Medik - Ed 11

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Contenido

7. Editorial 8. ATENCIÓN INTEGRAL, La mejor respuesta para el paciente de cáncer 11. LA RADIOTERAPIA COMO TRATAMIENTO PARA ENFERMEDADES MALIGNAS Y BENIGNAS 14. Dolor por cáncer, Sufrimiento que puede manejarse apropiadamente 19. La nueva Unidad de Oncología de la Clínica El Rosario 21. CUIDADOS PALIATIVOS, Para mejorar la calidad de vida del enfermo y su familia 24. El cuidado de enfermería, ciencia y arte 26. Terapias dirigidas a blancos tumorales en cáncer, desde el laboratorio hasta el paciente 28. EL CÁNCER DE PIEL 30. EL LABORATORIO EN LA DETECCIÓN TEMPRANA DEL CÁNCER 34. ATENCIÓN, CARIÑO Y AMABILIDAD

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EDITORIAL

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¿Por qué a mí?

l ser humano por naturaleza no quiere pensar en el dolor y el sufrimiento, y cuando éste se presenta, responde con sorpresa, incredulidad y confusión y es ahí donde surge la pregunta: ¿Por qué a mí? Desde mi experiencia pastoral y el trabajo con los enfermos he comprobado que ante el dolor y el sufrimiento la persona se abre con este interrogante, interrogante que expresa el deseo de encontrar una respuesta a lo que sucede; interrogante que expresa nuestro límite e impotencia para cambiar el ritmo de las cosas; interrogante que con mucha frecuencia se dirige a Dios: ¿Por qué a mí?, ¿por qué Dios me castiga, por qué permitió esto?, ¿qué mal he hecho? “No tenia por qué haberse llevado a…”. Pero al mismo tiempo el enfermo descubre en su interior una fuerza que lo invita a sentirse protagonista y partícipe activo de su propia recuperación. Recuerdo a un niño de 12 años con fibrosis quística pulmonar, que el día de su muerte sólo hacía esta pregunta: “¿Si Dios me ama por qué no me ayuda?, ¿Yo qué he hecho?, oremos para que él Dios sepa que creemos en él”. Oración que se hizo paz, calma, silencio, entrega. La superación del dolor tiene lugar cuando quien sufre pasa de la pregunta: ¿Por qué a mí? a una actitud más constructiva: ¿Para qué esta situación?, ¿Qué puedo hacer? Cuando la persona no se repliega en lo íntimo de su dolor, ni se atormenta con los “por qué”, sino que trata de descubrir a dónde puede conducirle su sufrimiento, surge la posibilidad de nuevos caminos y el enfermo descubre una fuerza interior que lo invita a sentirse protagonista y partícipe activo de su propia recuperación. Según Pangrazzi -psicólogo y pastoralista clínico-, la respuesta a la enfermedad y las actitudes asumidas dependen del significado y de la lectura que el enfermo y la familia hagan de la situación. El cáncer es una enfermedad que afecta a toda la persona y compromete la dimensión física, emocional, social, espiritual y relacional, por lo que el paciente y su familia necesitan de la atención integral, oportuna, personalizada, humana y segura. Para la Clínica El Rosario, el proceso de atención de un paciente con una enfermedad oncológica es realizado por un equipo interdisciplinario, compuesto por: médicos especialistas, enfermeras, religiosas, capellán, psicología, trabajo social, nutrición, fisioterapia, terapeutas respiratorias, entre otros; todos dedicados a tratar y cuidar, comprender y apoyar a nivel físico, emocional y espiritual al paciente y su familia, durante todas las fases de la enfermedad y duelo. Éstos profesionales fortalecen la alianza médico - paciente, facilitan la adaptación del paciente y la familia a la nueva situación, potenciando sus recursos interiores, la adherencia al tratamiento, fortaleciendo lazos de comunicación y colaboración mutua paciente – familia y personal asistencial y mayor fortaleza emocional y espiritual, capaz de potenciar el fármaco y la terapia, y de sostener la lucha contra la enfermedad, para que el paciente y la familia tengan una experiencia sana y sanadora en su proceso de salud. La Revista MEDIK desea a todos sus lectores un año 2012 lleno de paz, salud y esperanza, y les invita a conocer la nueva Unidad de Oncología de la Clínica el Rosario y a utilizar nuestros servicios. Hna. Blanca Aurora Marín Coord. Pastoral de la Salud y Atención al Usuario Clínica El Rosario

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atención integral: La mejor respuesta para el paciente con cáncer El cáncer es una de las enfermedades más complejas y que causa mayor temor, ya sea porque compromete todas las dimensiones de la persona: física y funcional, psicológica, espiritual, social, por la complejidad de su tratamiento, porque requiere de muchos especialistas, demanda avanzada tecnología, combinación de varias terapias (cirugía, quimioterapia, radioterapia…) y la aceptación por parte del paciente y la familia también es difícil. La enfermedad se nos presenta como límite y oportunidad. Frente a un diagnóstico de cáncer aparecen algunas reacciones como: el peligro, el temor, la cólera, la depresión, la inseguridad, la desconfianza… El enfermo reconsidera su vida, la modifica con respecto a las terapias y tratamiento, altera su ritmo de trabajo, se ve afectado su rol social y familiar, se modifican las relaciones, ponen a prueba los valores morales y espirituales, remite la persona a lo más profundo de su ser y se convierte en momento privilegiado para mirarse a sí mismo y redireccionar el camino y su proyecto personal. Es un momento para evaluar los énfasis y prioridades a las cuales le invertimos los mayores esfuerzos: la vida familiar, afectiva, relacional y laboral y lo más importante la vida espiritual y la misión que estamos cumpliendo nuestro paso por el mundo. Una enfermedad puede ser el momento para profundos cambios personales y grandes opciones. Reacciones que pueden explicarse según el apoyo o no de la red de atención, en respuesta a sus necesidades de salud, situación económica y social de la familia, por el modo como el paciente percibe la enfermedad y el significado que le dé. Significado que puede ser consciente e inconsciente y vinculado a simbolismos personales y experiencia espiritual o fruto de una elaboración más profunda. Es aquí donde cobra importancia nuestro modelo

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de atención querido por Marie Poussepin: “No se contentaran con dar asistencia corporal, trataran si es posible de ser aun más útil al alma del enfermo que al alivio de su cuerpo”, entendiéndose por alma al lugar donde ocurren todas estas vivencias humanas y espirituales de todo ser humano. En la atención al enfermo no debemos perder nunca de vista esta perspectiva, no basta curar el órgano o función lesionada, sino tratar a la persona como tal, en todas sus dimensiones y responder a todas sus necesidades: biológicas, psicológicas, sociales y espirituales. Su situación reclama atención integral y continua, que ayude al enfermo a restablecer su salud, asumir sanamente su enfermedad y su límite, luchar contra la muerte o para Marie Poussepin aceptarla y viFundadora de las Hermanas virla con digDominicas de la Presentación nidad. Una persona que vive en condiciones de malestar físico, psíquico, social o espiritual percibe indudablemente una situación insatisfactoria que limita sus reacciones y respuesta a la terapia. La atención integral requiere un equipo humano interdisciplinario, donde los distintos profesionales trabajen en una forma integrada y coordinada, con el fin de asegurar al paciente el mejor resultado en términos de curación y calidad de vida. Garantizando seguridad, continuidad y una asistencia según los principios ético-

“Por los enfermos harán todo lo que la caridad pueda inspirarles”

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Unidad de OncologĂ­a - Instalaciones de Radioterapia, ClĂ­nica El Rosario, sede Tesoro.

