólo compro cámaras con muy buen sellado y si el spray es muy denso o está lloviendo fuerte, utilizo una cubierta impermeable.

C: Sabemos que guardas tus tarjetas de memoria durante días en tu mesa antes incluso de pasarlas al ordenador. ¿Hay alguna razón concreta detrás de este fl ujo de trabajo?

Face-off, © Rachael Talibart

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R: ¡A veces las guardo durante meses! Para mí, tomar fotos en la costa es una experiencia muy emocionante y feliz me lleva un tiempo que esa respuesta emocional se desvanezca. Si reviso mis fotos demasiado pronto, por lo general me decepcionan. No están a la altura de mi recuerdo de la experiencia que tuve tomándolas. Cuando ha transcurrido el tiempo, soy capaz de ser más objetiva. También creo que eso me ayuda a procesarlas más efi cazmente. William Wordsworth dijo que la gran poesía proviene de una fuerte emoción recogida en la tranquilidad. Creo que eso también se aplica a la fotografía.

C: Con este nuevo ‘Tides and Tempests’ ya son tres los libros publicados (‘Sirens’ y ‘The Coast’ están agotados). ¿Qué sensación te queda cuando los terminas?

R: Siempre es extraño cuando un proyecto bonito está terminado. Por ejemplo, me sentí un poco triste cuando se vendió la última copia de ‘Sirens’, pero por otro lado, orgullosa de que fuera un éxito. Tienes que seguir adelante y estoy muy feliz al ver que Kozu Books se encargará de publicar mi nuevo libro.

C: Por cierto, ¿tienes pensado hacer una segunda edición de ‘Sirens’?

R: Me encantaría. ‘Sirens’ ha sido muy importante para mí. Además, el portfolio ha seguido creciendo durante este tiempo y algunas de mis fotos favoritas fueron tomadas demasiado tarde para ser incluidas en el primer libro. Pero cualquier segunda edición será muy diferente de la primera.

Me lo tomo como un proyecto futuro.

C: Cuéntanos algo más de tus próximos planes…

R: La pandemia defi nitivamente ha cambiado mis planes porque no creo que hubiera empezado a trabajar en un libro nuevo si no hubiera estado atrapada en casa. Tengo un montón de talleres programados para este otoño e invierno y es demasiado pronto para ver si podré seguir adelante con ellos. Ya hemos pospuesto un par para el próximo año. 2021 va a estar muy ocupado, ya que tenía un programa muy completo al que ahora se añadirán los talleres pospuestos de este año. Afortunadamente, aunque las galerías con las que trabajo se han cerrado, las ventas de mis grabados se han mantenido razonablemente vía online.

Flashes Un fotógrafo inglés Jonathan Chritchley.

Un fotógrafo internacional Ragnar Axelsson.

Un lugar favorito en el Reino Unido Outer Hebrides, Escocia Un lugar para perderse Oregon Coast.

Tu libro de fotografía favorito ‘LYS’, de Sandra Bartocha y Werner Bollmann.

Un álbum de música A Night at the Opera, de Queen.

Un pintor JMW Turner.

Una película Una cuestión de vida y muerte. Recomienda verla, es increíble…

Una serie de televisión Planeta azul.

Un deporte Cricket.

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Meresig XIV, © Rachael Talibart

Las ventas de edición limitada son, con mucho, la mayor parte de mi negocio y pronto añadiré una nueva galería a la lista, la primera en Alemania. Todavía no tengo una galería en España. ¿Alguna idea?

C: Clave Visual somos un grupo de Almería, al sureste de España. Un lugar con muchos contrastes y playas maravillosas, aunque tranquilas…

R: Pues lo pensaré. España tiene rincones maravillosos.

C: ¿Has visitado nuestro país?

R: Me encanta España. El año pasado estuve dos semanas en Galicia. Qué parte tan maravillosa del mundo. Fue una revelación. A toda la familia le encantó: la historia, el paisaje, la gente y la comida. Eran unas vacaciones familiares, así que no tomé muchas fotografías, pero me gustaría mucho volver, en invierno, para un trabajo serio en esa hermosa costa.

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Still, © Rachael Talibart

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Ignis, Š Rachael Talibart

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LA FOTO QUE NUNCA TE CONTÈ…

La foto que nunca te conté…

por Paco Fernández

¿Recuerdas el subidón de ese día al llegar a una localización para hacer una foto deseada y que no encontrabas la forma de poder llevártela a casa?

Pequeñas historias de fotos fallidas… en el primer intento.

La paz, la tranquilidad, sentirme fa-

miliarizado con el entorno quizás sea lo que requiero para poder contarte una foto. Capturar no es solo clicar el pulsador de la cámara, sino que para mí va mucho más allá. Me resulta casi imposible llegar a un lugar y hacer la foto, mi interacción con el medio es tal, que a veces creo que le estoy robando algo al lugar.

