Introducción En primer lugar debemos decir que los proxys pueden ser tanto sistemas software como sistemas hardware. Vamos por el software. Un Proxy es un sistema de software que permite la conexión de una LAN entera el exterior con sólo una dirección IP de salida, es decir, si montamos en el servidor de la Red un módem, adaptador RDSI, etc. y instalamos el Proxy (configurando también las configuraciones cliente en los otros ordenadores), tendremos acceso a la ReD desde todos los ordenadores con una sola cuenta de Internet. Esto se consigue de la siguiente manera: un ordenador tiene el navegador abierto y el usuario introduce una dirección en la barra de direcciones. Esta petición pasa del cliente del Proxy al Proxy que es quien la gestiona. El Proxy pide esta dirección utilizando su IP (la que tiene acceso a un proveedor de Internet y no con la IP del cliente). Una vez recibe la información se la envía al cliente Proxy que la mostrará por la pantalla. Parece sencillo, ¿no? Un par de cosas más: hay que hablar del caché del que van provistos los Proxys, en el cual buscará las peticiones de los usuarios antes que en el exterior de la red para así poder hacer más rápidas las transmisiones. También debemos tener en cuenta algún punto negativo: el ancho de banda de la conexión. Si tenemos 20 usuarios en nuestra red y la conexión al exterior de la Red es de un determinado número de CSB, cuantos más usuarios se conecten a Internet más lento funcionará el acceso puesto que el ancho de banda se dividirá entre ellos. Vamos a hablar un poco de la parte hardware. Estos servidores se caracterizan por montar muchos discos duros de gran capacidad y con una gran cantidad de memoria AAM. Estas unidades sólo tienen una función que es la de almacenar datos en zonas intermedias o en sitios de gran flujo de peticiones para agilizar la transmisión de datos. También podemos hablar de los servidores Prosa como unos mediadores entre el tráfico que se produce entre una red protegida e Internet.
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Los proxys se utilizan, a menudo, como sustitutos de routers controladores de tráfico para prevenir el tráfico que pasa directamente entre las redes. Antes hemos hablado de la transmisión de información entre el cliente Proxy y el Proxy. El servidor Proxy, después de comprobar que la información que le ha pedido el cliente no está almacenada en su disco, la busca en el exterior y la devuelve al cliente. Al mismo tiempo que transfiere esta información, almacena una copia en su disco, permitiendo que el siguiente usuario que la solicite tarde menos tiempo en recibirla ya que su petición no viajará al exterior de la red sino que sale directamente de la red interna. Determinados programas de proxy también realizan funciones de "cortafuegos" (firewall) con lo que impiden el acceso no autorizado a la red interna de la empresa, al mismo tiempo que pueden impedir acceder a direcciones no relacionadas con la actividad de la empresa. Así, podemos configurar un proxy para que sólo permita acceder a direcciones autorizadas por la empresa, impidiendo visitas a páginas no recomendables..... Hemos visto un poco que son los proxys, ahora la cuestión es ¿cuándo vale la pena instalarlo? Un proxy es imprescindible cuando lo que se desea es conectar toda una red local a Internet a través de una sola conexión telefónica. En este caso, además de ganar en velocidad, también se ahorra en factura telefónica ya que si tenemos las páginas almacenadas en el proxy no hará falta conectarnos a Internet para obtenerlas. También nos podemos plantear la instalación de un servidor proxy cuando una empresa tenga una conexión permanente a Internet. En este caso, al obtener páginas vía proxy, se consigue reducir el tráfico de Entrada de Internet, permitiendo mayor velocidad cuando debe accederse para solicitar páginas que no están almacenadas.
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