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Sala de Planeación. Radioterapia, Clínica El Rosario, sede Tesoro

morales, evitando abandono humano asistencial, dejando solos al paciente y la familia. Un equipo que no se centre solamente en la terapia del cáncer, sino en la persona que vive esta experiencia de enfermedad. Recuerdo lo que me decía una joven de 26 años con un cáncer de mama metastásico: “Los enfermos de cáncer no necesitamos solamente un especialista que sepa mucho de cáncer, sino un médico que sepa tratar a la persona con cáncer. Su presencia y sus palabras cuando no es humano, nos pueden matar…”. La Clínica el Rosario desde su modelo de atención ofrece a sus usuarios una atención integral, con profesionales humanos y competentes, donde prima la centralidad del paciente y la familia, todos los profesionales con facilidad de intercambio y comunicación, todos los servicios en la misma área para facilitar la movilidad del enfermo dentro de la Institución. Tecnología de última generación, ambientes confortables. Continuidad de la asistencia y terapias integradas para evitar, prevenir o controlar efectos indeseados. Escucha, que ayude a identificar sus necesidades, mejor conocimiento enfermo-trabajador de la salud, conocimientos que el enfermo tienen sobre su enfermedad y ayuda a identificar necesidades asistenciales y opciones terapéuticas. Ayuda a la familia en la elaboración de duelo. Todo cimentado en la confianza recíproca y en la implicación del paciente y la familia en la elección terapéutica. Igualmente se debe contar con personal entrenado en procedimientos, protocolos, preparación y suministro de

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quimioterapia y radioterapia, asistencia a posibles complicaciones del tratamiento, donde se integren competencias humanas, técnico científicas, ética y competencia relacional, asegurando una atención integral que potencie la terapia y obtenga los mejores resultados de salud y bienestar para el enfermo y la familia. Una familia acompañada, orientada e informada potencia su fuerza de amor y salud indispensable para el enfermo, que lo lleve de nuevo a la armonía. Este es el modelo de atención querido por nuestra fundadora Marie Poussepin y que ofrece la Clínica El Rosario, porque estamos convencidos que la mejor respuesta para el enfermo es: “Amor que acompaña y Servicio que alivia”. Artículo elaborado por: Hna. BLANCA AURORA MARIN HOYOS Coord. Pastoral de la Salud y Atención al Usuario Clínica El Rosario Bibliografía: COMISION ESPISCOPAL DE PASTROL, La asistencia religiosa en el hospital. Orientaciones pastorales, EDICE. Madrid 1987, A.PANGRAZZI, Il lenguggio sulla soferenza, E. LUKAS, Dare un senso alla sofferenza, Cittadella, Asis, A.PANGRAZZI, Creatividad pastoral al servicio del enfermo, Sal Terrae, Santander 1998. PIERLUIGI ZUCCHI, S.O. En Dolentium hominum, No. 65, 2007- n.2. Dolentium Hominum, No.53, 2003- n.2. I. LARRAÑAGA, Del sufrimiento a la paz, San Pablo, Madrid, 1984


LA RADIOTERAPIA COMO TRATAMIENTO PARA ENFERMEDADES MALIGNAS Y BENIGNAS La radioterapia es un tratamiento que se viene utilizando hace mas de un siglo para enfermedades malignas y benignas. En 1895 Wilhem G. Roentgen descubre los rayos X y tres años mas tarde Marie Curie define las propiedades del Radium, por lo que le otorgan un Premio Nobel. Estos descubrimientos convierten a estos dos personajes en los padres de la Radioterapia. El primer informe de una curación a traves de radioterapia data de 1899. Desde este momento, la radioterapia, al igual que el resto de los tratamientos utilizados para tratar el Cáncer, ha evolucionado rápidamente. La creación inicialmente de los cobaltos y en 1953 de los aceleradores lineales, han sido los dos grandes pasos que ha dado la ciencia en este terreno. Los avances científicos de la Física, la Oncología y la Ingeniería de Sistemas han llevado a una mayor precisión y calidad en los tratamientos. Los aceleradores de ultima generación y el uso de programas de computación que permiten unir las imágenes diagnósticas, como son la Escanografía, Angiografía, Resonancia y Radiografías convencionales, a la planeación de tratamientos, da como resultado mayores tasas de curación y a una mejor calidad de vida. Es por esto que en los países desarrollados los Cobaltos sean equipos hoy por hoy totalmente en desuso ya que su tecnología es limitada. La Clínica el Rosario ha adquirido el mas moderno acelerador lineal del país, que está en capacidad de realizar las técnicas de tratamiento que a nivel mundial muestran los mejores resultados en el manejo del Cáncer. Dichas técnicas de tratamiento se llaman Radioterapia Intensa Modulada (IMRT), Radioterapia Imagen Guiada (IGRT) y Radioterapia Adaptativa (ART). Una de las grandes preocupaciones para los Radio Oncólogos es tener pacientes curados pero además que su calidad de vida no se vea afectada por la radiación. Es por esto que todos los avances tecnológicos en esta área van encaminados a mejorar las tasas de curación con menos efectos adversos. Las investigaciones iniciaron su labor buscando proteger los tejidos sanos vecinos sin sacrificar las dosis requeridas para erradicar los tumores. Esto rápidamente se logro ya que se obtuvieron las herramientas necesarias para realizar una radioterapia más precisa. Por ejemplo, el colimador multihojas que permitió realizar campos de tratamiento ajustados exactamente a la forma

del tumor, protegiendo al máximo los tejidos sanos vecinos. Se llego a tal exactitud que se logro elevar las dosis de radiación a los tumores ya que los tejidos sanos estaban bien protegidos. Nació la radioterapia intensa modulada, una técnica que permite aumentar las dosis a los tumores sin perjudicar los tejidos sanos circunvecinos; nació la radioterapia de imagen guiada que permite verificar diariamente la posición del volumen a tratar y nació la radioterapia adaptativa que permite valorar los cambios en el volumen del tumor y ajustar estos diariamente. Por lo mencionado anteriormente estas nuevas técnicas de tratamiento toman un gran auge y con el paso del tiempo empiezan a mostrar unos resultados muy superiores a la radioterapia convencional. Hay pacientes que se benefician mas que otros con esta técnica y esto depende principalmente de la localización del tumor. Tumores localizados en áreas donde existen órganos sanos críticos serán los principales a tener en cuenta para esta nueva forma de tratamiento. Para poder obtener éxito con la radioterapia es fundamental reproducir el mismo tratamiento todos los días que el paciente se encuentre en el servicio. Con esta nueva técnica, cuya ventaja es la precisión, no se permiten errores. Continúa en la página 12

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Por esto es clave una planeación adecuada con imágenes diagnósticas en posición de tratamiento, es decir que lo planeado sea reproducible los siguientes días. Para lograr que la posición del paciente en imágenes diagnósticas sea la misma que en el acelerador se han realizado una serie de modificaciones en radiología. Una de las modificaciones por ejemplo es suprimir la concavidad de la camilla del escanógrafo, y volverla exactamente igual a la camilla del acelerador (plana). Esta planeación con imágenes diagnósticas y en posición de tratamiento es lo que se conoce como simulación virtual. Esta simulación virtual con una serie de programas de computación especiales permiten la planeación en tres dimensiones, logrando la radioterapia intensa modulada. Para lograr la exactitud anteriormente mencionada hay que realizar una serie de inmovilizadores y tatuajes para asegurar que la posición en que se encuentra el paciente el día de la planeación se reproduzca durante todo su tratamiento. Estos inmovilizadores son de una diversidad amplia, garantizándonos que no existan movimientos durante el tratamiento que nos van a afectar el resultado final.Los tatuajes en radiología se realizan con tinta china por medio de una serie de láseres (guiás) que se implementaron en el servicio de radiología y que son exactos a los que tiene el acelerador. Así se asegura que el paciente está en la misma posición y el tratamiento se va ha realizar correctamente. Además de esta maravillosa técnica, el Departamento de Radioterapia de la Clínica el Rosario tendrá la oportunidad de realizar otras técnicas de tratamiento, como son radioterapia conformal, radioterapia con electrones, radioterapia convencional y braquiterapia, cada una de ellas con sus indicaciones precisas. Artículo elaborado por: Dr. Aurelio Ángulo Mosquera Médico Radioterapéuta Unidad de Oncología, Clínica El Rosario, sede Tesoro