Hubo quien dijo que cuando se habla, solo repites lo que ya sabes, pero cuando escuchas quizás aprendas algo totalmente nuevo, y a mí me pasa algo similar: cuando llego a un entorno necesito escuchar al medio y aprender de él. En mi caso, no me basta con una única visita, siempre tengo la necesidad de volver, es algo que siempre me pasa, cuando voy a un lugar siempre vuelvo, y si no he vuelto aún es porque tengo el pensamiento de volver, ya que pienso que ese lugar no se entregó a mi, ni yo a él, con toda la libertad que necesitamos. Tal vez sea que lo que aprendo de ese entorno necesito digerirlo, meditarlo y en las siguientes visitas requiero que me vea, igual que yo a él y sentirme a gusto con él y en él.

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Y no es solo conseguir la mejor foto, sino que más bien se trata de apreciar, valorar y sentir. Es en ese momento cuando me concibo totalmente libre de cualquier atadura y así poder mostrar el lugar sin tensiones que puedan interactuar, para capturarlo con la mayor sensación de paz y tranquilidad. La sensación de libertad

que se crea en ese instante es tal, que ese feedback del uno con el otro hace que se olvide el pensamiento de que le estás robando algo al entorno, sino sino que ya entiendes que es el medio quien te lo está mostrando para que lo captes.

Al final, la foto que nunca te conté llega y es cuando ves, que nada se consigue sin esfuerzo y paciencia y que por fin, has conectado con el entorno, y él contigo, que vibramos en la misma frecuencia, y es por eso que nunca te la conté, porque finalmente se consigue que la sola imagen te cuente todo aquello que yo callo.

Por eso, la foto que nunca te conté no llega en un primer momento porque consiste en un proceso en el que con cada una de las fotos que capturo antes, cada una de las fotos en las que hablo más que escucho, en las que el medio y yo aún estamos conociéndonos, cada una de las fotos en las que la imagen cuenta menos de lo que está por contarme a mi el lugar, forma parte del aprendizaje del uno y el otro hasta alcanzar la sintonía para captar todo aquello que el entorno me ha brindado para mostrar en armonía.

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Fotografía de naturaleza en el cine

FOTOGRAFIA DE NATURALEZA

EN LAS SERIES

por

Edu Hernández de Haro

Si en el anterior número de nuestra revista publicamos tres ejemplos de películas con una fotografía maravillosa, en este caso nos centramos en las series. El auge que han tenido las series de televisión en los últimos años ha supuesto que la industria se vuelque cada vez más en producir series del mejor nivel posible. No son pocos los cineastas que han dado el paso a la pequeña pantalla, lo que redunda en mayor visibilidad, mayor presupuesto y mayor calidad.

La fotografía también se cuida cada vez más al milímetro, pasando a ser parte fundamental de la historia, como es el caso de estos tres ejemplos que he elegido.

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HIERRO Producción española rodada íntegramente en la más pequeña de las Islas Canarias, la isla de El Hierro. Un paraíso natural en medio del Océano Atlántico, fue nombrada 'reserva de biosfera’ en el año 2000. Con sólo 270 km2, es el territorio español con mayor porcentaje de superficie protegida y guarda tesoros en forma de endemismos tanto vegetales como animales. Además, fue durante siglos epicentro geográfico, ya que fue considerado como el fin del mundo conocido hasta el descubrimiento de América, así como el Meridiano 0 hasta 1884, que fue cambiado a Greenwich.

Los creadores de la serie buscaban una localización con personalidad propia, en la que el propio entorno tuviera una gran parte de protagonismo. Estuvieron barajando otras zonas muy atractivas fotográficamente como el Valle de Arán, Riotinto o las Bardenas Reales. Pero finalmente son los paisajes de El Hierro los que se convierten en un protagonista esencial de este thriller policíaco, donde hay un misterioso asesinato que deberá ser resuelto por la juez magistralmente interpretada por Candela Peña.

Según avanza la temporada vamos descubriendo nuevas localizaciones y ahí es donde vemos la variedad que allí nos podemos encontrar.

Desde playas como la del Verodal, rincones como el Charco Azul, el amplio Mar de las Calmas, pasando por los campos de lava de la zona de La Restinga o el famoso faro de Orchilla son algunos de los lugares que van apareciendo a lo largo de los episodios. Pero lo mejor de todo es que ahí no acaban las posibilidades fotográficas de la isla. Bosques de laurisilva similares a los de La Gomera o La Palma, una zona con sabinas milenarias (como la que aparece en la cabecera), uno de los cielos más limpios del mundo para fotografía nocturna y uno de las zonas más vírgenes del mundo para poder dar rienda suelta a las aficiones submarinas.

Fotos © Portocabo / Atlantique Productions

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Así pues, queda claro que la isla de El Hierro es un destino que satisfará al amante de la naturaleza y fotografía. Pero si por ahora no tienen la posibilidad de poder visitarla, pueden contemplarla desde el sofá con esta magnífica serie.