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Conferencias de

salud para la Comunidad,

con los especialistas de la Clínica El Rosario Auditorio Clínica El Rosario – Sede El Tesoro / Medellín ENTRADA LIBRE – Hora: 6:00 pm. “Desde su fundación la Clínica El Rosario vela no sólo por las necesidades materiales y el bienestar temporal del hombre, sino la persona en su totalidad. Se preocupa por la salud física, psíquica y espiritual de sus usuarios. Se abre desde sus comienzos a un servicio hospitalario fundamentado en una antropología cristiana, coherente con valores que aseguren su única opción: SERVICIO INTEGRAL”

Febrero 23

¿Es curable el cáncer en el Siglo XXI?

Dra. Adriana Castaño Mejía – Hematóloga Oncóloga

Marzo 22

¿Cuándo un simple dolor de pecho es un problema cardíaco?

Dr. Alejandro Ramirez – Cirujano Cardiovascular

Abril 19

¿Qué debo tener en cuenta antes de una cirugía plástica? Dr. Pedro Hoyos – Cirujano Plástico

Mayo 24

“Buscando un bebé”: La preparación de la pareja Medicina Fetal - Clínica El Rosario

Junio 21

¿Por qué es importante un Chequeo Ejecutivo?

Dr. Edgar Cardona Amariles – Médico Internista

Julio 26

¿Tienen riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares los niños y adolescentes?

Agosto 23

Cuidado Paliativo: “Acompañamiento de principio a fin”

Dr. René Estupiñan – Internista, Subesp. Cuidado Paliativo

Septiembre 20

El Cáncer de Seno: una realidad que preocupa a la población Colombiana

Dra. Adriana Castaño Mejía – Hematóloga Oncóloga

Octubre 25

¿Cómo es la estancia de un paciente en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI)? Dr. Carlos Andrés Pacheco - Esp. Cuidado Intensivo

Noviembre 22

Las dietas: mitos y creencias sobre la alimentación y la salud Marleny Benjumea – Nutricionista Clínica

Diciembre 6

El paciente y la familia ante la enfermedad: Duelo y calidad de vida Psicóloga Elena Arango Mejía

Dra. Tatiana Padilla – Cardióloga Infantil

Informes: 444 15 55 Ext. 5000 - E mail: jaduque@clinicaelrosario.com www.clinicaelrosario.com Clínica El Rosario


Unidad de Manejo de Dolor y Cuidado Paliativo Clínica El Rosario

Dolor por cáncer Sufrimiento que puede manejarse apropiadamente

En nuestra lucha por vivir siempre mejor, los seres humanos hemos modificado nuestro entorno y modo de vida, de tal suerte que ahora vivimos más tiempo en promedio de lo que vivíamos en siglos pasados. Además, hemos mejorado de alguna manera nuestros servicios de promoción y prevención en salud logrando en muchos casos disminuir o limitar el impacto de algunos padecimientos que constituían nuestras antiguas causas de muerte más frecuentes como eran los accidentes, traumatismos, enfermedades infecciosas y algunas afecciones cardíacas y pulmonares. No obstante, vivir más tiempo nos ha expuesto ahora a enfrentar enfermedades que anteriormente eran consideradas como raras o poco frecuentes. De acuerdo con el instituto nacional de la salud de los Estados Unidos de Norteamérica (NIH o National Institute for Health) en la actualidad 1 de cada 5 muertes está relacionada con cáncer y se espera que el número de dichos fallecimientos continúe aumentando en los próximos años. Los pacientes con cáncer pueden experimentar dolor en el momento de su diagnóstico en cerca de un 20% (esto es 1 de cada 5 pacientes), y en uno de cada 10 enfermos, es la causa

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por la cual inicialmente buscaron ayuda y consultaron al médico. Si el dolor no es tratado adecuadamente, se espera además que empeore en quienes lo sufren a medida que avance la enfermedad, y en ocasiones podría incluso ser la condición que más limita la calidad de vida del enfermo que padece cáncer. Si bien se ha dicho que los diferentes tipos de cáncer podrían producir dolor y que dicho dolor puede empeorar en estados avanzados de la enfermedad, los tratamientos que se realizan para su curación, incluyendo las cirugías, las diferentes modalidades de tratamientos antineoplásicos podrían también producir dolor de difícil manejo aún en pacientes ya curados, considerados sobrevivientes al cáncer. Si no se recibe un tratamiento apropiado, más de la mitad de los pacientes con cáncer avanzado estará en riesgo de sufrir dolor severo que limite incluso su habilidad para hablar, valerse por sí mismo o aún cambiar de posición en cama. Lamentablemente este tipo de dolor no siempre mejora con los medicamentos y tratamientos convencionales que utilizan los médicos no especialistas, por lo que muchos pacientes y familiares sufren la frustración de llegar a un servicio de urgencias, angustiados porque tienen un paciente que experimenta dolor innombrable, y luego de algunas horas de tratamientos en la unidad asistencial son dados de alta y enviados nuevamente a casa en las mismas condiciones que ingresaron porque “no

hay nada más qué ofrecerles”. Existe una disciplina de la medicina cuyo objeto es precisamente mitigar el dolor y el sufrimiento producido por enfermedades incurables como algunos tipos avanzados de cáncer (entre otras), cuyo especialista se denomina Especialista en Dolor y Cuidado Paliativo (También denominado en el argot médico como especialista en dolor, algesiólogo o algólogo). Estos especialistas conocen de cerca el tratamiento para este tipo de dolor y otras condiciones inherentes a los estados avanzados y terminales del cáncer, y en equipo con el resto del grupo de oncología y soporte oncológico (que incluye oncólogos, cirujanos, médicos radioterapeutas, psicólogos, terapistas, entre otros) pueden ayudar enormemente a esta agobiada población y a sus familias. El especialista en dolor, y las unidades especializadas de tratamiento del dolor no sólo tratan pacientes con cáncer. Gran cantidad de afecciones crónicas, diferentes al cáncer, producen dolor de difícil tratamiento como las enfermedades de la columna lumbar y cervical, la diabetes mellitus, las enfermedades que limitan el flujo sanguíneo a las extremidades (conocidas como enfermedad arterial oclusiva crónica), el herpes zóster y la neurálgia posherpética (también conocida popularmente como la culebrilla) y muchas otras enfermedades crónicas en las que la principal molestia del paciente es el dolor de difícil manejo. Existen métodos simples para el control del dolor como el manejo farmacológico con medicamentos que


Hospitalización Clínica El Rosario, sede Tesoro.

muy a menudo incluyen derivados del opio como la morfina. En la población Colombiana y especialmente la Antioqueña está muy arraigada la creencia de que la morfina es un medicamento que sólo se administra a pacientes moribundos, pero en realidad es un excelente medicamento que manejado por personal idóneo y en dosis apropiadas puede alejar del dolor a pacientes en condiciones que a menudo son miserables. Frecuentemente es utili-

La Unidad de Oncología de la Clínica el Rosario le ofrece: * Recurso humano especializado con experiencia y reconocimiento en el medio, * Unidad multidisciplinaria de alivio del dolor y cuidado paliativo * Atención integral, humanizada y segura. zada (la morfina) en unidades de urgencias en pacientes sin diagnóstico de cáncer y con traumas severos o en quirófanos para controlar dolores como el asociado a fracturas o a procedimientos quirúrgicos grandes como cirugías en el tórax o incluso amputaciones, por lo que no es cierto que sea un medicamento para pacientes moribundos. Simplemente se usa en pacientes que sufren intenso dolor. Más aún, el uso médico de los derivados del opio puede

tener cerca de 500 años de tradición, lo que es más que la mayoría de los medicamentos de los que disponemos en la actualidad, y su administración es segura en niños y aún en ancianos si se utiliza bajo las indicaciones del personal idóneo. Los Especialistas en Dolor también pueden realizar procedimientos en los que se interrumpe la conducción nerviosa desde el sitio en el cuerpo donde se localiza Continúa en la Pág. 16

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la fuente del dolor (área afectada por el cáncer o por la enfermedad crónica) hacia el cerebro, dejando zonas del cuerpo sin sensibilidad o con sensibilidad limitada, algo muy similar a lo que se experimenta después de haber sido sometido a una anestesia local como por ejemplo en un procedimiento odontológico. Lo anterior puede hacerse de manera temporal (por algunos minutos u horas) o definitiva mediante algunos procedimientos de punción (inyectando medicamentos en sitios específicos del cuerpo) o de pequeña cirugía. El resultado es que el paciente deje de tener sensibilidad, o está se disminuya notablemente, en alguna parte de su cuerpo afectada por dolor crónico intratable, como podría ser una región del cuerpo afectada con cáncer o con otra enfermedad crónica. Más aún, el especialista en dolor puede implantar en el cuerpo del enfermo dispositivos computarizados de alta tecno-

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logía (tratamiento de neuroestimulación medular o tratamiento mediante bomba implantable de terapia intratecal) que limitan la cantidad de señales que envían las células del cuerpo que interpretan el dolor, o neuronas sensitivas hasta el cerebro humano para que dichas señales o impulsos nerviosos no lleguen al cerebro o no sean interpretados luego como dolor en el cerebro del paciente afectado. Este tipo de tratamiento implica que el manejo del paciente debe realizarse en unidades de alivio de dolor, específicamente especializadas en manejo de dispositivos implantables para el control del dolor. Estos tratamientos deben ser realizados por personal debidamente entrenado ya que en manos inexpertas podrían no mejorar al paciente y demorar el tiempo en que el mismo tardará en llegar a manos realmente especializadas, o podrían incluso complicar al paciente, empeorar

su estado o hacer inviable un tratamiento futuro exitoso. Desafortunadamente Colombia cuenta con pocos especialistas en Dolor y Cuidado Paliativo debidamente certificados y con la experiencia suficiente para manejar pacientes con dolor por cáncer. Sólo 18 de estos especialistas médicos están ubicados en Medellín (mientras que se cuenta con más de 250 anestesiólogos, 650 internistas, más de 400 cirujanos generales y cerca de 100 neurocirujanos según las diferentes asociaciones científicas), distribuidos únicamente en 9 clínicas de dolor en el área metropolitana, por lo que no sorprende que las citas no urgentes para pacientes con dolor por cáncer en ocasiones tengan que esperar hasta un mes, y para pacientes con dolor crónico no asociado a estados terminales tengan que esperar entre 3 meses y un año. La Clínica El Rosario recientemente ha desarrollado su unidad de oncología, utilizando recurso


humano con experiencia y reconocimiento, y además la unidad multidisciplinaria de alivio de dolor y cuidado paliativo que pretende hacerle frente al reto del manejo de pacientes que experimentan dolor crónico de difícil manejo, producto de enfermedades tumorales o benignas, y prestando atención con tecnología de punta a cerca de 400 pacientes por mes. Actualmente los enfermos a menudo deben esperar semanas o meses en procura de mitigar sus padecimientos debido en parte a los trámites engorrosos que se requieren para que las EPS autoricen dicho servicio y a la poca disponibilidad de especialistas verdaderamente entrenados en el país. Lo anterior se presta para que proliferen algunos centros médicos que ofrecen servicios de manejo de dolor, que además operan con personal no idóneo y sin formación certificada que expone a los pacientes a sufrir retrasos innecesarios en la prestación

de un servicio especializado, los somete al riesgo de enfrentar complicaciones derivadas de la falta de experiencia en dichos tratamientos y en algunos casos podrán hacer que el paciente ya no sea candidato a recibir procedimientos que de haberse llevado a cabo a tiempo habrían sido exitosos. En algunos casos una demora de un par de meses en la prestación del servicio médico verdaderamente especializado puede significar la diferencia entre recibir un tratamiento eficaz que le permita al enfermo tener una adecuada calidad de vida, o que el paciente esté condenado a no poder levantarse de su cama durante el resto de su enfermedad. Por lo anterior, el paciente debe ejercer su derecho a estar debidamente informado, solicitando a su grupo de médicos o clínica de dolor las respectivas acreditaciones que les confieren el carácter de idoneidad en el tratamiento de estas enfermedades. Para tratar estos

pacientes de manera adecuada, se requieren grupos de atención conformados por varias disciplinas médicas y paramédicas, y por lo menos un miembro de dicho grupo debería ser un especialista en dolor y cuidado paliativo debidamente certificado mediante título universitario. Algunas EPS incluso derivan la atención del enfermo terminal con cáncer en programas de hospitalización en el domicilio, dirigidos exclusivamente por médicos generales, sin la supervisión de ningún médico especializado en el manejo de pacientes en estado terminal. El manejo integral de un paciente en fase agónica no puede ser improvisado, y por el contrario, debería ser el producto de una planeación meticulosa, basada en el conocimiento exhaustivo de las necesidades del paciente, familia y entorno social toda vez que no hubiese una segunda oportunidad para corregir las fallas. Aunque ya existen en

Especialista en dolor y cuidado paliativo, es una especialización de la medicina que tienen como objetivo mitigar el dolor y el sufrimiento producido por la enfermedad.

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Instalaciones Radioterapia, Clínica El Rosario, sede Tesoro.

el área metropolitana grupos de atención domiciliaria supervisada por especialistas en dolor, muchas EPS niegan este recurso a los enfermos, alegando que les proporcionarán un servicio de hospitalización en el domicilio, que como se mencionó previamente carece de personal verdaderamente especializado en atención a enfermos terminales. Aunque se presentan algunas limitaciones en cuanto a personal médico, existe la posibilidad de proporcionar atención digna y oportuna por especialistas en Dolor y Cuidado Paliativo a la población de enfermos con cáncer que así lo requiera en al menos nueve instituciones médicas del Valle del

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Aburrá. Los pacientes tienen el derecho a que se les asigne un verdadero especialista en la materia sin demora. La falta de convenios con las instituciones especializadas no deberá ser un obstáculo para que la EPS autorice el servicio, ya que existen varios centros asistenciales que proporcionan adecuadamente dicho servicio en el área metropolitana. El paciente y/o familiares deberán estar atentos a que sus derechos no sean vulnerados y se les proporcione la atención requerida pues siempre hay un tratamiento qué ofrecer para mitigar el dolor y sufrimiento que acompaña a algunos pacientes enfermos con cáncer.