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Breaking Bad Cuando se hacen listas de las mejores series de la historia, es muy frecuente encontrar el nombre de Breaking Bad en los puestos más altos. Y siendo opiniones tan subjetivas, es difícil poner de acuerdo a tanta gente. Aparte de otros muchos factores como las actuaciones o el guión, la fotografía es, sin duda, un punto que marca la diferencia.

Para el que no haya visto la serie, su argumento básico es el siguiente: Walter White, un profesor de química con una vida mediocre al que se le ha diagnosticado un cáncer, decide fabricar droga para poder dejar a su familia con un respaldo económico tras su futura muerte. Una premisa bastante atrevida, pero que está rodada con maestría en una localización algo peculiar.

Hablamos de Albuquerque, en el estado de Nuevo México, en los Estados Unidos.

Un lugar de dudosa belleza, de clima semiárido, donde las temperaturas oscilan a lo largo del año entre los 40°C en el verano hasta los -15°C en invierno. El aspecto que se muestra a lo largo de las 5 temporadas de la serie es de paisajes cálidos y desérticos, con un tono sepia amarillento. Pero el director de fotografía, Michael Slovis, lo hace de manera tan magistral que casi nos hace partícipes de la escena.

Fotos © Sony Pictures Television

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El dominio de la luz en los interiores, así como el uso recurrente de contraluces y atardeceres son marca de la casa. Además, utilizan una grandísima variedad de planos técnicos, donde se pueden apreciar desde las más amplias panorámicas del desierto, hasta el más mínimo detalle de una reacción química.

Timelapses para acelerar el tiempo, plano general, medio, americano, panorámico, primer plano, picado, contrapicado, cenital, incluso a veces aparecemos viendo la escena desde dentro de una lavadora o una sartén. Aportan una variedad en las tomas que apoyan a la trama creada por Vince Gillighan.

Es frecuente el uso de filtros degradados de distintos colores en las imágenes angulares. Pero no hay nada al azar en Breaking Bad. Como curiosidad, con la serie ya completa, analizaron los colores dominantes para cada personaje de la serie y vieron que cada uno de ellos tenía un color asociado.

Por ejemplo: en los planos del joven ayudante del profesor, Jesse Pinkman, predominan los tonos rojos y negros; los planos de la esposa de Walter White tienden al azul; la hermana de esta, Marie, es mayoría el color morado, etc...

Sin duda, es una serie que no suele dejar indiferente a nadie.

Hay quien no consigue terminar los primeros episodios y acaba abandonado, pero, generalmente, el que logra entrar en la vida de ‘Heisenberg’ suele quedar marcado para siempre.

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LOS ASESINATOS DE VALHALLA Por último, nos vamos al norte de Europa, concretamente a Islandia, donde tienen lugar ‘los asesinatos del Valhalla’, un drama criminal basado en hechos reales, donde se producen una serie de asesinatos en zonas remotas y donde una veterana agente tendrá que investigar la posible relación entre ellos. Islandia lleva unos años convirtiéndose en centro de visita casi obligado para muchísimos fotógrafos de todo el mundo. Y es que es un país donde la belleza de sus paisajes, la inmensidad de sus cascadas, sus extensos terrenos de musgo sobre la lava, las playas vírgenes de arena negra, sus glaciares azules y la poca influencia de la mano del hombre (hasta ahora) lo convierten en una especie de parque de atracciones fotográfico.

Somos ya unos cuantos los miembros de Clave Visual que hemos tenido la suerte de visitar la tierra del hielo y fuego, y me atrevo a decir que la mayoría de nosotros, ha repetido o al menos se ha planteado repetir.

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Además, los paisajes islandeses cambian según la estación en la que se visiten. Es frecuente encontrarse todo nevado en invierno e incluso se cierre el paso hacia el norte de la isla. Sin embargo, en verano es el único momento posible para acceder a zonas del centro de la isla y poder contemplar la variedad de formas y colores que allí se esconden.

La primavera y el otoño son también momentos oportunos para viajar, aunque dependerá de la meteorología que toque.

Los asesinatos del Valhalla nos muestra mayoritariamente los paisajes islandeses en invierno, con casi todo totalmente nevado y con pocas horas de sol. Los planos aéreos con grandes explanadas blancas rodeando las carreteras nos muestra la poca civilización que todavía existe en la mayoría del país, donde casi toda la población se reúne en unas pocas ciudades.

Cabe destacar que el aumento del turismo en los últimos años está poniendo en peligro todo lo descrito anteriormente. Ya sabemos que la mano del hombre, cuando se hace masivamente, suele traer consecuencias negativas, e Islandia no se libra de ello. Aún así, la naturaleza sigue abriéndose paso en un país inigualable, Fotos © Truenorth Productions, Mystery Island, Netflix, RUV

Resumiendo, una serie para disfrutar por el suspense y el misterio que genera, sabiendo además, que fue un caso real ocurrido en el país nórdico en los años 40.

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Foto de portada

Foto 25de portada: Clave Visual Río arriba, © Edu Hernández de Haro

Fin de revista

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Grupo fotogrĂĄfico de AlmerĂ­a

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