Elaborado por: Frantz Colimon Gómez MD, FIPP Anestesiólogo (Universidad de Antioquia) Especialista en Dolor y Cuidado Paliativo (Pontificia Universidad Javeriana – Instituto Nacional de Cancerología de Bogotá – Roswell Park Cancer Institute, Buffalo, NY) Especialista en Intervencionismo Analgésico (University of Puerto Rico School of Medicine) Presidente Asociación Colombiana de Intervencionismo Analgésico (ACIA) frantzcolimon@hotmail.com frantz@une.net.co


Instalaciones Radioterapia, Clínica El Rosario, sede Tesoro.

Unidad de Oncología Clínica El Rosario Consciente de la importancia de brindar un tratamiento integral, humano, seguro y diferenciado en el manejo del paciente con cáncer, la Clínica El Rosario está preparada con su nueva Unidad de Oncología, que cumple con los más altos estándares de calidad y seguridad para el paciente. Respondiendo a la intención por parte de la Comunidad de las Hermanas Dominicas de la Presentación, de brindar una oferta más amplia y compleja en sus servicios, es así, como la Unidad se caracteriza desde ya por tener una alta inversión en tecnología de punta, personal altamente calificado y con gran sentido de humanización, lo que identifica la atención en la Clínica El Rosario.

La Unidad de Oncología, consta de un área para Radioterapia, diseñada para brindarles a los usuarios: ambientes naturales, iluminados, cálidos, tranquilos, acogedores y muy confortables, donde están las salas de tratamiento para radioterapia interna y externa, consultorios médicos y salas para procedimientos menores. El área de quimioterapia conserva la misma línea de confort y comodidad que caracteriza a la Clínica; allí se dispone de sillas de tratamiento que permiten y garantizan privacidad y tranquilidad mientras se están recibiendo los medicamentos. Además se tienen consultorios para la atención de la consulta externa de hematología, oncología y alivio de dolor

“Por los enfermos harán todo lo que la caridad pueda inspirarles”. Marie Poussepin

y cuidados paliativos. Un perfil muy humano Contamos con un equipo médico multidisciplinario conformado por especialistas en hemato-oncología, radioterapia, Continúa en la Pág. 20

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alivio del dolor y cuidado paliativo y otras sub-especialidades en oncología, además del personal de enfermería, tecnólogos, nutricionistas, fisioterapeutas, sicólogos y el apoyo constante de las Hermanas Dominicanas de la Presentación. El perfil de los colaboradores está centrado en su habilidad de humanización, delicadeza, seguridad, gusto y liderazgo en la atención de los pacientes y sus familiares o acompañantes, quienes padecen esta enfermedad y dolor. Nuestros esfuerzos están encaminados en consolidar el sueño y brindar respuesta a las innumerables peticiones de los usuarios para la creación y prestación de este servicio.

Asesoría y Acompañamiento, Atención al Usuario, Clínica El Rosario

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Nuestra Unidad de Oncología le ofrece: 1. Atención integral, humana, segura, oportuna y diferenciada 2. Acompañamiento al paciente y la familia 3. Tecnología de alta precisión y seguridad en los tratamientos 4. Ambientes confortables con modernas y seguras instalaciones. Elaborado por: Enf. Bibiana Valencia Hoyos Coordinadora Unidad de Oncología Clínica El Rosario


CUIDADOS PALIATIVOS

Para mejorar la calidad de vida del enfermo y su familia “La peor desdicha del médico es no poder hacer nada a favor del enfermo”. Areteo Con frecuencia a quienes trabajamos en el área de dolor y cuidados paliativos nos preguntan ¿Qué es lo que hacemos?, ¿Nuestra área es sólo para pacientes terminales ó con cáncer?, ¿Cuándo se deben buscar los cuidados paliativos? o incluso llegan a nuestra consulta porque les dijeron que en nuestro servicio se les va a explicar sobre su enfermedad o simplemente nos dicen: ¡No se para que me enviaron a cuidados paliativos!, incluso nos encontramos con algunos colegas médicos que dicen: ¡aun no mando el paciente por que no es terminal o no presenta dolor!. Debido a este desconocimiento, al finalizar la consulta, los pacientes nos preguntan: ¿Por qué no me enviaron antes a este servicio?. Para tener una mejor apreciación del problema que viven algunos pacientes, miremos un síntoma como es el dolor, este se encuentra presente en el 35% de lo casos con una intensidad de moderado a severo al momento del diagnóstico de cáncer; durante la evolución de la enfermedad el 90% desarrollan dolor y más llamativo y preocupante es que a pesar de la intervención médica sin entrenamiento adecuado en dolor y cuidados paliativos, el 40% de los pacientes mueren con dolor severo. La sola falta de control del dolor puede generar insomnio, mal genio, tristeza, anorexia y con frecuencia vemos como se inician manejos para estos síntomas llevando a que el paciente se encuentre polimedicado, sin mejoría y lo único que requería era un buen control del dolor para favorecer todo lo demás, el dolor puede ocasionar depresión hasta en un 60% de los casos y ésta no mejora con ningún antidepresivo hasta que no se controle el dolor. Otro agravante que vemos con frecuencia es cómo la familia y el paciente comienzan a escuchar por algunos médicos o personal de la salud frases como: “ya no hay nada más que hacer”, “el dolor es normal por su enfermedad y se lo tiene que aguantar”, “¿para qué lo volvieron a traer?, si es un paciente terminal”. Si bien el mejor sitio para estar es en casa, esta regla, como

muchas en la vida tienen excepciones, el paciente con dolor severo, asfixiado, agitado y sangrando es difícil de manejar en casa y puede requerir manejo hospitalario o acudir a los servicios de urgencias para ser controlados y enviados a casa para estar en su cama y rodeado de su familia, con los suyos. Nestares Guillén, paciente con cáncer en 1982 decía: “ No quiero morir como si me escondieran de algo por vergüenza, llevadme a morir en casa, como un ser corriente, como un ser humano”, pero para esto se debe entrenar a la familia y cuidadores del enfermo terminal. El trabajo de la unidad de cuidados paliativos, teniendo en cuenta de que EL QUE SUFRE NO ESPERA, no se limita sólo al control de síntomas, si no que además, tiene en cuenta e interviene en todos aquellos factores de índole individual, familiar, espiritual, psicológico y social que de no ser manejados o intervenidos pueden afectar el entorno del paciente y su familia; el cuidado del paciente en casa y la comunicación del mismo con su núcleo familiar, cuidadores y equipo terapéutico. El significado de los cuidados paliativos viene de la palabra Paliar, del latín Palliare, Pallium o Capa, las cuales se traducen como tapar, encubrir o disimular la violencia de ciertos procesos, mitigar y moderar el rigor o la violencia. Como pueden apreciar, hasta el momento tenemos una definición muy genérica que no nos permite aclarar totalmente que son los cuidados paliativos. Para comprender mejor dicha información acerca del significado de los cuidados paliativos recordemos las palabras de Trodeau acerca del deber médico: “El médico debe curar a veces, aliviar a menudo y confortar siempre”. Con todo lo anterior podemos decir que los cuidados paliativos son el área de la medicina que busca dignificar y mejorar la calidad de vida de los pacientes con enfermedades crónicas avanzadas, apoyando y orientando a la familia en los cuidados de su ser querido enfermo. Buscamos a través de una atención cálida, humanizada y con el acompañamiento de un equipo interdisciplinario, favorecer la recuperación del paciente en su etapa final, cercano a la muerte, mitigar su sufrimiento y el de su familia, sin realizar medidas heroicas o distanásicas Continúa en la Pág. 20

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Viene de la Pág. 21 que prolonguen la agonía, ni tampoco realizando hechos eutanásicos; mas bien propendemos por la ortotanasia, encaminada a mejorar la calidad de muerte al final de la vida, comprendiendo la evolución natural de las enfermedades. Es muy importante tener claro que el papel de los cuidados paliativos es mejorar la calidad de vida del paciente enfermo, no es exclusivo para el paciente que se encuentra en agonía o con cáncer. Podemos intervenir en otras enfermedades como son la insuficiencia cardiaca congestiva (ICC) avanzada, EPOC estadio IV, VIH, educación a la familia en el cuidados del paciente postrado en cama por diferentes patologías, y cualquier otra enfermedad crónica en estadio avanzado donde ya no es posible la curación. También queremos crear conciencia en el gremio médico, la familia y el paciente, para que acudan a nuestro servicio en fases tempranas de la enfermedad y evitar grandes deterioros físicos, mentales y espirituales, que empeoran en gran medida la calidad de vida; esto significa que no hay que esperar a que el paciente se encuentre en los últimos días para que nosotros lo evaluemos y realicemos algún tipo de intervención. Para lograr dicho objetivo, no sólo el de mejorar la calidad de vida sino también la calidad de muerte, realizamos medidas para mejorar o lograr un buen control de diferentes síntomas que generan ansiedad, angustia no solo al paciente si no también a su familia, como son: el dolor, el insomnio, las nauseas el, vómito, la anorexia (la falta de apetito por enfermedad crónica, no por anorexia nerviosa),la asfixia, el estreñimiento, la sensación de abandono por el equipo terapéutico, ansiedad, angustia espiritual, entre otros, que deterioran la calidad de vida del paciente y su familia, sin realizar maniobras heroicas que solo prolongan la vida o sufrimiento, tampoco realizamos medidas eutanásicas, permitimos la evolución natural de la enfermedad en estadio terminal, pero dignificando al ser humano que sufre y esto incluye no solo al paciente si no también a su familia y cuidadores. Es por eso que LA CLÍNICA EL ROSARIO enmarcada en su misión de ofrecer una atención humanizada, integral, segura, cálida, diferenciada para los pacientes y sus familias, evaluando las necesidades del medio, el paciente y sus familias, la falta de cobertura e incluso hasta el abandono de los pacientes por parte del equipo de salud cuando se encuentran en estado terminal creó e integró a su equipo de profesionales la Unidad de Dolor y Cuidados Paliativos, conformada por profesionales que incluyen no sólo al médico especialista en dolor y cuidados paliativos, sino también a la

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Hospitalización Clínica El Rosario, sede Tesoro.

enfermera, psicóloga, trabajo social, sacerdote y religiosas que trabajan en conjunto para detectar e intervenir aquellos factores que pueden desencadenar angustia, temor, estrés, ansiedad en el paciente, la familia y sus cuidadores. Todo este manejo se logra a

través de la ronda del paciente hospitalizado, consulta externa, grupo de apoyo familiar, soporte espiritual por el grupo pastoral, manejo intervencionista para realizar bloqueos que controlen el dolor, asesoría telefónica cuando el paciente es dado de alta hospitalaria o que

haya sido atendido por consulta externa. Elaborado por: Jorge René Estupiñán Guzmán. Médico Internista, Subespecialista En Dolor Y Cuidados Paliativos

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El cuidado de enfermería: ciencia y arte

“Pondrán todo su esfuerzo en prepararse en éste arte, a fin de no exponer el paciente a molestos accidentes”. Marie Poussepin 24

La enfermería como ciencia y arte ha sido perfeccionada a través de la historia, desde el mismo origen de los pueblos, de la sociedad. La enfermería es mucho mas que un oficio, es una ciencia que involucra conocimiento técnico, científico y humano; que exige una vocación especifica de servicio, la cual excluye la mediocridad en el trabajo y por el contrario nos motiva e impulsa a realizar la labor diaria con el mayor compromiso y esfuerzo, asumiendo siempre una actitud positiva que viabilice el cumplimiento del objetivo de nuestra arte y ciencia: el cuidado. El cuidado es una actividad humana que se define como una relación y un proceso cuyo fin va más allá de la enfermedad, en el que es imperativo reconocer que nuestro objetivo de cuidado no son animales u objetos o incluso una enfermedad, son seres integrales que se desenvuelven en un ambiente influenciado por diversas características biológicas, psicológicas, sociales y espirituales; por ello se busca que con el cuidado de enfermería se garantice el respeto por la dignidad humana, protegiendo la vida del paciente y su familia, reconociendo su vulnerabilidad, respetando su autonomía y teniendo como base los principios de beneficencia, no maleficencia, justicia y respeto.


Cuidar, es en sí un acto de compasión, exige que el profesional que lo brinda tenga cualidades y competencias que van mas allá del intelecto; cuidar de alguien puede ocasionar estrés y más aún cuando ese cuidado va encaminado a un ser que padece una enfermedad, que social y culturalmente tiene arraigados prejuicios en relación con su evolución y pronostico, tal es el caso del paciente con cáncer. En la actualidad el cuidado del paciente oncológico y el consuelo de estos y sus familiares es una de las situaciones más difíciles en la práctica de enfermería, ya que estos tienen muchas necesidades emocionales, espirituales y físicas, que según Cicely y Sanders “no sus necesidades, sino su valor, no su dependencia, sino su dignidad”. La preocupación por una atención más compasiva e integral del equipo de salud al enfermo oncológico, ha surgido a medida que se producen importantes avances en el conocimiento y el tratamiento de los tumores malignos. Es por ello que por hoy la Clínica el Rosario, reconocida por prestar servicios de salud de alta complejidad con excelente calidad, abre nuevamente sus puertas para acompañar, cuidar y curar al que sufre. La enfermería en la Unidad de

Oncologia de la clínica, cumple una función primordial y facilitadora en el cuidado del paciente y su familia, tiene en cuenta la etapa del ciclo vital humano y la fase por la que atraviesa el individuo en el proceso de salud-enfermedad; el cuidado se basa en la reciprocidad, se cuenta con calidad única y autentica, en la que se busca ayudar a recuperar el equilibrio entre la mente, el cuerpo y el alma. En este sentido el rol cuidador de enfermería se consolida en pro de nuestra misión institucional, al brindar atención holística, oportuna, cálida y segura, que proporciona confort y bienestar. El cuidar del paciente oncológico y su familia, toma sentido y trasciende cuando la integralidad del ser humano, es la base en nuestro que hacer; no podemos olvidar que en ocasiones estos pacientes evaden la realidad para evitar el sufrimiento y prefieren buscar la salida ideal a su problema que varía según la cultura, creencias religiosas y valores éticos. Es importante que el personal de enfermería se proyecte acciones que contribuyan a recuperar y/o preservar la tranquilidad y la dignidad en el buen vivir o incluso en el buen morir, ayudando a reconocer que el sufrimiento no es un mal necesario, ni el fruto de una maldición o un

castigo, sino una circunstancia propia de la vida humana, cuyo afrontamiento es individualizado pero ante el cual es menester demostrar valor, grandeza y fuerza. El arte de cuidar se consolida en la institución al intentar en el día a día dar cumplimiento a nuestro lema “Amor que acompaña y servicio que alivia” pues “Cada obra de amor, llevada a cabo con todo el corazón, siempre logrará acercar a la gente a Dios”. Madre Teresa de Calcuta. Elaborado por: Andrea Zapata Calle Enfermera Unidad de Oncología Clínica El Rosario, sede Tesoro Andrea Zuleta Benjumea Enfermera Unidad de Dolor y Cuidado Paliativo Clínica El Rosario, sede Tesoro Referencias Bibliográficas • Dugas. Tratado de Enfermería Práctica. 3ra ed. México: Editorial Interamericana; 1988. Disponible en: http://bvs. sld.cu/revistas/enf/vol23_2_07/enf02207.htm • Ariza Claudia. La excelencia del cuidado un reto para enfermería. Disponible en: http://www.encolombia.com/ medicina/enfermeria/Enfermeria8105-Editorial.htm • Echeverri Sonia. Enfermeria el arte y ciencia del cuidado. [ revista en la internet]. Revista academina de medicina, Disponible en: http://www.encolombia.com/medicina/ academedicina/academ25363-enfermeria.htm

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Servicio de quimioterapia, Clínica El Rosario, sede Tesoro.

Terapias dirigidas a blancos tumorales en cáncer, desde el laboratorio hasta el paciente Cuando se presenta el diagnóstico de cáncer, es conocido que el curso clínico y la respuesta al tratamiento son distintas entre los pacientes, esto es debido a la heterogeneidad propia de las neoplasias, es decir los tumores malignos son distintos entre los individuos afectados, no hay un único tumor para todos los pacientes. Estos comportamientos específicos cancerígenos, han sido dilucidados por el estudio minucioso microscópico del mundo tumoral.

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Este avance continuo, durante los últimos años en la biología y la genética tumoral, permite que el siglo 21 abra su inicio en la era de medicamentos dirigidos específicamente a blancos tumorales, respetando las células del huésped sin cáncer y por ende con una dramática mejoría en la tolerancia. En el área de Hematología y Oncología Clínica, la expectativa es llevar los adelantos en cáncer desde el laboratorio hasta la cama del paciente, de esta manera el co-

nocimiento científico experimental debe beneficiar directamente a los afectados con tumores malignos. Una de las patologías que abrió el telón en este grupo de tratamientos es la Leucemia Mieloide Crónica, cuyo descubrimiento de la mutación en el cromosoma Philadelphia permitió la introducción en el 2001 del primer efectivo agente Inhibidor de Tirosin kinasa oral, llamado Imatinib, cambiando por completo el enfoque


de esta temida enfermedad, con excelente beneficio para los pacientes manteniendo calidad de vida y prolongando la sobrevida. Esta frecuente patología en adultos jóvenes y en edades intermedias, cuenta hoy con otros dos medicamentos, Dasatinib y Nilotinib, con indicaciones especificas, ampliando las posibilidades de beneficio. Los avances en conocimiento molecular tumoral se expanden día a día en tumores sólidos y hematológicos, ejemplo de ello son los estudios de Angiogénesis tumoral, proceso encargado de generar la red de vasos sanguíneos necesarios para sustentar la oxigenación, el crecimiento , la siembra metastásica y la eliminación de productos metabólicos celulares. La teoría fue planteada en 1971, llegando a la aprobación por la FDA del primer medicamento anti angiogénico, llamado Bevacizumab en el 2004 para pacientes con cáncer colorectal metastásico, luego aprobado en cáncer de pulmón, cáncer renal metastásico y otras patologías. Le siguieron en la incorporación los inhibidores de receptor Tirosin Kinasa pequeñas moléculas tales como el Sunitinib, Sorafenib, Pazopanib, Vandetanib. En el área de los linfomas no Hodgkin de células B, denominado asi por su origen, cuenta con más de 20 subgrupos por histopatología. Es reconocida la gran diferencia en el curso clínico, dependiendo del subgrupo, conocidos por ser de lento o de rápido crecimiento, sin embargo , ahora las técnicas genómicas, permite distinguirlos en más especificas subfamilias, como aquellos con translocación MYC y BCL2 siendo los más agresivos y de más rápida recaída. Esta mas fina separación exige cambios de los antiguos protocolos a unos más específicos según la caracterización del linfoma. De ahí, que se encuentren en investigación clínica múltiples agentes dirigidos contra estas alteraciones genéticas, ampliando el panorama de esperanza para los afectados. Este importante enfoque antitumoral con medicamentos específicos de acuerdo al defecto se expande día a día a otros tumores malignos. Entre dichos avances, a denotar, son los alcanzados en Cáncer de seno con expresión de Her 2 neu, proteína involucrada en rápida recaída y progresión tumoral, con el uso de el anticuerpo Trastuzumab, con beneficios trascendentales prolongando la sobrevida sin recaída, de las afectadas, en mas de un 25% cuando se usa por 12 meses

después de la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia. Estos afortunados adelantos en patología y biología tumoral, van de la mano de la introducción de nuevos medicamentos dirigidos contra el defecto de la neoplasia, permitiendo que en el área de Hematologia y Oncologia ofrezcamos junto a la esperanza, la mejor terapia con efectividad anti cáncer y muy buena tolerancia individual. Artículo elaborado por: Dra. Adriana Castaño Hemato Oncóloga - Clínica El Rosario

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EL CÁNCER DE PIEL

Es una enfermedad caracterizada por la multiplicación, crecimiento incontrolable y diseminación de células anormales. Comprime, invade y destruye los tejidos vecinos. A través de metástasis, las células pueden implantarse en otras partes del cuerpo, donde ellas forman nuevos tumores. El cáncer de piel es el más común de todos los cánceres, y su cura es posible en

un alto porcentaje de los pacientes, desde que sea diagnosticado y tratado temprana y adecuadamente. Cuando el tratamiento no es realizado de una forma correcta, generalmente lleva a crecimiento y diseminación del tumor. El diagnóstico se realiza mediante la evaluación clínica por parte del especialista y confirmada por el examen de patología de una muestra (biopsia) o de

todo el tumor retirado.

Existen varios tipos de tumores de la piel: CARCINOMA BASOCELULAR: Es el más frecuente, con crecimiento lento y raramente origina metástasis. Generalmente es una lesión de aspecto perlaceo y con presencia de vasitos rojos (telangectasias).

El cambio en el tamaño en lesiones de forma o color es una señal de alarma, además puede existir prurito (rasquiña) en la lesión, como sangrar fácilmente. 28


CARCINOMA ESPINOCELULAR: Es el segundo tumor más frecuente en la piel y puede originar metástasis. Generalmente aparecen como nódulos que se convierten en úlceras con aspecto inflamatorio en sus bordes. En la génesis de este cáncer, el factor más importante es la exposición a los rayos solares, pero también puede originarse de lesiones previas como la queratosis actínica (lesiones tipo placa ocasionadas por el sol), úlceras crónicas, y cicatrices de quemaduras entre otras. MELANOMA CUTANEO: Este tumor es menos frecuente que los anteriores pero con alto porcentaje de metástasis y recidiva local. Pueden aparecer como una mancha pigmentada en la piel o como un lunar que está creciendo. Lesión sospechosa es aquella que presenta asimetría, bordes irregulares, con colores de varias tonalidades, con diámetro mayor a 6 milímetros, de aspecto levantado o ulcerado, no obstante la gran mayoría de los melanomas es asintomática en las fases iniciales. El cambio en el tamaño, forma o color es una señal de alarma, además puede existir prurito (rasquiña) en la lesión, como sangrar fácilmente. El principal factor de riesgo constitucional es el color de la piel. Se presenta principalmente en personas de piel clara con cabellos rubios o rojos, existiendo un aumento del riesgo en personas de piel clara con antecedentes de quemaduras solares que causaron ampollas en la piel durante la infancia y adolescencia, en individuos portadores de lesiones premalignas, como también en pacientes con historia familiar. Existen varios tratamientos para los tumores de la piel y varían según el tipo de tumor, tamaño, localización, presencia o no de metástasis y operabilidad entre otros. Los objetivos del tratamiento buscan destrucción o resección total del tumor, preservación máxima de tejido normal y buen resultado estético. Entre las terapias se encuentra la cirugía, que permite la correcta evaluación por medio del estudio anatomopatológico del tumor retirado, rápida cicatrización y óptimo resultado estético. La radioterapia está Indicada para pacientes con riesgo quirúrgico o tumores inoperables. EL MEJOR TRATAMIENTO DEL CÁNCER DE PIEL ES LA PREVENCIÓN Se recomienda evitar la exposición solar entre las diez de la mañana y las cuatro de la tarde, usar ropas apropiadas, usar correctamente el bloqueador solar con factor de protección solar (FPS) de 30 o mayor, dos o tres veces al día y la realización del autoexamen de la piel y la consulta periódica al especialista. Elaborado por: Dr. Felipe Muñoz Cirujano Plástico Grupo Cirugía Plástica Clínica El Rosario


El laboratorio en la detección temprana del cáncer El cáncer no es simplemente un evento en un paciente, sino un proceso que consiste en un continuo cambio en las células y tejidos a través del tiempo, que desencadenan una producción autónoma de las células malignas. El diagnóstico del cáncer se basa en el estudio del tejido y nunca debería ser hecho sin la realización de una biopsia para definir la histología del tumor, el grado y la invasividad, practicar estudios complementarios como la expresión de marcadores de la superficie celular o proteínas intracelulares, así como también, estudios moleculares de la expresión de los genes que pueden orientar sobre el tratamiento mas adecuado. En las siguientes tablas podemos observar la magnitud del problema en cuanto al tipo de cáncer y la distribución por edad de acuerdo al registro poblacional en el Departamento de Antioquia.

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Distribución porcentual de las principales localizaciones de casos de Cáncer según sexo. Departamento de Antioquia 2007 - 2009


Distribución porcentual de las principales localizaciones de casos de Cáncer. Departamento de Antioquia 2007 - 2009

Instalaciones Laboratorio Médico de Referencia, sede Tesoro.

Existen numerosas pruebas de laboratorio que se han utilizado para detectar la presencia de cáncer en personas asintomáticas para disminuir la morbilidad y mortalidad. Sólo algunas han demostrado que potencialmente puedan reducir el número de muertes. La detección temprana por sí misma no confiere beneficios, si no va a representar un cambio en el curso de la enfermedad y la curación. DETECCIÓN TEMPRANA DE CÁNCER DE COLON La realización en el laboratorio de una prueba simple y de bajo costo llamada sangre oculta en materia fecal ha demos-

trado que puede disminuir la mortalidad por este tipo de cáncer en una tercera parte. Esta prueba consiste en la recolección de una pequeña muestra de heces en un recipiente limpio, la cual el profesional del laboratorio pone en contacto con un reactivo especial, que permite visualmente determinar la presencia de hemoglobina humana. La sangre en materia fecal puede ser debida a múltiples enfermedades, pero puede ser un indicador temprano de cáncer colorectal en personas asintomáticas, por lo tanto, es obligatorio realizar cada año esta simple prueba en las personas de 50 a 75 años. Continúa en la siguiente página

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Instalaciones Laboratorio Médico de Referencia, sede Tesoro.

actualmente ofrece nuestro laboratorio en convenio con laboratorios especializados en Estados Unidos estudia las mutaciones BRCA 1 y BRCA 2 identificando un grupo de mujeres con mayor probabilidad de sufrir cáncer de mama.

CÁNCER DEL CUELLO UTERINO (CERVICAL) La citología vaginal en las mujeres ha permitido disminuir de una manera significativa este tipo de cáncer. Debe realizarse en toda mujer mayor de 21 años; pero con el inicio de la actividad sexual se aumenta el riesgo de infección por el virus del Papiloma humano (PVH) que es el agente principal de cáncer cervical, por lo tanto, es obligatoria la citología en todas las mujeres, una vez hayan iniciado su actividad sexual. El intervalo recomendado para la citología varía de 1 a 3 años, dependiendo de la normalidad del resultado anterior. No existe un límite superior de edad para no realizarse la citología, pero las mujeres mayores de 65 a 70 años que en los últimos 10 años su citología ha sido normal, pueden, previa consulta con su médico, no continuar con este control. Las mujeres a las que se les ha realizado extracción del útero por causas diferentes a cáncer, no necesitan continuar con el estudio de citología. Los avances en la detección del virus PVH a través de técnicas de biología molecular han permitido detectar y prevenir el cáncer de cuello uterino.

CÁNCER DE PRÓSTATA El cáncer de próstata es el tipo de cáncer más común en los hombres en todo el mundo y su detección temprana se ha realizado a través del estudio del Antígeno Específico de Próstata (PSA) en una muestra de sangre. Existen enormes controversias en la literatura médica sobre la utilidad de esta prueba realizada periódicamente en hombres asintomáticos para la búsqueda de este tipo de cáncer, principalmente porque no puede discriminar entre enfermedad benigna o maligna y los estudios no han demostrado que su uso haya llevado a una disminución de la mortalidad. Teniendo en cuenta estas limitantes de la prueba, se recomienda, previa consulta con su médico, la realización del PSA cada año en los hombres mayores de 50 años.

CÁNCER DE MAMA Entre los desarrollos más importantes de la medicina actual está la medicina genómica que permite estudiar las diferentes mutaciones que puede tener una persona y determinar el riesgo mayor o menor de sufrir cáncer. El perfil genético molecular que

Elaborado por: Carlos Robledo R. Médico especialista en Microbiología y Medicina de Laboratorio Director del Laboratorio Médico de Referencia. Clínica El Rosario – CIMA.

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ATENCIÓN, CARIÑO Y AMABILIDAD

“Que continúen realizando la bella misión en el camino de la salud con verdadera vocación de vivir, para amar y servir con tanta alegría, generosidad y entrega. Los felicito de todo corazón y que permanezca siempre el sentido de servir a todos de manera particular para aquellos que necesitan recuperarse del cuerpo y del espíritu. Que la virgen María y Marie Pousseppin los guíen en esta noble misión: en el servicio de la caridad en el campo de la salud. Felicitaciones y mil gracias a todo el personal de la Clínica el Rosario”. María Leopoldina Mendoza Paciente – Clínica El Rosario

“Quiero decirle a la Clínica El Rosario, que me voy feliz porque atendieron a mi cuerpo y a mi alma. Tienen la cultura del “Si se puede”: Si se puede otra vez, si se puede otro jugo, otra toalla, otra cobija, si se puede tender la cama del acompañante, etc. El personal de enfermería es un grupo muy profesional y querido… son diligentes, conocedoras, atentas, respetuosas y responsables. Igualmente la gratitud para los médicos, quienes siempre estuvieron al tanto con sus cuidados, me aclararon las dudas, me brindaron verdadera y oportuna atención; me sentí en las mejores manos, gracias a la Clínica el Rosario”. Beatriz Rico Paciente - Clínica El Rosario

“Querido y apreciado personal de la Clínica El Rosario, que alegría haber estado acompañada por ustedes durante estos ocho días, interna con mi mamá a causa de una fractura de fémur; verdaderamente el lema de tan querida institución: “Amor que acompaña y Servicio que alivia”, es una realidad. Soy trabajadora social de la UPB, con 20 años de servicio en muchos hospitales de Bogotá, empleada pensionada de la Contraloría General de la Republica, y que gusto me da al ver instituciones con esa mística, con detalles como la comida caliente y agradable a los ojos, pan caliente, amabilidad del personal de servicios varios, enfermeras, médicos; cariño y respeto al paciente desde el ingreso, con su personal de vigilancia que nos resguardo y nos ofreció comodidad… esto no se le olvida a nadie, no tengo palabras sino de agradecimiento a Dios y a ustedes, siempre estarán en mis oraciones”. Mil gracias. MARTA CECILIA DUQUE PAVAJEAU Usuaria – Clínica El Rosario

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